Sí, buenas tardes. Bueno, yo ya no sé si debo de hablar o mejor no decir nada para que nos vayamos a tomar el vino, sobre todo porque, bueno, Mercé ha hecho una magnífica recapitulación de todo lo que aquí ha sucedido en estos dos días. y Olga ha transmitido perfectamente lo que es el trabajo de la UNED. Aún así, de manera muy breve voy a decir algunas de las cosas sobre las que había reflexionado. al disponer de estos minutos en la participación en este acto. Y en primer lugar, evidentemente, quiero comenzar dándolas gracias a la UNED y especialmente a la directora del Centro de Bruselas, Olga Luz, por su invitación. Y sobre todo, gracias a la UNED por organizar este encuentro sobre las culturas de España y su relación con Europa. que es expresión de la diversidad y riqueza de la literatura que se crea en España y que constituye, además, un magnífico ejemplo de extensión universitaria de entre los organizados por Meseo Esareu, vicerectora, como ella misma ha dicho, de formación continua y extensión universitaria de la UNED. Y a partir de esa vocación internacional de la UNED, voy a referirme a ese proceso que acontece en este momento en Europa. de cambio de la educación superior. Hace ya más de una década, cuando tuvo lugar la declaración de Bolonia en el año 1999, comenzó un proceso que fue a su vez un primer paso para la creación de ese espacio europeo de educación superior. Este proyecto es un proyecto de armonización de los sistemas universitarios nacionales europeos. que no pretende su uniformización. Se trata de crear sistemas equiparables, comparables, compatibles y de calidad y no necesariamente idénticos que faciliten el reconocimiento y la movilidad. Y más allá del proceso de Bolonia, la lógica del Espacio Europeo de Educación Superior, que es un proceso de internacionalización de la enseñanza superior en Europa, Se sintetiza en la constitución de los siguientes objetivos. Facilitar la eliminación de las barreras a la libre circulación de estudiantes y de titulados en Europa. Y la propia declaración de Lobaina del año 2009, tras la cumbre de ministros de Educación que se celebró para evaluar esos 10 años de Bolonia, fijaba como objetivo para el año 2020 el que al menos un 20% de los titulados se hayan beneficiado de un periodo de estudios en el extranjero. a los que se refería Engerú, que se supondría aumentar la tasa de los actualmente 11% de universitarios europeos que se desplazan a otros países. Simultáneamente, el suplemento europeo al título pretende facilitar la movilidad centroeuropea de los ya titulados. Hacer de Europa un lugar más atractivo para estudiar e investigar de lo que lo ha sido en las últimas décadas, asegurando la calidad de la educación superior, es otro de los objetivos del Espacio Europeo de Educación Superior. Se trata de que el resto del mundo, y en especial desde los países emergentes, se perciba a Europa como un lugar donde la educación superior cuenta con unas reglas del juego que la hacen más atractiva para estudiar e investigar que lo que lo ha sido en el pasado reciente. En coherencia con ese planteamiento, la Comisión Europea, en la Estrategia Europea 2020 y dentro de la iniciativa emblemática Jumentos en Movimiento, recoge, entre otros, el reto de incrementar el atractivo internacional de las instituciones de enseñanza superior de Europa. El Espacio Europeo de Educación Superior busca aumentar el número de titulados superiores en Europa. También la Estrategia Europea 2020, a la que me he referido antes, contempla este objetivo. Se trata de conseguir que en ese año de 2020 el 40% de la población tenga un título de educación superior, incrementando en 10 puntos el 30% actual. El Espacio Europeo de Educación Superior pretende impulsar un cambio de paradigma educativo y, de este modo, facilitar el paso de la enseñanza al aprendizaje autónomo. Es un aprendizaje basado en competencias, conocimientos, habilidades, actitudes y una parte de la función del profesor debe ser la de dirigir y entrenar al estudiante en ese proceso de aprendizaje. y ello para hacer frente a las necesidades que se derivan de una participación óptima en la sociedad del conocimiento. Hay que crear un entorno de aprendizaje continuo alrededor de los estudiantes que les capacite para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida y permanecer receptivos a los cambios conceptuales, científicos y tecnológicos que vayan apareciendo a lo largo de su vida activa. Llegados a este punto, tengo que decir que la UNED es un modelo de universidad que cumple fielmente y eficazmente este objetivo. Los nuevos estudiantes universitarios de ese Espacio Europeo de Educación Superior tendrán más posibilidad de elegir, los planes de estudio se vigilarán más estrechamente y algunos confiamos en que las ciencias sociales, la cultura y las humanidades sigan teniendo el relevante papel que han tenido siempre en Europa. En este mes de enero del año 2010, y en su comparecencia aquí mismo ante el Parlamento Europeo, el ministro español de Educación, Ángel Gabilondo, defendió la voluntad inequívoca de reforzar la idea de Europa social a través de un nuevo vínculo entre la economía y la educación. Recordaba que la educación encarna los grandes valores europeos de la libertad, la equidad y la paz. la cohesión y señalaba, por tanto, que la ambición de la Presidencia española sería la de más educación de más calidad para todos. La crisis económica ha generado un consenso aún mayor sobre la importancia de la educación como piedra angular de un cambio estructural ineludible para el progreso y el desarrollo de nuestras sociedades. se hace necesario más que nunca un nuevo modelo económico que ha de estar basado en la educación, el conocimiento, la innovación y la transferencia a la sociedad. El proceso de Bolonia ha puesto de relieve las posibilidades inherentes a la construcción de un espacio europeo de educación superior. Pero su desarrollo también ha puesto de manifiesto sus limitaciones, de forma que se hace imperioso en las actuales circunstancias reforzar ese espacio europeo de educación superior yendo más allá de Bolonia y articulando un espacio europeo del conocimiento conformado. por ese Espacio Europeo de Educación Superior y por el Espacio Europeo de Investigación. En resumen, se trata de que las instituciones europeas respondan a la demanda de los ciudadanos europeos que piden más educación, más progreso y más bienestar. puesto que sin más educación, sin más formación y sin más innovación no podremos afrontar los profundos cambios sociales y económicos que se avancinan. Para afrontar estos retos, las universidades europeas y entre ellas nuestra Universidad Nacional de Educación a Distancia Templos de la inteligencia, como las llamó Miguel de Unamuno y tan estrechamente asociadas histéricamente a la idea de Europa, constituyen un elemento fundamental. Pero, como decía antes, tampoco se puede hablar de Europa y de su futuro sin hablar de literatura. punto de partida de este encuentro, ha sido y es un medio de expresión que canaliza vivencias, sentimientos, emociones, experiencias humanas. En estas cuatro mesas redondas se ha dejado constancia del papel que desempeñan en el contexto europeo las literaturas de España. Nuestro país, hemos tenido la satisfacción de volver a reconocer aquí, atesora la tradición literaria, cultural y lingüística de cuatro idiomas. riqueza no sólo valorada dentro de España, sino proyectada hacia el exterior. Pues de la expresión literaria en las cuatro lenguas, como hemos visto estos días, se nutren también la literatura y la cultura europeas. Como lectora, gracias a todos los que se dedican al difícil oficio de escribir y a los que defienden a los que escriben. Muchas gracias, el carricasco, muchas gracias, muchas gracias.