Vamos a hablar hoy del tema séptimo de vuestro libro, de los infiernos en la antigüedad clásica. He puesto en la portada el cancerbero, ese famoso can, ese famoso perro de tres cabezas que guarda las puertas del infierno y que impide que nadie pueda salir de él. Este es un detalle de una fotografía de la maravillosa escultura de Gian Lorenzo Bernini cuando estudiamos el tema de Hades, ya os puse esta imagen, es el rapto de Proserpina que está en la Galería Borghese de Roma, el momento en el que Hades rapta a su sobrina Proserpina o Perséfone para llevarse al inframundo y convertirla en su esposa. Y tenemos ahí al cancerbero, a ese perro, a ese monstruo de tres cabezas que acompaña a Hades y que es el elemento iconográfico que nos ayuda a saber que es Hades y que no es otro dios. Entonces me pareció, ya que era un tema conflictivo para ponerlo, una portada, bueno pues me pareció que este detalle de Cerbero era un tema interesante para ponerlo como detalle de vuestro tema. Vamos a ver, vamos a ir viendo este tema de los infiernos. No sé qué he hecho. He hecho algo pero no sé qué. ¿Qué? Ah, así. Ahora, yo creo que más o menos... Ahora ya lo podemos ver. Se mueve, bueno. Quería mostrarlo un poquito. Bueno, mira, vamos a ver ese tema. Yo lo que he hecho es el tema séptimo de vuestro libro, resumirlo un poco y organizarlo un poco porque a veces aparece hablando del Hades aristocrático de Homero en tres páginas distintas, con lo cual era un poquito de... Era un poco complicado, entonces yo lo que he intentado es hacerlo lo más sencillo posible para que tengáis... Una visión clara. Bueno, fijaros, la cosmogonía griega habla de la muerte y se basa en que la muerte tiene una experiencia ultraterrena en el Hades exactamente igual que cree el cristianismo. En esta experiencia ultraterrena lo que nos vamos a encontrar es que los griegos pensaban que en el momento de la muerte se separaba el cuerpo físico de la psique, entendiendo por la psique el alma. Hoy en día, fijaros, de esa palabra psique, de esa palabra alma, hablamos de psicología, hablamos de psiquiatría, sería el estudio del alma, de lo más profundo, de lo más interno del ser humano. ¿De acuerdo? Bueno, pues si hay esa separación en el momento de la muerte para los griegos del cuerpo y de la psique que se separa. Esas almas y esas psiques se transformaban en una especie de sombras espectrales que conservan la imagen del difunto hasta su destino final. Eso es un poco la idea que nos transmite vuestro libro sobre el sacre. En cuanto a los temas, pues fijaros, va a haber un Hades, en principio vamos a tener un concepto del Hades aristocrático, y después un concepto del Hades democrático. ¿Qué significa esto? Pues esto significa que las primeras creencias del mundo griego van a ser como las de Egipto. Solamente determinadas personas tienen derecho a una vida de ultratumba. En Egipto, que ya lo habréis estudiado, solamente las personas que recibían la práctica de embalsamamiento y momificación tenían derecho a esa vida de ultratumba. Por lo tanto, en un primer momento solo el faraón y los miembros de su familia. En el segundo, los sacerdotes, los escribas, las élites sociales, porque poco a poco se van a ir abaratando los costes del embalsamamiento y la momificación y se va a hacer más extensa. Bueno, pues el concepto griego es exactamente igual. ¿Quién va a tener derecho a participar de ese mundo del Hades, de ese mundo del más allá? Pues según Homero, en el siglo VIII a.C., que es el primero que hace referencia al Hades, en la Iliada nos dice con detalle cómo son los funerales de patrógenos, y nos dice que la muerte en la batalla, esa muerte digna en la batalla y unas honras fúnebres dignas garantizan la entrada de la psique en el Hades. O sea que fijaros, nos está dando un concepto totalmente aristocrático. Solamente aquellos guerreros que hayan muerto en la batalla y han tenido unos funerales dignos van a tener derecho a esa vida en el Hades. En cambio, cuando la muerte es indecorosa o no se ha producido un enterramiento digno, No se tiene derecho a esa vida en el más allá, en el Hades. Por eso para los ríos es fundamental el enterramiento. No solamente hay que tener una muerte digna, pertenecer a una élite social y tener una muerte digna, sino que también hay que tener un enterramiento digno. Si no se tiene ese enterramiento digno, no se tiene derecho a esa vida en el Hades, en el más allá. Eso es lo que nos dice Homero en la Ilia. En la Odisea nos habla de que la maga Circe le aconseja a Odiseo o Ulises, que es el nombre romano, que consulte con Tiresias, que es un adivino, que consulte, que baje al Hades, que consulte cómo volver a Ítaca. Ya nos está hablando. En esa Odisea nos está dando referencia a que Ulises tiene que bajar al inframundo para consultar cómo volver a Ítaca. Fijaros, esto es importante porque se va a iniciar un viaje mediático de los héroes más importantes al inframundo. Va a bajar Hércules o Heracles, va a bajar Orfeo, va a bajar Odiseo. Vamos a ver una serie de personajes que van a bajar por distintos motivos. Heracles va a bajar por los trabajos de Hércules. Uno de sus dos trabajos es capturar a Cerbero. Orfeo va a bajar por amor, por el amor de su amada Eurídice. Y Ulises o Odiseo va a bajar para encontrar definitivamente cómo regresar a Ítaca, porque están al lado pero no escapan a regresar. Entonces, Homero, si os dais cuenta, sienta las bases de un Hades aristocrático, en el que solamente esas personas que han muerto en una batalla digna y han tenido unas honras fúnebres decorosas pueden alcanzar esa vida en el Hades. ¿Esto a qué responde? Pues responde al concepto de sociedad griega que hay en este momento. Esa sociedad griega arcaica tiene ese carácter aristocrático y fijaros que en Grecia hablamos de que son los creadores de la democracia, pero es una democracia muy sui generis, muy particular. Solamente los hijos de padre y madre atendidos y con un determinado nivel económico tenían derecho a voto. Por lo tanto, estamos hablando de una democracia elitista. Del mismo modo que estamos hablando de un Hades elitista o de un Hades aristocrático. Gracias por ver el video. Homero también dice que las almas de los muertos van a vagar, pero que para los héroes que han muerto dignamente hay un lugar especial al que denomina los campos elíseos, donde esos héroes que han muerto dignamente van a tener una vida agradable. Así que cuando vayáis a París y paséis por los campos elíseos, pues ya sabéis que estáis paseando por esa especie de cielo, entre comillas, que se tenía conceptuado en la Grecia de hoy. Homero, por lo tanto, como habéis visto, inicia una visita al infierno por parte de los héroes. Hemos dicho que Heracles bajará por Cerbero, Orfeo a por su alma de Eurídice y Odiseo bajará para buscar el regreso a Éptaca. Vamos a ver lo que dice Siodo. Siodo, que es de finales del siglo VIII a.C., en sus obras Los trabajos y los días y la teogonía, nos va a hablar también de un concepto de Hades y va a decir que hay un Hades feliz. Hay una zona del Hades feliz. Hay una zona del Hades feliz al que denomina Isla de los Bienaventurados. O sea, si estamos hablando de Homero, hablamos de los campos elíseos. Si estamos hablando de Siodo, estamos hablando de la Isla de los Bienaventurados. Pero más o menos es el mismo concepto. Es la zona feliz y fértil del Hades. Esto en el siglo VIII. Andando el tiempo, el Hades se va a democratizar y se va a popularizar. Y cuando llegamos al siglo V a.C. con Píndaro. Píndaro es el primero que habla. Que no solo los héroes pueden ir a la Isla de los Bienaventurados, sino también las almas o las psiques de aquellas personas que han sido justas en la vida. Fijaros cómo ha cambiado el concepto en tres siglos. Hasta ahora eran esos guerreros, esos héroes en la batalla, que habían tenido una muerte en la batalla, que habían tenido un entierro digno, eran los que podían alcanzar el Hades. Y en cambio ya Píndaro nos habla de los que han sido justos, los que han sido justos en la vida, pueden alcanzar esa Isla de los Bienaventurados. Es un cambio radical. Y es un cambio que se acerca al concepto de cristianismo que tenemos nosotros. Que en función de nuestra actitud en esta vida, va a ser nuestro final en la otra, bueno o mal. Un siglo después, en el siglo IV, Platón en sus obras más importantes, en el Gorgias, en el Cedón o en la República, habla que la justicia divina va encaminada a la estimación del individuo frente a las élites sociales, es decir, en la misma línea que el cristianismo. Tu vida en el más allá no depende de la clase social a la que pertenezcas, sino que depende de tus acciones en esta vida. Depende del individuo. ¿Esto de las élites sociales os suena algo? ¿Pensáis que esto sigue existiendo? Hay un país que sigue existiendo esto. ¿Nadie? En la India. La India tiene un sistema político y social inamovible porque creen en las castas. Creen en la reencarnación y creen que cuando tú en esta vida te comportas de una determinada manera, tu vida siguiente va a ser mejor o peor en función de cómo haya sido tu vida en este mundo. Por lo tanto, hay un inmovilismo social y político tremendo. Nadie mueve un dedo porque es lo que le ha tocado vivir, es su karma. Entonces, si en esta vida eres bueno, la siguiente, vas a tener una situación social mejor. Pero si en esta vida eres malo, vas a tener una situación social peor o vas a ser una cucaracha o vas a ser una hormiga. Con lo cual, todos aceptan lo que les ha tocado vivir sin enfrentarse nunca al poder social o al poder político. Es un arma política extraordinaria. Bueno, pues si os dais cuenta, esto sigue existiendo en algunos países. Estamos hablando de que Platón habla de que cuando la vida es justa, el difunto va a ir a la isla de los bienaventurados donde va a recibir de forma libre y de forma feliz. Pero si ha sido injusto, va a ir a un lugar de expiación y castigo al que se denomina Tártaro. Yo en algunas ocasiones os he hablado ya del Tártaro. El Tártaro es un lugar en el inframundo por debajo de ese mundo donde vive Hades y es el lugar de castigo. Es el lugar que equivaldría, entre comillas, a nuestro infierno. Si lo trasladamos a los conceptos que nosotros tenemos del cristianismo, los campos ilíseos o la isla de los bienaventurados sería el lugar agradable. Donde van las almas de los justos. Mientras que el tártaro sería el lugar de expiación y castigo donde van esas almas de esas personas que merecen un castigo. Y ese lugar sería el tártaro. Por eso cuando nosotros desde el cristianismo nos imaginamos la isla de los bienaventurados, los campos elíseos o el tártaro, lo hacemos al estilo cristiano. Y nos imaginamos una isla de los bienaventurados con seres angelicales y nos imaginamos un tártaro lleno de fuego, normalmente, asimilándolo a nuestro concepto del infierno. Fijaros, en Roma Virgilio va a ser un personaje peculiar porque el emperador Augusto le va a encargar una epopeya. Una epopeya épica en la que cuente los orígenes míticos de Roma. Y Virgilio escribe La Eneida. La Eneida es una obra, es una lectura que os recomiendo cuando tengáis tiempo. Es una lectura en la que se narra detalladamente el viaje de Eneas y la Sevilla Pumas al inframundo para hablar con Anquises. ¿Quién es Eneas y quién es Anquises? Bueno, Anquises era un príncipe troyano que tuvo amores con Afrodita, con la diosa Afrodita. Y fruto de esos amores... Nació Eneas. Por lo tanto, Eneas es hijo de una diosa y de un príncipe. Entonces, a Virgilio no se le ocurre nadie mejor para buscar los orígenes míticos de Roma que Eneas, que es hijo de una diosa y de un príncipe. Por eso Eneas va a ser el que dé esos orígenes míticos a Roma. Bueno, Virgilio va a tener una especial relevancia en la Edad Media, concretamente en el 400 italiano, en Florencia... ...y con Dante Alighieri. Dante Alighieri va a escribir una obra hacia el 1310, a principios del 480, que se llama La Divina Comedia. En La Divina Comedia, Dante habla de los círculos del infierno y él mismo visita los círculos del infierno. Fijaros, realmente nos va a dar más a conocer el Hades, Dante Alighieri y la Divina Comedia que los propios autores de la Antigüedad Clásica. O sea, somos más conocedores del Hades a través de la figura de Hades. En este mundo hablamos del Tártaro. El Tártaro hemos dicho que es la región más profunda del inframundo. Y es un lugar, es una prisión y es un lugar para un suplicio y un castigo eterno. Es decir, el concepto que un cristiano tendrá del infierno, exactamente el mismo. En el inframundo, en ese inframundo va a haber una serie de jueces. Fijaros aquí se discrepa con el mundo cristiano porque si nos vamos a Egipto, en Egipto hablamos de un juicio final, un juicio con el tribunal de Osiris. Es decir, el dios Osiris preside ese tribunal. Si hablamos del cristianismo hablamos de un juicio final y Cristo preside ese juicio final. Pero en cambio en Grecia. No, en Grecia Hades es el dios de los infiernos y va a haber un juicio pero no lo preside Hades que es el dios. Lo presiden los jueces del infierno. O sea, hay una diferenciación. Mientras que en Egipto el cristianismo es el propio dios quien hace ese juicio, en Grecia no. Hay jueces dentro de ese inframundo. En la Edad Media hemos dicho que el Hades pagano se difunde mucho a través de la figura de Dante, a través de esa divina comedia. Incluso... Incluso Sandro Botticelli a finales del 480 va a ilustrar dos ediciones de la divina comedia por encargo de Pierfrancesco de Medici. A principios del siglo XVI, en 1520, va a haber una pintura de patinir que tenemos en el Museo del Prado, es un óleo sobre tabla, que se llama El paso de la laguna estigia. Esta pintura os la voy a explicar a continuación con lo cual vamos a ver muy bien lo que significa eso. Si os dais cuenta, desde el 480... Desde la Edad Media hasta el siglo XIX no volvemos a hablar del Hades ni de los infiernos en la antigüedad. Y va a ser en el siglo XIX cuando el Romanticismo vuelva a retomar la divina comedia de Dante. Porque sabéis que en el siglo XIX se vuelve a la Edad Media. Y entonces en el Romanticismo se vuelve a esa divina comedia de Dante, por lo tanto se pone de moda Dante, se pone de moda el infierno, se pone de moda el inframundo, se pone de moda el Hades... Y algunos autores como William Blake... O Gustave Doré, que son grabadores, van a hacer obras con estos temas. También va a haber pintores que trabajan estos temas. Por ejemplo, Eugène Delacroix. Eugène Delacroix va a hacer una pintura en 1822 que se llama La barca de Dante. Estamos en pleno Romanticismo. Y va a presentar a Dante a la izquierda, a Virgilio en el centro y al barquero Carante a la derecha. Fijaros lo que hace Eugène Delacroix es mezclar a Dante, que es un personaje medieval del 480, con Virgilio, que es un personaje romano del siglo I, y a la derecha pone a Carante, que es un personaje mitológico. Con lo cual está conjugando en esa famosa barca de Dante todo ese concepto del Hades desde la antigüedad y cómo está plasmado a través de la Divina Comunidad. En el siglo XIX, aparte de los pinteros románticos, aparte de Bley, de Doré y de Delacroix, a finales del siglo XIX tenemos el movimiento prerrafaelista y simbolista que también van a hacer imágenes enigmáticas y misteriosas que nos recuerdan un poco todo este mundo. Ok, seguimos. Vamos a hablar ahora un poquito de esa pintura que yo os digo que tenéis en el Museo del Prado, esa pintura de Patinir, el paso de la Laguna Estigia. Bueno, lo primero que tenéis que saber es que es una pintura flamenca, Patinir es un pintor flamenco, es un óleo sobre tabla, insisto, un óleo sobre tabla porque los flamencos son los que empiezan a pintar al óleo, antes de los flamencos se pintaba al temple. Insisto en tabla porque en esta época se pinta en tabla, el lienzo es posterior. Bueno, pues esta pintura que tenéis en el Museo del Prado, en ese paso de la Laguna Estigia vamos a ver a Caronte, que es el barquero navegando en su barca con un alma. Caronte es el encargado de pasar las almas de una orilla a la otra de la vida y había que pagarle, sabemos que estamos pagando en este mundo desde que nacemos hasta que nos morimos, bueno pues en la antigüedad también. Al barquero porque nos pasara al otro orillo de la vida había que pagarle un óvulo. Es decir, una moneda. Por eso en la antigüedad clásica se enterraba a los difuntos con una moneda para que pudieran pagar a Caronte, pudieran pagar al barquero. Patinir se inspira en el Bosco y en imágenes bíblicas y nos va a presentar en esta pintura a Cerbero, a ese can de tres cabezas que vais a ver ahora. Recordar que es un perro de tres cabezas, que también tiene una cola en forma de serpiente o de dragón y que impide la salida de las almas del infierno. El alma, veréis que la barca va a estar en el medio y el alma tiene dos caminos para optar. En un camino, a la izquierda, ahora lo vamos a ver, va a aparecer esa isla de los bienaventurados y a la derecha va a aparecer el tártaro o el concepto de infierno que tenemos nosotros. Como siempre es una lección moral porque si elegimos el camino de los placeres de la vida, de los pequeños placeres de la vida, la gula, la lujuria, en fin, todos esos pecados capitales que sabemos muy bien, pues vamos a ir a condenarnos al tártaro o al infierno. Y en cambio si elegimos el camino más difícil de llevar una vida recta, llevar una vida buena, pues vamos a ir al paraíso. Es un poco la lección moral que siempre transmiten este tipo de pinturas. Patinir convierte esta obra en un memento. Un memento mori, ¿qué es eso? Un memento mori es un recordatorio de la muerte, es decir, recordarnos que vas a morir y que si haces caso de las tentaciones engañosas y de los falsos paraísos, pues al final vas a ir al tártaro en vez de ir a la isla de los bienaventurados, que es donde tienes que ir. Es decir, una pintura eminentemente moral, como todas las demás. Vamos a pasar a ver la pintura ya. Mirad, aquí tenemos esa barca de Caronte, tenemos patinir, el pasaporte. Esta es la laguna Estigia, que tenéis en el muerto del Prado. Esta es la laguna Estigia. Si os dais cuenta aquí está la barca de Caronte. Aquí hay un pequeño ser, que no sé si lo veis muy bien, que es el alma, que está pasando el barquero. Fijaros la diferencia entre el alma, esa psique y Caronte, el barquero. Mirad, a la izquierda tenemos un lugar tranquilo, con árboles frutales, con agua clara y limpia. Y aquí incluso hay unos seres al lado. Que nos recuerdan a los ángeles. Es decir, a la izquierda tenemos la parte buena, bienaventurada. Tenemos la isla de los bienaventurados, con los campos elíseos. Y en cambio a la derecha, ¿qué es lo que nos vamos a encontrar? A la derecha nos vamos a encontrar... Mirad, parece que la barca se encambina a la derecha. Una vez un poco la dirección, se está encambinando a la derecha. A la derecha que nos vamos a encontrar. Cuando llegue la barca, aquí nos encontramos una puerta. Esto es la puerta. La puerta del infierno, en este caso del tártaro, porque estamos hablando de la laguna Estigia. ¿Y qué hay en la puerta del tártaro? Pues aquí está Cerbero. Lo voy a ampliar un poquito, a ver si lo podemos ver un poquito más grande. Y yo no me voy de la página. No sé por qué me pinta. Bueno, pues, a ver, mirad. Aquí está Cerbero. No sé si le veis una, dos y tres cabezas, una larga cola como la serpiente. Está guardando las puertas del inframundo. Aquí, por aquí hay colgando una serie de personajes que ya están empezando a recibir los castillos. ¿Y cómo se imagina patinir el tártaro? Pues con el mismo concepto que nos han hecho creer en el infierno. Bueno, es decir, un lugar de fuego eterno donde vamos a ser sometidos a una serie de suplicios por cometer pecados de ogula, de lujuria, de envidia, en fin, de lo que sea. Y entonces, patinir lo ve aquí, ¿veis? Como ese lugar de infierno. Por lo tanto, está clarísimo que esto es el tártaro. Tenemos ahí al cancerbero guardando las puertas del infierno. Y es el lugar de castigo permanente frente a la otra opción que tiene el alma, ¿eh? Que es... Esa isla de los bienaventurados donde hay comida, hay tranquilidad, hay felicidad y todo iría. O sea, la lección moral es clarísima. Ese famoso memento mori. Recuerda que vas a morir y compórtate en esta vida como quieras que sea tu vida de un rato más. Tu vida de un rato más. Seguimos. Esto lo puedo volver a colocar en su sitio. ¿Desde casa me seguís bien? Espero que sí. Perfecto. Bueno. Vamos a hablar ahora un poquito... Un poquito de Hades y Perséfone. Hades y Perséfone sabéis que son los dioses del inframundo, ¿eh? Hades es el dios... Acordaros que en el reparto de los dioses, Hades se va a quedar con el inframundo, es el dios de los infiernos. Acordaros que raza a su sobrina Perséfone, nombre griego, proserpina, nombre romano, ¿eh? y se la lleva como reina al inframundo para que viva Yicón. Bueno, ellos están allí, normalmente aparecen sentados en su trono o en su palacio y a veces se les representa en algún banquete o en algún ágape funerario. En el libro tenéis varias imágenes sobre esto. Yo no me quiero entretener porque vamos un poquito justos de tiempo, le echéis un vistazo en el libro. Y eso es normalmente cómo se representan a Hades y a Persephone. Vamos a ver ahora cómo se representa el concepto de psicopontos. ¿Qué es el psicopontos? Los psicopontos son los guías del más allá. Son una serie de seres que ayudan al alma y le guían, le indican el camino en el mundo del más allá. Los psicopontos más importantes que dice vuestro libro en el mundo clásico son Hypnos, que es el sueño, Thanatos, que es la muerte, Hermes, que es el mensajero de los dioses y Caronte, que le acabamos de ver, que es el barquero. Yo aquí, yo este fin de semana he estado ampliando un poco. He estado ampliando un poquito esto con el pierre de imán. Y entonces os he ampliado un poquito sobre el tema de Hypnos y Thanatos. En vuestro libro aparece Hypnos con una S y el pierre de imán le pone sin la S. Por lo tanto, pues lo podéis ver como Hypno o como Hypnos. Hypno o Hypnos es el sueño. De ahí la palabra hipnótico, cuando uno tiene insomnio le dan un hipnótico, un inductor al sueño. ¿Eh? Una infecación del sueño es hijo de la noche y hermano gemelo de Thanatos, de la muerte. Virgilio le ubica en su palacio encantado, donde todo el mundo duerme. Es un ser alado, se le representa como un ser alado. Y una leyenda dice que estaba enamorado de Endimión. Endimión es un pastor del que se enamora Selene, la diosa de la luna. Y Selene lo que va a hacer... Esa diosa de la luna se enamora de Endimión y le pide a los dioses que le suman en un sueño eterno para poder amarle continuamente. Bueno, pues eso es lo que van a hacer con Endimión. Le sumen en ese sueño eterno para que Selene le pueda amar eternamente. Y como Endimión está siempre dormido, bueno, pues ahí tenéis a Hypnos, que es el sueño, que es el representante. Bueno, pues es un amante fantástico, ¿no? Siempre dormido, siempre a disposición, no discutes, no crea problemas, o sea, es perfecto. Vamos a ver a Tánatos, ¿quién es? Es ese hermano gemelo de Hypnos, pero representa la muerte. Mientras que Hypnos es más suave, porque nos sume en un sueño todas las noches, pero nos hace despertar y volver a la vida el día siguiente, evidentemente, Tánatos es más cruel, porque una vez que llega Tánatos ya no despertamos del sueño, ya quedamos sumidos en ese sueño per se. Tánatos es un personaje que se ha llevado al mundo del teatro, se le representa normalmente como un personaje alado, cuando se quiere representar la muerte en una tragedia griega, sale un personaje alado, que es la muerte, es Tánatos. Y Euripides va a escribir una obra que se denomina Tánatos, ¿eh? Pues ahí lo tenéis. Fijaros, en psicología se dice que cuando dormimos... Cuando dormimos, realmente lo que duerme es nuestro cuerpo físico, que se quede en el móvil. Nuestra mente está procesando datos y nuestra mente está activa, ¿eh? Realmente se duerme el cuerpo, gracias a Dios, porque imaginaos que follón si nuestro cuerpo respondiera a nuestra mente. Entonces, si soñamos que corremos, si soñamos que vamos conduciendo de un lado para otro, la noche sería un caos, ¿no? Entonces, lo que se duerme realmente es el cuerpo, la mente permanece activa. Y entonces, lo que hace... La diferencia entre Indos y Tánatos es que Tánatos lo que hace es que ya duerme el cuerpo y la mente, ya duerme todo y por eso ya te quedas inmovilizado para siempre. Bueno, a partir de aquí, a partir de donde pone según Hesiodo, ya son los datos que yo he sacado de vuestro libro, ¿eh? Esto de aquí hacia arriba es lo que he sacado del Pierre Reymar. Bueno, pues según Hesiodo, nos habla de que ambos tenían rasgos masculinos y que portaban casco y coraza. Yo eso no lo he encontrado en el Pierre Reymar, solo lo he encontrado que son seres... Alados. Indos es afable, porque te despiertas y Tánatos es implacable, porque ya no vuelves al lado. Indos y Tánatos representan una muerte bella, según vuestro cuerpo, una muerte tranquila. Mientras que la muerte horrible en vuestro libro se identifica con una figura femenina. Yo tampoco he encontrado en el Pierre Reymar nada que me hable de esto, ¿eh? Es lo que tenéis en vuestro libro. Bueno, Indos y Tánatos velan... Que esto es lo más importante, por el correcto cumplimiento de unas honras fúnebres de los héroes. Hemos dicho que para llegar a esa isla de los bienaventurados había que ser héroe, morir en una guerra digna y además tener un entierro y unas compas fúnebres dignas. Si eras un buen guerrero, habías muerto en batalla, pero no tienes unas honras fúnebres dignas, no vas a alcanzar esa vida del más allá. Por eso es fundamental enterrar a los difuntos en tierra sagrada y enterrarlos bien. En Grecia eso es absolutamente fundamental. Ahí nos dice vuestro libro que se le representa a Inverbe y Alado y a Tánatos con Barba y Alado. ¿Dónde se representan estos personajes? Se lo suele representar en los lequitos. ¿Qué son los lequitos? Los lequitos son unas piezas de cerámica griega, son unas piezas alargadas que siempre son blancas y son las piezas de cerámica que van vinculadas al mundo funerario, al mundo de los muertos. Entonces, en esas piezas de cerámica puede aparecer... Puede aparecer Hypnos, puede aparecer Tánatos, puede aparecer Hermes, es cualquiera de esos personajes vinculados al mundo funerario. Vamos a hablar ahora de Hermes, que es el psicocómico. Hermes es el guardián de las almas de los difuntos e interviene en el peso de las almas. Y el peso de las almas determina la salvación o la condenación eterna. ¿A qué os suena esto? A Osiris y a San Miguel. Si os dais cuenta, religión egipcia. Religión griega, religión cristiana, todas tienen los mismos conceptos. Hablamos de un juicio final, hablamos del tribunal de Osiris, aquí hablamos de otro juicio también donde se van a pesar las almas y en el juicio final cristiano estamos hablando del mismo concepto. ¿De acuerdo? Hermes es el que sujeta la balanza en el mundo clásico, por eso es el psicocómico. En el mundo cristiano es San Miguel el que sujeta la balanza. Por eso San Miguel, que yo tengo un amigo que se llama Miguel y me mira con cara atada, yo nunca había oído de eso. Pues sí, en el mundo cristiano San Miguel es el que pesa las almas. Y de hecho en muchas catedrales góticas, que sabéis que están divididas en tres bandas, esos tiempanos góticos, aparece San Miguel con la balanza pesando las almas. Bueno, pues San Miguel al mundo cristiano es lo que Hermes al mundo clásico. Es el mismo tipo de personaje que va a pesar las almas. Bueno, pues ahí, en función de hacia dónde se incline la balanza, el difunto va a tener una vida de ultratumba, decimos nosotros, una vida en el más allá, buena o mala. Hermes aparece en esos lequitos blancos de carácter funerario, que hemos dicho, los lequitos son esas piezas de cerámica alargadas y blancas, típicas del mundo clásico griego. Bien, de Caronte ya os he hablado, Caronte es otro psicopompo, es ese anciano barquero al que hay que pagarle un óvulo, y Virgilio nos va a dar una descripción de cómo era Caronte. Virgilio dice que era viejo, recio, sucio, con larga barba blanca y sordida, y que iba vestido de una forma un poco andrajosa, con una pértiga con la que se ayudaba para pasar la barca de un lado a otro. Bueno, pues esa descripción nos la va a dar Virgilio. Bueno, en el mundo... En el mundo clásico vamos a hablar de los jueces del infierno. Yo os acabo de decir que en el mundo egipcio, el juez es Osiris, es el dios, en el mundo cristiano, el juez también es dios, estamos acá a Cristo, que va a ser el juez, y en cambio, en el mundo clásico, Hades no es el juez. Va a haber una serie de jueces en el inframundo. Si os dais cuenta, los griegos son muy dados a esto. Acordaros cuando el juicio de París, Zeus... No interviene, Zeus dice que decida París. Cuando tienen que decidir algo, los dioses en Grecia no suelen decidir, suelen colocarle ese tema a otros seres. Bueno, pues en el inframundo va a suceder igual. Hay una serie de jueces dentro del infierno. Hay un tribunal, pero no van a ser Hades, sino los jueces del infierno. Y los jueces del infierno, fijaros, Platón en el siglo V nos habla de ese tribunal de justicia, y nos hablan de que los jueces del infierno van a ser tres. Uno va a ser Minos, otro va a ser Radamantis, y fijaros, Minos es hijo y Radamantis son hermanos, son hijos de Zeus y Europa. Y aquí enlazamos con el primero y segundo día de clase. ¿Os acordáis cuando hablamos de Zeus, los amores de Zeus? Zeus se convierte en distintas cosas para conseguir a sus amantes, y os acordáis que se convierte en un manso toro blanco. Y raza a la princesa Europa, que está cogiendo flores tranquilamente al borde de él. Vimos una pintura que había de Tiziano y otra de Rubens que tenéis en el Museo del Trago. Bueno, pues cuando ese toro blanco se lleva a la princesa Europa a su lomo, se la lleva por el Mediterráneo y se la lleva a la isla de Crete. Vimos en la pintura de Rubens, que estuvimos estudiando aquí, cómo aparecen una serie de cupidos o amorcillos con flechas que nos indican que ese amor va a prosperar. Bueno, pues a la princesa Europa se la lleva a Creta y va a tener varios hijos con ella. Uno de ellos va a ser Minos, que va a ser el rey de Creta. El otro va a ser Radamantis. Y estos dos hijos de Zeus y Europa van a ser jueces del infierno, jueces del inframundo. De hecho nos cuentan que Minos fue uno de los grandes reyes de Creta, un gran legislador asesorado por su padre Zeus y civilizado a los cretenses. En la antigüedad griega, el papel de Minos estuvo... ...totalmente secundario. Pero en cambio Dante Alighieri le otorga un papel muy relevante a Minos en la Divina Comedia. O sea, mientras que estos jueces, ya os digo, tienen un papel secundario, en la antigüedad clásica es Dante, en el 480, cuando le da ese gran papel en la Divina Comedia, cuando habla de esos círculos del infierno. Entonces, Minos va a ser fundamental porque su voto va a ser decisivo en la vida que va a tener ese discípulo. Su hermano Radamantis va a dictar sentencias sobre los muertos procedentes de Oriente y el otro juez, que es Eaco, que también es un hijo de Zeus, va a juzgar a las almas de los difuntos europeos. Uno a los griegos, otro a los de Oriente y otro a los siroteos. ¿Por qué os estoy contando todo esto? Porque cuando vayáis a Roma, entréis a la Capilla Sistina, una de las cosas más llamativas que hay, es lo que aparece en la Capilla Sistina. Los que estéis en casa, abrieron una pestaña, por favor, y conectaros con el juicio final de la Capilla Sistina. ¡Gracias! A ver, nos conectamos con el juicio final de la Capilla Sistina. Yo creo que ahí se ve bien porque en la otra se ve casi peor. A ver esto. Mirad, ahí tenemos el juicio final de la Capilla Sistina. Todos lo conocen. En el centro, la figura de Jesucristo en una postura extraña porque no está ni sentado ni de pie. Es una postura ahí como medio sentarse. A su derecha, la Virgen María, nuestra madre, nuestra gran intercesora, rodeado de todos los santos. Aquí tenemos a San Lorenzo, a San Bartolomé. ¿Por qué? Porque los santos van a ser nuestros intercesores, como nuestros abogados, en ese juicio final. Mirad, aquí abajo aparecen esos ángeles tocando las trompetas para que los difuntos salgan de sus tumbas. A la izquierda estamos viendo a esos difuntos que salen de las tumbas y si os dais cuenta empiezan a ser acogidos en el seno del cielo. Pero ¿qué nos encontramos a la derecha? A la derecha nos encontramos un barquero enorme, una barca y un barquero enorme, Caronte en su barca. Y aquí aparece Minos. ¿Por qué hace eso Miguel Ángel? Pues porque Miguel Ángel es contemporáneo de Dante Alighieri. Y Dante Alighieri le da una gran preponderancia a Minos y a Caronte en esa vida del más allá. Y Miguel Ángel lo introduce aquí. Por supuesto tenemos que están tirando, esos seres demoníacos están tirando de estos que van a ir al infierno. El infierno lo tenemos aquí a la derecha con ese fuego. ¿Lo veis ahí? ¡Ah, qué bien! ¡Qué alegría! Bueno, pues ahí tenemos, hemos dicho, esa figura de Cristo como juez supremo, la Virgen María, los santos, los ángeles tocando la trompeta, los difuntos que salen de las tumbas. Estamos viendo cómo unos van a ser subidos al cielo, van a gozar de esa vida eterna en el cielo maravillosa y en cambio otros los que han cometido pegado de gula, de lujuria, de envidia, de lo que sea. Están siendo conducidos por Caronte y fijaros cómo tiran de ellos estos seres demoníacos para llevarlos hasta el infierno. En el infierno hemos visto que está aquí representado con ese fuego en la parte inferior derecha. Y aquí aparecen Minos. Y uno, si no sabe quién es Minos, todos sabemos que Minos es el rey de Creta, el hijo de Zeus y de Europa. Pero si uno no sabe que forma parte de los jueces del infierno y que Dante Alighieri le da un papel predominante, preponderante, con un voto decisivo en el inframundo, pues uno no entiende por qué aparece aquí. Y fijaros cómo aparece Caronte y cómo aparece Minos. ¿Y cómo se puede identificar? No, bueno, aquí sabemos que es un personaje... Bueno, tiene unas orejas enormes y las descripciones nos dicen que aparece el rey Minos en Juegos. Entonces es un personaje curiosísimo que tenéis aquí. Si os dais cuenta está sereno, mirando lo que pasa a los demás, no se va al infierno, él está mirando. Dime. Sí, me parece... No me había fijado nunca, la verdad es que se está mezclando la representación del infierno pagana con Platón. La representación cristiana me parece súper llamativo eso, en el sitio donde está. Sí, pero ¿sabes qué pasa? Evidentemente, primero estamos en una época del Renacimiento en el que todo lo clásico está muy presente, por un lado. Pero por otro lado, esta pintura se estaba centrando en la figura de Cristo, porque Miguel Ángel pinta a Cristo desnudo y es un gran escándalo. Un escándalo de tal calibre que yo creo que eclipsó a lo demás. Si tanto se fijaron en que Cristo iba desnudo, desnudo resplandecido. Además se le representa como Apolo, como el dios de la luz. Si os dais cuenta tiene un sol detrás, como si fuera Apolo Helios, es el dios de la luz. Entonces resplandece esa luz, tiene como un halo enorme. Entonces, como Miguel Ángel hizo a Cristo desnudo, estaban tan obsesionados con que Cristo no fuera desnudo y que había que tapar a Cristo, que se les pasaron cosas. A veces pasan ese tipo de cosas, te obsesionas tanto en focalizar en un sitio que dejas pasar lo demás. Y esto, vamos, el hecho de que aparezca aquí Minos, os digo, tiene que ver con que Dante y Miguel Ángel son contemporáneos, ambos viven en Florencia, ambos son florentinos ilustres, digamos, de hecho, si uno va a Florencia, en Santa Croce, cuando uno va a Santa Croce, que es donde está la tumba de Miguel Ángel, y entras a ver la tumba de Miguel Ángel de Vasari, te encuentras en la puerta de la iglesia de Santa Croce la estatua de Dante Alighieri. O sea, es que va unido. Esa Florencia, ese hito histórico que sucedió en la Florencia del 480, de los Medici, de Dante, de Leonardo, de Miguel Ángel, de Botticelli, es un compendio de cosas absolutamente espectaculares. Bueno, pues ahí tenéis al personaje de Minos. Bueno, vuelvo a la conferencia. Los que estáis en casa, ¿quién es Minos? Pues es que está en la parte inferior derecha como rodeado por una serpiente. Bueno, pues ahí está Minos, en ese año 1541, en el que Miguel Ángel pinta, aparece la barca de Carante con Minos en la zona inferior derecha de la capilla. Ahí os lo he puesto como dato y os he llevado a la imagen para que vierais exactamente dónde está. William Blake, en el siglo XIX, fijaros que pasamos de la antigüedad al 480 y al siglo XIX. En el resto del tiempo no se habla de esto. Entonces, la antigüedad clásica. El 480 lo pone de moda con Dante y luego en el siglo XIX, que tenemos esa imagen del romanticismo que vuelve al mundo medieval y demás, y que todo lo tenebroso, todo lo oscuro, todo se pone de moda, pues vuelve a surgir este tema. Y William Blake vuelve a plasmar a Minos como juez supremo infernal en sus lavados, cosa que durante esos siglos no se había producido. ¿De acuerdo? Durante esos siglos no se había producido. ¿Se puede representar el infierno en ninguna de sus formas? El infierno clásico. El infierno clásico sí. Se representa el infierno cristiano, que es el que nos interesa. Hombre, claro, ese sí, porque es el que nos interesa y es el que nos está lanzando la idea de que si te comportas bien en este mundo y no cometes ninguno de los pecados capitales, si eres bueno y eres justo vas a ir al cielo y si cometes los pecados capitales o eres injusto o eres malo vas a ir al infierno. O sea, durante el resto de los siglos lo que se representa es... El infierno y el infierno cristiano. En épocas como el Renacimiento, que hay una vuelta a la antigüedad clásica, es cuando se representa este tema de influencia pagada, de influencia clásica. O en el siglo XIX, que se pone de moda un poco todo lo esotérico, todo lo tenebroso, con el romanticismo. ¿Comprendido eso? ¿Desde casa lo habéis comprendido? Es que es un poco... Este tema es complejo, ¿eh? Vale. Bueno, pues vamos a ver ahora quiénes son los monstruos y los seres del más allá. Bueno, según vuestro libro, los monstruos y los seres del más allá son fundamentalmente tres. Las moiras o las parcas, el cerbero y las eríneas. ¿Lo de las firmas está por ahí? Vale, ha firmado todo el mundo, ¿verdad? Gracias. Déjame tu boli un momentito. Vale, gracias. Bueno. Bueno, pues hemos dicho que son tres. Las moiras o las parcas, el cerbero y las eríneas. Las moiras y las parcas son las mismas. Las denomina moiras en Grecia y parcas en Roma. Bueno, ¿qué hacen las moiras o las parcas? Tejer nuestro destino. Para los ríos el destino está escrito, es inamovible y es fundamental. Hay mucha gente que sigue pensando que el destino es inamovible, que no podemos hacer nada, que ya está escrito. Bueno, pues hay tres moiras. No tenéis que aprenderos su nombre ni muchísimo menos, tres moiras. Conocemos más el nombre romano, el nombre de parcas. Normalmente lo conocemos más, son las mismas. Hay una que lo que hace es que tiene un hilo, que es el hilo de la vida. Empieza a adebanar esa hebra con una rueca, una hebra de hilo fina de la vida. Hay otra que tiene una vara para medir lo que va a durar esa vida y hay otra que tiene unas tijeras. O sea, que siempre van a aparecer con la rueca, con las tijeras, con esos instrumentos de tejedoras porque están tejiendo nuestro destino. Bueno, dentro de las moiras o las parcas se van a representar en los sarcófagos romanos Por ejemplo, también se van a representar a veces en las Vanitas o Rubens para el Palacio de Luxemburgo en París, un palacio precioso con unos jardines bellísimos en París. Bueno, pues va a representar unas moiras jóvenes y bellas tejiendo el hilo de la vida y del destino de María de Médicis que se va a casar con el rey Enrique de Francia. Entonces aparecen ahí en ese Palacio de Luxemburgo esas parcas tejiendo el destino. En España tenemos una pintura famosísima con el tema de las parcas, que es una de las pinturas negras de Goya. No lo tenéis en el libro, me ha parecido importante hacerlo resaltar. Si vais al Museo del Prado tenemos esa terrible imagen de las parcas tejiendo el destino. Fijaros con esa imagen sombría y negra, esas parcas que están tejiendo nuestro destino, acordaros, con el hilo, las tijeras, etc. Yo aquí se me ha olvidado ponéroslo, pero en los textos... En los temas que tengo del año pasado, yo le tengo dedicado un pequeño capítulo a las parcas, sencillamente os lo digo para que veáis. En el Tierra y el Mar hablan de que hay tres parcas, como hemos visto, y la relaciona uno con el nacimiento, otro con el matrimonio y otro con la muerte. Tiene muchísimo sentido. Fijaros, no es lo mismo nacer en una época que en otra, en un país que en otro o en una familia que en otra. Dependiendo de la época, el país y la familia a la que nazcamos va a ser nuestro destino, eso todos lo tenemos clarísimo, eso es clarísimo e ineludible para todas las personas. La segunda parca para los griegos es la del matrimonio, esa a nosotros hoy en día ya no le damos importancia. Vivimos una época en la que el matrimonio se disuelve, en que existe el divorcio, tenemos otro concepto de la vida, pero eso es de hace treinta años o cuarenta esta parte. Antes de eso, el matrimonio era indefinido. Era indisoluble, con lo cual había que elegir muy bien porque eso podía ser estupendo o una pesadísima lusa para toda la vida. Entonces, la otra parca es la del matrimonio. Yo esa parca hoy en día la sustituiría por la de la independencia económica, que me parece mucho mejor. Una persona es libre cuando tiene independencia económica, no lo es cuando no la tiene. Por lo tanto va vinculada al trabajo y a la independencia económica. Pero eso es mi visión personal. Y la tercera moira, o sea, hemos dicho el nacimiento, el matrimonio, la tercera moira es la de la muerte. Porque claro, no es lo mismo morirse con 30 años que con 50 o con 90. Entonces, claro, la parca que tienen las tijeras y te corta la vida, pues en función de cuándo te segue esa vida, pues tu vida va a ser diferente. Pero yo quiero que sepáis que en el mundo clásico las moiras son tres, la del nacimiento, la del matrimonio y la de la muerte. Y esas sí que marcan tu destino. Tu nacimiento y tu muerte marcan tu destino. La otra yo os digo, yo sustituiría hoy en día, visto lo visto, la del matrimonio la sustituiría por el tema laboral o la independencia económica. Pero claro, eso de los últimos años a esta parte, hasta este momento, la del matrimonio marcaba fundamentalmente el destino de una persona. Por lo tanto, está claro que son esas tres. Bueno, el cerbero ya os he hablado bastante, hemos dicho de ese perro, pero vamos a ver cómo evoluciona. Fijaros, Homero es el primero que alude a él, habla de un perro feroz, de gran tamaño. Hesiodo habla de ese perro terrible y Hesiodo, que es un poco exagerado, dice que es un perro de 50 cabezas. Hasta que llegan Sófocles, Eurípides y Platón. Y le definen como un perro de tres cabezas. Es más coherente lo de las tres cabezas y es ya la versión que tenemos, la versión de Platón. Como veis, todo esto va evolucionando y va pasando por distintas fases, que por eso está ahí. Y la versión que tenemos en la actualidad del cerbero es ese can, ese perro monstruoso de tres cabezas y cola de dragón o de serpiente. ¿Por qué? Porque a nosotros, en el mundo cristiano, siempre la serpiente es el símbolo del pecado y del mal. El dragón es lo más padre. El dragón es un serpiente enorme y entonces, aparte del monstruo de tres cabezas, le ponemos una cola de serpiente de dragón y ya hemos creado el monstruo cómodo. Seguimos. Vamos a ver ahora las heridias, que me imagino que son lo que menos os suena porque de las parcas habréis oído hablar, de cerbero ya me habéis oído hablar en muchas ocasiones. Vamos a ver quiénes son las heridias. Bueno, las heridias son las que vengan los crímenes familiares. También son tres, no tenéis que aprenderos los nombres, por supuesto, sencillamente que os suene lo de las eríneas, que son las encargadas de vengar los crímenes familiares. Y fijaros su nacimiento. En la mitología se aprovecha todo, ¿eh? Nace el de en contacto de la sangre de Urano con Gea la Tierra cuando es castrado por Cronos. O sea, que imaginaros que la sangre de Urano hemos visto que da para mucho, ¿eh? En su día se crearon los titanes, ahora estamos viendo que de esa sangre nos vamos a encontrar, perdón, los gigantes, de esa sangre en contacto con la Tierra surgen las eríneas. Bueno, las eríneas son unas diosas preolímpicas que están encargadas de las condenas y las torturas en el inframundo, especialmente para aquellas personas que han cometido crímenes familiares. Se supone que el parricidio... El parricidio es una de las peores cosas que hay, matar a un miembro de tu familia, aunque normalmente los que te sacan de tus casillas son la familia, porque con lo cual tampoco es tan exagerado, pero bueno. Y ellas son las encargadas de vengar esos crímenes familiares. Bueno, Hesiodo habla de ellas en la Teogonía, pero realmente las eríneas van a tener una gran trascendencia a partir de Esquilo. Esquilo, acordaros que... Es que hay tres grandes escritores de tragedia, Eurípides, Sófocles y Esquilo. Y Esquilo va a hablar de una tragedia de gran éxito en la antigüedad que se llama Eumenidas, que es una tragedia en la que se va a vengar la muerte de Cliftenestra persiguiendo a Orestes. Yo os voy a contar esta historia porque así dicho es un poco complicado. Yo os cuento la historia porque tiene una enjundia mitológica imposante. ¿Eh? Mirad. También del sacrificio de Ifigenia yo creo que ya os he hablado en alguna ocasión. Que si nos sale el sacrificio de Ifigenia hay que ponerlo en contacto con el sacrificio de Isaac porque es la misma historia. Bueno, pues nos cuento la mitología que cuando se produce el juicio de París y París opta por Afrodita, la diosa del amor y a partir de ese momento la diosa de la belleza. Afrodita le promete a París que si vota por ella le va a conceder el amor de la mujer más bella del mundo. La mujer más bella del mundo en ese momento es Helena de Esparta, Helena la reina de Esparta. Y entonces París, como tiene el amor de Helena, que Helena se va con París sin ningún problema porque se ha enamorado de él, se lo ha prometido a Afrodita y se va con él, la arrastra y se la lleva a Troya. Pero había un pacto anterior de todos los príncipes griegos hacia Helena. Fijaros, Helena era la mujer más bella del mundo porque era hija de Zeus, que era la mujer más bella del mundo en su momento. Entonces todos los príncipes y todos los aristócratas griegos querían casarse con Helena, que era hija de un dios, de hija de Zeus. Y Helena tiene que optar, tiene que decidir, y se decide por Menelao. Entonces todos los príncipes griegos hacen un pacto de honor, que si alguna vez Helena está en peligro, van a ir a buscarla, van a ir a auxiliar. Por eso cuando Helena es arrastrada por París y se la lleva a Troya, se reúnen todos los príncipes griegos, convocados por su marido, por Menelao, y deciden montar una flota que vaya a Troya a buscarla y recuperarla. ¿Cuál es el problema? Que esta flota es de vela. Y la diosa Artemisa provoca una calma eólica. ¿Y por qué Artemisa? Porque Artemisa provoca una calma eólica. El otro día vimos el personaje de Artemisa, que vimos que es un poco vengativa. Bueno, pues el comandante en jefe de esta flota griega va a ser Agamenón, el hermano de Menelao, el cuñado de Helena. Y Agamenón caza a un ciervo sin el permiso de la diosa Afrodita. No le hace una ofrenda a Afrodita. Uy, a Afrodita, a Artemisa. Y Artemisa monta en cólera y les manda un castigo. Él es el comandante. En jefe de la flota griega, pues ¿cuál va a ser el castigo? La calma eólica. La flota no puede zarpar. Hay esa calma. La flota no puede zarpar. La flota sigue sin zarpar. Y ya le dicen a Agamenón, que es el comandante de jefe, que consulte. Y le dice un adivino que para que haya viento tiene que sacrificar a su hija Ifigenia. A Agamemnon se resiste, dice que como va a matar a su hija Ifigenia, pero al final pasa el tiempo, de hecho pasan diez años y al final como no hay viento, pues los demás príncipes griegos presionan a Agamemnon para que sacrifique a Ifigenia. Y se ven la obligación de sacrificar a Ifigenia. Y en el momento que va a sacrificar a Ifigenia, aparece Artemisa, esta diosa cruel y despiadada que vimos el otro día, y le dice que no haga el sacrificio, le ofrece un ciervo, que le ofrezca el ciervo en sacrificio porque lo que le ha hecho es una prueba. ¿A qué os recuerda esto? Es literalmente el sacrificio de Isaac, la misma historia. Eso es lo que cuenta la mitología, pero Esquilo, que es un escritor de tragedias, pues le busca... ...un más allá. Y entonces Esquilo nos da una versión más trágica de la historia. Y entonces Esquilo escribe una tragedia en la que dice que Agamemnon sacrifica a su hija Ifigenia para que la flota griega pueda partir hacia Troya. ¿Qué sucede? Que cuando la flota parte hacia Troya, su esposa Cliftenestra, que es la hermana de Helena, tiene un amante y convence a su amante para que cuando vuelva Agamemnon, le maten por haber matado a su hija Ifigenia. Entre Cliftenestra y su amante matan a Agamemnon. Y cuando muere Agamemnon, la otra hija de Cliftenestra y Agamemnon, que es Electra, convence a su hermano Orestes para que mate a su madre Cliftenestra por haber matado a su padre. Bueno, la tragedia, yo creo que es el tragedio más grande que hay en el mundo clásico. La tragedia está servida. Es una tragedia de crímenes. Es una tragedia de crímenes familiares tremenda. El Ballet Nacional Español ha hecho una versión de esto, que la han estrenado hace poco. Yo la he visto en Tornanamidad, que se llama Electra. Ir a verlo, porque vamos, el Ballet Español a mí me da igual lo que bailen. Siempre es algo maravilloso. El año anterior hicieron una obra fantástica, se tituló Sorolla, en honor a Sorolla. Que bueno, era con un colorido maravilloso, con ese colorido mediterráneo, esos colores claros de Sorolla. Fue una preciosidad. Y en cambio Electra, como es este tragedio en griego, pues esto vamos a un brillo muy negro, pero bueno, el baile es maravilloso. ¿Eh? Os digo esto porque si vais a ver la elección del ballet clásico posiblemente la entendemos cuatro, porque claro, primero que es folclore español con una tragedia griega que como veis no tiene mucho que ver y después claro que la historia esta es muy difícil de entender, entonces salvo que te den un libreto o que tú conozcas la famosa tragedia de esquilo te pierdes con mucha facilidad. Y es toda esa historia, como teóricamente esquilo hace que Agamenón sacrifique a Ifigenia, como Cliftenestra se venga de Agamenón y le mata por haber sacrificado a Ifigenia y como al final Electra es la instigadora de su hermano Orestes para que mate a su madre Cliftenestra, con lo cual nos digo es el mayor tragedión familiar del mundo clásico. Bueno, pues ahí tenéis esa obra y las herinias pues son las... las que van luego a enloquecer a Orestes por matar a su madre Cliftenestra, es decir, esto es un no parar, ¿eh? Bueno, pues las herinias son las encargadas de velar, de vengar esos crímenes familiares. ¿Cómo se las representa las herinias? Pues con forma femenina, porque todo lo malo tiene forma femenina, me da igual que sea Grecia, que sea el cristianismo, siempre acordaros que esto está escrito por hombres, Homero, Hesiodo, Virgilio y todo lo malo... tiene forma femenina, ¿eh? Y entonces las... las conciben como seres horribles, parecidas a las gorgonas, con cabellos como serpientes, en fin, unos seres terriblemente horribles. En el Museo Arqueológico de Nápoles hay en una cerámica pues una muestra de Orestes desambeinando la espada, ¿eh? Con una herinia, lo tenéis también en vuestro libro para que luego lo miréis detenidamente, si veáis todo este terrible tragedión familiar que os estaba diciendo. Bueno, en esa... en esa obra de... en esa cerámica que hay en el Museo de Nápoles, esa cerámica de figuras rojas en la que se representa a Orestes desambeinando la espada, ¿eh? Con una herinia, con túnica larga y una serpiente en el brazo. A la derecha porta un espejo en el que se refleja un rostro de mujer con corona, que personifica a la reina Clip del Nestra y es un caso único en el que se representa el alma de un difunto en un espejo. Entonces para que veáis un poco esa cerámica como refleja ese tipo. Bueno, estos mitos ya hemos dicho que se representan o los recoge el 480, los recoge el Renacimiento o ya pasamos que son mucho más apropiados de la época del Romanticismo y del Simbolismo. Estos temas tenebrosos, fantasmagóricos, pues los recoge Mogot, Flynn, en fin, los autores de esta época. ¿De acuerdo? Bueno, pues pasamos al siguiente tema que son los grandes castigados. ¿Quiénes van a ser castigados? ¿Quiénes van a ser los grandes castigados? Los grandes castigados son esos seres que desafían a Zeus y que por desafiar a Zeus van a ser encarcelados en el Tártaro para sufrir una tortura sine die. Es decir, el Tártaro es exactamente igual que nuestro infierno. Un lugar, como una especie de cárcel donde la persona que vaya allí va a sufrir una tortura durante toda la eternidad, dice el cristianismo. Aquí hablamos de sine die, o sea que es exactamente el mismo. Y, ¿qué es lo que van a representar estas pinturas? Pues un claro mensaje moralizante. Estos grandes castigados son castigados en el Tártaro por oponerse al poder establecido. Y por eso tienen ese claro poder moralizado. Bueno, el Homero en la Odisea habla de tres grandes condenados. Y esos tres grandes condenados de la Odisea van a ser, fijaros, Tizio, del que ya os hablé al principio del curso, porque tiene una iconografía igual a la de Prometeo, cuando hablé de Prometeo. Al que devoran el hígado dos buitres, o dos águilas. Tántalo, es un personaje que por su avaricia intenta alimentarse, tiene comida y agua al lado y no puede ni beber ni alimentarse. Luego iremos hablando de cada uno de ellos. Y Sísifo. Bueno, lo de Sísifo a mí me parece terrible porque está obligado a subir por la cima, por la pendiente de una montaña con una gran piedra a la espalda y cuando llega arriba le tiran la piedra abajo y hala otra vez a volver a subir con la piedra. Imaginaros así sin edir para toda la eternidad. Los castigos son peliagudos. Bueno, pues estos de Homero le parecieron escasos a Virgilio y Virgilio añade dos grandes condenados más. En Roma Virgilio añade a Isión que está condenado a girar eternamente atada a una rueda y a las Danaides. Las Danaides tienen que estar continuamente cargando recipientes con agua para llenar un gran recipiente que no tiene fondo, con lo cual se pasan toda la vida llenando el recipiente de agua. O sea, bueno, yo me quedo con el de las Danaides. Me parece que por lo menos ese no es doloroso. Bueno, pues imaginaros todos los demás. Bueno, vamos a ver el personaje de Tizio, que es lo que nos va a dar tiempo a ver hoy y el próximo día hablaremos del resto de los grandes condenados, que es lo que nos queda para ver y para acabar este tema. Bueno, fijaros, Tizio era un hijo de Zeus, al que la celosa Hera le desencadenó, era un gigante hijo de Zeus, al que la celosa Hera... ...le desencadenó un deseo terrible por violar a Leto. Hera tampoco tenía desperdicio, era cruel y vengativa, era tremendamente celosa. Bueno, pues como Zeus no puede permitir que Tizio viole a Leto, aunque es su hijo, ¿qué hace cuando Zeus no quiere permitir algo? Pues le fulmina con el rayo. Eso ya lo hemos visto, que es una constante. Cuando alguien se quiere saltar el orden establecido, le fulmina con el rayo. Le fulmina con el rayo y le precipita al tártaro. Es decir, a esa cárcel de suplicio sin edir eterno. Y allí dos serpientes o dos águilas, según las versiones, le van a devorar el hígado. Con la desgracia de que el hígado es el único órgano del cuerpo que se regenera. Sabéis que el hígado se regenera. Si algún día tenéis un problema en el hígado, no os preocupéis, os quitan entonces de hígado y os crece solo. Se regenera. Bueno, pues se va a regenerar. La iconografía de Tizio es exactamente igual a la de Prometeo. Sabéis que Prometeo, por ayudar a los hombres, acordaros de esa exposición maravillosa que tenéis en el Prado sobre Rubens. que se ve a Prometeo entregando el fuego a los hombres, se ve a Becaulían y Tirra, se ve prácticamente todo lo que hemos visto aquí. Bueno, la iconografía del martirio de Tizio, que nos recuerda a la de Prometeo, pues devorándole el hilo. Fijaros, nos dice vuestro libro que los emblemas morales de Covarrubias, publicados en 1610, dicen que hay que ejemplificar la idea del castigo eterno con la siguiente frase. Fijaros, no muere para que pueda morir a menudo. Fijaros qué crueldad, si tú matas a alguien deja de sufrir, pero si le estás torturando, eso es horrible. Estás torturando continuamente sin herir, entonces no le matas y sigue sufriendo, sigue sufriendo, sigue sufriendo. Esa es la idea del castigo eterno, ¿no? No muere para que pueda morir a menudo, como dice Covarrubias en el siglo XVII. Bueno, en el Museo del Prado tenéis una pintura de Tizio, de Tiziano y otra de Rivera, con el tema del padecimiento de Tizio. Las fuentes para el tema de Tizio, pues las metamorfosis de Ovidio o la Eneida de Virgil. Tizio es un personaje cuyo hígado va a ser devorado, hemos dicho, por un buitre por intentar violar al heto. Tántalo en vano procura alimentarse por servir a su propio hijo en un festín a los dioses. Y Sísifo está obligado a una gran actitud. A subir una gran roca por delatar los amores de Zeus. Con lo cual, ahí tenéis el motivo de los castigos. Vamos a ver ahora... Vamos a empezar... Bueno, Isión, que es el que está condenado a dar vueltas en torno a una rueda. ¿Por qué? Porque intenta seducir a Juno, ni más ni menos que la esposa de Zeus. O sea, se salta totalmente el orden universal e intenta seducir a la esposa de Zeus. Con lo tanto... Le condena a dar vueltas en el sábado. Mirad, vamos a empezar a hablar de la iconografía. Y Tiziano había recibido de los Habsburgo, de la familia de los austrias de los Habsburgo, diferentes encargos de retratos. Es lo que había recibido Tiziano hasta ese momento. Pero la reina María de Hungría le va a encargar a Tiziano las furias. De las furias, yo no sé si lo visteis en el Prado hace tres o cuatro años, yo creo que unos cuatro años, una magnífica exposición sobre las furias. ¿Qué son las furias? Las furias son elegir estos temas mitológicos de castigos con una finalidad política clarísima. Entonces, ¿por qué María de Hungría le encarga a Tiziano estos temas? Pues mirad, porque María de Hungría recibía en el Palacio de Vinche, en Flandes, a los príncipes alemanes en nombre del emperador Carlos V. A su hermana lo recibía en nombre del emperador Carlos V. Entonces, ¿qué hace María de Hungría, que era una mujer inteligentísima y el emperador Carlos V más? El emperador Carlos V ha sido tal vez el político más inteligente que hemos tenido en la historia, porque se rodeó de sabias mujeres. Suvo delegar el poder en su tía, Margarita de Austria. Delegó en su esposa, Isabel de Portugal. Delegó en su hermana, María de Hungría. Y delegó parte de la responsabilidad del poder en mujeres. Y eso fue muy importante durante el periodo del emperador Carlos V. Entonces, su hermana, María de Hungría, encarga esas furias. Por lo tanto, ¿qué va a hacer? Fijaros, esas furias con ese programa iconográfico que va a mostrar el castigo que sufrían en el mundo del más allá estos grandes cultos. Entonces, ¿qué es lo que quiere representar? Pues lo que va a representar es que Tizio, Sísipo, Tántalo, todos estos personajes están recibiendo ese castigo sin edie eternamente por haberse enfrentado al poder establecido. Con lo cual, es un mensaje político clarísimo para todos esos príncipes que optan por el protestantismo y que se quieren enfrentar al emperador Carlos V. Entonces, fijaros, lo inteligente que fue María de Hungría, que cuando recibió... Aquí viene el palacio de Vinche, a los príncipes alemanes lo recibe. Entre Tizio, entre Sísipo, entre Tántalo, que son personajes condenados eternamente por enfrentarse al poder establecido. ¿Y cuál es el poder establecido en este momento? El emperador Carlos V, a quien ella representa. Y entonces, un claro mensaje político. Si vas en contra del poder establecido... Vais a sufrir un castigo como en su día lo sufrieron todos aquellos personajes de la antigüedad clásica que se enfrentaron al poder establecido en que era fe. Todos eran conocedores de la mitología porque todos eran gente con un elevado nivel cultural. Bueno, Tizio y Sisi fue Tiziano y tantalo de Cosí ocupaban un lado largo de la sala enfrentándose a los tapices con la victoria de las virtudes sobre los vicios, especialmente la avaricia que está representando tantalo. En los testeros, es decir, en las cabeceras del salón teníamos unos medallones con el emperador Adriano y con Julio César y sobre ellos un cuadro de Cosí con la contienda entre Apolo y Marcias en el momento que Marcias está siendo desollado. Otro mensaje claro, ¿eh? Quien osa desafiar a los dioses o en este caso al poder político, va a recibir un culo del castigo. Entonces poner el castigo de Marcias vuelve a ser otro mensaje clarísimo de María de Hungría hacia esos víctimas. Fijaros, las furias fueron encargadas tras la Valtaria de Mühlberg. La Valtaria de Mühlberg es en la que el emperador Carlos V vence a los príncipes alemanes y para la que Tiziano hace un espléndido retrato que tenemos en el Museo del Prado de Madrid. Y María de Hungría lo que quiere es mostrar en clave mitológica el destino... reservado a quien ose rebelarse contra el poder legítimo establecido, equiparando así el desafío a los dioses con el desafío de los príncipes alemanes al emperador Carlos V. O sea que el mensaje político está clarísimo. Bueno, el palacio de Vinche fue destruido por las tropas francesas en 1554, el palacio desapareció y algunas de las pinturas también, pero las pinturas que quedaron las legó María de Hungría, a su sobrino, el rey Felipe II de España, que la destinó al Alcázar de Madrid, permanecieron en él hasta el incendio de la Nochebuena de 1734, cuando ardieron Isión y Tándalo. O sea que se libraron de Vinche y terminaron el placer real de Madrid. Las que quedaron pasaron al Palacio del Buen Retiro, después al Palacio Real Nuevo, que tenemos hoy en día en la Plaza de Oriente, y por último pasaron al Museo del Prado. El Museo del Prado sabéis que el año que viene se va a cumplir el Bicentenario, se crea en 1819, el año que viene tenemos el Bicentenario, y nueve años después esas furias pasan al Museo del Prado. Bueno, y os voy a hablar de una de ellas porque no me va a dar tiempo a más, que es más o menos lo que me ha dado tiempo con los otros grupos. Aquí tenéis, vamos a hablar del Tizio, de Tiziano en el Museo del Prado. Hemos dicho que responde a lo que se narra en las metamorfosis de Ovidio, que es un castigo similar al de Prometeo, porque además es un castigo terrible porque el hígado se regenera una y otra vez, es un micórgano que se regenera y en el cual está siendo devorado por águilas o por buitres. La obra que actualmente está en el Prado es una réplica de la que hizo Tiziano para esas furias. Las furias, porque es ya de mediados del siglo XVI, es ese encargo, Tiziano hace esa pintura que hemos dicho como advertencia a los príncipes protestantes, y lo que hace es unas figuras monumentales con anatomías desnudas de carácter monumental para impresionar mucho a la persona que las esté viendo. Y en ella va a mezclar elementos de la iconografía cristiana en la mitología, como siempre, lo vamos a ver a continuación. ¿Cómo mezcla estos elementos? Pues Tiziano, para representar ese mundo del tártaro, va a utilizar el fuego, que es el recurso del infierno, y también suele poner serpientes, que es el símbolo del pecado y del mal dentro del mundo del cristianismo. Fijaros cuando Tiziano pinta esta pintura de Tizio, ha ido a Roma, conoce la estatuaria clásica, conoce el arte de Miguel Ángel y está un poco influido por todo ese mundo que él ha visto en Roma, pero hace... un color ya, es una última etapa de Tiziano, con lo cual el color va a ser mucho más diluido y mucho más difuso. Vamos a ver ahora ya la pintura. Mirad, este es el Tizio de Tiziano del Museo del Prado. Es ya de... estamos hablando del año 1565, con lo cual ya es un renacimiento muy tardío. Por lo tanto, aquí ya no tenemos ese clasicismo del Tiziano de las primeras pinturas que hemos visto. Vemos diagonales, vemos pinceladas sueltas deshechas, es decir, un Tiziano muy avanzado. La pintura de Tiziano varía mucho de sus inicios al final, igual que le sucede por ejemplo a Sorolla. Si vais a ver la exposición de Sorolla, pues hay una gran diferencia entre las primeras pinturas mucho más académicas y las últimas mucho más pastosas, de pincelada mucho más suelta. Pues aquí veis esa diagonal, fijaros el momento en el que el águila, el buitre le está comiendo el hígado. Un hígado que si os dais cuenta, más que el hígado es el estómago porque aparece en el centro del cuerpo cuando el hígado está a la derecha. Y como Tiziano es un pintor del Renacimiento, aunque ya esté utilizando pincelada más suelta y esté utilizando diagonales, pero en cambio no nos da un rostro terrible, como veíamos el otro día en el River. La pintura de Apolo y Marcia, eso pertenece al mundo del barroco, nos da un rostro sereno en el que no le vemos la expresión desagradable del rostro. Si solo vemos esto podemos pensar fácilmente que es Prometeo porque realmente le vemos con unas cadenas encadenadas a una roca, con lo cual es la misma iconografía que la de Prometeo, es exactamente igual, no podemos distinguirla. ¿Dónde vemos los elementos cristianos aquí? Pues en la serpiente que tenemos a la derecha, símbolo del pecado y del mal, que pertenece a la iconografía cristiana. Y aquí, para representar el tártaro, en lugar del castigo tenemos ese fuego totalmente difuminado, con una pincelada muy suelta, muy deshecha, que nos está hablando de ese tártaro. ¿De acuerdo? Bueno, pues ya son las 7, lo dejamos aquí. Que tengáis muy buen puente, que descanséis y nos vemos los dos miércoles que nos quedan, ya después del Puente de Mayo. ¿De acuerdo? Muchas gracias y hasta el próximo día. Espero poquito que viva.