Vale, voy a quitar la imagen, sí. A ver si es mejor. Bueno, pues vale, desgracia. Pues nada, igual. Igual. Bueno, pues no sé. Voy a hablar despacio y a ver si se intercorta menos. Bueno, mirad, vamos ya a acabar el tema 1 de la asignatura, por fin. Es un tema, como habéis visto, muy largo, complejo y bueno, como os decía... Resume un poco todos los principios psicofarmacológicos básicos que luego nos van a acompañar durante el resto del curso. Por lo tanto, es muy importante que los tengamos claros, que los hayamos asignado bien... Para que luego en los siguientes temas vayamos con el firme. A ver, ahí presenta una duda. Dice, cuando hablamos de antagonistas siempre hablamos de volver a la base porque a veces en el libro me parece como si lo utilizan para referirse a bloquear. No, vamos a ver. Un antagonista es un fármaco que se une a un receptor pero que no tiene actividad sobre ese receptor. Se une, lo tapona, lo bloquea, pero no tiene actividad intrínseca. Lo único que hace es evitar que el agonista, el propio neurotransmisor u otros fármacos puedan actuar sobre él. Eso es lo que hace un antagonista, un agonista. Se une al receptor, en ese sentido también un poco lo bloquea, pero tiene una actividad contraria a la del agonista. Bueno, yo os dije que os terminéis de leer los fármacos que quedaban y si había alguna duda pues la comentábamos. Eso incluía al alipiprazol, al brexplipazol y a la calipracina. Pero si queréis vemoslo. ¿Tenéis alguna duda sobre ellos? El aliprazol es el funcionamiento básico. Bueno, esperad. Eso sí que os lo expliqué. A ver, estamos en la 8.24. Bueno, el principio básico de la pipirazol era el pipirazol y el brex-pipirazol son los dos agonistas parciales del receptor D2 de la dopamina. Entonces, lo que hacen es que se unen al receptor y tienen una actividad sobre el sistema de la proteína G que no es tan fuerte como la propia dopamina. Y esto lo que hacen es regular un poco, evitan por un lado que la dopamina que está en niveles demasiado elevados se une y estimule de sobremanera al receptor. Pero tampoco... No bloquean por completo la transmisión dopaminérgica, lo cual provocaría síntomas extrafinales, por ejemplo. Sino que es una solución de compromiso entre un bloqueo total, como el de un antagonista D2, como el aloperidol, y el agonismo excesivo que tiene la hiperactividad dopaminérgica, por ejemplo, en la vía mesolímbica. Entonces, con los agonistas parciales del receptor D2 de la dopamina, como el pipirazol, el famoso habilifi, Pues cubrimos todos los receptores de dos con un fármaco de alta afinidad, pero que luego no los estimula tanto. Es como que llegan, ponen la lanza, ocupan su sitio, no dejan que la dopamina llegue y estimule muy con fuerza el receptor y ellos están ahí, pum, pum, pum, un poquito, pero no demasiado. Pero evitan que la dopamina a saco a activar con mucha fuerza, con demasiada fuerza al receptor de dos. Eso es un poco la idea. Eso, de todas formas, el brexipiprazol y la caliprazina, bueno, ya lo que son las propiedades clínicas concretas, pues os lo podéis leer, tampoco es que os avistan más dificultad, aunque se hable de que son agonistas faciales del receptor de dos, no es esa su única acción farmacológica. Ahí tenéis, bueno, pues en el libro os describen algunos. Algunas de sus otras actividades farmacológicas, ¿no? También son, también actúan al revés al nivel del receptor 5-HT2, 8-1, en fin, tienen varios, ¿no? 5-HT7, también son agonistas faciales del receptor de tres. Estos medicamentos no tienen nada más que decir por vida o puede hacer que remita a la patología. Bueno, depende. Es posible que se puedan, en algunos casos reducidos, ir retirándolos con el paso del tiempo, pero es verdad también que hay algunas pacientes, esto lo veremos al final del tema, que no responden bien a las dosis iniciales del tratamiento, incluso a las dosis altas, y que la única manera de que empecemos a ver una reproducción en los síntomas es tratar durante mucho, mucho tiempo, años incluso. Desgraciadamente. Bueno, pues ya está. Creo que entonces no sé si de todas formas leed los apartados relativos a ARIPIPRAZOL, BREXPIPRAZOL y CARIPRACINA, y si tenéis alguna duda que queráis resolver, pues la ponemos tranquilamente en la clase que viene. Pero bueno, yo voy a proseguir un poco avanzando. ¿Os parece? Muy bien. Bueno, pues vamos a ver. Queda todavía el tema 2. Estamos en el tema 1. La disulpiridad es bastante importante porque se usa bastante. El certidón no se usa. Bueno, antes de acabar el tema, sí que hay una parte que me interesa mucho que hablemos de ella. Y es lo que llama ahí el libro el arte de cambiar de antipsicóticos. Que lo tengo yo por aquí puesto. Bien, resulta que como siempre en psicofarmacología es muy probable que lo que le sirve a unas personas no le sirvan a otras. Esto tiene que ver con varios factores. El primero es que las psicopatologías presenten en los diferentes individuos. Aunque las metamos dentro del mismo cajón desastre porque intentamos compartimentalizar el amplio espectro psicopatológico... ...no tienen por qué ser ni remotamente iguales. Ni obedecer a las mismas causas desencadenantes, ni a los mismos factores mantenedores, ni a las variables vitales. Además, si a esto le añadimos que a nivel biológico psicofármaco genético... ...es decir, cada uno tenemos una serie de polimorfismos que nos hacen responder mejor a unos fármacos, otros a otros, etc. Pues vemos que efectivamente... Va a haber mucha variabilidad en la respuesta a los tratamientos. Normalmente hay tratamientos de primera línea, risoperidona o la patapina, acitiprazol o paliperidona, pero habrá pacientes o personas que no respondan bien a un tratamiento, habrá que ir probando. Es un tratamiento más o menos empírico en base a la experiencia con el paciente. Habrá que ir cambiando de dosis, cambiando de tratamientos y un poco de lo que se trata ahora es de ver las reglas más básicas de cambio, porque no se puede hacer un cambio al tuntún, porque tener en cuenta que tenemos a un paciente bajo un tratamiento farmacológico durante tres, cuatro semanas, un mes o dos, no podemos de repente cortarlo y pasar a otro distinto, porque puede haber efectos de rebote, ¿de acuerdo? Si de repente se ha producido una adaptación en los receptores por el tratamiento continuado que hemos dado, lo quitamos de repente, puede haber un efecto de rebote, es decir, una reacción paradójica totalmente contraria a lo que queríamos conseguir. Si queríamos controlar las alucinaciones y los delirios, puede haber un efecto paradójico e incremento en esos síntomas si quitábamos de manera correcta. Y donas, por un lado, y el aripiprazole, por otro. Normalmente, el cambio dentro de una familia, el cambio de una pina a otra pina, de una dona a una dona, no es demasiado complejo. Los cambios más complejos es cuando pasamos de una pina a una dona, por ejemplo. Eso es cuando hay que tener más cuidado. A ver si llevo a la diapositiva adecuada. Pero no, la idea primera que tenemos que tener muy clara es que normalmente no se puede hacer un cambio brusco en el tratamiento. No se puede hacer un cambio brusco, no se puede, de repente, tener a una persona sin tratamiento. Es decir, llevarlo a una dosis alta, de repente cortársela y esperar a lo mejor una semana antes de poner otro tratamiento. Eso no se hace. Normalmente se va discontinuando uno a la vez. Una vez que vamos continuando, empezando, mejor dicho, el siguiente, pero con dosis intermedias o bajas. Y aquí tenéis el ejemplo, efectivamente, de lo que no hay que hacer. ¿Vale? Esto es lo que no hay que hacer. No. No se puede tener una dosis X, la que sea, ir bajando más o menos bruscamente, quitar, dejar a la persona. Sí. Sin tratamiento y luego empezar con una dosis alta de repente en el otro. No. Eso no se hace. Bueno, básicamente lo que tenemos que ir haciendo, y este es el principio más o menos general, aunque luego veremos los casos concretos, es ir reduciendo las dosis de un fármaco a la vez que vamos aumentando las siguientes. Y nos vamos a encontrar efectivamente con una situación de polifarmacia, es decir, de estar dando dos fármacos pero ambos con dosis intermedias o bajas que son aceptables hasta que terminamos con uno y ya llegamos a la dosis alta del otro. Y lo mismo si tenemos que cambiar a un tercero porque el segundo tampoco funciona. ¿De acuerdo? Entonces esto es como idea general. Otro problema que puede pasar también es que no manejemos... ...más bien las dosis de los cambios y que, si la clase anterior es volcada así, y que entonces no terminemos de reducir la dosis del primero y la vayamos manteniendo. Si no la reducimos en un tiempo prudente se puede desarrollar un rebote y nunca vamos a ser capaces de quitarnos de esta dosis baja del primero de ellos. Eso no debe ocurrir porque estaríamos... ...durante demasiado tiempo dando una dosis elevada del segundo fármaco pero manteniendo una dosis baja del primero. Eso también es desaconsejable. ¿Vale? Muy bien. Estas son cosas en general más o menos básicas. Entonces, vamos a ver las clases anteriores donde nos puedes encontrar en Cadena Campus, dentro de ITEKA. Entonces, como os decía, el cambio dentro de una familia de fármacos es más o menos fácil. Si se entra un tratamiento y, sobre todo, dejas un tiempo sin administrar el otro, vas a tener seguramente efectos rebotes. Entonces, tienes que bajar la dosis del otro, pero a la vez ir empezando poco a poco la del otro para que siempre estés bajo un aspecto farmacológico y que la persona siempre esté tratada. Obviamente, también luego se puede cortar por completo todo tipo de tratamientos. Bueno. Si se entra un tratamiento y, por ejemplo, se viera que la evolución es adecuada y suficiente, pero también habría que hacerlo muy, muy despacio. Bien. Como os decía, el paso más fácil, el cambio más fácil es cuando se cambia de una espina a otra espina, de una dona a una dona. Es decir, dentro de una misma familia de fármacos. Ese es el cambio más fácil, es el que tenéis ahí puesto, tanto para las espinas como para las donas. Pues entonces, consiste básicamente en el periodo de una semana, ir bajando la primera y empezando la segunda. ¿Verdad? Ya está, poco más. Así nos... Bueno, pues nos aseguramos que haya ese bloqueo de dos necesario y que nunca se pide. Bueno, la ocupación del D2, estos son a nivel teórico. A nivel experimental se puede hacer con tomografía y apremisión de positones, pero esto es un poco para que veáis cómo se estima que estará el receptor D2 con las dosis que se manejan. Pero sí se puede hacer con, ya os lo expliqué en otra clase, con tomografía por emisión de positones. Muy bien, pues ya os digo, esto es muy fácil. Cuando estamos dentro de una misma familia farmacológica, vamos bajando el primero y comenzando el segundo en el intervalo de una semana. Y ya está. Ahí no hay ningún problema. Ahora, el problema si viene, bueno, el problema cuando hay que tener un poquito más de cuidado es cuando... Cuando cambiamos entre familias y sobre todo cuando cambiamos de una pina a una dona. Recordad que las pinas tenían un aspecto farmacológico mucho más amplio que las donas, tocaban muchos más receptores. Entonces, bueno, es más probable que se produzcan efectos complejos de compensación y por tanto haya que descontinuarlas con más tiempo. En vez de con una semana, con dos. ¿Vale? porque las posibles adaptaciones van a ser mucho más numerosas en un número mayor de dianas farmacológicas y entonces esto aconseja que la reducción de la dosis se haga a lo largo de dos semanas hasta cortarlas por completo, pero que la dona la comencemos y alcancemos la dosis objetivo en la primera semana. Bueno, esto es más o menos fácil, pero que tengáis en cuenta la clave es esa, que las pinas, como tocan muchas más cosas, producen acciones más complejas y sobre todo cuando cambiamos de familia a una dona, pues requiera que se discontinúe el tratamiento en vez de una semana más suave con dosis. Porque eso suele empezar con una de las dos familias y posteriormente se sigue administrando técnicamente la otra. No, no, esto no es que se haga. Esto es si se ocurre que se haga eso, las pautas que hay que seguir. Pero no quiere decir que estos son los cambios que se hagan. Normalmente se prueban entre familias, incluso pues se hace con la farmacia. Es decir, que se mantiene una y se intenta potenciar con otra, ¿vale? Incluso la propia clozapina se puede estar dando con otros fármacos, ¿vale? Bueno. Gracias. Es decir, dentro de una misma familia se puede cambiar, bueno no, dentro de una familia es una semana, pero dentro de una familia es si quitamos una y ponemos la otra, es decir, si mantenemos la monoterapia, ¿vale? Y sí, normalmente se prueba un fármaco, los más utilizados y bueno, se va viendo. El problema luego también es, bueno, la disponibilidad de los recursos de salud mental, de toda la sanidad pública, pues que tampoco dejan mucho más tiempo para andar haciendo un paciente más de tipo ambulatorio, pero bueno, la idea es esa. Bueno, pues entonces eso. Es súper importante cuando se hace el cambio de una apina a una adona. Luego, si lo que hacemos es, lo que tenemos es la clozapina, para pararla, la clozapina es el fármaco participante que más receptores toca, casi, y entonces, aparte por sus potenciales efectos a nivel de la médula o sea, hay que cortarlo muy lentamente, muy lentamente en cuatro semanas. Y luego ya, cuando ya sea cortado por completo, podemos comenzar si es que hace falta. Si el cambio es de una dona a una pina, es más fácil de hacer. Se puede descontinuar la dona en una semana, pero la pina comenzarla suavemente en dos semanas, como tenéis aquí. Básicamente, al contrario del caso anterior, que se bajaba la pina en dos semanas y la dona en una semana ya la tenías. Pues esto es la imagen especular. Puedes bajar la dona en una semana, pero subir la pina hasta la dosis objetivo a lo largo de dos semanas. Estas son reglitas que son muy importantes. Y lo puede ver en combinación con el aripiprazole. O el cambio de aripiprazole a una pina o al revés. Desde una dona o de aripiprazole a una pina. O de una dona a al aripiprazole. El aripiprazole permite también modificar su dosis de una manera mucho más rápida. Si queremos cambiar a aripiprazole desde una pina, las pinas siempre las cambiamos en dos semanas. Pero el aripiprazole podemos comenzar la cronosis intermedia. Y en el plazo incluso de unos pocos días, media semana, llegar a dosis máxima. O sea que el aripiprazole sí permite subir de dosis rápidamente. Pero como siempre con las pinas. mínimo dos semanas de lavado y la reducción paulatina de dosis. Dice, ¿y los medicamentos que dejan residuos durante un largo tiempo en el cuerpo? ¿Cómo se la pagan los humanos con los otros? Vamos a ver, no. No es que dejan residuos. Hay fármacos que tardan un poco más de tiempo en eliminarse. Pero hasta donde yo sé, estos no son el caso. O hay otros que tardan semanas, pero son los sustantivos que son muy lipofílicas y se quedan almacenados en el tejido adiposo. Pero bueno, estos protocolos están pensados para tener en cuenta el tiempo de eliminación de las espinas, de las zonas. Para eso se tiene en cuenta. En el caso de estos, creo que es muy poquito que no se queden almacenados en el tejido adiposo. ¿Vale? Bueno, pues eso es otra cosa que tenéis que tener en cuenta. Que cuando bajamos una espina, a no ser que pasemos a otra espina, pero siempre dos semanas, pero que la lipidazol podemos empezar en dosis intermitentes y subir la dosis máxima en media semana, más o menos. Igual exactamente cuando partimos en vez de una espina a una dona, salvo que las donas ya sabéis que podemos bajarlas en una semana. ¿Vale? Se baja en una semana y pues empezamos con una dosis de... de una dosis intermedia del AYP prezable. ¿Las PINAS son para pacientes más graves? Se podría decir entonces no, no necesariamente, salvo la clozapina. La clozapina, sí, la clozapina es cuando los demás fallan. ¿Sería más recomendable entonces empezar pagando por donantes? Bueno, es un poco lo que he dicho. Es que depende porque dentro de cada una de ellas tienen problemas. Por ejemplo, pues no sé, quizás la clozapina no tenga la dosis necesaria o tenga efectos sedantes que no son los adecuados, por ejemplo. Y entonces nos tengamos que ir a la clozapina, pero la clozapina produce el incremento de peso, toma el perfil lipídico. Es que claro, dentro de las familias, ya vais a estar estudiando que cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entonces, más bien es un poco en función de las características concretas que tenga el paciente. Si aparte de síntomas positivos está agitado, síntomas negativos o más bien síntomas agresivos, eso va a guiar un poco el tratamiento. Los síntomas y su condición física de base, perfil lipídico, perfil cardíaco, etc. Función hepática. Bueno, luego tenemos el caso de cuando pasamos del aripiprazole a una pina, ¿vale? Es decir, el caso contrario. Partimos del aripiprazole y tenemos que cambiar. Bueno, lo bueno del aripiprazole es que se puede cortar siempre y cuando empezamos el siguiente fármaco. Lo he puesto seguido. Podemos cortarlo y empezar la pina a dosis media. Ya lo he decidido, pero con menos tiempo pasa con las donas. En las que implemento la dosis en dos semanas, pues ya sabéis que es en una semana. Pero bueno, el aripiprazole es que lo podemos cortar y empezar a dosis intermedia el siguiente fármaco. La pina, la dona. Las pinas, dos semanas hasta alcanzar su dosis objetivo. Las donas, una semana. Estos son los principios. Así como más básicos, ¿vale? Bueno, son unas reglitas que si entendéis la lógica, que con las pinas siempre dos semanas. O sea, si pasamos de una pina a otra cosa o de otra cosa a una pina, siempre dos semanas para bajar o subir la dosis. Mientras que si vamos de pina a pina se puede hacer en una semana. Las donas te permiten subir o bajar la dosis en una semana. El alipiprazole, lo bueno del alipiprazole es que puedes empezar con la dosis intermedia o puedes cortarlo del tirón y empezar la dosis intermedia en el siguiente fármaco. Sí, la dosis intermedia de la postulogía recomendada. Pues esta parte ya está. Lo mismo con las donas, obviamente se corta el alipiprazole y se comienza la dona hasta la dosis objetivo en una semana. El alipiprazole, ¿de otra forma se puede cortar y no tomar otra medicación? No, eso es lo que os decía al principio, que eso es lo que no hay que hacer. Cortarlo de repente y estar bien positivo. Sin tomar nada. Si lo que se quiere es parar por completo, pues hay que... incluso el alipiprazole, si vamos a parar y no vamos a tomar nada más, entonces sí hay que bajar un poco. Eso es prácticamente con todos los fármacos y en especial con todos los psicofármacos. No se pueden dejar de tomar y ya está. Normalmente hay que hacer una reducción paulatina de la dosis. En el libro del Prescriber's Guide os dan instrucciones mucho más concretas de cómo se puede hacer con los antidepresivos. Por ejemplo, se dice que se pueden para facilitar disolver en zumo de naranja y que progresivamente ese zumo de naranja se haga en un vaso pero luego se puede hacer en dos vasos. Es decir, que se vaya diluyendo cada vez más. Y eso ayuda a reducir muy paulatinamente la dosis. En general, los psicofármacos siempre hay que reducirlos paulatinamente. No os quiero excepcionar las dolencias de acepinas, vamos, es que si no, eso te da un efecto rebote de la leche. Te da una especie de ansiedad importante. ¿Vale? Muy bien. Pues esto lo preguntan bastante en el examen. O sea, que lo tenéis que tener muy claro. Lo preguntan bastantes veces. Así que sí, sí, echadle un ojo. Muy bien. ¿Qué más cosas que os tengo aquí? Bueno, esto ya son cuestiones más conceptuales. Tampoco es necesario que nos metamos muy de lleno. Pero bueno, la idea es que, como sabéis, los síntomas de la esquizofrenia corresponden a varios. de núcleos sintomáticos, que cada uno de ellos se puede mapear a una disfunción de circuitos nerviosos también más o menos concretos y que ello resulta en síntomas más o menos visibles, también concretos, y que eso puede corregirse o bien con el bloqueo del 60% de los receptores de dos, que es como la cifra estándar que ya hemos visto, o bien intervenciones conductuales, incluso la calibración, o con otro tipo de fármacos como los estabilizadores del estado de ánimo. Porque, insisto, raro es el paciente psiquiátrico que va a estar tomando. Un único fármaco. Raro es. Entonces, bueno, que veáis que en este caso, pues, bueno, ahí lo tenéis. Sobre todo esto es en relación a la violencia, ¿vale? Incluso la violencia, aunque tenga su propio grupo de síntomas un poco más especial, que sea amarillo, pero los demás grupos sintomáticos también pueden conducir a episodios de violencia. O contribuir a la violencia generalizada que se puede ver en algún que otro, en alguna persona con esquizofrenia. Y, bueno, que hay intervenciones o bien se corrige esto con el propio bloqueo de los receptores de dos. que esto se consigue directamente con el fármaco, o añadiendo otro tipo de fármacos con los facilitadores del estado de ánimo o con algún tipo de intervención ya más conductual o social, tipo en cárcel. Tampoco hay que darle muchas más vueltas a eso. ¿Qué más cosas hay para acabar el tema? Luego, claro, un gran problema de la psicofatología en general, en su relación al tratamiento psicofarmacológico, es qué pasa cuando hay pacientes que no responden a ninguna medicación. A ver los silos, y eso es un problemón. Bueno, no es un problemón si solo existiera la psicofarmacología, pero también está la terapia de conducta, los psicólogos. Aunque es cierto que si hay un paciente que está tan descompensado, que no responde para nada a ninguna medicación, va a costar dios y ayuda que luego responda a las intervenciones psicoterapéuticas. Eso también es verdad. Entonces, como os decía, ese es el problema de la resistencia al tratamiento. Y, bueno, ¿por qué puede estar ocurriendo esta resistencia al tratamiento? Pues por varios factores. Si un paciente no quiere tomar la medicación y comete un delito bajo un estado de brote, pues eso ya es de la psicología forense. no sé qué diría no sé si se considera si desde luego no tendría derecho a las circunstancias atenuantes porque si es conocedor de su patología y ha negado un tratamiento que previene en eso pues no se puede conseguir un tratamiento intencionalmente entonces no estarían de aplicación las circunstancias atenuantes pero vamos no tengo ni idea, eso lo saben los psicólogos forenses y los abogados bueno lo que os decía entonces en ese grupo de pacientes en los que no hay una respuesta buena pues no se sabe muy bien por qué puede ser o bien pues porque no se ha dado con el fármaco adecuado o bien porque hay lo que se llama aquí un fallo farmacofinético que o bien no se ha conseguido la dosis adecuada o todavía la administración adecuada y entonces no conseguimos o por lo menos con la dosis que necesitamos en una dosis normal, una dosis estándar aquí es cuando estamos consiguiendo el valor del 60% y en estos casos en los que hay una fármaco genética mala seguramente por la genética del paciente tenemos que ir avanzando avanzando para alcanzar nuestro efecto objetivo que es el bloqueo del 60% de los receptores de dosis Entonces, claro, es un problema porque ¿cómo sabemos si es un problema fármaco cinético en ese paciente? Bueno, en muchos casos se puede determinar la dosis de fármaco en sangre. Pero incluso aquí, lo que se tiene es la concentración en plasma del fármaco. Es más bien porque no llega la cantidad de producto activo a sus receptores o se metaboliza demasiado rápido, etc. Entonces, en estos pacientes, como en realidad depende de sus variantes genéticas, de sus metabolizaciones. El metabolismo hepático, pues estamos complicados. Si pasa el 60% es malo. Es este el margen en el que nos movemos, como sabéis, del 60 al 80%. Ese es nuestro margen de tratamiento y margen de seguridad. Por encima del 80%, el bloqueo de dosis de la vía nigrostriatal, por ejemplo, comienza a producir síntomas hexapilaminales o hiperprolactinemia, depende de donde ocurra. ¿Vale? Entonces, claro, cuando se supone que esto ocurre, pues tenemos que aumentar bastante la dosis. También se considera fallo farmacocinético si se le pasa los niveles o si sería solo de dosis. No, vamos a ver, no. Esto es que si vamos aumentando la dosis, imaginaos, la dosis normal y no hay manera de llegar a nuestro objetivo, es que incluso se podrían hacer las pruebas genéticas. Podríamos probar con una dosis superior y si en una dosis superior empiezan a aparecer los síntomas terapéuticos sin que ocurran los efectos secundarios, entonces ahí sí que habríamos dado el cabo con el fallo farmacocinético porque no estaríamos pasándonos. Esencialmente que esa persona requiere más dosis del fármaco, ¿vale? Entonces yo os digo, claro, cuando estamos dando una dosis y no vemos ni siquiera... ...síntomas, ni mejora los síntomas positivos, pero tampoco vemos que empiecen a aparecer los efectos secundarios típicos, ahí es cuando se puede sospechar de fallo farmacocinético. Es decir, en ese paciente hay que usar dosis por encima de la normal. No, pruebas genéticas. Bueno, a ver, vamos a ver. Quizás en esto no, pero en otras patologías sí que se hacen, ¿eh? De rutina. Bueno... Pero sí, es lo que me da. Dicen, si no quieres tomar fármacos, va a ir a la psicoterapia. Eso no es como todo. Depende si la psicoterapia en esa persona es efectiva para controlar los síntomas. Pero como todo en la vida puede ser, sí, sí. Quizás en trastornos psicóticos seguramente no sea lo más normal. Pero lo que sí que es verdad es que tú no puedes dar solo psicofármacos sin complementar lo con psicoterapia. Nadie te lo va a recomendar. Yo creo que tampoco te van a decir que a priori solo es psicoterapia y no psicofármacos. Pero como todo en la vida, sobre todo en psicofarmacología y en psicopatología, no se puede hacer ningún tipo de argumentaciones supergeneralistas porque depende de cada caso. En los trastornos psicóticos, la práctica a día de hoy siempre es combinar, o por lo menos la recomendación, combinar los antipsicóticos con terapia normalmente cognitivo-conductual. Curación completa o por lo menos sí, control absoluto de los síntomas y que la persona se maneje correctamente de manera autónoma. Incluso se respectiva la medicina. Aunque pueda haber pequeños problemas y tal, la persona adquiere gracias a la terapia cognitivo-conductual una serie de estrategias de afrontamiento y de reducción del estrés que le permiten llevar una vida bastante normal. En algunos casos sí se consigue. Hiperprolactinemia, bueno, es lo que decíamos, es que eso está visto en las primeras clases. Si no, míratelas, por favor. Es uno de los efectos secundarios de los antipsicóticos, sobre todo de los convencionales. Bueno, esto es un poco lo que os decía, que en algunos casos hay que fijaros, hay que llegar hasta, para conseguir un porcentaje adecuado de personas que respondan, pues muchísimas, muchísimas, muchísimas semanas. Es decir, que a veces es el tiempo como se pone, el tiempo como fármaco, ¿no? A nivel farmacológico, ¿se va a poder retirarlo? Sí, sí, se podría. O sea, tú ya no te quedas anclado. ¿Un fármaco de prohibida? Claro que no. Claro que no, se puede retirar. Sí, sí, hay que hacerlo bien. Si no mal vamos, en el momento en que tomas una pastilla ya te condenas a tomarla para siempre. Bueno, esto ya son algunas cuestiones que tampoco, vamos, que las podéis leer, ¿vale? Que en algunos casos requiere hasta dos años para ver un efecto. Sobre todo esto, estamos hablando un poco todo esto sobre todo a nivel de... ...de la violencia, ¿no? Porque es quizás uno de los grandes problemas en la... en el tratamiento de los síntomas psicóticos y de los trastornos del espectro psicótico. Todo esto que se ve en las noticias y tal, de personas que han cometido incluso delitos violentos, personas que sufren algún tipo de estos trastornos. Entonces, claro, son de los síntomas más preocupantes. ¿Se puede llegar a no necesitar fármacos con esquizofrenia? Eso es como todo depende de pacientes. Es posible que a algunos pacientes se les pueda retirar la medicación. En algunos, siempre y cuando el médico lo considere oportuno y el psicólogo o psiquiatra que le esté tratando vea que cuenta ya con determinadas estrategias de tratamiento. El problema es que muchas veces, porque no son curativos estos fármacos, no son curativos. El problema es que cuando los retiras, es probable que antes o después los síntomas, sobre todo los trastornos del espectro psicótico, los delirios vuelvan, ¿vale? Porque tú fíjate que cuando nosotros estamos hablando de que los síntomas positivos ocurren por la hiperactividad en parte, por la hiperactividad de la vitamina solímbica o por un defecto genético en la función del tratamiento medial, estos fármacos compensan, pero no atacan la raíz del problema. Esa es la historia. Entonces, es posible que si una persona ya tenga un trastorno de vida súper estructurado, una cabeza muy grande y huelga, que haya tenido unas estrategias de afrontamiento y cognitivas de monitorización de la fuente también muy buenas y se le pueda poco a poco reducir el fármaco, quedarse en vigilancia. Y bueno, si hay colaboración en el momento en que se vea únicamente los síntomas y tal, se puede restaurar el tratamiento. Y para los síntomas y problemas se comparten algunos de estos fármacos, sí, lo vamos a ver, sí, sí, sí. Algunos se complementan como la piatina, por ejemplo. Bueno, esto es otro también, más consideraciones sobre los síntomas violentos. También dicen que a veces ocurre que no estamos hablando cuando hay una falta de respuesta al tratamiento. Esto no necesariamente es por un fallo farmacocinético, sino que incluso podríamos estar hablando de un fallo farmacodinámico. La diferencia, vamos a ver, farmacocinética y farmacodinámica. ¿De qué estamos hablando en cada caso? Farmacocinética se refiere a todos los procesos de absorción, distribución y eliminación de los fármacos, sin meternos en el mecanismo de acción. Eso es lo que es farmacocinética. Absorción, distribución y eliminación del fármaco, sin meternos en el mecanismo de acción. La farmacodinámica, por otro lado, es todo lo que estudia la acción del fármaco sobre sus dianatos o sobre sus receptores concretos. O sea, esas dos diferencias hay que tenerlas muy en cuenta. Por un lado, fracaso farmacocinético y por otro lado, fracaso farmacodinámico. El fracaso farmacodinámico es mucho más difícil de entender. de detectar, porque es que en algunos casos puede ser que en algunos pacientes ese umbral del 60% del bloqueo del T2 no se cumpla. Y en esos pacientes, para que podamos controlar los síntomas agresivos, etc., tengamos que irnos al 80% y que sea logrado a partir del 90, 95, incluso 100% cuando aparecen los efectos secundarios, síntomas estapiramidales, hiperpalacinemia, etc. Entonces, los umbrales que hemos estado manejando hasta ahora del 60% del intervalo 60-80 en algunos pacientes por las características inherentes a sus proteoreceptores dopaminérgicos pues pueden estar subidos y estamos hablando de 60-80, que el margen está entre 80 y 100. ¿Vale? Entonces, bueno, en esos casos también hay que subir la dosis. Por lo tanto, hay que tener en cuenta tanto las variables farmacocinéticas como las variables farmacodinámicas. Insisto, la farmacocinética se refiere a todo lo que tenga que ver con la absorción del fármaco, con la distribución del fármaco por todo el cuerpo y por la metabolización, eliminación y absorción y excreción. ¿Vale? Eso es todo lo relativo a la farmacocinética. La farmacodinámica se refiere a cómo interactúa el fármaco con sus dianas, con sus receptores objetivos. Y el funcionamiento en general de toda la maquinaria biológica sobre la que actúa el fármaco. Por lo tanto, un fracaso farmacocinético es en pacientes que por sus polimorfismos el fármaco se distribuye más lentamente, se absorbe peor, se metaboliza más rápido y por lo tanto haya que subir la dosis. El fracaso farmacocinético, por contra a lo que se refiere, es que por las propias dinámicas de los receptores sobre los que estamos actuando, sobre las dianas, que efectivamente es lo mismo en este caso, pues tengamos que subir la dosis porque en esas personas tengamos que hacer un bloqueo del 80% en vez del 60%, seguramente porque, pues imaginaros, los mecanismos de señalización intracelular acoplados al receptor de dos no sean tan efectivos. Como en la otra persona, entonces haya que tapar más, ¿vale? O al revés, sean demasiado efectivos y entonces requiere tapar más. Sí, sí, podría darse la mala pata de que alguien tenga una mala farmacocinética y una mala farmacodinámica para los antipsicóticos, efectivamente. Y eso, pues seguramente pueda explicar en parte por qué hay gente que no responde en absoluto a los antipsicóticos. De ninguna manera. Porque se puede dar una confluencia de fracaso farmacocinético y farmacodinámico. Claro, cuando yo hablo de que cada persona es un mundo, de que la genética, etc., me estaba refiriendo precisamente a esto. ¿Estos casos pueden ocurrir por uso y abuso de otras drogas? Sí, sí, porque hay drogas como las drogas de abuso, por ejemplo, que afectan al nivel de los receptores dopaminérgicos. Y, claro, efectivamente, la cocaína, la anfetamina, producen por sí mismas episodios psicóticos y pueden dificultar la acción de los episodios psicóticos. Y requerir una dosis más alta, efectivamente, claro que sí. Muy bien. Vale. Bueno. Luego se hace una consideración absolutamente crucial, necesaria, que a nosotros los psicólogos nos tiene que... ...venir como una segunda pieza, una segunda naturaleza. Y es de la importancia radical, crucial y eminentísima de combinar la psicoterapia con la psicofarmacología. Pero bueno, están como... ...están un poco predicando al coro, como a la gente que... ...a los conversos, predicando al converso. Así que a nosotros nos tiene que convencer de eso. Y ya está. Porque luego viene la... ...la parte de tratamientos futuros, que sabéis que la han eliminado. Pero bueno, echadle un ojo porque está muy interesante. Los individuos de la glicina... los moduladores, la transmisión glutamatérgica, los antagonistas, los receptores de glutamato, en fin. Muy interesante. Muy bien, pues con eso, si no estoy equivocado, y aunque no lo parezca, hemos acabado el tema. ¿Cómo lo veis? Sí, ¿eh? Parece que no ha llegado al fin. No sé si hay algo más o menos. Sí, es muy largo. Pero, bueno, pues ahora de lo que se trata es de cómo empezar el tema 2. Vale, pues venga, vamos a empezar el tema 2, que lo tengo aquí. Sí, es muchísimo, pero bueno, yo entiendo que ya lleváis estudiando un tiempo. Por lo menos leído, haciendo esquemas, resúmenes, redibujado vosotros los dibujitos del gestal. Habéis visto estas clases varias veces. Aunque no hayáis llegado todavía a la fase de memorización intensa, pero un manejo absoluto del material y de los recursos, espero que sí. para que luego ya sea aquilatar. No sé si acabaremos el temario pero esto lo dije ya en principio del curso varias veces que a mí no me importa no acabar el temario sino que me gusta afianzar estos conceptos del primer tema y segundo tema porque el resto ya os lo podéis estudiar por vuestra cuenta. ¿Qué más? Mucho tiempo sigue siendo terrible, intenso, yo no quiero expresar pero yo la anterior no la encuentro de la clase anterior. Bueno, pues luego miraré y luego miraré a ver si es que no está pero vamos yo creo que sí estaba yo creo que estaban todas bueno mientras lo veo vamos con el tema 2 mientras hago el tema 2 psicofarmacología de los estados de ánimo otro capítulo de importancia capital son los dos grandes grupos de fármacos que está todo el mundo tomando bueno, los antipsicóticos gracias a Dios no tanto pero los relacionados con vamos, ansiolíticos perdón, especializados del estado de ánimo, los que se utilizan en el trastorno bipolar y antidepresivos Vamos, a la orden del día, como las piruletas. Entonces, pues nada, hay que comprenderlos muy, muy, muy bien. ¿Vale? Bueno, ahí como siempre... Aquí tenéis las características de lo que vamos a hablar. Como siempre, el libro os habla un poco de las características clínicas. Sí, tema 6 del libro. Pero, bueno, ahí se entiende que los que, como ya habéis hecho psicopatología, pues no hace falta que os lo aprendáis. Pero esto ya sí, como siempre, empezaremos hablando de las hipótesis neurobiológicas que explican un poco por qué surgen estos trastornos y que nos van además a permitir entender mejor el tratamiento que hacemos. Sobre todo hablaremos de los sistemas... Las monoaminérgicos. Las monoaminas, como ya sabéis, son dos grandes familias. Las catecolaminas y las indolaminas. Las catecolaminas son la dopamina, la adenalina y la adenalina. Y las indolaminas son la... Más bien, es la serotonina o 5-hidroxitriptamina. ¿Vale? Pero ya sabéis, porque lo hemos visto hasta la saciedad de veces, que la serotonina o la dopamina no son los únicos neurotransmisores implicados, sino que tenemos que hablar del sistema noradrenérgico. No habíamos hablado de él hasta ahora, pero ahora ya tenemos que introducirlo. Habíamos hablado de la dopamina, habíamos hablado de la serotonina, pero ahora tenemos que hablar del sistema noradrenérgico, noradrenalina y adrenalina. Que es el que nos faltaba para entender todas las mononominas. Hablaremos de él, hablaremos de los circuitos implicados en los trastornos del estado de ánimo y la fundamentación neuroquímica de todo esto. Bueno, lo que se supone que vais a sacar del estudio profundo del capítulo, un poco de lo que ya hemos visto, vais a saber mejor el sistema noradrenérgico y cómo se interrelacionan entre sí los sistemas monominérgicos. Es decir, la dopamina. La dopamina, la noradrenalina y la serotonina. ¿Cuál es la regulación que hay entre ellos? Ya hemos visto, por ejemplo, la importancia del receptor 5H727 de la serotonina para regular los niveles de dopamina y serotonina en la parte frontal. Este tipo de cuestiones. ¿Cómo unos neurotransmisores regulan los niveles de otros? ¿Vale? Y, por supuesto, los principales estructuras o circuitos implicados en las diferentes dimensiones sintomáticas. Bueno, un poco como siempre, como hemos dicho antes, los trastornos psicóticos, base biológica. que se desgrana en los neurotransmisores implicados y circuitos neurales implicados. Siempre, ¿qué es lo que no entra? La descripción clínica, toda esta parte, bueno, eso lo tenéis. Algunas cuestiones progresivas, la distinción entre la depresión bipolar y la bipolar, pero bueno, esas son cuestiones más clínicas que son interesantes, pero bueno, entran más dentro de la neurología psiquiátrica, que a nosotros nos interesa tanto, y toda la parte de la imagen, que es muy interesante, os la leéis. Respecto al tipo bipolar, sí que hay que saber las diferentes modalidades, bueno, pues conocerlas, que no solo hay el trastorno bipolar tipo 1 y tipo 2, como se decía antes, sino que hay toda una serie de gamas intermedias que, bueno, por lo menos que suenen que están, ¿vale? Las tablas, que no es... Entran 6162, estas figuras, las 61624, que son todas las de la descripción clínica, bueno. Esto todo esto lo tenéis en la guía. Bueno, pues dicho lo cual, tenemos que presentar a otro invitado a esta juerga psicofarmacológica que nos traemos entre manos. que es el tercero en discordia, la noradrenalina, la última de las monominas que nos quedaba por estudiar, porque además veremos que luego de la noradrenalina sale la adrenalina. Por cierto, adrenalina y epinefrina es exactamente lo mismo. Lo que pasa es que una es la terminología anglosajona y la otra, pues, de los lenguas románticas, ¿no? Y lo que se usa en Estados Unidos. Así que, si veis por ahí epinefrina, sabéis que es adrenalina. Si veis que es norepinefrina, sabéis que es noradrenalina. ¿Por qué el nombre ha llegado a uno de ellos? Pues porque estos neurotransmisores, la adrenalina es una hormona también, se aislaron. Bueno, la adrenalina, por ejemplo, está en la médula adrenal de las glándulas suprarrenales, ¿vale? Entonces, por eso se llama adrenalina, porque está en la médula adrenal. Epinefrina viene porque se encuentra en las glándulas suprarrenales, que quiere decir que están por encima del riñón. Epinefra, por encima del riñón, ¿vale? Este es el origen de los dos nombres. Bueno, aquí lo tenéis, la noradrenalina. Vamos a tener que hablar de ella bastante por un receptor que tiene, que es el receptor alfa-2. El receptor alfa-2, ya os adelanto, va a ser un amigo nuestro bastante cercano. Entonces, la noradrenalina. La neuradrenalina, al igual que, por ejemplo, la dopamina tenía el origen de las neuronas dopaminérgicas, estaba o en el área tegmental central o en la sustancia negra, la neuradrenalina, sobre todo, viene del locus ceruleus o lugar azul. Son dos pequeñas bolitas, dos pequeños nucleitos pequeñitos que están en el puente cerca del núcleo parabraquial del pontino. Y quiere decir eso, lugar azul, porque cuando se hacía un corte aparecía, según determinadas incisiones, como dos núcleos azules. Locus ceruleus, lugar azul. Otro de los orígenes de las neuronas dopaminérgicas. No es tan importante, o bueno, no es que no sea importante, no es tan masivo, es el núcleo del tracto secundario. Es decir, el núcleo donde va a originarse también el nervio. Locus ceruleus, sí. Coeruleus. Bueno, aunque también hay neuronas dopaminérgicas en el núcleo del tracto secundario. Eso es de otro lugar. Esas son las que van al núcleo acúmulo. Bueno, ¿de dónde viene la noradrenalina? Pues viene de la dopamina. Entonces, aquí tenemos... El origen de la dopamina, que ya os lo sabéis, de la tirosina, por la tirosina hidroxilasa se convierte en dopa, que por la dopa descarboxilasa se convierte en dopamina. Y la dopamina lo que hace es que a través de otra enzima, que es esta de aquí, la dopamina beta-hidroxilasa, ya así se convierte en noradenalina. Y el último paso, que es el que se convierte la noradenalina en adrenalina, es por otra enzima que se llama fenil-etanolamina-n-metiltransferasa. Pero para eso no sé si lo veremos en curso. De momento quedaros con esta, con la DbH, la dopamina beta-hidroxilasa, que es la que convierte la dopamina en noradrenalina. La noradrenalina luego se vesiculariza por su transportador, que ya nos sabemos más que en memoria, el VMA2. El transportador vesiculariza. El transportador vesiculariza de monoaminas, que como su propio nombre indica, mete las monoaminas en vesículas. Y eso ya se libera por exocitosis, como nos sabemos ya más que en memoria. Entonces lo único nuevo hasta ahora es la siguiente enzima, que es la dopamina beta-hidroxilasa. ¿De acuerdo? Bien. Bueno, ¿qué más cosas nuevas, qué nuevos actores nos presentan al introducirnos a la noradrenalina? Pues su transportador. También tiene un transportador. Un transportador a nivel presináctico, que lo que hace es una proteína que introduce la noradrenalina en el terminal presináctico para que sea degradada por la monoaminooxidasa. Sí, lo he dicho antes, es que es exactamente igual. Entonces, fijaros, monoaminoxidasa es una enzima que va a degradar la MAO, perdón, las monoaminas, ¿vale? Todas las monoaminas, noradrenalina, dopamina y serotonina, pues se van a degradar por la MAO, ¿vale? Nada, nada, ya ves tú. Y ya está. La COMT también degrada, la catecol o metiltransferasa también degrada a la MAO. Así que hay una degradación en la neurona y una degradación en la glía, ¿vale? En la glía o en porciones extracelulares de la membrana. Esto ya lo vimos también en su momento. La localización de cada una de estas. Entonces, la MAO, si no está en la neurona, no está en la glía. Y la COMT puede tener una localización en la parte extracelular de la membrana. Bueno. Más cosas nuevas. Eh... Tenemos que saber con respecto a la noradrenalina. Bueno, pues sus receptores. Quizás esto como psicofarmacólogos es lo que más nos interesa ahora mismo. ¿Qué receptores tiene la noradrenalina? Bueno, pues tiene, por supuesto, receptores presinápticos, que tiene unos poquillos, como veis aquí. Y luego tiene un receptor presináptico muy... Muy, muy, muy importante, que es el receptor, el autorreceptor alfa-2. Es decir, el receptor alfa-2, pero cuando actúa como autorreceptor presináptico. Cuando está a nivel presináptico en el terminal de la neurona, no va a dar energía. Y en este sentido, pues se va a comportar como el receptor D2 a nivel presináptico de la dopaminergica o el MQR2-3 de la neurona glutamatérgica, ¿vale? Un receptor presináptico que cuando se une la noradrenalina, va a acortar la liberación del neurotransmisor. O sea, que estos conceptos, pues ya os suenan absolutamente bien. ¿Qué más? Receptores presinápticos. Bueno, pues tiene bastantes. Tiene bastantes. Aquí los tenéis. Tiene receptores presinápticos alfa-1. Estos también os suenan porque, si os acordáis, son los que miden la hipotensión autostática en los antipsicóticos convencionales. Bueno, no, el TVM2 es en castellano, transportador vesicular de monóminas. El TVM2 es en inglés. Es que yo uso el libro en inglés. Luego tenemos los alfacestos alfa-2, pero al ver posinácticos, no confundir con el posináctico. Los alfados B, alfados C, ¿vale? Alfados A, alfados B, alfados C, posinácticos. Y luego tenemos beta-1, beta-2 y beta-3. Y estos, por ejemplo, sonarán la adrenalina, que también juega un papel muy importante. Bueno, la adrenalina en el sistema nervioso autónomo. Y, por ejemplo, son los famosos beta-bloqueantes, como el sumial, el propranolol. Que lo que hacen es, por ejemplo, reducir el tono simpático, ¿vale? Y reducir las afectaciones del corazón, ¿no? Baja un poco el ritmo cardíaco, etcétera. Pues eso. Eso son los... Los famosos beta-bloqueantes se unen a este nivel. Lo que pasa es que los receptores son los mismos de la adrenalina y la noradrenalina, ¿vale? Sí, sí, sí. Todos estos fijaros que están a nivel, efectivamente, posináctico, en la neurona posináctica, todos estos. ¿Vale? Bueno, pues ya tenemos un montón de información sobre la noradrenalina. Pero el alfa-2 ahora mismo es de los más importantes que me interesa que controléis, ¿vale? Bueno, es un poco lo que yo os había dicho con respecto al receptor alfa-2. Aquí no me voy a extender, que corta la liberación del neurotransmisor cuando es un autoreceptor presinático. Y cuando se coloca a nivel somatodendrítico el alfa-2, pues lo que hace es reducir la tasa de disparo de la neurona noradrenérgica y hacer que se libere menos noradrenalina, exactamente igual que los otros receptores que hemos visto hasta el momento. El de 2, el MWR2, el MWR2-3 también. Entonces, esto no es nuevo para vosotros. Bueno, ¿qué más? Ahora ya quizás viene un poco... Un... Las cosas son un poco más complejas, pero como estamos acostumbrados a este tipo de diagramas y tracciones, etc., gracias al tema 1, pues no nos va a costar ningún trabajo entenderlo. ¿Y qué es? ¿De qué estamos hablando en concreto? Pues de las interacciones que existen entre receptores de la noradrenalina y la liberación de serotonina. ¿Vale? Al igual que antes habíamos visto relaciones que existían entre los receptores de la serotonina y la liberación de dopamina en el tema anterior y que la acción de la serotonina sobre el receptor 5-HT2A podía cortar la liberación de dopamina en el estriado y en el 5-HT1A aumentarla, aquí vamos a ver algo parecido con la relación que existe entre el receptor alfa-1 y alfa-2 de la noradrenalina y la liberación de serotonina. Esto nos va a permitir entender por qué algunos fármacos que actúan sobre el alfa-2 o el alfa-1 pueden ser antidepresivos. Cuando a lo mejor el problema... ...pueda ser eminentemente serotoninérgico, pero estamos compensando la serotonina actuando sobre un sistema que le influye, que es la noradrenalina, ¿vale? Exactamente igual que hacíamos con los fármacos antipsicóticos atípicos con la serotonina sobre la dopamina. ¿Vale? Entonces no lo mezcléis, pero tomadlo como ejemplos que son más o menos paralelos. Cada uno lo suyo, pero bueno. Bueno, pues entonces... ...básicamente la idea es la que tenéis aquí. Hay que los receptores alfa-1 de los núcleos del RAFE, los que están aquí... Aquí un poco más ampliado. Y los receptores alfa-2 de la corteza, los que están aquí, pueden regular o favorecer, más bien, la liberación de serotonina en la corteza. Bueno, y aquí tenéis entonces. Tenemos el cuerpo celular de la neurona serotoninérgica en los núcleos del RAFE. ¿Qué pasa? Que ahí hay, lo voy a ampliar para que lo veáis, un receptor alfa-2. ¿Vale? Bueno, por otro lado, lo mismo, pero el alfa-1 se ve grande, ¿no? Si pongo la lupa, lo veis más grande vosotros también. Vale, pues hay un receptor alfa-2 en la corteza. Alfa-1 en los núcleos del RAFE. RAFE, alfa-2 en la corteza. ¿Vale? Bien. Entonces, actuando sobre esto, la noradenalina, ¿qué es lo que hace? Pues la noradenalina tiene, a nivel de los núcleos del RAFE y del alfa-1, estimula la liberación de serotonina. en la corteza prefrontal, ¿vale? Entonces, el receptor alfa-1, cuando la noradrenalina se une al receptor alfa-1 que está aquí, los núcleos del cáncer activan esa neurona y hace que libere su neurotransmisor a nivel terminal. ¿Dónde está el terminal? Pues aquí, a nivel de la corteza prefrontal. Entonces, cuando se estimula el receptor alfa-1, cuando esta neurona de aquí, del locus celulio, se activa y libera noradrenalina, ¿veis que está liberando la noradrenalina? Los tanguritos morados, se activa el receptor alfa-1 y va a activar esta neurona que va a liberar serotonina en sus campos terminales en la corteza prefrontal. Lo contrario, curiosamente ocurre, cuando yo lo que hago es liberar, perdón, sí, liberar noradrenalina, pero que esa noradrenalina se une al receptor alfa-2 que está en la corteza, ¿vale? Sí, la serotonina. Entonces, ahí lo que hace es lo contrario. Ya hemos visto en la diapositiva anterior que cuando el receptor alfa-2 puede cortar la liberación del neurotransmisor, bueno, eso era sobre todo cuando actuaba como autoreceptor. Autoreceptor, pero aquí también. Sí, tiene lo que se llama una colateral axónica, ¿vale? Una parte de axón que surge de una rama axónica, una colateral. Así es como se llama. Y eso ocurre. Es que tenemos el esquema de la neurona, que es el soma, el axón, aquí y aquí las dendritas. Pues no, es que hay colaterales que pueden estar por todos lados. Lo que pasa es que en los axones normalmente las colaterales ocurren un poco más a nivel distal del soma, pero no siempre. Y en las dendritas puede haber colaterales a nivel más proximal, pero tampoco es necesario que sea así. Sí, el alfa-1, la estimulación del alfa-1 favorece la liberación de serotonina en la corteza prefrontal y la estimulación del alfa-2 lo que hace es inhibirla. Lo que pasa es que el control del alfa-1 está en los cuerpos celulares de los núcleos del RAFE y el control del alfa-2 está a nivel del terminal serotoninérgico en la corteza prefrontal. ¿Vale? Aquí alfa-1, aquí alfa-2. ¿Bien? Bueno. Pues eso es muy importante que lo sepáis. ¿Qué es la anapsis axoxónica, si lo veis? Lo veis, ¿no? Que en realidad son los dos axones los que confluyen en vez de ser un axón que estimula a los receptores somatoendélicos. Esto es una sinapsis axoaxónica que normalmente efectivamente son inhibitorias y aquí, pues, gracias a esta sinapsis axoaxónica por el receptor alfa-2 se va a inhibir la liberación de serotonina en la corteza prefrontal. ¿Lo veis? Estupendísimamente. Bueno, vamos a dejarlo ahí. Esa es un poco la idea que os tenéis que quedar de momento. Alfa-1 estimula, alfa-2 inhibe y eso, que hay una regulación del sistema noradrenérgico sobre el sistema serotoninérgico. ¿Vale? Bueno, voy a publicar las dos clases ahora para que las tengáis, que efectivamente no estaba. Y muchas gracias. Y ya está. Nos vemos la clase que viene. Cualquier cosa, pues, ya sabéis dónde estoy. Leeros lo que hemos visto hasta ahora. Si tenéis dudas de la infipazol, vespipazol, etc., pues, lo que necesitéis. Hasta la próxima semana.