Bueno, pues vamos a continuar con el tema 3A de la Revolución Copernicana, que nos habíamos quedado el martes pasado, viendo este punto 4 de las ventajas del modelo heliocéntrico frente a las visiones anteriores geocentristas. Entonces decíamos, esta es la última diapositiva que vimos el otro día, que el modelo copernicano explica muy bien las retrogradaciones sin necesidad de introducir hipótesis ad hoc, como era la idea de los epiciclos y de los secuantes. En el caso del modelo tolemaico o las hipépodas, las múltiples esferas anidadas, con giros, cruzados, que era como explicaba el modelo de Eudoxo y de Aristóteles las relaciones con las curvas aquellas que llamábamos hipópedas. Desde la Tierra, ya lo decía el otro día, nosotros lo que vamos a ver, tenemos que tener en cuenta que desde el modelo copernicano, la Tierra está situada en el interior de la órbita marciana. Aquí tenemos la Tierra situada en su órbita girando alrededor del Sol y aquí tenemos a Marte girando en su órbita alrededor del Sol. Como Marte está más lejos del Sol, es fácil entender que tarde más en dar la vuelta, con lo cual la Tierra va a dar más vueltas en el mismo tiempo que Marte. Entonces, conforme la Tierra va avanzando en su órbita y Marte va avanzando en su órbita, hay momentos en los que la Tierra adelanta a Marte. Aquí, cuando lo estamos viendo, la Tierra está en esta posición. Marte está en esta posición. Nosotros la vemos en el fondo del Zodíaco, la habíamos situado en una determinada posición. Recordad que os decía el otro día que nosotros no vemos la posición real de un astro, sino que vemos su proyección en el fondo de las estrellas fijas. Si las estrellas están aquí, aquí tenemos por ejemplo una constelación y aquí tenemos otra, pues nosotros aquí decimos que Marte está o aquí otra. Decimos que cuando primero Marte está en esta constelación, luego está en esta y luego está en esta. Con lo cual... Con lo cual aparentemente Marte está retrocediendo. Cuando nosotros vemos eso en un montón de visiones, no solo esas tres de antes, sino toda una órbita terrestre, cuando la Tierra está aquí y vemos Marte... la vemos en esta posición. Cuando la Tierra avanza un poco, Marte avanza un poquito menos y entonces desde la Tierra nosotros veríamos Marte en esta posición. Y va a llegar el momento en el que vamos a empezar a adelantar a Marte. Todavía en esta posición, en la tercera, Marte está por aquí. Cuando la Tierra está aquí y Marte está en la cuarta posición, ya la distancia con respecto al anterior se ha frenado. Y para el siguiente, le vamos a ver ligeramente, me prende salto de línea en esta posición. Cuando la Tierra adelanta a Marte, le vemos atrasado y hay un momento en el que Marte va quedando cada vez más atrás. Pero vuelve a llegar un punto en el que Marte vuelve, no las que Marte adelante a la Tierra, sino que la Tierra ya está cogiendo esta otra. Y Marte todavía sigue avanzando en su órbita externa. Entonces, ¿cuál es la visión desde la Tierra? La visión desde la Tierra es esto. Marte va haciendo así, cuando lo vamos viendo por la noche, hace esto, hace así y hace así. Esa es la retrogradación de Marte vista desde la Tierra. Esta es la forma realista de explicar la retrogradación de Marte, cosa que desde el modelo tolemaico no se podía justificar. Había que inventarse los epiciclos, ajustarlos de tamaño, ajustarlos de velocidad. Sin embargo, de esta forma se explica de forma sencilla la retrogradación de Marte. También explica las retrogradaciones de los planetas interiores. Los planetas interiores, como ahora, en vez de estar hablando de Marte, estamos hablando de Venus. Venus está más dentro de la órbita terrestre, no por fuera de la órbita terrestre. Entonces aquí lo que pasa es lo contrario. Aquí es Venus el que nos adelanta. Entonces cuando estamos hablando de Marte, cuando estamos en la Tierra, en este sitio, Nosotros vemos Venus en esta posición y lo veríamos sobre el fondo de las estrellas puesto aquí. Cuando la Tierra va avanzando, vamos viéndole en 2, en 3, que sería su movimiento natural, pero luego de golpe como que retrocede y da esta vuelta. Entonces aquí Venus lo que hace es así, así, y llega un momento en el que hace su desretrogradación. Retrogradación, que es esta, y luego está aquí. Si os dais cuenta la retrogradación es un bucle mucho más grande que el de Marte. ¿Por qué? Porque está más cerca y además está en el interior. Entonces lo observado es que la retrogradación de Marte es... Hay más retrogradaciones que Venus y son más pequeñas. Y esto se explica de una forma fácil a través del modelo heliocéntrico. Lo explica sin ningún tipo de artificio. también explica que la retrogradación de Marte sea más grande que la de Júpiter porque Júpiter está más lejos si estuviéramos analizando Marte que es Marte que estaría por aquí estaríamos viendo una retrogradación más grande, la retrogradación de Venus es más pequeña si nos vamos a Saturno sería más pequeña todavía si nos vamos a Urano sería más pequeña todavía entonces los planetas cuanto más cercanos retrogradaciones más grandes cuanto más lejanos retrogradaciones más pequeñas y más frecuentes y cuanto más al interior más grandes todavía esto lo explicaba sin añadir ninguna cosa excepcional al modelo inicial simplemente el modelo sencillo de órbitas concéntricas con el Sol centrado lo explicaba sencillamente ¿Vale? También aclaraba sin artificios por qué los planetas superiores, es decir, los que están más hacia afuera de la Tierra, como Marte, Júpiter o Saturno, brillan más cuando están cerca de la oposición al Sol que cuando están cerca de la conjunción. ¿Vale? ¿Qué es la oposición y la conjunción? Pues os lo cuento y lo vemos también en un esquema de ese estilo. Se dice que un planeta está en oposición al Sol cuando está en sentido opuesto al Sol. O sea, si yo veo un planeta por ahí y sé que el Sol está justo a mi espalda, ¿vale? Eso es oposición. En conjunción es cuando los veo más o menos juntos, ¿vale? Cuando estoy viéndolos juntos. Entonces Marte se puede ver de noche porque está en oposición y se le puede ver de día si está cerca de él. ¿Vale? Entonces se había observado que los planetas exteriores... Marte, Júpiter, etc., brillaban más, es decir, eran más grandes cuando estaban en oposición que en la conjunción. Y con el modelo tolemaico había que inventarse también artificios de tipo epiciclos, más grandes, más pequeños, más lentos, etc. Entonces, fijaros, esto es Marte, esto es el Sol, esta es la Tierra. Cuando desde la Tierra vemos Marte aquí, cuando Marte está aquí, nosotros le estamos viendo en oposición al Sol. Es decir, tenemos el Sol a nuestra espalda y Marte hacia el otro lado, lo podemos ver de noche. Eso es Marte en oposición. Esto es Marte en conjunción. Cuando la Tierra está aquí, nosotros vemos el Sol y cerca vemos Marte. De hecho, nosotros veríamos Marte en oposición. Y aquí vemos aquí el Sol. Si nosotros miramos, veríamos el Sol más o menos por aquí. Y Marte, más o menos por aquí. Lo veríamos cerca el uno del otro. Entonces, cuando nosotros tenemos Marte en oposición, estamos más cerca de Marte que cuando estamos en conjunción, que estamos muy lejos de Marte. Entonces, por esa razón, cuando está Marte en oposición se ve más brillante, más grande, que cuando está en conjunción, simplemente porque está más lejos de nosotros. Marte siempre está igual de lejos del Sol, o más o menos, porque la órbita es elíptica, pero no está siempre igual de cerca de la Tierra. Daros cuenta, cuando está aquí está relativamente cerca, pero cuando está aquí está casi lo más lejos que puede. Por esa razón se ve en el Sol más brillante. Para Ptolomeo había que ajustar los epiciclos. De esta manera no hay que ajustar nada, es inmediato. esto es lo que os decía Marte siempre está a la misma distancia del Sol aunque un pelín más, un pelín menos por la órbita elíptica aunque no lo sabía Copérnico pero cuando Marte está cerca del Sol porque está próxima a la conjunción esta parte de allí perdón, sí, lo he dicho bien nosotros la vemos más lejos de nosotros porque está más lejos de nosotros ¿vale? el Sol siempre está igual pero está más cerca de la Tierra o está más lejos de la Tierra por eso se ve más brillante o se ve menos brillante cuando lo explicaba Ptolomeo tenía que explicarlo aduciendo que los epiciclos acercaban Marte o alejaban Marte porque fijaros, del Sol siempre estaba a la misma distancia porque estaban colocados en órbitas entonces fijaros, esto es una imagen aquí estaría Marte en ese punto central de Marte Marte en conjunción, ya veis que está muy cerquita del Sol, sería la representación de este Marte. Desde aquí vemos el Sol y Marte, le veríamos pequeñito. Y sin embargo, aquí tenemos Marte en oposición. Este es Marte y el Sol estaría a nuestra espalda, al otro lado de la Tierra, por eso es de noche y por eso lo podemos ver. A ver, aquí Marte sería en esta forma, en conjunción, tendríamos Marte por delante y el Sol por detrás, por eso le podemos ver de noche y le veríamos más grande. Cuando se ven los brillos relativos, en toda esta explicación que lo pone, te dice que en esta tiene menos brillo relativo y en esta tiene más brillo relativo. Entonces, esta explicación no requiere de artificios, es automática a partir del modelo, se deriva. Se deriva con sencillez del modelo. Por eso seguimos viendo las ventajas del modelo heliocentrónico. Ya como curiosidad, el 11 de mayo de 2011, fijaros qué conjunción de planetas hubo. el sol está saliendo por aquí vale el sol está en conjunción casi con marte como júpiter convenios y con mergullo están todos hay opinión estarían todos desde la tierra según vemos el sol todos estarían justo al otro lado de la órbita terrestre al otro lado del sol por eso se ven todos ahí amontonados es una curiosidad también explica el modelo copernicano siguiendo con las retrogradaciones y sin sin añadir artificios la distinta orientación de los retras de los de las retrogradaciones vale los planetas superiores marte júpiter saturno siempre retrograda en oposición es decir siempre retrograda con el sol de espaldas a nosotros y sin embargo los interiores como venus o mercurio que estaría un poco más dentro siempre van a retrograda en conjunción porque siempre lo van a hacer cuando la tierra está al otro lado de la orden Entonces las retrogradaciones siempre van a ser más grandes y en conjunción. Y aquí las retrogradaciones van a ser más pequeñas y en oposición. Porque es cuando uno de los planetas adelanta al otro, que es cuando se producen las retrogradaciones. Siguiendo con las ventajas del modelo heliocéntrico, también explica con sencillez y sin introducir artificios que Tolomeo introdujo uno. La verdad es que más inventado casi no puede sonar. Explica con sencillez por qué Venus y Mercurio nunca se ven alejados del Sol. Venus y Mercurio siempre se ven cercanos al Sol. Siempre están cerca de la conjunción del Sol. Sin embargo, Marte, Júpiter y Saturno nosotros los podemos ver tanto de día cerca del Sol en conjunción como de noche completamente opuestos al Sol en oposición. El Ptolomeo lo permitía haciendo un artificio que era engarzando los epiciclos del Sol y el de Venus. Por eso lo permitía, fijaros. Según Ptolomeo, ¿vale? Este es el sistema de Ptolomeo. El Sol, la Tierra está en el centro, desplazada del centro del todo, ¿vale? Recordar que estaba situado un poco desplazada del centro. Dentro, esta es la Tierra, este es el Sol y esto es Venus. Entonces, este es el epiciclo de Venus. Para Ptolomeo, el Sol, perdón, Venus, se puede ver en oposición al Sol. Yo tengo Venus a un lado y a mi espalda el Sol, cosa que jamás ocurre. Esto no ocurre nunca, ¿vale? Si engarzas los epiciclos, que es lo que se inventó, o sea, uniendo el centro del epiciclo del Sol. Con el centro del epiciclo de Venus, entonces, como están enganchados, siempre tienen que ir unidos, con lo cual, desde este punto de vista, Ptolomeo explicaba por qué nunca se veía Venus en oposición al Sol, sino siempre en conjunción. Sin embargo, desde el punto de vista de Copérnico, Venus y Mercurio, que estaría un poco más dentro, solamente se puede ver en conjunción. Fijaros, esté la Tierra donde esté con respecto a Venus, siempre está cerca del Sol. Si yo estoy en la Tierra, veo el Sol aquí, si Venus está aquí, le veo relativamente cerca. Si Venus está aquí, le veo súper cerca. Si Venus está aquí, le veo cerca. Siempre le veo orientado, esto sería una V, ¿vale? Siempre le veo cercano al Sol. Sin embargo, Marte sí le puedo ver al otro lado. Cuando Marte está aquí, le veo en oposición al Sol y cuando Marte está aquí, le veo en conjunción al Sol. Eso es lo que ocurre en la realidad. En la realidad sí se puede ver Marte opuesto o en conjunción, pero Venus solamente se puede ver en conjunción. Inexplicable con el modelo de Ptolomeo, salvo que se inventara como hizo el engarce del epiciclo del Sol con el epiciclo de Venus. Esta razón de que Venus siempre se vea cerca del Sol es lo que hace que se le llame el lucero del alba o el lucero del atardecer. Venus siempre la vemos a primera hora de la mañana cuando el Sol todavía no ha roto y todavía se ven algunas de las escenas. En las estrellas se suele ver Venus o se suele ver a última hora de la tarde cuando se está poniendo el Sol y todavía no se ha metido también Venus detrás del Sol. Siguiendo con las ventajas del modelo heliocéntrico, también determina sin ambigüedad y sin hipótesis añadidas el orden y el tamaño relativo de las órbitas de los planetas, algo que para Ptolomeo era arbitrario por completo. Ptolomeo estableció el orden. Mercurio se ve menos. El que más se ve es Venus porque es más grande y brilla más, pero se le debería ver. Lo que pasa es que es más difícil darse cuenta de que es Mercurio y no una estrella. Pero Venus brilla muchísimo. Cuando al atardecer veáis una estrella muy clara justo cerca de donde se está poniendo el Sol, es Venus viejo. Mercurio estará cerca, pero como es más pequeñito es muy fácil que pase desapercibido y no le veamos. Además también como está muy cerca muchas veces le pillamos detrás. ¿Vale? Porque está muy cerca y le pillas detrás y entonces no le ves. Le verías siempre tan cerca al Sol que el propio brillo del Sol se lo come y no te deja ver. Pero sí se debería ver. Con un telescopio se ve. Igual que se ve perfectamente en Júpiter y Saturno. Se han estado viendo este año, desde el verano, los dos juntitos, ¿vale? Y se ha visto perfectamente hace unos meses cómo ha adelantado uno al otro. Yo los he estado siguiendo desde este verano, fijándome cada noche y cómo iban estando cada vez más hacia, cada noche, más hacia el este, a la misma hora, pero cómo se iban juntando entre ellos. Ha sido un año muy bonito para ver Júpiter y Saturno. Tardaremos en poder volver a ver lo mismo. Entonces, lo que os decía, los tamaños, Ptolomeo, los tamaños de las órbitas y las posiciones de los planetas, las eligió un poco a capricho, ¿vale? Porque, No tenía una razón clara para determinar cuál estaba antes y cuál estaba después, de lejos, porque con los epiciclos tú le podías acercar o le podías alejar, entonces casi podías hacer lo que te diera la gana. Sin embargo, según el modelo copernicano, sólo había una forma de estar colocados los planetas por las duraciones de sus años y por el hecho de que unos adelantaban a otros, no había otra forma de colocarlos. Entonces, Copérnico no calculó el radio de las órbitas, pero apuntó, dejó claro que según su modelo se podía hacer. Kepler lo hizo unos 60 años después. Seguimos con la ventaja. Aunque el libro de Copérnico era muy matemático, no tan realista desde un punto de vista físico como a lo mejor le habría gustado a Aristóteles, sino más desde... el punto de vista un poco idealista del neoplatonismo resucitado por el humanismo, no necesitaba artificios geométricos como los secuantes. Cuenta una leyenda, aunque hay quien la desmiente, que Alfonso X el Sabio, cuando le explicaron el modelo de Ptolomeo, dijo algo así como si Dios Todopoderoso me hubiera consultado en el comienzo de la creación, yo le habría aconsejado algo más sencillito. Como diciendo, madre del amor hermoso, la de cosas que hay que añadir para explicar, para salvar las apariencias, recordar el enfoque platónico de salvar las apariencias, es decir, de explicar con modelos sencillos y circulares, explicar las aparentes irregularidades del universo. El enfoque copernicano de órbitas circulares le permitía mantener la idea del movimiento circular uniforme, que es el ideal platónico, y desechar los cambios de velocidad con la utilización de los ecuantes que introducía Tolomeo para explicar la diferente duración de las estaciones. Por la necesidad de descentrar la posición del Sol, no la del Sol, sino la de la Tierra en su día, para poder explicar las órbitas. Entonces, la simplicidad del modelo copernicano, en un principio, era mucho más grande que la otra. La de Tolomeo. Tolomeo llegó a introducir hasta 70 epiciclos en total. el modelo de Eudoxo Aristóteles tenía 55 esferas, con sus esferas y sus contrasferas. Es decir, era una locura. Y el modelo inicial de Copérnico necesitaba simplemente una órbita por planeta y una más para la Luna. Fin. Con lo cual, en principio, y digo en principio, era muy sencillo. Pero también tenía problemas, ¿vale? También tenían sus problemas. Uno era quizá el que más hizo que costara aceptar el enfoque copernicano, que era la rotación de la Tierra. Desde el modelo copernicano tenía una Tierra central, pero la Tierra central, recordad, perdón, un Sol central y la Tierra estaba girando. En el modelo de Ptolomeo la Tierra está en el centro quieta, ¿vale? Pero en el modelo de Copérnico la Tierra... La Tierra está en una órbita que da vueltas alrededor del Sol y además da vueltas sobre sí misma. El movimiento de la Tierra, el actual, el que conocemos, es de 107.244 kilómetros por hora alrededor del Sol y de 1.674 kilómetros por hora en la superficie de la Tierra por el giro. Ahora mismo nosotros nos estamos moviendo a 1.674 kilómetros por hora por las vueltas que da la Tierra sobre sí misma y a 107.244 kilómetros por hora por las vueltas que da alrededor del Sol. ¿Vale? ¿Recordáis lo que decían en la Edad Media? ¿Y las nubes y los pájaros no se van para atrás? ¿Y no lo notamos? ¿Vale? Nos parecería que estamos alcanzando, lo veríamos todo como acelerado, la posición de las estrellas las veríamos corridas. Entonces, la explicación no caía por su propio peso. De hecho, hasta Galileo que lo demuestra, que sí que se puede. Esto es el... ...el principal... escollo de la teoría copernicana además de que no lo notáramos que la tierra gira es incompatible con la física aceptada en el momento, con la física de los movimientos naturales de Aristóteles de que la tierra como está hecha de tierra, de material tierra, de los cuatro elementos como es elemento más pesado, tiende al centro del universo y es una vez que ha llegado al centro del universo, que es donde está se ha quedado fija y ya no se mueve entonces si el concepto de movimiento de la tierra o sea, si el concepto de movimiento natural anclado desde mil y pico años antes, dos mil años desde Aristóteles está tan profundamente arraigado que eso de que la tierra se mueva en el aire, en el cosmos era como ¿qué me estáis contando? si tuviéramos alguna prueba como que se moviera o no notáramos, vale, pero ¿qué? Y luego había pasajes de la Biblia, claro que en el momento eran clarísimos y eran de un peso profundo. Sale el sol, se pone el sol y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. No era en sentido figurado, era literal. Entonces tenemos una cosmovisión vigente, Tierra central desde la época de Aristóteles. Un movimiento natural que la Tierra está inmóvil en el centro. Pasajes bíblicos que nos dicen que el sol se mueve. Pues entonces, claro, aceptar el movimiento de la Tierra alrededor del sol parecía complicado. Harían falta pruebas. Otro problema que tenía el modelo copernicano. Era el paralaje con las estrellas. El paralaje es el distinto ángulo con el que se observa un objeto visto desde dos sitios. Lo que decíamos de cómo mide la posición de la Luna, viéndola desde dos sitios, o como si uno pone el dedo y mira con un ojo y con el otro ojo, ve dos ángulos diferentes. Entonces, si yo estoy en un punto y veo las estrellas fijas, y me muevo y miro las estrellas fijas, se tiene que haber formado un ángulo. Si la Tierra está aquí, y yo tengo una estrella, y la Tierra está girando, y luego está aquí, miro la misma estrella, yo debería percibir este ángulo. Este ángulo sería el paralaje. Entonces, si la Tierra se está moviendo, se tiene que ver. ¿Cómo lo explicaba Copérnico? Copérnico decía que el paralaje... era despreciable porque las estrellas estaban tremendamente lejos. No muy lejos, sino tremendamente lejos. Ptolomeo afirmaba que la Tierra era a la capa de las estrellas fijas del universo como el centro de una esfera a su superficie. Pero, para eliminar el paralaje que se debía ver si la Tierra estaba girando, lo que tenía que ser despreciable era el radio de la órbita terrestre. O sea, la distancia de la Tierra al Sol tenía que ser despreciable comparado con el tamaño del universo. Es decir, estamos hablando de un universo muy grande para poderlo explicar desde un punto de vista religioso. ¿Para qué va Dios a hacer un universo tan grande para una Tierra tan pequeña? Entonces, seguía habiendo un problema que explicar. Y era aceptar que el universo era demasiado grande, lo que en esta época suponía un problema bastante importante. Entonces, ¿qué ocurre? Que conforme empiezan a tomar mediciones más precisas, empiezan a hacer mediciones y a comparar con las mediciones que existían, resulta que Copérnico tiene que empezar a introducir epiciclos. Copérnico tiene que empezar a situar a los planetas en sus órbitas en pequeños epiciclos, epicicletes o epicicletos, les llamaron como epiciclitos, pero en italiano, para poder justificar las mediciones. ¿Por qué? Porque estaba empeñado en que las órbitas eran circulares. ¿Qué ocurre? Que si las órbitas crees que son circulares y en realidad, como sabemos hoy, son elípticas, pues no hay manera de cuadrarlo. ¿Por qué no daban el paso a pensar que era una elipse? Porque no es el movimiento puro y seguíamos con el convencimiento del movimiento puro circular, la velocidad constante, etcétera, etcétera. Entonces, todo lo que se saliera de ahí no cabía en la cabeza. Entonces se empieza a introducir epiciclos menores, empieza a introducir pequeñas excéntricas para poder generar órbitas ovaladas con elementos no uniformes a partir de un verdadero movimiento uniforme y órbitas circulares. El mismo truco que hacía Ptolomeo. Llega un momento en el que el modelo de Copérnico ya no era más simple que el de Ptolomeo y ya no hacía mejores predicciones porque el modelo de Ptolomeo lo cuadraba. Daros cuenta que el modelo de Ptolomeo se había ido mejorando, modificando los valores para adaptarse a las observaciones, con lo cual estaba hecho apropiado. A propósito, no era suficientemente preciso el modelo de Copérnico. No era más preciso que el de Ptolomeo y ya no era más sencillo que el de Ptolomeo. Es decir, la supuesta mejora que tenía desde el punto de vista de la predicción y de la sencillez, resultaba que tampoco era una ventaja tan grande. Ahora, encima Copérnico introduce un tercer movimiento de la Tierra, aparte del de rotación y el de traslación, porque como sabemos que el eje de rotación terrestre siempre está indicado, inclinado, apuntando a la estrella polar, pues para mantener constante ese eje, pensando que la Tierra está engarzada en la órbita como si fuera un rodamiento, ¿vale? Estaría una fortaleza. De alguna forma, engarzado de alguna forma, no estaba flotando, por así decirlo, en el universo, sino que estaba engranado de alguna manera a algo material, entonces necesitaba un tipo de movimiento que mantuviera siempre... Estuviera en la posición que estuviera de la Tierra el eje terrestre orientado hacia la estrella polar. Entonces, claro, ya el modelo de Copérnico con todas las modificaciones tenía ventajas y tenía inconvenientes. Entonces, las ventajas se van a demostrar verdaderas y los inconvenientes los va a resolver Kepler en su mayor parte y va a explicar muchas de las razones Galileo y luego lo va a concretar absolutamente todo Newton. Entonces, vamos a pasar al siguiente tema a ver cómo Kepler arregla todos estos ajustes ad hoc que hizo Copérnico para mantenerlos. Teniendo el modelo heliocéntrico, explicar bien las observaciones.