A Craig Patterson él es presidente de la Asociación Internacional de Estudios Galegos, es profesor titular de Estudios Hispánicos y Galegos en la School of European Studies de la Universidad de Cardiff y realmente lo que me asombra de él son dos anécdotas. Uno, él es lógicamente del Reino Unido a la parte atlántica y a pesar de eso acaba de sacar una obra que se refiere a Otero Pedrallo y la identidad galega, eso se refiere a Orense, Orense es la provincia interior de Galicia y yo digo muchas veces de broma que tenemos dos Galicias, una Galicia atlántica que es la Coruña, Lugo y Pontevedra y una mediterránea que es Orense y lo digo en dos sentidos porque allí decían que había la Atenas gallega de la asignación NOS de esa etapa tan maravillosa que contribuyó a impulsar nuestra cultura y nuestra lengua y también porque realmente Mediterráneo es un subauténtico. En dos sentidos lo que está en el medio de la tierra y por lo tanto dentro de Galicia le correspondería a Orense ese papel. Pero lo que más me asombra a mí de Craig Patterson es que yo creo que es un superdotado porque realmente yo vivo cerca de la Coruña, los coruñeses siempre presumen de una cosa y es que cuando no hay niebla y el cielo está despejado desde la Torre de Hércules pueden ver el Reino Unido y a mí lo que me maravilla es que un europeo también desde el Reino Unido haya podido ver tan bien Galicia y estar tan cerca de nosotros, lo cual te muestra que somos bastante parecidos. Craig, por favor. Sí, ahora no. Pues sí, acertachis, es verdad. Muchas gracias a UNED, muchas gracias al Parlamento Europeo y por estar aquí hoy que es un gran placer y creo que voy a aprender mucho de muchas cosas. Bueno, hay poco tiempo así que voy a empezar ahora mismo. Lo que pretendo hacer hoy es daros una... una idea bastante general y global de la panorámica de la historia literaria gallega y más de su relación con los movimientos literarios europeos, ¿no? Más sobre esa índice y para hacer esto lo que voy a hacer es centrarme en el siglo XX, ¿no? Y más en concreto en la generación nuestra, en este agrupamiento de hombres y desafortunadamente eran todos hombres, nados a finales del siglo XIX y que hay un pueblo nuevo, ¿no? Un pueblo decisivo. La cultura gallega desde los años XX hasta que la recibí. Además, quiero acercarnos también a una visión de continuidad de la fructífera relación entre las corrientes culturales gallegas y europeas desde el siglo XIX hasta finales del XX. Los hombres de la generación no adoptaron las tendencias culturales europeas por causa, ¿no? De una epifanía súbita que experimentase en camino de París. Naceron ya con una fuerte herdanza europeísta, ya que les era imposible negar. Pensemos, por ejemplo, en Rosalía de Castro, ¿no? Que beberon las fuentes europeas influenciadas por el escritor alemán Heinrich Heine. Y pegada a Heine estaba presente una recogida folclorista de romances populares gallegos, esas canciones del pueblo, del mar y del agro que le servieron de base a una poética fundamente original, postromántica y anticipadora de pautas existencialistas. Además, su hombre, el historiador Manuel Murguía, recogió las influencias de la historiografía y de la filosofía europea para empezar una historia gallega completamente autónoma y nueva. Cuando aquellos hombres de nosotros pensaban en Eduardo Pondal, el poeta, pensaban en un supuesto bardo del pueblo gallego que creara su identidad literaria inspirándose directamente en la poesía del escocés James Macpherson, cuya obra recrea el mundo ficcional del antiguo bardo celta Ossian. Del mismo modo que Macpherson aplicó la sensibilidad y estética emergente del romanticismo sobre este mundo por él imaginado completamente, Pondal formula en Galicia toda una historia mítica, ficcional y alternativa a las narrativas historiográficas centralistas. Pondal sobrancía los vínculos entre Irlanda, Irlanda y Galicia que supuestamente existían en el pasado antiguo e introdujo en su universo poético los mitos clásicos griegos y romanos y las figuras de su relación con nosotros tomaron nota. Con todo, en las primeras décadas del siglo XX la mayor novedad para ellos suponían los poetas simbolistas franceses de las últimas décadas del siglo XIX, o sea, ninguna novedad. Su inmersión en las vanguardias europeas no tendrá lugar hasta que se den cuenta de la necesidad y urgencia de importar estas ideas a su cultura propia, la galega. Su toma de conciencia galeguista que ocurre a partir del año 1916 o fundada en las Irmandades de Fala, su decisión de comprometerse con la mayor defensa de su lengua y de la cultura nativa será el catalizador, el momento clave que los llevará a un contacto más intenso con la cultura europea. Y para estudiar con más profundidad este proceso lo que quiero hacer es centrarme ahora en los tres miembros principales de la relación para analizar primero a los dos que escribieron un diario de experiencias, un diario de viaje, a partir de su contacto con otros países europeos. Empecemos con Daniel Rodríguez Castelán, el líder del nacionalismo galego que poco después de incorporarse al Congreso, a las filas del galegismo, al momento de la reivindicación política y cultural de Galicia, emprendió un viaje por Francia, Bélgica, estuvo aquí, estuvo en Gantt también, los Países Bajos y Alemania. Aunque el texto entero del que va a ser el diario 1921 no se publica hasta 1977, pequeñas secciones de impresiones, experiencias de viaje por estos países europeos fueron publicadas en varias revistas galeguistas de aquella, de forma de entrega que el público que leía en galego podía leer cada semana. Entonces llegaban las impresiones directamente a Galicia. La generación no era consciente de vivir en una periferia atlántica, de ser una nación colonizada por un poder medieval centralista y víctima de un estatus copolítico y cultural que no favorecía el desarrollo de Galicia. El diario de Castelao es una de las vías de la generación no para superar esta condición. Más tarde, en 1928, Castelao hace otro viaje, va a Bretaña para estudiar las cruces de piedra en el noroeste de Francia. El destino del viaje revela muchos aspectos de la cosmovisión de la generación no. Para ellos, Bretaña era una nación atlántica con una situación sociolingüística, cultural y política que podía identificarse perfectamente con la de Galicia. Además, para los escritores gallegos, Bretaña era un país celta y por lo tanto un país hermano de esta familia imaginada en la que la generación no quería meter, quería inserir a Galicia. El viaje de Castelao a Bretaña refleja también el tema celtista de la generación no que tiene su raíz en el contacto de Pondal con la poética de Macpherson y su deber de construir una identidad alternativa. A aquel otro que identificaban con la hegemonía castellana en España. El viaje va a dar frío en el libro Las cruces de piedra en Bretaña de 1930 y también en el libro chévere Las cruces de piedra en Galicia que se publica por fin, otra vez se publicó sino por entregas pero se publica por fin en el año de la muerte de Castelao en el año 1950. El contacto directo, físico con la cultura europea tiene un efecto decisivo. La cultura nacional de Galicia y contribuye a la generación no de fomentar la autoestima, autoestima nacional y colectiva. Y sigue en cierto punto hasta hoy. Otro miembro de la generación no es Vicente Risco que viaja a Berlín en 1930 y vuelve cuatro meses a la ciudad de Alamá. Aquel epicentro de la creatividad y cultural vanguardista y también ojo del futuro furacán político. Risco comparte un curso de etnografía en la Universidad de Berlín y contempla de preto las tensiones políticas y étnicas que es el medio del movimiento nazi frente a los ojos. El libro, que solo desde aquella experiencia metió a Europa, marca el comienzo de la fase más conservadora y católica de la cosmovisión risquiana. Y recordemos que el contacto con la cultura europea de los escritores gallegos era todo una caixa de pantorras. Tiene su buen y también su mal. Y que podían salir tanto ideas hermosas como prejuiciosas. El antisemitismo y la ligera fascinación de Risco por el fascismo nacen de aquella proximidad a la cultura europea. En los casos de Risco el diarista es un investigador enviado casi al campo de estudio, como ponte de contacto para el diálogo entre una cultura marginada y las corrientes centrales de las principales culturas europeas. Así, Caliza puede aprender a emular pretendía hacer esto, ¿no? Emular, beber, lo que considera prestigioso de la cultura europea algo que cree indispensable en la construcción de una identidad cultural y nacional diferenciada de la identidad española. La cultura europea representa entonces un tipo de espejo mágico en lo que Caliza puede verse reflejada tal como quisiera ser, tal como quisiera verse y ser vista. Y gracias a este reflejo quería sentirse un miembro de pleno derecho del coro de los pueblos y culturas europeas y no una parte secundaria digamos, del panorama cultural y político del Estado y de la cultura española de aquel tiempo. Así, he de sobranciar este respeto que Castelao en su obra magna siempre en Caliza, que se publicó por fin en el año 47 abogue por una unión federalista europea como base de una mayor unidad mundial. La presencia y el empleo de las ideas culturales europeas en la cultura gallega acaba su mayor plasmación de mi opinión en toda la historia gallega sobre Ramón Otero Pedraia. No es exagerado afirmar que su lengua y su cultura gallega gozase del prestigio de la inglesa, francesa o alemana Otero Pedraia se situaría en el mismo grupo de pensadores perdón del prestigio de la inglesa al sistema literario y cultural inglesa o inglés, francés o alemán. Otero construye una obra cuya razón de ser es la construcción de una identidad cultural gallega en medio siglo. No conozco otro pensador cuya obra contiene más referencias culturales europeas perdón, europeos que de Otero Pedraia auténtico enciclopedista ilustrador de la historia cultural europea y quería tratar brevemente para terminar de cuatro fuentes principales y más sus ideas chaves en la cosmovisión galleguista de Otero Pedraia para ver cómo funcionan esas fuentes, cómo refleten en su visión de la galleguidad. En primer lugar el alemán Herder es el padre del nacionalismo cultural y del relativismo pacífico como base del concepto moderno del multiculturalismo. Otero se inspira en dos ideas principales de Herder, que son las más famosas la de Wolfgang y la de la lengua como referencias chaves de nacionalidad. Herder entiende que las sociedades crean factores como el clima, la geografía las necesidades físicas y biológicas y que se mantienen unidas por las tradiciones y las memorias comunes de que la lengua es la principal ligación y vehículo. Segundo Herder cada nación o pueblo posee un carácter único, propio, intransferible una sinergia mística que denomina volksgeist espíritu del pueblo. La idea de volksgeist tiene influencia más decisiva sobre la construcción de la identidad cultural gallega de Otero. Además realmente esta idea tan europea justifica el lugar central que Otero le ofrece a la lengua en su retrato de la identidad gallega. Segundo lugar Chateaubriand, que le transmite a Otero básicamente y voy saltando un poco porque me queda poco tiempo la idea de una identidad religiosa, una identidad católica europea con la que Otero puede definir a Galicia. La siguiente es Spengler que también aporta a Otero una idea de formar parte del occidente a base de su libro más conocido La decadencia del occidente y Otero otra vez intenta inserir a Galicia en este programa literario para rematar sobre las ideas de Henri Bergson la idea de prestar a Otero al paisaje gallego como un palimpsesto cultural, lo que se oye todos los tiempos gallegos como un auténtico palimpsesto cultural una plasmación física casi de la identidad gallega y voy a concluir rápidamente así llegamos a la guerra civil española y a la ruptura de la intensa actividad de la generación noz, con todo y como nunca se debe haber aprendido el generalismo franco por mucho que maten a los seres humanos no pueden matar las ideas de las cadenas que existen al lado de la carne y el hueso del paseo y las brechas de las cadenas la vocación europea se transfirió históricamente de la generación noz a la siguiente generación de escritores y intelectuales gallegos formada alrededor de la editorial Galaxia a partir de los años 50 y desemboca en la traducción que hizo Ramón Pingueiro de Heidegger y en las charlas literarias de la nueva narrativa y obviamente desemboca también en Xavier Queipo y desemboca en los asuntos de lo que nos habló Loli bien nos recuerda Otario Pedrallo la afirmación de Goethe de que la idea europea se construye a lo largo del camino de Santiago en esta transhumanidad humana de tantos siglos europeos hasta el plazo de Obradoiro y la catedral de Santiago de Compostela sumamos también los otros caminos virtuales, invisibles incluso electrónicos de influencia cultural y artística europea de este diálogo mutuo entre centro y periferia desde la velada incesante de la idea muchas gracias