Sí, bueno, todo bien. Hablar 45 horas alguien, el que sea, de lo que sea, pues vamos a ver. A la fuerza tiene que ser contingente en algo. En cualquier caso, hemos dado, pues a lo asombroso de la cuestión, con un tema del que no habíamos tratado todavía y que creo que puede ayudar a algunas almas dispersas o descarriadas a encontrar un tema de trabajo o un enfoque para dar cuenta de algunos determinados. La clase que hemos titulado... Cuidado como estética o estética del cuidado o cuidado que diga la estética o algo así, podría ser. ¿Por qué? Os cuento. Esta clase de hoy arranca de una reflexión etimológica que he tenido ocasión de hacer en algún articulillo que está por ahí. De hecho, si ponéis en Google religión, cuidados, necesidades, sale un artículo de mi blog en que se habla de todo esto y más o menos todas las etimologías... que voy a dar o las raíces están referenciadas, vamos a ver cuáles son los filólogos que las han indagado y los nombrecillos y tal para que indaguéis vosotros a su vez y llevéis más lejos. Como sabéis, en esto de la investigación se trata siempre de ir, llevar las cosas un pelín más lejos como nuestros mineros desquiciados de los que hemos hablado alguna vez. Vale. En este caso, el punto de arranque es la palabra revisión, que seguramente os sonará de algo, aparte de las asignaturas que ha metido Bert, os sonará... os resonará a una serie de cosas. En principio, las cosas que nos interesan rastrear ahora, hablando de religión, son precisamente su etimología, de dónde viene esta palabreja, religión. Hay una primera etimología, que no sé si os sonará, que relaciona la nación del religioso con un verbo latino que es religare. ¿Lo conocíais? Esta etimología os sonaba religare, como parece fácil de notar, tiene que ver con religar, con reconectar, con de alguna manera vincular juntamente a una serie de personas y de diosesillos o de creencias o de ideas que precisamente forman una eclesia. Eclesia en griego significaba asamblea, forman una comunidad, una reunión. Cuando dos o más de vosotros se juntan en mi nombre, que decía aquel, pues ahí tenemos una iglesia, ahí tenemos una asamblea. Bien, la religión como religare aludiría a este hecho absolutamente básico, en cualquier grupo humano, de juntarse, de asociarse, de sentirse además, no juntarse meramente como nos juntamos en un vagón de metro, sino de sentirse vinculados, íntima y profundamente vinculados, como parte de una asamblea. Esta sería una primera y muy fugaz etimología. Otra segunda etimología que quizás os suene menos es la que daba Cicerón, que vinculaba la religión... a otra forma verbal, que sería el relegere. Relegere vendría del verbo latino leggere, que significaría leer. Entonces la religión sería una especie de relectura. ¿Relectura de qué? Bueno, pues es muy evidente. De un texto, un texto sagrado, que se lee conjuntamente, que se lee también en comunidad y a partir del cual extraemos consecuencias, enseñanzas, directrices o lo que queráis. Hay una forma de entender este relegere, si queréis, bueno, no os he dicho, pero vamos, esto es de cajón. La primera etimología, la del religare, pues la podéis encontrar en San Agustín, o en Agustín de Hipona, como queráis llamarlo. La otra etimología, la del relegere, está más bien en Cicerón, por ejemplo, y él literalmente hablaba de una especie de respetuosa relectura. Él decía que los religiosos eran aquellos, cito, lo estoy viendo en otra pantalla, ¿no veis? Aquellos que retomaban cuidadosamente y de algún modo reunían escrupulosamente todas las cosas que se refieren al culto de los dioses. Repito, aquellos que retomaban cuidadosamente y reunían escrupulosamente todas las cosas que refieren al culto de los dioses. ¿Vale? Bueno, de alguna manera, lo que nos interesa aquí... Me seguís, ¿verdad? Como no decís ni mu. Lo que nos interesa aquí ahora no vamos a entrar en la disputa etimológica, si tiene más sentido. Una etimología a la otra nos hace más gracia. Lo que a mí me interesa es llevarlo, de alguna manera, a un campo en el cual ambas pueden, en cierto modo, confluir. Y eso lo hizo uno de mis filólogos preferidos, Carl Kerenji, del que he hablado alguna vez. Lo voy a poner aquí... Las más irrefrenables de googlear, Kerenji. Pues mi queridísimo Kerenji habla, por ahí, de una manera de entender ambas etimologías, tirando más de los griegos, que de alguna manera se juntarían. ¿Por qué? Porque él hablaba, precisamente, del alpalabro que veíamos al principio. Hablaba de una especie de diosecilla griega, que estaría en el origen de toda esta historia, que se llamaba Eulabella. Lo he escrito antes y lo he escribido otra vez, para los que no estabais conectados. Eulabella significa, según Kerenji, una especie de circunspección, una especie de precaución selectiva. Lo decía como una especie de precaución selectiva. Eulabella personificaba, de alguna manera, el sentido de la discreción, del ser circunspectos, del ser cautos, del ser contenidos. Esto está en Eurípides y por ahí en Teatro Clásico, que podéis indagarlo también. Pues bien, lo bonito de la Eulabella es que establece que tanto en el caso en que formamos una comunidad, según la primera etimología, con el religare o una asamblea, y nos juntamos, nos vinculamos a otras personillas, como en el segundo caso, cuando observamos escrupulosamente un texto, un libro o un trato que tenemos con los diosecillos, en ambos casos nos comportamos de un modo cuidadoso. Kerenji dice que la persona religiosa no se opone a la persona profana o laica, como quiera llamarle. El religioso se opone, literalmente es así, al negligente. Y si os fijáis, sí tiene una etimología similar. El religare se opone al negligere, ¿verdad? El que se religa se opone al que es negligente. Y al que no atiende, de alguna manera, sus cuidados. ¿Qué cuidados? Pues cualesquiera de estos, los que nos vinculan a otras personas con las que formamos una comunidad, una eclesia, una asamblea, o bien el que no atiende a los protocolos, a los rituales, a las formas de relación con los diosecillos. A esto le llamaba Kerenji Eulabella, recuperaba Kerenji la noción de Eulabella, como precaución selectiva. ¿Vale? Esto a nosotros, ¿por qué nos interesa en el ámbito de la estética? Pues de un modo muy claro, yo creo. Porque en cierto sentido, si lo pensáis, el comportamiento estético es suyo, tanto el del que crea, el del artista, como el del espectador cuando se acerca algo, es un comportamiento también extremadamente cuidadoso. Es un comportamiento de alguien que de alguna manera establece vínculos también, se religa con unos significantes, con unos soportes, con unas obras, se religa a su vez con otras personas con las que forma una comunidad de gusto, yo creo que le gustaba Kant, porque compartimos gustos, compartimos referentes, sea Lady Gaga o sea Shostakovich, me da igual. Y a su vez es cuidadoso en el proceso de esa información estética, por así decirlo. Es decir, cuando aparece algo, una obra, o una experiencia, en la cual nos sentimos vinculados, la tratamos con cuidado. No la tratamos de cualquier manera. No somos negligentes al respecto, ¿verdad? Sino que la tratamos con amor, con cuidado. Somos adoradores del habla de Dios. ¿Me seguís? Estoy muy callado. Esto remite, de alguna manera hace que juntemos en una misma unidad, en una misma cosa, las conductas de quienes son espectadores de algo, con las conductas de quienes son creadores. De hecho, ambos somos todos, somos parte de esa comunidad, de esa eclesia en la cual estamos juntándonos, estamos conectándonos, ¿verdad? De hecho, ahí empezamos a tener problemas. Si queremos buscarlos, es siempre una posibilidad. Esperad que me quito la camisa, que hace un calor aquí en casa. Ahí es donde empezaremos a tener problemas. ¿Por qué? Porque de alguna manera, evidentemente, habrá quien quiera restringir el cuerpo de aquellos o sea, el cuerpo, el conjunto de aquellos autorizados a tener tratos con lo sagrado, a tener tratos con el texto. Por ejemplo, sabéis que el catolicismo durante muchos años limitó a los curas, a los clérigos, el que solamente ellos podían tener acceso a leer y a interpretar la Biblia. Leerla e interpretarla al común de los mortales no podía. ¿Verdad? Esto es una cuestión que ha estado presente y bueno, que de hecho estuvo en la base de la reforma protestante, nada menos, como sabéis, ¿no? Que era el derecho a la libre interpretación de la Biblia, a la lectura primero, traducción del latín, y a la libre interpretación de la Biblia después. Claro, con el arte diréis que no pasa esto. Bueno, pues si os fijáis en las teorías de nuestros queridos Dickey, ¿os recordáis de George Dickey y de Arthur Danto? Que muchas veces los veis por ahí, Dickey y Danto. Pues Dickey y Danto, si recordáis, vienen a decir algo muy parecido. Porque claro, Dickey con la teoría institucional del arte viene a decir que solamente los críticos, los comisarios, directores de museos, etcétera, son aquellos que tienen la capacidad de decidir qué es arte y qué no es arte. Y los demás nos tenemos que limitar a qué, a adorar al becerrillo de oro o de lata o de lo que sea. Claro, ahí hay una cuestión ya en la cual esa precaución selectiva, esa actitud cuidadosa, de alguna manera es cuidadosa, pero esa actitud, es decir, se atreve a interpelar, a tratar, a interpretar los textos sagrados o los vínculos o lo que sea. Entonces ahí deberíamos ser capaces de pensar en qué tipo de política estética, en qué tipo de comportamiento vamos a auspiciar. ¿Verdad que sí? Podéis ir preguntando lo que os parezca, que os veo muy emocionados hoy. Pero vamos, yo mientras tanto sí, a dónde quiero llegar. Esto nos remite, si queréis, si os acordáis a la vieja distinción que hemos visto en alguna otra clase, lamentablemente, entre lo instituyente y lo instituido. ¿Os acordáis? De alguna manera, mediante esta actitud cuidadosa, esta precaución selectiva, nos acercamos con respeto a los materiales y los tratamos con ternura. De alguna manera, y también me interesaba hablar de esto en esta clase, buena parte de las poéticas que digo también para los que estéis buscando tema, buena parte de las poéticas orientales, de la estética japonesa, por ejemplo, están basadas justo en este actuar cuidadoso. El compositor de Aikus, el que trabaja con Niki Ebana, con Flores, todo el ritual, toda la ceremonia del té, que es un acto estético y a la vez una manera de meditación o de reflexión o lo que queráis llamarle, es un acto fundamentalmente cuidadoso en el que importan hasta el mínimo detalle, en que se cuida absolutamente todos los aspectos de lo que sucede, precisamente porque ese cuidado es el que facilita, es el que hace posible que haya una experiencia estética. ¿Me entendéis? Bien, bien, bien. A ver, esto tendría que ver con el comportamiento ante experiencias estéticas no deseables. Experiencias estéticas no deseables ¿Qué son experiencias estéticas no deseables? ¿Qué tiene una experiencia estética no deseable? Hace un temporario. Vamos a ver. En el arte contemporáneo, como cualquier otra forma de arte, deberíamos ser capaces precisamente de mediante un tratamiento cuidadoso, mediante una observación primorosa. Lo que tiene que ver esta invitación que os hago, esta introducción de la Eulabella, tiene que ver con esa noción tan cercana a la vanguardia por otro lado, que es el extrañamiento. ¿Os acordáis? Es decir, el hecho de que nos acerquemos a las cosas, al mundo en general, no como si fuera algo ya conocido y algo que podemos usar sin ningún cuidado, sino precisamente que nos acerquemos con cierta veneración, con cierto respeto, que asumamos las cosas, y no hablo de las cosas valiosas o caras o de las obras de arte. Asumamos que todo lo que nos rodea puede ser objeto de experiencia estética, puede ser objeto de una comprensión cuidadosa. ¿Vale? Los que cuidamos plantitas o los que cuidamos nuestro barrio o lo que sea de alguna manera está esa especie de actitud que quizás sea una especie de actitud zen, si queréis llamarla así o se pueda decir así de un modo rápido. Pero tiene que ver con ese acercamiento que no da por hecho que las cosas son lo que sabemos que son, sino que les da una oportunidad de ser plenamente. ¿Vale? Les da una oportunidad de demostrarnos que nos pueden aportar muchas más cosas. La Eulabella como precaución selectiva tiene que ver con este gesto mediante el cual, con esta actitud que construimos mediante la cual vemos el mundo por así decir por primera vez o por segunda. Abordamos las experiencias como de hecho experiencias y no como una mera sucesión de cosas que nos caen encima de un modo más o menos apresurado. Parecería que los modernos, la gente de ahora vivimos tan apresurados vivimos tan en el día que vamos despachando por así decir lo que nos pasa por delante sin darle oportunidad de mostrarse como realmente es, es decir como algo terriblemente rico. Lleno de relaciones, lleno de resonancias lleno de sentido, de alguna manera. Pues bien, la Eulabella, la precaución selectiva es lo que nos permitiría descubrir de una vez que el mundo compañeros y compañeras, está lleno de sentido está lleno de gracia que los objetos están llenos de cosas que nos pueden hacer resonar. Eso hace que el mundo se estetice pindado... Hemos quedado mañana a las nueve y media, ¿no? Vale. Eso hace que el mundo se estetice. Eso hace que el mundo sea lo que de alguna manera yo entiendo debería ser. Cuando hablamos de estetización normalmente hablamos de un proceso en el cual las cosas se vuelven más tiquismiqui o se vuelven más... no sé, como... amaneladas, ¿no? Yo entiendo que hay una manera de atención selectiva al mundo que no estetiza en este sentido del amanelamiento. Lo que sí que hace es descubrir que de hecho y eso es un hecho, los objetos las personillas y las criaturas que ponen en el mundo están literalmente llenos de relaciones. Wittgenstein cuando estaba en la Primera Guerra Mundial tiene unos diarios ahí escritos desde la trinchera y dice algo muy bonito dice que contemplar el mundo estéticamente no estetizarlo contemplar el mundo estéticamente contemplarlo con cuidado, diría yo es ver todos los objetos decía él, subespecies eternitatis subes... subespecies eternitatis es decir, dice Wittgenstein en su entero espacio lógico es decir, digo yo en todo el conjunto de relaciones que ese objeto tiene ¿Por qué? Porque si coges un objeto cualquiera una silla, una mesa ese objeto no es solamente una silla o una mesa, si no os recordáis por teoría de estratos tiene una materialidad que lo hace ser sonoro que lo hace ser posiblemente aparte de una silla o una mesa también un instrumento musical o un objeto que puede tener unas resonancias visuales o que nos puede recordar sabe Dios qué cosa esas relaciones esas potencialidades que están ancladas en la misma materialidad del objeto no son un añadido esteticista nuestro, son algo inherente al objeto o a la criaturilla en cuestión y nosotros lo único que podemos hacer es dejarlo suceder es decir, permitirle al objeto o a la criaturilla o al semejante por una vez existir es decir, por una vez mostrarse toda esa riqueza que tiene yo me resistiría a pintar y llamarle eso estetización preferiría llamarle tal cual comprensión estética y sobre todo porque efectivamente Martí amplia nuestra mirada y sobre todo amplia de hecho el conjunto de relaciones al que llamamos mundo nosotros vamos por ahí andando más o menos la mayor parte de las cosas que vemos si salís a la calle cuando acabe la clase os daréis cuenta, la mayor parte de las cosas que vemos las ignoramos es decir, las pasamos por alto igual que pasamos por alto a la mayor parte de las personas con las que nos cruzamos por la calle y seguramente no podamos hacer muchas más cosas porque sería un follón si nos dedicásemos a tomarnos en serio cada una de las personas que vemos por la calle y la viéramos no como una especie de sombra que pasa a nuestro lado sino como lo que es como una comparecencia viva llena de posibilidades pues bien la eula bella, precaución selectiva o actitud cuidadosa tiene que ver con entender que esto es realmente algo que está a nuestro alcance y es algo como dice Martí que efectivamente amplía nuestra mirada y nos hace comprender y descubrir lo que llamamos mundo de esto iría la cosa ¿me he explicado? a mi sobre todo lo que me llama la atención este me preocupa de alguna manera es como os he dicho es una relación con todo lo que sería una actitud estética de no cuidado el reverso de todo esto en el cual lo que tendríamos sería que habría unos objetos las obras de arte que serían eminentemente objetos estéticos y el resto del mundo que no lo sería podríamos tratar como basura al 98 o 99% de nuestro material perceptivo y reservar nuestra exquisita sensibilidad a ese 1% que ha recibido la bendición de los curas del ramo en este caso los profesores de estética o los directores del museo lo mismo que amplía dice Martín de Carmona es profundamente selectivo bueno, de alguna manera las poéticas de las que os hablaba antes las poéticas japonesas estas del Wabi Sabi del Ikku y del Fuyu y tal establecen claves mediante las cuales podemos repercibir un montón más de objetos no necesariamente limitando o siendo excluyentes de un sentido o del otro claro que de alguna manera tenemos que ser selectivos a no ser que queremos ir completos frikis por la vida pero vaya, por lo menos no estamos preclasificando el mundo en objetos dignos de nuestra atención y cuidado estético y en objetos por definición no por naturaleza indignos de ellos sino que descubrimos en cierta carga de maravilla del mundo descubrimos que prácticamente cualquier cosa, cualquier personilla cualquier criatura que haya por ahí es susceptible de cuidado es susceptible de atención estética es susceptible de contener un montón de posibilidades y eso es muy liberador otra cosa es que no podamos porque tenemos que hacer la cena a los niños o dar una clase a las 8 pero sabemos que el mundo está lleno de ese tipo de cosas ¿vale? por el cuidado por el arte o por la religión esa es una buena pregunta de la Cruz yo creo que de hecho una de las cosas que tenemos que ver en esta clase es precisamente es precisamente que la actitud propiamente estética originariamente pienso en los albores de la historia de la humanidad del diente no comparece como algo del todo segregado, del todo separado de las conductas rituales, de las conductas mágicas de las conductas religiosas en definitiva de hecho hay una teórica que no está traducida al español todavía aunque yo ya he hablado con ella a ver si nos animamos a traducirla Eleni Sanayake que tiene una teoría evolutiva del arte intentar rastrear el arte y la sensibilidad estética y sus orígenes y ella habla de que lo artístico, estético tienen que ver dice ella con el making special con hacer las cosas especiales con de alguna manera evidentemente darle una atención, un cuidado destacado a determinadas partes de nuestra vida, a determinadas momentos, determinados rituales determinados que precisamente lo convierten en algo memorable en algo que queda grabado a fuego en nuestra memoria en ese sentido decíais ahí arriba de la cruz este cuidado, esta precaución selectiva originariamente seguramente era parte del mismo paquete en el cual estaba contenido todas las conductas mágicas rituales, religiosas eran por definición cuidadosas por eso os he llevado la etimología ahí que sucede, que efectivamente hay un momento a partir del Renacimiento sin ninguna duda y seguramente históricamente antes haya habido alguno más en el que este paquete se desgaje en varias cosas en el que seguramente la religión tal como la conocemos ahora se vuelve en gran medida en lo que es ahora es decir algo rutinario vamos seguro que hay gente que tiene grandes experiencias espirituales yendo a misa los domingos por la mañana pero seguramente se ha convertido en algo mucho más como Ficerón pretendía en algo mucho más cívico, en algo mucho más ordenado en algo donde esa relectura es una relectura que confiamos a los expertos que son quienes nos mandan mensajes tranquilizantes pero precisamente el que la religión es una hipótesis, se haya convertido en esta especie de cosa en absoluto cuidadosa sino más bien rutinaria adocenada y donde no cabe esperar sorpresa o emoción de gran calado permite que lo estético en cambio se haya segregado y si pueda ser eso aunque a veces nos encontramos que precisamente las experiencias estéticas pienso en que han ido a arco este fin de semana pues tampoco son ya gran cosa en ese sentido y pienso que es bueno que lo sepamos que en el origen está esa especie de planteamiento de la ley, la de precaución selectiva y que la recuperemos desde esta perspectiva ética y estética parecen confundirse es decir la estética se vuelve una actitud ética efectivamente Valdivia muy fino o muy fina aquí no aparece género alguno fino, fino, muy bien la perspectiva ética y la estética se confunden completamente porque recuerda que la etimología de ética viene de la noción de ethos ¿sabes verdad? y ethos en griego significa carácter o modo de hacer para mi es fundamental eso la estética es siempre un modo de hacer los cubistas son un modo de hacer y los dadaístas son otro modo de hacer eso es una actitud, eso es un carácter un talante como decía Zapatero es un talante, es una manera de abordar el mundo, es un modo de dar cuenta del mundo pues bien lo que sería común es una hipótesis lo que sería común al menos a gran parte de los lenguajes artísticos y de los comportamientos estéticos a gran parte de esos ethos esos ethos estéticos es el hacer cuidadoso el hacer que precisamente da cancha da bola a los objetos y a las experiencias para que sean para que se muestren en toda su plenitud de posibilidades efectivamente el arte fundamentalmente debería ser eso, una manera de abordar el mundo no debería ser un repertorio anquilosado de formas que reverenciar originariamente y ahí si se nos junta la etimología de lo religioso como el religare y el relegre de la atención selectiva originalmente deberían ser justo eso una manera de abordar el mundo una manera determinada entre otras maneras nadie pretende tener la gran clave de la gran única manera y de hecho es otra de las enseñanzas de la estética que es que esa atención selectiva esa precaución, ese cuidado se dan de muchas maneras se organizan de muchas maneras hemos conseguido explicar algo pese a las 45 horas de grabaciones previas ¿tenéis alguna pregunta más que hacer? pues son las 20 y 27 vamos a cortar aquí porque más vale breve y bueno que enfarragoso enfarragoso y enrollado y estoy pasando un calor espero que sea la última clase prestada y vuelva mi guardilla camaradas la semana que viene más y mejor hay una pregunta Martí justo tiempo la pregunta de Martí vamos, estoy esperando 172 para hacer una pregunta las teorías más clasicistas ¿qué pasa con las teorías más clasicistas? tratan de desligar el arte de su función acabo la frase es como un oráculo yo voy a interpretarlo las teorías más clasicistas tratarían de desligar el arte de su función os acabamos de preguntar Martí bueno, de alguna manera pasaría un poco parecido yo creo a lo que hemos dicho que pasa con el ámbito de lo religioso, es decir cualquier práctica humana no voy a hablar de la vida de pareja de nadie, ni de la mía propia cualquier práctica humana puede tener cierta tendencia a esclerotizarse, a de alguna manera a volverse a quedarse muy rigidificada ¿verdad? en los protocolos externos por así decir y no en la vidilla interna que la debería animar entonces más las teorías clasicistas a veces así, clasicistas algunos formalismos y tal se han quedado, han cogido el rábano por las hojas de alguna manera la clase de hoy es una clase dedicada al rábano y dedicada a poner en cuestión el hecho de aprenderlo por las hojas el rábano por así decir sería precisamente la conducta cuidadosa la conducta amorosa incluso hacia el mundo en general y hacia los objetos y las personillas en particular una conducta amorosa a partir de la cual podríamos como decíamos antes ver prácticamente por primera vez esas criaturillas o esas cosas y aprenderlas estéticamente eso sería el rábano y las hojas sería todo el perifollo que surge alrededor de ese acto quizá originario y que algunos profesores, archiveros y desmaravilladores como decía Benedetti se dediquen a codificar entonces a partir de cierta dejámosle así degeneración de la cosa nos tendríamos que limitar a comer infinitamente sopa de hojas de rábano y ensaladas de hojas de rábano pero el rábano habría desaparecido esta vindicación de la precaución selectiva es pues una vindicación como digo en pro del rábano haremos la asociación de amigos del rábano y nos forraremos queda claro Martín? te unes a la asociación de amigos del rábano entonces venga lo dejamos ahí venga cuidaros voy a cortar