Empezamos ya. Hola, bienvenidos. Bienvenidos a todos aquí presentes y la gente que está conectada en casa también. No, yo creo que se me oirá. Bueno, sí, que hablaré más alto. Estamos aquí reunidos para celebrar el simposio organizado aquí en Calatayud, el Centro Asociado de Calatayud sobre identidad. Sale como una actividad presencial de la Facultad de Filosofía y Antropología, del Decanato de Filosofía y Antropología, una idea lanzada especialmente de parte de Beatriz Galán. Desde aquí un saludo. Y creo que ahora no falta más que simplemente presentar a los ponientes. Tengo aquí a mi izquierda una persona que creo que casi no necesita introducción en el mundo de la antropología y la filosofía, Honorio Velasco, catedrático de Antropología, que nos hablará de rituales de identidad. Y creo que... Aunque sigue siendo activo de profesor, sobre todo, su cuestión ha sido muy importante ya para crear el hecho de que tengamos hoy día en la UNED una carrera de antropología, un grado, es gracias sobre todo al esfuerzo que durante tantos años ha desempeñado el señor Velasco. A su izquierda, o a su derecha para vosotros, tenemos a Alejandro Escudero, profesor de filosofía. Está... Profesor de historia de filosofía mediterránea, moderna o contemporánea, perdona, y de teoría de conocimiento. Su línea de trabajo, sus intereses, sobre todo, se centran en la fenomenología, hermenéutica fenomenología, y de publicaciones, podemos decir, importantes tiempos de sujeto. Su intervención se centrará no tanto sobre un tema tan genérico como la... la... la forma antropológica, digamos, sino más quizás una vertiente más personal, ¿verdad? Sí. Hablas de la identidad a través de un análisis de una película y del trabajo de Paul Ricoeur, ¿verdad? Exactamente. y Alfred Hitchcock entonces habrá suspensos hasta el final exactamente bueno y a estos dos gigantes acompañamos Fernando digamos, Bernardo Bayona profesor aquí, doctor de filosofía aquí en Calatayud y yo soy Raúl Kerkhoff que soy profesor, doctor de antropología creo que con esto ya hemos dado comienzo miraré el chat en un momento dado después de la intervención de Honorio habrá un tiempo para hacer preguntas también aquí presentes desde luego y también lo que aparezca en el chat intentaré reinformar las preguntas para que nos conteste Honorio y después de esto Bernardo Bayona hará lo mismo con la intervención de Alejandro muchas gracias bueno todo para ti buenas tardes gracias pues es para mí un placer el volver a Calatayud después de algunos años que no venía cuando antes teníamos convivencias era muy habitual pero al cabo del tiempo veo que el centro se ha renovado está espléndido y además es un gusto el hablar a los aquí presentes y a todos los que están conectados con nosotros alumnos de antropología o no pero también alumnos seguramente de casi todos de filosofía bueno el tema que quiero desarrollar hoy sobre el que he trabajado durante mucho tiempo pues lleva por título rituales e identidad trabajé durante unos cuantos años en el estudio de las fiestas tradicionales en España tanto en las ciudades como en los pequeños pueblos y luego también sobre los ritos de paso y luego también sobre los que llamamos ritos de aflicción o ritos de incertidumbre es decir casi pues la tipología más básica de los estudios de ritual en los tiempos de los años 70 y 80 en muchas poblaciones estaba empezando a producir un fenómeno Peculiar que luego supimos por los otros estudios que también se estaba produciendo especialmente en el sur de Europa, en Italia, en el sur de Francia, en Grecia, en Malta, en casi todos los países. Pues se estaba produciendo un fenómeno peculiar que respondía por un lado al desplazamiento de las poblaciones rurales a las ciudades y del sur al centro norte de Europa como migrantes. Y a la vez al retorno temporal de parte de estas poblaciones a sus pueblos de origen. En particular para volver a vivir. Las fiestas, sus fiestas. Este fenómeno tan particular coincidía con lo que los algunos antropólogos en Esturmar y en Sajones llamaron la retradicionalización, incluyendo un famoso libro de Hussbaum, La invención de la tradición. Es decir, se estaba produciendo paradójicamente a la modernidad una especie de retorno selectivo a algunas celebraciones. A las celebraciones tradicionales. Después de los años 60, es decir, fundamentalmente cuando se produjo la eclosión del desarrollo, se dio simultáneamente, tal vez como consecuencia de ello, una especie de abandono de los rituales tradicionales. El abandono luego estudiado con un poco de minuciosidad vimos que era selectivo. No todos. Pero muchos de ellos sí. Muchos de ellos sí. Y tras este primer tiempo, diríamos, de abandono, empezó a producirse la retradicionalización. O sea, una especie, diríamos, empezó a bullir en la gente una serie de emociones, de nostalgias también, que tenían que ver con su identidad. De hecho, en los discursos públicos elaborados ya en los años 70 y 80. Pues aparecía muy frecuentemente la identidad. cuando se trataba de justificar por qué las fiestas de los pueblos se estaban no sólo manteniendo, sino recuperando vitalidad. La respuesta era una y otra vez identidad. Este concepto se convirtió en ese sentido, como dicen los anglos, en un oxímoron, o sea, en una especie de concepto que nada más invocarlo ya producía el efecto desplicativo. Esto es mucho decir, pero venía a ser más o menos así. Solamente con decir que lo hacían, diríamos, por amor de hacer revivir, de agitar su identidad, pues con eso ya se decía todo, casi todo. Bueno, el análisis de esto, pretendo sintetizar para vosotros esta tarea, con un conjunto de ideas que voy a ir exponiendo en esquema en las diapositivas que forman esto. Esto debía de ir hacia atrás, porque esto está... Empecemos por aquí. Un sistema ritual. Veamos. O sea, el desarrollo que hizo la antropología en los años 50 y 60, fundamentalmente por inspiración anglosajona, hay que decirlo, pues, los rituales cobraron muy pronto una importancia muy relevante. Es decir, parecía que era uno de los hechos culturales más atractivos para estudiar, dignos de ser estudiados. Tenían que ver mucho con su antigua conexión con el mito. Y de hecho, aún seguía las viejas ideas que conectaban el mito y el ritual estrechamente. De manera que, por un lado, diríamos, el mito expresaba, en términos de creencias, luego figurativamente, tanto en producciones pictóricas o en escultóricas, o bien en textos, expresaba creencias que el ritual escenificaba. De manera que, en ese sentido, el ritual actualizaba el mito y el rito adquiría trascendencia por el mito asociado a él. Esta estrecha conexión entre ambas cosas situaba a estos temas, ya os digo, en el núcleo de los estudios de antropología y, de hecho, buena parte de lo que era el desarrollo fundamental en esa época, que lideró en muy buena medida el estructuralismo y la diestros, pues versaba sobre esto. Cuando nos dirigíamos al estudio, esto hablando de las grandes sociedades, tenía más sentido. Cuando nos dirigíamos el estudio hacia las poblaciones rurales en Europa y, fundamentalmente, en el sur de Europa, nos encontramos que, por un lado, estas grandes palabras del rito, y el mito, nos parecían excesivas. Es decir, por un lado, las fiestas y sus rituales parecían que tenían poca entidad para la profundidad del significado del concepto de rito. Y las leyendas asociadas, que efectivamente las hay, innumerosas, también tenían poca consistencia para este aura de trascendencia que tiene el concepto de mito. Entonces peleamos con las palabras. Y una parte de esta pelea fue este concepto que, en principio, era adjetivo y que se convirtió en sustantivo, ritual. Este cambio, diríamos, del término adjetivo ritual a sustantivo fue muy significativo y nos permitió, en ese sentido, usar la palabra para referirnos a todo un conjunto de prácticas y de acciones y actividades de las poblaciones, que, tal vez, no tendrían, diríamos, la contundencia, la solemnidad de los ritos. Pero que, en todo caso, merecían plenamente el término de rito. Aunque con este término ritual aparecía en ese sentido más cómodo, como dijéramos, más adecuado. Se produjo en este sentido una especie de extensión del concepto de ritual y entonces muchos de nosotros, yo mismo, contribuía a ello. Publiqué un artículo en la revista Occidente, no recuerdo en qué año, pero vamos allá, en los 70, pues precisamente hablando de la extensión de este concepto de ritual que ya éramos capaces de aplicarlo mucho más allá, por supuesto, de los espacios sagrados. O sea, de las acciones que se supone que correspondían a los ritos antiguos y que tenían que ver con los espacios sagrados, sino que se extendían en los espacios laicos, seculares, hasta el punto de encontrarlos en los estadios de fútbol, o de encontrarlos en los conciertos, o de encontrarlos en las conferencias, o encontrarlos en la inauguración de alguna exposición o de algún asunto, de encontrarlo en las celebraciones de jubilación o yo qué sé cuánto. Es decir, descubrí... Descubrimos que la vida social estaba llena de rituales, llena de rituales. Y este esfuerzo, diríamos, de resignificar el ritual y con ello ayudar a entender el funcionamiento de la vida social, claro, pues nos mantuvo ocupados durante un buen periodo de tiempo, con hallazgos yo creo, interesantes. Entonces, seguramente discutibles y el progreso del conocimiento os ha mostrado que sin duda ninguna eran discutibles, pero tenían su interés. Una parte de esta extensión del concepto de ritual también estaba vinculado al concepto, a la noción de identidad. Solo que ahora el término singular de identidad no nos valió tanto. Más bien, teníamos que trabajar con... Con un término que los teóricos de la modernidad asumieron más plenamente, que era identidades. O en todo caso, en todo caso, la visión de la identidad que se daba era que por una parte era plural, es decir, cada individuo, cada sujeto, cada miembro de una sociedad desempeñaba un conjunto de papeles sociales y era capaz de agruparlos y de tonificarlos y de darles sentido y sentimiento. Desde identidades distintas. Identidades que en el pluralismo, que se estaba gestando en las sociedades modernas, a su vez también parecían lábiles. Quiero decir, no demasiado sólidas. Entonces era fácil explicar por qué los rituales. Los rituales producían, diríamos, a las identidades lábiles algo de fijeza. Realizados periódicamente, daban estabilidad, es decir, proporcionaban anclaje, alguna solidez a esta condición fluida de los sujetos en las sociedades humanas. En el siglo XIX. Se difundió mucho la obra de Fustel de Kulancho. En realidad, versaba sobre las antiguas sociedades. Cuando digo antiguas sociedades me estoy refiriendo a las civilizaciones clásicas. Esta obra de la ciudad antigua tenía entre sus argumentos este, la presentación de un sistema ritual. Un argumento muy poderoso. Desde el punto de vista organicista de la sociedad. Yo lo he aventurado con la explicación esa que os daba. De identidades lábiles que necesitan ser reforzadas por medio de rituales. Lo que nos mostró Fustel de Kulancho en la ciudad antigua es que las ciudades de las civilizaciones clásicas funcionaban mediante un conjunto de rituales que no deben de ser entendidos como elementos aislados, sino formando parte de un sistema. El sistema era que ninguno de los rituales tenía una forma de ser entendido como elementos aislados. No tenía sentido por sí mismo, sino dentro del conjunto. Como es la condición, cumpliendo lo que es el concepto de sistema. El pivote, diríamos, primero, el punto primero del sistema eran los ritos de fundación. Muchas ciudades tenían un mito de origen. Ese mito de origen se conmemoraba, como les decía antes, en esa especie de confluencia, de convergencia entre mito y rito. Muchos de estos mitos de origen entonces se conmemoraban un día determinado al cabo del año o bien al cabo de un lustro, un periodo cíclico de tiempo. Ya han oído hablar del mito del eterno retorno de Merced Alíade que trabajaba también con estas ideas. Bien, a partir de este rito fundador que habla de cómo unos primeros colonizadores se asentaron y cómo delimitaron el perímetro de la ciudad y cómo hicieron el planeamiento y cómo incluso situaron dentro de él a los distintos sectores sociales. Una vez establecida la ciudad, la vida social funcionaba gracias a este conjunto de ritos. Uno, los ritos de paso. ¿Por los cuales? ¿Por los cuales cada conjunto de miembros diferentes de la sociedad iban pasando a lo largo de su vida por distintos papeles? Esto se hacía mediante marcas, es decir, se conmemoraba a la colectividad acontecimientos determinados en los cuales a los individuos que cumplían un requisito X se les pasaba de la infancia a la juventud, de la juventud a la madurez y de la madurez a la defunción. ¿A la condición? De antepasado. Los ritos de paso proporcionaban, así dijéramos, el orden de la dinámica de la sociedad. El orden. A esto se añadían otro conjunto de ritos que tenían sobre todo la misión de reunir a todos. De proporcionar lo que Durkheim había llamado la solidaridad orgánica y mecánica. El estudio de Durkheim, las formas elementales de la vida religiosa. La vida religiosa se basó en estudios previos que a comienzos del siglo XX hicieron Spencer y Gillen entre los aborígenes australianos. Pensando que eran los humanos más primitivos. Pensamiento absolutamente fatuo, porque si eran del siglo XX no podían ser tan primitivos. Pero es esa concepción que se tenía de la idea de la evolución cultural que se pensaban que había vestigios de los primitivos tiempos en algún lugar en el mundo y a esa gente pues le llamaron primitivos. Bien, pues los estudios de Spencer y Gillen describieron un ritual fantástico de culto al tótem, en el que se producía una efervescencia social enorme. No solo algo que ayudaba mucho la danza conjunta y también la bebida conjunta. Es decir, algo de comensalidad, algo diríamos de los ritos de danza, de movimiento conjuntado y un símbolo unificador, el tótem. A estos ritos los llamaba Fustel de Coulanges. Fustel de Coulanges, ritos de intensificación. Decía, así también la ciudad antigua tenía su gran fiesta. Y en esa gran fiesta se reunían todos y todos juntos se contemplaban formando sociedad. Eso proporcionaba el deseo de formar parte de ella. Eso reafirmaba la condición, diríamos, de ser social. Era necesario. Era necesario estos ritos para, diríamos, recobrar energía, recobrar vitalidad a la sociedad. Aún faltaban otro tipo de ritos en esta visión un tanto idealizada. Eran los ritos de purificación, que son los ritos de aflicción. Pero las sociedades sufrían catástrofes. Sufrían continuamente la condición de la muerte, la situación de la muerte. Y, naturalmente, la enfermedad, el dolor, la desgracia. Y era necesario restablecer el vigor de la vida social. Cada vez que estas cosas quebraban la continuidad de esa vida o producían incertidumbre acerca del futuro. De ahí la necesidad de tener ritos con los cuales todos juntos podían abordar la situación y acompañarse en el dolor y en la desgracia y recuperar fuerzas para continuar. Este conjunto de rituales cubrían, dijéramos, los aspectos básicos del funcionamiento de una sociedad incluso con la posibilidad, diríamos, con la idea, con el proyecto de continuar en el futuro de una manera indefinida. Era como una especie, dijéramos, era como una especie de mecanismo básico de funcionamiento que reducía y que controlaba y que invertía de sentido la entropía social. Esta visión sistémica de Kulanch idealizada. Cuando... Cuando la queremos aplicar al estudio de las sociedades modernas, no entaja. Bueno, aproximadamente. Es decir, si usamos el concepto de rito con esta visión que por otra parte tiene una enorme potencia, diríamos, explicativa y también heurística y es atractiva desde el punto de vista, diríamos, de la reflexión antropológica. Pues cuando tratamos... Cuando tratamos de estudiar el conjunto de rituales de una sociedad y tipificar este conjunto de los rituales, dice, a este ritual lo podemos tomar como de purificación, a este de intensificación, este es de paso, este es de tal, este es de cual... No acabamos de... El esquema no nos acaba de servir del todo. No todo encaja. Y no solo que no todo encaja, sino que no es tan eficiente como parece. Este problema de la eficiencia es muy significativo. Porque hemos concedido a los rituales, en particular en las tradiciones occidentales, pero no solo. También en las tradiciones de muchos pueblos hemos concedido a los rituales lo que Levi-Strauss llamaba la eficacia simbólica. Es decir, se trata de un tipo peculiar de acciones de las sociedades humanas, seguramente de todas las sociedades humanas, digo seguramente o nunca se puede estar del todo seguro, puede ser, puede ser. Bueno, pues estas acciones peculiares que están fuera de la vida cotidiana, fuera, es decir, en el tiempo que Durkheim llamaba el tiempo sagrado, estas acciones, claro, proporcionan, dijéramos, a las distintas sociedades humanas un conjunto de, vamos a decirlo así, de funciones, un conjunto de acciones. Acciones eficaces, de eficacia, le proporcionan eficacia en relación a qué? En relación a la sociedad misma, esa fue la respuesta de Fustel de Coulant, y en relación a las personas seguramente también. La idea de eficacia simbólica la propuso Lévi-Strauss a propósito del estudio de un rito que antes llamaríamos mágico, y ahora puede que sea magia o no. Era un rito. Era un rito que realizaban y realizan los indios cuna cuando el momento del parto de las mujeres, y se realiza ese rito con el fin de que el parto sea, el parto venga bien, bien para la criatura y bien para la madre. Y el relato del que se canta a la vez que se hace, a la vez que se hacen las acciones por parte del chamán. En torno a la mujer en parto, el relato está hablando de una antigua batalla entre los seres del bien y los seres del mal. Y la batalla acaba bien, y cuando acaba la batalla bien, la criatura nació. Eficacia simbólica, llamaba Lévi-Strauss a esto, desde el punto de vista de la racionalidad cartesiana, efectivamente diríamos, vamos a decir cartesiana, pero es una manera de hablar. Quiero decir, hablemos simplemente de la racionalidad occidental. Existe una cierta diferencia entre lo que hoy día llamamos mundo virtual y mundo real. Bueno, mundo virtual no es este, yo me refiero al mundo virtual, al mundo de las creencias, al mundo de las creencias. Es posible que entre los dos pueda haber algún paralelo, pero no necesariamente entre ellos hay una relación de causa-efecto. Ahora bien, en la creencia sí. En la creencia una vela al santo es eficaz. La creencia a un escapulario salva de la muerte. Y un San Cristóbal peligra de tener un accidente en la creencia. Y es a la creencia sola, ¿no? Al rito y a la creencia al que se atribuye la eficacia simbólica. No solo a la creencia. Lo que es, diríamos, el discernimiento. El diseño de la práctica mágica contiene precisamente esos elementos. Para tratar de explicar esto, que tiene mucho que ver con la identidad, como veréis inmediatamente, acudiré fundamentalmente a los estudios de Don Handelman. Es un antropólogo de formación también en Inglaterra que trabajó mucho tiempo en Israel. Él y luego Karcher. David Karcher. Bueno, estos dos. Estos dos investigadores hicieron un, desarrollaron, diríamos, el pensamiento en torno al ritual de una manera muy decisiva. Después de la estructura. Don Handelman dice que podemos trabajar para explicar cómo operan los ritos, fundamentalmente con tres, diríamos, propuestas básicas que están sintetizadas en tres conceptos. El primer concepto es el de modelo. El segundo concepto es el de presentación. El tercer concepto es el de representación. Quiero decir que con estos tres conceptos no quiero hacer una tipología de ritos, lo que fundamentalmente quiero es exponeros las ideas que tienen que ver con cómo explicamos esto de la eficacia simbólica, es decir, cómo operan los ritos. Este primer conjunto de ideas que se sintetizan en torno a la palabra, el concepto de modelos, dice que los rituales se comportan como una reducción o simplificación del mundo en el que se vive, pero conectada con él, representativo de él. Es decir, cuando realizamos un ritual, algo de lo que ya decía Fraser, es decir, reproducimos en términos imitativos, modelicos, lo que queremos obtener. Es esto como el mito este cuna, hace una representación, es un modelo, no solo una representación, es un modelo. Además de eso, los ritos son, desde el punto de vista de esta perspectiva de modelos, son teleológicos, es decir, están orientados a fines específicos, son efectivos, es decir, que producen cambios, y es un sistema autorregulado. Y supe él. Superando contradicciones y generando metamorfosis y transformaciones. Este concepto de las transformaciones es muy, muy importante. No solo los ritos de paso, sino los otros ritos tienen un efecto primario en las personas y en las sociedades. La transformación. Es decir, el novicio que comienza el rito es transformado por medio de él en otra persona. ¿Qué es eso? Se trata de una transformación en el sentido en el que la sociedad reconoce que es otra persona. Y a su vez, el conjunto de actos, de prácticas que se realizan durante el rito, afectan a la experiencia individual de quien lo pasa. Y su subjetividad. Queda transformada. Hay muchas prácticas. Se utilizan danzas, se utilizan músicas, se utilizan sustancias, se utilizan colores, visiones, se utilizan palabras. Y este conjunto de elementos que aparecen mucho en los ritos de paso forman parte de la experiencia de las personas. Durante esos momentos álgidos y después salen transformados. Es una experiencia casi universal. A los indios de las llanuras para convertirse en guerreros les exigían tener un sueño durante el rito. Otros se inyectaban drogas. Muchas sociedades han usado las drogas en los ritos de paso. Muchas de ellas, además, esperaban tener visiones inducidas por las drogas durante los ritos de paso. Muchas sociedades han utilizado los ritmos. Los ritmos de los tambores que te llegan al diafragma y te transforman por dentro. Los aromas, la bebida, claro. Y además, todo a la vez. O sea, el sistema, en ese sentido, el mecanismo ritual de la modernización, que transforma, es redundante. Completamente redundante y repetitivo. Estrictamente repetitivo. Esta experiencia que todos hemos tenido de pasar por determinados rituales a lo largo de la vida, pues contiene este conjunto de cosas. Algunas de estas cosas de las que os estoy hablando. Las contiene. E incluso suponemos que las personas cuando nos morimos antes de llegar a más allá, aún tenemos un conjunto de experiencias y esos conjuntos de experiencias son las que No se transformará. En las creencias está eso. El segundo conjunto de ideas es el de imágenes especulares. Cuando me tengo que parar, me paro yo. Yo siempre digo que estas cosas son muy largas y por lo tanto no se puede decir todo. Así que hasta donde se llega, se llega. El segundo conjunto de ideas es el de las imágenes especulares, o sea, presentaciones. Es decir, en muchos rituales hay fundamentalmente esto. Un escenario en el que se da visibilidad, por un lado, a las personas. En su condición de personajes. Y por otro lado, junto a ellos, a los símbolos. Y esta condición de visibilidad, que reconocemos como protagonismo, protagonismo, esta condición de visibilidad es, presentarnos un espejo. Es decir, al conjunto de espectadores presentes en los ritos, estos que son los protagonistas, son presentados como un espejo. Idealizado, casi siempre, aunque a veces inverso, de la sociedad. Si alguno de vosotros ha sido protagonista en alguno de estos rituales, investido de esa responsabilidad de... ...presentarse ante todo el mundo, y de tratar en ese sentido de tener la mejor imagen y dar la mejor imagen de él, pues, reconocerá esto de lo que estoy hablando. Desde esta perspectiva, muchos de los rituales son precisamente eso. Son espejos que la sociedad se pone a sí misma. En los estudios que hice en los años 70 y 80, algunos también en el 90, me interesaron mucho las procesiones del corpus, en España. Mucho. ¿Por qué? Porque es de las pocas fiestas que sabemos cuándo empezaron. De muchas fiestas no sabemos nada de su origen. bueno, salvo que sean modernas salvo que sean de antes de ayer pero muchas fiestas y fiestas importantes no sabemos de cuándo son es muy raro que haya un documento fundacional como decía Fustel de Culán un rito fundacional muy raro pero en el Corpus sí porque fue una fiesta institucionalizada en un momento determinado y el Papa ante una bula papal instaura las fiestas del Corpus en la que está y en particular en las ciudades muchas fiestas del Corpus ya de esa primera época la documentación es precaria pero ya tienen un esquema que fundamentalmente se desarrolla en el barroco y en España hay muchos muchos documentos sobre ello incluso tenemos representaciones teatrales específicas para el Corpus y en el Corpus la ciudad fabricaba un espejo de sí misma ponía a desfilar a todo el cuerpo social ordenado todos según su condición y categoría las grandes celebraciones del Corpus además en los documentos sobre su celebración contienen además muchas fiestas muchas disputas acerca del prestigio porque el orden que les correspondía en la profesión ese orden era muy celosamente buscado y guardado y en ese sentido la sociedad profesionaba con el Corpus en un espejo explícito eso no era una representación no, era una presentación una imagen una imagen especular Si en el primer conjunto de ideas del modelo ven que la identidad aparece en ese sentido como resultado de una transformación, no única, sino a lo largo de la vida, en este segundo conjunto de ideas la identidad aparece como un reflejo. El reflejo en el espejo. Sin duda que era una imagen de orden, de un orden estricto, pero a la vez una imagen, diríamos, de exhibición, como pasa con muchas profesiones. Una exhibición en la que una muestra quién es. Y esta mostración es la presentación de una identidad estática, firme, sólida y supuestamente inmutable. En ese aspecto, casi todos... ¿Qué dice? Dice que casi todas estas representaciones tienen fundamentalmente como paradigma la imagen. La imagen es ese objeto en el que la identidad es fija. La imagen del santo patrono, pero con este punto. En el caso de la imagen, la re-imagen representa a todos. En el caso de la procesión del corpus, son todos los que se presentan. Todos. Esa idea que decimos la imagen representa. En la procesión del corpus se presenta. Ese es el matiz. Por eso decimos, por eso desde esta idea se conciben los ritos como teleonómicos. Estas fórmulas son las que perviven en los estados modernos. En particular en todo ese conjunto de rituales cívicos que llamamos desfiles, manifestaciones y todo este conjunto de aspectos. Desde el punto de vista en ese sentido, diríamos, de la eficacia simbólica, esta eficacia es muy lineal. O sea, en la manifestación todo el mundo va con los estandartes de quiénes son y qué es lo que quieren. Lo que pasa es que buscan un escenario, ocupan un escenario público para ser vistos. Y en ese sentido ocupan el escenario, por eso de una manera ritual, es decir, para la acción de presentarse. Para esa acción. Y sus voces y sus emblemas y su mostración, así, en los estados modernos esta condición, diríamos, de desfile parece indiferenciada. Por eso, pues muchas veces los analistas dicen, responden a las sociedades democráticas, en las que todos son iguales. No existe claramente una diferenciación, no es del todo cierto porque el orden de las manifestaciones es muy claro. Muy claro, no todos son iguales. Pero, esta especie de efecto de masa, esta especie de efecto compacto, pues efectivamente es así. Claro, que igualmente encontramos este tipo de presentaciones, pues para la exhibición de un orden totalitario. Por ejemplo, los desfiles militares. No es que hacen de personajes, hacen de sí mismos y muestran un orden. Un estricto orden, además, jerarquizado y especializado. Y lo hacen en ese sentido, también, en un escenario público. Un escenario que en ese aspecto es el escenario del ritual. Y en el que a veces, hasta la arquitectura es parte de él. Hay unos estudios magníficos sobre los desfiles del ejército rojo en la Plaza Roja. Que son prototípicos. Es prototípico. En el que la arquitectura es parte del escenario. Es decir, se hizo la plaza roja para hacer los rituales. Esta es la concepción. Claro que igualmente en el estudio, por ejemplo, del concepto de plaza en las colonias españolas en América, hay algo parecido. La plaza como concepción antiequitectónica es un escenario ritual. El tercer conjunto de ideas es el de representación. Están bajo el nombre, bajo este concepto de representación. Yo he estado indicando el matiz que hay de diferencia entre presentaciones y representaciones. Pero en particular lo saco porque hay un conjunto de rituales en los cuales las presentaciones, ¿le digo? Cuando hablamos de las exhibiciones, pues juegan a personajes singulares, atípicos. En algunos casos son espejos deformados de la realidad social. Espejos deformados. Pero bien, fundamentalmente los rituales que operan de esta manera, claro, operan con identidades posibles. Induciendo la idea en las personas de que sus papeles sociales o sus identidades asumidas podrían ser otras. Esto no solo corresponde a las sociedades modernas, también a las sociedades tradicionales y naturalmente lo mismo a las sociedades occidentales en los tiempos del barroco o en los tiempos de la Baja Edad Media. En particular, en los tiempos de la Baja Edad Media, los rituales son muy diferentes. En particular, abundan los estudios sobre los carnavales. Por algún misterio, quiero decir, por alguna razón sobre la que hay muchas discusiones. No es que no sepamos decir nada porque seguramente hemos dicho demasiado sobre ellos. El papel de los carnavales en las sociedades modernas ha continuado con una enorme vigencia, insospechada, en cierto modo improbable, en razón diríamos de la racionalidad, de los esfuerzos por racionalizar la sociedad que ha hecho la modernidad. Y en ese sentido es un poco contradictorio. Entre todo el conjunto de fiestas tradicionales, una de las fiestas que han recobrado mayor vigor en particular en España se atribuye a la finalización del régimen franquista y la instauración de la democracia. Y se quiere hacer una especie de correlación entre la efervescencia... ...de los rituales y el tránsito hacia la democracia. No es exacto. Pero ciertamente el régimen franquista durante mucho tiempo fue represor de los carnavales. Yo en los años 70, antes de Franco, asistía a algunos carnavales que no se llamaban carnavales porque no estaba permitido que se llamaran carnavales, pero se parecían mucho a unos carnavales. Es decir, es la imaginación... En la imaginación popular hay muchas maneras de sortear las prohibiciones. Los carnavales, ya saben, han estado prohibidos por la iglesia cientos de veces. Y hablar de cientos de veces quiere decir hablar de cientos de transversiones. ¿Por la misma razón? Por supuesto. Por la misma razón. Bueno, el que los carnavales en las sociedades modernas se hayan revitalizado. Se hayan revitalizado. Revitalizado. Ninguna es una cuestión que tiene, digamos, un interés desde el punto de vista del análisis antropológico. Siempre que admitamos, por otra parte, que no necesariamente responden a una correlación entre la transición de las sociedades de dictadura a sociedades de democracia. No necesariamente. Pero en todo caso, en la modernidad... Se ha producido eso. Bien, los carnavales conllevan fundamentalmente un juego social en el que las identidades precisamente deben de aparecer, en el modo ritual deben de aparecer inversas o diferenciadas. Es decir, hay que colocarse en el papel, en la figuración de otra persona, o de otra persona, o de un animal, o de yo qué sé qué, de un otro. Hay que colocarse en ese papel y eso significa poner el cuerpo para ser otro y también poner los actos para ser otros. Y además espera que en ese sentido se produzca desorden social. Claro, se trata de un desorden social controlado hasta cierto punto, porque bien conocemos cuántas posibilidades de caos se puede producir en los carnavales, también en otras fiestas multitudinarias. Por cierto, es posible que la condición de masa conlleve un grado importante de riesgo, en particular en un conjunto de espacios. Es posible, es posible que se lleve a la condición de masa. Aunque no solo. Es decir, si además está este tiempo ritual de inversión, de inversión, de licencia de normas, pues naturalmente, naturalmente que sí. Y ciertamente, pues las justificaciones de la prohibición de la iglesia y también de los regímenes dictatoriales del carnaval iban por ahí. Iban necesariamente por ahí. Pero, en todo caso, este juego... Este juego a ser otra persona es un mensaje que tiene mucho calado. Es ese mensaje de la posibilidad, de que la identidad no es algo definido y fijo y permanente e inalterable, sino que pudiéramos ser otros. Y esta condición de poder ser otros, pues... Al menos se reafirma durante ese tiempo ritual. Una vez al año. Pero la sociedad moderna no solo lo hace una vez al año. Ha multiplicado los carnavales. Ahora hay carnavales en Porto, en fin de año, por supuesto, esto no es seguro, por supuesto. Es decir, el modelo carnaval, por decirlo así, se ha generalizado. Incluso en fiestas patronales hay momentos carnavalescos. Eso se ha generalizado. Y esta generalización es porque, por el atractivo, dijéramos que tiene, en el juego social, esto de poder transgredir las normas. Transgredirlas de una manera plausible, aceptable. Es verdad que los límites, diríamos, de lo aceptable, pues ahí se vuelven difusos, pero en todo caso, pues siguen estando. Es decir, el caos estricto no se pone. El caos estricto no se pone. Es decir, es una especie, diríamos, de amenaza muy difícil de asumir. Muy difícil. Aunque la potencialidad se mantiene. Y esta potencialidad... La potencialidad es lo que hace al carnaval atractivo. Claro, este modelo de representación es extremo. Hay otros modelos de representación menos extremos, diríamos, más cautos. Y también los ha idealizado. La idealización es, precisamente, a través, diríamos, de la imagen, del icono. Los iconos son modelos idealizados de las sociales. El cristianismo era iconoclasta en sus tiempos primarios, primeros. Y también ha venido siendo iconoclasta una y otra vez que los procesos reformistas se han ido agitando a lo largo de la historia de él, de esta religión. Pero, una y otra vez, las imágenes han resurgido. No es necesariamente que sean necesarias. No, perdón, no he ido por la redundancia. Quería decir que no es que debamos de considerarlas como inevitables, ¿no? Pero efectivamente tienen ese punto de eficacia simbólica del que hablaba Lévi-Strauss en el caso de que proporciona modelos ideales. Es decir, el otro punto de las representaciones no es la condición del otro, sino el modelo ideal. El perfecto. El perfecto. Y en ese sentido, desde el punto de vista de las religiones, eso suele coincidir con la divinidad. Y también con los héroes. Los héroes de la santidad, o los héroes de la virtud, o los héroes de lo que fuera. El culto a estos... El culto a estos es precisamente la representación por la perfección. Modelos de identidad. Y es en ese aspecto en el que se puede concebir entonces que los procesos de la identidad con los rituales trabajan en estas tres perspectivas. Por medio de los modelos, por medio de las presentaciones, por medio de las representaciones. En el caso de las representaciones... Aún podemos ver el proceso de la identidad, diríamos, con direcciones determinadas. En el caso de las representaciones lo estaba mostrando como esa diferencia que hay entre dos puntos polares de los seres perfectos, las imágenes que representan a los modelos perfectos. O bien... La posibilidad potencial de ser otro. Y la identidad en ese sentido, en los rituales, adquiere... Es decir, se... Tiene su tiempo particular de agitación, de formación, de aprendizaje y de ensayo. El ensayo. Es decir, esa especie de punto neutro. en el cual es posible jugar a ser otros sin decidirnos de todos a ver si lo somos o no. O con la posibilidad y la necesidad de poder volver a ser como éramos antes. Sin saber exactamente quiénes somos, ¿no? Todavía. Exacto. Muchas gracias. Hasta aquí. Sí, sí. Quería dar por lo menos unos minutos a los... Perdona, me quedaría la mitad de la conferencia, pero no importa, de verdad. No, es que, es decir, que hemos quedado pues aquí, que tampoco... Sí, sí, hasta aquí. Yo creo que hasta aquí hemos quedado, ¿eh? Y lo que podemos hacer, no sé si hay preguntas directamente por parte del público aquí presente y no sé si te han llegado alguna pregunta a través del chat, porque yo la he perdido mientras tanto, ¿eh? Ah, ya no tienes chat. No, no, que me la han quitado. Pero bueno, me dicen aquí que no había preguntas a través del chat. Entonces, aquí sí que hay preguntas, ¿eh? Los alumnos han aventajado. Bueno, Alejandro mismo. Sí, pregunto una pregunta breve para Honorio. Bueno, muchas gracias por decirme también si te parece que operan de alguna manera, claro, alguna variante de las que nos hablan. Es que me queda la mitad de la conferencia. Vale, bien, pues sí, efectivamente, claro. Así que en las sociedades actuales hay por un lado, o por otro lado, está por un lado la presencia de agentes, vamos a decir, agentes... ...agentes profesionales de lo que llamamos la, vamos a decirlo así, las relaciones públicas, para entendernos todos. O sea, agentes profesionales de la vida social. Esta condición de profesional conlleva, diríamos, el conocimiento experto de cómo hacer rituales y de ponernos a disposición de para qué, de ofrecerlos al mercado. ¿Para qué? El mercado puede ser institucional o puede ser mercado privado. En ese sentido, ellos utilizan, estas gentes, este sistema experto, utilizan muchos de los mecanismos que he descrito. Muchos de los mecanismos. Por ejemplo, marcas. Claro, la condición de marca funciona como icono, como emblema. Y proporciona un señalamiento. Esta operación de señalamiento, pues efectivamente tiene mucho que ver con la marca de identidad. No por casualidad hay campañas publicitarias que dicen soy, solo dicen soy de. Solo dicen eso, soy de. En realidad, en ese sentido, diríamos que, que la condición de afiliación que buscan las marcas, y no solo las marcas, también las instituciones, en relación, diríamos, a los ciudadanos, bajo campañas, diríamos, de afiliación, pues trabajan precisamente con que la afiliación sea una especie, diríamos, de pertenencia. O sea, es una identidad particular. La posibilidad de esta identidad es particular. Ya lo he dicho. Ya lo he señalado desde el principio. Es decir, es propio de la modernidad el ir pasando, diríamos, de identidades. Y el trabajar, el hacer la vida social con identidades múltiples. En algunos lados somos varones, estrictos, como tal. En otros somos ancianos. En otros somos profesores. En otros somos así. Este esto que antes los sociólogos llamaban simplemente roles, y apropiamente han... Dada su complejidad y, sobre todo, su condición, diríamos, de instalarse como un aspecto de tu vida e internalizado. Es decir, formando parte, diríamos, de tus valores. Pues las campañas de publicidad de las instituciones, tanto como de las empresas de mercado, tratan precisamente de utilizar estos elementos. Son especialistas en hacer fiestas. Las fiestas, por un lado, reúnen las colectividades. Las colectividades, en ese sentido, inmediatamente, diríamos, fabrican escenarios. Es un escenario físico y un escenario social en el cual nos vemos. Y además, no solo nos vemos, sino que tratamos de formar, aunque sea efímeramente, la condición de comunidad. Que es una condición emotiva, que se vive con sentimiento y que efectivamente, en este juego, este juego es completamente instrumentalizado. Completamente. A eso le añades cánticos, le añades un sistema de premios y castigos y ese tipo de cosas. Y eso requiere, justamente, todo el conjunto de mecanismos que los rituales han trabajado durante muchísimos tiempos. Si me permitís, voy a hacer una pequeña... Bueno, mi pregunta iba simplemente como, ¿podrías, de cierta forma, distinguir entre lo que serían los rituales laicos, por un lado, que es lo que acabas de dar ahora mismo, y por otra parte, esos rituales que sí que están... Tiene más que ver con la religión, o con creencias... Hoy ya... Todo está mezclado... Sí, ahora ya, Raúl... Vamos a ver. Veréis. Las definiciones clásicas de ritual lo limitaban al espacio y a los contenidos sagrados. Marcel Moss, por ejemplo, que es uno de los más citados en las definiciones de ritual, pues específicamente indica que los ritos son... Las definiciones eficaces tradicionales que se realizan en los espacios sagrados. Esa es su definición. Por eso decía, ya no hablamos tanto de ritos, hablamos de rituales. Hemos hecho un ensanchamiento del concepto. Y en este ensanchamiento del concepto entran tanto los rituales religiosos como los rituales laicos. Es decir, encontramos en ellos características formales muy semejantes. Y entonces, la distinción más particular estaría en dos términos. En el... O en dos conceptos. El concepto de creencia... y el concepto de eficacia simbólica. En el concepto de creencia, suponemos, en realidad es un postulado, que están ya en los rituales religiosos, pero los estudios nos han ido enseñando de una manera machacona que es posible hacer rituales religiosos sin ninguna creencia. Y esto no solo pasa en el cristianismo, pasa en muchas religiones, es por no decir en todas las religiones. Si la creencia pertenece al mundo interior, y los actos sociales son públicos, los rituales se sitúan en el plano público, y la creencia en el plano interior. No es posible, por la observación, solo por la observación de la celebración, del acto religioso, deducir que es un acto creyente. No es posible. Rápidamente, aquí en la... Os recuerdo que también la idea es que luego exponga a Alejandro y luego aparte de contestar las preguntas sobre lo que también hace un poco el coloquio, en donde podemos lanzar más preguntas. Pero, de momento, por favor... Bueno, yo tengo que hablar de los campos de Aswit. Las identidades son etiquetas que nos definen a las relaciones de... Luego, tengo que la mayoría de estas identidades, excepto la raza, esto no se llevó a cabo porque desde que entramos... Pues ya hay bastantes estudios sobre esto que me preguntas. Pues, por un lado, estamos descubriendo que sociedades que creíamos homogéneas no lo somos tanto. Las sociedades actuales ya no somos homogéneas, somos sociedades plurales y en ese sentido convivimos en diversidad. Este asunto lo hacemos virtualmente a través de estas cosas y las hacemos en términos, diríamos, de la vida social cotidiana que llevamos todos. Esto está ocurriendo en todas partes, en el mundo, en casi todas partes. En África igualmente, pues hay muchas poblaciones, son pluriétnicas, pluri-pluriétnicas. Nosotros estábamos más bien acostumbrados a sociedades relativamente homogéneas, nunca del todo homogéneas, pero bastante homogéneas, pero muchas sociedades asiáticas son pluriétnicas mucho tiempo, las sociedades hindúes lo son hace mucho y así puedo citar de muchas sociedades en el mundo en esa misma situación. El aprendizaje de la convivencia en diversidad algunas sociedades ya lo tienen, otras no lo tenemos. Aún tenemos el aprendizaje, el aprendizaje realizado de la convivencia en diversidad, aún no lo tenemos. Esto, entre otras cosas, por un lado explica, diríamos, las polarizaciones de las identidades diferenciales. Tenía que haber explicado que el concepto de identidad, pues diríamos, se va cristalizando, pero de distinta manera. La identidad por diferencia es una, la identidad por representación es otra y las identidades en proceso, pues se van construyendo poco a poco. Así que, bueno, este es un asunto complicado de mostrar, pero sí quería subrayar esto. Por un lado, en sociedades modernas asistimos a movimientos de gentes que se reafirman en identidad, entidades que consideran esenciales, o sea, inmutables, y lo hacen como un mecanismo de defensa frente a la diversidad, a la diversidad inmediata. Por otra parte, también tenemos muchos contingentes de población que en ese sentido, diríamos, se refugian en la vida privada, es decir, que renuncian bastante a la vida pública y han hecho de su vida privada e incluso de su vida virtual, Una identidad. Con lo demás, con el aliciente de que en el mundo virtual tú puedes ser cualquier cosa. Es decir, te montas un alias de lo que te puedas imaginar posible. Y en ese sentido esto es como un rito de paso, en continuo paso, en esa condición de umbral que decía Tarnas. Así que este movimiento, diríamos, del refugio en la vida privada es muy generalizado. Está muy, muy generalizado. Ese refugio quiere decir que diferenciamos dos espacios. El espacio público en el que hay una reducción, diríamos, de vínculos. En el espacio público esa reducción se realiza. Reducciones al mercado, a relaciones de interés y a todas esas cosas. Mientras que en el ámbito más o menos privado, de control, pues uno se mueve con entera libertad. Es decir, hace todo el juego de libertades. Algo que en las sociedades tradicionales no se podía hacer. Los espacios públicos privados estaban. Así que esta separación es característica de las sociedades modernas. También lo reconocemos como esta especie de la emergencia, diríamos, del individualismo. Hay igualmente otros sectores sociales, diríamos, que se reafirman en identidades o que tienen una búsqueda permanente de identidad. Esta búsqueda permanente de identidad, por una parte, en particular, ha sido atribuida a los jóvenes. Porque se caracterizaba a la juventud como un tiempo este de búsqueda permanente. Y entonces este alargamiento de la juventud en la biodiversidad. La biografía tiene mucho que ver con una especie de búsqueda inacabada de identidad. Y entonces las biografías de las personas se desarrollan hacia viajes continuados o hacia, yo qué sé, o hacia actividades o cambio de actividades o fluctuación de frecuentación de ambientes, que primero se pasa aquí y luego se pasa allá. También es muy característico de las sociedades contemporáneas. Tienen sus costes y son bien conocidos y están bastante tipificados. Bueno, podría ser. Sí, que digamos, yo creo que puede ser más o menos. Efectivamente, que también pienso que hay una pregunta más aquí, que por otra parte lo que acaba de decir Honorio también me da, que es un buen engranaje con lo que va a exponer Alejandro. Ajá. Mi pregunta va en el sentido de, y también se lo posiciona en nuestros modelos, hablamos de modelos multiculturales, etcétera, y al igual que en que todo aquello se sienta como... Bueno, si puedo añadir, porque esto enlaza con una pregunta que ha venido en el chat, yo creo que sería un... con eso hablas de las dos cosas, dice, con la creación de múltiples identidades y sus ritos específicos desde cada colectivo, no se está de cierta manera perdiendo ese objetivo de los ritos de unir toda la sociedad. Una cosa y la otra algo tiene que ver. A ver, mira. Y con eso... Y con eso ya terminamos, Honorio. Los estudios sobre convivencia multicultural ya he mencionado antes. Son abundantes en África. En muchos pueblos africanos, en particular desde las... Ya durante los imperios coloniales, pero sobre todo desde la emancipación de los diferentes estados. La emergencia de los estados africanos en muchas partes ha sido dramática. El aprendizaje de la convivencia... ...de las etnias, en particular, casi siempre bajo la hegemonía de una etnia para todos los demás, pues ha tenido y sigue teniendo efectos de muy difícil resultado estable. Son sociedades inestables completamente. Pero, en las condiciones de las grandes urbes, pues efectivamente se ha producido, y voy a citar este ejemplo porque te digo, ¿qué ofrecemos los antropólogos para eso? Digo, los estudios sobre otras sociedades pluriétnicas. Es decir, en la sociedad no hay nada ya, no hay nada por inventar. En este aspecto hay muchos estudios sobre sociedades pluriétnicas anteriores a nosotros. En Asia, en África, incluso en la Inglaterra poscolonial hay muchos estudios porque muchas de las poblaciones de las antiguas colonias se fueron a Inglaterra y hay grandes poblaciones allí asentadas. Hay muchos estudios de convivencia allá. Nosotros somos en ese sentido más recientes en esto. Así que... Así que, ¿qué aportamos los antropólogos? Pues yo te iba a decir, lea los estudios que hay sobre las sociedades pluriétnicas. Es la respuesta de un profesor, pero... que siempre decimos leer. Pero yo quiero decir, añadir un par de cosas, verás. Por un lado es, hay dos grandes ámbitos que en las sociedades modernas están trabajando, diríamos, por un tipo de convivencia que no necesita de colectividades, que no de comunidades. Esto de colectividades son agregados efímeros de personas a propósito de actividades que momentáneamente son comunes. Por ejemplo, el mercado. El mercado antes también era un espacio de convivencia pluriético. Pero ahora, en la sociedad de consumo, mucho más. Mucho más. Es decir, ¿qué nos une a las sociedades modernas? Pluriétnicos. Pluriétnicos. Uno al mercado. El consumo nos une. Esta condición de unión es débil, frágil, aparentemente. Pero está bien soportada. Económicamente está bien soportada y bien alimentada. Socialmente, además, trabaja. Y trabaja en ese sentido modificando la condición, diríamos, del sujeto tradicional pre. El consumo le ha transformado. Y es una transformación que es coincidente con la transformación que hemos sufrido todos. De manera que el mercado trabaja en esa línea. El otro ámbito son las relaciones laborales, digamos que son estructuras rígidas. Y como estructura rígida, en ese sentido está produciendo convivencia frozosa, pero eficiente. Como está vinculada a la sociedad de consumo, entonces, en ese sentido dijéramos, ambas a dos se retroalimentan. Estos dos espacios de convivencia están en todas las sociedades pluriénnicas, en todas. Ahora observamos a los Tuareg con el teléfono móvil, y a los bosquimanos con el teléfono móvil. En cualquier, es decir, tenemos mercancías, objetos, mercancías que nos unen, que nos conectan. Para identidades. Algo más lábiles que antes, ¿eh? Algo más lábiles que antes. Eso no implica que igualmente se pueden producir, y de hecho se producen, movimientos, diríamos, de refugio, de esencialismo, que llevan con... que son en riesgo, están en riesgo permanente de confrontación. Esto es sin duda, pero esto en las sociedades humanas es epidémico. Esto es así, esto es irremediable. Yo creo que la identidad por diferencias no se va a disolver. La identidad por diferencias me parece que es un asunto que... O sea, no solo la identidad por colectividad, por formación de colectividad, sino la identidad por diferencias no es fácilmente resoluble, no sé, que se disuelva, vamos. Bueno, te diría muchas gracias hasta ahora, que luego volveremos a... Apruebemos y luego volvemos. Un poquito, pero vamos a dejarle dos o tres minutos, y lo digo para la gente conectada afuera, que igual apagamos un momentito el sonido, y Alejandro va a poder hacer su presentación. Gracias.