Bueno, pues buenas tardes, noches, queridos compañeros. Estamos en esta segunda clase de este curso, así con ciertos medios vuelos teóricos. Y si lo tenéis presente y si no, pues más vale que lo repaséis. La semana pasada hicimos un abordaje en torno a dos conceptos que son, a mi juicio, para eso soy el profe, son dos conceptos bastante fundamentales para entender el pensamiento estético y para entender incluso la historia. Uno era el concepto de lo repertorial y el otro el concepto de lo disposicional, que eran dos conceptos que siempre insistíamos en ellos, se dan conjuntamente. Lo repertorial es lo que hacía alusión a la cualidad de conjunto, a la coherencia, a la integración de unos elementos que forman un todo, pues un lenguaje, una moral, una caja de herramientas, lo que sea. Y lo disposicional era... ... las inteligencias, ingenios e inquietudes desde las cuales poníamos en juego ese concepto. Decíamos, era como un vocabulario y como la capacidad de hacer frases con ese vocabulario. Solamente en términos de estudio lo separamos. En la vida misma, pues no estamos separando el vocabulario por un lado y la frase por otro, sino que hacemos frases con los vocabularios. Es decir, utilizamos repertorios con las disposiciones. Estos conceptos que os expliqué le llamábamos, le llamaba yo, vamos, categorías modales. ¿Por qué? Categorías que nos permiten entender cómo funcionan los modos. ¿Y qué son los modos? Gran pregunta. Los modos son las formas más básicas mediante las que podemos apreciar y percibir lo que hay, lo que existe, lo que se puede. ¿Vale? Hoy vamos a hablar, si hacemos honor al título de la clase, de los modos de lo necesario y de lo contingente. En este dibujillo que os he pintado aquí, con el penoso pulso que me dan largos años de los más variados vicios, veréis que la N de necesario y la C de contingente aparecen a este lado de acá, digámoslo así al derecho tal como lo vemos, de este dibujo. Este dibujillo que vemos aquí, esta cinta de Moebius o este atractor de Lorenz, iremos hablando de dibujitos, está organizado en torno a, por así decir, a dos centros de gravedad. Lo que os pintaba la semana pasada es que lo repertorial estaría aquí, con el que es re más bonito y más chiquitito, ahí lo he disposicionado. Así entendido, lo necesario, lo necesario y lo contingente, ¡Madre mía, qué bucles! Orbitan, dan vueltas, y podrían seguir dando vueltas aquí, ¡Raca, raca, raca! Orbitan en torno a lo disposicionado. ¡Ay, pero! Lo necesario y lo contingente, disculpad, estoy viendo a M. Biles por ahí, que salga de verme, yo también te alegro de verte. Lo necesario, los modos de lo necesario y lo contingente, que son dos modos, orbitan en torno a lo repertorial. Orbitan en torno a lo disposicionado. Orbitan en torno a lo que tiene cualidad de contacto. Os lo explico enseguida. ¿Qué es algo necesario? Algo necesario es algo que es, porque no puede ser de otro modo. Es algo que de alguna manera viene a completar algo dado, a redondearlo o a irlo de alguna manera complementando. En ese sentido. Con esto nos cepillamos, además en la historia del arte se entiende muy bien, el concepto de necesidad absoluta, que todavía está en Aristóteles, en el cual algo es necesario así como por sí mismo, de un modo terrible, como si Dios lo hubiera dispuesto así. En la historia del arte no hay disposiciones divinas algunas. Las obras de arte que van apareciendo unas detrás de otras, de alguna manera están relacionadas, están tramadas entre sí. De tal modo que cuando tenemos cierta obra nos hace falta tal otra obra para equilibrar, para compensar, para completar de alguna manera el objeto. Esa parte que ya tenemos. Os lo explicaba la semana pasada, con un ejemplo muy querido para mí, que sería el del flamenco. En lo que es el sistema, el repertorial del flamenco, toda vez que tenemos un cante como la soleá, que para los aficionados buenos que hay por aquí, y para los que no son de edad, la soleá es un palo lento, es un palo concentrado, es un palo... Por eso, como... Todo esto yo me lo he ido... Es un palo pensativo, es un palo serio, ¿no? Evidentemente ese palo serio se complementa con otros palos serios que lo van matizando y obviamente con palos que son fiesteros, que son alegres, que son livianos. No se puede entender la estructura emocional de una cultura si no somos capaces de expresarla con diferentes matices. Esos diferentes matices, me llaman, ante los cuales damos cuenta de nuestra sensibilidad componiendo un repertorio. Pues bien, las soleáres, las de Triana, por ejemplo, exactamente, o las de Alcalá o las de Utrera, que las tres me valen, son piezas necesarias en la medida en que vienen a integrarse, en que vienen a complementar un determinado repertorio. Por eso el repertorial es la categoría fundamental para entender lo que es necesario. Es necesario aquello que constituye, que complementa o que redondea un repertorio. ¿Vale? Esto no es un criterio fijo y absolutamente predeterminado. Aquí nos la jugamos. Por ejemplo, F. Ortiz dice que las soleáres, las de Triana, son las fetén, son las mejores. ¿Qué pasa con las de Alcalá? Como he dicho yo, que son buenas para baile. O las de Utrera, que son otro rollo. Pues ahí es donde nos la jugamos. ¿Por qué? Porque hay un momento y eso nos puede pasar a todos, a cualquier cultura estética, pero también incluso en nuestras propias vidas personales. A nuestras propias cajas de herramientas. Es lo que llamamos. Nos puede pasar que un elemento que juzgamos necesario en realidad sea ¿qué? Contingente. Que es esta que está pintada aquí abajo. ¿La veis? La dialéctica entre lo necesario y lo contingente es una primera dialéctica que es fundamental en historia del arte y en pensamiento estético que entendamos. Es decir, dado a una cultura estética o a un lenguaje artístico cualquiera los elementos que van constituyéndolo en tanto muestra o contrario, en tanto repertorio en tanto conjunto de elementos coherentes esos elementos son necesarios de rigor. Ahora bien, la necesidad tiende a sobrecargarse tiende a llenarse de elementos que ya en algún momento no aportan nada nuevo, no aportan nada distintivo no contribuyen más que de alguna manera a saturar incluso a atascar. Cuando empezamos a pasar de ese punto en que tenemos los elementos justos para definir un buen repertorio y nos sobrecargamos como si fuéramos estos indigentes, estas pobrecillas personas que van por la calle y van recogiendo todo lo que encuentran. Pues imaginaos que hay una catástrofe y que estáis en la calle tirados y tiradas y tenéis que haceros con lo básico para pasar la noche. Entonces encontráis pues un cacho de cartón o un colchón un cacho de tela y otro lo que sea para hacer de almohada. Ya tenéis la cama básica repertorialmente la cama básica sería el colchón, almohada y sábado. Ahora imaginaos que os encontráis un edredón nórdico, una almohada de mariposa una almohada de conejito una almohada de corazón una manta de colores y la empezáis a coger todo. Pues bien en ese momento, queridos y queridas estaríais pasando de funcionar en el ámbito de la necesidad de estar aquí estaríais derivando lentamente como el planeta que os fuera orbitando hacia el modo de la contigua. ¿Entendéis? ¿Me seguís? Que alguien diga algo no será que todos, pero alguien diga algo Bien Entendéis como no por un movimiento opuesto, no por un movimiento diferente sino que en el mismo afán por constituir un buen repertorio nos puede pasar que nos pasemos como dice Shakespeare, toda pasión muere de su propio exceso que nos pasemos y que empecemos a acumular una cantidad de elementos que nos encontremos de repente de estar en el modo de la necesidad en el modo de la contingencia. Esto en arte, efectivamente, evidente se abusa de lo necesario, se llega a la contingencia Esto es lo que pasó más que al pasar del barroco al rococó monje que vas muy rápido sería más bien lo que pasó al pasar del renacimiento al manierismo ¿Vale? Al pasar del renacimiento que sí que es un momento completo y a la vez contenido, lo completo y a la vez contenido es un rasgo una buena descripción de lo necesario o en términos historia del arte de lo clásico El clásico sería ese momento en que el lenguaje se redondea, se complementa pero se mantiene contenido se mantiene con cierta economía Ahora cuando esa economía se desborda cuando se sobrecarga, cuando se satura empezamos a entrar en el ámbito contingente, que es lo que pasa queridas y queridos A ver, lo necesario constituye la definición de algo Vamos a ver, más que la definición de algo, lo necesario por definición, vamos a ver, lo que estamos hablando son modos, ¿de acuerdo? Los modos son como si dijéramos focos que nos iluminan desde diferentes lados no es que evidentemente un modo evite al otro o lo sustituye y tal. Cuando intentamos entender un fenómeno artístico bajo el modo de la necesidad referimos al modo, al sentido en que esa pieza, esa obra ¿vale? Insisto en ello constituye completa o complementa un repertorio no es que sea la definición de algo sino que simplemente algo es necesario porque se integra junto con otros elementos que ya estaban para constituir un lenguaje máximamente completo y máximamente contenido máximamente austero Eso sería lo necesario Lo necesario a qué se contrae pues por un lado a lo posible y por otro lado a lo contingente Siendo lo contingente precisamente el resultado del exceso de ese mismo celo repertorial que nos llevaba a constituir lo necesario El movimiento en Historia del Arte que cuadraría esto muy bien sería insisto en ello, el paso del Renacimiento al manierismo Vamos a seguir avanzando porque qué es lo que sucede qué es lo que pasa cuando de ese momento necesario en que teníamos lo justo para pasar la noche en nuestro ejemplo de Apocalipsis Zombie y teníamos el colchón, la almohada y la manta cuando empezamos a tener más elementos de aquellos que de facto necesitamos de aquellos que son necesarios para constituir un repertorio cuando tenemos un montón de elementos que son espurios, que son contingentes pues lo que pasa es que podemos empezar a jugar, a experimentar con esos elementos que de hecho se nos salen, nos desbordan por así decir de ese repertorio contenido clásico que teníamos Qué es lo que pasa compañeras, compañeros en la Historia del Arte cuando en una fase manierista empezamos a jugar empezamos a experimentar Ahí sí que nos iríamos metiendo veis como va avanzando por aquí la flecha, en el barroco El barroco sería el momento Ahí sí entraríamos en el barroco porque entraríamos en una especie de exploración, ¿qué? Disposicional Ahí entraríamos en un momento en que cogemos nuestros pobres o ricos ingenios y facultades y empezamos a poner en juego a variar a disponer de alguna manera en el repertorio Siempre habrá unos elementos necesarios mínimamente, claro que sí incluso en un repertorio sobrecargado seguiremos necesitando efectivamente esos elementos mínimos que serían el colchón, la almohada y la manta Lo absolutamente básico seguirá estando ahí Lo que sucede es que cuando entramos en el modo de la contingencia esos elementos mínimos que constituyen el repertorio básico se ven sobrecargados, saturados dejan de ser operativos Por poner otro ejemplo ¿Qué es lo que pasa cuando yo tengo mucha afición a leer libros de historia antigua y me fascina, como muchos de nosotros seguro la historia de la descomposición del Imperio Romano Roma como un régimen como un orden político como un régimen político y económico pues tiene una repertorialidad tiene su capital sus provincias, sus guarniciones sus carreteras que comunican todo ese Imperio ¿Qué es lo que sucede cuando un Imperio, en este caso el Romano se sobrecarga? Sus elementos básicos como ordenamiento social y político se empiezan a saturar de más elementos de los que puede en buena cuenta trabajar, manejar De alguna manera es como un cuecillo un cuerpo nuestro cuando empezamos obviamente necesitamos comer y necesitamos darle energía a los diferentes órganos que tenemos pues cuando nos saturamos cuando por comer en exceso llegamos a un grado de obesidad mórbida lo que nos pasa cuando estamos en ese nivel de obesidad mórbida cuando pasamos 600 kilos es que de hecho la conectividad las vías de conexión dentro de nuestro cuerpecillo empiezan a atascarse lo mismo que pasa en las carreteras y al atascarse dejan de funcionar como lo que son, deja de haber conectividad entre los elementos esa especie de quiebra de la conectividad es lo peor que le puede pasar a cualquier repertorio lo peor que le puede pasar a cualquier lenguaje que es que deja de tener conexiones entre sí digámoslo así que pintado hacia este lado lo que sucede cuando estamos más cerca de este lado es que hay una mayor conectividad entonces lo necesario lo repertorial está muy conectado entre sí y cada cosa como hemos dicho varias veces viene a complementar, a redondear las anteriores cuando aparece la contingencia lo que sucede es que ese exceso de preocupación por tener todas las piezas genera tal saturación tal sobrecarga que las conexiones mismas dejan de funcionar porque todo ello pesa demasiado efectivamente desvirtúa lo necesario muy bien Domínguez, además en un sentido literal desvirtúa quiere decir que le quita la fuerza estamos tan cargados de trastos, estamos tan sobrecargados de elementos que ya no podemos ni siquiera manejar los que deberíamos manejar para poder hacer un trabajo mínimo por eso os digo que en ese momento en que estamos tan sobrecargados en que estamos desvirtuados lo que nos conviene hacer es experimentar, variar, jugar cambiarlas incluso sin tener una noción muy clara del orden de cómo se cómo esto es coherente cómo esto cuadra una cosa con otra y ese momento de máxima experimentación disposicional, de máxima variación es lo que llamaríamos barroco que estaría aquí en el modo de lo posible ¿vale? y en cambio una vez llegamos a lo barroco el modo de lo barroco donde lo que estaríamos viendo sería ese juego disposicional eso tendrá su propia evolución que le iremos viendo a ver si en otro tiempo hoy sino la vemos otro día para no sobrecargarnos la mucha belleza le quita fuerza a la belleza efectivamente Hernández muy fina esa apreciación la belleza clásica es una belleza de alguna manera insisto en ello contenida básica que se logra pero que no se rebusca en cuanto nos obsesionamos en exceso por la belleza en cuanto nos volvemos rebuscados la rebusca ya empieza precisamente, ya se mete de lleno en el modo de la contingencia porque ya imaginaros que para que alguien sea bello yo mismo pues tengo que estar peinado, afeitado pero ya en el modo de la contingencia intento añadirle tantos aderezos me pongo un montón de anillos me pongo maquillaje, colorete me rizo las pestañas ahí estaremos entrando en un concepto de belleza que no es que sea menos bella que la otra es que es una belleza de lo sobrecargado, de lo excesivo de lo redundante de lo contingente estrictamente efectivamente Merchan estáis muy finos vamos por partes no me preguntéis más cosas de momento porque tengo que contestar estas cosas que son muy interesantes efectivamente Merchan de lo que hablamos todo el tiempo es de un proceso continuo de saturación o por decirlo en unos términos quizá más clásicos, más antiguos estaríamos y más chinos estaríamos todo el tiempo en un proceso de defecto y excesos para que nos entendamos el modo de lo necesario es al principio un defecto es decir experimentamos algo como necesario porque lo necesitamos y por tanto porque tenemos un defecto tenemos una falta, nos falta algo ese algo que nos falta es la solea de Triana por ejemplo porque tenemos un estado de solemnidad que es la palabra que me decía antes tenemos una cierta solemnidad emocional que queremos expresar y que nos faltan herramientas para elegirla, para cantarla y entonces de alguna manera vamos decantando vamos aquilatando la solea de Triana que es la que nos va a permitir sacar esa emoción solemne que teníamos dentro en cuanto la tenemos la solea de Triana pero también tenemos el tango y tenemos la bulería todos los demás palos en cuanto hemos cumplido con ese defecto entonces lo que nos empieza a amenazar, lo que empieza a aparecer es un exceso a un defecto sigue un exceso y ahí estaremos en la contingencia los modos positivos necesidad y posibilidad son primero un defecto y luego un exceso los modos positivos son primero un defecto y luego un exceso los modos negativos la contingencia y la imposibilidad queridos compañeros son primero un exceso y luego un defecto es decir la contingencia aparece como resultado de un exceso de una sobrecarga y nos va a llevar hacia un defecto es decir pero un defecto de un orden diferente nos va a llevar hacia un anhelo, una búsqueda de nuevo que nos falta algo que en este caso no va a ser una búsqueda repertorial sino una búsqueda por ejemplo disposicional nos va a hacer falta otros ingenios, otras inteligencias otras sensibilidades para que cojan esos elementos que son sobrantes que son espurios y los pongan en juego los pongan a parir los pongan a hacer otras cosas eso es lo que comentaba Merchant de la saturación y la no saturación ¿lo entiendes así? y luego por enganchar con Fernández lo necesario puede darse en un estado inicial sin una contingente muy fino, no, jamás lo necesario nunca es el punto de partida de hecho, dice Nicolai Harman siempre en estos casos que no hay necesidad sin contingencia el primer elemento de una colección el primer elemento de un lenguaje el primer elemento de una caja de herramientas es siempre contingente porque nada indica la necesidad de que sea ese elemento y no otro el que se ponga la primera piedra de un edificio es absolutamente contingente siempre aquí básicamente porque nos da la gana vamos, porque por algún sitio hay que empezar ahora bien, una vez empezamos con la primera piedra o con el primer elemento de una colección las demás ya empiezan a funcionar según el modo de la necesidad porque la primera piedra la segunda tiene que estar al ladito y la tercera al lado o encima ya equidistantemente de los extremos de las dos las siguientes, subsiguientes intervenciones que hacemos se rigen bajo el modo de la necesidad pero la primera sería puramente contingente lo que dice Herman es no hay necesidad sin contingencia pero peligro puede haber contingencia sin necesidad es decir, podemos colocar una primera piedra y luego colocar otra a tomar vientos en otro lado o luego colocar otra de un modo tonto que no nos vale para nada es decir, nada nos garantiza que dado un inicio podemos constituir un lenguaje artístico necesario, podemos fracasar vale, de hecho el mundo y el mundo del arte contemporáneo en concreto está lleno de elementos que son contingentes y que no logran desatar un ciclo de necesidad es cíclico ciertamente vale, vale Spinoza lo dejamos para un pelín más adelante porque entra en otras cosas vale y es cierto Frías que tras posibilidad e imposibilidad volveríamos a la necesidad, bueno esto ahora hablamos enseguida lo que os quería comentar es este elemento del exceso y el defecto vale y este elemento mediante el cual lo que estamos viendo no hay necesidad que aparezca por sí misma esto es un gran palo en todo el cogote a toda la tradición fundamentalmente teológica de orden aristotélico y todo lo que es el pensamiento teológico medieval partía de que Dios nada menos era lo absolutamente necesario, lo necesario en sí en términos lógicos lo necesario en sí es un absurdo es bastante insostenible si algo es en sí, Dios por ejemplo en el mejor de los casos será contingente es decir que nada le obliga a ser como es no tiene que ser coherente con nada puesto que es la primera pieza ese es el privilegio y la condena de las primeras piezas y si os fijáis en el arte contemporáneo en el que nosotros compartimos tiempo muchas veces tiene esta especie de estigma de lo contingente ¿por qué? porque ha empezado sin considerarse obligado hacia ninguna tradición anterior el arte de vanguardia, el arte contemporáneo rompe con la tradición anterior y empieza donde le da la gana es como si de alguna manera en vez de estamos en el pueblo haciendo una casa de piedra entre varios vecinos y llega un señor que es un artista contemporáneo diciendo yo paso de vosotros y pongo una piedra allá bueno vale, la pones donde te da la gana pero esa piedra es contingente respecto a todo lo que hay porque no añade nada no aporta nada, está ahí en fin, esto es una parte inquietante de este análisis no sé si pilláis cuán inquietante el hecho de que podemos hacer lo que nos dé la gana y ese hacer lo que nos dé la gana puede ser perfectamente contingente y esa contingencia puede generar una necesidad o no hacerlo y ahí nos la jugamos ¿por qué nos la jugamos? porque la necesidad de alguna manera el módulo necesario es aquello que expone, como dijimos la clase pasada nuestra potencia solamente en la medida en que sigamos construyendo la casa y la hagamos si la acabemos repertorialmente una casa constaría de cimentaciones, unos muros ventanas y una puerta y un techo en cuanto le ponemos el techo y cerramos aquello y encendemos el fuego con la chimenea tenemos una casa y cuando viene el invierno nos resguardamos si nos dedicamos a colocar piedras aquí y allá al buen tuntún cuando venga el invierno nos pelamos de frío esa es la diferencia y bueno, un diagnóstico sería considerar hasta qué punto en la modernidad no nos estamos pelando de frío o de calor precisamente porque hemos sido incapaces de construir una casa un repertorio una colección de elementos coherentes entre sí como coherentes son los muros de una casa con sus cimientos sus ventanas y su techo una colección de elementos coherentes entre sí ten en cuenta de nuestra potencia de lo que somos, a saber, personillas que nos tenemos que refugiar del frío o del calor eso sería lo necesario ¿de acuerdo? claro, una vez estamos haciendo una casa que es necesaria porque tiene los elementos necesarios precisos para armar esa casa básica pues evidentemente hemos dicho pues ahora le vamos a añadir otro piso y ahora le ponemos tres balcones y un voladizo y le ponemos ocho puertas más ahí iríamos entrando en el módulo contingente no es que sea malo sino que simplemente le aporta cosas al repertorio que no son estrictamente necesarias y que por tanto no contribuyen de modo decisivo a que esa casa funcione como de alguna manera esperamos que funcione es más, y ahí empieza el peligro lo contingente puede llegarnos al extremo de hacer que se nos hunda la casa porque en vez de un piso le añadimos dos o tres o cuatro y entonces ya deja de haber coherencia y los muros, el peso de los muros ya no es coherente con la profundidad de las cimentaciones y se nos cae la casa en ese momento en que se nos cae la casa es cuando pasaríamos cambiaríamos de modo efectivamente Monge VI ahí en ese contexto entraría precisamente la discusión sobre la arquitectura moderna la discusión sobre lo funcional tiene un libro para los que estéis trabajando en la arquitectura Adolf Loos que se titula El ornamento como delito Loos ve que el adorno, el ornamento es un delito, nada menos un delito de lesa necesidad un delito que atenta contra la necesaria contención de los buenos repertorios que son siempre austeros mínimos necesarios joder, estamos muy finos hoy dice Hernández que puede ser que ese modo de hacer contingente en sí ese es un muy bonito tema yo tengo la sensación de que la reiterada obsesión de la modernidad con lo contingente tiene que ver con el hecho de que estamos todos, perdón por la expresión si hay niños escuchando estamos todos con el culo al aire quiero decir que lo que nos constituye a nosotros y hablo de vosotros y de mi como cultura como cultura estética es el hecho de que carecemos de una tradición carecemos de una base repertorial, no la tenemos no somos una cultura agraria de estas que llevan cientos de años haciendo lo mismo y que por tanto han podido condensar han podido aquilatar son todo verbos repertoriales han podido determinar lo que serían los elementos básicos de su modo de relación, de su cultura nosotros, vosotros y yo somos el resultado de procesos de movimientos de población brutales en España a mediados del siglo XX de procesos de concentración de capital como los que describe Marx capítulo 22 del Capital mediante los cuales lo que ha pasado es que se nos ha desarraigado, se nos ha sacado de los ámbitos repertoriales en que estamos, de los pueblos de las aldeas, de las comunidades y se nos ha trasplantado a ciudades en las cuales estamos improvisando en las cuales de alguna manera estamos poniendo todo el tiempo primeras piedras y carecemos de la mínima serenidad repertorial carecemos del tiempo para que aquello se consolide ojo se va consolidando poco a poco pero que pasa, que cuando hemos consolidado una sociedad que ya tiene unos elementos mínimos que precisamente le otorgan coherencia le otorgan de alguna manera un funcionamiento de conjunto aparece el capitalismo con sus crisis por decir algo y se lo carga porque de alguna manera un buen ejemplo de lo que sería un repertorio sería pues un Estado como podría haber sido es una hipótesis España hace diez años donde quizá había un sistema de seguridad social que nos cuidaba cuando estábamos enfermos un sistema de pensiones que aseguraba que podíamos sobrevivir cuando ya estábamos demasiado mayores para currar educación pública atención a dependientes todo eso constituía una repertorialidad ¿y qué ha pasado con la crisis? que se ha encargado eso y ahora estamos de nuevo otra vez a ver al venir es como de alguna manera hemos sido incapaces de generar ese orden repertorial que se mantuviera y estamos otra vez pues empezando de cero inventándonos relaciones de solidaridad, de apoyo reinventando todo ese continuo reinventar todo es en parte la condena y el ethos de la modernidad en parte porque el capitalismo nos mete esas cañas que no veas y en parte porque es un proceso de cambio brutal de muchísimas cosas y carecemos, insisto en ello de la serenidad para asentar para de alguna manera consolidar los repertorios que sería el momento estrictamente clásico ¿estás de acuerdo conmigo Hernández136? ¿verdad? estamos yendo terriblemente rápido yo sé que esto es mucho más complicado de lo que podría sonar y tiene muchas puntas y os garantizo que cuando lo vayamos familiarizando con ello le vais a encontrar muchísimas aplicaciones muchísima rentabilidad para los trabajos que estáis haciendo analizar desde un punto de vista repertorial si aquellos lenguajes que veis como hemos visto en el tema de la casa mínima, Bauhaus todo esto veréis cómo esto funciona no hemos hablado nada del módulo disposicional simplemente he introducido hay una conexión que no se tiene que dar necesariamente con otro atractor modal, con otro centro de gravedad por así decir que sería el de lo disposicional pero no hemos visto si sí o sí hay que ir de aquel lado y si sí o sí se vuelve a éste, eso lo iremos viendo en estos días cada estilo artístico tiene su régimen repertorial absolutamente cada estilo artístico puede ser abordado ojo con las palabras que sabéis que las disciplinas son fundamentales bajo el modo de lo necesario o de lo contingente es decir, bajo la categoría del repertorial o bajo el modo de lo disposicional cada obra de arte cada intervención, cada pieza puede ser abordada bajo un modo o bajo otro modo por ejemplo el Guernica de Picasso todo lo tenemos en mente podemos abordarlo en términos repertoriales considerando que aporta a la cultura estética española del siglo XX que aporta repertorialmente a la evolución misma de Picasso como autor con sus diferentes fases, sus diferentes elementos que aporta a nuestra conciencia social y política de un país que después de la guerra civil y la dictadura recupera todo esto recupera su propia historia y los hitos que la jalonan considerar el Guernica de esta manera es considerarlo repertorialmente ahora bien si ahora llega mi hijo el chiquitillo y coge un puzzle del Guernica y se pone a jugar con él y lo compone de otra manera y utiliza el caballo para otra cosa y el toro para otra y empieza a hacer composiciones diferentes entonces estaríamos abordando el Guernica desde el punto de vista disposicional es decir, de aquello que con nuestras inteligencias hacemos sin preocuparnos en exceso o en absoluto de que eso tenga coherencia o sentido alguno o incluso aunque no llegue mi niño y lo deshaga, sino simplemente nos ponemos a fantasear, a elucubrar o tomamos el Guernica como punto de partida para una novela o para cualquier otra cosa en la que jugamos ahí estaríamos virando al modo de lo disposicional ojo, los modos por eso decía lo de las palabras del Chan al contrario que los regímenes no son excluyentes esto es fundamental, los modos por eso se dice que son como focos de luz los modos pueden combinarse puede haber una recepción en la cual tengamos presente el ámbito la dimensión repertorial y a la vez la dimensión disposicional y estemos como por así decir sometidos a tirones o a tensiones que vengan desde ambos lados o nos lleven hacia ambos lados ahí es esa especie de juego de tensiones cuando vayamos definiendo mejor el dibujillo este que os he pintado acá con los diferentes modos veréis que de hecho, más que una especie de jaula de hámster en que damos vueltas y vueltas siguiendo la historia de modo cíclico esto es un esquema de diferentes tensiones de diferentes gravitaciones en las que cada obra de arte, cada periodo histórico se ve de alguna manera tirado y empujado hacia diferentes lados desde estos atractores de lo repertorial y lo disposicional pero esto lo iremos viendo con mucha más claridad en las siguientes sesiones en la próxima, en la que hablaremos de lo disposicional lo posible y lo imposible y en la siguiente, en la que hablaremos de algo que ni siquiera está pintado aquí que son los modos de lo efectivo y lo inefectivo pero esto lo dejamos para otra sesión porque son y 40, nos hemos pasado algún minuto ¿lo hemos medio entendido la relevancia de esto? ¿os queda alguna duda fundamental? o cortamos aquí si, si, bastante bien poco a poco me parece muy honesto que digas poco a poco vale, vale, vale voy a subir algún texto vale, en que esto esté explicado con más con más enjundia por si alguien queréis abundar en ello son textos de trabajo pero yo los paso en el foro para que los tengáis a vuestro disposición vale, y espero que os vaya tener paciencia concederme la confianza yo lo agradezco de de que esto de alguna manera son piezas complejas que irán encajando con otras, no hay manera de contaros el puzzle entero sino que tenemos que irlas extendiendo poco a poco la semana pasada vimos repertorial y disposicional como atractores, hoy hemos visto como de lo repertorial brotan por así decir dos modos lo necesario y lo contingente la semana que viene veremos como de lo disposicional brota lo posible y lo imposible y a la otra veremos como de la tensión entre esos cuatro modos, de esos tirones y esos empujones de esas gravitaciones son como fuerzas que se desgajan veremos como de esos tirones aparece lo efectivo y lo inefectivo jejeje, pues muchas gracias os lo paso por escrito a estas dos cosas vale, y la vamos viendo y mientras tanto adelante con vuestros trabajos y temas y tal que seguro que va avanzando, venga cortamos acá cortación