Quiero empezar agradeciendo a Máster Cáceres, que son obligados a los asistentes y a todos los presentes también el esfuerzo de estar aquí. Gracias. A Alfonso Manso, a Gabriel García Martín, tendría que decir más nombres, pero bueno, vamos a dejarlo así. Quiero empezar ya a exponeros un poco lo que ha supuesto el significado de la cultura del TECO y lo que ha supuesto para nosotros como europeos o como personas que han vivido hasta hace bien poco tiempo esa cultura, para la gente que ha vivido toda la vida. A ver, quizás está poniendo así toda la música. Vamos a ver si está pasando algo aquí. Sí, sí, a ver, que estamos en el curso. Perdón por este fallo técnico que vamos, que era un poco desagradable. Bien, vamos a explicar esta cultura sobre significada y el futuro. El futuro que pueda tener a través de una serie de imágenes. Y quiero empezar por las imágenes de lo que ha podido ser la parte más antigua o los vestigios más antiguos de esta cultura. Estamos en la cueva del Castillo, en Cantabria, y vemos imágenes de representaciones que se han dado a llamar ramiformes o armoniformes, que están presentes en toda la zona franquista. Como Cántabra, en todas las cuevas prehistóricas, y que podríamos identificar perfectamente en muchos casos con el tejo. Vemos aquí algunos ejemplos. La hipótesis de que, si se demostrara esta hipótesis, de que todas estas representaciones, todas las que veis a la izquierda, son ramos de tejo, estaríamos ante la cultura que más tiempo ha pervivido posiblemente de la humanidad. Que más tiempo ha pervivido en los mismos lugares. Y que son más exactos, aún más, porque en estos mismos lugares donde aparecen todas estas representaciones de hace más de 30.000 años, encontramos hoy los viejos tejos de Iglesia, que como veremos son la nueva versión de esos tejos, de la cultura del tejo. Vemos por otro lado, arriba a la derecha, una lápida valiniense, también los valinienses son latrines, que vivían en la zona entre los... Son... Entre Cantabria, actual, entre León y Asturias, hay toda otra zona que ocupaban los valinienses. Y tenían estas lápidas que casi siempre, o que muchas veces, marcaban como un arbolito esquemático, que casi con toda seguridad era el tejo, porque es el árbol funerario que todavía sigue utilizándose en la misma zona. Y vemos abajo, aquí hay una representación actual, a la derecha abajo, de arte contemporáneo. Esto es el logo de una exposición... Que ha habido hace unos años en Asturias, en la que cincuenta y pico pintores y artistas de todo tipo se reunieron para recoger con sus obras, para hacer una colecta y cuidar un poco de un determinado tejo que apaglinaban en aquel momento. Y recogían siempre todas sus obras, son tejos plasmados de maneras muy distintas. Cada uno con sus técnicas. Vemos cómo en el arte románico, y en el arte plerománico anterior todavía, aparecen también formas que parecen expresiones muy elocuentes del tejo, de la hoja de tejo, de la rama de tejo, que están características y que en estos mismos lugares además es el árbol sagrado que se plantaba y que se continúa plantando como árbol central, del que ahora nos ocuparemos. Años cincuenta antes de Cristo. Las frutas cántabras, las primeras referencias históricas que tenemos del tejo se refieren a esa época de las damas cántabras en la que sabemos que la gente se suicidaba, los cántabros se suicidaban o la gente del norte, se suicidaba con tejo. En otras formas de suicidio, antes de caer prisioneros en manos de los romanos. Esta manera de morir la tenemos también recogida, la recoge Julio César entre los galos, entre los segurones, la tribu de los segurones, la tribu del tejo, y Carimulco se suicida también tomando tejo antes de caer prisionero. Esto quiere decir que de alguna manera es el árbol identitario también, que se ha sentido como árbol de la libertad, como la poción de la muerte, podríamos hablar, que daba de alguna manera el coraje para seguir guerreando porque la gente, eran una especie de kamikazes en el fondo, que utilizaban el suicidio no solo para caer prisioneros, sino incluso a través del anegotio, una fórmula que tenían de morir cuando, por ejemplo, cuando su jefe moría ellos tenían una especie de juramento, de morir con su jefe. Esto hace que fueran unos guerreros temibles y muy celosos de su libertad y su fama era tal, que se decía, incluso hay una referencia de los romanos que decían que los cántabros con solo su fama ya vencían y esto mucho tiempo incluso antes del principio de nuestra era cuando ya peleaban en Numancia. El tejo de alguna manera pudo ser un emblema muy especial en este sentido simbólico de la guerra y de la libertad. Bien, y aunque vamos a pasar un poco de puntillas sobre este tema quiero que se entienda que hay un patrimonio inmaterial importantísimo ligado a toda la cultura del tejo y que se expresa de mil maneras distintas. Hay un patrimonio que hemos podido recoger a través de ceremonias, rituales, literatura moderna y antigua, tradición oral, de todo tipo. Como ejemplo hemos puesto este cómputo de lo que se consideraba que viven distintos seres. El primer ser, la sebe, el asturiano o el zarco es un entrelazado de adriano que dura tres años porque el pudre es un entrelazado que se usa para cerrar prados. Entonces se decía, una sebe tres años, tres sebes un perro, tres perros un caballo, tres caballos un hombre, tres hombres un cuervo y tres cuervos un tejo. La vida de los distintos seres. Pero yo lo que os quiero contar hoy sobre todo va de patrimonio vivo y este patrimonio vivo, como veréis, este patrimonio material y patrimonio vivo tiene muchas manifestaciones muy diferentes que vamos a ir viendo, por lo menos algunas de ellas. Y empiezo por presentaros a la señora Mercé que vive en esta casa de Villaviciosa, del Consejo de Villaviciosa de Asturias. Bien, esta mujer tenía en la casa hace unos veinte años dos tejos enormes, centenarios, que habría plantado su bisabuelo, su tatarabuelo, a saber quién. Pues un día decidieron que daban demasiada sombra a la casa y decidieron cortarlos. Cortaron los tejos y ese mismo año, ese mismo invierno vino un vendaval y arrancó el tejado adecuado. De manera que se quedaron sin tejado y rápidamente plantaron estos tejos y ahora tienen mucha prisa porque crecen, porque alcanzan el mismo tamaño que tuvieron. Es el primer ejemplo del valor del tejo como árbol protector que además al no perder la hoja protege durante todo el año la casa, los plagos y lo que sea. Pero junto a esto hay una protección que se consideraba también y se sigue considerando en muchos lugares una protección mágica. Se decía que el tejo atrae la buena suerte y espanta la paga. Sobre eso el millo blanco, por ejemplo, ha recogido aquí tenemos un ejemplo en Cantabria, en Presconorium, pero el millo blanco ha recogido en otros autores muchos ejemplos en Ancares y en otros lugares donde se tiene esta misma sensación de que el tejo es el árbol guardián, el árbol familiar, el árbol que protege a la gente. A la casa y a la tierra. Con un sentido bastante distinto, a pesar de que tiene su paralelismo, el tejo de palacio o el tejo de castillo es un tejo emblemático que es un poco el símbolo de la familia, del linaje. Cuanto más viejo es el tejo o el árbol, porque había otros árboles también, pues más antiguo se supone que es el linaje. De manera que estamos ante una especie de escudo que representa a la familia y que, de alguna manera, protege también el guardián. Sobre esto había muchas tradiciones de que la muerte del árbol podía suponer la decadencia de la familia. Fijaros qué curioso que este árbol, como otros de palacio, tiene las ramas hasta el suelo porque está libre del vidrio, está en una finca perfectamente cerrada. Conocemos otros ejemplos, como los árboles de huelga y otros, que al permanecer así crecen con las ramas hasta el suelo y llegan incluso a arraigar esas ramas y tomar tierra y pueden hacerse nuevos árboles como lo veis por la parte de abajo en el documental. Pasamos a otra escala dentro de esta cultura que es quizá lo más importante para nosotros como árbol de identidad que es el árbol central, el árbol de mitad de cada pueblo que es el símbolo mismo del pueblo porque incluso se dice en muchos lugares que ese árbol que está plantado allí en Berniego y en otros sitios estaba allí antes que el pueblo mismo. Puede ser cierto o no esto, pero hay una conciencia o una idea o una creencia de que estos árboles son algo viejísimo cuando en realidad son muchas veces linajes de árboles que van implantándose a la muerte de los ángeles sobres, se plantan otro nuevo, de manera que puede haber linajes antiquísimos en un mismo lugar y se demuestra por ejemplo con la presencia de Heloesia pero también Dolmen y Tejos en un mismo lugar que ha podido ser sanado desde hace siglos y siglos incontables. Pues bien, junto a estos árboles sucedía la vida de los pueblos. Junto a estos árboles los niños jugaban y todos los recuerdos de los viejos y los emigrantes de la gente que ya no está en el pueblo sobre todo, se dirigen muchas veces hacia ese árbol y es el lugar del pueblo, el arma del pueblo al que continuamente va el recuerdo. Contaba en el Berniego que cuando escribían los emigrantes desde Buenos Aires cartas lo primero que preguntaban era ¿cómo está el techo? ¿cómo está el arbollo? Porque eran unos árboles de identidad, de ese pueblo concreto. Y a lo largo del día el tejo vivía y la gente vivía el tejo de una manera constante y cotidiana porque era eso el lugar de encuentro de los niños por un lado de los jóvenes, de los mozos y las mozas que se reunían sobre todo al atardecer a cortejar debajo de ese árbol de los viejos más tarde que celebraban las taquillas allí o sea que la vida realmente y esto lo saben muy bien todos los que tienen esa memoria del árbol experimentado o el árbol vivido la vida transcurría en torno a estos árboles. Quiero traer un ejemplo muy especial este porque conocemos muy pocos casos en los que no se haya cristianizado ese árbol central porque la Iglesia sobre estos árboles que tenían un simbolismo muy grande y una gran cantidad de funciones como veremos ahora sobre estos árboles la Iglesia construyó sus templos aprovechando el poder de convocatoria del árbol la Iglesia inmediatamente puso sus ermitas puso sus templos de piedra y a veces respetó el árbol a veces no pero muchas veces la Iglesia se le vea de cultos muy antiguos y en este caso amable este señor de Melendreros nos muestra el tocón de lo que fue un tejo en el que se hacían los juicios porque debajo del tejo la palabra era sagrada todo lo que se decía debajo del tejo nos contaba madre era sagrado por eso estaba la casa donde una casa del pueblo que había hablado que hizo preces de ayuntamiento tenía incluso una pequeña mazmorra donde se podía encerrar si se daba el caso a la gente que había hecho algo después de celebrar el juicio debajo del tejo porque todo lo que pasaba debajo del tejo tenía una dimensión especial por eso debajo del tejo se hacían los tratos se hacían los contratos de todo tipo se hacían los juramentos por ejemplo conocemos casos de jurar el amor a una moza y se hacía debajo del tejo todas las cuestiones importantes las asambleas de vecinos los consejos las juntas la fiesta del pueblo todo lo importante sucedía debajo de ese árbol que era de alguna manera la casa consistorial cumplía todas las funciones de templo de magistratura de todo lo que era el mundo social jurídico religioso espiritual de los pueblos de manera que lo habíamos visto como el tejo ahora estamos en Bretaña en Tlaloconé y como el tejo ha ido desgajando esas funciones desde el cementerio porque siempre el núcleo principal era hay que decirlo era casi siempre el cementerio donde todos los vecinos iban a morir al cabo de sus días a los pies del viejo tejo de ahí también la importancia simbólica del árbol y vemos como este núcleo central principal que era el árbol se ha ido desgajando pues el templo es a la derecha del templo de piedra pero también detrás está la alcaldía la magistratura todo esto ha ido desgajándose del árbol de alguna manera conforme hemos sentido los humanos otras necesidades distintas es importante decir que la iglesia no siempre ha tenido un papel negativo muchas veces ha adoptado de una manera muy ferviente casi fervorosa al árbol y conocemos ejemplos implantando el tejo junto a bueno para la fundación del monasterio de una iglesia y plantando un tejo que sería más tarde un lugar de fundación o de centro también conocemos incluso en los párrocos estudiados hay una frase que repiten mucho y es que cuando se les pregunta sobre el tejo dicen una frase hecha que el tejo tiene un alto sentido simbólico y religioso para ellos incluso sigue siendo muy importante y sin embargo hay que decirlo la iglesia y todos los poderes asociados por ejemplo tenemos un ejemplo perfecto en carlo magno se dedicaban durante siglos a una persecución implacable a todo lo que sonaba pagano a todo lo que no era ella misma o lo que ella instauraba de manera que ponemos el ejemplo aquí del musul un árbol legendario que taló carlo magno y no solo talaban los árboles sino que talaban tribus enteras las descuajaban las pasaban a cuchillo directamente muchas veces por el simple hecho de no bueno una labor de conquista que a veces la iglesia hacía perfectamente imbricada en los poderes establecidos pese a esta persecución que ha habido prácticamente hasta nuestros días todavía conocemos el caso de curas actuales que han vendido por ejemplo el tejo entonces sabemos conocemos muchas anécdotas sería largo contarlas pero por poner una en asturias el cura vendió el tejo de alangas entonces cuando cuando el maderista fue a por el tejo se encontró que estaba todo el pueblo delante y tuvo que devolverle el dinero que ya el maderista le había lanzado para que os hagáis una idea de la relación de fuerzas que esto esta cultura sigue viva está en plena está moribunda está trocada de alguna manera y sin embargo hasta ayer mismo estaba viva pero vamos va hasta el punto de la defensa esta autarca que podían hacer los paisanos de Sudáfrica conocemos también unas coplas que cantaron los las unas coplas de Ravel que le hicieron al cura de Golbargo en Cantabria que quería talar el tejo y le dijeron le decían señor cura de Golbargo que el tejo quiere tirar eso de tirar los tejos no es cosa sacerdotal y la copla sería con cosas que no sería muy buen gusto explicar bien a esta cultura por una vez para que os hagáis idea de lo honda que era la piel de esta cultura pese a esta persecución que ha habido como os digo hasta nuestros días a base de concilios y a base de vamos de talas de tejos directamente podríamos hacer un catálogo de tejos de iglesia y cementerio de los países del tejo en todo el arco atlántico europeo pero dejamos los ingleses para que los ingleses nos cuenten cuánto qué calcularía si tienen datos a este respecto dejamos los ingleses aparte pero contaremos que en el viento la morteira tiene censados más o menos unos 20 tejos de ermita y de iglesia en Asturias el último censo que está haciendo ahora mismo Ana López nos da una cifra aproximada de 260 ejemplares casi siempre centenarios aunque hay algunos que son nuevos que se han renovado que son tanto a veces que casi siempre hablamos de tejos centenarios y a veces muchas veces centenarios en Normandía de los cinco departamentos de Normandía traemos dos que son los dos que tenemos mejores datos para que os hagáis una idea hay 300 solo en Calvados y 200 en la Mancha y por ejemplo veis que la diferencia de medidas es alucinante o sea en Bretaña y en Normandía encontramos tejos muchísimo mayores que aquí en la península y una de las explicaciones puede ser porque aquí por orden de la iglesia y también del Estado y por razones de salubridad se separaron los cementerios del núcleo central que tenían en cada pueblo y se mandó que se separaran de cada pueblo esto hizo que los tejos que vivían en mitad de los cementerios de pronto se encontraran desnudos digámoslo así y solos en el lugar central además del pueblo porque siempre tenía que pasar un camino una zanja una obra de cualquier tipo han caído y siguen cayendo como moscas los tejos por las obras como veremos enseguida pero bueno la tradición la cultura sigue muy viva también en Bretaña en Canicia en Castilla y León en Cantabria quiero decir que estamos ante un patrimonio ante un legado de unas proporciones increíbles y que prácticamente ha pasado desapercibido para nuestra sociedad porque no se ha tenido en cuenta como tal legado por la pura necesidad por el puro divorcio que existe entre el mundo urbano que valora una serie de cosas valora muchísimo las iglesias la piedra las obras humanas y demás y a veces no valora lo más evidente que es el templo anterior que es el templo ancestral que es ese árbol vivo que está ahí de alguna manera se empieza a pedir desde muchos ámbitos incluso los los ingleses creo que tienen están trabajando en el tema se empieza a pedir que se declare patrimonio de la humanidad la fundación Filipe Rodríguez luego nos ha hablado Oscar Prada Amigos del Tejo empezó Amorteira también ha estado trabajando el tema cualquier reconocimiento yo creo que sería vamos sería lógico y de de pura de puro sentido común que sirviera sobre todo para preservarlo tenemos siempre el peligro de matarlos de puro reconocimiento y favorecer unas visitas desmesuradas que acaben con los árboles o que los dañen como está pasando ya en algunos casos por lo que estas cosas hay que hacerlas con mucho cuidado pero en principio cualquier reconocimiento del bien de interés cultural patrimonio de la humanidad o cualquier cosa de este tipo sería algo algo debido y sobre todo nos abriría a una dimensión nueva del entendimiento de lo que el árbol supone para la humanidad porque hablamos del tejo pero podríamos hablar del roble vasco y de otros muchos lugares de de otros árboles que cumplieron idénticas funciones el tiro entre los carmargos el fresno la ceiba entre los cubanos la ceiba en en Guinea el pino blanco y lo que es podríamos hablar de cómo cada pueblo se ha abrazado con un árbol se ha identificado a su árbol en no sólo de pueblo no sólo del lugar concreto sino incluso el árbol de la tribu con un sentido que va mucho más allá de lo que es un estado de lo que es un país y que entra mucho más adentro de nuestra conciencia y que como veremos tiene además un efecto bueno aquí os traigo esto para indicar que incluso Taxus Cuspidata por ejemplo en una isla en la que prácticamente todos son tejos se cree que esta población parte precisamente de los antiguos templos que se trajeron que hacia 1500 no perdón hacia el año 500 unas una serie una etnia china llegó se instaló allí y plantó unos templos en los que plantaban sus árboles salados que eran los tejos y de ahí se piensa que es que se explica esa que prácticamente toda la isla es indígena de tejos os lo cuento una vez porque en Japón el tejo es también el árbol sagrado y vemos lugares tan impresionantes como estos en Normandía en la Ede-Rotor donde continúan viviendo desde hace seguro que más de un milenio estos dos árboles y su raíz es tan honda su importancia en ese lugar es tan honda el entendimiento de la gente que vive en estos árboles es tan hondo hacia el árbol que se entiende que en estos lugares donde la gente ha crecido en torno a estos árboles sagrados la cultura del árbol en general y la naturaleza es también más honda y de hecho muchas veces encontramos por ejemplo a las afueras de este mismo pueblo una capacidad de gestión del bosque que prácticamente no se ha olvidado o no tiene en otros lugares y de gestión además desde hace cientos y cientos de años de sus bosques con unos magníficos robables de hayas y de cartes que tienen una explotación forestal sostenible ejemplar y que emana de alguna manera de esa sabiduría y de ese saber estar con la naturaleza muy rápidamente os cuento que todo esto ha sufrido un declive rapidísimo conforme los hombres hemos empezado a olvidar y hemos empezado a maltratar a los árboles y los árboles que ayer mismo o incluso todavía algunos paisanos veneran como este de mi día o que me se ha asfaltado pues llega cualquiera sea el ayuntamiento sea un vecino sea la ciudad la comunidad o quien sea y asfaltan hacen zanjas hacen bodas cada cual llega donde el árbol y hace y deshace y sin ningún pudor y sin ningún criterio de ningún tipo vemos que árboles por ejemplo hoy tenemos aquí abajo en la exposición de maderas está parte de este tejo de Leveña que era el tejo milenario entre comillas de Levin de Cantabria de Impeñal de Santca y hay que hablar de el peligro de cuidar demasiado a los árboles lo hablábamos antes con los rinces pues también a veces esto puede ser peligroso para ellos pero no quiero entrar en este tema porque lo van a tratar luego seguro que Emilio Branco Oscar Frada seguro que lo que se va a tratar en mil maneras distintas entonces Esto ha generado todo un movimiento de protesta, de defensa de estos árboles. Amigos del Tejo propició el encuentro de hasta treinta y pico asociaciones, cosa casi imposible en Asturias, del ámbito de la ecología, pero también del arte y la naturaleza, de la cultura, que se han reunido en torno a este símbolo para defenderlo por una vez y para decir que ya basta, que están cayendo como moscas en una década árboles centenarios o árboles incluso milenarios, en su caso. Y estamos aquí ante una escena que veréis en otro rato en el documental. Ya lo cubré de espaldas. Está haciendo la entrevista a Francis Alec. Esto es el resuelve de lo que queda. Y os dejo esto como ejemplo de cómo la influencia de esta cultura llega incluso a la montaña, a lo que consideramos más silvestre, a los mundos que consideramos salvajes y que están de alguna manera tocados aquí por esta cultura del Tejo y del árbol. Vemos que una de las cosas que decía Francis Alec, un experto mundial en bosques primarios, es que estas tejeras del suelo es lo que más se parece a un bosque primario en Europa, de lo que él ha visto. Salvo en la fauna, decía él, hacía él esta matización. Y todavía podíamos matizar, seguir matizando y decir, salvo la fauna que no es la originaria, pero sí la heredera, de alguna manera, de lo que hubo en tiempos teóricos. Fijaros que las tejeras, la tejera como organismo, es el bosque primario por excelencia en muchos aspectos. Por ejemplo, son los pájaros los que diseminan y son los costumbres de los pájaros los que muchas veces hacen que la tejera sea como es y se distribuya como se distribuye. No solo eso, sino que para que haya una tejera tiene que haber unas condiciones de humedad. Unas determinadas condiciones de altitud y demás que hacen que vivan en esos lugares. Incluso los herbívoros, que pueden parecer el mayor enemigo del tejo, y que lo son, de hecho, cuando hay un sobrepastoreo que no permite la regeneración, pues los herbívoros pueden ser aliados perfectos cuando están acabando con la competencia de otras palmas que se defienden peor. No hay cualidad, el tejo es muy venenoso. Hay animales como el caballo, que no toleran en absoluto todo el tejo. Y esto hace que el tejo se vea favorecido ante un número crítico, un número de herbívoros, se vea favorecido frente a otras especies como el alia o el fresco. Y vemos cómo la apariencia de la naturalidad es enorme en lugares donde el tejo se ha construido, es capaz de hacerse a sí mismo, de construirse su... ...su hábitat prácticamente de la nada, de la pura roca, donde es capaz de vivir, hasta construirse su hábitat y hacerse el mismo bosque. A veces podemos ver en lugares donde los pájaros han diseminado pequeñas tecelas nacientes en lugares completamente inóspitos y que, sin embargo, podemos pensar que dentro de unos siglos estos árboles se conviertan en todo un bosque y entremos allí a algo mucho más parecido. A lo que vemos a la derecha, en solo unos siglos de existencia. Cinco minutos. Ah, perfecto. Vemos en la braña de los tejos cómo los hombres han vivido con los tejos y cómo han respetado de una manera exquisita a veces al tejo porque era el árbol sagrado. No sólo abajo, sino también arriba muchas veces. Y aunque esto en las últimas décadas se haya perdido, la memoria y esto... Tenemos constancia de muchos tabúes que implicaban a los tejos. Por ejemplo, se decía en Francia que el que caga un tejo, que muere dentro del mismo año. Hay dichos, que ya no sé si nos dará tiempo a contar, como por ejemplo el que refugiamos en Sotres, que dicen que vale más entre cortar un tejo y matar a un paisano, dejar el tejo y matar al paisano. No os haréis idea. Había además una creencia especial en el mismo monte hacia los tejos. Por ejemplo, estamos en Urbasa, donde los carboneos se reunían alrededor de este tejo y hacían la danza o la fiesta del último día antes de bajar de las carboneras, antes de bajar al pueblo. En invierno, bajaban a pasar invierno al pueblo y siempre aceleraban en este tejo, que era el lugar de encuentro. Y nunca jamás, en muchos pueblos, se consideraba... Se consideraba que se podía cortar el tejo, o no alegremente, en cada sitio era distinto, pero no se hacía en ningún caso cortar un tejo alegremente. Y vemos de hecho como en lugares donde la cultura pasturil está perfectamente asentada desde hace muchísimo tiempo, tal como demuestran estos monumentos, el tejo sigue implantado, a veces habiendo salvado la persecución auténtica que ha sufrido Noia por la cultura... tradicional, sino por una cultura industrial que, por ejemplo, los talaba para arcos, antes de guerra, para todo tipo de cosas, y entonces sí, se atalaban la matabasa y se acababa con tejeras enteras o con cuadras enteras. La llegada del alambre a destino parece que era una tontería, pero supuso que en muchos lugares donde ya flaqueaba esa memoria de lo que el tejo significaba, se cortaran tejos a mansalva para hacer estacas. Y vemos en una cabaña en China, donde lo único que ha sobrevivido es la pila de tejo, que también era uno de los usos tradicionales, en este caso sostenible, pero la tradición que permitía, se decía en muchos lugares, sólo se usa para esto, porque lo demás estaba muy mal visto y no se entendía que se cortaran tejos. Y voy cerrando ya los dos minutos que quedan y contar que, por ejemplo, el pueblo está rodeado de santuarios del tejo y que, desde luego, en mi opinión, no se puede hoy día estudiar al tejo silvestre, las tejeras, sin estudiar los manejos tradicionales que se han hecho con el tejo. Lo que implicaba la cultura en cada lugar en particular, en cada sitio era distinto, y cómo influía en ese motivo aparentemente silvestre. Bueno. Pero hay aquí un ejemplo de Sotre, donde estuvo particularmente arraigado todo este tema, toda esta cultura del tejo, y que, lamentablemente, no me da mucho tiempo para decirlo. Pero allí, sólo en expresiones, os acabo de contar una, lo decían también. Si de esto fue testigo un teshu, es que puede ir a misa. El valor del tejo era, a muchísimos niveles, el de... Por ejemplo, se decía también. Cuando una persona es de palabra, se dice, hebe irika, como un santu de teshu. Y si es muy falsa, una persona falsa, se dice, he falso, como un santu de plágano. El plágano es el arte. Bien. Termino ya diciendo que la cultura sigue viva en parte. Que los vecinos de Nereida, como esta paisana, siguen cuidando el sucesor del árbol de reina. Que estamos a tiempo de salvaguardar una parte muy importante del patrimonio. Y que la onda expansiva de volver a implantar estos tejos en sus lugares de origen, y no sólo eso, sino explicar además lo que significaban, y retomarlo, no ya como ceremoniales, o rituales, o religiosos, o cosas ya un poco extemporáneas, sino con un nuevo sentido espiritual, en el sentido que puede ser mucho más amplio. Todo esto puede servirnos para educar, y hacer que luego el árbol sea algo vivido y algo experimentado, y que la cultura del árbol vuelva a tomar otra vez cuerpo en nuestra sociedad. Que cada vez es más urbana, y cada vez está más alejada de toda esta realidad. Vamos a dejarlo aquí, y luego no sé si habrá un punto de preguntas, o ahora nos podemos acomodar. Gracias. Aplausos.