Ahora estamos grabando. Bueno, vamos a empezar la... ya no sé por qué número vamos, pero creo que la ocho, ¿no? La octava sesión y quedan solo dos. Bueno, queda esta y otras dos, así que quedan tres. Y hoy vamos a hablar de la prosa de ficción. La vez pasada hablamos de la prosa de no ficción en el Renacimiento y hoy ya entramos en la prosa de ficción y vamos a ver, hola, algunos ejemplos y vamos a terminar el tema hoy, si podemos, ¿vale? Bueno, para situarnos, la prosa de ficción, que es la narrativa, nace, bueno, en el Renacimiento evoluciona de diferentes modelos anteriores. Por un lado los modelos italianos. Los modelos italianos, por ejemplo, el de Camerón de Boccaccio, las novellas, ¿no?, que eran narraciones cortas. Y por otro lado tenemos los cuentos tradicionales. Los cuentos tradicionales forman parte de la literatura de tradición oral y tienen su origen en la Edad Media y eran cuentos que contaba la gente en las fiestas de pueblo o en las reuniones familiares, etcétera. Y luego tenemos también el modelo de la... de las narraciones de la antigüedad, que son... que derivarán en las novelas bizantinas, ¿eh?, y previenen de las novelas de Heliodoro. Bueno. Y luego tenemos otro cauce, que es el de la prosa de ficción medieval. De ahí viene la novela sentimental y las novelas de caballerías. La novela sentimental en el Renacimiento va a evaluar... La de la Edad Media sería la cárcel de amor, ese tipo de novelas. Y en el Renacimiento evoluciona, se agota un poco ese tema, pero evoluciona hacia las novelas ambientadas en la naturaleza en libertad, que vamos a ver ahora, ¿vale? Bueno, como veis, los modelos de origen eran diferentes y vamos a ver que los modelos que se crean en el Renacimiento a partir de eso son también muy diferentes, pero todos tienen siempre un hilo argumental y están estructurados en capítulos o en aventuras, ¿vale? Y esos capítulos o aventuras seguían por un hilo argumental que puede ser la biografía, por ejemplo, en el lazarillo de Tormes, en la picaresca, o la... o en las hazañas de un héroe en las novelas de caballería o la naturaleza en la novela pastoría. Bueno, la forma de la prosa de ficción relacentista, aquí os he puesto... Algunas, las más importantes, bueno, tenemos la novela Pastoril, cuyo principal ejemplo sería La Diana de Jorge de Montemayor, que se editó en 1559, pero también Los Pastores del Betis de Gonzalo de Saavedra, que es de 1633. Y los antecedentes de la novela Pastoril serían La Arcadia de San Nazaro, de la que ya hablamos, Las Églogas de Garcilaso, también las tenemos que poner en ese ambiente pastoril y de la Arcadia. Y también teníamos Estela Pastorile en los libros de caballerías, ya de la Edad Media. El tema principal de la novela Pastoril es el amor, siempre, ¿vale? Es un amor cotidiano. Es un amor cortesano que interpretan los pastores. Los pastores no son pastores rústicos, son pastores que son en realidad una transfiguración del modelo del cortesano, pero inmerso en una naturaleza en libertad, ¿vale? Y otra característica de la novela Pastoril es que tienen una estructura dialógica, ¿vale? Tienen narración, pero también estructura dialógica. Los pastores... Hablan de sus amores y lloran sus desgracias amorosas, etc., como hemos visto en las églogas, por ejemplo, de Garcilaso. El estilo es una prosa muy elegante, un estilo sostenido. Luego, la novela bizantina, esto para situar un poquito. Como he dicho, proviene de la novela grecorromana clásica, la novela de Heliodoro, que es del siglo IV. Como ejemplo tenemos La selva de aventuras de Jerónimo Contreras y El persiles de Cervantes. Pero la característica principal de la novela bizantina es que es una novela abierta, tiene una estructura abierta y es como una novela de aventuras en sarta. Suele ser itinerante, los protagonistas se mueven en una geografía muy amplia. Y toda narración que se fundamente en una sucesión de aventuras, tiene una estructura bizantina. Por ejemplo, de las novelas ejemplares de Cervantes, la española e inglesa, no sé si os suena, pero bueno, es una novela ejemplar de Cervantes pero tiene una estructura bizantina porque los protagonistas se mueven en la geografía, tienen que pasar una serie de pruebas hasta volver a juntarse, esa es un poco la estructura. ¿Qué más? La novela morisca. La novela morisca, la satírico-lucianesta, de Luciano de Samosata, pero de esa aún iba a hablar después porque tenemos un texto de esa, así que la dejamos para después. Entonces, os digo, son la novela morisca. La novela morisca, la obra de referencia es la historia de la Bernice Rack. La hermosa Jarifa es anónima, es una obrita corta, es muy bonita, se lee rápido y hay varias versiones y una se encuentra en la edición de la Diana de Montemayor de 1565. La característica de las novelas moriscas es que son novelitas cortas que están ambientadas en la frontera, en zona fronteriza. con los reinos árabes, obviamente, en la época de la Reconquista, y en estas novelas se trasladan los ideales caballerescos del caballero cristiano al enemigo. Entonces, se establece como una simpatía entre caballeros moros y caballeros cristianos, e incluso se les reconoce el valor, el honor al caballero moro, aunque no sea cristiano, aunque luche por la causa contraria a la de los cristianos. Entonces, es como una... Traslada un optimismo muy idealista, que no era el de la realidad de la frontera. Y luego otra característica es que gusta mucho reproducir las ropas, las joyas, los colores del mundo árabe. Tiene esa singularidad. Luego tenemos relatos breves. La picaresca la he dejado atrás porque vamos a ver un texto de Lazarillo. Los cuentos y narraciones cortas, y el ejemplo de esta época es el Patrañuelo, de Joan de Timoneda, que es de 1567, y también el Sobremesa y Alivio de Caminantes, que es de 63. Para construir estas obras, lo que hacen estos autores es tomar modelos italianos, como el de Camerón, pero también los cuentos tradicionales de la tradición popular, y también los cuentos de la tradición de la antigüedad. Entonces se hace un poco una síntesis de esos materiales y se crean estos cuentos breves que suelen tener un marco narrativo, o sea, la colección de cuentos está insertada en un marco narrativo, como puede ser el de las Mil y Una Noches, y se utiliza mucho en la novela, se utilizará mucho la novela de Cervantes, la novela barroca en general, para intercalar historias. En la novela amplia se intercalan estos relatos breves. Y luego, que aquí yo no lo había puesto en su momento porque en el libro vuestro no lo pone, pero luego he pensado que hay que mencionarlo, los libros de caballería. Los libros de caballería fueron el género más leído y editado del siglo XVI, ¿vale? El origen de los libros de caballería eran los cantares épicos, pero la novedad del libro de caballería es que introduce el amor como norte del caballero andante, ¿vale? Un ejemplo sería la Madrid del Gaula de Montalvo, que es de 1508. Y son importantes los libros de caballería y hay que mencionarlos porque... ...la gran novela de Cervantes parte de ahí, ¿no? Bueno, entonces vamos ya a ver algunos textos y el primero es de una novela pastoril, que ya os he dicho cuáles eran las características. Debería haberme lo guardado. Vamos a ver este primer texto. Bueno, lo leo. Pues llegando el pastor a los verdes y deleitosos prados que el caudaloso río Ezla con sus aguas va regando, le vino a la memoria el gran contentamiento de que en algún tiempo allí gozado había, siendo tan señor de su libertad como entonces sujeto a quien sin causa lo tenía sepultado en las tinieblas de su olvido. Consideraba aquel dichoso tiempo que por aquellos prados y hermosa ribera apacentaba su ganado, poniendo los ojos en sólo el interés que de traerle bien apacentado se le seguía. Y las horas que le sobraban gastaba el pastor en sólo gozar del suave olor de las doradas flores, al tiempo que la primavera, con las alegres nuevas del verano, se esparce por el universo, tomando a veces su rabel, que muy pulido en un zurrón siempre traía, otras veces una zampoña al son de la cual componía los dulces versos con que de las pastillas y las toras de todas aquella cormaca era loado. No se metía el pastor en la consideración de los malos o buenos sucesos de la fortuna, ni en la mudanza y variación de los tiempos, No le pasaba por el pensamiento la diligencia y codicia del ambicioso cortesano, ni la confianza y presunción de la dama celebrada por sólo el voto y parecer de sus apasionados. Tampoco le daba pena la hinchazón y descuido del orgulloso privado. En el campo se crió, en el campo apacentaba su ganado, y así no salían del campo sus pensamientos, hasta que el crudo amor tomó aquella posesión de su libertad, que él suele tomar de los que más libres se imaginan. Bueno, como ya lo he dicho, es un ejemplo de novela pastoril, y en este caso es de la Diana de Montemayor, de 1556. El tema de este fragmento sería la... ...evocación por parte de un pastor de los tiempos felices en los que todavía no había conocido las penas del amor. ¿Ves qué dice? Bueno, lo dice al final, pero también... Hasta que el crudo amor tomó aquella posesión de su libertad. Entonces él está rememorando aquellos buenos tiempos. El género, hemos dicho que es una novela pastoril. En este caso, en este texto, ¿qué características de la novela pastoril podemos ver? Bueno, en primer lugar, tenemos un narrador en tercera persona. En este caso se trata de un narrador extravegético, no está en la narración, ¿vale? Tenemos a un personaje que es el pastor y este pastor reflexiona sobre sus sentimientos. En este caso, sobre la felicidad que ha pasado, ¿no? Fijaos que se nombran también las ocupaciones típicas del pastor, que es cuidar el ganado, componer versos, tocar los instrumentos musicales, el rabel y la zampoña que las tenéis ahí, ¿vale? Nos encontramos en Lus Locus Amoenus. El paisaje está idealizado, poetizado. Fijaos en los epítetos deleitosos. Los prados, hermosas riberas, hermosa ribera, ¿vale? El dichoso tiempo, bueno. La acción. Si os fijáis, aquí narra algunas acciones del personaje que cantaba, que tocaba el instrumento, etc., pero en realidad la acción ocurre dentro del personaje, es una acción que está interiorizada, no está relacionada con el mundo novelesco. Y esa acción interiorizada es el recuerdo. Aquí se narra, lo que nos están contando es que el pastor recordaba aquellos tiempos en los que había sido feliz porque ahora, obviamente, ya no lo era. Entonces tenemos una acción interiorizada. Y es así en toda la novela. Lo que ocurre, ocurre en el pensamiento del personaje. No, no es un sueño, no es un sueño. Es sueño de polémica. Polífilo, dices tú, o de Scipión. No, no. Yo no veo que tenga que ver, porque aquí es un recuerdo. Además este recuerdo tiene una función clara que es hacernos ver cómo está sufriendo el pobre por el amor, ¿vale? En cambio el sueño de Cipión o el sueño de Polígiro eran más bien visiones, ¿no? ¿Entienden la diferencia? Y era, por ejemplo, el sueño de Polígiro una excusa para meter descripción de paisajes, descripción de jardines, etcétera, ¿no? Yo no lo veo. Y hoy vamos a ver otro ejemplo de sueño que tampoco está relacionado con esto. Esta es más bien una acción interiorizada, un reconcomerce en la mente, ¿vale? ¿Qué más? En cuanto al estilo. Bueno, ya hemos... Ya hemos dicho lo de los epítetos, verdes y deletosos prados, dichoso tiempo, doradas flores, etcétera, muchos epítetos. También hay paralelismos, por ejemplo cuando dice en el campo, en el campo, en el campo, ¿vale? Eso está en un estilo muy trabajado, como decía la novela pastoril, tiene un estilo muy alto, ¿no? ¿Por qué se cuida tanto el lenguaje en la novela pastoril? Pues porque estamos dentro de un mundo totalmente idealizado, una naturaleza idealizada. Por lo tanto, resaltar el lenguaje hace resaltar aún más esa idealización de los sentimientos e idealización del paisaje. ¿Seguimos? Aquí tenéis lo que os he dicho, ¿vale? Y otro texto. Este texto es de la novela satírico-lucianesca, ¿no? La novela satírico-lucianesca tiene principalmente dos influencias. Una, el diálogo socrático de la sátira menipea. La sátira menipea viene de Menipeo de Gandara, que fue un escritorio... Escritor del siglo III a.C. Vale, entonces, del diálogo socrático que se usaba en la sátira menipea, que fundía lo cómico y lo serio, digamos. Y la otra influencia es la sátira lucianesca. Y esto viene de Luciano de Samosata, del II siglo a.C. ¿Qué es la sátira menipea? ¿Qué hacía Luciano? Incluía personajes de diferentes procedencias, por ejemplo, personajes imaginarios, personajes históricos, animales, personajes míticos, y también hacía una síntesis, una mezclanza de géneros. Mezclaba género filosófico con el género alegórico, naturalista o fantástico. Todo esto aparecía, todos esos diferentes tipos de personajes y diferentes géneros aparecían unidos bajo la forma de un sueño. El marco que permitía esa mezclanza era el sueño. Así que ves que el sueño tiene otra función, más que la de describir sentimientos y tal. Y nosotros tenemos aquí un ejemplo de esta mezcla. La novela satírico-lucianesca que es el crotalón. El crotalón es una novela contada bajo la forma del sueño y la estructura del viaje. En esta novela hay un gallo que encarna la figura de un sabio, de un sabio ridículo, que lo que hace es hacer sátira del mundo, de la sociedad en la que viven. Vamos a ver un fragmento. Tiene forma dialógica, como he dicho. Misilo, zapatero pobre y un gallo suyo. Esta es la escena, bueno, está dividida la novela en cantos, cantos del gallo, y este es uno de ellos. Y dice así, Misilo, oh, líbreme Dios de gallo tan maldito y tan bocinglero. Dios te sea adverso en tu deseado mantenimiento, pues con tu ronco e importuno bocearme quitas y estorbas mi sabroso y bienaventurado sueño, holganza tan apacible de todas las cosas. Ayer en todo el día no levanté cabeza trabajando en el alesna y cerda, y aún sin dificultad es pasada la medianoche y ya me desasosiegas en mi dormir. Calla, si no en verdad que te dé con esta horma en la cabeza, que más provecho me harás en la olla cuando amanezca que haces ahí boceando. Bueno, la situación la habéis entendido, ¿no? El gallo se ha puesto a cantarle a las doce de la noche, ¿no? El gallo contesta, maravillome de tu ingratitud, Misilo, pues a mí, que tanto provecho te hago en despertarte por ser ya ahora conveniente al trabajo con tanta cólera me maldices y blasfemas. No era eso lo que ayer decías renegando de la pobreza, sino que querías trabajar de noche y de día por haber alguna riqueza. Mi Silo, oh Dios inmortal, ¿qué es esto que oyo? El gallo habla. ¿Qué mal agüero o monstruoso prodigio es este? Gallo. ¿Y de eso te escandalizas y con tanta turbación te maravillas? Oh mi Silo, mi Silo, pues ¿cómo? Y no me tengo de maravillar de un tan prodigioso acontecimiento. ¿Qué tengo de pensar sino que algún demonio habla en ti? Por lo cual me conviene que te corte la cabeza, porque acaso en algún tiempo no me hagas otra mal más peligrosa ilusión. ¿Huyes? ¿Por qué no me esperas? ¿Por qué no esperas? Gallo, ten paciencia mi Silo y oye lo que te diré, que te quiero mostrar cuán poca razón tienes de escandalizarte y aún confío que después no te pesará oírme. Bueno, como decía, la obra es el... ...de Trotalón, de Cristóbal de Villalobos. El tema de este fragmento sería la sorpresa de mi Silo ante un gallo parlante y el género, ya hemos hablado del género, he dicho que es la novela satírica lucianesca, las influencias que tiene, el sueño... en esta novela es el recurso para presentar esa ficción de fantasía de un animal que habla y lo que hace en este fragmento es anticipar el tono satírico y paródico del crotalón. Por ejemplo, la alusión a las ganas de trabajar que procesaba el zapatero al día anterior pero que ya a las doce de la noche se le habían pasado todas las ganas de trabajar. Y en cuanto al estilo, lo más importante aquí, bueno, lo más evidente además es la forma dialógica, ¿vale? Y fijaos qué pasa cuando usamos una forma dialógica, nos falta un narrador. Entonces, ¿qué tiene que hacer el autor? Tiene que utilizar acotaciones implícitas para señalar qué es lo que está pasando, ¿vale? Y por eso se describe la acción. Por ejemplo, cuando... Mi estilo dice, ¡hoyes! Claro, es que no tenemos un narrador que dice, el gallo salió huyendo. Entonces, cuando hay diálogo, igual que en el teatro, bueno, en el teatro a veces se puede suplir por la acción, ¿no? Y tenemos las acotaciones, pero hay veces también que tenemos acotaciones implícitas. Los mismos personajes señalan la acción o, por ejemplo, usan deícticos como ahí, aquí, ¿vale? Para que nos situemos porque falta el nexo de la narración. No lo sabemos. Si solo leemos este fragmento no podemos saber que es un sueño. Lo sabemos porque sabemos que el crotalón utiliza la forma del sueño para poder incluir animales que hablan y toda una serie de recursos que no se podrían explicar en una narración que no fuera un sueño o una visión o algo así, ¿no? Sí, sí, es un diálogo, es un diálogo. Pero te pone suicidio. Sí, sí, te lo pone. Claro. Sí. Sí, sí, sí. ¿Es un efecto de obra de teatro? Podría serlo, no tiene acotaciones. Lo único que te puedo decir, que te puede dar pistas de que no es una obra de teatro, es un diálogo. El diálogo de la lengua que hemos visto también es así. También tiene los nombres y se reproduce un diálogo. Quizás eso es lo único que, si a bote pronto sin conocer la obra, lo puede diferenciar, que en el teatro siempre hay acotaciones. A lo mejor si cogemos un fragmento muy pequeñito no las hay. Claro. Pero bueno, que este texto, esta obra es bastante reconocible como para confundirla con cualquier otra cosa. Sí, porque esas son las que entran en el examen. Yo usaría otra obra también, pero nos conviene, ¿no? No nos conviene. Y vamos ya con enlace. Con el lazarillo. Con el lazarillo de Torme. ¿Leemos directamente el texto y lo comentamos y así hacemos la localización o queréis que hablemos antes de la obra en general? Mejor vamos del tirón con el texto, ¿no? Entonces lo leo un poquito largo porque es... una escena completa, digamos, para que tuviera sentido. Dice así, usaba, el ciego, poner cabecí un jarrillo de vino, comíamos, y yo, muy depresto, le hacía y daba un par de besos callados, y tornábale a su lugar, mas duróme poco, que en los tragos conocía la falta, y por reservar su vino a salvo, nunca desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa ácido, mas no había piedra y man que así atrajese así como yo con una paja larga de centeno, que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba buenas noches. Mas como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó propósito, y asentaba su jarro entre las piernas, y tapábale con la mano, y así bebía seguro. Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil. Y delicadamente, con una muy delgada tortilla de cera, taparlo. Y al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos. Y al calor de ella, luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada, espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser. —No diréis, tío, que os lo bebo yo —decía—, pues no le quitáis de la mano. Tantas vueltas y cientos dio al jarro que halló la fuente y cayó en la burla, mas así lo disimuló como si no lo hubiese sentido. Y luego otro día, teniendo yo resumando mi jarro como solía, no pensando el daño que me estaba aparejado, ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía. Estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrado los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que ahora tenía tiempo de tomar de mí vengado. Y, con todas sus fuerzas, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, lo dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo su poder. De manera que el pobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como a otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpecillo que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande que los pedazos de él me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy día me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas que con los pedazos... ...que con los pedazos del jarro me había hecho, y sonriéndose, decía, ¿qué te parece, Lázaro, lo que te enfermó te sana y da salud? El ciego. Bueno. Para localizar este fragmento... Tendríamos que hablar de la novela picaresca, porque el Lazarío de Tormes es la primera novela picaresca que tenemos. De hecho, es la única novela picaresca del siglo XVI. Luego en el barroco tendremos La vida de Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán o El buscón de Quevedo. La novela picaresca tiene algunas características muy peculiares. En primer lugar, es un relato autobiográfico, siempre. Por lo tanto, nos da una visión unilateral, solo por parte del protagonista narrador, que está siempre filtrada por su realidad. Esto es a lo que Francisco Rico le llama la novelización del punto de vista. El punto de vista desde el que nos narra Lázaro su historia es el Lázaro adulto, que ha llegado a la novela picaresca. Es una novela picaresca que tiene una condición social que quiere mantener. Y... Y de la que quiere, en cierta manera, y que quiere justificar, ¿no? Todos sabemos, ¿habéis leído la obra? ¿Ya? ¿No? Pues os la voy a desprepar. Spoiler, voy a hacer spoiler. Lázaro, ya en el momento de escribir, él escribe para dar cuenta a vuestra merced, a un personaje que no sabemos quién es, del caso. El caso es que él está casado, pero parece que su mujer tiene aventuras y él, para no mudar su condición, que le ha costado tanto trabajo llegar hasta ahí, se calla y no dice nada y sigue adelante, ¿no? Entonces él escribe. Él cuenta su historia desde Lázaro adulto y para justificar cómo ha podido llegar hasta ahí y tener esa moralidad tan... dudosa, ¿no? Entonces tenemos siempre que tener en cuenta que todo lo que nos cuenta tiene esa función. Es como si nos narrara, como si él tiene un punto de vista determinista, aunque todavía no se haya inventado el determinismo, pero él va a decir, yo soy así porque en mi vida me ha pasado esto, esto, esto, esto, esto y esto y me han convertido en esta persona. ¿Vale? Entonces, por eso se dice que nos ofrece una visión unilateral y siempre filtrada, filtrada a través de ese yo adulto que quiere justificar su situación actual, ¿vale? ¿Vale? También se habla de una presentación ilusionista, porque tenemos un desdoblamiento entre el protagonista actor, el Lázaro Pequeño en este caso, y el protagonista autor, que es el que cuenta la historia, ¿vale? Que es la misma persona, pero está desdoblado. Uno es el que se está haciendo persona y el otro es el que ya ha llegado a su meta, ¿vale? Luego, otra característica... Una, entonces, este relato autobiográfico... Un relato autobiográfico con esas características peculiares. Luego, el carácter itinerante del relato, itinerante en el sentido geográfico, porque se mueve, exacto, y itinerante en la estructura social, porque él va ascendiendo, ¿vale? Y esta itinerancia social además le da la posibilidad de satirizar diferentes estamentos sociales, los médicos, los curas, el hidalgo, el mendigo, el ciego. Luego, otra característica es la intención moralizante. Todas estas malas acciones del pícaro siempre son castigadas y desembocan en el arrepentimiento del protagonista. Eso es curioso porque las asumen con muy buena voluntad, como si se lo merecieran. Claro, claro, porque es una obra que está construida sobre el ejemplo. El ejemplo contrario, ¿no? Nos está mostrando todo lo malo que era y todo lo mal que lo hacía, pero en realidad su objetivo es moralizante para enseñar que, fijaos, que si os comportáis así vais a acabar como yo, casado con una mujer que os pone los cuernos y sin decir nada, ¿vale? Eso se llama el exemplum contrarium. ¿Por qué se utiliza el ejemplo en contrario? Bueno, primero porque este autor está claro que quiere criticar a los clérigos, a la nobleza, etc. Pero además porque es mucho más divertido leer burlas y las desaventuras de Lázaro que leer una historia moralizante que te dice cómo te tienes que comportar. Entonces, el formato del ejemplo en contrario se utiliza muchísimo en literatura y es la base de la picaresca. Otra característica, que tiene una estructura novelesca abierta porque son episodios. Si el autor hubiese querido, hubiese podido poner 20 episodios más. Luego, otra característica de toda la picaresca es la genealogía determinante. Las novelas picarescas comienzan... Están siempre contando de dónde viene el pícaro. Y el pícaro viene siempre de padres, ladrones, prostitutas, etc. La genealogía determina cómo va a ser el personaje. O sea, que hace una terminación biográfica y temporal, ¿no? Como él dice, como dice lo del emperador... Sí, sí, él nos sitúa, cuando empieza la novela, nos sitúa geográficamente, socialmente, de qué procede y cronológicamente. Sí, sí, es muy exacto, porque es una biografía. Pero no es una biografía. No, es una ficción, es una novela. Pero él quiere dar la sensación de que es una biografía real, ¿no? Vale. Y luego, para terminar con las características, la relación que tiene la picaresca con la sociedad. Por un lado, es un documento social porque refleja la sociedad de la época, pero por otro lado también es una grande crítica a la... a la sociedad de la época y sobre todo una crítica al mundo feudal que se estaba desintegrando en aquellos años. Un ejemplo es el del Hidalgo. Fijaos que aquí el Hidalgo todavía tiene el respeto de Lázaro, pero luego en las... en las... En la novela picaresca del siglo XVII, toda la nobleza va a ser víctima de una parodia despiadada, ¿vale? Entonces, aquí se puede ver la evolución hacia una crítica cada vez más dura, ¿no?, contra la nobleza. Aquí, no sé si habéis leído el tratado con el Hidalgo, pero el Hidalgo es que es el personaje más entrañable, ¿no? El escudero, sí. Que simula, a mí me parece que es una crítica también a las apariencias de esas sociedades. Sí, pero a Lázaro le da pena y, de hecho, se plantea si dejarlo o no porque dice, como lo deje este, se muere de hambre, ¿no? Bien. Estas eran las características generales de la picaresca. El lazarillo de Tormes. Bueno. Bueno, se publica por primera vez en 1554 en Burgos, en Alcalá de Henares y en Amberes. Enseguida la incluyen en el índice de libros prohibidos. Como decía, tiene una fuerte crítica a la sociedad. En el lazarillo, sobre todo, la nobleza y el clero, pero sobre todo el clero. El clero lo... ¿Qué es el lazarillo? es absolutamente despiadado, y la estructura de la obra, bueno, tiene un prólogo que justifica la historia y luego siete tratados. Los tratados son de diferentes medidas y ya, bueno, en la introducción de las obras que tenéis podéis leer todo. Sí, son muy cortitos. Pues si tenéis un buen estudio introductorio vais a ver que la crítica ha intentado dar explicación a por qué hay algunos tratados muy cortos. Uno, que no me acuerdo qué número es, sinceramente, porque hace tiempo que no lo veo, en el que él dice que dejó a ese amo porque andaba tanto que se le rompían las zapatillas. No sé si lo recordáis. Bueno, hay una teoría de Rosa Navarro, entre otros críticos, que dice que... que ahí el autor está haciendo una crítica contra los pederastas, contra los pedófilos, y que el amo ese era un pedófilo que abusaba de Lázaro. Y por eso el tratado sería tan corto... tan condensado y tan hermético. Y por esto, y por otras cosillas, esas cosillas serían eso. Y porque además se han encontrado testimonios de que romper los zapatos en aquella época tenía una connotación sexual. Y entonces parece que ese tratado es tan breve, pero porque en realidad no hace falta decir más. La gente de la época lo entendía perfectamente y es una crítica muy, muy, muy fuerte. Es que me dio los primeros zapatos que cumplí en mi vida, más no me duraron ocho días. Y yo pude con su truco durar más. Exacto. No sé, es una teoría, pero podría ser la explicación de que sea un tratado tan... tan breve y tan lapidario, ¿no? Bueno, vamos a nuestro... ¿Vamos a esto? Sí, es un parrafito. Vamos a nuestro texto. El tema del texto que acabamos de leer es fácil porque es una burla, ¿no? Es la burla de Lázaro y la venganza del ciego. Y la estructura, yo aquí lo he separado, bueno, externas tenemos cinco párrafos en la edición del libro. Y la estructura interna a mí me parece una estructura muy típica que es la de planteamiento nude desenlace, ¿no? Tenemos, serían el primero y segundo párrafo, la descripción de las astucias de Lázaro para beber el vino del ciego, ¿no? Cuando dice que lo intentó con una pajita pero el ciego le ponía la mano encima, etcétera, hasta que hace lo de hacerle el agujerito debajo. Luego viene la venganza del ciego en el tercero y cuarto párrafo y finalmente la conclusión que es simplemente la última frase del ciego, ¿no? Aquí le ponemos en el primer párrafo si lo sabe. Claro, claro, perdón, cuando localizamos en la localización, en la localización tendríamos que decir me había saltado en la localización después de hablar de las novedades. En la picaresca tendríamos que decir que este fragmento se encuentra en el primer tratado, que es cuando está con el ciego, que es su primer amo y que es realmente el amo que le enseña. Que lo introduce en esa vida inmoral, ¿no? Y le enseña... Sí, sí, sí. Y el ciego es el que le enseña a desconfiar. ¿Vale? Sí, él le agradece. Dice el compañero que está agradecido el ciego, el Lázaro. No se le olvida la enseñanza porque se la ha enseñado a encalado. Pero sin duda el ciego es el primer aprendizaje y el más importante que tiene Lázaro en toda la obra, ¿no? Y luego, para comentar este fragmento, tendríamos que hablar, hemos dicho, el tema, la estructura externa y interna. Luego, en los textos narrativos hay muchos parámetros de los que podemos hablar. Tenemos la voz narradora. Tenemos los personajes, el espacio, el tiempo, ¿vale? El estilo, obviamente. Quiero decir que a veces en el texto narrativo tenemos más ítems que comentar que en la poesía, a veces. Por ejemplo, en cuanto a la voz narradora, aquí tenemos que decirlo porque además es importante, porque es un rasgo de la picaresca que es una narración en primera persona, que el narrador es el protagonista de la narración. Luego tenemos los personajes, tenemos aquí a Lázaro y al Ciego. Lázaro es el protagonista narrador, es un personaje aquí, en este fragmento, estoy hablando de este fragmento, en este fragmento se nos muestra como un personaje ingenioso que idea dos maneras de beber el vino, una con la pajita y otra con el agujerito. Es un personaje que intenta ganarse la vida, el sustento como sea, por eso se aprovecha de la discapacidad del amo e intenta buscarle todas las vueltas posibles, aunque este amo tenía tela, era muy... Bueno, el vino podría beber agua, ¿no? Es vicio, es vicio, pero sí, él intenta sobrevivir. De hecho, el motor de la obra, de toda la obra, el motor de la obra es el hambre. Es lo que impulsa al niño Lázaro querer medrar, medrar es avanzar, ¿no? Y el hambre es el motor de toda la obra. Luego ya, cuando él sale del hambre e incluso consigue una posición social medio que, le escribe a Huesa Mercé explicándole el caso como diciéndole ¿Tú te crees que yo que he llegado a esto, ahora voy a renunciar a esto porque esa mujer se va con otro? Se va con la necesidad. ¿Tú crees que es el que lo protege? Exacto, que además es el que lo protege a él. ¿Es el que se la... Sí. Bueno, seguimos. Otro personaje, el ciego. El ciego, ya hemos comentado algo, es el primer amo, el que le enseña a ser desconfiado, a recurrir a todos los medios para sobrevivir en ese medio tan duro y se caracteriza de manera indirecta por lo que cuenta el narrador, pero también se caracteriza de manera directa por sus palabras y sus actos. Los personajes en una obra de teatro, en un poema o en una narración, se pueden caracterizar de esas dos maneras, de manera directa cuando ellos mismos se expresan o actúan, o de manera indirecta por lo que los demás dicen de ellos. Aquí tenemos los dos ejemplos. Lázaro habla del ciego y el ciego mismo actúa en la narración y habla, por lo tanto, él mismo se caracteriza cuando el ciego actúa, lo que hace es romperle el jarro en los dientes de Lázaro. Entonces, esa acción caracteriza al personaje, lo caracteriza como una persona vengativa y violenta, por ejemplo. Pero Lázaro, cuando Lázaro lo describe, también lo está caracterizando de una manera indirecta. Esa es la diferencia. Luego, en cuanto al tiempo, aquí no hay mucho que comentar. Se narra de manera lineal, de principio a fin. Y el espacio no se especifica, pero en general, en la novela picaresca tenemos espacios urbanos. En general. No, estamos hablando de este fragmento. Ahora me estoy centrando en este texto. Ah, no, en el examen os tenéis, si tenéis un comentario de texto, os tenéis que centrar en el fragmento. En el fragmento, siempre, siempre. Si queréis hacer una punta a la obra completa lo podéis hacer, pero tenéis que especificar lo que se entienda. Por ejemplo, si estáis comentando la vida sueño, un fragmento que están en la prisión de Segismundo, el espacio es la prisión, la prisión. Luego, si tú quieres decir que la obra recoge más espacios, que puede ser el palacio del rey o el campo de batalla o lo que sea, lo especificas. Pero cuando hablamos del tiempo y del espacio en un comentario de texto estamos hablando de ese fragmento. ¿Vale? Eso es importante. Vale, en cuanto al estilo, una de las novedades de la novela picaresca que viene, por ejemplo, de obras como La Celestina, ¿vale? Es que utilizan un lenguaje propio de los personajes que se retratan. Esto se llama decoro, es decir, que se utiliza para un personaje de extracción popular, un lenguaje popular. Para un personaje de extracción noble, como puede ser el escudero, el hidalgo, un lenguaje más elevado, ¿vale? ¿Cuál es el resultado de esto, de utilizar el decoro en cuanto al lenguaje? Que la novela, al final, acaba... Acaba teniendo una polifonía lingüística, porque como intervienen personajes de diferentes procedencias y cada uno refleja el habla, entonces el estilo de cada personaje es diferente. Sí, en este caso, por ejemplo, en este fragmento tenemos expresiones del habla popular. Por ejemplo, un par de besos callados, que son los sordos que le dan, ¿vale? O cuando dice, maldita la gota, maldita la gota que se perdía. O cuando se refiere al ciego con tío. Era común en la época, cuando uno tenía una relación con una persona adulta, llamarla tío, ¿vale? Aquí no tenemos ejemplos de habla más elevada. Luego, en la sintaxis, fijaos, hay muchas oraciones coordinadas, coordinadas con la conjunción E. Y también adversativas, fijaos, están en verde. Más, más, y, y, y, y, ¿vale? Hay muchas coordinadas y muchas adversativas. ¿Para qué les sirven al narrador? Para contar los hechos. ¿Para contar los hechos? Las coordinadas para una sucesión y también para introducir matices que enriquecen la percepción de los hechos. Luego, una cosa muy importante, muy interesante aquí es el cambio de la voz narradora. ¿Os acordáis que os dije que el narrador habla desde el punto de vista del Lázaro adulto? Y a veces, a veces en el texto podemos ver ese desdoblamiento del Lázaro adulto y del Lázaro chico. Y aquí, por ejemplo, donde está marcado en amarillo, se ve. Fijaos, aquí hace referencia al Lázaro adulto cuando habla de los dientes. Dice, sin los cuales hasta hoy día me quedé, ¿vale? El Lázaro adulto. Y luego aquí, cuando dice, cuando le rompe el carruaje. De manera que cobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba antes, como en otras veces, estaba descuidado y gozoso. Fijaos que ahí ha abandonado la narración en primera persona y habla de sí mismo en tercera persona, ¿vale? Es un matiz muy sutil, ¿eh? Pero es una prueba de lo que decíamos antes, de que hay dos personajes desdoblados, el Lázaro adulto, narrador, y el Lázaro chico, que es el que padece todas estas cosas, ¿no? En cuanto a recursos literarios, bueno, tenemos de repetición, hay varias anáforas. Por ejemplo, en el primer párrafo, más, más, más, veis que hay tres oraciones seguidas que empiezan con la palabra más. También hay polisíndeton. Polisíndeton es cuando tenemos una conjunción, en este caso I, que no sería necesaria porque bastaría con poner una coma, pero para subrayar la enumeración se pone I, I, I, I, I. ¿Vale? También hay aliteración. Por ejemplo, aquí, fijaos, cuando dice, el daño que me estaba aparejando en aquel mal ciego me sentía, sentéme como solía. ¿Vale? ¿Os dais cuenta de la musicalidad que introduce en la prosa? Es un texto literario. El texto literario siempre llama la atención sobre el lenguaje, sobre el ritmo, sobre los sonidos, sobre... Toda la literatura es forzar el lenguaje para que sea diferente al lenguaje cotidiano. Si no, no sería arte, ¿no? También hay anadiplosis. Anadiplosis la hemos visto en poesía, que era cuando un verso acababa con la misma palabra con la que empezaba el siguiente. Pues aquí en prosa también se puede hacer eso. Y hay un ejemplo cuando dice Quise mal al mal ciego. ¿Dónde estás? Aquí. Desde aquella hora quise mal al mal ciego. ¿Os fijáis aquí? Ese al, al, al. Además de que en una... Es como si hubiera una aliteración, pero también se juntan dos palabras, ¿no? Quisemar al mal ciego. ¿Qué más? También hay comparaciones. No había piedra y man que así atrajese así como yo con una paja larga de centeno. Bueno, pareció que el cielo con todo lo que en él hay me había caído encima. Es otra comparación. Aquí. Y luego hay epítetos. Triste ciego, dulce estrago, sabroso licor. Y finalmente lo último que vamos a decir del estilo son los diminutivos. Y lo usan de dos maneras diferentes. Uno para... Subrayar la sutileza de Lázaro cuando urde su plan. Cuando dice hacerle una fuentecilla, la delgada tortilla de cera. Ah, sí, mira. Pobrecilla lumbre. La fuentecilla. Aquí está. Vale. Pero luego también hay otro diminutivo que lo utiliza de una manera totalmente irónica. Cuando después de contarnos el golpetazo que le dio a dos manos el ciego en toda la boca, dice, fue tal el golpecillo. Ese es un diminutivo usado de manera irónica. ¿Vale? Bien. Bueno. Para terminar. En este texto hemos podido ver varias características típicas del lazarillo que además se van a convertir en características típicas de toda la novela picaresca posterior. Uno, el tema de la burla. La burla va a estar en toda la novela picaresca posterior. El motivo del hambre y de la sed, que en realidad es el motor de toda la novela. Y también los rasgos típicos del protagonista, que es un antihéroe. La astucia, la ausencia de valores morales, porque aquí no lo hemos visto, pero esta anécdota le sirve a Lázaro para justificar la venganza tan grande que se va a tomar él del ciego cuando le haga saltar el charco y estamparse contra el poste de piedra. El toro de Salamanca está allí, el toro de piedra. Para terminar, si analizáramos este fragmento, solo este fragmento desde el punto de vista del caso, que es lo que impulsa Lázaro a escribir, pues tendríamos que decir que este fragmento, igual que muchos otros, lo que hacen una vez más es justificar el aprendizaje, la vida que ha tenido Lázaro para llegar a la situación de inmoralidad en la que vive en el momento en el que supuestamente redacta su historia. Y bueno, ya está, el lazarillo no es difícil, además es divertidísimo de leer. Bueno, pues con esto hemos terminado la clase de hoy y ya el lunes que viene nos vamos al barroco y le vamos a dedicar solo dos clases al barroco y de ahí al examen. ¿No? ¿Tenemos una clase después de Navidad? Una. ¿Vale? Bueno. ¿Solo quedan dos clases? No, quedan dos clases. Ah. Muchas gracias y nos vemos el lunes que viene. Y gracias por asistir a esta hora intempestiva. Hasta el lunes.