El siglo XIX es un siglo en el que todavía conviven los estilos artísticos tradicionales, los académicos, el academicismo, el neoclasicismo. Goya vive todavía, por ejemplo. Tenemos artistas de los últimos grandes, podríamos decir. Nos encontramos con el neoclasicismo y nos encontramos una nueva situación que tiene que ver en parte con los materiales que resultan de la revolución industrial. La aparición del hierro, del hormigón armado... Ese tipo de materiales naturalmente van a conformar y van a diseñar y van a dar resultado. Y van a dar respuesta a unas necesidades diferentes. Se van a construir puentes, se van a construir vías de ferrocarril, se van a construir estaciones de tren... Con ese material de nuevo común, podríamos decir. Y vamos a encontrar esa tendencia de elementos todavía más clásicos con los de última generación. Vamos a encontrar cómo lo que yo digo siempre siempre es que el neoclasicismo es un material de la revolución industrial anterior lo comentaba, que lo tradicional no desaparece una noche y al día siguiente nos encontramos con un estilo completamente nuevo, sino que van a pervivir, van a permanecer los dos momentos. Entonces nos vamos a encontrar con que en un determinado edificio, en una determinada situación, vamos a... Vamos a ir viendo cómo se van forjando estilos, cómo las ciudades... Fijaos, la revolución industrial tiene un efecto sobre la ciudad. Y es que de repente se produce un éxodo del campo a la ciudad, ¿verdad? Al calor y al... Por la necesidad que hay, porque el campo no da de comer, por la necesidad que hay para cubrir la mano de obra de las fábricas. Y se produce más una situación de insalubridad. Y hay que dar respuesta como buenamente se pueda. Surgen nuevas necesidades, surgen realidades distintas, hacen falta hospitales, hacen falta bibliotecas, hacen falta una serie de infraestructuras de las que hay de dotada la ciudad, porque la realidad es otra. Entonces, yo os invito a que pensemos en la circunstancia histórica, la realidad en la que tenemos y cómo el arte, la historia del arte va a ir dando respuesta, porque aquí lo que hace es dar una respuesta, práctica, en soltar una arquitectura a una realidad, a una circunstancia. Y que va a ir utilizando esas necesidades, esos materiales que se adaptan y que son más adecuados para esta nueva realidad. Yo siempre digo que el hecho histórico para nosotros es vital. Vital. No sería normal. No sería normal. Y luego vamos a ver cómo todavía en los primeros momentos el arte está al servicio del poder, como tradicionalmente ha ocurrido, como ocurre en el nacimiento, como ocurre en el barroco y como ocurre en todo el siglo XVIII y sobre todo a partir del XIX. Vamos a ir viendo, es muy curioso, o sea, es algo más natural, muy entretenida, muy práctica, muy de lógica, o sea, muy de decir, pues claro, que no podía ser de otra manera. ¿Cómo se empiezan a levantar edificios en vertical? ¿Cómo la aparición del ascensor lupa? De repente enciende todo una gama de oportunidades mutales, ¿no? Pues no, pues no. ¿Cómo empieza a surgir Estados Unidos que se independiza y cómo ellos empiezan a querer forjar su identidad, las señas que los identifican? Bueno, vamos a ir viendo determinadas situaciones. Situaciones curiosas, vamos a ver el romanticismo, vamos a ir viendo… Y vamos a asistir al último momento. Anteriormente en la clase del nacimiento decíamos que lo que se empieza a forjar en el nacimiento, la representación de la realidad, de la tridimensionalidad, eso va a mantenerse hasta el caso. Pues nosotros vamos a asistir al momento último de esta tridimensionalidad, que es el impresionismo. Vamos a asistir al momento de tres… Después ya vendrá en la vanguardia, vendrá Picasso y apostará por otra tendencia porque lo de Picasso es una persona absolutamente creativa con una capacidad brutal, independientemente de gustos, pero la situación es la que es y está en la historia del arte porque verdaderamente rompe, porque es un referente potentísimo. Entonces vamos a asistir a la disolución… Perdón, al último momento de la tridimensionalidad, vamos a asistir al momento antes de la disolución de la tercera dimensión. O sea que vamos a cabalgar por un primer momento neoclásico, vamos a ir viendo luego los momentos más románticos, la vuelta a la Edad Media, vamos a ir viendo lo que va pasando. Como digo, es una asignatura muy entretenida. Yo creo… No, estoy segura, nunca nadie ha sostenido, nunca nadie. Porque es una asignatura muy entretenida. Es fácil de abarcar, es… Como digo, es cuestión de muchos, la mayor parte de las veces, que os hacen amanecer naturalmente, pero es muy de lógica. Muy, muy, muy de lógica. Entonces uno se enfrenta a ella con normalidad, el libro acompaña, yo siempre hago resúmenes, ya sabéis, los que ya me conocéis, pues ya sabéis, es un resumen de los libros y Es un resumen de los libros que, en este caso, de Renacimiento, pues sí que ha ampliado y de barroco también, porque me parece que os ayuda mucho, pero en estas no, porque son… Es un siglo, realmente, ¿no? O sea que yo os invito a aprender, a disfrutar, a pasarlo bien y a… Y al que sea una asignatura de las que uno aprueba con comodidad. Como digo, nadie nunca… Es verdad que hay más matrículas en 20 que en 19, pero… Pero si hay matrículas también tengo que decirlo paradójicamente porque uno llega aquí al siglo XX y uno se encuentra así con las uñas así hasta que ya uno va soltando, aflojando amarras y tal pero pero nunca y sois todos iguales de buenos os invito a que lo disfrutéis pero que veáis que no es una asignatura exagerada es muy muy llevadera y muy fácil de entender así que nos vamos a poner a ello, vamos a dar la introducción yo creo que con esta asignatura vamos relativamente bien de tiempo porque ya digo que es mucho más sencilla por cierto, el lunes que viene hay clase hay sí, sí, hay pues no vamos a ver nos vamos después ah, qué bien qué bien, bueno pues como la clase se graba después ya después ya la veis pero que hay clase, yo informo que hay clase o sea que ¿cómo? sí, sí, a mí me pasa lo mismo entre que además no oigo tengo que confesar que no oigo todo bien la de hoy sí, sí, yo vengo yo ralo, o sea yo, para mí es es un día normal y venga quien venga, aunque no tenga nadie, tengo que dar la clase y la grabaré igualmente. O sea, que no hay… Lo que deberían informarnos es qué clase hay, que no hay puente. A diferencia de Renacimiento, que a lo mejor sí que hay que dar una clase extra, como siempre, porque no… El año pasado no creo que hubo que dar alguna, porque no nos daba la vida. Sí, en esta normalmente no. Nos queda tiempo después para repasar, porque esa es una… A mí siempre me gusta, en la última clase por lo menos, darla de repaso para que fiancéis, para que actualicéis lo que a lo mejor lleváis más tiempo sin mirar. Bueno, pues como porozón, ¿no? Para que vaya un poco como rematada la asignatura. Con lo cual, yo creo que no habrá que dar… Bueno, creo que nunca me he podido dar ninguna clase extra. Si la hubiera, entonces sí que la haría virtual, la haría desde casa. Pero vamos, que no hay por qué hacerlo. Vamos, no creo que haya que hacerlo porque nunca ha hecho falta. ¿Dudas a mi correo? En la clase anterior han sugerido que si nos poníamos a hablar de la fe. Yo no tengo problema. Pero si yo hablo de la fe, no doy clase. La fe no lo hace todo el mundo. Mi objetivo es que salgáis de aquí con una mínima noción del tema que se está estudiando. De manera que uno vaya al libro con el esquema y lo que resuene en la cabeza y el libro uno pueda enfrentarse de una manera un poquito más cómoda, un poquito más… Pues a ver, no empezando de cero enfrentándose a un libro de nuevas. Yo no tengo problema porque para mí, sinceramente, es más cómodo hablar de la fe. La otra clase que yo le hago el tratado, porque además creo que es lo que tengo que hacer, lo que mejor nos funciona. Pero yo creo que la fe no responde a todos, porque es una opción personal y la clase temática sí que responde a todo. Ha habido veces que incluso planteaban que cada uno diera su opinión en un sitio. Si queréis, damos una opinión y hablamos si queréis, hasta nos podemos traer un café. Si traes un termo nos daremos un café. Pero no se trata de que opinemos. Se trata de que aprendáis. Que salgáis con alguna idea, no, así… Por encima por lo menos, ¿no? Entonces, si me dejáis que haga lo que yo quiera, sí. Yo prefiero dar clases. porque creo que es más difícil y la PED, el que la quiera hacer, pues que se me dirija a mi correo, me pregunte o lo que quiera que sea, pero no el tiempo es suro y vosotros estáis necesitados o sea, que si sois alumnos que aquí casi todos tienen sus obligaciones y hacen doblete o triplete yo creo que hay que adecuarlo, hay que hacerlo práctico creo yo y vuestros compañeros parece que también entonces, vamos a empezar con la introducción y buena pregunta esa es la pregunta de la emisión yo la cuelgo donde Maite me dice y luego tengo que verla donde la podéis visualizar porque no es fácil yo sigo el itinerario que ella me dice, esto se cuelga aquí, aquí, aquí yo voy, la cuelgo, mañana mismo la cuelgo pero luego no entonces ahora cuando salga, si no está muy ocupada porque hoy tiene un día no iónico, igual si no mañana le mando un correo y le digo Maite la semana que viene se va a contar con lo que le ha dicho sí, pero yo creo que le voy a mandar un correo mejor que pararlo, porque hoy dice que está todo el día aquí debe tener un día afortunado y lo mío puede verlo mañana tranquilamente y contestarle sin quitarle más tiempo a ella ahora ¿y lo veis? lo he visto más que nada era una pizarra en realidad es el libro que lo ha resumido lo que nos tenemos que estudiar yo he hecho una cosa le tengo aquí la frase en silencio y en la pizarra, como ha dicho la compañera que se fue de descarga a la mercado y tiene que poner en descarga ya claro pero bueno, ella si no es pero de la primera no no, pues mándamela pídemela por correo pero me la pides por correo claro eso es porque ellos no tienen el móvil o sea, vosotros me lo pedís por correo y yo lo mando o sea, que no eso no es sí, pero a lo mejor no tienen materia suficiente o no tienen datos yo qué sé que yo lo puedo mandar en cualquier momento que no hay ningún problema pues claro y si otro día se te olvida pues lo he olvidado eso no es problema o sea, la comunicación la demanda de documentación las dudas eso no es un problema no no existe lo pedís como si ahora no lo hacéis y lo hacéis dentro de tres semanas oye, por favor que es que no tengo ni uno no he dado ni cuatro pues venga uno, dos, cuatro ya, no me da lo bien o sea, yo no tengo no tengo ningún problema no está de verdad venga vamos a dar la introducción nada vamos a dar la introducción y y luego hola buenas tardes nada hola con la mascarilla no no la X es que no no material no o sea si entra ahora algo vamos a empezar ¿no ? ya hemos hecho toda la introducción me voy a sentar porque sino vuestros compañeros no me oyen no me oye bien bien la periodización de la historia del arte, claro porque nos encontramos con que los artes solapan o sea, pasan por encima de los siglos ¿verdad? No acaba un 31 de diciembre, se acaba el neoclasicismo, 1 de enero y ya volvemos a la arquitectura de hierro, sino que hay un proceso y una gestación de lo nuevo para que eso empiece a desarrollarse. Y esta periodización responde a un afán clasificatorio y a un convencionalismo. Tenemos la necesidad de datar y de clasificar. El arte del siglo XIX no empieza en 1800 ni acaba en 1900, pero es que ninguno. Pero si se sigue haciendo así es porque permite organizar la docencia y porque el arte del siglo XIX plantea unos problemáticos diferentes a lo que se da en el siglo XVIII y a lo que se da en el siglo XX. Yo os he dicho hace un ratito que el impresionismo es el último estilo en tres dimensiones. Y habrá después gente que siga haciendo impresionismo, sí. Es comodidad, podríamos decir. Es una forma de clasificar de manera más cómoda. Bien. En el siglo XIX se producen desde sus comienzos una tendencia negadora de los valores artísticos del pasado. Hay un cansancio del academicismo, hay un hartón que se hace en mi tierra de los rigones de la academia marcando el paso, marcando la pauta, pero la verdad es que el academicismo se sigue utilizando en todos los momentos prácticamente del estudio del arte. Porque allá por el siglo XX, cuando se codifica y cuando se describa el, por ejemplo, el fobismo, pues el fobismo tiene unas características y son esas y no son otras. Y el que haga fobismo hará eso, con esos planteamientos y con esas ideas. Con lo cual, el academicismo en el sentido literal de la palabra tiene lugar aquí porque es la academia la que marca el paso. Pero que el rigor académico y las características... Las características que definen a cada estilo se van a dar en todos los momentos del estudio. En todos los momentos posteriores. Lo que pasa es que aquí es verdaderamente muy tensionante, o sea, muy... Hasta muy en corto, hablando en términos coloquiales. Bien. La vanguardia del siglo XIX surge con planteamientos excluyentes y con un afán por romper con la tradición. O sea, hay una necesidad de quitarse... De quitarse el corsé, de liberarse una chispa. En el siglo XIX esta batalla ya se había producido y el enfrentamiento entre modernos y conservadores fue constante. Eso es así. En realidad, el academicismo contra el que se habían levantado no desaparece hasta entrado el siglo XX. Aunque desplazado y desprestigiado, se mantiene con vigencia hasta los años 80 del siglo pasado. O sea, imagínense. Imaginemos, ¿no? El que hace pintura abstracta hace pintura abstracta y el que hace cubismo hace cubismo y el que hace surrealismo hace surrealismo. Con unos planteamientos y con un código en definitiva. Bien. Si seguimos un discurso solamente cronológico, vemos una suma heterogénea de tendencias y aportaciones personales que discurren sin los cortes bruscos que se aprecian cuando se estudian. Analizando las tendencias innovadoras. La verdad es que no existen periodos puros con una única tendencia. Es verdad que, a diferencia del siglo XX, por ejemplo, que hay un discurrir, un no parar de estilos artísticos casi por décadas. En el siglo XIX es todo mucho más pausado. No se rompe definitivamente con lo anterior. Hay una influencia y una permanencia. Hay una convivencia de lo que se da anteriormente con lo posterior. Y lo vamos a ir viendo en algunas obras de manera clarísima, como que perviven materiales clásicos, tendencias más clásicas. O sea, hay una convivencia, una unión, podríamos decir. No hay ese corte brusco, ¿verdad?, como pasa con las vanguardias del siglo XX, que es un punto y aparte con respecto al anterior y con toda la historia del arte. O sea, no hay... Aquí no, aquí hay una pervivencia, ¿no?, una simultaneidad, podríamos decir. En ese sentido, pues es más homogéneo. Los estilos son más dilatados en el tiempo. Como digo, en el siglo XX lo que encontramos es un no parar, uno detrás de otro, como digo, casi por décadas. Bueno. El autor, ¿verdad? El autor quiere y define o quiere hacer... Un tipo de arte del siglo XXI como puede ser el surrealismo o el cubismo. ¿Solamente va a realizarse arte? En el XX, te refieres. No es realismo, es tan simétrico. Ah, es que el surrealismo y el cubismo son del XX. Bueno, me da igual. Ah, claro. ¿Qué tipo de artes se pueden hacer en el siglo XXIX? ¿Ese autor va también, digamos, a probar otros tipos de arte? ¿O simplemente se sigue solamente... No, no, no. A diferencia de... Sí, a diferencia de lo que pasa en el siglo XX, que uno opta por una tendencia, pero conoce las otras. Sí. Conoce las otras. Picasso pinta en 3D impecablemente. Dalí pinta en 3D, o sea, pintura figurativa impecablemente. Y lo que pasa es que opta por otras tendencias, ¿no? En este tipo de situaciones, como tiene que ver... Es un estilo mucho más homogéneo y mucho más distanciado. Por ejemplo, en el siglo XXI tenemos a Goya. Goya, tenemos las pinturas negras, que no tienen nada que ver, o sea, es una pintura casi homírica, casi... Y tiene los estilos anteriores, que es pintura figurativa, pintura galante, ideales de ilustración, o sea, que tiene más que ver con el momento, con el desarrollo personal de ellos, que con una tendencia. Con transgresión y con una ruptura con respecto a la anterior. El caso de Goya es que es una persona muy longeva, muy comprometida con la situación social y política que había en ese momento y con una crisis personal brutal, ¿no? La enfermedad que le deja sordo y un descontento vital que le lleva incluso al exilio. O sea, tiene un recorrido de vida muy longevo y un compromiso que es que le doy a todo. Le doy a España, le doy a la espalda. O sea, todo lo vive... Es muy crítico y luego además es una avanzadilla, un precedente del expresionismo, que el propio expresionismo, o sea, es un individuo tal. Pero en general hace lo que les toca en ese momento. A diferencia del XX, que es mucho más transgresor, podríamos decir, mucho más rompedor. No me sale la palabra. Cuando algo es alternativo. Generalmente saben pintar en 3D perfectamente, pero optan por una tendencia más rompedora. Que además es lo que les catapulta. Porque si hubieran seguido pintando de manera tradicional, tú di conmigo, que nadie les echaría cuentas. Son lo que son porque apuestan por esa... Por esa vía. Por la innovación, podríamos decir. No sé si me explico. Sí, sí. Bien. Las formas y el gusto barroco no desaparecen por completo cuando se impone el neoclasicismo. En él, conviviendo con la devoción clasicista, desarrollan su obra artistas muy dispares que rompen con esa tiranía de la norma y realizan un arte basado en la subjetividad premonitoria del romántico. Igual que se hace... Son utópicos, igual que se hace una arquitectura utópica, cansados del rigor del neoclasicismo y optando por una tendencia absolutamente personal y subjetiva, también hay una pintura que entroncaría con el subrayunto en algunos casos, en el mundo de lo onírico, de los sueños, de tal... Y en el caso de Goya es un estilo de... Es un estilo de... No es más de denuncia social, pero optan por un universo en paralelo rompiendo e intentando quitarse y quitándose los corsés del academicismo que verdaderamente debe ahogar. Crean una arquitectura utópica hasta el punto que no se puede ni ejecutar. Son sus ideales lo que ellos pretendían en ese momento. Bien. Los baluartes académicos han pervivido hasta muy avanzados entornos. Desde el siglo XX y se da a la vanguardia categoría de academicismo. No solo cambian la repetición de las formas, sino que son modernos. Como yo os decía, hasta los 80 seguimos hablando de academicismo porque el que hace surrealismo se somete a unas características que definen su estilo, el que hace cubismo, por supuestísimo. Todos y cada uno de ellos repiten un patrón. Que les define el futurismo, igual la representación del movimiento, todos responden a un mismo planteamiento. Bien. Una característica que define el arte del siglo XX es que desaparece la unidad de estilo que impone el neoclasicismo. Es verdad que va a haber mucha más libertad a la hora de expresarse y a la hora de ejecutar y a la hora de llevar a cabo una obra de arte. Esta concepción se ha convertido en una de las principales características de la arte y es que no solo existe un culto de la antigüedad, sino que también subsiste al tiempo que aparece el culto por lo medieval, que os lo he comentado hace un momentito, por lo oriental, por las realizaciones sin estilo, sin esa inspiración de los modelos artísticos como en la arquitectura de hierro. Para construir un puente de hierro, pues no miran a la antigüedad clásica, construyen unos materiales nuevos, una obra evidentemente práctica que dé respuesta a una realidad que tienen que salvarse. Como digo, cuando hacen una estación de autobuses de trenes pasa lo mismo, responden a un sentido práctico sin un planteamiento referente al cual mirar. En el periodo en el que el neoclasicismo es un principio impuesto, surgen actitudes individuales como es el caso de Goya, que se opone a la norma. Como digo, el caso de Goya es un individuo verdaderamente rompedor. Y moderno para la época en la que le tocó vivir. En el siglo XIX se rompe con el estilo hegemónico y su control por las academias. Os acordáis que en el siglo XVIII surgen las academias que controlan todo, que además ordenan en el escalafón las artes por importancia, se considera la arquitectura la más importante, después la pintura y por último la escultura porque se manchaban las manos. Entonces, ellos lo tienen perfectamente clasificado por una jerarquía de elitismo y de menos elitismo. Se pierde el valor de lo absoluto y excluyente de los modelos clásicos y aparecen otros como son los medievales, los musulmanes, lo exótico… Es el momento de los viajes. Aparecen los viajantes, los artistas y los viajantes. ¿No? La clase alta que empieza a hacer viajes y que empieza a coleccionar e interesarse por otros modelos. ¿No? Es el momento en el que España se pone de moda con todos los tópicos que nosotros ya sabemos. ¿No? Pues es muy exótico venir aquí y empaparse de lo que ellos consideraban que era más original. Bien. El clasicismo convive enfrentado al neomediovalismo. Y a la recuperación de formas artísticas vernáculas que ponen de manifiesto el valor de la identidad nacional. Los que ya me conocéis, ya sabéis que yo siempre digo que la tradición local pesa como plomo. Pesa como plomo para bien y para mal. O sea, es muy difícil que uno se despoje de su cultura, de sus gustos y de su identidad, porque eso es lo que nos hace más atractivos. ¿No? El que ven a la gente como sociedad a la hora de representar. Porque, como digo, voy a hablar a los pintores utópicos, ¿no? De los que reflejan el mundo del subconsciente, de lo mírico, tal, pero él lo adapta y lo que hace es aprovechar para denunciar la realidad nuestra. ¿Eh? O sea, todo pasa por el filtro y por la adecuación a los valores locales. ¿Eh? A la realidad. O sea, hay que hacer un... Por ejemplo, el que hace cubismo y es francés lo hace de una forma, el que es español lo hace de otra. Quiero decir, la impronta local es determinante para bien y para mal. A la hora de apropiarse, en el positivo de la palabra, de incorporar un estilo a cada autor, cada uno lo hace teniendo en cuenta toda esa carga, toda la identidad, como país, como sociedad. En fin, el clasicismo del siglo XIX se mantiene como referencia de poder, orden y tradición. Fijaos, por ejemplo, Estados Unidos incorpora el neoclasicismo como el estilo que le define, porque ellos todos sabemos que no tienen una raigambre, no tienen unas raíces de dónde tirar, ni de dónde salir. Entonces, incorporan el neoclasicismo como un estilo señorial que te puede identificar, que te da personalidad. Si en pintura y escultura se mantienen las formas clásicas como modelos, surgen opciones contrarias como el realismo, las desorbitadas formas de la expresión romántica, el simbolismo y la nueva forma de pintar. Es decir, la forma de pintar de los impresionistas y los post-impresionistas. Vamos a ir viendo todo el abanico de estilos. La implantación de un lenguaje único basado en los principios clásicos fue una forma de la modernidad. A lo largo del XIX surgen tendencias que contradicen y se oponen a la norma. Por ejemplo, los modelos medievales, la expresividad, la construcción con materiales de ingeniería, o sea, que se construya en hierro y acostumbrarse a la estética del hierro tampoco es de la noche para la mañana. Se va haciendo la digestión, se va aceptando, pero con regañas. Cuando se construyó la Torre Eiffel no podía haber un edificio más feo en todo el país. Y sin embargo, tal porque a la modernidad, a lo último, nunca uno se hace. Se adapta de buen grado. Bueno, de buen grado. O sea, nunca uno lo incorpora con facilidad. Y eso que yo creo que en arquitectura nos hemos acostumbrado mucho más que en pintura. Muchísimo más. Las críticas y el... Quizás ya está el menosprecio, ¿no? Que uno oye, incluido mi hijo, con respecto a la pintura, eso tal, eso cual, eso cual... Eso no se oye en arquitectura. Nos encontramos edificios como el Guggenheim, como tal, que lo hemos aceptado. Y que nadie lo cuestiona, ¿verdad? No, no, no... Se puede gustar más o menos, pero nadie lo pone en duda. Pero una pintura flaca... Nos encontramos con serios problemas, entre comillas, de integración, de que se incorpore al esto. Y solamente hay que dejarse llevar. No podemos pretender entenderla. Es... Pues igual que haremos cosas más con la arquitectura. ¿Te gusta el Guggenheim como construcción arquitectónica? Que no se trata de valorarla desde el punto de vista... Sino... Atiende más a la sugerencia, a lo que te pueda sugerir, a la evocación, ¿no? Entonces eso es... Esas son las nuevas características, las nuevas innovaciones que se van introduciendo y que... Si todavía tenemos nuestras reservas... Pues imaginemos, ¿no? En un momento... ¿Qué? Un puente de hierro. No es que un puente de piedra, por Dios. ¿No? Sí. No somos tan raros. Era siempre lo mismo, en el mejor sentido de la palabra. La modernidad se traslada a estas formas artísticas y el valor de lo clásico deja de ser la sola forma de modernidad para plantearse como un lenguaje conservador y con la mirada hacia el pasado. No es lo único. Es aquella que mantiene y que conserva los estilos tradicionales. Pero, junto a eso, se apuesta por unos nuevos materiales, por una representación de lo real, como va a pasar cuando lleguemos al realismo, ¿no? Con una representación de la vida misma. O cuando lleguemos al... O sea, de sacarte el caballete y representar lo que veo. Con las imperfecciones no es una belleza idealizada ni nada... Especialmente atractivo, porque la realidad a veces es que es fea. Y se representa lo que se ve, ¿no? Entonces, esta tendencia que rompe con ese academicismo... Pues tiene sus detractores, ¿no? Naturalmente. Bueno. Las formas de la modernidad duraron pocas y han sido efímeras. Es un fenómeno propio del siglo XIX que se desarrollará en el siglo XX. El siglo XXXIX todavía mantiene... Durante un tiempito... Más razonables los periodos artísticos. Pero el XX ya veremos que este es un no parar, ¿no? Esto obedece a una transformación de la conciencia. A un cambio de la noción del arte. Al papel del artista. Y a la crítica de la vida moderna de la sociedad y de las funciones de la arquitectura y de la ciudad. Porque si algo se introduce en el siglo XIX es la funcionalidad. Es que se hacen edificios porque se necesitan. En una ciudad que se ha visto ocupada masivamente por una cantidad de población ingente que viene del campo a la ciudad, que vive en unas condiciones de habitabilidad insoportables y que se trata de ofrecer y de dar una calidad de vida medianamente aceptable, ¿no? Esto es un producto de la revolución industrial. Esa ocupación de la ciudad. Y la respuesta es el funcionalismo. Es ese sentido práctico de dejar de hacer obras porque sean estéticamente bellas o que sean expresión de poder, como lo podemos encontrar en toda la edad moderna. Y ahora lo que nos encontramos son obras prácticas. Obras que son necesarias y que van a mejorar la calidad de la vida de la gente. Pues si aparece la máquina del arte. Y surge el tren. Tenemos que tener puentes para atravesar las montañas y hacer vías de tren para tráfico de mercancías, tráfico de personas... La revolución industrial, que es el hecho histórico, va a traer una serie de modificaciones y de necesidades que van a cambiar el panorama, tanto social como paisajístico. A dar respuesta a unas necesidades vitales. Bien, en este sentido el siglo XIX es muy fácil. Porque es práctico, eminentemente práctico. Quitando la primera etapa del neoclasicismo y del romanticismo, que es una respuesta a ese corsé tan opresor, entre comillas, del academicismo. Luego vamos a ir viendo estilos mucho más funcionales. ¿Tenéis alguna duda? ¿Me da una pausa? Sí. Yo creo que esto que has comentado de las funciones funcionales, la generación de dificultades... ¿Busca algo de la misma manera tratados para poder coger ejemplos? Como de pagada, como de adverso... Menos. Muchísimo menos. Muchísimo menos. ¿No van a crear otros conocimientos relacionados con el neoclasicismo? No. Vamos a encontrar... ¿Se ha ido alguno por aquí? Sí. ¿Se ha ido alguno por aquí? Sí. Algunos sí, pero no es lo habitual. No es lo habitual. Son materiales de nuevo cuño, materiales de última generación. Sí, claro. Y podemos encontrarnos, por ejemplo, en alguna estación de París que conviven elementos clásicos, arcos en medio punto... En medio punto. En un primer momento conviven, hay esa convivencia. No hay esa ruptura, sino que conviven pero con un sentido evidentemente práctico, con materiales... Por ejemplo, cuando estás en la Biblioteca de París, que es un edificio moderno, o sea, un edificio funcional, tener un lugar para que la gente estudie, pues es verdaderamente práctico, de lo más práctico que hay. Y está construida con unas cúpulas, con unas columnas larguísimas, larguísimas, pero finísimas, enormes y finas, finas, finas, y con unas cúpulas de metal. Que lo ves y se te puede hasta pasar que tiene reminiscencias clásicas. Porque el aire que tienen, el tratamiento que se hace de ello, es completamente distinto. O sea, no... O sea, no hay nada mejor de la funcionalidad. Sí, sí, sin duda. Sin duda. Es que es dar respuesta a unas necesidades que tiene la ciudad. ¿Tú crees que es una necesidad del día de hoy o del día de la próxima edición? Todavía no, especialmente. Era porque era sobre todo más ágil y porque verdaderamente abarataba costes, era... Es que era la vanguardia también. Es que es el momento en el que eso... Perdón, en el que eso toma cuerpo. Hay otros que siguen trabajando en piedra tranquilamente, pero nosotros siempre estudiamos lo original, aquello que rompe molde. El que sigue haciendo puentes de piedra, pero una vez despejado en la cruz. Yo sí creo que las escrituras romanas son muy distintas. Sí, de una. Pero de otra. Hay muchas cepillas maravillosas. Pero realmente un puente, un romano, responde a aquel que está en frente. Claro. Y unas cerdas y... Y un apeducto. Y un teatro. Y un apeducto. Sí. Claro. Un hermano. Sí, claro, claro, exactamente. Lo que pasa es que las necesidades que tiene el siglo XIX, con el aumento de población que se produce, con el trasvase, con el éxodo del campo a la ciudad, una ciudad superpoblada, con unas condiciones infrahumanas, pues da lugar a unas necesidades diferentes. Hay que tener en cuenta también que ahí empiezan a surgir el marxismo como ideología política. Y eso va a ir marcando y definiendo y abanderando un tipo de construcciones que mejoren la calidad de vida de determinadas personas. Lo mismo que empiezan trabajando 18 horas o 14 horas, que sean niños, mujeres y toda la humanidad y eso después empieza a ir... O sea, quiero decir, hay un movimiento de denuncia de esa situación también. Y de lo que se trata también hay un precedente previo que es la ilustración, aunque era todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Y que la gente estuviera formada, bibliotecas, hospitales, cárceles, pero con un planteamiento diferente porque no había habido de repente ese crecimiento de población y esas necesidades tan vitales que se tienen en ese momento. Todos esos precedentes influyen y las necesidades que tenía Roma, que efectivamente es evidentemente práctica, eran unas bien distintas y las que tiene el siglo XIX son otras, pero responden a la misma situación. Pero nos encontramos con que hay una revolución industrial que desarrolla la máquina de vapor, que eso permite el tráfico de materiales, de personas, y eso origina unas necesidades distintas y eso origina una clase social diferente y eso origina un escenario completo, un escenario histórico que es diferente a lo que se daba en Roma. Completamente distinto. El motor es el mismo, pero la situación es completamente distinta. No sé si me explico. La necesidad de renovación y de innovar y además con una situación de nuevo partido. Naturalmente. Y con una clase social emergente, una clase social nueva, surgirá el realismo que es de denuncia de esa situación. Al calor de una ideología marxista que lo que hace es intentar equilibrar el capitalismo feroz. Ahora, estoy describiendo, no estoy justificando ni quiero que se me interpreten. Está intentando equilibrar esa situación. Y eso, pues hay filósofos, hay socialistas utópicos que defienden unos planteamientos, hay arquitecturas colectivas también. O sea, hay todo. Lo que han dicho pueden usar más o menos, pero lo que prima es la renovación, el innovar. Y el dar respuesta a las necesidades que se van planteando. Surge un escenario vital, social, económico, político en la comuna de París. O sea, quiero decir, hay una situación completamente distinta y en ese escenario, es en el que la historia del arte siempre se mueve. Siempre. Y somos siempre los que vamos dando, expresando, poniéndole forma. Pero igual que el realismo en pintura, tenemos a Galdós que hace realismo en literatura, o tenemos a Balzac, o tenemos a Flaubert. O sea, todos, y todos expresan lo mismo. Todos denuncian o defienden o ponen sobre la mesa una determinada situación. ¿Y seguirán siendo románticos? Seguirán, seguro que los hay. Y artistas neoclásicos, seguramente que hay. Pero lo que en ese momento rompe es... Estoy hablando del realismo, pero en el caso del romanticismo es así lo digo yo. Es la nueva situación la que va marcando. Por eso tenemos que tener muy claro... La realidad es igual en todas las épocas. Igual. Todas las épocas, las épocas de la época anterior menos el del nacimiento precisamente. Vuelta a todos los demás, todos los demás estilos. Siempre romper con el asilo, romper con el asilo, romper e innovar. Es decir, la finalidad, la finalidad. Como Nietzsche. Nietzsche también era así. En el siglo XV fue lo mismo. El destruir para volver a la vida, la primera. Es que empieza desde la... Quizás como te digo, quizás como te digo el renacimiento que es por ver al narcisismo Sí. Y por... Sí, sí, sí, sí. Por poder tener yo. Sí. La verdad y una decisión. Sí. Por poder tener yo. Pero que todos reaccionan de alguna manera es una respuesta. Lo que cada estilo en este momento es una respuesta. Bien práctica o bien de repulsa, o bien de hartazgo. O sea, de decir por el amor de Dios. Porque los, como digo, los utópicos, Goya lo que hace es quitarse las trinchas, ¿no? O sea, decir por favor que no. Y él cuando cae andando el siglo pues es... Pues eso es una denuncia pero siempre es una reacción. Siempre es. Es que a partir de ahora la historia va dando muchos saltos. Muchos saltos en muy poquito tiempo. Entonces en un siglo pasan muchísimas, muchísimas cosas. Bien. Seguimos. No sé por dónde iba. Bien. Es un siglo de grandes transformaciones artísticas, culturales, científicas, sociales, económicas y urbanísticas. O sea, es un momento de grandes transformaciones. Este proceso de cambios tiene lugar a la revolución industrial y la fractura de las estructuras económicas del antiguo siglo. La revolución industrial es verdaderamente lo que origina lo que pasa en el siglo XIX. Para bien y para mal. Es el desarrollo del capitalismo feroz. Es la reacción que se produce posteriormente. Es la modificación de las ciudades porque, de repente, llega la gente y no tienen, no hay espacio y viven de manera completamente insalubre. Es la utilización de esos nuevos materiales que proceden de la revolución industrial. Es el hecho histórico, sobre todo desde la primera mitad, es el hecho histórico que da forma, que justifica, que justifica lo que pasa. Es así. El sistema productivo se transforma alterando la estabilidad del antiguo orden social y el sistema industrial que afecta este panorama social y urbano. La transformación de la ciudad es la concentración de población que da lugar a nuevos problemas y debates urbanísticos. El paisaje urbano del siglo XIX, al aire puesto otro palito o a la derecha, el paisaje urbano surge de las transformaciones urbanas y del desarrollo industrial. El hierro, el cristal y otros materiales ofrecen un nuevo abanico de posibilidades a la arquitectura y a la ingeniería y surge el debate por integrar arte y ciencia. ¿Ese arte es un puente? Pues ahí surge el debate porque es tan práctico con unos materiales nuevos con una utilidad distinta que es que ¿no? Irrumpe el fenómeno de la escisión entre arte y público. Verdaderamente ya se produce esa fractura. Se produce una disparidad de tendencias, porque los artistas dejan de trabajar por encargo. Frente a la universalidad del neoclasicismo surge la valoración de lo nacional, la identidad. Tener en cuenta que en el siglo XIX se produce la independencia de algunos países de Grecia, del Imperio Otomano, de Bélgica. O sea surge la unificación de Italia y de Alemania. Surgen nuevas identidades políticas que hacen que los autóctonos se posicionen y sientan como suyo verdaderamente el lugar en el que viven, el lugar del que son. Bien. Y frente a la regla se valora lo individual, es decir el romanticismo no solo una tendencia sino es un actitud ante la vida. El romántico en pintura es lo mismo que Zorrilla, que Becker, que Rosalía de Castro hacen lo mismo. Es la exaltación de los subjetivos que narra, es la exaltación de los sentimientos unos sentimientos sin control o sea como digo yo es de tripas no pasa por la cabeza es de tripas ¿eh? Es un un una explosión de sentimientos casi descontrolados ¿no? La expresión plástica de la subjetividad no se puede enseñar ni realizar bajo el sometimiento a las normas. El academicismo en la repetición dentro de una norma y como digo ya puede ser cubista que puede ser neoclásica que puede ser la que sea siempre que se repita sistemáticamente un patrón estamos hablando de academicismo en cambio la actitud personal de los artistas cada trazo es una expresión irrepetible que es lo que ellos defienden la individualidad la libertad para no tener que estar sometidos a reglas de ningún tipo ¿eh? a a que no haya prevalencia como en el caso del neoclasicismo del dibujo sobre el color sino que yo pinte como yo quiera que no tenga que recuperar los valores heroicos de la antigüedad que no que quiero expresar mis sentimientos y son los míos o son los de este momento no valores intemporales sino yo ahora mismo estoy enfadada es lo que yo quiero no sé si me explico el clasicismo ha impuesto temas sublimes mitología historia tema religioso lo individual en cambio permite al artista fijarse en otros temas paisajes escenas de la vida entonces el tema desplaza a la pintura y el tema los temas se amplían infinitamente ¿eh? en las últimas décadas se produce con los impresionistas neoimpresionistas y posimpresionistas una una decidida tendencia la auténtica autonomía de la pintura la pintura desplaza al tema cualquier tema vale cualquier tema vale ya no hay un patrón ni un modelo concreto ni un fondo arquitectónico que me sirva de referente no ¿eh? la pintura se desplaza al tema es una experiencia que da lugar a las primeras vanguardias del siglo XX un color libre y desinhibido que aparece con un valor autónomo que es clásicos del modelo hemos hecho un recorrido breve pero completo por todo lo que vamos a ir viendo ¿eh? y empezamos con un academicismo con un neoclasicismo conforme a protocolo y acabamos con un impresionismo que lo que hace es sacar el caballete a la calle pintar lo que veo a las 12 de la mañana y ahora espero y lo pinto lo mismo a las 4 de la tarde para ver cómo influye la luz y luego a las 8 de la noche para ver cómo la luz vuelve a influir y luego lo pinto mañana que llueve lo vuelvo a pintar con paisaje de lluvia y cualquier tema vale y lo más importante es la realidad y la influencia de la luz o sea que también tiene muchísimo peso al final del siglo XIX cuando surge la fotografía cómo nos podemos encontrar eso lo hace mucho Degas por ejemplo cuadros como si fueran descuadrados como si cuando antes hacíamos fotos que de repente se te descuadraban que la imagen no te salía muy tal que luego no la revelabas porque no te servía pues Degas tiene cuadros de ese tipo por ejemplo una carrera de caballos o sea la fotografía a medida que el tiempo y los avances tecnológicos van teniendo lugar pues el arte se adapta y se adecua a esa nueva realidad y eso es a grandes rasgos lo que vamos a ver este año partiendo de un primer momento neoclásico vamos a ver luego cómo se van aflojando amarras y cómo la revolución industrial va a ir cesando cómo si por qué la revolución industrial ha empezado es ahora lo que necesito para esto no me no tengo nada Quiero que aprendáis. Y como consecuencia, que aprobéis. Porque eso es cada vez como fruta madura. Los exámenes son muy llevaderos. La asignatura ya veréis que no hay que tenerle miedo. Y es muy, muy, como digo, es un cajón de madera de pino. Muy lógica. Así que, si os tiene que dar bien, estoy completamente segura. Igual que se le ha dado bien a todos los alumnos a lo largo de estos años. Así que, es una asignatura facilita, es un siglo solo. A por ello. ¿Cómo se les sabrá? ¿Es teoría y no es un comentario de diapositiva? Sí, sí. Un par de diapositivas a tres y luego unas preguntas. Es muy, muy llevadero. ¿Es presencial? No, pero ya es todo presencial. ¿Todo presencial o corto? No, más preguntas cortas. ¿Hay una identificación del consejo de curreros donde se haya definido? Claro, sí. Todo es presencial. ¿Pero qué tal el espacio de la identificación? Pues los profesores están todos en la facultad. Sí, han colgado, han colgado, así que ahora en esta mañana, así que han colgado un posible examen presencial, imposible. Y ponía, a exceso de la presentación, ¿qué podrá surgir cuando como que… Pues yo, yo os recomiendo que os preparéis para un examen presencial, porque, porque… No, pero es que mirad, en febrero ya serán presenciales los exámenes, seguramente sí. Seguramente sí porque ahora ya está todo en modo presencial, o sea que… Yo creo que es más cómodo presencial que con el teclado, porque todo el mundo no se va a creer igual de bien. Claro, pero en ese sentido, yo ahora… Yo creo que los exámenes presenciales, mirad, los exámenes de septiembre estaban pensando ya que fueran presenciales. De hecho se convocaron, se están retirando, claro, claro, claro. Y te digo, los exámenes de septiembre estuvieron a un tris de hacerlos presenciales, lo que pasa es que era demasiado prematuro. Era… aparte que era un agravio comparativo con respecto… Con respecto a la gente que se había examinado de la otra forma, yo creo que no. Pero estuvieron a un tris de hacerlos presenciales y ya están todos los profesores de forma presencial. Ya no hay ni guardias teletele ni nada, o sea, están todos… No sé si alguno me lo habrá, pero vamos, desde el día 1 de octubre todo es presencial. Las guardias, todo. O sea, que ya con cuidados, con tal, con mascarilla, con distancia, con ventilación, con lo que quiera que sea, pero ya es presencial. O sea, que yo me prepararía para presencial, porque seguramente no hay duda, va a ser así. Ah, si no tiene que preparar la de todas. Eso es, sí, la… La dificultad… Sí, la dificultad es para la persona que no tenga manejos eficientes con el teclado, pues es un problema, es un plus, ¿no? Pero en cuanto a la preparación, pues idéntica, no hay ni guardias. O sea, que yo creo que no hay… No hay que no debéis confiar en que… Así que, ¿dudas? ¿No? El próximo lunes hay clase. Yo estaré. Bueno, bien, yo informo, que lo sepáis que no hay puente, que yo estaré, que grabaré la clase y que tengáis muy buena semana y que nos vemos en el próximo lunes. El lunes o cuando queráis. Que tengáis muy buena noche y muy buena semana.