Buenas tardes, vamos a comenzar la sesión número 9 de la asignatura que en este curso es también la penúltima y vamos a entrar en la tercera parte del temario, la tercera parte del manual que está dedicada al barroco. Bueno, primero una breve definición del término barroco, parece que el término de barroco viene de barrueco que indicaba una perla irregular o también de una figura silogística, de un silogismo. Silogismo es una forma de razonamiento deductivo por la que hay dos premisas y una conclusión, pero bueno no es muy relevante para lo que nos interesa a nosotros. Lo importante es que a partir del siglo XVIII la palabra barroco asume un valor peyorativo, indica algo que está fuera de la norma, algo desequilibrado, recargado también, algo alejado del equilibrio neoclásico que era lo que se buscaba en el siglo XVIII. Al contrario del humanismo que habíamos visto que nacía en Italia y se radiaba a toda Europa, el romanticismo. Vamos saltando. El barroco es un movimiento cultural que nace en España y es desde España donde empieza a expandirse al resto de países europeos y en cuanto al arco temporal ocupa todo el siglo XVII y entra también un poquito en el siglo XVIII, un poquito bastante. ¿Por qué se produce el cambio del renacimiento al barroco? Pues principalmente es el barroco la respuesta a una crisis que atañe a todos los ámbitos de la sociedad. Ahora vamos a ver. Y desde el punto de vista estético es también la respuesta a la crisis de los tópicos y los temas y los recursos que se habían estado utilizando durante todo el renacimiento y que habían sido tan explotados que llega un momento en el que van perdiendo contenido y se empiezan a convertir en algo vacío. Entonces el barroco es una respuesta, pero no tenemos que pensar en una ruptura. Todo lo que hay en el renacimiento continúa en el barroco, en todo caso se transforma, adquiere otro significado, adquiere otra forma, pero no hay una ruptura en ese sentido. Bueno, hemos dicho que es la respuesta a una crisis y de hecho en nuestra manual definen el barroco como la primera crisis de la modernidad. Y esa crisis ataña dos ámbitos fundamentales, uno el de la política, el político cultural digamos, y ahí tenemos la reforma protestante y la contrarreforma. Cuando se produce la reforma y como consecuencia la contrarreforma lo que pasa en Europa es que se rompe esa unidad cultural que había habido durante todo el siglo XVI. De hecho, los valores que regían tanto la religiosidad como la cultura durante el siglo XVI eran los mismos en Alemania, en España, en Italia, etc. En cambio con la reforma protestante y la contrarreforma ahí sí hay una fuerte ruptura sobre todo en el ámbito religioso pero eso repercute también a la política porque se inician guerras y bueno tenemos también el Tribunal de la Inquisición, persecuciones, el ambiente cambia completamente. Este cambio en el aspecto político y cultural repercute también en la personalidad del ser humano. ¿Y qué ocurre si en el Renacimiento el ser humano había descubierto la confianza en sí mismo y se reivindicaba el valor del ser humano en sí? Pues ahora empieza a decaer esa confianza en el ser humano y en la dignidad del hombre, consecuencia de enfrentamientos, de guerras, etc. Y en la política y la economía también vamos hacia un periodo de decadencia. Después de la muerte de Felipe II y después del auge de la política española que había sido con Carlos V del Gran Imperio y Felipe II pues comienza una decadencia política, económica durante el reinado de Felipe III también moral. Felipe III, Felipe IV y Carlos II empiezan incluso a perderse los territorios españoles en Flandes y también en la política interna las cosas no van mejor. Tenemos revueltas y sublevaciones en Cataluña y en Portugal, comienza la guerra de los 30 años, etc. Y también hablábamos de persecuciones pues ahí tenemos la expulsión de los morijos que se produce entre 1609 y 1613, un episodio que dejaría una huella importante en la sociedad española y por supuesto las letras también. Para terminar con la política y la cultura, si antes hablábamos en el renacimiento de una unidad cultural y de relaciones constantes y estables entre los países, ahora España acaba aislándose por motivos políticos, por motivos económicos y por motivos religiosos también. Entonces, por un lado eso repercute entre comillas positivamente en el sentido nacional, en un sentido de nación, pero por otro lado se pierde el vínculo y el intercambio con otros países. En cuanto a la ciencia, también en el ámbito científico tenemos una revolución, una crisis, la crisis es un momento de inflexión y ahí lo que ocurre es la revolución astronómica y cosmológica. Se pasa del sistema ptolemaico al sistema copernicano y a los descubrimientos de Galileo, que culminará con Newton. Por lo tanto la Tierra ya no es el centro del universo, ya tenemos una visión heliocéntrica, todo gira alrededor del Sol, etcétera. Y en este periodo también nace el pensamiento racionalista de filósofos como Descartes, Bacon con el método científico. Por lo tanto, esta revolución astronómica y el nacimiento del pensamiento racionalista y del método científico lo que hacen es que hacen surgir una noción de relativismo en la humanidad. Tampoco doctrinas, porque en el Renacimiento ya habíamos descartado las doctrinas, pero ya no hay un saber seguro y cierto. Todos los conocimientos que había hasta ese momento se tambalean y el ser humano se da cuenta de que ya no es el centro del universo ni la Tierra es el centro del universo y todo eso provoca cambios importantes. Bueno, aquí en esta diapositiva tenéis un poco el guión de esta presentación pero sirve también para resumir los aspectos más importantes del barroco. Ahora lo vamos a ver detenidamente uno a uno. Vamos a empezar por uno de los aspectos más característicos y que además se refleja perfectamente en los textos literarios que es la oposición de los contrarios. Supongo que en el arte también, en la pintura también está esa oposición. Y lo vamos a ver, la oposición de contrarios como expresión de la complejidad de la vida y también como oposición entre sensualismo y trascendencia. Bueno, el hombre barroco, el intelectual barroco se da cuenta gracias a todas esas transformaciones de las que hemos hablado de que la vida humana es en realidad un fenómeno muy complejo en el que tiene cabida prácticamente todo. No hay sólo una manera de enfocarlo y de vivirlo. Es por eso también se le llama un movimiento vitalista, vitalista en el sentido de que le interesa todo lo que tiene que ver con la vida. Y en ese todo están las idealizaciones que eran, que venían del renacimiento, heredadas del renacimiento, pero en ese todo está también lo real y en lo real está lo feo, los seres deformes, las caricaturas, lo cómico, lo burlesco, lo grotesco. Entonces, en ese afán de recogerlo todo tenemos idealizaciones y también ese gusto por el feísmo, entre comillas podríamos decir, que sería el interés por lo material, por lo sensorial, lo que tiene que ver con los sentidos y con los objetos. Integrar esos dos opuestos, lo ideal y lo material, digamos, le da al hombre barroco una conciencia de la inconsistencia, de lo efímero y de lo caduco de la vida. ¿Por qué? Porque todo lo que tiene que ver con lo material y lo sensorial y los objetos es algo que está destinado a perecer. Si nos quedáramos, si se hubieran quedado en la idealización y en lo espiritual, es más difícil ver esa caducidad y esa corrupción de las cosas. Pero al incorporar este otro aspecto se hace evidente la inconsistencia y el carácter efímero de todo, de todo lo que nos rodea. Entonces, esa conciencia de ese carácter inconsistente orientan al hombre barroco en dos direcciones fundamentales. Una es la sensualidad y la otra es la trascendencia. O sea, para dar respuesta al fin y al cabo, al paso del tiempo y la muerte que es la caducidad, hay una parte que se orienta hacia la sensualidad, o sea, el carpe diem, vamos a gozar de lo que tenemos ahora, y otra parte que se orienta a la trascendencia. Tampoco tenéis que pensar que sean incompatibles estas dos visiones. Un mismo autor puede incorporar las dos en su obra. Bien, aquí tenéis un esquema de qué rasgos podemos ver en lo que llamamos trascendencia, en el carácter trascendente del barroco y qué rasgo podemos ver en lo que llamamos… Ah, trascendencia como un preceder. No, no, no. Trascendencia como espiritualidad, anhelo de trascender, de pervivir, ¿no?, de alguna manera, el alma por supuesto porque el cuerpo no va a pervivir. Entonces los textos que están marcados por ese afán de trascendencia están caracterizados por un tono pesimista. ¿Por qué? Porque si tengo que justificar que mi afán no es esta vida, vivir, gozar de esta vida terrenal sino ocuparme del más allá, pues tengo que poner de manifiesto la caducidad de la vida. Entonces tienen un tono pesimista, ¿vale? Uno de los tópicos que más se utiliza es el de las vanitas vanitatum. Todo es vano. Lo único que interesa es lo que viene más allá de la muerte. El tema de la muerte es fundamental. También tiene avisos moralistas, o sea, consejos y avisos sobre el vanitas vanitatum. El amor está presente, el amor está presente en todo. En este caso será un amor idealizado, un amor que pueda sobrevivir a la muerte. Y también está muy presente todo lo que tiene que ver con la espiritualidad y la sacralidad para intentar superar esa caducidad de la vida. En cambio, en el enfoque sensualista ahí encontramos los temas populares que tienen que ver con el goce de la vida. Las cancioncillas, sé de las cancioncillas populares de tradición oral. El tópico más recurrente es el carpe diem, gozar el momento. Hay interés por la diversión. Hay también literatura burlesca, muchísima literatura burlesca en el barroco. Es una manera de la comodidad, el humor es una manera de reaccionar contra la crisis del hombre. Y esto es importante. Se adopta un tratamiento satírico y paródico de temas y fuentes clásicas. Todos los temas, las imágenes, los tópicos que se habían utilizado durante el Renacimiento y que eran temas altos, áulicos, incluso la mitología, los personajes heroicos. En el barroco, no siempre pero a veces se retoma, pero se retoma absolutamente degradados, satirizados. Eso se le llama barroquización de los tópicos. Es en realidad una manera de renovar la estética también, de renovar los temas, de renovar los tópicos literarios, etcétera. Vamos a ver ejemplos de eso. Luego, en cuanto al modelo de hombre. Bueno, el modelo de hombre renacentista era el caballero, si os recordáis, ¿no? El que... perdón, caballerescas y también las dotes del hombre de letras, del hombre de arte erudito, etcétera. En el barroco ese modelo se transforma y tenemos el discreto. Y ahí tenéis en el manual algunos fragmentos del discreto de Gracián que es de 1646. Ahora, en este nuevo período, lo que se impone es un modelo de conducta que esté basado en la inteligencia, pero más que la inteligencia, en realidad, en la astucia. En la astucia, en la prudencia y en la circunspección. El hombre ya no se mueve en un entorno seguro como se movía el hombre renacentista con los diálogos y esa necesidad de intercambio intelectual y amistoso con sus iguales, ¿no? Ahora el hombre del barroco tiene que andarse con mucho cuidado en la sociedad de la época. Un ejemplo de esa evolución del cortesano, en este caso sí podríamos decir del caballero, hacia el hombre discreto la tenéis en el Quijote. No sé si lo habéis leído, pero en las dos partes, o en la primera parte, es... el personaje encarna todos los tópicos ideales, ¿no? Él quiere realizar un ideal de la vida caballeresca, etcétera. Pero según va avanzando y ya en la segunda parte se va transformando y va poniendo los pies en la tierra y dándose cuenta de que ya no ha lugar esa idealización en la sociedad en la que vive. El Quijote es un buen ejemplo de esa transformación. En el barroco también tenemos la interrelación entre las artes, si os acordáis habíamos hablado bastante de esto en el renacimiento, pues esa relación que ya se había instaurado en el renacimiento culmina en el barroco. Y vais a encontrar en el manual varios textos en los que hay temas en los que literatura y artes tienen temas comunes, temas mitológicos, el amor, la muerte, etcétera, etcétera. Vamos a encontrar utilización de términos pictóricos y metáforas de color en los textos literarios y también la éxfrasis. La éxfrasis es un recurso por el que en un poema se habla de obras de artes, se describen obras de artes, etcétera. Y también vais a ver abundantes retratos de poetas y de composiciones dedicadas a pintores. O sea que existía una relación estética y una relación personal también entre poetas, literatos y pintores. También hemos hablado de la naturaleza en el renacimiento. Bueno, ahora también tenemos naturaleza pero es una naturaleza que está absolutamente gobernada por el tiempo. El tiempo es el verdadero protagonista del barroco y de hecho podríamos decir que lo es la muerte también pero es que la muerte es tiempo, ¿no? Entonces es realmente el tiempo y de hecho en la época hubo un gran auge de la relojería tanto en los cuadros como en los textos literarios, abundan los relojes, las ruinas que también marcan el paso del tiempo, las flores que se deshojan que también marcan el paso del tiempo y expresan la fugacidad de la vida. Y el arte, en nuestro caso la literatura, es lo único que puede salvar los sentimientos y la naturaleza de la aniquilación. Por eso la obra de arte es tan importante en el barroco porque es la única manera que tiene el hombre barroco de sobrevivir a la caducidad de la vida. Lo que importa ahora es dejar constancia de la existencia, dejar una obra que sobreviva, que siga más allá. Vamos a ver un par de fragmentos sobre este tema, sobre el tema del tiempo. Lo voy a leer, es de Góngora, dice, Reloj de arena ¿qué importa o tiempo tirano aquel calabozo estrecho que de hidrio te hemos hecho para tenerte en la mano, si el de tenerte es en vano y siempre de ti está ajena cuando más piensa que llena nuestra vida a cuya voz huyes cual tiempo veloz y sordo como en arena? Y otro fragmento, por las estrellas. Si quiero por las estrellas saber tiempo donde estás miro que con ellas vas pero no vuelves con ellas ¿a dónde imprimes tus huellas que con tu curso lo doy? Mas ¡ay! qué engañado estoy que vuelas, corres y ruedas tú eres tiempo el que te quedas y yo soy el que me voy. Como decía es de Góngora la estructura aquí son décimas, las décimas son estrofas de 10 versos octosílabos que tienen siempre esta estructura que tenéis aquí. A B B A A C C D D C. En este caso el tema de estos fragmentos sería el paso del tiempo y la caducidad de la vida que es como hemos dicho un tema típico del barroco ¿y qué aspectos podríamos destacar? Bueno en primer lugar fijaos en la estructura dramatizada que tiene el poema, la voz poética se dirige directamente al tiempo con interrogaciones ¿vale? que importa o tiempo etcétera y luego fijaos vas pero no vuelves, se dirige directamente al tiempo como si fuera su interlocutor y en el segundo fragmento otra interrogación ¿a dónde imprimes tus huellas que ¿vale? Luego el tiempo está caracterizado como un tirano que no escucha a los seres humanos, es sordo ¿vale? y es veloz. Vuelas, corres, ruedas, va rápido nos deja atrás eso es lo que quiere transmitir Góngora. El tiempo pasa, la impresión que nos da es que el tiempo pasa pero luego llega a la conclusión de que en realidad el tiempo es lo único que existe que está siempre y nosotros somos los que pasamos, que nos vamos ¿no? Y en el primer fragmento, bueno el primero y el segundo también lo que está expresando sobre todo el poeta es la imposibilidad de dominar el tiempo. Habla en el primer fragmento de ese calabozo estrecho ¿no? que de vidrio te hemos hecho que es el reloj de arena para tenerte en la mano ¿no? para dominarte pero es imposible dominarlo. Y luego también en el segundo fragmento donde dice ¿a dónde imprimes tus huellas que con tu curso no doy, no te encuentro, no puedo asirte? Cuando me parece que te cojo te me escapas ¿no? Y bueno para terminar tiene una conclusión absolutamente pesimista ¿no? en los últimos dos versos que dice tú eres tiempo el que te quedas y yo soy el que me voy. Y fijaos que aquí también tenemos una antítesis, que es una figura típica del barroco oposición de contrarios. Tú te quedas, yo me voy. Y ¿tiempo veloz no puede ser más personificado? Sin duda, sin duda. Sí, sí, sí. El compañero dice que tiempo veloz y sordo pregunta si es una personificación. Y sí, sí, es una personificación claro. Muy bien visto. El tiempo está aquí absolutamente personificado. Por eso el poeta se puede también dirigir a él como si fuese su interlocutor. Vuelas, corres, ruedas. Sí, sí, conversa con él. Es una personificación. Muy bien. Bueno hemos dicho entonces que en el barroco tenemos, no lo he dicho todavía, no he dicho la palabra desengaño, muy mal por mí. Es una palabra clave, el desengaño. Sí, ¿no? Pero yo no la había pronunciado. Con toda esa crisis y esa revolución de los valores, etcétera, etcétera, lo que se produce realmente en el ser humano es un desengaño. O sea todo lo ideal que se habían creído en el Renacimiento ya no se lo creen y entonces están desengañados, ¿no? Y ante ese desengaño la literatura elabora algunas respuestas. Nosotros vamos a ver dos, tres, tres me parece. Tres tipos de respuestas. Una es la plenitud de la forma y del ingenio. Cuando parece que nada tiene sentido y que todo está vacío lo que se intenta es darle más importancia a lo que contiene ese sin sentido, ¿no? Que es la forma. Por lo tanto la palabra se constituye ahora en obra de arte y de hecho tenemos en este periodo la agudeza y arte de ingenio de Baltasar Gracián que es de 1649. Se da una importancia increíble a lo que es la forma de la expresión y creo que también en escultura o en pintura son muy importantes las formas, ¿no? En el barroco. Todo lo que es la materia de la pintura, etcétera. Tenemos por lo tanto en este periodo un intento de renovación de la palabra poética y ahí tenéis los experimentos de Góngora. Tenemos neologismos, hay un gran interés por las etimologías y por los aspectos semánticos de las palabras y ahí está Calderón también que además también lo utiliza, utiliza esas etimologías y la importancia semántica para ponerle nombre a sus personajes, sus nombres significativos. Otro aspecto importantísimo en la renovación de la forma es que ingresa el vocabulario popular, el vocabulario vulgar al arte. Algo que hasta ese momento se había quedado un poco fuera. Hemos visto algún ejemplo, ¿no? El lazarillo, por ejemplo, empezaba a incorporar, ¿no? Pero en el barroco muchísimo más. Todo, todo puede formar parte de... todo registro lingüístico, quiero decir, puede formar parte de la creación literaria. El lenguaje barroco es un lenguaje que intenta constantemente llamar la atención del lector, llamar la atención sobre sí mismo. Eso ya es un requisito de la literatura en sí pero en el barroco se agudiza muchísimo más. Por lo tanto, el escritor barroco intenta buscar palabras extrañas, un léxico original, utilizar imágenes insólitas, metáforas atrevidas que no sean las que ya están muy manidas por el uso. Y otro aspecto importante que está también relacionado con el ingreso de lo popular y lo vulgar es el interés que hay por las burlas, los chistes, los dobles sentidos, los juegos de palabras que enriquecen semánticamente el discurso y eso sería el conceptismo. ¿Vale? Sí. ¿Es una forma de recargar, digamos, la escritura, las palabras? ¿No da el detrimento de que no tenga sentido lo que se dice? No, me refería a un vacío, a un desengaño. Entonces se intenta remediar ese desengaño por todos los medios. Se renuevan los temas, se renueva el contenido y también se renueva la forma. No se quieren utilizar ya el lenguaje que en realidad estaba muy gastado porque eso ocurre con el lenguaje y con los tópicos literarios que cuando durante un siglo se utilizan tanto y tan bien como se hizo en el Renacimiento, acaban desgastándose y acaban perdiendo impacto. ¿Vale? Si el primero que usó la metáfora de las perlas de tu boca para decir los dientes, uff, aquello sería lo más. Pero ahora ya se nos queda, ¿no? Decimos, bueno, ya está bien. Entonces, frente a ese panorama estético y también al desengaño ante la vida en general, se ataca por todos los medios y uno, y fundamental, es el de la forma. ¿Entiendes lo que te digo? Es recargar palabras, no es recargar productos. Sí, pero no es recargar por recargar. Todo tiene un sentido y un significado. De hecho, la forma, todos estos juegos semánticos, formales, etcétera, se reflejan, el poeta los utiliza para resaltar una parte del tema, del texto literario. No son gratuitos. Aunque también es verdad que hay veces que al autor barroco, pues le gustan los adornos, le gustan los lacitos. ¿Vale? Pero no son recursos vacíos, quiero decir. En un mal poeta sí son recursos vacíos, pero cuando hablamos de Góngora, de Quevedo, de López, de los grandes, hay textos que sí que nos pueden parecer, pues ahora lo vamos a ver. Es que hay más recursos que... No pierde el trasfondo. No pierde, no pierde el trasfondo, por supuesto. No, no, no. Bueno, seguimos. Bueno, aquí lo último que ponía es que hay también abundancia de términos conceptuales abstractos, silogismos. La prosa también ya no es una prosa tan pulcra y equilibrada sino que tiene muchos nexos argumentativos, concesivas, ¿vale? Para indicar una riqueza mayor en los juegos del pensamiento, digamos. Seguimos. Bueno, vamos a ver un texto como ejemplo de esto que acabamos de decir. Este es de Quevedo. Es muy famoso. Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente. Es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado. Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente. Un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada que dura hasta el postrero parasismo. Enfermedad que crece si es curada. Este es el niño amor, este es su abismo. Mirad cual amistad tendrá con nada, el que en todo es contrario a sí mismo. Es un soneto y el tema aquí es, bueno, el amor, el tema amoroso, pero el amor como contradicción total, ¿no? Como un sentimiento absolutamente contradictorio. Y aquí podríamos destacar, bueno, sin duda lo más importante aquí es la oposición de contrarios. Las contradicciones que generan... Sí, bueno tenemos un poco de todo, es que tenemos oxímoron también. Tenemos antítesis, tenemos oxímoron, tenemos metáfora. Ahora lo enseño. Eh... Eso, lo más importante es esta construcción que se refleja en la forma, ¿vale? El tema en este caso es el amor como sentimiento contradictorio y ese tema se refleja en la forma a través de estos recursos. Fijaos, es hielo abrasador, es fuego helado, ¿vale? Ese es un oxímoron. Un oxímoron es asociar a una palabra una sensación que no le corresponde, vamos, que es además el exacto contrario. Hielo que quema o un fuego que hiela, ¿vale? Ese es un oxímoron, es como ir más allá de la contradicción, ¿no? Herida que duele y no se siente también. Un soñado bien, un mal presente. Fijaos, lo soñado está en contradicción con el presente, con lo que está aquí y bien está en contradicción con mal. Un descanso muy cansado. ¿Veis? Que son todas oposiciones, son todas antítesis. Lo que pasa es que el oxímoron siempre tiene que ser una palabra asociada a una sensación que no le corresponda, ¿vale? Ese es el oxímoron. El oxímoron no es una oposición normal, no es una antítesis normal, ¿vale? También hay metáforas, bueno, es que lo podéis repasar, libertad encarcelada, otra antítesis o, bueno, sería en verdad casi una paradoja, ¿no?, cuando no es solo algo contrario, sino que el primer término niega al segundo y viceversa. Se excluyen entre sí. La libertad excluye la cárcel y la cárcel excluye a la libertad, ¿no? También tenemos la metáfora del amor como enfermedad. Enfermedad que crece si es curada. Fijaos, ahí también. Y todos los dos cuartetos están construidos sobre el recurso de la anáfora, es y un. Es, es, es, es, todos los primeros versos empiezan con es, menos el último del último terceto que empieza con este, pero vamos, el sonido es es, ¿vale? Y un, un, un en el segundo cuarteto. Bueno, lo que podemos concluir de esto es que esa relación contradictoria que anuncia del tema se refleja perfectamente en la forma del soneto. Lo veis claro, ¿verdad? ¿El niño amor puede ser referencia a Cupido, que eso de niño es? Sí, puede ser referencia a Cupido. Sí, sí, sí. Sí, es Cupido, Cupido. A mí me parece también curioso, ¿no?, que esté hablando de un sentimiento tan grande y lo pone en mayúscula, pone el amor en mayúscula y es algo tan grande, tan, pero es un niño. Es también eso un poco contradictorio, ¿no? Sí, podría ser el niño amor en muchas representaciones. Cupido se representa como un niño, de hecho, ¿no? El soneto se utiliza siempre. Desde que lo adopta Boscan y Garcilaso. Es como, es un contenedor perfecto, ¿no?, el soneto. Sí. Otra respuesta, otra respuesta al desengaño. La evasión, ¿eh? La evasión la podemos ver en la recuperación de la poesía popular, en el auge de la literatura burlesca y en la incorporación de lo vulgar al texto literario. Todo eso se enmarcaría en esa reacción evasiva ante el desengaño. De hecho, en el barroco tenemos la primera beta neopopularista en la literatura española. Luego habrá otras, ¿eh? Tenemos una en el barroco, en el romanticismo también se recupera mucho la literatura popular y luego en la generación del 27 también con Lorca, por ejemplo, ¿no?, se recuperan los romances, etcétera. Bueno, se recuperan por lo tanto literatura española popular y tradicional. Todos los que eran los romances, letrillas, literatura de tradición oral, canciones incluso de niños, ¿vale? No sé si con vosotros hemos dado... No, creo que no. Bueno, una de las características de cierta literatura de tradición oral popular son esas cancioncillas puestas en boca de una mujer. ¿Vale? Son cancioncillas en las que la voz que canta es una mujer y normalmente los personajes también suelen ser una mujer que espera al amado, etcétera. Que es también muy típico del romancero. Bueno, ahora vamos a ver un ejemplo de eso. Luego también ya os he hablado del tono burlesco y satírico que es un mecanismo de barroquización de los temas. Se toman temas clásicos y se les echa por tierra de una manera así burlesca y satírica. Vamos a ver ejemplos... Ah, y otra cosa importante es que se incorpora también el dinero. A la literatura barroca. Hasta ese momento hablar de dinero, a no ser que fuera en obras de tipo realista como puede ser el lazario de Tormes, no se consideraba adecuado, se consideraba algo muy bajo hablar de dinero. Y ahora, en cambio, en el barroco aparece el dinero como síntoma un poco de la decadencia de la sociedad de la época. Aquí tenéis un ejemplo de... Esta es una letrilla de Lope de Vega. Un ejemplo de eso, de recuperación de la lírica tradicional. Esta letrilla está incluida en El valor de las mujeres que es una obra de teatro y no lo voy a leer entero porque sino nos vamos a terminar pero aquí fijaos que se habla de una niña en la noche de San Juan. La noche de San Juan es un elemento popular de la tradición española muy arraigado. Seguro que conocéis algún romance que incorpora a la noche de San Juan. Otro elemento típico de la lírica tradicional es el mar, el agua, el agua puede ser del río, las niñas que van a lavar al pozo, etc. Las flores también siempre como símbolo de la fecundidad, del amor, digamos. Y luego otro aspecto importante que podemos ver sin leer el poema es que tiene un estribillo, ¿lo veis? Dejadme llorar orillas del mar por aquí, por allí los vi, por aquí deben de estar. Ese estribillo se repite y es el núcleo del cantarcillo popular antiguo y si os fijáis, bueno aquí a lo mejor no sé si lo podéis entender pero la que habla es una mujer, es una niña. O sea, un poema puesto en boca de una mujer. Dejadme llorar orillas del mar. Otro, este es de Góngora. Esta es una letrilla, bueno la métrica. Son versos de seis sílabas. Sería un romancillo. Es un romancillo porque son versos de seis sílabas y tienen asonancia en los verbos pares. ¿Vale? Eso también es recuperar la tradición oral, bueno la tradición popular. Y esta letrilla de Góngora dice Arrojose el mancebito al charco de los atunes Como si fuera el estrecho, poco más de medio azumbre Ya se va dejando atrás las pedorreras azules Con que enamoró en habido mil mozuelas agridulces Del estrecho la mitad pasaba sin pesadumbre Los ojos con el candí que del fin temblando luce Cuando el enemigo cielo disparó sus arcabuces Se desatacó la noche y se orinaron las nubes Bueno, para entender este texto es un fragmento. El texto es mucho más largo. A lo mejor en el manual lo tenéis todo, no recuerdo. Es bastante más largo. Aquí está haciendo alusión al mito de Ero y Leandro. Ero y Leandro eran dos amantes, Ero era la mujer Y Leandro el caballero Y creo recordar que Ero dejaba en su... En la torre en la que ella estaba un candil encendido Para que Leandro pudiera alcanzarla Y para alcanzarla tenía que cruzar el helesponto Una lengua de mar, ¿no? Y entonces la cruzaba. ¿Qué pasa? Que una noche se apagó el candil Ero no pudo localizarla y murió ahogado Al ver a su amado muerto Ero se tiró de la torre y murió también Es un mito del amor típico de un amor frustrado ¿Qué hace Góngora? Pues recoge ese mito clásico Y nos lo presenta aquí totalmente transformado y vulgarizado Lo que hace es rebajar ese mito idealizado A lo más vulgar que se nos pueda ocurrir Y fijaos Leandro, que es un héroe clásico Se convierte en un mancebito El helesponto se convierte en un charco Esa es la barroquización de lo que he hablado, ¿vale? Las calzas del amante se convierten en pedorreras Y la lluvia Fijaos con qué metáfora Dice que se desencadena una tormenta Sinceramente no lo recuerdo Pero es posible que la tormenta fuera la que apagaba el candil Tiene sentido Y dice aquí, se orinaron las nubes Esto para que vierais esa reacción de recuperación de la literatura popular Y de incorporación de los recursos burlescos y satíricos al texto literario Aquí hay otro ejemplo de esa literatura burlesca El de Quevedo El epitafio de una dueña que idea puede ser de todas Fue más larga que pala de tramposo Más gorda que mentira de indiano Más sucia que pastel en el verano Más bien presumida que un dichoso Más amiga de pícaros que el coso, etc. No hace falta que lo lea todo Es solo para que veáis como poetas tan reconocidos, tan prestigiosos Como los que estamos viendo Incorporan estos registros nuevos a su creación literaria Otra manera de reaccionar ante el desengaño es la de proponer una enseñanza moral Hemos dicho que tenemos la contrarreforma La contrarreforma supone una pérdida de confianza en el ser humano Si os acordáis, antes de la reforma El hombre recentista quería interpretar por sí solo las sagradas escrituras Traducirlas, etc. Ahora la moral contrarreformista corta totalmente ese empuje Y el resultado es que se impone un pesimismo cada vez más fuerte Que se refleja en las obras literarias del barroco En la aportación de enseñanzas morales Que normalmente tienen como eje fundamental El vanitas vanitatum, la vanidad de la vida Y la idea obsesiva de la muerte El memento mori Recuerda que debes morir En este sentido también podemos hablar del ubisunt Que es otro tópico literario Dónde están, qué se ha hecho de El tiempo, ya hemos hablado del tiempo Y las ruinas El tema de las ruinas es un tema muy significativo Porque por un lado es el símbolo de la acción del tiempo Pero por el otro lado también indica la supervivencia de la obra De la obra de arte, la obra arquitectónica en este caso Pero de la obra del ser humano El ser humano no permanece Pero sí puede permanecer su obra Y por eso la obra de arte tiene tanta importancia Bueno y vamos a ver el último texto Lo leo Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra Que me llevaré el blanco día Y podrá desatar esta alma mía Ora a su afán ansioso, lisonjera Mas no, de esa otra parte en la ribera Dejará la memoria en donde ardía Nadar sabe mi alma el agua fría Y perder el respeto a la excedera Alma que a todo un dios prisión ha sido Venas que humor a tanto fuego han dado Médulas que han gloriosamente ardido Su cuerpo dejará, no su cuidado Serán ceniza, mas tendrá sentido Polvo serán, más polvo enamorado Este poema seguro que lo habéis leído un montón de veces Pero hay que leerlo unas cuantas veces Para entender exactamente lo que significa Vale Sobre todo la última frase es famosísima Bueno, para entrar un poquito en el poema Bueno, es un poema de Quevedo Quevedo es un poeta en el que suele predominar lo intelectual Aunque ya habéis visto que también tiene Poemas burlescos, aunque hay también El juego intelectual, el juego conceptista Y siempre está presente En este caso él trata muchos temas Pero en este caso nos encontramos sin duda Ante un poema de amor De tema amoroso Aunque él tiene poemas religiosos Metafísicos, existenciales Como los que vimos antes Bueno Para entender el tema Hay que entender bien lo que dice el poema El tema hemos dicho que es un tema amoroso Pero como se enfoca aquí el amor Se enfoca el amor Como un amor que sobrevive a la muerte Por lo tanto, aquí tenemos El tema del amor, por supuesto El tema de la muerte Y por lo tanto también el tema del paso del tiempo Aquí Quevedo nos habla de un amor Que es capaz de vencer al paso del tiempo Y de vencer a la corrupción Y al aniquilamiento que supone La muerte en los cuerpos En la materia En cuanto a la estructura Bueno, es un soneto Es una estructura típica del tema amoroso Pero en cuanto a la estructura interna Podríamos decir que tenemos dos partes Una sería la que ocupa el primero y segundo cuarteto Si os fijáis Incluso sintácticamente Los dos cuartetos están unidos Por una estructura concesiva En la que se opone La descripción física de la muerte En el primer cuarteto Fijaos en la descripción física de la muerte Dice, cerrar podrá los ojos La postrera sombra La postrera sombra es el sujeto Que es la muerte Podrá, dice Voy a hacer un poco de paráfrases Para que lo entendamos La muerte, la postrera sombra Podrá cerrar mis ojos Y llevarse el blanco día O sea, llevarse la luz Traerme la oscuridad Y podrá también desatar mi alma ¿Qué significa eso? Liberar mi alma El cuerpo es una cárcel para el alma Pues una vez que llega la muerte El alma está libre Y luego sigue Y sigue el mismo sujeto en el segundo cuarteto Mas no Pero, sin embargo En la otra parte, en la ribera Dejará la memoria Sigue siendo sujeto la muerte Perdón No, no, no Perdón, borrá lo que he dicho En el segundo es el alma El sujeto, ¿vale? ¿No cerrar tu alma? Mira A ver, cerrar podrá mis ojos La postrera sombra que me llevará el blanco día Y le podrá desatar esta alma mía Ahora en su afán Mas no, de esa otra parte En la ribera dejará la memoria En donde ardía Es el alma la que no dejará la memoria No la muerte, ¿vale? Es el alma Cuando habla de ribera Se refiere a la laguna Estigia La laguna Estigia En la mitología es Esa laguna en la que se sumergían Las almas Para borrar todos recuerdos ¿Vale? Entonces dice, vale La muerte podrá cerrarme los ojos Hacer que se apague la luz Desatar a mi alma Pero Mi alma no dejará La memoria en la que ardía ¿Cuál es la memoria en la que ardía? El amor Donde arde un alma Un alma arde en el amor Y dice nadar sabe mi llama Llama es el alma La llama, ¿no? Dice mi alma sabe nadar O sea No se sumergirá Y le pierde respeto A la ley severa La ley severa es la ley que dice Que las almas se deben sumergir En la laguna Estigia para perder El recuerdo de toda vida pasada ¿Vale? Entonces el significado De los primeros dos cuartetos está claro Hay una concesiva Vale, la muerte llegará Me cerrará los ojos, etcétera Pero Mi alma no olvidará ¿Vale? Y luego Los tercetos También tienen una estructura simétrica En el primer terceto Crece la tensión Y en el segundo Se libera con ese hipérbole Del amor eterno De polvo será más polvo enamorado Y además si os fijáis Al primer verso del primer terceto El segundo Al segundo del primero El segundo del segundo Y el tercero, el tercero ¿Vale? Sintácticamente Alma que a todo un Dios prisionacido Su cuerpo dejará Ese dejará concuerda con Alma que a todo un Dios prisionacido No con el último verso Porque el último verso Tiene como sujeto las médulas Entonces tendría que ser en plural El verbo, ¿lo veis? Alma que a todo un Dios prisionacido Su cuerpo dejará Esa es la estructura Que tiene este soneto Es compleja esta estructura ¿Eh? Y nos vamos a quedar en la estructura Porque ya es la hora Y en la clase que viene Lo terminamos de comentar ¿Vale? Y ya vemos el teatro La próxima clase Ya es en Enero Y es la última Sí Ahí va Bueno, hasta Enero Feliz año nuevo Y feliz fiesta a todos Eh Hasta luego