Hola, buenas tardes a todos y a todas. Bienvenidos los que estáis aquí presencialmente en el Salón de Actos del Centro Asociado de la UNED en Ponferrada y también a todos aquellos y aquellas que nos ven a través de la plataforma de la UNED y que estarán, supongo, esperando a oír al conferenciante, en este caso a don Miguel Ángel Cordero, que para mí es también un honor poder presentarle aquí en nuestra universidad. Él es catedrático de Instituto de Enseñanza Media, doctor en filosofía con la tesis Implicaciones Éticas del Concepto de la Violenté en la obra de Julien Offret de la Métrie, Premio Extraordinario de Tesis, antiguo profesor asociado de la Universidad de León, articulista y conferenciante en temas relacionados con el pensamiento moderno y postmoderno y en particular con la historia de las ideas, especialmente en el campo de la estética y de la literatura. Tiene variedad de artículos y conferencias, citaré algunos para no alargarme, por ejemplo, la Amigüedad Postmoderna, que es una conferencia del curso académico de la Universidad de León, que fue la inauguración oficial del curso, Regreso a Ítaca, que es la conferencia de la inauguración del curso académico también en la provincia de León, otra conferencia de la Alegría, la Idea de la Técnica en Ortega, conferencia que dio del ciclo universitario en Benavente y artículo en estudios orteguianos, otra Tragedia o Tortura en el Sentimiento Trágico y Modernas en el Traité de la Métrie, que es un artículo en la Revista Universitaria de Filosofía y Letras, el Marxismo, una conferencia que ha dado en distintos institutos de León, por ejemplo en Padre Isla, en el Ordoño II, la Escuela de Frankfurt Herbert Marcuse, que es una conferencia en la Fundación Sierra Pamblain, el Puesto del Hombre en el Cosmos de Max Scheller, conferencia de fin de curso en el Instituto de Enseñanza Media de la Bañeza, el Guardador de Rebaños de Fernando Pessoa, artículo en una revista del Instituto del Daño II, Poética del Espacio. También ha escrito el libro Materialismo y Voluptuosidad en la Filosofía de Julien Offret de la Métrie, de la Universidad de León, y también es tertuliano, es actual coordinador de la Tertulia Literaria en el Hotel Quim II de León y también coordinador de la Tertulia Literaria en el Hotel Quim II de León. En cuanto a la conferencia que va a impartir, el profesor Miguel Ángel Cordero del Campo se titula Diderot, el sueño de la razón. Sigue cuando quiera, profesor. Adelante. Muchas gracias, señor. Ahora sí, perfectamente, sí. Gracias. Vamos pues con Diderot, el sueño de la razón. Bueno, título este que puede parecer... parece un tanto extraño, en el ambiente ilustrado del que... francés, evidentemente, del que Diderot, digámoslo así, emerge quizá como su figura más dominante, su figura dominante, teniendo en cuenta además, como veremos además a lo largo de esta charla, la radicalidad que le lleva, digamos, a destacar casi más en nuestro tiempo que en su propio tiempo, donde fue propiamente, no diré desconocido ni mucho menos, la fama de Diderot es innegable, pero no suficientemente conocido porque hay en él una inmersión, digámoslo así, en la clandestinidad, donde precisamente aparecen las obras de las que me gustaría hablar aquí especialmente. Son quizá las más representativas de Diderot y de alguna manera, digamos, forman un contraste con esa otra obra pública, de la que destacaría... claro, está la enciclopedia de Diderot d'Alembert. Vamos pues con él, y de entrada diré que parece que hay un enigma, el enigma Diderot o los dos Diderot, en parte ya lo he adelantado, el público y el clandestino, pero si hablamos de publicidad y de clandestinidad también podríamos decir que el público parece el filósofo razonable, racional, familiar, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, etcétera, mismo año. Decíamos familiar en casa, siempre con su mujer y sin embargo liberal tanto en su costumbre, en sus costumbres, como en su pensamiento. Podemos considerar que Diderot es un pensador liberal por encima de todo, lo cual en su tiempo no era, digamos, poco avance, poco progreso. Se reconoce como amante bien famosa a Sophie Bolland, con la que tiene una correspondencia que precisamente yo recomendaría como entre los textos más sabrosos de Diderot. Bohemio, a lo largo de diez años, una vez finalizados sus estudios, lo cual causa un tanto de extrañeza, ¿qué hace Diderot entre sus veinte y treinta años en París? Aparentemente nada, nada digno de especial relieve, salvo que, bueno, con su vida, con su vida, con su vida, como profesor o constructor de sermones para otros o traductor de obras, ahí, digamos, se emplea en el conocimiento de otros y sobre todo en el conocimiento del medio y de los parisinos y, digamos, en ese ambiente callejero que no es precisamente el de los salones que conocerá inmediatamente después. ¿Qué ámbitos vitales frecuenta o visita Diderot? Enormemente variados. También podremos, digamos, establecer una doble condición. ¿Qué ámbitos vitales frecuenta? Si queremos poner a la izquierda, como corresponde, evidentemente, los ambientes más bajitos, a la derecha, en cambio, pondremos los que corresponden a su encumbramiento reconocido socialmente. Por ejemplo, el contraste entre talleres y salones, los talleres, imprentas, pongo por caso, o talleres de oficios varios. Y hay que reconocer que tanto la enciclopedia como Diderot se preocuparon especialmente por los talleres de oficios varios. Y hay que porque la cultura y la cultura ilustrada se caracterizaba especialmente también por esa especie de protección de los oficios habitualmente despreciada en los ambientes cultos. Salones cultivararios, pero sobre todo el salón de su amigo Dolbach o Dolbach, el famoso varón Dolbach. En la Rue Goyal de París, allí se reúnen, digamos, semanalmente, y se reúnen aquellos ilustrados que podemos considerar un poco más radicales, librepensadores cuando no más o menos agnósticos o ateos. Y digo esto porque el mismo Diderot pasa por distintas etapas hasta manifestar su ateísmo con una relativa clarividencia, pero esto ocurrirá en su mayoría de edad y curiosamente además veremos como la trayectoria de Diderot va progresivamente siendo cada vez más radicalizada. Lo cual es raro, no suele suceder así. Pero es su caso. De las editoriales a las academias de ciencias, no fue reconocido por la de París, nunca fue bien visto o admirado en ese ambiente, pero sí fue reconocido como académico y nombrado como tal en las de San Petersburgo y Berlín. Cultiva géneros variados, géneros además que podían parecer no exactamente muy académicos porque no eran tan académicos como los de París. Coloquios, novelas, ensayos, no son precisamente tratados, tratados como los que escribió por ejemplo su amigo Dolbá o Elbecius, Claude Elbecius. Él escribe ensayos y los escribe teatralizados, dramatizados, en diálogo constante. Podría recordar a Sócrates, ¿verdad? Como si su pensamiento, en lugar de querer fijarse o certificarse o concluir, era un pensamiento definitivamente, prefiriera elegir esa situación de meandros, incluso de laberintos del pensamiento en discusión abierta con sus compañeros. Y frente a esto tenemos evidentemente, claro, la enciclopedia. La enciclopedia es pública y no voy a extenderme en ello teniendo como hemos tenido aquí la ocasión de la conferencia de Emilio Geijo sobre las dos enciclopedias de Diderot. Añadiré, por mi parte, que el pensamiento enciclopédico de Diderot es un pensamiento público sí, pero semipúblico, semiprivado en la medida en que algunos de los artículos, si no propios, ajenos y también propios, de alguna manera estaban ahí para disimular otros artículos que sí le interesaban a él especialmente. Aquellos que reflejaban mejor su modo de pensar. Así todos sabemos que la enciclopedia tuvo problemas de tal manera que, bueno, Diderot sabía cuáles eran sus límites y conocía perfectamente además también cuáles eran los límites de sus compañeros y amigos que en un momento dado le abandonan. No se atreven a seguirle tan radicalmente como él podía pretender. Sabemos ya de las prohibiciones momentáneas de la enciclopedia que tuvieron lugar en el año 1752 y 1759. Esta última más importante, más gorda por supuesto, sufre su texto Pensamientos filosóficos como dije antes y la cárcel le llegará con la publicación de la Carta sobre los Ciegos del año 1749. Unos meses de cárcel que ya le van haciendo pensar a Diderot sobre las dificultades con las que se va a encontrar en un futuro. De manera que Diderot se acostumbró a lidiar con la censura toda su vida. Eso mismo le impidió ser tan público como hubiera deseado ser. Y se sacrificó buenamente. En favor de una tarea como la de la enciclopedia y de un movimiento como el de los ilustrados digamos de signo más radical. Él es el alma de la enciclopedia, como sabemos. Reconozcamos sin embargo que en contraste con estas condenas públicas en París es recibido en la corte imperial rusa por Catalina II y su corte de una manera clamorosa y llamativa que no se corresponderá del todo con los frutos esperanzadores. Los frutos esperanzadores han sido liberados por Diderot como es lógico y habría que suponer. Ni en esa corte ni en ninguna otra. Como les ocurriría a otros. La metrinismo en Berlín o Voltaire también exactamente en Berlín. Se podría pensar que el objetivo general de esta filosofía aparentemente enigmática y chocante, extremada, polar en sus ocupaciones y ámbitos tiene como diálogo una situación diana central, la de pensar el límite, la paradoja hasta el límite, al límite. De tal manera que Diderot sí será un racionalista a su manera y será un empirista a su manera y no será ninguna de las dos cosas. Será un racionalista al servicio de la sensibilidad y será un, digamos, hombre sensible que no quiere ni permite dejarse descontrolar. No va a ser un prerromántico. Aquí mantendré la tesis de que no es propiamente un prerromántico contra la opinión bastante extendida de que Diderot se encontraría medio camino entre la ilustración o el racionalismo francés y el romanticismo que está al llegar. De todos modos, si hemos de contar con un prerromántico más claro, este será, claro está, Rousseau, con el que él mantuvo unos años de amistad. En el 59, digamos, de separación casi prácticamente definitiva de destinos, son muy distintos entre sí. Y habría que mencionar quizá también ya en Alemania a Kant, ese ilustrado que sin embargo en la vertiente práctico-moral mantiene una apertura a lo que luego será entendido como romanticismo y sobre todo por parte de sus alumnos, como por ejemplo Schiller y otros, Goethe mismo, etc. Dedicaciones entonces favorecidas por Diderot, la ciencia, la moral, la estética o el arte, la crítica del arte y todo ello ilvanado por un sustrato fundamental como un árbol que liga todo en su tronco que es la preocupación política, la lucha política. De todo ya hablaré en la medida en que dispongamos de tiempo, supongo que con cierta agilidad mi pretensión es presentar a un filósofo no bien conocido en su amplitud y por tanto en su unidad, pero en su unidad, digámoslo así, a rastrear tanto en la ciencia como en la moral, como en la estética o en el arte. El orden expositivo brevemente comenzaré por hablar del sueño de la razón en los siglos XVII y XVIII para extenderme ya un poco más en el sueño de la ciencia, sobre todo en el libro Le Rêve de D'Alembert, es decir, el sueño de D'Alembert, es quizá el libro fundamental, clandestino ya, pero insisto, fundamental en la producción de Diderot. Continuaríamos con el abismo de la moral a partir del texto Le Rêve de Rameau, es decir, el sobrino de Rameau, el famoso músico Jean-Philippe Rameau. En cuarto lugar, el sueño del arte y aquí me detendré muy brevemente en Le Paradox, sur le comédien, es decir, la paradoja del comediante o sobre el comediante y un poco de refilón hablaremos de los salones de crítica literaria que mantenía en la revista La Correspondencia Literaria con su amigo Grimm. De estos salones destacaré uno, el más importante, digámoslo así o así es tenido al menos, el del año 1767. Por último, Utopía Republicana, donde recogeré ya, por decirlo de alguna manera, el mensaje general. El mensaje general como punto de afluencia de todos los demás. El sueño de la razón en los siglos XVII y XVIII. La frase de Goya, ya sabemos que Goya pertenece a finales del XVIII, entra ya en el XIX, se sitúa ahí también a medio camino entre la ilustración y el romanticismo. Nuestro Goya, su frase reconocida por todo el mundo, el sueño de la razón produce monstruos, de ese grabado, ¿verdad?, número 43 de los capítulos, caprichos, ¿qué puede querer decir esta frase? Si recordamos un poquito el grabado, hay un hombre, parece joven, recostado encima de una mesa, de un escritorio, con una pluma, una especie de tintero, y revoloteando por encima de él, monstruos, búhos, etcétera, aves extrañas, más claras, más oscuras, dependiendo de la proximidad o lejanía al mismo, un gato extraño también al lado, a la izquierda. En actitud, por decirlo de alguna manera extraña, un poco monstruosa, digámoslo así. Esta palabra, monstruo, nos va a aparecer con frecuencia en esta charla. Y veremos qué evolución sufre y cómo, y hasta qué punto es central en el liderot clandestino, el monstruo. El sueño de la razón produce monstruos. Tengo yo también, como esas aves, que revolotear en torno a esta frase a lo largo de toda esta charla. Cabe entender que o bien la razón por separado, o bien la imaginación por separado, son ya monstruosas. Porque si la una duerme y la otra está vigil, hay ahí la mitad de una humanidad, falta la otra. Si juntamos las dos, razón e imaginación, entonces tendríamos algo parecido a lo que seguramente quería decir Goya en su famoso grabado. Pero en ese caso los monstruos ya no son exactamente lo que solemos entender como tales. Sino más bien, digámoslo así, productos del arte. Algo inclasificable y que por tanto de alguna manera podemos calificar de monstruoso. Monstruo viene del latín, algunos lo hacen derivar del verbo monere. Yo preferiría quizá inclinarme por mostrare. En definitiva, monere es algo así como aviso, anuncio de los dioses, ¿verdad? Y mostrare, ya sabemos, es exhibir. Exhibir o mostrar. Mostrar o avisar o indicar algo que se sale de lo normal por lo singular. Precisamente la singularidad será la característica, digámoslo así, que va a definir de algún modo lo que entiende Diderot por monstruosidad. La singularidad. No la universalidad ni la particularidad. La singularidad del este, ese o aquello único. Eso es monstruoso. Y en el mejor sentido de la palabra también. Diderot será reconocido como aquel que intentó sacar los monstruos a la luz. Hacerlos presentables. Es más, ver en ellos nuestra dimensión subconsciente o inconsciente. Pero enorme, tremendamente, terriblemente humana. Ese es su empeño. Muy extraño, muy atrevido para un ilustrado francés de la época. No digamos ya para un ilustrado de otro tiempo, de otro sitio. No. Pero de otro tiempo, de otro sitio. El caso de Goya, por ejemplo, en España. Y todos sabemos lo que padeció Goya en aquel entonces. ¿Y qué ocurre en lo sucesivo? ¿Qué ocurre en el siglo XVII como en el sueño del barroco? Muy brevemente, los sueños de los que habla Quevedo, su libro Los sueños, o por ejemplo La vida es sueño de Calderón, son temas recurrentes, muy frecuentes, y no es de extrañar porque el barroco mismo es, una época onírica, es decir, que se presta precisamente a lo que el sueño manifiesta de inconsistencia, de mutabilidad, de intercambiabilidad, etcétera. Como sabemos a través de los análisis, por ejemplo, realizados por Freud, ¿verdad?, en el libro de los sueños, en su libro sobre los sueños. El sueño es una realidad irreal, es un engaño maravilloso, el término de la maravilla es frecuente en la época también, la maravilla que, naturalmente, ¿por qué los sueños? ¿De qué su importancia en este siglo? ¿Por qué en el barroco? Porque no podemos desviarnos de una realidad estable que deja de serlo. Ni económicamente, ni políticamente, ni culturalmente, el barroco ofrece la seguridad y la garantía o estabilidad que ofrecía, por ejemplo, anteriormente el Renacimiento. Hay una especie de caída en el ánimo, es decir, caída psicológica, caída social, caída moral y de todo tipo, e inflexión lingüística, retorcimiento en el lenguaje que corresponde a ese retorcimiento del ánimo propio de la época. Este es el barroco. Los sueños, digámoslo así, se adelantan en el proscenio cuyo telón de fondo, seguía siendo la sustancia de Aristóteles, sosteniendo el entramado de los sueños móviles, mudadizos, pero esa sustancia se antojaba cada vez menos sustancial, menos sustentante, menos segura, menos estable, menos sólida. Nos encontramos en una época relativamente trágica, azarosa, como en el aire. Esto lo encontramos tanto en la novela de Cervantes como en la pintura de Velázquez, o por ejemplo en el teatro de Calderón mencionado anteriormente. Si se fija uno un poco en ellos, no sólo es que hablen de los sueños, es que su tema es ya el sueño. En Velázquez, por ejemplo, es esa pintura del momento, la luz en un momento dado, monstruosa, y las meninas mismas son de alguna manera monstruosas, como lo serán después tantas pinturas de Goya. O en Calderón, el gran teatro del mundo también, el teatro de las apariencias, el teatro es muy importante. Al lado del sueño, el teatro, por ejemplo, cubre una enorme dimensión cultural. Todo es representación, no hay nada seguro, no hay nada sólido. En alguna medida me puede parecer este tiempo nuestro recordatorio de aquel barroco, o que por lo menos nos liga con aquel, digamos, un enlace cultural que me parece cada vez más claro. Esa picaresca está hoy tan de manifiesto que insistir en ello no sé si es perder el tiempo o entablar una especie de charla con, por ejemplo, nuestro presidente del gobierno que vendría a ser más o menos lo mismo. Así que ahí los tenemos. ¿Qué es lo que suple esa sustancia alicaída, un tanto agrietada, aristotélica en el siglo XVII barroco? Pues la revolución cartesiana, la revolución de la ciencia, la revolución mecánica. En adelante, la única forma que se les ocurre a estos franceses del XVII de afrontar la tragedia barroca es erigir la solidez matemática de un espacio y un tiempo homogéneos, iguales, infinitos, inmutables. Que luego Newton transformaría en los sensorios de Dios y por tanto, de algún modo, sujetos a su vez por Dios. Reconozcamos que esto también requiere una especie de poder externo en paralelo. Por ejemplo, una monarquía absoluta. De modo que en el siglo XVII se está hablando de absolutos constantemente. Se necesitan para afrontar un estado de ánimo que ya no se tiene en pie. Que literalmente ya no se puede tener en pie. En el Quijote, por ejemplo, aún tenemos un cierto ánimo previo y eso que cabría distinguir ahí entre el ánimo de Rocinante ese caballo alicaído, escéptico, que no cree en nada y los antiguos caballos, sea del Medievo, sea del Renacimiento mucho más seguros de sí mismos, como Babieca, mucho más confiados en sí mismos. Con ellos empieza precisamente el Quijote. Miguel de Cervantes, con ese diálogo entre los caballos es un diálogo simbólico de la diferencia entre el Renacimiento y barroco, precisamente. Descartes, pues, al erigir el espacio y el tiempo, opone a esto. La verdad como certeza, la verdad como certeza. No la verdad como sorpresa, sino la verdad como certeza. Ya en el yo, las ideas claras y distintas y por supuesto en el mundo. Un mundo que no es sino espacio-tiempo al que cabe reducir todo tipo de materia, todo tipo de cosa. Todo es, en última instancia, extensión. Y extensión homogénea e infinita. Esta es la seguridad que nos ofrece Descartes. Una seguridad que, naturalmente, requiere a su vez, según él, el auxilio divino. No es una seguridad, por tanto, tan sólida como pudiera parecer. Sin entrar en pormenores, Dios garantiza no sólo la objetividad propiamente dicha del lenguaje matemático sino también esa realidad que no es realidad de los sentidos de los que no se fía Descartes ellos nos conducirían al sueño barroco de nuevo sino la seguridad de la idea clara y distinta que construye la razón, que o evidencia la razón o a partir de las evidencias construye la razón. El sueño queda pues reprimido y otro tanto ocurre con Baruch de Spinoza este filósofo hispano-holandés afincado en Holanda, en Ámsterdam precisamente que continuando por esa senda maravillosa así les pareció en su tiempo, naturalmente, a las gentes del siglo XVII de la mecánica cartesiana, matemática sin embargo unifica el mundo divino con el resto de, digámoslo así es que no hay más que una sola substancia es la divina luego todo lo demás, es decir, la substancia del yo y la substancia del mundo cartesianos se insertan en la substancia divina y entonces tenemos que vernoslas como una sola substancia lo cual simplifica mucho las cosas y hablo de la coherencia crecientemente importante y realzada naturalmente en el siglo XVII con que se trata de apuntalar la seguridad mental aún no suficientemente segura según Spinoza en el pensamiento de Descartes hay un rasgo particular de Spinoza y no me quiero detener, y es el del determinismo según el cual, tanto si hablamos de pensamiento como si hablamos de extensión que son los atributos de esa única substancia divina no es un dios aparte es el dios identificado con las cosas todas podemos hablar de panteísmo otros hablaban o preferían hablar de ateísmo ¿por qué ateísmo? él dice panteísmo en cualquier caso, se trate de lo que se trate determinismo universal significa que ya no cabe imaginación que ya no cabe sueño que ya no cabe frivolidad alguna que de alguna manera oponga resistencia al paso seguro y estable de la razón humana la ética de Spinoza como todo el mundo sabe o le sonará quizás se titula ética more geometrico demonstrata es decir, es una ética con vocación matemática de orden en realidad dios no es más que ese mismo orden no es otra cosa no es un dios trascendente y ese dios impone determinismo determinación rígida paso a paso no hay huecos la imaginación sobra por completo porque es la facultad de los huecos del misterio del incontrolable sobra los sueños fruto de la imaginación evidentemente sobran también no sólo sino motivo de duda y que induce al equívoco, al error así nos encontramos en el siglo XVII con estos baluartes de solidez frente a la tragedia barroca podemos hablar de Spinozismo igualmente el Spinozismo no sería sino aquella filosofía procedente de Spinoza o si queréis bueno, modo de pensar amplio procedente de Spinoza que en forma de libertinismo se extiende por los ambientes urbanos París por ejemplo a modo de filosofía práctica y también teórica tiene las dos vertientes de manera que se ensalza la facultad de la libertad frente a cualquier designio trascendente de lo alto divino, etcétera y aquí podríamos destacar por ejemplo esta especie de grupo de Boulainvilliers es decir la cote guila el grupo de Boulainvilliers que siendo Spinozista ya no habla de Dios sino de un mundo autosuficiente que digámoslo así reúne las prerrogativas reúne los atributos de Dios en sí mismo sin necesidad de intervención externa Dios no sería necesario ni como motor del mundo ni como providente ni como acompañante y por supuesto mucho menos el dios del misterio Spinozismo muchos de los Spinozistas ni siquiera conocían a Spinoza o no conocían o habían leído la ética pero de alguna manera seguían el rastro de otros libros de Spinoza o de lo que podría ser ese ambiente y se llamaban a sí mismos Spinozistas o libertinos o libertarios muchos de ellos naturalmente en actividad clandestina y que pasaban se pasaban los textos unos a otros como se decía entonces el lenguaje de la época bajo el abrigo como tendrá que hacer naturalmente en el XVIII también Diderot y sus colegas los radicales anticlopedistas es la influencia francesa holandesa la que digámoslo así incide inmediatamente y fuertemente en Diderot sólo negativamente por ejemplo negativamente Descartes pero será la digamos la influencia inglesa la que si recordamos de orden más bien empírico los ingleses siempre han sido gentes muy prácticas a ras de tierra y no se han dejado digamos arrastrar fácilmente por estas nieblas mentales del continente nieblas de la razón constructora que fabrica hipótesis por su cuenta y Newton siempre dijo aquello de hipótesis non fingo las fingió pero fingió que no las fingía es decir que es un ficcionador un poco extraño este Newton ingleses que aportan ese lado empirista o empírico que faltaba en el continente ahora bien lo curioso es que quien influye inmediatamente en el joven Diderot no es ninguno de los empiristas reconocidos como Locke o el mismo Newton y en todo caso la influencia de estos es más bien casi negativa que positiva en la medida en que todos ellos son analíticos influye Shaftesbury Shaftesbury es un neoplatónico inglés cosa también extraña si a simple vista parece que no va con la tradición inglesa y con esa visión suya armonista del mundo y quien dice armonista o cosmicista dice bueno una visión congratulante fácil para el ser humano que ya no depende tiránicamente de la divinidad y cuya moral no es necesariamente religiosa sino más bien estética esto es muy importante en Diderot de aquí ha de digamos absorber Diderot su vocación esteticista armonista partidario del orden y de un orden entendido no sólo como orden científico sino también como orden estético e incluso como algo híbrido entre los dos ese enigma Diderot es el enigma también de su propia actitud ante la ciencia y el arte o la ciencia y la estética la moral en medio pero es que la moral de la que nos va a hablar Diderot como veremos es sobre todo una moral estética no la moral convencional que a él mismo le tocó sufrir digámoslo así y defender durante mucho tiempo en su juventud y particularmente en su teatro qué ocurre aquí sin embargo ocurre que en el año 90 en el año 49 Diderot publica la carta sobre los ciegos Lettre sur les aveugles esta que le va a llevar a la cárcel como indiqué al principio y en ella aparece este pequeño texto al que doy lectura el ciego Sonderson en diálogo con el obispo anglicano Holmes le dice ¿qué es este mundo? se pregunta el ciego Sonderson una materia originaria en fermentación con seres como yo un compuesto sujeto a revoluciones que indican una tendencia continua a la destrucción una rápida sucesión de seres que se empujan unos a otros y desaparecen una simetría pasajera un orden momentáneo sin embargo todos pasaremos el tiempo la materia el espacio no son quizá más que un punto ante el viejo Holmes crédulo en el viejo orden simétrico esto parecía muy fuerte y la respuesta de Sonderson debió de resultarle muy violenta porque en el mismo texto Sonderson acaba perdiendo la vida debido a la emoción con que por fin se libera de la constricción social y cultural a la que se ha visto sometido su mundo de los ciegos no es el mundo de los videntes el de los videntes es espacial y por tanto instantáneo el orden aparente de las cosas ahí está en cambio el orden del ciego el mundo del ciego es temporal desde ese punto de vista hay que tener en cuenta el tiempo y si tenemos en cuenta el tiempo y las largas dimensiones temporales que han precedido a nuestro propio tiempo quizá quepa sospechar que en medio ha tenido que haber muchos productos monstruosos degenerados o intermedios como enseguida se descubrirá por parte de científicos como Tremblay y su famoso pólipo de agua dulce lo que no tiene lugar en el tiempo momentáneo en este tiempo presente pudo haber tenido lugar como no en la infinitud de los tiempos transcurridos hasta el presente orden, desorden orden-desorden físico orden-desorden moral el ciego Saunderson parece poner el mundo de la época el mundo de Shaftesbury patas arriba y esto con una diferencia de dos o tres años desde la traducción que de Shaftesbury había hecho Diderot concerning virtue or merit es decir, la investigación sobre la virtud pues lo pone patas arriba ¿de qué virtud se trata aquí? de la virtud del monstruo en el libro texto pensé sobre la interpretación de la natura del año 53 cuatro años más tarde del escrito sobre los ciegos que por supuesto había salido ya de la cárcel Diderot ahí resume y lo resumo yo a mi vez también muy rápidamente lo que podríamos entender como su propio método de investigación no va a ser el cartesiano de tanta resonancia de tanta importancia en Francia era el método de la luz era el método de la transparencia mecánica era el método de la evidencia en las naturalezas simples pues no va a ser ese método y no lo va a ser porque la vida misma no lo va a permitir para dar cuenta de la vida no es posible ya el último extremo seguir el camino de la transparencia lumínica de la ilustración del siglo cartesiano de las luces ni tampoco va a seguir el camino de Newton que es un camino atomista no es exactamente el camino digamos cinematista de Descartes o de Galileo es el camino atomista ya sabemos que Newton compatibiliza los átomos con la existencia de Dios, etc, etc y a pesar de esas ficciones no existentes en su pensamiento sin embargo monta los axiomas de la física moderna que hoy seguimos tranquilamente de manera que claro que hay hipótesis ¿cómo no las va a haber? la física ya es necesariamente hipótesis es la gran hipótesis el mundo de la física nada tiene que ver siendo ciencia ¿cómo es? con nuestro mundo sensible es un mundo racional de arriba abajo como dirá más tarde mucho más tarde ya en nuestro siglo XX este escritor francés no recuerdo el nombre sí Garaudy Roger Garaudy hay que salvar los obstáculos epistémicos para poder digámoslo así construir un saber científico que se precie de tal obstáculos epistémicos siempre son los obstáculos de la imaginación o de la sensibilidad y Newton naturalmente parecía inconsecuentemente admitir de una parte la vía empírica y de otra parte la vía racional, naturalmente su camino estaba lleno de obstáculos epistémicos pero ¿qué nos dice la vida? la vida nos dice que hay que entender al individuo como una organización y por tanto como una cooperación de miembros y no como una simple suma de partes organización que tiende a la conservación, a la propia conservación dotado de memoria irritable que no es lo mismo que sensible la sensibilidad corresponde ya a un nivel digamos animal no propio necesariamente de los seres dotados meramente de irritabilidad como las plantas dotado de impulso a su vez que se reproduce específicamente cosa que no ocurre en los seres inertes o inorgánicos y dotado por tanto de un ritmo es decir, ya no solamente de una organización digamos espacial de miembros, sino de un ritmo el ritmo de la vida el ritmo del corazón por ejemplo o de los pulmones etc, etc el ritmo de la digestión quizá el carácter que pudiera reflejar todos esos mencionados sea el de totalidad resulta que la vida no se conforma como el punto matemático con la mera justa posición sino que requiere exige visión de conjunto armónica aquí aparece Shaftesbury de alguna manera, en el campo de la biología o de la fisiología como se decía entonces no ya en el campo de la estética pero aquí está la influencia latente de Shaftesbury y que pensar de la evolución se hablaba de evolución en aquel entonces no si por evolución entendemos teorías evolutivas, no las hay y las que hay en todo caso son tan toscas que son más también producto de la imaginación para salir del paso por ejemplo las de Bertrand de Maillet pues son prácticamente esos productos bueno, de la imaginación para salir del paso hay pensamiento evolutivo, es decir hay algo que me parece muy interesante la necesidad de dar cuenta de una unidad en el mundo de la vida no necesariamente ciega sino armónica de todos modos el problema es que hay que contemplar los dos terrenos, los dos campos las dos necesidades armonía y determinación determinismo línea curva o espiral por una parte, armonista que vuelve una y otra vez sobre lo mismo inquiriendo sobre las semejanzas o los paralelismos posibles y la línea recta determinista que busca conquistar espacios que no atiende a finalidad alguna ciega ambas se conjugarán en Diderot si nos fijamos un poco van a ser la línea de Shaftesbury por una parte y de Spinoza por la otra y son dos paradigmas contrapuestos entre sí y ambos en Diderot, como saldrá librado del asunto hay quien ha precedido a Diderot, claro que sí en la ciencia voy a mencionar simplemente dos nombres hay muchos más pero quizá los más reconocidos en su tiempo fueran los de Maupertuis que también compartió con él bueno, con Lametris estuvo en Berlín murió en el año 56 mucho antes que Diderot un poco después que Lametris en la corte de Federico II Maupertuis en el terreno de la vida hablaba de moléculas orgánicas materiales dotadas de psiquismo de un cierto psiquismo memoria, simpatía, impulso que aparecidas por generación espontánea y aquí ya tenemos un problema sufren mutaciones en generaciones sucesivas que dan lugar a variaciones específicas esas mutaciones acabarán dando lugar también a esto que llamábamos antes monstruos los cuales en principio no podrán sobrevivir porque no pueden adaptarse es decir, no cabe conjugar unos monstruos con otro o bien con aquellos seres que podemos llamar normales no con lo enorme fuera de la norma sino con lo normal Buffon el famoso historiador natural su historia natural habla dentro siempre del campo amplio de la vida de prototipos aparecidos por generación espontánea, una vez más generación espontánea que sufren cambios ambientales el calor y de tal modo que por ahí puedan aparecer variaciones una vez más específicas que den lugar también a caminos inesperados pero aquí hay una diferencia con Maupertuis esos monstruos pueden tener mayor viabilidad de la que sospechaba Maupertuis y que le vendrá muy bien a Diderot para ver en ellos aquellos largos tiempos infinitos de los que hablaba el ciego Sanderson, es decir la posibilidad de monstruos que no necesariamente estén condenados a la desaparición, por ejemplo esos seres que no son aparentemente ni animales ni vegetales o bien esos seres fraccionados, fragmentados se reproducen íntegramente cada uno de sus fragmentos como si se tratara de un ser único y completo ¿y cómo así ha de ser? ¿cómo es posible esto si partimos de la consideración del alma como forma del cuerpo y por tanto de la unidad corporal en manos de esa directora que es el alma? ¿qué concierto es este en que cada instrumento orquestal puede recomponer desde sí mismo la orquesta entera? ¿qué mundo es este? De ello habla Diderot en su artículo animal de la enciclopedia muy interesante, porque es todo un diálogo con Buffon textos de Buffon, comentarios de Diderot alternándose lo uno con lo otro Diderot conocía muy bien la ciencia de su tiempo, porque entre otras razones tuvo que ocuparse de ella para poder sacar adelante los textos enciclopédicos, los textos de la enciclopedia de manera que si él no fue un científico propiamente dicho sí fue un divulgador y lo que es mucho más importante fue un pensador de esos mismos textos con una unidad de pensamiento que los propios científicos no se atrevieron o no no quisieron o no pensaron posible que fuera su camino, su destino así por ejemplo dentro de estos científicos los hay preformacionistas o gerministas es el caso por ejemplo de alguien tan famoso como puede ser por ejemplo Haller o Bonnet o yo qué sé Swammerdam o Malpighi y tantos preformacionistas todos ellos se reproducen infinitamente aunque se trate de partes infinitamente pequeñas cálculo integral que llevó a pensar que en el campo de la vida los espermatozoides por ejemplo podían muy bien albergar gérmenes que serían algo así como dobles del ser vivo que de ellos partiera en un futuro teoría esta que bueno de alguna manera salvaba la posibilidad de dar cuenta de la evolución y desarrollo de los seres pero que no llegaba más allá por ejemplo nos salvaba la posibilidad de dar cuenta de los cambios específicos de una especie a otra o de las conexiones entre especies o de esas especies híbridas de que hablábamos antes así pues se apunta un nuevo camino la epigénesis y este si es el camino que escogerá Diderot con Maupertuis y con Buffon las moléculas sensiblemente inertes se activan por ejemplo en la asimilación nutritiva pero siempre se requiere naturalmente una parte viva el problema será cuando se dé el salto en el vacío lo veremos el cambio es posible por la continuidad heterogénea molecular es imprescindible que haya continuidad y por tanto línea posible de progreso de evolución y sin embargo heterogénea para que pueda haber cambio también evolución posible esta bisagra de lo continuo heterogéneo es lo que ha de caracterizar el pensamiento íntegro de Diderot no sólo en la ciencia pero ya en la ciencia estas moléculas con su tendencia potencial de combinación y según afinidades dan lugar a los cuerpos superiores y en este mismo texto el método no será el racionalista no será el empirista ni el continental cartesiano ni el empirista analítico inglés será algo mixto será un método inductivo a partir de observaciones propias de hombres de ciencia que presentan en sus congresos inducciones más o menos logradas y el salto hipótesis es la cojetura de la razón que de alguna manera rellena los huecos de esas inducciones es decir ahí la razón ya se lanza ahí ya la razón sueña pero la razón lleva el timón y el sueño vamos a decir de la imaginación aporta esa especie de pequeña locura necesaria a la razón para dar el salto un salto que va a ser tremendo de una riqueza y una capacidad que nunca hubieran sospechado ni el pensamiento ortodoxo de la época ni tampoco estos científicos se va más allá esto requiere por tanto una idea que es interpretación de la naturaleza la naturaleza no se nos abre sin más no es tampoco el libro matemático de Galileo escrito en lenguaje matemático es un lenguaje vivo y requiere una interpretación viva tensa de continuidad heterogeneidad esa especie de visión trágica en el mejor sentido de la palabra trágica de la vida eso es lo que pretende aportar Diderot aquí y en el arte aquí y en la moral interpretación de la naturaleza pero la naturaleza como límite infinitamente creadora pero necesitada de interpretación infinita a su vez también incluso cuando lleguemos al arte veremos como este no es sino una recreación de la misma riqueza natural que se hace a sí misma el principio general que gobierna este texto y que se ha hecho muy famoso luego es el determinista de que si no hay cadena universal de fenómenos no hay verdadero conocimiento no hay filosofía no hay pensamiento la línea recta de Spinoza llegamos pues a un monismo biológico que muchos han llamado monismo materialista y no está mal siempre que se tenga en cuenta lo siguiente Diderot no pretende ser materialista de entrada pretende ser digamos un racionalista que da cuenta de los hechos de la vida si eso nos ha de llevar a lo que otros llamen materialismo aceptémoslo sin intervención divina ni de otro tipo monismo biológico monismo material monismo materialista como gran hipótesis más sencilla coherente para poner orden en los fenómenos pasamos al sueño de d'Alembert este matemático d'Alembert este matemático que sueña el sueño de la razón de d'Alembert viene precedido este sueño por la conversación entre d'Alembert y Diderot de la que apenas puedo decir nada aquí porque no tenemos mucho tiempo salvo apuntar lo siguiente es muy interesante en las pocas páginas de este porque se trata de una trilogía en realidad el sueño de d'Alembert es una trilogía la conversación el sueño de d'Alembert que es la parte central y más importante la continuación de la conversación primera que es de una radicalidad increíble por ejemplo cuando habla de la hibridación de las especies una de las cuales es la humana o por ejemplo habla del sexo en un sentido tan libre y tan abierto como no se podía imaginar en aquel entonces no solo en relación con el matrimonio sino con la masturbación etc, etc lo que es natural es natural no le llamemos antinatural, llamémosle otra cosa pero natural es no me podré detener tampoco mucho en ello pero la conversación la que mantienen el médico Bordeaux y Mademoiselle de l'Espinache que es digna de un escenario porque aunque no haya mucho movimiento, y lo hay también y tenemos ahí a d'Alembert soñando también que también tiene su interés tres personajes en la escena pues es una muestra de esta literatura y filosofía dramática en diálogo constante y tenso que es lo que más le gusta a Diderot no le gusta exponer tratados también escribe tratados o cosas parecidas a tratados por ejemplo sus elementos de fisiología o sus principios sobre la materia y el movimiento pero no son sus libros ni preferidos, ni más famosos en él ni donde su pensamiento digamos esté en acción y demuestre su certeza como pelea eso significaría certeza prioritariamente y no lo que tristemente significa hoy como seguridad o meta acertar es pelear certeza es pelea y sólo ahí se demuestra digamos el valor o la calidad de los contendientes una vez que se ha vencido ya no hay certeza que demostrar dice en esta conversación entre D'Alembert y Diderot lo siguiente el tema es el de la sensibilidad universal de la materia es decir damos un paso más allá ya no se trata solamente de dar cuenta de los niveles superiores de la vida a partir de los inferiores sino de dar cuenta de la vida misma de la organicidad a partir de la materia inerte y pone un ejemplo que es llamativo, famoso también de la conversión de mármol de una estatua en humus o tierra fértil a partir de la cual se produzca vida vegetal y a su vez también vida animal y humana el proceso es ingenioso pero bueno no tiene mayor interés lo que tiene realmente interés es la idea una idea completamente nueva materialista a más no poder todo está vivo incluso lo inorgánico naturalmente para ello hay que hablar de materia inerte y de materia activa y del paso de la una a la otra y de qué puede, digámoslo así producir ese paso como por ejemplo en el caso del huevo que él pone siempre como ejemplo el huevo es una materia inerte que fecundado digamos por el germen a su vez materia inerte también dice Diderot sólo mediante el calor consigue digámoslo así digamos el ámbito preciso y acomodado para dar lugar a la producción de la vida este es el tema y así se presenta D'Alembert no es que esté muy de acuerdo más bien no está y presenta muchas objeciones reconocidas y tradicionales a Diderot pero en la segunda parte en el sueño de D'Alembert aquí ocurre lo siguiente D'Alembert entra en una especie de sopor recogido por Madame de l'Espinache o Mademoiselle de l'Espinache que transfiere esas palabras enigmáticas a Bordeaux, el médico que es como una especie de doble de Diderot pero médico y por tanto un hombre que conoce un poquito de qué va el discurso que en su pesadilla en su onirismo baraja D'Alembert dice expresamente y voy a referirme a algunos textos breves como una gota de mercurio se funde en otra gota de mercurio una molécula sensible y viviente se funde en otra inicialmente había dos gotas tras el contacto sólo una por asimilación la sensibilidad se vuelve común a la masa común contiguidad convertida en continuidad por fusión si esto se extiende entonces cabría pensar que en todos los ámbitos de la vida tendríamos, digámoslo así un proceso similar o paralelo por ejemplo cuando hablemos de la fibra de qué se trata entonces no se conocían las células las neuronas se habla de las fibras las moléculas son esos componentes fibrosos como hilos digámoslo así que pueden ser nerviosos o no la fibra con otras fibras componen haces de fibras que digamos acaban formando una red y la red es a su vez un tejido de los cuales o del cual se conforma un órgano estos órganos unos con otros coordinados conforman un agregado por ejemplo un ser vivo cualquiera nosotros mismos y nosotros mismos a su vez coordinados socialmente económicamente etcétera conformamos un todo y no sólo un todo humano sino un todo con todo lo demás como veremos todo pasa permaneciendo el todo únicamente el mundo comienza y acaba sin cesar y en ese inmenso océano de materia ninguna molécula se parece a otra ni siquiera a sí misma es chocante contra el mundo homogéneo cartesiano contra el mundo continuo de puntos iguales estas moléculas dentro del ámbito de la vida tan discontinuas tan diferentes unas de otras que ninguna se parece a ninguna otra ni siquiera a sí misma es decir el tiempo está labrando siempre la diferencia continuidad pues en la diferencia o diferencia en la continuidad ya sabíamos que de esto se iba a tratar y por aquí sigue Diderot él habla de un ejemplo el enjambre de abejas pueden conformar la apariencia de un organismo ya no sólo contiguo sino continuo y dice él es un experimento mental si se ablandan sus patas llegará un momento en que ya verdaderamente actúen y se comporten como un único ser es la imaginación de Diderot la que ayuda a su razón para dar cuenta de lo que de todos modos habrá que dar cuenta y es de la conformación de los agregados y de los todos a partir de los elementos todo es singular pues cada molécula es singular todo es enorme y todo es monstruoso en su raíz es decir potencialmente esa singularidad de cada molécula puede llevar a no se sabe qué a vaya usted a saber dónde es decir dónde nos puede llevar esta singularidad el camino de la singularidad es siempre temible no es desde luego el camino de la razón matemática cartesiana todos los seres circulan unos en otros por tanto todas las especies todo está en flujo perpetuo todo animal es más o menos hombre todo mineral es más o menos planta toda planta es más o menos animal no hay nada preciso en la naturaleza contra toda clasificación posible de especies si entendemos dicha clasificación como algo definitivo y por tanto como mundos estancos dependientes directamente quizá de Dios o de un alma del mundo ajena, externa no, aquí hay un camino único para todas las especies la simplificación es evidente el riesgo también y naturalmente el choque de Diderot con el mundo social de su tiempo con los prejuicios o el pensamiento de su tiempo con la teología de la Sorbona por ejemplo se relativiza el principio de identidad cuando pienso que por ejemplo los nacionalismos reivindican constantemente su identidad y cuando damos vueltas a los celos con que se pelea a favor de la identidad este mundo de Diderot está exactamente en la preocupación opuesta no es la identidad lo que importa la identidad no es real ese es un mundo nuestro de celdas, cómodo para situarnos y situar las cosas en el caso de las especies en el caso de los seres vivos ya digo que en la suite de L'Entretien hablará de la hibridación de las especies de manera que más o menos tierra más o menos agua, aire, fuego más o menos de uno u otro reino natural nada es esencial a un ser particular pues toda cualidad es participada por todos los seres aunque predominen unos más que otros tema de la participación universal esto me lleva incluso bueno seguimos un momento que queréis decir con vuestros individuos se dice Diderot, no los hay en absoluto no hay más que un gran individuo es el todo no es de extrañar pues que todo participe de todo porque en última instancia y esto recuerda un poco a aquel Spinoza no hay más que una sustancia podemos llamarla divina si queremos o como en el caso de Diderot llamarla simplemente todo que ni siquiera tiene carácter sustancial de digamos estabilidad que supone el mismo concepto y término de sustancia etimológicamente no, no, es un todo que se está haciendo constantemente infieri y que nunca se remata, nunca se acaba nunca se termina y que nos está maravillando constantemente yo aquí por ejemplo subrayaría la proximidad entre el pensamiento científico de Diderot y su pensamiento estético es como si habláramos de una metáfora universal todo está en todo cada cualidad está de alguna manera reflejada en todas partes es una filosofía que reúne un tanto de poesía al fondo se rechaza el individualismo burgués por parte de Diderot su liberalismo no es precisamente de este cuño burgués del que se va distanciando cada vez más cada vez más pronunciadamente Diderot las cosas particulares son tan sólo momentos tendenciales de una red o relación total todo es tendencia todo es relación y nada es cosa sustante o sólida definitiva ahí, no en ese sentido no hay esencias fijas, clavadas, no estando vivo y terminamos con estos textos reacciono en masa muerto en moléculas nada muere del todo nacer morir es cambiar de formas y qué importa una u otra forma si cada cual tiene el placer o la desgracia que le son propios no hay un punto en la naturaleza que no sufra o disfrute no sé si es un consuelo suficiente verdad vernos en moléculas sufriendo o disfrutando en una vida posterior así lo imagina Diderot el sueño de la razón es una especie de escala hedonista del ser y se me antoja también un anticipo de lo que luego en Francia, en el siglo XIX en manos de Baudelaire el autor de las flores del mal en uno de sus poemas primeros del texto de las flores del mal se habla de las correspondencias de ahí surge precisamente ese simbolismo que procedente del romanticismo tiene una mayor capacidad para observar las cosas que tenemos delante que los mismos románticos aunque de luego se eleve a una especie de mundo unitario de correspondencias entre las cosas esa especie de metáfora universal o espíritu universal por encima de las diferencias entre unas y otras cosas diferencias siempre aparentes y Baudelaire fue un admirador de Diderot sobre todo de sus críticas de salones es decir, del apartado más próximo al arte o a la estética ¿cuál es el puesto del hombre en este todo? probablemente es también una red su pequeña red a la que compara por ejemplo Diderot con una araña en el centro de su tela la tela forma parte de la araña, es segregación suya esa segregación fibrosa ¿verdad? y de tejido y el cuerpo de la araña es como nuestro cerebro atento a cualquier perturbación producida en la tela así también nuestro organismo dotado de sistema nervioso está atento a cualquier perturbación ante un estímulo y por tanto ante la posibilidad de respuesta sea consciente o no lo sea dependiendo del sistema a recorrer por parte del estímulo una red nerviosa receptora de estímulos, emisora de movimientos que si sufre una mutilación por ejemplo en alguna de sus fibras la acusará después como la mutilación correspondiente en una facultad o bien no una mutilación pero si una alteración y sobre todo si es suficientemente importante que conlleve alteración también orgánica y por tanto variación monstruosa naturalmente si hemos de hablar de pensamiento evolutivo habrá que hablar también y suponer que estas variaciones específicas forman parte también de lo que podríamos llamar orden aun dentro del desorden de eso se trata de discutir el orden aquel que no parecía tener en cuenta la importancia del desorden para hacer elevar al orden a un nivel superior a una especie de meta-orden ahí en esa médula, en ese centro está el pensamiento de Diderot el monstruo como lo natural porque no y tiene una frase curiosísima quizá el hombre dice allá el médico Borde no sea sino el monstruo de la mujer y viceversa chocante porque entonces uno se pregunta pero bueno que entienden todos por monstruosidad si llega nada menos que a emitir esta posibilidad hipotética de entrada podríamos indicar simplemente esto si la sociedad llama monstruosa aquella cosa que no es asimilable por esa sociedad por los valores de esa sociedad naturalmente Diderot tiene que desmarcarse y entender como monstruosa incluso esa cosa, pero en sentido positivo y podemos hablar entonces de monstruosidad biológica o de monstruosidad política pero no necesariamente en el sentido convencional social que Diderot tiene en cuenta lo conoce, lo sabe lucha contra ello precisamente pero no hay por qué reducirlo a ello toda tendencia es ya potencialmente monstruosa en tanto que es diferencia toda diferencia es de alguna manera singularización y hemos quedado en que toda singularidad manifiesta ya una al menos potencial tendencia a lo que podría llamar monstruosidad futura sea esta adaptable o no lo sea claro no hay seres normales llega a decir un comentarista de Diderot me ha llamado la atención su contundencia Jean Meyer de la Universidad de Montpellier dice no hay seres normales en última instancia nos servimos de las normas nos servimos de las leyes son referentes nuestros los necesitamos, son útiles pero no los tomemos tan en serio porque propiamente hablando ningún ser responde propiamente a la norma no sigue rectilíneamente la directriz de la norma aparte de esta red nerviosa, el centro nervioso no me quiero detener mucho en él se caracteriza sobre todo por la memoria acordémonos de aquellas facultades psíquicas en las moléculas orgánicas de Mopertui una de ellas era la memoria pues bien esta memoria se potencia enormemente en el ser humano donde constituye el centro psíquico vital constructor de lo que hoy llamaríamos sentido es decir, visión de totalidad ya no espacial sino temporal correspondiente a la visión de totalidad del cerebro con relación al resto de la red nerviosa la imaginación tiene una enorme importancia también corresponde a este centro nervioso claro está, es esa facultad de la representación en ausencia del objeto o esa facultad de la presentación o de la presencia y dice él si lo es en ausencia del objeto es tanto más fuerte y creíble en cambio, si la imaginación trabaja sobre lo que ya está presente y es conocido entonces la imaginación y esto lo dirá en sus elementos de fisiología entonces la imaginación es redundante, es sobrante es mala, es decir es una mala facultad como para no fiarse de ella curioso también porque la imaginación como facultad de lo no presente y por tanto creadora de presencia no me detendré en el pensamiento ni en la voluntad pero si en la libertad porque aquí nos vamos a topar con un pensamiento de lo más curioso la libertad confundida habitualmente con la voluntad no es lo mismo una cosa es querer y otra cosa es pretender que lo que se quiere se quiere libremente todo querer está determinado consciente o inconscientemente no cabe pensar en un querer libre absoluto, es decir una especie de creación del mundo a partir de cero no tendría sentido este problema también llamaría la atención de Kant y la respuesta de Kant no está un poco excesivamente sencilla, no es fácil coordinar el mundo determinado de la ciencia, de la razón matemática con el mundo absolutamente espontáneo y libre de la acción libre, moral no es fácil el problema era general en todo el siglo la respuesta que da Diderot es esta es verdad que somos parte de un torrente universal y en esto sigue Spinoza evidentemente esa cadena spinosiana tanto del pensamiento como de la extensión en la única substancia pero si hacemos si hiciéramos y entonces ya se hacían como no, después de Newton y Leibniz si hiciéramos un análisis infinitesimal de los motivos de nuestra acción jamás podríamos llegar a detectar cuál es en última instancia aquel que decide sobre los demás y prevalece y es verdad que entonces en última instancia es como si nos consideráramos libres sabemos que no lo somos pero no sabemos por qué lo somos o por qué lo dejamos de ser es decir, ignoramos ya cuál es en última instancia como si fuéramos libres muchos han querido ver en esto en esta encrucijada determinismo, libertad una contradicción en Diderot y han relegado su pensamiento como si fuera inferior a otros por ejemplo el de Dolbach que en este sentido es mucho más mecánico yo pienso que no tienen razón me parece ir a esto le he dado yo muchas vueltas lo tengo que reconocer ha sido una obsesión para mí intentar salir de esta especie de atolladero que no es sólo propio de Diderot sino de la época qué bonita salida es ésta en que la libertad no es actuación maravillosa entre comillas en el aire sin razones y actuación rígida según una pauta que puede analizar es que no resulta posible el análisis hasta ese extremo hasta ese punto somos complejos los seres humanos no somos amebas ni somos tampoco vegetales ni animales sobre todo animales elementales hasta qué punto somos complejos se trata pues de una libertad sustentada en la determinación pero libertad el ser humano se siente libre y sobre esto habría que basar una moral la respuesta que da el sueño de Diderot es tremenda porque dice no hay virtud o vicio propiamente lo que hay es buenas o malas organizaciones es decir buenos o malos cerebros si se trata de un cerebro que domina y controla la red entonces tenemos una buena organización pero si ese dominio es exagerado, radical entonces nos pasamos y ya no se trata de una buena organización se trata de una especie de organización despótica que él en principio adjudica incluso a los artistas frente a filósofos y otros y si lo que gobierna el cerebro es precisamente la red nerviosa es decir, el espontaneismo digamos filamentoso de la red periférica entonces lo que tenemos es un desastre porque no hay centralidad ni unidad en la acción ni en el pensamiento y ya veremos cómo de aquí surgirá después la paradoja del comediante como el hombre del cerebro pero no sólo del comediante del político, del magistrado en fin, de todo aquel que tenga la cabeza sobre los hombros y no digamos bajo los hombros perdón, sí, y no bajo los hombros precisamente o en fin y si hablamos de una relación estructural hablamos de esto, es decir, hablamos precisamente de una jerarquía de una estructura jerarquizada pero no exclusivista ni despótica ni como diría yo eh... excesivamente polarizada ¿qué queda pues de la ecuación de Shaftesbury? virtud igual a verdad belleza ¿dónde queda todo esto? si la virtud ya no es la verdad ya no es la belleza, ya es otra cosa de esto dará respuesta en el sobrino de Amo andamos un poco apurados de tiempo un poquito pasados voy a resumir entonces me referiré entonces simplemente a la moral de Diderot y dejaré entonces el pensamiento estético simplemente apuntaré un par de líneas y se acabó este ramo es algo que desde luego no publicó tampoco Diderot y cómo podía publicar una cosa así es totalmente impublicable en aquel entonces no sé si... bueno, en nuestro tiempo es todo publicado dado el cinismo, pero en su tiempo dominaba aún la hipocresía es decir, había suficiente virtud a pesar de todo para que la hipocresía fuera aquel vicio que hiciera el homenaje a la virtud cuando este vicio incluso corre el riesgo de desaparecer entonces lo único que nos queda es el cinismo puro que no es extrema afición al cine sino otra cosa muy distinta ese cinismo puro de quien ya no importa de aquel a quien ya no le importa digámoslo así la resonancia de sus actos hay dos personajes nada más aquí y en teatro, dramáticos Louis y Moi, en francés él y yo el sobrino y el filósofo supuestamente el filósofo sería Diderot ¿creéis que el mismo placer está hecho para todo el mundo? extraña visión la vuestra supone un giro novelesco que no compartimos el de un alma singular y el de un gusto particular decoráis esa rareza con el nombre de virtud la llamáis filosofía pero acaso la virtud y la filosofía están hechas para todo el mundo las tiene y conserva quien puede imaginad el universo sensato y filosófico concededme que sería terriblemente triste es mejor ser un bribón feliz que un fanfarrón visionario de la virtud este sobrino de Rameau se parece poco a su tío su tío era famoso es más, el sobrino también es músico como su tío un músico frustrado pero un músico conocedor además de la música y de la diferencia entre la música italiana y la música germánica que entonces estaba totalmente en el aire incluso desde el siglo XVII es decir, el lugar del rey ocupado respectivamente por los partidarios de una u otra música el sobrino más partidario de la música italiana como Diderot como Russo más sentimental, más natural y el tío más partidario del tenor francés más racional, más racionalista este hombre es un desecho social un descreído una especie ¿cómo lo llama? una especie le llama Diderot ni siquiera le llama singular le llama una especie oportunista pero no hipócrita de eso se vale precisamente el sobrino en su denuncia de la sociedad se muestra como no hipócrita lo que ocurre es que él no piensa cambiar tampoco sino exhibir, digamos uniones naturales como el único camino viable para el ser humano y no esa desacreditada virtud social que es una pura mentira en algo recuerda al cinismo de los antiguos pero naturalmente no me parece un cínico porque depende de la sociedad a la que critica no es independiente no hay conducta moral universal tan sólo idiotismos particularismos, es decir, la moral particularismo, usted sigue ese camino yo no y lo considero un camino más bien extravagante pero bueno es una cuestión de gustos idiotismos del griego significa eso, particularismos no hay moral universal esto lo dice Diderot en boca del sobrino pero es que Diderot no es capaz de responder contundentemente al sobrino como lo haría por ejemplo Kant sino que le da vagas respuestas esteticistas es decir, en relación con idiotismos estéticos superadores de los meros impulsos naturales propios de este crápula que es lui el sobrino pero con eso no se responde al sobrino la dialéctica del sobrino es contundente es tremenda el sobrino se refiere a toda moral y no a una moral concreta esta esa o aquella las respuestas de este Diderot noqueado naturalmente no podían ser publicadas y esta novela este drama novelado no se conocerá hasta que casualmente se haga con el Goethe a principios del siglo XIX en 1805 lo traduzca, lo comente elogiosamente y vaya a parar nada menos que a manos de Hegel el cual le da una importancia extraordinaria en su fenomenología del espíritu me gustaría llegar hasta allí llegaremos enseguida quien es aquí el filósofo pues el doctor Jekyll es decir el filósofo o mister Hyde el hombre oculto el hipócrita el sobrino hay acaso dos Diderot veremos a ver lo que dice precisamente este sobrino que tiene unos parlamentos extensísimos es quien más habla con mucho del protagonismo de la obra cuando hable por ejemplo de su arte de la pantomima él es un hombre del teatro y yo dejaría en el aire me gustaría tocarlo pero no tengo tiempo ahora dejaría en el aire la cuestión acerca de si es o no el buen comediante que exigía Diderot el hombre del control racional ese hombre de la jerarquía de que habíamos hablado antes en el sueño de d'Alembert dice el sobrino nadie ha hecho uso de ese arte mejor que yo pero en lo que soy insuperable es en los tonos suaves que acompaño con una sonrisa en la variedad infinita de expresiones encomiásticas para ello pongo un movimiento a la nariz, la boca, los ojos la frente tengo los músculos de la cintura especialmente ágiles y un modo de doblar la espina dorsal alzar o bajar los hombros extender los dedos inclinar la cabeza cerrar los ojos y quedar estupefacto como si del cielo descendiese sobre mí una voz angelical y divina eso es lo que gratifica no sé si captáis toda la efectividad de la actitud que acabo de describiros y añade cualquiera que precise de otro es un indigente y debe adoptar posiciones el rey toma posición y ante Dios también da sus pasos de pantomima el rey a fe mía dice que eso que llamáis la pantomima de los mendigos no es otra cosa que el gran baile de la tierra todo es teatro pues todo es pantomima según el sobrino y no parece esto muy actual no es acaso hoy todo teatro todo pantomima quizá como en el barroco quizá como en el siglo XVIII es lui un cínico o solo un hábil provocador de una sociedad de la que depende es la virtud acaso la coartada de la naturaleza así la naturaleza puede obrar cuanto quiera siempre que se tome la molestia de criticar a esa sociedad hipócrita e incapaz hundida en su poder y en sus riquezas y que naturalmente predica por un lado lo que no hace o lo que hace de otro modo por el otro aparece aquí un nuevo concepto sublimidad del mal en boca del sobrino luego lo recogerá Diderot muy adrede pero reconvirtiéndolo claro está sublimidad del mal de esto hablará también Sade el marqués de Sade recogiendo estas ideas precisamente aunque no conocía la obra de Diderot esta sublimidad del mal es la sublimidad del monstruo es decir esa especie de abismo de la moral que mencionaba al principio se pregunta un comentarista acaso es sublime convertir la miseria en grandeza como pretende el sobrino con sus mimos ciertamente era un pantomimo de calidad uno se quedaba pasmado ante él viendo sus contorsiones acaso el que desprecia a todo el mundo es un virtuoso artista o es acaso su impotencia el sueño del poder no sé si estas críticas llegan realmente al fondo del asunto como pretende este comentarista se llama Pierre Reta no sé si llegan al fondo del asunto porque el fondo del asunto es mucho más grave es todo teatro, es todo representación tocamos hoy la realidad tal cual o vivimos también el arte de la representación hoy como entonces hoy quizá más que entonces nuestro mundo quizá a pesar de todo menos táctil, más virtual más a distancia más de teléfono móvil más despistado Hegel en su fenomenología y me interesa, con esto ya termino prácticamente dice que el arte de Rameau el naturalista Rameau el partidario de los impulsos y de seguir los impulsos es ilusorio porque carece de sustancia ética o política es un descreído Rameau y dice enfrente y como antítesis la sociedad que él critica solo es hipócritamente sustancial tampoco es sustancial aunque se considere tal y desprecie al sobrino que cabe pues la dialéctica y dice Hegel la conciencia solo es ética si acepta que porta el mal en sí misma es lo que él llama espíritu autoconsciente y autoconsciente de que el bien y el mal se construyen mutuamente es decir, no hay bien sin mal no hay mal sin bien no es posible pensar en la virtud plena o en el vicio absoluto son expresiones sin sentido la negación pues de la cultura abstracta que es la cultura que vivimos social, abstracta y tanto más en la modernidad a partir de Descartes racionalista, abstracta alienada como está de la sensación de los sentidos no conduce a la naturaleza paradisíaca sino a la crítica de la cultura piensa Hegel no es refugiándonos en el paraíso como pretende el sobrino en el paraíso de su cueva natural sino haciendo crítica de la cultura misma poniéndola en solfa como podremos salir de este impas entre naturaleza y ley o norma hipócritas así pues aquí ataca de algún modo Diderot a Rousseau y a Lametri a los que acusa también de sobrinos derramo encubiertos una acusación quizá muy fuerte ciertamente a veces era demasiado riguroso demasiado enardecido incluso en sus negaciones ahora si sería posible otra moral y otra estética una especie de moral estética pero no la de Shaftesbury precisamente sino algo muy diferente basado en la singularidad natural o monstruosa cabe pues hablar de una nueva mirada a la sublimidad del mal efectivamente el mal es sublime y cuando miramos un cuadro o una pintura en las exposiciones de la academia real de ciencias que tenía lugar periódicamente en el palacio el palacio real pues ahí enseguida Diderot el crítico destacaría el lado sublime del mal que no me resisto a leer porque es tan chocante con la virtud sólo se pintan cuadros severos y fríos la pasión y el vicio son los que animan las composiciones del pintor, poeta y músico es bello el crimen tanto en la historia como en la poesía y tanto en la tela como en el mármol así en la pintura en el cuadro de Marat pintado por David el pintor de la revolución asesinado por Charlotte Correa sublimidad del mal cabe hablar de la sublimidad del mal pero no al modo del sobrino de otro modo que no será aceptado ni por la ortodoxia social ni por los científicos ni por el resto de los filósofos filósofos racionalistas que viven por decirlo de alguna manera en un ambiente sobre tierra digámoslo así protegido pero que no descienden al fondo Diderot desciende al fondo es el pensador del fondo es lo que él llama la filosofía del genio sólo el genio puede gracias a esa especie de conjunción entre la razón y la imaginación pero el genio no es razón más imaginación es algo increíblemente intermedio sólo él puede alcanzar a un tiempo como dice Diderot moralmente las nubes y el subsuelo este es el modelo humano este es el modelo paradójico de la filosofía de Diderot en la moral como en la ciencia y como en la estética añadiré simplemente que la paradoja del comediante simplemente en eso en hacerse cargo del monstruo en las tablas haciéndose Diderot cargo de Ramó se hace cargo a su vez evidentemente de ese monstruo que todos somos y llevamos y que gracias a él y sólo gracias a él el buen actor hace creíble lo que de otro modo el mal actor no puede hace creíble la naturaleza el mal actor es efectista arrastrado por los efectos de la escena el gran actor ve la escena a distancia no hace el ridículo él es observador no el observado este es el gran actor es la famosa teoría de la distancia crítica en el arte, en particular aquí en el teatro de Diderot que le ha hecho famoso y que después de algún modo sería resucitada en el teatro moderno de manera que esta es la figura de Diderot política simplemente y resumo todo en Diderot como se ve es política todo es afrontar y enfrentarse con el poder establecido que rompía amarras con la sociedad y por tanto establecía un mundo jerárquico de arriba y abajo esto es el siglo XVIII este es el régimen, el antiguo régimen l'ancien régime con el que pretende acabar Diderot y los demás filósofos racionalistas frustrados con él pero Diderot en vanguardia y cada vez más radical frente a ello lo que opone es la posibilidad de un mundo unificado un mundo uno entre el paradigma de Shaftesbury y el de Spinoza uniendo la curva con la línea recta el monstruo con el santo dando esa especie de liaison al ser todo de las cosas esta es su propuesta por supuesto que tiene escritos políticos Diderot, claro y algunos de una utopía rabiosa, radical no tengo tiempo pero únicamente diré que la historia de las dos indias que escribe con el AB el Abad y que naturalmente él no firma pero se sabe hoy que la parte que corresponde al uno y al otro esos escritos contra el colonialismo en América son furibundos e incluso se encuentra digamos la monarquía absoluta española también del tiempo este es Diderot el que piensa en la unidad y no acepta un mundo roto aunque para ello tenga que radicalizar su pensamiento y darle esa denominación de el sueño de la razón que produce monstruos bienvenidos los monstruos por una vez y nada más, muchas gracias me he alargado más de lo que yo mismo hubiera podido imaginar no sé para qué pongo un reloj delante de mí no sé si querrá alguien hacer alguna pregunta no sé pues lo dejamos entonces así y me alegro de haber estado aquí en Ponferrada estrenando este salón y este local donde he sido también recibido muchas gracias entonces