Bien. Bueno, pues ya está, eso es. Así está ya grabándose porque creo que es bastante útil que esté a vuestra disposición en el repositorio de contenidos digitales. Esta grabación corresponde a la clase de filosofía del curso de acceso de la zona de Madrid Sur y, bueno, pues a las explicaciones para el tema del empirismo. Y os estaba incitando un poco, recomendando que os animarais a hacer comentarios de texto, por favor. Es muy importante para vuestro entrenamiento. El comentario de texto es una muy buena herramienta de comprensión intelectual, de acceso a la filosofía y de desarrollo de las ideas filosóficas. No sé por dónde empezar. ¿Me puedes mandar unos comentarios? A ver, pero ¿a qué te refieres? ¿A qué te refieres, Adrián? Que no sabes. Te puedo mandar, si me mandas tu correo, si es que no me lo has mandado, no recuerdo. Sí, te puedo dar algún PDF en el que se explican, bueno, se dan algunas recomendaciones para hacer comentarios de texto, ¿vale? Y si sigues un poco esas instrucciones... Pues yo creo que podrás enfrentarte con cierta tranquilidad a la parte del examen que corresponde al comentario de texto. Mándame tu dirección, por favor. ¿Vale? Mándame un correo y yo te, a vuelta del correo, pues te doy los PDFs a los que me refiero. Y luego, ¿qué comentarios puedes hacer? Pues estos que estábamos leyendo en clase, ¿no? Por ejemplo, ahora ya directamente. Hemos terminado Descartes, aunque no hemos dedicado un tiempo. Pues hay unos textos de Descartes magníficos, extraordinarios, ¿no? Que se refieren a la duda metódica y que yo he leído en clase con un cierto detenimiento, ¿no? Entonces, casi cualquiera de los textos que tenéis en la exposición de Descartes podría serviros, ¿no? Espera, Adrián, un momento. Entonces, dame nota. A ver, que no se me olvide. Eres Adrián. Vale. Y tu correo. Si no te llega, pues igual es que tomó mal nota, pero bueno, como va a quedar aquí grabado, te das cuenta que va a quedar grabada tu dirección electrónica, ¿eh? Y que esto lo voy a poner en la... ¿Qué va a quedar? Bueno, Adrián... Adrián, 22... Vale, punto com. Y si no, pues a vuelta... Si no te llega, pues me mandas a mi correo y yo te lo contesto. ¿Vale? Bien, pues decía que hay muchos textos, los que se refieren a la duda metódica, los que se refieren al cógito, a la frase pienso no existo, la primera verdad, ¿no? En fin, los textos que estamos leyendo. Pero es imprescindible que trabajéis, ¿no? Porque si no... No conviene que el primer comentario de texto que hagáis... Bueno, y el segundo, porque os examinasteis en enero, ¿no? Pues os lo encontréis ahí en el examen mismo. Puede ser, ¿no? Os tenéis que entrenar. ¿Vale? Bueno, otra cosa más. A ver... Ya habéis visto que se han movido las fechas de los exámenes, ¿no? Por el... Bueno, el asunto del coronavirus. Igual que en selectividad, pues se hace en la primera semana de julio. Los exámenes... En nuestro caso, el examen de filosofía, muy bien, ya nos ha llegado. Lo tenemos. El 9 de julio. Fijaros. En pleno San Fermín es que no van a ser. De mi tierra. No tendremos San Fermín y va a haber más bien exámenes para la gente, ¿no? En fin. El principio es esa fecha. El 9 de julio. ¿Esto qué quiere decir? Pues quiere decir que... Por un lado algo... No sé si lo veréis como positivo o negativo. Yo creo que puede ser positivo. Que tenéis más tiempo. Pues tenéis un mes más para preparar el examen. Con lo cual, pues hay más facilidad para aprender más, ¿no? Para reforzar lo que ya estéis aprendiendo y sabiendo, ¿no? Para entrenaros más incluso con los comentarios de texto. ¿Vale? Y a mí también me va a dar la oportunidad de tener más clases con vosotros, ¿no? En principio termino las clases el veintitantos de mayo. Pero me gustaría poder ofreceros también como más clases, ¿no? Me temo que no va a poder ser en la forma... De un día que damos vosotros y yo. Porque de lunes a jueves tenéis clases. Tenéis todas las tardes ocupadas, ¿no? Tendría que ser el viernes hasta el veintidós. Pero yo los viernes tengo también unos asuntos. Y para mí es más complicado. Y creo que después del veintidós... Si me dejaran después del veintidós hacerlo en clase así, a esta misma hora. Pero me parece que por las herramientas que hay... Bueno, cosas de la administración. Como que no podría... No podría ser así. Entonces, yo había pensado grabar algunas sesiones. Aunque esté yo solo, ¿no? Bueno, grabo la exposición. Y os lo dejo en el repositorio de contenidos digitales a vuestra disposición. Como las otras clases estarán a vuestra disposición. Porque las estoy grabando como estáis viendo, ¿no? No sé si las miráis, pero os podría servir para repasar otra vez, ¿no? Entonces... Como estamos justo de tiempo. Entonces, podríamos hacer eso. Ahora comento lo que estás sugiriendo, ¿no? Ángela. Y luego la atención... La atención también a preguntas y dudas que podríais tener. Pues podría ser por correo, por ejemplo. Me mandáis los trabajos, por ejemplo. Estaría bien, ¿eh? Me mandáis vuestros trabajos. Y yo los corrijo y os digo lo que me parecen a mí. Si hay algún error garrafal, pues habrá que advertirlo. Que por ahora no está siendo el caso, ¿no? Esa sería una posibilidad. Creo que lo voy a hacer así. Ya he consultado... Bueno, estoy consultándolo aún. A ver de qué manera la UNED me deja esta herramienta. Porque esta herramienta está bastante bien para las grabaciones. Y luego subirlo ahí al repositorio, ¿no? Y también podríamos igual hacer esto que está diciendo también Ángela. Y yo utilizo también otras herramientas. Microsoft Team, por ejemplo. No sé si lo conoces. Y otra más, ¿no? Entonces igual podríamos quedar alguna tarde también para seguir las exposiciones con esa herramienta. Yo le informaría a los alumnos. La propia UNED está también informándonos de esto. Ya se dijo que se podría utilizar ese recurso. Y entonces tal vez podríamos emplearlo también. También nosotros, ¿no? Porque tenemos un mes más. ¿Vale? Y me gustaría... Yo qué sé, ¿no? Pues no sé. Dos, tres o cuatro. Ya veremos cuántos podemos necesitar. Tal vez tres, ¿no? Sesiones y... No sé. Entonces estoy esperando que me contesten. Para ver si yo puedo continuar las clases los lunes. Más allá del 22. Porque si pudiera con esta herramienta pues estaría bien, ¿no? Pero me temo que no va a ser el caso. De cualquier modo... Ya termino con esto. De cualquier modo... Quería deciros... Es que sí daré alguna... Bueno, grabaré alguna exposición más de Nietzsche, por ejemplo. De los autores que nos puedan faltar. O de detalles que nos puedan servir. Y podríamos tener tal vez un encuentro también virtual. Pues para dudas que pueda haber, ¿no? Con esa herramienta de Microsoft Teams. ¿Vale? Que es bastante potente, la verdad. ¿De acuerdo? Sí, sí, sí. Lo único, Ángela, que tal vez los comentarios de texto... De junio yo no los podré incorporar en el informe. Eso tengo que preguntar a ver si nos admiten entregar los informes más tarde. Porque otros años, como el examen era en mayo, finales de mayo... Nosotros, los profesores tutores, teníamos que entregar el informe un poquito antes, ¿no? A mitad de mayo, por ejemplo, ¿no? ¿Vale? A partir de los comentarios de texto y otras intervenciones de la gente, ¿no? De los alumnos. Pero ahora, como... Cuando vais a tener el examen un mes más tarde, yo ya lo preguntaré. Ya lo preguntaré a los profesores de la sede central. Entonces, igual, nos dejan a nosotros los tutores enviar el informe un poco más tarde. Con lo cual, en ese caso, Ángela, pues no solo... Bueno, no solo me manda los comentarios para que yo te los corrija y te diga algo, sino para que además te sirva, ¿no? Te sirva. ¿Vale? Hoy por hoy... ¿Cuándo mandas el informe? Pues si fuera como otros años, lo tendría que mandar sobre el 20 de mayo. ¿Vale? Más o menos. Pero como esto es tan excepcional... Y ahora tenéis la prórroga... Vamos, la prórroga... No, no sé si es la palabra adecuada, ¿no? El aplazamiento, ¿no? El aplazamiento de los exámenes hasta el 9 de julio... Pues entonces, igual, nosotros lo podemos entregar antes. Pero no te lo puedo confirmar. No te lo puedo confirmar. ¿De acuerdo? Eso yo ya lo preguntaré y os lo digo. O sea, pero aún además tenemos tiempo, ¿no? Porque en el peor de los casos, pues sería sobre el 20 de mayo. ¿Vale? Y en el mejor, pues igual... ¿El sistema del examen? Sí, sí, es igual. El examen es lo mismo, al mismo estilo. ¿Vale? Un texto para hacer el comentario y dos preguntas teóricas para elegir una. Por mandar yo alguno. ¡Claro! ¡Claro, claro! Adrián, tienes que mandarme no uno. Dices alguno y suena a pocos. Entonces, por favor, no me mandes dos. Mándame cinco o seis, ¿no? Como interés del texto. No todos de una vez, ¿no? Poco a poco, porque... Pero ya puedes mandar de Maquiavelo, por ejemplo, ¿no? De los que se han visto, autores que se han visto. Podría ser uno de Maquiavelo. Un texto de Galileo que hay muy bonito que Ángel ha comentado y algunos... Algunos han comentado de la matematización de la experiencia, ¿no? Es un texto de Galileo muy bonito, ¿no? Ese de la naturaleza es como un... Bueno, el libro de la naturaleza solo se puede entender si saben matemáticas. Tiene caracteres matemáticos, ¿no? Bueno, ya sabéis a cuál me refiero. Y luego de Descartes, ¿no? Pues dos o tres textos magníficos que podríais mandar. Ya os enviaré también una relación de textos oportunos, pero son los que estamos leyendo en clase, como los que vamos a leer ahora, decimos. ¿De acuerdo? Bueno, pues yo creo que tenemos que avanzar porque si no... ¿Alguna pregunta? ¿Algo que queráis decir? ¿Vale? Pues por favor, todos los comentarios que podáis. ¿De acuerdo? Bien. Pues después de lo que vimos el otro día, al final de la clase, que era como la presentación del empirismo, ¿no? ¿Os acordáis del otro esquema, del esquema anterior en donde estaba el racionalismo? El racionalismo y el empirismo. Yo intenté que vierais las diferencias principales entre las dos escuelas de psicología... Perdón, de filosofía. Es que acabo de terminar la clase de psicología. Las dos escuelas de filosofía que se dan en la Edad Moderna, las principales, pues son el racionalismo y el empirismo. Luego está la ilustración y después el idealismo, ¿no? Pero dos como muy, muy, muy importantes en la Edad Moderna, pues son el racionalismo, que nosotros hemos desarrollado a partir de la filosofía de Descartes, y el empirismo que desarrollamos con la filosofía de Hume. Entonces, el otro día vimos características. Y ahora estábamos, pues en este apartado. Yo estoy empleando mi esquema de Hume. Tenéis también el resumen, ¿os acordáis? Podéis bajar de aquí. Si alguien no puede acceder a esto, me lo dice, yo se lo mando por correo, ¿eh? Aunque ya envíe a todos los alumnos, pero... Si le dais aquí al listado de documentos, veis aquí que podéis tener, que tenéis, bueno, pues distintos PDFs que os mandé, ¿eh? Y tenéis un esquema de Hume, que es el que estoy utilizando ahora, para esta parte. Y tenéis también un resumen breve de la filosofía de Hume, ¿vale? Hume brevísimo, ¿de acuerdo? Os lo podéis descargar. Pero para las clases, ahora, tal vez, en este momento, quiero utilizar, luego pongo el brevísimo, este esquema, porque es, es importante y nos puede ayudar, ¿vale? Bien. Pues os decía el otro día que, por favor, intentáramos recordar esto que tenemos aquí destacado, ¿no? Porque cuando tú estudias un filósofo, conviene que le preguntes qué es... Una pregunta un poco gorda, ¿no? ¿Qué es para ti el ser? Hazle esa pregunta. ¿Qué es para ti lo real? El ser de verdad, de verdad. Por tanto, le haces una pregunta de ontología, ontología es la parte de la filosofía que estudia el ser, ¿no? Porque dependiendo de la respuesta que den a esa pregunta, así será la totalidad de su filosofía. Porque la parte principal de la filosofía es seguramente la ontología y sobre ella los filósofos ya desarrollan la ética, la antropología, la teoría del conocimiento, ¿vale? Bueno, si le preguntas a Platón cuál es el ser, ¿verdad?, pues te dirá el mundo inteligible, lo que está fuera del tiempo y del espacio y es eterno e inmutable, ¿os acordáis, no? Si le preguntas a Tomás, a Tomás de Aquino, que es el ser, te dirá, es lo absoluto personal, trascendente y preocupado por el mundo de lo finito, ¿no? Eso es Dios, ¿no? Y así cada filósofo pues te va dando su oferta ontológica. Si le preguntamos a Hume qué es el ser, pues Hume te va a decir el conjunto de hechos. Es la realidad que está sometida al tiempo, al espacio y a la contingencia. En el mundo hay hechos, ya vamos a ver que no hay esencias ni sustancias, sino hechos que se relacionan unos con otros de manera contingente. Ya veremos también qué significa eso. Bueno, ya lo adelanto, aunque ya lo comentamos en el tema de Santo Tomás, ¿no? Lo contingente se contrapone a lo necesario. En filosofía llamamos necesario a lo que es así y no puede ser de otro modo. Cuidado, no llamamos necesario a lo útil, como se entiende en el lenguaje corriente, ¿no? ¿Verdad? Entonces, en el sentido corriente este bolígrafo es necesario para que yo pueda escribir. En el sentido filosófico, no. ¿Vale? Porque en el sentido filosófico llamamos necesario a lo que es así y no puede ser de otro modo. A lo que no puede cambiar. A lo que definitivamente es. Pero este bolígrafo puede ser de otro modo, puede cambiar, está y puede desaparecer, se acabará rompiendo. Es contingente. ¿Vale? Es contingente. Lo contrario de necesario es lo contingente. Lo contingente es lo que es así y puede ser de otro modo. ¿De acuerdo? Bien, pues es característico del empirismo, aunque al principio no advertido por completo por ellos mismos, ¿no? Pero ya está con una cierta claridad en Hume. Bueno, una cierta no, está con total claridad, más bien. Habría que decirlo así, en Hume. El considerar que en el mundo las cosas son contingentes. Son así y pueden ser de otro modo. Esto es muy importante, ya lo veréis para ver la crítica que Hume hace a la noción tradicional de causalidad. ¿Vale? Entonces, en el mundo, diciéndolo de otro modo, para el empirismo no existen esencias, no existen naturalezas de las cosas. Existen realidades que son de este modo pero pueden ser de otro, que se vinculan de un modo contingente entre ellas. Bueno, en el mundo como conjunto de hechos. ¿De acuerdo? Y a la vez también es importante para entender a Hume la referencia a este aspecto que he puesto con palabras en mayúscula, ¿no? A la experiencia como el origen y el límite del conocimiento humano. Esto era como muy distinto al racionalismo y lo vamos a desarrollar ahora, ¿no? A la experiencia. ¿Vale? La piedra de toque de la verdad es la experiencia. El contacto perceptual con el mundo. Experiencia es el contacto perceptual con el mundo. ¿De acuerdo? El uso de la percepción. Bien sea la percepción externa, ver, oír, tocar, ¿no? Bien sea lo que a veces llamamos percepción interna que es el mirar por dentro. ¿Vale? El mirar por fuera me sirve a mí para advertir que hay una jarra aquí en mi mano. Yo tengo experiencia de la jarra porque estoy viendo y tocando este objeto. ¿Vale? Al uso de los sentidos de este estilo, ver, oír, tocar, probar, etc. Le damos el nombre de percepción externa y es experiencia. Pero también tengo experiencia de mis estados mentales. No de los vuestros, que están como fuera de mi experiencia, ¿no? Pero de los míos sí. Y tengo también una capacidad de percibir por dentro. Me miro por dentro, miro hacia adentro y entonces puedo ver que estoy pensando, o que estoy recordando, o que estoy imaginando que tengo un deseo, o una abolición, o acto de voluntad. Se llama aboliciones, ¿verdad? Que tengo una determinada emoción, ¿verdad? Si os pregunto, por ejemplo, le pregunto a Adrián, ¿qué tal? ¿Cómo estás? ¿Estás con nervios? ¿Estás con miedo para el examen de filosofía? Bien. ¿Y cómo sabes que estás bien? ¿Porque te ves en el espejo? ¿Porque te ves en el espejo sabes que estás bien? Nervios sí, miedo no. Vale. Y para decir esto, esta frase, para contar esta frase, decir que esto es cierto, ¿cómo llegas a ello? Pues no mirándote en el espejo, ¿no? Sino mirando hacia adentro. Lo que hacía Descartes, fijaros, lo que hacía Descartes para llegar a la frase, pienso, no existe. Es lo que ha hecho Adrián para contestar a la pregunta, ¿qué tal estás? Y decir, no tengo miedo, pero sí nervios. ¿Vale? Entonces, eso, Adrián tiene experiencia de sí mismo, pero Ángela no tiene experiencia directa, de verdad, de verdad, de los estados mentales de Adrián. ¿Vale? Ni yo tampoco. ¿De acuerdo? Porque decimos, repito, que tenemos experiencia cuando tenemos contacto perceptual con una realidad. Bien sea a partir de la percepción externa que me pone en contacto con los llamados objetos físicos, bien sea la percepción interna que me pone en contacto con mi vida mental, mi propia vida mental. Y que me permite decir, pues estoy bien, o estoy mal, o estoy nervioso, tengo miedo, estoy enfadado o no estoy enfadado. ¿De acuerdo? Pero siempre la experiencia es el origen y el límite del conocimiento. ¿Vale? Y límite, como vamos a ver, y esto es muy importante, por favor, es muy importante. Hume, como todos los empiristas, pero en particular él, más que, por ejemplo, Locke, va a considerar que el conocimiento humano no es infinito para nada, ¿no? No somos omnipotentes, ¿no? Sino que tiene un límite. Lo que está más allá de la experiencia no se puede conocer. ¿Vale? ¿Hasta qué punto una percepción es una verdadera realidad? A ver, David, estás diciendo hasta qué punto la percepción o el objeto de la percepción. O el objeto de la percepción. Porque aquí depende, ¿no? La percepción sí es una realidad, una realidad psíquica, ¿no? Yo ahora estoy percibiendo la sensación de uno mismo sobre algo, ¿no? Entonces, la sensación es también real, ¿no? Pero tu interpretación, de que sea esa sensación, sin embargo, puede que ahí ya sí te puedas equivocar. Y si hablamos así, ya nos estaríamos metiendo un poco con Descartes, ¿eh? Porque Descartes casi creía que la mente era transparente para sí misma. Y desde luego, sobre todo, la llamada psicología profunda, la psicología de Freud, el psicoanálisis y otras formas de psicología del siglo XX nos muestran más bien que nos podemos equivocar, ¿no?, en cuanto a qué es lo que estamos realmente sintiendo, ¿no? Que esa mirada interior, la llamada introspección, inspección interior, no es, en todos los casos y siempre, totalmente fidedigna, ¿no? Y entonces, ¿por qué? Porque incluso, esto sabe el psicoanálisis mucho, nos podemos engañar a nosotros mismos. Y entonces, pues puede ser, ¿verdad?, que Adrián ha dicho antes que no tiene miedo, pero puede ser que esconda su miedo ¿a quién? A sí mismo y no sólo a los demás, ¿no? Sino que además también, también a sí mismo, ¿no? Porque, por ejemplo, estoy fabulando una historia posible, ¿no? Está ahí en casa con sus hijos y su pareja, o incluso tal vez hasta gente mayor y entonces considera no, no es nada, me dice Adrián. Bueno, me voy a meter un poco contigo si te parece. Bueno, inventando esta posibilidad, ¿no?, que alguien conviva en este momento que estamos todos confinados con niños pequeños, por ejemplo, o con gente frágil y no quiera expresar el miedo, no quiera que se manifieste el miedo, y quiera incluso mostrarse como muy valiente y quiera mostrarse tan profundamente muy valiente tan profundamente muy valiente que incluso a sí mismo se niega el tener miedo. Puede uno reprimir esa emoción. Igual, ¿no?, que uno puede reprimir el enfado, por ejemplo, ¿no? La psicología Gestalt, que es una psicología del siglo XX muy importante, suele decir que debajo de la tristeza está escondido más bien el enfado. Esto se puede discutir, no quiero que nos alarguemos mucho, ¿eh?, pero bueno, merece un poco la pena señalarlo, ¿verdad? Y entonces a uno le preguntan ¿qué tal está?, puede decir estoy triste, pero ahí si va a un psicólogo Gestalt, a terapia, por ejemplo, Gestalt, pues el psicólogo puede rascar y puede tal vez hacerle ver a esa persona que en realidad más que estar triste, está enfadado, pero no acepta el enfado que tiene dentro de él, ¿eh?, y ese enfado, ¿verdad?, reobra sobre sí mismo y se convierte, ¿verdad?, en tristeza. O buscar la valentía, seguir a pesar del miedo, claro, eso es, ¿no?, ¿eh?, es verdad. Entonces uno puede tener miedo y a pesar de todo enfrentarse al riesgo y ser valiente. Bueno, era simplemente un comentario por la pregunta que había salido antes, ¿no?, de David, me parece que era, ¿no?, ¿sí?, ¿verdad? Es decir que a veces nos podemos confundir, igual que nos podemos confundir cuando miramos al mundo exterior y confundir un bolígrafo con una pluma, por ejemplo, tal vez, o con un lápiz o con un rotulador, yo una persona con otra, cuando miras hacia adentro, pues igual también te puedes confundir un poquito en cuanto a cuáles son tus deseos, ¿no?, o tus sensaciones o tus percepciones, ¿vale? Pero, según Hume, el era de toque de lo que te lleva a decidir qué es cierto o no, pues es la experiencia. ¿Vale? Lo que está más allá de la experiencia no puede ser objeto de investigación humana, de la ciencia humana. Puede ser objeto de la fe, por ejemplo, si sería el caso de Dios, que está más allá de la experiencia, o del alma, que está más allá de la experiencia. Entonces uno puede tener fe para referirse a eso, pero no propiamente en conocimiento en sentido estricto. Vamos a ver el punto de partida porque hay un texto que quiero que leamos, ¿no? A ver. Pero primero lo cuento a partir de aquí y enseguida vamos al texto, para que pueda servir para vuestro comentario de texto. Punto de partida de la filosofía de Hume. En cierto modo se parece al punto de partida de Descartes. Es bastante característico del pensamiento moderno. Un afán por fundamentar casi desde cero el conocimiento. Un afán por encontrar un método que te permita el descubrimiento de la verdad. Es lo que hizo Galileo, ¿no?, y en su caso con bastante... con bastante éxito porque propuso el método que ahora llamamos con algunas modificaciones, pero método hipotético-deductivo. El método científico actual, ¿no? Es lo que intentó hacer Descartes con la duda metódica, ¿verdad? Superar la crisis de la filosofía que había en ese momento, ¿no? Descartes recordáis que era muy consciente de cómo la filosofía que le había enseñado pues no valía gran cosa comparada con la matemática o con la física emergente en su momento y había que fundarla desde cero, ¿no? Eso es lo que él intenta hacer con el cogito. No voy a insistir porque eso ya lo hemos visto en las sesiones anteriores, en las otras clases, ¿no? Pues ahora Hume va a hacer algo parecido. ¿Por qué? Tampoco está muy contento con la filosofía de la época. ¿Eh? Porque piensa él que hay prejuicios. Se asumen ciertas verdades sin haberlas comprobado de modo cabal. Como corresponde a una actitud crítica, ¿verdad? Además también los sistemas filosóficos pues más bien parecen incoherentes, ¿no? Y poco evidentes, ¿no? Entonces hay que superar esto. ¿Y cómo superar la crisis de la filosofía? No se trata de renunciar a la filosofía, ¿eh? Como por cierto ahora hará otra forma de empirismo que es en el siglo XX el neopositivismo, ¿no? Ya cuando hablemos de Wittgenstein en el siglo XX ya lo comentaremos un poco, ¿no? Pero este empirismo en el siglo XVIII siglo XVII y siglo XVIII pues no va a renunciar a la filosofía, ¿no? Nos va a decir que la filosofía es muy importante solo que hay que cambiar el enfoque de la filosofía y fundamentarla en algo mucho más firme, ¿no? ¿En qué? Pues en el estudio de la naturaleza humana. Este es un... ¡Ay! Perdona, un momento que no sé por qué se ha colado ahí este señalador que no sé aquello que quería utilizar. Quiero utilizar el subrayador, ¿no? ¿Eh? El estudio de la naturaleza humana. Todo esto se explica en el libro, en la página 202 203 tenéis esta referencia a lo que estoy comentando ahora, ¿no? Además, fijaros, lo que está en negrita en el libro, imprescindible. Yo me estoy refiriendo ahora a lo que está en negrita en el libro ¿no? Que es muy importante. La naturaleza humana es lo que tenemos que investigar si queremos fundamentar la filosofía. ¿Por qué? Porque en realidad piensa Hume, todos los saberes humanos descansan en la naturaleza humana, en lo que nosotros somos. Los saberes humanos son cosas que nosotros hacemos. Son logros de lo que nosotros hacemos. Son logros de nuestra naturaleza. Igual que la pintura es un logro de la naturaleza humana y la escultura y la arquitectura, ¿no? Y la pintura, la escultura y la arquitectura dependen de la constitución de nuestra naturaleza. Tienen que ver con disposiciones ¿eh? Bueno, incluso de nuestro propio cuerpo, ¿no? De los ojos, tal como nosotros percibimos y vemos, de los oídos, etcétera, etcétera, ¿no? Entonces, en la medida en que los saberes humanos son una consecuencia de nuestro ser, de nuestra naturaleza, será muy importante investigar cómo es nuestra naturaleza para comprender cómo tiene que ser el conocimiento y cuál es el alcance también del conocimiento humano. ¿Hasta dónde puede llegar el conocimiento humano? Porque tal vez hemos sido demasiado ingenuos en cuanto a las posibilidades del conocimiento humano y tal vez, ¿no? Las facultades humanas, por ejemplo, no lleguen hasta el conocimiento pleno e infinito y absolutamente evidente, ¿no? Como tal vez pensaban los racionalistas. ¿De acuerdo? Entonces tenemos que mirar a nuestro interior ¿eh? A cómo es nuestro auténtico ser. Y en este afán de investigar la naturaleza humana, sobre todo hay dos tareas que tenemos que llevar adelante. ¿No? Que sacar adelante. Las tareas principales. Porque el ser humano tiene en realidad como dos dimensiones. Hay dos aspectos del ser humano, incluso podríamos decir de la vida humana, como muy fundamentales y a tener en cuenta. Somos, por un lado, seres que conocen, claro, y de un modo mucho más extremo y radical y iba a decir casi completo, más elaborado, más desarrollado que los animales, completo, ¿no? Pero más desarrollado que el mundo animal. Somos seres que conocen, ¿verdad? Y el conocimiento además es fundamental, ¿no? Para nosotros mucho más que para el resto de animales. Pero además somos seres de acción, ¿no? Somos seres que hacemos, ¿no? Somos entidades que hacen cosas, ¿no? Que fabrican utensilios para manejarse con el mundo y en particular que interactúan unos con otros, ¿no? Ya Aristóteles había dicho que, y Platón también, que somos animales sociales por naturaleza, ¿no? Y eso es fundamental, ¿no? Fijaros ahora lo que nos está pasando, ¿no? Es que no somos como otros animales. Un oso polar puede vivir casi solo y no le pasa nada, pero nosotros el aislamiento lo llevamos muy mal, muy mal. La soledad la llevamos muy mal y con razón, porque somos seres sociales por naturaleza. Y ahora por suerte y gracias a la tecnología a pesar de estar confinados, buscamos medios como hacemos nosotros ahora. Nos estamos comunicando gracias a la tecnología, ¿no? Entonces para nosotros el trato con el otro con otro individuo de la misma especie y con otro ser humano es fundamental, ¿vale? Y puede ocurrir que el trato con el otro lo hagamos bien o lo hagamos mal, ¿no? Antes Ángela ha manifestado un poquito de preocupación o bastante, no sé, ¿no? Por lo que puede ocurrir porque no hacemos muy bien esto de salir con nuestros hijos a que pasen, ¿verdad? Y nos hemos excedido, o se han excedido, algunas personas se han excedido, ¿no? Podemos llevar bien o llevar mal el trato con el otro. Podemos robar, incluso matar de modo totalmente injustificado y egoísta, o podemos, como mucha gente ahora, manifestar compasión, bondad, ¿no? Afán de cuidado del otro, ¿no? Pensarse en los sanitarios, por supuesto, ¿no? Están hasta dando su vida por los demás, ¿no? A ese ámbito, al ámbito del trato con el otro, correcto o incorrecto, damos el nombre de vida moral. ¿Vale? Entonces, la propuesta de Hume es investigar estas dos posibilidades del ser humano, el conocimiento y la moralidad, ¿no? Por eso hay como dos grandes secciones, hay más, ¿no? Pero como dos grandes secciones en la filosofía de Hume. Por un lado, la teoría del conocimiento recibe el nombre de gnosiología o también de epistemología. Parte de la filosofía, que tiene muchísimo peso en Hume, la teoría del conocimiento, ¿verdad? Y luego, tiene también muchísimo peso la ética, que como sabéis, pues es la parte de la filosofía que reflexiona sobre la vida moral. ¿Vale? Sobre la vida moral. ¿Me estoy explicando? ¿Me seguís? Creo que se puede entender bastante bien, ¿no? Por supuesto que también hay ¿no? Hay también filosofía política y hay estética, ¿no? Bueno, hay otros asuntos, ¿no? Otras partes de la filosofía. Pero las dos más importantes pues serían la teoría del conocimiento y la ética. Y luego, como de fondo de fondo, pues también tenemos, como he dicho antes, ideas ontológicas, ¿no? Que son como la base no siempre del todo explícita y consciente que va a manejar la filosofía de Hume. ¿Vale? No. Se estudia el hombre. Pero claro, a ver, esto merece la pena un poco señalarlo también, ¿no? Se estudia el hombre, pero ¿qué parte del hombre? Porque eso es aún como bastante vago. También la medicina estudia al hombre. Se estudia el cuerpo. La fisiología. Eso es lo que nos está pidiendo Hume. Que estudiemos la fisiología, la biología y el cuerpo humano para entender el conocimiento. No es exactamente eso. Él más bien va a proponer el estudio de lo que llamaríamos ahora la mente, de lo psicológico, ¿no? ¿Qué tipo de estructuras o mejor de procesos y mecanismos experimentamos nosotros, están en nosotros, en nuestra mente, que nos permiten el conocimiento y que nos permiten la vida moral? ¿Vale? Hay que investigar eso. Están a la base de la, a ver si este título os parece comprensible, experiencia cognoscitiva. La experiencia cognoscitiva es la experiencia de conocimiento. Por favor, haceros con la terminología un poquito técnica también. La teoría del conocimiento es lo cognoscitivo es lo relativo al conocimiento. Entonces, para entender el conocimiento, investigamos qué maneja nuestra mente en el conocimiento. Veréis, por ejemplo, que aquí, ya veréis, le va a dar muchísima importancia a las sensaciones. Él les llamará, llamará a las sensaciones impresiones, a las impresiones que vienen a ser lo que nosotros, como veremos enseguida, llamamos más bien sensaciones. ¿Vale? Sensaciones. Mientras que en la experiencia moral, veremos también que habrá un equivalente a las sensaciones y que servirá también de fundamento para la vida moral y le dará el nombre de sentimientos. Los sentimientos muy distinto al intelectualismo moral de Sócrates y también de Platón, para Hume, los sentimientos serán la base, las emociones en definitiva, la vida afectiva será la base de la vida moral. Eso también obtendremos oportunidad de ver. Pero sobre todo lo que se desarrolla más en el libro, pues es casi la parte de la teoría del conocimiento. ¿Vale? Esta parte, la experiencia de conocimiento. Y el método que tenemos que utilizar para estudiar la mente, por eso, por cierto, esto en el libro no está este título, pero es adecuado. Su enfoque, por tanto, será psicologista. El psicologismo reduce los distintos ámbitos de objetividad a lo psicológico. Y ya lo encontramos aquí. Sobre todo se da en el siglo XIX, pero lo encontramos también aquí. Reducir el conocimiento a los procesos psicológicos que nos permiten el conocimiento. Reducir la vida moral a los procesos psicológicos que nos ponen en contacto con lo moral. ¿Vale? Y el método, pues es la experiencia, la observación. ¿De acuerdo? La experiencia y la observación. Experiencia, la percepción, lo que decía antes, percepción externa, los cinco sentidos que nos ponen en contacto con el mundo físico, y la percepción interna que nos pone en contacto con el mundo psíquico. Y esto es el empirismo. La reivindicación de la experiencia como fundamento del conocimiento. ¿Vale? Bien, pues vamos ahora al texto. Por favor. Al texto. El texto que voy a leer ahora, para el que sirve todo lo que he dicho, ¿no? Lo tenemos en la página 203. ¿Vale? 203. Está tomado, fijaros, ¿lo tenéis todos delante? ¿El libro? Bueno, si no, bueno, como lo voy a leer yo, iba a decir que de cierto modo da un poco igual, pero si tenéis el libro delante, pues lo podéis utilizar, ¿no? Ya sabéis también que en vuestro comentario hay que referirse si es posible a cuestiones formales, la forma del texto, el estilo, la estructura, y también a veces podemos referirnos a al título, por ejemplo, ¿no? En el caso de Platón, el que emplee diálogos, ya dijimos que era como importante, Ortega tiene una manera de hablar y de escribir que son más bien ensayos, ¿no? Santo Tomás escribía sumas, suma teológica, y había que decirlo así en su momento. En el caso de Descartes, desmeditaciones, fijaros el título, pues se trata de un enfoque como reflexivo y demás, ¿no? Bueno, y este texto está tomado del tratado de la naturaleza humana, ¿vale? Tratado de la naturaleza humana. Entonces ya en vuestro comentario podríais referiros un poco al título. Para decir que, pues lo que estaba comentando aquí, ¿no? Esto que hemos visto aquí, que la propuesta de Hume, claro, el título es muy significativo, nos lo muestra ya muy bien el enfoque que él va a seguir, ¿no? La propuesta es estudiar la naturaleza humana. Vamos a hacer eso. Fijaros que esto no era así en el caso del mundo antiguo. El mundo antiguo, Platón y Aristóteles, lo que querían era estudiar lo que estaba afuera, el cosmos, ¿no? Estudiar el mundo. Se trataba de estudiar el mundo. En el caso del pensamiento medieval, ¿no? Se trataba de estudiar lo absoluto, principalmente eso, lo absoluto. Por eso, la parte de la filosofía más importante era la teología. ¿Vale? Y la obra principal de Santo Tomás se llama así, Suma Teológica. Muy distinto a esto. Mientras que en la Edad Moderna, recordaréis que habíamos dicho ya esto, ¿no? En el pensamiento moderno. Que en la Edad Moderna se produce como un giro, ¿no? Hacia la subjetividad. No sé si recordáis estas afirmaciones que creo que dije en otras ocasiones, ¿no? Incluso la frase de Ortega. Igual recordáis la frase de Ortega. El mundo antiguo era cosmocéntrico, el mundo medieval era teocéntrico y el mundo moderno es antropocéntrico. ¿Os acordáis, no? Aquella frase. Pues es muy oportuno. Porque esto es lo que pasa en la Edad Moderna, ¿no? Que la filosofía, la mirada del filósofo se vuelve hacia el propio filósofo, hacia el sujeto que filosofa, ¿no? Que es el hombre. No el hombre concreto, Fiume en concreto, Descartes en concreto, sino el hombre en general. Se concreta en la figura de David Fiume o de Renato Descartes. ¿Vale? Entonces, el título, por favor, merece a veces también que pongáis alguna frase. Yo me estoy alargando tal vez, pero alguna frase, ¿no? Y en este punto para decir, pues claro, es que es significativo, ¿no? Se llama así una de las obras principales, uno de los textos principales de los escritos de los libros más importantes de Fiume. Tratado de la naturaleza humana. Porque él va a creer que es necesario referirse a la naturaleza humana. Como lo vamos a ver aquí. Aquí se encuentra, pues, el único expediente en que podemos confiar para tener éxito en nuestras investigaciones filosóficas. Abandonando así el lento... No, incluso voy más arriba, ¿no? Perdonad, hay dos textos. Los dos no sirven, ¿no? Los dos no sirven. Y los dos son del tratado de la naturaleza humana. Pero casi me voy al de arriba. Cualquiera de los dos lo podéis utilizar. Y lo que he dicho para el título vale para los dos. Porque están tomados de la misma obra. Y fijaros lo que dice. Es evidente en el texto de arriba, de la página 203, que es del tratado de la naturaleza humana. Es evidente que todas las ciencias se relacionan en mayor o menor grado con la naturaleza humana. Y que, aunque algunas parezcan desenvolverse a gran distancia de ésta, regresan finalmente a ella por una u otra vía. Esto ya lo he comentado antes, ¿verdad? Porque... Claro, como decía antes, las ciencias son actividades cognoscitivas de conocimiento. Son logros de la naturaleza humana. Más exactamente, de la mente humana. Son logros de la mente humana. Y de un modo u otro, pues están relacionados con nuestras facultades, con el estilo, mecanismos y formas. Como os decía antes, ¿no? De la misma manera que el que haya una escultura, como la escultura es un objeto físico, pues también depende de las características físicas del que nos construye. Seres humanos. Las esculturas que hacemos, pues no son exactamente milimétricas, ¿no? Porque el escultor no puede manejarse con ellas, ¿no? Bueno, a veces hay filigranas también, ¿no? Pero tienen un tamaño adecuado porque, bueno, a nuestro cuerpo. Está en relación a las características físicas de nuestro cuerpo. En mayor o menor medida. Y ya también lo considerado estético en la escultura que se esculpe, ¿no? O la pintura que se pinta, o la música que se bueno, compone, pues tiene que ver también con las peculiaridades, ¿no? De la mente humana. Y así también con el conocimiento. ¿Por qué no pensarlo así? Parece bastante insensato, ¿no? Luego ya veremos igual que hay problemas para esto, ¿no? Pero en principio parece bastante insensato, ¿no? Las ciencias dependen de la mente que las ha creado. Entonces, si queremos comprender mejor las ciencias, sobre todo en cuanto a su límite, en cuanto a sus posibilidades, ¿no? Pues tenemos que ver el funcionamiento del psiquismo, ¿no? De la mente humana, ¿verdad? ¿Eh? Y aunque parezcan algunas desenvolverse a gran distancia de ellas, regresan finalmente a ella por una u otra vía. Incluso las matemáticas, dije. Esto es bastante arriesgado decirlo, ¿eh? No sé si dan ganas de hacer algún comentario, pero a ver, sólo a modo de pregunta. ¿Podríamos decir que de verdad, de verdad, las matemáticas dependen de la mente humana? Ha sido algo alcanzado por la mente humana. Bien. Pero de verdad, de verdad, de verdad, dependen de la mente humana. Si contestarais que sí, entonces aquí fácilmente tenemos ya lo que llamábamos en otros temas el relativismo. ¿Y qué tanto criticó Platón? Porque entonces podríamos decir que una matemática es la nuestra, que depende de nuestra mente, y otra es la de los marcianos que, si existen, pues es muy posible que tengan una mente distinta, ¿no? Una mente muy distinta. ¿Vale? Era la posibilidad que se planteaba con la hipótesis del genio maligno de Descartes, si lo recordáis, ¿no? Y entonces habría distintas matemáticas porque son distintas las mentes, que piensan las matemáticas. Bueno, no me voy a extender sobre eso, ¿no? Pero sería una posibilidad. Las matemáticas, la filosofía natural y la religión natural dependen de algún modo de la ciencia del hombre. Hay una ciencia que es la principal. Una ciencia que es la principal, la ciencia del hombre. Porque de ella, de lo que diga ella, será así el alcance hasta de la matemática. ¿Vale? Pues están bajo la comprensión de los hombres y son juzgadas, según las capacidades y facultades de estos. ¿De acuerdo? Claro, no le da un título a esa ciencia del hombre. Nosotros igual ahora le daríamos el título de psicología, también de antropología y sociología, que son las ciencias humanas. Lo que hacen ahora muchos investigadores es defender esta consideración y creer que no hay sólo una ciencia de la naturaleza humana, sino que hay varias dependiendo qué aspecto de la naturaleza te fijas. Respecto social, respecto cultural, el aspecto psicológico. ¿Vale? Aquí más bien el planteamiento que tenemos es el planteamiento de una especie de psicología del ser humano. Se estudia la mente del ser humano, no exactamente su cuerpo. Ni siquiera tampoco los componentes sociales. Que luego la sociología va a tener como mucho más en cuenta. Por ejemplo, incluso la filosofía de Carlos Marx tendrá más en cuenta. ¿Vale? Es la ciencia más importante de todas. Es imposible predecir qué cambios y progresos podríamos hacer en la ciencia si conociéramos por entero la extensión y fuerzas del entendimiento humano. Claro. Entonces, en el caso de la experiencia cognitiva, cognoscitiva, para esta primera parte habrá que estudiar el entendimiento humano, que es la capacidad de entender, de comprender, de manejarse con lo intelectual. Sin embargo, para el mundo moral, pues igual no es exactamente el entendimiento, sino que habrá que referirse más bien a la sensibilidad. ¿Vale? Pero siempre a las facultades de la mente, capacidades de la mente, por decirlo así con esa palabra bastante cómoda. ¿Vale? Fuerzas del entendimiento humano. Y si pudiéramos explicar la naturaleza de las ideas que empleamos, así como las de las operaciones que realizamos al argumentar. ¿De acuerdo? Se trata de descubrir los elementos y operaciones, mecanismos, procedimientos que siguen nuestra mente cuando pensamos y cuando conocemos. Esto es lo que va a hacer a continuación Kim, como vamos a ver. Primero tratará de descubrir la estructura de la mente en sus componentes y veremos que habrá que hablar de percepciones, de impresiones e ideas, ¿verdad? Ya veremos qué es eso. Y luego referirse a los mecanismos, ¿no? A las leyes que gobiernan los procesos, ¿no? Las leyes de la asociación que se quitan también a continuación. ¿Vale? Naturaleza de las ideas. Hay que investigar cuál es la naturaleza de la cognición, diríamos ahora en psicología. De lo cognitivo. De los procesos mentales que tienen que ver con el conocimiento. ¿Verdad? Y las operaciones mentales que están involucradas. ¿De acuerdo? Y vamos al segundo texto. Aquí se encuentra, pues, el único expediente en que podemos confiar para tener éxito nuestras investigaciones filosóficas, ¿no? Lo que decía antes, ¿no? Podemos superar la crisis de la filosofía haciendo una investigación de la naturaleza humana. Abandonando así el lento y tedioso método que hasta ahora hemos seguido. Es decir, que la filosofía ha fracasado tanto, pues, porque no ha tenido en cuenta la naturaleza humana. En vez de conquistar de cuando en cuando un castillo o una aldea en la frontera, marcharemos directamente hacia la capital o centro de estas ciencias. Y claro, ¿cuál es en el fondo la capital o centro de las ciencias? ¿Puedo decirlo así? No sé, es una manera un poco metafórica de hablar. Casi hasta literaria, como estáis viendo, ¿no? Está tratando de decirnos, como dice esta manera literaria, es que hay que ir a los mecanismos clave, casi secretos, ¿no? Que están ahí funcionando en nuestra mente. Y que están a la base del conocimiento. Me viene ahora, aunque no lo estaba explicitando, pero al contarlo esto así, me viene la filosofía de Kant. Porque Kant también va a hacer eso. También Kant va a investigar. No le dará el nombre de psiquismo, ¿no? Y tampoco exactamente de la naturaleza humana, ¿no? Le dará el nombre de sujeto cognoscente. Y en el caso de Kant, pues ya ahí, igual lo vemos un poco en su momento, él hablará de la sensibilidad, del entendimiento de la razón y de los mecanismos que cada una de ellas van, bueno, ofreciendo para en colaboración dar lugar al conocimiento. Pues ese enfoque de Kant es muy parecido al que tenemos aquí. Descubrir la fábrica del conocimiento. Los mecanismos que están en la fábrica del conocimiento. Están en nuestra mente. Ya que, una vez dueños de esta, podremos esperar una fácil victoria en todas partes. Desde ese puesto nos será posible extender nuestras conquistas, sobre todo a las ciencias, que más de cerca conciernen a la vida del hombre. Y además, con calma, podremos pasar a descubrir más plenamente las disciplinas que son objeto de pura curiosidad. A partir de ese enfoque psicologista, por decirlo así, pues podremos, como fundamental, disciplinas muy importantes, ¿no? Como la teoría del conocimiento y como la ética. Y luego, tal vez, algunas disciplinas un poco menores, ¿no? Estoy pensando, por ejemplo, aunque tiene mucha importancia, pero puede ser menor a la ética, la estética, ¿no? Entender la experiencia de lo bueno, perdón, de lo bello, en qué consiste la experiencia de lo bello. Para comprender la experiencia de lo bello, también hay que referirse a los mecanismos internos que están en nuestra mente y que nos llevan a la apreciación estética, ¿no? No hay problema de importancia cuya decisión no esté comprendida la ciencia del hombre. Y nada puede decirse con certeza antes de que nos hayamos familiarizado con dicha ciencia. Por eso, al intentar explicar los principios de la naturaleza humana, proponemos, de hecho, un sistema edificado sobre un fundamento casi enteramente nuevo y el único sobre el que las ciencias pueden basarse con seguridad, ¿vale? Investigar el entendimiento humano, en este caso, para comprender el conocimiento humano, la experiencia cognoscitiva, ¿de acuerdo? Bueno, pues vamos a ver qué nos dice aquí sobre esto. Esta parte nos sobraría un poquito, la referencia a Locke y a Berkeley. Esta referencia a Locke también, ¿no? Nos sobra. Y también la de Berkeley, podemos quedarnos con esta. En el brevísimo que yo os he puesto, perdonad un momentito para que veáis cómo es, ¿no? En el brevísimo, que es un resumen muy, muy breve, de la filosofía de los autores. Un momento, para que lo veáis. Pues ahí ya tenéis la referencia exactamente solo a Hume, ¿no? Yo en el esquema también me he referido un poco a Locke y a Berkeley y a otros autores, pero bueno, podéis utilizarlo. Y en el esquema, y también aquí podéis ver que en la teoría del conocimiento, fijaros, ¿no? Como lo he dividido aquí, teoría del conocimiento y luego ética. Los dos grandes capítulos de la filosofía. La filosofía de Hume, ¿vale? Y ahora estamos aquí. Hemos comentado este párrafo un poco largo, ¿no? Pues ahora tocaría la teoría del conocimiento. Y investiga qué hay en la mente, ¿vale? Y a todo lo que hay en la mente le da el nombre de percepción. Voy a volver otra vez al otro esquema, pero vosotros también podréis emplear este. ¿Vale? A todo lo que hay en la mente le da el nombre de percepción. Tal vez la palabra no es como muy adecuada. ¿Vale? Pero es lo que él emplea, ¿no? Si miramos hacia adentro, dentro de nosotros, ¿qué encontramos? ¿Qué nombre le daríamos? Si miramos hacia adentro, ¿qué es lo que encuentro? Si yo miro hacia adentro de mí, encuentro cosas como el deseo, el recuerdo, el pensamiento, la percepción en sentido estricto, porque estoy viendo esto, ¿no? Bien. Tanto bueno como malo. Sí, sí, por un lado sí, ¿no? Encuentro por un lado, es verdad, saldrían cosas, emociones malas, emociones buenas, pero no me refería al aspecto moral, ¿no? Sino simplemente a una especie de catálogo de cosas. Si yo miro al mundo exterior, ¿qué encuentro en el mundo exterior? Encuentro, pues, un gato, encuentro un perro, encuentro un manzano, encuentro una lechuga, encuentro un río, encuentro una piedra. Y yo puedo hacer un catálogo de cosas exteriores, cosas físicas, y organizar las cosas físicas en grupos, ¿verdad? ¿No? Y al final puedo obtener una palabra que englobe a las lechugas, a los tigres, a los leones, a los manzanos, a las montañas, y puedo emplear la palabra cosa física, por ejemplo. ¿Vale? Cosa física, para referirme a todo lo que está ahí fuera. Pero ahora miro hacia adentro, ¿y qué encuentro cuando miro hacia adentro? Repito, pues encuentro recuerdos, fantasías, pensamientos, actos de la imaginación, actos de la voluntad o voliciones, deseos, emociones, sentimientos. ¿Qué palabra genérica podríamos utilizar para englobar todo eso? Igual que la palabra cosa física engloba los tigres, los leones, los gatos, las plantas, los ríos y las piedras, todos son cosas físicas. ¿Qué cosa podemos, qué palabra podemos encontrar para referirnos a todo lo que hay dentro de nuestra mente? ¿Qué palabra? Bueno, por ejemplo, en castellano tenemos una que nos propone Ortega Gasset. No, porque, memoria no, porque no todo es un acto de memoria. Un deseo no es memoria. Un recuerdo es memoria, es algo de la memoria. Podría ser idea, aunque igual una emoción no sería idea, ¿no? Bueno, ahora Ortega Gasset llamaría vivencias. Son vivencias, ¿no? ¿Vale? ¿Vale? Conocimiento no del todo, porque además de conocer deseamos y también sentimos, ¿no? Ahora empleamos muy bien reflexión, experiencia, en parte, ¿no? El nombre que le da a Hume es percepción. No es muy adecuado, no es muy bueno este título. Otros propondrán el título de fenómenos psíquicos. Contenidos mentales podría servir. Son contenidos mentales. El recuerdo es un contenido mental. El conocimiento también. El deseo también. La memoria también, ¿no? Son contenidos mentales, ¿vale? Ahora les llamaríamos fenómenos psíquicos, pero él le da el nombre de percepción. ¿De acuerdo? No es muy adecuado, pero por favor lo tenéis que memorizar. En fin, el que él emplea. Llama percepción a todo lo que encuentras cuando miras hacia dentro de ti. ¿Vale? Y encuentra que se pueden clasificar en encuentra que se pueden clasificar de distintas maneras la percepción. Y como vamos a ver, la clasificación principal es esta, ¿no? Los tipos de percepciones se dividen en impresiones e ideas. ¿Vale? Impresiones e ideas. Nos queda un... Bien, media hora. Casi me pasa como el otro día. Ángel Ángel también, ¿te acuerdas? Que pensaba que habíamos acabado, pero tenemos hasta el cuarto, ¿no? Eso es. Hasta el cuarto. Vale, vale. Pues que voy a intentar ir tan rápido que en fin, me pierdo un poco. Bueno, pues vamos a ver. Vamos a ver esto, este cuadro. Repito, primero la noción de percepción. No es muy adecuada, pero es la que él emplea para referirse a todo lo que encuentras cuando miras hacia dentro. Sería el equivalente a fenómeno psíquico. ¿Vale? Bien. Y las percepciones pueden ser de distintos tipos. Claro, igual que cuando hablas de animales, pues te encuentras a tigres y a perros, ¿no? Por ejemplo. Y hay más, ¿no? Puedes clasificarlo de distintas maneras. Se trata de hacer una especie de taxonomía, ¿no? Igual que los zoologos y los botánicos hacen taxonomías de seres vivos, ahora aquí tendríamos que hacer un poquito de taxonomía, de clasificación de la vida psíquica, ¿no? Del mundo interior. Y ofrece distintas clasificaciones, ¿vale? Y, a ver, atendiendo, vamos, me voy a referir a las dos. La principal es esta, ¿eh? Me he atascado un poco porque no sabía si contarnos bien esta, pero la principal es esta. Vamos a ir a ella, ¿no? Porque además está en el texto que tenéis en la página 205, que también podríais utilizar para vuestros comentarios de texto. Es un texto breve, ¿no? Pero podría servir. De nuevo, este texto, no sé si estáis todos delante, tenéis el libro, es de la página 205, ¿vale? 205. Y pertenece, otra vez, al Tratado de la Naturaleza Humana. Yo no lo voy a repetir, pero en vuestro comentario de texto podríais decir respecto del título lo que ya he dicho antes de los otros dos textos, ¿vale? Es la obra principal de Hume, el título es significativo porque el enfoque suyo es investigar la naturaleza humana, etcétera, etcétera. Y aquí dice el texto. Bueno, es un fragmento de un texto más largo, podría haberlo puesto un poquito más completo, pero bueno, es lo que tenemos, ¿no? A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia, las podemos denominar impresiones. E incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos. Es un texto breve. Bueno, varias cosas. Bueno, veis que aquí emplea, la palabra alma. Cuidado un poco con esto, ¿no? Porque podría parecer que está hablando en términos cristianos y como hablaba también Santo Tomás, está utilizando la misma idea filosófica y que él cree en las almas, por ejemplo, uno podría pensar, es que entonces ya, si emplea la palabra alma, cree en las almas, ¿no? Incluso en otras traducciones no aparece exactamente la palabra alma, ¿no? Pero no es así, ¿eh? No se trata de que él crea en el alma, es una palabra un poco cómoda para referirse a la vida interior. Nosotros emplearíamos la palabra mente. Y en otros textos, en las traducciones, pues más bien tenemos ahí la palabra mente. ¿Vale? Por favor, entonces, aquí primer detalle. No se trata de que esté refiriéndose a una concepción religiosa, incluso metafísica, de la subjetividad, ¿no? Es un término un poquito cómodo, porque si le entendía al hablar así la gente le entendía, para referirse a lo que está ahí dentro como soporte de los deseos, de los pensamientos, etcétera, etcétera. Sí, sí, sí, claro, claro, lo pondrías en el comentario, ¿no? Ángela, porque recuerda que tienes que comentar todas las ideas principales que encuentres ahí, las palabras que se refieren a asuntos principales, pues las tendrías que comentar, ¿no? Tendrías que decir, pues esto tiene este uso, para que se vea que entiendes el texto, ¿de acuerdo? Bien. Y vamos a la primera palabra, a las percepciones. Entonces aquí tendríais que, en vuestro comentario, tendríais que decir qué significa ese concepto. Teníais que explicar qué significan los conceptos fundamentales que salen en el texto. Y entonces aquí tendríais que explicar qué es percepción. A ver, ¿alguno de vosotros podría decir, yo ya lo he comentado, lo he dicho un poco, pero a ver, ¿podríais, si os pido que defináis qué son las percepciones? No miréis al esquema. ¿Qué son las percepciones en geó? Bien, el mundo interior. Bien. Muy bien, el mundo interior. Todo de dentro, el mundo interior, aquello que ocurre en la mente. Muy bien, ¿vale? Y fijaros lo que está dentro de uno mismo. En cierto modo, inadecuado de esa palabra porque el uso más correcto es un poco como el habitual, el sentido común casi, ¿no? El que emplea a la gente y, desde luego, el que emplea a los psicólogos no es ese, ¿no? Los psicólogos y nosotros llamamos percepción al conocimiento directo o inmediato de algo utilizando los sentidos. ¿Vale? Sobre todo si hablamos de percepción externa, ¿no? Entonces yo puedo decir que tengo un acto de percepción visual. Tengo sensaciones visuales de esto y un acto de percepción. La percepción es el conocimiento de la realidad circundante utilizando los sentidos. De la realidad que me rodea, utilizando mis sentidos. ¿Vale? En nosotros no diríamos, por ejemplo, que al llegar a la demostración de los agujeros negros o a la prueba de la existencia de los agujeros negros, a eso no le llamaríamos percepción. Un científico no dirías que percibe los agujeros negros cuando te habla de los agujeros negros. Un astrofísico que habla de los agujeros negros no está percibiendo los agujeros negros. Y la vivencia de conocimiento, el estado mental que tiene cuando comprende que existen los agujeros negros no es un acto de percepción. ¿Vale? Tampoco llamaríamos un acto de percepción al deleite al ver un cuadro. El ver un cuadro sí, ¿no? Es percibir. Pero al deleite mismo no. Al pensar no le llamamos percibir. Llamar percibir al pensar, eso es... Bueno, suena un poco fuerte decirlo así, pero en cierto modo una barbaridad, ¿no? Nosotros distinguimos cualquier mirada un poquito, no sé, cuidadosa de la mente, pues te lleva a distinguir distintos tipos de actividades mentales, ¿no? La actividad del percibir, la actividad del desear, la actividad del recordar. Un recuerdo no es tampoco una percepción exactamente. ¿Vale? Pero bueno, más allá de las dificultades terminológicas, pues bueno, porque hay que aprender aquí, ¿no? Que el hyun es el término que él empleaba para lo que se encuentra en la mente. ¿Vale? Y dice, si miramos lo que hay en la mente, hay en la mente cosas que entran con fuerza y violencia. Y a esas cosas, por decirlo así, con esa palabra tan torpe, ¿no? Y bueno, aproximada y bueno, pero que se puede entender. Hay algunas cosas que entran en mi mente, con fuerza y violencia. Y a esas las denominamos impresiones. Impresiones. Dice él, porque le podemos decir, bueno, pon algún ejemplo, venga, hyun, pon algún ejemplo de impresiones, de esas cosas que entran con fuerza. Y dice, todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones. ¿Vale? Tal como hace su primera aparición dentro de mí, en el alma, dentro de mí. Vamos a esto, ¿no? Entonces, claro. Entonces, mirad, por ejemplo, vosotros ahora habéis tenido la sensación de la taza. La sensación de la taza entra en vosotros, ¿verdad? A partir de la vista y entra, en cierto modo, dice él, con fuerza y vivacidad, ¿verdad? Violencia, en otros textos pone vivacidad. Cuando encontramos dentro de nosotros un contenido de conocimiento que nos informa del mundo, que entra con fuerza y vivacidad, decimos que tenemos una sensación. ¿Vale? Aquí la palabra sí es más adecuada. Entonces yo podría decir que tengo la sensación de taza. Estoy viendo la taza. La tengo. Y en cierto modo no lo puedo remediar. ¿Por qué se dice que entra con fuerza? Porque en cierto modo no depende de mí. Hombre, si cierro los ojos no la veo, ¿no? Pero está ahí y yo no puedo cambiar esos contenidos sensoriales, ¿no? Que estoy teniendo, ¿verdad? Parece que esos contenidos sensoriales son una consecuencia de algo exterior, de la taza que está fuera de mí. Yo veo la taza porque la taza está fuera, afecta a mis ojos, a mi retina y provoca las sensaciones visuales que tengo. ¿Vale? Las sensaciones de mano, las sensaciones sonoras que tenéis entran con fuerza si grito mucho más aún, pero aunque no grite, entran también con fuerza y con vivacidad. ¿Vale? Y excepto que os tapéis los oídos o desconectéis ahí el altavoz, pues, ¿verdad? No dependen de vosotros. Eso es lo que significa en parte al menos esto de fuerza y violencia. Que me invaden, me llegan, abro los ojos y ¡plof! Me entra el mundo. Me llena de contenidos sensoriales, ¿no? La mente, ¿no? Voy dentro de unas semanas, saldré por fin a los jardines míos de aquí, ¿no? Bueno, míos, de mi madre quiero decir. De esa la villa y entonces entrarán en mi mente las formas y colores, ¿no? Tendré sensaciones, ¿verdad? ¿Vale? Y son una forma de percepción, claro. Y que reciben el nombre de impresiones. Un tipo de impresión del mundo. ¿Verdad? El mundo imprime sobre mí esos contenidos sensoriales. ¿De acuerdo? Pero también se llaman impresiones a las pasiones. Una pasión determinada. ¿Qué podríamos poner ahí? Por ejemplo, igual el enamoramiento, ¿no? Pues claro, ¿no? Cuando uno está enamorado, pues hay algo como muy fuerte, un contenido muy fuerte en su mente y al que le llama también impresión. Fijaros que está diciendo que también es percepción, ¿eh? Pues las impresiones son tipos de percepción. Y aquí veis lo raro un poco de esta denominación, ¿no? Llamar al enamoramiento, el enamoramiento, percepción, pues es un tanto incorrecto. Pero bueno, como es el título genérico, pues ya está, ¿no? Entonces, cuando tenemos el enamoramiento, esa pasión, pues es una impresión. O una emoción, ¿no? La del miedo que decíamos antes, ¿no? La del miedo que no tenía Adrián, ¿verdad? ¿Verdad? Decimos. Pues eso también es una emoción. ¿Vale? Bueno. Ese es un nivel de la experiencia. Como dice él, es como el nivel primero, el nivel básico va a ser ese, ¿eh? Eso va a ser muy importante como lo veremos un poquito más adelante, ¿no? Cuando veamos cuál es el fundamento del conocimiento, las críticas, yo lo voy a decir enseguida, pero ya lo veremos un poquito más adelante con cuidado. ¿Verdad? Pero ya lo quiero señalar. Ya lo quiero señalar ahora. El nivel de la experiencia más importante para Hume es el que corresponde a esto, el que corresponde a las impresiones. ¿Vale? Porque es un poco como, casi incluso la parte como más corporal, en cierto modo. ¿Vale? Es el contacto primero con el mundo. El mundo entra en nosotros y nos provoca cambios en la sensibilidad, provocándonos sensaciones, y en la vida afectiva provocándonos sentimientos y emociones. ¿Vale? Y luego, nos dice aquí, que hay otro tipo de percepciones. Es este. Lo que él llama ideas. Ideas, ¿no? Que se presentan como teniendo menos fuerza y vivacidad. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones. Cuando pensamos o razonamos. ¿Vale? Cuando pensamos o razonamos. Bueno. Vamos a poner ejemplos y luego, si queréis, nos metemos un poco con esta consideración de Hume. Que es tal vez un tanto... Bueno, suena un poco atrevido de decirlo, pero un tanto incorrecta. A ver. Ejemplos de ideas. Antes decía, yo miro esto y entonces tengo la sensación de taza. De transparencia, por ejemplo. Sensaciones visuales. Tengo sensaciones auditivas porque estoy escuchando una voz, etc. Pero puedo tener también el concepto de taza. Cuando yo pienso la taza, cuando recuerdo la taza, el pensamiento y el recuerdo, ¿qué es? ¿Una impresión o una idea? ¿Qué diríais? Eso es. Una idea. En la jerga de Hume es una idea. Los conceptos son ideas. Los recuerdos son ideas. Las imaginaciones son también ideas. ¿Vale? ¿Y qué característica tienen? ¿Por qué decimos que son ideas? Porque, dice él, se experimentan con menos fuerza y vivacidad. Son débiles. Las imágenes débiles de las impresiones. ¿Vale? Cuando pensamos y razonamos. Aquí vamos a fijarnos en ese nivel. Sobre todo, los contenidos del pensamiento. Vamos a fijarnos en eso. Para Hume, los contenidos del pensamiento más básicos, que llamamos conceptos, por ejemplo, y sobre todo los conceptos, ¿vale? Como el concepto de taza, pues no son otra cosa que ideas, que no son más que copias de las impresiones. Y se presentan, con menos fuerza y vivacidad. Vamos a alguna crítica, a comentario, porque esto podríais ponerlo también en vuestros comentarios. Ahí, con cuidado, lo que yo voy a decir lo podríais poner, pero con un tanto cuidado, ¿eh? Porque eso de criticar a los filósofos parece algo bastante tiento, ¿no? Podríamos decir, ¿no? Pero un poco también lo podríais decir, podríais sugerir, y además hay otros autores que lo han criticado, ya filósofos importantes, ¿no? En el siglo XX la fenomenología de Husserl, ¿no? Y, en cierto modo, los autores racionales racionalistas lo van a criticar, claramente, ¿no? Bueno, a ver, entonces, según esta clasificación, si un contenido entra con fuerza, está con mucha fuerza dentro de nosotros, es una impresión. Y si no tiene fuerza y vivacidad, no es una impresión, sino una idea. Objeción. Bueno, a veces tenemos contenidos sensoriales que se presentan de modo casi imperceptible, por ejemplo. Si yo hablo, será un poco ridículo, casi, pero si yo hablo en susurros y digo las cosas que casi, así, no se oyen, no se me oyen. ¿Me estáis escuchando? ¿Me habéis escuchado? ¿Me habéis entendido? ¿Ah, sí? No sé. Como no os tengo delante, no sé muy bien cómo la va. ¿Me habéis escuchado ahora? Claro. Sin embargo, ha llegado alguna sensación, alguna sensación casi imperceptible. Bueno, diciéndolo de otro modo. Uno puede, eso es, puede hablar a una persona en susurros. Eso es. Puedes hablar a una persona en susurros y esos susurros son sensaciones. Según este criterio de Hume, como tienen poca vivacidad y fuerza, tendrían que ser ideas, según este criterio, ¿eh? Tendrían que ser ideas. Pero no es el caso. Son sensaciones, siguen siendo sensaciones, ¿no? Y Hume, ¿no? He pasado a toda velocidad, esto. ¿Habéis tenido también sensaciones? Pero claro, no habéis podido distinguir quién es este objeto, ¿no? Entonces, el criterio de la fuerza no es como muy bueno y, de hecho, incluso puede haber ideas que se presenten en la mente de uno de una forma muy intensa. Por ejemplo, lo que tiene que ver con la enfermedad mental. Los pensamientos obsesivos. Todos lo sabemos además, ¿no? Que a veces se te mete una idea en la cabeza y como que no se te quita, ¿no? Se te puede meter ahí una convicción, una idea, una idea fija y no te la quitas. Y esa idea fija que se presenta con mucha fuerza y vivacidad, entonces, según este criterio, sería una impresión. Pero no es una impresión. Es una idea, un concepto, un pensamiento que tienes sobre algo. Es que tienes el pensamiento de que vas a enfermar. Vas a enfermar, vas a enfermar, vas a enfermar, vas a enfermar. Tienes ese pensamiento. ¿No? Más allá del contenido emocional, que también es una emoción, ¿eh? Pero más allá del contenido emocional, que así sería una impresión en el sentido Humeano, de Hume, ¿verdad? Pues es un pensamiento que lo tienes ahí en la cabeza, ¿no? Entonces es necesaria hasta la atención psicológica. El psicólogo, de hecho, hay una psicología clínica se llama terapia cognitiva, ¿no? Cognitivo-conductual, pues que haría un poco eso. Te ayudaría a quitarte de la cabeza de tu mente los pensamientos obsesivos, los pensamientos enfermizos, los pensamientos parásitos que te inundan y que no te los puedes quitar, ¿verdad? Entonces este criterio no es como muy bueno. Pero bueno, es el que tenemos que recordar. ¿Vale? Y luego nos tenemos que preguntar una cosa. Una cosa muy importante. Muy, muy, muy importante. A ver. Un poco ya lo he sugerido antes, ¿no? ¿Qué tiene más importancia? ¿Las impresiones o las ideas en relación al conocimiento? Pues en relación al conocimiento va a decir Hume que las impresiones, las sensaciones sobre todo, si nos referimos al conocimiento, de todos estos contenidos que se citan en el libro, dice él, incluye bajo el título impresiones las sensaciones, las pasiones y las emociones. De esos tres contenidos psíquicos mentales, de esos tres tipos de impresiones, sensaciones, pasiones y emociones, en relación al conocimiento los más fundamentales son las sensaciones. ¿Vale? ¿Por qué? Porque las sensaciones son como los cimientos del conocimiento. Son los elementos que están en nuestra mente que de alguna manera vendrían a ser como una copia del mundo. Luego eso ya lo matizaremos porque en Hume es un poquito más complicado, ¿no? Pero si es que nosotros tenemos un contacto cognoscitivo con el mundo, con el mundo que me rodea, por ejemplo, si yo tengo un contacto cognoscitivo, un contacto de conocimiento, quiero decir, con el mundo que me rodea, lo tengo porque tengo sensaciones visuales, auditivas, táctiles, estoy tocando las cosas del mundo. ¿Vale? Es verdad que luego necesito también emocionarme con el mundo para comprenderlo, desear el mundo para comprenderlo. Bueno, pero los elementos básicos de descripción del mundo están en relación con las sensaciones. ¿Vale? Bueno, pues ahora volvemos a la pregunta que hacía. ¿Qué son más importantes, las ideas o las impresiones? Pues para Hume, las impresiones de sensación, las sensaciones. De tal manera que, por ejemplo, como lo veremos, si tú te preguntaras, a ver, ¿existe esta entidad en el mundo? ¿Las sirenas, por ejemplo? ¿Existen las sirenas en el mundo? Tenemos la idea de sirena, ¿vale? Claro que la tenemos, ¿no? El concepto de sirena, incluso la imagen de sirena. Pero para tener la seguridad de que existen sirenas, ¿qué tendríamos? ¿Qué tendríamos que tener? A ver, ¿qué contestaríais? Y en la terminología de Hume, ¿qué tendríamos que tener? No, no, no. Cuidado. Para tener un conocimiento de verdad de las sirenas, nos basta con tener la idea de sirena, que de hecho la tenemos. Claro, la gente no cree que las sirenas existen. ¿No? Eso es, deberíamos tener sensaciones de sirena. ¿Verdad? Si no tenemos sensaciones de sirena, no tenemos derecho a decir existen sirenas. Si no tenemos impresiones de sirena en la forma de sensación, no podremos decir que existen las sirenas. Traduciéndolo esto en términos un poco más sencillos, para que tú puedas decir que existen las sirenas, ¿eh? Entonces tienes que poder ver sirenas, tocar sirenas, oler sirenas, ¿no? Si no se da esa experiencia perceptual de las sirenas, no puedes decir que existen las sirenas. ¿Vale? ¿Por qué? Porque el criterio fundamental, como tendremos ocasión de comentarlo, va a ser eso, pedir que haya una impresión. Hablaremos, y esto va a ser muy, muy, muy importante, ¿no? Del criterio empirista del conocimiento. Criterio empirista del conocimiento. Un criterio que te permita distinguir lo que puede ser conocimiento de lo que no puede ser. ¿Por qué no podemos hacer ciencias de sirenas? Porque sólo se puede hacer ciencia de lo que tenemos en sensación. Sí. Claro, ¿no? Eso es, ¿no? Dentro de ti, tampoco es que exista dentro de uno el que cree en las sirenas. No es que tenga una mujer y un ser que es parte mujer y parte pez dentro de él, ¿no? Tiene la imagen de las sirenas, ¿no? Pero no tiene las sirenas dentro, ¿no? Y esa persona, si cree que hay sirenas, pues algunos dicen, está loco, ¿no? Porque sólo podemos, dentro de un empirista extremo lo diría, ¿no? Sólo podemos conocer lo que se puede percibir. Este va a ser el criterio empirista del conocimiento. ¿Vale? Es decir, de aquello que se tengan impresiones. ¿Vale? Todas las ideas simples, este es el origen de las ideas. ¿Verdad? El origen de las ideas. Todas las ideas simples en su primera aparición, dice él, se derivan de impresiones simples. A las que corresponden exactamente. ¿Vale? Si son ideas legítimas, habría que decir, ¿eh? Porque puede haber que haya ideas que no son legítimas, es decir, que no sirven para el conocimiento y que no tengan a su base una impresión simple. ¿Vale? Entonces hay gente que aunque no ha visto de verdad, de verdad sirenas, sin embargo cree las sirenas. Y no tenemos de verdad, de verdad, de verdad, parece que no hay impresiones de sirenas posibles. ¿Vale? Bien. Entonces, por favor, es muy, muy, muy importante es muy importante esto. Lo tenéis también en el libro, ¿no? En la página 205, después de este texto, pues tenéis ahí en negrita estas ideas que ahora estaba comentando, ¿no? La impresión es originaria, la idea dependiente y derivada, todas las ideas provienen provienen en último término, inmediata o inmediatamente de sus correspondientes impresiones. ¿Vale? De sus correspondientes impresiones. Y luego teníais esta otra clasificación, las ideas simples y incomplejas. La idea simple es la que no... Bueno, o la percepción simple, tanto impresión como idea, sería la que no admite ya división más básica, ¿no? Y las percepciones complejas, las impresiones o ideas complejas serían aquellas que se pueden dividir en más básicas, ¿no? Por ejemplo, como os he puesto aquí, son ejemplos del propio Jung, ¿no? La idea de Rosa es una idea compleja. ¿Por qué? Porque es una idea que consta de la idea de color, de la idea del tallo, de la idea de las hojitas, ¿verdad? Costa de varias ideas. Y como consta de varias ideas, es una idea compleja. Es una idea más compleja que la idea de color. Que no consta de otras ideas, ¿vale? Bueno, pero esta clasificación en este momento tiene menos importancia. La principal, por favor, la que tenéis que recordar, esto lo tenéis que recordar, noción de percepción, y la que tenéis que recordar es esto, y luego por supuesto lo del origen de las ideas, ¿no? ¿Vale? Porque ahí se señala que lo principal, pues, viene a ser justo la impresión, porque es el fundamento legítimo de las ideas que luego podemos utilizar en el conocimiento. ¿Vale? ¿Avanzamos un poco más? Yo aquí, el orden es un poco distinto al del libro, ¿no? En el libro esto que yo he puesto por aquí, cuestiones de hecho, relaciones entre ideas, es el apartado siguiente, en la página 207, y ahora, en la página 206, ¿no? 205 y 206 tenéis esta referencia a las leyes de la asociación, ¿vale? Que se refieren a la siguiente cuestión. Bueno, las ideas están en nuestra mente y las ideas se organizan de alguna manera o en nuestra mente se van sucediendo unas ideas a otras de un modo totalmente caótico y desordenado. ¿Hay algún tipo de tendencia en nuestra mente a unir una idea con otra? ¿Sí o no? ¿Qué contestaríais? ¿Terminamos? Un poco más ya para terminar con esto. ¿Qué contestaríais? Van sucediendo, se van sucediendo unas ideas a otras, pero esa sucesión, Ángela, de una idea tras otra, ¿es una sucesión caótica o hay unas ciertas regularidades en la sucesión de las ideas en nuestra mente? De tal manera que tras unas vienen otras. Están ordenadas, eso es. No ocurre de modo caótico, ¿no? Entonces, si os pregunto por ejemplo, a ver, decidme lo primero que se os ocurra, tras esta palabra que voy a decir ahora, ¿no? Día. Ah, bueno, sol. Más, ¿otro que podría decir? Además de sol, día, luz, y además de luz, hay otra que también puede aparecer, que aparece mucho, día. Bien, bien. ¿Qué compras también? Claro, pero no os ha salido una que suele salir mucho, noche, ¿no? Dices día, dices noche, dices vida, dices muerte, ¿no? Pero también todas estas ideas, ¿verdad? Bien, es decir, y esto les pasa a muchísima gente, le pasa a mucha gente que cuando piensan en día, piensan sol, cuando piensan en día, piensan luz, o piensan compras, porque también, ¿no? Entonces, se trata, y esta es la tarea para el próximo día, se trata de descubrir cuáles son los mecanismos que nos llevan a nuestra mente a si alguien dice día, que diga a continuación sol, o que diga noche. Bueno, ya os adelanto que esas serán las leyes de la asociación, ¿vale? ¿Eh? Que comentaremos el próximo día, y que tenéis en el texto de la página 206, que es el texto que vamos a leer el próximo día, ¿vale? Es un texto muy importante, es un texto un poco largo, pero es el texto en el que se presentan las leyes de la asociación, que el autor, bueno, un poquito antes había explicado en el libro y que yo desarrollaré ya el próximo día. ¿De acuerdo? Bueno, pues ahora ya sí tenemos la hora y lo dejamos aquí. Bueno, un poco rápido todo esto, pero es que tenemos tantas cosas que ver. Espero que más o menos se haya entendido, ¿eh? Ahora en casa, por favor, pues no digo ahora mismo, ¿no? Pero estos días, pues miráis el libro para afianzar un poquito más todo esto, mi esquema y el resumen que os he puesto también a vuestra disposición, y si podéis como os decía, trabajar un poco con los textos, pues será magnífico. ¿Vale? Bueno, pues lo dejamos aquí, ¿de acuerdo? Pues nos vemos la semana que viene. ¡Feliz semana! Y después del gozo de salir ahí a correr, a andar en bicicleta, a pasear, a disfrutar de la naturaleza, de la gente aún no tanto. Pero bueno, ya llegará también. ¿Vale? Y si podéis meter un poquito de filosofía en vuestra vida, un poco de filosofía, pues estupendo. ¿Vale? Pues un saludo y voy a apagar entonces la conexión. Y cuidaros y filosofar.