Pues volvemos a grabar, parece que se había interrumpido la grabación. Vosotros no habéis sentido interrupción alguna, ¿no? Será un complot aristocrático o teológico o teocéntrico. Estábamos hablando de cómo Dinesil planteaba esta especie de triada de conjunto de tres diosecillos que, obviamente, representaban tres hegemonías posibles que, según Dinesil, estaban en cualquier sociedad de toda la gama indoeuropea, de toda la creación indoeuropea. Que eran, recordad, el sacerdote, el guerrero y el labrador, el ganadero, la personilla que se gana la vida con sus manos. Y lo que estábamos viendo es cómo esta tercera decantación, esta tercera posibilidad de construcción de una figura humana digna de un héroe, prácticamente no toma peso, no toma relevancia hasta la aparición, con el Renacimiento y el Barroco, de las sociedades que van rompiendo los límites feudales, se van emancipando, llegando hasta la Ilustración, la Revolución Francesa, la Revolución Industrial, en fin, todo esto. Que eso no supone la desaparición, ni mucho menos, de lo teológico ni de lo guerrero. El militar, como es notorio en esta sociedad, tiene un peso brutal y lo teológico... pues seguramente también, no tanto como en otras culturas, pero ahí está. Bueno, en cualquier caso, ahí tendríamos tres posibilidades, tres grandes probabilidades que organizarían el hecho de que haya héroes. Y si os fijáis, este mismo desplazamiento, este mismo cambio de los equilibrios entre lo que supone ser una persona humana digna y potente, se ve muy claramente en las poéticas artísticas, en la producción de arte. Porque evidentemente ha habido un... bueno, la... liada, la gran obra literaria, la gran obra ética de la sociedad griega, es una obra dedicada a la heroicidad, a la polaridad humana, a la dimensión del elemento humano del guerrero, evidentemente. La Biblia lo es, a su vez, en un sentido teológico y seguramente buena parte de la producción artística medieval... En fin, toda esta... está claramente marcada por la heroicidad de lo teológico. Y fijaros en la pintura flamenca, en el XVI, en el XVII, en la pintura inglesa, ahí hablaremos ya de paisajes que había salido también mencionado antes, cuando empiezan a aparecer temas, cuando empiezan a aparecer representaciones que ya no son ni héroes mitológicos, ni escenas de la pasión y muerte de Cristo, la historia sagrada, ni siquiera grandes guerreros, generales, militares, etc., de los tiempos presentes en cada momento, sino que son escenas cotidianas. De la vida diaria de personillas a las que se retratan en su casa, con sus criaturillas, en su jardín... En fin. Esto es la aparición... De alguna manera nos lleva claramente a la aparición de ese tercer modelo de héroe, de esa tercera polaridad, que sin duda llevaría asociados unos determinados valores. O la preeminencia de uno de lo que seguramente Harman Khegari llamaría la anchura de la mirada para el valor. Yo no sé si hemos hablado en otras clases de esto de la mirada para el valor. Pero, seguramente, sería determinado. Bueno, me estáis siguiendo más o menos, ¿no? Con lo de la tributinérgica. Bien, bien, bien, bien. Planteadme vuestro papel aquí, como con los dos usuarios conectados, es irme... Mirada para el valor, para el valor. No para el dolor, no está mal lo del dolor. No. Es mirada para el valor. Como sabéis, Harman, y aquí vamos, aquí la tendencia de los valores, lo que viene a suceder, vamos a sostener... La aparición de lo político. ¿Es la aparición de lo político en el arte el tercer modelo? Mirad, están aquí mis chicos. La aparición de lo político. Es la aparición de lo político como es la aparición también de lo cotidiano, es la aparición de lo anecdótico. O sea, es la aparición de todas las dimensiones de la vida que son inherentes a este tercer estado. A estas personillas que habitan el mundo y que hasta ahora, insisto que quizá la comparación con las mujeres es una gran cuestión. Claro que ha habido mujeres en toda la historia, pero durante muchos periodos son completamente invisibles. Porque en este momento, claro que ha habido labradores y ganaderos y personas que trabajan durante toda la historia, pero han sido invisibles, por ejemplo para el arte. Y en cambio aquí empiezan a aparecer. Obviamente la preocupación por la organización política de la sociedad empieza a tener repercusión en el arte. Fernández 136 lo acaba de decir muy bien. Pero no solamente ella, sino tantas otras dimensiones. Entonces, esto supone la erupción de una serie de valores, de una serie de posibilidades del ser humano que de nuevo a su vez son potenciadas y son puestas en primera fila como fundamentalmente importantes. La manera en la que nos organizamos para actuar siempre toma la forma de esto que Hartmann llama la mirada para el valor. Hola hijos, ¿qué tal? Está bueno. Esto es una clase. Cerra la puerta y ponte... ¿Por qué es una mirada para el valor? Porque nunca se arma a partir de un único valor, sino que es siempre una composición. Es siempre una mezcla de valores que se equilibra a sí misma, que se estructura y que nos permite abordar al mundo de una determinada manera, con una determinada potencia. ¿Vale? ¿Entendéis bien este concepto de la mirada para el valor? Anda Roger, que tengo que trabajar. Regular. Lo explico muy rápido y con mi niño entrando estoy despistado. Lo explico con mucha más calma, no os preocupéis. Sin problema. Otra vez. A ver, vamos a ello. Esto debéis conectarlo con lo que os he explicado antes sobre la consistencia de los valores. Los valores no son... Os explico tal como lo plantea Hartmann. Luego lo podréis discutir con más autores si queréis. Los valores no son inventos, no son cosas que podamos improvisar, sino que fundamentalmente cuando hablamos de valores como lealtad, nobleza, plenitud, pureza, bondad... Los valores son posibilidades fundamentales. Yo le llamo decantaciones porque es como sitios hacia los que acabamos cayendo los seres humanos en el proceso de vivir nuestra vida. Dado una vida cualquiera, una persona cualquiera, a lo largo de esa vida irá cayendo, es como una canica que fuera moviéndose y fuera cayendo en agujerillos que haya. Irá cayendo en un agujerillo o en otro, se irá decantando por sus decantaciones e irá como otorgando sentido a sus acciones y organizando sus acciones en función de algunos agujerillos, de algunas posibilidades, de algunos polos magnéticos, es decir, que la atraen especialmente, hacia los cuales sí o sí irá cayendo hacia uno o hacia otro. Por ejemplo, Harman pone que dada un determinado momento de tu vida o te decantas hacia la plenitud y pruebas todo y vives todo y pruebas todas las drogas y tienes todos los tipos de sexo posibles, te decantas hacia la plenitud o te decantas hacia la pureza. O te vuelves promiscuo o te mezclas. Perdón, o te reservas. Estaba diciendo promiscuo en ambos sentidos. O te vuelves promiscuo o te reservas. Y entonces te vas cayendo para un lado o para otro. Según te decantes hacia una parte o hacia otra, estarás en un lado o hacia otro. A su mismo Harman contrapone, por ejemplo, la bondad con la nobleza. La persona buena entendemos que es aquella persona cuyo qué hacer no hace daño a nadie, es bien recibido por la mayor parte de sus vecinos y tal y es una buena persona, ¿verdad? Mientras que el noble, pensad en Alejandro Magno, pensad en Aquiles o cualquiera de estos, es un tipo que puede hacer daño, que puede provocar dolor, pero que a su vez, en ese proceso, llega a sitios a los que la buena persona jamás llegará. Son dos dimensiones diferentes y por tanto también te decantas. En esto que os decía de la mirada para el valor se trata de que dados esos valores que no son improvisables, que no son inventables, sino que están ahí y van a seguir estando aunque nadie los vea porque son decantaciones, son destilaciones de la amplia experiencia humana, decía Morawski, filósofo polaco, destilaciones de la amplia experiencia humana, dados esos valores, la manera en la que los vivimos las personas reales es siempre haciendo una composición entre ellos, es decir, cogiendo uno de acá, otro de acá, un porcentaje de plenitud, un porcentaje de nobleza, mezclándolos, agitándolos y viviendo según ellos. Pues bien, un héroe o una obra de arte es siempre, de alguna manera, la concreción de una mirada para el valor. Nos plantea una fórmula, una proporción de una mirada para el valor. Por eso los antiguos, con mucha razón, entendían que la belleza era una cuestión de proporción. ¿Una proporción de qué? Pues una proporción precisamente de diferentes componentes, de diferentes valores que se mostraban bien tramados. ¿Vale? ¿Entendéis esta relación de la mirada para el valor con la belleza? Así que estoy yendo un poco rápido. Mucho mejor ahora. Vale, vale, vale. No hay nada como explicar las cosas, es que esto se explica uno. Y ya está. Bien, de acuerdo. ¿Los valores son potencia? No he entendido mal. Entonces, ¿son parte de la esencia del ser humano como especie? Muy bien, Frías. Muy buena pregunta. Sí, forman parte de la esencia del ser humano como especie, pero con una distinción fundamental. Y es que la ontología, es decir, la teoría del ser con la que nos manejamos aquí, no es una teoría de sustancias. ¿Vale? Lo que hay, recordad que para Hartmann, para Lukács, para... bueno, parte del pensamiento contemporáneo, lo que hay no son sustancias. Sustancias invariables, predefinidas y tal, un poco en el sentido en que Aristóteles recupera de Platón. No son esas sustancias acabadas. Cuando hablamos del ser, de la naturaleza humana, de la especie humana, no es algo predefinido. ¿Quién narices ha definido que somos los seres humanos y los ha acotado? No, no, no es eso. Lo que hay son siempre, lo que Hartmann llama, complexos. Son siempre conflictos. Y ahí vamos a una noción de paisaje que antes preguntabais. Un paisaje, como sabéis y me he dicho alguna vez, es siempre una matriz de conflictos posibles. Un conjunto de conflictos posibles. Pues bien, lo que hay son conflictos. Los valores forman parte de ese conflicto, de ese follón que llamamos naturaleza humana. Lo que los humanos somos es un campo de batalla. Es un campo de tensiones. Y las tensiones que nos definen como seres humanos son precisamente, las polaridades de esas tensiones son precisamente los valores. Podemos ser así de nobles y así de mezquinos. y así de nobles. Podemos ser así de plenos y así de invalentes. ¿Verdad? El campo que existe entre esos extremos, entre esos óptimos modales es precisamente lo que sería la naturaleza humana, la especie humana. Pero no entendida, insisto, como algo invariable o como algo estático o como algo predefinido sino entendida como campo de batalla, como conflictualidad. ¿Vale? ¿Me pilla? Luego, también es problemático decir que los valores sean potencias, ¿eh? Los valores son valencias. Los valores son cosas que valen. Ahí hay una definición redundante. ¿Vale? Sí, lo del paisaje lo he hecho, lo he hecho muy rápido. Te lo vuelvo, te lo voy a plantear. De hecho, la noción de paisaje merecería una clase específica, ¿eh? Pero, pero vamos, la noción de paisaje en inglés landscape, ¿lo sabéis? Es siempre bueno ver de dónde vienen las palabras. Landscape, en inglés viene de landsaffen, que es una palabra alemana o holandesa antes que significa construcción de la tierra. El paisaje literalmente es la construcción de lo que hay. Igual que la misma palabra paisaje que tiene que ver con paisano, con país y paisano, paisan en francés sigue siendo campesino. Es decir, el paisaje es siempre de un conflicto. Es el resultado de un proceso abierto y plural de construcción. El paisaje no es algo, o sea, no lo encontramos, sales a la calle y lo ves. Pero eso que ves si sales a la calle aquí en Madrid o en Villarreal es ya el resultado de un conflicto. Es ya el resultado y a su vez es el resultado de un conflicto de diferentes agentes operando y a su vez permite que otros conflictos se den o los excluye definitivamente. Eso en el libro de los vaqueros está analizado con mucha más calma. Vamos a verlo así un poco rápido porque no sé dónde tenemos en ello y si acaso hacemos una clase sobre paisaje. ¿Vale? Pero a donde quería llegar con ello es a que de la misma manera que una obra de arte o que un héroe es de suyo un complejo es una mirada para el valor es una mezcla conflictual de elementos ahí en un paisaje también se da. ¿Vale? A ver, Fernández dice entonces lo negativo que también nos define es o no un valor. ¿Qué es lo negativo que también nos define a qué te refieres? ¿Los disvalores? La mezquindad la maldad la estupidez. ¿Te refieres a eso, Hernández? Siempre está Bueno, por eso sí bueno la noción de disvalor o de carencia claro un valor es algo positivo en el sentido en que supone un cierto logro por así decir. Lo que tenemos que ver y es lo que es grandiosa la ética de Herman en ese sentido es que jamás se da la situación ética de tener que elegir claro eso es también un poco la teoría socrática de la ética jamás se da la situación de tener que elegir tal cual entre un valor limpiamente y un disvalor es decir ¿soy bueno o soy malo? No, realmente tendría su cola y merece la pena ser explicado con detalle en la ética de Herman tal como se plantea es simplemente que aquello que tenemos que optar es siempre entre diferentes valores vale o sea yo puedo ser puedo optar por ser un buen profesor atenderos a vosotros ahora y darle una clase de hora y media o un buen padre y atender a Roger que acaba de llegar y hacerle la cena vale o a su vez puedo querer ser un buen investigador o un buen amante o un buen golfo tengo que optar ¿verdad? tengo que optar siempre entre diferentes valores y esa opción entre diferentes valores es precisamente lo que define mi mirada para el valor la mirada para el valor que conocemos como Jordi en este caso ya me he puesto un ejemplo es la concreta proporción el concreto equilibrio de diferentes posibilidades vitales que yo estructuro y según el cual me organizo vale por eso voy a dar la clase de media hora para atenderos a vosotros hasta esa proporción y luego hacerle la cena a mi hijo y luego seguramente trabajar un rato y escribir esa concreta composición es mi mirada para el valor efectivamente el dominio de la naturaleza no aparece como un proyecto malvado que dices voy a dominar el mundo no aparece siempre como tiene a su vez al menos una lectura en términos de un valor claramente positivo dominar el mundo significa del tiempo a los ataques de las fieras a el hecho de que haya sequías o haya periodos catastróficos entonces dominar el mundo dominar la naturaleza es un gran valor en la medida en que nos aporta seguridad en que nos permite vivir una vida mucho más conciliada etcétera ahí tenemos una gran apuesta axiológica otra cosa es que en esa mirada para el valor nos olvidemos de otros valores que deberíamos incluir y que tendrían que ver naturales con el respeto a con la austeridad que no debería una vez superamos la inseguridad crítica que nos puede hacer morir de hambre como en el siglo XIX todavía morían millones de personas de hambre en Europa en Irlanda ni más lejos pues una vez superamos esa inseguridad pues a lo mejor deberíamos asumir que deben haber otras cosas otros componentes en nuestra mirada a ver tengo muchas preguntas efectivamente muy bien con respecto a la tensión en las obras de arte en los héroes o en nosotros mismos la tensión es precisamente la medida de la vida que tenemos tanta vida tenemos cuanta polaridad cuanta tensión hay en nuestros planteamientos en cuanto nos despolarizamos como dice Lupásco el que habla de la línea de estos ¿puedes abrir Roger la puerta por favor? disculpad en cuanto nos despolarizamos en cuanto nos destensionamos por así decir dejamos de estar propiamente vivos nos convertimos en una especie de bueno de caricaturas verdad la mezcla de proporciones más bien la proporción determinada es la mirada para el valor verdad la nada para volver es la mezcla de valores en la cual los metemos vemos unos de nosotros porque un valor dice harman en la medida en que lo ves lo tienes que cumplir te tienes que tener el fernando no tenía de verlo bien pues parece que siempre sonando normal de indiferencia en el que parece que nada y claro madre de dios fernández de eso esto no me tienes que aclarar mejor y por contestar a esther 3 en este 3 donde metemos a los malos los malos iguales que el mal arte del arte malo verdad nadie hace un cuadro o una obra de teatro de teatro mala a sabiendas no la puede hacer de coña no no venganza de los mendo o algo así pero pero a nadie la hace mala queriendo hacerla mala la hipótesis de sócrates es que nadie de hecho hace mal queriendo ser malo sino que lo que tiene es una percepción sólo te diría estúpida o ignorante de cuáles son los valores que son relevantes en un determinado momento cuando puedo parecer yo como malo por ejemplo con esto es una gran cuestión ética de no meternos muchos muchos ver en general es ahora cuando yo puedo aparecer como malo pues cuando en mi composición mi mirada para el valor no incluyo y valores que deberían ser fundamentales por ejemplo en términos económicos no incluir alguien puede pensar una generación futura puede pensar que nuestra generación ha sido malvada porque ha destruido la capa de ozono el equilibrio climático los bosques de lluvia según sócrates hay más que malos somos estúpidos clarísimamente estúpido porque estamos llegando a hierba debajo de nuestros propios pies estamos haciendo una vida imposible a nosotros mismos y a nuestros descendientes ciertamente para nosotros vale no obstante nos han metido en un berenjenal que es un problema de los valores de la ética que me encanta nunca sabemos si una acción es buena o mala todo parece depender del juego de tensiones efectivamente Hernández es que esa es la bendición y la maldición del hecho de que seamos criaturas con una capacidad moral no podemos saber si aquello que decidimos es un bien absoluto o un mal absoluto es una apuesta siempre no tenemos otra cosa pero eso no es un mar de indiferencia eso es estar vivos en términos de tipo ojalá tuviéramos un manual un gran libro así de gordo en el que podemos decir a ver qué hago ahora esto que hago esta obra de arte que hago o esta opción ética en mi vida está bien o está mal y que alguien nos dijera no no hay manera de saber si está bien o está mal hay que hacerlo hay que arriesgarse y hay que aprender no hay otra me tengo pero esto nos lleva lejos no cree que el ser humano sea bueno por naturaleza hay gente que me elegido decía hacer el mal bueno esa es la gran parte de la ética socrática este me llamo esther porque tu nombre lo sé claro entre la ética socrática y la ética cristiana la ética de harman en el librote este gordo que tenemos lo tenéis por la plataforma podéis echar una ojeada y nos sirva como base para trabajar de hecho sería una invitación a todos los que os sintáis motivados por estas discusiones a que a que entréis a la ética de harman está colgada en pdf y echáis una ojeada aunque más no es la única opción que tenemos no sea la introducción que escribía harman que es una pieza maravillosa de literatura filosófica de los textos mejores escritos que yo recuerdo y que es muy clarificado pues bien ahí se plantea la contraposición entre la ética socrática que viene a decir que no hay malos ignorantes y la ética cristiana que viene a decir que todos somos malos de que somos por definición malos desde la caída del pecado original etcétera y en la versión calvinista como sabéis viene a decir que aunque intentemos ser buenos ni de blas lo vamos a conseguir que sólo dios con su infinita gracia nos puede rescatar de nuestra miseria como animalismo son dos visiones extremas seguramente ninguna de las dos sea enteramente defendible pero es bueno pensar sobre las consecuencias y sobre la por así decir la coherencia lógica pero esto lo vamos a hacer otro día porque si no voy a ser una mala persona que no le da de cenar a sus hijos a la hora convenida vale vamos a dar más clases sobre esto porque veo que aparte nos interesa quedan muchas cuestiones de ahí os en plazo a que le echéis una ojeada al menos a la introducción de la ética de harman veréis como disfrutáis como enanos y enanas con ella y la semana que viene retomamos en este mismo punto y hablamos de para mantenerse en nuestro campo de una estética socrática y una estética cristiana a ver si damos con él vale venga pues lo dejo que tengo ya los dos muchachos por aquí cuidaros nos vemos la semana que viene