Ya estamos grabando. Bienvenidos a la historia de hoy, de Historia Contemporánea. Como dijimos el último día, pasamos de la Revolución Americana que dimos el anterior día a la Revolución Francesa, que es el otro gran paso hacia la Edad Contemporánea, un poco la que define en el contexto europeo, sobre todo en el contexto mundial, porque va a provocar esa onda expansiva posteriormente en el XIX en todos los países y estados europeos, y que nos va a centrar un poco ahora en explicar cómo se dio ese cambio, ese cambio tan radical y a veces podríamos decir tan drástico entre uno y otro régimen en el contexto francés. Lo que ya hemos hablado también en anteriores tutorías. Vamos a hablar de esos factores que eran comunes en cierta forma a toda la Europa del Antiguo Régimen, esos elementos que ya vimos y que van a ser un poco redundantes, de crisis del Antiguo Régimen, pero también vamos a ver las características específicas que en el caso francés tomaba esa crisis del Antiguo Régimen y que hicieron un poco también peculiar este caso francés. Caso francés que por otro lado, si tenemos la idea del siglo XVII, el reinado de Luis XIV, Francia se había convertido prácticamente en el paradigma del absolutismo y de la monarquía absolutista. Con lo cual, el efecto que tuvo esta caída del Antiguo Régimen, del absolutismo como sistema político y del sistema social del Antiguo Régimen en Francia, pues tuvo un efecto bastante, podemos decir que de shock en todos los otros estados europeos que aún seguían gobernados por gobiernos absolutistas. Con lo cual, se convirtió en una especie de aldabonazo que hacía un poco ver la posibilidad de cambiar ese nuevo régimen. Percibido de forma positiva por todos los liberales de ideología industrial y posteriormente romántica que querían que la sociedad y el sistema de organización política que existía durante el Antiguo Régimen cambiaran hacia otro sistema, de cierta forma, no lo hicieron. Por lo tanto, el sistema social del Antiguo Régimen no convertido en un sistema de revolución francesa, con los valores que ya tenemos ahora y con la forma de entender la sociedad y las relaciones políticas y cívicas que tenemos ahora, pero también visto de forma muy negativa y con cierto miedo o incluso podríamos decir pánico por todos aquellos sectores que estaban a favor de la continuidad de ese régimen absolutista y esa organización social tan rígida del Antiguo Régimen. Como digo, la revolución francesa es un proceso que, de cierta forma, podemos decir que es un proceso de revolución francesa. Es un proceso que es una auténtica explosión, que en unos cuantos años, prácticamente en una década, cambia totalmente el aspecto de Francia y lo que es el mundo político-social en Francia. Eso, obviamente, entra muy bien en la idea de revolución como ese proceso en el que de repente, en unos cuantos años, todo aquello que no había cambiado durante siglos, no había cambiado, y prácticamente en algunas cosas desde la Edad Media, pues cambia radicalmente. Pero también hay que incidir en el hecho de que también no solo es una revolución sino que también es un proceso. Es un proceso que tiene sus antecedentes y sobre todo que se va a dar en un periodo de tiempo bastante ligatado. Ya digo, es prácticamente estos diez años entre 1789 y 1799 hasta llegar al régimen de Napoleón. Es un periodo de cambio. Cambio con sus idas hacia delante y sus idas hacia atrás. Habrá momentos de gran radicalismo político, que se planteará incluso un sistema democrático, con participación democrática, pero habrá otros momentos también en que se dé un poco marcha atrás también ese proceso, que llegue a un sistema parlamentario pero no tan democrático como ya explicaremos dentro de un rato. Bueno, ¿cuáles son los factores que están en esa crisis del antiguo régimen y cuáles son los factores que, de cierta forma, son específicos un poco de Francia? Ya habíamos visto que la crisis del antiguo régimen es sobre todo una crisis que podemos decir que es general, que afecta a los tres aspectos básicos que analizamos, el poder organizar en cualquier época electrónica, el aspecto económico, el aspecto social pero también institucional, también el político, también la forma de organizar el Estado, las finanzas y la propia administración. Y el propio poder de la organización. Es decir, el poder de la organización y el control de las monarquías sobre ese territorio pues empieza a estar ahora un poco cuestionado y empieza a tener ciertas dificultades. Pero también, como explicamos en la primera tutoría, es un proceso que tiene su dimensión ideológica. También es una crisis ideológica en la que cambian los valores, cambian las ideas, cambia la forma de entender la sociedad y todos los aspectos de la política e incluso de la cultura en general. Ese proceso que ya vimos el anterior día pues está caracterizado por esas ideas, esas ideas de la Ilustración que va a plantear una crítica no solo a los valores sino también incluso al sistema político de esa monarquía industrial. Como vimos también el anterior día, la Ilustración tiene también sus dos variantes. Una variante más reformista que se vincula todavía a ese mundo del antiguo régimen pero también una variante más radical que será precisamente la que será un poco reflejada en estos cambios tan drásticos que se darán durante la Revolución francesa. Y también hay una influencia de la Revolución norteamericana que vimos el anterior día. No solo por el hecho de participar muchos militares franceses y muchos pequeños soldados franceses en ese esfuerzo de los rebeldes norteamericanos por construir un nuevo régimen independiente del Estado inglés, el Estado inglés que por otro lado distrae mucho de ser un Estado absolutista. Pero que, como vimos el anterior día, en el caso norteamericano esas relaciones con iluminades bastante tensas y tensionadas en esos momentos fue visto por los rebeldes norteamericanos como tiránico. Bueno, pues muchos franceses que van a participar en esa ayuda militar a los rebeldes norteamericanos van a volver a su país desde pequeños soldados, como digo, hasta grandes militares oficiales como por ejemplo el caso de Lafayette, Lafayette que será uno de los grandes oficiales que van a servir en estas guerras de independencia norteamericana, luego se convertirá también en uno de los militares que apoyarán esta revolución francesa, apoyarán estas reformas aunque si bien también con un cierto toque de moderación. Lafayette es un militar de extracción noble y cuando la revolución vaya girando hacia aspectos más radicales que, de cierta forma, podían cuestionar un cierto orden de cosas más moderados, va a tener un gran impacto en la revolución francesa. Lafayette se presentará incluso como una oposición a ese giro de la revolución y pues será depurado dentro de las filas de los revolucionarios. Pero también, lo hablamos el último día, al final la revolución norteamericana ofreció un modelo, ofreció un modelo de que era posible un estado republicano y no absolutista con gobierno basado en ese concepto de soberanía popular, en esas teorías contraactualistas que hasta ese momento son estados. Puestas en cierta forma, en teoría, por Rousseau y otros teóricos políticos, pero en este momento, en América, pues encontraron su plasmación real en esa democracia, en ese sistema democrático y parlamentario que plantearon los norteamericanos cuando hicieron su constitución federal. Por lo tanto, esa influencia de la revolución americana también va a estar, en cierta forma, presente en el caldo de cultivo de esta revolución francesa. También es interesante que en la constitución norteamericana, están recogidas ciertos derechos básicos del ciudadano y que podríamos entender como ciertos derechos individuales, ciertos derechos como, por ejemplo, el derecho a la propiedad, el derecho a la libertad, la libertad de expresión, toda una serie de conceptos que estaban precisamente en esas reclamaciones, una serie de derechos inalienables por ser, por nacer el ser humano como tal, que planteaban también los ilustrados en el ámbito de la filosofía. Y que, obviamente, pues que quedaran plasmados en una constitución también era algo que tenía, tuvo su efecto, tuvo su efecto precisamente en esa idea de plasmar en la constitución francesa lo que fue la declaración, no ya de los derechos del ciudadano, sino de los derechos del hombre y del ciudadano, plasmar todas esas ideas sobre la libertad individual y sobre los derechos del individuo por ser tal. Por lo tanto, estamos... En una situación que se plantea el individuo como sujeto, sujeto legal y sujeto igual a cualquier otro individuo, por lo tanto rompiendo esa división jerárquica y un poco arbitraria del antiguo régimen en estamentos. Pero bueno, no nos vamos a adelantar, vamos a volver, extrañemos un poco el esquema y seguimos un poco ahora hablando, nos embalamos más, de esos carácteres específicos, más específicos, que fueron un poco el detonante de esta... Revolución francesa. En primer lugar, en estos momentos en Francia hay una crisis económica, aunque desde finales del XVII y sobre todo principios del XVIII habíamos tenido una cierta recuperación ayudando por ese ciclo climático más favorable, por una recuperación demográfica y económica general. Lo cierto es que los años en que se produce la Revolución francesa coinciden con un periodo de malas cosechas. Un periodo de malas cosechas. Que, como suele ocurrir en todas las sociedades preindustriales del antiguo régimen, los periodos de malas cosechas, los periodos de escasez agrícola van a tirar un poco de todos los elementos de la sociedad, de la economía e incluso van a provocar una serie de tensiones sociales que tendrán su influencia en la política. Entonces ese periodo de malas cosechas tiene un efecto directo, no solo los agricultores, no solo los miembros del tercer estado, que necesitan obviamente... Bueno, los seres humanos en general necesitan alimento para subsistir. Si no, también va a tener un efecto sobre los privilegiados. Puede parecer un poco paradójico que un año de malas cosechas, un año de escasez agrícola tenga efectos sobre los privilegiados, que son los que a priori tienen, gracias a las rentas de sus posesiones, pues un cierto mayor nivel de vida, por lo menos el sector más alto dentro de la nobleza y dentro del clero. Pero precisamente por ser fundamentalmente propietarios agrícolas, tanto los nobles como también el clero, a través de... Las posesiones que tenían distintos monasterios, pues se van a hacer afectados en su economía, porque fundamentalmente sus ingresos proceden de esas rentas que derivan, que son pagadas por los que ocupan sus tierras, los pequeños agricultores que cultivan y ocupan sus tierras y que parten un cierto cambio de su producción a estos nobles. Por lo tanto, esa posibilidad de los nobles de tomar ese descendente agrícola y por lo tanto financiar su nivel de vida se va a ver un poco... Debilitado. Siguen siendo ricos, obviamente, pero su economía va a sufrir una pequeña merma. Y teniendo en cuenta que el modo de vida noble es un modo de vida a priori costoso y suntuoso, porque viven en la corte y viven acostumbrados a toda una serie de lujos suntuarios que requieren un gasto constante, eso va a afectar claramente también a la economía de los privilegiados. Afecta a la economía en general y a la economía de fundamentalmente las clases más bajas y más depauperadas. Afecta todavía más. Pero también, hay que entenderlo, afecta a los privilegiados, incluso a la nobleza. Eso provoca en general un alza de precios agrícolas, un alza de precios agrícolas que a posteriori deriva en un alza general de precios. Poco lo que decíamos, lo que decía antes, cuando en una sociedad preindustrial anterior a la revolución industrial se produce una crisis agrícola, la crisis agrícola poco a poco capilarmente se va extendiendo a todos los sectores de la economía. Si los campesinos no tienen para mantener sus textos y la gente de la ciudad tampoco, por tanto, no pueden comprar en la ciudad, pues obviamente eso también afecta al artesanato urbano que no tiene esa clientela, clientela que va del campo a la ciudad para conseguir determinados productos elaborados. Hay, por lo tanto, una caída de la demanda manufacturera, los artesanos se producen menos porque la gente tiene menos disponibilidad para comprar sus productos y, por lo tanto, también afecta a la industria. Y hay una caída de los salarios, obviamente cuando la economía va mal, obviamente los salarios también caen, hacen falta menos trabajadores, se producen menos y por lo tanto el precio de la mano de obra de un asalariado pues también cae. Con lo cual eso va haciendo un poco de efecto de bola en nieve en todos los sectores de la sociedad. Y también, obviamente, la caída de la producción artesanal afecta al comercio. Afecta al comercio. Afecta al comercio que obviamente se abastece de esos productos artesanales. Hay, obviamente, también un desempleo generalizado y todo eso provoca un clima social de inestabilidad y de descontento. Ese empobrecimiento, ese empobrecimiento sobre todo de las clases populares, pero también en general de esos sectores intermedios y altos del tercer estado, la alta burguesía pierde dinero en estos momentos, pero provoca revueltas populares, revueltas populares que, como veis aquí indicado por este nombre, revueltas del pan, que es el nombre popular que se le dan en la época a estas revueltas, son revueltas que están derivadas precisamente de esa situación de hambre, de carestía y de la imposibilidad de garantizarse ni el más mínimo sustento que es el pan y el cereal. Al mismo tiempo esto coincide con otro elemento. Habíamos visto que la recuperación económica, demográfica, a partir de mediados del XVII, provocaba un aumento exponencial de la población, con lo cual estos años de crisis, de crisis agrícola van a coincidir asimismo con un aumento demográfico. Y comentamos el anterior día que Francia había perdido gran parte de esos territorios que tenía en Norteamérica. Por lo tanto, cuando se pandea la posibilidad de emigrar fuera de las fronteras francesas a ultramar, resulta que... Prácticamente, los territorios que quedan para esos colonos franceses que no pueden ser mantenidos por esa situación de crisis en Francia es prácticamente el actual Quebec y poco más. Quebec, Luisiana y poco más. Con lo cual esta población depauperada tampoco va a poder acogerse a esa válvula de escapa que suponía muchas veces en el antiguo régimen la inmigración. Tanto la inmigración a la ciudad, donde se está muriendo la gente igualmente de hambre, como la inmigración sobre todo en este caso a ultramar, a las colonias americanas. Todo ese territorio que podía de cierta forma ser potencialmente colonizado, ese territorio que todavía estaba control indio, pues obviamente lo han perdido y lo han quedado en manos primero inglesas y después norteamericanas. Y obviamente eso afecta a toda la economía en general. Conlleva una devaluación de la moneda, con lo cual al devaluarse la moneda eso afecta también cuando una moneda pierde valor. Obviamente eso no hace que los precios inmediatamente bajen, sino que suban, porque los productos siguen teniendo ese valor, pero la moneda con la que tienes que comprar tiene menos valor. Por tanto automáticamente se produce inflación, alza de precios. Alza de precios que también juega muchas veces otros elementos, porque obviamente en una época de escasez los productos de primera necesidad se ven revalorizados. Cuando no hay grano el grano es más caro y en este sentido alguna de las medidas que se han adoptado, las medidas políticas y de reforma que habían realizado los soberanos franceses en esa política de despotismo ilustrado de todo para el pueblo, pues sin el pueblo, intentando modernizar algunos sectores económicos, favorecer el comercio, la industria, esa idea de garantizar el bienestar, pues van a tener un efecto peculiar en estos momentos que va a ser incluso contraproducente con ese bienestar. En concreto una de las medidas que se han adoptado. Las medidas que se han adoptado. Y que han usado los monarcas franceses en este momento fue la liberación, la liberalización del comercio de grano. El comercio de grano estaba, el precio estaba prefijado por el Estado, el Estado marcaba un precio máximo, un precio mínimo para el grano. Por lo tanto los comerciantes que mercadeaban en grano no tenían la posibilidad de ajustar, de ajustar un poco su comercio a esas fluctuaciones de oferta y demanda. En estos momentos se han adoptado las medidas políticas y de reforma. En ese momento se había liberalizado el grano precisamente para beneficiar a esos sectores de la burguesía que también estaban implicados en el comercio de granos. Pero claro, coincidiendo esto con una época de crisis tiene un efecto indeseable. Un precio fijo para un determinado producto el efecto que tiene es evitar, sobre todo si es un producto básico como el grano, como el grano que sirve para hacer el alimento más básico que es el pan, sirve para evitar precisamente y regular un poco posibilidades de que haya escasez y de que no haya un acceso posible por ese precio excesivo del grano a esos productos básicos. Por lo tanto, se liberaliza. Si liberalizamos el precio grano y cada uno de los mercaderes puede poner a su gusto los precios que considera oportunos según la oferta y la demanda, que en estos momentos la oferta es poca porque hay poco grano y la demanda es mucha porque hay mucha población que ha crecido demográficamente y que no tiene esos medios de subsistencia, el precio sube. Si a esto le unimos que obviamente esos mercaderes quieren sacar el mayor partido, enriquecerse y que por lo tanto existe la posibilidad que se va a materializar en estos momentos. Si a esto le unimos que valiéndose de ese libre precio del grano y en una situación de necesidad y de oferta muy amplia de ese producto, de ese producto básico, los propios comerciantes especulen, especulen con el precio del grano y suban artificialmente para obtener mayores beneficios ese precio del grano. Con lo cual, especulación, liberalización del precio del grano, malas cosechas y crecimiento demográfico. Crea una situación explosiva, precisamente que es la que vemos en esas revueltas del pan. Es un poco ese mundo, ese mundo que casi podemos ver reflejado también en Los Miserables de Víctor Hugo. El protagonista de Los Miserables es metido en la cárcel por robar un cacho de pan para alimentar a su hermana pequeña. Entonces vemos un poco la situación un poco dramática que tenían todavía en esa época muchos miembros de las clases más humildes de la sociedad. Todo esto va a dar lugar a una gran insatisfacción y obviamente a una conflitividad política muy fuerte. Eso por lo que toca a la crisis económica. Pero como dijimos, esta crisis en Francia tiene varios aspectos. Tiene un aspecto económico. A ver si me deja pasar la próxima diapositiva. Si no entendéis algo, yo entiendo que voy algo rápido, pero bueno, ya sabéis que las clases están a disposición en Cadena Campus. Se puede descargar incluso la... Bueno, la presentación con los esquemas que os presento aquí. Y de todas formas, si no entendéis algo o veis que me acelero demasiado y no entendéis algo, pues podéis ponerme aquí en el chat un comentario y lo que haya que explicar más detenidamente o volver a ello, pues volvemos. A ver, revueltas del pan. Si me deja esto... Bueno, crisis social. Obviamente la crisis económica, como digo, y sobre todo en esos aspectos del sector primario, de la agricultura, pues va tirando de todo. Hay que entender también que es lo que os comentaba antes. Es una sociedad preindustrial. Por lo tanto, el sector agrario es el que predomina. El sector primario es prácticamente la base de la economía. Hay industria y comercio. El comercio se está desarrollando. Hay algunas proto-industrias, como explicamos en anteriores tutorías. Pero sobre todo, la base de la economía sigue siendo fundamentalmente la producción agrícola. Y incluso dentro de las teorías económicas de la época, como la fisiocracia, está muy claro que la fuente de riqueza básica de una nación o prácticamente la única, según los fisiópatas, es precisamente la tierra. La tierra y los productos que da la tierra. Pero además esa tierra está concentrada en un grupo muy concreto de la población. Está concentrada en los privilegiados, tanto en esas familias nobles que tienen grandes extensiones de tierra repartidas por sus dominios feudales, como incluso por instituciones eclesiásticas. Como los monasterios, incluso posesiones de determinados obispados que forman también un grueso muy importante de esa propia gran propiedad agrícola que está en manos de los privilegiados, los privilegiados que además no contribuyen con esta riqueza derivada de la tierra a el sostenimiento del Estado, porque están exentos de impuestos. Uno de sus privilegios es el privilegio fiscal de no pagar impuestos. Y por otro lado también está junto a esta conflictividad social generada por la situación, están las propias cuestiones que ya vimos en anteriores tutorías. Esa desigualdad jurídica que empieza ahora a ser un poco vista con cierta hostilidad y o por lo menos criticada desde la burguesía, que está ascendiendo social y económicamente, pero no tiene acceso a un ascenso en escalafón político. La política y determinados cargos del Estado están controlados todavía por la nobleza, la nobleza e incluso en algunos casos por la nobleza exámena. Y también lo que comentamos, la diversidad entre cada estamento. No era igual desde luego la situación de un pequeño cura de provincias o de un pequeño abad de un monasterio que la de un obispo o cualquier otro miembro de la alta jerarquía eclesiástica. De hecho, como el clero tenía en cierta forma un carácter más permeable a las a la entrada de sujetos del Tercer Estado, que empezaban tal vez en el caso típico de determinado joven de una aldea que es captado por el cura, que es un buen estudiante, lo manda a un seminario diocesano y va ascendiendo a través de su valía y de su inteligencia y termina llegando, por ejemplo, a obispo o abad de determinado monasterio. Esos muchos clérigos que llegaban a través de sus estudios eclesiásticos a puestos de mediana o alta importancia en la jerarquía eclesiástica van a tener, como veremos en la Revolución francesa, un papel bastante importante. Algunos de los miembros, bastante abundantes por cierto, del estamento eclesiástico que van a apoyar las reformas y apoyar a la Revolución francesa van a ser precisamente sujetos que han procedido en origine de ese Tercer Estado que han ascendido en la jerarquía eclesiástica. Por lo tanto, esa diversidad también está, en cierta forma, ahí. Y por otro lado, lo que comentamos, pero claro, esa diversidad y al mismo tiempo ese principio de desigualdad empiezan a ser cuestionados. La burguesía ya está un poco, en cierta forma, harta de tener el poder económico y de tener incluso cierta estima social, aunque sean previstos con desprecio por los nobles, pero no tener capacidad de decidir sobre el Estado, cuando ellos realmente son los que, junto a los otros miembros del Tercer Estado, quienes sostienen básicamente la parada del Estado. Si a todo esto le unimos esa desigualdad fiscal, que hay que entender que presionaba de dos maneras al Tercer Estado. Por un lado, los impuestos estatales, los impuestos que cobraba el Estado, pero también el Tercer Estado y sobre todo los campesinos tenían que pagar impuestos feudales e impuestos señoriales que les correspondían independientemente de la renta. No es una cosa la renta que tiene que pagar un campesino por cultivar una tierra que es propiedad de un noble y otra cosa son los derechos señoriales. Por ejemplo, los nobles tenían en sus territorios feudales el derecho de nombrar jueces y cobraban, en cierta forma, parte de las tasas judiciales de las asistencias que esos jueces nombrados por el noble de turno emitían en esas jurisdicciones, en esas divisiones feudales, también jurídicas, que les correspondían por herencia. Y esa doble presión, por un lado, por los impuestos estatales y por esos impuestos señoriales, va a afectar y va un poco a hacer que se agrave un poco la situación, la presión demográfica, el proveedimiento, el desempleo y todos estos factores de desigualdad y de presión muy asimétrica que afectan al Tercer Estado, pero no a los privilegiados. Y al mismo tiempo, crisis económica, crisis social, pero también crisis institucional, crisis de las propias instituciones y la propia organización del Estado. ¿Qué quiere decir esto? Ahora lo vamos a explicar un poco. Hay una crisis del sistema administrativo, hay un sistema tributario también en crisis porque es ineficiente y sobre todo hay una crisis del poder monárquico que aunque era un poder absoluto en estos momentos, la nobleza va a reaccionar, va a haber lo que se llama la revuelta de los privilegiados y va a pedir no lo que van a pedir luego los burgueses, esa igualdad para todos y un Estado basado en la soberanía popular, sino va a reclamar la nobleza su papel rector en el Estado junto al rey. Va a pedir una especie de gobierno mixto, nobleza, soberano y de cierta forma va a reclamar esos poderes que le habían sido expropiados en cierta forma por el avance de las instituciones de la monarquía absoluta. Y al mismo tiempo hay, junto a ese sistema tributario ineficiente, un eutadmiendo cada vez más grande. Y es que la mayoría de los países que han sido expropiados son los países que han tenido ese cúmulo de guerras en Europa, esa guerra de los siete años, esa guerra luego anglo-inglesa en América vinculada a esta guerra de los siete años y luego posteriori hemos ayudado a los franceses, es nuestra buena voluntad, no tan buena voluntad, a esos rebeldes norteamericanos. Todo esto obviamente uno de los grandes gastos del presupuesto de todos los estados europeos durante el antiguo régimen es precisamente el ejército. Mantener esas guerras y esos gastos que conlleva todo el mantenimiento y desarrollo de las operaciones militares. Por lo tanto, esta deuda militar va también a aumentar en estos momentos, favoreciendo ya el leudamiento que sufría ya de por sí el estado que era a su vez agravado por esa ineficiencia fiscal. Y vamos a explicar un poco ahora más todo esto. Esa ineficiencia fiscal, como veremos ahora, está también relacionada con los problemas que tenía el sistema administrativo. Aunque los monarcas esotismes habían intentado tender hacia una mayor centralización, sobre todo una mayor centralización administrativa, no se había conseguido ni en la época más de mayor esplendor del poder escrutista un estado centralizado, una centralización del estado, porque seguían subsistiendo determinadas condiciones locales que, en cierta forma, servían de contrapeso al poder del monarca en cada uno de los territorios que formaba un rey. Esto es algo que hay que entender muy bien. En el antiguo régimen, tanto por ejemplo la monarquía hispánica como la monarquía francesa, como digamos ya el sacro imperio romano germánico, son realmente conglomerados en territorios cuya única unidad prácticamente es la figura del monarca que le sirve de aglutinante. Muchas veces hay territorios que tienen sistemas administrativos distintos, leyes distintas, solo que un historiador norteamericano denominó como estados compuestos, composite states. Realmente son un montón de estados que están aglutinados en torno a la monarquía, ante el poder del monarca que sí es gobernante de todos sus territorios y que sí es reconocida su autoridad en todos sus territorios. Pero bueno, eso... Hablaremos un poco ahora más en detalle. ¿Cómo es el sistema administrativo del antiguo régimen? Hay una administración real, hay una administración central que está en la corte, en Versalles, y que fundamentalmente está formada por los ministerios, ciertos departamentos de esa administración, los ministros son elegidos por el rey y parten con el rey sobre cada uno de los sectores especializados en los que se dedica cada uno de esos ministros. Son los ministerios, administración, industria, relaciones ultramarinas, todo ese tipo de cuestiones que específicamente son, de cierta forma, lo que ocupan a cada una de esas secciones especializadas que son los ministerios. Y luego están los consejos, los consejos que son una reunión del rey con sus ministros. Con sus ministros, pero también no solo existe un consejo general, podríamos decir, sino que se produce más bien también consejos especializados que se van en cierta forma agrupando con los ministerios y organizando por áreas. El rey se reúne con cada uno de sus ministros, en la época de Luis XIV, por ejemplo, Luis XIV era bastante presente en ese sentido, era un rey que de partida tenía perfectamente marcado las horas de reunión con todos sus ministros, con sus consejos, con sus ministros principales y organizaba un poco toda esa administración central que estaba situada en la corte. Pero obviamente, lejos de París, lejos de Versalles, lejos de la corte, había toda una administración territorial para organizar en cada uno de los territorios que formaban el reino de Francia ese... y sobre todo, organizar desde el estado monárquico, esotista, todos esos territorios. Y había una gran variedad de figuras administrativas. Había las llamadas veillías y senescalías que producían en la Edad Media, había gobernadores designados en determinados territorios por el monarca y había dos elementos que son importantes, las entendencias y las generalidades, sobre todo las intendencias, que eran subdivisiones administrativas en cada uno de esos territorios, eran una especie de comarcas administrativas gobernadas por un... administradas por un intendente. Un intendente también, un funcionario que se ocupaba en esos territorios de unas funciones que básicamente eran... que hacían de ellos pequeños representantes de la monarquía en ese territorio. La justicia, la policía, el orden público y las finanzas. Quien cobraba directamente los impuestos se bloqueó la imagen. ¿Estáis viendo la imagen? No. No sé si volver a empezar. ¿Veis la pantalla? Bueno, intendentes. Se ocupaban, como digo, en esas pequeñas divisiones administrativas, un poco. Los intendentes van a ser el precedente, el precedente de una administración regional en Francia. De hecho, en Francia mantendrá esa figura del intendente que, de cierta forma, le ha quedado un poco más de presencia administrativa a la monarquía. Entonces, se ha solucionado el problema. Seguís ya viendo todos la imagen. . Nuestros gobernadores, muchas veces, tampoco tenían demasiado papel administrativo. Fundamentalmente, los gobernadores ocupaban de controlar las tropas y, sobre todo, mantener el orden público en esas zonas. Pero, básicamente, casi todo el papel administrativo de base caía en esas pequeñas divisiones que correspondían a las intendencias y a esos intendentes que controlaban una serie de funcionarios a su cargo para administrar esas zonas. Pero esto no llegaba a ser ni mucho menos un sistema centralizado, ni mucho menos. Por lo que vamos a explicar ahora. Creo que va por salir aquí el mapa, si nos deja. Francia era, como digo, un gran conglomerado de territorios y territorios que tenían un estatus jurídico, unas instituciones, incluso unos códigos legales tremendamente diversos. Podíamos tener unas leyes en Auvergne y otras totalmente distintas en, por ejemplo, la Provenza. Independientemente de que estuvieran dos territorios cerca, podían tener dos sistemas fiscales jurídicos y tener uno parlamento y el otro no tener parlamento, por ejemplo, estando prácticamente al lado. Y si nos deja poner mapas lo voy a explicar de manera un poco más clara, porque esto es bastante complejo de explicar. Hay una división en Francia, que ahora es lo que voy a explicaros directamente sobre el mapa. Además, entre dos zonas. Hay lo que se llama países de elección y hay lo que se llama países de Estado. No es esta imagen. Países de Estado. ¿Qué son los países de elección? Pues los países de elección son aquellos territorios de la monarquía francesa que no tienen un parlamento propio. Los franceses llaman al parlamento según... Son unas zonas, en estos momentos, o bien estados o bien parlamento. Por ejemplo, la zona de París, la ilha de Francia, es el parlamento de París. Pero en otros lugares eran los estados, por ejemplo, de la Auvergne u otros países. Todos estos territorios que veis en blanco en este mapa son países de elección. Los países de elección, como digo, no tenían parlamento propio. ¿Qué sucedía en los países de elección? ¿Quién los administraba? ¿Quién los administraba? Pues básicamente... ¿Quién los administraba? Pues precisamente porque el rey elegía un gobernador electo para administrarlos. Y luego dentro había toda esa diversidad de entes y de subdivisiones administrativas. Toda esta variedad que tenéis aquí son esos países de elección. Estas zonas que veis en gris en el mapa son los llamados países de estados. Países de Estado. Países de Estado. Esos países tenían... Esos territorios... Tenían parlamento propio. Por lo tanto, esto tenía una importancia básica. Básica porque ese parlamento, de cierta forma, tenía unas funciones de gobierno y, por lo tanto, ahí el gobernador del rey prácticamente no tenía demasiado que hacer. ¿De qué se ocupaban los parlamentos? Tenemos que entender un poco qué es el parlamento. Pues independientemente de su función legal, que también la tenían, aprobaban leyes... De su función jurídica, porque eran en esos territorios el... Podríamos decir el Tribunal Supremo de Apelación. En esos territorios. Luego podía remitirse todo el caso, una denuncia judicial, a la justicia real y directamente ir a plantear ese caso a una instancia jurídica superior, que sería ya esa justicia real en París, directamente presentando la demanda a la Corte. Como quieren, un poco más aquí. El Tribunal Supremo... El Tribunal Supremo de Galicia. Luego, si el superávit de Galicia no te da la razón, pues vas al Tribunal Supremo y luego, si no vas al Tribunal Supremo, pues recubres a Estrasburgo, a La Haya y toda esa concatenación de tribunales, una jerarquía entre unos y otros. Pero en cada uno de estos territorios, el tribunal superior a nivel de ese territorio era el Parlamento. Entonces, función legislativa, aprobaba algunas leyes. Función jurídica como principal tribunal. El Tribunal Superior en esos territorios. Y, sobre todo, lo que era más importante en los parlamentos era la capacidad de aprobar impuestos. Que era básicamente lo que interesaba y para lo que se convocaban los parlamentos en la Edad Moderna. Para autorizar determinados impuestos que el rey quería imponer para financiar esas arcas del Estado que no siempre estaban... O mejor dicho, casi nunca estaban en... ...buenas condiciones. Por lo tanto, cuando el rey quería aprobar determinados impuestos o la subida de determinados impuestos, en los países de elección, pues obviamente daba el toque a sus gobernadores. Y sus gobernadores imponían nuevamente en esos países de elección, pues, esas nuevas... esos nuevos gravámenes. Pero en los países de Estado, el rey tenía que someter a la aprobación o denegación de esos impuestos a cada uno de los parlamentos de estos países. Y, además, existía una figura que era dentro de un país de elección, que era la isla de Francia, París, del Parlamento de París. París era una excepción. Tenía su propio parlamento, a pesar de ser país de elección y tener un gobernador electo. Y el Parlamento de París, ya que durante años, décadas, prácticamente siglos, no se habían convocado el Parlamento General de todo el Reino de Francia, que eran los llamados Estados Generales, actuaba muchas veces como una especie... como una especie de parlamento a nivel de todo el Reino de Francia, con lo cual, no sólo muchas veces tenía el rey que sufrir y la mayoría de las veces le eran negada esa subida o esos nuevos impuestos por cada uno de los parlamentos de estos países de Estado, sino también incluso la propia oposición en la propia capital de ese Parlamento de París, que normalmente se oponía a todas esas medidas que no les venían bien a sus miembros. Junto a esto, junto a esta diversidad territorial, administrativa, política, jurídica, porque obviamente hay que entender también el hecho de que, por ejemplo, Lorena tenía distintas leyes calzacia y Languedoc no tenía por qué tener las mismas leyes que Auvergne. Cada uno tenía su propio código legal, sus propias costumbres territoriales y, por lo tanto, no había, salvo algunas leyes aprobadas, y también refrendadas por cada uno de estos parlamentos provinciales, podíamos decir, no había una unidad jurídica, no había un código civil que fuera válido en todo el territorio del Reino de Francia. El código civil en sí, el primer código civil fue el código civil napoleónico. Y precisamente va en esa línea de centralización que va a imponer la Revolución Francesa. Por lo tanto, diversidad jurídica, diversidad política... Y, a pesar de eso, y gracias a la extensión de estos países de elección, pues la monarquía había conseguido afianzar su poder, aunque muy coartado por todas estas instancias locales y regionales. Y luego había otra cuestión, diversidad política, diversidad jurídica y diversidad fiscal. Y ahí entramos en uno de los problemas de la ineficiencia del sistema tributario. No se cobraban... Podían cobrarse, por ejemplo, los miembros... No se cobraban los impuestos en todo el Reino de Francia. La Gabela, por ejemplo, era uno de los impuestos que grababa determinados productos en todo el Reino. Pero no en todos los territorios del Reino de Francia la Gabela tenía el mismo coste. No había que pagar lo mismo por... No grababa igual la Gabela un producto en Avernia, por ejemplo, que en el Languedoc. Y había zonas del Reino de Francia que estaban exentas de este impuesto. Por lo tanto, esto dificultaba... También esa recaudación del Estado. Y esto que tenéis aquí, por ejemplo, esta especie de líneas rayadas, tenéis aquí, también nos dan un poco de idea de esa diversidad fiscal y esos problemas fiscales que tenían estos intentos de centralización del Estado. Esto que veis aquí, estas líneas rayadas, son aduanas internas. ¿Qué quiere decir esto? Que si tú vas, por ejemplo, desde Languedoc a, por ejemplo, Chalons... Tienes que atravesar esta frontera y pagar las consecuentes tasas de aduanas, estando incluso dentro del propio Reino de Francia, por los productos con los que pases esta aduana interna. Con lo cual, esto, obviamente, pues a nosotros puede parecer un poco extraño, incluso un poco absurdo. En el mismo país, en este mundo un poco sin fronteras, para la libre circulación de productos, que es un poco la comunidad europea, incluso que podemos... Eh... Nuestros productos circular libremente por toda Europa, nos puede parecer un poco extraño que incluso dentro de un propio, de un mismo Estado, existan aduanas que cortan esa circulación y ese comercio interno dentro del Estado. De hecho, era uno de los problemas que afectaba muy seriamente al desarrollo de un mercado interno en los entrados del antiguo régimen. El hecho de que había un montón de aduanas internas, en este caso son aduanas entre territorios. Pero... Ojo, también había aduanas señoriales, que los señores, el duque, el marqués de no sé dónde, tenía en determinado pueblo donde colocaba una barrera en un puente y cobraba por pasar por ese puente, por ejemplo. Toda esa serie de aduanas territoriales, pero también feudales, encarecían mucho el comercio dentro del propio Estado francés. Por lo tanto, esto complicaba mucho la situación. Y además llegaban extremos bastante peculiares. Por ejemplo... Alsacia y Lorena no tenían aduanas con los territorios del Sacro Imperio Romano Germánico, es decir, con esta zona que tenéis aquí. Por lo tanto, comerciaban libremente, sin grabar ninguno de los productos que por esta frontera pasaban, con tanto la zona alemana como la zona austriaca. Sin embargo, cuando un producto salía de Lorena o entraba en Lorena, era grabado por esas aduanas internas. Por lo tanto... Los orreneses y los alsacianos estaban en una situación de privilegio con respecto a sus vecinos, que no tenían esa serie de privilegios. Y luego está el tema que, por ejemplo, Alsacia y Lorena estaban exentas de Gabela. Por lo tanto, ese impuesto que grababa determinados productos básicos tampoco afectaba a los alsacianos o los orreneses. Con lo cual, esa diversidad generaba muchas asimetrías económicas, sociales, jurídicas y fiscales dentro del propio reino. Con lo cual, era muy complejo organizar bien fiscalmente la recaudación de un Estado cuyos gastos iban cada vez a mayores con todas estas cortapisas y esta diversidad tan un poco laberíntica que tenía el territorio francés. No sé si está quedando bastante claro. Y luego, hablando de la ineficiencia fiscal, hay que añadirle otro elemento. Que, aunque nos pudo parecer un poco extraño... En esta época, no siempre cobraban directamente sus impuestos. No siempre eran funcionarios del Estado los que cobraban los impuestos en cada uno de esos territorios. Porque el Estado no tenía, muchas veces, suficientes funcionarios para asumir precisamente la recaudación en esos distintos territorios del reino. Con lo cual, utilizaban intermediarios. Intermediarios privados, es decir... Económicos. Financieros y banqueros. Financieros y mercaderes que se ocupaban, arrendaban el cobro de impuestos del Senado. Y eran ellos, con el apoyo del Ejército, los que cobraban en cada uno de esos territorios que no tenían administración fiscal que pudiera reportar esos impuestos a París. Eran ellos los que cobraban esas tasas del Estado. Eran contratistas del Estado. Adelantaban una cantidad por la recepción de esos impuestos. En un determinado territorio de Francia, por ejemplo, en Auvergne o, por ejemplo, en la Provenza. Se hacían con la concesión del cobro de los impuestos en ese territorio, por ejemplo, la Provenza. Y cobraban todos los impuestos de la Provenza a los provenzales. Y luego los mandaban, teóricamente quedándose con un tanto por ciento, a París, a la Corte, para Administración Central. Claro, esto tenía un pequeño problema. Obviamente, siempre hay que confiar en... La honradez del concesionario. Y el concesionario, no tener muchas veces demasiado control por parte de la Administración de ese cobro de impuestos, lo que solía hacer era trampear. Trampear y quedarse, subir artificialmente la recaudación, quedarse con más de lo que le correspondía y defraudar al Estado. Con lo cual, eso también hacía que los intereses del Estado disminuyeran. Disminuyeran al estar a recaudación. En manos de concesionarios privados, de arrendatarios. Esto, obviamente, como dije hace un momento, derivado de esa, muchas veces, incapacidad estructural del sistema administrativo funcionarial del Estado francés, para hacerse cargo de estas tareas fiscales. Y bueno, acabamos un poco antes. Ese sistema no uniforme, muy incoherente y que dificulta, sobre todo, actividades comerciales. Y económicas dentro del propio país. Entonces, por lo tanto, tenemos un sistema que no ofrece una recaudación suficiente para los gastos del Estado. ¿Y cuáles son los gastos del Estado? Pues, aparte de la propia Administración, aparte del propio Gobierno, en un sentido administrativo del Reino de Francia, con todos sus funcionarios, con su Administración frontal, también hay otra serie de gastos derivados. El gasto más importante, el ejército. El ejército y las guerras. Francia, desde Luis XIV, es un Estado que tiene una política muy belicosa y muy intervencionista en toda la política internacional europea. Y por otro lado también, y no hay que desdeñarlo, aunque sea, en cierta forma, un gasto menor, el gasto suntuario de la Corte. Todos esos gastos suntuarios que están vinculados a ese mundo de Versalles, a ese mundo que inmediatamente asociamos, al lujo, pues también suponen un gasto que sale de las arcas del Estado. Todas las fiestas que organiza Luis XVI y todos esos dispendios, muchas veces arquitectónicos, que lleva implícitas monarquías absolutistas, pues salen también de los presupuestos. Con lo cual, hay un endeudamiento cada vez mayor y hay una incapacidad para financiar ese endeudamiento. Con lo cual, llegamos a una situación bastante complicada. El Estado está en una situación de crisis. Precisamente por esas cuestiones de endeudamiento interno y de su incapacidad para centralizar y establecer un poco una administración un poco más definida en ese conglomerado que es el Reino de Francia. Pero también hay una crisis económica, llamando a las puertas, y una crisis social. Y hay un segundo elemento de esta crisis institucional que viene también a poner en silla dificultades a la monarquía. Bueno, aquí vemos un poco también. Otros existen formas de endeudamiento. La guerra americana también fue un gasto a mayores. Uno de los intentos del Estado de sanear de la monarquía, de sanear las cuentas del Estado, va a ser... Va a haber distintos medios. Uno del que ya hablamos un poco también en la primera teoría era vender lo invencible. Vender cargos, vender títulos nobiliarios. Pero bueno, eso tenía también unos ciertos límites. Y era un ingreso muy importante la venda de cargos de la administración o de títulos nobiliarios a miembros enriquecidos de la burguesía, pero tenía sus ciertos límites y ya empezaba a coger un poco también... Estaba un poco exhausto como recurso económico de la monarquía. Además, eso también tenía sus problemas. Si vendes cargos de la administración e incluso, en el caso francés, llegaban a... A suceder la hereditabilidad de esos cargos a través de un impuesto, la llamada... No recuerdo ahora el nombre del impuesto. Bueno, tú comprabas un cargo y podías trasplantar hereditariamente ese cargo a tus descendientes. A cambio de que tus descendientes pagaran un tanto por ciento de los beneficios de las rentas que supusiera ese cargo. Si eras juez, por ejemplo, y dejabas tu puesto como juez a tu hijo, tu hijo... Las... Los beneficios que salieran de esas multas que impusiera como juez, parte iba para el Estado, pero también parte iba para sus propias arcas. Y tenía que pagar, de esos desacanaces que tenía como juez estatal, pues tenía que pagar un impuesto en... Un impuesto como detentador de ese cargo por herencia. No sé si lo he dejado demasiado. Bueno, se me va un poco la palabra. Bueno, dejamos esto un poco al lado. Bueno, pues esas vías de financiación no funcionaban. Y entonces en estos momentos, antes de una situación de crisis económica y de falta de liquidez en el Estado, pues va a haber una propuesta de cierta forma innovadora. Y eso. ¿Y por qué no cobramos a quienes no hemos cobrado hasta ahora y que a fin de cuentas son los que tienen mayores recursos, o los que tienen mayores riquezas en el país? Es decir, los privilegiados. La Iglesia y los nobles, que tenían la mayor parte de las tierras y por lo tanto eran los más ricos del Estado francés, pero que no pagaban impuestos. Entonces la idea del rey fue hacer pagar a los privilegiados impuestos. De forma progresiva empezó a plantear la medida, pero obviamente en ese momento todos los nobles, tanto los nobles de sangre como esa novereza, que había cedido a través de concesión a los títulos nobeliarios, nobeliarios se oponen radicalmente. Y la oposición a esta propuesta del monarca y de sus ministros de cobrar impuestos a los privilegiados se va a expresar a través precisamente de lo que vimos antes. Esos parlamentos de esos países de tal, que se oponen a esa medida, votan en contra, y el propio Parlamento de París, que era ese parlamento que aunque no era nada más, que el Parlamento de la zona de París, actuaba en cierta forma, de forma genérica, como un parlamento de todo el reino, aunque fueran sus representantes únicamente representantes de París, también se opone a esta medida de cobro a los privilegiados. Por lo tanto, esa medida queda un poco bloqueada por esta oposición de la nobleza. E incluso la nobleza entra en una fase un poco más guerrera y empieza a reclamar un mayor papel en el Estado y un mayor papel. En el gobierno, como había sido, por ejemplo, antaño, su función de, en cierta forma, cogobernante con el rey. Empieza a haber un intento de recuperación del papel político de la nobleza, que sobre todo van a capitalizar y van a servir principalmente de apoyo a esto los parlamentos locales, los parlamentos locales y el propio Parlamento de París. Es lo que se llama la llamada revuelta de los privilegiados. La revuelta de los privilegiados, que es ese movimiento por parte fundamentalmente de los nobles de intento de debilitar el poder absoluto del monarca en favor, no del conjunto de la sociedad, desde luego en favor del pueblo llano, sino en favor de esas clases privilegiadas que, de cierta forma, recuperaría un poco del poder que la génesis del Estado absoluto les había escamoteado. Esa revuelta de los privilegiados se da... Se da entre los años 1787 y 1878 y, como digo, se va a concretar en esa oposición, sobre todo en los parlamentos. Para evitar esto y para cerrar un poco esta oposición nobiliaria, el rey va a intentar realizar una política de una mayor centralización. Y va a intentar crear nuevos tribunales, tribunales con jueces reales, que solo dependan directamente de la monarquía absolutista, un poco también para lo que viene... ...para minimizar ese poder de esas jurisdicciones feudales, de esa justicia feudal por parte de los nobles. Crea esos tribunales reales como instancia superior a esa justicia feudal para anular un poco el poder en ese sentido, en lo jurídico, de los nobles de cada uno de esos territorios. Al mismo tiempo, junto a esta revuelta de los privilegiados, se produce, por este clima de escasez, de falta de alimentos, esas motines en las provincias, en 1788. Son lo que vimos un poco antes, esas llamadas revueltas del PAN, ese resultado de esa crisis económica. Y, aquejado por esta crisis general del Estado francés, esa crisis económica, esa conflictividad social, esa oposición de los privilegiados a la monarquía absoluta y a esas medidas para salvar un poco las arcas del Estado, el rey decide convocar, en 1788, a los llamados estados generales. Los estados generales es, como ya os dije antes, un parlamento, un macro-parlamento a escala de todo el Reino de Francia, en el que vienen representantes de cada una de las regiones y de los territorios que forman el Reino de Francia. Por lo tanto, las medidas que se toman y las leyes que se aprueban y los impuestos que son validados por los estados generales, tienen validez dentro de todo el Reino de Francia. La intención del monarca, el 116, al convocar en 1788 esos estados generales, es precisamente que los estados generales aprueben esas medidas de cobro de impuestos a los privilegiados y, por lo tanto, evitando recurrir y tener que presentarlos a cada uno de los parlamentos de esos territorios, evitar poder imponer, a nivel de toda Francia, esas medidas, saltándose todas esas cortapisas locales y regionales. Pero los estados generales nos habían convocado desde época de Luis XIV, es decir, desde prácticamente mediados del siglo XVII. Llevaba Francia prácticamente un siglo sin convocar a los estados generales. Con lo cual, la novedad de una convocatoria de los estados generales en este clima de agitación política, conflictividad social, económica y de todo tipo, va a ser vista, de cierta forma, como una gran oportunidad, una gran oportunidad de cambiar el curso de la sociedad, de la política y de la forma de organizar el Reino de Francia en esos momentos. Y los sectores vinculados a la ilustración, a la burguesía, van a ver una posibilidad en esos estados generales, de cambiar el sistema. Tal vez no de cambiar el sistema radicalmente todos, pero sí hacer unas reformas un poco más profundas que den una nueva forma a ese estado francés. Y los estados generales se convocan en 1789, pero el propio mecanismo, el propio procedimiento de los estados generales imponía toda una serie de cuestiones previas. Imponía, por ejemplo, la creación de los llamados cuadernos de quejas. ¿Qué eran los cuadernos de quejas? Pues en cada uno de los territorios con el que eran convocados los estados generales se escogían unos representantes. Y esos representantes tenían que presentar las reclamaciones de cada uno de esos territorios a ese parlamento general del estado que eran los estados generales. Para conocer las reclamaciones que habían en esos territorios, por ejemplo en la Ubernia, por ejemplo en Orleans, lo que pedían el pueblo llano y los ciudadanos esas circunscripciones, se distribuían los llamados cuadernos de quejas en los que se presentaban una serie de peticiones por escrito de una serie de cuestiones. Cuestiones que podían ser desde cuestiones locales de arreglar determinada carretera, no sé qué, hasta cuestiones que en estos cuadernos de quejas y tal vez por ese clima de agitación, en todos los sentidos, empezaron a plantear otras reclamaciones que iban más bien en el sentido de un cambio político y un cambio social de la sociedad. Abolición de determinadas cuestiones, determinados impuestos, determinadas diferencias jurídicas y sociales que estaban implícitas en esa sociedad estamental y todo eso, esa gran profusión de cuadernos de quejas que tuvieron un éxito mayor del que habían tenido cuando se celebraban más regularmente los estados generales, precisamente por ese cierto optimismo ante esta convocatoria inesperada de los estados generales, pues fueron presentados y remitidos por los representantes a ese parlamento. A pesar de este optimismo, cuando se llega a la convocatoria real y se reúnen allí los representantes de cada uno de sus territorios, la realidad es un poco distinta, de cierta forma lo que se esperaba o lo que por lo menos ciertos sectores, sobre todo del tercer estado, esperaban encontrar allí. ¿Cómo eran los estados generales? ¿Cuál era la organización de los estados generales? Los estados generales se organizaban como un parlamento en tres niveles, obviamente. Era un parlamento estamental en el que había, por un lado, reunido el estamento eclesiástico, el estamento nobiliar y el estamento del tercer estado. Y cada uno de esos estamentos emitía su voto, y con su voto quiero decir un único voto por estamento. Es decir, no existía el principio de un hombre un voto, un representante un voto, sino que cada uno de sus estados en bloque emitían un voto según la mayoría de lo que opinaran los representantes de cada uno de los estamentos allí reunidos. Por lo tanto esto tenía un pequeño problema. Si tenemos dos estamentos privilegiados en ese parlamento, la nobleza y el clero y un solo estamento que representa al tercer estado y cada uno de los estamentos emite un voto obviamente los privilegiados siempre van a tener mayoría numérica 2 a 1 de votos para anular determinadas medidas que alteraran un poco la situación. Una de las reclamaciones que se habían presentado y vinculadas también a estos cuadernos de queja era que se duplicara el tercer estado y de hecho cuando se llegó a Versalles para presentarse el estado se había concedido ya previamente la duplicación de miembros del tercer estado. Por lo tanto, había muchos más miembros del tercer estado, eran el doble de cada uno de esos otros dos estados, eran el doble de la nobleza y eran el doble del clero los miembros del tercer estado porque el tercer estado era obviamente demográfico y geográficamente más amplio. Fundamentalmente casi todo el reino de Francia. Pero eso no tenía, obviamente como se mantenía el sistema antiguo de voto único por estamento no tenía ninguna repercusión o sea, fue algo que se concedió simplemente porque no tenía ningún efecto práctico. Con lo cual, uno de los primeros elementos de tensión que va a surgir en estas reuniones de los estados generales es la reclamación por parte del tercer estado de que se cambie el sistema de voto y que pase de ser un sistema de voto por estamentos a un sistema de voto unipersonal en que cada uno de los representantes enviados desde cada uno de sus territorios tenga independientemente un voto. Y a ello además curiosamente se une que representantes del clero, tal vez por esa mayor permeabilidad del clero a la entrada de representantes del tercer estado de personas originales del tercer estado empezaron a plantear su conformidad con esta propuesta del tercer estado. Entonces se da una situación de tensión, la monarquía obviamente el rey que preside las sesiones se niega a eso existe una situación de tensión y todo ello termina cuando o mejor dicho ahí terminan los estados generales y comienza otra cosa termina cuando el rey ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo y ese bloqueo y esa tensión que está dando decide cerrar la estancia donde se reúnen esos representantes de los tres estados. Y entonces sucede uno de esos momentos míticos de la historia casi icónicos en que los representantes del tercer estado y algunos bastantes del primer estado del sector eclesiástico llegan ante las puertas de la estancia donde tienen que reunirse y está cerrado e inmediatamente deciden reunirse por su cuenta reunirse por su cuenta en una estancia que se utilizaba era llamada estancia del juego de pelota era una habitación que se utilizaba, amplia por lo tanto podía coger toda esa cantidad de gente y que se utilizaba para jugar al llamado juego de pelota que era básicamente una versión podemos decir un antepasado del badminton ese juego que se juega contra una pared con unas raquetas, todo eso se reúnen en esta estancia del juego de pelota fundamentalmente los miembros del tercer estado algunos también como podéis ver aquí en este eclesiástico del primer estado y muy más minoritariamente algún noble que simpatizaba con las ideas ilustradas y deciden en esos momentos constituirse en lo que ellos llaman asamblea nacional una asamblea que en ese sentido sería la representante de la voluntad de la voluntad del pueblo esa idea de soberanía popular entonces en cierta forma esta asamblea se constituiría como una asamblea que representaría a toda la nación a todo el reino de Francia una asamblea en la que no se diferenciaría ya entre los distintos estamentos se diferenciaría entre eclesiásticos entre burgueses y entre nobles votarían como decían los representantes del tercer estado un hombre, un voto obviamente esto supone un pequeño problema porque en estos momentos ante el rey que decide cerrar y disolver los estados generales los miembros de gran parte de los estados generales se deciden constituir en asamblea en representación de todo el pueblo de Francia con lo cual están oponiendo directamente a la autoridad y al poder del monarca absoluto con lo cual están, podríamos decir en términos actuales conculcando el orden y la legalidad vigente entonces se da una situación de tensión los miembros de la asamblea se van reuniendo cada vez hay más tensión hay un cierto miedo a que el rey convoque dé órdenes al ejército a los soldados del ejército de disolver esta asamblea y detener a los miembros de la asamblea una asamblea que además va creciendo a medida que se desarrollan las reuniones otros miembros del clero van entrando e incluso algunos miembros de la noruega se unen también a esta asamblea nacional y esa situación de tensión entre el monarca y la asamblea nacional el pueblo no se queda en cierta forma impávido sobre todo porque hay una agitación política de base el siglo XVIII es un siglo en el que ya existe una cierta prensa ya existen sus primeras gafetas impresas y por lo tanto ya empieza a aparecer lo que luego, en el siglo XIX entenderemos ya como opinión pública y por ejemplo existen circulando por la ciudad de París proyectos, gafetillas en el que se lanzan discursos proclamas políticas para en cierta forma dirigidas al pueblo en este caso os pongo aquí un texto, este aviso al pueblo o los ministros desvelados de Marat Marat era impresor y periodista sacaba una especie de voltín llamado el amigo del pueblo llegó a convertirse en el apodo de Marat y está este pasquin que fue distribuido por toda la ciudad de París el aviso al pueblo o los ministros desvelados precisamente refleja esa tensión creciente ciudadanos observar constantemente la conducta de los ministros es decir, los ministros elegidos por el rey y tener cuidado con ellos porque pretenden acabar con la asamblea nacional acabar con esos representantes del pueblo y tenerlos utilizando el ejército el resultado todo es que se genera un clima de tensión que espontáneamente en uno de esos momentos en que la gente entre los historiadores nunca nos queda demasiado claro cómo empezó, quién tiró la primera piedra quién encendió la primera cerilla y cómo empezó todo nunca está demasiado claro pero se producen esos momentos de estallido, estallido social que se convertirá en prácticamente mítico la toma y quema de la Bastilla ¿qué era la Bastilla? pues la Bastilla básicamente era una edificación de época medieval con reformas posteriores y que actualmente servía, estaba en medio de París creo que la plaza de la Bastilla ahora actualmente es la plaza de la Revolución obviamente estaba en medio de la ciudad de París no es que fuera efectivamente ningún medio del monarca le controlara a los parisinos, o sea, simplemente era un edificio obsoleto y que se utilizaba ahora como prisión, como prisión donde el monarca mandaba encerrar a distintos a distintas personas que consideraba que habían delinquido más bien sus jueces que el propio monarca pero no era desde luego un centro de detención de presos políticos ni mucho menos, ni cualquier otro elemento militarmente de coacción del pueblo francés pero de cierta forma era visto, al estar en medio de París, hacer una fortificación y hacer esa torre con esas almenas pues era visto de cierta forma como un símbolo de ese poder absoluto de los monarcas. Y se produce esa revuelta el pueblo ataca la Bastilla curiosamente los soldados no reaccionan, incluso terminan uniendo al pueblo amotinado y la Bastilla arde. La Bastilla en esos momentos ni siquiera tenía demasiados prisioneros o sea, ni siquiera era numéricamente significativa como prisión pero bueno, se convirtió en un gesto simbólico y que sobre todo da un alabonazo alabonazo a la monarquía y a los sectores próximos al monarca que empiezan a ver un poco las orejas al lobo y todavía se reverán más las orejas al lobo cuando el pueblo de París marche marcha junto a algunos soldados y se presenten en el propio Versalles dando lugar a una situación de bastante tensión en la que el rey se termina poniendo la escarapela tricolor que le traen esos representantes del pueblo de París y entramos en un periodo en que el rey por esa inestabilidad política por esa toma de la Bastilla por esa marcha de los parisinos hasta Versalles se ve obligado a aceptar esa asamblea nacional que en principio no estaba muy por la labor de aceptar entramos en la llamada monarquía constitucional que irá desde 1789 a 1791 bueno, como ya nos hemos pasado un poco el tiempo, esto lo vamos a dejar para el próximo día y el próximo día veremos un poco de forma sintética vamos a acabar este tema y empezar ya con la revolución industrial todo lo que se va a desarrollar en esta revolución francesa que en esos años llevaron prácticamente esa década entre 1789 y 1799 entonces lo dejamos aquí con un rey que acepta a regañadientes, porque no queda más remedio esa asamblea nacional que se constituye en parlamento de todo el estado francés y esa monarquía que intenta un poco plantearse la manera de la monarquía constitucional inglesa un poco siguiendo el modelo inglés, un modelo de un estado monárquico pero que tiene un parlamento y unas ciertas instituciones de co-gobierno entre el parlamento y el monarca. Lo dejamos aquí y luego veremos un poco toda la evolución que va a tener esta situación con sus idas y venidas, con sus más y sus menos. Bueno, buena semana y el próximo día continuamos con esto. Cualquier duda que tengáis me la preguntáis a través del foro la podéis preguntar incluso si os surge alguna en medio de clase y el próximo día continuamos.