Así que bueno, en primer lugar, como siempre, iniciando la grabación, va un poco lento hoy, pero sí, ya está. Venga, pues buenas tardes a todos y empezamos a ver los textos literarios contemporáneos y hoy vamos a tener, pues, llevamos un poco de repaso siempre con el plan previsto, pero bueno, como veis hoy tenemos un poema de Corras Torfanas, el paisán de Rubén Darío, y tenemos otro texto que es Sonatas de Otonio, un texto en el próximo novenista, de Valín Plano, que es el tema 3, y que tenemos que seguir avanzando en los temas, ¿no? Entonces, eso ya tiene tiempo, vamos a empezar por Rubén Darío, porque hoy es el último día de Rubén Darío, la semana que viene vamos a empezar con la nueva lectura obligatoria, que será Cien años de soledad, ¿vale? Entonces, pues vamos a terminar hoy con Rubén Darío, ya hemos visto tres textos suyosos, no es lo más que podemos dedicar a cada lectura obligatoria, tres textos, no tenemos más tiempo, mientras quisieras yo poder tener más, ¿no? Pero es lo que hay, o sea, hay tres textos y eso es lo que tenemos que, eso es lo que podemos dedicar a cada una de las lecturas, ¿vale? Entonces, pues eso, y vamos a terminar con Rosas Corfanas y otros poemas, y eso es lo que os supongo, ¿eh? Rosas Corfanas y otros poemas. Entonces, bueno, como siempre os he preparado un documento, con el texto y con algunas observaciones, etcétera, y es lo que vamos a hacer, ¿eh? Leerlo en primer lugar, vamos a agrandar, porque si no, va fatal, y comentar ese poema de Rubén Darío, y ya, pues pasar después, si nos da tiempo, va a ser a ver un poco las... ese fragmento de las sonatas de tono de Balmincante, es el documento que nos proponía, ¿no? Bueno, en primer lugar os he puesto este texto, que es un enlace a la Biblioteca Nacional de esta edición de 1901, no es la primera edición, ya sabéis que el texto es anterior, de 1896, en su primera edición, lo visteis la semana pasada, es la portada de la primera edición, y la portada de esta edición de 1901, que se publica en París y en México. Por la viuda de Dubé, París, México. ¿De acuerdo? Esta es la que he utilizado para poneros el texto, ¿de acuerdo? Lo vamos a leer, y después, pues nada, hacemos el análisis métrico y comentamos, pues el tema, la estructura, y ya de paso, pues las figuras más relevantes que alguna de las figuras, de las muchas que hay, que podríamos comentar en el texto. Venga, pues mirad, es un poco largo, entonces, pues... Voy a leerle, ya que yo solo, en tanto que me gustaría que lo leyera Jesús o Verónica, pero como no es posible, porque no funciona el micro, pues lo hago yo, ¿vale? Y dice así el poeta. Dijo sus secretos el palisán Leó. En el gabinete mi blanco tesoro, de sus claras risas el divino coro, las bellas figuras de los jodelinos, los cristales llenos de armados vinos, la rosa en francesas en los vasos chinos, las rosas francesas, porque fue allá en Francia, donde en el retiro de la dulce estancia, esas frescas rosas dieron su fragancia. La cena esperaba. Quitadas las vendas, iban mil amores, de flechas tremendas, en aquella noche, de carnes tolendas. La careta negra se quitó la niña, y tras el preludio de una alegre riña, apuró mi boca, vino de su niña, vino de la viña, de la boca loca, que a tarder el beso, que el mordisque invoca, o los blancos dientes, de la loca boca. En su boca ardiente, yo bebí los vinos, y pintas rosadas sus dedos divinos, me dieron las fresas, y los langostinos. Yo la vestimenta de pierrot tenía, y aunque me alegraba, y aunque me reía, moraba en mi alma la melancolía. La carnavalesca noche luminosa, dio a mi triste espíritu, la mujer hermosa, sus ojos de flor, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios, sus labios. Y en el gabinete del café galante, ella se encontraba con su nueva amante, peregrino pálido de un país distante. Llegaban los ecos de vagos cantares, y se despedían de sus azahares miles de purezas en los bulevares. Y cuando el champaña me cantó su canto, por una ventana vi que un negro manto de nube de cedo cubría el encanto. Y dije a la amada de un día, ¿no vistes de pronto conmigo ponerse la noche tan triste? ¿Acaso la reina de luz ya no existe? Ella me miraba, y el zalizante cubierto de plumas de oro le ropí, ropí, ten por cierto que tu fiel amada que la luna ha muerto. Bueno, pues este es el texto que vamos a comentar, como veis, texto largo, son muchos versos, son textos, creo que son catorce aproximadamente, que hay que multiplicar por tres, tres versos cada uno, son tercetos, tercetos monorrinos, en tanto que las rimas se mantienen todos ellos. ¿De acuerdo? Oro, tesoro, oro, obelinos, vinos, chinos, Francia, Francia... Esperad un minuto, me está acabando la batería y tengo que conectarme, un minuto. Vale, solucionado. Solucionado el problema. Bueno, veis, aquí la rima es consonante, todos los sonidos a partir de la última vocal acentuada son iguales, tanto los vocálicos como los consonanticos. Por eso hablamos de rima consonante y monorrima, porque es la misma, todo es A-A-A B-B-B C-C-C hasta el final. ¿De acuerdo? Venga, como veis, el verso son dodecasílabos. Estos dodecasílabos, con varias variedades de dodecasílabos, se llaman dodecasílabos polirrítmicos, en tanto que mezclan la variedad trocaica, es decir, de sílaba tónica a tona, débil fuerte y débil, como queráis, con la variedad dactílica, es decir, fuerte, débil, débil. Entonces esa mezcla es lo que llamamos el dodecasílabo polirrítmico, porque hay otros tipos de versos de docesílabas, ¿de acuerdo? Otras variedades de dodecasílabos. Hay un dodecasílabo compuesto, todos son compuestos, tienen que ser una en la sexta, pero los hay que se llaman dactílicos, que todos son dactílicos, es decir, todos son tónica o fuerte, débil, débil. Es decir, en segunda y en quinta. En primera misquita igual, en segunda y en quinta está el acento prosódico, el acento fuerte. Ese se llama el dodecasílabo dactílico. Hay otro dodecasílabo que se llama de seguidilla, donde no tendríamos el misquito, pero sí es un misquito, pero en quinta sílaba. Sería quinta y séptima, que se llama dodecasílabo de seguidilla. Se llama de seguidilla. Y también hay el inverso, de siete y de cinco. El primero de siete y el segundo de cinco. Darío, en el ojo de la seguidilla, utiliza este tipo de dodecasílabos. Por eso lo digo. En este caso es el polirrítmico que vamos a ver someramente. Como veis lo he marcado aquí y después en casa lo podréis ver con detalle. Fijaros en el primer estrocaico, tanto en el primer misquito como en el segundo, los pies o cáusulas van de dos en dos. Dijo tónica átona. Las otras serían tónica por su ritmo su, aunque estos nombres no lo llevan. Y secreto, tendremos otras dos. Dos, cuatro y seis. En el segundo se mezcla en el primer misquito el ritmo trocaico y en el segundo el latílico. En el gabinete, mi blanco, es oro. De manera que tendremos ahí la combinación dactílica. Blanco-te. Esa sería la cláusula dactílica. Por eso es un dodecasílabo que se llama polirrítmico, porque no mantiene una unidad rítmica constante sino que mezcla esas dos variedades. Hay más trocaicos que dactílicos en composición. El trocaico es más ágil, más rápido, que conviene mucho a la narración. Y este poema va a tener mucho de relato, de historia, de amor. Al fin y al cabo se ha producido un error en la grabación y esto debe detenerse. Lo que asistir, asistir. Y lo que no, pues nada, suerte. No sé en qué estafa estaba. Sí, pues eso, que va mezclando esas dos modalidades. Fijaros, veis, en el semiblanco tesoro tenemos un dactílico. En la siguiente, las bellas figuras, tenemos otro dactílico. ¿Lo veis? Bellas figuras. Esa es la cláusula dactílica. Y después el trocaico de los dobelinos. Los cristales también es estocaico. Y después las rosas fran. Esa es la cláusula dactílica. Por eso, y el segundo es trocaico. Por eso, polirritmo. ¿De acuerdo? Bueno, aparte de eso, la regularidad, como siempre va a ser así, el ritmo, la musicalidad es una de las características de la poesía de Darío. Que se obtiene no solamente mediante estas combinaciones, sino mediante recursos sintácticos o semánticos o rompos, repeticiones, literaciones, este tipo de cuestiones, también son elementos que inciden en el ritmo. O en la armonía, en la melodía, en la musicalidad de la composición. ¿De acuerdo? De todo esto, pues bueno, lo podéis mirar con más detenimiento para que os coincidís o para que no planteéis vuestras dudas que las podéis tener. No es que sea fácil, pero acostumbrados a ir viendo las cosas así porque no ahora nos van a pedir puntos profundos, serios, pero simplemente que sepáis contar las sílabas y hacerlas sin alefas o los hiapos donde los haya y sabéis contar correctamente. Pero más adelante sí lo van a hacer. Por lo tanto, no está de más que echéis un vistazo y que veáis un poco cómo se hacen estos análisis del ritmo, el análisis rítmico del poema en cláusulas, ya sean trocaicas o las píritas. Os decía así cuando me he ido por las ramas que el trocaico marca el dinamismo, la agilidad, la velocidad, el relato. Y el dactílico nuevamente marca los momentos más graves, más solemnes o que quiere destacar las introducciones de los parlamentos o aspectos temáticos importantes que se quieran resaltar. Normalmente el dactílico sirve para eso, para detenerse, para pararse ante la gravedad del asunto, ante la expresión, si queréis, más reposada, más rendido, más simpática. Ese es el último término que viene mejor al ritmo dactílico. De manera que cuando tengamos un dactílico intentaremos pararnos y mirar. El texto está escrito en dobleca, sílabas polifísmicos divididos en doce misticios de seis sílabas. Por eso la barra implica el misticio. Como veis, el misticio tiene seis sílabas como la idea regular. La cual ya sea en su modalidad en su ritmo trocaico o dactílico o combinando los dos. Los versos se agrupan en catorce estrofas de tres versos. Por lo tanto, como se agrupan en estrofas de tres versos son tercetos y son monorrimos porque presentan la misma rima. Cierto, cubierto, muerto. Esta variedad métrica del verso de doce sílabas es empleada en otros poemas de prosas profanas. Podéis leer Era un aire suave por ejemplo donde tenemos el mismo metro es decir dos metros de casílago en un polirítmico pero no agrupados en tercetos sino en cuartetos que hacen ABAB en el poema Bouquet que también tenemos la misma construcción o en la garçoniere que es el apartamento de solteros. Lo que ahora se llama de una manera un poco más vulgar el picadero pues esa es ABAB y después tenemos otros tipos combinados con otros metros y también el ojo de la seguidilla que es un decasílago que se llama de seguidilla Bien, así podéis ver otros poemas no solamente al mismo tiempo que analizamos este pues podéis ver otros grupos de poemas. Vamos entonces si os parece ya el contenido os he puesto aquí una figura del Pierrot y de su amada colombina os pasa completamente de ella como podéis ver que ya está completamente enamorado de la luna, es la característica de ese payaso blanco que fue una transformación a través del Mino del siglo XIX un famoso Mino llamado Hugo que transformó la imagen de Pierrot en el payaso lleno de harina enamorado de la luna bueno, la figura de Pierrot la encontramos también en el payaso en otras dos composiciones son más bien referencias o ilusiones a esa figura aquí como veis el poeta es Pierrot uno de los protagonistas de su historia de amor pero también encontramos ese pierrobismo con esas características enamorado de la luna en otras dos composiciones que podéis leer en versos breves Día colombina en octosílabos Día colombina la bella lo que de ella pienso yo y descorcho una botella para que a otro que él te cuente cómo rima sus amores con la luna y que haga un poema en un pantomimo la pantomima es la representación de los lagrimos es el teatro mudo el payaso una característica que destaca es el enamorado de la luna que te cuente cómo rima cómo enlaza sus amores con la luna es el enamorado de la luna por eso es importante destacarlo y también un otro poema en donde casi la luna este está en alejandrinos me parece versos de catorce sílabas con verso séptimo se titula Del campo una visión del campo de Argentina en Buenos Aires donde disfruta del día y de la noche mirad a vuestros amigos habla también con ese motivo del Pierrot de noche cuando muestre su medio anillo de oro bajo la luz tranquila la amada de Pierrot la luna muestre su medio anillo es una fiesta pálida blanca, la luna es blanca escucháis ahora bien? Decidme, ¿está ya la cosa? ¿Se ha arreglado un poco? Ahora sí, bien, perfecto. Venga, pues he salido, esto ha acabado, he vuelto a encender y parece que ahora, venga, pues por eso si hay alguna cosa me lo decís e intentamos solucionarlo. Venga, pues ya está. Entonces, no sé, si queréis preguntar algo que a lo mejor yo hablando no me escuchabais y si queréis preguntar algo pues estáis a tiempo, ¿no? Pero bueno, lo que hemos hecho es ver una lámina de ese Piero enamorado de la luna y ver referencias en cosas profanas, en otros poemas de cosas profanas a ese mismo motivo, al motivo de la luna y Piató, esa asociación entre el clun triste enamorado de la luna y la luna y ver cómo eso va a formar parte de la temática de nuestro poema, que quizá en una primera lectura no habéis advertido, ¿no? Porque no os he preguntado al final de la lectura como siempre hago, bueno, pero ¿cuál es el tema del texto? ¿No? ¿Cuál sería el tema? Venga, antes de decirlo claramente, venga, ¿cuál sería el tema en vuestra opinión? Escribirlo en el chat. Bueno, pues vamos a decirlo, ¿no? Esparcito, ya que tampoco en mi opinión, ¿eh? Porque cada uno tendrá, ¿no? Podrá buscar, ¿eh? Lo importante es avanzarlo, ¿no? Y saber justificarlo, ¿no? Más que otra cosa. Pero bueno, en mi punto de vista, ¿no? El tema es la luna, ¿no? Con la que el poeta vive en noche de carnaval una historia de amor. En la historia encontramos tres momentos, ¿no? La unión de los amantes o el principio de la noche, ¿no? El abandono, ¿no? Y después la muerte de la amada, ¿no? Al final de la muerte de la amada o el amanecer, ¿no? ¿De acuerdo? La historia va precedida de una introducción, ¿no? La introducción ocupará del terceto uno al tres, ¿no? Y después os voy a marcar cada uno de ellos, ¿no? Y cada uno de esas partes, ¿eh? Cómo es la del abandono, cómo es la de la unión de los amantes o cómo es el final, que es la desaparición de la luna, ¿no? La muerte de la luna o el principio de la luna, ¿no? Este sería, desde mi punto de vista, ¿no? La estructura del poema, ¿no? Y que tendría por motivo, ¿no? La luna y ese sería el tema, ¿no? La luna. ¿De acuerdo? Vamos a intentar demostrarlo, ¿no? Es decir, estas partes, ¿eh? Intentar argumentarlas, ¿no? Mediante, pues, resumidas de argumentos, ¿no? Que pueden ser de varios tipos, ¿no? Estilísticos, de sentido, ¿no? Rítmicos también, ¿eh? Vamos a intentar verlo. Mirad. En el terceto, la introducción, ¿no? Pues la introducción, la función de introducción, pues es situarnos ante el tema, principalmente, ¿no? Error en la grabación, ¿vale? Situarnos ante el tema, ¿no? Y, bueno, vamos a ver, ¿no? Y, de alguna manera, pues establecer el marco de ese relato, de esa historia, ¿no? Porque si decimos que es una historia, que es un relato, que es una narración, tendrá que tener, pues, una serie de características, ¿no? Un narrador, en este caso va a ser en primera persona, va a ser el yo poético, ¿no? De Darío. Unos personajes, ¿no? Que va a ser, pues, Darío al mismo tiempo será un narrador en primera persona protagonista, ¿no? Disfrazado de fierro. La luna, de luego, ¿no? El amante, la amada, una amada tal, ¿no? De un lugar y un tiempo, ¿no? Esos serán elementos que tiene que tener toda una relación, ¿no? El lugar, pues ya hemos visto que va a ser Francia, ¿no? Y, vamos a decir, el gabinete, el local en el que se celebra una cena, una cena de carnaval, ¿de acuerdo? La noche será el tiempo, ¿eh? Porque es el tiempo en el que sale la luna, ¿de acuerdo? utiliza también, en parte, porque utiliza el estilo directo, hasta hablaba de los personajes. Esto no deja de ser una personificación del paisano o de su trasunto, que es el sol, que anuncia en estilo directo los encantos, los tesoros de la noche. Mi blanco tesoro. Pues mi blanco tesoro, desde mi punto de vista, ¿qué será? El blanco tesoro será la luna. Porque la luna es blanca. Entonces, es el blanco tesoro del día. Es el gabinete. El gabinete es la parte posterior, la parte de atrás, la parte oscura, es la sala. Mi gabinete es la noche. En el gabinete, en mi gabinete, el paisano, está observando... Mi blanco tesoro, mi blanco tesoro, es la luna. ¿De acuerdo? El divino coro de claras risas, de las claras risas, dice el texto, el divino coro. El divino coro será... Hoy interpreto que ese coro, ese conjunto divino de luces sonrientes, porque son claras, da alusión a la vista, ¿de acuerdo? A las estrellas. Eso es la noche, la luna y las estrellas. Entonces, en mi gabinete, en mi parte trasera, la parte trasera del sol, está la noche, ¿no? Y en la noche están estos elementos, ¿no? Las estrellas y la luna, que es la protagonista, ¿no? Por eso es en mi blanca luna, ¿no? Digamos que era un dantío, ¿no? ¿De acuerdo? Porque se trataba de resaltar el tema, ¿no? Pues en la introducción ya introducimos al personaje principal, ¿no? Que va a ser la luna, ¿no? En nuestro relato, ¿no? Que va a ser una historia de amor entre la luna y tal. Bueno, digo después que... Así como lo que guarda la noche, lo que guarda en el gabinete el sol, lo que se guarda en la noche, además de esos elementos que vamos a llamar los naturales, habrá una serie de elementos que podemos llamar suntuarios, ¿no? Como son no ya figurados, sino reales. Ahora explicaré eso de figurados y reales. Porque ese juego vamos a tener que establecerlo constantemente en el poema, ¿no? Es decir, los elementos... que vamos a llevar de la historia real, que no deja de ser una cena de carnaval, esa es la historia real, ¿no? Ese es el motivo. Y la historia figurada, que es la historia de amor entre el poeta y la luna, ¿no? Él asiste a una cena, ¿no? En un gabinete privado, ¿no? Pero está ausente de ella, maravillado por el esplendor de la luna, ¿no? Y por la luz de la luna, enamorado de la luna. Es como si no estuviera ausente. Pero esas dos dimensiones, ¿eh? Real, la cena real, el que asiste en París, en la noche de carnaval, ¿no? Y el figurado, la historia de amor con la luna, ¿no? Que sufre esa noche, ¿no? Esas serán las dos dimensiones que se van a interpuzar a lo largo del poema. ¿De acuerdo? Por eso digo que en el que se celebra, ese es el elemento real, no figurado, en el que se celebra una cena de carnaval, ¿no? Ahí, en ese gabinete ricamente decorado están las bellas figuras de los gobelinos, ¿no? De Govelá. Es el museo de tapices, ¿eh? De Francia, ¿no? Es decir, está adornado por tapices, ¿no? Los vinos aromáticos y selectos, ¿no? Es decir, los cristales llenos y aromados vinos, ¿no? Pues el vino también va a ser un elemento que va a jugar de las dos maneras, ¿no? Tanto de una manera real, porque en la cena hay vino, ¿no? Como de una manera figurada. En tanto que el vino es rojo, ¿no? Como los labios de la luna, ¿no? De su enamorada, ¿no? Lo vamos a ver después. Y las rosas, ¿no? Aluden al color de la luna cuando aparece en el horizonte, ¿no? Esas rosas de Francia son blancas y rosas, ¿no? Del color de la luna, ¿no? ¿De acuerdo? Pero que no se dejan de ser elementos posibles, reales, decorativos, ¿no? De ese comedor, de ese gabinete en el que se celebra una cena de carnaval, ¿no? Eso es el elemento real, ¿de acuerdo? De esta manera, los elementos temporales y espaciales se entremezclan y confunden en tanto que el gabinete del sol, que es la noche elementos naturales, luna y estrellas ¿no? Se entremezcla, ¿no? Y se confunde con el gabinete trigalado con sus tapices y elementos lujosos, ¿no? Pues estos dos elementos no solamente se entremezclan, sino que se complementan, ¿no? Y a lo largo de todo el poema va a ser así, ¿no? En ese sentido el valor de la introducción. Después tenemos, para situar mejor esa introducción un paréntesis, ¿no? Que supone todo el terceto tercero, ¿no? ¿De acuerdo? Donde nos explica esa rosa de Francia, ¿no? Dice un prolongado paréntesis especifica el origen de la rosa asociado a la noche, a la sombra ¿no? En tanto que esta es rosa de Francia ¿no? Si buscáis rosa de Francia ¿no? Pues encontraréis que es en final del siglo XIX, ¿no? Cuando la crea ¿no? Un rosicultor, un político famoso, un rosicultor, ¿no? Que crea esta rosa que tiene esas propiedades de crecer a la sombra, a la oscuridad ¿no? Y de crecer en un invernadero ¿no? En sitio retirado, en el natural, ¿no? ¿De acuerdo? Mediante la mezcla de dos variedades de rosa, eso para los británeos puede interesar, ¿no? Etcétera. Pero eso es a lo que se llama la rosa de Francia que se distingue por ese color blanco rosáceo, ¿no? ¿De acuerdo? Y sitúa el lugar, Francia ¿no? Es donde se celebra esa cena de carnaval ¿no? En el que se sitúa el relato tanto en su dimensión real como en la escenaria, ¿no? Las dos historias, ¿no? La cena aburrida de carnaval ¿no? Y triste y la historia amorosa y apasionada que vive el poeta, ¿no? En esa cena, ¿no? Pues esas latas, pues estas dos facetas se irán alternando en los sucesivos momentos del relato, ¿no? Una y otra. Vamos a intentar ir viendo, ¿vale? Sí, hago hincapié en esta cena porque si leéis en la edición que os he puesto disponible en línea, ¿no? Leéis el prólogo el prólogo es de José Enrique Rodó, ¿no? Que es un conocido comentador de Rubén Narío, ¿eh? Contemporáneo le conoció, etcétera, ¿no? Entonces en ese prólogo comenta detenidamente, bueno, poéticamente muy poéticamente, más que detenidamente muy poéticamente este poema, ¿no? Junto con otros ¿no? De acuerdo con otros poemas de Rosas Cofanas y distingue ¿no? En Rosas Cofanas diferentes temáticas, ¿no? Los de ambientación vamos a decir del siglo XVIII, ¿no? Presidiosista, versallesca, ¿no? Los que tienen un tono, un matiz local parisino en este caso de Buenos Aires, ¿no? Es decir los que traslucen un ambiente localista, ¿no? ¿de acuerdo? En el que siempre se va a transmitir su amada Francia, París y después otros tipos ¿no? Como los que representan pues España ¿no? El elojo de la ceguillilla, ¿no? O el mundo clásico, ¿no? El coloquio de los centangulos, parisex, o de otros poemas Bueno, pues ahí tenéis una subdivisión que os puede servir para comentar el libro, ¿no? Si leéis ese prólogo y lo que viene a comentar, que es a lo que iba es que el paisán, ¿no? Pues representa una cena, una cena frívola de carnaval, ¿no? ¿de acuerdo? Es lo que él dice, ¿no? ¿de acuerdo? Entonces ahí está esa idea de la cena, aunque la vamos a ver. Es decir, que hay una historia real, ¿no? Y una historia ¿cómo vamos a decir? Fantástica imaginaria, ¿no? O vamos a decir íntima, ¿no? Que se desarrolla paralela a esa cena a la que vamos a asistir, ¿de acuerdo? Bueno, pues dice así. Interceptor, pues todos esos, del 4 al 9, ¿no? Es la fase que hemos clasificado, ¿no? Que hemos llamado la unión del poeta y la luna, ¿no? Esa fase inicial o esa fase de unión ¿no? De plenitud, ¿no? Después tendremos la fase del abandono y después tendremos la fase de la muerte, ¿no? Esa es la estructura de la historia, ¿no? Es una historia de amor que tendrá, pues un principio esplendoroso, ¿no? Donde se unen los amantes, ¿no? Con una transición triste donde los amantes se separan, ¿no? Y una transición final, ¿no? Pues ya más o menos trágica, ¿no? Donde la el amante muere o desaparece, ¿no? ¿De acuerdo? Esos son los momentos que vamos a encontrar o que yo he encontrado, ¿no? Es decir, del poeta, ¿no? La más larga, como veis, es esta, ¿eh? La que consta de más estrofas, ¿no? Las otras son un poco más grandes. Bueno, la estrofa 4, empezamos en esa historia de amor, ¿no? Esa plenitud de la noche, la unión del poeta y la luna, tiene descriptivo, ¿no? Son los momentos que preceden a la acción, ¿no? Las formas de imperfecto, claro, que los imperfectos normalmente en el relato implican descripción, ¿no? En tanto que el pretérito perfecto es el que marca la acción, ¿no? Es decir, la sucesión de acciones que supone un relato, ¿no? Entonces eso se marca con el pretérito perfecto, ¿no? ¿De acuerdo? Pues tiene eso, ¿no? Las modalidades de las formas de imperfecto subrayan esa modalidad descriptiva, ¿no? ¿De acuerdo? Describimos un momento, ¿no? El momento pre y la cena, ¿no? Dice la cena esperada, ¿no? Y iban mil amores, ¿no? Etcétera, ¿no? Eso es el, ¿veis? Pues esperaban y iban, serán los dos verbos en imperfecto que describen ese momento, ¿no? Ese momento que es el principio de la noche, ¿no? Así de claro, ¿de acuerdo? Entonces, por una parte, se alude a la dimensión real, la cena esperada, ¿no? Es lo que dice ese verso, el primer verso del perfecto 4, ¿no? La cena esperada. Dice, sin embargo, el tercero aparece dominado por la dimensión imaginaria fantástica. El poeta se va de esa situación real, ¿no? Y se siente atraído por la luz de la luna. Mil amores de flechas, iban mil amores de flechas tremendas. En mi opinión, ¿no? No es más que una imagen, ¿no? De los rayos de la luz de la luna, ¿no? Cuando las nubes, ¿no? Quitadas las vendas, ¿no? Es decir, cuando las vendas son las nubes, ¿no? Una vez que las vendas se quitan, que las vendas se apartan, ¿no? Que las nubes se apartan, pues los amores de flechas o de rayos, la luz de la luna, los rayos de la luna, ¿no? Aparecen, ¿no? Cubren todo el espacio. ¿De acuerdo? Esa sería la idea que trato de dar, ¿no? Es decir, es el descubrimiento del encanto de la luna, ¿no? De la luz lunar, ¿no? De la luz lunar, ¿no? De la blancura de la luna, ¿no? Este asunto lo vamos a ver, ¿no? En la T5, ¿no? La luna, en la T5, la luna en forma de niña, ¿no? Porque dice, se quitó, ¿no? Dice, la careta negra se quitó la niña, ¿no? Es decir, la niña se quitó la careta negra, ¿no? En mi opinión, la niña no es una metáfora más que de la luna que empieza, de la luna que empieza porque empieza la noche. La luna todavía es una niña, ¿no? Después la luna será una mujer, ¿entendéis? Después será una sombra y después será nada, ¿no? Será la amanecer, ¿no? Pero estamos en el principio de la noche y por eso la luna es una niña. La niña se quita la careta negra, ¿no? Aquí vamos a contrastar el blanco con el negro, ¿no? El blanco de la luna con el negro, con la sombra, con la nube, ¿no? Es decir, la niña, ¿no? Se quita la careta, aparece, quizás hay una relación entre quitadas las vendas y la niña se quitó, ¿no? Pero se quitó ya el relato, la otra descripción, ¿no? Una vez quitadas las nubes o apartadas las nubes, ¿no? Los amores, los rayos de la luna, ¿no? Iban por todos los sitios, ¿no? Y después quitada, la niña se quitó la careta, ¿no? La niña se quitó la careta negra, la niña apartó las nubes, la luna es la niña, apareció espléndida y bella, ¿no? Dice, aparece al retirarse, la luna en forma de niña aparece al retirarse las nubes, la negra careta se quitó y el poeta, exaltado por su belleza, la besa en los labios. Aquí se mezcla probablemente la dimensión real, el vino de la cena con el imaginario. Apuró mi boca, vino de su viña, es decir, vino de la viña de la niña, ¿no? De la luna, ¿no? Es decir, mi boca besó a la luna, ¿no? A empezar la historia del amor, ¿no? En una plenitud del beso. Pues, la exaltación del beso, es la cosa seis, ¿no? Esa es la estoja narrativa, ¿no? Porque veis, el perfecto es el que domina, ¿no? La niña, se quita la careta y el poeta, ¿no? Apura el vino de su viña, es decir, apura sus labios, porque sus labios son rojos como el vino, ¿no? ¿De acuerdo? Pero veis, ahí la acción, eso es puramente narrativo, ¿no? Los tiempos verbales son pretéritos perfectos, ¿no? La niña hizo eso y yo lo compré aquí, ¿no? Y yo apuré el beso, ¿no? Y yo la besé, ¿no? La niña y tal, y yo la besé. Es decir, una vez que la luna se te ocurre, que la luna aparece, ¿no? El poeta la besa, se une a ella, ¿no? Se va de esa realidad, ¿no? Vamos a decir, prosaica de la cena, ¿no? Pero utilizando elementos que están en la cena, como es el vino, ¿no? Porque el vino es rojo como los labios de la niña o como la tonalidad rojiza de la luna con la pared, ¿no? Bien, dice, la exaltación del beso se centra en los labios, que es el tercero seis, ¿no? ¿Por qué? Porque ahí no hay verbo ninguno, ¿no? Si vamos a la sextoza seis, ¿eh? Es que tenemos que volver, venga, vamos a volver, porque si no también es un rollo seguir la lectura sin ver el texto. Dice, la anterior, dice, la careta negra se quitó la niña y tras el preludio de una alegre riña, ¿no? Como si fueran amantes, apuró mi boca vino de su viña. Es decir, mi boca, ¿no? El vino de la viña son los labios, ¿no? Y mi boca apuró sus labios, ¿no? Es decir, la besé, ¿no? Y veis pero aquí teníamos los verbos, quitó, ¿no? Y apuró. ¿Veis? Es el relato, es lo que hacen los personajes, ¿no? Los personajes se besan, ¿no? El siguiente es al que íbamos, no hay verbo, ¿no? Todos son sintagmas nominales, ¿no? ¿Veis? Empieza con la misma manera que termina la anterior, ¿no? Apuró mi boca vino de su viña. Y ahora empieza este vino de la viña, de la boca loca, ¿no? Que hace arder el beso, que el marvisco invoca oh, los blancos dientes, de la boca loca. ¿Veis? Estamos exaltando, ¿no? El beso, el contacto, la plenitud, ¿no? De esa unión simbólica entre el poeta y la luna, ¿no? Pero no pasa nada, ¿no? No hay ninguna acción, ¿no? La acción era ella hizo eso y yo la besé y ahora exaltamos ese beso, ¿no? Y para exaltar ese beso, pues destacamos en la boca, fijaros, los dientes blancos, es decir, la blancura, ¿no? Que es lo propio de la luna, ¿no? Además, ¿no? del rojo de los labios, ¿no? Que tiene lo que hace, ¿no? Que tiene unas particularidades, ¿no? Que es entender, ¿no? ¿De acuerdo? El beso, ¿no? El marvisco, ¿no? Que llama al marvisco, que llama a la pasión amorosa, que llama a la sensualidad, ¿no? Ese beso imaginario no deja de ser un beso imaginario en mi punto de vista a la luna. Fijaros, ¿cómo se llama el recurso que consiste en cuando termina un verso y empieza con una secuencia y empezamos el otro con las mismas palabras? Con las que hemos terminado la otra. Vino de la viña, vino de la viña o Pedro tiene una casa. Casa grande y enorme, ¿no? Primero Pedro tiene una casa, la primera oración y empieza la otra con la misma palabra o el mismo grupo de palabras con la que termina la otra. ¿Cómo se llama ese recurso? Bueno, no importa. Anadiplosis, ¿no? Es un recurso de repetición de palabras en contacto, ¿no? Porque terminan y empiezan con la misma palabra. Las palabras que se repiten están juntas, ¿no? Pero en escenas secuencias diferentes. El fin de una o el principio de otra, ¿no? ¿Veis? Ese recurso se llama anadiplosis. Por lo tanto es un elemento de reiteración, de repetición, ¿no? Os pediría que me explicarais después, ¿vale? Bueno, y la exclamación final, ¿no? Los dientes de la boca a boca, ¿no? Es una manera de ponderar el beso, ¿no? De ponderar el beso y de subrayar, ¿no? La blancura, ¿no? Es decir, uno de los epítetos, una de las características básicas, ¿no? De la luna, de ese amor figurado, ¿no? De esa historia figurada de amor entre el poeta y la luna. Bueno, en su boca ardiente, en la boca ardiente de la luna, ¿no? También está la personificación, naturalmente, ¿no? También estaba también el faixán hablaba, ¿no? Era una personificación, ¿no? Y la niña es una personificación de la luna, ¿no? A llamar la niña, ¿no? Tiene boca y tiene ojos, ¿no? Y todo eso, ¿vale? Pero eso es el recurso que tendremos que comentar cuando hablemos de las figuras semánticas, las figuras de significado, ¿no? ¿De acuerdo? Otras, etcétera. En su boca, personificaciones, no ironías, metonimias, todo eso son tropos o cambios de significado de las palabras, ¿no? Pues eso es una cosa de la que usa muy frecuentemente en ese juego entre lo real y lo imaginable, ¿no? Esa cena de carnaval que sí, podía ser muy alegre, muy tímido, aunque él estaba triste porque estaba en otra cosa, ¿no? Y la otra cosa en la que está, ¿no? Que es en su amor lunar, ¿no? Es el amor por la luna. Dice, en su boca ardiente yo bebí los vinos y pinzas rosadas sus dedos divinos me dieron las fresas y los langostinos. Bueno, veis, aquí los elementos culinarios, langostinos y fresas, ¿no? Podían ser reales, podían pertenecer al banquete como el vino, ¿no? Pero son tomados para evocar los efectos del beso ardiente, ¿no? Es decir, para evocar la luna, ¿no? Ya no solamente en respecto del beso, ¿no? Sino por pinzas en el abrazo, ¿no? En el... en la caricia, ¿no? Que es lo que hacen las manos, ¿no? Sus dedos divinos, ¿no? Son pinzas rosadas, ¿no? ¿De acuerdo? Pues esas me dieron, ¿no? A gustar, ¿no? Pues determinadas delicias, ¿no? ¿De acuerdo? Pero son los dedos de la luna, ¿no? Y esos dedos son pinzas rosadas, ¿no? Pinzas porque pinzan, porque abrazan, porque oprimen, porque constrimen, ¿no? Porque acarician. Desde mi punto de vista. Bueno, pues ese es el episodio, ¿no? De la unión, ¿no? De ese beso, de esa sensación, todos los sensaciones, ¿no? ¿De acuerdo? Las sinestesias, va a haber muchas en el poema, ¿eh? Que tenéis que verlas y comentarlas. También es una figura semántica, también es un troco, ¿no? Por el que los sentidos se confunden, ¿no? Fijaros la primera que habíamos visto, ¿eh? Decía que las risas eran claras. Las risas pueden ser sonoras porque se perciben por el oído, pero claro se percibe por la vista, ¿no? ¿Lo veis? Ahí hay una conclusión de sentido. Bueno, eso lo tendréis que mirar vosotros. La idea sería esa, ¿no? Las caricias, el beso y la caricia de la luna, ¿no? Es decir, el amor, ¿no? Imaginario entre el poeta disfrazado de pierrot, que nos vamos a enterar ahora, ¿no? Y la luna. Bien. Y ahora, decide, ¿no? Otra tenemos, otra parada, ¿no? Descriptiva. Aquí tenemos aspecto narrativo, ¿no? Porque estamos declarando acciones. Yo bebí, ¿no? Yo besé la boca de la luna, ¿no? Y la luna me dio un abrazo. Pues eso son hechos, son acciones, son, ¿entendéis? Es relato. Eso es lo que pasa, ¿no? Ella aparece, yo la beso, ¿no? Yo la beso y ella me abraza. Pues eso son hechos, ¿no? Acontecimientos, ¿no? Partes de ese relato de amor, ¿no? Y ahora tenemos la parte descriptiva que desde mi punto de vista tendrá que ver con la dimensión real de la cena, ¿no? Dice, yo la vestimenta de Pierrot enamorado de la luna tenía. Y aunque me alegraba y aunque me reía en la cena realmente, lo que pasaba realmente es que la melancolía moraba en mi alma. La melancolía es la tristeza, ¿no? O lo que estaba muy de nota en la época que se llamaba el esplín, ¿no? Es decir, esa melancolía, esa ignoranza y en este caso la ignoranza es de la noche, de la luna, de su amor que no está en la cena, ¿eh? Sino que está en otro sitio, está en la calle, está fuera, está en la naturaleza, ¿no? ¿De acuerdo? Eso como no deja de ser una descripción, ¿no? Pero como es lo que describe, es una descripción del estado anímico, ¿no? De acuerdo, del poeta, ¿cómo llamaríamos ese tipo de descripción? Si describiera su físico, ¿no? Llamaríamos de una manera, ¿no? Pero si describimos su aspecto moral o su estado anímico, ¿cómo le vamos a decir? ¿Cómo le vamos a decir esa descripción? Etopeya, ¿eh? Eso sería una etopeya, ¿no? Porque estamos describiendo no su físico, sino su estado emocional, su estado anímico, ¿no? ¿De acuerdo? Su estado anímico real es melancólico, es la ignoranza, ¿no? Es de añorar o echarle menos algo, ¿no? Que es la luna, ¿no? Es la luz de la luna, desde mi punto de vista, ¿no? Así terminaríamos, ¿no? Lo que hemos llamado, esa fase de plenitud, ¿no? Es decir, la luna aparece, los amantes se besan, ¿no? Y él, pues, de alguna manera en la cena real se siente triste, ¿no? Aunque ya hemos visto que los elementos reales e imaginarios se confunden, ¿no? Como hemos visto en los elementos culinarios, pesas o langostinos, ¿no? Que le da a probar los dedos rosáceos de la luna, ¿no? Bueno, pero su estado real es de tristeza. Dice después, la carnavalesca noche luminosa, no, pero nada, todavía no hemos terminado, para vendar la última acción, ¿no? El que parece el perfecto. La carnavalesca noche luminosa, ¿ves? Destacamos la luz de la noche, ¿no? La luz de la noche es la que da la luna, claro. Dio, ¿no? La noche dio la mujer hermosa a mi espíritu triste. Esa mujer hermosa, ¿quién es? La luna, claro. ¿Entendéis? Otra vez tenemos, ¿veis? La personificación de la luna, si antes era niña, ahora ya es mujer, ¿no? Y destaca de esa mujer sus ojos de fuego, es decir, la luz, ¿no? Sus labios de rosa, ¿no? ¿De acuerdo? Esos son los elementos que vamos a destacar, ¿no? En esos versos estrictamente simétricos, paralelos. ¿Os da cuenta? Con esos dos sintagmas son paralelos, ¿no? Que destacan cualidades de esa mujer hermosa, su luz, ¿no? Específica en sus labios y en sus ojos, ¿no? Esa es la luna, ¿de acuerdo? Y eso es lo que la noche, sí, ofrece al poeta, ¿no? La verdadera, su historia no real de esa noche de carnaval cenando, ¿no? Ni que incluso se siente triste o abstraído de lo que está haciendo, ¿no? Como el pierrot que miraba por la ventana, ¿no? Mientras tenía la mente que le miraba a ella, pero la ignoraba, ¿no? No lo hacía en ningún caso, porque estaba a otra cosa, ¿no? Pues eso. Bueno, y ahora empezará atrás ese último aspecto de la narración, ¿no? Que recoge o resume, ¿no? Todo lo que hemos dicho antes, ¿no? Que la luna apareció, que yo la besé, que la volví a besar, ¿eh? Y que ella me estrechó entre sus brazos, ¿no? Pues ahora resumimos todo eso en eso de que la noche, ¿no? Me dio el amor de una mujer. Y ya pasaríamos a la siguiente etapa, que sería la del abandono, ¿no? La del alejamiento, la del distanciamiento, ¿no? Y sería este. Y en el gabinete del café galante, ella se encontraba con su nuevo amante, ¿no? Es decir, ella será la luna, ¿no? La luna se encontraba con su nuevo amante, ¿no? Que en el gabinete, en otro espacio, ¿no? De un café, ¿no? Un café galante, ¿no? En otra parte. Indica que la luna, siguiendo su curso, ¿no? Pues se va alejando del poeta, ¿no? Y alumbra quizás ya no el sitio, el gabinete en el que él se encuentra, sino otro gabinete y otro posible amante que esté allí extraído como él está por el efecto lunar, ¿no? Y ese amante le califica de pálido, ¿no? Pálido peregrino de un país distante, ¿no? Es decir, otra vez el color blanco, ¿no? Que es el color dominante que vamos viendo, ¿no? A lo largo de todo el poema. Llegaban los ecos de bajos cantares y se despedían de sus azares miles de purezas en los bulevares, ¿no? Igual que mil amores iban, ¿no? Pues ahora mil purezas se despiden de su color blanco, ¿no? En las calles. Los bulevares son las calles, ¿no? ¿Veis? Es una estrofa, como veis otra vez, el imperfecto es el que domina. Entonces estamos describiendo, en este caso, un momento, ¿no? Un tiempo, ¿no? Podría ser perfectamente, ¿no? La descripción del fin de la noche, ¿no? De los rayos que la luna se pone, que la luna se esconde, que la luna alumbra menos, ¿no? Porque se va ocultando según pasan las horas, ¿no? Entonces, pues, los rayos de la luna, la pureza de la luna, el blanco de la luna se despide de su color blanco, de su luminosidad, ¿no? ¿Por qué? Porque desaparece en el horizonte, ¿no? Porque se pone en la otra parte del cielo, ¿no? Y entonces, pues, ya no alumbra, ¿no? Y por eso se despide de su luz, ¿no? De eso se despide la luna, ¿no? Por eso estamos en ese momento, ¿no? De la luna se pone. En ese sentido, si es la descripción del momento, ¿no? De la puesta de la luna, podría notar la luna cronografía. Es una descripción del tiempo. Bueno. Y esos ecos de vagos cantares, ¿qué podría ser según vosotros? Los ecos de vagos cantares, ¿no? Fijaros, es impreciso todo, ¿no? La luz ya se difumina, ¿no? Se pierde su limpidez, ¿no? Su claridad, ¿no? Pero también el sonido, porque los cantares se perciben por el oído, ¿no? Entonces esos cantos, ¿no? Esos cantos vagos, ¿no? Es decir, difusos, ¿no? Pero que ya no solamente son cantos, si son ecos de cantos, ¿no? Todavía más difuso, más lejano, ¿no? Pues es lo que queda, lo que empieza a percibirse en el ambiente, son esos esos ¿qué? A ver, ¿qué es lo que canta cuando empieza a caer la noche y está a punto de salir el sol? Podría ser, ¿no? El canto de los pájaros, ¿no? Pero en la lejanía, ¿no? Lejanos todavía. Claro, no podemos estar en esa idea, ¿no? ¿De acuerdo? De esa idea de abandono del amante en tanto que la vida se va a poner, ¿no? Se está poniendo, ¿no? Se está abandonando a Pierrot, ¿no? ¿De acuerdo? Para ponerse en otro lugar, ¿no? ¿De acuerdo? Ya se percibe, pues, esas cosas, ¿no? Es decir, la noche se acaba, la noche o la luna se aleja, se distancia, se separa de su amor, ¿no? Pero no es esa base, ¿vale? Y cuando el canto de Champaña me cantó su canto, por una ventana vi que un negro manto de nube, ¿no? Es el sujeto, bueno, es narrativo, ¿ves? Tenemos el perfecto. Yo vi eso. ¿Qué es lo que vio? Vio que un negro manto de nube, ¿no? Cubría el encanto de Febo, ¿no? ¿Veis? Ahí tenemos también, como veis, un hiperbatón, ¿no? En tanto que de Febo complementa encanto. Además tiene encabalgamiento, ¿no? En tanto que el verso del medio, manto encabalga con nube, es manto de nube. La pausa versal obligada, ¿no? Y eso es lo que es un encabalgamiento, ¿no? Se rompe. ¿Por qué? Porque el sintagma complemento del nombre de nube, el manto de nube, las nubes, ¿no? ¿De acuerdo? Cubren el encanto de Febo. El encanto de Febo, el tesoro de Febo es la luna, ¿no? Se oculta, ¿no? Esa es la idea. ¿Me seguís? Bueno, es una interpretación, ¿no? Cada uno lo verá a su manera, ¿de acuerdo? Pero esa sería la idea que yo trato de transmitir, ¿no? Y ahora definiríamos la fase final, ¿no? ¿De acuerdo? Porque si se cubre el encanto de Febo, si la luna desaparece, se despide de su azar, si los aritos empiezan a cantar, ¿no? Es que la noche se acaba, ¿no? Y dije a la amada. Esa amada es la amada real. Esa amada de un día es la amada que él tiene o con la que él asiste a esa cena tan larga, ¿no? Que es la chanta, conversación, ¿no? Todo eso, ¿no? Tiene esa cena tan larga de amigos, ¿no? Es el parís fin de siglo, ¿no? Pues tiene una amada de un día, tiene un amante, ¿no? Pero como en la fotografía, en la imagen que os he enseñado, el pierro no lo hace ni caso. Pero ni caso. Y dije a la amada de un día, ¿no viste de pronto ponerse la noche tan triste? Ponerse la noche, ¿no? Es acabarse la noche. Cuando se pone el sol, ¿no? Es que se acaba, ¿no? El día. Cuando se pone la noche es que comienza el día siguiente, ¿no? Y triste porque desaparece, ¿no? Se separa. Dice ¿Acaso la reina de luz? ¿Quién es la reina de luz? La luna, claro. ¿Acaso la reina de luz ya no existe? Ha desaparecido, ha muerto. Y dice la amada, ella me miraba pero no lo contestó, ¿no? Y el faixán cubierto de plumas de oro, cubierto, es decir tapado por el sol, ¿no? Es el faixán de plumas de oro tapado por las nubes, cubierto, ¿no? Es decir, no todavía fuera, ¿no? Sino a punto de salir, ¿no? Cubierto. Le dice, y terminamos como hemos empezado, ¿no? Con el estilo directo, ¿no? Con lo que dice el sol al poeta. Pierro, ten por cierto que tu fiel amada, que la luna ha muerto. Es decir, que se ha acabado el día que el sol sale, que comience el nuevo día. ¿No? Pues esta será esa fase de desaparición o de muerte. La fase de alejamiento o abandono y la fase de plenitud, ¿no? Dominada por la niña y muerta. Bueno, pues eso sería la interpretación, ¿eh? Que yo os he dado del poema que no sé si con eso os ayudo a comprender mejor o por lo contrario a confundiros más, ¿no? Eso ya no sé muy bien y es la interpretación que hago, ¿no? Ya está. Entonces pues vosotros pensarlo, mirarlo, estudiarlo y comentarlo, ¿no? Intentar dar un significado, una interpretación al poema. ¿Qué tiene aspectos narrativos y descriptivos? Es evidente, ¿no? Las formas verbales lo manifiestan, ¿no? Las formas de perfecto y las formas de imperfecto, ¿no? Que utiliza recursos de la narración como el estilo directo, pues eso es lo que encuadra, ¿no? El principio y el final de la composición, ¿no? Se encuadra en ese parlamento del Taisán, ¿no? Que es el trasunto del sol, ¿no? No es otra cosa. Entonces hay una interpretación, ¿no? Puede haber otras, ¿no? Y que hay una historia que la luna realmente representa a una mujer. Claro, la luna es una mujer, representa a una mujer, ¿no? O la luna mejor, sí, eso es, representa a una mujer, claro. ¿No? Esa es esa amante ideal, ¿no? Que el que Pierrot persigue, ¿no? Fíjate en la imagen, ¿no? Como Pierrot mira por la ventana abducido y enamorado. ¿A quién mira? A la luna, ¿no? Está enamorado de la luna, ¿no? Está enamorado de la luna como el otro puede estar enamorado de una mujer. La luna es una mujer, ¿no? Efectivamente. Esa es la idea, ¿de acuerdo? En el punto de vista, lo voy a repetir. No sé a qué hora terminamos. Ya estoy impresionado por el tiempo, como siempre. Bueno. Hemos empezado el cuarto, ¿no? Terminamos entonces. Pues eso es lo que... Gracias. Eso es lo que comentaría, ¿no? Sobre el poema. He mezclado un poco todo, los recursos, la estructura, la temática, ¿no? Pues eso. Yo creo que el tema nos cuadraría perfectamente con la luna. No sé, comentadme. ¿Estáis de acuerdo? ¿Qué no habéis entendido? ¿Veis otras cosas que no haya visto? ¿Estáis en desacuerdo con algunos aspectos de la exposición que os he hecho? Comentarme algo. ¿Pensáis que realmente es así? ¿Creéis que otra cosa que, como muy discutible, hay esa doble dimensión, no? La cena, la noche de carnaval, ¿no? La historia del amor. O en realidad no es la luna, sino es una enamorada, ¿no? Y la luna es parte del paisaje. Es lo que... Lo que no me queda claro es lo de las historias paralelas. Ajá, ajá. Sí. Bueno, yo las historias paralelas las he visto en esos aspectos, ¿no? Las he visto en los aspectos suntuarios, ¿no? En el arnete, ¿no? ¿De acuerdo? Eso es un elemento... Una enamorada que representa a la luna. Podría ser... Una mujer que representa a la luna. Bueno, pero en cualquier caso, una mujer que representa a la luna. ¿Pero con la que se une de verdad o no? ¿O es la luna? ¿Cuál ha sido mi primera interpretación? Bueno, podría ser una enamorada que representa a la luna. Pero una enamorada real, ¿no? Es decir, su enamorada real que asista a esa cena, ¿no? No hay tal dimensión, ¿no? Sino que... ¿No habría esa dimensión, esa historia paralela? ¿No? ¿Qué es lo que duda tu compañera Verónica, no? Bueno, pues quizá, ¿no? Ya digo que eso es discutible, ¿no? Es decir, establecer esas dos historias, ¿no? Esos dos relatos, ¿no? El relato de la cena y el relato de la unión amorosa, ¿no? Bueno, podría ser, pero fíjate que en las fases, ¿no? En las fases en el tiempo de la historia, en las partes de la historia, se confunde todas esas cosas, ¿no? Porque mira, si la amante, si la luna, se va a la luna, se va con ese peregrino pálido, ¿no? ¿Por qué después le pregunta a la amada de un día? ¿Puede ser la amada de un día a la luna? ¿Y por qué a la luna le pregunta que por qué no existe la luna? No tiene sentido, ¿no? Habría que interpretar que una es la amada real a la que le pregunta que por qué es la noche se pone tan triste cuando la luna se va, ¿no? Y le pregunta, lo interroga, por si sigue existiendo, sigue viva, ¿no? La reina de la luz, ¿no? Que es la luna, ¿no? Entonces, lo que no puede coincidir es esa amada de un día con la luna, ¿no? No tiene sentido, ¿entiendes? Y después, que la amada real fuera una mujer, ¿por qué la hayan llamado niña al principio, mujer en su plenitud, ¿no? Amante de otro cuando va a desaparecer, ¿no? Y por fin reina de la luz cuando se acaba, ¿no? O porque predica que tu fiel amada, ¿no? La fiel amada de Pierrot, ¿no? La fiel amada de Pierrot, que la luna, ¿no? No es otra, que la luna no es una mujer, es la luna, ¿no? Eso consiste en la suerte de la luna, no de la mujer, ¿eh? Esa es su amor, su amor o su mujer ideal, ¿no? Pero su mujer ideal no es otra cosa que la luna. Mujer significa luna. No luna significa mujer, sería el inverso, ¿no? Pero bueno, todo esto siempre es una cosa muy complicada de asegurar, ¿no? Yo así como lo veo, ¿no? Pero que todo está abierto, ¿no? A interpretación, ¿no? Porque lo que tiene de bueno la poesía, ¿no? Y la literatura en general, ¿no? Son textos connotativos, ¿no? Que sugieren, ¿no? La luna sería el ideal de su mujer, no una mujer en concreto, claro, ¿no? Es un poco como la idea de Becker, ¿no? De esa mujer ideal, ¿no? Dice yo soy morena, tal, y soy ardiente, y soy no sé qué, esa rima de Becker. Y dice, no, no eres tú. Y le da a la rubia, le dice, yo soy rubia, yo soy no sé qué, yo soy no sé cuánto, tal, ¿no me quieres? Dice, no, no eres tú. ¿No? Porque su ideal, su mujer, ¿no? Es un ideal de mujer, no es una mujer concreta, ¿no? No es una mujer real, ¿no? Si no es un ideal, es una idea, ¿no? Eso es lo que persigue. Pues a mí me parece que esto va en el mismo sentido, ¿no? Es una idealización de la luna, ¿no? En forma de mujer. Pero no está hablando de una mujer real, ¿eh? No es como esa mujer real con la que pasa esa historia de amor, de besos, de abrazos, ¿no? Y después un poco de desesperación, ¿no? Al ver que se va, ¿no? O al ver que se pone, ¿no? Al ver que insiste. ¿No? Es eso, ¿no? No, no, no, no coincide con la interpretación de que se trata de una mujer real a la que ama apasionadamente durante la cena, ¿no? No lo sé. ¿Eh? No lo sé. Además, fíjate, cuando dice que la cena esperaba es que a la cena no le hace ninguna caso, ¿no? Le podía esperar la cena porque él estaba, ¿no? Estasiado, ¿no? Mirando por el... mirando la luna, ¿no? Mirando el exterior, mirando lo que pasaba afuera, ¿no? No estaba realmente lo que estaba, ¿no? Es decir, acompañado por sus amigos en esa cena galante, ¿no? En esa cena de carnaval, ¿no? En la que todos estaban disfrazados, él también. Pero fíjate, tú llevas el disfraz del enamorado de la luna, ¿no? De Pierrot. Eso queda claro, ¿eh? Que Pierrot, que es el enamorado de la luna, ¿no? Ha demostrado, ¿no? En esas citas que se han puesto de otros pasajes, de otro poema, de otras personas, ¿no? En este del campo, ¿eh? Donde la historia pasa en Argentina, ¿no? O este que pasa también en París, de la canción de carnaval, ¿no? Donde Pierrot se nos presenta con eso, ¿no? Que Pierrot te cuente cómo rima sus amores con la luna, ¿no? Por ejemplo, compagina sus amores con la luna. Y la luna es eso, es la luna, ¿no? Es una mujer real. Es una mujer en su supuesto ideal, ¿no? Es un ideal de mujer. No es una mujer concreta, específica, de carne y hueso, ¿no? Sino es un ideal. Yo lo veo así, ¿eh? Entonces así os lo cuento. Pero, como os digo, pues todo esto, pues oye, son cosas que... Lo importante es que sepáis explicarlo, ¿no? Argumentadamente. Y eso es lo importante, no tanto que acertemos en nuestras interpretaciones, porque seguro que hay muchas, ¿no? Y variadas, ¿no?