Pues, venga. Pues la semana pasada lo dejamos exactamente en qué era el origen del estado para Hobbes y cuál era su definición, que como ya os lo dije la semana pasada no lo volvemos a repetir. Y donde nos quedamos exactamente era en el punto dedicado a la naturaleza en estado, que eso es, en el punto 9 vamos a quedar último que era la naturaleza en estado. Bueno, después justamente ya lo que es el estado, que es el pacto entre individuos y soberano de la unión en el que lo que prima es el concepto de unión y del monopolio de la fuerza. Él hablará de cuál va a ser la naturaleza de ese tipo de Estado, o sea, de dónde le va a venir la legitimidad a ese Estado. Hobbes recordará, además en el periodo histórico en el que estamos, que los Estados al final se acaban formando de una manera despótica porque al final es el Estado invasor o el ganador en la guerra el que somete a sus vecinos y que por lo tanto en la guerra son los vencidos los que acaban sometidos por los vencedores. Entonces, no puede ser un Estado que acepten de buen grado a los ciudadanos y por eso dirá que inicialmente casi todos los Estados que se inician o que se forman lo hacen bajo la forma de Estados despóticos. Y que él, a diferencia de los autores clásicos griegos y sobre todo de Aristóteles, que fue el primer filósofo que teoriza sobre los modelos de poder o los modelos de convivencia en la sociedad política, cuando habla de democracia, oligarquía y de tiranía, Hobbes dice que él no encuentra ninguna diferencia entre los distintos tipos de autoridad o de mando. Que al final, la democracia, aunque sea el gobierno de más que no la oligarquía o que la tiranía, a todos ellos lo que les une es que el que tiene el poder es el que tiene el dominio y el que tiene sometida a la voluntad del resto. 100% de la población menos uno, que sea el tirano, o sea, el 99,100% de la población menos la élite oligárquica, o el 90% de la población porque el 10% participa activamente en un Estado democrático. Y entonces él dice que no diferencia, como hacía Aristóteles, entre lo que él llamaba la política, que es el gobierno de los hombres libres, bueno, el gobierno de los hombres libres, entre comillas, de los hombres sí que está bien dicho porque las mujeres no entraban en el gobierno, no entraban aquellos que no eran ciudadanos de las polis griegas. Y que no se les consideraba con la categoría de ciudadanos. La despótica, que sería un tipo de autoridad de los amos respecto de los esclavos, sobre todo en la época romana del comienzo del feudalismo. Y la autoridad paterna, que era la de dentro de la casa, porque si os acordáis, el gobierno del Estado era igual que el gobierno de una familia. En el que había alguien que ostentaba la autoridad, en el caso de la familia el padre y los demás obedecían. Y en el caso del Estado, pues el soberano. Por eso él decía que para él todas estas formas de organización política, todas son autoridad. tienen de igual todas ellas que la voluntad de todos, del conjunto del Estado, se tiene que someter a la voluntad del que gobierna. Sea uno o sea una minoría, porque en el fondo incluso las democracias van a acabar siendo una minoría la que gobierna. Y que el poder, él elevaba el concepto de poder a la misma categoría del dominio, para él eran sinónimos, porque el que tiene poder incluso puede oprimir a sus súbditos, utilizando herramientas en una sociedad democrática, reguladas por la ley, con los controles por supuesto establecidos, etc., de una manera mucho más controlada que no en un Estado no democrático, sea la oligarquía o la tiranía, pero todos tienen capacidad de represión hacia sus súbditos. Y es entendible. En el fondo eso es. el que más concentración tiene para implantar o para ejecutar la represión a los ciudadanos, porque tiene a las fuerzas y a los cuerpos de seguridad del Estado y al ejército de su lado. Y que en el pacto del que habla Holmes y del que hablan todos los teóricos del contrato social, este pacto no se puede revertir. Cuando tú has hecho esta cesión de soberanía, este pacto no puede revertirse ni con el soberano ni con otros convencidos que también lo han aceptado. Porque al firmar este pacto tú renuncias al uso de la fuerza privada, o sea, renuncias al uso de la rebelión, la rebelión contra la que está gobernando. Y por eso él dice, y os dice en el manual, que por lo tanto es un pacto de no resistencia, En el que tú, una vez que has cedido tu voluntad, no te vas a resistir frente a la autoridad del gobernante y en el que vas a acatar todas las decisiones. Tanto las del soberano como las de tus convecinos a las que vas a respetar y frente a las que no vas a aceptar. Porque si alguien se subleva o si una parte de esa población se subleva, nos encontraremos ante una guerra civil a mierda. O sea, para él no existe un término intermedio entre una paz social y una cierta disidencia interna o una parte de disidencia interna que sea minoritaria y que pueda convivirlo. Sino que es o la unidad absoluta o la fe inquebrantable en el líder o la guerra. No hay término intermedio. Y entonces ante el miedo a la guerra civil... pues los ciudadanos aceptan esas limitaciones de falta de libertad. Y él define el estado perfecto como aquel que reúne estas cuatro características. Hay que limitar la libertad de los hombres, porque ya hemos visto que, vimos la semana pasada, que la libertad no puede llevar más que a tomar decisiones equivocadas, más impulsados por los instintos, por los impulsos físicos más que por la razón. Tiene que desaparecer la igualdad entre los ciudadanos, porque la igualdad en el sentido también del que hablábamos, de que la igualdad lo que... Porque en el fondo somos iguales porque somos capaces de matarnos unos a otros, aunque uno sea más fuerte que otro. Somos iguales intelectualmente porque nos creemos iguales intelectualmente. Bueno, nos creemos fundamentalmente más listos que el vecino. siempre y un estado perfecto tiene que hacer que desaparezca la sensación de igualdad entre los ciudadanos para que exista el miedo. Tiene que desaparecer el estado de naturaleza, el estado previo al estado de orden del derecho porque tantas veces como reaparezca el estado de naturaleza el poder del soberano se dividirá, será más débil y por lo tanto caeremos en el riesgo otra vez de la guerra civil y el estado perfecto es aquel que posibilita la libertad privada, sobre todo la de propiedad privada. Y él también sigue las tres formas de estado, las que caracterizó inicialmente Aristóteles y que se mantuvieron por los siglos de los siglos. y que depende del número de personas que ostentan o que detentan la soberanía. Si hablamos de una sola persona, estaríamos hablando de monarquía, si hablamos de unas cuantas personas, estaríamos hablando de aristocracia, y si hablamos de más personas, no de la totalidad porque todos no participaban ni siquiera en las asambleas de las políticas, como digo, estaríamos hablando de democracia. Aristocracia, la perversión de estos modos que Aristóteles conceptúa como modos ideales, ideales porque son como un prototipo, no porque sea ideal acercarse a ellos, sino porque son un prototipo que nunca se encuentra de manera perfecta el modelo de monarquía que él propugna, sino que es la generalización de distintos ejemplos de monarquías que él ha conocido en distintos territorios. La aristocracia lo mismo y la democracia igual. A veces la democracia, que por ejemplo el modelo democrático tiene algunos signos aristocráticos o el modelo de monarquía tiene también algunas características oligárquicas y aristocráticas, a veces es difícil encontrar, y sigue pasando ahora en modelos más depurados de ciencia política o de teoría del Estado, es difícil encontrar modelos claros de decir estamos ante un Estado democrático, de derecho y liberal. A veces el Estado liberal no es democrático, la confusión entre modelos existe porque hay multitud de casos y ni generalizar es difícil. Bueno, pues estos tres Estados ideales que planteaba Aristóteles, su degeneración, por decirlo de alguna manera, o sea, pueden… Su perversión, mejor dicho, sería que la monarquía se convirtiera en tiranía, o sea, que fuera un monarca sin ninguna capacidad de autocensura ni de que escuchara a los consejos asesores para que él los monta para que le asesoren, sino que caería en la tiranía pura y dura. La aristocracia en la oligarquía y en el mantenimiento de esa oligarquía con el paso de los tiempos y la democracia en la anarquía, en el no gobierno, no gobierno ni de unos ni de otros. Pero Holmes dice que estas tres formas de Estado, repito otra vez, en el fondo son lo mismo porque el grado de obediencia que implica para el resto de la ciudadanía va a ser el mismo. O sea, si tú en una democracia no obedeces, tendrás tus consecuencias penales o punitivas Que tengas más capacidad de acción, evidentemente, pero en el fondo tienes que obedecer a ese sistema político. Y por último dice que al Estado se le atribuyen seis poderes y va a servir fundamentalmente para seis tareas. Las señalan claramente en el libro. Lo que él llama la espada de la justicia, que no va a ser más que defender a la comunidad de los enemigos internos, o sea, de solucionar los pleitos internos entre la comunidad, lo que ahora llamaríamos lo que es la justicia comúnmente conocida. La espada de la guerra, que es defender al Estado frente a los enemigos externos, a las amenazas externas, El derecho de juicio solo, no existe un poder judicial diferente del soberano, solo es el soberano el que tiene capacidad de juzgar o de designar a aquellos que van a ser los encargados de juzgar. El Estado tiene el derecho legislativo, pero solo va a regular en un ámbito muy restrictivo, un Estado muy interventor en cuanto a la represión, pero muy poco interventor en cuanto a lo que ahora podríamos llamar regulación económica o social. Solo se va a dedicar a legislar leyes civiles que se ocupen de deslindar qué es lo mío y lo tuyo cuando hablamos de propiedad, sobre todo qué es lo mío y qué no. Por oposición, qué es lo de los demás. Y lo moral, que es lo bueno y lo malo, muy unido también a este concepto del poder divino y de origen divino de las monarquías de esta época. ¿Y qué es lo justo y qué es lo injusto? El Estado de Derecho puede implementar la censura, existe un derecho de censura por parte del Estado. La censura no va a ser tanto de opinión, por supuesto no de pensamiento porque eso es imposible de censurar, y no de opinión en un círculo íntimo, pero sí de difusión, de publicación y de socialización de tu idea. Y luego, en este tipo de Estado que él propugna como el perfecto, soberano será impune, o sea, no estará sujeto a las leyes civiles. Las leyes serán distintas para él que para el resto de los ciudadanos. Y además, porque él es ingobernable en sí mismo. Él no puede mandar sobre sí mismo. Él está por encima de cualquier ley y, por supuesto, de cualquier autoridad, pero también está exento del cumplimiento de las leyes. ¿Vale? Esto por lo que respecta a Hobbes. A la transición al tema 2, que es el dedicado a la ilustración y cómo pasamos de la época de la ilustración al estado liberal, bueno, sobre todo la ilustración. Pues el autor que une esta transición entre las dos fases sería Spinoza, que sigue hablando del derecho natural y sigue hablando de la necesidad de que exista un monarca fuerte y que exista una unidad de la cesión de los derechos, pero rompe con los anteriores autores en una cosa muy importante, que ahora la veremos con más detenimiento, que es que del mismo modo que Holmes decía, que para distinguir entre las pasiones positivas y las pasiones negativas que tenemos los hombres, Para eso está la voluntad y no la razón. Que la razón no puede participar de esa parte de nuestro cerebro que él veía como dividida en dos partes, ¿no? Nuestra cabeza dividida en dos partes. Una parte de ellas rige los bajos instintos y la otra la razón. Y que ser capaz de sobreponerte a tus propias necesidades o a tus propios impulsos solo lo podéis hacer con la voluntad y no con la razón. Spinoza va a decir que la razón en el hombre está por encima de cualquier otra, por encima de todo, por encima de cualquier otro impulso, por encima de cualquier otra caracterización del hombre. ¿Y el concepto que maneja Spinoza? Estamos en el siglo XVII ya. que en diferencia de los anteriores, en los que sólo hablaban de moral y de leyes naturales, es el concepto de ética. Y él dice que hay que conseguir estructurar una teoría o una lógica ética que consiga explicar cuál es la naturaleza del hombre y que hay que hacerla utilizando un método que se aproxima al de las ciencias naturales. Por eso él dice que para estipular eso es necesario utilizar un método matemático o un método lógico separado que hasta ese momento se podía haber aplicado en la observación de la naturaleza o en la biología pero que no se había utilizado para explicar ni el comportamiento humano ni la caracterización del comportamiento humano cuando vive en sociedad. Claro, estamos acercándonos a la etapa de la ilustración y el avance de las ciencias y en general el avance del conocimiento hace que se empiece a percibir en estos autores. Y para Spinoza el fin de la ética o de encontrar una ética que pueda regir nuestro comportamiento es el de ayudar a los hombres, hombres, mujeres, a obrar, actuar libremente o de la manera más libre posible, del mejor modo y mediando, o sea, controlando sus pasiones. O sea que la ética es lo que nos va a servir de hilo conductor entre las pasiones de las que hablaba Hobbes y de la razón, pero no verlo como algo enfrentado y separado en dos campos distintos sino como que esas dos facetas de uno mismo. Las tenemos y que va a ser la ética la que nos va a ayudar a actuar, como te digo, desde una posición de libertad y sabiendo controlar nuestras pasiones que para Spinoza también se dividirían entre pasiones positivas o impulsos positivos e impulsos negativos. Pero que la razón va a estar, que en nuestro fuero interno la razón está por encima de nuestras pasiones y que las podemos controlar gracias al uso de la razón. Pero esto que parece tan progresista para esa época, tan laico, tan... es humanista porque da tanto valor a la condición humana, no lo es tanto porque todavía dice que esta razón va a estar muy condicionada y no solo es que vaya a estar sino que debe estar muy condicionada por las creencias religiosas. Sigue siendo indisoluble la existencia de Dios y la creencia en una religión con la pervivencia en una sociedad civil. Critica a los autores anteriores, como te acabo de decir, porque coinciden todos ellos en concebir las pasiones como vicios. O sea, ver la parte natural del hombre, la parte, como también decía el otro día, que más nos acerca a los animales que somos, que es nuestra parte instintiva, pues todo lo que tenga que ver con lo natural para ellos está asociado a lo imperfecto. Y todo lo que tiene que ver con lo nuevo, o sea, con lo convencional, con lo que hemos acordado, con lo que tiene que ver con cualquier convención como sean las leyes, los acuerdos, etcétera, será más reverenciado porque formará parte de este lado que ellos consideran que es más positivo en los hombres que es el dependiente de la razón o el dependiente de la ética. Critica a estos autores además porque plantear a los hombres como seres que tendrían que tener estos impulsos En realidad no es más que ciencia ficción o es una realidad inventada porque los estados están formados por ciudadanos que son personas y que tienen, por tanto, lo que ellos llaman estas pasiones o vicios adquiridos y que no estás gobernando un territorio de robots, sino de seres vivos con pasiones y con impulsos, etc. Y que, por lo tanto, esas formas ideales que propugnan de estado nunca las van a poder llevar a la práctica. Para Spinoza el derecho natural, cuando él habla de derecho natural, él habla de que la naturaleza es la unión o estaríamos hablando de la unión entre razón y más aquello que es irracional. Cuanto más usemos la razón, mayor capacidad de libertad para actuar tendremos, porque seremos más libres en la toma de decisiones bajo menos condicionamientos internos, que sean nuestros propios instintos, y que la parte irracional es aquella que tiene que ver con los instintos. Dice que el derecho natural es aquel derecho que aparece de manera inmanente a la existencia del ser humano y que ya establece unas normas de convivencia que luego el derecho político va a ser el encargado de perfeccionarlas y de conseguir adaptarlas a la posible convivencia entre todos nosotros. Por eso, para él, el derecho político, o sea, el derecho que deciden los ciudadanos que se van a dar entre ellos, que decidiremos los ciudadanos darnos entre ellos a través de la elaboración de las leyes, de la autoridad, etcétera. O sea, el derecho político está conformado por los hombres y por una decisión de los hombres de querer hacerlo, mientras que el derecho natural nos viene dado de por sí sobre lo que es bueno, lo que es malo, lo que es justo y lo que es injusto. En ese derecho político estaremos hablando de autoridades que nosotros nombramos o consentimos a veces que nombremos, que respetamos su autoridad. Estas autoridades se encargarán de promulgar unas leyes y las leyes serán aquellos instrumentos que ordenarán El comportamiento de los ciudadanos, que lo juzgarán y que serán encargados de firmar la paz. Estos tres requisitos. Ordenar el comportamiento porque las leyes regulan aquello que podemos hacer y no podemos hacer en todo, en tráfico medioambiente, en cualquier cosa. Juzgarán porque las autoridades juzgarán si nosotros hemos aplicado las leyes o no lo hemos hecho y serán encargados de firmar la paz. Pero por primera vez, tanto las autoridades como las leyes que ellos mismos producen van a tener un límite. Y el límite es que no pueden ir contra su propia vida, no pueden ir contra la vida de los ciudadanos ni contra su seguridad. Ni contra su seguridad física ni contra lo que él llama sus afectos, o sea, ni contra sus familias, etc. Y, además, las leyes no son inmutables. Se pueden cambiar según la conveniencia de las autoridades. O sea, no existen unas leyes en las que, porque tengan un componente teológico o de legitimidad divina, tienen que ser inamovibles durante todo el tiempo, sino que se van a cambiar según la conveniencia de las autoridades, que muchas veces, viendo el rechazo o la aceptación que han tenido esas leyes en la sociedad, verán si es necesario adaptar la normativa para no entrar en un proceso de revolución o de guerra civil que decíamos antes. Porque el fin de la sociedad, igual que hablábamos en Hobbes, sigue siendo el mismo, que es conseguir la paz y la seguridad. Pero para conseguir la paz y la seguridad se va a llegar a un acuerdo, como estábamos hablando también antes de los contratos sociales o de los pactos. Pero este acuerdo en Spinoza no es sinónimo de sumisión, sino que los hombres acuerdan, aceptan de manera voluntaria una serie de normas, porque van a ser imprescindibles para proteger su vida, pero para proteger su vida y su existencia siempre defendiendo su postura de hombres racionales y de hombres libres. O sea, es como que empezamos a negociar para formar el Estado desde una posición distinta de la que pensábamos. Empezábamos cuando hablábamos de Molino o de Hobbes. O sea, hemos subido un escalón en la valoración del ciudadano, ¿vale? Porque ya, primero, bueno, nosotros también lo aceptaban de manera voluntaria, pero casi porque no tenían otra vía de escape o vía de solución que aceptar en esas condiciones, ¿no? Y aquí también, pero desde el concepto de que los hombres no son personas mediadas por sus pasiones e incapaz de controlarlas, más que bajo una voluntad férrea o un seguidismo del Estado de lo que es bueno y de lo que no, que nos tienen que dictar. Sino que aquí estamos hablando de hombres que son racionales y libres y que deciden libremente firmar ese acuerdo. Porque la razón de existencia… La razón de existencia del Estado va a ser, aparte de mantener la paz, es proteger la libertad, que en el fondo es mantener la paz también. Proteger la libertad individual y la libertad colectiva. La libertad de poder incluso, o sea, de… de vivir, de la propia existencia. Y el Estado, al igual que todos los autores, Spinoza va a intentar estructurar, sobre todo basado en lo que él habla de este orden lógico o orden matemático, distintas formas de gobierno. Porque él dice que el poder ve limitaciones, o que debería haber más bien dicho, limitaciones hacia un poder absoluto en una sola mano, o en una sola persona, concentrado en una sola persona. Y por eso él cree que los monarcas, aún defendiendo a la monarquía, que los monarcas deben estar acompañados de un consejo numeroso de personas que asesoren, Y que le expliquen la realidad del país en el que está viviendo, porque el monarca está absolutamente aislado de la situación. Un Estado o su Estado ideal no debe tener una religión de Estado, no existe una sola religión, no existe esa libertad para elegir entre la religión que cada uno quiera procesar. Que no existe un Estado pagado por fondos públicos, sino que cada estamento social, cada clase social va a tener su propia defensa. Y mira qué moderno que ya habla de la transparencia del Estado. Cuanto más transparentes sean las decisiones que toma un Estado y las actuaciones en las que el Estado intervenga, más confiados son los ciudadanos en él y, por lo tanto, más estable será el Gobierno. Así que, por lo tanto, que al final la transparencia no sea dada de una manera generosa y dadivosa por parte del monarca, sino porque consigue que se perpetúe en el tiempo. Se retroalimenta y consigue su propia estabilidad. A él le parece que el Gobierno aristocrático, que sería el Gobierno de los pocos, la mezcla esta que él hace entre un monarca con un Consejo… Asesor Grande, ¿es el más adecuado cuando el fin que se quiere obtener es conservar la libertad individual? Y se conserva mejor que ante un monarca con un poder casi absoluto y que la democracia es el gobierno, es la forma de gobierno en que los hombres son más iguales o se respeta más el ejercicio de la igualdad de los ciudadanos porque es la única de las tres formas de Estado en el que los ciudadanos, aparte de poder elegir, ¿no? De poder elegir me refiero a que sea de aceptar en el caso del monarca. Aparte de aceptar o de elegir a quién queremos que nos gobierne, en una democracia además podemos ser nosotros los elegidos. O sea, estamos ante un sufragio activo y pasivo. O sea, tú tienes capacidad para elegir pero además eres candidato, cosa que nosotros no. regímenes no aparecen. Por eso él cree, como digo, que la democracia es el régimen, el sistema político, perdón, que más fomenta la igualdad, el gobierno aristocrático es el más adecuado para la libertad y el gobierno monárquico el más adecuado para la unidad y por lo tanto para la paz social. El siguiente autor después de Espinoza, y entramos en el tema 2 y me da tiempo, 8 minutos de empezar, por ejemplo, es Locke. Y estamos hablando ya de la ilustración. Y además Locke se sucede... John Locke existe en el tiempo en medio de un proceso revolucionario en su país, de la Revolución Inglesa, en el siglo XVII, de una revolución política en la que se pretende reducir las competencias del monarca. En otras partes de Europa, como en Francia, esto no va a ser un proceso reformista, como fue la Revolución Inglesa, sino que va a ser un proceso revolucionario, como fue la Revolución Francesa. Pero todas, ambas revoluciones estaban destinadas en un fondo a limitar el poder del monarca y a otorgar más capacidad o más competencia a órganos que sean más representativos. En el caso de la Revolución Inglesa, al Parlamento... Y en el caso de Francia, a la asamblea que montaron los revolucionarios. Aquí lo que sí que establece una clara diferencia con los autores precedentes y es la de que estos acuerdos para obtener gobierno o estos contratos sociales, él sigue defendiendo el concepto de acuerdo, pero no son un acuerdo entre un colectivo, entre un grupo de ciudadanos y el Estado, sino que son acuerdos personales e individuales entre ciudadanos particulares. Y el Estado, ¿no? Vamos avanzando más todavía en esta reivindicación del hombre como sujeto. Que ostenta una serie de derechos y libertades simplemente por el hecho de existir e independientemente de que vivas en sociedad o que vivas solo como ermitaño en una montaña, de que participes de lo colectivo o no. O sea, nuestra existencia tiene su fin en nosotros mismos, no en lo que nosotros hagamos en la colectividad. Su modelo ideal, además, va a establecer límites a la autoridad real, a la autoridad del monarca. Fundamentalmente los contrapesos van a venir por el Parlamento o van a intentar desde la Revolución Inglesa que vengan desde el Parlamento, limitando los poderes del rey y va a ser mucho más tolerante en cuanto a asuntos religiosos que no formen parte del discurso de lo público sino de lo privado. La autoridad también, por tanto, no va a tener origen divino, sino que veremos que la autoridad puede tener distintas legitimidades. Más adelante veremos un autor que se llama Weber, que puede ser la legitimación divina, que por eso los ciudadanos lo aceptamos. Veremos la legitimación por las autóritas, porque nosotros veamos que esa persona, por su comportamiento, por el desempeño de sus funciones, nos parece que se ha ganado nuestra obediencia o nuestra aceptación, por decirlo de alguna manera. Y luego estaría la legitimidad democrática, que es aquella que proviene de las urnas, ¿no? De haber sido elegido en unas urnas. Las legitimidades de los monarcas, incluso de los constitucionales, por ejemplo en nuestro caso, por supuesto está en las leyes, en unas leyes que han sido votadas en el momento que sea en el que se aprobó esa constitución y que son unos monarcas que no tienen capacidad ejecutiva sino simplemente representativa. Pero además, como siempre decía el antiguo rey, aunque me refiero a Juan Carlos, uno se gana el puesto de rey, lo digo para explicar todo este tipo de legitimidad, uno se gana el puesto de rey cada día en el desempeño de su cargo y si no te lo ganas de esa manera, Era una persona sin poder, o sea, sin potestas, pero sí durante bastantes años en este país con autoridad. Cuando él hablaba se escuchaba su discurso porque tenía una cierta autoridad moral sobre los ciudadanos. Les parecía importante lo que fuera a decir el rey, por decirlo de alguna manera. Que ahora en el momento en que, aunque la ley te respalde y aunque tú seas una figura constitucionalmente aprobada por todo sistema político, etc., que esa autoridad desaparece por X motivos que todos sabemos, es difícil seguir manteniendo la legitimidad para estar en el cargo. Y por eso el nuevo monarca, mientras que existe esta monarquía en España, tiene claro que su desempeño... Su desempeño diario es donde... va a recoger el respaldo de la población o el descrédito. Y sin ser una institución votada, por ejemplo en las encuestas del CIS en las que hablan del prestigio y desprestigio de nuestras instituciones y todo lo que sabemos de la desafección política y de la desafección institucional sorprendentemente que en este país hace 30 años el jefe del Estado sigue siendo la autoridad más valorada y por debajo, no sé si en segundo o en tercer lugar está el Ejército y la Guardia Civil. Y esto se va modificando porque hace 10 años no eran estos hace 15 años no eran estos precisamente los protagonistas de mayor prestigio entre los ciudadanos y las secuestras del CIS. Por eso, la autoridad no va a tener origen divino, sino que su legitimidad además se va a tener que ganarse por este proceso de autóritas durante toda su existencia y que el estado de la naturaleza, a diferencia de lo que hablaban los absolutistas, es un estado de la naturaleza pacífico. Lo que ocurre es que los hombres se dotan, como él explica o resumen en nombre de este pacto fundacional, para intentar conseguir una mejor calidad de vida y mayor capacidad de defensa sobre todo del estado frente a los otros estados. En este estado de naturaleza que es pacífico, dentro de él caben derechos que otros autores le negaban, como es el derecho a la vida, la libertad, la propiedad privada o la autoridad. La libertad para Locke va a ser vivir según la ley natural y también según las leyes dictadas por el poder legítimo, las leyes que provienen de lo que decía Spinoza del derecho político. La propiedad privada está basada en el esfuerzo individual de cada persona por conseguir los objetos que pueda o las posiciones. Las posiciones que pueda. Y el primer objeto que tienen muchos propietarios, o los propietarios, quiero decir, el primer objeto que va a tener cualquier persona, o sea, el primer destino que va a tener cualquier persona que quiera ser propietario va a ser conservar aquello que posee. Si tú conservas aquello que posees, serás siendo el legítimo propietario. Tú no puedes dejar estropear tu propiedad privada. La primera propiedad que tenemos es nuestra mano de obra, o sea, nuestra capacidad original para trabajar. Y la propiedad privada que es legítima es solo aquella que viene derivada del trabajo. O sea, originalmente que el trabajo produzca la posibilidad de adquirir propiedad. Y que esa propiedad la maneje. Manténgase. En el momento en que la dejes estropear... puede ser expropiada de los individuos. Y cuando habla de la autoridad, dice porque delegar el poder, que los ciudadanos deleguen el poder, es el rasgo distintivo de una sociedad política. Es aquello que nos diferencia de la sociedad en actualeza a la sociedad política, que es nuestra voluntad y nuestra decisión razonada de delegar el poder. Aquí me quedo, porque son las 31. 31. Si te parece, la semana que viene continuamos con Locke, vamos a Montesquieu y no sé si me dará tiempo más, a ver un momento, un momento. Un momento. terminamos lo vamos a donde esté y vemos que es muy pequeño muy cortito o sea acabamos lo que queda muy poco vale gracias por explicar bien anima mucho resumo cosa lo simplificó mucho de no sirve con lo que yo cuento aquí como para poder sacar el examen pero intentó contaros lo esencial vale muy bien no nos vemos la semana que viene sino a la siguiente pero la semana que viene dejó grabado lo que he dicho perfecto Gracias, Conchi. Feliz semana. Hasta luego.