La psicología aplicada en general está dentro de la psicología básica. La psicología general viene a ser lo mismo que psicología básica. Sin embargo la psicología aplicada no es psicología básica. Una cosa es la psicología básica, que es el invento de comprensión teórico de cómo funciona la mente y el comportamiento y otra, la psicología aplicada, que es el uso de todo lo anterior, de los conocimientos anteriores para aplicarlos en contextos de la vida determinados. Para aplicar los conocimientos de psicología básica, por ejemplo, sobre el aprendizaje en la escuela, y ahí tiene psicología educacional. O para utilizar la comprensión de la vida anímica de la psicología básica en el campo de la salud mental. Y ahí tienes la psicología clínica, que es otra psicología aplicada. Entonces, claro, cuanto más se desarrolle la psicología básica, mejor será la psicología aplicada. ¿De acuerdo? Bien. Más. Sí, sí. Ya esta mañana he corregido todo lo que tenía pendiente por corregir. Lo que pasa es que lo he hecho por la mañana. Igual por eso no habéis tenido tiempo de mirarlo. Pero todos los correos que tenía, que había recibido hasta esta misma mañana, creo recordar. Al menos hasta ayer, incluso esta misma mañana, pues ya los he contestado. Incluidas las pruebas de evaluación a distancia. ¿Vale? Entonces, hay muchos que no han enviado nada. A ver si os... Bueno, pues lo hacéis también, porque yo creo que es un buen entrenamiento. Las pruebas de evaluación a distancia, como tienen exámenes tipo test, y vuestro examen oficial es tipo test, pues entonces conviene hacerlo, ¿no? Y si lo hacéis, pues me lo podéis mandar. ¿Vale? A ver, Garrido, la aplicada se encarga de la funcionalidad de los procesos psicológicos. Eso es, funcionalidad de un proceso psicológico quiere decir hasta qué punto un proceso psicológico del comportamiento es útil, puede funcionar de cara a la adaptación al medio, ¿no? ¿Vale? Entonces, la psicología aplicada estudia, por ejemplo, de qué modo una emoción o un sentimiento o una situación de conflicto está vivida bien o no en la mente de una persona. Si esa persona tiene procesos mentales no funcionales en relación a la adaptación a la realidad, porque tiene emociones muy difíciles que le llevan a, por ejemplo, a explotar con los demás, ¿no? No puede contener su ira o que le lleva a la depresión, pues entonces el que se encarga de investigar eso es la psicología aplicada, en ese caso la psicología clínica. ¿Vale? ¿De acuerdo? La psicología aplicada aplica los conocimientos de la psicología básica en los distintos contextos de nuestra vida, que son los principales, son, perdonad, me están mandando correos de otros lados, un momentito, estoy casi un poco en atención dividida porque hay, en fin, otra gente de otros lados, pero ya no les voy a contestar a otros lados, estoy con vosotros ahora, disculpadme. Estoy con vosotros ahora, entonces tengo que contestar a Rido que estaba diciendo, sí, le decía, os decía a todos, ¿no?, que la psicología aplicada podrá avanzar más si la psicología básica está muy desarrollada. Cuanto más sepamos sobre el aprendizaje mejor podremos conseguir que la gente aprenda conductas adaptadas a la realidad, al medio, por ejemplo al contexto escolar, ¿vale? Cuanto más sepamos de los estados anímicos y del deseo, ¿no?, y de las emociones, pues mejor nos irá, ¿no?, en el control de nuestras emociones o mejor en la gestión de nuestra vida emocional, mejor avanzará la psicología clínica, mejores propuestas tendremos en psicología clínica cuanto más sepamos de la mente y de su funcionamiento. ¿Vale? Esto pasa en todas las ciencias. Cuanto más desarrollada esté la ciencia básica, más desarrollada y más investigación haya en la ciencia básica y más fondos reciba por parte del Estado la ciencia básica, la física teórica, la clínica en su parte más fundamental, ¿no?, por ejemplo, y desde luego la psicología básica más avanzará también la física aplicada, más avanzará la psicología aplicada. ¿Vale? Bueno, ¿alguna cuestión? ¿No hay más o seguimos ya? Otra consulta. El método experimental y el correlacional y observacional estarían dentro, sí, eso es, dentro del apartado de la contrastación, justo, eso es. La contrastación es la cuarta fase del método hipotético-deductivo. Esto estaba en el tema cuatro, ¿no? La primera es la observación, la segunda la formulación de hipótesis, la tercera la deducción de consecuencias y la cuarta es la contrastación o verificación. El ir de nuevo al mundo para comprobar que nuestras hipótesis sobre el mundo son correctas. ¿Y eso cómo se hace? Con tres métodos. Haciendo experimentos, método experimental, es decir, yendo a un laboratorio, ¿no?, empleando encuestas, es decir, el método correlacional o bien haciendo observaciones minuciosas de aquello que te interesa, ¿no? Ese sería el método observacional. Están dentro del apartado de la contrastación o verificación. De acuerdo, muy bien. Más... ¿Algo más que queráis que veamos o...? El método correlacional. No entiendo muy bien a qué se refiere la frase. Sí, la existencia de correlación entre dos variables no exige que haya necesariamente entre ellos vínculo causal. La frase completa sería eso. Eso es, no implica relación causal. ¿Vale? El método correlacional puede mostrar que una variable, es decir, un fenómeno... Recuerda que las variables son los fenómenos que están ahí en el mundo, ¿no? La variable independiente sería el fenómeno causa y la dependiente el fenómeno efecto, ¿no? Entonces, con el método correlacional tú puedes saber que una cosa correlaciona con otra. Que si una aumenta, aumenta la otra. Una aumenta, aumenta la otra. ¿No? O una disminuye y disminuye a la otra. Esa sería correlación positiva. O que si una aumenta, la otra disminuye, ¿no? Que hay como alguna relación entre dos variables. Tú puedes mostrar que hay una relación entre dos variables. Pero eso no quiere decir que necesariamente una sea la causa de la otra. ¿Vale? No necesariamente se va a dar, ¿no? Yo tenía por ahí un... un texto un poco divertido. No sé dónde está. Ah, sí. A ver. Sí. Mira, justo... Escuchad un poco esto si os parece, ¿no? Carrido. En este texto, ¿no? Se ha observado que existe una correlación entre el número de nidos de cigüeñas y el número de nacimientos en Europa noroccidental. ¿Eh? Una correlación entre el número de cigüeñas y el número de nacimientos. Esto está tomado de un libro de psicología. Se pone este ejemplo justo para lo que tú preguntas, ¿no? Hay muchos cigüeñas y muchos nacimientos, ¿verdad? Hay muchos nidos de cigüeñas y el número de nacimientos en Europa noroccidental. Sólo el más romántico afirmará que esto indica que la leyenda de la cigüeña del niño es verdadera. Una interpretación más prosaica es la siguiente. Al aumentar la población aumenta el número de edificios y, por ende, la cantidad de sitios en los cuales pueden anidar las cigüeñas. Bueno, hay otro ejemplo más, pero para no entretenernos. Bueno, es simplemente un ejemplo simpático para mostrar que dos fenómenos pueden correlacionar pero no por eso va a haber entre ellos un vínculo causal. ¿Vale? Hombre, claro, no tienen nada que ver en esos dos casos, ¿no? Podemos sospechar que cuanto más sea la correlación entre dos fenómenos, más relación causal habrá. Eso también, ¿no? Más relación causal puede haber, ¿no? Entonces, por ejemplo, cuanto más coronavirus hay, más depresión hay. El coronavirus, el bicho, correlaciona con la depresión. Pero no es exactamente el bicho, el virus, la causa de la depresión. Ocurre que es más fácil que uno caiga en depresión cuando está enfermo. Pero bueno, hay otras circunstancias y, en fin, que explican también la depresión. ¿Vale? No siempre que hay correlación hay vínculo causal. Esto es lo que quería decir la frase por la que preguntabas antes. ¿De acuerdo? Vale. ¿Más? ¿O podemos seguir? ¿Hay algo más? ¿No? Vale. Pues entonces voy a continuar, si os parece bien, ¿no? Bueno, estamos en el tema 5 que, con este tema, ya decíamos, comenzamos la exposición de las distintas teorías psicológicas científicas, ¿no? Los capítulos siguientes vienen a ser algo así como una especie de historia de la psicología científica hasta la actualidad, ¿no? Es la segunda parte del libro, ¿no? Y justo en este capítulo, el capítulo 5, se explica la primera psicología científica. La psicología que aparece al finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Porque la psicología científica aparece cuando se emancipa la psicología de la filosofía, por decirlo así, por decirlo de alguna manera, ¿no? Recordad que los primeros que hacían psicología, los primeros que hicieron psicología fueron los filósofos. Los más antiguos, hablando del alma. Os recuerdo que la palabra psicología etimológica, etimológicamente, significa la explicación acerca del alma. El logo, su explicación o teoría de la psigé, que es el alma, etimológicamente, es el significado de la palabra psicología, ¿no? Y de eso, del alma, se ocuparon los filósofos antiguos, de Grecia, de Roma, en la Edad Media, incluso en la Edad Moderna también, muchos de ellos, ¿no? Luego, los filósofos ya empezaron a hablar de la mente, no tanto seguramente del alma, sino de la mente, pero aún con el método de la filosofía, que es fundamentalmente el análisis racional y no el apoyo exactamente como de la experiencia, ¿no? El análisis racional, ¿no? En el siglo XIX, a finales del siglo XIX, sin embargo, ya vamos a encontrar algún investigador que va a ocuparse de la mente, pero ya con el método científico. Ese investigador que hace eso fue Wilhelm Wundt. Ya habíamos empezado a hablar de él el otro día. Las llamadas ciencias particulares, las llamadas ciencias particulares se ocupan de la realidad con el método científico. Disculpadme, otra vez he recibido un mensaje de otro lado. Un momentito. Perdonad. Ah, qué fastidio esto de... Hay, en fin, algunos... Un momentito. Un momento.. Un momento. Es que son alumnos justo de otro lado, ¿no? Pero no tocan, no tengo clase con ellas ahora, pero me mandan los mensajes y me está saliendo en el ordenador. Bueno, ya he dicho a esa persona que no le puedo contestar. Volvemos otra vez. Decían que las llamadas ciencias particulares se han ido desgajando de la filosofía en distintos momentos de la historia, de la cultura, ¿no? De la humanidad, podríamos decirlo. Pues sí. La física en el Renacimiento, la química, no sé, tal vez habría que decir el siglo XVIII, ¿no? La fisiología en el siglo XIX, y la psicología se separa de la filosofía a finales del siglo XIX. Aunque luego también haya filósofos que sigan estudiando la mente y el comportamiento incluso en la actualidad, ¿eh? Aún, por supuesto, los filósofos se siguen ocupando de la mente y del comportamiento, ¿no? Pero Wundt hizo algo muy importante. Vamos, el otro día ya lo empezábamos a destacar. Wundt estudió fisiología, no filosofía, sino fisiología. La fisiología es el estudio del sistema nervioso en relación a la mente y el comportamiento, ¿vale? Principalmente, claro, del cerebro, ¿no? Aunque no sólo del cerebro, pero principalmente del cerebro. Entonces, en Alemania, o en los países de lengua alemana, por decirlo así, también en Austria, la fisiología, en el siglo XIX, ya era una ciencia. ¿Eso qué quiere decir? Que ya utilizaba el método científico, el método empírico. Ya los fisiólogos se basaban en la experiencia, ¿no? La neurología, sí. En parte, la neurología sería un... bueno, podríamos incluir un poco en la fisiología, ¿no? Parte lo podríamos incluir ahí. El estudio del sistema nervioso, pues lo podemos dejar un poco así, ¿no? En aquella época aún no se hablaba de neurología. Eso, el título es muy posterior, ¿no? Pero bueno, era el estudio del sistema nervioso. Y los científicos que hacían el estudio del sistema nervioso estaban en esa tarea de comprender cómo el sistema nervioso colabora en la percepción, por ejemplo, o en los reflejos, ¿verdad? Pues utilizaban ya el método empírico. Incluso hacían experimentos. Hacían ya experimentos. Tenían sus laboratorios, ¿no? Tanto los fisiólogos alemanes como los fisiólogos rusos, como por ejemplo será Pavlov, que a todo el mundo le suena, ¿no? Pues ya utilizaban hasta el experimento en los laboratorios. Y en eso se educó Wundt. Y quiso ser fisiólogo. Aspiró a un puesto de fisiología en las universidades alemanas, pero era muy difícil conseguirlo. Y no lo pudo conseguir, ¿no? Sin embargo, salió una plaza en la Universidad de Leipzig. Una plaza de filosofía en la Universidad de Leipzig. ¿No? Lo que pasa es que el tribunal quiso coger a alguien con formación. Con formación médica que estuviera interesado en la filosofía, pero que tuviera formación científica. Pero que tuviera formación científica. Y le concedieron la plaza a Wundt. Y cuando Wundt llegó allí, al Departamento de Filosofía, ¿qué hizo? Pues estudiar algunos de los temas de los que se ocupaban los filósofos, en particular estudiar la mente, de eso se ocupaban los filósofos, estudiar la mente, pero ya con el método empírico. Es decir, con el apoyo de la experiencia. Una especie de revolución. ¿No? Fue una cosa novedosa, ¿no? Y pidió al decano que le permitiera utilizar alguna habitación para convertirla en el laboratorio. Y allí y hay algunos documentales que lo muestran. Yo no os lo voy a poner. Es una pena. No tenemos tiempo, pero los hay, ¿no? Igual os paso algún enlace para que lo veáis, ¿verdad? Pero la verdad es que no tenemos tiempo para ponerlo. Se ve las habitaciones de alguna habitación pequeñita, ¿no? Que él utilizó en esa universidad para poner su primer laboratorio. Creó el primer laboratorio de psicología experimental. Hasta se inventó determinados instrumentos para hacer ahí el experimento, ¿no? Fue muy ingenioso también en la creación de instrumental experimental para investigar la perfección y para investigar la vida afectiva, ¿no? El primer laboratorio. Y en esa medida, en ese año, fijaros, 1879, se suele decir que Wundt es el padre de la psicología experimental. La psicología científica, además, en su versión más científica, que es la experimental, ¿no? En esta nueva disciplina. Y tuvo mucho éxito en esa propuesta, muchísimo. Y fue gente de toda Europa y Estados Unidos también. Marchó para allí, para Leipzig, ¿no? Para estudiar la nueva forma de hacer psicología. Por cierto, que no sé si lo dije la semana pasada, nuestro filósofo, Ortega Gasset, que en su juventud fue a estudiar Alemania, pensó en estudiar psicología y dedicarse a la psicología. Y allí, pues, siguió a las clases de Wundt, ¿no? Y luego, cuando vino a España, le gustaba mucho ese enfoque y favoreció el desarrollo de la psicología experimentada en España, ¿no? Porque mucha gente iba a estudiar con Wundt. Y luego llevaba a su tierra, a Inglaterra, a Estados Unidos, incluso a España, el estilo de psicología que había aprendido ahí con Wundt y las personas que estaban en su instituto, ¿no? Porque creó un instituto de investigación, ¿verdad? Muchísimos alumnos, dirigió muchas tesis doctorales, ¿no? Fijaros, ¿no? Por cientos de tesis, parece ser, de gente que se estaba formando en ese estilo. Escribió muchísimo. Los alemanes tienen el don de la escritura. No paran de escribir. Su obra es monumental. De muchos asuntos también. Escribió muchas publicaciones. Creó el primer manual de psicología fisiológica, ¿no? De psicología científica, por tanto, ¿no? Entonces se trata de un personaje muy, muy importante, ¿no? Tesis doctorales, publicaciones, ¿vale? Bueno, esto es muy básico. No sé si me estoy alargando demasiado, pero hay que recordarlo, ¿eh? Porque se puede preguntar, y a veces ha habido esta pregunta. ¿Quién fue el primer psicólogo científico? El padre de la psicología experimenta. Bueno, pues Wundt. ¿De acuerdo, no? Y vamos a ver la propuesta de Wundt. Wundt creyó que la psicología tenía que estudiar la mente. Para él, el objeto de la psicología es la investigación de la mente. Que es lo que hacían los filósofos. Para ellos, los filósofos creían que, pues, naturalmente, la mente es un campo muy atractivo de investigación y había que ponerse a investigar cómo funciona eso. El pensamiento, la percepción, la voluntad, los afectos, el deseo, etcétera, etcétera. ¿Vale? El estudio de la mente. Entendiendo por mente, y esto es muy, muy importante, la experiencia consciente. La mente consciente. ¿Vale? Por tanto, su punto de vista es mentalista. En este sentido que vamos a emplear en psicología. No como en las series mentalistas, ¿no? Que habla de superpoderes. Olvidaros de eso. En este contexto, cuando hablamos del mentalismo, no estamos hablando de superpoderes o capacidad para no sé qué, ¿no? Como en las series que vemos en Netflix o algo así, ¿no? No, ¿no? Aquí, cuando hablamos de una psicología mentalista, nos referimos a aquella psicología que cree que el tema de la psicología es el estudio de la mente. Y ya está. Podríais decir, pues, ¿todos los psicólogos pensaban eso? Pues no. Por ejemplo, los conductistas no fueron mentalistas. Para los conductistas, el objeto de la psicología no es la mente, es la conducta. Y para el enfoque de la neurobiología, por ejemplo, el enfoque más biológico, ¿no? Psicología, la psicobiología, pues tampoco sería exactamente la mente. Es más bien el cerebro, ¿no? Hay diferencias. Sin embargo, este detalle es importante. Cuando aparece la primera psicología científica, aparece en el paradigma mentalista. Recordad que podemos utilizar esta palabra, ¿eh? Paradigma. Eso ya ha salido en temas anteriores. En el punto de vista, en el enfoque mentalista. Y luego, naturalmente, puede haber distintos tipos de mentalismo. No es lo mismo el mentalismo de la psicología cognitiva actual, que entiende que la mente es como el software, el programa de un ordenador, algo así, ¿no? Que el mentalismo de Freud, que también creía que la psicología tiene que estudiar la mente, pero la mente inconsciente. Sin embargo, Wundt no va a hablar de eso, ¿eh? Para él, lo fundamental es el estudio de la mente consciente. Porque en esa época se venía a identificar la mente con lo consciente. Se daba esa identificación. Y hay que ir a la llamada psicología profunda, a la psicología del psicoanálisis, para aceptar que pueda haber algún trozo o parte de la mente inconsciente. Pero eso es posterior. En este primer momento parecía inconcebible la mente inconsciente. La mente viene a ser lo mismo que dimensión de la consciencia, ¿vale? Entonces, también esto hay que recordarlo, ¿no? El objeto de la psicología, el estudio de la experiencia, pero consciente. Más, ¿no? ¿Y cómo estudiar la mente consciente? Bueno, pues para estudiar la mente consciente vamos a utilizar dos recursos, pensó Wundt. Uno, el experimento. Y esto es lo que hace que él sea el padre de la psicología científica. El uso del experimento. ¿Vale? El método experimental. Ir al laboratorio para controlar variables, etcétera, ¿no? Lo que ya sabemos que es el método experimental. Pero, bueno, aquí os he puesto lo de teorías mentalistas. Pero también, en este primer momento de psicología científica, se va a considerar que es legítimo el uso de la introspección. Por favor, este concepto que no es difícil, ¿eh? Es muy importante. Y todo el mundo lo tiene que recordar. No sé si alguna vez yo ya lo he utilizado en las clases anteriores. Parece que sí, ¿no? Pero a partir de ahora va a salir. Lo vamos a utilizar más, ¿no? ¿Qué es la introspección? La introspección es la inspección interior. El mirar hacia adentro. Es la capacidad extraordinaria que tiene la mente para ser consciente de sí misma. ¿Vale? Nuestra mente puede estar dirigida hacia afuera. Ahora mismo yo estoy viendo la pantalla de mi ordenador. Estoy viendo lo que estáis escribiendo en el chat. Y entonces esta dirección de la mente, la dirección hacia el mundo exterior, podríamos decir, es la dirección habitual. La espontánea casi. El atender a lo de fuera, ¿no? Mediante la percepción, te entras del mundo. De cómo es el mundo y los cuerpos, ¿no? Incluso el cuerpo de uno que lo ves por fuera, ¿no? Yo lo veo por fuera porque veo mi mano ahora, etc. Bien. Pero la mente, desde luego la mente humana, otras mentes tal vez no tanto, pero quiero decir, la mente de otros animales... Yo no sé si la cucaracha puede hacer esto que voy a decir ahora. Dudo bastante, ¿no? Y es posible que ni siquiera lo pueda hacer exactamente un perro y tal vez ni siquiera un gato, ¿no? Bueno, pero los seres humanos podemos dirigir nuestra mente hacia nosotros mismos. Como cuando nos preguntan, a ver, ¿qué tal estás? Entonces, para contestar a esa pregunta no te tienes que mirar al espejo. Basta que vienes hacia adentro. Y dices, pues mira, estoy bien. O estoy un poco triste. O tengo esta inquietud. Tengo esta expectativa. O esta preocupación. O tengo esta ilusión. Tengo este pensamiento. Cuando yo describo así que tengo pensamientos, deseos inquietudes, etcétera, etcétera, estoy teniendo ese tipo de experiencia a partir de la introspección. Me he interrumpido un poco porque Ibañez dice, cuidado con la cucaracha. Adaptadora nata. Sí, es verdad. Pero igual para adaptarse a los entornos no hace falta que sea consciente de sí misma. Basta que sea consciente de lo exterior. Puede tener algunos automatismos que le informan de su cuerpo en un nivel no consciente, no mental, pero no exactamente la consciencia. ¿Vale? Sin embargo nosotros sí. Nosotros tenemos esa capacidad. Aparte de una información de nuestro propio cuerpo, por ejemplo. En un nivel muy básico nuestro cuerpo sabe qué es lo que hay que hacer para que la temperatura del cuerpo sea la misma. Si salgo yo fuera, vivo en la casa de campo, si salgo fuera cambio la temperatura, pero mi cuerpo se mantiene en 36,5 por ejemplo. Entonces mi cuerpo nota la temperatura de mi cuerpo del mundo exterior y tiene mecanismos de homeostasis, de equilibrio para guardar es como un termostato. Pero eso no es consciencia de sí. Cuando hablamos de consciencia de sí hablamos de otra cosa. Hablamos de esa capacidad que nosotros tenemos los seres humanos de darnos cuenta de lo que pasa en nuestro psiquismo, en nuestra mente. Es extraordinario. De ser conscientes de nosotros mismos. De ser conscientes de que estamos deseando, de que estamos recordando, de que estamos pensando, de que tenemos una emoción, un sentimiento, una expectativa, una imaginación o fantasía, de todo eso. Bueno, vamos a darle un nombre a esta capacidad que tiene la mente de tener una noticia de sí misma. De conocerse a sí misma. El nombre que le damos es el de introspección, inspección interior. No es el interior de la manga o el interior del cuerpo como cuando el médico bueno, el dentista nos abre la boca y nos mira al interior, ¿no? O un cirujano nos abre el pecho para ver nuestros pulmones o nuestro corazón, ¿verdad? No es ese interior. Es un interior más interior, que se puede hablar así. Más íntimo, ¿no? Que es el interior de nuestra mente. Bueno, aquí no. Ahora ya no hablaríamos exactamente del alma. Algunos sí preferirían hablar así, ¿no? Preferirían... Podemos emplear una palabra menos... con menos connotación religiosa, ¿no? Podemos emplear la palabra mente. ¿Vale? Propone la introspección, ¿de acuerdo? Pero una introspección entrenada, entrenada. Porque no todo el mundo tiene la misma capacidad para mirar hacia adentro. Ese territorio de la mente propia muchas veces es un territorio poco frecuentado. Porque estamos siempre hacia afuera. Siempre atendiendo al mundo. Y pocas veces atendiéndonos a nosotros mismos. Y dándonos cuenta de lo que estamos sintiendo, de nuestras emociones, de lo que queremos, de nuestros deseos y pensamientos, ¿verdad? Entonces, como es un territorio poco frecuentado, nos faltan hasta palabras. Somos torpes contando qué es nuestro interior. Por cierto, los hombres más torpes que las mujeres. Las mujeres tienen como más habilidad para mirarse hacia adentro. Por eso sus relatos, cuando ellas cuentan, ¿qué es lo que sienten? Son más exhaustivas, con más detalle. Cuentan con más detalle su vida interior. ¿Vale? Ese es un detalle un tanto curioso, un aspecto curioso del asunto. Que parece que las mujeres al menos en nuestra cultura y ahora, ¿no? Están como más atentas a su sentir. Más atentas a su interior. ¿Vale? Mientras que los hombres estamos más como hacia afuera. ¿De acuerdo? Bueno, aquí hay cosas muy bonitas. Hasta nuestro filósofo Ortega, escribió cosas bien interesantes por ahí, ¿no? ¿Vale? Sobre ese asunto. Pero vuelvo a lo de entrenada. ¿Por qué entrenada? Pues por esa razón, porque somos muy torpes. Somos muy torpes contando en nuestro interior. Dice Gido, ¿por un factor social? Pues muy probablemente. Porque esta capacidad de introspección se puede entrenar. Y hay culturas y sociedades que entrenan poco. Por ejemplo, las culturas budistas, los budistas practican la meditación. Si practicáis el mindfulness y la meditación, vais a desarrollar vuestra capacidad introspectiva de mirar hacia adentro. Porque se te pide eso. Que estés observando tu sentir. ¿Vale? Entonces, en sociedades que son más introspectivas, en sociedades que han mirado más hacia adentro, la India, China, Japón, por ejemplo, ¿no? Frente a las sociedades occidentales que son más guerreras y más de acción, más hacia afuera, pues esas sociedades, la gente en esas sociedades tiene más facilidad para la mirada interior. Entonces, Boone proponía que a la hora de investigar la mente, los que fueran ahí al laboratorio para hacer pruebas, experimentos y que contaran luego lo que estaban sintiendo, porque se trataba de contar su sentir, que contaran que estaban sintiendo la percepción, las emociones y sentimientos, pues que se hubieran entrenado antes en el mirarse hacia adentro. ¿Vale? Introspección entrenada. ¿De acuerdo? Bien. Avanzamos más, venga, que hay muchas cosas por aquí. ¿Cuál es la tarea de la psicología? El estudio de la mente, de la mente consciente. ¿Para qué? Para tratar de descubrir mediante el análisis de los procesos conscientes descubrir cuáles son los elementos básicos de la mente. Algo así como las células de la mente o los átomos de la mente, digamos decir. Los elementos básicos. Es una especie de química mental. Igual que los químicos en aquella época habían también investigado cuáles son los elementos que componen el mundo físico, se descubre la tabla periódica de elementos también, etc. Pues ahora estos psicólogos van a pedir que se haga algo semejante en la vida psíquica. Cuando yo miro hacia adentro pues puedo encontrar que hay cosas muy complejas mirando hacia adentro. Miro hacia adentro y puedo encontrar que tengo algo así como pensamientos o tengo deseos y cierro los ojos y miro hacia adentro. Muchas cosas y mezcladas unas cosas con otras. Tengo un pensamiento con una palabra, con un recuerdo, con una fantasía, con un deseo, todo como un conglomerado. Un conglomerado, todo mezclado, unas cosas con otras. Entonces lo que hay que hacer es encontrar cuáles son los elementos básicos. ¿Verdad? Investigar los elementos básicos y ver cómo se relacionan esos elementos básicos unos con otros. El modo en que se relacionan y ver las leyes que combinan los átomos de la vida psíquica, podríamos decir. Los elementos fundamentales de la vida psíquica. Bueno, esta forma de concebir el estudio de lo psíquico de la mente en realidad corresponde también a lo que habían hecho ya los filósofos, sobre todo los filósofos de orientación empirista. ¿Vale? Y Boone tiene mucha orientación empirista. La orientación filosófica empirista le da mucha importancia a lo sensorial, a lo que tiene que ver con la influencia del cuerpo en la mente. Influencia del cuerpo en la mente. Los empiristas creerán que la mente es como un papel en blanco y que el mundo influye en la mente a partir de los sentidos y va llenando de contenidos. ¿Vale? Esta idea de la mente como un papel en blanco, pues está como bastante presente también en Boone. Pero cuidado, ¿eh? Cuidado, quiero matizarlo desde ya con un matiz muy importante con esto de la percepción, a lo que enseguida voy, un momentito, enseguida voy a ello. Pero vuelvo con esto de los elementos. ¿Vale? Él querrá investigar cuáles son los elementos psíquicos, la vida psíquica más básica, por ejemplo en la dimensión dimensión de conocimiento de la mente. Él distingue dos dimensiones de la mente. ¿Vale? Dos dimensiones de la mente. La dimensión objetiva y la dimensión subjetiva. La dimensión objetiva de la mente es aquella gracias a la cual tenemos conocimiento del mundo. Viene a ser lo que ahora los psicólogos llaman la vida cognitiva, la vida de conocimiento. Esa es una dimensión, la dimensión objetiva. Gracias a ciertos estados de la mente, yo sé cómo es el mundo, yo percibo el mundo, recuerdo el mundo. ¿Vale? Entonces, el recuerdo, el percibir, el atender, el recordar, el razonar, todo eso pertenece a la dimensión objetiva del psiquismo, de la mente. A la vida de conocimiento, la vida psíquica de conocimiento. ¿Me estoy explicando? Vida psíquica de conocimiento. Porque con la mente conocemos el mundo y lo recordamos y lo imaginamos y lo sentimos mediante la percepción. ¿Vale? Pero además de esa vida psíquica de conocimiento, tenemos una vida mental afectiva. Tenemos el mundo de los afectos, el mundo de los afectos, el mundo de los sentimientos. Esa es la vida subjetiva. ¿Vale? Subjetiva. No objetiva sino subjetiva. Y entonces Boone dijo, vamos a ver, y de toda la vida de conocimiento que tenemos los seres humanos, teorías que comprendemos, pensamientos que nos vienen, ocurrencias, recuerdos, percepciones. ¿Cuáles son las vivencias? Los fenómenos psíquicos, todo eso significa lo mismo. Fenómeno psíquico, vivencia, contenido psíquico, es lo mismo. Contenido de conciencia, dice él, contenido de conciencia, todo eso es lo mismo. Es todo lo que hay en la mente. Bien. Pues de lo que hay en la mente que tiene que ver con el conocimiento, ¿cuáles son las vivencias o contenidos psíquicos más elementales, más básicos? Pues, cuya combinación da lugar a todo lo demás. A toda la vida cognoscitiva del ser humano. A todos los pensamientos y el conocimiento que podemos tener del mundo. Bueno, la conclusión a la que llega es una conclusión empirista. Empirista. Esa es a la que habían llegado Hume y Locke, ¿no?, en el siglo XVIII ya, ¿verdad? Son las sensaciones, ¿vale? Esto de las sensaciones. ¿Qué son las sensaciones? La expresión en mi mente de la influencia del mundo en mis sentidos. ¿Vale? Cuando yo miro ahora, por ejemplo, la pared que tengo enfrente, mi pared es blanca. Cuando miro la pared que tengo enfrente, el color de la pared afecta a mis ojos, a mi retina, ¿verdad? Produce cambios en el sistema nervioso, en el sistema fisiológico, ¿verdad? En el nervio óptico, etcétera, etcétera, etcétera. Y todo eso se traduce en mi mente en la sensación de blanco. Cuando yo miro la pared que es blanca, tengo la sensación de su blancura, la sensación de blanco. Tengo sensaciones de color, sensaciones auditivas, tengo sensaciones táctiles. Ahora que estoy tocando este cuenco tengo sensaciones de suavidad, de grado de calor, de dureza, ¿verdad? Son sensaciones perceptuales, consecuencia de los rasgos físicos del mundo afectando a mis sentidos. ¿Vale? Ese es el nivel más básico, más básico. De la vida cognitiva, ¿verdad? Esa es la dimensión objetiva, ¿no? ¿Vale? No, no, no, cuidado. No es que cuando decimos que lo vemos todo negro de color de rosa, ahí estamos hablando de lo afectivo, aunque empleamos estos conceptos que se refieren a rasgos físicos y a sensaciones de percepción. ¿Vale? No, no. Simplemente cuando aquí hablamos de sensaciones nos estamos refiriendo a un ingrediente de la percepción. ¿Vale? El cariño subjetivo, el odio subjetivo, ¿vale? La percepción de tu persona querida que despierta tu cariño, eso es conocimiento, eso es la parte objetiva de tu mente, que percibes a esa persona o que piensas sobre esa persona. Y cuando tú percibes a esa persona se despierta en ti el cariño o el odio, claro. La vida sentimental y afectiva, ¿vale? Este es el paradigma mentalista, ¿de acuerdo? De Wundt, ¿no? Entonces, él encontró que lo que compone a la vida de conocimiento, a la vida psíquica, a la mente que conoce, lo que compone, los elementos básicos que componen a la mente que conoce son las sensaciones. Sensaciones de color, de textura, de grado de calor, de sonido, de movimiento, de forma, todo lo que nos ofrecen los sentidos en ese nivel muy básico. ¿De acuerdo? Y si cogemos la vida afectiva, el mundo de los afectos, lo que no es cognitivo, lo que no tiene que ver con el, lo que no es conocimiento, tiene que ver con el conocimiento, pero no es conocimiento, deseos, inquietudes, estados de ánimo, apetitos, pulsiones, ¿verdad? Instintos vividos, ¿no? Actos de la voluntad, etcétera, etcétera, sentimientos. Cogemos todo ese mundo afectivo que nos puebla, ¿verdad? Que puebla nuestro corazón, diríamos, pero está en la mente, no en el corazón, es algo de la mente, en términos de estos psicólogos, ¿verdad? Entonces, si tratamos de analizar cuáles son los más básicos, nos dirá que son los sentimientos, de agrado, de desagrado, de tensión o de relajación, de calma, de activación, ¿vale? Es como muy elemental. Son las vivencias muy ligadas al cuerpo, podríamos decir. Otra vez aquí la influencia empirista, ¿no? Muy ligadas al cuerpo, ¿no? Casi como que rebajó la vida psíquica a lo que tiene que ver con el contacto de la mente con el cuerpo, es decir, a las sensaciones y los sentimientos muy ligados a la corporidad, como el placer y el displacer, la inquietud y la calma, ¿vale? Justo, a ver, Montoya casi, yo creo que casi se podría decir así, ¿eh? Unió lo que ofrecía la fisiología de su época con los enfoques empiristas de su época sobre la mente. Los empiristas sobre la mente. Casi se podría decir así, ¿eh? Y se le podría poner problemas, ¿eh? Como veremos después, ¿no? Por ejemplo, se podría decir, y no hay ningún pensamiento que sea independiente del sentir, de las sensaciones. No hay una posibilidad de un pensar que sea independiente de tener sensaciones del mundo. Ya veremos que la escuela de Bruxburgo, de la que hablaremos inmediatamente, creerá que sí, ¿vale? O en relación a la vida afectiva, no hay una vida afectiva, emociones, por ejemplo, que no estén ligadas al cuerpo, ni tengan incluso necesariamente una expresión corporal, ¿no? Pues igual sí, ¿no? Es decir, la noción de deber o la noción de, tal vez, por ejemplo, de compasión, ¿verdad? Hombre, la compasión puede también traducirse en un gesto de tristeza cuando ve sufrimiento, ¿no? Pero los sentimientos estéticos, la emocionalidad estética, el sentimiento estético, no se traduce necesariamente en cambios en tu cuerpo, ¿no? Los sentimientos morales, como el de la compasión, el amor benevolente, ¿no? O la indignación, que sería el enfado moral, ¿no? Ese tipo de sentimiento de emoción, vamos, ese tipo de emoción casa un poco difícilmente con esta descripción, ¿no? Bueno, sí, el amor ágape, eso es, ¿no? El amor como de cuidado, ¿no? Eso es, ¿no? Pues, ¿no? El amor romántico que sería como algo mucho más relacionado con el cuerpo, ¿no? Vale, ¿no? Pero aquí tenemos un enfoque como muy ligado al empirismo, ¿vale? Bien. Un enfoque elementalista, esto es lo que se quiere decir, ¿no? Tenemos un enfoque elementalista, por favor, recordad esta palabra, elementalista, porque esta psicología quiso buscar los elementos que componen la vida psíquica, ¿vale? Y concluyó que eran las sensaciones y los sentimientos, ¿no? Pero, por favor, y esto es muy, muy importante, es muy importante, ¿no? Él no es un empirista totalmente, propiamente dicho, ¿no? Porque tiene también ideas racionalistas. Estuvo también influido por el racionalismo filosófico. Y sobre todo por un filósofo que se llamaba Leibniz, ¿verdad? Leibniz. El racionalismo va a defender que es muy importante la razón también en el conocimiento. Va a defender que la mente es activa. El empirismo propone que la mente es pasiva, como un papel en blanco que se deja influir por el mundo. Mientras que el racionalismo propone que la mente es activa. Que hay una especie de dinamismo interno en el psiquismo, en la mente, que es el que explica ciertos logros de la mente. Ciertas capacidades de la mente y el comportamiento humano. El racionalismo defiende el innatismo, tiende a defender la tesis de que hay contenidos innatos que desde siempre están en nuestra mente y que provocan el comportamiento y los procesos mentales. Pero sobre todo hay que recordar la idea de que el racionalismo propone una concepción activa de la mente, ¿vale? Y justo eso también lo encontramos en Funt, aunque sea un poco contradictorio con lo anterior que he dicho, ¿verdad? ¿Y en qué tesis? Por favor, en este concepto que es muy bonito. Es un concepto muy importante. ¿Vale? El concepto de apercepción. ¿A qué se refiere esta noción de apercepción que está tomada de un filósofo alemán, Leibniz, ¿no? Un filósofo racionalista. Al hecho de que la mente interpreta los contenidos sensoriales. Fases en las que se desenvuelven los procesos psíquicos. Primero hay una estimulación, por ejemplo, yo estoy ahora estimulado por la realidad física. Son estímulos, quiero decir. La realidad física son estímulos que afectan a mis sentidos, ¿no? Por ejemplo, como he dicho antes, la pared es un estímulo, ¿eh? Que afecta a mi vista, ¿no? Que afecta a mis ojos, a mi retina. Sale de ahí luz, de la pared que afecta a mi retina. Ese es un primer momento, ¿no? Después tenemos la consciencia de esa experiencia, ¿eh? Y luego la interpretación de los contenidos sensoriales. Podéis poner aquí apercepción igual a interpretación de los contenidos sensoriales. ¿Vale? Yo interpreto los contenidos sensoriales. No me basta únicamente cuando digo que percibo, no me basta decir que siento el mundo, que tengo sensaciones del mundo. ¿Vale? Por favor, fijaros, por ejemplo, en el chat. Bueno, en todo lo que tenemos por aquí, ¿no? Que no es solo... Nosotros podemos... Mira, bueno, aquí tenemos, por cierto... Vaya, se me ha colado otra vez, ¿no? Un gato. Mi gato Ulises. Venga, fuera, ¿no? Si miramos el chat, en lo que ha escrito Ibañez, por ejemplo, vemos aquí este trazo, ¿no? Que tenemos aquí. Después de la palabra de ver. En el nivel simplemente sensorial, no tendríamos como... Más que como una especie de... En nosotros, en nuestra mente, de copia que está aquí. Pero nuestra mente hace algo más. Nuestra mente no es como una cámara de fotos que simplemente... De las antiguas, quiero decir, las analógicas, ¿no? Que se limitan a recoger como la luz y nada más. Como cuando ponemos una hoja en un escáner y la recogemos como imagen, nada más. Eso sería como la pasividad de la mente. Ahí, nuestro ordenador es pasivo. Cuando hacemos eso de simplemente poner una hoja en el escáner y recoger la imagen, ahí el ordenador es pasivo porque no hace más que recoger el aspecto del objeto, ¿no? ¿Vale? Pero nuestra mente se parece más a un ordenador que tiene un OCR, un programa de reconocimiento de caracteres. Y entonces le ponemos un texto y te interpreta que esto es la palabra percepción y que esto que tenemos aquí dibujado es el signo de interrogación y que sea el signo de interrogación quiere decir que hay que leer esto como una pregunta. ¿El deber? ¿El hambre? Martínez ha hecho dos preguntas. Cuando yo veo esto, percibo que él está haciendo dos preguntas. Que Martínez está haciendo dos preguntas. ¿Cómo percibo que está haciendo dos preguntas? Porque, ¿verdad? Me doy cuenta de esto que estoy sintiendo que es este signo que llega por mi vista por mis sentidos y hago una interpretación. Pongo atención a parte de los contenidos psíquicos y los interpreto. La mente interpreta. Esta es la idea muy extraordinaria muy bonita de Dund y de muchísima actualidad. Es lo que dice la psicología actual. Que la mente no es pasiva como si fuera, repito, una cámara de fotos o un simple escáner que nada más recoge la información. La mente es más bien, como lo que hace el ordenador, interpretar a partir de contenidos interiores de conocimiento y de otra índole. Mi mente interpreta, infiere eso es, infiere que este signo que ha puesto Ibañez aquí corresponde a una interrogación. Al signo de interrogación. ¿Vale? ¿De acuerdo? Entonces, por favor, esta noción es muy importante. Está en todos los niveles de la vida psíquica. La percepción. Y esto tiene que ver con la referencia al voluntarismo también. La idea de que la voluntad es muy importante porque es lo que va moviendo nuestra atención de unos contenidos psíquicos a otros, de que vayamos ahí interpretando y como consecuencia de esa interpretación podamos también actuar. El acto de voluntad por ejemplo. ¿Cómo sería aquel proceso? Pues aquí hay un estímulo que es este signo que afecta a mi vista. Yo percibo este signo e interpreto que este símbolo es una interrogación que pertenece al lenguaje, a la lengua castellana. Aunque ahora tendemos a ponerlo como en inglés. Porque en castellano son dos. El de entrada y el de salida. El de comienzo de la interrogación es con el whatsapp, ¿verdad? Y lo digital pues escribimos de esta manera. Escribiendo casi más a la inglesa. Bueno, pero en nuestra lengua este símbolo no en chino, sino en castellano, este símbolo te señala que aquí hay una interrogación. Y que tú cuando lees esto lo tienes que leer como pregunta. Leyéndolo de esta manera. El deber, ¿no? Como hemos hecho el hambre, el deber leyéndolo así. Como si fuera una pregunta. Porque he apercibido, me ha percibido e interpretado de esta manera esos contenidos sensoriales. Y luego hay un acto de voluntad. Mi voluntad de contestar a esa pregunta. ¿Vale? Bien. ¿Se entiende? ¿Se va entendiendo? Bien. No sólo interpreta, sino que además la mente, bien Ibañez, ¿no? No sólo interpreta la realidad, el signo, sino que además la mente humana está diseñada para ofrecer una respuesta mediante un acto de voluntad. ¿Vale? Bien. Más cosas, ¿no? Bueno, pues el método de la psicología para Boone, necesitaba del laboratorio, también de la introspección, identificar las variables psicológicas, el control estricto en el laboratorio, la cuantificación también, la introspección entrenada, todo esto que ya hemos dicho. ¿De acuerdo? Bueno. Pero ahora viene algo también importante. Bueno, o sea, está la referencia que Tisner, otro psicólogo, que luego traslada la psicología experimentada a Estados Unidos, siguió también con este enfoque, ¿no? Pero me interesa en este momento señalar también esta última parte. ¿Verdad? Y es que Boone creía que en realidad, en la mente humana, hay como dos capas, ¿no? Al menos como dos capas. Hay una capa muy básica, muy sencilla, podríamos decir, ¿no? En donde está la perfección, y está también la memoria, seguramente, ¿no? Y los sentimientos, tal como nos explicaban. Y luego hay una capa de vida mental más complicada, ¿no? Porque en esta capa más complicada hay una clara influencia de la sociedad. La sociedad influye en mi mente y provoca estados mentales y procesos mentales determinados, contenidos psíquicos determinados, ¿no? Por ejemplo, provoca en mí la experiencia estética o provoca en mí la experiencia religiosa que para vivirla otra vez Ulises, que para vivirla necesita de la pertenencia a una sociedad, ¿no? Bien, pues él creyó que para comprender el lenguaje, por ejemplo, o la religión, o el arte, no es suficiente el método experimental. Incluso no es válido el método experimental. Es que tenemos que emplear otro método. El método experimental y el uso del laboratorio vale para lo que él llamaba la vida psíquica elemental más básica, y que da lugar a la psicología individual. También le daba ese título, la psicología individual. Frente a esa psicología individual en donde están las vivencias, individuales, la que tiene cada uno como consecuencia de la influencia del mundo, ¿no? Luego tenemos otra psicología que él llamaba psicología de los pueblos y ahora llamaríamos psicología social, tal vez, ¿no? Psicología de los pueblos, llamaba así, que es la que puede dar cuenta de la experiencia religiosa, por ejemplo, porque en la experiencia religiosa tenemos vivencias religiosas, la vivencia de la fe, incluso algunos dirían vivencias místicas, como San Juan de la Cruz o Santa Teresa, o los buistas que tienen el Satori, por ejemplo, ¿no? Si llegan a ello, ¿no? Entonces, para estudiar ese nivel más complicado de vida psíquica... Bueno, perdonad otra vez el gato y ya lo voy a tener que expulsar un momentito. Un momento. Sí. Muy simpático, muy majillo, pero ahora le hago por su vez a la mesa disculpar, ¿no? ¿Vale? Entonces, volviendo otra vez. Volviendo otra vez. Por ejemplo, incluso, esto de tener animales de compañía, ¿no? Pues es también una consecuencia de la vida social. Y para entender esta afición que tenemos ahora en nuestra época y en Occidente por tener gatos y perros, este tipo de aficiones son un constructo social en gran medida. Hay también algo como muy natural, ¿no? Pero ya sabemos que cambian las épocas y los tiempos. Antes los gatos, pues bueno, la gente se los comía incluso, ¿no? Y no los tenía como animales de compañía, ¿no? Nos hemos domesticado nosotros en realidad. Bueno, pues para comprender este tipo de actividades del psiquismo necesitamos otra psicología distinta a la psicología experimental y otro enfoque, ¿no? Necesitamos el método histórico, el estudio de la historia, de los productos culturales, ¿no? Y a eso se dedicó también Ruth, ¿vale? Bueno, no hay que decir mucho más. Aunque escribió mucho sobre este tema, bueno, de cara a nuestro curso pues ya sería como suficiente, ¿no? Simplemente señalar que él es el padre de la psicología experimental, válida según él para cierta parte de la mente y que luego para la otra parte de la mente más compleja pues propone el análisis de la cultura, ¿no? De los productos culturales fundamentalmente. El método histórico, la psicología sociocultural, ¿de acuerdo? Bueno, ¿alguna pregunta sobre esta parte? Este es el apartado 1. Vamos a avanzar un poco más, cambiamos de página y pasamos ahora a otra cosa que ocurrió también en Europa. Otros desarrollos, fijaros lo que es el título, ¿no? Desarrollos en torno a la fundación. ¿A la fundación de qué? Pues a la fundación de las psicologías científicas. De la psicología científica, ¿vale? No sé si me seguís todos o os habéis cansado ya, pero bueno, tenemos que seguir extendiendo además un poco esta velocidad, ¿no? Porque a la vez que Boone estaba haciendo esa psicología muy científica y muy influida por el empirismo, aunque también con algunos matices racionalistas, ¿no? En Europa también había otros investigadores que también quisieron hacer una psicología empírica, ¿no? Y en cierto modo también científica. Pero con unos desarrollos un tanto distintos a los de... Yo os he puesto en este esquema tan breve lo fundamental del apartado 2. En el libro ocupa más, por supuesto, ¿no? Pero si recordáis esto que tenéis aquí, casi sería suficiente para el apartado 2. ¿Vale? Yo ahora lo voy a intentar explicar, ¿no? Porque tal vez puesto de esta manera tan breve, tan breve, tan breve, pues hay un poco de dificultad para entenderlo, ¿no? Pero ahí está lo fundamental. Vamos a la explicación. Bueno, nos encontramos, por ejemplo, también en Alemania con otro psicólogo que se llama Brentano, Frank Brentano. Un psicólogo importante sobre todo en... más bien en la filosofía, ¿no? Porque influyó en algunos filósofos que citaremos después, en Husserl, en la fenomenología, ¿no? Aunque también en la psicología científica, ¿no? Él también quiso hacer una psicología que se apoyara en la experiencia. No empleó los experimentos, sino más bien en la experiencia, en la observación, en la introspección, y en la observación también del comportamiento, ¿no? Y creyó que una distinción fundamental para la fundamentación de la psicología, para hacer de la psicología un saber objetivo y estricto, ¿no? Un saber de verdad, ¿no? Que no fueran simplemente especulaciones de filósofos, ¿verdad? Creyó necesario hacer una distinción fundamental entre dos tipos de fenómenos. Esto ya ha salido, yo ya lo he comentado en otra oportunidad, pero lo vamos a repetir ahora, porque es muy importante, ¿no? Y no es tampoco como muy difícil. Vamos a ver. Primero, la palabra fenómeno. Ya sabemos qué significa. A ver, ¿alguien puede decirnos qué significa esto de fenómeno? Muy bien, eso es, Gómez. Justo, ¿no? Algo observable. Justo. Aquello que se da a la observación. Aquello que se ofrece a la percepción. El gato Ulises, mi gato, es un fenómeno. No significa algo extraordinario. La verdad que tiene algo de extraordinario mi gato Ulises. Pero no es porque pueda ser o no extraordinario. En el lenguaje corriente, cotidiano, llamamos casi fenómeno a lo raro, a lo extraordinario. Nadal es un fenómeno, etcétera, etcétera. Bueno, no, nos tenemos que olvidar. Cualquier objeto, aunque sea insignificante, es un fenómeno, ¿vale? Este lápiz, pues, es normalito y corriente. No tiene nada de especial, pero es un fenómeno. ¿Por qué? Porque es observable, porque se da a los sentidos. ¿Vale? Aquello que se da a los sentidos, a la percepción externa, a los sentidos de la vista, oído, olfato, gusto y tacto, le damos el nombre de fenómeno físico. Es una cosa física. ¿Vale? Pero, resulta que también hay otro tipo de fenómenos. Aquellos que se dan a la percepción interna. Cuando hace uno introspección, inspección, interior, como he dicho antes, y te preguntan ¿qué tal estás? ¿Qué estás sintiendo? ¿Qué piensas? Pues tú miras hacia adentro y dices, pues mira, tengo una tristeza, tengo una alegría, tengo una inquietud, tengo una fantasía, tengo un pensamiento, tengo un deseo, tengo una expectativa, ¿no? Cantidad de cosas. Tengo un acto, una abolición, técnicamente le damos ese nombre a los actos de voluntad. Quiero esto, ¿no? Estoy teniendo este querer. Quiero aprobar el curso de acceso. ¿Qué tienes dentro? Pues la voluntad de aprobar el curso de acceso. ¿Cómo sabes eso? Porque te estás mirando hacia adentro, ¿no? Bueno, ese tipo de realidades son fenómenos también. Porque se observan. Como ha dicho Gómez, ¿verdad? Es algo observable. No por los demás. Los demás no observan mis fenómenos mentales. Mi vida psíquica nadie la puede observar más que yo. ¿Vale? Los demás pueden observar la expresión física de mi vida psíquica. Mi gesto si estoy triste. O mi comportamiento. Por ejemplo, vuestra conducta de estar aquí, escuchando esta cosa que igual es un poco pesada, ¿no? Que puede mostrar que tenéis el deseo de aprobar el curso de acceso. La insistencia así benévola, ¿no? De estar aquí escuchando las clases de psicología, ¿no? Entonces, uno puede mirando el comportamiento pues igual deducir que hay estados mentales en los demás, ¿no? Pero solo para uno mismo de verdad, de verdad, aparece observable la vida psíquica, la vida psíquica de cada uno. Por tanto, son también fenómenos. Pero le damos el nombre de fenómenos psíquicos. ¿Vale? Entonces, él le dio mucha importancia a esta distinción. Y se preguntó ¿y qué es lo que distingue un fenómeno físico de un fenómeno psíquico? O más en general, en realidad, se puede decir de un modo más sencillo. ¿Qué es lo que distingue las mentes de los cuerpos? ¿Por qué esto no es mente? ¿Verdad? ¿Por qué un árbol no es mente? Ni tiene mente. Aunque ahora hay gente que quiere tanto a los árboles que sí pone estados mentales. Estados de ánimo incluso y hasta vida cognitiva, ¿no? ¿Pero cuándo diríamos que hay propiamente una mente? Esta pregunta que suena como muy filosófica, y lo es, ¿no? Él creyó que era muy importante, ¿no? Que era muy, muy importante hacerla, ¿verdad? Si queremos aclararnos en cuanto a la psicología. ¿Cómo no vamos a estar si nos interesa lo psicológico? ¿No? ¿Cómo no vamos a estar interesados por saber cuál es la característica de lo psicológico? La característica de la mente, ¿no? Bueno, pues él encuentra que la característica de la mente es la intencionalidad. Por favor, este concepto hay que retenerlo. Es un poquito complicado y sale varias veces en nuestro curso. Esta es la primera. Es un poquito complicado porque es un falso amigo. Porque en el lenguaje cotidiano, esto de intencional tiene un significado que, ¿no? Es el que ahora nos toca, el que nos corresponde, ¿no? En la vida cotidiana, decimos que algo es intencionado cuando es voluntario. Cuando es voluntario. Si alguien, por ejemplo, hace daño a otra persona, atropella a alguien con su coche, ¿no? Hay que investigar por qué lo ha atropellado. Si resulta que la policía y el juez acaban mostrando que era intencionado y que lo ha atropellado porque le quería desgraciar de alguna manera, ¿no? Entonces decimos que es responsable y culpable, ¿no? Ahí lo intencionado es lo voluntario. Bueno, vamos a olvidarnos un poco de esta interpretación. No es que sean los motivos. Lo intencionado... Sí, bueno, en cierto modo es los motivos. Es lo que es consecuencia de la voluntad y la voluntad se mueve por motivos, ¿vale? Pero, Ibañez, un poquito también aquí de precisión. Vamos a precisarlo un poco más. Porque en este contexto, ahora, cuando hablamos de la intencionalidad como característica de lo psíquico, no estamos pensando en eso. En lo voluntario, necesariamente. ¿Vale? A ver, fijaros en esta frase. Todo lo intencionado es intencional pero no todo lo intencional es intencionado. La voy a poner aquí. Todo lo intencionado es intencional pero no todo lo intencional es intencional. Que casi suenan como un trabalenguas, ¿verdad? ¿Qué quiere decir que algo es intencional? Pues, con esta palabra, la intencionalidad, la palabra intencionalidad, Brentano se refería a la característica de la mente por la cual la mente siempre apunta a algo. Se refiere a... a algo. Todo fenómeno psíquico se refiere a una cosa, se refiere a algo. Tiene un objeto al que apunta. Esto se entiende mejor poniendo ejemplos. Todo percibir es percibir algo. Todo recordar es recordar algo. Todo desear es desear algo. Todo querer es querer algo. Todo imaginar es imaginar algo. Toda expectativa es expectativa de algo. ¿Vale? Fijaros esta forma de hablar. Todo percibir es percibir algo. Todo recordar es recordar algo. De tal manera que la mente tiene como esta estructura, ¿no? ¿Vale? Si pudiera hacer dibujos aquí con facilidad lo pondría porque con dibujos se puede entender como mejor. A ver, un momentito, a ver si lo puedo conseguir. Soy bastante torpe con esto. Pero vamos a ponerlo. A ver. Aquí tenemos la mente. ¿Vale? Esta es la mente. Bien. Un momentito. Voy a poner ahí la palabra mente. Esta es la mente. Bien. Y aquí ¿qué tenemos? Tenemos actos mentales como el de percibir, el recordar. Todo esto representa el flujo de estados mentales, ¿verdad? Podría haber hecho las rayas un poco más largas, ¿no? Bueno, da un poco igual. Bien, pues la mente tiene una capacidad extraordinaria, además de la de la introspección, tiene una capacidad extraordinaria que consiste en que... Voy a ver un momentito, un momento, a ver si encuentro las figuras para poner la flecha. Esto es, ¿no? La mente tiene la capacidad siempre de apuntar a objetos. De tal manera que cuando percibe, voy a quitar ya esto, cuando percibe, la mente percibe algo. Cuando tú ves, ves algo. Cuando tú recuerdas, recuerdas algo. Cuando tú quieres, quieres algo. Cuando tú deseas, deseas algo. Cuando tú fantaseas, fantaseas algo. Cuando tú quieres, quieres aprobar el curso de acceso. Cuando fantaseas, fantaseas que estás en Ibiza. Cuando recuerdas, recuerdas las vacaciones estupendas en Cáceres, yo qué sé, ¿no? Cuando piensas, piensas en el origen del mundo, etcétera, etcétera, ¿no? Cuando amas, amas a algo o a alguien, ¿no? Bien, pues a este aspecto de la mente, de apuntar a algo, de referirse a algo, en cierto modo, fijaros esto, por eso este es el dibujo adecuado, ¿no? En cierto modo, a esta capacidad que tiene la mente de salir de sí misma, de salir de sí misma, le da a Brentano el nombre de intencionalidad. ¿Vale? A esta capacidad sorprendente de abrirse al mundo, de ponerse en contacto con el mundo que tiene la mente, de tener una noticia del mundo, de vincularse con el mundo. ¿Eh? No sólo con lo cognitivo, Montoya, ¿eh? No sólo con lo cognitivo. Porque la vida cognitiva hace eso, por ejemplo, el pensar es siempre pensar algo. El recordar es recordar algo, el ver es ver algo. Montoya, también la vida afectiva tiene esta característica de la intencionalidad, porque cuando deseas, deseas algo. Cuando quieres, quieres algo. Aunque no sepas muy bien qué es, ¿no? Pero quieres algo. Cuando vives en el odio, por ejemplo, o en la manía, detestas a algo o a alguien, también hay esta dimensión. Y es por esta capacidad extraordinaria de la mente, de la intencionalidad, por la que la mente sale como de fuera, sale como fuera de sí misma y se pone en contacto con el mundo. Bien sea en la forma de conocer el mundo, bien sea en la forma de amar el mundo, de detestar el mundo, de valorar el mundo, de etiquetarlo como bello, feo, etcétera, etcétera. Vivo sin vivir en bien. Sí, en cierto modo es eso. ¿No? En cierto modo es eso, ¿no? ¿Vale? Bueno, esta capacidad de vivir sin vivir en ti, bien, Ibañez, fíjate, lo ha dicho de manera poética como en el poema, pero no lo tiene este cuenco. Esto no le puede pasar al cuenco de vivir sin vivir en él. Él está como muy entraizado y en ser exactamente lo que es y punto. Le puede afectar el mundo, pero él no está abierto al mundo en el sentido en el que está abierta la mente humana. ¿Vale? Y tampoco una planta que también le afecta al mundo, ¿verdad? Pero no está como sin vivir en ella. Bueno, aquí los que aman mucho a las plantas pues podrían decir, y en cierto modo un poco sí es verdad, ¿no? Que un bonsai no vive en él, porque el jardinero se ha empeñado en hacerlo pequeño, en atrofiarlo, ¿no? Y hay como una fuerza en el bonsai que le lleva a salir. Pero bueno, eso tampoco es tener mente, ni vivir en la intencionalidad. ¿Vale? Bueno, muy rápido todo esto y es un concepto difícil, pero espero que haya quedado un poco claro. Volvemos a la frase que he puesto antes. Fijaros en esta frase que he puesto antes. Todo lo intencionado, por ejemplo, y sobre todo lo intencionado es la voluntad, un acto de voluntad, el querer aprobar el curso de acceso. Eso es intencionado. Una acción intencionada. Estáis aquí en clase y esa acción de estar en clase es intencionada, porque la habéis querido estar en clase. Es a la vez también intencional, porque apunta algo al querer aprobar. Acto de voluntad, por tanto intencionado, es también intencional. Pero no todo lo intencional es intencionado. Bueno, he puesto inencionado. Perdonad, aquí quería poner intencionado. Quería poner eso. ¿Vale? Intencionado. No todo acto intencional es intencionado, porque a veces tenemos estados mentales sin que sean consecuencia de nuestra voluntad. Por ejemplo, y esto los psicólogos saben mucho de ello, porque las obsesiones, por ejemplo, los pensamientos parásitos son pensamientos que le vienen a la mente de uno sin que uno lo quiera. O los deseos, ¿no? Esto lo ha estudiado mucho Freud también, claro. Muchas veces uno tiene deseos inconvenientes o deseos que le llevan a situaciones comprometidas, que nos gustaría no tener. Afectos. Igual detestas a alguien y no te gustaría detestarle. O amas a alguien y no querías, no quieres amar a esa persona que igual es tóxica para ti, ¿verdad? En tu querer, tu amar, no es un acto voluntario. No es intencionado, pero es intencional. ¿Vale? Igual el ejemplo es bastante claro aquí. Nos podemos enamorar de alguien y ese enamoramiento es un acto intencional porque es algo que apunta a una persona, pero no es intencionado. Porque es involuntario. Los enamoramientos no ocurren por la voluntad de las personas, ¿verdad? Es otra cosa. ¿Vale? Entonces, ¿verdad? Por favor, fijaros en este concepto que es un poquito más complicado que lo que parecía y para él, pues, servía para distinguir la vida psíquica. Tenemos mente cuando puede hacer eso. Cuando tenemos una entidad, algo, una realidad capaz de hacer eso, ¿no? De abrirse al mundo en la forma del deseo, del pensamiento, del recuerdo, de la percepción, etcétera. ¿Vale? Bueno. ¿Qué tipo de psicología nos propone Brentano? Una psicología mentalista que se basa en la experiencia, no en el experimento, ¿eh? Y que tiene como tarea principal el describir la vida psíquica, la experiencia subjetiva. Describir los estados mentales. Hacer clasificaciones, taxonomías de la vida psíquica. Esto se llama, perdón, me ha quedado ahí un trazo, un momento. No quería hacer esto, ¿no? Quería utilizar el lápiz otra vez, el subrayador, ¿no? Hay que recordar este título. Psicología, descriptiva. ¿Vale? Es la propuesta de Brentano. Hacer una descripción de la vida psíquica. Clasificación. Igual que en biología, ¿no? En botánica hay que hacer clasificación de las plantas, de los animales, en géneros, especies, etcétera. Él pensó que esta era una tarea muy importante y la verdad que lo es, ¿no? Luego necesitamos otra tarea de la psicología, la explicación causal. No basta solo las descripciones, también hay que tener un enfoque causal, ¿verdad? Y eso no está tanto ese enfoque. Él más bien le daba muchísima importancia a la descripción de la vida psíquica. Es lo mismo desear, que anhelar, que querer. ¿Cuántas formas de amor hay? Por ejemplo, ahora que se habla tanto del amor, pues ahí, claro, hay que distinguirlo bastante bien, ¿no? Un deseo es lo mismo que pensamiento, ¿no? No sé si un día ya también comenté que en una clase estaba asistiendo por parte de un psicólogo, estaba hablando de la vida mental y decía que los pensamientos, que los deseos eran pensamientos. Y ahí me horroricé y digo, joder, qué confusión tan gorda, ¿no? ¿Cómo puede confundir los pensamientos, los deseos con los pensamientos si pertenecen a géneros psíquicos muy, muy distintos, ¿no? La psicología descriptiva, alguien que esté entrenado en psicología descriptiva en hacer descripciones y taxonomías de la vida psíquica, nunca confundiría un deseo con un pensamiento. Aunque los pensamientos puedan despertar deseos y los deseos puedan dar lugar a pensamientos, pero son cosas muy distintas. ¿Vale? Bueno, ¿no? Después tenemos la escuela de Wurtzburgo, con Külpe, que estuvo interesada en investigar si realmente tenía razón el empirismo y, ¡bum!, cuando estaba reduciendo demasiado el pensar a lo sensorial. La vida cognitiva, diríamos ahora, la vida puramente de la sensación, las sensaciones visuales, auditivas, táctiles, ¿verdad? Ellos hacían experimentos. Había filósofos, como Descartes, que creyeron que una cosa es el sentir y otra cosa es el pensar. Y que el pensamiento no se puede reducir a lo sensorial, ¿no? Bueno, a esta misma conclusión llegó Külpe en la escuela de Wurtzburgo mostrando que hay pensamientos sin imágenes. Pensamientos sin imágenes. Que es posible tener pensamientos sin que esté ligado a una sensación al pensamiento. Es verdad que con mucha frecuencia los pensamientos vienen acompañados por sensaciones. Por ejemplo, en cuanto uno se pone a pensar en colores, pues pueden venirle las sensaciones de blanco, de azul o de rojo, además de las frases y conceptos que pueda emplear en su pensar sobre colores. Bueno, eso es cierto, ¿no? Pero eso no quiere decir que el pensar sobre un color sea lo mismo que sentir un color. Una cosa es sentir el blanco y otra cosa es reflexionar sobre lo blanco. Y puede reflexionar sobre lo blanco sin tener delante a blanco, ¿vale? Podemos tener incluso reflexiones y pensamientos y conceptos referidos a realidades no sensoriales. Por ejemplo, realidades espirituales o realidades metafísicas. Las esencias no se ven y la gente habla de esencias. Las almas no se ven y la gente habla de almas, ¿no? El número pi no se ve y, sin embargo, la gente habla del número pi, ¿no? Descartes decía, para enfrentarse a este asunto, decía que podemos pensar en una figura de mil lados, pero nadie ha visto una figura de mil lados. Nadie ha visto. No tenemos contenidos sensoriales de una figura de mil lados y, sin embargo, sí podemos pensar en figuras de mil lados, ¿vale? Bueno, pues esta escuela, mediante experimentos, mostró que hay pensamientos sin imágenes y, por tanto, que el empirismo más burdo pues no era como correcto, ¿no? Y luego descubrieron también algo bastante elemental, ¿no? Que, bueno, pues hay disposiciones mentales, ¿no? Hay tendencias en la mente, por supuesto, ¿no? Si uno se acostumbra a algo, entonces, vamos, si uno tiene experiencia repetida de algo, se crea en él una disposición mental. Una disposición mental. Esto nos pasa a nosotros y nos pasa también a los animales, ¿no? Generamos hábitos. Generamos hábitos físicos, ¿eh? Pues el hecho de que si te acostumbras a echarte la siesta, pues un día que no te echas la siesta, tu cuerpo te pide echar la siesta. Hay una disposición corporal al cuerpo, ¿no? Si uno hace el ayuno intermitente y no desayuna por las mañanas y solo, bueno, come a mediodía, pongamos por caso, ¿no? Pues la verdad es que también el cuerpo se va un poco acostumbrando a eso. Pero además de hábitos físicos, tenemos también hábitos mentales, por supuesto, ¿no? Entonces, si uno se acostumbra, por ejemplo, a tener pensamientos positivos y con frecuencia tiene pensamientos dispositivos, se crea en su mente una disposición a lo positivo. Si uno se acostumbra a murmurar, de los demás, o acerca de los demás, a emplear palabras y pensamientos más bien ofensivos hacia los demás, si eso se repite en la mente de uno, se crea una disposición como de al cotilleo, pongamos por caso, ¿no? Y así pasa con todo lo psíquico, ¿no? Si uno se acostumbra a hacer ejercicios de matemáticas, pues se crea en él una muy buena predisposición a ser bueno resolviendo problemas de matemáticas. Si se entrena jugando al ajedrez, se crean en él hábitos mentales adecuados para ganar al ajedrez, ¿vale? Bueno, pues eso también lo demostraron ellos, ¿no? Aunque, bueno, sabemos todos que realmente, pues sí, por supuesto, existen las disposiciones mentales. Por su parte, Evinghaus es interesante porque va a emplear también el método experimental para el estudio de otras cuestiones que no habían sido atendidas por Rundt, ¿no? Para el estudio de la memoria. Y fue el primero en hacer experimentos e intentar medir la memoria, la entidad memorística, ¿vale? Hizo diseños de experimentos en los que presentaba estímulos en, claro, para evitar la influencia de otras variables que no fuera la memoria, pues quiso que los estímulos fueran palabras sin sentido. Palabras que constaban de sílabas, bueno, y que componían una frase o palabra absurda, ¿no? Porque, claro, si tú pones delante palabras que tengan sentido y le pones a una persona la palabra, yo que sé, azul, por ejemplo, para que la recuerde, pues claro, si para él esa palabra tiene mucho valor, ¿no? Frente a otra persona que no tiene ninguna connotación para él la palabra azul, pues la primera lo recordará más fácilmente. Pero no es propiamente porque recuerde ese contenido, bueno, sensorial que se da ahí en la forma de palabra, ¿no? Sino porque está ligado a otros recuerdos, ¿no? Puede haber influencias en los estímulos que tú utilizas para investigar la percepción. Entonces, para evitar que influyeran otras cosas distintas a la memoria, la memoria misma puso estímulos sin significado. Porque, claro, eso está comprobado también, ¿no? Es que hay cosas que tú recuerdas porque tienen para ti un significado muy, muy, muy fuerte. No es que seas muy memorioso cuando recuerdas algo de tu infancia y tenías cinco años y dices, ¡ay, qué memoria tienes! No, no, no. Es que aquello que me pasó fue tan grave, movió tanto mis emociones que se me ha quedado grabado, ¿no? Pero no es exactamente por una facilidad para la memoria, ¿no? Sino porque ese estímulo, esa realidad estaba muy ligada a una emoción. Entonces, para evitar esos aspectos de la influencia de emociones y de reconocimientos, etc., pues propuso el uso de sílabas en sentido para la investigación experimental, ¿no? Y desarrolló la famosa curva del olvido, ¿no? Yo os he puesto aquí. No estaba en el libro, pero como se refiere a ella, me ha parecido conveniente ponerlos aquí, ¿no? Este es el tiempo, además, el tiempo, y estos son los ítems que se van perdiendo. Podéis observar que en los primeros momentos se pierde mucha información y después se va perdiendo menos información, menos información, menos información, de la que quedaba, quiero decir, ¿no? Al principio la curva tiene mucha pendiente, pero luego se hace como más suave, más suave, ¿vale? Esta es la famosa curva del olvido. Lo que se te ha mantenido después de que se te han olvidado, en fin, nada más recordar algo, ¿no? Aprendes algo, perdón, no lo estoy diciendo bien. Nada más aprender algo. Si tú no lo repasas, en los momentos posteriores, próximos, se perderá bastante de esa información. Y la que no se ha perdido se mantiene un poco más, aunque al final acaba decayendo, ¿no? ¿Vale? Luego hay otras gráficas que han mostrado también los psicólogos experimentales que muestran que si uno la refuerza, entonces ya la gráfica no es esta, no sería esta, sino sería otra que nos la sepas habla. No las he pasado, las tenía también por ahí, os la podría haber puesto, que muestra cómo a partir del repaso sube otra vez, sube otra vez, sube otra vez y se puede como mantener. El repaso obviamente consigue mantener mejor los recuerdos y hace que no sea tan pendiente, la curva del olvido, ¿vale? Mediante el repaso. Bueno, pues también entonces tenemos aquí este otro enfoque, este tercer enfoque, ¿no? En el apartado dos tenemos tres enfoques, el enfoque de Brentano, con la aportación de la intencionalidad y una psicología descriptiva, el enfoque de la escuela de Budburgo, con la referencia al pensamiento sin imágenes, el enfoque de Binghaus con su aportación al estudio de la memoria mediante el método experimental y la curva del olvido que tenéis que recordar. ¿Vale? Bueno, ya podemos trasladarnos a Estados Unidos a finales del siglo XIX y a finales del siglo XIX Tischner lleva esta psicología que había aprendido con Wundt a Estados Unidos. Es el discípulo más importante Tischner, este hay que recordarlo también, ¿no? Y da lugar al llamado estructuralismo, que sería la versión propiamente empirista, propiamente empirista de la psicología de Wundt, ¿no? Prescindiendo ya de esa referencia a la percepción y al voluntarismo, ¿vale? El objeto de la psicología es como para Wundt también el estudio de la experiencia consciente. La tarea de la psicología es también en descubrir los elementos que componen, esto igual que en Wundt, y ver las leyes de combinación. Por ejemplo, las leyes de la asociación, ¿no?, que han estudiado los psicólogos. Ver cómo hay ciertos contenidos que están asociados en la vida mental de cada uno, mediante ciertas fuerzas que están ahí. Por ejemplo, si pido que me digáis, a ver, decidme lo primero que se os ocurra con la palabra, al escuchar la palabra día. Si es que nos habéis ido ya. Sol, muy bien, eso es. Sol, eso es. Sol. O noche, uno podría decir noche. Pero si uno escucha la palabra sol, no dice la palabra psicología, seguramente. Eso es más improbable, ¿no? Si escucha la palabra día, no dice la palabra psicología. Hay ciertos contenidos mentales que están como pegados en los unos con otros, ¿verdad? Entonces, la tarea de los psicólogos es averiguar por qué están pegados y qué principios determinan que unos contenidos psíquicos estén pegados unos con otros. Los psicólogos lo estudiaron y dieron lugar a lo que se ha llamado las leyes de la asociación. Las leyes de la asociación describen cómo se combinan los elementos psíquicos, se asocian unos elementos con otros. Por ejemplo, la ley de la contigüidad. Aquellos contenidos psíquicos que se vivan juntos tienden a aparecer juntos, ¿verdad? Si yo cuando digo verano otro me dice piscina, pues seguramente será porque esos dos contenidos psíquicos los ha vivido juntos. La experiencia del verano la ha vivido junta con la experiencia de piscina. Si digo examen, ¿qué me decís? ¡Puf! Eso es. Preguntas y ¡puf! Agobio, ¿no? Porque se viven juntas, ¿verdad? Entonces la ley de la contigüidad es una ley que explica que varios contenidos estén juntos. El examen con el miedo, porque se han vivido juntos. La ley de la semejanza también es otra ley que explica contenidos psíquicos, ¿verdad? Cuando veo una foto, uno enseguida esa foto le pone en contacto con la persona a la que se refiere. Si ves la foto de tu hijo, el ver la foto de tu hijo te conecta con tu hijo. Te acuerdas de tu hijo cuando ves la foto de tu hijo, ¿verdad? ¿Por qué? Por semejanza, ¿no? O la ley del contraste. Aquellas ideas que son como muy opuestas unas a otras, la mente humana tiende a unirlas. Y así, si digo día, podrías haber dicho noche, que es lo contrario, ¿no? Si digo amor, podrías haber dicho... Uno puede decir odio, ¿verdad? Si digo vida, puedes decir muerte. Son términos que están como muy pegados. ¿Vale? Bueno, pues esto es lo que querían hacer también los psicólogos. Descubrir las leyes de la asociación que mostraban cómo se van asociando los contenidos psíquicos, dando lugar a vida psíquica cada vez más compleja. ¿Vale? Bueno, y entiende que los contenidos mentales tienen atributos o características, ¿verdad? La cualidad, por eso es distinta la cualidad de un pensamiento que la cualidad de una imaginación, o la cualidad del deseo que la cualidad del pensamiento. Son cualitativamente contenidos mentales distintos. La intensidad, podemos tener dos deseos, por tanto, contenidos cualitativamente idénticos, pero de identidad distinta, naturalmente. O la duración, porque dura menos en el tiempo. O la claridad, que sería la presencia en el psiquismo clara, ¿no? ¿Vale? El método de la psicología, la introspección, como ya hemos visto en Jung, ¿verdad? Perdón, en Wundt, ¿no? La introspección. No hace falta comentarlo más. Y lo utilizo. ¿Qué logros tenemos del estructuralismo? El método experimental, el laboratorio, el uso de eso. Y esto ya estaba en realidad en Wundt, ¿no? Pero el estructuralismo lo va a recoger y va a hacer que ya en Estados Unidos, y este es un detalle muy importante, en Estados Unidos, se empiece a estudiar la mente con el método experimental. O mejor, si queréis, en Estados Unidos la psicología ya utilizaba el experimento. Esto es lo que permitirá que después aparezca en Estados Unidos una corriente muy importante, una corriente de psicología científica muy importante en Estados Unidos que se llamará conductismo. ¿Verdad? Que también empleará el método experimental. Ya no hablará de la mente, no hablará de la mente el conductismo a principios del siglo XX, ¿verdad? Pero estos psicólogos americanos como Watson, que creará el conductismo, pues aprendieron el método experimental porque ya en Estados Unidos, a finales de la década, a finales del XIX, había psicólogos que utilizaban el método experimental. A ver, en cierto modo es precursor del conductismo. Más directamente es el funcionalismo, ¿eh, Martínez? Más directamente la corriente que influyó en el conductismo es el funcionalismo. Pero en cierto modo sí, porque ya con ellos en Estados Unidos se empieza a utilizar el método experimental en psicología. ¿De acuerdo? Pero, como decía, más directamente hay que relacionarlo con el funcionalismo, que es un enfoque distinto, ¿no? Bueno, aquí tenéis críticas, porque habrá como los conductistas autores que van a rechazar la introspección, van a otros rechazar también el estudio de la mente, los conductistas rechazarán el estudio de la mente, ¿verdad? Y habrá autores que rechazarán el estudio simplemente de cómo es la estructura, bueno, no lo rechazarán, dirán que tiene interés el estudio de la estructura, pero que es más importante el estudio de la función de la mente, del para qué son los procesos mentales, para qué sirve la percepción, para qué sirve la emoción, para qué sirve la inteligencia y el pensamiento. El objeto de la psicología para estos últimos autores será, ¿eh? En la psicología, el estudio de los propósitos y las funciones de los procesos mentales. ¿Vale? Y a esta corriente le damos el nombre de funcionalismo. Obviamente, porque eso es lo que queremos decir con este título, ¿no? El estudio de la función, ¿de acuerdo? El autor más importante, el que tenéis que recordar más, ¿no? Del funcionalismo es William James, este, ¿no? William James, ¿no? Es el más destacado de los autores funcionalistas, ¿no? Pero bueno, tenemos ya la hora, lo tenemos que dejar aquí. ¿Veis que nos queda mucha materia, no? Yo quería haber avanzado mucho más y casi haber terminado el tema, pero bueno, no ha podido ser porque la verdad que hay tantas cosas aquí. Entonces, la semana que viene es el puente, tenemos fiesta, pero me parece que voy a grabar una clase. Voy a grabar una clase para continuar con esta explicación y ofrecerosla y la subiré al repositorio de contenidos digitales para que así podamos ya avanzar más, ¿vale? Y podamos pasar al tema siguiente que ya sería el tema del psicoanálisis. ¿De acuerdo? Sí, sí, ya os lo avisaré incluso si lo hago, espero tener tiempo para poder hacer la grabación de una clase. Os aviso que está a vuestra disposición, mandaré un correo a todos. ¿Vale? Seguid leyendo, por favor, esto lo tenéis que leer, hay que terminar este tema con vuestra lectura. Yo haré la explicación, pero terminad en casa también con vuestra lectura para ver también qué problemas tenéis, vamos, qué dificultades encontráis en la comprensión de esta parte. ¿De acuerdo? Bueno, pues vamos a dejarlo aquí. Nos despedimos y que tengáis un muy buen puente. Si podéis leer un poco de psicología, pues sería estupendo. ¿Vale? Bueno, buenas noches. Voy a quitar ya la grabación.