Bueno, empezamos aquí la tutoría de esta tarde de Historia de las Ideas Políticas 2, del grado de Ciencias Políticas, y continuamos donde lo habíamos dejado básicamente el último día. Habíamos terminado la Ilustración con Rousseau, que era ese autor, cierta forma de transición entre la Ilustración y otro mundo un poco distinto, que va a ser el desromanticismo y todas esas corrientes que van a aparecer en el XIX, y en parte ya están anunciadas por ese ilustrador un poco heterodoso de algunas ocasiones que era Rousseau. Y ahora pasamos directamente ya al siglo XIX. Siglo XIX, fundamentalmente, y hoy hablaremos de la parte del romanticismo, el romanticismo alemán, y sobre todo nos centraremos en la figura del padre del hegelismo, de Hegel. Hegel como representativo del romanticismo alemán en general, pero más concretamente de una corriente de pensamiento, que creará él directamente, que será el idealismo. Y básicamente, como siempre, hemos empezado haciendo una pequeña contextualización del autor, y para entender un poco el contexto de Hegel hay que fijarnos en una serie de fechas que van a condicionar mucho su época, su época entre los años 1770-1831, una época en la que tenemos, por un lado, los efectos de la revolución, la revolución francesa, cuando la revolución francesa ya ha acabado, Hegel nace después de la revolución francesa, pero vive todavía los ecos de la revolución, el gran terremoto que va a suponer en el contexto europeo la revolución francesa. La revolución francesa que va a transformar el mundo y la sociedad, la economía y la organización política de Francia, incluso después de la restauración de los Borbones en Francia tras las guerras napoleónicas, no se volverá al antiguo régimen, no se volverá al orden, que existía, estamental de la edad moderna y la monarquía absoluta, sino a una situación de los primeros años de la revolución francesa. Se restaura la constitución, la primera constitución que salió de la revolución francesa y los monarcas franceses, en las distintas dinastías que se van a suceder, pues van a intentar conjugar un poco ese mundo de la antigua tradición monárquica y que por otro lado las instituciones de una monarquía parlamentaria, como la que habían creado en sus primeros estadios, la revolución francesa. Y el efecto que tendrá en Europa de onda expansiva quedará lugar ya en el XIX un poco más tarde a todo ese estallido a partir de la década de los 40, sobre todo a ese estallido de revoluciones liberales que intentarán acabar con esos últimos vestigios del antiguo régimen y transformar los estados y las distintas sociedades de los países europeos en una sociedad ya como la conocemos actualmente. O sea, contemporánea con monarquías parlamentarias, repúblicas parlamentarias, posteriormente sistemas políticos democráticos y una serie de conocimiento de derechos individuales y cívicos que estaban ya planteados por los ilustrados. Al mismo tiempo también tenemos el efecto que va a tener, y ya más concretamente en la figura de Hegel, que va a haber las guerras napoleónicas. Insisto, iba a haber el fin del imperio napoleónico. Las guerras napoleónicas van a suponer directamente un cambio brusco de todo el orden de cosas europeo. No solo porque intercutirán elementos que había planteado la revolución francesa, códigos civiles, igualdad jurídica ante la ley, sino también porque trastocará todo el mapa político de todas las fronteras. De hecho, cuatro. Cuando Napoleón sea derrotado, en 1816 va a haber que realizar un congreso, en el que se van a volver a restablecer las distintas monarquías y fijar de nuevo todas las fronteras del mapa europeo porque el hecho de que Napoleón conquistara prácticamente la mayor parte del continente europeo había trastocado totalmente las fronteras con la creación de estados nuevos, nuevas monarquías que había dado lugar este imperio napoleónico. Y al mismo tiempo, también en el contexto alemán, más concretamente, junto a esos dos aldabonazos, esas dos bombas que van a estallar como son la revolución francesa y esa Europa de posguerra de las guerras napoleónicas que de cierta forma está debatiéndose entre volver al antiguo régimen, un gran retorno en el antiguo régimen que se va a ver cada vez más que ya es impracticable y transformando poco a poco el sistema y un estallido revolucionario a la manera de la revolución. La revolución francesa entre corrientes liberales más radicales y otras corrientes que van a intentar mantener el estado de cosas anteriores. En esa dicotomía, en esa dialéctica, podríamos decir casi haciendo un paralelo con la propia teoría dialéctica de Hegel, pues que va a evolucionar la sociedad, la política y los distintos estados europeos durante todo el XIX. Bueno, pues junto a esos elementos que son un poco generales a toda Europa, hay que señalar dos procesos, dos circunstancias en el imperio, en la zona alemana, en la zona germánica de Europa que van a afectar especialmente. Una es consecuencia de las guerras napoleónicas, como es la disolución del sacro imperio romano germánico, esa entidad estatal, esa especie de federación de distintos principados feudales bajo un emperador que había prácticamente durante un periodo de casi mil años tenido el poder y el control de esa zona fundamentalmente germánica del centro de Europa y que, ante la desaparición, esa entidad que reunía en cierta forma a todos los alemanes en estos momentos, se siente la necesidad de volver a reconstruir esa unidad. Pero de una manera distinta, no ya bajo la forma de ese estado un poco acéfalo y con unas instituciones comunes, sí, como por ejemplo el emperador, la dieta imperial, pero que era, haciendo cuentas, más que nada una conciliación muy laxa de señoríos de pequeños estados que se agregaban en torno a esta figura del imperio, pues se va a ver la necesidad de crear una reunión reunificar Alemania, pero de una forma nueva, una forma que la aproxime ya a lo que habían sido los estados durante la Edad Moderna. Un estado plenamente organizado, de cierta forma con unas instituciones centrales y que permita una mayor cohesión territorial de esa zona centro-europea de esos pueblos germánicos, de ese pueblo germánico. Y el resultado de esto va a ser un proceso muy largo de intento de volver a reunificar Alemania, que va a dar lugar a la unificación, de partes de esos territorios que habían formado el antiguo sagro imperio hermano germánico, excluyendo Austria y los territorios del Salzburgo, que formarán posteriormente ese imperio austro-hungo, pero se va a reunificar en el imperio alemán. El imperio alemán, que poco a poco va a ir, a través de un proceso de conquista por parte de Prusia, que va a ser el estado que va a dirigir esta reunificación alemana, esta unificación alemana, mejor dicho, pues va a poco a poco a unificar, unificar de nuevo la mayor parte de ese territorio del antiguo imperio. Hegel no verá la reunificación, que es un proceso bastante largo, que empieza prácticamente a darse, por lo menos, a ver cierto activismo en ese sentido, a partir ya de 1815, a partir ya de cuando eso viene, en 1816, pero fundamentalmente no se consolidará hasta la década de los 70 del siglo XIX. Por lo tanto, Hegel no va a ver, no va a ver una Alemania, reunificada con un kaiser, con un nuevo emperador y no va a ser testigo, no será testigo de una Alemania unificada como la que saldrá después de este proceso de unificación. Pero sí participa, de cierta forma, del activismo, del activismo cultural, de todos sus intelectuales, de esta generación de intelectuales que van a reclamar la unificación alemana y que van a poner las bases ideológicas de este proceso de unificación que se realizará también políticamente y militarmente. Y Hegel, de cierta forma, también forma parte de este movimiento. Algunas de las ideas de Hegel sobre el pueblo, sobre el espíritu del pueblo, sobre el papel del Estado y la relación entre pueblo y espíritu del pueblo y Estado como realización de éste van a estar claramente vinculadas a éste crecimiento, a éste desarrollo de estas ideologías nacionalistas que van a afectar y van a ser defendidas por intelectuales de muchos nombres en la época como puede ser Fichte, en sus discursos a la edad nacional. Manas, Schelling, que es contemporáneo del propio Hegel. Fichte había sido maestro de Hegel. Schelling será compañero de facultad de Hegel. Y van a ser intelectuales que van a defender estas teorías de un espíritu del pueblo alemán que tiene que terminar expresando, se tiene que terminar coagulando en la creación de un Estado en el que se exprese plenamente esta identidad un poco étnica, cultural e incluso podría plantearse en términos de Hegel espiritual, que formalmente... Lo germánico, lo alemán. Y por lo tanto empiezan a desarrollarse esas ideas de nacionalismo que van a impregnar todo el siglo XIX fundamentalmente basadas en dos conceptos. En el caso alemán tenemos el concepto de espíritu del pueblo que reúne todos los elementos culturales, todas esas tradiciones, toda la lengua, las costumbres, la religión, las particularidades, el folclore, todos esos elementos culturales que de cierta forma dan un sello. Un sello distintivo a un pueblo que forman y son resultado en cierta forma en ese esquema de estos pensadores de esa creatividad, de ese espíritu que guía al pueblo. Es casi, podemos decir, que de la misma forma que el hombre tiene una mente, los pueblos tienen una mente que es ese espíritu del pueblo que se refleja en las creaciones de este espíritu popular. En el folclore, en la lengua, en la literatura, en todos los elementos que forman la cultura. La cultura. El término cultur, que va a ser otro gran aportación conceptual de este periodo del siglo XIX de Alemania. Incluso la tradición sociológica, antropológica e histórica posterior europea. El término cultura. Cultura que empiezan a definir los alemanes como expresión de esa identidad distintiva, de ese espíritu distintivo que caracteriza a cada uno de los pueblos, en el caso concreto alemán, al pueblo alemán. Y también basada en la idea de esta, el estado, en el mundo moderno, había sido estados formados por agregados en las distintas versiones. En el caso francés era un agregado de distintos territorios con distintos regímenes judíricos. En el caso alemán era todavía más llevado al extremo porque era, como digo, más que nada una confederación de pequeños microestados, a veces no tan pequeños, estados feudales bajo una misma cabeza política y con una serie de instituciones comunes que más que gobernar este imperio lo que hacían era de mediador entre esos poderes locales y regionales de tipo feudal, de tipo señorial. Por lo tanto, se cambia esta idea de este estado compuesto desde estados compuestos del antiguo mundo moderno de la época moderna a una nueva idea que es la idea del estado-nación, en la cual se entiende que la base de un estado tiene que ser precisamente un pueblo, una nación formada por unos elementos culturales homogéneos y que tiene que tener su expresión política al mismo tiempo que la base de un estado. Aunque culturalmente la tiene en otros elementos en la figura institucional del estado. Por lo tanto, estado y nación, a partir de este momento a partir de 19 se van a ver como dos términos que tienen que ir de la mano. Antes no era, en cierta forma no era así. Por ejemplo, Godin, en su teoría distinguía un poco lo que eran naciones, lo que llamaba kibitas que podían ser las distintas culturas regionales que existían en Francia, los pascos, los bretones, los occitanos, de la propia idea de estado. Porque vivía claro en ese contexto de estados compuestos, de estados formados por agregados, aunque con unas instituciones comunes. En cambio ahora se va a ver el estado como inmediatamente interconectado con la nación, como grupo homogéneo, cultural, lingüístico, incluso en ocasiones religioso que da un sello distintivo y que se expresa a través de esta figura en lo político que es el estado. Por lo tanto, estas dos ideas van a cambiar un poco la situación y por lo tanto a partir de ahora va a ser casi indisoluble entender la idea de nación con la idea de estado. Las naciones que no tienen estado van a tener como principal reclamación obviamente la creación de un estado. En estos momentos, durante la vida de Hegel, de Fichte, de Schelling todos estos autores, no existe ese estado alemán que ha desaparecido. Solo existen esos pequeños agregados como el reino de Prusia, el reino de Baviera, con una serie de principados feudales, incluso ciudades libres y sienten la necesidad de que esa unidad cultural, espiritual, lingüística, esa tradición histórica común tenga como resultado converja en la creación también de una entidad política que le dé carta de naturaleza, que es el estado. Por lo tanto, van a entender la necesidad de crear un estado para esa nación alemana. Un estado alemán para esa nación alemana. Y por lo tanto, también otro elemento que está unido en el caso alemán a estas ideas nacionalistas es el romanticismo. Romanticismo como reacción contra la ilustración, contra el énfasis un poco excesivo de la ilustración en elementos como, por ejemplo, la razón, la razón que prácticamente se entendía a veces no en todos los autores. Hume defendía también el papel de los sentimientos y eso no digamos ya, pero había una cierta tendencia de la ilustración a entender a dar primacía a la razón sobre los sentimientos, sobre los elementos irracionales del ser humano. Y ahora, el romanticismo va por contra como reacción pendular a reclamar el sentimiento, lo racional como auténtica naturaleza del humano. Por lo tanto, van a criticar ese carácter autosuficiente y prácticamente autista que tenía podríamos decir casi por lo menos entendida para un romántico la razón en la ilustración y van a poner el énfasis en el sentimiento, en lo racional, en las pasiones, en todos esos elementos que en cierta forma criticaba ese racionalismo un poco estrecho de la ilustración. Y también van a criticar otro elemento que es el cosmopolitismo. Si la ilustración entendía en cierta forma su movimiento como un movimiento cosmopolita, un movimiento que aunque tuviera sus centros en Francia, en Escocia, Inglaterra, en algunas zonas de Alemania era un movimiento paneuropeo. En cambio, el romanticismo como va a incidir en esa ideología nacionalista va a ponerse diametralmente como lo opuesto a ese cosmopolitismo un poco evanescente de la ilustración. Va a entender que realmente lo que define a las culturas, a los pueblos, incluso a los individuos que forman parte de ella, que surgen de un pueblo en un momento histórico concreto, en una cultura concreta, en un sitio concreto, formando parte incluso de un pueblo de un estado concreto, lo que define a ese individuo es precisamente ese sustrato cultural identitario y no unos ciertos elementos universalistas muy vagos de ese cosmopolitismo. Por lo tanto, van a negar, van a atacar a la razón y van a atacar al cosmopolitismo. En el caso de Hegel va a intentar haber un intento de conciliación entre los racionales y los irracionales, el sentimiento, lo que se llama voluntad y por otro lado la razón. Hegel en cierta forma es un racionalista pero es un racionalista que entiende el papel que tiene lo que no es racional, lo que es voluntad, lo que es querer y no es simplemente concebir, pensar. Esa idea que ya tenían otros autores como Rousseau, como también el propio Hobbes de que por mucho que la razón plantee las cosas de una determinada manera, si no queremos, si nos oponemos irracionalmente y si nuestros sentimientos no están de acuerdo con la razón esto va a hacer que no actuemos con respecto a lo que racionalmente consideramos. Podemos pensar que algo es correcto racionalmente, pero si no nos vemos en cierta forma motivados para llevarlo a cabo, no vamos a actuar. Por lo tanto, la razón necesita siempre de la voluntad del sentimiento irracional. No obstante, Hegel va a pensar que existe una racionalidad incluso ante conductas que se plantean como irracionales, que en principio no tienen ninguna motivación consciente por parte del sujeto cuando realiza para conseguir un fin determinado, un objetivo determinado, pero incluso él entiende que a veces hay una fuerza un poco subterránea que va guiando la acción humana incluso cuando no está dirigida racionalmente hacia fines racionales. Explicaremos un poco al hablar de ese papel casi provincialista que tiene la idea de espiritualidad en la historia para Hegel. Es algo bastante complejo. Y entrando con esto, pues Hegel tiene una visión finalista de la historia. La historia está guiada por unos fines últimos que dirigen todas las acciones de la humanidad a la historia de la humanidad a lo largo de los siglos hacia un fin. Este fin, según Hegel, va a ser el crecimiento progresivo de la racionalidad. La humanidad parte desde el primitivismo, del salvajismo desde su estadio más irracional a, progresivamente, a través de las distintas épocas históricas a un mayor grado de racionalidad que, en su época, se verá de cierta forma ya aquilatado por la creación del estado de la restauración que expresa en cierta forma el estado burocrático que expresa ya ese último grado de racionalidad. Idea que curiosamente luego influirá, por ejemplo, en la sociología de Max Weber que entiende la burocracia y el Estado como productos, productos de la racionalización, la recepción del poder político, del poder político. ¿Y cuáles son las dos principales obras de Hegel? En este resumen que hemos hecho contextual de Hegel un poco atropellado. Fundamentalmente la obra en la que se va a centrar sobre todo el manual y lo que vamos a ver hoy fundamentalmente es La filosofía del hecho. Llamada Filosofía del hecho el título completo es Fundamentos de la Filosofía del hecho. Grundische der Rechtsphilosophie. Otras obras menores pero que también tienen importancia como complemento para entender esta filosofía del hecho son sus lecciones de filosofía de la historia universal, publicada postumamente y otra obra también publicada postumamente que son Las lecciones de filosofía de la historia. Orleschewin für Philosophie der Geschichte. Ambas publicaciones fueron póstumas y fueron clases recopiladas y editadas por sus alumnos o discípulos que recogieron las lecciones que daba en su cátedra Hegel para sus alumnos de la carrera de filosofía sobre estas cuestiones. Y ahora vamos a ver un poco ya más en detalle la concepción política lo que toca, bueno, obras importantes aquí ponemos obras principales pero obras principales como siempre lo que atañe nuestro caso que es el tema político. Obviamente la obra de Hegel es muy extensa y hay obras si cabe más capitales que esta para otros aspectos de la filosofía idealista hegeliana. ¿Y elementos que vamos a ver en la clase de Hegel? Pues vamos a ver fundamentalmente hay que partir por un lado las bases filosóficas, metodológicas y epistemológicas de Hegel que va a ser su teoría de su método dialéctico, la dialéctica no sólo ya como método sino también incluso como principio lógico que actúa en toda realidad es la base fundamental del esquema de pensamiento hegeliano, dialéctica explicaremos ahora y su teoría del espíritu sobre todo esa teoría de que el espíritu se va desarrollando progresivamente. El espíritu abstracto, el espíritu absoluto que se va concretizando en la realidad física, en la realidad material, en la realidad histórica, en realizaciones parciales, particulares pero que son necesarias porque en cierta forma concretizan esa extracción, esa posibilidad de múltiples cosas que es el espíritu absoluto que sólo adquiere su plenarización cuando se concreta en realizaciones concretas, se concreta en un pueblo, se concreta un tipo de filosofía, se concreta en un tipo de organización política, económica y ello da resultado a esa evolución como veremos de la historia. Y en esto vinculado a esto está su distinción que es muy importante entre lo que es en sí y lo que es para sí distinción que luego va a tomar heterodoxamente Marx cuando va a plantear la idea de clase en sí clase social que tiene todas las características de una clase social pero no tiene conciencia de clase y clase para sí que teniendo esas características ha adquirido conciencia de ser una clase social diferenciada y tener una serie de condicionamientos y por lo tanto eso le lleva a una acción política. Pues la distinción en sí y para sí también está vinculada a eso está vinculada a la toma de conciencia. Un pueblo puede ser en sí, puede tener una lengua distintiva, una cultura distintiva, unos elementos etnográficos una historia distintiva pero puede no tener la conciencia de ser un pueblo. Por lo tanto es un pueblo en sí pero no es para sí, no es consciente no tiene una identidad consciente como pueblo, como grupo cultural que puede entenderse como pueblo y por lo tanto no adquiere su pleno desarrollo su plena objetivación como pueblo definido ya autoconscientemente como pueblo. Vamos a ver también toda una serie de cuestiones cuando dejamos un poco este aspecto un poco más teórico como que son recurrentes en cualquier autor, en cualquier periodo de la teoría política, tanto en la historia de las ideas políticas 1 como 2, pues veis constantemente que hay una serie de temas que se repiten la propiedad, el origen de la propiedad el origen de la sociedad civil, la diferencia entre sociedad civil-estado si existe diferencia entre sociedad civil-estado o si no existe cuáles son los fines del estado el papel del individuo con respecto al estado y en el caso de Hegel como todo esto se encardina con su teoría dialéctica de la historia universal, como toda la teoría política sobre el derecho de Hegel está relacionada con su idea de la historia universal y de la historia como desarrollo de ese espíritu abstracto que se concretiza en periodos históricos y en grupos humanos concretos. Y ahora vamos a ver esto un poco más en detalle y espero que se entienda más claramente. La dialéctica básicamente es planteada por Hegel como una nueva forma de lógica la lógica tradicional, la lógica que venía desde Aristóteles era fundamentalmente una lógica bivalente, o era blanco o era negro, o era sí o era no. Y ante una disyuntiva de dos términos contradictorios sólo podíamos negar uno de ellos, no podíamos admitir por ejemplo que algo fuera blanco y negro al mismo tiempo, que fuera verdadero y falso al mismo tiempo. Esa es la idea de la lógica bivalente, la lógica aristotélica en la cual cuando hay una contradicción en los términos uno tiene que ser anulado. Y por lo tanto se basa en el principio de no contradicción, que es uno de los principios básicos fundamentalmente de la lógica. Lo que intenta Hegel es plantear una lógica en la cual no desaparezca la contradicción. De hecho, plantear una lógica en la cual se pueda llegar a una solución que armoniza, armoniza la existencia de esos dos principios contradictorios. Es decir, va a partir de tres momentos. Primero hay una tesis, una determinada idea, inmediatamente en la lógica hegeliana a una tesis, a una idea concreta le surge un antagonista, una antítesis, una tesis que defiende exactamente todo lo contrario. Y hay un conflicto, esto genera un conflicto, ese instante de contradicción entre esos dos elementos. En la teoría aristotélica simplemente pues tenemos que deducir cuál es el válido y eliminar el que no. En el caso de Hegel, lo que plantea Hegel es que muchas veces lo que ocurre es que y eso es su forma de entender la historia y crees que es como funciona la historia y crees que es como actúa el pensamiento humano en vez de negar un principio u otro, en vez de negar la tesis y su antítesis, lo que se hace es llegar a un tercer momento que es el momento de síntesis, que es una nueva idea, una nueva concepción, una nueva perspectiva que engloba esos dos elementos que aparentemente eran contradictorios en el periodo anterior. Por ejemplo, que algo sea blanco y negro, pues puede ser una síntesis que sea gris. O decir un ejemplo un poco chorro, un poco bastante malo. Pero bueno, para que se entienda un poco esto. Por lo tanto, la contradicción no se aparece sino que surge un elemento nuevo, novedoso, una perspectiva totalmente nueva y distinta a las anteriores, pero que reconcilia los elementos contradictorios que había entre la tesis y la antítesis. Esto va a ser la base en la cual se va a organizar todo el pensamiento de Hegel. Y esto le va a servir para desarrollar su teoría del desarrollo del espíritu. El desarrollo del espíritu que parte de la idea de la existencia de una entidad que se llama el espíritu absoluto que es lo que entiende por la universalidad, la universalidad en su plena expresión, un concepto casi metafísico. Que él incluso llega a identificar casi a la manera platónica con el bien supremo y con Dios. Literalmente, eso lo llega a hacer Hegel. Pero la universalidad tiene el problema de que y ese espíritu absoluto tiene el problema de que al mismo tiempo al ser tan universal no es concreto. Al ser tan general, tan abarcante no es definible. Es indefinido. Por lo tanto, lo que es totalmente universal no tiene ninguna definición. El ser humano cuando nace con dos brazos dos piernas y una serie de características comunes que no le distinguen de cualquier otro ser humano puede ser cualquier cosa. El espíritu absoluto en sí es pura potencialidad. Del espíritu absoluto se puede concretar múltiples realizaciones. Pero mientras no se concrete en realizaciones particulares, concretas ese espíritu absoluto se mantiene en la potencialidad y en la indefinición. Por lo tanto, no puede realizarse plenamente. Sólo se realiza cuando desciende, de cierta forma, al mundo de lo particular, de lo real, de lo material y se realiza a través de objetos concretos. En el caso del espíritu absoluto, en la teoría política de Hegel, el espíritu absoluto que, de cierta forma, es la universalidad se concretiza se realiza a través de pueblos particulares. El espíritu absoluto se concretiza a través de cada uno de los espíritus particulares de cada uno de los pueblos. La idea del espíritu del pueblo, de sus elementos mentales, culturales, ideológicos, concretos de un grupo humano, de un pueblo que son una concretización desuniversal que por ser universal sin ninguna definición puede ser cualquier cosa. En cambio, para ser algo tiene que concretarse en este pueblo concreto, en este otro pueblo concreto y en este otro pueblo concreto. Cada uno con sus propias características que son particulares y que son una concretización en lo particular de ese principio abstracto y universal. Pero claro, aquí el problema es que tenemos una tesis lo puramente universal que, al de la acabada, surge una antítesis en lo particular. El pueblo es algo particular. Por lo tanto, tiene que haber un momento de síntesis. En el cual se rompa esta dicotomía que parece contradictoria entre lo que es particular y lo que es universal. Y ello se salva a través de dos soluciones, en este caso dos síntesis. Por un lado, el individuo, el individuo que ha resultado una cultura de un tiempo, de un pueblo determinado y que, de resultado de eso, tiene unas determinadas características psicológicas, de mentalidad que dan lugar a ese individuo. Pero un individuo, de un grupo humano, de un pueblo, es distinto cada uno de ellos a los distintos individuos de ese pueblo. Tiene una individualidad. Y tiene una autoconciencia como individuo. Pero, curiosamente, esta conciencia como individuo, esta subjetividad, puede ser reconocida, puede ser entendida por un individuo que forma parte de otro pueblo, de otra cultura, de otra época. Entonces, se da la circunstancia de que este individuo que es más particular todavía que el grupo del cual procede, no obstante, enlaza con la universalidad. Porque, a través de esa universalidad, esa línea intersubjetiva que une a los seres humanos y que permite que un ser humano pueda comprender los pensamientos de un ser humano, aunque sea de otra cultura, sea de otra época, sea de otro tiempo, pues recupera esa universalidad. En el individuo, curiosamente, se realiza al mismo tiempo esa particularidad, se afina a esa particularidad, pero al mismo tiempo reenlaza con la universidad. Por lo tanto, es una síntesis que rompe esa dicotomía entre lo universal y lo particular. Otra expresión de esto en el plano particular, en el plano del individuo. Pero en el plano más general, otra forma, otra síntesis de esto, es el Estado. El Estado que rompe la particularidad de un pueblo. Porque cuando un Estado se configura políticamente como Estado, inmediatamente va a entrar en contacto con otros Estados. Y va a entrar en contacto, básicamente, a través de la diplomacia, del derecho internacional y a través de la guerra, a través de los conflictos. Y todos esos conflictos entre pueblos, de civilizaciones y culturas, van a ser lo que va a motivar la evolución de la historia de la humanidad. Por lo tanto, el Estado se convierte en el agente universal que permite que los distintos Estados, al entrar en conflictos así, pues, dan lugar a la evolución de la historia de la humanidad. Esto, si pensamos en Marx, vemos inmediatamente que Marx invierte esto. Cambia el papel del Estado como sujeto de la historia universal por el papel de la clase social, de las clases sociales, en la historia universal. Y pasa de haber una historia entendida como lucha entre Estados, a una historia entendida como lucha de clases. Esto es una... Esta inversión que da Marx, por supuesto, puede tener para mí un poco a entender cómo entiende el Estado y el papel del Estado en esa historia universal Hegel. Al mismo tiempo, la propia síntesis, tesis-antitesíntesis, la propia síntesis se puede convertir en la base, en la tesis sobre la cual se reinicia de nuevo el proceso. El individuo es, como digo, actúa en estos momentos después de crearse esa individualidad, subjetivarse en el individuo, el individuo puede ser tomado como tesis. Y a la tesis, como ya dijimos, le surge una antítesis. ¿Y cuál es esa antítesis? Pues otro individuo. El otro, del cual entra en conflicto el individuo. Y cuando los individuos entran en conflicto hay que llegar a una síntesis que es una especie de acuerdo, un pacto, que en la teoría tradicional es la idea del pacto social que, según Hegel, no es tanto la que da origen al Estado sino la que da origen a la sociedad civil. La sociedad civil como forma de solucionar los antagonismos entre cada uno de los individuos y los otros individuos que forman ese grupo. Por lo tanto, veis que inmediatamente lo que en un momento anterior había sido síntesis se convierte en tesis e inicia de nuevo otro ciclo. De igual manera, en la historia general de la humanidad se produce eso. Hay una antítesis, hay una antítesis, da lugar a una síntesis nueva y esa síntesis nueva se convierte en tesis que luego genera sus propias contradicciones, sus propias antítesis que son solucionadas por una nueva síntesis que da origen a un nuevo periodo histórico en el cual actúa como tesis a la cual surge una antítesis y tenemos ese proceso constante de evolución de la historia. Es fácil entenderlo en Hegel pero si miramos a Marx es más fácil entender a través del reflejo marxista de la inmersión del idealismo que realiza el materialismo marxista entender cómo funciona esta dialéctica con respecto a la historia y a la política. ¿Y cuál es este proceso? De cierta forma, que según Hegel guía toda esta corriente dialéctica pues que el espíritu abstracto es pura racionalidad pero la pura racionalidad, como dijimos tiene que concretarse en realizaciones racionales concretas. Que dan lugar a las distintas corrientes de pensamiento, a los distintos pueblos a las distintas culturas, a las distintas épocas. Y que se van desarrollando a través de este proceso de tesis, antítesis y síntesis. En el cual, no obstante, hay un proceso acumulativo de progresiva crecimiento de la racionalidad que culminará de cierta forma en la propia época de Hegel con la aparición de la figura del Estado como ya plena expresión de la racionalidad. El Estado, la burocracia, las estructuras del Estado contemporáneo como expresión plena ya de ese desarrollo del espíritu desde su elemento más abstracto hasta lo más concreto que va a ser el Estado, plena expresión racional, concreta pero también universal de esa racionalidad de la historia. Esa línea racional que guía la historia. Ahora vamos a explicarlo un poco más en detalle. Vinculado a esto, la distinción, como dijimos en sí versus para sí. Cuando un objeto, por ejemplo un pueblo, es en sí tiene todas esas características que definen a un pueblo, pero no tiene la autoconciencia, no se considera pueblo, está simplemente en sí. Por lo tanto, esas características son subjetivas. No tienen una realidad objetiva. Pueden ser percibidas por uno de los miembros de este pueblo, pero no necesariamente por todos. Y hasta que se manifiestan en la creación de una identidad nacional de un pueblo, de un Estado, no adquieren una realidad objetiva que sea reconocible por todos. Ese momento es el momento de que algo es para sí, para sí mismo, el cual se hace autoconsciente. En el caso que pusimos antes, el pueblo en sí, en estos momentos la Alemania que está buscando reunificarse, hay personas que entienden Alemania como una nación, como un pueblo en sí y empiezan a ver que tiene que pasar a tener una autoconciencia. Ellos tienen conciencia de que Alemania tiene que tener esa objetivación en un Estado, en una unidad política, pero hasta ese momento no se ha dado ese paso. Y posteriormente, a la época de Génesis, se da ese paso con la creación de un pueblo alemán en sí, objetivado a través de una unificación política en un Estado alemán. Volvemos ahora ya, dejamos un poco esta introducción y pasamos ya a los temas típicos y recurrentes de toda la teoría política o occidental. La propiedad. ¿Cómo entiende Hegel la propiedad? Pues básicamente no la entiende de forma muy distinta, tal vez de otros autores y podemos decir que Hegel no es tan original en sus teorías políticas o en sus teorías sobre la propiedad, en este caso concreto, por lo que dice, que muchas veces van a ser cosas que están cogidas de Locke, o que están cogidas de Hobbes, o que están cogidas de Rousseau, traídas de autores anteriores, pero lo original de Hegel no va a ser tan tanto que aporte ideas nuevas como que las va a susumir en este esquema dialéctico que presenta el idealismo de la historia y del devenir del humano en general y lo político en concreto. Por lo tanto, ¿cuál es la idea que tiene Hegel de la propiedad? Pues la propiedad para Hegel, el acto de creación de la propiedad, es un acto de la voluntad. Un acto de la voluntad del sujeto que quiere poseer algo y por lo tanto toma posesión de esto. En esto podemos ver ecos, tanto de Locke, esa idea de apropiación a través del trabajo, de hecho en algún momento Hegel aludía a la apropiación del individuo casi dando una imagen de trabajo, de trabajo físico, pero esto todavía es subjetivo, no es todavía algo objetivo y que vaya más de los sentimientos que tiene ese sujeto de que eso le pertenece porque a fin de cuentas se lo ha trabajado. Pero hay un segundo momento que es la necesaria aceptación de los otros. En esto vemos por ejemplo un eco, de Hobbes, que decía que realmente lo que da carta de naturaleza de la propiedad es la renuncia de los demás a sus derechos universales sobre la propiedad de ese objeto. Permitiendo que una persona particular se la apropie en exclusiva. Por lo tanto, esa sanción, aceptación de los otros. Y finalmente hay un tercer momento en el cual, a su vez, tesis, ese acto subjetivo, antítesis, esa adaptación de los otros, y, finalmente, la síntesis a través de el refrendo de las instituciones. El refrendo de la ley, el derecho que definen las leyes por la cual esa propiedad es legal e indiscutible, no sólo ya porque el resto acepte un poco de forma difusa, sino porque hay unas leyes que dicen que ha adquirido ese terreno legalmente y que está de acuerdo con las leyes, pues le pertenece. Y el Estado que a su vez, como garante de esa ley, da la estabilidad a esto. Todo ello se basa, en último término, en dos ideas. La idea de que uno tiene propiedad sobre sí mismo, idea que está claramente tomada de Locke, y que en ese fenómeno de apropiación a través de actos de voluntad de un objeto se da una extensión de esa propiedad de sí mismo hacia el otro objeto. Ponemos, en cierta forma, con nuestro trabajo en términos de Locke, algo en el objeto y, por lo tanto, estamos externalizando parte de nuestro yo en ese objeto. Pues eso también está, en cierta forma, expresado de otra manera y en este esquema idealista de tipo dialéctico por Hegel. Por lo tanto, una extensión de nuestra propia voluntad a las cosas. Y un tercer elemento que considera también es la idea de que no sólo adquirimos propiedad de las cosas y obtenemos el producto de esta propiedad por nuestro propio trabajo, sino también a través del trabajo de otros. Podemos del individuo alienar su propia propiedad sobre sí mismo a través de su fuerza de su mano de obra, su fuerza de trabajo y cedérsela a otro a través del contrato. Y, por lo tanto, aquí entramos en ese concepto que luego desarrollarán de manera un poco distinta de alineación de alienación que desarrollarán luego los autores marxistas de otra manera. De otra manera, un poco más negativa y un poco más conflictiva de lo que le da a Hegel. Hegel simplemente define utiliza este concepto de la alienación de la propiedad de uno mismo sobre su propia fuerza de trabajo, pues lo utiliza simplemente para explicar el contrato. En cambio, en Marx, pues adquiría otro tipo de connotaciones morales y éticas que no tenían a priori en Hegel. Y seguimos el esquema un poco anterior de dos autores anteriores que partían siempre de la propiedad y luego se iban directamente al origen de la sociedad civil y el Estado, la comunidad política. Y volviendo a ese esquema de tesis, antítesis y síntesis en el caso del individuo, el individuo opuesto al otro, el derecho del individuo sobre la propiedad de una cosa opuesto al derecho de los otros da lugar a ese acuerdo, ese pacto garantizado por las leyes, la propiedad legal garantizada por las leyes. Todo este pacto más en general en la sociedad da lugar a la sociedad civil. El individuo con su antítesis que son los otros, los otros individuos y dan lugar a un acuerdo, a una síntesis, a una síntesis entre esa particularidad y esa otra particularidad que es algo universal, que es la sociedad civil, que reúne a un conjunto de los individuos y le da una entidad común que no tenían como individuos aislados. Aquí, hasta aquí todo bien, teoría contra la actualista típica y tópica pero, curiosamente, Hegel va a partir de este momento a plantear objeciones precisamente a la teoría contra la actualista clásica del origen de la sociedad, y sobre todo del origen del Estado, porque va a entender que la sociedad civil es distinta y divergente del Estado. La sociedad civil se explica precisamente por ese proceso contra la actualista explicado en este caso en términos dialécticos como antítesis, tesis, antítesis y síntesis en esa sociedad civil pero el Estado no se explica como un contrato, como un pacto entre individuos. Porque Hegel entiende que para la aparición del Estado no tiene relevancia el individuo. El individuo, los Estados no aparecen porque los individuos conscientemente se agreguen y decidan cada uno de ellos voluntariamente crear un Estado. Hegel entiende que hay un elemento preexistente, en este caso el pueblo del cual surge el individuo el individuo es definido sólo a partir de una cultura, de unas determinadas creencias, de una determinada época de un determinado background cultural, contextual que le da lugar al individuo. Hegel no habría sido Hegel si hubiera nacido en Francia Hegel no habría sido Hegel si fuera francés por si me puedo explicar de alguna manera y por lo tanto, cuando tenemos el individuo Hegel tenemos un individuo que procede de ese contexto germánico de ese contexto germánico de esa cultura y que en su propia forma de pensar y hacer va a reflejar la mentalidad la mentalidad de ese grupo humano que le ha dado lugar del cual procede por lo tanto, en ese contexto la idea de pacto de contrato por meras cuestiones tacticistas entre individuos no tiene sentido Hegel y de hecho critica estas teorías contractualistas porque dice que de hecho confunden estas dos estancias, confunden por un lado la sociedad civil que es este mero acuerdo entre individuos por cuestiones de conflicto que da lugar a esas disposiciones concretas de las leyes pero y confunden esto, lo equiparan, lo igualan con el Estado no se distingue muy bien lo que es sociedad civil del Estado prácticamente en autores como Hobbes, muy claramente o Bodin había una indifinición entre lo que era el origen de la sociedad civil de la comunidad propiamente dicha de la sociedad y el origen del Estado prácticamente se equiparaban y se planteaba el mismo proceso de contrato social como origen de ambos y a veces era muy difícil entender lo que intentaría establecer una cita de extinción pero su teoría no dejaba de ser una teoría basada en ese principio a nivel individualista y basado en este principio de que los individuos se reunían voluntariamente para formar un Estado cosa que Hegel considera absurda por lo tanto la suma de intereses particulares y además se entiende que la suma de intereses particulares no puede dar lugar a esos elementos culturales que son resultado del espíritu de un pueblo no puede lugar a las creencias, no puede lugar a las costumbres no puede lugar a las leyes particulares y no puede dar lugar sobre todo a la ética y a la moral de la propia necesidades o intereses individuales no puede extraerse que son subjetivos que son particulares no puede extraerse ideas generales más abarcantes como son la de ética y moral que atañen al bien común a lo que es justo para todos por lo tanto es imposible que el sistema social sea un sistema de justicia para todos los pueblos. extraerlas a partir de la propia individualidad que hace una crítica muy dura al individualismo y entiende que lo que da origen a la moral, a la ética no es la sociedad civil que es fin de cuentas está en el plano de esa síntesis entre conflictos e intereses particulares sino el Estado el Estado como expresión de un pueblo y el pueblo, la cultura que da lugar a la ética y finalmente a la moral y finalmente en el Estado la ley que es su transformación institucional en cierta forma de la costumbre de la ética bueno, aquí hay un texto que aluda a esto no lo vamos a detener porque ya estamos un poco faltos de tiempo otro texto, con esta crítica al contrato social estos textos no los voy a comentar ahora pero como no los podéis leer veréis que ejemplifican bastante bien aunque por el lenguaje un poco abstracto estas ideas y bueno, aquí esa idea de que el contrato social no, no es un contrato social no es compatible con ese espíritu absoluto expresado a través del espíritu del pueblo y expresado después a partir del Estado y también vinculado a esto hay una distinción entre, bueno, distinción o más bien relación aquí no hay una distinción como en otros autores del pensamiento político dicotómica derecho versus ley sino más bien una distinción sin admitir que haya una frontera más que bien porosa entre derecho y ley y cuando como plantea esto Hegel pues básicamente lo plantea a través de una dicotomía entre costumbre derecho constitucionario las costumbres del derecho tradicional que no está puesto por escrito y por otro lado la ley que ha sido puesta por escrito que tiene un referendo de un Estado en las instituciones políticas él entiende que esas costumbres que no obstante son derecho aunque no sea ley todavía son, de cierta forma derecho en sí cuando adquieren un referendo político a través de un Estado a través de unas instituciones políticas y se convierten las costumbres en ley se convierten en derecho para sí por lo tanto no es que haya una dicotomía entre ley y derecho sino que hay dos momentos distintos entre la costumbre y el derecho que son dos formas de la evolución del derecho uno es derecho en sí y otro es derecho para sí derecho hecho consciente a través de ponerlo negro sobre el blanco las leyes que se conservan de forma oral el derecho tradicional que se conserva en la memoria de la gente puede variar a lo largo del tiempo y de cierta forma puede estar sujeto a errores fallos en la transmisión oral de ese derecho cuando se pone por escrito se convierte en algo objetivo hay una letra de la ley a la cual podemos recurrir y de cierta forma queda definida inamoviblemente y en esos momentos ya no hay posibilidad de falsificación de error se convierte en algo perfectamente conocido y perfectamente consciente para los que leen esa ley y consciente para los que leen el Estado que le da su referente no obstante Hegel entiende que incluso las propias leyes no dejan de ser costumbres que en cierta forma han adquirido ese nuevo estatus a través de ese paso de lo que es que es en sí de ese estadio en sí al estadio para sí sociedad civil versus Estado y aquí en la dicotomía entre sociedad civil y este Estado también se plantean otras cuestiones asexorias por ejemplo la cuestión del bien que es muy importante Hegel porque va a distinguir entre el bien particular que es subjetivo que es lo que al individuo le parece que es bueno para él y el bien general que es subjetivo que es lo que en general es entendido como objetivo para todos los individuos que forman una comunidad política el bien particular es lo que prima lo que existe en la sociedad civil la sociedad civil lo que surge de ese pacto de la sociedad civil es una armonización de los intereses particulares pero que no pueden alcanzar ese aspecto un poco más universal más general más abarcante que es el bien general el bien la suma de bienes particulares no se convierte inmediatamente por la creación de una sociedad civil en bien general se convierte en bien general cuando hay una entidad que es el Estado que define una objetiva a través de una serie de leyes de disposiciones morales que definen definen objetivamente lo que es el bien general de la comunidad por lo tanto el bien general está vinculado al Estado lo justo está vinculado al Estado y lo que la justicia que se puede dar en casos particulares es de cierta forma una extensión del refrendo que le da el Estado por lo tanto el Estado no surge de lo particular no puede surgir de lo particular no puede surgir el Estado de la sociedad civil aunque tenga que existir una sociedad civil y no tiene que ver necesariamente la anulación de esos conflictos entre individuos con la aparición del Estado simplemente porque se solvente una disputa entre dos individuos no se crea un Estado una monarquía una democracia se crea se soluciona ese problema de conflicto a través de unos mecanismos de la sociedad civil como son los tribunales creados por el Estado que dan lugar a un acuerdo entre esos individuos de igual forma cuando se crea la sociedad civil se llega a un acuerdo que evita ese conflicto entre los individuos pero no hay nada que de continuidad constante y los conflictos pueden estar constantemente reapareciendo y se aplican las normas morales las normas éticas y todas esas normas que están en sí que no son todavía para sí que no son todavía ley de forma un poco laxa y puntualmente y no es hasta la aparición del Estado de los tribunales de la justicia cuando sí aparece objetivamente lo que es un bien general que se objetiva en leyes y quiere un poco más de definición además entiende que el Estado es universal lo particular no puede dar lugar a universal y en cuanto que universal el Estado es el sujeto protagonista de la historia que esto se explica a través de su idea de nuevo de realización del espíritu el espíritu absoluto que entiende incluso en términos ya casi teológicos se realiza concretamente para realizarse plenamente en un puesto y a su vez el pueblo se realiza con ese grado de racionalización progresivo se convierte en sí a para sí a través del Estado el espíritu absoluto es universal pero no está definido el pueblo es particular es la pura particularidad y a través del Estado ese pueblo adquiere universalidad el Estado es universal porque el Estado entra en contacto con otros pueblos y forma parte de ese desenfrentamiento de esa gran cosmogonía entre Estados que es la historia universal a partir de la cual evoluciona progresivamente la humanidad por lo tanto para Hegel la humanidad es lucha entre Estados es conflicto es antítesis es dialéctica entre Estados la dialéctica que da lugar al Estado que da lugar a la sociedad civil también da lugar en la historia universal precisamente a el progreso de la humanidad a través de la dialéctica del conflicto entre Estados en civilizaciones culturas podemos ver en cierta forma la prehistoria de esa idea de Samuel Huntington de el choque de civilizaciones el choque de civilizaciones que en Hegel era más concretamente choque de Estados choque de culturas choque de mentalidades la mentalidad occidental contra la mentalidad oriental y todo esto está también definido en cierta forma ya planteado en Hegel nada en lo ojo eso, por lo tanto si el Estado es el sujeto de la historia universal y los sujetos que definen esta historia universal son cada uno de los Estados que forman la humanidad en general y de su conflicto surge esta dialéctica que da lugar a la evolución y el progreso de la humanidad en general ¿cuál es el papel del individuo? pues el papel del individuo obviamente queda muy limitado el individuo está subeditado al Estado de hecho moralmente ya que la la ética y la moral proceden del Estado la ética se define sobre todo como deberes y deberes que fundamentalmente el individuo tiene con respecto al Estado y con respecto a sus semejantes a través del Estado el derecho subjetivo esa idea de que nosotros tenemos derechos procede del particularismo es donde surge la sociedad civil pero el deber la idea de que no tenemos solo derechos sino también deberes no surge con la sociedad civil según Hegel sino surge cuando el Estado nos impone unos deberes unas obligaciones morales legales que tenemos que cumplir por lo tanto el individuo es algo a través del Estado y a través del pueblo es algo culturalmente pero que procede de una cultura determinada un pueblo determinado tiene una lengua determinada está en una época histórica ese pueblo determinada y al mismo tiempo con respecto a esa historia universal forma parte de un pueblo y va a tener que luchar las guerras con las que se enfrenta ese Estado a otros Estados va a participar de la vida política de ese Estado y por lo tanto es en tanto que miembro de ese Estado es a partir podemos decir Hegel es Hegel porque Hegel es alemán Puyol es Puyol porque es catalán Aznar es Aznar porque es de Valladolid o porque es de Castilla y León o porque es de España de cierta forma esa sería la idea englobante de Hegel de que el individuo no es más que a través del grupo que le da origen por lo tanto esa idea de Hegel el individuo está totalmente supeditado al pueblo y a su manifestación política que es el Estado por lo tanto la voluntad del individuo aquí no pinta mucho el individuo tiene voluntad tiene libertad pero solo en la medida que lo que quiere incluso lo que desea sus propios ideales patrióticos están en función del Estado del pueblo la voluntad del individuo está motivada por sus creencias su propio contexto que le ha dado lugar su propia formación su propia educación todo lo que ha dado lugar a la mentalidad que se ha generado en ese contexto cultural étnico lingüístico y que hace que quiera unas cosas y no otras por lo tanto la propia voluntad está definida incluso por ese contexto y lo que quiere el individuo está definido por ese contexto del pueblo y del Estado y Hegel especifica esto con la idea de patriótica el patriotismo es esa idea de que el individuo quiere estar al servicio del Estado porque ha sido de cierta forma inculcado en esa ética derivada del Estado una serie de deberes que tiene que cumplir como parte de ese Estado por lo tanto el interés particular queda supeditado no solo al interés general del Estado sino que incluso Hegel entiende que no hay contradicción entre el interés particular y el interés del Estado hay una contradicción en la medida de que si hay intereses egoístas individuos particulares de funciones políticas concretas dentro de la vida política de un Estado eso lleva a crisis políticas lleva a la decadencia del sistema político y de ese Estado pero cuando el Estado funciona bien ese Estado el interés general del Estado está garantizando también los intereses particulares de los individuos de cierta forma no solo ya que el interés del individuo esté supeditado sino que entiende incluso que el interés particular del individuo está englobado dentro de ese interés general de ese bien general que busca el Estado para sus ciudadanos vamos a pasar esta serie de textos obviamente todas estas ideas van a dar lugar a una segunda cuestión que es un poco más peliaguda el individuo está supeditado al Estado pero ¿qué sucede por ejemplo con los individuos de carácter excepcional? lo que él llama el gran hombre lo cita como los héroes de una época esos individuos extraordinarios Alejandro Magno César el Kaiser Guillermo todos esos individuos Napoleón que de cierta forma marcan una época histórica y un periodo de la historia del pueblo y de un Estado ¿cómo se explican estos individuos? Hegel entiende que no son individuos que actúen por sí mismos ya que el individuo está supeditado al Estado está, está condicionado por su cultura por su pueblo sino que actúan aunque actúan a través de por intereses particulares egoístas actúan no obstante inconscientemente a favor de el desarrollo de ese espíritu del pueblo de la concretización de ese Estado ellos incluso deberían decir que están guiados inconscientemente aunque busquen sus fines egoístas particulares en caso de Alejandro Magno conquistar toda Asia y convertirse en el señor de prácticamente medio mundo conocido en el caso de Napoleón convertirse en emperador de toda Europa pues a pesar de esos fines egoístas dentro de ellos pues hay una un propósito racional que ellos el cual ellos no son ni siquiera conscientes que los guía hacia esa evolución de la historia de la humanidad y los convierte de sujetos particulares en lo que él llama sujeto universal el sujeto universal para Hegel es básicamente el líder en el cual una comunidad con el cual una comunidad se ha identificado y lo sigue y de hecho Hegel defiende una teoría bastante peculiar de por qué los pueblos los estados siguen a líderes políticos él dice que como son intérpretes como son están inspirados en cierta forma misteriosamente por el espíritu del pueblo que en cierta forma es una derivación del espíritu absoluto los individuos que también participan de ese espíritu del pueblo y de ese espíritu absoluto cuando ven al líder y cuando ven realizado el espíritu en el líder pues se sienten inmediatamente identificados con el líder y se dan cuenta que lo que quiere el líder lo que quiere el espíritu a través de él pues es lo que realmente quieren ellos y se sienten compelidos a obedecer sus mandatos pues una interpretación bastante peculiar y bastante metafísica del poder político del liderazgo político obviamente esta interpretación tan peculiar nos plantea una imagen bastante negativa bastante clara de cosas que han ocurrido posteriormente en la historia alemana figuras como por ejemplo el Führer el conductor el guía el líder del alemán que en ese periodo del gobierno nazi pues se convertía en una especie de intérprete de la voluntad del pueblo alemán intentando llevarlo a sus fines y al cual tendría que seguir como caudillo natural pues ese pueblo alemán por lo tanto hay una interpretación bastante bastante más afinada que en el caso de Rousseau en clave totalitaria de esta idea de Hegel del sujeto excepcional y del papel del individuo con respecto al Estado esa idea por un lado es su meditación total del individuo al Estado a la cultura al pueblo y por otro lado ese papel del líder del sujeto excepcional como prácticamente como sujeto inspirado casi mediúmicamente por el espíritu del pueblo y que por lo tanto está capacitado por esto para guiar ya la comunidad política como digo pues esa interpretación totalitaria es bastante afinada y posiblemente mucho de lo que impregnó la teoría idealista de la propia filosofía de la historia de Hegel en el propio pensamiento alemán está en la base precisamente de esa ideología que luego dará lugar a ese nacionalismo alemán y que tendrá su visión un poco más sangrienta en ese estado dictatorial que crearán los nazis por lo tanto vemos un poco una de las influencias más adyectas que puede tener a posteriori la filosofía hegeliana la historia como dijimos antes es una dialéctica de estados es una lucha de estados lo cual luego invierte Mars para Mars los estados no son importantes los estados serán instrumentos de opresión al igual que consideraba Rousseau y lo que interesa a Mars es la lucha entre clases sociales convertirá el proceso dialéctico de evolución de la historia a través de la lucha de estados en un proceso de evolución de la historia dialécticamente a través de la lucha de clases basado en otros principios en vez del principio del espíritu absoluto que planteaba Hegel como punto de partida lo que va a plantear Mars es un punto de partida materialista como va a ser la economía como base de la historia pero de esa concepción un poco teológica casi teleológica del espíritu que estaba en la base de la filosofía de la historia de Hegel y las síntesis sucesivas que van dando lugar en los distintos periodos históricos son fruto de esa lucha de estados o a veces de un plano más cultural de civilizaciones hay una lucha cultural la creación de una síntesis cultural una síntesis de ideas nuevas puede tener un aspecto cultural Hegel habla a veces que hay batallas en el plano de la cultura pero también obviamente hay batallas en el plano bélico real y hay luchas entre estados entre pueblos que también participan en este proceso de evolución de la historia en la cual pasamos del mundo oriental después al mundo griego el mundo griego a su vez que eran las concepciones sobre el individuo que luego el cristianismo acentúa dando un carácter más subjetivo a la idea del individuo y todo ello va a condicionar progresivamente en distintas fases el pensamiento europeo hasta llegar a la época de Hegel por lo tanto esa lucha tanto cultural como bélica va a estar en el germen de la historia universal y ese progreso constante hacia una mayor racionalidad la historia por tanto tiene un fin es teleología no teología teleología telos fin está dirigida hacia un fin y ese fin es el progreso de la racionalidad la racionalidad abstracta general absoluta que personificaba el espíritu absoluto tiene que realizarse a través de realizaciones prácticas y progresivamente no obstante esas realizaciones prácticas imperfectas se van perfeccionando y se van volviendo cada vez más racionales más universales hasta llegar a la figura del estado que se convierte en la plena expresión de esa racionalidad y en este sentido Hegel compara y contrapone los estados de la época de su época los estados-nación que son la plena expresión de ese espíritu del pueblo y esa racionalidad inmanente de la historia con los estados anteriores como por ejemplo el sacro imperio romano germánico en el cual había una mayor fragmentación de lo público y había una mayor confusión entre lo público y lo privado y no había ese carácter tan universalista que tenía el Estado que tendría el Estado en su época y un elemento importante es que lo que hemos visto ya al hablar de los individuos excepcionales es que los fines particulares conscientes no tienen que corresponderse con este fin general absoluto que tiene la historia de hecho a través de fines inconscientes que pueden ser puramente particulares puramente egoístas como los que tenían Alejandro Magno Julio César o Napoleón Bonaparte se puede realizar un fin que está subconscientemente no obstante en esas acciones y a través de esta racionalidad subconsciente que está en esas acciones que los individuos realizan conscientemente por otras motivaciones se va a dar lugar a un fin racional esto obviamente tiene claras evocaciones teológicas y de hecho Hegel lo deja meridianamente claro y perfectamente definido este fin inconsciente es providencia es esa fuerza que en la teología cristiana hacía que aunque los seres humanos quieran algo Dios dirija sus acciones en dirección a un fin que él busca y que los humanos no obstante cuando realizan algo no saben que sus acciones se dirigen hacia ese fin último que plantea Dios como fin de la historia lo que pasa es que Hegel plantea la providencia como espíritu absoluto y como razón la providencia es la manifestación del espíritu absoluto en la historia de la humanidad y como el espíritu absoluto es razón es racionalidad esa providencia tiene un carácter racional y lleva a una mayor racionalidad progresiva de la humanidad como el espíritu como la providencia es racional por lo tanto puede ser conocible de razón porque el hombre tiene razón por lo tanto el hombre a través de su razón participa de ese espíritu absoluto y por lo tanto puede entender ese fin último que rige la historia que es la providencia y de hecho para Hegel está todo muy claro porque de hecho entiende que la providencia eso que en la teología clásica era inconocible que estaba más allá del entendimiento humano puede ser perfectamente reconocible porque la providencia actúa funciona es básicamente dialéctica es dialéctica o sea la providencia es dialéctica por lo tanto si podemos entender la dialéctica a través de nuestra razón podemos entender dialécticamente la historia podemos entender la providencia el fin último de la historia que es lo que cree Hegel en cierta forma que ha conseguido que ha desentrañado el misterio de la providencia y al fin último que es una mayor racionalidad al que nos conduce directamente a la historia desde el principio de los tiempos hasta ese final de la historia de hecho este término final de la historia que dio lugar a ese libro de Fukuyama que había salido de cierto artículo bastante peculiar pues tiene una base hegeliana Fukuyama es un neo-hegeliano que crea esa idea de fin de la historia como como realización de ese fin racional de la historia de Hegel en cierta forma llevándolo al tema de la antítesis entre el bloque occidental y el bloque soviético y ese enfrentamiento esa tesis de antítesis que da lugar a una síntesis en la cual no obstante queda anulada la parte soviética la parte comunista bueno dejemos un poco lado a Fukuyama que es un autor bastante poco poco recomendable porque es un batiburillo realmente hay bastantes peculiaridades que no tienen mucho sentido para un historiador que les planteen esa idea de fin de historia que hay un momento en el cual se congela la evolución de la historia pues no tiene demasiado sentido no tiene demasiado sentido y no parece que Hegel incluso se ha planteado ni siquiera su época como ese fin de la historia que daría culminación a los tiempos y ya cerramos un poco Hegel diciendo un poco de las cuestiones que están un poco candentes en este pensamiento hegeliano problemáticas problemas que tiene el pensamiento de Hegel sobre todo la base dialéctica del pensamiento porque Hegel enfatiza mucho la racionalidad dice que el espíritu absoluto es racionalidad que la historia circula racionalmente y que la dialéctica ese método dialéctico esa dialéctica de sentimientos íntens es racional pero hay dificultades precisamente por ese carácter que tienen algunos puntos de la dialéctica para que conciliar esta énfasis en la racionalidad con algunos elementos que no son muy racionales como por ejemplo la acción la idea de que una acción realizada conscientemente con objetivos totalmente irracionales pueda no obstante tener inconscientemente una racionalidad de la cual los sujetos no son conscientes de cierta forma es trasplantar una idea de racionalidad un poco apiorísticamente a unos acontecimientos que no necesariamente tienen que tener ese carácter racional que solo se explican en esa teoría providencialista teleológica de Hegel y al mismo tiempo esa idea de que se pueden sostener ideas contradictorias simultáneamente y que se pueden armonizar a través de una síntesis en la cual quedan las dos anuladas al mismo tiempo que reconocidas que tampoco no parece muy aceptable que podamos defender que algo es verdadero y falso al mismo tiempo que es sí no al mismo tiempo y no parece muy aceptable racionalmente de hecho como digo pues en cierta forma aunque Hegel reclama la razón lo que está haciendo Hegel fundamentalmente con su dialéctica es intentar meter encajar dentro de la razón elementos del romanticismo que fundamentalmente incidían en lo contrario en una no racionalidad en cuestiones que no estaban definidas por un esquema lógico por un esquema que pudiéramos entender en términos puramente racionales cines objetivos y medios y por otro lado también la propia dialéctica como método tiene dificultades en su propia fundamentación lógica porque va contra un principio básico por lo menos en toda la lógica occidental que es el principio de no contradicción que está puesto ya desde Aristóteles al mismo tiempo esto da lugar a que la ética perdón la dialéctica hegeliana sea muy difícil de convertir en axiomas a la manera de la lógica tradicional es difícilmente axiomatizable ¿qué quiere decir esto? pues básicamente que cuando tenemos la lógica tenemos si A es B si B es C A es C por lo tanto todos la conclusión ya está contenida en parte en las premisas y por lo tanto es fácil llegar desde las premisas hasta la conclusión y de la conclusión retrotraernos a su vez a las premisas a través de la deducción unas premisas una conclusión o a través de la inducción una conclusión extraemos una premisa inicial pero en cambio en la dialéctica no ocurre esto tenemos una tesis una antítesis que son dos premisas en cierta forma y llegamos a una síntesis pero la síntesis puede ser una puede ser otra o puede ser otra ahí no hay nada que determine que la síntesis que va a resultar de esta armonización de estos dos principios contradictorios va a ser un resultado o va a ser otro por lo tanto no queda claro tampoco como podemos inductivamente desde la conclusión desde la síntesis llegar a alguna de las premisas iniciales por lo tanto es difícilmente enclavable en una lógica así logística y ello ha planteado la problemática de que realmente lo que está en la base de la dialéctica no es tanto un proceso lógico un proceso de inferencia como un procedimiento un procedimiento lógico un procedimiento de inferencia asimilatizable como un proceso psicológico proceso psicológico en el cual nuestra mente ante dos elementos contradictorios tiene que llegar a una solución para evitar pocos que nos rompan los esquemas y no sepamos cómo actuar de hecho la moderna psicología cognitiva ha llegado a definir algo muy similar a esto esta idea de dialéctica que es el llamado un llamado un proceso psicológico es el llamado proceso de disonancia cognitiva en el cual hay dos percepciones contradictorias de la realidad a las cuales no podemos renunciar y que se nos hacen igualmente presentes y por lo tanto para solucionar esta contradicción para establecer un poco la coherencia de la realidad llegamos a una tercera conclusión en la cual planteamos una hipótesis que se soluciona ambos que nos permite aceptar ambas premisas esto obviamente es muy parecido a la dialéctica pero no es un proceso de inferencia lógica es un proceso psicológico de salvar las contradicciones que encontramos en la realidad y otra adjeción en este sentido es que la dialéctica en su sentido clásico incluso en su sentido medieval no era planteada como un procedimiento lógico sino que era más bien planteada como un procedimiento retórico para defenderse un discurso retóricamente en la asamblea o bien defender una posición en un debate académico a través de contraatacar los argumentos del contrario planteando esto y de hecho en tantos diálogos platónicos en el método socrático la dialéctica socrática como en el método de la escolástica medieval que era el disputatio se hacía muy presente esta dialéctica pero fundamentalmente como un método discursivo como un método de exposición de los propios argumentos pero no en sí como proceso de inferencia lógica lo que se utilizaba en el método platónico el diálogo platónico o la disputatio medieval era fundamentalmente inducción y deducción es expresado no obstante retóricamente discursivamente a través de ese molde formativo formal de la dialéctica plantear dos posibilidades y una tercera posibilidad que armonice estas influencias posteriores ya cerrando esto de Hegel muy claro hemos visto a lo largo de toda la exposición el idealismo en el marxismo se invierte esa idea de idealismo dialéctico en materialismo dialéctico se convierte por un lado de pasar del espíritu como motor de la historia a la economía como motor de la historia y luego otro otra influencia en nacionalismo nacionalismo todo el pensamiento nacionalista sobre todo en nacionalismo organicista que no se basa tanto en entender el estado de la nación como una agregación de ciudadanos sino como a su vez el ciudadano como resultado de una nación las corrientes historicistas alemanas que también tendrán mucha influencia esta teología de la historia que aplica Hegel incluso la teoría antropológica su teoría la teoría del Fallgeist se convertirá a su vez en el particularismo cultural que desarrollará que trasplantará a Estados Unidos Boas y que dará lugar en la teoría antropológica actual a la idea de relativismo cultural que tenemos actualmente e influencia en más subgéneres en todos los campos en la literatura y en otros aspectos como por ejemplo el psicoanálisis que la propia idea de id ego y superego como síntesis pues no deja de tener un carácter dialéctico en el propio Freud o más claramente en la antropología incluso corrientes como por ejemplo el estudiolismo de Lévi-Strauss que a pesar de que Lévi-Strauss diga que su inspiración es Marx pues cuando vemos las oposiciones binarias y las soluciones que salvan las contradicciones entre oposiciones binarias pues nos recuerda más casi directamente a la dialéctica de Hegel que a la propia dialéctica en la versión de Marx por lo tanto influencias de Hegel todas las que podamos vernos y sobre todo muy claramente en su contextual alemán donde siendo un autor difícil de comprender pues va a tener incluso mal entendido mal comprendido pues sus ecos posteriores incluso que llevarán a algunas ideas por ejemplo como las de los nazis durante la época la época de la primera guerra la segunda guerra mundial perdón y bueno aquí cerramos y el próximo día continuaremos con el tradicionalismo y el conservadurismo viendo la figura de Burke y los representantes del tradicionalismo de Mestre y de Marx y sobre todo de Doná