Bien, pues vamos a abordar en la sesión de hoy el Paleolítico Superior en la Península Ibérica. La segunda parte, la semana pasada habíamos hablado del Solutrense, hoy tocaría abordar el Magdaleniense. Un periodo que, bueno, pues el manual insiste en que dura en torno a unos 6.000 años y supone, y por eso también ha despertado tanto interés desde el punto de vista investigador, uno de los grandes atractivos en la investigación en prehistoria en general y en prehistoria antigua de la Península Ibérica en particular. El manual entra en varias razones del... Sí, en varias razones del... Bueno, pues que justifica... Haría ese atractivo cultural, pero bueno, pues en fin, por lo que conocéis de prehistoria general o de prehistoria I, bueno, pues es un periodo de gran desarrollo tecnológico, en fin, el desarrollo de la industria sobre hueso quizás sería, por ejemplo, la principal novedad, ¿no? Es un periodo también de un gran cambio... Social o de cierto desarrollo social en el que además de los elementos vinculados a las sociedades de cazadores-recolectores, el arte se añade como un elemento, pues bueno, de importancia también documental y de importancia también en la caracterización cultural que evidencia cómo al margen de las diferencias, bueno, pues que podamos ver desde el punto de vista regional, que es otra de las razones... Del atractivo, bueno, pues el arte y algunos de los códigos artísticos indican que muy probablemente haya elementos que se puedan vincular, ¿no? Precisamente la semana pasada cuando hablábamos de las varillas de Isturiz y de algunos elementos del arte mobiliar que ya tenía o las plaquetas de Parpallón o que ya tenía una cronología solutrense, decíamos que, bueno, pues probablemente algunos de estos códigos fueran compartidos entre sociedades, geográficamente próximas, ¿no? Entonces, bueno, eso también nos indica que a pesar de que lo característico del margen veniense en ese periodo que tenéis ahí de más o menos 6.000 años, ¿no?, entre hace 17.000, 11.000 y pico años, bueno, pues aunque haya muchas formas de vida diferentes, con circunstancias climáticas también diferentes, el arte y algunos elementos también del hábitat parece que ofrecen una cierta... homogeneidad, ¿no? Y también se considera que probablemente, como en el margen veniense es un periodo de culminación del Paleolítico Superior y al final de inicio ya de los modos de vida típicamente epipaleolíticos, en ese margen veniense superior del que estamos además muy bien informados en la Península Ibérica, pues bueno, eso también lo ha hecho un espacio cronológico para caracterizar el final del Paleolítico especialmente... atractivo, ¿no? Y luego quizá hay una razón, ahora los haremos algunas, cinco en concreto que da el manual, ¿no?, de razones concretas del atractivo como tema de investigación y de estudio del margen veniense, hay una que está un poco velada, presente en ese mapa que veis en pantalla, ¿no?, y es el de la multiplicación del registro. En realidad, el margen veniense como el epipaleolítico, y a partir de ahora prácticamente los periodos de la prehistoria se caracterizan por ser un periodo de gran presencia de los asentamientos y de gran presencia del registro, ¿no? Bueno, ahí veis toda la coloniza cantábrica, en fin, ahí solo hay algunos de los yacimientos, en preferencia sobre todo aquellos que tienen representaciones vinculadas al arte, pero en general, bueno, pues la multiplicación del registro hace que sea un periodo también muy fácil, vamos a decirlo así coloquialmente, de investigar, ¿no?, en concreto el manual dice que hay como cinco grandes razones en el éxito o en el atractivo historiográfico, como dice ahí, del margen veniense, ¿no? La primera es la duración, es un periodo de seis mil años, que no es muy largo y en el que es fácil encontrar evidencias concretas para compartimentarlo en periodos, de hecho veremos que no tiene nada que ver, pues bueno, el margen veniense inferior con el margen veniense superior, es un periodo que además actúa como final y como epílogo, por así decirlo, del paleolítico, es un periodo también de gran desarrollo cultural y tecnológico, toda la gran variante de industria lítica que caracteriza a las facies magdaleniense, que después veremos también en concreto aplicada a la península ibérica y sobre todo también, bueno, pues este tipo de arpones o estos contornos recortados, como el de Tito Bustillo que tenéis en la parte inferior, indican, pues bueno, que ese desarrollo no solo es tecnológico, sino que también tiene una cierta dimensión cultural. En cuarto lugar, precisamente esa ambivalencia que decíamos antes entre un periodo con grandes variantes locales, pero con una cierta unidad o homogeneidad global en los modos de vida, en la relación del hombre con el medio, en las estrategias de caza, en el adorno, etcétera. Incluso el personal, hay que tener un esquema de un modo de vida o de una forma de vestir típica de este periodo, pues bueno, lo hace también atractivo y en último lugar, precisamente como decíamos antes, la abundancia y la conservación del registro, algo que en cualquier caso quizá, Manuel insiste en ello, algo sobre lo que se pueda hacer quizá una cierta excepción para la península ibérica, es decir, que el mar galeniense va a ser desigual en las distintas regiones peninsulares y sobre todo, porque nos vamos a encontrar como dos grandes zonas, la zona cantábrica y la zona mediterránea, con una presencia, lo veis aquí en el mapa, zona cantábrica, zona mediterránea y con una presencia de algunos yacimientos en el valle del Ebro, en un sentido muy amplio, que incluiría incluso la Cueva de África, donde está el Once, pero en el lado ya... Navarro del Pirineo y que, bueno, pues indica que nuestra evidencia, aunque es numerosa en la península ibérica, está muy concentrada en seguimiento también de esos focos, de ese fondo de saco del que hablábamos la semana pasada cuando caracterizábamos el solutrense. Precisamente como además lo característico del mar galeniense va a ser la diversidad regional, en la península ibérica vamos a tener un problema y es que conocemos especialmente el hábitat en Cueva y no tanto el hábitat al aire libre, que nos consta que para otras latitudes europeas, incluso meridionales y septentrionales también, bueno, pues había hábitat al aire libre. En cambio, en la península ibérica tendremos que esperar al Epipaleolítico para encontrar evidencias de poblados al aire libre y de zonas en las que, bueno, pues esa... modo de vida típico de ambientes más templados, sobre todo en el mar galeniense superior, todavía no lo tenemos bien atestiguado porque la conservación del registro es mucho más cerrada y está mucho más exenta de problemas de contaminación y de deterioro en las cuevas que en los elementos aéreos libres que pueden estar a más profundidad, no haberse localizado todavía o haber sido destruidos, por decirlo en el avance, caen urbanístico o de infraestructuras. También hay un problema con el mar galeniense. Hay un elemento que añade, por así decirlo, atractivo al mar galeniense, ¿no? Y es, bueno, pues la relación, la estrecha relación que la historia de la investigación en el Paleolítico Superior con la entrada sobre todo del descubrimiento del arte, ahí tenéis a Laval-Ribrel en la cueva de Lascaux, aunque en fin, en el pie habla de la sistematización de la cueva de la Madeleine, pero que efectivamente observando las pinturas de la gruta de Lascaux, bueno, pues la atestiguación del arte, primero en los trabajos de Eduard Lartet a mediados del siglo XIX en su caracterización de la industria ósea y después en los trabajos de Henri Brel para el arte, pero también para la caracterización de la industria típica del mar galeniense a partir de la cueva de la Madeleine, pues bueno, evidencian la participación de los grandes prehistoriadores en la sistematización de la industria lítica, de los estilos artísticos, sobre todo el estilo III y en particular sobre todo el estilo IV, característicos de esos periodos, por así decirlo, mar galenienses que Henri Brel marcaba en seis estadios y que para la península ibérica veremos que están básicamente vinculados, vinculados a un mar galeniense arcaico inferior, medio y superior, que después caracterizaremos. Ese eco que también como veíamos, no hemos visto aún el tema de arte, ¿no? No, lo habíamos visto en Prehistoria I, perdonad. Como veremos cuando hablemos del arte, precisamente el descubrimiento de Altamira, cueva mar galeniense, va a meter también a la península ibérica en los estudios de prehistoria francesa, en el momento en el que a partir de Ruffinac, la Madeleine, Lascaux, etcétera, la Font du Grand, etcétera, se vayan descubriendo nuevas cuevas que son las primeras que la prehistoria francesa considera como auténticas, ¿no? Pero bueno, al margen de eso, también el manual insiste en que desde un punto de vista historiográfico también, que bueno, pues los ecos con los que los prehistoriadores peninsulares recibieron la caracterización tanto del tipo humano como de la humanidad. Como Sapiens, como de los contextos, ¿no?, planteados por Henri Brel y por la Artet en las primeras sistematizaciones prehistóricas y de arte, los cuatrocientos siglos de arte parietal, por ejemplo, de Henri Brel, la hacen especialmente interesante. El manual señala el cambio que hay entre la caracterización de los modos de vida del mar galeniense desarrollado por Hugo Obermeier en ese libro de 1925, ¿no? Del hombre fósil, que en realidad lo que hace es adaptar prácticamente el modelo de planteamiento de periodización del mar galeniense de la cueva de la Madeleine de Henri Brel a la península ibérica a los estudios que se han ido haciendo progresivamente desde los años setenta, ¿no? En que Milford precisamente sistematiza el musteriense y eso genera también una mayor atención de la prehistoria peninsular con Jorda Pericot, González Echegaray, Pilar Utrilla y otros investigadores que empiezan además a ampliar la atención desde el punto de vista geográfico a la península ibérica, ¿no? Durante un tiempo, con los trabajos de Obermeier y esa cierta dependencia respecto de Henri Brel sobre todo se consideraba que el mar galeniense peninsular era una especie de continuación del solutrense, ¿no? Y muy poco evolucionado y prácticamente un calco del mar galeniense francés pero a partir de los años setenta, bueno, pues se empieza a subrayar que efectivamente hay cierta relación entre ambas zonas, la zona norte del Pirineo, por ejemplo y la zona meridional del Pirineo, pero que cada una de ellas en el mar galeniense incluso respecto del solutrense de ambas zonas adquiere características diferentes, ¿no? Eso es algo que se debe a esos investigadores de los años setenta Pericot, Jorda y González Echegaray sobre los que volveremos a hablar también cuando hablemos de la institucionalización o del inicio de la investigación en arte parietal paleolítico pero que sobre todo en los últimos años se han visto intensificados con la presencia el manual lo explica, ¿no?, de nuevas y mejores dataciones radiocarbónicas, de una mejor definición de ese periodo un poco de transición entre el solutrense y el primer mar galeniense llamado mar galeniense arcaico y también de algunos elementos de grandes descubrimientos como por ejemplo aquí lo tenéis, ¿no? El mapa de Abaunt o el dibujo de la interpretación del mapa de Abaunt según lo publicó en Science la profesora Pilar Utrilla de la Universidad de Zaragoza y su equipo o también las aportaciones de Fortea de Javier Fortea, de María Soledad Corchón o de Francisco Jorda y de otros autores en la caracterización sobre todo de esas zonas que como ya no tienen una... o se independizan respecto del enfoque estrictamente artístico en el análisis del mar galeniense pues bueno, empiezan a evidenciar yacimientos con buenos registros mar galenienses pues en el área mediterránea en el valle del Ebro como por ejemplo sería el caso de los trabajos en particular de la profesora Utrilla aunque en el caso de Abaunt se pueda considerar el valle del Ebro en un sentido extraordinariamente amplio Partiendo de ese cisma, por así decirlo, historiográfico de una primera fase durante la primera mitad del siglo XX entre los años 20 y los años 70 de dependencia del modelo analítico francés y una segunda en los 70 de ruptura y en los 90 de ampliación geográfica del campo de análisis y de separación del mar galeniense exclusivamente del ambiente digamos, de la cornisa cantábrica hoy podemos dar una serie de rasgos más o menos generales seis tengo anotados aquí que podrían desde un punto de vista ambiental desde un punto de vista también de la organización espacial de la cultura material, etcétera que podrían caracterizar un poco el mar galeniense peninsular para después entrar ya dentro de esa diversidad que es una nota característica del Paleolítico Superior como recordaréis los que ya hicisteis Prehistoria 1 caracterizar los distintos focos del Cantábrico y el Mediterráneo del Paleolítico Superior mar galeniense peninsular Primer rasgo desde el punto de vista general del mar galeniense en la península ibérica la cronología que va en ese intervalo de hace 17.000 años hasta hace 11.000 podemos añadir los picos antes del presente En segundo lugar, el carácter que está un poco ilustrado en esa imagen de caza de renos que tenéis en una recreación aquí a la izquierda la presencia de un ambiente extraordinariamente frío también caracterizado en el dibujo de ese hombre vestido con pieles muy bien cubierto, muy bien protegido porque correspondería a las circunstancias de ese ambiente frío de los últimos episodios tardiglaciares o periglaciares como comentábamos también a propósito del Solutrans En tercer lugar, lo vimos antes a propósito de los contornos recortados de Tito Bustillo y de algunos arpones magdalenienses peninsulares los dos en concreto del Museo de Altamira La tercera característica es que en Magdaleniense Peninsular asistimos al desarrollo de las manifestaciones artísticas tanto del arte mobiliar como obviamente del arte parietal no vamos a entrar ahora en ello hemos citado Altamira pero volveremos sobre ello cuando estudiemos el arte desde una manera monográfica en la siguiente lección o en la última de las dos que creo que nos quedan espero que sea en la siguiente no, que sea en paleolítico sino en la última para ver el arte no solo parietal-paleolítico sino también mobiliar sino también parietal-post-paleolítico La cuarta característica a cuyo respeto vienen muy bien las dos imágenes que tenéis en el centro de la diapositiva 5 que tenéis ahora en pantalla también la tenemos atestiguada en la península y es la ocupación periférica del espacio incluso de espacios que anteriormente el hombre no había prestado a ellos especial atención ese asentamiento magdaleniense que está caracterizado en esa maqueta del Museo de Lyon nos sirve como ejemplo de cómo también en el Magdaleniense hay algunos asentamientos al aire libre que hemos dicho que quizá conocemos mejor para el otro lado del Pirineo de la península ibérica pero también tenéis ese segundo ejemplo del mapa de Abaunt que ilustra precisamente cómo el hombre del Magdaleniense peninsular se movió de norte a sur con desplazamientos iniciales y de este a oeste que eso se puede rastrear además a partir de esas globalizaciones que evidencia la industria lítica siempre en desplazamientos que iban del Pirineo hacia el Levante y en los que quizá los valles de los ríos y determinados accidentes geográficos pudieron servir como ejemplos o como ejes mejor dicho de la relación del hombre desde el Pirineo al valle y al Levante y a la inversa periodos en los que hubiera una alternancia climática el ejemplo del mapa de Abaunt ilustra muy bien esa familiarización del hombre con el espacio con los arroyos con las charcas, con determinados tipos de animales y con algunos elementos del paisaje que podían recordar al hombre el mapa de distribución de recursos precisamente para reconocer el espacio después del abandono de periodos de abandono de la ocupación del lugar alternancia de periodos de sedentarización con otros de desplazamiento en oleadas progresivas precisamente un cambio que hace atractivo también el Magdaleniense que lo hace con carácter general y con carácter también peninsular es que precisamente estos episodios de interludio, de abandono sino del espacio y de nueva reocupación va a ser prácticamente la última vez que los encontremos porque entrado ya el epipaleolítico excepto en la fase inicial en la que aún perviven algunos episodios perigrafiares, entrado ya el epipaleolítico el hombre va a estar mucho más asociado al territorio y entonces la territorialidad y el no abandono o la permanencia en el asentamiento va a tener más peso y por eso la última aproximación es un modo de vida de alternancia nomadismo, sedentarización de la prehistoria o típica de la prehistoria antigua antes del paso al modo de vida de una prehistoria reciente que no es todavía reciente pero en cualquier caso empieza a transformarse otra característica desde el punto de vista tecnológico es que en general la industria lítica del Magdaleniense peninsular se alinea perfectamente con la industria lítica que se define a partir del yacimiento de la Magdalen, Lascaux, Artet, Altamira, Parpaillot, Altamira etc que se define sobre todo a partir del modelo francés tanto de la Magdalen como de Lascaux como del Artet pero en principio en la península ibérica los arpones sí que permiten al margen de la distinción que después haremos trazar una diversificación regional como en dos momentos un primer arponiense exclusivamente lítico con este tipo de puntas de flecha tipo teyac o de puntas pedunculadas semejantes a las de pedúnculo que tenemos en solutrense que es la llamada punta hamburgiense con racletes y presencia de retoques de guril como el guril de pico del oro que tenéis aquí pero sin arpones que más o menos iría entre 17.000 y 13.000 años antes del presente y un magdaleniense ya con arpones y con un gran desarrollo de agujas y azagallas de todo tipo que se desarrollaría ya a partir del 13.000 y hasta el 11.000, 10.000 antes del presente que parece que es el momento en el que entraríamos ya en el Holoceno se abandona por tanto el Pleistoceno y entramos en un ambiente climático periglacial y posteriormente mucho más templado con las alteraciones que eso genera ya lo veremos en el tipo de fauna la dedicación económica y que en cualquier caso van a intensificar algunas prácticas por ejemplo de aprovechamiento del marisqueo y de la vida al aire libre que en algunos ámbitos Lyon, Princevent, etc del magdaleniense francés también están atestiguados. Y en sexto lugar otra característica básica del magdaleniense y es la última del magdaleniense peninsular es que a pesar de que hay una caza especializada en los animales que aparecen más presentes en las representaciones de arte varietal cérvidos, equidos y bódidos bueno pues la caza se complementa con una cierta diversificación productiva que incluye el marisqueo y la pesca como actividades complementarias que cada vez van a tener más importancia la presencia de los arpones es una muestra clara de ese tipo de transformación. A partir de ahí hemos dicho que precisamente desde los trabajos de Fortea de Corchón y de Pilar Utrilla sobre los magdaleniense periféricos del ámbito mediterráneo contrastados con los de la cornisa cantábrica vamos a ver la evolución del magdaleniense peninsular distinguiendo en cierta medida el magdaleniense de la cornisa cantábrica cuya secuencia cronológica es mucho más clara del magdaleniense del ámbito mediterráneo y del ámbito del Valle del Ebro de Cataluña, Levante y Valle del Ebro en sentido general aunque hay algunos elementos que puedan ser comunes En principio es importante subrayar esas dos zonas la cornisa cantábrica y el mediterráneo porque parece que fueron zonas que concentraron la población seguramente porque bueno pues concentraban más recursos, la zona mediterránea el Manuel explica como anteriormente se llamaba el magdaleniense ibérico porque se consideraba que el de la cornisa cantábrica tenía más que ver con sus homólogos franceses pero en los últimos años bueno se ha empezado a ver y se ha atendido más a la definición geográfica de ibérico que eran dos zonas, la cantábrica y la mediterránea sometidas a elementos comunes pero que en cualquier caso obedecen a formas de vida y planteamientos diferentes quizá para la cornisa cantábrica conocemos mejor el magdaleniense arcaico y el magdaleniense inferior que vamos a caracterizar a continuación y aunque conocemos también pacies del magdaleniense medio superior en la cornisa cantábrica las tenemos también definidas sobre todo el magdaleniense superior en el ámbito geográfico mediterráneo que caracterizaría al bueno el ámbito geográfico del mediterráneo sería Cataluña Levante y Valle del Ebro y el ámbito geográfico de la cornisa cantábrica Río Nalón hasta los Pirineos Occidentales el de la cornisa cantábrica con pacies en el magdaleniense arcaico inferior, medio y superior y el mediterráneo sobre todo con un magdaleniense antiguo muy largo y un magdaleniense superior con arpones muy bien documentado con algunos registros arqueológicos muy bien datados como por ejemplo el de Abaunt o la Cueva de Chávez aunque se deben a las investigaciones como hemos dicho antes de Pilar Utrilla y que evidencian precisamente han servido para evidenciar que incluso en latitudes muy septentrionales como Abaunt hay contactos tanto con el ámbito francés como con la zona meridional y por supuesto también en Chávez que también es una cueva polémica por su destrucción que está en proceso judicial por el propietario del recinto hace algunos años y que causó bastante revuelo a nivel patrimonial y desde luego en la prensa aragonesa y especializada también bien, vamos a caracterizar cada una de las facies culturales en el área cantábrica como primer elemento se caracterizaría un periodo podríamos caracterizar un periodo que llamaríamos en la cornisa cantábrica el magdaleniense arcaico entre el 17.000 16.500 años antes del presente en un ambiente fundamentalmente frío y caracterizado por una primera facies la llamada facies de Rascaño caracterizada por el nivel 5 de la cueva de Rascaño que tiene como características básicas esos yunques de arenisca que tenéis en pantalla en el lado izquierdo y luego las azagallas aplanadas con base biselada que tenéis por ejemplo en estos ejemplares que aparecen en el lateral de la diapositiva con esos elementos estirados en mono bisel tipo placard que son muy características de esas facies de Rascaño y un segundo momento en el magdaleniense arcaico caracterizado por la presencia de racletes no tenéis ahí dibujo de ninguna raclete pero si que las tenéis aquí son ese tipo de raspadores marcadamente circulares uso casi de uniforme y que son características del magdaleniense europeo desde niveles bastante antiguos lo característico es que son esos raspadores que además de su carácter circular el retoque bordea toda la estructura de la pieza y que tenían que ver con ese trabajo bastante constante de la piel como un elemento vinculado a ese ambiente frío que requiere de proteger también los recintos de habitación pasaríamos ahí en la cornisa cantábrica un magdaleniense inferior que sigue siendo frío que oscilaría entre 16.500 años antes del presente y 14.000 años es una de las facies mejor conocidas fundamentalmente caracterizada por una primera facies microlítica con escalenos industrialítica de carácter más o menos geométrico y después con una industria es lo característico también de esos escalenos una industria de carácter bastante laminar con habitat y es una de las características esenciales que hemos visto antes de campamentos base anuales que se van renovando y que sirven también para la explotación del espacio y esas características además de esos escalenos sobre todo la caracterizada en el nivel 6 de la cueva del Julio en Cantabria sobre todo por la presencia de este tipo de raspadores aunque hay también hojitas que bueno pues podrían servir como ejemplo de ellas otro caso en concreto de raspador que evidencian esos cambios tecnológicos también para este periodo empezamos a encontrar evidencias de industrias sobre lámina pero en este caso con ese aspecto de hojita como eso que veis ahí en este caso del nivel 7 de la cueva del Julio y también algunas representaciones para el Magdaleniense inferior ahí las tenéis de ciervos grabados en hueso o a veces en algunas plaquetas como muchas documentadas tanto en Parpalló como en Julio que corresponden al Magdaleniense inferior aquí tenéis algunos de esos huesos largos del Julio los que aparecen en los cuartos traseros o prótomos de ciervos y de caballos que son un poco un anticipo como veis también a veces aprovechando escápulas o homóplatos que son un anticipo de los contornos recortados que se desarrollarán sobre todo durante el Magdaleniense medio y más tarde el Magdaleniense superior por tanto industrias como hemos visto aquí sobre hojitas y variantes o raspadores tipo uniforme clásicos no sé si la tienen uno pero la industria del paleolítico superior son típicos incluso desde el Gravetiense serían lo característico de ese Magdaleniense medio que como hemos dicho está sobre todo bien documentado en la cornisa Cantábrica y no tanto de ese Magdaleniense inferior y no tanto en la zona mediterránea pasaríamos después al Magdaleniense medio entre hace 14 y 13.000 años antes del presente con un periodo frío pero con una segunda fase templada en la que se multiplican los asentamientos quizá porque probablemente se aproveche esa condición templada para una mayor colonización del espacio en principio se suele distinguir entre un Magdaleniense medio en el que no hay arpones o hay al menos solo unos protoarpones y empieza a aparecer ese tipo de arte mueble muy geométrico que habíamos visto iniciarse ya en el Magdaleniense inferior ahí tenéis dos conjuntos extraordinarios de arte mobiliar muy diverso sobre hueso, a veces con motivos geométricos a la izquierda a veces conjuntos más bien de representaciones naturalistas o realistas como el conjunto de las Caldas en Asturias donde precisamente trabaja uno de los equipos de la UNED que evidencian cómo esa novedad del arte mobiliar sobre hueso que habíamos visto en la fase esjullo ahora empieza a multiplicarse y después suele distinguirse entre esa fase del Magdaleniense medio antiguo y una del Magdaleniense evolucionado donde ya tenemos una gran explosión de la industria crítica que anticipa la caracterización básica del Magdaleniense superior que tenéis ahí representada en concreto en uno de los yacimientos para el Magdaleniense superior que ahora caracterizaremos del ámbito mediterráneo como es la cova del Parco en Lleida pero también en la cueva de La Paloma en Asturias El Magdaleniense medio, antes de pasar al Magdaleniense medio superior en su segunda fase se caracterizará por la multiplicación ya del arte parietal, del arte mobiliar y por supuesto también la aparición ya durante el Magdaleniense superior del arte parietal. De esto no vamos a hablar aquí porque lo caracterizaremos más adelante cuando hablemos monográficamente del arte Y por último tendríamos el Magdaleniense superior que en principio es la fase mejor conocida la fase de mayor registro y la que además evidencia la desaparición de las industrias de gran tamaño, incluidas por ejemplo algunas hojitas y raclets y el desarrollo cada vez mayor de la industria ósea y de la industria como veis laminar y microlaminar donde hay más que ver la mayor parte de los útiles sobre todo entre el número 1 y el número 7 prácticamente microlíticos que bueno tienen que ver con las hojitas dufort y con todo ese tipo de piezas que caracterizan el Magdaleniense también a nivel europeo a nivel fundamentalmente francés, de hecho en el ámbito mediterráneo bueno ahí tenéis también los arpones que es una de las características la presencia de arpones con los dos dientes a ambos lados entre arpones con un solo lado de dientes que eran típicos del Magdaleniense medio evolucionado pues bueno aquí tenéis un rasgo muy típico del Magdaleniense superior sobre todo en la cornisa cantábrica porque también algunas variantes ya muy complejas de representación convencional de figuras animales en el arte parietal y precisamente uno de los enclaves que mejor se documenta o en los que mejor se documenta el Magdaleniense superior peninsular es Abound que evidencia también un modo de vida que casi se relaciona con las estrategias afilienses o epipaleolíticas que veremos cuando explicamos el epipaleolítico y el mesolítico los periodos en los que el hombre permanece más en el espacio se pone en relación con ese espacio y empieza a desarrollar incluso una industria en el caso de la afiliense a través de cantos rodados en el caso de Abound el famoso mapa con unas notaciones que vincula al control del territorio que sería una de las características básicas también de este Magdaleniense superior de colonización general del ámbito geográfico es un cuadro que yo creo que se verá bien si lo imprimís del pdf que está subido al curso virtual que procede está en internet precisamente de un alumno Juan Carlos Isla lo compartí en un blog que él tiene donde comparte apuntes y cuestiones que le deben servir para el estudio creo que es un cuadro bastante trabajado que sintetiza muchos de los elementos que hemos visto aquí poniendo en relación cada una de las facies generales en el ámbito francés arcaico, inferior y medio con las facies de Rascaño, de Julio etcétera para cada uno de esos periodos con algunos ejemplos también de industria muchos también proceden de láminas que luego ampliadas están en las diapositivas anteriores y que los pueden ser bien, para terminar vamos a hablar como siempre de actividades económicas y de modos de vida y de hábitat del Magdaleniense en la península ibérica quizá lo más característico es que sobre todo hasta el Magdaleniense superior los modos de vida revisten una gran conexión con el solutrense hay una clara continuidad de los modos de vida del solutrense se practica una caza muy estratégica, pensar por ejemplo en el cazadero de solutre epónimo en este sentido una caza además especializada en la que se eligen muy bien las especies que se van a cazar pero pese a ello la actividad cinegética se diversifica en actividad de caza y en actividad pesquera con en cualquier caso algunas características que rompen un poco con ese estándar de homogeneidad con el solutrense, precisamente hemos visto que en la historiografía en los últimos años se había tendido a romper la relación entre solutrense y mazaleniense o aportar rasgos singulares al mazaleniense, bueno pues vamos a ver algunos de ellos, en primer lugar las puntas solutrenses van a ser sustituidas lo veis en alguna de las recreaciones por armas de hueso en el mazaleniense por ejemplo los arpones que no solo están vinculados a la caza sino a la pesca sino también a la caza de mamíferos, en segundo lugar parece que se emplea más el hasta de ciervo como soporte de alguna de estas armas y también del arte mobiliar que el hasta de reno, porque parece que no hay bastones y propulsores en forma de T que están más relacionados con las defensas de los renos, eso indica que muy probablemente frente a la caza de reno que había sido habitual en el solutrense la caza del ciervo tenga más importancia en el mazaleniense al menos en el mazaleniense arcaico e inferior de el ambiente más frío a partir del mazaleniense superior y sobre todo en la fase final del mazaleniense superior parece que hay una especialización en la caza de la cabra y a partir del mazaleniense superior, sobre todo en el valle del Ebro y en el área que hemos denominado antes mediterráneo, de la cuenca mediterránea junto con el ciervo y con la caza empieza a atestiguarse la caza del conejo quizá porque se introduce la caza del conejo pero se mantiene la del ciervo y la cabra, quizá por el escaso aporte cárnico también del conejo, pero eso tiene mucha importancia desde el punto de vista cultural porque anticipa una economía de mayor diversidad de amplio espectro como diremos cuando hablemos del epipaleolítico y del mesolítico que incluye el conejo, la liebre las palomas, etcétera ya como típico de esas sociedades que caminan hacia un modo de vida de pequeños animales o que los incluyen al menos en su actividad por eso el mazaleniense superior en esos ámbitos de la cuenca mediterránea está anticipando en cierta medida el epipaleolítico en el antábrico empezamos a atestiguar una cierta preferencia por el marisqueo desde el mazaleniense superior algo que también tendrá su importancia en el epipaleolítico y también en el mazaleniense superior, en las fases no glaciares empezaremos a encontrar una actividad de recolección de determinados vegetales que probablemente también haya que poner con la mayor explotación del espacio mayor permanencia también en el espacio y con una mayor o mejor relación del hombre con el entorno, algo que también recuerda, decíamos antes que era uno de los atractivos del mazaleniense elementos que veremos en su momento en el epipaleolítico al margen de las actividades económicas sencillamente dos apuntes sobre el hábitat superior ha sido sobre todo a partir del estudio de Abaunt pero también de los trabajos que se han hecho en las últimas décadas ha sido uno de los primeros episodios del paleolítico en la península ibérica en los que se ha aplicado de manera constante la arqueología espacial es decir, tratar de estudiar los asentamientos no como un aislado sino ahondar en las razones de la elección del asentamiento, de los recursos, de las marcas de visibilidad, de la relación con otros asentamientos principales o subsidiarios de los cursos en definitiva de la geoestrategia del asentamiento eso ha permitido conocer mejor como la elección de esos campamentos base desde el mazaleniense medio e incluso desde el mazaleniense inferior que ha evolucionado es constante y obviamente el mapa de Abaunt con toda la información que revela destacada en ese encarte que explicó el mundo en alusión al propio mapa y a su interpretación nos permite conocer como el hombre precisamente explota o explora los territorios para después explotar determinados recursos y guarda ese conocimiento que genera esa explotación para cuando vuelve a esos campamentos desde los que pone o hace productivos los contextos o los alrededores del asentamiento el paleolítico superior mazaleniense y en concreto el mazaleniense superior sobre todo a partir de los estudios en este caso especialmente de las cuevas tanto de la cornisa cantábrica el de Scaldes, Julio o del ámbito del Valle del Ebro como Abaunt ha permitido también ver como el hombre organiza espacialmente con hogares subsidiarios con espacios un poco como veis en esa recreación de la República Checa con espacios de hogar con espacios de cocina de trabajo de los restos de la caza de actividades relacionadas con la talla de ensayos también en lo recóndito de las cuevas de algunas representaciones de arte parietal que nos indican como el hombre pasa ya mucho más tiempo en el asentamiento, eso está relacionado también con la exploración del territorio y su ulterior explotación y que además ha hecho ya definitiva esa diversificación de los ambientes y de los entornos de vida y del hábitat que veníamos caracterizando como una novedad desde el musteriense lo que pasa es que como los periodos de permanencia del hombre en las cuevas a partir del mazariniense se hacen más largos el registro arqueológico es también de más entidad y entonces es mucho más fácil caracterizar esas variaciones en la ocupación de los asentamientos a partir sobre todo de pequeñas estructuras de descanso como veis aquí por pieles o la presencia de zonas con acumulación de ocres para el arte o con restos de talla o con hogares de distinto tipo relacionados con esa actividad cotidiana del hombre en asentamientos en los que pasaría más tiempo obviamente dentro de la caracterización del mazariniense peninsular hablar de actividades económicas y hablar de hábitat no puede agotar la aproximación porque hay un tercer elemento que es el simbólico el estético, el artístico y el espiritual del que obviamente tenemos que hablar cuando expliquemos monográficamente dentro de dos clases la cuestión del arte parietal y mobiliar paleorítico que tiene su expresión precisamente a partir del mazariniense pues tengo que cerrar la grabación y no sé como hacerlo si me invita a eso ¿alguna pregunta? vale