Bueno, buenas tardes. Me presento, mi nombre es Emilio Bono García, soy licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Granada y soy profesor de filosofía en el IPEP de Huelva desde hace 10 años, aunque a mi actividad formativa y mi actividad como docente se remonta a más de 28 años ya. Este año soy profesor tutor en el Centro Sociado, profesor doctor José Carlos Vilchen Martín de Huelva en la Facultad de Filosofía, tutorizo asignaturas del grado de Filosofía y estoy realizando esta grabación como parte de la formación inicial de tutores en herramientas AVI. Se me exige que presente una o que haga una presentación de alguna de las clases de las que tutorizo y por eso me voy a presentar. Me voy a centrar en lo que ha sido la introducción a la ética de la asignatura Ética I del Departamento de Filosofía y Filosofía Política y Moral de la UNED y me remonto o me remito al título del manual, ¿no?, que se llama el manual básico de esta asignatura, que es Aventura de la Moralidad, Paradigma, Frontera y Problemas de la Ética, de Javier Muguerza Carpintier y de Carlos Gómez. Siempre, siempre que damos clase de ética o que empezamos a hablar de la ética, tenemos que hacer siempre una aproximación a este campo y entre otros muchos. La primera aproximación que se suele hacer es casi una aproximación terminológica, casi una aproximación de rigor en la que tengamos que definir a qué nos referimos con ética o qué queremos decir con el campo de la moral, si prácticamente para la gente es un campo de la moral. Lo mismo, casi en ocasiones la gente no suele o las personas no solemos diferenciar entre ética y moral, ¿no? Juanito tiene mucha ética o que poca ética ha demostrado tal persona o en tal situación, ¿no? Y nosotros siempre empezamos por hacer un cálculo reflexivo, por hacer una aproximación al terreno de las diferencias terminológicas entre una y otra que, a pesar de que son lo mismo, ¿no? En realidad, la palabra ética viene del término ethos griego que significa costumbre y moral de mos que significa en latín también costumbre, es decir, que tiene que ver con la costumbre y con los hábitos adquiridos en nuestro comportamiento personal y social. Sin embargo, hemos determinado o hemos considerado que podemos utilizar estos términos en oposición para referirnos a una, digamos, una reflexión de primer orden. O una estructura de primer orden que sería la moral y una reflexión de segundo orden según, no sé, podríamos considerar cualquier filósofo analítico, Ulises Murines o no sé si también estaría de acuerdo conmigo Javier Muerta, una reflexión de segundo orden que sería la ética. O tal como diría Alan Guren, ¿no? Pues la moral se referiría a lo que sería la moral vivida, lo que vivimos nosotros como algo cotidiano y la ética sería la moral pensada. A pesar que, como hemos dicho al principio, no hay una diferencia clara o una diferencia en los términos, unos proceden del latín, otros proceden del griego, sin embargo nosotros vamos a acoger esta diferencia terminológica en el castellano, ética y moral, para hacer referencia a unos aspectos, unas diferencias capitales que os expongo aquí en la tabla esta, ¿no? Si la moral define las conductas de una forma cerrada e incondicional, es decir, te diría que la moral es una forma cerrada e incondicional, esto es lo bueno y esto es lo malo, sin embargo la ética, pues la ética se refleja en la necesidad creativa de hacerse a sí mismo, es abierta y puede cuestionar lo que muchas veces consideramos como algo bueno o como algo malo si no encuentra un fundamento racional, ¿no? Si la moral surge de un poder, la ética surge del uso de la razón, ¿no? No podemos ampararnos en que lo bueno, lo malo, lo correcto, lo incorrecto, lo deseable o aprobable proceda de un marco diferente a lo que sea, un marco diferente a la razón, ¿no? De esa misma manera la moral te exige una obediencia o adhesión más que reflexión. Te dice esto es lo bueno y esto es lo malo y te adhiere y obedece de una manera normativa aquellas cosas que te están pidiendo, sin embargo la ética como una reflexión de segundo orden va a hacer un análisis crítico. saber por qué tenemos que emprender tal acción o tal otra, ¿no? En la moral se define la frontera clara entre los actos buenos y los actos malos, ¿no? Sin embargo en la ética se suma el proyecto creativo, o se suma ese riesgo de que tendemos más que al proyecto total como, más que a una definición concreta de lo que pueda ser acto bueno o acto malo, ¿no? Es mejor considerar o saber porqué consideramos este acto bueno o porqué lo vamos a considerar malo en la ética, ¿no? Una razónUST. antes que definir una frontera clara. Es verdad que seguir los principios morales da cohesión a la sociedad, mientras que la ética no solamente se apoya en el consenso, lo que todo el mundo tenemos como bueno o como malo, sino que aceptamos el conflicto, aceptamos, como diría Javier Muguerza, aceptamos el disenso. El disenso es una parte esencial también en la que nosotros tenemos que proponer principios nuevos o desajustarnos los principios morales de una sociedad dada en virtud de lo que nosotros consideremos racional. Es verdad que cada vez que seguimos unos principios morales nos confiere seguridad, el individuo se siente integrado y hace lo que es bueno para todo lo que es malo para todo. Sin embargo, la reflexión ética te puede llevar a caminos en los que esa seguridad no esté garantizada. Y acabemos pensando, acabemos identificándonos con principios que el grupo no aceptaría. Que son unas notas, seis en este caso, seis notas básicas en las que nosotros vamos a apoyarnos para diferenciar lo que es, como he dicho al principio, un saber de primer orden, que sería la moral, de la reflexión sobre ese saber de primer orden o sobre ese hacer de primer orden, que sería un saber de segundo orden ya, que es el campo de la ética. El campo de la reflexión de todo lo que es la moralidad. Bien, ¿a qué llamamos actos morales? Es verdad que ahí tenéis como los seres humanos realizamos múltiples acciones. Algunas que son inconscientes o mecánicas o por necesidad en las que no existe ni conciencia ni libertad. Y esas acciones no las vamos a llevar, nosotros no las vamos a denominar acciones morales. Tocarse una oreja o coger un bolígrafo no tiene nada o no tiene nada que ver con la realidad. O curiosear o manejar un capuchón de un bolígrafo no tiene nada que ver con una acción moral. Tampoco aquellas acciones que son intrascendentes y que carecen de consecuencias, como muchas de las que hacemos al cabo del día. Tampoco las que son conscientes, libres y tienen unas consecuencias, pero sus consecuencias no están sometidas a normas morales, sino normas más bien prácticas. Un día Kahn sería más relacionado con la habilidad con la habilidad. Que con la moralidad, ¿no? Pero si hay un tipo de acciones, cosas que emprendemos los seres humanos que están encuadradas dentro de lo que es la reflexión y lo que es la razón práctica, cosas que hacemos, que llevamos a la práctica, no pertenecen al ámbito del teórico del saber, sino de la acción. Y esas acciones son conscientes y libres. Y no solo que son conscientes y libres, sino que además repercuten en los demás. Repercuten en los demás o desde el siglo XX, desde la publicación de Hans Jonas, de la ética de la responsabilidad, no solamente que influyan en los demás, sino que pueden influir también o que influyan en el medio ambiente. Todo ese tipo de acciones que influyen en los demás y en el medio ambiente o en el medio ambiente están regidas por normas y esos son tipos de acciones netamente morales, ¿no? Desde luego un individuo solo intentando hacerse daño o no podríamos decir que está emprendiendo una acción siendo consciente, consciente y demás, no es una acción moral. Siempre y cuando no repercuta o no redunde en los demás o en el medio ambiente. Por eso decimos entonces que los seres humanos llevamos a cabo una serie de acciones que tenía aquí en azul que realmente no son acciones morales pero que sin embargo todas aquellas acciones conscientes, libres, que repercuten, es decir, que tienen consecuencias y que esas consecuencias pueden estar dirigidas hacia los demás. O hacia medio ambiente seguramente y generalmente están reguladas, normativizadas y a ese tipo de normas nosotros les llamamos o ese tipo de acciones, perdón le llamamos acciones morales. ¿Cuál es el fundamento de una norma moral? Porque nosotros consideramos que esta norma moral es así o esta norma moral pertenece a tal campo o a tal otro. Pues siempre que preguntamos por cuál es el fundamento de una norma moral estamos preguntando por cuáles son las razones o cuáles son los principios, o los fundamentos que guía mi acción, ¿no? No es más que preguntarse acerca del origen y la justificación de las razones, de las normas que orientan la acción de cada uno de nosotros en definitiva, ¿no? Debemos preguntarnos también por la clarificación, la procedencia y la justificación de esas normas morales. ¿Por qué las hago? ¿De dónde vienen? Y una clasificación básica que tenemos todos y que todo el mundo que ha pasado por Kant y el siglo XVIII conoce es la diferencia entre autonomía y heteronomía. Son dos posibilidades, como otras muchas cualquiera, que nosotros podemos conocer, pero estas las conocemos a través de Kant, ¿no? La autonomía de una norma, autónomos, Sos, ¿no? El griego. Y las normas morales encuentran el fundamento en la propia razón, ¿no? En la propia razón práctica. Se rige por principio que la propia razón se da a sí misma. La moralidad. La moralidad que desciende desde la propia razón. Y otra posibilidad es que la norma moral, aunque se encuentre en mí mismo, pueda tener su origen en algo distinto, ¿no? En algo distinto como pueda ser la sociedad, los dos, mala religión, la psicología, cualquier cosa que pueda pertenecer a otro ámbito que no sea el ámbito puramente racional. Es decir, a otro, a hétero. Y por eso se clasifican como morales heterónomas. Una norma moral entraña siempre... ...obligatoriedad y el sentimiento del deber, la constricción del deber, ¿no? Señalamos que estar obligado no es lo mismo que estar sometido, desde luego. Yo estoy obligado a hacer ciertas cosas a las que no tengo por qué estar sometido, sino porque yo mismo me las impongo, ¿no? No me las creo, ¿no? La norma moral nos obliga, que nos obligue, nos quiere decir que nos sentimos sencillamente ligados a la reacción o a la relación entre la causa de mi destino. Y el efecto de mi acción, ¿no? Ese sometimiento implica la negación de la libertad de la acción, pero no lo que elimina al mismo tiempo es la moralidad de la acción. La obligación moral o deber siempre es, cuando nos referimos a qué es el deber de una persona, es a la constricción en que me siento de hacer o no hacer una cosa a causa de algo que actúa como principio y que prescribe y regula mi acción. ¿Va a ser buena o va a ser determinada? ¿Va a ser buena o va a ser determinada como mala? Vamos a encontrar en estos primeros temas de la ética 1, de esta asignatura, y lo vais a encontrar en el manual, diversos marcos de fundamentación de la ética. Hay algunos que creen que la ética tiene su fundamento, que esta reflexión acerca de las normas morales tiene su fundamento en la sociedad, ¿no? Hay algunos que consideran o consideramos que se podría denominar un sociologismo moral, ¿no? Y es la tendencia a intentar reducir el hecho moral, el hecho social, ¿no? Perdón. Estableciendo que los principios o normas son impuestos por la sociedad. El hecho social se nos impone como una coacción exterior e independiente del individuo, como diría el sociólogo Emil Durkheim, es decir, en el fondo, hacemos lo que la sociedad nos pide o hacemos algo bueno o consideramos algo malo, si la sociedad lo determina así. Yo creo que no, que no estamos tan condicionados. Y en ese caso estaríamos siendo, como hemos dicho antes, estaríamos sometiendo la norma a un fundamento heterónomo. Hay otros que creen que la ética y la etología están directamente relacionadas, ¿no? Que la ley natural y la ley divina se coentienden, se corresponden, y se podría entender que la moral se remite en última instancia a la ley natural, a la expresión de la ley divina, y entonces se podría considerar fundamentación de la moral, la teología natural, la teología revelada, por oposición a la teología natural. Otra de las posibles fundamentaciones de la ética es la ética y la naturaleza humana. Dice, podemos entender que el fundamento de la norma moral puede ser encontrado no en la sociedad ni en los dioses, sino en la propia razón, en la propia naturaleza racional del ser humano. La naturaleza racional como fundamento de la universalidad y la necesidad de las normas morales, que puede ser bien la justificación de un análisis máster. Cantiano, hay otros que creerán que dentro de la naturaleza humana no es solamente la razón, sino en las emociones, y podríamos enfocarlo a una fundamentación emotiva, ¿no? Lo que llevaríamos al emotivismo moral de Hume en el siglo XVIII, ¿no? Otros consideran que la ética y la psicología tienen mucho que decir. Como veréis en el libro, os daréis cuenta de que la psicología puede decir cuál es el origen, en el fondo. Un Freud puede... Determinar el origen de un principio moral, pero no quiere decir que ese principio esté justificado por el origen. Otros, ¿cómo? En otros textos vais a ver la relación entre ética y antropología, que nos la presentan algunos autores, y en el fondo podríamos hablar y emparentar esa reflexión que hemos dicho al principio, que es la ética, con distintos ámbitos del conocimiento humano. Hay otros más intentos de fundamentación, y esos son los que vais a ver en los primeros capítulos, creo que hasta el capítulo 7, capítulo 8 en concreto, ética y religión, son los intentos que vais a ver de fundamentación de las normas éticas o de la reflexión ética acerca de la moralidad. Espero que esto os haya podido ayudar y que si tenéis algún problema, alguna duda o algún elemento que os pueda resultar más engorroso de aprender, pues no dudéis en enviarme un correo y en escribirme un comentario. Podéis estar en contacto conmigo y si no, ya podemos interaccionar en la próxima clase. Hasta pronto, muchas gracias y nos vemos. Adiós.