Empezamos ya. Gracias por venir en primer lugar. Esta es la primera charla de un seminario de un día de duración sobre las normas desde un punto de vista filosófico. Aprovechando que han venido dos profesores de la Facultad de Filosofía de la Sede Central y contando también con cuatro personas de la zona de Coruña, hemos montado un seminario de tono divulgativo para alumnos de filosofía, derechos, ciencias sociales donde se aborde un tema de interés filosófico como son las normas desde las tres grandes ramas de la filosofía, que desde los estoicos son la lógica o teoría del razonamiento, la filosofía teórica y la filosofía práctica. Entonces habrá un par de charlas muy introductorias sobre lógica de las cuales esta es la primera. Bien, la lógica de Óntica, dicho muy brevemente, es la lógica que se ocupa de modelar matemáticamente los razonamientos donde intervienen normas. Esas normas típicamente aparecen en la conclusión de un razonamiento y en al menos una de las premisas. Es un tema que se puede abordar desde diferentes perspectivas y como yo quería plantear este seminario como un complemento a los estudiantes de este centro, lo que he hecho ha sido diseñar mi charla para un estudiante que tenga conocimientos básicos de lógica proposicional. Se podría enfocar desde otras perspectivas, empezando desde la filosofía jurídica o desde la psicología, pero lo que voy a hacer es presuponer que todo el mundo tiene conocimientos, aunque sean muy elementales, de lógica proposicional y a partir de allí, utilizando incluso la misma anotación y la misma terminología que utilizo en mis clases, voy a presentar la lógica de Óntica como... una extensión de la lógica proposicional, ¿de acuerdo? La lógica proposicional, recordemos, es la teoría matemática de aquellos argumentos válidos que se pueden expresar en un lenguaje muy sencillo donde las variables representan enunciados, que pueden ser verdaderos o falsos, y las constantes lógicas son del tipo no es cierto que, y, o bien, implica, y sí, sólo sí. Sí. Bueno, voy a... Se ven las diapositivas en la pantalla, ¿verdad? Sí. Voy a hacer una pequeña introducción a la lógica de Óntica y después presentaré esa lógica como suele presentarse todo sistema lógico cuando se hace desde un punto de vista matemático más que desde el punto de vista de la aplicación. A saber, primero, la sintaxis, es decir, qué lenguaje vamos a manejar. En segundo lugar, una semántica formal, es decir, cómo vamos a manejar la lógica de Óntica. Cómo vamos a asignar significados a las expresiones de ese lenguaje formal. Y, en tercer lugar, un cálculo, es decir, un conjunto de reglas que nos permite pasar de unas fórmulas a otras. Si al final me da tiempo, hablaré de la paradoja de Chisholm, aunque no estoy muy seguro de que me dé tiempo. Lo he puesto allí por si acaso hay esa posibilidad. Bien, como decía, la teoría, la lógica de Óntica es la lógica que estudia conceptos normativos, enunciados normativos, sistemas que contienen enunciados normativos y razonamientos donde intervienen normas. Hay que decir que esta lógica es de las más complicadas que existen, no tanto desde el punto de vista matemático como desde el punto de vista de su adecuación a los argumentos de la vida real. No es una lógica muy popular entre la gente que utiliza la lógica para aplicaciones reales. De hecho, hace poco ha salido un manual de más de 500 páginas sobre argumentación jurídica donde no se le dedica ni una sola página a la lógica de Óntica. Hay mucho debate sobre por qué las lógicas de Óntica, desarrolladas hasta ahora, no sirven para modelar razonamientos reales acerca de normas. Vamos a pasar un poco por encima sobre ese asunto y lo que vamos a hacer es centrarnos en casos extremadamente sencillos donde sí que es posible aplicar la lógica de Óntica. desde el punto de vista de las aplicaciones, porque eso además supondría introducir lenguajes muy complejos, sino que voy a ir tomando como punto de partida la lógica proposicional, que es la lógica más elemental. Y desde allí voy a añadir operadores para ver qué es lo que se puede modelar con una lógica tan sencilla. Tenemos aquí un ejemplo de razonamiento con normas. Uno debe amar al prójimo como a sí mismo. Asimismo, premisa, segunda premisa, uno debe amarse a sí mismo. Conclusión, uno debe amar al prójimo. Este tipo de argumentos donde la conclusión no es tanto una descripción como una prescripción se conocen desde Aristóteles. Aristóteles, a una variedad parecida de argumentos, los llamaba los silogismos prácticos. Pero de ellos se ocupaban solamente los teóricos de la filosofía. Y se ocupaban desde un punto de vista que no era matemático. Los matemáticos han empezado a diseñar teorías donde la argumentación incluye elementos prescriptivos desde hace poco más de 50 años. El origen de la lógica de Óntica es 1951, con un artículo muy famoso en la revista Mind, de Von Wright, y hasta entonces no había prácticamente nada que pudiera considerarse un modelo matemático de los razonamientos donde intervienen normas. Bien, la lógica de Óntica, a nivel filosófico, se distingue del resto de las lógicas en algo muy elemental, y es que el resto de las lógicas, casi sin excepción, se ocupan de enunciados que describen hechos sobre diferentes dominios y con diferentes nociones sobre qué significa describir un hecho. Pero, a vista de pájaro, podríamos decir que la inmensa mayoría de las lógicas son descriptivas. Las lógicas de Óntica, por contra, intentan formalizar el discurso prescriptivo. El problema es doble. Primero, en filosofía del lenguaje, no hay todavía teorías lo bastante desarrolladas como para explicarnos qué es el lenguaje prescriptivo a nivel del lenguaje natural, es decir, el propio objeto de estudio no es claro y las herramientas tampoco están muy desarrolladas. Bueno, están desarrolladas matemáticamente, pero hay... Propuestas que, aunque desarrolladas matemáticamente, no consiguen modelar lo que se quiere modelar. Entonces, estamos en realidad ante una rama de la lógica que, aunque matemáticamente está desarrollada, es decir, un libro de lógica de óntica contiene teoremas, demostraciones, muchos cálculos, muchos lenguajes muy expresivos, pero es una lógica de la que de momento se esperan muy pocas aplicaciones reales. Por eso, los ejemplos que yo ponga serán extremadamente sencillos. Y dentro de esa simplificación que voy a hacer, lo primero que tengo que decir es que cuando yo en mi charla hable de normas, en realidad estoy refiriéndome a proposiciones acerca de normas. Para ver esta distinción, a lo mejor es un ejemplo. Si alguien aquí enciende un cigarrillo y yo le digo, aquí no se puede fumar, puedo estar haciendo al menos dos cosas. La primera. Es expresar una norma, es decir, le estoy de alguna manera invitando a que deje de fumar. O, en segundo lugar, puedo estar simplemente describiendo una norma. Es decir, puedo estar diciéndole tú haz lo que quieras, pero que sepas que aquí está prohibido fumar. Entonces, depende del contexto comunicativo, o desde otro punto de vista, depende del acto de habla que se esté ejecutando. Una misma oración como aquí está prohibido fumar puede ser vista como una norma, es decir, algo que realmente prohíbe o como la descripción de una norma, es decir, como algo análogo a cuando yo digo en esta sala hay un número impar de personas, aquí estoy describiendo un hecho. Y también puedo, desde un punto de vista un poco abstracto, pensar que la oración está prohibida fumar es una descripción. Entonces, para poder partir del lenguaje proposicional clásico donde lo que se hace es describir hechos, voy a suponer que las normas, sean lo que sean, porque eso ya es un tema de metafísica bastante complicado, sean lo que sean, existen. Reconocemos que existen, aunque no sepamos definirlas bien. Y sabemos que existen. Y sabemos argumentar utilizándolas. Es decir, yo no presupongo conocimiento sobre qué es una norma, pero que sí que presupongo habilidad para razonar acerca de las normas. Bien. El siguiente paso va a ser desarrollar el lenguaje deóntico a nivel proposicional. Lo que hago es partir de lo que ya sabemos y ampliarlo. Bueno. Un lenguaje... de óntico, que denoto con L mayúscula, del lenguaje SDL, significa Standard Deontic Logic, la lógica deóntica estándar, y la P, que va a ser el conjunto de variables que utilicemos. Un lenguaje deóntico que parte del conjunto P de variables está construido mediante las siguientes cuatro reglas. Las tres primeras son las mismas que en lógica proposicional. Toda variable es una fórmula, si le anteponemos la negación tenemos una nueva fórmula, que se lee no es cierto que A, y si A y B son fórmulas también lo son A y B, A o B, si A entonces B y A si y solo si B. Es decir, con las reglas ABC tenemos la gramática del lenguaje proposicional que ya conocemos. He añadido simplemente un nuevo operador monario. Desde el punto de vista sintáctico es anteposicional. Análogo a la negación, desde el punto de vista semántico es diferente. Simplemente, bueno, añado tres en realidad. Obligación, prohibición y permiso. Las letras están tomadas del inglés, O de obligatorio, F de forbidden y P de permitted. Entonces, OA se lee, es obligatorio que A. F de A se lee, está prohibido que A y P de A se lee, está permitido que A. Bien, antes he dicho que como primera simplificación las fórmulas van a expresar hechos y entre los hechos reconocemos la existencia o la vigencia de normas. Es decir, cuando yo digo obligatorio A lo que estoy haciendo es expresar el hecho de que existe, porque hay un código legal o por el motivo que sea, la obligación de que A. Esa era la primera simplificación que hice. La segunda que voy a hacer es que aunque cuando se habla del lenguaje normativo y especialmente en los libros de filosofía jurídica se dice que la obligación se predica de acciones, es decir, lo que son obligatorios son casi siempre las acciones. Es obligatorio hacer esto o lo otro, es obligatorio ceder el paso cuando hay una señal de stop, es obligatorio presentar el documento nacional de identidad cuando lo pide un policía, es obligatorio cerrar con llave en este edificio cuando se sale de un aula. O sea, casi siempre tendemos a pensar, y estamos en lo correcto creo, que las obligaciones se predican de acciones, pero para poder manejar con comodidad el lenguaje proposicional y no meter muchos cambios, vamos a intentar pensar en términos de estados de cosas. En mis clases hablo de hechos, hay cierta diferencia en metafísica analítica entre un hecho y un estado de cosas, pero vamos a tomarlos como sinónimos. Por ejemplo, si pensáramos en términos de acciones, diríamos que es obligatorio conducir por la derecha. El problema es que para formalizar una acción como conducir por la derecha nos hacen falta lenguajes muy complejos. Entonces, vamos a imaginar que en lugar de estar juzgando acontecimientos, estamos juzgando lo que ocurre en fotografías estáticas. Entonces, en lugar de pensar, por ejemplo, que es obligatorio conducir por la derecha, vamos a pensar en términos de que es obligatorio que el coche esté en el carril derecho. ¿De acuerdo? Entonces, cuando hablemos de modelos sobre los cuales hablamos con este lenguaje, Vamos a imaginarnos que los modelos son como fotografías estáticas y que las obligaciones se predican de hechos y no de acciones, porque si no nos meteríamos en cosas demasiado complicadas. ¿De acuerdo? Entonces, hablaremos solamente de hechos y los entenderemos como... aquellos estados de cosas estáticos que hacen verdadera o falsa una afirmación. Y, de hecho, no es tan erróneo hacerlo así porque hay leyes que hablan de estados de cosas y no de acciones. Por ejemplo, la ley de Montes de Galicia dice que es obligatorio que haya una distancia de 20 metros como mínimo entre el muro de una casa y un árbol del bosque. Entonces, allí, aunque en algunos textos de filosofía jurídica se diga que la obligación siempre se predica de acciones, tenemos un claro ejemplo de obligación que se predica de un hecho. Es decir, cuando yo digo que es obligatorio que haya 20 metros de distancia entre un muro y un árbol, estoy diciendo que hay que llegar o hay que conservar ese estado de cosas luego que cada uno se las apañe para que ese estado de cosas se produzca o se mantenga si ya existe. ¿De acuerdo? Entonces, ¿qué? Cuando se trabaja la lógica de Óntica a un nivel tan, tan elemental como esta extensión de la lógica de proposiciones, lo que se hace es pensar más que en acciones, que sería lo correcto si queremos una teoría completa, pensar en términos de estados de cosas. ¿De acuerdo? No hay mucho más que decir. Simplemente, resumiendo, vamos a extender el lenguaje de proposiciones con tres operadores nuevos. Y de esos tres operadores nuevos, por razones de tiempo, me voy a centrar solamente en el primero, que es el de la obligación. Bien, ¿de qué podemos hablar, sobre qué podemos razonar con un lenguaje tan sencillo? He tomado esta imagen que me llamó la atención en una búsqueda aleatoria de Google. Hay dos personas en un parque. A la de la izquierda le llamaremos el hombre 1, a la de la derecha el hombre 2. Y el hombre 1 le dice de forma educada al hombre 2 si hace el favor de rascarle la espalda. Se supone que son desconocidos. Entonces, claro, al describir situaciones sociales necesitamos lógicas que vayan más allá de la descripción de hechos. Necesitamos lógicas que hablan de intenciones, de agentes, de conocimiento, de agentes, de normas que rigen el comportamiento de los agentes, etc. En este caso, lo que vamos a hacer es razonar mediante unas fórmulas muy sencillas acerca de esta situación, mezclando fórmulas no deónticas con fórmulas deónticas. Bien, y lo que he hecho ha sido, bueno, he inventado este pequeño vocabulario de seis variables. E1 significa que el hombre 1 es educado con el hombre 2, porque solo hay dos hombres. E2 significa que el hombre 2 es educado con E1. P1 significa que E1 le pide a A2 que le rasque. P2 significa que E2 es quien pide a A1 que le rasque. R1, hombre 1 rasca a hombre 2. R2, hombre 2 rasca a hombre 1. Entonces, con estas variables, con las conectivas lógicas y con los operadores de ónticos de obligación, permiso y prohibición, deberíamos ser capaces de describir parte de lo que está ocurriendo en esta escena. Se me ha olvidado segmentar las diapositivas. Bueno, vamos a ir desde arriba hasta abajo. Por ejemplo, si queremos describir lo que vemos, que el hombre 1 le está pidiendo con educación al hombre 2, que le rasque la espalda, la forma más sencilla sería mediante una conjunción múltiple de hechos simples. Tenemos que E1 es cierto, es decir, que el hombre 1 está siendo educado. De E2 no decimos nada, no afirmamos ni que es educado ni que no es educado, porque realmente a partir de esa foto el hombre 2 pone cara de sorpresa. pero bueno, es la sorpresa que se puede esperar de alguien a quien le hacen esa pregunta, con lo cual mantenemos el silencio. No decimos ni que E2 ni que la negación de E2. Lo que sí que está claro es que P1, es decir, que el hombre 1 le está pidiendo al hombre 2 que le rasque la espalda. También está claro que no es cierto P2, es decir, no es cierto que el hombre 2 pida al hombre 1 que le rasque la espalda. Y también es cierto, a raíz de la imagen, no R1 y no R2, es decir, no es cierto que el hombre 1 rasque la espalda a R2, no es cierto que el hombre 2 rasque la espalda al hombre 1. Bien, pues como ejercicio de formalización, yo creo que estaríamos de acuerdo en que la descripción más completa y a la vez más sencilla que podemos hacer de esa foto, en nuestro lenguaje, es esa primera fórmula. ¿De acuerdo? Bien, avanzamos, vamos hacia los operadores teónticos y decimos que es obligatorio... Esto ya no es una descripción, no es una descripción literal de lo que vemos. Esto sería... Bueno, esto... En la fórmula 2 yo voy a suponer qué normas elementales sobre el rascado de espalda rigen en ese parque público. Y lo que tenemos es que... Es obligatorio que el hombre uno sea educado en general. En un lugar público hay que ser educado. Y, conjunción, es obligatorio que el hombre dos sea educado. Y, luego, como no esperamos comportamientos espontáneos de gente que se rasca la espalda unos a otros, lo que tenemos es que está, digamos, socialmente permitido, o mejor dicho, si nos encontramos con una situación sorprendente en la cual el hombre uno está rascando la espalda al hombre dos y se está dejando, es decir, si está permitido que el hombre uno rasque la espalda al hombre dos, eso implica que el hombre dos se rasque la espalda al hombre dos. El hombre uno se la ha pedido. O sea, bastante raro es ver que se rasquen la espalda como para encima que se la rasquen sin aviso previo. Es decir, que está permitido rascar solo si a uno se lo han pedido. Eso lo expresamos con dos fórmulas. Está permitido R1 implica P2 y está permitido R2 implica P1. ¿De acuerdo? Esto sería lo que yo al menos vería como elemento normativo o conjunto de normas que están rigiendo. La situación de la foto. Bien, la siguiente oración, la tercera, ya es bastante más compleja y no es tanto una descripción de las normas que yo veo en esa foto como ya una implicación entre normas. Y no está claro si esa implicación es válida o no es válida. Habría que dar la semántica. Pero bueno, simplemente como antes de dar una semántica formal merece la pena familiarizarse con los lenguajes. Entonces yo lo que hago es proponer una frase y ver qué formalización podría ser adecuada aún antes de dar la semántica formal. Y lo que afirmo en 3 es que esté permitido rascar sólo si a uno se lo han pedido, que eso ya estaba formalizado antes, implica que está permitido pedirlo. Está permitido pedir que se le rasque a uno. Entonces es un condicional donde el antecedente es una conjunción de dos fórmulas que ya hemos formalizado antes y el consecuente. Lo que dice es que si alguien ha hecho algo es porque estaba permitido hacer ese algo. Si alguien ha pedido rascar, o sea, si alguien ha pedido ser rascado es porque en esa situación estaríamos en una sociedad occidental muy liberal La gente tiene permiso de pedir a otras personas las cosas más bizarras, mientras no insista demasiado. Entonces, lo que estaría diciendo aquí es que si ya tenemos el hecho de que hay gente rascándose y es gente que no se conocía entre sí, entonces debemos suponer que existe el permiso de por lo menos pedir que uno sea rascado, ¿de acuerdo? Bien, la verdad es que la tercera sería un poquito complicada. Ahora, pasamos a algo más sencillo, pero que también lo vamos a complicar poco a poco. La ley lógica del principio de tercero excluido. El hombre dos, del que nos habíamos olvidado en la primera descripción, porque no sabíamos si es educado o no es educado, lo recuperamos ahora y afirmamos que el hombre dos es educado o no lo es. Bueno, esto es verdad, pero no porque algo en ese modelo, en esa imagen, nos lo haga ver así, sino porque es una verdad lógica. Es decir, cualquier fórmula de la forma A o no A va a ser verdadera. O sea, va a ser verdadera en todo mundo posible, en toda interpretación posible, en toda situación. O sea, llueve o no llueve, Bush es presidente o no es presidente, etc. En este caso, el hombre dos es educado o el hombre dos no es educado. Tenemos una verdad lógica de nivel proposicional. Vamos a ver qué pasa cuando a esa verdad lógica le vamos añadiendo operadores de ónticos. Bueno, lo que tenemos es, en la última frase, o bien es obligatorio que el hombre 2 sea educado, o bien no es obligatorio que lo sea. Incluso si no tenemos una concepción muy clara todavía de lo que son las obligaciones, esta fórmula también nos debería parecer una verdad lógica, porque lo que hace es afirmar de nuevo que algo es verdadero o es falso. Solamente que esta vez sea algo, es obligatorio que el hombre 2 sea educado. En otras palabras, la última fórmula es una nueva ejemplificación de la ley lógica del tercero excluido. Solamente que esta vez hemos metido por allí un operador de obligación que realmente no molesta. Estamos diciendo que algo es verdadero o que no lo es, simplemente. La siguiente ya tiene más minucios. Porque lo que estamos diciendo es que es obligatorio que el hombre 2 sea educado o no lo sea. Bien, este ya es el tipo de fórmulas que sin una semántica bien definida matemáticamente no está claro si son verdaderas o falsas. De hecho, uno de los... Los primeros problemas que hubo al formalizar la lógica de Óntica, a nivel proposicional, fue la de admitir o no admitir esta fórmula. ¿De acuerdo? O sea, la dejo sin discutir. Simplemente señalo que para discutir una fórmula como esa, como la que tenemos arriba del todo, haría falta conocer mejor la semántica formal. Bien, y lo mismo pasa con la siguiente, que sin embargo tiene más enjundia, porque lo que nos está diciendo es que o bien es obligatorio que el hombre no sea educado, o bien es obligatorio que no lo sea. Bueno, no es como en la última de la anterior diapositiva, que teníamos es obligatorio algo o no es obligatorio algo. Aquí tenemos es obligatorio algo o es obligatorio la negación de ese algo, que es distinto aquí. Las implicaciones éticas son muy importantes, porque... Si esto fuese cierto, tendríamos un mundo de normas asfixiante. Es decir, un mundo donde todo o es obligatorio o está prohibido. Es decir, donde para cualquier variable... Que representa un hecho, o bien ese hecho debe ser así, o bien su negación debe ser así. Es decir que si admitimos que la segunda fórmula que vemos aquí es cierta, lo que estamos es presuponiendo que nuestro concepto de obligación es tan invasivo que hace que todo sea o bien obligatorio o bien esté prohibido. Es decir, que la negación de algo sea obligatorio es como decir que esté prohibido. Bien, la siguiente, la tercera, es una fórmula que a pesar de su simplicidad aparente es de las más profundas que yo conozco en lógica de óntica a nivel proposicional. Es algo que podría asimilarse a los juicios sintéticos a priori de Kant porque nos está hablando de... ... ...nos está explicando qué parte del significado del concepto de obligatoriedad tiene consecuencias prácticas. Nos está diciendo, bueno la frase es un poco larga, es obligatorio que, si es obligatorio que lo sea educado, esta segunda obligación se cumpla. Pero más en general... Si en lugar de E2 ponemos cualquier otra cosa, lo que nos dice es que es obligatorio que las obligaciones se cumplan. Es decir, que las obligaciones que no se cumplen no tiene sentido que existan. Hay varias maneras de decirlo, pero lo que nos está diciendo es simplemente que las obligaciones deben cumplirse. Ese sería el significado más profundo de esta fórmula. Y la discusión es si la primera O tiene el mismo significado que la segunda O o no lo tiene. Bien, y la penúltima fórmula, a pesar de su complejidad, nos dice algo muy sencillo. La penúltima fórmula nos está diciendo que puede darse el caso de que algo sea obligatorio y no se cumpla, y también puede darse el caso de que algo se cumpla sin ser obligatorio. Veamos, dice, ni el hecho de que E2 sea educado implica que esté obligado a ser educado, ni que esté obligado a ser educado implica que sea educado. Es decir, que E2 sea educado. Nos está diciendo simplemente que una cosa son los hechos y otra cosa son las obligaciones. Que puede que algo sea obligatorio pero no lo cumplamos, y puede que nosotros estemos haciendo algo que sin embargo no sea obligatorio. Bien, en la última lo que he hecho ha sido poner una sola frase en castellano y dos fórmulas. ¿Por qué? Porque las frases donde se mezcla condicional y obligatoriedad son sistemáticamente ambiguas. Es decir, son casi siempre interpretables de dos maneras. Si decimos el hombre 2 está obligado a rascar a 1 si éste se lo pide. Bien, que 2 pida a 1 ser rascado es P1 y que 2 rasque efectivamente a 1 es R2. Entonces, la primera oración diría, la primera fórmula diría, si P, perdón, si 1 pide a 2 que le rasque, entonces es obligatorio que 2 le rasque. Y en la siguiente fórmula se dice, es obligatorio que si 1 pide a 2 ser rascado, que 2 le rasque. Entonces, a nivel formal se ve claramente que el alcance de la obligatoriedad es distinto. Pero a nivel informal, cuando utilizamos una frase en castellano como es obligatorio que si viajas en avión lleves pasaporte. No tenemos tan claro lo que queremos decir. Son oraciones que, excepto en casos muy contados, pueden significar las dos cosas y son muy difíciles de formalizar. Si me da tiempo al final de la charla volveré sobre esto porque a raíz de esta dificultad para formalizar obligaciones condicionales se han propuesto lenguajes más expresivos. Son las 9.45 ya, así que voy a ir un poquito más deprisa. Vamos a ver esto. Un poquito complicado. Bien, voy a explicar, voy a introducir solamente la semántica formal a esta lógica. Y he procurado utilizar los mismos símbolos y la misma terminología que cuando explico en clase la lógica proposicional. Entonces, para los que estéis yendo al curso, que sois dos o tres aquí, os recuerdo que la I mayúscula significa interpretación. Bien, dado un lenguaje, el modelo, es decir, aquello en relación a lo cual. las fórmulas son verdaderas o falsas, es un objeto matemático que tiene tres elementos. Están explicados en uno, dos y tres. En primer lugar, un conjunto no vacío de mundos posibles. La concepción de mundo posible la entiendo en su sentido más amplio. Por ejemplo, mundos posibles son Coruña aquí ahora y otro mundo posible sería Coruña aquí mañana. Entonces, respecto a Coruña aquí ahora, la oración llueve es falsa. Respecto a Coruña mañana, la oración está lloviendo posiblemente sea verdadera. Entonces, mundos posibles son situaciones sobre las cuales podemos razonar y respecto de las cuales las oraciones son verdaderas o falsas. En el caso de que razonemos con normas, los mundos posibles son situaciones normales. Por ejemplo, yo puedo imaginar dos mundos posibles que van a ocurrir dentro de cinco minutos. en el cual yo antes de irme me despida y de las gracias por su atención y otro en el cual yo me vaya sin despedirme de acuerdo serían dos mundos posibles con relevancia de óntica porque pues porque en el primero estoy cumpliendo con la obligación de ser cortés en el segundo estoy incumpliendo la obligación de ser cortés es decir mundo posible no tiene un sentido metafísico profundo en este contexto sino solamente situación que yo puedo imaginar y que hace verdaderas o falsas a un conjunto de afirmaciones bien luego hay una relación entre situaciones que llamamos de accesibilidad o en el caso de la lógica de óntica de alternancia es decir cuando yo considero diferentes situaciones posibles que van a ocurrir dentro de cinco minutos y en cada situación posible se cumplen o no se cumplen ciertas normas lo que estoy es relacionando la situación posible aquí ahora con diferentes situaciones posibles que van a ocurrir dentro de cinco minutos que van a ocurrir en el futuro simplemente ese es el sentido de esa relación y luego una interpretación que respecto a una letra y un mundo declara su verdad o falsedad es decir bueno esa es la terminología para el concepto de función pero lo que dice está ahí Es simplemente que vamos a relativizar la verdad o falsedad de los elementos de P a elementos de W. Es decir, en lógica preposicional lo que tendríamos es que no aparece la W. Tendríamos que a cada elemento de P se le asigna verdadero o falso. Aquí lo que tenemos es que a cada par ordenado que consiste en un elemento de P y un elemento de W le asignamos uno o cero. En otras palabras, que relativizamos la verdad o falsedad de una P, una Q o una R a un mundo posible. Entonces, lo que tendríamos abajo en el dibujo es un ejemplo de modelo. Tenemos que el mundo posible W1, que está a la izquierda del todo, es aquel en el que son verdaderas las afirmaciones P, Q y R. Si uno está en ese mundo posible, considera dos alternativas. Los mundos posibles 2 y 3. En el mundo posible 2, es cierto que P, es cierto que Q y es falso que R. En el mundo posible 3, es cierto que Q, es falso que R y es verdadero que P, es falso que Q y es falso que R. ¿De acuerdo? Es simplemente una manera de dibujar... Una situación, que es la situación W1, en la cual yo me encuentro, y las dos situaciones que yo imagino desde W1, que son W2 y W3. Bien, y simplemente un ejemplo muy sencillo. Esto, bueno, no lo voy a ver. Si volvemos a ese mismo ejemplo, ¿cómo se evalúa la verdad o falsedad de una afirmación respecto de un mundo o situación que está dentro de un modelo? Pues aquí tenemos, bueno, aunque no he explicado la semántica formal, con lo que sabemos de lógica 1, debería bastarnos de momento hasta por lo menos el 3. En el 1 tenemos que en este modelo M, respecto del mundo o situación W1, son verdaderas P, Q y R, con lo cual es verdadera la fórmula P, I, Q y R. Bien, eso no hay ningún problema. En 2, lo que se nos dice es que respecto del mundo 1... ...es verdadera la afirmación P, si y solamente si, Q. ¿Por qué? Pues porque P, si y solamente si, Q es verdadera en dos situaciones posibles. Allí donde tanto P como Q sean verdaderas... Y allí donde tanto P como Q sean falsas, y aquí tenemos que tanto P como Q son verdaderas. Bien, en tres, no he explicado por falta de tiempo la semántica de la obligación, pero básicamente lo que tenemos es que en un mundo o situación posible, algo es obligatorio, si solamente sí, se cumple en todas las alternativas. ¿De acuerdo? Si yo considero como alternativas, digamos, éticamente razonables, ocho que estoy imaginando en este momento, y en esas ocho situaciones que yo estoy imaginando como aceptables, yo me despido antes de dar por concluida la charla, entonces es obligatorio, según mi concepción del mundo, despedirse antes de terminar. Yo me despido antes de dar una charla, es decir, yo considero en cada momento en que tengo que actuar o en que tengo que juzgar las acciones de otros, considero varias alternativas, considero modos en que el mundo podría haber sido. Si en todas las alternativas que yo considero aceptables, algo se da, entonces respecto a mi mundo, ese algo es obligatorio. Por eso, en el tres, P es obligatorio. ¿Por qué? Porque en todas las alternativas, que son 2 y 3, P se cumple. ¿De acuerdo? O sea que obligatoriamente P es cierto en el mundo 1, que es el mundo de referencia, el mundo en el que estoy, porque esa P se da en todas las alternativas que yo considero razonables. Bien, y ahora tenemos una cosa muy curiosa. Si os fijáis en 2 y en 3, en 3 tenemos una fórmula que incluye como subfórmula la P. En 2 tenemos una fórmula que nos dice que tanto da P como Q, porque son equivalentes. Con lo cual, por el principio de extensionalidad, si fuese aplicable a la lógica de Óntica, deberíamos poder deducir que también es obligatorio que Q, porque intuitivamente P es obligatorio. En el mundo en el que estoy, que es V1, P es obligatorio. P sí solamente sí Q, con lo cual Q parece que tendría que ser obligatorio, pero en 4 se demuestra que no, que no es obligatorio que Q. Esto es un fenómeno típico en los contextos de argumentación que se llaman intencionales. ¿De acuerdo? Que son contextos donde no vale el principio de extensionalidad. Si yo digo en un contexto extensional que 2 es mayor que 1 y que 1 es igual a 3 menos 2, entonces puedo sustituir idénticos y decir 2 es mayor que 3 menos 2. Sin embargo, en contextos opacos o intencionales, ese principio de sustitución de los idénticos no se da. Ahora, son más fáciles de ver los contextos intencionales de creencia. Y un ejemplo típico en filosofía analítica es que Lewis Lane cree que Superman está en un edificio. Superman es Clark Kent. Pero de ahí no se sigue. Lewis Lane cree que Clark Kent está en un edificio. ¿Por qué? Porque Lane no sabe que Clark Kent y Superman son la misma persona. En ese ejemplo está más claro. Aquí es un poco más difícil de ver, pero basta con decir que... La lógica de Óntica se hace cargo de un contexto intencional. Y que ese intencional se demuestra con 2, 3 y 4. Es decir, vemos que a pesar de que P y Q son lógicamente equivalentes, no se pueden sustituir. cuando una de ellas, o la P o la Q, aparece como subfórmula de una fórmula mayor. Bueno, en 5 decimos una cosa que no es muy interesante, y en 6 volvemos a decir algo evidente, y es que R, pero es obligatorio que no R, es decir, que a veces se da de hecho algo a pesar de que ese algo esté prohibido. ¿De acuerdo? ¿De acuerdo? Entonces, con 6 dejamos bastante claro que podemos razonar sobre normas en la medida en que capturamos algunas de sus particularidades, por lo menos esta, que es que las normas no siempre se cumplen, y que no todo aquello que hacemos es porque sea obligatorio. Es decir, que son dos mundos muy distintos, el del ser y el del deber ser. Bueno, y con esto ya... doy por terminada la charla, porque si no nos meteríamos en más complicaciones. Os agradezco que hayáis venido a estas horas a escuchar una charla de lógica, y hacemos un pequeño descanso hasta la siguiente charla. Muchas gracias.