He llegado ya a la última de las ponencias del simposio, última de esta tarde, naturalmente, y para ello contamos con la presencia de Jacob Fijó, que es secretario de Uniones Agrarias, que nos va a hablar de la disponibilidad real de la biomasa en el contexto forestal nacional. Cuando quieras, Jacob, tienes la palabra. Bueno, muchas gracias por la presencia y por la paciencia de guardar hasta el último ponente. Yo me permití la licencia de cambiar ligeramente el contenido de la ponencia porque me pareció, viendo como el resto de los ponentes que se podía superponer, preferir orientarlo para la biomasa en Galicia y los retos y oportunidades que vemos para generar negocio. Voy a poner la presentación de positivas. Es el principio. Muy bien. Bueno, voy a empezar con una clasificación de biomasa que no sé si es muy ortodosa, pero creo que nos va a servir para centrar el problema y entendernos. La biomasa forestal primaria en esta ponencia se entendería que es la madera maciza, el tronco o aquella madera que es susceptible de tener un aprovechamiento industrial en una industria convencional de transformación de la madera. La biomasa forestal residual, entendiendo como tal los restos de corte fundamentalmente, que serían ramas con un diámetro en punta delgada menor de 7 centímetros porque de ese diámetro en adelante tendría un aprovechamiento industrial convencional, tocones de árboles que quedan tras la corte y cortezas. La biomasa forestal secundaria, que son residuos de madera en industrias forestales, dentro de las industrias, desde ahí que se subraye ese en, se haga énfasis y el ejemplo corresponde. Pueden ser la industria de celulosa, de fabricación de pasta de papel, pues los residuos que hay en la propia fábrica, los licores, la hemicelulosa, la lignina, que nos sirven para el proceso de fabricación de la pasta de papel y que están allí. Otro ejemplo sería, por ejemplo, pues pongamos por caso, si alguien se decide a producir energía a partir de erizos de castaña, puede parecer un disparate ir al monte a buscar unos erizos, para quemar, porque eso no tendría ningún sentido, no tendría un rendimiento económico, ni un balance de energía. Pero si yo tengo una empresa de castaña y recolecto los erizos dentro de mi proceso y los tengo allí dentro de la fábrica como un residuo, pues sí que tendría sentido que lo buscara una valorización. Ahí es la diferenciación entre biomasa forestal primaria y secundaria. La secundaria, ya digo, es la que se genera en industrias de transformación de la madera. Tendríamos otra opción, que serían los cultivos energéticos, cultivos específicos, que en el ámbito de esta industria, en esta ponencia, se van a limitar a los leñosos, a los lignocelulósicos. Los habría más con un planteamiento agrario y otro forestal, casi equivaliendo forestal a leñoso, porque realmente un aprovechamiento intensivo de un cultivo energético requiere fertilización, enmiendas, y no sería exactamente un concepto forestal. Estarían los residuos agrarios y los residuos de la industria agroalimentaria. La forma de generar energía, de valorizar estos residuos, sería la combustión directa como calor, que es la leña de toda la vida. La combustión para la conversión en electricidad a través de cogeneración. Lo lógico es ir a la cogeneración y hacer electricidad y calor a la vez. La producción de biocombustibles de segunda generación, que es una tecnología que no está madura, que sería fabricar combustibles líquidos a partir de restos leñosos, una vez que se lograra un proceso fácil para la hidrólisis de la madera y para la hidrólisis de la cadena de celulosa y su posterior fermentación. Y las valorizaciones no energéticas, vía compostaje. Es decir, tenemos un residuo leñoso y en vez de fabricar energía lo transformamos en un compost o un sustrato de cultivo. Me voy a centrar en las que tiene el asterisco. En la combustión para conversión en electricidad con generación y en las valorizaciones no energéticas, para el compostaje. Esta simplemente es una imagen que nos recuerda a la complejidad de la madera como prácticamente es un producto de la nanotecnología, pero no hecho por el hombre, sino por el de arriba, que de momento es el mejor nanotecnólogo. Y vemos que la madera se puede entender como madera en bruto rollo, como un tronco o como una tabla, o ir descendiendo de nivel y ver ya las características anatómicas y, por último, sus componentes de celulosa, hemicelulosa lignina hasta la cadena de celulosa. Y ahí vemos pues a una hormiga que es una termita que está sonriendo porque ella sí sabe cómo transformar la madera en biocombustible y nosotros de momento no. Bien, vamos a analizar al principio el aprovechamiento de la biomasa forestal para la cogeneración eléctrica. Podríamos hacerlo a partir de la biomasa forestal secundaria, aquella que se genera dentro de las industrias, residuos dentro de las industrias de la madera y eso pues tiene todo el sentido del mundo porque convierte en un recurso lo que sería un residuo de una industria forestal. Es lo que hace por ejemplo ENCE, Empresa Nacional de Celulosas, que era antes, ahora me parece que es Energía Celulosa el significado. Y bueno, pues fabrica celulosa, lleva allí una madera y esa madera le sobra a la corteza que se puede utilizar, es un residuo pero que se valoriza quemando y de ese 40% de la madera de eucalipto va a ser, que es celulosa, a la pasta de papel y el otro 60%, que son las hemicelulosas ligninas, que son los licores, será un residuo pero que se va a convertir en energía. Estaría el aprovechamiento de la biomasa forestal primaria, entendiendo como tal lo que sería quemar madera, en vez de transformarla industrialmente, pues la quemaríamos directamente para generar energía y tendría el inconveniente de que competiría con otros usos industriales. Esa madera ya tiene un aprovechamiento y si la dedicamos a generar energía pues va a haber un conflicto de intereses entre dos tipos de industrias. Lo veremos un poco más adelante. La sabiduría popular diría que es desvestir un santo para vestir a otro. Queda muy bien resumido. Y estaría el aprovechamiento, de la biomasa forestal residual, que es la que venimos diciendo que son los residuos que quedan detrás de la corte. Y ahí la gran pregunta es la rentabilidad. Si esto sería rentable, si sería razonable. Bueno, estudiamos en principio la posibilidad de utilizar la madera en bruto, la que ahora ya tiene un uso industrial para hacer una tabla, para hacer un tablero, para hacer pasta de papel, para combustionar. Hay que tener varios factores en cuenta si se apuesta por este modelo. Uno es el que viene ahí, que ya hay una cadena del valor monte industria en Galicia y en España, que está aprovechando cualquier trozo de madera que tenga un diámetro en punta delgada mayor de 100 centímetros. Que está aprovechando o que lo venía aprovechando hasta hace nada. Porque realmente estamos en unos tiempos extraños en el mundo rural. Nunca se había dejado de coger leche. Se dejó de coger leche este año. La madera siempre había tenido mayor o menor precio y este año tenemos problemas con las fábricas. Estamos en un momento complicadísimo. Lo cual también nos tiene que hacer reflexionar que las decisiones que tomemos las tenemos que pensar dos veces. Otro de los factores, y es muy serio, es que una tonelada de madera, según este estudio hecho en Bruselas, se podría matizar el orden de magnitud de los datos, pero ahí están, es que una tonelada de madera que entra en el circuito industrial genera 27 veces más empleo y nueve veces más valor económico añadido que esa tonelada si se emplea directamente para quemar. Esto es importantísimo. Porque si la misma madera que hoy tenemos aprovechada, si la pasáramos a una industria en Europa, la pasáramos a hacer energía eléctrica, estaríamos generando nueve veces, reduciendo nueve veces el producto interior bruto generado por esa transformación de madera. Y el empleo es un grado enorme, depende de la longitud que tenga la cadena de transformación. Si termina en una tabla o termina en un mueble, el impacto sería enorme. Y eso tenemos que pensarlo como región, como país y como Unión Europea. Y esto ya se habló aquí. La experiencia en otros países europeos es que cuando se abre la puerta a que se utilice la madera en bruto, en rollo, que puede servir para usos industriales, para generar energía eléctrica con una prima muy alta, empieza a fallar el abastecimiento de las industrias, que es una pregunta que antes surgía. Y hay datos de que en países como Austria o Alemania hubo fábricas de tableros que tuvieron serios problemas. Incluso se nos hablaba en Italia que exportábamos residuos desde aquí y que llegaban, se instalaban las plantas cerca de los puertos para que pudieran venir barcos con astillas y quemaban astillas del Brasil. Con lo cual, si había una justificación para primar esa energía, que era que se iban a limpiar los montes, pues no se hacía porque venían de otro lado. Y si había algún argumento de ecoeficiencia, pues tampoco era así. Porque la ecoeficiencia de cortar un árbol en el Brasil, hacer una astilla, meterlo en un barco, traerlo, desembarcarlo y quemarlo, pues el CO2 que generamos ahí sería tremendo. Entonces, hay una primera conclusión a nuestro entender, que es que el uso de la madera para generar energía distorsionaría la industria forestal, generando menos riqueza y destruyendo empleo a raíz de estos datos, que son datos. Bueno, entonces viene la pregunta del millón de dólares. ¿Cuánta energía podríamos producir con la madera? Porque a lo mejor nos cargamos la industria de la madera, pagamos ese precio pero resolvemos un problema muy serio que tiene España, que es que el 85% de la producción de madera y el 80% de nuestras importaciones de energía, de nuestra energía primaria, la importamos. Depende del extranjero. Lo cual es una sangría... Bueno, es una debilidad de nuestro país, de nuestro sistema económico y si mal no recuerdo supone una tasa de transferencia todos los días de un 6 o un 7% de nuestro PIB hacia países productores de petróleo y productores de energía primaria. Entonces, tenemos que analizarlo. Porque ya digo, puede ser que el precio a pagar sea que destruyamos una cadena de valor de la madera, pero realmente esto va a resolver el problema energético. Si quemamos toda la madera de España, toda la madera de Galicia, ¿cuánta energía vamos a producir? La equivalente a 10 centrales nucleares, a 1, a media... Podríamos prescindir de las centrales de carbón... Vamos a darle un repaso. Galicia en principio produce la mitad de la madera de toda España. En Galicia se cortan unos 6 millones de toneladas al año. El dato que salió antes era más alto, porque fue un dato excepcional de estos últimos años que subió, pero vamos a dejarlo de momento que sea 6 millones. Podrían ser 7 u 8 dependiendo de los años. Vamos a dejarlo en 6 porque así se hizo el cálculo. Decía Piedras 14.000 toneladas verdes para producir un megavatio de potencia... Para abastecer un megavatio de potencia eléctrica durante un año hemos utilizado una cifra un poco más conservadora de 10.000 toneladas. De madera verde para alimentar una central de un megavatio de potencia durante un año, produciendo en continuo. Y eso nos daría que quemando toda la producción anual de madera de Galicia, es decir, que no entrara nada de madera en ninguna fábrica, podríamos abastecer 600 megavatios de potencia eléctrica de forma sostenida. O lo que es lo mismo 0,6 gigavatios. Una planta que tuviera 0,6 gigavatios. En términos comparativos, en potencia eólica instalada tiene actualmente más de 3 gigavatios. Ya nos da un orden de magnitud. Sería un quinto de la potencia eólica instalada. Toda la madera de Galicia es dedicada a producir energía. Hay que decir una cosa para decir toda la verdad. Es que un megavatio eólico instalado, 3 megavatios eólicos instalados, produce la misma energía que un megavatio convencional, por ejemplo quemando madera. Porque solo de las 8000 horas que tiene el año, solamente unas 3000 sopla el viento y funciona. Entonces sería un tercio del tiempo y 3 equivaldrían a 1. Pero en potencia instalada, que ya nos da una idea del orden de magnitud, estaríamos hablando de un quinto de la potencia eólica instalada. Recuerdo que hay prevista la instalación de otros 2000 y pico megavatios en el famoso polémico concurso eólico para los próximos años. Entonces, quemar toda la madera de España al coste de no tener un industrio de madera alternativa permitiría generar electricidad equivalente a una central nuclear. Ese es un primer dato que tenemos que tener en mente, que nos sitúa el problema o las posibilidades en su dimensión. Estaríamos hablando, si la mitad de la madera de Galicia son 0,6 gigavatios, pues 1,2, el doble. Prácticamente es la potencia que tendría una central nuclear. Entonces, quemar toda la madera de España no generaría ni el 1% de la electricidad actualmente producida. Esto no quiere decir que nos estemos declarando en contra de utilizar la bioconducción. Estamos hablando de biomasa para producir energía. Simplemente estamos dimensionando el problema ahora mismo. Si dejamos por un lado, en un momento, y descartamos la opción de utilizar toda la madera porque veríamos que tenía sus costes y no resolvería el problema energético y nos centrábamos en la biomasa por estar residual, entendiendo lo que decíamos, restos de corte inferiores a 7 cm es verdad que su aprovechamiento energético no va a introducir distorsión con la industria porque no está utilizando estos residuos, están quedando en el monte. Pero nos parece que hay una problemática. En principio, podemos considerar un cálculo midiendo con cuartas sin ir con mucha precisión que si nos llevamos 4 camiones de madera en un monte, ¿qué puede haber en un camión? Un 25% de residuos que quede en ese monte, en esa proporción. Tenemos un problema y una paradoja y es que cosechar una tonelada de estos residuos va a ser más caro que cosechar una tonelada de madera. Es una primera paradoja, con lo cual no va a ser más caro dejar en la puerta de una central para quemar una tonelada de residuos una tonelada de madera. El precio de la rentabilidad de todo el proceso de recolectar residuos y dejarlo en la puerta de fábrica va a depender enormemente de las primas al kWh que se fijan por una decisión de un Real Decreto. Si Zapateros volviera loco mañana, Dios no lo quiera, y un Consejo de Ministros acordara que el kWh se ponga a 600€, pues esto sería muy rentable, indudablemente, desde el punto de vista económico. Pero la sociedad tendría que pagar ese sobrecoste a costa de quitar recursos, por ejemplo, para gestionar el monte. Y los restos de limpieza del monte son una alternativa. En principio, hasta ahora. Hasta donde sabemos nosotros, el resto de limpieza del monte lo estoy entendiendo como matorral. Lo que serían las siestas, lo que serían los tojos, lo que sería el matorral. En una calle, en una plantación forestal, pasa una máquina, desbroza y recoge eso. En principio, debido a las cualidades de este tipo de material, que es muy difícil de almacenar, ya se dijo aquí, porque tiende a fermentar, y porque tiene una densidad muy baja y una relación masa-volumen muy desfavorable para su recolección, procesado, transporte, etc. Y también hasta donde hemos sondeado, uno nunca sondea todo, y aquí hay gente experta en este mundo, pero no hemos encontrado en el mercado procesos industriales que estén utilizando estos residuos, porque siempre hay otros disponibles con mayor capacidad para generar energía. Es decir, que no habría unas calderas, salvo que alguien me desmienta, diseñadas para utilizar este tipo de material, porque hay otros más favorables disponibles. Entonces, en principio podemos concluir que por las dificultades de recolección, por la tendencia a fermentar, por un menor contenido energético y porque no existe una tecnología todavía puesta a punto para este tipo de residuos, que los restos de limpieza de los montes no serían actualmente valorizables en un rango económico para la generación de energía. Lo cual no quiere decir que no sean útiles, que sí lo son, y se están utilizando muchas veces cuando se limpian las taludes de las autopistas, etc., que se genera mucho tipo de este material que se retira, se tritura, y se utilizan las plantas de compostaje. Por ejemplo, para tratar los lodos de depuradora, se hacen pilas de lodos que compuestan muy mal, porque por su proporción de carbono nitrógeno, porque no circula bien el aire, al mezclar con este tipo de residuos, pues la fermentación aeróbica de la pila depuradora, es mucho más favorable, y ahí sí que se podría valorizar mucho mejor este tipo de restos. Una vez que hemos analizado la madera en bruto, los restos de corta, nos queda la última pieza del puzzle, que serían los cultivos energéticos leñosos, que son plantaciones diseñadas específicamente para generar biomasa y en general comparten las características que vienen ahí. Una alta productividad, muchas toneladas etaria al año, son especies que normalmente rebrotan tras la corta, porque si no, habría que volver a plantar. En cambio, por ejemplo, un eucalipto, un salse o un castaño, en el caso, se corta y vuelve a rebrotar, se corta y vuelve a rebrotar, no necesitamos volver a plantar cada vez que hacemos el aprovechamiento. Los turnos de rotación son muy cortos, de tres, cuatro años, cada tres o cuatro años hay una cosecha, y el aprovechamiento es mecanizable. Dado que actualmente en Galicia tenemos unas 600.000 hectáreas sin aprovechamiento, ni agrario, ni ganadero, ni forestal, pues habría superficie, supongamos no todas valdrían para este tipo de cultivos, porque tienen que tener unas condiciones altas para la mecanización, pero con que nos quedemos con 60, con un 10%, serían 60.000 hectáreas, con una producción de 10 toneladas de materia seca a hectáreas al año, tendríamos unas 600.000 toneladas disponibles fácilmente obtenibles mediante cultivos energéticos. Es decir, que sí parece que es una opción. Recapitulando un poco lo dicho hasta aquí, tenemos que la valorización energética de toda la madera que se produce en España en un año apenas produciría la energía para abastecer una central nuclear y al coste de eliminar toda la cadena de valor de la industria forestal, que la industria forestal genera más empleo del PIB por tonelada que la producción de energía, es un dato muy importante, que la biomasa residual, que en principio es la más apta porque no entraría en colisión con los intereses de una industria que ya existe, tiene un coste de aprovechamiento muy elevado, es esa paradoja que decíamos, que teniendo menor valor es sin embargo más caro llevar a la puerta de la central que los rollos de madera. Que los restos de matorral no son aptos para su combustión, pero sí para el compostaje y que existe la posibilidad de producir biomasa mediante cultivos leñosos de alto rendimiento en terrenos baldíos, lo ideal sería que fueran terrenos que no tienen ahora mismo un aprovechamiento, igual que si utilizamos una materia prima que ya se está utilizando, habría un conflicto de intereses entre industrias, si utilizamos un suelo que ahora no se está utilizando no habría un conflicto de intereses entre usos del suelo ni agrario ni forestales. Y un poco con estos factores de recapitulación que están tenidos en base a los razonamientos que hemos hecho hasta ahora y que son matizables y criticables por supuesto, vamos a ver un poco cuál sería la propuesta de uniones agrarias para encajar todas esas piezas del putrid para lo que sería el aprovechamiento de la biomasa para generar energía. Nosotros pensábamos que si hay una posibilidad en plantas de cogeneración de electricidad, siempre iría a la cogeneración por ese aprovechamiento del calor que no se desperdicie, de pequeñas dimensiones de 2 a 3 megavatios porque son unas cantidades de combustible razonables y obtenibles en un radio centrado en la planta de transporte bastante razonable, también con un componente de abastecimiento de cultivos energéticos, ¿por qué no?, de estas 60.000 tallas que de repente se nos ocurrió que podía haber e incluso de cortezas. Pensemos que muchas de esas 3 millones de toneladas de calito que se vienen cortando al año, pues prácticamente la mitad sale fuera de Galicia y todo eso se descorteza. Nos recordaba Daniel que ahí hay un 16% de material lignocelulósico y bueno, pues sobre un millón y medio de toneladas, un 10% serían 15.000, perdón, 150.000, pues habrían unos 200.000 toneladas de corteza que se podrían aprovechar para generar esta energía y que ahora están quedando en el monte. Pensamos que para componer el puzzle la prima de los kilovatios hora generados a partir de la biomasa, la prima en régimen especial debía de cobrarse si realmente se crema biomasa residual o cultivos energéticos pero no de madera para no fomentar esa destrucción de empleo y de PIB, ese conflicto de intereses. Con la industria que debía de haber un sistema de trazabilidad de combustible empleado en las centrales, es decir, si una central necesita en un momento dado abastecerse un 30% de madera en rollo, pues que se abastezca pero a precios de kilovatio de mercado, no con prima y que cobre la prima de los otros 70% que sí genera a través de cultivos leñosos o de residuos. Y también pensamos que debía de abordarse, de hecho el anterior gobierno de la Junta tenía una propuesta de decreto que se quedó sin aprobar porque no dio tiempo, no sabemos cuáles serán las intenciones de la nueva administración. Pensamos que se debía de regular la autorización de los cultivos energéticos en terrenos sin aprovechamiento agrario ni forestal. Es decir, terrenos que ahora mismo están baldíos, no tienen uso, no están generando riqueza ni desarrollo rural, pues sabemos perfectamente cuáles son esos terrenos a través del SIPAC, del Catastro, etcétera. Ahí sí, autorizar los cultivos energéticos porque estaríamos creando un nuevo recurso, que actualmente pues no tenemos y estaríamos dándole funcionalidad a una tierra que ahora mismo no la tiene. Y este sería un poco el esquema de nuestra propuesta pensando un poco en tomar decisiones que estén basadas en una visión de conjunto de todas las piezas que tenemos que encajar. Y ya digo, Máximo, en este momento que tenemos todos apuros económicos y debemos de pensar que todo lo que hagamos que sea para añadir más valor y no para entrar en conflictos de intereses. Los nichos de empleo asociados al aprovechamiento de la leomasa, si se abordara este esquema de ordenación que proponemos, pues habría una oportunidad para plantaciones de alta densidad con mucha utilización de pies por hectáreo y a ser posible con clones y seleccionados de alta productividad en terrenos que ahora mismo no se utilizan. Se podrían desarrollar cadenas distribuidas, suministro de biomasa forestal residual en aquellos sitios donde fueran económicamente aprovechables, de lo que se habló aquí ya por parte del CIS utilizando esas técnicas. Y habría también un incentivo para reforzar los aprovechamientos helvícolas y los trabajos de prevención de incendios forestales, lo cual también sería positivo. Y simplemente a modo de reflexión unas imágenes que quité de internet para ver que realmente el aprovechamiento de tocones que vemos arriba a la izquierda son unas máquinas realmente grandes que tienen un consumo energético alto y un coste de funcionamiento alto. Abajo vemos, donde está la máquina naranja, un aprovechamiento que hizo Soporcel Portucel en unas plantaciones en Portugal después de Eucalipto que ardieron cuando los árboles tenían una edad de tres o cuatro años y tenían varias miles de hectáreas cuando fue la ola de incendios. La nuestra fue del 2006, ellos las aceptó antes y unos cuantos miles de hectáreas de plantaciones desarrollaron y no valían para nada. No valían para nada porque la madera no tenía las dimensiones aptas para la industria de ellos, que es la pasta de papel, y además estaba quemada, estaba ennegrecida, que también era muy conveniente, pero sin embargo tenían que quitar o retirarlo porque tenían que volver a plantar. Y entonces decidieron hacer una prueba para aprovecharlo como biomasa y nos invitaron allí a que viéramos las pruebas, nos decían que no había nada que ocultar en el sistema porque el secreto de la rentabilidad estaba en cómo se combinaban las cosas. Las máquinas, los tiempos de los camiones, que hubieran tiempos muertos, el tiempo de abastecimiento de estas grandes trituradoras, etc. Y nos decían que aún operando en esas grandes superficies con plantaciones alineadas, etc., que los rendimientos eran muy ajustados. Y la otra imagen simplemente ya se vio aquí, es un aprovechamiento de restos de corta en un monte. Y aquí sería únicamente un cultivo energético ligno-celulósico, hacer la reflexión de que el terreno se ve que es mecánico, que es organizable, que se está en cortas rotaciones, que los diámetros son muy pequeñitos, son varas delgadas, cosechadas con una máquina con un planteamiento prácticamente más quizá agrario o agronómico que forestal y con una logística específica de la que también se habló aquí. Y esto es un poco las reflexiones que quería mostrar hoy. Muchas gracias por la atención en esta hora ya tan complicada de última hora de la tarde. Muchas gracias. Muchas gracias.