Bienvenidos a todas y a todos a una nueva sesión de la Asignatura de Geografía de los Paisajes Culturales, perteneciente al Grado de Historia del Arte. Mi nombre es Manuel Tamajón Velasco, soy profesor del Centro Asociado de Sevilla, de la UNED de Sevilla y en la clase de hoy vamos a terminar el capítulo 1 del manual que lleva por título El concepto y clasificación del paisaje, los paisajes culturales. En la última sesión si recordamos estuvimos tratando pues la forma de definir el paisaje, era un término del paisaje muy complejo y acabamos sentenciando que paisaje es un concepto poliédrico y cambiante y también que según la corriente de pensamiento, la romanticista, la cientifista, etcétera, podíamos incluir o no la acción antrópica en la naturaleza y así podíamos diferenciar al final dos grandes corrientes, por un lado aquella que establecía que la acción humana debía ser parte de los elementos bióticos de la naturaleza y aquella que definía que todo paisaje al final era cultural puesto que todo está condicionado por la acción del hombre. En la clase de hoy vamos a abordar pues los últimos tres capítulos del libro El paisaje y patrimonio, cómo se ha llevado a cabo después esta gestión del patrimonio, después también hablaremos clasificación y las dimensiones del paisaje y por último estrategia en torno al paisaje. En este apartado, en el apartado 2 se va a intentar resumir el proceso por el cual el concepto de paisaje ha pasado a tener una dimensión jurídica a constituir un elemento propio del patrimonio de los estados nacionales y va a ser un factor fundamental, primordial en la ordenación del territorio que es la ordenación de los paisajes. El paisaje va a tener una dimensión, una definición que ya hemos visto en el apartado anterior pero también va a tener un valor jurídico, un valor que está en la legislación. También el paisaje tiene un valor patrimonial puesto que pertenece a una comunidad de una sociedad concreta y también tiene una valoración social por la comunidad en la que vive así también como dimensiones económicas porque está dentro de unas relaciones de producción y ambientales. El proceso por el cual el paisaje se ha ido dando lugar o a poseer este valor socioeconómico y jurídico es lo que se denomina la institucionalización del paisaje, que ha tenido unos antecedentes históricos y un proceso de consolidación o de establecimiento en el marco legislativo tanto a nivel internacional como a escala nacional que es de lo que nos vamos a ocupar en este primer apartado. Bien, hay que esperar hasta el año 92 para que el paisaje cultural sea considerado como un elemento patrimonial protegible. Al principio como hemos visto en el apartado anterior simplemente o al principio solamente se iban a dedicar a proteger el paisaje cultural. A escala internacional pues vamos a centrarnos en dos organizaciones fundamentalmente. Por un lado la Unesco y por otro lado el Consejo de Europa y posteriormente daremos lugar o analizaremos las principales normativas que en nuestro país rigen para la defensa del patrimonio. En primer lugar, la Unesco. La Unesco vamos a destacar en primer momento la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural que fue aprobada en la Conferencia General de la Unesco en su decimoséptima reunión que se tuvo lugar en París en el año 1932 y debido a que España estaba durante el régimen fascista de Franco pues será ratificado una década más tarde una vez que estemos en democracia. Es la primera vez que se va a definir la existencia de un patrimonio espacial o territorial. En su artículo 2 establece que el patrimonio natural serán los lugares naturales o zonas naturales estrictamente delimitadas que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural. Vemos como ahí por ejemplo otra vez lo que veníamos viendo desde el Romanticismo pues la idea de paisaje con belleza natural. En la decimoséptima sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que se celebró en Santa Fe, Estados Unidos en el año 1992 se van a incorporar como hemos dicho anteriormente la categoría de los paisajes culturales como una figura que va a recoger valores culturales y naturales diferenciando las categorías cultural y natural. Es el primer uso o el primer instrumento para proteger y conservar el paisaje cultural. Se va a definir el paisaje como una obra conjunta del hombre y la adolescencia y que ilustra la evolución de la sociedad y de los asentamientos humanos a lo largo de los años bajo la influencia de las limitaciones y ventajas que presenta el entorno natural y los esfuerzos sociales, económicos y culturales sucesivos tanto internos como externos. Vemos que hay una definición un poco más compleja que 20 años antes. La Unesco va a clasificar los paisajes culturales en tres categorías propiamente dichas. Por un lado los paisajes claramente definidos diseñados y creados intencionalmente por el hombre que en este manual no nos vamos a detener porque por su poca identidad espacial y su poco impacto en el territorio. Serían por ejemplo los paisajes de jardines y parques construidos con razones estéticas y que están asociados a la construcción de monumentos religiosos o civiles como pueden ser el Palacio y los Jardines de Aranjuez o los de Estorbrum en Viena. En segundo lugar tenemos los paisajes evolucionados orgánicamente que sería el resultado de un imperativo inicial de carácter social, económico, administrativo y religioso y que ha evolucionado su forma actual en asociación con y en respuesta a su entorno natural. Y se va a subdividir en un paisaje cultural predicto, aquel que ya no tiene importancia en el medio social o un paisaje vivo, aquel que sí sigue teniendo un papel social importante como algunos de ellos pueden ser la Sierra Tramuntana en Mallorca, Wachau en Austria o el paisaje cafetero colombiano. Y por último el paisaje cultural asociativo que tiene una elevada carga simbólica y supone una fuerte interacción emotiva y subjetiva entre el hombre y el espacio. Podemos destacar distintos tipos. El religioso como Ayer Rock en Australia, el histórico que sería aquel donde tuvo lugar sobre todo algún conflicto de carácter bélico que incluso hoy día se sigue utilizando para las recreaciones de dichas batallas como por ejemplo Waterloo o las playas de Normandía. Icónicos que son importantes porque se nos viene a la cabeza debido a ser una fotografía famosa, una serie de televisión o incluso unas películas como por ejemplo el desierto de taberna con las películas del Spaghetti Western o el monumento el Monument Valley de Utah. Y por último los literarios como por ejemplo La Mancha que todo el mundo puede asociar al libro de Miguel de Cervantes, el ingenioso Hidalgo Don Quijote La Mancha o El bosque de Cherbourg si pensamos en Robin Hood la literatura inglesa. Aquí tenéis un cuadro donde se explica las tres categorías que hemos estudiado o hemos visto anteriormente, una breve descripción y algunos ejemplos como los que yo he mencionado antes. La Unesco también va a establecer una tipología concreta denominada las rutas patrimoniales que sería para la Unesco sería una ruta que supone la inclusión de elementos tangibles así que se pueden tocar cuyo significado cultural procede de intercambios y de un diálogo multidimensional entre países o regiones que ilustra la interacción del movimiento a lo largo de la ruta, el espacio y el tiempo. No van a ser tratados en esta asignatura debido a cuatro razones primero porque un paisaje cultural está condicionado e incluso terminado por el medio natural mientras que una ruta patrimonial es una construcción humana. Una ruta puede coincidir con una vía de comunicación histórica pero no es un paisaje lineal que se sobre impone a ellos. También porque el paisaje cultural es una realidad en sí misma y la última porque la ruta es una línea por lo que se puede decir que carece de expresión superficial. En el otro plano internacional vamos a ver el Consejo de Europa y el Convenio Europeo del Paisaje. Este Convenio Europeo del Paisaje por su sigla SEP en castellano es un tratado internacional firmado entre numerosos países europeos que tiene por finalidad la protección, la gestión, ordenación, divulgación e investigación de los países europeos entendiéndose el paisaje como el núcleo central de la ordenación territorial y un elemento transversal de las políticas patrimoniales y ambientales. Veis cómo nuevamente se está incidiendo en el carácter natural del paisaje. Este acuerdo, este convenio fue firmado en Florencia el 20 de octubre del año 2000 y en España no fue ratificado hasta el 26 de noviembre del 2007 entrando en vigor el 1 de marzo del 2008 tras su aparición en el BOE del 5 de febrero del 2008. En el Convenio Europeo del Paisaje se va a definir el paisaje como cualquier parte del territorio tal como la percibe la población y cuyo carácter sea resultado de la acción y la interacción de actores naturales humanos. Aunque aquí en esta definición ya aparece la relación entre lo antrópico y lo natural. Entre las principales aportaciones del Consejo del Convenio Europeo del Paisaje, podemos distinguir o destacar, va a intentar armonizar las políticas ambientales de todos los países firmantes para que no vaya cada país a su libre arledrío. Va a influir evidentemente porque emana de Europa en las legislaciones nacionales. Va a situar al paisaje en el centro de la relación territorial. Va a difundir el concepto de paisaje que aunque todavía tiene unos reductos de paisaje identificado con belleza natural como consecuencia del influjo del romanticismo, ya empieza a hablarse de la acción antrópica. Ha también aportado o ha movilizado a la gente para que cuide su paisaje, su entorno y como hemos dicho pues va a tener influencia en la legislación de otros países. El Convenio Europeo del Paisaje es más que una simple declaración de intenciones y una definición sobre el paisaje. Se va a articular con un preámbulo donde se hace hincapié en que hay que alcanzar un desarrollo sostenible debido evidentemente al impacto antrópico del ser humano sobre todos los países occidentales y se va a dividir en cuatro capítulos que incluyen los 18 artículos. El capítulo primero pues va a presentar los objetivos y las diferentes definiciones de paisaje que van a referirse tanto al paisaje natural como al cultural. También va a explicar su política en materia de paisajes y los objetivos de la calidad paisajística, su protección de los paisajes, la gestión y ordenación del paisaje como retos a llevar. Paisaje es definido como cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, es decir, se ve aquí el carácter subjetivo de percepción del paisaje cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de los factores naturales y humanos. En cuanto a la política en materia de paisajes establece dicho convenio que la formulación de los principios generales, estrategias y directrices que permite la adopción de medidas específicas con vista a la protección, gestión y ordenación del paisaje, es decir, que el convenio lo que busca es proteger ese paisaje, gestionarlo y ordenarlo para que perviva, para su conservación. El objetivo debe ser la calidad paisajística, es decir, su formulación que tiene que ser realizada por las autoridades públicas competentes de las aspiraciones de las poblaciones en lo que consiste en las características paisajísticas de su entorno y entre los objetivos, como hemos dicho, también está la protección de los paisajes que son aquellas acciones para conservar y mantener los aspectos más significativos de ese paisaje intentando separarla de la región antrópica y gestionar el paisaje. Es decir, todas aquellas acciones que desde el punto de vista de la política sea posible garantizar el mantenimiento en el futuro de estos paisajes. En el capítulo 2 se van a tratar aspectos políticos y legales, en el capítulo 3 se articula la cooperación internacional entre los distintos estados del convenio en pos de esa homogenización de la política conservativa y en el capítulo 4 pues trata las cuestiones relativas a la firma, ratificación, entrada en vigor, etcétera. En futuras reglamentaciones sobre el paisaje se basarán las consideraciones recogidas en este convenio y sus principales aportaciones van a ser en tres. Primero, en la definición del paisaje que va a superar el concepto de territorio y se va a manejar un paisaje a distintas escalas. Segundo, la concepción de percepción que va a buscar o hacer hincapié en la relación que tiene el ser humano con el medio que habita, por lo tanto existen diferentes puntos de vista. Y en tercer lugar, la búsqueda de la sostenibilidad y el bienestar de la sociedad frente a una política consumista indiscriminada propia del capitalismo y de la inmediatez pues se va a optar por una política mucho más duradera y sostenible. Una vez que ya hemos visto la legislación internacional vamos a pasar a las tres o cuatro legislaciones que existen en nuestro país. La primera de ellas va a ser la Ley de Parques Nacionales que fue sancionada el 28 de noviembre de 1916 y que va a estar en vigor hasta 1957. Tiene una clara influencia de las primeras concepciones paisajísticas. Es una ley breve que tan solo tenía tres artículos, como he dicho anteriormente está inspirada en el movimiento conservacionista norteamericano y su función o su deseo es la de proteger los espacios naturales debido a la rápida industrialización y urbanización que está teniendo lugar en nuestro país desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Va a mantener esa idea de paisaje equiparado con belleza, una belleza estética y subjetiva que está tomada del romanticismo como hemos aludido tantas veces. Y su objetivo va a ser conservar los elementos bióticos y abióticos de los que hablamos en el día anterior. Para dar un dato solamente antes de pasar al Real Decreto Ley de 1926, el artículo 2 de esta Ley de Parques Nacionales establece que los parques nacionales son aquellos sitios o parajes excepcionalmente pintorescos, veis cómo está aquella definición que hablamos la clase anterior de pintura como paisaje, forestales o agreste al territorio nacional que el Estado consagra declarándolos tales con el exclusivo objeto de favorecer su acceso por vías de comunicación adecuadas y de respetar y hacer que se respeten la belleza natural de los paisajes. Señalo este artículo para ver esa idea que hemos visto anteriormente de paisaje natural con belleza. Como consecuencia de esta ley vamos a tener la inauguración del primer parque nacional en nuestro país que va a ser la montaña de Covadonga, ubicada en Asturias y en su selección o su elección van a responder o van a ser como consecuencia de múltiples causas. Primero por su carácter natural, es una montaña alpina creada durante la orogenia alpina al choque de las placas tectónicas y el aflorecimiento de los materiales sedimentarios con lo cual solamente por eso tendría que ser conservado dado su carácter especial dentro de nuestro entorno ya que nada más que los Pirineos, Sistemas Béticos y alguna parte de la Colonia Cantábrica presentan este tipo de modelado. Después también por su simbolismo e historia daros cuenta que en el 722 fue cuando tuvo lugar la batalla de Covadonga donde Pelayo se enfrentó a las tropas musulmanas que habían entrado a la península en el 711 y que van a ser en época de Alfonso III pues esa gesta va a ser documentada y va a ser utilizada como señal de que ese santuario fue la protección frente a las invasiones musulmanas. Recordar que toda la península Ibérica cayó en manos musulmanas salvo la parte Cantábrica según los musulmanes porque tampoco le interesaba mucho según por ello por la acción e intervención tanto de la Virgen como de Dios. Desde ese lado, desde ese punto, desde ese Reino Astur con Pelayo como primer rey se va a producir la reconquista que llevará hasta el 1492 cuando los Reyes Católicos entren definitivamente en Granada. Y por tanto muchos historiadores nacionalistas han querido ver en la montaña de Covadonga y en el Reino Astur el origen de la nación española. Pero es que además desde el punto de vista económico esta zona también es una explotación minera y ha sido afectada tanto por los vertidos como la infraestructura de transporte y explotación. Por lo tanto el declararlo parque natural vendría a limitar la actividad y a cuidar su entorno. Y también por último por su carácter social porque muchísimas de las actividades montaraces que se tienen lugar en esta zona se realizan en cotos privados de casa, por ejemplo, que son propiedad de las clases más altas, bien de la burguesía, de la nobleza o del clero. El segundo hito de la legislación española va a ser el Real Decreto Ley de 1926 comúnmente llamado el Decreto Callejo debido al apellido del ministro que lo impulsó y está relacionada con el Tesoro Artístico y Arqueológico Nacional. Hay un pequeño error en el artículo 3 que después señalaremos que no es el apartado, el artículo 3 apartado 36 sino el artículo 2 apartado 36. Bien, este decreto va a superar por primera vez el concepto de monumento y se va también a incluir la dimensión espacial y territorial del patrimonio nacional que también debe ser protegido. En su artículo 2b establece que formarán parte del Tesoro Artístico Nacional los bienes inmuebles que se expresan a continuación, las edificaciones o conjunto de ellas, sitios y lugares de reconocida y peculiar belleza cuya protección y conservación sean necesarias para mantener el aspecto típico, artístico y pintoresco característico de España. En el mismo artículo, apartado c, se incluye como parte del patrimonio nacional tanto los yacimientos y objeto de interés paleontológico y prehistórico las cuevas, abrigos, peñas con pinturas rupestres. Este precedente legal supuso por primera vez que se tuviese en cuenta la dimensión subjetiva reconocida lo que incluye un consenso social o costumbrista, en cualquier caso no va a ser subjetivo sino científico. Y a partir de este artículo y su posterior desarrollo se van a incorporar dos términos que siguen siendo vigentes sitio histórico y conjunto histórico. La tercera de las leyes que vamos a ver, que son ya más recientes es la Ley Orgánica 42-2007 del 13 de diciembre del 2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad publicada en el BOE del 14 de diciembre de 2007 y la definición del paisaje que era establecida es en el artículo 3-36 y no 2-36. Según este artículo, cualquier parte del territorio cuyo carácter sea resultado de la acción y de la interacción de factores naturales y humanos tal como lo percibe la población es patrimonio natural. Y esta es una definición que está tomada literalmente del Convenio Europeo del Paisaje. Según esta definición, todo es paisaje pero establece una jerarquización de los paisajes puesto que no todo paisaje es igual ni tampoco todo paisaje debe ser protegido sino solo lo protegido es paisaje. En el ámbito de aplicación lo delimita o lo acota el artículo 2 que es solamente paisaje aquello subjetivo, aquello que es percibido por la población. Podemos ver como aquí también se va a incluir en el artículo 2 pues que todo abarca que son las áreas naturales, las rurales, las urbanas, periurbanas, las terrestres, las marinas, las aguas continentales. Es decir, para esta ley todo como hemos dicho antes es paisaje. ¿Y qué es lo construido a partir de la percepción de la población? Pues aquello en lo que la población le da un valor paisajístico determinado con lo cual le da muchísima importancia a los subjetivos. Por otro lado su carácter tiene una, el paisaje debe tener unas características que lo individualicen y que lo vaya a diferenciar del resto. Y por último debe ser resultado de la interacción y de los factores naturales y humanos. Y por último destacaríamos el plan nacional de paisajes culturales. Los planes nacionales se van a desarrollar a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España, por sus siglas IPCE, que configuran un instrumento para la conservación, gestión, recuperación de los bienes muebles e inmuebles de patrimonio histórico. Siguiendo la normativa, perdón, de la Ley de Patrimonio Histórico Español de 16 barras del 85. Y desde los últimos años, de los últimos 21 años se ha venido haciendo una labor bastante importante a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España. Y se han puesto a trabajar haciendo numerosos proyectos, interviniéndose determinadas áreas como los paisajes culturales de Navapalos en Soria, Paular en Madrid, Ojos Negros en Teruel, el Valle del Ricote en Murcia, o en colaboración con la elaboración del Plan Directorado Industrial de la Ciudad Remunerada de Cartagena, La Unión en Murcia, la Real de Fábrica de Río Par en Albacete, o también recientemente el Proyecto de Adecuación Paisajística de la Bahía de Bolonia en Cádiz. Este Plan Nacional de Paisajes Culturales que fue aprobado en el año 2012 es un instrumento medio del cual se establecen los criterios necesarios para proteger los paisajes que son importantes o que tienen una importancia cultural. Su ámbito de aplicación va a ser todo el Estado español y, como establece la ley, su objetivo va a ser la salvaguardia de los paisajes de interés cultural entendiendo por salvaguarda las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del paisaje cultural como son su identificación, su estudio y documentación, la protección, conservación, revitalización, restauración y difusión de todo ello desde una perspectiva de desarrollo sostenible. ¿Veis cómo sigue estando la visión o la misión de conservar, de mantener? Pero aquí se le añade no sólo restitución, es decir, no sirve solamente mantener el paisaje tal como se encuentra en este momento sino intentar eliminar cualquier presencia antitrópica además de estudiar y potenciarlo y mantenerlo sosteniblemente. Aún así, también hay otros objetivos más específicos como son los siguientes. Dentro de la identificación y caracterización había que establecer las bases de la identificación y caracterización de los paisajes de especial interés, valorar y elaborar propuestas, establecimiento de objetivos, directrices, línea de actuación. Después crear una sensibilización social y un reconocimiento político, promocionar e impulsar el reconocimiento social y crear una sensibilización por parte de la sociedad y de las administraciones públicas para mantenimiento de ese paisaje. Incorporar criterios de avalguarda de los valores culturales del paisaje en las políticas, planes, actuaciones que puedan incidir en el paisaje. Buscar la cooperación o redes de cooperación tanto internacional, nacional y autonómicamente. Crear redes de paisajes culturales a escala europea. Cooperar entre las comunidades autónomas y entre otros tipos de administraciones del Estado para crear criterios y objetivos de actuación. Generar bases de documentación, de conocimiento y valoración para incluir los paisajes culturales realistas de patrimonio mundial de la UNESCO. Y también potenciar actividades agrícolas, ganaderas y forestales de forma independiente o asociada. Marina, fluviales, actividades artesanales que tengan relación con las anteriores y esto daría lugar a los paisajes rurales agrarios. Actividades industriales como la lidería, gran industria que va a generar los paisajes industriales. Actividades de intercambio comercial, sobre todo en la zona costera y fluvial. Actividades relacionadas con acontecimientos sociales de carácter lúdico, simbólico o religioso. Lo que daría lugar a los paisajes asociativos. O actividades ofensivas o defensivas, como instalaciones defensivas, campos de batalla, etcétera. Sistemas urbanos o asentamientos históricos. Aquí tenemos que ver cómo desde hace muchísimo tiempo las poblaciones, las culturas se han ido asentando siempre cerca de los grandes ríos. Recordemos por ejemplo Egipto, Mesopotamia que significa idealmente entre dos ríos haciendo referencia al Tigris y Eúfrate. Son las denominadas sociedades hidráulicas con un peso muy importante sobre el control del agua porque de ello dependía la vida no sólo de los humanos sino de sus animales. También paisaje asociativo relacionado con acontecimientos históricos. Rutas literarias o generadores de paisajes culturales. Y una vez que hemos visto cómo se puede defender o proteger, conservar según la legislación tanto internacional como nacional, pues vamos a ver la clasificación y dimensión del paisaje. Establecer una clasificación paisajística es bastante difícil y también es complicado debido a la heterogeneidad de los criterios. Recordar que la UNESCO definía los paisajes culturales como un paisaje creado, un paisaje evolutivo o asociativo y lo diferenciaba de las ciudades o rutas patrimoniales. Mientras que el Consejo de Europa incluye en el concepto paisaje, paisajes marinos, paisajes urbanos, periurbanos y rurales. No va a haber diferencia entre un paisaje natural y un paisaje cultural o humanizado, también denominado antrópico. El paisaje natural es aquel en el que la actividad humana en el pasado fue muy reducida o muy poco intensa y que en cualquier caso fue incapaz de introducir modificaciones ni transformación a profundidad en el sistema natural. Los flujos de energía y masa del sistema natural no se ven directamente interferidos por la acción humana. Sus geoformas, su geonomía no presentan modificaciones sustanciales de origen antrópico, siendo predominantes las impuestas por el sistema geonatural. Por lo tanto, como consecuencia de ello, se va a dar la necesidad de preservar y conservar sus valores naturales. Pensemos, por ejemplo, en un paisaje del Neolítico o de la Antigüedad donde la acción humana sobre el paisaje influía mucho menos. A la hora de hacer una carretera, las carreteras se adaptaban a relieve. Frente ahora, por ejemplo, se puede abrir un túnel al través de la roca con lo cual el impacto, la actividad humana sobre el paisaje es muchísimo superior. La clasificación de parques naturales, parques nacionales, parques naturales o reservas es una taxonomía, es una clasificación de orden jurídico y planificador en función de su calidad ambiental y paisajística. También del grado de modificación del sistema natural y de la presión demográfica sobre su territorio. De tal forma que podemos señalar que los parques naturales son aquellos paisajes que mantienen valores naturales de una mayor calidad, con lo cual poseen un mayor grado de protección. Los parques naturales intentan compatibilizar la actividad humana con el sistema natural y las reservas tienen un menor grado de exclusión de la actividad humana. A continuación, veremos algunos de los parques naturales propios de la Península Ibérica. Diferenciado o opuesto al paisaje natural, vamos a encontrar el paisaje cultural. El paisaje cultural es aquel en el que la huella de la intervención humana ha sido y es el principal factor hacedor de su fisionomía y ha dado lugar a la modificación profunda del sistema natural, como por ejemplo los paisajes urbanos que cada vez han tenido más intervención a lo largo del tiempo. Los paisajes rurales de baja densidad de población y también han tenido poco impacto antrópico. Siempre el medio rural ha buscado una relación simbiótica, un equilibrio entre naturaleza y acción humana. Podemos ver una dificultad a la hora de definirlo, que es el paisaje cultural. Pero nosotros hemos basado o nos hemos basado en el Plan Nacional de Paisajes Culturales para diferenciar los siguientes paisajes culturales desde un punto de vista histórico. Por un lado, las actividades agrícolas, ganaderas, forestales que de forma independiente o asociada, sistemas agrosilvopatoriales históricos, marinas, fluviales, energéticas y las actividades artesanales en relación con las anteriores. Están determinados todos estos tipos de paisajes por la actividad agraria que va a modelar el paisaje. Se puede confundir y se suele confundir de hecho con el ámbito rural y es distinto o muy difícil de definir. Por otro lado, vamos a tener los sistemas urbanos o asentamientos históricos con protagonismo de la construcción de determinados paisajes a lo largo del tiempo. Es, a diferencia del anterior, un paisaje netamente humano y humanizado que va a estar en constante evolución. Solo hay que pensar en el crecimiento urbano de la mayoría de las ciudades de nuestro país en los últimos 30 o 40 años. Actualmente se calcula que aproximadamente el 55% de la población reside en estas urbes. Y podemos hablar o tenemos que señalar también la existencia de un paisaje periurbano que es la línea de diferenciación o la delimitación entre el paisaje urbano y el rural. También tenemos que destacar las ciudades industriales como la minería, gran industria y energía que van a tener una morfología bastante cambiante y los paisajes del agua. Los paisajes del agua son muy importantes y tenemos que considerarlos así porque tres cuartas partes de la superficie terrestre es agua. La actividad o el impacto antrópico ha sido muy variado por durante mucho tiempo no ha dejado huella a las acciones del hombre en este tipo de paisaje pero poco a poco la acción antrópica se va anotando mucho más con la creación por ejemplo en Abu Dhabi de islas artificiales o todo lo que está provocando el calentamiento global. Podemos señalar que existe una tipología muy variada tanto la marina como las aguas continentales con paisajes pluviales, polos lacustres, etcétera, etcétera. Nosotros vamos a diferenciar tres grandes tipologías. Los paisajes costeros que sería la transición entre el mundo marino y el terrestre suelen ser paisajes críticos y altamente vulnerables por la presión demográfica y podemos señalar como ejemplo pues Doñana en Huelva, los manglares africanos en Costa Rica, las albuferas o los deltas. Después tendríamos los paisajes subacuáticos que tienen un elevado valor natural y científico y que también son bastante vulnerables ambientalmente y que últimamente por ejemplo con la gran barrera de coral en Australia tienen un alto atractivo turístico. Y por último los humedales que son creados por las aguas continentales con baja velocidad y que se van a convertir en ecotopos para la avifauna como por ejemplo Doñana en Huelva, Fuente Piedra en Málaga, Tablas de Daimiel en Ciudad Real o la Laguna de Gallocanta en Teruel, Zaragoza. También son sensibles y críticos y están altamente en peligro. Aquí podemos ver una imagen de la gran barrera de coral así como de los manglares de Costa Rica. Una imagen de la laguna o de las tablas de Daimiel. Por último debemos señalar que el paisaje va a tener una serie de dimensiones. Va a tener una dimensión social que va a ser importante porque va a ser incorporado el paisaje como un elemento propio del patrimonio del Estado, va a tener una valoración social, todo el mundo dependiendo del tipo de paisaje va a tener un concepto positivo de ese paisaje para conservarlo y va a haber evidentemente una presión entre ciertos tipos de paisajes porque no es lo mismo un paisaje desértico que un paisaje de alta montaña. También va a tener una dimensión económica, es un recurso que bien puede servir para la agricultura, el servicio, la relación turística pero tiene una peculiaridad que también tiene un impacto o puede acarrear un impacto negativo porque la fuerte presión demográfica por ser un atractivo turístico puede impactar negativamente en ese paisaje y también tiene una dimensión ambiental ya que los paisajes son estructuras protegibles y mientras más protegidas más valor tienen. Y por último terminaríamos este apartado con las estrategias en torno al paisaje. El paisaje hemos dicho que es una realidad, es un terreno que hay que gestionar, hay que saber establecer políticas territoriales de gestión que tienen que ser desarrolladas a través de los poderes públicos y se tiene que mantener y conservar para el futuro. Podemos decir que el paisaje tiene una dimensión vital, es un proceso vivencial y afectivo y que se ve reflejado en la actitud ante las catástrofes. Por ejemplo ahora mismo está teniendo lugar la erupción del volcán de las palmas y evidentemente todo ese paisaje que hasta hace un mes los vecinos y vecinas de esos pueblos que han sido desalojados estaban contemplando ha sido borrado de un plumazo y evidentemente vemos las muestras de dolor y de incredulidad ante este hecho. Es porque esas personas tenían, aunque no lo sintieran porque el paisaje es algo que tenemos enfrente a nosotros, pues su paisaje ha cambiado además también cambia su vida cotidiana puesto que han tenido que ser desalojados de sus casas, han perdido sus tierras, sus vivencias, sus recuerdos, etc. De hecho se ha estudiado que el ser humano se adapta mejor a los cambios paulatinos que a los cambios bruscos y por tanto es importante pues la gestión paisajística en nuestras vidas. Como decía, se asumen peor los cambios bruscos que los lentos. Por ejemplo la sensación que nos queda como decía con el ejemplo del volcán o por ejemplo ante un bosque que ha sido quemado como pasó en verano en la sierra de Málaga y sobre la valoración del paisaje debemos señalar que va a depender del valor que un grupo social le atorgue. Por ejemplo, no se valora del mismo modo el paisaje del mar de plástico de los inmenaderos almerienses que por ejemplo las montañas cantábricas. No tiene el mismo valor del paisaje aunque objetivamente sigue siendo los dos un paisaje. En cuanto a la gestión del paisaje, el SEP define que debe existir tres pasos. Unos pasos previos de estudio y valoración y diagnosis del impacto ambiental, después identificación y selección, después estudia el estudio y análisis del paisaje que ahora veremos con más detalle. En cuanto a la identificación y la selección hay que identificar aquellos paisajes susceptibles de poseer interés cultural lo cual nos llevaría a la catalogación e inventarización. ¿Y cómo seleccionamos nosotros los criterios? Pues a través de valores intrínsecos, por ejemplo si presentan representatividad tipológica, ejemplaridad, significación territorial, autenticidad, integridad, singularidad. A través también, teniendo en cuenta los valores patrimoniales, su importancia histórica como hemos señalado en Cobadonga, social, ambiental. También valores potenciales de viabilidad, situación jurídica que permita su salvaguarda, la fragilidad o vulnerabilidad y rentabilidad social. Después pasamos a la segunda fase que sería estudios y análisis del paisaje, fundamentalmente para programar y planificar las acciones en el territorio. Es una fase previa a la realización de los planes directores. En esta fase necesitamos o se hace necesario el estudio sobre el paisaje. Pueden ser tanto generales o integrales o más concretos y evidentemente tendremos que utilizar unas ópticas multidisciplinar porque podemos recurrir a cualquier herramienta o disciplina. La ecología nos servirá para estudiar la composición de la tierra, la composición litológica. La biología para las faunas, botánica para las floras. Ingeniería para saber las estructuras a utilizar. La arquitectura si tenemos que reestructurar edificios. El derecho para saber qué tipo de tierras son y la capacidad jurídica que tiene la administración pública. Sociología y antropología e historia para el estudio de las poblaciones que allí viven y el impacto que puede causar en ellas. La importancia que para ellas pueden tener los lugares como, por ejemplo, una vía donde se hace la peregrinación, etcétera. Y la metodología tiene que ser variada y presenta las siguientes fases. Primero, un análisis del territorio y ello lo hacemos a través de la recopilación de la información. Podemos hacerlo de distintos tipos. Primero, recopilar información del medio físico. Para ello podemos utilizar distintas fuentes de organismos públicos como mapas y estudios de desnivel, deformaciones, planos de topografía, la base de datos del TSEO para ver estudios que se han hecho sobre el lugar donde queremos intervenir. Socioeconómicos, como por ejemplo el Instituto Nacional de Estadística, así como los distintos organismos autonómicos que también se basan en la estadística. Archivos, tanto locales, provinciales, autonómicos. Bibliotecas municipales para ver monografías sobre la zona. También organismos estatales. Históricos, con los archivos públicos tanto de ayuntamientos y diputaciones. O privados, especialmente los eclesiásticos. Fundamentales, especialmente antes del siglo XIX para temas de censo, demografía... Daros cuenta que en las iglesias es donde se inscribían los nacimientos y también las defunciones, con lo cual son una fuente fundamental. Podemos recurrir al Instituto Geográfico Nacional para ver la cartografía. Esta fase es importante porque de ella va a depender la calidad del diagnóstico y el acierto de la gestión. Es fundamental contrastar, verificar, filtrar y cruzar toda esta información que hemos seleccionado y que hemos consultado y traducirla a unos parámetros cuantificables. Después vamos a delimitar las unidades del paisaje. Es decir, vamos a estructurar y ordenar la información obtenida creando unidades homogéneas. Una unidad del paisaje es un ámbito espacial en el que las variables y los elementos paisajísticos presentan una elevada coherencia y un denominador común de base que permite su diferenciación e individualización respecto a otras unidades. Por ejemplo, la unidad estructural del territorio es la que se puede gestionar específicamente. Por ejemplo, se puede hacer un estudio de barrios, de pueblos, de regiones o de comarcas, de provincias, etcétera. Y para delimitar estas unidades de paisaje se suele utilizar elementos topográficos. Ya pasamos a la tercera fase que es evaluación y diagnosis. La evaluación del paisaje. Aquí se van a incluir variables que son difíciles de objetivar, son ya más de carácter subjetivo. Se debe interpretar el estado del paisaje. Debe presentarse sus valores que lo hacen único, pero también sus impactos tanto negativos como positivos. Daros cuenta que el impacto puede ser positivo y negativo como veremos en el último de los puntos. Y vamos a ver cuatro dimensiones básicas. Por un lado, la calidad. La calidad es el valor natural que presenta el medio. Justifica por tanto las razones por las que dicho espacio debe ser preservado. Va a haber un criterio integral. El espacio es un ecosistema y su calidad paisajística es exclusiva de una región determinada o puede ser un criterio sectorial por el cual se señalan que alguno o alguno de sus elementos son los que adquieren un valor determinado aunque otros no. En segundo lugar, la otra dimensión va a ser la fragilidad. La susceptibilidad o potencialidad de un territorio para ser modificado irreversiblemente ante cualquier acción externa. Hay unos ecosistemas que van a ser mucho más frágiles que otros. Por ejemplo, los costeros son ecosistemas con mucha fragilidad. En tercer lugar, la capacidad. Es decir, la disponibilidad que tiene un paisaje para acoger una determinada actividad. Dependerá por tanto de sus características y podrá acoger un tipo de actividad u otro. Por ejemplo, no es lo mismo el ecoturismo que una fábrica. Y por último, el impacto. Conocer los impactos positivos y negativos de la acción antrópica. Como decíamos antes, no toda la actividad antrópica es negativa por se. Por ejemplo, cuando el hombre actúa repoblando especies autóctonas es una acción positiva, tiene un impacto positivo puesto que retrasa la erosión y aumenta el CO2. ¿Cuándo consideramos que un impacto es negativo? Pues si la modificación del medio natural implica un descenso en la calidad o la utilidad del paisaje y será positivo cuando Hacienda agresiente su calidad y o utilidad de este paisaje. Y por último, señalaremos la ordenación paisajística. Con toda esta información son los responsables públicos los que deben de adoptar decisiones para conseguir mejorar, restaurar o para crear paisajes. Una ordenación paisajística debe de contemplar las siguientes tres acciones. Uno, mejorar el paisaje, es decir, potenciar sus fortalezas, minimizar sus debilidades y neutralizar las futuras amenazas. Dos, restaurar el paisaje, es decir, volver al paisaje a una situación previa a la actividad humana como por ejemplo se hizo en la Sierra de Guadarrama al quitar el teleférico. Y creación de un paisaje nuevo que supera la simple transformación derivada de las ordenaciones paisajísticas como ha sucedido en la margen izquierda del nervión. Pues hasta aquí el primer capítulo del webtoon manual. Nos veremos la próxima semana. Un saludo.