Bien, buenas tardes. Bueno, pues vamos a abordar en la sesión de hoy, penúltima del curso, porque tendremos la última el día 17 de diciembre, que será, perdón, 16, que será sobre el arte paleolítico y pospaleolítico. Bueno, pues a uno de esos periodos que se ha rehabilitado también, como decíamos hace algunas semanas, a propósito de los neandertales en los últimos años. Ese periodo del epipaleolítico y del mesolítico que en los últimos años ha cobrado fuerza como periodo, Transicional, decíamos que había sucedido también lo mismo con algunos periodos transicionales del Paleolítico Superior y también como un periodo en el que se producen una serie de transformaciones que tradicionalmente se habían visto como de escaso desarrollo respecto del Neolítico, pero que sin embargo en los últimos años han empezado a demostrar que es en este contexto más o menos del Holoceno, de eso que llamaremos posteriormente el óptimo climático, pues bueno, que empiezan a desarrollarse algunas estrategias de relación con el espacio de territorialidad, de captación de recursos, de pautas de economía y de subsistencia y también tecnológicas bastante singulares. Eso, bueno, pues nace en principio esa rehabilitación. de los enfoques, el manual os lo explica, de la ecología cultural y de la nueva arqueología que han contribuido a una mejor percepción de qué es un cazador-recolector y a evidenciar cómo en este momento se desarrolla esa economía de amplio espectro que modifica completamente la relación que el hombre había tenido con los recursos durante los periodos más recientes del paleolítico, que algunos de hecho en relación con el hábitat habéis puesto de manifiesto en la PEC porque muchos habéis elegido esa cuestión sobre las formas de vida paleolíticas que tenía un cierto carácter transversal. De hecho se habla del bipaleolítico y el mesolítico como el periodo caracterizado por la presencia de los llamados cazadores-recolectores tardiglaciares, posglaciares o incluso a veces periglaciares y algunos conjuntos tecnocomplejos, grupos culturales peninsulares, los concheros portugueses, el epipaleoítico geométrico del Valle del Ebro, el asturiense, se han convertido en buenos ejemplos también de la panoplia tecnológica y de las actividades económicas propias de este periodo. Realmente en esa rehabilitación del epipaleoítico y del mesolítico, encontré ese cuadro en internet que es bastante gráfico respecto de algunos elementos que la investigación, aunque esté en inglés, ha puesto de manifiesto en los últimos años. El primer cambio ha sido conceptual. Tradicionalmente solíamos denominar Mesolítico, aquellas sociedades que abandonaban completamente el sistema de la caza-recolección y que empezaban a desarrollar una serie de pautas de subsistencia más propias de las sociedades de productores. Y reservábamos el epifaleolítico para aquellas sociedades que, en cronología tardiglaciar o locénica, como decíamos antes, seguían, sin embargo, utilizando estrategias de subsistencia típicas de las sociedades de cazadores-recolectores. Hoy esa frontera no está tan clara, aunque en la península ibérica la utilizaremos todavía para usarla. El epifaleolítico para definir aquellos grupos culturales que mantienen todavía algunas tradiciones de formas de vida del paleolítico superior y, en cambio, utilizaremos el término mesolítico para, ya en una cronología propia, Del holoceno, más o menos hace 11.000, 11.800 años antes del presente, evidenciar una mayor complejidad desde el punto de vista social, complejidad que en muchas ocasiones o en gran medida irá relacionada con un elemento que la ecología cultural de hecho puso de manifiesto, la sustitución de esos grandes animales, los llamados recursos K, los grandes mamíferos, tanto herbívoros como carnívoros, muy frecuentes durante el paleolítico por los recursos llamados R, los pequeños animales y los vegetales, que constituyen ese nuevo enfoque económico de una economía de aprovechamiento. General de los recursos. En paralelo, aunque también aquí hay una discusión desde un punto de vista causal, si esto es una consecuencia de esa temperación del clima o es anterior a la temperación del clima y supone una capacidad de adaptación del hombre, como decía, es típica de las sociedades ya templadas en las que nos movemos. En principio, esa nueva arqueología y esa ecología cultural ha señalado como cinco grandes claves, pero bueno, el cuadro que tenéis en pantalla señala diez porque incluye algunos ejemplos, pero la mayor parte de las claves de la nueva arqueología que voy a enumerar están también de una u otra manera reflejadas en ese cuadro. Parece que el epipaleolítico y el mesolítico van unidos a una organización. La organización social de grupos más estables. en bandas o en macrobandas, que en segundo lugar presentan una territorialidad y una vinculación al espacio más continuada en el tiempo. Habíamos visto en el magaleniense superior episodios de bastante permanencia del hombre en los asentamientos, incluso el diseño de estrategias por parte del hombre para aprovechar los recursos de una manera continuada, pero bueno, siempre había un periodo, una ocupación que podríamos decir en cierta medida estacional. Bueno, pues ahora deja de haber esa estacionalidad y el hombre está vinculado al espacio de manera absolutamente permanente. Precisamente ese es el tercer elemento que la nueva arqueología señala como característico de estas sociedades epipaleolíticas Y mesolíticas, la permanencia en campamentos base, la escasa movilidad a larga distancia pero el notable impacto sobre el territorio con una cuarta característica economía de amplio espectro con gran tendencia al almacenamiento de recursos e incluso a la especialización en algún recurso de referencia. Aunque quinta característica es muy notable en las sociedades epipaleolíticas y mesolíticas la tendencia a la versatilidad, al aprovechamiento de todo tipo de recursos como dice ahí el cuadro, aprovechamiento de la madera y de las pieles de los animales, aprovechamiento también de la madera, consumo. Si pensáis por ejemplo en los yacimientos que estudiáis en la asignatura de prehistoria. Uno pues de Penskivir por ejemplo del marisco o de los peces, hay toda una transformación. económica que bueno pues ha puesto de manifiesto que en este periodo la población no vive de una manera primitiva sino que hay unas estrategias de relación con el espacio y de descubrimiento de los recursos aportados por el espacio con el que el hombre entra en contacto que en realidad es la única que puede de verdad explicar el éxito de la agricultura como proceso productivo propio de las sociedades neolíticas que bueno pues ya entran dentro de la asignatura de prehistoria reciente pero que en algunos casos quizá no de manera clara en la península ibérica pero sí en otros ámbitos geográficos pensemos por ejemplo del norte de áfrica o incluso en egipto pues bueno hunden sus raíces en estas culturas bueno pues mesolíticas pues versenses natufienses o afilienses otras no que bueno pues se desembocan como decía antes en la producción de alimentos que nacen obviamente de una observación del medio ambiente que es muy característica. Teniendo en cuenta esos cambios se puede decir que hay como tres grandes rasgos que definen el epipaleolítico y el mesolítico y que bueno pues podemos poner de manifiesto también en los yacimientos y complejos peninsulares. La territorialidad, los cambios sociales y las transformaciones en la subsistencia. Algunas ya se han dicho parafraseando esos cinco rasgos de la nueva arqueología y de la ecología cultural, en otras nos vamos a detener ahora con mayor detalle. Punto número uno, la territorialidad. Parece que la península ibérica el mapa de asentamientos del mesolítico peninsular, si pensamos por ejemplo en el asturiense, en los concheros portugueses, por ejemplo, en el mesolítico de muescas y de enticulados de la zona mediterránea, pone de manifiesto una ocupación bastante intensiva del espacio costero y de las franjas litorales. No sólo por las benignidades climáticas, que quizá ahora tienen menos importancia por esa temperación general del clima, sino probablemente por ese dibujo que no responde a ningún yacimiento peninsular, lo ilustra muy bien. También por las posibilidades que los medios acuáticos o lacustres o costeros en este ámbito ofrecen desde el punto de vista económico. Pesca recogida de conchas, aprovechamiento hacia el interior de esa gran masa forestal. En segundo lugar, esa territorialidad en la península ibérica se constata también en una densidad de población que, en cierta medida, puede ser herencia de la que habíamos visto en el Paleolítico, en la que hay mayor concentración en la zona atlántica y menor concentración en la zona mediterránea. Además, ambas zonas, pero en general esas zonas costeras, se puede afirmar que la razón de ese poblamiento de carácter litoral está en que la costa ofrecía, como he dicho hace un momento, más ventajas y más recursos. Las fuentes de alimentación eran mayores, la disponibilidad de recursos no estacional, sino continuos durante todo el año, también era mayor. Y eso es lo que lleva, por ejemplo, a que florezcan determinados grupos culturales como esos... concheros portugueses, Emanuel os llega a hablar incluso de un paraíso holocénico en Portugal con esa gran concentración atlántica o al fenómeno de los asturienses vinculado también probablemente por la tecnología que desarrollan al aprovechamiento de la madera. Esa concentración del poblamiento en contextos costeros tiene probablemente que ver también con el abandono de las pautas anteriores tradicionales de nomadismo y su sustitución por una sedentarización temporal, quizá no rigurosa, pero sí de largos periodos de tiempo. Algo que tampoco, como hablábamos a propósito del mapa de Abaunz, es novedoso. Parece que ese mapa del majaliense pudo servir para reocupar y reubicar los recursos en esos periodos. En esos periodos de sedentarización. más dilatada en el tiempo. El hecho de que los espacios costeros ofrezcan más recursos y favorezcan la sedentarización también privilegiará la relación de un grupo con un territorio y la estrategia y planificación del aprovechamiento de los recursos de ese territorio. Para este fenómeno, que ahora solo vamos a enunciar, tenemos una fuente primordial que es el arte pospaleolítico. La representación de escenas en el arte pospaleolítico que exceden de las de caza. En la cueva del pajarejo en Murcia, por ejemplo, hay una señora con una laya cultivando o removiendo la tierra. O en la cueva de la araña, que hay una señora probablemente en una escena... De apicultura, bueno, pues todo esto pone de manifiesto que efectivamente el hombre ya no vive exclusivamente de la caza, aunque está, porque también hay escenas de caza en el arte pospaleolítico, que en parte tiene una cronología epipaleolítica o en parte también ya neolítica. Bueno, pues sigue habiendo, como decía, escenas de caza, pero es evidente que se transforma la dedicación económica. Lógicamente, la vinculación de un grupo a un territorio, a sus recursos y a su explotación y la territorialidad en sentido de pertenencia, que luego va a desarrollarse notablemente en el neolítico y que incluso se va a demarcar territorialmente a partir del fenómeno cultural. del megalitismo va a tener una consecuencia que sí que es novedosa y que precisamente el arte pospaleolítico contribuye a documentar, que es la de la conflictividad. Probablemente esas escenas que hay de enfrentamiento entre grupos humanos en algunos abrigos del epipaleolítico y del mesolítico y también de cronología neolítica demuestra, si no, el conflicto entre grupos que ven en la Tierra una posibilidad de pautas ya agrícolas y otras que todavía buscan la caza, quizá también el enfrentamiento de grupos por recursos de amplio espectro, también desde el punto de vista territorial. En segundo término, segundo rasgo que conviene comentar, el de la subsistencia, esa que hemos denominado hace un momento economía de amplio espectro. Es verdad que algunos grupos quizá habrían llegado a ese estadio de la economía de amplio espectro ya en el magdaleniense, pero esa expresión de Flannery encaja muy bien en el ámbito epipaleolítico, la búsqueda de estrategias diversas para obtener alimento y para aprovechar todo tipo de materias primas. Precisamente en la diapositiva, en la derecha, tenéis la cueva de la araña de Murcia redibujada con esa mujer, con un posible cántaro, en lo que se ha interpretado como una escena de apicultura y este dibujo del llama la cueva de la araña de Murcia, que es el que se llama la cueva de la araña de Murcia. Los individuos aparecen utilizando todo tipo de recursos, ensayando con el arco que está documentado en este momento a partir de las representaciones del arte pospaleolítico, pero también aprovechando pieles, maderas, recursos marinos, aves. Hay también algunas recreaciones, por ejemplo, del poblado serbio de Lepenskivir, en Serbia, que muestran también esa vinculación al ámbito costero y las consecuencias de eso que se ha llamado la revolución del amplio espectro. La caza se intensifica porque hay mejores armas para ella, pero parece que cobra ahora un gran protagonismo, un mayor rol. La caza menor frente a la caza mayor. El manual también discute sobre el grado de determinismo, como dije antes, que el clima puede tener en esto. El hombre caza conejos, liebres, gacelas... los otros animales de gran porte, renos, mamuts, rinocerontes, desaparecen con la retirada de los hielos y con el avance de la masa forestal o sencillamente hay una decisión de buscar esos animales por comodidad, por su mejor componente calórico, por las razones que fueran. Bueno, esto es difícil de resolver pero el debate en ese sentido está abierto. Junto con esa búsqueda de la caza menor o predominio de la caza menor también la recolección de moluscos marinos de todo tipo de especies se convierte en fundamental y aparecen todo tipo de conchas asociadas al registro arqueológico como manifestación, ahí tenéis algunas de ellas, de esa amplitud del conjunto. de materias primas que tradicionalmente el hombre había utilizado. Es posible que también en esa economía de amplio espectro el hombre sepa compatibilizar los recursos de la caza de determinados periodos del año con las conchas y moluscos para una producción más continua y que esa alternancia entre productos de la tierra y productos del mar o de los medios acuáticos fuera también planificada en relación con la estacionalidad de los recursos. Probablemente este es el momento en el que la pesca que la habíamos visto que se utilizaba en el Paleolítico Superior y que incluso el Neandertal podría haber practicado en algunos casos ahora se convierte en una actividad absolutamente intensificada no solo fluvial, probablemente también marina y llegando en ocasiones a una especialización prácticamente monográfica que se traduce, aunque no es un ejemplo peninsular, ya lo hemos citado varias veces, en la conversión del pez o del hombre-pez en el ídolo de referencia, por ejemplo, de ese poblado pesquero de Lepenskivir en Serbia. Lógicamente, si hay una dirección de las actividades económicas a través de un principio de alternancia, caza menor combinada con moluscos y marisco marino o fluvial y con un desarrollo de la pesca, que también en la diapositiva inicial donde aparecían los elementos, los 10 inputs sobre las transformaciones del hipopalítico y el mesolítico, hablaba del poblado de Starkar, uno de los poblados en los que tenemos evidencias de pesas de red que hablan probablemente de una actividad pesquera. con redes y barcas, obviamente, que forman parte también de ese escenario que se veía en algunas de las recreaciones que he mostrado anteriormente. Esa alternancia de recursos a lo largo del año permite pensar si efectivamente esto motivó unas estrategias de almacenamiento, de consumo no inmediato, sino de preservación del alimento, de ahumado, igual de algunos de los productos procedentes de los medios acuáticos. Y eso, precisamente, la dirección de esa estrategia de caza y la dirección de esa estrategia de conservación y de preservación nos pone tras la pista del tercer elemento en el que hay que detenerse, que son las transformaciones sociales, porque precisamente esos cambios estarían definitivamente generando Una estratificación social bastante notable y esa estratificación social es otro de los cambios fundamentales del contexto entre hace 10.000, 4.000 años antes del presente, al menos en la península ibérica, en el marco europeo es incluso anterior, desde hace casi 12.000 años antes del presente en algunos ámbitos norteafricanos o del levante mediterráneo. Esos cambios sociales se traducen, como dije antes, en la constitución de grandes bandas articuladas como primitivas aldeas, la importancia que en ellas parecen tener los grupos familiares, un elemento que luego en las sociedades gentilicias neolíticas, como sabemos, en las sociedades neolíticas que devienen en civilizaciones históricas, debió tener como base del régimen de propiedad mucha... Importancia con una notable presencia del enterramiento como elemento de marcador territorial, normalmente asociado a las cercanías de los asentamientos, dando origen a esos fenómenos tan específicos del neolítico, como son los conjuntos megalíticos de un grupo, visibles, que marcan territorio, que están cerca de los asentamientos y que permiten subrayar la percepción del territorio como una herencia, como un patrimonio que se transmite a futuro. Bueno, algunas de las escenas precisamente del arte pospaleolítico, y hablaremos en la próxima sesión sobre esto si nos da tiempo, tienen que ver con precisamente, posibles conmemoraciones de carácter grupal. Esta representación con varios hechiceros como este de aquí, ganado, presas de caza e individuos acosándolas y tal, puede tener algo que ver no tanto con una actividad propiciatoria como hablábamos en la asignatura de Prehistoria I a propósito del arte parietal y hablaremos en la sesión del día 16, sino quizá más bien como una conmemoración, de la misma manera que la danza de Kogul, que todos conocéis o tenéis en mente, puede tener algo que ver con esa especie de consolidación de una memoria colectiva por parte de los grupos aldeanos que estamos describiendo y que evidencia también esa transformación de carácter cultural. Bueno, ahí tenéis precisamente una recreación de uno de los guerreros de la Baltorta con un arco y un carcaj del arte pospaleolítico del barranco de la Baltorta en Castellón, uno de los parques culturales con arte rupestre más cuantitativamente numerosos en evidencias en la península ibérica. Y precisamente la mujer danzante de Cogul con esas faldas campanudas, que no solo están en Cogul, están en Bicorp, están en otros conjuntos del arte pospaleolítico y que hablan de transformaciones de carácter social y de algunos rituales no solo económicos, también simbólicos de carácter colectivo. Bien, lógicamente dentro de esos cambios también es... Ya está. Una transformación con variantes locales, como ahora veremos, de la tecnología lítica, que habíamos visto que en el paleolítico superior iniciaba una leptolización, una tendencia a la talla laminar y a la disminución de tamaño y que se consuma realmente en el acervo clásico tecnológico del epipaleolítico. Algunas piezas de forma laminar que servirían como puntas, la número 3, láminas con todo tipo de particiones, como veis, las llamadas hojitas, para ser ensartadas en embangues útiles, por tanto, compuestos y luego todo ese conjunto que en realidad procede, como veis, número 2-2, sobre todo, de la partición de las láminas de los llamados geométricos. Ese se convierte en la panoplia característica del... epipaleolítico y también de algunas sociedades mesolíticas, pensar por ejemplo en esas Oces del 1-2 por ejemplo pero también veremos que desde un punto de vista cultural el tema que yo estoy explicando corresponde al tema 10 en la parte conceptual sobre el epipaleolítico y el mesolítico el tema 11 en la parte más aplicada culturalmente a la península ibérica pues bueno veremos que bueno pues hay algunos grupos culturales en los que aparecen soluciones que o bien entroncan con las tradiciones del magaleniense por ejemplo este raspador ungiforme que vemos aquí del epipaleolítico inicial o que bien por la especialización en un determinado recurso como por ejemplo estas grandes hachas muy parecidas a los picos asturienses bueno pues evidencia que bueno una cosa puede ser la tendencia a esa talla microlítica y geométrica, pero otra que en ocasiones determinados tecnocomplejos abordan soluciones totalmente diferentes, entre ellas una que se individualiza y ahora la veremos en detalle, es el estrechamiento de los arpones para hacerlos más aerodinámicos y más arrojarizos y la presencia de estos cantos con notaciones o con signos propios del horizonte aziliense, que es uno de los grupos epipaleolíticos más singulares de Europa y con manifestación también en la península ibérica. Como veis el proceso productivo de estos útiles es conocido, fragmentación de láminas a partir de percutores externos utilizando una serie de yunques con el negativo de la lámina para facilitar su fijación y su partición y generación. Bueno, detallamos. Todo ese epipaleolítico geométrico microlaminar que tenemos también documentado, por ejemplo, en el Valle. del Ebro, en muchos yacimientos del Bajo Aragón, Zaragozano y Turolense, y también en el ámbito catalán, donde esos geométricos llenan las vitrinas de tantos museos en ese horizonte de cambio entre los cazadores-recolectores tradicionales y los cazadores-recolectores ya productores del neolítico. Lógicamente, para resolver el porqué de esa transformación, como os decía anteriormente, se abre ese debate en torno a distintos autores. No voy a entrar en él porque el manual lo señala, en el que quizá el trabajo de Cohen y los estudios de Graham Clark en torno a la presión demográfica, al cambio climático, a esa crisis alimentaria o a una transformación sociocultural pueden explicar qué es lo que está pasando en el mundo actual. Algunos de estos cambios que hemos grosado en estos minutos previos. A partir de ahí, ¿cuáles son las principales culturas que tenemos en la península ibérica más entroncadas con tradiciones paleolíticas, por tanto, técnicamente epipaleolíticas o más innovadoras en tanto que relacionadas con cronologías holocénicas, con especializaciones productivas y con una probablemente mayor complejidad social? Aunque son conceptos complejos, porque el afiliense es un epipaleolítico inicial de hace 9.500, 9.000 años antes del presente, pues bastante complejidad social debe haber detrás de la presencia de esos cantos, de esas notaciones que ahora explicaremos qué características tuvieron desde el punto de vista simbólico. Son muy difíciles de... descifrar. Entroncando con esas tradiciones del paleolítico superior, pero en época tardiglaciar, hace 9.500 años o 9.000 antes del presente, tendríamos como primer grupo el afiliense, que está tipificado, como habéis visto en la diapositiva anterior de la tecnología lítica, como propio de la cueva de Masdasil, en Francia, y que en la península ibérica, sobre todo, está atestiguado en, especialmente, los territorios del Cantábrico. Parece que es una consecuencia de las oscilaciones climáticas del Alerod, hace 11.000, 12.000 años antes del presente, que está muy vinculado, como evidencian algunos de los arpones, a la presencia de Masdasil, la disponibilidad de madera por ese crecimiento. De la masa forestal, que desde el punto de vista de la tecnología lítica se caracteriza por disponer, como hemos visto antes, si volvemos a la diapositiva anterior, de raspadores ungiformes, bueno, os acordáis perfectamente porque lo he remarcado antes, el número 6, de algunas puntas, las llamadas puntas afilienses de los arpones y de todos estos microlitos geométricos tan característicos como los hemos denominado anteriormente y que muy probablemente esa diversidad tecnológica tiene que ver también con la diversificación económica, la amplia variedad de peces, la caza también del ciervo, los recursos agrícolas. De tipo costero, que explican esos arpones con ese orificio casi de aguja. Bueno, pues de ojal, ¿no? De aguja que son muy característicos del aciliense y que hablan probablemente de una especialización pesquera bastante notable. Aunque en cualquier caso el elemento más característico, que en realidad formaría parte del arte mobiliar, ¿no? El elemento más característico de esta facies aciliense lo constituyen esos cantos rodados. El manual dice que son un reflejo simbólico del cambio mental del holoceno, que bueno, realmente es una forma de decir que no sabemos qué representan. Pero que sí que parece que hay un momento después del estilo quinto... del héroe Agurán que el hombre abandona el arte parietal y todas las representaciones simbólicas que tenemos son esos cantos con trazos o con digitaciones o puntos, que no se sabe si son ciclos lunares, cómputo del tiempo, yo que sé, a partir de las semanas o algo semejante, que nos hablan, en cualquier caso, de una necesidad por parte del hombre en esa economía, en esa revolución de la economía de amplio espectro, de observar el medioambiente y como consecuencia de esa temporalización derivada del medioambiente, bueno, pues tomar decisiones respecto de cómo comportarse en relación con las actividades productivas o las actividades de pesca, caza y reciclaje. También, en el Epipaleolítico habría que hablar del llamado Epipaleolítico Laminar, que tiene una presencia más o menos general desde el punto de vista geográfico, aunque está muy bien documentado en el bajo curso del Ebro. De hecho, se habla de varias facies, la facie San Gregorio, la facie Maladetes, para algunos de los grupos ya del ámbito castellonense, en los que podemos encontrar grupos a veces con más raspadores y con menos buriles, con más geométricos y con menos huesos, pero con un modo de vida y una panoplia desde el punto de vista tecnológico, pues bueno, muy bien. Delimitada, ¿no? Bueno, parece que el hombre vive en los ejemplos del abrigo de Costalena en Maella, por ejemplo, del que procede ese conjunto y muchos de los yacimientos que aparecen aquí citados lo ilustran así. Bueno, pues vive en cuevas o abrigos que le permiten acercarse a recursos... Bueno, pues más o menos amplios, diversos, como decíamos anteriormente, con cierta permanencia de la actividad cinegética propia del paleolítico, pero en cronología ya tardiglaciar, se siguen cazando ciervos, caballos, ¿no? Lo sabemos, como decía, por algunas de las representaciones del arte pospaleolítico, con una cierta territorialidad desde el punto de vista logístico y con, bueno, pues menos arte en comparación con lo que había sido la eclosión del majareniense, pero con algunas representaciones artísticas de las que hablaremos, insisto, en el último tema, en la última sesión. En la última sesión, el día 16. Por otro lado, tendríamos aquellos grupos culturales en los que la especialización... Por un recurso, la cronología claramente holocénica y ese carácter muy singular de la tecnología permite pensar que son merecedores de la denominación mesolítica y no de la epipaleolítica. En el ámbito mediterráneo, el llamado mesolítico de muescas y de denticulados, entre el 9.000 y el 7.500 a.C., como decía antes, vinculados sobre todo a la zona mediterránea y con formas de vida muy parecidas a las que hemos visto para el epipaleolítico microlaminar. Muchos recursos, diversidad geográfica y aprovechamiento geográfico. de los recursos que esa diversidad geográfica ofrece, abrigos a media altura, rocosos que permiten prospectar unos recursos múltiples y combinación, es prácticamente el mismo modo de vida, aunque se percibe una especialización en la madera, de ahí el uso de ese término, ¿no?, del mesolítico de muescas y de denticulados, junto con la presencia también de algunos elementos macrolíticos, como ahora veremos para el asturiense, aunque insisto, es otro grupo específico del área mediterránea, aunque no tengo ilustración en las diapositivas, que combina también caza de animales pequeños, liebre o conejo, con caza de animales... tradicionales, ciervo, jabalí... cabra que habían sido utilizados como recurso por excelencia en el magaleniense. Sin embargo, son tres los grupos por excelencia del mesolítico peninsular. El asturiense, los concheiros portugueses y el mesolítico geométrico. El asturiense, más o menos en una zona entre el este de Asturias y el oeste de Cantabria, aunque no es el único mesolítico de ese ámbito, de hecho páginas 498 y 99 el manual os habla de un mesolítico no asturiense en el Cantábrico, es quizá el más característico por la concentración de conchas y de moluscos, por la presencia como fósil guía característico De los picos asturienses y por la ausencia, frente a lo que había sido habitual en el agiliense, de la industria ósea, probablemente porque en los embangues, en la arquitectura de los asentamientos, se prefiere la madera antes que el hueso. Y precisamente los picos asturienses pueden ir relacionados tanto con el maristeo y la extracción de esas conchas adheridas a las rocas, como veis en la fotografía superior, pero también para servir, como habíamos visto antes, para algunos de los ámbitos del epipaleolítico final en el contexto europeo, pues bueno, para la explotación de la madera en esa colonización de esas masas forestales crecientes en este periodo. Por otro lado, el grupo de los concheiros portugueses en el área del Alentejo y del Algarve. En Portugal, un poquito más tardío, 6.500-5.000 antes del presente, más microlítica, prácticamente no hay evidencia de útiles macrolíticos como si los había en el asturiense, con una gran presencia de los microburiles como elemento característico, probablemente porque la explotación de recursos no es tan monográfica como lo había sido en el contexto asturiense. Y hay también en las redes geográficas en las que en la desembocadura del Tajo, por ejemplo, se mueven algunos de estos grupos, pues había posibilidades de acceso a recursos del interior, que permitían o que exigían la utilización de herramientas o de útiles más cerca de los tradicionales del ámbito. paleolítico. Algunos yacimientos, pues como el de Mota de Sebastião, algunos de los que tenéis citados ahí en la ribera de Muga, cerca del estuario del Tajo, pues bueno, nos dan el patrón del asentamiento siempre en sitios, bueno, pues con un espectro de recursos más o menos amplios, con una gran presencia de recursos acuáticos, pero con una gran importancia también de las rutas, de acceso a redes geográficas de intercambio y de contacto, que también parece que en este momento empiezan a tener cierta importancia. Por último, para el mesolítico peninsular disponemos de un elemento característico, un último grupo cultural, las llamadas culturas del mesolítico geométrico, atestiguadas sobre todo en el Mediterráneo entre 9.000 y 7.000 años, antes del presente. Normalmente... con una fase B, como veis a la derecha, mucho más tradicional del epipaleolítico mesolítico, predominio sobre todo de una industria laminar de geométricos, con instrumentos óseos bastante escasos, con una actividad económica como la que hemos descrito en las generalidades iniciales, la pesca y el marisqueo complementada con la recolección y con la caza, y con la presencia también de dientes, aunque no se ven en la lámina, de dientes perforados y de algunos elementos de adorno personal que evidencian una cierta tendencia o transformación de carácter artístico. Lógicamente, en este contexto, con todas estas... Estas transformaciones habría que responder a qué es lo que motiva, más allá de la dedicación a un recurso o de las singularidades que ofrezcan los recursos del territorio, esa transformación explicada desde una óptica ambientalista o demográfica o cultural o evolutiva que transformó en ese periodo del Holoceno estas sociedades, que las puso en una relación más estrecha, más directa con el territorio y que preparó, por tanto, algunos de los que serían los rasgos característicos, incluso en ocasiones los recursos, porque en la recolección de estos elementos vegetales que vemos en el Epipaleolítico, pues bueno, a veces está la semilla, nunca mejor dicho, de lo que será la dedicación agrícola. De las sociedades de productores del Neolítico Antiguo, que no en vano en la península ibérica va a surgir en ámbitos geográficos, como por ejemplo las abrigos y cuevas del ámbito valenciano, la Cueva del Or, la Cueva... de la araña en Murcia, de la que hablamos anteriormente, donde hemos ubicado algunos de los enclaves de amplio espectro, vuelvo a reiterar, de este periodo epipaleolítico y mesolítico, que es el último de la evolución de las sociedades humanas. Nos queda, por tanto, el arte que se analiza en esta asignatura. ¿Preguntas?