El Bajo Imperio ya propiamente dicho, más allá del reinado, del periodo de crisis que es la crisis del siglo III. Con Diocleciano aparece un periodo completamente distinto. Con Diocleciano ya nada va a ser lo que había sido el siglo, todo el siglo anterior. Hay una estabilización política, económica, social en todo el ámbito del imperio. Hay una serie de reformas. En profundidad, Diocleciano era un militar de origen originario de Pannonia, como muchos de los militares de esta época. Y es el que consigue hacer un diagnóstico muy claro de cuáles son los problemas del imperio e intenta solucionarlos. Diocleciano, todo hay que decirlo, el diagnóstico de Diocleciano es preciso, exacto, Diocleciano acertó los problemas del imperio pero no acertó en cómo solucionarlos. Y el que modificó las reformas de Diocleciano y las modificó de una forma mucho más práctica, de una forma mucho más astuta si se quiere, fue Constantino. Y por tanto fue Constantino el que acabó el periodo este de estabilización que se empezó con Diocleciano, que se empezó a principios del periodo. Y por tanto entre Diocleciano y Constantino es el periodo de estabilización, es el periodo primero al principio de diagnosis de los problemas y luego de actuación sobre estos problemas. Los cambios van a ser radicales y van a durar prácticamente durante todo el siglo IV después de Cristo. Los cambios son radicales pero se van a implementar. De forma muy progresiva, de forma lenta, progresiva y van a acabar a finales del siglo IV, principios del siglo V, periodo en el cual Teodosio... acaba, hace otra transformación radical del imperio, absolutamente radical y con unas consecuencias de un alcance posiblemente imprevisto y enormemente profundo. Con Teodosio el imperio sí que se cristianiza, a partir de Teodosio el imperio es cristiano, todo el imperio es cristiano y todo el cristianismo es imperio. Con lo cual inicia una confusión que va a tener consecuencias demoledoras, más que demoledoras, va a tener consecuencias muy profundas, no solamente... No solamente en el mundo antiguo, sino también en la Edad Media. La reforma de Teodosio acabará siendo matizada por Justiniano en Constantinopla y se va a prolongar durante prácticamente toda la Edad Media. Bueno, Diocreciano, para los amigos, cuyo nombre completo os lo pongo aquí, Cayo Aurelio Barbarelio Diocreciano, había nacido en la Pannonia, había nacido en esa zona de confluencia de los limes del Río y del Danubio, que tenía un enorme valor estratégico, era hijo de militares, hizo carrera militar también desde muy joven, acabó siendo jefe de la Guardia Personal del Emperador y acabó siendo proclamado por la misma Guardia Personal del Emperador como sucesor de las... como sucesor. Sucesor de Numeriano, que había sido uno de esos emperadores efímeros típicos de la crisis del siglo III. Por tanto, hizo la carrera militar que tocaba en la Guardia Personal del Emperador, él no asesinó, y esto es importante, como era de uso habitual a su antecesor, sino que él vengó el asesinato de su antecesor y fue... proclamado de alguna forma limpia como emperador de Roma y una vez proclamado emperador de Roma emprende la tarea de reorganizar completamente el imperio, no se trata de recuperar la estructura anterior del imperio que era absolutamente irrecuperable, ni el alto imperio ni el periodo de crisis, sino que se trata de organizar una nueva estructura basada en la estructura del imperio romano. De ahí que se suele distinguir a partir de esta época una época completamente distinta, un imperio completamente distinto al que había habido anteriormente. ¿Con qué se encuentra? Se encuentra Diocleciano al llegar al trono. En primer lugar, se encuentra con una cierta disminución, pero una cierta disminución, no hay una interrupción de la presión sobre las fronteras, lo cual le va a permitir dedicar sus esfuerzos a transformar toda la estructura imperial. Los problemas, el problema que tenían, que tiene Roma en esta época, ya lo habíamos visto, es esencialmente un problema militar, un problema de que hay que aumentar el número de soldados para defender los confines, para defender Limes y esto se traduce en una crisis económica. A este ejército en continuo crecimiento hay que financiarlo, hay que pagarlo. No solamente hay que pagarlo, sino que hay que equiparlo. Entonces para pagar y equipar a este ejército se necesita moneda, pero las disponibilidades de plata son limitadas. Las disponibilidades de plata para acuñar moneda son limitadas. ¿Qué es lo que ocurre? Que con la misma plata se acuña más moneda. Más moneda, pero desgraciadamente. Y se inicia ese ciclo de devaluaciones. Con ese ciclo de devaluaciones, ¿cuál es la consecuencia automática? Es que la gente no acepta la moneda. Considera que el valor de la moneda es un valor ficticio, no tiene ya nada que ver con su relación. con el valor de la plata que de alguna forma lo garantiza y esto crea una crisis de moneda buena y esa crisis de moneda buena en parte porque se atesora cuando se puede y en parte porque la moneda reciente no se acepta. Y esto evidentemente lo que lleva es a que la moneda no circula. Al no circular la moneda el sistema económico va entrando en crisis y el sistema económico de alguna manera va desplazándose de un sistema monetario puro que había sido el alto imperio a un sistema de intercambio, un sistema de economía mucho menos sofisticado, mucho más simple, mucho más ingenuo. También había habido en todo este otra consecuencia inmediata es la falsificación de moneda. La moneda se falsifica en grandes cantidades. ¿Por qué se falsifican grandes cantidades? Porque cuando la diferencia entre el valor facial y el valor en metal es poca, el falsificar moneda es muy estúpido porque la falsificación de moneda está castigada con la pena de muerte y si la diferencia no es sustancial, pues no vale la pena falsificar o el que falsifica la moneda se la juega por un beneficio escaso. Ahora, cuando el valor facial es infinitamente superior al valor en metal, esto es un aliciente para la falsificación de la moneda. Por tanto, cuanto más se devalúe... Más falsificaciones hay, es decir, más moneda falsa hay, con lo cual el sistema económico estaba claramente en decadencia a falto de moneda, falto de moneda aceptable. Con lo cual, todo lo que había sido la floreciente economía de los siglos I y II, que era una economía monetaria absoluta, Cada vez va desapareciendo más y más. También se encuentran con otro problema importante que es la falta de esclavos. La falta de esclavos, los esclavos habían sido abundantísimos al final de la república y principios del imperio, principios del alto imperio. Habían sido abundantísimos por la política de conquistas. La política de conquistas y sublevaciones conllevaba cantidades masivas de esclavos, cantidades enormes de esclavos. Ahora ya no hay esa capacidad de generar una economía basada en la mano de obra esclava por falta de esclavos. Y esta falta de esclavos se traduce por... Por una parte en el aumento de los derechos de los esclavos, el esclavo ya no es algo de lo que se pueda prescindir tan fácilmente y por otra parte a la necesidad de importar mano de obra extranjera. Es decir, a la necesidad de permitir que determinados bárbaros, los bárbaros menos bárbaros si se quiere, se vayan asentando dentro del imperio. La política de fronteras absolutamente cerradas, estilo Trump, que se había producido anteriormente, empieza a resquebrajarse por una necesidad imperiosa de mano de obra muy barata. Por otra parte, también los problemas militares habían generado una militarización de la sociedad. Y en esa militarización... En la militarización de la sociedad, el ordo ecuestre, que tenía un papel militar mayor que el senatorial, había ido ganando importancia poco a poco. Por tanto, la sociedad a todos sus niveles estaba crecientemente militarizada. Por otra parte, la reducción del conflicto. La reducción del comercio, fruto no tanto de la inestabilidad de las rutas, sino fruto fundamentalmente de la ausencia de moneda de valor, de moneda que fuera aceptada. Si no tienes la garantía de que vas a poder exportar un producto al otro lado del imperio y te lo van a pagar con moneda buena, no produces para exportar. Y el problema principal parece que sea ese, no que las rutas o que los transportes sean inseguros o sean caros. El problema es que no hay una garantía. No hay una garantía de poder cobrar los productos, con lo cual se tiende a la autarquía regional, se tiende a una economía de intercambio, se tiende en general al desabastecimiento. Las provincias también habíamos visto que como consecuencia también de esa política militar... Hay grandes contingentes destacados en distintas zonas del imperio y esto lo que hacía es que los generales con mando en grandes masas de tropas se vinieran arriba con frecuencia y tuvieran la tentación de proclamarse emperadores, lo cual explica esa sucesión rapidísima del siglo III de emperadores que pueden gobernar un año, dos, tres o poco más justamente por un conflicto militar entre las grandes guarniciones. También el Estado tiene necesidad de controlar toda la economía de forma que pueda hacer frente a sus gastos. Y esto... Esto le lleva a un intervencionismo que va a acabar muy mal, a un intervencionismo que hace que los errores se multipliquen y no haya agentes en medio que puedan corregirlos. Finalmente, hay una crisis religiosa importantísima que sabemos que existía y que tampoco se conoce muy bien en detalle. Lo que sí parece que está muy claro es que el elemento central de esta crisis es el crecimiento del cristianismo. El cristianismo está creciendo exponencialmente y esto es visto en el imperio como, en principio, como un problema. Por tanto, Diocletiano se encuentra con un sistema... Un sistema que, evidentemente, cada vez más funciona peor, del cual la solución, en principio, no se había visto anteriormente. Ante esta situación, Diocletiano decide emprender cuatro reformas fundamentales. Una reforma del Estado en profundidad basándose en cuatro grandes áreas. Cuatro grandes áreas que son... Que son reformadas completamente y que van a permitir eso, que de todo esto salga un sistema político, militar, social, religioso, intelectual completamente distinto. Las reformas son la reforma política, la reforma administrativa, la reforma económica y la reforma religiosa. La reforma política sin ningún género de dudas es la clave que pretende solucionar a gran parte de problemas que parecían irresolubles y la reforma política toma un nombre claro, la tetrarquía. La tetrarquía que significa el gobierno a cuatro. El gobierno a cuatro implica que el poder real está dividido en cuatro personajes, en cuatro figuras, dos Augustos. Y dos Césares, los cuales, según la teoría de Dios cristiano, tienen que irse sustituyendo unos a otros. Tienen que, hay un ritmo de... Pasado un cierto tiempo, los augustos se retiran, se jubilan como se quieran, los césares les suceden y los césares pasan a ser augustos y nombran a otros césares. ¿Cuál es el sentido de esa reforma? El sentido de esa reforma es que los generales que dirigen los principales ejércitos gobiernan o deberían de haber gobernado de forma coordinada y con un sistema de sucesión estable, lo cual evidentemente implica que ya no hay necesidad de luchar por el poder imperial. El poder imperial está compartido por los principales generales y esto debería de evitar nuevas luchas intestinas por el poder, y debía de evitar esa sucesión de emperadores de cortísima duración que habían caracterizado el siglo III. lo cual estabilizaría el poder imperial, estabilizaría las luchas intestinas, las luchas civiles y permitiría concentrarse en la defensa de las fronteras, haciéndola bastante más eficaz. Habría cuatro centros en principio en igualdad de condiciones y en cada uno de estos centros, y esta es la clave del sistema, habría un ejército con un general con amplias responsabilidades. Por tanto, esto permitiría al imperio desplazarse a velocidades distintas. Aplicar soluciones distintas en distintas partes del imperio y sobre todo evitar... Estas guerras civiles que habían sido la principal causa de la crisis del siglo III junto con las invasiones. Claro, pero si se junta la presión exterior con la guerra civil es lo que había sido el siglo III. Y la forma que tiene Diocleciano de intentar evitarlo es esa. Con una peculiaridad, claro, el único que dimitió, el único que se jubiló fue Diocleciano. Es de esas reformas que Diocleciano diagnostica correctamente pero se equivoca en la práctica. Se equivoca en la práctica porque excepto Diocleciano todos renuncian a dejar paso, a sus sucesores y a que haya una sucesión ordenada. Y esto explica que a la desaparición o a la renuncia de Diocleciano siga otro periodo de guerras civiles. ¿Qué acabará con Constantino? Insisto, vuelve a ser esto. Diocleciano ve los problemas del imperio, propone soluciones, pero son soluciones poco prácticas. Constantino, mucho más eficiente, es el que va a remodelar el sistema con soluciones más pragmáticas. La teoría de Diocleciano era dividir el poder imperial en cuatro personajes que se dividían en dos Augustos y dos Pésares. Él mismo se reservó el papel o la denominación de Augusto Iobis, es decir, de Augusto Jupiterino, que en principio le otorgaba una cierta primacía, pero como primos interpares entre el resto de los mandos. Por tanto, Diocleciano, como Augusto Llovis, se establecía en Nicomedia. Nicomedia estaba en Oriente, estaba en Anatolia, muy cerca de Estambul. Maximiliano, que se proclamaba como Augusto Herculeo, es decir, Augusto con forma de Hércules o descendiente de Hércules, que se establecía en Milán. Constancio, que se proclamaba César y se estableció en Tréveris, es decir, tenía el control de la frontera del Rhin y Galerio, también como César, que se estableció en Salónica. Por tanto, tenía el control del Danubio, del Limes del Danubio. Con lo cual, había una repartición de poderes y una repartición de tropas en el conjunto del imperio. Como se puede ver, Roma pierde absolutamente todo protagonismo. El protagonismo va a estar en las nuevas capitales y de hecho a partir de este instante Roma va a adquirir un papel puramente simbólico, puramente ceremonial, simbólico, etc. ¿Por qué? Porque las tropas están desplegadas o las nuevas sedes de los tetrarcas están en lugares estratégicamente importantes para poder prevenir las invasiones de los bárbaros. En teoría y el Senado, por tanto, como todo lo de Roma queda como un poder simbólico, un poder que tiene prestigio pero que va perdiendo todo poder real y lo continuará perdiendo. Durante muchísimo tiempo. El sistema se establecía y según estaba previsto, al cabo de 20 años había una sucesión. Los augustos se jubilaban, los augustos renunciaban y los césares les sucedían y a su vez los césares, nuevos augustos, nombraban a nuevos césares. Con lo cual era una forma de ir estableciendo una cierta rotación en el poder sin que implicara necesariamente una guerra civil. Obviamente el único que aplicó, el único que se marchó sin armar ruido fue Diocleciano. Los demás decidieron practicar el viejo principio de quien se va de Sevilla. Pierde su síntoma, por tanto no había... El sistema no funcionó, no tenía ninguna posibilidad de funcionar. Entonces, a partir de estas cuatro grandes prefecturas se dividió el imperio en doce diócesis y en cada una de estas diócesis había un vicario, excepto en la diócesis de Italia, que por su prestigio anterior tenía un estatus propio y luego se dividía en provincias. Se dividía dentro de cada diócesis, había provincias, una nueva división de provincias, en Hispania se pasa de tres a cinco provincias, lo cual propiciaba también una administración mucho más cerrada. O una administración más cercana y especialmente una administración que podía recaudar impuestos de forma mucho más simple. Aquí veis la división en... La división territorial que se implanta en esta época y como podéis ver hay una obsesión, hay un enorme interés por el control de las fronteras. Cada una de estas partes controla una parte esencial del IMEX, es decir, cada una de estas partes tiene un ejército propio. Organizado como ejército propio. Esta reforma política tuvo consecuencias y verdaderamente funcionó porque permitía una descentralización administrativa, es decir, un control mucho más cercano, un control del territorio mucho más cercano y este control mucho más cercano suponía, suponía un mayor control fiscal. El Estado podía controlar las finanzas de una forma mucho más intensa. Durante el Alto Imperio, es decir, siglo I o II, el control general era bastante laxo. El control del territorio se producía a través de las ciudades y fundamentalmente a través de los decuriones. El sistema de los decuriones permitía y el sistema urbano del Alto Imperio permitía un control, pero que era un control no tanto del Estado, sino un control de las propias ciudades sobre sí mismas. Esto evidentemente fracasa fundamentalmente por motivos fiscales, por motivos económicos. Ahora hay que tener, el Estado si quiere superar su gran déficit, tiene que necesariamente controlar las finanzas. Y esta nueva administración... Las permite controlar. También una creciente separación de las funciones, es decir, desmilitarización de la administración. El siglo III había provocado que el ejército... inundase o controlase completamente toda la administración con la excusa de las necesidades fiscales y defensivas para el mantenimiento. Ahora ya se separa mucho más la administración civil de la militar y una reforma militar importante. El sistema es militarmente mucho más eficiente, con lo cual permite una reducción de las legiones sobre todo y una división de las legiones en dos tipos o si se quiere en tres tipos de tropas. Por un lado están tropas acuarteladas permanentemente en el Libras. Esas tropas acuarteladas permanentemente. Están acuarteladas permanentemente en el Limes. Reciben el nombre de ripenses. Ripenses viene de ripa o de ribera porque están en las riberas del Ordeo. Están acuartelados permanentemente. En el Alto Imperio el ejército podía desplazarse. Tenía un acantonamiento, pero podía desplazarse de un lado a otro del imperio. Era enormemente móvil. Ahora era enormemente móvil porque no había presión constante sobre las fronteras. De vez en cuando alguien cruzaba las fronteras y entonces se desplazaba al ejército, se le machacaba, se le esclavizaba y volvía a la guarnición. Ahora no. Ahora hay una enorme cantidad de tropas o una cantidad de tropas acuarteladas permanentemente en pequeños fuertes, en pequeñas guarniciones a lo largo de todo el imperio. El territorio imperial. Había una segunda línea y que su función era impedir que se entrase en el territorio imperial. Había una segunda línea de control que estaba a una cierta distancia de la frontera que estaba guarnecida con unidades de caballería, lo que se llaman las vexilaciones. Es decir, estas unidades de caballería tenían como misión, en el caso de que pequeñas bandas de bárbaros cruzasen el Limes, no era función de las tropas de los ripensis el detenerlos. Era función de estas unidades mucho más móviles, mucho más flexibles de frenar esas pequeñas incursiones, sus pequeños grupos que habían conseguido cruzar la frontera. Y luego, la clave de todo ello era la presencia de cuatro grandes ejércitos de maniobra, lo que se llamaban los soldados que pertenecían a estos ejércitos. Recibían el nombre de comitatensis que estaban escritos cada uno a uno de los tetrarchas. Y esto era un ejército de maniobra que estaban acantonados juntos y que su misión consistía, en el caso de una ruptura del Limes por un grupo importante de bárbaros, Entonces acudían estas grandes unidades de maniobra que en teoría su función, en teoría y en la práctica, era aniquilar completamente o tapar completamente la brecha que hubieran establecido y que no podían ser frenados por los ritensis ni por las unidades de caballería que además tenían como misión el mantener lo que se llamó posteriormente las rutas de Diocleciano o las rutas de acceso de esas grandes unidades a los frenos. Diocleciano se preocupó de renovar completamente el sistema de calzada romano y de proporcionar acceso directo de forma que las grandes unidades de maniobra pudieran acceder al frente en caso de necesidad. Aquí volvéis a ver las grandes prefacturas, las 12 diócesis en las que se divide el imperio y aquí llegamos a las diócesis de Hispania. Las diócesis de Hispania, en principio, la diócesis de Hispania, perdón, en principio Hispania había tenido desde Augusto tres provincias, la Lusitania, la Bética y la Tarraconensis. La Tarraconensis era una provincia especialmente extensa, era una de las provincias más extensas de todo el imperio romano y era una provincia... Especial, era una provincia, la única de las tres provincias hispánicas que era provincia imperial, es decir, que tenía tropas, que tenía una legión establecida en la provincia, que era la séptima gémina, que estaba establecida en León y las otras dos provincias eran senatoriales, es decir, provincias administradas desde el Senado que no necesitaban una especial atención militar. Ahora las cosas cambian. Las cosas cambian fundamentalmente porque la provincia tarraconense, esa gran provincia, se divide en tres. La Cartaginensis, la Tarraconensis y la Galicia, básicamente. Y luego, posteriormente, se unirá a las diócesis de Hispania la Mauritania Tinguitana, es decir, el norte de África y las Baleares. Y van a formar África. Al final, un conjunto de siete provincias dentro de la misma diócesis. Otra novedad, en principio por razones absolutamente obvias, evidentes, es el traslado de la capital a Emérito Augusta. La capital se va a trasladar a Emérito Augusta fundamentalmente porque está más cerca de la Mauritania tinguitana y está más cerca de las fronteras atlánticas, con lo cual desde Mérida es más fácil controlar el territorio que desde Córdoba, desde la capital tradicional y por otra parte desde Emérito Augusta, desde Mérida, se controla una de las vías también esenciales, una de las vías militares esenciales de Hispania que es lo que... que luego se denominó la Vía de la Plata, la Vía de la Plata que permitía el desplazamiento por tierra de tropas desde el Cantábrico hasta la Mauritania tinguitana. Y no solamente de tropas, de tropas de la nona, es decir, de los suministros del ejército, etc. Por tanto, hay una nueva división administrativa que se explica también perfectamente por las nuevas necesidades de control de la economía, de crear una situación económica nueva, de volver, o por lo menos de intentar volver a monetarizar el... el imperio, el territorio imperial. Dioclesiano, como siempre, muy hábil al detectar los problemas, pero muy poco práctico. Para poder hacer frente a esa devaluación, es decir, a esa no aceptación de moneda, impone lo que se denominó el decreto de precios máximos. Es decir, se emite un decreto en el cual para 1.300 productos, productos de los cuales se especifica cuáles son, en los cuales decreta el precio máximo. Decreta que no se puede pedir más, no se pueden vender a un precio superior al precio estipulado y a un decreto de salarios mínimos. Un salario para las actividades básicas para los cuales no se podía pagar menos de la cantidad prefijada. El objetivo es este. ¿Qué es lo que ocurría? Pues que como que la moneda era mala para un producto. Los productos exigían más dinero del que en teoría tenía que valer. Y Diocleciano quiere solucionar el problema a lo bestia. A lo bestia que es obligando a la gente a aceptar un precio y a pagar un salario. El decreto es del 301 y hay evidencias incluso en los mercados. Había escrito en piedra el precio. Había escrito en piedra el precio que podían alcanzar determinados productos. Y hay evidencias de que en el 305 el sistema había fracasado completamente. El diagnóstico era bueno, pero la solución de imponer los precios y salarios manu militari, desde luego, no era la mejor solución del mundo. El siguiente paso es la acuñación de una nueva moneda que recibe el nombre de Follis con mucho más contenido de plata para entrar otra vez en la espiral del siglo III, de que la gente no aceptaba la moneda. Si tenía que circular la economía, si tenía que fortalecer todo. Todo el sistema de intercambio, el sistema de producción, de intercambio y de consumo, una cosa que había fallado estrepitosamente en el siglo III había sido la moneda. No había moneda buena, por tanto, la gente o no aceptaba la moneda o pedía mucha más moneda de la que tenía que cobrar, etc. El sistema había fracasado por ausencia de una moneda de calidad. ¿Cuál es la razón? Pues la solución es obvia. Se apuña una nueva moneda, el Follis, de una calidad muy superior con lo cual acaba este sistema inflacionario y este sistema destructor de la economía interior del interior. Pero sobre todo se va a promover una reforma en profundidad de los impuestos, otro de los grandes problemas obviamente era el sistema de impuestos. El Estado, de hecho la crisis, ya sé que lo he explicado pero insisto, aumento del ejército, ese aumento del ejército general, crea rivalidades entre los militares pero a ese ejército hay que pagarlo, para pagarlo hay que apuñar moneda, no hay plata para apuñar moneda, se apuña mala moneda, no se recaudan suficientes impuestos y esto hace que todo el sistema entre en crisis. Por tanto hay un nuevo impuesto. que va a tener una enorme fortuna y enormes consecuencias, que es lo que se llama el sistema del ayogatio apitatio, también un nuevo sistema de cobro de tributos que sea más eficiente, más práctico y más sostenible en el tiempo de forma que se pueda financiar no solamente el ejército, sino todos los gastos asociados al ejército. El mantenimiento de calzadas, las fortificaciones, etc. De estas reformas, la reforma monetaria. La clave está en acuñar dos tipos de moneda. Moneda que es la que va a recibir el nombre de folis o numus, que tiene un recubrimiento de plata relativamente escaso, de un 4 o 5% del peso total. pero que tiene la función de ser una moneda de uso habitual. Es, de alguna forma, el equivalente a lo que hoy en día serían las monedas. Es algo que pueda funcionar de forma para ir al mercado, para comprar pequeñas cosas, etc. Y luego una moneda de oro, el Aureus, de una gran pureza, de una gran calidad, pero que el Aureus era una moneda de oro de 5,4 gramos, que la función básica que tenía era la de atesoramiento. La de... Traducido a... Nuestro mundo sería lo que se deposita en los bancos. Es decir, las monedas que no están pensadas para ir al mercado. No se podía ir al mercado con 5 gramos de oro. Esto era una barbaridad. Tenían un valor muy grande y era para atesoramiento. Insisto, en nuestro mundo equivaldría al banco. Parece que hay alguien que pregunta algo. Exacto. No tanto las reservas del Banco Central, estaban sin duda en Aureus, pero también las reservas de la gente. La gente rica no podía ir al banco, no existía el banco. Entonces, acuñaban, guardaban estos Aureus como moneda de reserva. Y luego una moneda de plata, también de gran pureza, el Argenteus, que era el equivalente a nuestros billetes. Es decir, hay un sistema completamente nuevo de monedas que pueden ser aceptadas. Se emiten monedas, billetes y... Si queréis, títulos de reserva. Sería... Se me ocurre un equivalente para el Aureus. Serían los bonos del tesoro. Sería una moneda de reserva para grandes compras o circunstancias excepcionales. Por tanto, con la reforma monetaria se reforma absolutamente todo el sistema monetario anterior. Y el objetivo es que la moneda vuelva a poderse utilizar, vuelva a poder ser... Sí, Emérito Augusta es la capital de toda la diócesis. Es la única capital de la diócesis. Bueno, pues estos son los aureus, las monedas de oro y plata. Con lo cual, claro, el objetivo es... Este es, para que veáis, el edicto de precios máximos se grabó en las paredes de los mercados. Para que no hubiera ninguna duda. Fue un trabajo absolutamente inútil. No sirvió para nada. Diocreciano es eso, que sí sabía lo que ocurría, pero no cómo solucionarlo. Luego viene la gran reforma fiscal, la gran reforma fiscal que es lo que se llama la Iogatio Capitatio. La Iogatio Capitatio parece ser que se quiso, no se consiguió del todo, pero se quiso que fuera el único impuesto para todo el territorio, de forma que se eliminasen excepciones, que se eliminasen exenciones, que se eliminasen privilegios, etc. En el Alto Imperio, como recordaréis, todo eran exenciones. Exenciones, privilegios, había ciudades con determinados privilegios, Italia mantuvo durante mucho tiempo los privilegios asociados a la ciudadanía, etc. Y de lo que se trataba era de uniformizar, de regularizar el sistema impositivo, eliminando todo lo que fuera impuesto. otra cosa que el nuevo sistema entonces para el nuevo sistema se produce un censo es decir se establece una lista de todos los habitantes del imperio de todos los habitantes del imperio y en igualdad de condiciones y un catastro exhaustivo de toda la tierra y ganado del imperio y una vez establecido el censo y el catastro se procede a la regulación de los impuestos la regulación de estos impuestos que son de dos tipos la yugatio que grava las tierras y propiedades y se paga en especia La producción de la tierra, la producción del ganado o la posesión de tierra y de ganado, por tanto, la posesión se pagaba en especie, en productos procedentes de hacerlos trabajar, lo cual era un aliciente para la productividad. Y la capitatio, que era un impuesto personal. Todos los habitantes del imperio tenían que pagar la capitatio y la capitatio se pagaba en moneda. La capitatio sí que no había otra posibilidad que pagarla en moneda y esto generó muy pronto conflictos muy graves. La yugatio no genera grandes conflictos. El que tiene tierras las cultiva. Y paga una parte de lo que produce. Esto que se va a mantener durante mucho tiempo. Estos son los diez mostras historias que se van a pagar hasta el final del sistema o el principio del sistema capitalista. Y la capitatio que generará graves problemas porque hay que pagarlo en moneda y no todo el mundo va a disponer muy pronto de moneda. En principio sí. ¿Con la rentabilidad? Con las reformas de Diocletiano hay moneda si puede pagar en moneda. Pero durante el siglo IV se volverá a las andadas y la moneda va a ser difícil de obtener. Y aparte de la Capitatio, que es el impuesto personal que se paga en moneda, hay dos variantes más de la Capitatio. La Capitatio Animalorum, es decir, el impuesto que se paga por la cantidad de animales que se dispone para el trabajo en las fincas. Quien dispone de 10 bueyes paga por 10 bueyes. El que dispone de un solo buey paga por un solo buey. Y la Capitatio Plebeia, que va a ser un elemento importantísimo del siglo IV. Que es el... La Capitatio, el tributo en metálico, en dinero, que se paga por los trabajadores por cuenta ajena o colonos. Es decir, en un momento determinado, si un trabajador no puede pagar la Capitatio, no puede pagar su impuesto en metálico, lo que sí va a poder hacer es acudir a un gran señor, a un gran terrateniente, que lo acoja y le pague su... Su Capitatio. Evidentemente, a cambio de pagarle la capitalio, las condiciones no van a ser especialmente amables. Las condiciones van a ser bastante terribles y la consecuencia esencial es el colonato. Es decir, los pequeños agricultores que van a irse multiplicando durante el siglo IV, que no disponen de metálico y que por tanto o bien venden sus parcelas a un señor rico o trabajan por cuenta de un personaje que sí dispone de metálico y que paga esa capitalio. Y a cambio de todo esto, los señores, estos grandes personajes que disponen de latifundios, que disponen de dinero en metálico, van perdiendo, los pequeños agricultores van perdiendo la libertad. Es decir, se va abriendo el camino a lo que van a ser los pequeños agricultores. Y a cambio de todo esto, se va abriendo el camino a lo que van a ser los siervos de la gleba de la Edad Media. Individuos que jurídicamente son libres, en principio no son esclavos, pero no pueden dejar el territorio y tienen una gran cantidad... de gabelas, de cargos que no pueden, que han de asumir. Por tanto, sí que jurídicamente son libres, no son esclavos, pero su libertad está muy limitada por determinados, por otros factores. Por tanto, el sistema cambia completamente y la mayoría de estos impuestos se dedican a Almas. Van no tanto a Roma Ciudad como al sistema organizativo para financiar la burocracia imperial, pero sobre todo el ejército. El ejército y las grandes obras públicas van entrando, cada vez son menos importantes y sobre todo a partir de Constantino los encargados de cobrar estos impuestos y los que van a detentar la administración poco a poco, quien va apoderándose de la administración, de las obras públicas y de... Y de prácticamente todo va a ser la iglesia, la iglesia cristiana. Aquí os pongo el sistema de cobro de estos impuestos y vamos a otro elemento enormemente importante que es la reforma religiosa. Dioclesiano con esa mala praxis que le caracterizaba decidió que lo que había que hacer era no tanto homogeneizar la religión del imperio sino eliminar al cristianismo. No por motivos de religión, no por motivos filosóficos sino porque los cristianos no veneraban al emperador. Es decir, no se sentían implicados en la gobernabilidad del imperio ni por las leyes del imperio. Cuando se persigue a los cristianos, cuando Dioclesiano persigue a los cristianos lo que hace no es matarlos, los lleva al templo de culto imperial y les dice o os arrodilláis o los leones hoy ceden. Si se arrodillaban se les dejaba ir, si aceptaban el culto imperial se les deja ir. Aparentemente en esta época el cristianismo ya representa un problema y el problema dioclesiano lo quiere solucionar a lo bruto por el exterminio de los cristianos. Y parece ser que los problemas que planteaban los cristianos tenían a ver con la disciplina militar, que cada vez había más cristianos en el imperio que planteaban problemas disciplinarios y de hecho bastantes de los primeros mártires son militares. O sea que como siempre el ejército es el que marca el rumbo del obstáculo. Y es lo que tiene que hacer el imperio. La primera gran persecución fue la de Decio en el 250 cuando parece ser que el cristianismo estaba ya muy extendido y producía problemas muy serios, Dioclesiano inicia una persecución salvaje. Pretende eliminar al cristianismo completamente y no lo consigue. Y todo esto, ya para acabar, es un spoiler, pero se arreglará con Constantino. Que Constantino no se convierte al cristianismo, casi seguro. Pero Constantino lo que dice, frase que va a ser célebre, yo no soy cristiano, o mejor dicho, yo no soy Dios, pero yo he sido hecho emperador por la gracia de Dios. Fue Dios el que quiso que yo fuera emperador. Por tanto, no soy Dios, pero sí soy amigo de Dios. Por tanto, los cristianos tienen que hacerme caso a mí, porque si Dios no hubiera querido que yo fuera emperador, yo no lo sería. Por tanto, tengo autoridad sobre los cristianos. Bueno, pues lo dejamos aquí. Sé que voy muy rápido, pero es que hay mucha materia y tenemos que dedicarle por lo menos mitad del temario al mundo visigodo. ¿Vale?