Buenas tardes. Esta ponencia de hoy, día 27, la tenemos ante todo gracias a la colaboración de la UNED con la Asociación de Mujeres Progresistas contra la Discriminación y la Violencia de Género. Ante todo, quiero disculpar a doña María Luisa Grande Gascon, directora de la UNED en Jaén, que no se puede conectar en estos momentos por motivos laborales. Hoy vamos a contar con la experta Gemma Otero Gutiérrez, a la cual paso a presentar. Gemma Otero Gutiérrez, asesora, investigadora y formadora. Es experta en coeducación y prevención de las violencias contra las mujeres desde la infancia. Es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Género en Igualdad por la Universidad Pablo de Olavide. Máster en Dirección de Empresas para las Emprendedoras en Economía Social por la Escuela de Economía Social. Doctoranda e investigadora del Grupo de Investigación en Acción Socioeducativa y colaboradora del Centro Interdisciplinar de Estudios Feministas de las Mujeres y de Género Cine de la Universidad Pablo de Olavide. Autora de los cuentos coeducativos Superlola y Lalo, el príncipe rosa, de la Agenda Escolar Coeducativa para el Profesorado de Infantil y Primaria, año 2017-2018 y 2018-2019. . Creadora del proyecto formativo y audiovisual de Divulga Igualdad Pásalo, primero y segundo del Instituto Andaluz de la Mujer. Directora y guionista del vídeo realizado para la campaña 25N Voces contra la Violencia Machista de la Red Universitaria contra las Violencias de Género de la Universidad Pablo de Olavide 2019, entre otros. Concedido por Comisión Obrera de Andalucía por la creación del proyecto La señora Malilla en 2016. Premio Meridiana 2015 en la modalidad Iniciativa de Producción Cultural por el Instituto Andaluz de la Mujer, Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía. Y premio a la Igualdad, Área de Igualdad del Ayuntamiento de La Rinconada en el año 2014. Y ahora mismo le paso la palabra a Gemma Otero, que tenemos el gusto de escucharla para aprender mucho de ella. Buenas tardes, Encarna. Qué lote te has pegado de leer, madre mía, que te has leído la biografía curricular entera. Te lo agradezco. Bueno, antes que nada, buenas tardes a todas las personas que nos acompañan. Y bueno, antes que nada, sí que me gustaría agradecer al Centro Asociado de la UNED de la provincia de Jaén, pero en especial a la Asociación de Mujeres Progresistas contra la Discriminación y la Violencia de Género de Jaén, que se pusieron en contacto conmigo para que participara en esta ponencia. Así que muchísimas gracias a todas las compañeras que me habéis estado acompañando estos días previo a la ponencia. Daros las gracias por confiar en mí y por pensar en mí para estar aquí. Bueno, comenzamos. Hoy me voy a centrar sobre todo en analizar desde una perspectiva crítica, desde una perspectiva feminista, la violencia estructural contra las mujeres y las niñas. Creo que es importante que vayamos a la raíz, que entendamos el origen de la violencia contra las mujeres, que es algo a nivel global, que tiene que ver con algo estructural, que no es casual. Y bueno, pues cuando el compañero quiera, pasamos a la presentación que he traído para compartirla con todas las personas que me van a acompañar durante esta hora de ponencia. Sé que las compañeras estarán pendientes de posibles preguntas o algunas reflexiones que queráis hacer al final de la sesión y yo estaré encantada de compartir con vosotras y con vosotros todas las reflexiones y todas las preguntas que me queráis hacer, ¿vale? Bueno, comenzamos con la presentación. La presentación, hay que empezar por el origen, hay que empezar por la raíz. ¿Sabéis de dónde procede este odio contra las mujeres, esta violencia contra las mujeres y las niñas desde que llegamos al mundo? Y tenemos que ponerle nombre a una estructura social, una estructura cultural, económica, que se llama patriarcado y que además tiene la gran habilidad de parecer siempre invisible. Aquellas cosas que son invisibles parece que no existen y además, bueno, pues como no lo vemos, pensamos que son inocuas, que no hacen daño, que no tienen ningún impacto en nuestra vida, ¿no? Y de ahí que la cotidianidad, el día a día de la violencia contra las mujeres y las niñas sea algo o que no vemos o bien que no queremos ver, ¿vale? Porque muchas veces ver la violencia contra las mujeres pasa por hacer autocrítica y reconocer todo lo que pone en la perpetuación de la violencia contra las mujeres. Rosa Cobo, que es una de mis grandes referentas, que yo siempre constantemente la nombro, ¿no? Ella habla de que el control del cuerpo de las mujeres y de las niñas es uno de los grandes pilares fundacionales de este sistema patriarcal, ¿vale? Tenemos que entender de dónde venimos y dónde estamos. Fijaros en esta foto, en esta campaña publicitaria que os presento para usted, señor, ¿no? De Balón Dandy y campañas publicitarias astutas. Y vemos que, bueno, la imagen y dónde el patriarcado nos quiere colocar, pues sigue siendo exactamente en el mismo lugar. Y cómo sí que es verdad que tiene siempre la habilidad de crear nuevos mecanismos y nuevas estrategias y nuevos discursos para parecer muy modernos, pero para que sigamos estando exactamente en el lugar que quiere. Y para que se produzca esa deshumanización de las mujeres, esa violencia contra las mujeres y las niñas, tiene que existir un mecanismo material y simbólico que permite la perpetuación y que permite también la validación de esa violencia contra las mujeres y las niñas. Y esa maquinaria de la desigualdad es la socialización patriarcal, es decir, la socialización es el proceso por el cual aprendemos a convertirnos en seres sociales, aprendemos a convertirnos en ciudadanas, en ciudadanos, en hombres y en mujeres. Es un proceso que ya nos está esperando mucho antes de que lleguemos al mundo, cuando ya estamos en el vientre de nuestra madre. Ya, bueno, estamos escuchando, nos espera todo un universo de relatos, de narrativas, de prácticas, de expectativas de vida. Si económicamente la familia se lo puede permitir, incluso ya el cuarto de ese bebé ya viene totalmente decorado en función con el sexo con el que nace, los colores cambian, la simbología cambia. Es decir, ¿qué es? Una maquinaria que está continuamente en movimiento. La gran teórica feminista Kate Miller, yo creo que prácticamente todo está en Kate Miller, lo explica de una forma soberbia, ¿no? Ella habla de que no estamos acostumbradas ni acostumbrados a asociar el patriarcado con la fuerza, sobre todo en aquellos estados, en aquellos países donde además podemos casi presumir de que tenemos políticas de igualdad que han sido de referente durante muchos años, en el resto de Europa, y aún así, fijaros dónde estamos. Pues en esos, es más, en ese tipo de democracia, el sistema socializador es tan perfecto y la aceptación general de sus valores tan firme, como ya dice, y su historia en la sociedad humana tan larga, universal, que muchas veces ni siquiera necesita el respaldo de la violencia. Alicia Puleo o Ana de Miguel hablan del patriarcado del consentimiento, más que un patriarcado coactivo, ¿no? Es decir, bueno. Porque pasa desapercibido, porque sentimos, tenemos la percepción irreal, ilusoria y fantasiosa y mágica de que vivimos en una sociedad totalmente igualitaria, cosa que no es real. Gerda Lerner, su libro La creación del patriarcado, un libro que os recomiendo, igual que Política sexual de Kate Miller, son libros de cabecera. Ella habla de la devaluación simbólica de las mujeres y cómo su subordinación, que siempre se enmascara como algo natural, lo natural es inamovible, ¿vale? e invisible, se encuentra, bueno, en la raíz de la realidad y de la ideología patriarcal. Bueno, la gran Celia Morón, ¿no? Y su frase magnífica que recoloca, es decir, conceptualizar bien es politizar bien. Bueno, hablemos claramente, pongamos teoría. A la realidad y nombremos las cosas tal y como son, es importante que nombremos, ¿no? Ella habla que las exigencias feministas ya fueron producto de ideales emancipatorios de la ilustración, es decir, el feminismo bebe de la ilustración a través de sus discursos sobre la modernidad, sobre la igualdad, sobre la fraternidad, que para nada las mujeres estábamos incluidas en ellas, sobre todo en los discursos, por ejemplo, como de Rousseau, ¿no? La vindicación de las mujeres en el espacio de las idénticas, es decir, ella habla de las idénticas como las mujeres que formamos casi un todo, todas somos prácticamente, atendemos al mismo modelo de feminidad, mientras que los hombres sí que alcanzan el estatus de individuo, ¿no? Nosotras no somos ciudadanas del Estado, somos consideradas seres naturales, y por ello también desprovistos de razón. Y, bueno, pues esa construcción del discurso patriarcal, de la inferioridad de las mujeres y de las niñas, se cuela en ese proceso de socialización desde que llegamos al mundo, desde que somos muy pequeñas. Y os pongo un ejemplo. Os traigo una narrativa de una alumna de mis talleres, de los talleres y de las formaciones que yo realizo tanto en los centros educativos de infantil y primaria, como en los centros de secundaria, y llevo muchos años impartiendo formaciones. Fijaros una de estas narrativas en las que yo les preguntaba al alumnado sobre cómo pensaban que la socialización había impactado en sus vidas, ¿no? Y fijaros, prácticamente aquí está todo el recorrido de la socialización de las niñas. No abres las piernas, ponte vestidos, no digas palabrotas, por la noche no sales, no uses ropa corta que vas provocando. Los videojuegos no son un juego, no es un juego, no es un juego, no es un juego. Los videojuegos son de niñas, las muñecas son de niños, las muñecas son de niñas. El rosa, ayuda a tu madre a limpiar que tu padre está muy cansado de trabajar. El fútbol, por supuesto, de niños. Los hombres al campo a trabajar y las mujeres a la casa a limpiar. Tienes que casarte con un hombre. En este caso era una alumna en un contexto rural, por eso aparece la alusión al campo, ¿no? Y aquí hay todo un recorrido donde se evidencia cómo la socialización impacta en las niñas de una forma brutal. Es decir, no abrir las piernas, ese mandato de hacernos responsables de la opresión que sufrimos si nos sucede algo, si nos violan, si ejercen la violencia contra nosotras porque algo hemos hecho. Es decir, el descansamiento de la responsabilidad masculina se deposita en nosotras, que tenemos que ser guardianas de nosotras mismas y de nuestro honor, y de nuestra propia salud, de nuestra propia vida, ¿no? Y de nuestro propio cuerpo. Ponte vestido, el mandato de la belleza y la normatividad femenina. El no decir palabrotas y tenemos que portarnos bien. La ley del agrado, de la que habla Amelia Barkasser. Por la noche no sale, es decir, la cultura del miedo. El niña ten cuidado, en vez de poner la mirada en los niños y educar a los niños desde que son muy pequeños. A no violar. A no ejercer la violencia contra las mujeres. Y las niñas a no prostituirlas. Es decir, a no explotarlas sexualmente porque evidentemente ni los maltratadores, ni los violadores, ni los puteros, ni los prosenetas son personas con ningún tipo de enfermedad. Es decir, lo que tienen es interiorizado, inoculado un machismo que permite que cualquier relación que construyan con las mujeres, desde la opresión y desde el dominio contra ellas y la violencia contra ellas, son hijos muy sanos de un patriarcado que siempre les da la razón, lo justifica o encuentra la manera de que esa responsabilidad no sea asumida por ellos y cargue sobre nosotras. Bueno, aquí fijaros el tema del reparto y de la división sexual del trabajo. Es decir, las niñas persisten. Reciben esa violencia que sufren y esa opresión desde que son muy pequeñas y lo muestran a través de malestares a los que muchas veces no saben ponerle nombre. El feminismo permite ponerle nombre. Y es importante que las niñas, también los niños, reciban una educación feminista para que evidencien, le pongan nombre a esa opresión que las niñas están soportando desde que son muy pequeñas. Porque a través de la socialización de las niñas, se está dando un aprendizaje y una interiorización de esa opresión y esa desigualdad estructural. Y si nos vamos a los datos, pues tenemos los datos de la macroencuesta que no deja lugar a dudas, ¿vale? Y una de cada dos mujeres ha sufrido violencia por el hecho de ser mujer. O sea, imaginaros, ¿no? 11,681... 11.688.411 mujeres de 18 años. 16 o más años han sufrido violencia por el hecho de ser mujeres. Y esto solo es la punta del iceberg. Esto solo es la punta del iceberg. El 99,6% de las mujeres han sufrido violencia sexual. Todos sus agresores fueron hombres. El tanto por ciento de mujeres que aparecen como agresoras sexuales están casi todas relacionadas con el tema de la explotación sexual de otras mujeres y de la trata con fines de explotación sexual. Es decir, esto no es casual. Esto es estructural. Y algo tenemos que hacer con ello, ¿vale? Cobo habla de que existe un componente misógeno. Misógino es ese odio contra las mujeres. Hablamos de muchos delitos de odio constantemente, pero nunca hablamos del delito de odio, del delito de odio contra las mujeres. Ni siquiera conocemos los nombres de las mujeres que son asesinadas. Es decir, los informativos, no hablen con, no abren los informativos con asesinatos de mujeres. Y eso nos permite también darnos cuenta de lo interiorizado que está. Ella habla de ese componente misógino, el arraigo, por supuesto, del discurso de la inferioridad de las mujeres en el imaginario colectivo. Os pongo un ejemplo a pie de aula. Cuando un niño se sale de lo que se espera, un comportamiento asociado con la masculinidad, ¿vale? Inmediatamente, el insulto que recibe es nenaza. Lo que no vemos, lo que no analizamos, lo que no nombramos, es que no estamos insultando al niño. Estamos insultando a las niñas. Es decir, porque la palabra niña se convierte en un insulto y el niño de alguna manera sabe que ser niña no vale tanto. Que ser niña no tiene el mismo valor. Y nunca hablamos de la violencia que estamos ejerciendo sobre las niñas, cuando utilizamos la palabra niña como un insulto. ¿Vale? Y sobre todo eso, que ninguna forma de violencia, pues evidentemente puede estar desvinculada de ese dominio masculino. Si nos vamos a datos internacionales, porque los datos son importantes, porque constantemente nos estamos encontrando discursos negacionistas, ¿vale? Frente a los discursos negacionistas tenemos que utilizar el argumento y por supuesto los datos empíricos. Yo no estoy aquí para dar mi opinión. Yo estoy aquí para hablar de hechos, de hechos que están refutados, que son hechos empíricos, datos empíricos, ¿vale? A través de estudios internacionales y de estudios también en nuestro propio país. Son argumentos sólidos. Por eso es importantísimo la formación y el estudio constante en coeducación, que es mi espacio, digamos, es mi lugar en el mundo formativo, ¿no? Y es donde yo me muevo porque soy coeducadora, pero por supuesto también desde el femenino. Seis de Chile acaba de publicar hace poco este informe mundial sobre las niñas en el 2020, ¿vale? Y habla de que los matrimonios infantiles ascenderán hasta 2,5 millones adicionales y un millón adicional de embarazos en la adolescencia. Por favor, estamos hablando de matrimonios infantiles de embarazo en la adolescencia o estamos hablando de violencia sexual contra las niñas? Es decir, hay que ponerle nombre a las cosas. Y cuando hablamos de la violencia estructural contra las niñas y contra las mujeres, también es a nivel global. Por eso yo digo que no es algo casual, no es casuística, es estructural. Por eso hay que irse a la raíz, si no, no entendemos nada, ¿vale? Estamos hablando de muchas cosas, de muchas violencias cotidianas que pueden ser más cercanas o menos cercanas, pero están ahí, forman parte de la realidad de millones de niñas en todo el mundo. Infanticidio femenino, abortos selectivos, feminicidios, mutilación genital, trata y explotación sexual laboral y reproductiva, violaciones sistemáticas en conflictos armados. Es decir, las niñas y las mujeres son violadas de forma sistemática en todos los conflictos armados a lo largo de toda la historia y sigue sucediendo, ¿vale? Las violencias sexuales no solamente en los espacios privados, sino también en los públicos, pero fundamentalmente en los espacios privados. En aquellos espacios donde damos por hecho que van a estar seguras. Por supuesto, también los asesinatos de honor, la violencia simbólica, la cosificación, las pruebas de pureza, la hipersexualización y puedo seguir, ¿vale? Porque ya lo veremos ahora, el patriarcado no se queda contento con la hipersexualización y da un paso más y pornifica a las niñas y lo veremos más adelante. Es decir, cuando yo digo nada, cuando aquí hablo de la antología de lo femenino, hablo de lo que el patriarcado, cómo nos define lo que significa para el patriarcado, lo que quiere que signifique para el patriarcado ser mujer y hay que verlo siempre desde la teoría feminista. Por eso las mujeres y las niñas somos el sujeto político del feminismo, porque ahora nos estamos encontrando en este espacio mágico donde parece que la realidad ya ha llegado, ¿vale? De pronto, nos encontramos con nuevas definiciones, nuevos discursos que siguen garantizando la explotación sexual, reproductiva, laboral y cuando digo laboral me refiero también doméstica, ¿vale? De las mujeres y las niñas. Porque además el patriarcado se une con el neoliberalismo y bueno, juego ya conseguido. Es decir, fijaros cómo el neoliberalismo y el y el patriarcado se unen para seguir cosificándose. Y mercantilizando nuestros cuerpos y nuevos argumentos, porque ahora tenemos argumentos que son súper modernos, ¿vale? Y además que bueno, vienen totalmente disfrazados con un neolenguaje que parece como que bueno, estamos nos estamos encontrando pues con otras consignas de liberación de las mujeres. Cuando en el momento que rascamos un poquito y tenemos una mirada y tenemos claro cómo es la teoría feminista, cómo se articula, lo vemos a la primera. El argumento de la libre elección en un sistema de poder, en una relación de poder no hay libre elección. No existe la libre elección. Tenemos libertad para elegir en un sistema que nos oprime y nos violenta empoderamiento femenino, ¿vale? O la liberación sexual. Eso lo vamos a ver porque son digamos los tres grandes argumentos, argumentos que se esgrimen para que las niñas y las mujeres. Nos de, o sea, lleguemos incluso a auto objetivizar, no es decir que lleguemos incluso a creernos que cuando somos cosificada eso mola, eso empodera, eso nos hace ser bueno por mujeres libres. Fijaros, por ejemplo, no en 2017 la revista estadounidense v elaboró una lista considera actrices las 100 actrices más sexy, no la hacen. Actrices, las mejores actrices, las que mejor interpretan. Bueno, no sexy, claro y bueno, pues qué hicieron? Metieron en la lista a Milly Bobby Brown. No sé si la conocéis de la serie extraña. Sí que es súper conocida. A mí, por ejemplo, me encanta. La veo con mi hija, somos muy frikis y bueno, ahí tenía 13 años. Qué necesidad tenemos de sexualizar a una niña de 13 años? No, eso no somos conscientes de la violencia que estamos en. Haciendo sobre ella y claro, cuando hiper sexualizamos nos desprendemos de nuestro yo de nuestra humanidad. Es decir, hiper sexualizar lo dice muy bien Rosa Cobo es inferiorizar y convertirnos en cosas las niñas cosas que venden cosas aquí hay imágenes vale de campañas reales donde las niñas están absolutamente hiper sexualizadas por supuesto, para la mirada masculina para esa mirada patriarcal. Vale que se deleita convirtiéndonos en objetos sexuales para su goce y para su disfrute. Este libro lo recomiendo encarecidamente muñecas vivientes, regreso del sexismo, natacha huerte y ella lo explica también muy bien en este libro, no como la aparición de esta cultura hipersexual. Eh bueno, qué significa que no significa que por supuesto estemos hayamos encontrado la la la igualdad y la estemos disfrutando, porque, no es así, sino que es al contrario, es un fenómeno que refleja y que acentúa tal y como ya dice profundo desequilibrio de poder que se dan en nuestra sociedad, no? Y es como si fuéramos resurgir el viejo sexismo, el viejo machismo de toda la vida, pero pues pues ahora muy moderno eh súper moderno y cuando estamos hiper sexualizando, cómo podemos identificar cuando una niña está hiper sexualizada? Bueno, es muy fácil identificar, pero para que lo para para que lo tengamos claro y luego aquí lo vemos pues con la sexualización, por supuesto, estamos desprendiendo la humanidad de las niñas para convertirla en objetos sexuales para el deleite de la mirada masculina. Como pongo aquí las niñas aparecen también las mujeres, pero yo ahora mismo estoy sentando más en las niñas porque sobre eso estoy investigando y estoy trabajando eh cómo se fragmenta el cuerpo de las niñas hasta el punto de que parecen cosas no personas, vale? Estos son dos campañas brutales. Una, de una campaña del regreso a al al a la escuela, digamos, no el inicio escolar y donde pone team class es una campaña donde vendían zapatos. Bueno, pues nada, una campaña de zapatos y ahí vemos a una niña que se levanta la falda, los zapatos no se ven a la niña tampoco, solo se le ve parte de su cuerpo y cuando hablamos de hiper sexualización, pues también se utilizan asesorios o se utilizan, pues objetos que les hagan parecer, pues más deseables y atractiva, no? Fijaros ahí, por ejemplo, como aparece pues esta chica que también es una actriz bastante conocida y bueno, como tiene ese bote de perfume y bueno, lo tiene sobre su pubis, no? O como en esa campaña de zapatos de la que os he hablado antes, aparece una niña con una una actitud de pose bastante sexualizada, con un. Un polo en la mano vale o por ejemplo cuando se adoptan poses exagerada y se muestran, pues el deseo de parecer que bueno admiradas y deseadas sexualmente no estas dos niñas, por ejemplo mirando a la cámara y como tienen poses exagerada para bueno, para ser deseada sexualmente. Quien les mira las ve sexualizada, las ve como un objeto, la normatividad de una belleza basada, la delgadez. Ahora hay como también una tendencia que de pronto aparecen mujeres gordas vale, pero siguen siendo muy sexualizada y por supuesto la imagen de perfección absoluta con el mandato de que constantemente las niñas reciben de que su cuerpo tiene que estar siendo corregido porque nunca está a la altura. Y dentro de esa hipersexualización que estamos haciendo imponer una sexualidad patriarcal adulta a las niñas, les estamos quitando la infancia, su infancia cada vez es más corta. Y el patriarcado quiere más por supuesto siempre va a querer más de nosotras nunca estamos a la altura y siempre que podamos que podamos ser explotada pues ahí está esperándonos, pues pasamos a la pornificación es un término que acuñó Pamela Paul y que habla de eso como la pornografía se cuela en las prácticas en el lenguaje, en el uso cotidiano, en la cultura vale y aparecen imágenes donde aparece su misión o entrega sexual. Estas imágenes dan mucho miedo a mí me ponen los vellos de punta son muy violentas extremadamente violentas o la reproducción de imágenes pornificada de mujeres adultas pues vestidas como niñas fijaron estado mujeres vestidas de colegialas. O la otra chica que además bueno con la cabeza cortada porque la cabeza no nos interesa porque la cabeza piensa y lo que queremos es un cuerpo no una mujer y aparece una mujer partida en un trocito con un chupe. Pues bueno es una oda y es a la cultura de la pedofilia de la pederastia no es si se lo estamos poniendo en bandeja estamos normalizando la pederastia maravilloso. Y con eso pues estamos acortando como he dicho antes y desmantelando la infancia de las niñas porque pasan a ser adultas pero no adultas en sí sino cosas que lo que queremos se las coloca constantemente una situación de riesgo a sufrir violencia sexual y violencia contra ella. Este imagen es muy perturbadora solo es una imagen de los típicos concursos de belleza que es una auténtica explotación no contra las niñas fijaron los cuerpos de las niñas. Como aparecen como aparecen ellas sus poses sus caras que parecen muñecas hipersexualizadas y ese hombre detrás que se acerca por detrás y les pregunta me da mucha grima que quiere que quede que quede y cocina. Y bueno pues tiene consecuencias físicas psicológicas en el desarrollo de las niñas una baja autoestima inseguridad necesidad constante y validación de la mirada externa la autorización auto o actualización separación de la conducta sexual. Y afectiva trastornos alimenticios es decir que el impacto en su vida y en sus cuerpos es brutal no el proyecto del informe sobre la sexualización de las niñas de la comisión de derechos de la mujer igualdad de género habla de que en el caso específico de las niñas no es un fenómeno que se traduce principalmente la atribución de rasgos sexuales propios de mujeres adultas. Y bueno que facilita el abuso. Las conductas sexuales agresivas y la violencia contra las niñas vale lo dice el parlamento europeo y como por ejemplo la socialización impacta también en su vida pero también en sus percepciones y su auto percepción fijaros por ejemplo como en la socialización cuando los niños y las niñas juegan cuando los niños y las niñas aprenden a relacionarse con el mundo también impacta en sus expectativas de vida vale en este caso en un estudio sobre los estereotipos y roles de género en la publicidad de los juguetes. Pues aparece aquí alguna cifra no el 11 por ciento de los anuncios de juguetes sexualiza a las niñas o el 50 por ciento de los anuncios dirigidos a niños pues con actividades como piloto policía militar en las investigaciones que estaba haciendo en los trabajos con las con informaciones y talleres coeducativos con alumnado de primaria. Pues estos son los dibujos que hacen y aparecen sus expectativas de vida tienen que ver con cómo han sido socializados y socializadas. Y ahí aparece una niña que lo único. Que ya se ve de mayores siendo guapa para ella lo más importante es ser guapa o la otra chica que se está haciendo un selfie no es decir y como los niños pues se perciben pues tiras pegando tiros y siendo policía no es decir eligen libremente niños y niñas como se como llega como se cuela el por las rendijas de nuestra cotidianidad el relato de la hipersexualidad. Y como se normaliza y como lo tenemos absolutamente integrado y normalizado pues por ejemplo una de las normas patriarcales por excelencia que es la ocultación del cuerpo sexualizado de las niñas porque las niñas se les sexualiza el cuerpo a los niños no hay aparece una imagen lindísima donde aparecen dos niños y una niña los niños muestran sus pechos la niña no las niñas de que son pequeñas en cuanto tienen cuatro o cinco años rápidamente. Pues las niñas les tapamos las tapamos de una en un centro educativo de secundaria estaba impartiendo un taller donde estábamos hablando del impacto de la socialización en la vida de estos chicos y chicas y una de las de las alumnas hizo una narrativa muy buena muy bien elaborada con un análisis crítico brutal no y ella dijo que lo quería leer en voz alta porque quería ver. Verbalizarlo qué importante es que las niñas. Sean conscientes de sus malestares y de sus opresiones y que tengan espacios seguros para verbalizarlo y ponerlo sobre la mesa no le damos la oportunidad y entonces ella habló entre todas las cosas que ella sentía y que había soportado y que seguían soportando aparecían pues aparece a la cultura del miedo el acoso sexual callejero la violencia sexual en el día a día. La palabra puta es ir a las piernas bueno decir aparecía muchísimo de los mandatos de los relatos que acompañan a las niñas a lo largo de su vida no y ella decía que no le da mucho coraje se me duele se me duele muchísimo porque los pechos en las mujeres es algo que está muy sexualizado dice yo he visto a chicos que van por la calle corriendo cuando tienen calor. Se quitan la camiseta. Y entonces pasó en ese momento que un chico dijo así pues yo puedo y tú no y él se quitó la camiseta a mitad de clase no y entonces ella fue le hizo una contestación brutal y dijo has dicho antes que vivíamos en un mundo igualitario y ahora te vas a dar cuenta que no porque si yo me la quitara tú me llamarías a mi puta. Es decir fijaros no es decir. Cómo nuestro cuerpo siempre sexualizado y si una niña de pronto va con unos pantalones cortos al instituto. Y un compañero suyo va con unos pantalones cortos al instituto. Quien se lleva la bronca es ella. Porque evidentemente el cuerpo que estamos sexualizando es el de ella no el de vale. La industria de la moda cada vez más hipersexualizada en las niñas vale que además pues marca tendencia y modelos a seguir para ellas no ahí aparecen algunas imágenes y entre ellas aparece la imagen de un. Bikini que va dirigido a niñas de 5 y 6 años con relleno si esto no es violento ya me diréis lo que es decir ya estamos diciéndole a las niñas que tienen que ser mujeres pero además que su cuerpo tiene que ser corregido porque no está a la altura por de lo que ella se espera es decir fijaros. Cómo las niñas captan ese mensaje y lo interiorizan o cómo por ejemplo esa niña con esa camiseta de esos labios hay que muerden que aparece también. La hipersexualización y la otra niña con las gafas en la mano es una modelo de una campaña francesa de ropa de bragas y de ropa íntima no de y. Aparece absolutamente sexualizada veréis más fotos porque en realidad es lencería adulta dirigida a niñas no aquí por ejemplo bueno pues para qué vamos a. Quedarnos con niñas sexualizadas a los 5 años y podemos hacerlo desde que llegaba al mundo o claro. Potoma ahí tenemos Olivia que le ponemos unos tacones y le ponemos brilli brilli y la hipersexualizamos o abajo ahí con sus plumas y su taconcito esa violencia simbólica pues me tira por un tubo para que ya pues se vaya dando cuenta cuál es su lugar en el mundo y que se espera de ella y el resto de fotografías que pertenecen a campañas publicitarias. Reales donde las niñas son convertidas en. Cosas que están sujetas a una mirada que las cosifica que la sexualiza que las pornifica. Más fotografías vale bueno os metéis en internet y os hincháis es impresionante no. Y bueno más ejemplos ya no solamente sexualizamos a las niñas sino a las más pequeñitas para que quieran ser. Quieran estar sexualizadas. Y yo no tenga ni que hacer lo que sea ella misma la que se sexualice pues vamos a sexualizar las muñecas porque Juan con muñeca y también son su referente y entonces pues hipersexualizamos a las muñecas pero ya no nos quedamos contentos el patriarcado sigue dándole vuelta a la perola para ver de qué forma puede seguir ejerciendo presión sobre las niñas pues no solamente hipersexualizamos las muñecas sino que las pornificamos arriba aparecen unas muñecas. Que os llaman las lollipop. Que venían en unos tarriles. Que después venían vestidas no y que en el momento que tú las sumes en agua pues es algo bueno pues algo que es una sorpresa tú te compras una muñequita y no sabes qué va a pasar cuando la metas en agua y de pronto sumergía esas muñecas y cuando llevaba un ratito en agua caliente pues bueno pues la tinta desaparecía y aparecían vestidas de esa manera. Pues bueno ahí el bondad todo el tema de la pornografía parece totalmente explícito es decir esto puso el viento en el cielo una madre que le compró una muñeca a su hija. Y cuando la sacó del agua pues encontró el percano impresionante. La proliferación constante de salones de belleza solo para niñas donde bueno pues aparecen pasarelas para desfilar, fotocall, vengan a presión sobre las niñas porque además bueno pues esto al neoliberalismo le encanta porque las niñas se convierten en consumidoras también desde que son muy pequeñas ¿vale? El mercado se abre claro que sí. La cultura del selfie, el uso de filtros para cambiar constantemente su aspecto. El uso de filtros para cambiar constantemente su aspecto físico porque ellas entienden y desde que son muy pequeñas lo captan que sus cuerpos tienen que ser corregidos, tienen que ser corregidos. La glamorización de la explotación sexual de las mujeres y de las niñas ¿no? Con plataformas como Olifant o campañas publicitarias con el tema Sugar Daddy ¿qué es el Sugar Daddy? Pues el putero de toda la vida, el putero de toda la vida ¿vale? Y ahora pues hay una niña que pone Satán y es mi Sugar Daddy, es mi putero. O esta campaña que fue terrible que la terminaron quitando evidentemente el producto que era una campaña publicitaria y vendían este producto dirigido a las niñas y a los adolescentes con el término Sugar Daddy es una cajita con sombras de ojos que simula una tarjeta de crédito que te regala tu Sugar Daddy y según el servicio que tú le dabas pues te hace un regalo u otro. Brutal, brutal, o sea es bestial. La reproducción de imágenes pornificadas ¿vale? De mujeres adultas vestidas con disfraces como aparecía antes o con osito, chupe y diferentes contextos socioculturales. El patriarcado siempre va a querer más ¿no? Y fijaros estas muñecas niñas sexuales que se venden en Amazon en cualquier plataforma y esto es, bueno pues esto es pedofilia por un tubo. Y las niñas pues por supuesto están socializadas para el disfrute de los niños, de esa masculinidad que sea o no hegemónica pues sigue siendo un conducto social a erradicar evidentemente porque aunque no estés dentro de la masculinidad hegemónica de alguna u otra manera te favorece ¿eh? Porque vivimos en un sistema donde hay una jerarquía sexual que no se ha desmantelado y donde los niños de que son muy pequeños pues construyen... La idea de que su deseo personal y su deseo sexual pues es un derecho y eso ¿qué les lleva? A interiorizar que pueden acceder de forma libre, gratuita o pagando ¿vale? Al cuerpo de las mujeres y de las niñas. Con alumnos que me encuentro en quinto de primaria que me comentan que bueno pues en que en su día a día pues consumen porno ¿vale? Y este estudio pues lo cubren. Lo que veo yo en las aulas y lo que me encuentro con el alumnado pues una realidad que ya está constatada de forma empírica en este estudio sobre nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales de Luis Ballester y Carmen Horte que es buenísimo y os lo recomiendo pues donde aparece que la edad mínima de consumo de pornografía mainstream es de 8 años aunque la edad media pues de inicio suele ser a partir de los 14 años. La realidad nos preocupamos por el juego del calamar. Que es preocupante pero hablar de pornografía en los niños es tabú, no lo hablamos y eso es una realidad ¿eh? En el día a día y no hablo de secundaria, hablo de primaria. Según el último informe del 2019 de Pornhub por ejemplo que es la mayor plataforma de pornografía mainstream pues el 83,7% del todo tráfico en el mundo fue a través de móviles, claro pero ahí cualquiera que tenga móvil puede acceder ¿vale? También niños porque como es gratuita pues no hay problema y entonces hay niños y adolescentes que acceden o bien de forma voluntaria o de forma involuntaria porque a través de TikTok llegan por ejemplo invitaciones para entrar a ver contenidos de pornografía ¿vale? Es decir en el día a día a través de las redes sociales donde los niños ven como las mujeres son cosificadas y sometidas. Y también hay mujeres que se acercan a las redes sociales y sometidas a violencias extremas porque eso no es sexualidad, eso es violencia explícita contra las mujeres. Mónica Lario habla de que la pornografía es un discurso político de violencia contra las mujeres y ella acaba de publicar un libro que se llama Política Sexual de la Pornografía que os recomiendo. Yo estoy deseando comprarlo porque acaba de salir y Cobo lo explica muy bien. Porque mantener en el imaginario colectivo instituciones... Instituciones patriarcales como la pornografía y la prostitución que legitiman por supuesto el consumo y el disfrute masculino pues evidentemente lleva a la asunción natural entre comillas de que las niñas y las mujeres pues pueden ser consumibles por los hombres. Y entonces bueno pues ahora pues con el término trabajo sexual, trabajadoras sexuales que ni es trabajo ni es sexualidad... Porque es explotación sexual contra las mujeres pues metemos en las niñas el imaginario de que bueno algún día si quieren o siempre se pueden dedicar a la prostitución. Total es un trabajo como otro cualquiera y los niños interiorizan en sus imaginarios que van a poder acceder a las mujeres o bien pagando o sin pagar. Y nos quedamos tan bien. Porque ese proceso de deshumanización de las mujeres no continúa. Comienza cuando las mujeres son adultas. Comienza en la infancia a través de ese proceso de socialización. Y lo tengo clarísimo. El patriarcado es una maquinaria de destrucción masiva de mujeres y niñas. No puedo definirlo de otra manera. Y además bueno pues fijaros ¿no? Como yo hablo desde la coeducación también desde el feminismo evidentemente desde una perspectiva feminista. Y digo que si hipersexualizáis, inferiorizáis, coeducáis. Lo que garantiza es la humanidad que el patriarcado arrebata a las niñas de que son muy pequeñas. Y además cuando estamos coeducando no solamente estamos humanizando a las niñas sino que rompemos la jerarquía sexual y la división sexual del trabajo y de los espacios. Es decir, lo rompemos todo, lo desarraigamos. Para irnos con una sonrisa ¿vale? Pensando que es posible cambiar las cosas. Que igual que el patriarcado se aprende y se hace piel también se desaprende. Con mucha autocrítica por el camino. Termino digamos mi ponencia, mi intervención facilitándoos algunas estrategias para el cambio. Porque es posible y porque el camino de la emancipación y de la humanización de las niñas pasa por educar desde que los niños y las niñas llegan al mundo desde un enfoque feminista. Desde la coeducación no hay otra manera. No solamente a través de las escuelas sino en la familia, con todas las gentes sociales y con políticas públicas feministas de verdad que rompan con todo esto. Cosas a tener en cuenta, estrategias. Importantísimo, muy importante tener en cuenta a las niñas y escucharlas. Cuando toman conciencia de la opresión a la que son sometidas porque lo ven, porque lo perciben. A veces no saben ponerle nombre pero sus malestares están. Y tenemos que darles voz y crear espacios seguros para que las niñas hablen de esa cotidianidad de la violencia con la que conviven. Por supuesto valorar sus logros, sus metas, sus aportaciones. Que por favor cuando estemos en un centro educativo o estemos en un espacio familiar o con personas conocidas. Si de pronto una niña quiere organizar algo o propone una estrategia no le digamos que es mandona. Por ejemplo. Porque ese... Ese mensaje lo casta ella pero también lo castan ellos. Es decir, las niñas tenemos que darles la oportunidad de que lideren. Y es importante que nos reciban ese tipo de comentarios. Las niñas, por supuestísimo, en esto soy... Vamos, y hablo de Teresa Meana, por ejemplo, que estuve hace poco en una de sus conferencias y ella decía que quien habla con lenguaje sexista sostiene el patriarcado. Totalmente de acuerdo. Las niñas y las mujeres tenemos derecho. A ser nombradas en el lenguaje. No somos un colectivo. Que no somos un colectivo. Que somos algo más de la mitad de la humanidad. Somos en torno al 52%. Que nos cuenten trola. Tenemos derecho a ser nombrada porque no nombrar a las niñas, no nombrar a las mujeres es violencia. No hay derecho que las niñas desde que son muy pequeñas tengan que aprender a saber cuándo son nombradas y cuándo no. Porque cuando yo voy a un centro educativo. Y yo le digo a un niño y una niña, dibuja a un científico, inmediatamente de forma inconsciente su cabeza aparece dibujado. Un hombre generalmente de este tipo es un hombre mayor con el pelo canoso, con gafas y con bata blanca y rodeado de probetas. Pero si yo llego al centro educativo y digo al alumnado, quiero que me dibujéis una científica o un científico. Aunque no quieran, en sus cabecitas. Empiezan a aparecer mujeres con bata blanca, rodeadas de probetas, haciendo fórmulas químicas. Y investigando y creando y aportando su conocimiento. Y enriquece el imaginario. Por supuesto, algo vital que es valorar y visibilizar la genealogía de las mujeres desde una perspectiva feminista. Las niñas necesitan referentes para saber qué pueden llegar y que hemos estado en todas las esferas del conocimiento. Pero es que los niños también tienen que saberlo. Porque para los niños hace que de pronto no se sientan el ombligo del mundo. Que cuando hablamos de humanidad no hablamos del hombre, sino de hombres y mujeres. Que también somos humanidad, que también formamos parte de la civilización. Y que también somos creadoras de conocimiento y de sabiduría. Y así los niños aprenden. Y así los niños aprenden a relacionarse como iguales y desde la empatía. Y es muy importante. Crear y visibilizar, por supuesto, representaciones de niñas libres de sexismo, de machismo y de violencia. Es decir, es importantísimo permitir que tengan interés por tomar la palabra. Por ser lideresa, por tomar el espacio público, por cuestionarlo todo. Que cuando te encuentre una niña que te está cuestionando algo, no le digas redicha. Porque esa niña te está rebatiendo con un argumento y quiere conocer la verdad. Y quiere saber en qué mundo vive. Permitirles que experimenten, que reivindiquen lo que por justicia les pertenece. Es importante que tengan espíritu crítico, que exploren el mundo. Y por supuesto que creen espacios de solidaridad también entre ellas. Esto no podemos hacerlo, no podemos cuestionarla ni responsabilizarla de la opresión y de todas las violencias machistas que soportan el mundo. En su día a día. Es que como llevabas la falta muy corta, es que no cerraste las piernas. Es que ibas bebida. Es que ¿qué haces con pantalones cortos? Por un lado, las invitamos a que se hipersexualicen. La ropa cada vez le ponemos menos tela. Cuando vas a los centros comerciales vas a comprarse ropa. La ropa cada vez tiene menos tela. Por un lado, queremos que se hipersexualicen, pero después las llamamos putas. Y las responsabilizamos de toda la opresión que sufren. Menuda jugada, ¿eh? Por supuesto, favorecer su independencia y el autoconcepto desde una perspectiva feminista siempre. Y que sepan que no hay nada más emancipador que ser ellas mismas y aparte, lo que yo siempre digo, el feminismo es una herramienta brutal para las niñas. Porque no es un escudo que te libra de violencias que puedas llegar a sufrir pero las identificas a la primera. Y eso es importante. Educar en la corresponsabilidad, en el reparto, en el uso igualitario de los tiempos, ¿vale? Para que niños y niñas lo vivan desde el disfrute, desde los buenos tratos y todo eso. Porque claro, tú puedes decir, ay, mi pareja es que comparte conmigo un trabajo en casa. Y la carga mental la comparte. Porque yo tengo muchas compañeras que están con sus móviles todos los días dando instrucciones de uso. Y sí, friega los platos de vez en cuando. Limpia el cuarto de baño. Pero no sabe dónde están los calzoncillos del hijo, no sabe a qué hora ni qué día tiene que ir al inglés ni a darse deporte. Pues ya me dirás esa carga que nos acompaña incluso cuando nos metemos en la cama y seguimos dándole vuelta a la perula. Fomentar. Esto es importantísimo. Necesitamos ciudadanía crítica. Fomentar en el alumnado actitudes críticas individuales y colectivas. Muy importante también lo colectivo. Por supuesto. De rechazo brutal frente a la desigualdad estructural y la violencia contra las mujeres. Coeducación afectivo sexual desde cero a tres años, nada más que llegan al mundo, claro que sí, para prevenir la violencia sexual y el resto de violencia contra las mujeres. Es decir, cuando yo voy a infantil, yo trabajo en la coeducación afectivo sexual. Porque de pronto me encuentro alguna niña o algún niño que me pone sobre la mesa un malestar de alguna compañera, algún compañero. Que lo toca, que la toca, no le apetece. O que un amiguito le ha levantado la falda y ella se ha sentido mal. Pues eso se habla. Es muy importante que ya en infantil aprendan cosas tan importantes como el espacio personal, el respeto mutuo, el disfrute mutuo. Que para tener una relación de amistad, una relación sexual, no solamente hace falta el consentimiento, porque el consentimiento es una situación de poder. No vale para nada, porque yo te digo que sí porque tengo miedo o porque están ejerciendo sobre mí mucha presión o porque creo que es mi obligación y que no puedo decir que no. Es decir, para que una relación afectivo sexual sea válida, sea sana y sea igualitaria, no solamente tiene que ir con consentimiento, tiene que ir con consenso, con respeto mutuo y, ojo, disfrute mutuo, que yo también me lo quiero pasar. Bien, muy importante. Garantizar que las niñas disfruten seguras de todo el espacio público como ciudadanas. Bueno, también, por supuesto, el privado. Porque son ciudadanas de pleno derecho y tienen que disfrutar de todos los espacios en igualdad real. Vamos a girar la mirada, vamos a mirar para el otro lado, vamos a dejar a las niñas un poco en paz, vamos a dejarlas un poco tranquilas, que se manchen, que suban a los árboles, que cuestionen, que sean revolucionarias. Presidente, que se enfaden. Es muy importante que las niñas, cuando ante una situación de opresión o malestar, se enfaden. La ira es una herramienta maravillosa para darle la vuelta. Fijaros, por ejemplo, en Me Too. Mujeres muy enfadadas y organizadas. Feminismo por un tubo. ¿Qué miedo da? Claro, da mucho miedito. Cuando las mujeres tomamos conciencia de la opresión, lo ponemos sobre la mesa y nos unimos, pues eso da mucho miedito, claro que sí. Y, por supuesto, cuando ponemos la mirada en los niños, que tienen que asumir su responsabilidad en este patriarcado, que les dota de privilegio, de los que tienen que salir corriendo y ser auténticos traidores del patriarcado. No podemos desplazar la responsabilidad masculina en ellas. Cuando voy a un centro educativo, a lo mejor de secundaria, me dicen ¿Tú que vienes a hablar de violencia machista? Pues esto no va conmigo. Esto es cosa de ellas. Y yo digo, pero tú estás muy equivocado. Porque eso no es así. Es decir, es importante. Y hay que educar a los niños desde que son muy pequeños a no ejercer opresión, ni control, ni poder, ni dominio, no tenéis ahí, ni violencia contra las niñas, desde que son muy pequeños. Desmantelar la masculinidad porque es un mecanismo hegemónico, aparte de una construcción social hegemónica de poder, dominación y violencia patriarcal. Es decir, hay que construir una forma de ser niño libre de patriarcado. Es decir... Yo abogo por darle una patada al género, porque es una construcción social que para nosotras es absolutamente opresiva. ¿Vale? Y está creada, ese mecanismo se ha creado para nuestra subvisión, para nuestra subordinación y para seguir siendo objeto de opresión y de violencia. Lo he hecho todo en una hora, que era lo que quería. No me he salido un poco de... He llegado bien porque quería dar un poquito. No de tiempo para algunas conclusiones o algunas preguntas o algo que queráis debatir, ¿vale? He ido un poquito rápido, pero bueno. En principio la idea era que tenía una hora y no me he pasado, que era lo que quería. Bueno, ¿qué tal? ¿Hay alguna pregunta? Bueno, pues muchas gracias ante todo, Gemma, porque ha sido muy ilustrativa y hemos aprendido mucho. Entonces ahora va a pasar la compañera Cármena Elvira, que es la secretaria de la Asociación de Mujeres. Te va a pasar las preguntas que han hecho por YouTube y ya tú las vas respondiendo. Bien, ya si quieres que te las haga seguidas o te las va haciendo y tú las vas respondiendo como tú ya prefieras. Vale. Hola, Cármen, buenas tardes. ¿Qué pasa? Hola, buenas tardes. ¿Qué tal, Gemma? Mira, pues nada, sobre todo darte las gracias por tu exposición muy necesaria y aclaratoria con respecto a esta construcción desigual y androcéntrica que todavía vivimos las mujeres en nuestra sociedad patriarcal. Mira, mientras que te escuchaba me ha notado una reflexión, ¿no? Entonces, mira, desde que la coeducación se presenta como una herramienta y una pedagogía transformadora hacia el nuevo mundo igualitario y libre de violencia machista, ¿no? ¿No? ¿Estás desarrollando todo este potencial en los centros educativos o esta implantación es insuficiente? Porque además, ¿no?, ¿hasta qué punto se está tomando el feminismo como marco de referencia teórico, ¿no?, para formar al profesorado responsable de los planes de igualdad y de toda esa planificación y elaboración de los programas coeducativos? Eso por una parte. Porque es que yo creo que el feminismo está como en un cajón desastre ahí que es válido o que tiene que estar en todas las luchas. No sé. ¿Qué opinas tú? Bueno, Carmen, has hecho una de las preguntas del millón y una pregunta que constantemente me hacen, ¿no? Sobre todo, bueno, cuando trabajo con familias o con profesorados. Evidentemente, nuestro sistema educativo no es coeducativo. Es decir, la coeducación no forma... No es parte del sistema. Aquí, por ejemplo, si me circunscribo aquí en Andalucía, que durante muchos años ha sido, digamos, puntera con respecto al plan estratégico de igualdad y con respecto a políticas que, bueno, que giraban en torno a la coeducación. A nivel normativo, la norma se queda corta porque la coeducación tendría que ser de obligado y efectivo cumplimiento en todo el sistema educativo, en todos los centros educativos de todo el país. Y eso... No, no es una realidad. Si me quedo aquí en Andalucía, sigue sin ser una realidad. Sí que es verdad que contamos con la figura de la coordinadora. Y digo coordinadora porque en su gran mayoría son mujeres, evidentemente, las coeducadoras. Pero mucha realidad es que o bien trabajan desde el aislamiento, desde la voluntariedad, o bien muchas veces esa figura la acoge alguien que no tiene formación. Es decir, la formación en coeducación... No es obligatoria, no lo es y debería serlo, no solamente... Yo voy más allá, ¿eh? No solamente para el profesorado, sino también para las familias. La coeducación no forma parte de los planes del centro de muchos centros educativos. Es verdad que yo a lo largo de mi trayectoria he ido a centros educativos que eran punteros y que en Andalucía, también fuera Andalucía, ¿no? Pero aquí, por ejemplo, en Andalucía hay algunos centros educativos que están trabajando la coeducación desde el plan del centro, están trabajando con las familias, no solamente con las familias, con el resto de las entidades sociales, a través del área de igualdad, a través de las asociaciones de mujeres. Si vieras la cantidad de veces, Carmen, que yo he ido a impartir formaciones de coeducación gracias a las asociaciones de mujeres rurales que han pillado alguna subvención o que han sacado fondos para que yo pueda ir a trabajar con los niños y las niñas en vez de con ellas porque preferían. O sea, ponerse dinero al servicio de los centros educativos. Es decir, la coeducación no solo tiene que partir del centro educativo, tendría que partir de todos los agentes sociales que forman parte y de todas las instituciones que forman parte de nuestra sociedad. Y el sistema en sí, como dice Amparo Tomé, debería ser coeducativo. La realidad es que no lo es. La realidad es que ni siquiera se interioriza a lo largo de todo el año. El alumnado, el profesorado, me refiero... Bueno. El alumnado también no recibe educación ni desde la teoría feminista ni muchas veces conocen lo que es el feminismo. Ni feminismo ni machismo. Yo digo, pues, todavía estamos aquí y lo que nos queda. Y digo, vamos a ver, pongamos orden. Voy a explicaros lo que es el feminismo. El feminismo es una teoría crítica de la realidad, patatín, patatín, y empiezo a explicárselo, ¿no? Y hablo de las feministas referentes aquí, dentro de España, fuera de España, explico los objetivos, es decir, la importancia del análisis crítico, de la realidad, para evidenciar la opresión y la violencia estructural que soportan las mujeres y las niñas desde que llegan al mundo. Y por qué también es un movimiento social, pero que tiene que estar siguiendo esa agenda feminista. Es decir, todo eso lo explico, y si lo explico es porque no se está haciendo y porque la mayoría del profesorado no sabe ni siquiera lo que... Ni siquiera sabe quién es Amelia Balcácer, ni Ana de Miguel, ni Celia Moró, ni Alicia Puleo, y me puedo poner así y seguir. Es decir... No, no está interiorizada. Parte, en muchos casos, de la voluntariedad del profesorado que además constantemente se forma, pero no de forma obligatoria, sino porque quiere. Yo constantemente estoy haciendo formaciones a profesorado, constantemente. No solamente a través de los sesos, sino a través de otras instituciones, incluso a través de las AMPAS, que con las AMPAS también trabajo. Y muchas veces llegan a hacer... Puede tener un poco más de impacto porque a lo mejor trabajan en red con otros centros educativos o porque también trabajan en red con el centro educativo de secundaria, pero la realidad, la radiografía actual es que la coeducación no forma parte del día a día ni está interiorizada en el sistema educativo de los centros educativos porque no contamos con un sistema, digamos, una política pública feminista que blinden... La coeducación desde el obligado y efectivo cumplimiento. Eso es así. Esa es la realidad. Sí que es verdad que si miramos para atrás, se ha avanzado mucho. Claro, se ha avanzado mucho. Y evidentemente yo antes, por ejemplo, iba a hacer una formación de coeducación y venían tres personas y a lo mejor ahora viene mucho más profesorado. Es decir, que se van dando avances, evidentemente, pero que quedan muchísimos. No podemos... Hablar de espejismo, es decir, tenemos que hablar de... Tenemos que hacer una radiografía crítica para saber cuáles son las necesidades, ¿vale? Es que ni siquiera la inspección educativa es coeducativa. Es que ni le importa la igualdad. Es decir, las inspecciones que se hacen en los centros educativos no tienen, vamos, y ya perspectiva feminista ni te digo, ¿no? Es decir, queda todavía muchísimo. No nos debemos de conformar con estos pequeños pasos que se están dando, sino que debemos de... Claro. ...de una situación agigantada. Entonces, y lo más rápido y ágil posible. Claro que sí, Carmen. Perdona, es que mira, una cosa importante. Cuando yo trabajo con el profesorado siempre digo lo mismo. Quien no coeduca, educa la desigualdad estructural entre niños y niñas. Y tu obligación es hacerlo. Si no te gusta tu trabajo, dedícate a otra cosa. Pero tu trabajo tiene impacto. Tiene impacto. Tienes impacto en niños y niñas. Y tienes la obligatoriedad de educar en igualdad. Es tu responsabilidad y tienes que hacerlo. Porque además lo dice la norma. Pero además que es una responsabilidad que tenemos que tomar. Efectivamente. Mira, muchísimos comentarios. Bueno, agradeciéndote, dándote las gracias por tu intervención magnífica. Te voy a leer unos comentarios. Bueno, José Virrojo te comenta. Es buen saber estas imágenes, pero son la triste realidad. Muchas gracias por hacer visibles las violencias que la sociedad normaliza y nos venden como un falso empoderamiento. Ahora, hay varias preguntas que te voy a hacer a continuación. Mira, como experta de opinión… Bueno, como experta, ¿qué opinión te merecen las actuaciones que cada vez con más frecuencia se están llevando a cabo bajo la denominación de nuevas majestades? O como apunta la compañera Lucía, que le gustan masculinidades igualitarias. Bueno, con el tema de nuevas masculinidades, yo cada vez soy más crítica, la verdad, que te diga. Yo partiría desde el posicionamiento y desde la idea de la deconstrucción y el desmantelamiento de la masculinidad, porque es un constructo social que a día de hoy… Hoy sigue facilitando la hegemonía masculina, ¿vale? Yo hablaría de niños y hombres que traicionan el patriarcado, que tienen mirada igualitaria. Lo de nuevas masculinidades cada vez veo que tiene más que ver con la estética que con lo que sucede interiormente. Porque el otro día en el Congreso de Andalucía de Coeducación, que estábamos hablando con las compañeras, que estuve de ponente y yo hablaba de eso, de ese desmantelamiento. Y Carmen Enrique Puyo hablaba de que era importante, y es que creemos que es importantísimo que si no hay un cuestionamiento de los privilegios, las nuevas masculinidades solo sirven para darle como un tinte moderno a algo que sigue estando siempre igual. En el Congreso de Coeducación de Clavico, que fue hace un par de semanas, Miguel Ángel Alcázar… Conado decía, menos uñas pintadas y más limpiar los bates. Y me parece genial, claro que sí, porque es importante. Si tú desde la masculinidad no asumes que de alguna u otra manera, aunque seas un hombre que intende ser igualitario, de alguna u otra manera… Es que tengo la boca seca. Disculpadme que voy a beber agua, ¿vale? Me cuesta ya hablar. ¿Tienes privilegios por el hecho de haber nacido hombre? Si tú no cuestionas eso, si tú no miras para adentro toda la violencia que de alguna u otra manera perpetúas, bien con un chiste machista, bien cuando estás con tu grupo de igual y te ríes, o compartes fotos de mujeres hipersexualizadas, o cuando estás con un compañero y tiene un comportamiento machista, o acosas sexualmente a otra compañera y tú sonríes y te aprovechas de esa situación o no haces nada. Cada vez que tú no rompes la fratria, el pasto patriarcal con los hombres que te rodean, si tú eso no lo haces, la nueva masculinidad a mí no me sirve para nada. La nueva masculinidad es para tú decir que eres muy igualitario, que vienes a las manifestaciones del 8M, te pones la camiseta, pero ni tienes carga… de trabajo doméstico ni de cuidado, perpetúas la violencia dentro de las relaciones de pareja, tienes actitudes machistas y te ríes de chistes machistas, o consumes pornografía, o cuestionas las voces de las mujeres cuando son víctimas de violencia sexual. Si tú estás situado ahí, pues a mí las nuevas masculinidades me dan exactamente igual. Si tú, como hombre, estás pasando por ese proceso de desmantelamiento y realmente eres un compañero que estás constantemente haciendo, tienes una mirada crítica y rompes… Yo en un centro educativo un chiquillo me dijo, de tercero de la ESO, que se había salido de un grupo de WhatsApp porque compartían cosas muy machistas, incluso la foto de una compañera, y él dijo, no puedo más, no puedo, no puedo. Dijo, me voy de este grupo porque es muy machista. Y dice, y me han machacado, claro, porque saliste de… La masculinidad cuesta porque, claro, eres sujeto de crítica y depresión, porque, bueno, no he podido atentar en hacer un análisis de la masculinidad y cómo se construía la masculinidad y todo eso porque no me daba tiempo, ¿no? Pero, bueno, pues uno de los pilares es que tienes que estar constantemente demostrando que eres un hombre las 24 horas del día, 24-7. Y entonces, si tú te sales de ahí o le pones la cara coloradita a tu compañero, pues eso tiene un castigo. Y este chico me decía, lo estoy pasando muy mal, pero gracias a lo que yo he hecho, otros dos compañeros se han salido del grupo. Dice, y formaciones como esta me permiten darme cuenta de todas las veces que yo me he reído o que de pronto he llamado puto a una compañera. Dice, y esto tenemos que cambiarlo de alguna manera porque yo estoy facilitando la violencia contra mis amigas, contra las compañeras a las que quiero, contra otras mujeres. Es decir, ese es el punto. Partida. ¿Cómo ejerzo yo la violencia contra las mujeres en el día a día? Incluso aunque yo sienta que no soy un hombre violento y soy un hombre muy pacífico y muy buena gente y muy guay, pero hay muchas formas de ejercer la violencia contra las mujeres de forma muy sutil, de forma simbólica o simplemente, pues, minusvalorando a tu compañera, a la persona con la que compartes tu vida. Ya he explicado algunos detalles. Ríendote. El chiste machista, es decir, es complicado, pero si te quieres llamar aliado, pues, tienes que serlo de verdad. Pero con nosotras y cuando estás con tus compañeros. Efectivamente. Claro que sí. Mira, hay compañeras que muestran su temor por los graves, bueno, por los grandes retrocesos en la igualdad. Y, bueno, no lo han pasado también por redes. Y otra pregunta. De estas de, creo yo, del millón. ¿Qué hacemos con el pin parental y con la identidad de género? Bueno, son dos cosas... Verás, vamos a ir de uno a uno. El pin parental es una cosa que es un veto, ¿vale? Vamos a llamar las cosas por su nombre. Es veto, es negacionismo, es retroceso, es misoginia, es muchas cosas. Entonces, bueno, pues, yo lo que le transmití, transmito al profesorado, que muchas veces tiene temor, incluso a algunas familias, es que si son docentes y están en la escuela pública, tienen la obligatoriedad de educar en igualdad. Entonces, la devolución que tienen que hacerle a esos padres, a esas madres, a esas familias, es su hijo, su hija, está en un centro educativo que es público y la norma me exige que yo, que yo, que yo, que yo, que yo, yo eduque en igualdad. Y punto, el final. Y no hay que dar más explicaciones. No hay que dar más explicaciones, pero para hacer eso hay que tener un buen argumentario. Por eso yo digo que es muy importante la formación y el estudio constante, porque tener un buen argumentario te hace sentirte más segura cuando tú te enfrentas, por ejemplo, a situaciones como esta. Te sientes más segura porque te ampara la verdad, te ampara el dato. Te ampara la teoría, te ampara también el análisis crítico de la realidad. Es decir, no estamos dando nuestra opinión, estamos utilizando argumentos de peso. Y mientras tu argumentario sea más sólido, más difícil es desmantelar. Es decir, cuando yo voy a un centro educativo, yo tengo que tener muy claro qué discursos negacionistas voy a tener para darles la vuelta. Y los desmonto así. Desarraigarlos es más difícil. ¿Por qué? Porque desarraigarlo no se desarraiga en dos horas, que es lo que suelo tener. Pero desmontarlo sí. Y cuando se me pone en borde, pues lo digo. Lo tuyo es una opinión, lo mío es un argumento. Busco un argumento de peso y hablamos, debatimos siempre desde el respeto. Y con respecto al tema de la identidad, para mí, como feminista, verás, es que el género para mí es opresión. Y yo trabajo desde la coeducación. Entonces, cuando yo voy a un centro educativo, lo que yo le digo a los niños y a las niñas es que tenemos que darle una patada a todos los mandatos de género, a todos los roles y estereotipos sexistas. Porque yo no le voy a decir nunca a ningún niño ni ninguna niña que hay cosas de niños y hay cosas de niñas. Es que me niego sencillamente porque sería ir en contra de todo lo que creo y de todo lo que llevo trabajando muchos años. Es decir, yo cuando hice el cuento de Super Lola, lo hice pues para mostrar un referente de una niña pequeña, feminista, porque mi hija se llama Lola y fue un cuento que yo le escribí en una tarde, Super Lola y Lalo, lo escribí corriendo. Y Super Lola es una niña que lee libros de mujeres valientes, es decir, que es feminista y una niña que toma el espacio sola por la calle, no tiene miedo. Es una niña que pregunta, es una niña que indaga, que explora el mundo, que juega con todo tipo de juguete. Y Lalo es un niño que le encanta todo tipo de juguete y que se disfraza y se disfraza de lo que quiere. Entonces yo como coeducadora trabajo siempre desde el respeto, desde la empatía, por supuesto desde el cariño con mi alumnado. Yo respeto mucho a mi alumnado, incluso cuando me encuentro delante a algún alumno o alguna alumna que se me pone muy chulita o que muestra falta de respeto, yo siempre respeto a mi alumnado porque creo que es importante que si yo quiero tener respeto, tengo que respetar a esos niños y niñas que tengo delante de mí. Y porque me están dando lecciones constantemente, me están poniendo en mis sitios. A mí me encantan los centros educativos infantiles porque estás dando una clase y de pronto alguien te dice un chiquillo o una chiquita y dice, quiero hacer caca. Y dices tú, Dios mío, esto es... Vamos, pasa de estar en una ponencia a una universidad y de pronto le dicen eso y dices tú, esto sí que es poner los pies en la tierra. Muy bien, así no te puedes creer nunca nada porque es decir, es la realidad, ¿no? Y yo a los niños, yo a los niños y las niñas les digo que disfruten, que ropan estereotipos, porque esa es la idea. Esa es la idea. Que el género es una construcción que es sobre todo opresiva y violenta para las mujeres. Para mí no puede ser una identidad. Yo no puedo concebir el género una identidad y no significa que yo no respete a las personas que lo hagan. Y por supuesto tampoco voy a... No voy a permitir que en un aula yo de pronto un chiquillo o una chiquilla me pregunte si existen cosas de niños y de niñas o yo le voy a decir que no, que hay que romperlo. Aunque cuando vean la realidad verán que hay juguetes que van dirigidos a los niños y a las niñas, que la publicidad... Porque esa es la realidad con la que se enfrentan esos niños y niñas. Pero yo quiero que esos niños y niñas rompan, evidentemente. Es importante, es importantísimo. Pero lo vuelvo a repetir. Yo tengo muy claro y por supuesto nombrar a las mujeres, ese borrado de las mujeres con la neolengua pues totalmente en contra, claro. Y decir esto públicamente puede llegar el momento en el que me traiga consecuencias, claro, porque además si llegamos a... La ley trans llega... Llega a efectos, pues hay multas bastante importantes porque decir esto, por ejemplo, es delito de odio. El delito contra las mujeres, la misoginia no está considerado, por lo visto, delito de odio en ningún sitio. Así que, bueno, pues ahí seguimos. ¿Cuánta razón tienes? Bueno, pues no tengo más mensajes ni más preguntas para ti, pero bueno, si se te ha quedado alguna cosa que quieras decirnos antes de concluir con tu... Bueno, yo solo he terminado la exposición en esta presentación se me ha olvidado, con una imagen de... una ilustración de Mafalda, de Aquí no se rinde nadie, ¿no? Que es un... No lo he puesto, se me ha pasado. Porque, bueno, es un canto también a seguir trabajando y aquí no nos rendimos porque tenemos mucho trabajo por delante. Y yo si tengo claro que si he llegado a este mundo y he tenido la posibilidad de vivir, quiero dejar una huella lo más profunda posible, pero tengo la responsabilidad de que esa huella intente... sea igualitaria y sea transformadora. Yo como educadora lo tengo clarísimo y como feminista yo creo que tengo una responsabilidad individual y también colectiva de dejar un andamiaje de derechos a las siguientes generaciones. Y ya no solo porque sea madre, antes de ser madre también lo pensaba, ¿no? Es decir, tenemos la responsabilidad, de dejar un camino con menos piedras y con más oportunidades. Y ese es mi trabajo. Yo tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta, que no siempre todo el mundo ha podido hacerlo, ni yo siempre he podido hacerlo porque yo he trabajado de muchísimas cosas antes de llegar a ser coeducadora. Y tengo la suerte de poder estar en espacios donde me interrelaciono con niñas, con niños, con adolescentes, con profesorado, con familia. Mi trabajo es maravilloso, con muchos obstáculos también, te encuentras mucho malaje por el camino, evidentemente, y mucho violento. Pero el otro día le decía a unas compañeras y compañeros de un profesorado de La Rioja con que estoy trabajando, que yo con los obstáculos me hago un traje de volante. Pues eso es un poco lo que tenemos que ver. Los niños y las niñas, el alumnado tiene derecho a la coeducación, tienen derecho a una sociedad igualitaria y nuestra responsabilidad es hacer lo posible para que lo consigan. Así que en eso estamos, siempre desde el respeto, desde la empatía, sabiendo también que hay discriminaciones con otros colectivos, pero yo tengo claro que mi trabajo y mi espacio es analizar y desmantelar la violencia estructural contra las mujeres y las niñas. Pero nos encontramos en los centros educativos con muchas discriminaciones, con muchos colectivos, y eso hay que desmantelarlo, siempre desde el respeto y siempre desde la empatía. Así que a seguir trabajando y muchísimas gracias por contar conmigo. No he podido interactuar personalmente ni ver las caras de las personas que han participado en la ponencia, y así que les agradezco que hayan estado aquí y como tenemos mucho trabajo, pues ánimo y pa'lante. A seguir adelante. Muchas gracias, Gemma. Gracias a vosotras por invitarme. Un abrazo grande. Seguimos en el camino. Pues muchas gracias. Muchas gracias a todas las personas que nos han seguido en directo y por supuesto contar siempre con todo lo que sea aprender y formarnos en todos los ámbitos. Muchas gracias.