Bien, buenas tardes. Continuamos con la sesión de tarde. Bien, siguiendo el programa, tenemos la intervención de Inés Montaíra, profesora del Departamento de Historia y del Arte de la UNED, que nos va a hablar de la iconografía de los apóstoles en el arte románico y la prevalencia de Santiago el Mayor. Ya hemos visto un poquito algunas iconografías referentes a Santiago, pero, lógicamente, ahora van a quedar desglosadas y desarrolladas en la conferencia de mi compañera del Departamento de la UNED, Inés Montaíra, al que le cede la palabra. Hola, buenas tardes. Quería empezar por darle las gracias a Sergio Vidal por haberme invitado aquí a colaborar en este interesante seminario y también por haberlo organizado. Como saben, yo voy a hablarles de la representación de los apóstoles en el arte románico y de la evolución de esta representación a lo largo de los siglos del románico, entre los siglos XI y XII. Una iconografía que, ya lo veremos, se caracteriza por que no está completamente codificada en cuanto a que no vemos que todavía los apóstoles tengan unos atributos iconográficos asociados que permitan identificarlos. La segunda parte de mi intervención va a consistir en el análisis del culto a la figura Santiago el Mayor, un culto que va a ser mucho más intenso en la Península Ibérica a partir de este siglo en relación con la veneración de sus restos mortales o sus supuestos restos mortales en la Catedral Compostelana y en relación, por supuesto, con el Camino de Santiago, que es una ruta que alcanza su apogeo precisamente en esta época. Veremos en qué medida la prevalencia o el creciente culto hacia Santiago se proyecta de manera muy directa en la iconografía y vemos que, a diferencia del resto de los apóstoles, Santiago desarrolla dos y hasta tres tipologías iconográficas propias que permiten identificarlo, mientras que, como digo, el resto de los apóstoles todavía no tienen asignados unos atributos, unos símbolos parlantes o, por lo menos, no todos ellos. Este seminario se centra sobre todo en el arte hispánico. Sin embargo, he querido seleccionar algunos ejemplos también de arte románico francés debido a que, ya lo saben, el arte románico es una manifestación, digamos, común. El primer arte, dicen, supranacional en el occidente cristiano y entonces resulta muy difícil analizar la iconografía de los apóstoles en esta época si no contemplamos sobre todo también el arte del Camino de Santiago, que aunque no, digamos, no se puede vincular exclusivamente del arte románico al arte del Camino para el caso que nos ocupa, que es el de la iconografía de Santiago el Mayor, pues sí que resulta bastante importante centrarnos en estos ejemplos. Me ha resultado un poco difícil también seleccionarlos porque el tiempo es limitado y son muchos los ejemplos. Bueno, la iconografía de los apóstoles es muy importante en la Edad Media, todo ya lo hemos visto y desde el primer arte cristiano, pero adquiere una enorme importancia en este momento del arte románico en torno al siglo XI, sobre todo por el contexto histórico que nos ocupa. Ya saben que los apóstoles son los discípulos, los testigos de Cristo, pero sobre todo son sus enviados. De hecho, la etimología de la palabra apóstol viene del griego apóstolos, que significa enviado, y los apóstoles son los enviados para evangelizar, para cristianizar el mundo conocido, todas las naciones. En este contexto del siglo XI, cuando el papado lleva a cabo la reforma gregoriana, digamos que la misión de los apóstoles será leída o interpretada por el propio papado y la propia iglesia como una especie de analogía de su propia iniciativa de reforma gregoriana, en la que lo que se persigue es, digamos, someter a la mayoría de los reinos cristianos al poder de Roma, a la autoridad pontificia, y también incluso extender el cristianismo o la cristiandad más allá de sus fronteras, sobre todo en la Península Ibérica, ocupando al Ándalus, promoviendo la guerra frente a los musulmanes, tanto en Occidente, en la Península Ibérica, como en Oriente, con la organización de las cruzadas. Bueno, el primer ejemplo que he traído aquí pertenece al magnífico claustro de San Pedro de Moasac. Ya saben que se trata del primer ejemplo de claustro románico donde hay un programa historiado, de capiteles historiados, con una narración, digamos, coherente. Tenemos el claustro de Santo Domingo de Silos, que es un poquito anterior, pero no tiene un carácter tan narrativo. Se fecha en torno al año 1100 y estas imágenes proceden de un proyecto como de musealización virtual que se está llevando a cabo desde hace años, que se llama el proyecto Zenovium. Les he puesto aquí el link para que lo puedan consultar. Es un proyecto que permite visitar con imágenes a gran resolución un gran número de claustros románicos, incluso ver los capítulos en 3D, girarlos y seguir incluso la narración de los relieves. Bueno, aquí lo que vemos es una de las primeras representaciones en las que los apóstoles aparecen individualizados, aparecen representados de manera independiente y comprobamos que es preciso recurrir a las inscripciones para poder identificar a los distintos apóstoles. Santiago no ha desarrollado elementos identificativos que veremos que a partir del siglo XIII y hasta finales de la Edad Media suelen relacionarse con los instrumentos de martirio que se atribuye a cada uno de los apóstoles. A este respecto es importante señalar que según las santas escrituras realmente los apóstoles no fueron mártires o no existe un reflejo del martirio de los apóstoles en estas. Es casi siempre en los textos apócrifos los que nos hablan del martirio sufrido por cada uno de los apóstoles y textos que son posteriores a los canónicos. Sólo Santiago el Mayor es un mártir dentro de los hechos de los apóstoles y suele otorgar una posición preferente dentro del colegio apostólico. Eso y algunos otros elementos como veremos. Bueno, a la izquierda en la imagen que ven encuentran a Santiago el Mayor que aparece descalzo como es habitual en la iconografía de los apóstoles. Porta un rollo alusivo a su labor de evangelización y de predicación. Ya veremos que se atribuye a Hispania. La tradición indica que Santiago predico en Hispania y tiene un aspecto un tanto casi eremítico quizá en relación con la ruta Jacobea que ya tenía un gran auge en torno al año 1100 y que posiblemente tenga algo que ver con el hecho de que aparece aquí barbado con las barbas tan largas y con este atuendo. A la derecha lo que encontramos es a San Juan. Ya saben que San Juan es otro de los discípulos, de los primeros discípulos de Cristo. Ambos son hijos de Cebedeo, hermanos tanto Santiago como San Juan y además es un evangelista. Tiene también ese carácter preferente dentro de los apóstoles porque es el autor del Apocalipsis, un libro que tiene una enorme importancia dentro de la tradición hispánica, especialmente en esta cronología de los siglos centrales de la Edad Media. El símbolo que suele identificar a San Juan es el águila porque es dentro del tetramorfos, ya lo saben, esa representación simbólica y animal de los cuatro evangelistas, pues el águila se atribuye a San Juan. Aquí he puesto un poquito en detalle la figura de Santiago. Vemos en otro pilar, estos son los pilares que están situados en los ángulos o en el centro de las galerías del claustro de Moasac y en cada pilar hay dos relieves. Antes veíamos la Galería Norte, ahora estamos ya en la Galería Este donde aparecen Pedro y Pablo. Vemos que a la izquierda San Pedro no tiene barba, algo que veremos que va cambiando, no está totalmente fijada su iconografía en este aspecto, pero sí aparece ya con sus llaves, el símbolo parlante, el elemento identificativo que les ha atribuido desde el siglo V. Es en la vocación de los apóstoles cuando San Pedro recibe las llaves, las llaves que le entrega Jesús para que haga y deshaga en el cielo y en la tierra. Aparece tonsurado, lo cual también es algo propio de su iconografía desde siglos atrás, desde el siglo IV, porque se trata del primer sacerdote y de ahí este elemento. San Pedro recibirá más adelante otros elementos, ya hemos visto que en la intervención de Sergio Vidal, que a veces aparece junto al gallo, en relación con la negación por tres veces de Jesús en la noche del prendimiento y también puede aparecer con la cruz como el instrumento de martirio que se le atribuye. A la derecha vemos a San Pablo. San Pablo es generalmente representado por la calvicie, también desde el inicio. Es decir, Pedro y Pablo, los dos apóstoles más importantes, sí que tienen una iconografía fijada ya desde tiempos previos al románico. Y luego, generalmente, también se le representa un poco influido por la imagen de los filósofos de la antigüedad con túnica y manto, quizá porque escribió sus famosas epístolas en griego. Ya saben, lo ha comentado también el compañero Jordi, que realmente Pablo no forma parte del cortejo de los doce. Es uno de los doce discípulos que aparecen descritos en todos los evangelios. Sin embargo, tiene esta posición preferente y entonces el hecho de que él aparezca en todos los colegios apostólicos, formando pareja generalmente con Pedro, pues hace que se desplace a otro apóstol en su lugar. Bueno, vemos en la Galería Sur otro pilar donde aparecen reunidos Bartolomé y Mateo. Bartolomé no tiene ningún elemento que permita identificarlo. En este caso aparece Barbado y veremos que en el futuro, a partir del siglo XIII, Bartolomé lleva un cuchillo en alusión al supuesto martirio que se le atribuye, que es el de ser degollado. A la derecha destaca la figura de Mateo, que saben ustedes que es el otro apóstol que también es evangelista y que aparece aquí en Verbe, lo cual no es habitual en el futuro, y aparece con las manos veladas sosteniendo su propio evangelio, conocido por el nombre de Liber Generationis, familia, y la inscripción que he que es padre de Isaac. Mateo suele ser representado por medio del ángel dentro del Tetramorfos porque su evangelio se centra precisamente en la genealogía humana de Cristo y en hablar un poco de su vertiente humana más en detalle. Por último, en la Galería Oeste conservamos dos pilares. En uno de ellos aparecen reunidos Felipe y Andrés, lo cual es habitual que formen pareja, y en el otro solo aparece Simón porque en la otra cara lo que encontramos es la inscripción que da fecha al claustro. Esto significa que realmente se ha perdido solo uno de los pilares, que actualmente pues está ocupado por unos relieves realizados creo que en el siglo XVII, desde luego con posterioridad, por lo que podemos sospechar que solo hubo 11 apóstoles representados en estos pilares y podemos sospechar que los que estaban en ese otro pilar pues serían probablemente Santo Tomás y o bien Santiago el Menor, pero que se habrían desplazado tanto la figura de Iscariote, que es lo habitual, que Judas Iscariote no aparezca, el traidor, como Matías que es quien lo sustituye posteriormente. Bueno, a la izquierda tenemos a San Felipe, Inverbe en este caso, y a la derecha a Andrés, que porta una cruz, quizá también en referencia a su martirio, que tuvo relación con, bueno, que fue crucificado en Aspa, como ya ha sido dicho. También Felipe fue crucificado, pero boca abajo, como Pedro. Son cinco los apóstoles que es que perecieron en la cruz, según la tradición. En último lugar encontramos a Simón, que tiene el título Cananeus, que veíamos que ya existían en las primeras manifestaciones, en las primeras representaciones iconográficas de los apóstoles. Sin embargo, en el románico es relativamente raro que aparezcan inscripciones, es decir, suelen aparecer en el caso de los apóstoles, pero no es nada frecuente que encontremos inscripciones, puesto que generalmente es un arte dirigido al conjunto de la población y al pueblo que era mayoritariamente analfabeto. Bueno, lo que encontramos aquí, ya pasamos a ver un gran ejemplo para lo que se refiere a la iconografía de los apóstoles, que es el tímpano central que encontramos en el interior del Nártex de la Basílica de la Magdalena en Veselé. Este tímpano se hizo probablemente entre los años 20 y 30 del siglo XII y está cobijado dentro del Nártex, como decía, en esta iglesia que fue objeto de una restauración enormemente profunda en el siglo XIX por Violet Leduc y, por tanto, muy falseada a efectos históricos y a efectos de análisis arqueológico y arquitectónico. Afortunadamente, la escultura parece que fue respetada o al menos mantiene sus mutilaciones, no ha sido sustituida por nuevas figuras. No merece la pena detenernos en los tímpanos exteriores, que vemos aquí, porque estos son del siglo XIX, entonces nos metemos dentro del Nártex y ahí encontramos que el tímpano central está flanqueado por otros dos, que no vamos a analizar y que simplemente les muestro aquí. A la izquierda vemos varios episodios posteriores a la muerte de Cristo, como es la Ascensión y como es la cena en Emaús, mientras que a la derecha lo que encontramos son escenas de la infancia, concretamente la adoración de los Reyes Magos y debajo la enunciación, la visitación y la natividad. Lo que destaca principalmente de este tímpano es que se considera que fue probablemente realizado por un teólogo bastante erudito porque condensa una gran cantidad de mensajes y lo que representa en principio es la Pentecostés, ese episodio posterior a la muerte de Cristo en el que los apóstoles reciben una especie de visita al Espíritu Santo donde se les posan las lenguas de fuego encima y el Espíritu les dio la potestad de hablar en todos los idiomas y de ser entendidos por toda la muchedumbre a cada uno en su idioma, entendía su lenguaje. En esta representación lo que encontramos es que en lugar de la habitual presencia de la mano de Dios o del Espíritu Santo en forma de paloma, es el Pantocrator o Jesús en una mandorla, extático, el que de sus dedos proyecta esos rayos de lenguas de fuego y en dos grupos de seis encontramos aquí a los apóstoles de los cuales sólo podemos identificar a San Pedro por las llaves y donde vemos que los seis apóstoles que se sitúan a la derecha de Jesús, es decir, a nuestra izquierda, que siempre ocupan el lugar preferente dentro de la iconografía románica, a partir sobre todo de los juicios finales, es a la derecha de Cristo, es decir, a la izquierda del espectador donde suelen aparecer los bienaventurados en los juicios finales y se ha comprobado que generalmente en estas composiciones la figura más cercana a Jesús y a su derecha es la que tiene una prioridad simbólica. En este grupo de la izquierda, que es la derecha del Pantocrator, vemos que los apóstoles tienen los libros abiertos mientras que el grupo de seis que se sitúa al otro lado los tienen cerrados. Se cree que esto significa que estos libros abiertos son el libro del Apocalipsis donde se está operando ya esa salvación en el último día, el juicio ya se ha celebrado, se está celebrando y hay una posibilidad de salvación que es verdaderamente lo que viene a decir la Pentecostés, este mensaje de Cristo que es para todos y que trae la salvación a todas las naciones. Sin embargo, a la derecha encontramos este grupo de apóstoles con los libros cerrados en referencia probablemente a la capacidad de condenar que tienen estos apóstoles y en posible referencia también al propio poder del Papa, de los delegados de Dios en la tierra, en su capacidad de condenar y salvar en su nombre. Si nos fijamos en las nubes que aparecen en reposo en la parte de la izquierda y más convulsas en la derecha, pues ampararía esta idea de la doble significación de los dos lados. Lo interesante de este tímpano no es tanto lo que aparece en el centro como lo que vemos en el dintel y en los compartimentos laterales, donde lo que se representa son el conjunto de las naciones y de las criaturas, el mundo, según se concebía en el siglo XII, todas las gentes que están dispuestas y esperando a recibir el mensaje de Jesús. Y en este sentido se ha relacionado este tímpano también con la misión de los apóstoles. Voy a leer primero el pasaje de los hechos de los apóstoles que relata la Pentecostés, donde se dice, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra. Un poquito más adelante en los hechos de los apóstoles se indica, cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos juntos y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen. Se juntó la multitud y estaban confusos porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. El hecho de que aparezcan aquí, como digo, gentes de todos los lugares, como veremos y ahora vamos a analizar parte por parte, ha hecho que desde ya, desde antiguo, la historiografía del arte haya vinculado esta representación de los hechos de los apóstoles, bueno de la Pentecostés, con la propia misión de los apóstoles que Mateo expresa en estas palabras, dice, id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, mientras que Marcos lo que dice es id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a la creación, es decir, ya no son todas las gentes sino todas las criaturas. Lo que encontramos, como digo, en este dintel y en estos compartimentos es un poco las distintas razas monstruosas y naciones según se describían en los libros de viajes en la Edad Media y que es un género literario muy interesante, desde luego bastante fantástico, donde los viajeros describen pues prodigios y seres extraños que se supone encuentran en tierras desconocidas, siendo este pues una excusa pues para, como digo, para dar rienda suelta a la fantasía. Entonces, este primer grupo que aparece a la izquierda y que ha generado aquí se ha interpretado como los lidios, los escitas, es decir, los habitantes de Persia, conocidos como hábiles arqueros, mientras que vemos después un cortejo de gentes que portan ofrendas y culminan una escena de sacrificio en alusión a los paganos o a todos aquellos que incluso practican ritos en el momento vigente, en el momento en el que fue esculpido este timpano, porque hay constantes referencias al contexto de la época. Hay que señalar que si algo caracteriza al cristianismo es precisamente la idea de que con el sacrificio de Cristo no son necesarios más sacrificios. Él abre, digamos, las puertas del paraíso, por lo menos repara el pecado original y permite que haya una salvación y por tanto no es preciso que se hagan más sacrificios, como por ejemplo practicaban judíos y musulmanes en aquella época y aún a día de hoy con el sacrificio del cordero. Bueno, en la parte de la derecha encontramos primero una especie de cortejo de soldados y luego aquí vemos una figura que es un pigmeo que necesita de una escalera para subir a un caballo, los habitantes del África Central, según las narraciones de la época y los mapamundis y los libros de viajes. Y en último lugar los panotis, que son figuras con personajes con inmensas orejas que también aparecen en los cantares de gesta muchas veces y que se indica que tienen las orejas tan grandes en ocasiones que las usan de abrigo. Les he traído aquí un ejemplo de mapamundi, este procedente del Beato del Burgo de Osma, donde ven que, bueno, obviamente la representación es absolutamente simbólica y no hay una voluntad de reflejar una geografía verosímil. Aquí tenemos Hispania, aquí estaría Santiago y esto sería África, aquí el Nilo y esta es una tierra inventada, una tierra meridional, donde el sol es muy fuerte y según estos libros de viajes pues ahí habitan los esciápodos, otras de estas criaturas que además tienen mucho que ver también con las narraciones de viajes de la antigüedad. En realidad son repeticiones de muchos de estos topos literarios. El esciápodo sería una criatura con una sola pierna y con un inmenso pie que emplea únicamente para proyectarse sombra, ¿no? Por eso el que... Bueno, lo que encontramos en los compartimentos laterales, en primer lugar son dos escribas que creemos representan a dos evangelistas. A continuación aparece Jerobam, es decir, el primer rey de Israel después de Salomón y sería una referencia al pueblo judío de la época. Aquí lo que encontramos, se lo he puesto ampliado en esta fotografía, son los siameses que estos libros atribuyen a la región de Capadocia y además uno de ellos adopta la costura del espinario, que también es habitual en el románico, y aquí aparece una especie de poseído demoníaco, o al menos tienen todos los rasgos de la demonización en la escultura románica. Y este casetón es muy interesante el que tenemos aquí porque el primer grupo representa, se cree, que a un médico junto a un cojo o a un enfermo que tiene un problema en la pierna. A su lado un grupo que ha sido relacionado posiblemente con la ceguera y luego aquí encontramos otras de estas criaturas propias de los libros de viajes que son los cinocéfalos, es decir, aquellos seres humanos con cabeza de perro que habitan, según estos libros, en la región del Ganges, es decir, en la India. Se cree que hay una alusión aquí al pueblo árabe a través del médico que aparece a la izquierda y también se ha relacionado aquí todas estas representaciones con algunas profecías de Isaías, como puede ser la que dice Isaías 55, mira que a un pueblo que no conocías has de convocar y un pueblo que no te conocía a ti correrá por amor de Yahvé tu Dios y por el santo de Israel porque te ha honrado. Luego Isaías más adelante dice, mira estos vienen de lejos, estos otros del norte, del oeste y aquellos de la tierra de Sinim. Y concretamente es en Isaías 35 donde vemos una referencia que podría ser vinculada con esta última escena donde se dice entonces se despegarán los ojos de los ciegos y las orejas de los sordos se abrirán entonces saltará el cojo como ciervo la lengua del mundo lanzará gritos de júbilo pues serán alumbradas en el desierto aguas y torrentes en la estepa. Digamos que en este conjunto una de las figuras se lleva la mano a la garganta quizá en alusión al mutismo y la otra a los oídos. Sabemos además que en este tiempo aquéllos el judaísmo por ejemplo se representaba a través de la ceguera la sinagoga siempre aparece con los ojos vendados como una alusión a que no quieren reconocer al mesías no a Jesús como el mesías anunciado mientras que existen otras representaciones que representan a los herejes a través de la sordera aquellos que no quieren escuchar el mensaje de cristo. Bueno los compartimentos de la derecha tenemos en primer lugar lo que se cree que puede que pueden ser los etíopes aquí ampliada la imagen porque Heródoto describe a los etíopes como gente con la nariz aplastada aquí tiene una peculiar nariz estas figuras conturbante han sido relacionadas con los asirios mientras que estas otras con los bizantinos aquí aparece ampliada la de los asirios y en último lugar estas figuras que portan especie de zancos o patines se han querido vincular con los armenios. Desde luego este programa iconográfico fue ya interpretado en los años 30 del siglo 19 por Katzelenborgen en relación con el contexto vigente que atravesaba la iglesia en aquel momento y como una alusión muy directa a las cruzadas que se estaban llevando a cabo. Este tímpano fue realizado 30 años después de la primera toma de Jerusalén en el 1099 y se dice que las crónicas indican que el 15 de julio del 99 cuando fue tomada Jerusalén por los cruzados coincidió en día de Pentecostés. Además la basílica de la Magdalena FSL tiene un vínculo bastante estrecho con con toda la campaña de las cruzadas sabemos que San Bernardo de Claraval en 1146 predicó aquí la cruzada y que la tercera cruzada también salió de este lugar. Por ello lo que se encuentra en este en este tímpano es una referencia como una muestra de la exégesis que se llevaba a cabo en la época. Ya saben ustedes que la exégesis es esta labor que hacían los teólogos de interpretar las escrituras. Se entendía que las escrituras están escritas con palabras humanas y que por tanto había que desvelar el sentido oculto y divino detrás de las mismas y los exégetas de la época lo que hacían era establecer generalmente muchos vínculos entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y sobre todo interpretar las escrituras a la luz de los acontecimientos presentes como una profecía del momento que se estaba viviendo. Por ello lo que parece que aquí está representado es una justificación bíblica de la iniciativa de guerra sacralizada de la toma de Jerusalén promovida desde el papado donde digamos que se ampara en la misión de los apóstoles esta iniciativa de llevar el cristianismo, condenar y salvar y llevar la salvación a estas tierras donde todavía el cristianismo no estaba arraigado. En el parte luz de este tímpano lo que encontramos es la figura de San Juan Bautista que porta una especie de eclipio con el Cordero de Dios, el Agnus Dei, esta representación de Cristo como víctima triunfante y por tanto se está dando a entender que es el mensaje de salvación el que se está extendiendo por las naciones y por el mundo. Abajo he recogido una cita de Marcos que es la que explica también que aparece aquí San Juan Bautista que hace una especie de profecía de la Pentecostes diciendo yo os he bautizado con agua pero él os bautizará con espíritu santo. Bueno vamos ya al arte hispano directamente y nos vamos a detener brevemente en el claustro de Santo Domingo de Silos donde lo que encontramos son unos machones, estos pilares angulares que tienen unos relieves además de una cronología bastante antigua, finales del siglo XI y donde vemos sucesivas veces representado el colegio apostólico sobre todo en estas escenas en las que como en la Duda Santo Tomás vemos la representación de los apóstoles muy estandarizada. De hecho parece que hay una fuerte influencia del arte de los Beatos, de Biblias como la de León donde los apóstoles pues aparecen con completa isocefalia con las cabezas a la misma altura y donde es necesario recurrir a las inscripciones para poderlos identificar en la mayoría de los casos. Se trata de este pasaje en el que una vez pasada el momento de la misión de los apóstoles cuando Cristo se aparece a 11 de sus discípulos, todos menos Tomás, pues Tomás después dice que no cree en la resurrección del Mesías y que tendría que meter el dedo en su llaga para poder creer en ella. Por ello esta representación tiene un alto contenido teológico porque es el propio Jesús el que se persona para ratificar la resurrección y por tanto la salvación y su condición de Mesías. Vemos que Pablo sigue representado por la calvicie Pedro por la llave y San Juan aparece barbado puesto que todos lo están. Esto es un elemento típico oriental. En el nimbo de Tomás se dice Tomás uno de los doce y también hay una inscripción diferente en la figura de San Pablo donde se dice San Pablo el Grande seguramente en alusión a su labor de cristianización que es muy superior a la del resto de los apóstoles. Se considera que fue el principal evangelizador del Mediterráneo Oriental y eso es lo que le otorga esta posición preferente dentro del cortejo apostólico del colegio apostólico. Lo que encontramos en este otro machón pues a la derecha es la Pentecostés en este caso a través de la mano divina y no de la figura de Jesús que veíamos y encabezado por la Virgen donde parece que se está representando también la unidad de la iglesia. A la izquierda vemos una ascensión en la que no se ve apenas el cuerpo de Jesús y unos ángeles parecen sostener las nubes como si fuera un cortinaje y arriba vemos a las figuras más destacadas es decir a Pedro y a Pablo, a Juan que aparece con barba influido por la iconografía oriental y la Virgen con estas manos mostrando las palmas con la posición del adorante que hemos visto también antes y que también es un rasgo propio del primer arte cristiano y también de la iconografía bizantina. En el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela encontramos también representación de los doce apóstoles que aparecen como estatuas columna a la derecha del parte luz que está ocupado por Santiago el Mayor lógicamente en la catedral que alberga como digo la tumba del apóstol. Vemos aquí más de cerca la figura de Santiago Apóstol, aquí aparecen unos profetas, toda la izquierda está ocupada por profetas y a la derecha vemos a los apóstoles ya con una iconografía bastante más codificada y más avanzada. Estamos ya en las puertas del arte gótico y encontramos a San Pedro con las llaves que lo caracterizan y ya con atuendo propio de pontífice que también el atuendo episcopal es característico de esta figura a partir del siglo XIII. A su lado lo que vemos es a San Pablo caracterizado por su calvicie, solo a partir del siglo XIII llevará la espada como instrumento de martirio y el libro abierto en referencia a sus epístolas y también a su labor evangelizadora. A su lado encontramos a Santiago el Menor con un báculo o cetro y en el extremo derecho a San Juan con la iconografía propia que lo caracterizará en occidente, joven, con el cabello largo, inverbe y sosteniendo el apocalipsis o su evangelio con los pies sobre el águila que era el símbolo parlante que decíamos que le era propio por el tetramorfos. Después aparecen otros apóstoles como son Bartolomé, Tomás y Felipe. En el parte luz encontramos como decía la figura de Santiago el Mayor que aquí aparece simplemente con un bastón que podría ser un alusional al bordón del peregrino pero la iconografía es de apóstol. Destaca el pergamino que lleva sobre la rodilla y que dice misit me dominus, Dios me envió y hace referencia a esta tradición hispánica en la que se considera que fue Santiago el Mayor quien vino a la península ibérica a enseñar el evangelio, una tradición que ya lo apuntaba Sergio Vidal que de la que no hay ningún testimonio verdaderamente cercano en el tiempo y que es una construcción legendaria completamente posterior. En este parte luz está coronado por una representación de las dentaciones de Cristo, justo debajo vemos una trinidad y la columna está ocupada por la representación del árbol de Gesé, ese tema que hace referencia a la genealogía humana de Cristo y que es una de las primeras veces que vemos en el arte hispano. La tradición de antes y de ahora es que los peregrinos apoyan su mano en este árbol de Gesé, rezan cinco oraciones y tocan el pie izquierdo del santo para después detrás del parte luz darse unos golpes en la cabeza con la figura arrodillada que es la del maestro Mateo o así lo apunta la inscripción architectus, ya saben ustedes que el pórtico de la gloria sobra del arquitecto y escultor maestro Mateo. Bueno, he tratado de aportar aquí un esquema para ver si puedo explicar de manera clara cómo es la sucesión en cuanto a la construcción, como digo, de la leyenda de Santiago en Hispania y en qué contexto surge el supuesto hallazgo de sus restos mortales, de su sepulcro y cómo empieza a organizarse el camino de Santiago en torno a esta figura. Sabemos que Santiago tiene un papel preferente en la Biblia, ya lo decíamos, forma parte de los primeros discípulos en seguir a Cristo, hermano de Juan, hijos de CBD o ambos, está en momentos tan importantes como puede ser la transfiguración o la oración en el monte de los olivos. Sin embargo, nada apunta a su vínculo con Hispania, de hecho, ya lo mencionaba Sergio, San Pablo en la epístola a los romanos indica su intención de ir a Hispania, donde todavía no ha sido pronunciado el nombre de Jesús. También tenemos otros textos de la época que nos dicen que Santiago no salió de Jerusalén en vida y además, casualmente, el único cuya muerte aparece reflejada en los textos bíblicos es Santiago el Mayor, donde se dice que muere en Jerusalén a manos de Herod de Sagredad. En el siglo IV tenemos un texto, que es el Sortes Apostolicae, que hace referencia a la evangelización del mundo conocido por los apóstoles y si se le asigna Hispania a Santiago. Sería el primer texto que hace referencia a esta tradición. Y a partir del siglo VII, ya en el Brevarium Apostolorum, que ha citado también mi compañero, pues se indica esta idea de que Santiago predicó en Hispania. Sin embargo, es seguramente el mayor responsable del hallazgo supuesto del sepulcro de Santiago y de toda la tradición que hizo tan importante a Santiago el Mayor en la Península Ibérica. Es, sin duda, Beato de Liébana, que ya en su comentario al Apocalipsis indica que Santiago vino de Asia para predicar en Hispania y en su himno, Odeiberbum, dedicado al rey Mauregato, a finales del siglo VIII, proclama a Santiago como verdadero patrón de España. Pocos años después surge el misterioso y milagroso hallazgo de su cuerpo en Compostela, se cree que en torno al año 815, lo que se considera como la inventio, que en latín quiere decir hallazgo, descubrimiento y no invención, aunque realmente el modo en que fue descubierto este cuerpo pues se asemeja bastante a lo que es una invención. En torno al año 815, ya lo decía, se descubre un misterioso cuerpo junto a otros dos que se atribuyen y se identifican inmediatamente como los de Santiago el Mayor y sus dos discípulos. Es la época de Alfonso II y el obispo de la diócesis de Padrón avisa inmediatamente al rey Alfonso. El rey Alfonso II lo comunica al papa León III que inmediatamente acoge la noticia con enorme entusiasmo y escribe una epístola que es leída en todas las iglesias de Occidente donde da a conocer a la cristiandad el hallazgo del cuerpo de Santiago y donde explica su presencia en Galicia por un traslado de su cuerpo después de su decapitación en Tierra Santa, el traslado milagroso de su cuerpo después de muerto. Bueno, inmediatamente después, en el siglo IX, pues ya la noticia recogida en un gran número de martirologios que hacen muy famosa este acontecimiento, esta leyenda y a mediados o finales del siglo IX ya tenemos los primeros nociones de las peregrinaciones que se vienen haciendo al sepulcro. En torno a los siglos XI y XII es cuando se desarrolla la leyenda del traslado del cuerpo de Santiago desde Tierra Santa hasta las costas gallegas, una idea que había sido inicialmente elaborada por el Papa León III y son sobre todo el famoso Codes Calistinus, ya lo saben, la guía del peregrino que se escribe en torno al año 1130 y que trata de darle una cierta coherencia y fijar la leyenda de Santiago porque son muchos los detalles anecdóticos sobre su vida que se van desarrollando. Y también en la historia compostelana, perteneciente también al siglo XII, pues se hace acopio de toda la leyenda de Santiago que voy a tratar de resumir muy brevemente. La función de esta voluntad, de esta recopilación de los hechos milagrosos de la vida de Santiago es sobre todo para evitar la proliferación de nuevas historias, a cada cual más creativa y más fantástica, que empezaban a fructificar a lo largo del camino porque verdaderamente fue una figura con una enorme devoción y que suscitó muchísimo interés. Entonces, el hallazgo del cuerpo de Santiago, según las narraciones, se produjo cuando un ermitaño llamado Payo o Pelayo vio unas luces en el bosque Libredón, en Compostela, en plena noche y se acercó a ver qué ocurría y decidió avisar al obispo de Iriafablia, la diócesis más cercana que era Padrón. Este obispo era Teodomiro y cuando llegó junto al ermitaño, pues vieron un sepulcro con otros dos cuerpos y decidieron que se trataba de la figura de Santiago el Mayor junto a sus dos discípulos Teodoro y Anastasio. Como decía, inmediatamente, sobre todo según la crónica de San Piro, pues Alfonso II construye una pequeña capilla en torno al sepulcro y poco después, Alfonso III, ya una basílica con una construcción más sólida y más elaborada, que sería la basílica que poco tiempo después encendería Almanzor. La leyenda indica que este traslado se hizo pues una vez fue decapitado Santiago en Tierra Santa, pues según la leyenda los judíos instigaron a Herodes para que arrojaran su cuerpo, su cabeza y su cuerpo, al campo donde pudiera ser devorado por las bestias, pero sus dos discípulos Teodoro y Anastasio decidieron rescatar ese cuerpo en medianoche y meterlo en una embarcación. En ese momento la embarcación, movida por la mano de Dios en una noche o en siete días, en función de la narración, se encamina hacia las costas gallegas. El Códice Calistino añade la anécdota o el dato de que Santiago, en el momento de ser decapitado, agarró fuertemente su cabeza de modo que nunca pudo separarse la cabeza del cuerpo y esto se hace porque en aquella época el obispo de Coimbra sostenía tener la reliquia de la cabeza de Santiago y hubo una puna importante porque verdaderamente era insólito que se conservara una reliquia de todo el cuerpo. Generalmente las reliquias eran fragmentos de cuerpos y no cuerpos enteros. En este cuadro, en este retablo conservado en el Prado, encontramos una representación de toda esta historia. A la izquierda vemos cómo los dos discípulos embarcan al cuerpo con la cabeza separada de Santiago mientras que Herodes contempla la escena junto a su sacerdote y el verdugo enfunda en vaina su espada. En la derecha vemos ya cómo llegan los dos discípulos con Santiago a las costas gallegas, en el puerto de Iria Flavia, que sería la actual Ría de Arousa, y ahí ya vemos que Santiago tiene la cabeza unida al cuerpo y además aparecen anacrónicamente representados como peregrinos. Se representa aquí a la reina Lupa, la reina pagana que la leyenda quiso que fuera una de las que trataron de impedir que se le diera digna sepultura a Santiago y ya que era idólatra y pagana pues se lo puso muy difícil a los discípulos Teodoro y Anastasio para que pudieran darle sepultura. Tampoco voy a ahondar en detalles pero los bueyes que aquí vemos pues forman parte de un poco de la historia en la que finalmente ellos, ayudados por la ayuda divina, consiguen llevar al cuerpo de Santiago con los bueyes y ella acaba convencida y convertida al cristianismo. Bueno, aquí en el museo se conservan unos tenantes de altar muy significativos que pertenecían al monasterio de Sampaio de Antealtares, que se sitúa ahora mismo en la plaza de Quintana y al lado de la catedral, y donde se conservan también dos fragmentos, un semifuste y una mesa de altar de mármol del siglo primero, que estuvieron sobre estas columnas y que fue lo que originariamente sostuvo el cuerpo de Santiago antes de que se haya cobijado en una urna del siglo XVIII, actualmente en la catedral compostelana. Lamentablemente se ha perdido una de las cuatro columnas que sostenían el altar y la que se ha perdido es la que representaba Santiago el Mayor junto a Juan y posiblemente a Tomás. Lo que vemos en la columna de la izquierda se conserva en Estados Unidos, en el Museo Harvard en Massachusetts, mientras que las dos de la derecha son las que tenemos aquí. En una encontramos a San Pedro bendiciendo y con su llave están Pedro, Andrés y Pablo en la misma columna. Aquí vemos por otro lado Pablo, que tiene una inscripción y que quizá mi compañero Santiago hable después, a lo mejor, de esta. No lo sé si va a tratar la figura de Pablo. Y luego en la otra columna lo que tiene son las figuras de Mateo, Santiago el Menor y Bartolomé. Bueno, no me voy a detener mucho en esta representación para poder llegar hasta el final. Y lo que encontramos aquí es una imagen del Camino de Santiago. Ya vemos que el hallazgo del cuerpo de Santiago, ocho siglos después de su muerte, pues constituyó, digamos, un fenómeno de una enorme importancia en la historia de Santiago, que llegó incluso a suponer una especie de revolución cultural en este momento. Y que, en todo caso, lo que sirvió esta ruta, que a partir del siglo XI ya tiene un verdadero auge muy intenso, y donde vemos que las grandes personalidades de la época acuden al Camino de Santiago, además de que hay una afluencia de peregrinos muy masiva. Los principales reyes, abades, duques de la época hacen esta peregrinación. Vemos que este recorrido, esta ruta, fue además una plataforma de intercambio cultural privilegiado y sin precedentes en esta época, donde circuló la literatura de la época, los cantares de gesta, la música, todo tipo de leyendas y de conocimientos. También el arte románico fructifica mucho por esta ruta y las obras de ingeniería que fueron necesarias para acoger a los peregrinos. Hay que tener en cuenta que estamos en un contexto de culto a las reliquias muy intenso, que llevó a cabo, digamos, incluso constituyeron un lucrativo negocio. Empezan a aparecer reliquias en muchos lugares, como puede ser el de Magdalena en Vézelé, también una santa al siglo III, cuyas reliquias aparecen en el IX, en Conque también las de Santa Fe, y así en muchos otros lugares. Como digo, es enormemente intensa la proliferación de reliquias y se dan el caso de reliquias enormemente inverosímiles, como la presencia del cráneo de San Juan Bautista niño junto al de San Juan Bautista adulto, o como los más de 500 dientes de Santa Apolonia, que se conservan en iglesias de todo el mundo. El caso de las restos de Santiago es muy significativo porque es la reliquia más importante de Occidente, por el hecho de que se conserva el cuerpo entero, lo cual no es nada habitual. Ya sabemos que una reliquia es cualquier fragmento del cuerpo de un santo, y en ocasiones puede ser hasta un cabello, o incluso puede ser un objeto que está en contacto directo con un santo, como puede ser un fragmento de tela, un cáliz, etcétera. Y a las reliquias se les atribuían poderes milagrosos y poderes curativos, y como digo, reciben una enorme devoción. En este caso, la de Santiago fue una de las más importantes por conservarse el cuerpo entero y por tratarse de uno de los apóstoles de Cristo, el primer mártir, nada más y nada menos. Bueno, el camino de Santiago no se consolida verdaderamente hasta que no ha sido completamente neutralizada la amenaza islámica en esta zona, porque en el reino de Navarra y Aragón hubo ciertas incursiones. Entonces, hasta el siglo XI no hay una ruta completamente consolidada. Y durante mucho tiempo permaneció el recuerdo en el camino de Santiago de las razias de Almanzor, y sobre todo la entrada de Almanzor en la capital compostelana, donde incendió la ciudad y la propia basílica de Alfonso III, respetando únicamente el sepulcro. Por eso, en cierto sentido, el camino de Santiago es interpretado como una especie de cabeza de puente ideológica de la cristiandad frente al islam, ya que estaba esta idea constante y ya que la figura de Santiago se convirtió en un poderoso emblema de la lucha contra el islam. Como primer evangelizador de la península, Santiago el Mayor empezó, como digo, a ser una de las figuras de mayor devoción en este contexto, y muy pronto empiezan a surgir leyendas que convierten a Santiago en un guerrero, que aparece en los cielos a partir del siglo XI, las leyendas, digo, y los textos que hacen referencia a esto, en el que Santiago aparece en los cielos sobre un caballo y con una espada para conceder la victoria a los cristianos. Por ello, el hallazgo de su sepulcro en el 815, pues, ocurrió en un momento enormemente propicio, cuando los reinos cristianos estaban arrinconados en el norte peninsular ante un al-ándalus fuerte. Ya hemos visto un poco la representación de Santiago como apóstol y les anunciaba al principio que se desarrollan dos iconografías muy características de Santiago y que hacen que su figura sea prevalente, sobre todo en términos iconográficos, porque desarrolla hasta tres iconografías. La más interesante, la más característica y quizá la que tiene mayor devoción popular es la de Santiago Peregrino. Y la representación de Santiago Peregrino, que surge precisamente ahora en el románico, encuentra sus raíces en este relieve, que pertenece también al claustro de Silos, con lo que tenemos que volver a uno de estos machones, donde vemos representados a los discípulos de Emaús, en referencia a un episodio recogido en la Biblia, donde Jesús encuentra a dos de sus discípulos, que no son apóstoles. Jesús ya está muerto, después de la muerte de Cristo, y salen dos discípulos de Jerusalén lamentándose de que finalmente Jesús no fuera el Mesías y que no hubiera resucitado. En ese momento se encuentran a un forastero, a un peregrino, que es lo que quiere decir la palabra peregrino. Se encuentran a un viajero, a un forastero, que les explica, de una manera muy elocuente, por qué Cristo sí que era verdaderamente el Mesías anunciado y por qué sí que ha resucitado y ascenderá a los cielos. En ese momento, estos discípulos le dan hospitalidad al viajero, le invitan a cenar y, en el momento en que él parte el pan, por fin lo reconocen y se dan cuenta de que se trata del Mesías. Aquí Jesús, que aparece más grande en perspectiva jerárquica, como es propio en esta época, aparece vestido en guisa de peregrino, a la manera de los peregrinos de la época, sobre todo con una especie de gorro o de casco gallonado, que veremos en otras representaciones, y con la concha característica, la venera en el zurrón o en la bolsa de peregrino. Hay quien ha indicado que la presencia de Jesús aquí, con este atuendo, puede tener que ver con el teatro litúrgico, un teatro que se celebraban en las festividades, para narrar un poco los santos episodios a los fieles, pero, con independencia de eso, lo que hay una voluntad muy clara es de identificar y de, bueno, de sacralizar, por supuesto, la peregrinación y justificarla, y tiene mucha relación con las palabras de Jesús que recoge Mateo y que os he puesto aquí, el que os reciba a vosotros me recibe a mí. Y también en el Codex Calistino se indica que quien recibe a un peregrino a Santiago no sólo está recibiendo a Santiago en su casa, no sólo está dando hospedaje al propio Santiago el Mayor, sino al propio Señor. Es decir, que se está invitando a dar hospedaje y a acoger a estos peregrinos, ya que esta peregrinación era peligrosa, era difícil y larga y muy costosa, y se basó muchas veces en la caridad y en la hospitalidad. Bueno, aquí les he traído un detalle del Timpano de San Lázaro de Otún, que fue realizado en el segundo cuarto del siglo XII, donde, entre el cortejo de los llamados a salvarse en el juicio final que se representa, aparece un peregrino de Santiago que porta la venera, que porta la concha sobre su bolsa, y que nos muestra que esta era una práctica habitual en esta época, la de ponerse una concha decorando el atuendo del peregrino, indicando que se regresaba de la ruta jacobea. También hay algunos milagros de la época que hacen alusión a cómo estas conchas fueron capaces incluso de curar a algunos enfermos, y todo apunta a que esta iconografía de Santiago como peregrino, con la venera, con la concha, que aparece por primera vez aquí en este ejemplo, que es Santa Marta de Tera, en Zamora, pues es la segunda mitad del siglo XII probablemente, todo apunta a que esta iconografía de Santiago como peregrino fue más un resultado de una tradición popular, de la devoción popular y del hábito de llevar consigo conchas que una cosa impuesta desde las autoridades eclesiásticas, lo cual es bastante llamativo e interesante en este momento en el que la iconografía sí que verdaderamente tiene unas imágenes de una tutela eclesiástica muy estrecha, porque tanto aquí en la Puerta de las Platerías, esto es un detalle, el Portico de las Platerías, la Puerta de las Platerías en el transepto sur de la Catedral de Santiago, Santiago aparece junto a Jesús identificado por la inscripción y en atuendo de apóstol, y también en el Codex Calistino vemos a Santiago representado como un apóstol, es decir, no se percibe la voluntad de querer fijar una iconografía relacionada con el atuendo del peregrino ni con las veneras, parece más como una práctica que pasó por osmosis a la iconografía. Desde luego se trata del elemento y el elemento distintivo de Santiago más característico, el de la concha, que vemos ya aquí por ejemplo en el antiguo Hospital de la Zabachería, que ahora forma parte del Colegio San Jerónimo, del rectorado de la Universidad de Santiago, ahí en la Plaza del Obradoiro, donde Santiago lleva ese gorro de peregrino con ala ancha y la concha decorándolo y también el bolso, el zurrón de peregrino decorado con la concha. Y vamos a acabar viendo de manera muy breve la tercera modalidad iconográfica bajo la que encontramos a Santiago el Mayor, que es su representación como un caballero, su representación como un guerrero, algo que aparece por primera vez de manera clara o por lo menos identificable, donde hay una inscripción que lo revela, en el timpano del tesoro de la Catedral de Santiago, que está, según entramos por la puerta de las platerías, a mano izquierda, un timpano que se encuentra en el interior, por tanto, de la Catedral de Santiago, donde vemos a Santiago con una espada montado a caballo y con un estandarte que nos revela que se trata de su intervención en la Batalla de Clavijo. Esta batalla es una batalla mítica, aunque hasta hace poco se consideraba como el punto de partida de la reconquista, una batalla que tuvo lugar con Ramiro I en el siglo IX y que, según la leyenda, Ramiro I venció sobre los musulmanes y lograba, con ello, acabar con un humillante tributo que debía cumplirse hacia los musulmanes, que era el de entregar a 100 doncellas vírgenes anualmente. Pues es, sobre todo, en un texto del siglo XI o principios del siglo XII, donde por primera vez se habla de la intervención de Santiago el Apóstol en esta batalla, de su aparición milagrosa en los cielos, armado y sobre un caballo blanco, a la manera un poco de uno de los jinetes del Apocalipsis, y, como digo, interviniendo en la batalla en favor de los cristianos. También por esta época, en otros textos, como en la crónica Historia Silense, encontramos referencias que hablan de la aparición milagrosa de Santiago en medio de las batallas con los musulmanes, ayudando a vencer sobre los mismos. Resulta una imagen muy poderosa en esta época, en la que se está produciendo una sacralización de la guerra, en la que es la Iglesia quien está promoviendo directamente las campañas bélicas, tanto en la península ibérica como en Tierra Santa, y eso es lo que explica que veamos que se reúnan dos figuras que habían permanecido separadas durante siglos, como es la figura del santo y la del guerrero. En este momento veremos muchos santos guerreros, San Jorge, también vemos a Carlos Magno en esta actitud, y por supuesto a Santiago, precisamente por el contexto histórico que nos habla de una militarización muy grande de la Iglesia y que lleva a una sacralización de la guerra. Estas imágenes fueron muy poderosas y sirvieron también para representar la santidad y la salvación aparejada a la participación en el combate, que es un poco en lo que consistieron las cruzadas, promover la idea de que la participación en la guerra contra el islam iba a ofrecer la salvación a los combatientes. Bueno, vemos muchos otros ejemplos. Algunos historiadores han querido ver en esta representación típica del románico, que es la del caballero victorioso, han querido ver aquí a la representación de Santiago, aunque no hay ninguna evidencia y de hecho no lleva aureola, pero sí que esta iconografía en la que un caballero aparece situado sobre un enemigo, un enemigo musulmán, se sitúa sin duda en la génesis de la famosa imagen de Santiago Matamoros, que todos conocemos y que aparece en gran parte en las iglesias de nuestro país y que ha proliferado enormemente hasta el siglo XIX. Aquí traigo un ejemplo en la iglesia de San Lorenzo de Vallejo de Mena, donde el caballero victorioso aparece aplastando a un enemigo que parece adoptar la postura de rezo ritual musulmana, o así lo he sostenido en algunos de mis trabajos de investigación. En todo caso, como digo, la iconografía que más arraiga después de Santiago, además de la de Peregrino y la que va acompañada de conchas, es la de Santiago Guerrero. Ya saben también que en el siglo XII es cuando es instituida la Orden de Santiago, una orden monástica y militar al mismo tiempo, dedicada a defender la frontera y también a proteger a los peregrinos, y que incluso la cruz que simbolizó esta orden, que era el estandarte de esta orden, la Cruz de Santiago, es la que hoy en día está en el escudo de las Fuerzas Armadas. Pues esta representación de Santiago, que aparece sobre miembros mutilados de los enemigos y que se ha relacionado mucho con la idea de Santiago como patrón de España, pues encuentra sus sustratos, su génesis, su origen en ese ejemplo que traía de la Catedral Compostelana. Aquí quería concluir simplemente con una de estas imágenes ya de época más avanzada, que le resultará más familiar, y simplemente concluir diciendo que, bueno, que en todo caso siempre, cuando analizamos las imágenes y la iconografía de una época, pues resulta muy interesante volcarnos sobre los textos, el contexto histórico, porque sólo ahí podremos interpretar estas imágenes y creo que el ejemplo de la iconografía de los apóstoles es bastante elocuente, ya que un tema aparentemente estático, como puede ser la representación de los apóstoles, a lo largo del tiempo, pues puede, digamos, ofrecer unas claves muy ricas sobre el contexto y la mentalidad y los acontecimientos que envuelven a todas estas representaciones. Muchas gracias por su atención.