Normalmente yo no participo en el acto de inauguración, pero quería malgastar un par de minutos para subrayar mis coincidencias con varios de los que han estado en el acto propiamente de inauguración. Al igual que Pilar del Castillo, yo soy profesor de Ciencia Política, al igual que ella he sido becado por la Comisión Fulbright, al igual que ella soy europarlamentario y a diferencia de ella no soy del PP. Pero bueno, eso también lo podría decir ella respecto de mí mismo. Pero quiero decir que nuestro nivel de coincidencia profesional y nuestra trayectoria y tal tienen muchos puntos en común. A su vez, con el rector de la UNED he trabajado, hemos asumido ambas responsabilidades políticas en el Ministerio de Educación. En una... En una etapa larga de nuestra vida profesional e incluso en la época que él trabajó en el Instituto Cervantes, pues yo era algo así como el vicepresidente del patronato del Instituto Cervantes, cargo que he ocupado en algún lugar, en algún momento de mi vida. Y al igual que Marifé Santiago, pues hemos trabajado conjuntamente también en el gabinete de la presidencia del Gobierno, es decir, que tengo muchas cosas en común. No solamente porque comparto visiones, sino porque hemos trabajado juntos durante una larga etapa de mi vida. Pero ahora paso al papel de simplemente moderador y quiero hacer un breve comentario y empezar a presentar a las personas a los que realmente han convocado, digamos, la atención de ustedes al venir aquí a esta sesión. El otro día leía una entrevista de... Y Francisco Rico, porque yo también leo revistas literarias, estas cosas, no creáis que los eurodiputados somos gente inculta, etcétera, etcétera. Y Francisco Rico, a quien conocí precisamente también en la época que estuvimos trabajando por la implantación del diploma de español como lengua extranjera, y que, en fin, muchos de ustedes conocerán y saben que tiene un carácter un tanto peculiar, ¿no? Decía algo que... Que probablemente muchos compartan, ¿no? Que es que España es un país de una gran creatividad literaria, pero es un país donde es difícil debatir intelectualmente sobre casi cualquier cosa y también sobre literatura. Y hoy, en el acto que vamos a iniciar, tenemos las dos partes de la ecuación, o las dos partes de la hipotética contradicción. Tenemos creadores literarios, creadora literaria, tenemos críticos literarios, acostumbrados por tanto al debate intelectual desde una perspectiva profesional, y tenemos también gestores culturales. Una profesión que ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia porque la cultura se ha ido convirtiendo no solamente en una expresión de creatividad, sino también en un negocio en el mejor sentido de la palabra. Recuerdo cuántas veces Marifé y yo hemos argumentado el importante peso económico de la cultura española para defender un tratamiento y un interés por parte de los presupuestos generales del Estado, de la administración pública o en general del mundo empresarial español. A este acto solamente le falta una cosa y es que hubieran invitado a Antonio Masip, que es un eurodiputado asturiano que es también creador cultural y que, en fin, ha escrito algunas... Incluso el otro día nos engañó a unos cuantos eurodiputados, a mí mismo entre ellos, con un relato que nos sobrecogió pero que finalmente resultó que era creación y que no era cierta. El relato era una falsedad que nos llenó de angustia durante un par de horas por lo menos a la dirección de la Delegación Socialista Española. La próxima vez, Antonio, te invitarán no como eurodiputado sino como escritor. Voy a decir quiénes participan y luego, en cada caso, haré una pequeña presentación para no presentarlos a todos al principio de una manera enmarañada.