Hola a todas, hola a todos. Esta es la tutoría del tema 3, dificultades ligadas al espectro autista. Hay un punto, el punto 1 del temario, que como sabréis porque lo pone en la guía no es contenido de examen, pero aún así yo creo que es importante que veamos unas cosas. Como futuros profesionales del mundo de la educación tenéis que estar abiertos a todo tipo de posibilidades y sobre todo no dejaros influenciar por prejuicios que existen sobre este síndrome específicamente y sobre otros. Yendo al tema que nos ocupa, al TEA, hay muchos mitos que vienen de la mano de la televisión, del cine, de la mala literatura llamada científica. O de la historia popular, entonces es muy importante que desmitifiquemos estos aspectos que tanto nos pueden influenciar en nuestra profesión. Por ejemplo, los niños y niñas con TEA son así porque sus padres no los quieren, tampoco miran nunca a los ojos, son rebeldes si quieren llevar la contraria, si tienen progreso significa que no tienen TEA, que no van a hablar. Nunca, que son manipuladores, echarles un ojo, mirarlos y es muy interesante que reflexionemos sobre ellos y veamos hasta qué punto tenemos asumidos muchos de estos mitos que no son reales. Después es muy importante saber también, seguir siendo del punto uno, que es el trastorno del espectro autista. No es una enfermedad, es un síndrome que comprende un conjunto de síntomas que son característicos. No es un trastorno del desarrollo, es una discapacidad severa y crónica del desarrollo que con los conocimientos actuales no tiene cura y que se manifiesta de forma diferente dependiendo del ciclo vital de la persona. Suele aparecer de forma temprana, durante los tres primeros años y es una afección más común en hombres que en mujeres. Los niños y niñas con TEA tienen déficits biológicos, psicológicos y sociales que ocasionan una alteración generalizada y vaga de los procedimientos. Esto es del desarrollo, provocando un retraso y una desviación de los patrones normales del desarrollo que afecta especialmente a las alteraciones cualitativas en la interacción social, alteraciones de las comunicaciones verbal y no verbal y a los patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades. La evolución que ha sufrido el TEA a lo largo de los años, el principal hito está marcado en 1940. Antes de esta década, las definiciones son no muy limitadas o inexistentes. El que se le dotara al autismo como un síndrome con entidad propia se lo debemos a Leo Kanner y a Hans Asperger. Después el autismo fue sufriendo una evolución en la que iba... En la que se ha ido ampliando, modificando y cambiando en función de las teorías y perspectivas dominantes en cada época. Así por ejemplo, en los 50 y en los 60 marca la teoría psicoanalítica, que lo describe como un trastorno psicogenético originado en la relación patológica de los padres con sus hijos. En los 60 y 70 es la perspectiva cognitiva y neurobiológica. En esta época... En esta época se evidencian relaciones neurobiológicas del autismo con sus síntomas. En los 80 y 90 se sustituye la noción de que el autismo constituía una serie de síntomas necesarios y suficientes para sustituirla por la de un continuo o espectro de dimensiones alteradas, unas veces en mayor y otras en menor medida. Fue a partir de esta visión cuando surgió la denominación de TEA, de Trastorno del Espectro Autista. Las nuevas líneas de investigación... ...sobre la naturaleza del déficit primario del autismo, desde un punto de vista cognitivo y neuropsicológico. En la actualidad las investigaciones están centradas en la neurociencia, amparadas en que hay recientes investigaciones que abogan por el origen prenatal del autismo. El siguiente punto ya es el punto segundo, que es clasificación y características. En el trastorno del espectro autista es muy importante hacer la diferenciación... ...de autista de bajo funcionamiento y autista de alto funcionamiento. Actualmente ya no podemos llamar a Asperger a nadie. Ahora sería un autista de alto funcionamiento. El motivo por el cual el síndrome de Asperger ha dejado de existir, por decirlo de alguna manera, es que ya en el 2013... ...en el DSM, en su quinta edición, eliminaban... ...el síndrome de Asperger como un síndrome con entidad propia para englobarse dentro del autismo. Y quedaba entonces la CIE-10, que es el manual que publica la Organización Mundial de la Salud. El DSM lo publica la Asociación Americana de Psiquiatría. Y ahora, en un intento de unificación de criterios de estos dos manuales, han suprimido también el síndrome de Asperger... ...en la CIE y también ha pasado a englobarse el síndrome de Asperger dentro del autismo, concretamente en el autismo de alto funcionamiento. ¿Qué diferencia hay entre los unos de los otros? Pues a un autista de bajo funcionamiento o de un autista de alto funcionamiento... ...pues básicamente la capacidad y la funcionalidad que tienen los autistas de alto funcionamiento frente a los que no la tienen, los de bajo funcionamiento. Aunque a día de hoy todavía no se ha llegado... ...a una definición concreta, exacta y definida del concepto. Es muy característico del autista de alto funcionamiento que posean un lenguaje desarrollado y tener los procesos cognitivos integrados. Su aprendizaje es prácticamente normal. Mantienen también el resto de características que los definen al autista, como son las ideas obsesivas, conductas rutinarias... ...poseen una gran capacidad de memoria, rigidez mental... ...y falta o dificultad de la mente. Un criterio común para distinguir entre autismo de alto y bajo funcionamiento es el cociente intelectual. Se considera que si están por encima de 70 o 80 son de alto funcionamiento y si están por debajo de ese corte son de bajo. Aunque esta clasificación genera muchos problemas porque en principio las pruebas de cociente intelectual resultan inadecuadas... ...porque están medidas... ...están realizadas para medir mentes normotípicas, no mentes autistas, porque ellos tienen unos procesos cognitivos diferentes. La percepción de bajo funcionamiento por lo general se suele referir a la carencia del habla, incapacidad de cuidarse a sí mismo, falta de interacción social, etc. Y esto no siempre nos va a coincidir con un cociente intelectual bajo. También los autistas varían extremadamente en sus capacidades, pueden ser de alto funcionamiento en unas... ...o de bajo en otras. Y además a través del entrenamiento y de la práctica un autista puede ser de bajo funcionamiento en un área y convertirse en alto funcionamiento por lo que decimos del entrenamiento y la práctica. Entonces pasamos a hablar de que en el TEA hay unas características definitorias y unas características asociadas. Antes, permitidme una puntualización. Se llama trastorno... ...trastorno del espectro autista porque imaginaros, aquí en esta esquinita estaría la persona con el funcionamiento más bajo y en esta esquinita estaría la persona con el funcionamiento más alto. Y entre aquí y aquí caben millones de posibilidades. No hay dos autistas iguales. Esto es algo que tenéis que tener siempre presente en el momento que tengáis que hacer un diagnóstico y sobre todo una intervención. Pues bien. Vamos con las características definitorias y las asociadas. Las definitorias son aquellas que son parte del TEA. Todos los sujetos con TEA presentan estas características. Mientras que las asociadas las presentan un gran número pero pueden llevarlas aparejadas o no. Entre las características definitorias tenemos la teoría de la mente, el desarrollo y evolución social. La comunicación y el lenguaje. Y las conductas repetitivas y flexibilidad mental. La teoría de la mente, el término se lo debemos a Woodrow, que nos habla de habilidades de poder explicar, predecir e interpretar la conducta en términos de estados mentales. Tales como pensar, creer o imaginar. Es la habilidad para atribuir estados mentales a sí mismo y a los demás. ¿En qué le puede afectar a una persona? persona el tener o no tener la teoría de la mente? Pues el carecer de esta teoría produce una gran limitación social, pues se tiene una comprensión limitada o nula de las emociones de los demás. Por ejemplo, os pongo el caso, dos niños sobre los 6 años de edad están jugando, el niño está diagnosticado con TEA, la niña no. De repente en el transcurso del juego el niño le hace daño a la niña y la niña le recrimina, que le ha hecho daño, que le pida perdón. El niño no le hace ni caso, sigue jugando y le vuelve a hacer daño. La niña le insiste que se disculpe, el niño sigue jugando, se sigue riendo, se sigue divirtiendo. Al final la niña acaba llorando porque su compañero de juegos no le hace caso y no le pide perdón. Y el niño ajeno a todo esto, el niño no le hace caso, el niño sigue jugando. El niño no entiende que como le ha hecho daño la actitud adecuada es disculparse o preocuparse por el estado de su compañera. Después en el desarrollo y evolución social tienen unas características muy marcadas. Por ejemplo, tienen un contacto visual limitado, así como las expresiones faciales y los gestos, la capacidad de iniciar a hacer juegos, sus intereses con otros niños o adultos es baja. Que el tipo de juegos que prefiere puede ser raro o peculiar, casi siempre en solitario. Que las habilidades para participar en juegos de grupo es menor que la de otros niños y que la capacidad para responder a las relaciones sociales de forma adecuada para su edad está afectada. Las manifestaciones de estos déficits sociales cambian con el paso de los años. Mientras que son pequeños sus carencias se centran en el desarrollo social y cuando se han convertido en niños no son mayores, estas se centran en la dificultad de relacionarse con sus iguales. Otra limitación que tienen estos niños es la dificultad del procesamiento de los procesos perceptivos relativos a la lectura de expresiones faciales o su limitada capacidad de simbolización. Por ejemplo, nosotros si nos guiñamos un ojo podemos entender que estamos bromeando. Ellos no. La comunicación y lenguaje. Es característico de este aspecto, el escaso desarrollo comunicativo y lingüístico siendo ésta una de las primeras señales de alarma, de que algo no está bien. Aunque muchas veces la primera sospecha recae en la posibilidad de la existencia de dificultades auditivas. Os pongo el caso del mismo niño que os comentaba antes. Cuando era pequeño lo llamaban por su nombre pero no respondía nunca. Ya tenía una edad para comprenderlo. Pues eso es que no nos oye, pero sin embargo veías al niño viendo dibujos, cantaba, bailaba, pero luego le llamabas o le decías algo y no miraba. ¿Qué se caracteriza? Por el retraso o ausencia de palabras y lenguaje oral, la dificultad para iniciar o terminar una conversación, la utilización de palabras de manera repetitiva y de interacción entre sí, la baja cantidad de palabras que el niño es capaz de usar para expresar sus deseos es baja, así como tampoco el lenguaje es el esperado para su edad. El retraso y las anomalías en el desarrollo del habla son muy normales y es considerada como una parte esencial de este síndrome porque se da en todas las personas con TEA. El discurso y contenido es repetitivo y conversacional. El nivel de comprensión parte de la discusión de la discusión. La discusión tiene una amplísima variabilidad, es por lo que os comentaba antes de autistas de bajo funcionamiento y autistas de alto funcionamiento en función de en qué línea del espectro se encuentren van a tener unas capacidades o van a tener otras. Otra dificultad que tienen en el campo de la comunicación y el lenguaje es que tienen muchas dificultades a la hora de interpretar lo que decimos. Siempre hacen una interpretación literal de lo que se oye y tienen imposibilidades. Y dificultades dependen de los casos y en entender las ironías, las segundas lecturas del lenguaje y la comunicación no verbal. Por ejemplo, os pongo otro ejemplo. Yo tenía un grupo de personas con diversidad funcional con la que hacíamos programas pedagógicos y de ocio y había un chico con TEA y una parte de ese programa era que salían a hacer actividades deportivas. Estaba muy cansada. Y yo estaba muy cansada porque no sabía qué de esas actividades que hacíamos en un instituto pero siempre cogían la pelota y la sacaban fuera. Entonces les di la pelota y no lo pensé. Al grupo que se fue a jugar les dije no la coléis o os mato. En broma. Y de repente veo que Alejandro se me pone blanco, se me queda mirando y me dice Soña, ¿por qué nos vas a matar con lo que nosotros te queremos? El chaval se lo había cogido en serio. Pensaba que si colaban la pelota y me quedaba sin yo los iba a matar. Entonces me tocó explicarle que no, que era una broma y como ya el chico era mayor al final entendió que no era en serio lo que decía, pero en un primer momento su reacción fue esa. También en característica definitoria tenemos las conductas repetitivas y inflexibilidad mental. Por ejemplo, muchos de vosotros lo habréis visto, la serie de Big Bang Theory, Sheldon Cooper. Sheldon Cooper sería un autista de alto funcionamiento. Entonces acordaros que él cuando iba a casa de Penny siempre tenía que llamar tres veces y decir tres veces su nombre. Aunque le abrieran la puerta, él terminaba. Entonces esto significa que tiene una persistencia de patrones conductuales repetitivos. El grado de intensidad de esta inflexibilidad mental terminará repercutiendo en las actividades cotidianas de las personas con TEA. Limita las posibilidades de aprendizaje y de integración en su entorno social. Específicamente en este tipo de conductas podemos encontrar estereotipias. ¿Qué son las estereotipias? Son los movimientos repetitivos de las manos, tamborilear, el aleteo de los brazos, el andar de puntillas, etc. También aparecen las conductas no apropiadas. Aquí es peligroso este aspecto porque hay también otro mito de que los conductos no apropiados son los movimientos repetitivos de las personas con TEA, que son los movimientos repetitivos de que los autistas se autolesionan continuamente y muchas veces no nos paramos a pensar el motivo por el que están realizando esa acción. Por ejemplo, muchos niños con TEA y niñas con TEA, lo veremos en características asociadas que tienen hipersensibilidad. Si, muy bien, en características asociadas que tienen hipersensibilidad. ¿Qué es la hipersensibilidad? ¿Qué es la hipersensibilidad? ¿Qué es la hipersensibilidad? Entonces, ¿qué significa que tienen hipersensibilidad? Si un niño tiene hipersensibilidad al sonido, igual está oyendo un sonido que le está molestando muchísimo y el que él haga este movimiento como que se golpea la cabeza, podemos pensar en un primer momento que se está autolesionando cuando es un modo que tiene de aliviar el dolor que está notando dentro. Es como una vía de escape. Entonces tenemos que tener mucho cuidado en este tema de cosas de no valorar a priori, sino que mirar un poquito más allá. Tienen rutinas y rituales que están muy relacionados con insistencia, invarianza y resistencia al cambio. La dificultad que presentan las personas con TEA ante la posibilidad de predecir y comprender qué va a suceder implica una notable resistencia ante los cambios que puedan darse en su entorno. Ello se manifiesta en estas personas con rigidez en sus comportamientos, que prefieren y se sienten más cómodos en un entorno estructurado y precioso. Entonces, ¿qué significa que tienen hipersensibilidad? Es decir, que tienen una visibilidad más o menos visible. Intereses y preocupaciones restringidos. Es asombrosa la capacidad que pueden llegar a tener para centrarse solo en un tema y poder llegar a ignorar cualquier otro. Como habíamos dicho antes, las características asociadas son aquellas que se pueden dar en el TEA en un alto porcentaje, pero que no tienen por qué afectar a toda la población como sí sucedía con las características definitorias. ¿Cuál sería la respuesta? La respuesta sería la primera de estas características asociadas, pues la discapacidad intelectual. Numerosos estudios realizados han establecido que hasta un 70% de las personas con autismo pueden presentar además una discapacidad intelectual que puede oscilar desde el rango más ligero al coeficiente intelectual más profundo. La importancia de que el TEA lleve aparejado un grado de discapacidad o no radica a la hora de determinar qué apoyos va a necesitar. Esta persona con discapacidad intelectual necesita más apoyos que menos. También aparecen síndromes genéticos como puede ser el síndrome de léxis frágil, la comorbilidad, que es la presencia de uno o más trastornos además de la enfermedad o síndrome principal, es decir que hay una interacción entre el síndrome primario y otros que pueden empeorar la evolución de ambos. Por ejemplo, tenemos la ansiedad y los miedos especiales. Las personas con TEA padecen un alto nivel de ansiedad, aunque es importante decir que la ansiedad no surge de la nada, sino que se desencadena por situaciones en las que el sujeto no puede comprender y, consecuentemente, termina por encontrarlas agobiantes, confusas y angustiosas. O también es muy común que los niños desarrollen miedos a cosas inofensivas como globos, como perros, como peinen, que les bañen un determinado tipo de comida, cualquier cosa. Como hemos dicho, no hay dos autistas iguales. Depresión es uno de los síndromes con morbidos más comunes. El trastorno por déficit de atención por hiperactividad, aunque aquí se da una característica especial. Además del TEA. Normal, por decirlo de alguna manera, existe la sobrefocalización. Es decir, estos niños pueden tener también problemas, además de para dispersarse, para pasar de un foco de atención a otro. También están los TIC y la epilepsia. Otras peculiaridades serían la disfunción del sueño, la disfunción de integración sensorial, que es lo que antes os comentaba de la hipersensibilidad sensorial, que puede ser auditiva, táctil, de gusto, trastornos gastrointestinales o la pica, que es un trastorno alimentario. Una vez ya conocemos las características del TEA, nos tenemos que plantear que tenemos que hacer un diagnóstico. Hay una secuencia de pasos. Tenemos unas señales de alerta inmediata. Después tenemos, digamos, la corroboración por los criterios generales. establecidos en el DSM-5. ¿Por qué DSM-5 y no CIE-11? Pues porque el DSM-5 está más enfocado al ámbito psicológico, psiquiátrico y educativo, mientras que el CIE-10 está más enfocado hacia el campo médico y sanitario. Después de ya corroborar los criterios del DSM, seguiríamos con una historia clínica o anamnesis, seguida de unas pruebas diagnósticas y una intervención. Entonces, las señales de alerta inmediata. Hay unos signos tempranos en el desarrollo del autismo. Son señales que pueden aparecer a cualquier edad, aunque lo común es que aparezcan entre los 18 y los 24 meses. Todas estas señales tenemos que tener presentes, que tenemos que tenerlas en cuenta en su globalidad y no de forma aislada. Entonces, una vez ya hemos visto estas señales de alerta y nos hacen pensar que la persona lleva el CIE-11, sería ir a comprobar en el DSM-5. En el DSM-5 nos dividen, digamos, en cinco puntos que se deben cumplir. El primero de ellos es sobre las deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social. El segundo, patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. El tercero, patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento. El tercero, los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del periodo del desarrollo. El cuarto, los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual. Y por último, estas alteraciones no se explicarán mejor por la discapacidad intelectual o por retraso global del desarrollo. La discapacidad intelectual y el trastorno del espectro del autismo con frecuencia coinciden. Para hacer diagnóstico, se debe tener en cuenta que la discapacidad intelectual es una discapacidad intelectual, la comunicación social ha de estar por debajo de lo previsto para el nivel general del desarrollo. El DSM-5 a su vez describe tres niveles de gravedad, grado 3, grado 2 y grado 1. El grado 3 es cuando se necesita una ayuda muy notable, el grado 2 cuando se necesita una ayuda notable y el grado 1 cuando necesita ayuda. Una vez ya visto el DSM-5 pasaríamos a hacer la historia clínica o anamnesis. ¿Cómo la realizaremos? La evaluación diagnóstica en los trastornos del espectro autista no debemos limitarla nunca a una simple asignación de una categoría clínica, lo que llamamos comúnmente diagnóstico. Una evaluación diagnóstica debe ser eficaz y ética con todos los implicados, pero especialmente con la persona afectada, por lo que deberá basarse en criterios diagnósticos consensuados y aceptados a nivel internacional. Además, la evaluación diagnóstica debe ser eficaz deberá contribuir con varias propuestas de intervención, sin olvidar realizar una evaluación funcional de la persona. Todo ello debe reflejarse por escrito de forma clara y concluyente para que no tengan cabida las malas interpretaciones. Esto es importantísimo y lo más importante, debe ayudar a los padres a comprender qué está pasando y cómo atender a su hijo. Pues bien, la historia clínica debe hacerse desde el periodo prenatal hasta la actualidad y debe contener los antecedentes familiares, los datos prenatales y neonatales, la historia evolutiva, los antecedentes en cuanto a la salud, los aspectos familiares y psicosociales y las consultas y tratamientos anteriores. Una vez ya tenemos realizada la historia, tendremos una mejor oportunidad de seleccionar qué pruebas diagnósticas serán las más adecuadas para la salud. Hay muchas pruebas para poder diagnosticar autismo. Entre ellas destacamos por ejemplo el CBSDP, que es una escala desarrollada para valorar los 7 predictores del lenguaje, el MCHAT, que es una prueba de referencia para la detección del autismo entre los 18 y 24 meses que consiste en un cuestionario para padres, el CAST, que es otro cuestionario para padres, la escala autónoma para la detección del síndrome de Alzheimer, la escala autónoma de Asperger y autismo de alto funcionamiento, escala para padres y profesores. Tened presente que vais a encontrar muchas pruebas que hagan referencia al síndrome de Asperger porque como os digo, el cambio definitivo se ha dado en 2018 pero no entrará en vigor hasta el 2022. Entonces aún vais a encontrar mucho material catalogado como Asperger. El A2G, que es la prueba de observación semiestructurada. Más recomendada y avalada por expertos internacionales en autismo. La CAFIA, que es un instrumento diseñado para la evaluación y el análisis de la conducta comunicativa y social interpersonal en niños y niñas adolescentes que presentan graves alteraciones en su desarrollo. El DSM, del que ya hemos hablado, que es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y es un manual que contiene una clasificación de los trastornos mentales. El DSM, que es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, se proporciona descripciones claras de las categorías diagnósticas. La CIE, que es el acrónimo de clasificación internacional de enfermedades, que está publicada por la OMSI, se utiliza a nivel internacional y hoy está disponible la undécima versión. El ADR, que es una entrevista clínica y el inventario BATEL, que se centra en la identificación de las habilidades en desarrollo para poder diagnosticar posibles deficiencias. Todo este proceso deberá realizarse en el próximo año. bajo estrictos criterios de buenas prácticas, tanto en el proceso como en la profesionalidad de quien realiza el diagnóstico, así como en la entrega del mismo. Vista la etapa de diagnóstico, vamos a la intervención. Tenemos aquí una tipología de los principales programas psicoeducativos. Los principios básicos de intervención, también tenemos programas de intervención, programas de tratamiento, programas de tratamiento, programas de tratamiento en tratamientos comprensivos y focalizados, y la atención temprana. A ver, la tipología de los principales programas psicoeducativos. Se pueden catalogar en función de la diversidad de criterios establecidos. Así tenemos a los clásicos, los naturalistas y evolutivos y los comprensivos. Los clásicos basan en terapias conductuales y defienden que el comportamiento es aprendido y que se encuentra gobernado por estímulos ambientales antecedentes y consecuentes. Las naturalistas evolutivas se centran mucho en el entorno y en las interacciones sociales y comunicativas y actualmente tenemos los programas comprensivos, que son los que aspiran a la respuesta al conjunto de síntomas del trastorno del espectro autista a través del desarrollo en estas personas de habilidades de carácter social y comunicativo y de la disminución de los problemas conductuales y los patrones restrictivos de intereses y comportamientos no deseados. Para ello, acentúan la necesidad de una intervención temprana, intensiva y prolongada y habitualmente se contempla con el diseño específico, concreto e individual y viajado de un currículum de objetivos y contenidos a aprender. Por ejemplo, aquí encontramos programas conductuales intensivos de atención temprana, tratamientos sensoriomotores de interacción sensorial, músicos sensoriales, fisioterapia o terapia asistida con animales. Tenemos los principios básicos de intervención, son 11 y sobre estos principios debe basarse toda intervención que se realiza a personas con T.A. El primero de ellos es individualizar, ya que no hay dos autistas iguales, debemos tratar de comprender a la persona de manera única e individualizada debido a la gran variedad que podemos encontrar en los centros del espectro autista tanto en el grado de afección como en la manera en que el T.A. se manifiesta. Resulta a todas las personas que se encuentran en el espectro autista y en las luces inadecuado superponer las mismas intervenciones a todos los sujetos de forma generalista y universal. Establecer una relación positiva. Rivier lo consideraba un requisito indispensable preservar una actitud empática con la persona con T.A. y que ésta perciba nuestro respeto en todo momento. El tercer punto es estructurar el entorno. También Rivier definía una situación de enseñanza-aprendizaje estructurada como aquella en la que el entorno del niño no es excesivamente complejo, sino relativamente complejo. Es un entorno previsible, es decir, planificado y organizado y el educador mantiene una actitud directiva. Bacar y Pickering lo ampliaron incluyendo rutinas, horarios, sistemas de trabajo individual y organización física de los materiales. El cuarto, asegurar la comprensión. Debemos confirmarla siempre, no debemos dar nada por hecho. Estructurar tareas, es decir, descomponer una tarea principal en una secuencia de pausas y de ejercicios. No debemos hacer preguntas con cadenadas para que en el momento que se termine la realización de todas las sub-tareas se haya realizado la tarea principal. El aprendizaje sin error. También Rivier nos habla de él. En la educación del niño con T.A. es necesario utilizar en la medida de lo posible un modelo de aprendizaje sin error, porque los errores aumentan mucho el desconcierto, el negativismo y las alteraciones de conducta. Al séptimo punto, el aprendizaje sin error. El segundo punto es motivar utilizando intereses especiales. Todo aprendizaje resultará más fácil si se centran los intereses del niño o de la niña. Asegurar aprendizajes funcionales y generalizados. Tamaril decía que la educación del alumno con T.A. requiere una doble tarea. Hay que enseñar la habilidad, pero también hay que enseñar su uso adecuado, funcional, espontáneo y generalizado. Un criterio que deberíamos tener presente al confeccionar un currículum, para personas con T.A. es siempre la funcionalidad. El noveno punto es adaptar el contexto. Las personas con T.A. necesitan una serie de recursos que complementen a los que ya de por sí les ofrece el sistema escolar, como pueden ser profesores de apoyo, pedagogos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, orientadores y logopedas. No solo se debe velar por el bienestar académico del niño, sino también por su bienestar emocional. El décimo punto es conseguir una buena coordinación con la familia. Conseguir que una familia se implique ya da mucho porcentaje de éxito en una intervención con niños con T.A. Por regla general, los padres de niños y niñas con T.A. se ven desbordados ante la situación que se les ha impuesto y en muchas ocasiones se sienten impotentes, incapaces o simplemente no saben cómo hacer frente a la actitud de sus hijos. Es trascendental que se les faciliten herramientas que les ayuden a entender las dificultades que caracterizan a este colectivo, sin olvidar que deben aprender también, qué recursos tienen para poder hacerle el punto. Y el último punto es promover la inclusión social. No se trata de conseguir que este colectivo conviva en sociedad, tiene que formar parte de esa sociedad. Bien, pues visto los principios de intervención, vamos a los programas. Tenemos tratamientos comprensivos e intervenciones focalizadas. Los tratamientos comprensivos son un conjunto de prácticas diseñadas para tener un amplio impacto en las características nucleares de los T.A. Generalmente, incorporan un conjunto de técnicas de intervención focalizadas dentro de un marco conceptual. Aquí tendríamos concretamente el modelo T.I.T.C.H. Y las intervenciones focalizadas son prácticas dirigidas a cambiar conductas específicas en un periodo de tiempo relativamente breve y pueden estar centradas en la comunicación, en la interacción social y en el control conductual. En la comunicación, la intervención tendrá centrada en los sistemas que tratan o bien de convertirse en una alternativa comunicativa o bien aumentar la comunicación o ambos dos de las personas con T.A. Tenemos, por ejemplo, el sistema de comunicación por intercambio de imágenes, las PEC. El programa de comunicación total, habla asignada para niños no verbales. Y ya en el programa de comunicación total, habla asignada para niños no verbales. Las intervenciones centradas en la interacción social son aquellas que centran su currículum en el entrenamiento de las habilidades sociales, a pesar de que a día de hoy sigue sin existir ningún tratamiento o intervención estándar. Están, por ejemplo, las historias sociales y conversaciones en forma de niñeta, los guiones sociales, las reglas sociales, enseñar a los niños con autismo a comprender a los demás y finalmente están las intervenciones centradas en el control conductual, que son las que más afectan a los niños. Son las que lo que pretenden es mostrar las diferentes conductas desafiantes, como las conductas disruptivas, agresión, autolesiones, ansiedad, negativismo, irritabilidad, transgresión de las normas sociales que están directamente relacionadas con las carencias propias del trastorno, problemas de comunicación y comprensión, entendimiento de lo social y problemas sensoriales. Es importante que estas conductas no se vean como intencionadas o maliciosas, sino relacionadas con la discapacidad del sujeto y tratadas por medio de estrategias educativas y terapéuticas, en lugar de medidas disciplinarias punitivas que puedan suponer que se trata de una mala conducta deliberada. Es esencial actuar con prontitud ante este tipo de conductas, pues de no hacerlo nos arriesgamos a que se amplifiquen y aumenten hasta el punto de ser crónicas. Aquí, por ejemplo, encontraríamos las hipótesis de Comunica. Las hipótesis de Comunica. Y ya, finalmente, tendríamos la atención temprana. Como antes hemos dicho, el autismo no tiene cura a día de hoy con los recursos que tenemos, con las investigaciones realizadas. Lo que sí que se puede es paliar las consecuencias del mismo y eso solo es posible hacerlo a través de la educación y esta educación resultará mucho más eficaz si se hace desde una edad muy temprana. Pues bien, este es el tema. Quedo a vuestra disposición ya a través de los foros o vía mail por si precisáis alguna aclaración, tenéis alguna duda, queréis hacer una puntualización, aportar algo, estaré encantada de escucharos. Muchas gracias por vuestro tiempo y ánimo.