Buenas tardes, comenzamos con las sesiones de ciencia política, esta materia que va a ocuparnos las semanas de este cuatrimestre y en las que vamos a centrar las cuestiones de la política como proceso. A diferencia del tema y de la orientación de la materia en el cuatrimestre anterior, que estaba más centrado en un aspecto estático, en un aspecto estructuralista, en un aspecto más normativo de la ciencia política, vamos a ocuparnos en estas sesiones, en estas autoridades de los viernes, de una visión más dinámica, de una visión más proactiva incluso, porque hay aspectos de estas dimensiones de la política como proceso, de los contextos culturales, que es esta parte cuarta. de Manuel de Valles, que están por escribir. Por tanto, una cuestión que sí tenemos que incorporar a estas webconferencias es que están realizadas en un momento histórico concreto, son absolutamente contingentes y que son desbordadas de forma cotidiana casi, con la rapidez que dan los cambios sociales, políticos y económicos de nuestros días y por tanto están siendo reescritas de una forma vertiginosa. Sin embargo, desde el punto de vista más formal y de contenidos que el equipo docente diseña y que aparece recogido en los manuales que tenemos de referencia para la materia, bueno, pues hay que tocar una serie de elementos que son clásicos ya y que por tanto hay que señalar y hay que aprender. En esta parte cuarta de política como proceso, de dimensión cultural, de contexto cultural, nos vamos a centrar en un tema, yo creo que central en la ciencia política, que tiene que ver con los valores, que tiene que ver con las actividades, que tiene que ver con las percepciones de los individuos, como individuos y como agregados individuos, actores sociales, actores colectivos, y de las distintas culturas o la cultura y las subculturas políticas, siguiendo autores como Almon y Berna. En el manual de Vallés tenemos claro que la política como proceso es una cadena de acontecimientos y esto es importante resaltarlo porque nos da ya entrada a este, supuesto dinamismo, más allá de la definición de una ley, de la creación de una estructura administrativa o incluso de la consolidación de una institución, como puede ser una alta institución del Estado, un tribunal de cuentas, un tribunal constitucional, un congreso, un parlamento, incluso más allá de esa constitución formal, la política como proceso, la cultura política, la visión de los valores nos hace ver que esto está continuamente, continuamente en cuestión y que además forma parte. Los cambios en política no son debidos, aunque puedan parecerlo, a situaciones de crisis inmediatas o de caos injustificado. Ponemos un ejemplo en lo que está ocurriendo estos días en Ucrania, pero podemos ponerlo lo que ocurrió en los días de la transición en España o la transición en Portugal, que son dos transiciones distintas, de las distintas primaveras, tanto de los países de la exantigua Unión Soviética a los de la primavera árabe. Puede parecer que hay un detonante, que hay una muerte, como lo que está ocurriendo en Venezuela con la muerte de esta joven o en la detención de uno de los líderes de la oposición. Puede parecer que son cambios radicales, que son cambios que responden a un momento puntual de la historia. Hay una conjunción astral. Hay una conjunción astral y, por tanto, un episodio fatídico, dramático y a partir de ahí se desenvuelven una serie de acontecimientos. Sin embargo, esto no es así, sino todo lo contrario. Esto nos hace ver que detrás de un hecho histórico, un hecho social, un hecho político, un hecho administrativo incluso, que es bastante más lento en sus cambios, responde a toda una cadena de acontecimientos y a una evolución. Y aquí es donde entra y tiene sentido todo el debate de la cultura política, de la cultura cívica, de las actitudes, de los filtros que le llama Vallés, de los valores y las ideas. El contexto cultural, por tanto, forma parte de esta dimensión de análisis y aquí tenemos que hablar tanto de percepción individual como de percepción de actores en una comunidad o en varias comunidades políticas. Él nos dice, el contexto cultural es socialización y comunicación política. Cada sujeto se sitúa en el escenario y se dispone a actuar en el escenario. Y lógicamente ese sujeto no es fruto de una generación espontánea, es fruto de un proceso de socialización. Hay una parte de la primera entrada en el capítulo de Vallés, en este tema 7, que a mí me resulta muy bonita, una expresión simple pero tremendamente contundente, que es, hacemos política sin saberlo. ¿Y qué es esto de que hacemos política sin saberlo? Pues que en realidad somos animales sociales, somos animales económicos, pero somos sobre todo animales políticos. La política es la primera de las grandes ciencias. Y somos animales políticos porque somos animales, somos hombres y mujeres que convivimos o que nos esforzamos por convivir. Convivir es vivir unos con otros. A veces no lo hacemos, a veces solo simplemente nos relacionamos o ni siquiera eso, solo nos saludamos o ni siquiera eso, solo compartimos espacio. Pero realmente somos hombres y mujeres políticos porque hacemos política todos los días, con nuestras acciones y con nuestras inacciones. Con nuestra participación en una comunidad, en un barrio, en un foro, en las redes sociales, en un grupo de amigos, en una estructura deportiva... Hacemos todos los días política. Y esto es así mal que le pese a aquellos que ven en la política un elemento desfasado, antiguo y por supuesto superado. No es así, sino todo lo contrario. La política es un elemento que nos mantiene vivos porque nos mantiene unidos y porque busca la cohesión social y el equilibrio en un estado que si no sería estado de naturaleza. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué es lo que suele asumir la gente como política? Pues suele identificar política con partidos políticos. El error de la mayor parte de la gente es un error que vosotros no podéis cometer. La política no son los partidos políticos. Los partidos políticos son actores, son una parte agregada de intereses de estas comunidades, comunidad política o subcomunidades. En el caso de España tenemos varias comunidades políticas. No estamos en una única, grande y libre. Aquí hay varias comunidades políticas porque hay varias comunidades autónomas conformando a lo largo de siglos en algunos casos y a lo largo de decenas en otros realidades sociales, por supuesto administrativas y por supuesto políticas diferentes pero por supuesto complementarias. Y en la mayor parte de los casos yo diría que integradoras. Por tanto, las instituciones tienen que facilitar aquello que nosotros hacemos de forma habitual que es la política todos los días. En nuestra vida cotidiana, en nuestra profesión, en nuestra familia, en nuestro ámbito más directo de ocio. ¿Cuáles son las preguntas clave? Valles nos dice ¿Por qué son pocos los individuos que se preocupan de la política y cuáles son las formas habituales de participación? ¿O por qué votamos? Pues todas estas cuestiones tienen que ver efectivamente con el desarrollo de una serie de elementos de análisis que están en el centro del análisis politológico. Y que por supuesto forman parte de la validez científica de esta ciencia que llamamos ciencia política. ¿Qué habría que analizar para entender la cultura, para entender las actitudes? Pues habría que analizar la posición del individuo ante la política. Sus valores, sus opiniones, su ideología y ahí tenemos varios instrumentos que reconocemos en los medios de comunicación encuestas que hacen los medios, encuestas que hacen las empresas de opinión, para otros partidos, las encuestas que hace el propio gobierno a partir del CISO, los gobiernos autonómicos a partir de barómetros sectoriales o generales. Por tanto la posición del individuo ante la política es lo primero que tenemos que conocer pero no lo único. Hay tres elementos más. Tenemos que entender qué son y cuáles son los perfiles de los actores de la comunidad cuando se relacionan con la política. Cuáles son esos perfiles y cómo se desarrollan de actores como el empresariado o de actores como los sindicatos o de actores como la iglesia que sigue teniendo mucho poder en nuestro estado laico. Actores, a fin de cuentas, que tienen peso político que lo ejercen y que se relacionan en un ámbito común. Este sería el segundo punto. Por tanto, un primer punto individual, un segundo punto más colectivo, más agregado. Hay un tercer punto que nos puede ayudar a entender las actitudes y los valores y la cultura política que son las formas de intervención política en cada actividad. Es decir, ¿cómo lo hacemos? Confiamos en los instrumentos de intermediación en los partidos. Seguimos procesos que son reglados. Somos más disruptivos y no nos creemos esos procesos si participamos bajo otros paradigmas más revolucionarios, más contestatarios. Participamos de una forma presencial, participamos de una forma virtual. Lo hacemos de una forma segmentada en una arena de política pública, en una ambiental, en una social, en una de género. Lo hacemos de una forma abierta y generalista o lo hacemos de una forma absolutamente individual. Individual quiere decir sin estar agregados a ningún tipo de organización, consigna ni estructura. Esta sería otro de los elementos, el tercer elemento para poder averiguar más sobre las actitudes y los valores. El cuarto elemento sería cómo poder entender a los actores colectivos y qué características tienen. Tenemos que entender a los actores colectivos porque en el fondo si no comprendiéramos cómo funcionan los partidos no comprenderíamos por qué han conseguido lo que han conseguido, han llegado donde han llegado y tienen una responsabilidad en el escenario social y político que vivimos en nuestro país. Pero no sólo los partidos políticos, hay otros actores como los económicos, los empresariales que tienen su cuota de responsabilidad o los sindicales. Por tanto hay que entender cómo funcionan los actores colectivos. Es de mucho interés porque es sumamente complicado la interpretación de cómo un individuo participa en política, cuál es su interés. Y aquí Vallés nos muestra una dicotomía clásica entre el Homo economicus y su racionalidad y sus cálculos racionales de coste-beneficio, de rendimientos y un Homo sociologicus, un modelo más colectivo, más sociocultural. Bueno, en uno de los casos se dice que el Homo economicus actúa desde un punto de vista más individual, más egoísta, con cálculos racionales en función de qué gana y qué pierde. Mientras que el Homo sociologicus de esta dimensión sociocultural pues, digamos, pertenece al ámbito del aprendizaje. Es más colectivo, está socializado, se socializa en determinadas pautas culturales, incluso en ideologías, en perspectivas de valor de lo público, lo privado... Es un actor socializado. Cualquiera de los dos en todo caso deja fuera al individuo que es un concepto que yo creo que no sólo hay que recuperar sino que además hay, como dicen los más cursis, poner en valor. Por tanto, no sólo el Homo sociologicus y el Homo economicus. Ya os decía al principio que creo que básicamente somos Homo... ¿Qué? Homo politicus o zum politikon, como decía Aristóteles. ¿Cómo entender al Homo economicus, al Homo sociologicus y al zum politikon? ¿Cómo entenderlos? Pues básicamente entendiendo cuáles son las actitudes, cuáles son esos filtros, que hacen que los individuos actúen de la forma en la que actúan. Participen, no participen, se rebelen, se mantengan inertes, usen redes sociales o lo hagan en la calle. Los filtros de los que nos habla Valles. ¿Qué son los filtros? Es una buena definición. Conjunto de propensiones u orientaciones que el individuo ha interiorizado previamente y que le ayudan a definir su intervención en el proceso político. Es decir, elementos que ha ido incorporando a lo largo de su desarrollo social, vital, profesional, político y que en un momento determinado le permite expresar un modelo de conducta, dar una opinión, mostrar una adhesión, participar en una institución o simplemente rebelarse contra ella. Existe una serie de orientaciones previas para los filtros. Hay unas actitudes políticas y hay rasgos y hay propensiones, hay predisposiciones, hay grados de intensidad, hay correlaciones entre actitudes. En el fondo, por eso es tan complejo, la medición en ciencia política, la actividad de un individuo debe ser sumada, agregada y continuamente reforzada a partir de nuevos estudios porque, como la ciudad y su proceso de aprendizaje, es cambiante. Se transforma y está en continua evolución. Si no, ¿cómo sería posible entender sucesos como los que vivimos en España? Para mí es un suceso, desde luego, en forma de desafección política. Bueno, pues si no conseguimos entender estas actitudes, identificarlas y medir su intensidad, difícilmente podremos llegar a entender ni siquiera a través de encuestas el porqué los españoles han dejado de creer no en la política, sino en un modelo de sociedad donde la política ha sido capturada por una serie de operadores intermediarios en este caso fundamentalmente los partidos políticos y así lo recoge la constitución ha dejado de creer en ellos y empieza a mostrar signos de abandono no de la política sino de los partidos políticos. Y aquí se introducen nuevos elementos de desgaste, de sobresalto, de sobrecarga del sistema como puede ser la abstención, como puede ser la bajada de apoyo continuada a los grandes partidos. Algunos hablan del fin del bipartidismo, algunos hablamos en Galicia del fin del tripartidismo con motivo de las elecciones autonómicas al Parlamento de Galicia el año pasado no, el anterior el 2012. En fin, en todo caso de lo que se trata básicamente es interpretar estas percepciones estos valores en clave individual. ¿Por qué? Pues porque un individuo en base a ese aprendizaje actúa a partir de varias orientaciones que no solo tienen que ver con las más puramente racionales o cognitivas tienen que ver con orientaciones afectivas. Es posible pensar en que alguien vota en función de los afectos del amor y el desamor que siente por la política sí y cada vez es más una realidad de la vida. Hay un artículo reciente en el año 2003 en la revista Internacional de Ciencia Política International Political Science Review que se titula directamente Why do people vote? Rationality or Emotion y la conclusión básicamente para el sistema político americano y para los votantes norteamericanos es un estudio hecho allí sobre todo para el público más joven es que hay que considerar elementos que tienen que ver con la racionalidad con los cálculos racionales hay que tener en cuenta elementos que tienen que ver con el contexto social con el aprendizaje y los valores pero ya no llega eso no es suficiente hay que tener en cuenta orientaciones afectivas y a partir de ahí orientaciones valorativas argumentarios y orientaciones intencionales de voto o de abstención o de no voto. Esto es importante porque nos obligan a ver las encuestas de una forma más fina y en todo caso nos obligan a seguir situando al individuo en el centro del proceso político y al individuo también como fruto porque lo es de un contexto cultural cívico sociopolítico porque las actitudes del individuo se forman y se transforman son adquiridas no están en su ADN existe un proceso de transformación hay experiencias de carácter personal hay pertenencias a colectivos hay abandonos de colectivos hay influencia de un contexto institucional positivo y negativo esta legitimidad de la que hablaban ya hace más de 100 años tanto Weber como más recientemente Lipset esa legitimidad institucional que poco a poco nos hemos cargado también esa creencia en que las instituciones son el árbitro el regulador el controlador o al menos el establecedor de las reglas de juego y al dejar de creer en las instituciones o en parte de sus actuaciones esas grandes instituciones pues volvemos otra vez a las instituciones pequeñas instituciones a las que siempre han existido a esas instituciones que forman parte del común forman parte de las prácticas consuetudinarias forman parte de las relaciones entre individuos entre personas y que estaban mucho antes de que llegaran estas grandes instituciones democráticas aquí es donde tiene cabida no se menciona en el texto pero tiene ese espacio por eso digo que no es sólo homo economicus racionalidad y y homo sociologicus ámbito social el individuo tiene aquí una parte fundamental aquí es donde tiene cabida toda la teoría de los commons del hino nostrum que supera la tragedia de los comunes de Harding esto es importante porque existen incongruencias el individuo no siempre actúa en relación a un proceso acumulativo y lineal incremental o disruptivo pero lineal puede volver para atrás porque las actitudes los valores cambian a la luz de las experiencias y de esa reconstrucción de esa experiencia en clave política de hecho Ballestin una frase muy muy chula que es la de que un individuo puede llegar a traicionarse a sí mismo desde el punto de vista político obviamente ¿por qué? bueno pues porque efectivamente hay condiciones racionales pero también hay condiciones emocionales y sobre todo lo que hay es condiciones experienciales hay que seguir hablando de este contexto y hay que parcelar hay que subdividir hay que segmentar porque si no sería inviable hablar de una cultura política generalizar nunca es bueno y en ciencia menos y en ciencia política imposible tampoco vamos a llegar a un nivel individual que nos sea bueno pues nos haga imposible la generalización o nos haga imposible la construcción de un problema hay que hablar de las actitudes pero hay que hablar de las culturas políticas ¿qué es la cultura política? y aquí os recomiendo que vayáis también a las lecturas recomendadas por el equipo docente en el material de la UNED cultura política cultura cívica álbum y verba tema importante es el atributo de un conjunto de ciudadanos que siguen una misma pauta de orientaciones o actitudes ante la política la cultura política como dice José María Valles no tiene que ver con saber más o saber menos de la política no tiene que ver con el conocimiento de tiene que ver con cómo se comparten determinados valores y cómo se ponen en marcha en una comunidad política dada claro la comunidad política no es universal no es una ciudad de Dios la comunidad política está fragmentada existen varias comunidades políticas en España podríamos hablar de una comunidad política casi casi por cada una de las comunidades autónomas y si me ocurre es casi casi por cada una de las grandes ciudades que integran esa trama urbana de cada una de las comunidades autónomas existen micro y macro comunidades políticas y por tanto porque no micro y macro culturas políticas Almon y Bergman en relación con la cultura cívica que se titula su trabajo Seminal nos dice la cultura cívica es la particular distribución de las pautas de orientación hacia objetos políticos entre los miembros de esta nación ellos analizaron varios países varios estados a mediados del siglo XX y lo hicieron de forma agregada por estados a día de hoy ya sabemos que tanto la interdependencia como la contingencia y los procesos de descentralización que se abrieron en los estados occidentales a finales del siglo XX hacen imposible generalizar modelos de cultura política aun así tenemos datos agregados pero no os quedéis solo con el agregado de España porque si no perderíamos esa parte más dinámica que tiene que ver con el fenómeno de la gobernanza multinivel entre comunidades políticas y fijaos que una gran parte de los problemas que tiene la ciencia política en la actualidad tienen que ver con estas dinámicas intergubernamentales y multinivel entre comunidades autónomas y sobre todo entre comunidades autónomas y el estado bueno tenemos por tanto qué es cultura política tenemos que hay subculturas políticas son colectivos no son individuos las subculturas por tanto son variantes territoriales demográficas de género hay una subcultura política relacionada con la sostenibilidad ambiental con la religión y de cada una de esas subculturas extraemos una serie de instituciones que es lo que llamaba ayer agencias de socialización partidos iglesias medios de comunicación escuelas todo eso son agencias de socialización todos ellos son intermediarios de juego para ordenarlas aquí nuevamente nos olvidamos de la parte individual sobre lo que yo os hago especial hincapié sobre todo porque se está generando una cultura política una ciber política que nos está llevando a nuevos modelos de interacción a nuevos modelos de ciberactivismo o hacktivismo que tenemos que tener muy presentes y que cada vez están haciendo disrupción con más fuerza en una comunidad política que ya no tiene ni una subcultura de género ni una subcultura territorial es absolutamente transversal es intemporal y además es absolutamente radical desde el punto de vista etimológico de la palabra va a la raíz no tiene intermediarios esta parte de cultura política que es una cultura que está por escribir responde a un nuevo modelo de ciudadanía que son los net citizens o los e-citizens los ciudadanos virtuales que cada vez tienen más peso no en los partidos porque son estructuras ya viejas pero sí en los modos y maneras de socialización de la política y en la conformación de nuevas identidades valores culturas y subculturas políticas por eso cuando hablamos de partidos políticos aquí pues obviamente asistimos como asistíamos a finales de la década de los 90 a finales de la década de los 80 del siglo 20 a una crisis de dos grandes formas de entender el mundo geopolíticamente hablando un final de una guerra fría con dos bloques uno de ellos que se parte podemos entenderlo como el final de un paradigma y aquí estamos asistiendo al final de otro paradigma que tiene que ver con el monopolio de la definición de lo que es política por parte de los partidos políticos tradicionales y si no a las pruebas me remito en las elecciones autonómicas de Galicia 2012 pero sobre todo y en las catalanas también pero sobre todo a las que están por venir cuando aparezcan como partidos más importantes otros partidos que no son los tradicionales que son partidos que ya tienen fuerza el partido de la abstención el partido del voto en blanco y los agregados de partidos que no consiguen representación parlamentaria pero que fragmentan voto y suman voluntades existen nuevos partidos que no están conformados bajo las reglas y normas de los partidos políticos clásicos según los definiera Diverger por ejemplo pero que son actores políticos en sí mismos y conforman nuevas culturas y subculturas políticas vamos a acabar ya haciendo una breve semblanza del artículo de álbum y verba porque lo tenéis en la lectura pero lo vamos a ver al final de este cuatrimestre en la parte del repaso pero interesa por centrarlo en este tema 7 cuando nos dice tenemos tres tipos ideales de cultura una cultura cívico-participativa una cultura de súbdito es decir personas que están atentas pero no son activas políticamente y una cultura localista o parroquial vosotros qué creéis más cívicos más súbditos o más parroquiales y en Galicia bueno lo que sí demostraron álbum y verba independientemente de vuestra respuesta es que a mayor cultura cívico-participativa existe mayor estabilidad democrática nosotros nos creíamos que teníamos una cultura participativa con un sistema de representación un modelo proto participativo como era el de los consejos o el de las comisiones y evidentemente hemos vivido un sueño y una burbuja de la participación ciudadana que nos ha explotado de forma clara en nuestras narices y ha puesto en solfa lo que sólo unos pocos entendían que era participación demostrando que la participación no sólo es en unas elecciones cada cuatro años ni la participación en un consejo sectorial sino que es algo que debe hacerse todos los días como ejercicio de ciudadanía almoniverba nos dice que efectivamente hay tres tipos de culturas y nosotros tendremos que buscar el camino o por lo menos ponerle nombre a lo que hacemos para ver si somos capaces de desbordar ese concepto teórico acabo con el capital social sin análisis que putman entre otros hizo del capital social que es básicamente la existencia de un conjunto de valores compartidos que se aproxima a la noción de cultura cívica o participativa por tanto el capital social es desde el punto de vista de la dialéctica marxista el primero de los elementos que dan forma al nuevo estado no es un capital económico no es un capital intelectual es un conjunto de valores compartidos y esto da lugar a la confianza o a la desconfianza y esto da lugar a la afección o a la desafección y en qué lugar estamos nosotros pues con una cultura política básicamente parroquial un capital social más bien escaso que podemos contrastar en la encuesta de valores de la unión europea en el cis básicamente lo que tenemos es poca confianza y mucha desafección y es un panorama que podemos ya contrastar empíricamente pero que hay que entender en clave teórica la clave teórica es la que acabo de exponer interpretando la lectura del tema siete valles que espero que al menos os ofrezca alguna otra aproximación a vuestra propia lectura y a las lecturas que vendrán gracias por estar ahí y nos vemos en la siguiente web conferencia