Gracias, Ainhoa. Bueno, todavía nos quedan dos ponencias. A continuación, Adelina Rodríguez Pacios, profesora de Sociología de la Universidad de León y tutora de la UNED. Gracias por estar con nosotros. La infancia, el título que lleva su ponencia es La infancia, análisis desde la sociología. Muchas gracias. Bueno, en primer lugar, buenas tardes a todos y a todas. Y bueno, quiero dar las gracias a la Ateneo La Guiana por estas iniciativas. Bueno, tengo que reconocer que no conocía la existencia de la agrupación, de la asociación. Sí que es verdad que, bueno, aunque soy de Poncerrada, yo vengo todas las semanas porque tengo clase aquí, en este centro, que me encuentro como en casa. Pero bueno, estoy, digamos, como bastante desconectada desde hace como seis o siete años que vivo en León y estoy como bastante desconectada, aunque repito, vengo todos los fines de semana, principalmente porque tengo a mis padres muy mayores y vengo a echarles una mano. Pero bueno, sí que me parece que son iniciativas muy interesantes, que además están bien... Para un lugar como Poncerrada, que cada vez se va muriendo poco a poco, Poncerrada y El Bierzo, que a mí me da una pena terrible. Y que, bueno, pues me parece que, aunque solo sea a través de la cultura, que yo creo que esa podría ser una buena línea de desarrollo, ahora que tanto hablamos del desarrollo nuevamente de la comarca y de estas cosas. Pues eso, pues la cultura tiene que ir por ahí. Por lo tanto, sí que quiero... Quiero darles las gracias, dar las gracias a todos y a todas los que están aquí. Y la verdad es que cuando Charo me hizo esta proposición de hablar de la infancia, porque necesitaban a alguien que lo hiciera desde la sociología, bueno, le dije que sí, pero después cuando llegué a casa empecé a pensar, caramba, después de haber estudiado sociología, después de haberme doctorado, después de tal, en realidad de la infancia, desde el punto de vista de la sociología, nunca vi... Nunca vi nada. Con lo cual, bueno, pues no hay nada como que te pongan un reto de este tipo para que te pongas a estudiar y a ver qué es lo que ha sucedido. Entonces, bueno, pues siempre acude uno a los maestros o a los grandes maestros y lo primero que hice fue acudir a Giddens, que es uno de los grandes sociólogos del momento, para ver qué contaba él sobre... de estas cuestiones. Bueno, yo a lo mejor no voy a ser tan amable en mi exposición como las exposiciones que he visto, aunque confieso que no he podido asistir a todas porque, bueno, he venido desde León, he llegado muy tarde porque yo hoy he salido muy tarde de la universidad, he llegado muy tarde y entonces me he debido de perder por lo menos dos de las exposiciones. Pero, bueno, en las que he estado he visto que, bueno, pues hay mucha amabilidad y, como decía un alumno mío, hace años, un alumno de magisterio, y me decía algo así como a ver, es que cuando venimos a sus clases salimos amargaos. Es decir, quizás una de las labores fundamentales que tiene la sociología, como bien saben, es ser crítica, crítica no solo con la propia sociología, sino fundamentalmente con la sociedad en la que vivimos. Y, por lo tanto, es por ahí por donde lo he enfocado. Yo he traído algo escrito para no enrollarme demasiado, pero, bueno, voy a intentar ajustarme lo máximo posible. Bueno, decía que yo había acudido al gran maestro Giddens para ver qué pensaba él de esto que llamamos en general infancia. Bueno, algo que nos enseñan en las facultades de sociología o que enseñaban, yo es que estudié ya hace muchos años, algo que nos enseñaban y que enseñan en las facultades de sociología es que todo lo que nos rodea está construido socialmente. Y culturalmente, ¿vale? De tal manera que todas las percepciones que nosotros tenemos, como bien saben, la cultura es la que moldea nuestra forma de pensar, nuestra forma de ver, incluso hasta nuestra forma de sentir, nuestra forma, voy a decir, incluso física. De tal forma que, claro, lo que para nosotros es infancia en otras culturas no está considerado como tal e incluso nuestra propia cultura en épocas anteriores. Como ya intentaré relatar, tampoco estaba considerado como tal. En este momento, además, nos encontramos en una situación en la que aquello que para, por ejemplo, yo que mis padres ya son muy mayores y que comentan lo que era para ellos la infancia, yo ya no viví esa infancia, pero es que mi hija tampoco vivió ni la infancia de los abuelos ni la que yo he tenido porque la percepción y la construcción de la cultura no es así. La infancia es muy distinta en función de una serie de factores como son los factores económicos, los factores sociales, culturales, etcétera, etcétera. Por esa razón es por la que, bueno, pues a lo mejor se rompe, igual rompo algunos esquemas o igual esto hace que reflexionemos sobre algunas cuestiones. Bueno, como decía, nosotros tenemos mucha tendencia a pensar que, bueno, todas las transacciones… transacciones que hacemos los seres humanos, que nacemos, pasamos por un periodo de infancia, adolescencia, juventud, los adultos, esto que nosotros hablamos del ciclo vital es algo que vivimos todos los seres humanos y que por lo tanto es algo universal, que es algo que viene establecido biológicamente, es decir, que nacemos, vivimos, morimos y que eso viene establecido solo biológicamente. Sin embargo, algo que sí que sabemos… es que esto no viene establecido solo biológicamente, sino que también viene establecido socialmente. Es decir, no tenemos las mismas experiencias los individuos que nacemos en una sociedad determinada de la infancia que los individuos que nacen en otra sociedad. Yo prefiero hablar de cultura y no de sociedad porque incluso dentro de nuestra propia sociedad, en función de la cultura a la que nosotros pertenezcamos o en función de la etnia, tenemos unas vivencias de la infancia… de la juventud y de la adolescencia totalmente distintas. Me ha gustado cuando… bueno, pues la experiencia de la escuela rural, que las experiencias… el año pasado que dirigí un trabajo fin de grado precisamente de los centros rurales agrupados y de la importancia que era seguir manteniendo la escuela dentro del ámbito rural por muchas cuestiones, pero sobre todo porque no haya ese desarraigo. Está claro que el aprendizaje que se puede hacer dentro de la… de la escuela rural tiene muy poco que ver con el aprendizaje que se hace dentro de la escuela urbana. Por lo tanto, como dice Giddens, igual lo apropiado es hablar del curso de la vida porque el curso de la vida sí que es verdad que viene determinada biológica y socialmente y repito, no es una experiencia universal a pesar de que somos seres humanos y como tales pertenecemos todos a la misma especie. También tenemos que hacer otra distinción. La distinción con un término que a veces utilizamos y que es un término que tiene una gran relevancia para clasificar especialmente a la infancia, que es el término de cohorte, que en realidad es un grupo de personas que tienen algo en común. Bueno, no es un grupo cohesionado, pero que simplemente lo que les une, por decirlo de alguna forma, es por ejemplo haber nacido dentro del mismo año. Y esto es lo que en nuestra cultura, sobre todo, nosotros utilizamos, lo que utilizamos para escolarizar a los niños. De tal forma, y aquí sí que tengo que decir que soy bastante ignorante porque por eso de que cuando das clase en un nivel determinado solo conoces ese nivel y los otros no los conoces. Pero bueno, lo poco que recuerdo de cuando tenía a mi hija escolarizada en infantil, primaria, secundaria, etc., es decir, un niño que tiene 12 años se supone que tiene que estar en sexto de primaria o en primero de la ESO. ¿A qué tiene 12 años si no tiene los conocimientos? ¿Tiene los conocimientos suficientes para estar en ese nivel? Bueno, le vamos a pasar de curso porque es que si no, a ver qué va a pasar. Es decir, que a veces sí que, bueno, pues tenemos el... Esta idea de cohorte nos lleva a hacer este tipo de cosas. Y esto, por ejemplo, lo conocen muy bien aquellos padres que tienen niños que llamamos niños superdotados, ¿no? Es decir, esos niños que tienen 14 años que se aburren muchísimo, que tienen un fracaso escolar elevadísimo y que creemos que son unos vagos redondos, llamados, y en realidad lo que tienen es que se aburren considerablemente porque están con 14 años en el curso que dice la ley que tienen que tener y que, sin embargo, ellos están muy, muy, muy alejados de aquello que les están contando. Y luego, otro de los conceptos que nosotros tenemos que tener en cuenta es el concepto de generación, que, como bien saben, es ese grupo de personas que pueden haber nacido en el mismo año o más o menos alrededor del mismo periodo de años y que comparten una determinada... determinada visión del mundo. Todos conocemos por la literatura, pues, la generación del 98, del 27. Esto no significa ni que todos nacieran en 1898, ni que todos nacieran en 1927, es decir, bueno, pues somos de una generación porque compartimos algunas experiencias comunes. Bueno, por lo tanto, teniendo esto en cuenta, algo que sí que sabemos es que la infancia, al igual que la adolescencia o que la juventud, o que igual que la vejez, es un constructo social. Es decir, es algo que viene determinado culturalmente. Somos la sociedad o la cultura en la que vivimos los que determinamos qué periodo de edad consideramos infancia, cuáles son las características que tienen que tener esas personas que llamamos que son niños y niñas o que llamamos niñez en términos generales, al igual que hacemos con todos los periodos del... Bueno, ¿cómo interviene la sociología en este estudio? Bueno, pues aquí, y esa fue una de las grandes sorpresas porque yo no tenía conocimiento de que a lo largo de mi carrera hubiéramos reparado mucho en la infancia, y es que efectivamente la sociología no ha reparado, aunque es una ciencia muy joven, porque nace en el siglo XIX, pero no ha reparado tradicionalmente en la infancia como tal. Sí que es verdad que nosotros estudiamos mucho ese periodo de la vida cuando estudiamos todo lo que tiene que ver con la socialización o con el proceso de socialización, y especialmente cuando estudiamos dos agentes de socialización que nos parecen fundamentales, que son la familia y la escuela. Entonces ahí sí que decimos, pues eso, cuáles son los mensajes que se lanzan en la familia o cuáles son los perfiles de madre, de padre, de qué manera los niños y las niñas imitan esos perfiles, de qué manera la cultura define esos roles que están establecidos para hombres, para mujeres, para padres, para madres, para educadores, etcétera, etcétera. Pero nada más. ¿Por qué razón? Bueno, pues porque precisamente porque la sociología nace en pleno auge de la revolución industrial, en realidad la infancia es ese periodo que hay que pasar rápidamente para llegar a ser actores sociales, que es la adultez, fundamentalmente. De ahí que sí que le damos mucha importancia a este aprendizaje o a esta socialización que se hace en los periodos anteriores, pero también es verdad que lo hacemos, pues eso, porque en realidad lo que nos interesa conocer es por qué las personas cuando llegan al grado de adultez o a lo que la cultura tiene así marcado, pues son como son y tienen que ser, pues como dice la cultura. Que tienen que ser fundamentalmente buenos trabajadores, personas de orden, poco críticos, porque aunque hablemos de ciudadanos sí que es verdad que cuanto más borregos mucho mejor, porque así también se puede, digamos, dominar mejor y hacer lo que se quiera con ellos. Por lo tanto, ha sido de manera bastante reciente, voy a decir allá por los años finales, casi de los años 80, cuando efectivamente aparece algo que podemos, no vamos a llamar sociología de la infancia, pero sí que es verdad que la sociología empieza a tomar interés por ese periodo de la vida y además empieza a tomar interés por ese periodo de la vida, pero no solo dentro de las sociedades occidentales, sino que además empieza a tomar interés por ese periodo de la vida en todo tipo de sociedades. Para ello sí que es verdad que tiene que recurrir. Aquello que decían algunos antropólogos a principios del siglo XX, que es el caso, por ejemplo, de Margaret Mead, que ella hablaba de este periodo de la vida como un periodo que no era igual en todas las culturas. Es decir, que sabéis, bueno, perdonad que os tutee, pero bueno, parece como que estamos así más en familia. Sabéis que esta antropóloga fue también una de las primeras científicas que habló, de aquello que llamamos ahora de la división sexual del trabajo y que ella vino a decir esto no tiene nada que ver con una cuestión biológica, sino que tiene que ver con una cuestión cultural y una cuestión social. Pues lo mismo viene a decir para el caso de la infancia, ¿no? Y es ahí donde la sociología empieza a tomar también esas referencias para hablar de la infancia en este momento. ¿Por qué en este momento? Bueno, pues porque es el momento en el que se nos llena la boca de los derechos de los niños, los derechos de la infancia, cuando nos preocupan mucho los delitos, los delitos y lo que llamamos la conducta desviada dentro de estos periodos, cuando hablamos, cuando seguimos viendo que eso que creíamos serlo, como era la explotación, la pobreza infantil, las conductas de riesgo, que creíamos que estaba fuera del mundo occidental, es decir, cuando creíamos que eso solo sucedía en África o sucedía en Asia, resulta que nuestras sociedades opulentas y nuestras sociedades desarrolladas también lo teníamos. Quiero recordar que España es uno de los primeros países de la Unión Europea que tiene la mayor tasa de pobreza infantil, y que además es una pobreza que no se ha dado ahora, de repente, con esta famosa crisis económica, sino que son datos de pobreza infantil que llevamos manteniendo durante mucho tiempo. Es decir, que realmente nos empieza a preocupar estas cuestiones cuando lo tenemos aquí al lado, y es decir, cuando eso ocurría en otros sitios es que nos permitíamos incluso ir y darles lecciones De qué es lo que se debería hacer. Seguimos haciéndolo, ¿no? Pero bueno. Bueno, por lo tanto, la sociología se ocupa de la infancia como un grupo social, es decir, que tiene características comunes, donde se establecen relaciones de poder y relaciones de intercambio con los adultos, donde se definen una serie de roles. La cultura define roles para los niños y para las niñas, los roles para los padres y para las madres, para los maestros y para las maestras, y donde además la distribución de los recursos también se hacen en función de si eres niño, si eres niña o si eres adulto o no eres adulto. Y luego, por otro lado, la infancia también es motivo de conflictos y de conflictos sociales que pueden ser importantes. Esto lo estamos viendo desde el momento en que puede haber delincuencia infantil o juvenil, desde el momento en que los niños y las niñas pueden generar conflicto simplemente por la separación de sus padres o conflicto por el abandono de los niños, etcétera, etcétera. Y repito, y esto además sucede en las sociedades en las que creíamos que éramos maravillosos y que vivíamos muy bien. ¿Cómo definimos la infancia? Bueno, sí que es verdad que la idea que tenemos de infancia, repito, es una idea que tiene mucho que ver con la cultura. Lo que para nosotros en este momento definimos como de qué edad a qué edad consideramos que una persona está en la niñez. Bueno, pues nosotros lo establecemos. Además, nosotros sabemos, si os dais cuenta, muchas divisiones. Hablamos de las edades tempranas de la infancia, que esto, por ejemplo, en la psicología sí que se desarrolla mucho más. Hablamos luego de la preadolescencia, hablamos de la adolescencia, hablamos de la juventud. Algo que llama la atención es cuando leemos los periódicos, ¿no? Un joven de 35 años acaba de atracar un banco y entonces uno se para y piensa y dice, con 35 años soy joven. ¿A qué edad voy a ser adulto? Entonces, con los niños no sucede exactamente lo mismo. De qué edad a qué edad decidimos que los niños son niños y que las niñas son niñas. Y sobre todo cuando, como ya veremos, estamos en un momento en el que estamos redefiniendo nuevamente esta etapa de la vida, sobre todo en estas sociedades que hablamos de las redes sociales y donde niños y niñas tienen acceso a tanta información, mucha más, que la que tenemos los adultos y que además no somos capaces muchas veces ni de controlar. Por lo tanto, la definición que nosotros hacemos de la infancia es una definición por exclusión. Es una definición etnocéntrica y es una definición sociopolítica. Voy a intentar definir esto. ¿Por qué por exclusión? Bueno, son niños y niñas todos aquellos que no son adultos o que no cumplen una serie de caracteres. ¿Por qué? Dice Guinness. ¿Por qué por exclusión? Os lo voy a leer, si lo encuentro. Bueno, pues decimos son estos niños o estas personas… Esperad un momento, a ver si soy capaz de encontrarlo. Dice por exclusión. Nosotros definimos la infancia… Teniendo en cuenta el índice de madurez o de inmadurez que tienen los niños, considerando la madurez y la inmadurez desde nuestro punto de vista, es decir, desde el punto de vista de los adultos. Además, utilizamos criterios como la racionalidad, utilizamos criterios como la moralidad, el autocontrol, la buena educación. Pero, repito, todos estos criterios son los criterios que hemos construido nosotros, los adultos, y que nosotros creemos que nosotros los cumplimos y que los tenemos. Pero a la vez, nosotros también vivimos en una sociedad que, bueno, pues como todas las sociedades y como todas las culturas, tiene sus propias contradicciones. Y entonces, son infantiles aquellos que no tienen el grado de madurez que consideramos que es adecuado, pero a la vez nosotros creemos que está muy bien, como dice Guinness, volver, pues nuevamente, a esa carencia de doblez, a esa, bueno, pues como muy bien comentabas tú, lo de volver otra vez a esa ingenuidad y, de hecho, sí que nos dicen aquello de busque cuando nos encontramos mal, busque usted al niño que lleva dentro y este tipo de cosas. ¿De acuerdo? Bueno. Por otro lado, ¿por qué decimos que…? Es una definición etnocéntrica, porque en realidad los que definimos los diferentes periodos de la vida somos los de la cultura occidental, la cultura capitalista occidental. Por lo tanto, trasladamos nuestros criterios al resto del mundo. Una buena prueba de ello es que nosotros hemos trasladado esos criterios de la infancia a otras culturas y que incluso a veces nos quedamos francamente sorprendidos cuando, y esto por ejemplo lo cuentan mucho aquellas personas que hacen actividades de cooperación al desarrollo en otros lugares, ¿no? Y entonces, claro, nosotros vamos imbuidos de los niños, pues hay que comprarles, hay que darles, hay que estimularles, hay que tener, hay que no sé qué, no se les puede permitir, hay que abolir tal, hay que tal, pum, pum, pum, pum, pum, y luego llegamos a otras culturas y nos encontramos concretos. Que los niños no viven esas realidades y que muchas veces son realidades que a nosotros nos resultan muy duras y muy crueles porque llevamos esa imagen, pero que para ellos es la realidad. No hace falta ni siquiera ir a otras culturas. Supongo que todos, bueno, pues hemos hablado con los padres, con los abuelos, y los padres y los abuelos nos cuentan aquello de yo a los 10, 12, 14 años ya estaba trabajando y hacía una jornada y mi salario era imprescindible. Era imprescindible para poder sobrevivir. Entonces, nosotros, ¿cómo catalogamos esto? No tuvo infancia, no tuvo niñez. Bueno, no tuvo la infancia, no tuvo la niñez que tienen ahora nuestros niños, pero sin embargo, tuvo una infancia y tuvo una niñez que era la que estaba construida en ese momento determinado. Bueno, esto es lo que nos sucede cuando lo trasladamos a otras culturas. A ver, con esto no estoy justificando las atrocidades que se están dando, y que se dan en nuestra propia cultura con los niños, con las niñas y con los adultos y con los más mayores. Es decir, el hecho de que respetemos otras culturas no significa que respetemos aquellas pautas culturales que atenten contra los derechos y contra los derechos humanos, ¿vale? Es decir, que lo que sí que intento es que reflexionemos sobre todas estas cuestiones. Bueno, por otro lado decimos la definición de la infancia. La infancia es una definición sociopolítica, claro que es una definición sociopolítica. De hecho, y esto es lo que vamos a ver a continuación, cuando nosotros hacemos un repaso a lo largo de la historia, de nuestra historia occidental, de lo que se considera infancia, tiene muy poco que ver en épocas anteriores con lo que consideramos ahora. La infancia ha empezado a tener el estatus de tal fundamentalmente a partir del siglo XVIII, y además ello se debe a que era conveniente que esto estuviera así. Lo mismo que era conveniente que las mujeres estuvieran en casa y era conveniente crear una figura que se llamó popularmente ama de casa y que ha sido muy conveniente y que sigue siendo incluso en este momento muy conveniente. Es decir, un momento en el que hay un cambio de modo de producción, hay un cambio de orden económico, aparece el capitalismo y por lo tanto hay un regreso de la economía. reordenamiento de todo la anterior. Con esto no quiero decir que las sociedades y las culturas preindustriales fueran magníficas, porque tampoco lo eran, pero sí que es verdad que esta idea y todo esto que se ha desarrollado en torno a la infancia viene, vamos a decir históricamente, de momentos muy recientes. Es decir, que no es algo que nos haya venido determinado desde el origen de los tiempos. Bueno, ¿cómo hemos construido la infancia? Bueno, los antecedentes más antiguos que tenemos es del mundo grecorromano, donde nosotros podemos observar que no había una palabra específica para hablar de este periodo de la vida. De hecho, la niñez siempre estaba vinculada a este tipo de conceptos, al concepto de nutrir, criar, engordar. Es decir, ese periodo de la vida era vamos a hacer lo posible porque se haga autónomo este ser que acaba de nacer, se haga autónomo lo antes posible para… Era mano de obra. ¿Por qué sucede esto? Bueno, pues porque algo que también… sabemos, esto por ejemplo la demografía sí que lo ha estudiado convenientemente, es que hasta mediados del siglo XVIII, que es cuando se produce la transición demográfica, la mortalidad infantil era muy elevada, ¿no? Pero la mortalidad infantil sobre todo. De tal manera que prácticamente no había apego entre los padres y los hijos porque los padres tenían un intercambio de valores, de valores, de valores, que era algo que tenían que hacer que era muy, muy difícil que un niño, un recién nacido, llegara adulto. Entonces, bueno, de hecho, por ejemplo, en Roma tenían una práctica que era cuando un niño nacía se ponía en el suelo, literal, y solo salía adelante y sobrevivía cuando su padre, que de ahí viene lo de la patria potestad, lo levantaba del suelo y lo alzaba. Eso significaba que su padre lo reconocía como tal y que, por lo tanto, tenía derecho a la vida. Si no era así, en la mayoría de los casos, ese niño o esa niña sucedía muchas más veces con las niñas. Se dejaba en el suelo y moría. Es decir, que esta idea que tenemos de que todos los padres quieren a los hijos y de que damos la vida por ellos, bueno, pues es algo también muy reciente y que ni siquiera es algo universal en la actualidad. La prueba la tenemos en que hay padres y madres que abandonan a sus hijos o que los maltratan. En Platón, cuando habla de este periodo de la vida, incluso se refiere de la posibilidad. Es decir, habla de unos seres que pueden tener la posibilidad de llegar a adultos y que, por lo tanto, tienen la posibilidad de llegar a ser ciudadanos y de poder gobernar las polis. Punto. Es decir, no se centra en absoluto en nada más. Por lo tanto, es más, en latín había una palabra que era infantia, que es de donde nos viene a nosotros lo de infancia, pero con esta palabra se refieren a la ausencia del habla. Por lo tanto, con este término se referían tanto a los niños y las niñas que no saben hablar como a cualquier persona que tuviera alguna dificultad para poder tener una comunicación verbal. Por lo tanto, bueno, pues, no había esa consideración de la infancia como tal. De hecho, aproximadamente hasta el siglo IV era bastante frecuente el infanticidio, repito, era mayor en el caso de las niñas, y el sacrificio de niños y niñas con cines religiosos, mágicos, vamos a llamar, como queráis llamarle, ¿no? Repito, se daba más en el caso de las niñas. Bueno, como ya sabéis, pues, venimos y estamos en sociedades meramente patriarcales. Bueno, hasta el siglo XVIII aproximadamente la niñez representa la debilidad. Por lo tanto, es un periodo de la vida de muy poca significancia social. Los padres no tienen, repito, prácticamente ningún apego a los niños, y es que ese periodo duraba hasta aproximadamente los seis años que los niños ya podían buscarse la vida. A partir de los seis años, ya eran, digamos, seres autónomos. Y desde luego es un periodo en el que los niños y las niñas deben una absoluta obediencia a los padres, a los padres fundamentalmente, por las madres la verdad es que pintaban poco. En esta época, además, era bastante frecuente que las madres de los estratos sociales más elevados ni siquiera criaran a sus bebés, es decir, los parían, y en ese punto generalmente tenían posibilidad de que otras mujeres, que eran las mujeres más pobres, las que amamantaban a sus propios hijos y a los hijos de las mujeres que pertenecían a estos estratos más elevados. En muchos casos incluso morían sus propios hijos por dejar la leche para estos otros niños. Pero repito, como decía antes, todas estas ideas empiezan a cambiar pues a partir, pues eso, cuando empieza el germen de la industrialización. Cuando empiezan a producirse cambios demográficos y sociales importantes que son los que suponen la industrialización y lo que supone la aparición del capitalismo. De tal manera que la infancia ya empieza a tener un cierto protagonismo. Aquí también es verdad que tiene mucho que ver los avances en medicina que hace posible que la supervivencia y la esperanza de vida sea mayor. Esto hace posible que para que un niño llegue adulto no hace falta parir tantos niños, por lo tanto son las propias familias las que hacen ese propio control de natalidad. Además hay un cambio de régimen de tal manera que si bien en las sociedades agrícolas o en las sociedades rurales los hijos son manos de obra para trabajar, en las sociedades industriales los hijos son bocas que alimentar y por lo tanto se tienen menos niños y empiezan a aparecer digamos las primeras normas que hablan de cómo se debe cuidar a la infancia incluso ya hay médicos que hablan de los cuidados de las mamás, de los cuidados de los niños y que por lo tanto es algo a proteger. Es a partir de este momento cuando también ya se empieza a tener la idea de que tienen que ser las propias madres las que amamanten a sus hijos y que no está bien que un niño nacido de una madre sea amamantado por otra excepto en casos de imposibilidad por parte de la madre. Por lo tanto, como decía, sí que es verdad que es a partir de este momento cuando aparece esta idea que ahora es una idea bastante parecida a la que ahora tenemos de la infancia. El niño o la niña pasa a ser el centro de atención se pasa a regular incluso las cuestiones de familia ya se habla de ese ámbito privado y de ese ámbito público bueno, quiero recordar que con la industrialización y con el capitalismo hay una separación del ámbito de la producción y de la reproducción no sólo se separa temporalmente sino que además se separa espacialmente. Por lo tanto, la familia pasa a ocupar ese ámbito de la reproducción el ámbito doméstico y el ámbito del trabajo pasa a ocupar lo que conocemos como el espacio público. Se empieza a ver a los niños y a las niñas como futuros adultos y como futura fuerza de trabajo que esa también es una razón fundamental por la que se empieza a tener esta visión de protección de la infancia. Por lo tanto, paulatinamente el Estado se va haciendo cargo de muchas de las cuestiones que conciernen a esta etapa de la vida y de las cuestiones que conciernen a la familia. Y es a partir de este momento cuando también aparecen algunas de las disciplinas y algunas de las ciencias que han llegado hasta nuestros días y que se ocupan de ese periodo de la vida. La medicina se especializa en ese periodo de la vida aparecen profesores profesionales que dicen conocer a las personas que forman parte de este periodo y que por lo tanto tienen que ocuparse y se investiga y se habla de estas cuestiones. Tal es la necesidad que hay de ocuparse de este periodo de la vida que repito, hasta el propio Estado incluso va creando políticas asistencialistas para esta etapa. De tal manera que no solo se promulgan leyes sino que es el propio Estado en el que en el caso de carencias o en el caso de que suceda algunos problemas es el propio Estado el que se va a encargar de los niños. Tal es así que de hecho en 1913 se realiza el primer congreso internacional de protección de la infancia donde además se habla de todas estas cuestiones y ya empieza a haber esa preocupación real por estas cosas. Eso también trae consigo el que vaya desapareciendo esto que conocemos como el trabajo infantil repito, es en la sociedad occidental incluso que se penalice y que incluso se vea o se considere o que está mal visto utilizar a los niños para hacer este tipo de trabajos que como bien sabemos sobre todo a principios del siglo XIX principios y mediados del siglo XIX era una mano de obra muy barata que además podía entrar trabajaban fundamentalmente en las minas podían entrar en lugares donde no podían entrar los hombres por la corpulencia por lo tanto se utilizaban. De todas maneras algo que no podemos olvidar es que incluso a principios del siglo XX la mayor parte de los países occidentales los niños comenzaban a trabajar en edades muy tempranas es decir, lo que ahora nos parece una aberración hace aproximadamente un siglo era algo que estaba totalmente aceptado y que todo el mundo lo tenía completamente interiorizado. Esto es lo que sigue sucediendo en la actualidad es decir, a nosotros nos parece una aberración que haya niños que estén trabajando en otros países o niños de otras etnias y que estén trabajando cuando lo que habría que preguntarse es cuáles son las razones o qué es lo que mueve a que esto suceda. Sí que también es verdad que esta idea de que los niños tienen de estos derechos específicos de que el trabajo infantil es moralmente reprobable es algo que es muy reciente. De hecho, la Convención sobre Derechos de la Infancia de la ONU que establece los derechos de todos los niños del mundo entró en vigor en 1990 fue ratificada por 194 países excepto Estados Unidos que lo consideramos como un país súper avanzado y súper desarrollado y Somalia que lo consideramos como un país súper pobre y muy atrasado. Es decir, que vemos las dos caras de la misma moneda. Según la ONU un niño es cualquier persona de edad inferior a los 18 años excepto que los diferentes estados ya tengan una definición anterior. Bueno, en esto no sé si estaríamos ni siquiera los aquí presentes todos de acuerdo con esta definición y luego bueno vete a contárselo en otras culturas. Pero bueno, ya un poco para acabar la idea que quiero transmitir y que más que transmitir lo que quiero es lanzar algunas cosas sobre las que yo creo que debemos de reflexionar. El hecho de universalizar los derechos de los niños y las niñas de intentar universalizar la definición de niñez o de infancia a diferentes