Bien, Carmen y Graciela. Empezamos ahora. M. Malvínez. Estaba congelada porque estábamos aquí discutiendo con una compañera en el despacho y ahora empezamos. ¿Cómo te llamas? Como ya soy mayor y leo mal, leí el 9 por el 2, lo siento. Elena, buenas tardes. Muy bien. Elena de momento. Bueno, grabo también la clase de forma que si algún día la queréis ver, pues espero que la podáis ver porque en fin, estas cosas nunca se saben cómo terminan. Entonces, deberéis a veces mirar para allí. Vosotros sí que podéis mirar para allí, por eso os lo pongo. Si quieres ponerte frente y si está más a gusto, como quieras. Me gustaría a veces, pues no sé, porque estáis, pues vamos. Y yo voy a mirar para aquí y es suficiente. Y para Elena es suficiente porque ella lo está viendo en su monitor. Elena, si hay algún problema de voz o de sonido, de visión, pues me lo comunicas. Bueno, empezamos. Vamos a ver. Lo primero, la bibliografía. Más o menos yo supongo que la tenéis clara. Ya sabéis que el libro que aconseja Mario García Páez es Cuestiones de Morfología, que es el de él. Fui con 2006, aunque dice que a poder ser es mejor la edición de 2011. No sé si cambiaría alguna cosa. Este hombre que es muy amigo mío porque vino muchas veces a acceso, ha tenido otro bote, pero vino muchas veces a mayores de 5 años. Lo traíamos a hacer una especie de examen y tal, a final de curso y en fin. Éramos muy amigos y somos muy amigos. Anduvimos por ahí por Asturias juntos alguna vez que vimos. Pero algo me dijeron unas alumnas que era bastante duro. No sé por qué. En morfología, que era bastante duro, ¿eh? Hombre, la verdad es que el libro es aprovechable en el sentido de que os puede valer mucho para el examen. Es decir, como son modelos de examen que él ha puesto en años anteriores, pues puede servir porque muchas cosas van a salir. Cuando sale, qué sé yo, analizar un adjetivo imprescindible. Pues seguro que va a salir alguno parecido y lo que hayáis podido ver aquí os va a ayudar. Es un poco más complicado desde el punto de vista teórico, porque claro, aunque trae al final un glosario, pero vamos, mínimo, tampoco os sirve demasiado, pues puede ser muy complicado. Por eso aconseja, o bien este, los trece libros de cazadoras, ¿eh? Ejercicios de tecnología y de expresión que también es autor de... O bien, el de introducción a la lengua española, que fue hace mucho tiempo el texto del curso de acceso y que ahora no lo es. Ahora, pues, el texto de acceso, este, lo dejaron para comunicación moral y escrita de primero, de primero, no para vosotros, pero puede servir perfectamente para morfología. Y en acceso pusieron curso básico de lengua española. ¿Qué es lo mismo? Son autores, más o menos, ¿eh? Hay pequeñas diferencias. Pero bueno, creo que cualquiera de ellos, sobre todo estos dos, os pueden ayudar a estudiar un poco teóricamente lo que vamos a ver hoy. Hoy vamos a ver algo fundamentalmente sobre la palabra sustantiva y el próximo día, que debe ser el 9 de enero, me parece, pues veríamos lo de afijos, ofijos, prefijos, etc. El 9 de enero, sí. A esta misma hora. Bueno, daros cuenta que puso dos... Nada más, porque doy otras dos clases de fonética o de fonología a los de segunda y luego doy cinco, porque son los 55 alumnos entre las dos carreras y entonces a ellos les doy cinco clases. Entonces, digo, doy clase toda semana, pero en vez de dar apresuradamente en el seis y media, siete y media, uno, siete y media, ocho y media, pues, en fin, lo distribuí así. Pero bueno, sabéis que estoy aquí y que si no estoy en clase... Los de primero vienen de seis y media a siete y media. Quiere decir que de siete y media en adelante, o de ocho por lo menos, en adelante, pues puedo estar libre, por si queréis llamar o queréis... Bien, eso es sobre la bibliografía. ¿Qué vamos a ver hoy? Yo os preparé aquí dos cosas. Una es que posiblemente la hayáis visto ya, esta del campo de estudio de la morfología, que es un texto que colgó Elena Zofra, que es la ayudante de Mario García Páez. Yo estuve en la reunión con ellos hace... Veinte días, en Madrid, que tuvimos un seminario para tutores. Pero solamente los años, la única que aún no fui, este año fui a morfología, fuimos tres en concreto nada más, tres tutores. Pero bueno, ahí estaba esta Elena, se presentó por primera vez y nos comentó que iba a colgar algo y tal, y fue esto lo que colgó de momento. Y no sé si... Bueno, colgó varios artículos de Mario García Páez, pero en fin, son artículos que eran muy complicados, muy densos, porque son de investigación. Los ha colgado tal como los mandó a las revistas. Pero bueno, si tenéis humor, alguno de ellos os puede ayudar. Bueno, este, de todas formas, está colgado en la página web. Me parece que se titula repaso básico o algo así. Y luego lo tenéis como está ahí, porque no hice más que pasarlo aquí al... al llevarlo aquí. Entonces, como veis, tenéis morfología y sintaxis. Diríamos que lo primero que hace es definirlas. Morfología. Estudia las unidades de estudio. El objeto de morfología sería fundamentalmente las unidades de estudio, pero que serían el sustantivo, el adjetivo, el verbo, el adverbio, el pronombre, la preposición y la conjunción. Mientras que la sintaxis, como sabemos, lo que estudia es la relación... Vamos, estudia la oración. Diríamos estudia la morfología cuando ya empieza a funcionar en la oración. De hecho, los sintagmas, oraciones, etc. Bueno, todo esto... Esto que ya hemos hecho es un poco el análisis de lo que viene a continuación, ¿eh? Tipos de morfemas, clases de palabras... En fin, eso viene explicado después. Entonces, bien, son dos partes de la gramática. Lo mismo que la fonología o fonética y fonología, que se le puede llamar, y lo mismo que la semántica o lexicología, que no están por aquí, pero que también son, estudian el significado de las palabras o el léxico y eso sería otro de los principios. Eso sería otro de los principios de la gramática. Por lo tanto, la morfología estudia fundamentalmente el morfema o del morfema a la palabra. Desde el morfema a la palabra. El objeto mínimo del estudio de la sintaxis sería la palabra, sobre todo a partir del sintagma. Muchas palabras, a veces una sola palabra ya es sintagma y funciona como sujeto o como complemento, etc. Entonces, estudia desde la palabra, pero ya internada en un sintagma, hasta el máximo que sería la oración. Ya sabéis que hoy todavía se habla mucho de que incluso por encima de lo que estudian las sintaxis tendríamos, diríamos, el texto. Que entonces eso ya lo estudia la lingüística del texto. Pero efectivamente, por encima de la oración, todavía la oración, las oraciones van todas introducidas o incrustadas dentro de un texto y, por lo tanto, a veces puede variar incluso el significado dependiendo del contexto. Bueno, las unidades lingüísticas. El fonema, como sabéis, es la unidad mínima de la lingüística sin significado, o sea que no tiene significado, sirve para variar significados. En vez de lupa ponemos luna o ponemos lucha o ponemos tal, los fonemas van cambiando el significado, pero no tiene significado por sí mismos. Lo mismo pasa con los sonidos. Los sonidos son la representación, diríamos, es lo que pronunciamos. No pronunciamos fonemas, sino que pronunciamos sonidos. El morfema sería la unidad mínima de la morfología. Sería ya unidad mínima con significado. Aquí se puede hablar un poco en Europa. Ha entendido, vamos, desde ya la escuela de Praga y Alarcos y compañía, han tendido a llamar a la unidad mínima con significado, han tendido a llamarle monema, monema y decían hay monemas léxicos o lexemas y monemas gramaticales o morfetas, o sea que el monema lo dividiríamos en lexemas y morfetas. En América, sin embargo, pues han preferido casi el nombre de morfema permanentemente y dicen morfema léxico. Léxico o morfema gramatical. Bien, por lo tanto, el morfema ya unidad junto con el lexema, unidad mínima con significado. Luego la palabra que no ha habido muchas definiciones de la palabra, muy complicadas. Casi nadie acierta con el significado de palabras. Muchos se han limitado a decir que son los el tipo de escrito que va entre entre espacios en blanco. Fijaros que definición más negativa, que sería no, las palabras, como sabéis, van separadas por espacios en blanco. Incluso a veces, lo pondré yo después en el resumen que yo hice, a veces incluso se juntan. Cuéntamelo. Por ejemplo, pues son varias palabras que en este caso, cuando van detrás de un verbo o nombres, átomos los juntamos, pero en definitiva la palabra va separada siempre por espacios en blanco. Y bueno, las clases de palabras veremos después y que el sintagma lógicamente, pues muchas veces, como dijimos, el núcleo del sintagma ya es una sola palabra. Juan estudia, por ejemplo, y otras veces lleva una serie de componentes en el sintagma, que sería un núcleo, unos determinantes posibles por llevarlos y unos adyacentes después también puede llevar. El sintagma ya sería unidad, de estudio de la oración y de la sintaxis, que en parte, como veis ahí también, estudiaría la palabra, o sea, que la morfología estudiaría el morfema y la palabra y la sintaxis estudiaría la palabra y el sintagma y la oración. De ahí que, efectivamente, durante bastante tiempo, lo que todavía se sigue llamando, se insista en la morfosintaxis, en la idea de hablamos de fonología y después, en vez de decir morfología y sintaxis, hay muchos que han preferido hablar de morfosintaxis, por esa razón, porque estudiarían en algún sentido, coinciden en el estudio de la palabra. Bien. Ejemplos de una referencia sería la concordancia. Aquí es, va. Es la sintaxis la que dice qué palabras deben concordar. Por ejemplo, el adjetivo calificativo sabemos que debe concordar con el sustantivo. Objeto y unidades de estudio de la morfología. Ya lo decimos, estudia palabras y morfemas. Los morfemas, ya también lo definimos lo peor, son las unidades mínimas del análisis morfológico y al mismo tiempo son las unidades lingüísticas más pequeñas dotadas de significado. Ahí, como veis, sigue, parece un poco la nomenclatura americana americana y por eso se dice morfema, simplemente léxico o gramatical. Léxico sería lexema, gramatical sería lo que llamamos nosotros morfemas, prefijos, afijos, sufijos, etcétera. Vamos a ir desde plural, desde femenino, etcétera. Bien. Ahí os ponía algún ejemplo. Simplemente, bueno, pues en Hermosura, donde habría un lexema hermoso, perdón, un sufijo, una que indica un sustantivo efectivamente abstracto y luego habría un morfema de los que llamamos flexivos, que sería morfema de plural es. En prehistórico, por ejemplo, pues tendríamos un morfema derivativo, pre, anterior a o delante de, etcétera. Luego el lexema histor, de historia, diríamos un infijo, se suele llamar un infijo, un morfema derivativo, le llama ahí. Y luego es un un morfema también flexivo que yo diría masculino. Seguimos. Bien, los lexemas contienen el significado léxico, en parte, pero sencillamente son compartidos por las palabras de una misma familia léxica. Por eso decimos, muchas veces hablamos de de las familias léxicas, de campo léxico, etcétera. Que son aquellos que tienen un mismo lexema y luego distintos sufijos que llamamos también familia de palabras. Muchas veces, ¿no? Bueno, hay que extraer ideas que son, que no cambian el lexema hermoso. A veces lo decimos, ¿eh? Es la raíz o el lexema es la parte invariable de una palabra, la que no cambia mucho. Bueno, no es verdad de todo lo diferente, porque muchas veces, o por efecto, de evolución del latín o castellano, a lo mejor la O breve que pasó abierta en castellano, acentuada, pues diptonga, en porta-puerta. Entonces ya no es el mismo lexema el que tenía el portátil, por ejemplo, que tiene la misma palabra. No es el mismo lexema que el de puerta. O sea que a veces, obviamente, pueden variar. Por razones, se nos dice ahí, de evolución histórica, lo mismo es el verbo tener. Tengo, pero después tienes la E diptonga otra vez. Por lo tanto, los lexemas pueden variar dependiendo un poco de las circunstancias históricas, etcétera. Los morfemas no siempre tienen significado léxico, efectivamente, porque hay morfemas que no tienen significado, como el artículo, por ejemplo, no tiene significado léxico, o como las preposiciones, quizá alguna, o antes, por ejemplo, o después de que lo utilizamos como preposición. A veces, a veces pueden tener un cierto significado, pero en general las preposiciones y las conjunciones no suelen tener significado. Pero este no tiene significado, ¿este no tiene significado en relación a qué? Los pronombres, este sería adjetivo o pronombre. Efectivamente, los demostrativos y los posesivos tienen, no sé por qué lo pone aquí así, no sé por qué pone este, efectivamente, las preposiciones tienen sentido, aunque algunas preposiciones sí lo tengan, pero este no puede ser más que un adjetivo determinante o pronombre. En ambos casos tiene significado, porque si es pronombre se está refiriendo a una persona concreta. Si es adjetivo indica cercanía, proximidad o lo que sea. O sea que sí, sí, en esto está bien, bien señalado. Hay también, ¿quién también tiene significado el éxito respecto a la intrusión? Bueno, a lo mejor es más, ya, a lo mejor es más porque ahí a lo mejor el esquifijado que tú dices te lo indica ya el complemento circunstancial como tal. Entonces se introduce el complemento circunstancial y entonces quizá viene del sentido del complemento circunstancial, pero bueno, eso podría discutir. Bien. Otros expresivos o gramaticales en significado gramatical serían género, número, persona, tiempo, modo, etcétera, que pueden ser libres, o sea formar palabra como pasa con el verbo AD de los tiempos compuestos. Es un morfema libre, o sea que va solo o pueden ser trabados, que son los que van medio a final o al principio de una palabra. Morfemas derivativos o afligidos que pueden ser también, veis ahí, sufijos, prefijos, infijos entre el tema o entre el eczema y la terminación o interfijos que prácticamente serían los mismos. Infijos y interfijos o interfijos, creo que es lo mismo. Creo que es lo mismo. Bien. El tema morfológico base no es lo mismo que el eczema. Yo aquí no le daría mucha importancia a esto. Lo toca aquí Elena, no sé por qué. Hubo una época hace años en que en algunos libros, incluso de texto, se empezó a hablar del tema, del rema. Si lo habían complicado bastante los libros clásicos y buenos y los últimos lo mismo no hablan de tema y rema, sino que hablan de las funciones de sujeto de complemento o de sujeto predijado, etcétera. O sea que esto no tiene fin. Si os fijáis, pues en el tema incluyen la vocal temática, aparte del eczema, que es lo que hablábamos o algún sufijo como especializa. Eso sería el tema. En algún caso, debo poner más ejemplos. Por ejemplo, en globo el tema sería glob, pero puede ser global, que sería un interfijo ahí también. Globalizar, como veis, los dos entrarían a formar parte del tema y en el otro, como veis, casi lo pone todo, menos el prefijo como tema. Yo esto lo olvidaría porque ya digo, no tiene mucho éxito hoy en día. Los alomorfos. Bueno, así como hay alófonos de los fonemas, que son los diferentes sonidos, entonces de los morfemas también podemos decir lo mismo. Son variantes formales del mismo morfema. Es lo que decíamos antes, rodar el morfema, el eczema perdían, perdón, sería rod, mientras las que en rueda del verbo serían rued, o el sustantivo. Por lo tanto, serían alomorfos de rod, de rodar. Que a veces se debe a la traducción histórica, como este caso, como algunos que vimos, otras veces a razones fonológicas, como efectivamente el prefijo in, prefijo in con n normalmente, pues mira, inmortal. Y sin embargo, si va una fe o una fe, pues ponemos inmorrable con n o ponemos irresponsable, ilícito, etcétera. Quiere decir que hay distintos alomorfos de ese morfema. Bueno, tipos que puede haber de alomorfos. Pues alomorfos del eczema, como rueda y rod, o ten y tien. Por eso es el morfema léxico, es que aquí no habla del eczema, entonces nos podemos liar. El morfema léxico. Alomorfos de morfemas flexivos, S y S son alomorfos del morfema de plural. Como sabéis, una vez forman el plural con S y otra con S. Entonces son dos alomorfos para formar el plural. Morfemas flexivos. Y otra de morfemas derivativos, que efectivamente puede ser con y co, coadyuvar, por ejemplo, compartir, etcétera. Clases de palabras. Bueno. Son categorías de palabras. Son las categorías que llamamos gramaticales. Se pueden dividir en primer lugar en flexivas, como veis, y no flexivas. Flexivas serían las que admiten morfemas flexivos, quiero decir que admiten o los morfemas de singular, de femenino, etcétera. O morfemas gramaticales, de tiempo, modo, etcétera. Y luego las palabras no flexibles. Que serían adverbios, que en algún caso puede admitir un morfema o un sufijo, pero raramente en español. En América se utiliza bastante más. Pero vamos, adverbios, preposición, conjunción, no admiten morfemas flexivos. Bien, la morfología lexica. Según su formación, las palabras excedientes pueden ser simples o primitivas. Que serían las que provienen en principio del latín, en fin, o de otra lengua, sin haber sufrido alteraciones. Simples o primitivas. Pan, por ejemplo. Sí, sí, simples o primitivas. Sería, por ejemplo, pues eso, pan, agua, son palabras simples y palabras primitivas, que veréis también. Bueno, no es exactamente lo mismo. No sé por qué pone simples o primitivas. ¿Qué quiere decir? Primitivas quiere decir que es una palabra que no ha tenido ningún cambio. A lo largo de la historia, ¿no? Sería la palabra latina que da lugar a todo. Que normalmente es simple, claro, porque si hablamos ya después en una palabra compuesta estuvo un método ya de composición. Yo creo que podemos interpretarlo en este caso, si es simple o primitiva. Derivadas, que no sólo tiene el lexema, sino el morfema léctico, sino que tiene morfemas derivativos, prefijos dos únicos, compuestas, que al principio son compuestas de varios lexemas o morfemas lécticos o también de varios morfemas libres. Aquí, en fin, y para las sintéticas, no están de acuerdo tampoco en el libro. Y en el polo ya salió una consulta de este tipo porque normalmente las compuestas se interpreta que son las que tienen dos morfemas lécticos o dos lexemas, aunque después puedan tener pero vamos, dos compuestas son dos lexemas. Para las sintéticas, para algunos son compuestas más algún sufijo derivativo. Entonces si decimos, qué sé yo, no sé si nos sale alguna palabra compuesta sería paraguas, por ejemplo. Paraaguas, eso sería compuesta. Si decimos paragüero, eso ya sería una parasintética. Porque sería compuesta y al mismo tiempo derivada. No obstante, aquí hay un poco de complicación porque algunos dicen que parasintética puede ser simplemente con prefijos y sufijos. O sea, no hace falta tener dos lexemas. Yo no sé si es la opinión de aquí del libro, no estoy seguro, pero desde luego hay autores que dicen que simplemente haya... Simultáneamente, porque no existe, por ejemplo, anaranjado. Que no existe ni anaranjado, ni naranja, ni naranja. Bueno, en el libro yo creo que dicen algo así, efectivamente, que en ese caso sería parasintética. Pero si dices, vamos a ver, de naranja no me sale, vamos, pero si dices, vamos a ver, impredecible, impredecible, para muchos sería palabra simple, con un prefijo y un sufijo. Para otros sería, ahí habría nada más ya, impredecible, impredecible y luego ble. Entonces para otros sería ya parasintética, por el hecho de llevar prefijos y sufijos. Te digo, aquí hay dudas. Es decir que si esto, aparte lo dije, si esto sale en un examen y preguntaran por palabras parasintéticas, se podrían explicar las dos, razonando las dos posturas, sin problema ningún. Bueno, y otro tipo de palabras ya que pueden ser, por ejemplo, las siglas, los acrónimos, palabras onomatopeicas, etcétera. Aprendí a criones, que hay muchas. Seguimos. Vamos a terminar ya con esto. Bueno, al final os pongo, morfología flexiva y morfología lésbica o formativa. Entonces, estudia los procesos de expresión de las categorías gramaticales flexivas, o sea, estudia el género y número en sustantivos, objetivos, denominantes y pronombres. Estudia la persona lógicamente en los pronombres personales y posesivos. Estudia el grado en los adjetivos y estudia persona, número, tiempo, modo, voz y aspecto en la flexión verbal. Se ocupa, por lo tanto, de todo lo relacionado con los morfemas flexivos. Y morfología lésbica o formativa, pues estudia los mecanismos de formación de nuevas palabras. O sea, lo que veamos quizá el próximo día a partir de elementos de la lengua. Combinaciones de exémenes y morfemas, combinaciones de sílabas o letras y abreviaciones. Vivíamos con la estructura relacional, con la estructura interna de las palabras. Bueno, esto es lo que dice ese repaso básico de Elena Zofra. Y como digo, lo podéis ver si queréis algún día, porque está colgado en... Podéis ver algún otro de los artículos de Paz y Tarea. Digo, algunos son muy amplios y a lo mejor lo que hacen es distraeros un poco. Pero bueno, puede ser interesante. Bien, yo voy a pasar entonces al otro. Esto los podéis bajar perfectamente. Todos estos documentos que yo cuelgo se pueden bajar en casa perfectamente a la impresora, porque además te lo piden aquí al principio que pongas Permitir para que lo podáis bajar. Voy a cambiar esto para que no nos estorben. Eso es un pequeño resumen que yo hice, partiendo del libro, en fin, sin fijarme demasiado y quizá es demasiado elemental. Pero en fin, yo supongo que siempre es un pequeño repaso y va. El título de la morfología, la palabra, el sustantivo, el verbo, en fin, adjetivo, etonómica, incluir aquí todo esto, dejando para el próximo día, pues como habíamos dicho, preposición, sufijos, sufijos, sufijos, métodos de composición. Efecto. Bien, la palabra es la unidad lingüística mínima del análisis sintáctico. Efectivamente, el análisis sintáctico normalmente no descomponemos las oraciones en morfemas o en lexemas, sino que los componemos en sintagmas y a la vez el sintagma muchas veces, como digo, puede ser una sola palabra. Entonces diríamos que es la unidad mínima del análisis sintáctico. Va entre espacios en blanco, como decía antes, y a veces pueden aparecer dos o más palabras agrupadas. Normalmente, bueno, pueden aparecer dos palabras agrupadas porque sea una palabra compuesta, lógicamente, pero también por este sistema de que a los verbos normalmente les añadimos los pronombres átomos cuando van pospuestos, van juntos al nombre, formando una sola palabra, ¿no? Es decir, se lo di. Serían al revés, serían tres palabras. ¿Quién es el significado léxico? No todas, como vimos, el sustantivo, el verbo, el adjetivo, el adverbio y gramatical, el artículo, el pronombre, con esas salvedades que veíamos antes, la conjunción y la preposición en algunos casos. La conjunción, si interpretamos por conjunciones, no sólo diríamos las formas simples y o sí, etcétera, pues algunas también podrían tener ese significado. Si interpretamos nexos o transpositores como, qué sé yo, antes que, después que, tan pronto como, etcétera, entonces ya podrían tener un cierto significado que a lo mejor va relacionado con el tipo de oración o de proposición que introducen, ¿no? Bien, estas, como veis aquí, efectivamente son también las clases o categorías gramaticales que citamos antes. El morfema y el eczema son las unidades menores del análisis gramatical, unidades mínimas con el significado en que puede dividirse una palabra. El sustantivo, o también nombre, lo mismo sustantivo que nombre, es una clase abierta, yo copié y vi que en la última edición de la Academia aparecen 60.000 nombres, eso no quiere decir una A, porque constantemente estamos creando palabras nuevas. Entonces puede que haya ya 80.000 o 70.000, etcétera. Es curioso porque yo decía una vez que el diccionario trae 85.000 palabras, me parece, diferentes, no sustantivos, sino palabras diferentes. Sin embargo, había alguien que había dicho alguna vez que sólo de, no sé si de plantas, había 300.000 términos, me parece. Eso quiere decir que, bueno, en los diccionarios tampoco nos aparecen todas las palabras de muchos nombres. Bien, el sustantivo consta del eczema, siempre, claro, y puede constar, a veces puede ir el eczema solo, y puede llevar morfemas de género y número, son los que llamamos constitutivos o propios o inherentes o imprescindibles del sustantivo masculino o femenino, singular o singular. A veces en el singular hablamos de un morfema cero, perdón, en el singular y en el masculino. Se habla de un morfema cero cuando no hay un morfema y se marca el otro. Por ejemplo, pues no sé, si decimos chico, se puede decir que es un morfema cero y que la después es el morfema femenino. Eso aparece así muchas veces. Y luego hay morfemas derivativos, que son facultativos, que no siempre aparecen y que son como digo sufijos, sufijos, interfijos, afijos en general. También puede ser sufijo apreciativo, subjetivo, aumentativo, etcétera. Función del sustantivo. Bueno, la función digamos básica es la de ser núcleo del sintagma nominal. Eso es lo normal de cualquier sustantivo, ser núcleo de un sintagma nominal. En algunos casos también de un sintagma preposicional, puede ser el núcleo de un sintagma preposicional. Suele ir precedido, no necesariamente, pero suele ir precedido de artículos o adjetivos determinativos, lo que llamamos determinantes. Y luego las funciones ya dentro de la oración, bien sea como núcleo del sintagma nominal, o sea, la función ya diríamos del sintagma nominal, pues puede ser lógicamente de sujeto, complemento directo, indirecto, aunque normalmente el indirecto prácticamente llevará siempre una preposición a, por lo tanto ya es un sintagma preposicional. Si el sustantial, que puede ser sintagma nominal sin más, qué sé yo, los inundios, no, vamos a ver, habrá mucho frío, sí, este invierno, por ejemplo. Ahí tenemos este invierno que no tiene preposición. Y sin embargo, este sustantial puede ser también atributo. Y bien, el sustantivo siempre sería el núcleo de estos sintagmas. Puede complementar también a otro sustantivo. Por ejemplo, en el caso de aposición, como sabéis, puede complementar a usted, puede complementar a un adjetivo o incluso a un adverbio, aunque generalmente entonces va precedido de preposición. Un adjetivo, si decimos, qué sé yo, sería un adverbio útil para los demás. Sería un adverbio de útil o de un adverbio que, vamos a ver, un adverbio, no es tan fácil de encontrarlo, pero, a ver, pues algún ejemplo ahora, esperamos que tenga que verlo, ¿sí? Que un sustantivo complemente a un adverbio. Cerca de, posiblemente, la casa, cerca de la casa, ahí estaría completando, complementando a un adverbio. Aunque, como decíamos, puede ser efectivamente acompañado o precedido de preposición. Cerca de la casa. Bueno, y puede hacer la función de adyacente sería el caso de aposición que dijimos antes. Lo hago por el estilo. Los sustantivos por el género son masculinos o femeninos. Ojo, no hay neutros en castellano. Sabéis que en latín había nombres neutros, muchos además, y que luego, al degustar el castellano, o bien pasaron al masculino, la inmensa mayoría, acababan en N, por ejemplo, y pasaron a O. La U se convirtió en O, perdió la M final, templo, templo, etc. Pero bueno, otras veces a lo mejor hicieron otros. Pero no hay nombres neutros en castellano. Lo único que conservamos es el artículo neutro LO y algún pronombre demostrativo, sobre todo esto, eso, aquello. Esos que decíamos siempre que no se acentuaban porque no eran ensayos, porque no había, no había nombres neutros en castellano. Entonces esos pronombres eran siempre invariables. No podían ir cambiando con un nombre neutro. Bien, los morfemas de género. Pues como sabéis, son términos para las terminaciones en O, o en consonante o en vocal distinta de O. A ver, a ver si aquí me lío. Sí, no, no, es que cualquiera, quiero decir, el morfema de género puede ser O, en la mayoría de los cálculos, ¿no? Cuando decimos niño, puede terminar en consonante, papel, sería el morfema de género sería en este caso, en este caso sería masculino, pero sería una consonante. O en vocal distinta de O. Pues inde. Por ejemplo, inde, por ejemplo, ne o en otras vocales, sí. Y el A para el femenino. Eso es lo normal, aunque hay sufrimientos después especiales, como esa, qué sé yo, princesa, etcétera, ¿no? Actriz, ¿eh? Purupulina, ¿eh? O sea que hay después algunos sufrimientos especiales para el femenino. Y luego con diferentes lexemas. Toro, vaca, hierba nueva, hombre, mujer, etc. Luego hay los restritos llamados comunes, que tienen, digamos, la misma forma y que es el artículo precisamente el que modifica el cantante, la cantante. No creo que se imponga hasta ahora por lo menos, no, cantanta, violinista, la violinista. No creo que se utilice violinista, aunque no me extrañaría que con el tiempo pueda llegar, lo mismo que modista, que ya se está utilizando. Eso es que lo de jueza, por ejemplo, se utiliza mucho menos, pero ya se está utilizando. Me dedica, por supuesto. Bueno, luego son los epicenos, que no varían en el género. Quiere decir que la ballena, la tardía, la autoridad, la víctima, en fin, no se incluye nunca, no se dice o habría que decir ballena macho, ballena hembra, etcétera. En estos casos que no tiene morfema de género. Que no tiene morfema de género. No, no, claro, morfema cero. Lo mismo en los comunes, es el artículo, el que era el morfema. Bueno, con significado diferente es el masculino o femenino. Obviamente hay palabras ahí a punto de texto que podrían haber más, como editorial, la editorial o el editorial, porque son distintas palabras. El cometa y la cometa, que son distintos. La cometa es el juguete, el cometa es un hielo que anda por arriba. Y el orden, el orden en un sentido determinado o la forma. Entonces el libro es de género ambiguo, tanto en masculino como en femenino. El azúcar, la azúcar, el maratón, la maratón, dicen muchas veces y debe haber alguna palabra más. En el libro tendréis, si queréis, en cualquiera de ellos tendréis más ejemplos. Nada más puse alguno para recordar un poco esto. El número se forma, como se dice en plural, con ese. En palabras que terminan en vocal, átola. Y en es, para los que acaban en corazonada. S o es. Hay algunas instrucciones. Los abogados en vocal tónica distinta de E. Esto sería con acento si es vocal tónica. Añaden ese, los que en vocal tónica distinta de E, añaden ese. Por ejemplo, sofá, sofás. Y unos y otros. Los abogados. Pueden añadir es. Por ejemplo. Israelíes. ¿Eh? Israelíes. Israelí, israelíes. Israelís. No, no. Hay que unos añaden este y otros. Ah, vale, vale. Unos se adhieren de sí y otros es. Bueno, se adhieren de sí. Y luego en E tónica siempre se añade es. Jabalí, jabalís. Sin embargo, jabalís o jabalíes. No, claro, no estamos con E. En E tónica, ¿por qué puse este ejemplo ahí? Me equivoqué. Tabús o tabúes. Por ejemplo, ahí estaría. Que no sé por qué puse. No puse los ejemplos de E. Café, café, etc. Es que no, no los puse. No sé por qué me estaba refiriendo quizá a lo de arriba. A vocal tónica distinta, ¿no? Tabú, tabúes, jabalí. Jabalís o jabalíes, tabús o tabúes. Que podían añadir ese o podían añadir es también, ¿no? Bueno, rey, reyes, buey, bueyes, etcétera. Sin embargo, jerséis, jerséis, mirigáis, mirigáis. Aquí unos efectivamente convierten la... Este fonema vocal, porque la I en rey es fonema vocal, lo convierten en consonante. En palatal, ¿no? Reyes. Lo mismo en buey, bueyes. Sin embargo, el jerséis, pues no es jerséis, sino jerséis, mirigáis, etcétera. Y los acabados en S o X. Aquí puse porque no me salió ningún nombre acabado en X, es fax. Fax, fases. Los acabados en S y X añaden es si son agudas. Se mantiene. Fax tampoco es aguda. Es monocito. Se mantiene invariable si son llanas o eslújulas. Caso de los días de la semana, lunes, miércoles, jueves. Son invariables si acaban en S. Bueno, ya las clases de sustantivos por el significado que he visto Darvalda explicarlo. Animados e inanimados, individuales y colectivos, comunes o propios, contables y no contables. El adjetivo, pues hombre, también lo tenéis perfectamente en cualquiera de los temas del libro. Pero bueno, en el adjetivo había que estudiar lo mismo. En el sema, al menos en los adjetivos calificativos, está claro. Y los morfemas de género y número prácticamente lo mismo que en los nombres. Admite también morfemas delitativos, prefijos, sufijos, interfijos y sufijos, con más incluso posibilidad en sustantivos. Y admite, ante un índice, teniendo en cuenta morfemas de grado comparativo, superlativo y positivo, que sería el grado, diríamos, normal de la palabra primitiva o irregulares. Pues recordad que bueno, malo o grande tienen comparativos y superlativos irregulares que provienen directamente del latín en la evolución. Quedaron unos pocos ahí marcados y entonces ya sabéis que el comparativo de bueno sería mejor y luego óptimo. De malo sería peor, pésimo. De grande mayor, máximo. De pequeño menor, mínimo. De alto superior. Y a ver. ¿Y el superior? ¿Eh? Superior como adjetivo y luego que el superior. Como su superlativo. Bueno, podría ser superlativo. Relativo no, pero tiene otro. Supremo, supremo. Pero puede ser también el superior como relativo. Ya sabéis que definitivamente de los superlativos hay superlativo absoluto, buenísimo tal y lo hago y lo hay relativo. El más visto de la clase, por ejemplo. A lo mejor son todos medianos, pero es relativo. Bueno, hay otras formas también de superlativos que hoy se aceptan como respete, bueno, ser compreciso, tal, supertaco, lo utilizamos tanto. La función del adjetivo normalmente se da o la de ser adyacente de un sintagma nominal con o sin preposición. Puede ir acompañado de preposición, el libro de matemáticas, por ejemplo, y la de ser núcleo de un sintagma adjetivo. Puede ser núcleo. Cuando es núcleo de un sintagma adjetivo nada más puede funcionar. O bien como atributo o como complemento predicativo. No hay más que esas dos posibilidades. Complemento predicativo que algunos le llamaban, al arco le llamaban atributo del implemento. Pero en fin, era muy relativo porque también puede ir con el sujeto. Puede ser un atributo referido al sujeto. Entonces casi mejor llamarle complemento predicativo. Es decir, los soldados llegaron cansados. Ese es un complemento predicativo. Bien, habría que hablar de la sustantivación mediante el artículo fundamentalmente, pues los adjetivos se convierten en sustantivados. El más listo, el habilidoso, en fin. Y luego los adjetivos, recordáis que pueden ser especificativos y explicativos. Especificativos, los que añaden información real. El coche rojo, por ejemplo, y los explicativos son los que solemos en los medios de llamar epítetos porque no añaden una significación real, sino que resaltan algo que ya está dentro del sustantivo. Como decíamos a veces, la blanca nieve. En teoría la nieve es blanca, es decir, la blanca nieve, salvo que estuviéramos hablando en un logotipo pisado, pues decir la blanca nieve es resaltar una de las cualidades de la nieve. Los adjetivos estamos hablando hasta ahora. De calificativos. Pueden ser también, como sabéis, determinativos. Perdona, Elena, no me había fijado que habías puesto jabalíes o jabalís. No me había fijado, perdón. Bueno, los adjetivos pueden ser también determinativos. Posesivos, demostrativos, lo estáis viendo vosotras y yo no había mirado para ello. Posesivos, demostrativos, indefinidos, numerables, interrogativos, negativos y relativos. Recordad que los posesivos los adjetivos algunos son apropados, mitusus, mistusus, que la forma plena a veces puede funcionar ya como atributo. Este libro mío, este libro es mío y que otras veces se pueden, como pronombres, con el artículo delante. El mío, el tuyo, el suyo, etcétera. Los demostrativos, que ya citamos antes, los neutros, los indefinidos quizás son los más complicados porque son muchos, eh? Porque ahí podemos incluir un, algún, ningún, pero podemos incluir mucho, poco, bastante, demasiado. Podemos incluir sendos, ambos, etcétera. Y hay algunos más todavía por ahí. Los numerales, en principio los cardinales, que no nos veían crear ningún problema, perdón, cardinales y ordinales, eh? Sí, cardinales y ordinales como adjetivos. Como pronombres la mayoría son cardinales, los pronombres. Porque los ordinales, entonces marcan ya, suelen ser adjetivos. Sesagésimo, capítulo, etcétera. Interrogativos, pues qué, cuál, quién, cuánto, cuándo, etcétera. Y exclamativos que serían prácticamente los mismos. Y luego los relativos, recordar que los adjetivos relativos únicamente es cuyo. Cuyo, es adjetivo relativo que se refiere siempre a la palabra, se refiere a la palabra anterior, pero acompaña la palabra siguiente. Si decimos el niño cuyo padre conoces, el cuyo se refiere a niño, pero va acompañado del consecuente que solemos llamar, que sería padre. Adjetivo cuyo, eh? Ten cuidado con ello porque el artículo, la sabiduría, hay un artículo neutro, lo, lo que muchas veces sirve para sustantivar también. Lo bueno, lo útil, etcétera. Decíamos el artículo de sustantivar, el feo, el guapo, el malo, la película de la famosa. Pronombres personales, ya sabéis que los hay en función de sujeto. Yo, tú, él, ella, ellos, nosotros, nosotros, ellos, ellas. Y en función de sujeto y en función de complemento, que pueden ser las formas plenas también de mí, de nosotros, de vosotros, para ellos, etcétera, y que pueden ser las formas átonas. Lo, la, los, las, me, te, se, etcétera. Los pronombres demostrativos, lo mismo. Ojo eh, a mi a lo mejor metí la pata y dije de los demostrativos aquí no hay que incluir esto, eso y aquello, que son adjetivos, son pronombres, no adjetivos. Ahí los adjetivos serían, los demostrativos, este es aquel, este es aquella. Estos son los adjetivos y estos son los adjetivos. Los pronombres, los mismos, más esto, esto, aquello. Y definidos, prácticamente los mismos, pero había que añadir a lo mejor alguien, cualquiera, quien quiera, que hay una serie de ellos ahí que son siempre pronombres. Numerales cardinales, que dijimos, interrogativos, exclamativos y pronombres relativos, que ahí sí son qué, cuál, quién, qué, cuál, quién. Vamos, qué, cuál, cuáles, quién y quiénes. Esos serían los pronombres relativos con la forma que, como sabéis, puede equivaler a, puede servir para cualquier contexto. Luego el verbo. Bueno, consta de lexemas y de morfemas, persona, número, modo, tiempo, aspecto. Ojo eh, que es lo que menos se suele estudiar el aspecto y se puede despistar uno. Lo de persona, número, modo y tiempo. Yo creo que estas alturas no deberéis tener ningún problema, pero lo del aspecto recordad que el aspecto se refiere a la terminación o no de una acción. O sea, se refiere a tiempos que indican una acción ya acabada en el tiempo, terminada o a tiempos que no, que indican una acción que todavía está por terminar. Entonces es muy sencilla esta desubicación. Aspecto terminativo, terminado, acabado o perfecto, aspecto perfecto son los tiempos compuestos. Todos, aunque sea el futuro, eh. Mañana habré terminado. Ese es el aspecto, como digo, perfecto y el pretérito indefinido. De lo simples, el pretérito indefinido. Todos los compuestos y el indefinido muestran un aspecto perfecto o acabado. Indican una acción acabada. Y todos los tiempos simples, menos el pretérito perfecto, indican una acción inacabada. Aunque a veces, aquí os pongo después valores de los tiempos, sobre todo el presente, es el que más suele estudiar. El presente a veces, aunque sea una acción inacabada, pero normalmente puede tener esos, diríamos, esas particularidades que pone el que puede ser habitual, habitual. Llego todos los días a las 4 permanente. Puede ser histórico, que es el más utilizado. Colón descubre América en 1492. Es un presente que se llama histórico y después vuelve con valor de futuro, un presente también. Voy a Madrid mañana sería un presente con valor de futuro o con valor de mandato. Abre la puerta ya, te pones a estudiar. Ya, lo que pasa es que si dices abre la puerta, eso puede interpretarse muy... No, no, no, te pones a estudiar. Pues te pones a estudiar, sí. O vas al cine, bueno, si es como mandato, diríamos, vale, sí, sí. Bueno. Y luego las formas no personales del verbo. Finitivo. Gerundio y participio. Recordar, bueno, se podría hablar mucho de ello, pero bueno, que el infinitivo, pues sirve para formar oraciones complejas donde el infinitivo puede ser el complemento abierto, que es muy frecuente o puede funcionar también de sujeto, de una oración compuesta. El gerundio normalmente funciona como complemento circunstancial, prácticamente siempre. Y el participio, que normalmente lo utilizamos o bien para las formas compuestas de la voz pasiva. Sí, había sido castigado, por ejemplo, sería el participio y con valor de adjetivo muchas veces. Y nada más y peor. Y después las perífrasis, perífrasis verbales. Es lo más complicado, quizás, en el estudio del verbo. Como lo entendéis bien, en el libro estaría con muchos ejemplos. Hombre, recordad que las perífrasis verbales. Lo primero que podemos decir es que es una forma verbal única. Si no podemos hablar de dos o tres formas verbales, suelen llevar también un auxiliar o una forma auxiliar, que sería un morfema y luego tienen el lexema, que es normalmente el infinitivo. Normalmente el infinitivo. Bueno, las perífrasis verbales no sólo son de infinitivo. Pueden ser de participio y pueden ser de gerundio. Andan dando la lata, por ejemplo. Esa es de gerundios. O tengo leídos cuatro libros. Eso sería de participio. Pero bueno, la mayoría son de infinitivo. Y recordad que hay pues eso, con el verbo ir es muy frecuente. Vamos a estudiar, vamos a comentar la clase. Cómo se sabe si es perífrasis, que es quizá lo más importante? Normalmente, vamos a ver. Ahorita no me digo que no falle nunca. Si cambiáis el lexema, que es el infinitivo o el participio o el gerundio. Si lo podéis cambiar y poner en el tiempo modo el verbo auxiliar, el verbo que va a comer, entonces es señal de que es perífrasis. Es decir, andan dando la lata. Ahí podemos decir en vez de andan tanto, dan, andan, dan la lata. Esa es una perífrasis. Tengo leídos tantos libros. He leído el verbo, aunque sea compuesto, he leído cuatro libros. Señal de que es perífrasis. Porque, por ejemplo, el infinitivo ya puede variar. Si digo quiero aprobar. Pues una cosa, por ejemplo, es puedo aprobar, puedo aprobar, que no puedo decir apruebo, no puedo decir apruebo. Luego ahí no sería, no parece perífrasis. Aunque puedo aprobar, habría que dudarlo. Ahí habría que dudarlo. Yo creo que ahí lo pondría como perífrasis, puedo aprobar. Pero sin embargo, quiero aprobar, no puedo decir apruebo. La cosa es querer aprobar, quiero aprobar. Y otra cosa es apruebo, ¿no? Eso no sería perífrasis. ¿Qué sería? Quiero el núcleo verbal y aprobar el complemento del ya, o sea, de una oración sustantiva, ¿no? Entonces, bueno, después hay como decíamos con ir, con haber de. Hemos de prepararnos para tal. Nos preparamos para tal. Con un sentido de obligación que hay muchos. Tener que o deber más infinitivo. Una cosa es deber de más infinitivo, que habla de posibilidad de bendecir las leyes. Y otra cosa es, debo estudiar. Claro, hay matices en las perífrasis. Debo estudiar claramente es perífrasis. Parece como puedo estudiar, debo estudiar. Sin embargo, no es lo mismo que estudio. No tiene el mismo sentido. Debo estudiar que estudio, pero sin embargo es perífrasis de obligación. Ahí está el matiz, ¿eh? Quizá puedo, puedo estudiar bien desde antes. Es perífrasis también, pero con un matiz de posibilidad, que entonces es el matiz del que indica un guillén exacto. Bueno, y bueno, hay más perífrasis por ahí, ya dije, de gerundio, de participio, puede haber. Bueno, yo terminé lo que os tenía preparado. Si queréis preguntar algo por favor. Y yo estuve esperando un segundo, Elena, si no tiene ninguna pregunta, entonces ya cortamos. Me alegro de saludarte y si tienes alguna pregunta la haces, ¿eh? Bueno. Pues muy bien, Elena, muchas gracias. Ya nos vemos el día 9 de enero creo, ¿eh? Venga, hasta luego. Voy a borrar mi... Voy a borrar la canción para que nos siga grabando. Feliz año también, me lo dicen, ¿eh? Bueno.