Vamos, vuelvo a pediros perdón por los problemas que hemos tenido técnicos. La verdad es que queremos que las jornadas, primero se puedan ver fuera de las de salud de actos, se están emitiendo por internet a través de la plataforma de la UNED también, que quede como un documento, van a quedar dentro de la plataforma de la UNED para que lo podáis volver a ver. Y eso ha supuesto tener una serie de más inconvenientes técnicos que han fallado, nunca habían fallado, pero con el fin que fallan fuera. Continuamos entonces con esta primera parte de las conferencias, con el tema de cohesión de sotos de la reproducción de la vegetación. Y la segunda conferencia de esta mañana la va a impartir el profesor doctor Luis Gómez de la Universidad Politécnica de Madrid, del Centro de Geotecnología y Genómica de las Plantas. Pues el título de la conferencia... ...de la conferencia genética adaptada a la casa de agricultura. Agradecerles su presencia aquí y os dejo con él. Si se me oye atrás, prefiero no hablar con micrófono. ¿Se oye atrás? si no porque lo alejaron bueno he visto que la organización es muy estricta con el tiempo y si te pasas de 40 minutos te cortan la luz así que trataré de no consumir el tiempo que tengo asignado quiero agradecer en primer lugar a la mesa del Castaño del Bierzo la organización de las jornadas y a pesar de los fallos técnicos quiero felicitarles por la iniciativa me parece una iniciativa muy interesante yo les voy a hablar de genética aplicada ha habido por ahí un duende de imprenta y pone adaptada creo en el programa genética aplicada a la castañicultura y como soy consciente de que el público no es experto en genética que no tema a nadie porque si yo digo algo que ustedes no entiendan ustedes piensan que están perdiendo el tiempo y yo también así que voy a procurar que todo el mundo entienda lo que voy a contar si hay algún profesor de universidad experto en el tema pues a lo mejor se aburre un poco pero espero que también consiga interesarle algo bien Voy a dividir esto en tres pequeñas partes. Una primera, que es la genética así, en cinco imágenes. Después voy a hablar de la genética aplicada al castaño. Y finalmente voy a hablar de lo que hacemos nosotros. Pues vamos allá con cinco imágenes. Esta es una imagen clásica de los libros de zoología. Algunos estudiantes en la sala seguro que la recuerdan. La quiero poner ahí, aunque la resolución no es muy allá. No es más que para recordar algo que todo el mundo sabe. Quizá no lo hemos pensado despacio, pero todo el mundo lo sabe. Y es que cuando observo en la naturaleza cualquier especie, hay una variabilidad. Y esa variabilidad, esas diferencias, son completamente naturales. No se requiere la mano del hombre. Mucho antes de existir seres humanos en este planeta, eso estaba ocurriendo. Es más, tenemos mecanismos, todos los seres vivos, para que cuando nos reproducimos, produzcamos variación. Y basta. Y basta con que cada uno mire al que tiene al lado. Así que la variabilidad de los genes es lo más normal del mundo. Lo raro es que no lo haya. Sobre esa variabilidad actúa todo el tiempo, o actúan dos procesos que no tienen nada que ver, pero actúan ambos. Uno es el azar. El azar es que yo voy caminando por la playa y piso sin querer a este y me lo cargaba, y con él a todos sus genes. Pero también hay una selección natural. A lo mejor en un fondo marino oscuro, un depredador ve mucho más al clarito que al oscuro y se los va comiendo, y entonces al cabo del tiempo casi no quedan claritos y en cambio quedan oscuros. Esos dos procesos operan todo el tiempo y producen un fenómeno que llamamos evolución. Insisto, la evolución es lo más normal del mundo, aunque todavía en el siglo XXI hay personas que niegan que ocurra, y no requiere la intervención humana para nada. La evolución viene ocurriendo mucho antes de que hubiera humanos en el planeta. Quiero contraponer esto en la segunda imagen a este fenómeno. Este es otro proceso que sí conocen mucho más, lo conocen bien. Sobre esa variabilidad provoca más variación y lo hacemos con toda suerte de técnicas, no voy a entrar en esos detalles, y a partir de esa variabilidad... Para las especies que nos interesan, por ejemplo las que nos comemos, producimos una selección artificial, totalmente artificial, que es, ¿qué quiero yo? Quiero producir más tomate, quiero que ese tomate sepa mejor, quiero que el mercado lo pague más. Eso es la selección artificial y no tiene nada que ver con la selección natural. Como resultado de eso, hemos generado desde el neolítico hasta hoy, en aproximadamente 2000 años, un montón de variedades nuevas y lo seguimos haciendo. Y si comparamos una variedad actual con su antepasado que todavía vive, tenemos que ir a México a verlo, pero oye, pues moviendo un montón de genes por acción humana, ¿seleccionando qué? Pues no me interesa tener unos poquitos granos, me interesa tener muchos. No me interesa. Que el viento los tire al suelo, ¿quién los recoge? ¿Cuánto cuesta recogerlos? Me interesa que se queden aquí. Todo eso es una selección artificial. Este señor es un pequeño monstruo, obra nuestra. Tiene lo que a nosotros nos interesa, pero si lo ponemos a competir con especies naturales, me necesita. Necesitan de mis podas, necesitan del maíz, no, otras especies, necesitan de mi fertilización, necesitan que yo le quite a las malas hierbas con herbicidas. Esa es la agricultura. Y tendemos a olvidar que la agricultura es eso. Gracias a ese proceso, pues tenemos hoy un montón de variedades que responden a unas demandas. Nos gusta que sean grandes, que sean dulces, nos importa el color, etcétera, etcétera. En todas esas variedades que están ahora mismo en el mercado, por intervención humana, hemos movido decenas de miles de genes durante dos mil años. Estoy seguro que muchos de los presentes reconocen inmediatamente una fresa silvestre. Está clara la selección artificial. Aunque las personas que hacen esto no siempre lo saben, lo que están haciendo es mover genes de un sitio a otro. Cambiar genes, eliminar genes, seleccionar genes. Todo esto es genética. Así que uno pensaría, bueno, pues ya lo sabemos, qué bien. La genética es muy buena, la genética hace estas cosas, bueno, pues no. Les voy a poner, no quiero que se lo lean, es muy largo, un artículo del suplemento dominical más leído despues. Se supone que cada domingo lo leen varios millones de personas. No voy a decir el periódico. Se refiere a un caballero que se llama Enrique Serrano y que, a través de un proceso de selección artificial, ha conseguido esta lechuga que la tienen en el mercado. Se llama la variedad Cresta. Es todo un pelotazo, como decimos ahora. Se pasa de una pequeña empresa familiar a exportar lechuga Cresta a toda Europa y a un negocio multimillonario. Así que me quito el sombrero con el señor Serrano. Esos periodistas, que siguen escribiendo todos los domingos y también entre semana en el periódico más leído de España, hablan de esa lechuga y hablan del señor Serrano y cuentan esa mitología de cómo es la ciencia. El eureka, este señor, la palparon, la abrieron, era la buena, esta es la buena, gritó Enrique. Bien, no me importa eso, sino lo que he puesto en amarillo. Los periodistas creen importante resaltar... ...algunas palabras de Enrique. Y van y dicen, en ese periódico que lleva cada domingo a millones... ...nada de modélica. Es pura selección natural. Es decir, que esos periodistas creen, y seguramente tienen razón, que esta sociedad necesita oír, oiga, cómprenla tranquilos, que aquí no hay genética, esto es pura selección natural. No han entendido nada. Y es peligroso. Es peligroso que nos hablen de estas cosas los que no entienden nada. La ignorancia hace mucho más daño que la maldad. Aquí debería decir, todo genética es pura selección artificial y no pasa nada. Es lo que nos comemos todas las noches, todos los mediodías. Pero esta es la sociedad que tenemos. Como última imagen de la genética, así en cinco minutos, quiero poner esta a los estudiantes de ingeniería técnica abrícola que hay en la sala. Seguro que saben muy bien de quién voy a hablarles. Ese señor, Norman Borlaug, recién ha acabado la carrera de agronomía en Estados Unidos, le mandan a México, y tiene una serie de ideas geniales sobre cómo conseguir mejorar la producción de trigo y de maíz. Empieza a usar variedades enanas, era revolucionario pensar, que una variedad enana iba a tener una espiga igual de buena o mejor. Se dedicaba a cultivar en el desierto de Sonora, en zonas inhóspitas de las montañas. ¿Qué estaba buscando ese señor? Trigos. Y maíces y otras especies capaces de crecer en sitios donde no puede crecer un cereal, en suelos muy duros, en climas muy extremos. Y lo consiguió. Consiguió una serie de variedades y se las donó a los países donde más hambre se pasaba. Y se sigue pasando. Ese señor que tengo a la espalda se le atribuye la salvación de decenas de millones de vidas humanas. Y por eso le dieron el premio Nobel. El premio Nobel de la paz. En 1970. Seguramente es la persona que más vidas ha salvado en el siglo XX. Cuando cambió el siglo, del XX al XXI, le hicieron una entrevista. Típicamente a los premios Nobel siempre les piden que opinen de todo. Y este señor no se lo voy a leer entero. Nos decía que el gran problema del siglo XXI va a ser el aumento de la población. Llevamos a más de 7.000 millones de seres humanos y esto cada vez va más rápido. Y decía que la producción de alimentos tiene que contribuir. No puede dejar de contar con las herramientas de la genética. Así que los que saben de esto, saben y lo aplican. Dicen esto y nuestros periódicos del año pasado o de hace dos años dicen lo que les acabo de contar. Bien, pues es una genética de 5 minutos. Espero que todo el mundo lo entienda. Ahora, ¿qué puede decirle la genética a la castañicultura? Podríamos hablar mucho tiempo, pero como no quiero que me quiten la luz, voy a empaquetarlo también en unos pocos minutos. Vamos a empezar ahí. Todo el mundo sabe de sobra lo que está compuesto. Pero vamos a viajar en 30 segundos desde ahí hasta los genes. Es muy fácil el viaje. Solo tienen ustedes que pensar que cada vez nuestros ojos ven cosas más pequeñas. Vamos a hacer aquí una pequeña espiral. Quitamos la cáscara y ponemos eso en un microscopio electrónico. Lo que hay ahí son células, exactamente igual que en nuestras manos o en nuestra lengua o donde ustedes quieran. Todos los seres vivos estamos formados por células. Sigamos viajando a lo pequeño. Voy a mirar dentro de una célula y me encuentro... ...un núcleo, todas nuestras células y en ese núcleo está el material genético. Ahí es donde dice si vas a ser un elefante o si vas a ser un castaño o si vas a ser un ser humano, en el material genético. Lo recibimos de nuestros padres y lo pasamos a nuestros hijos. Ese material genético se organiza en cromosomas. Y esos cromosomas, cuando los miramos con el siguiente momento, resulta que son como un hilito muy largo de un material que contiene la información genética. Así que esto está dentro de esto, esto está dentro de esto, esto está dentro de esto y esto está aquí. Son técnicas apropiadas. Hace ya más de 50 años, estos dos señores consiguieron descifrar la estructura de ese material y llegamos a las moléculas, que es mi área de trabajo, el área molecular. El material genético nuestro, y el de los tomates, y el de las cabras, y el de los elefantes, esos dos señores recibieron el premio Nobel más rápido de la historia. Jim Watson, que todavía vive, murió hace unos años. Ese es nuestro material genético. Y yo me he propuesto que todas las personas en la sala no se queden ahí, sino que entiendan qué es eso, cómo funciona eso, en unos pocos minutos. Bien, esto que lo llevamos puesto en todas las células es una especie de andamio. El andamio son esas cadenas que van por fuera y que parecen una escalera de caracol. Esa no es la información genética, ese es el andamio. La información genética está aquí dentro. Ahí. ¿Y qué es lo que hay ahí? No me voy a poner estructuras. Lo que hay ahí son cuatro tipos de elementos que vienen, vamos a decirlo así, en cuatro sabores. Tienen unos nombres un poco raros, así que solemos referirnos a ellos con una letra. Les cuento como anécdota, cuando yo trabajaba en la Universidad de California, Crick, el de la derecha de la foto, trabajaba enfrente, yo no sabía. Y me acuerdo que a los pocos días de llegar, delante de mí hay un coche con una matrícula que pone AGTC y llevo yo al laboratorio al día siguiente y digo, hay un idiota ahí que lleva un coche con el AGTC. Todo el mundo, ¿has visto a Crick? Pues él en el coche llevaba esto en la matrícula. Bueno, ¿cómo funciona esto? ¿Cómo es posible que solo con cuatro sabores yo pueda decir, tú eres un ser humano y te van a salir brazos y piernas, o tú eres un castaño y vas a hacer erizos y ahí va a haber castañas? Parece complicado, solo con cuatro piezas. Bueno, pues el truco está en cuántas piezas pongo en el collar. Es decir, que si yo miro dentro de los cromosomas, esos filamentos que les contaba antes, me encuentro con millones y millones de piezas. Si miro en un sitio de nuestro genoma, me encuentro un orden determinado de las piezas, en otro sitio hay otro orden, en otro sitio hay otro orden, aquí dice que voy a ser moreno, aquí dice que voy a tener cinco dedos, lo que importa es el orden en que están colocadas. Esa es la información genética. Pero no, esto no es bastante, yo sé que hay personas que todavía no hacen la conexión. Vamos a ir dos imágenes más. Esto es un gen de castaño, un gen que caracterizamos en mi grupo. Como lo relevante es cómo están colocadas las piezas, los científicos cuando hablamos de genes nos basta con esto. Aquí lo que pone es A, G, C, T, C, C, A, T, A. Con esto es suficiente. Hay una señal que indica a quién pieza un gen, hay una señal, las he puesto en verde, que indica a quién. Aquí termina un gen. Todos nuestros genes, y los de los castaños, y los del ser vivo que ustedes quieran, son así, aunque este particular es de castaño. ¿Y cómo funciona un gen? ¿Qué dice ahí? Porque esto por ahora no me dice nada. Les voy a contar lo que dice ahí. Ahí dice, cuando mi célula, en este caso una célula de castaño, encuentre esa señal que es marcada en rojo, la célula tiene que empezar a fabricar una proteína cuyo aminoácido primero es la metionina, que es un tipo de aminoácido. La maquinaria sigue leyendo. Los siguientes tres dicen que el segundo aminoácido es una glicina, que el tercer aminoácido es una serina. Es decir, lo que pone aquí, hoy lo sabemos muy bien, es la secuencia de aminoácidos de una proteína. Y para descifrar esto hizo falta el trabajo de una serie de personas, que fue uno de nuestros premios del 2008 por descifrar eso. Así que nuestros genes lo único que dicen es proteína. Bueno, ¿y qué? ¿Qué tiene que ver con proteína? Tiene que ver la proteína con la castaña. Aún falta un poquito. La proteína que codifica ese gen es esta. Es una molécula... Muy complicada, no tiene nada que ver con la doble helice del ADN, es mucho más complicada. Esa proteína, por si alguien tiene la curiosidad, protege a las castañas de las temperaturas extremas. Recuerden que desde que se produce la fertilización hasta que la castaña está madura y cae al suelo, pasa el verano. Y el verano en España no está mal. En España hay muchos lugares. Pues esa proteína evita un desastre por las altas temperaturas, protege a las estructuras celulares del calor. Esa es una de sus varias funciones. Hemos entrado por fin al mundo proteína, lo que dicen todos nuestros genes. Y el mundo proteína es el mundo de la variabilidad también. Aquí les pongo cuatro de millones y millones de proteínas. Nuestro genoma, el humano codificado. Aquí tienen una proteína que tenemos todos. Esta proteína es la... Esta es del castaño. Esto es un enzima. Eso es una proteína bacteriana. ¿Qué es lo que quiero que vean? Que cada proteína es distinta. Y además es muy diferente. Es muy distinta. Y nuestra experiencia cotidiana dice que cuando tengo formas tan distintas, suelo tener funciones muy distintas. Por ejemplo, ese objeto no sirve para comer sopa. Sabemos para lo que sirve, identificamos enseguida forma y función. Pues en el mundo de las proteínas también. Con los genes pueden construir la proteína que se les ocurra. Infinitas proteínas, con infinitas formas. Y los seres vivos usamos las que nos interesan. ¿Qué quieres llevar oxígeno de un sitio a otro? Esta. ¿Qué quieres protegerte de un virus? Esta otra. ¿Qué quieres matar al hongo que causa una enfermedad? Esta otra. Cada proteína tiene su función porque cada proteína tiene su estructura. Bueno, pues llegamos por fin a la conexión final con las castañas. La proteína que puse arriba a la derecha tiene como papel producir reacciones químicas, catalizar reacciones químicas. Por ejemplo, ahí tengo una ruta metabólica. El castaño. En los genes lo que dice son proteínas. Y en las proteínas lo que dice son funciones. Si tienes determinados genes, fabricas determinadas proteínas que te permiten convertirlos. A mis manos, a las patatas, a las castañas. Depende de los genes que tengas, eres una patata, eres una castaña o eres un ser humano. Así que pretendo con esto cerrar el círculo de cómo los genes están conectados con cosas que vemos, que tocamos, que comemos. Por lo menos, que tengo determinados genes, mis castañas van a adquirir un valor mayor en el mercado. Que no los tengo, ya puedes hacer magia, ya puedes fertilizar, ya puedes hacer lo que quieras, que tus castañas son chuchurrías. Ya se encargará el ser humano de eliminar las que no le convienen y de promover las que le convienen. Pero la calidad de esa castaña está escrita en los genes y la genética estudia eso. Esto no quiere decir que si un año no... ...no llueve nada, pues ese árbol no se va a portar como yo quiero. O si hay otro tipo de problemas ambientales. Pero un buen árbol, cuando las condiciones sean propicias, dará buenas castañas. Un árbol que no tiene los genes apropiados, no le va a dar nunca a lo que hagas. Así que, resumiendo, la conexión completa. Esta historia empieza en genes. Esos genes lo que dicen son proteínas. Esas proteínas tienen su forma, es decir, su estructura tridimensional y por tanto su función, y eso determina qué hacen, cuál es su actividad bioquímica. Y esos procesos bioquímicos lo que dicen es cómo es tu fisiología, cómo es tu desarrollo. Esto es lo que yo veo, esto es lo que yo me como. Y la genética lo único que hace es conectarlo uno con el otro. Tratar de, a partir de, cómo salen las castañas de los estudios que acabamos de oír en la... presentación anterior, por ejemplo. ¿Qué moléculas lleva? Esto es más dulce, esto es más que... Todo eso está escrito en genes y a través de ellos en proteínas. Bueno, esta imagen es peligrosa a estas horas. Ya desde aquí empiezo a ir salivar a algunas personas, yo también. Esos son castañas, evidentemente. Y les voy a poner un ejemplo de lo que acabo de contar pero en términos tangibles. ¿Por qué me gustan tanto? ¿Por qué nos gustan tanto? Ciertas moléculas. Algunas son volátiles y las vuelo. Otras no son volátiles pero llegan a mí. ¿Dónde están nuestros órganos de detectar esas moléculas? Ahí. En la lengua y en la nariz. Si hay personas sensibles, que bajen la vista para la siguiente foto, la paso rápido, pero el microscopio me dice, ¿qué tengo ahí en la lengua y en la nariz? ¿Qué es lo que está detectando las moléculas de la castaña o del jamón serrano? Tengo un epitelio especializado, así de feo, cuando se ve desde cerca. Como hay ingenieros en la sala, está clara la estrategia. ¿Cómo aumento muchísimo la superficie de detectar moléculas sin que yo tenga la lengua como un hipopótamo? Pues a base de hacer eso, invaginaciones de ese tipo. ¿Y qué es lo que hay en esas células de mi lengua o de mi nariz? Hay proteínas, cuyo único papel, esa es una proteína, en gustos humanos, pues una proteína. Esas moléculas, cuando las detectan, es decir, cuando se unen a ellas, rápidamente se produce un disparo de un estímulo nervioso. Entra calcio. Hay una despolarización, no les meto todo el rollo fisiológico. Simplemente en la lengua es detectada una molécula que me gusta y rápidamente hay un disparo que viaja a través de células hasta mi cerebro. En concreto llega aquí, a los lóbulos temporales del cerebro. Lo noto en la lengua pero donde está ocurriendo es ahí. Y como resultado de todo ese proceso, de esas moléculas que me gustan, pues ocurre la reacción. Esa es toda la colección de cosas que pasan. Por eso nos gustan las castañas. Pero si le damos una vuelta a la espiral al revés, en la base de todo eso tengo genes míos que codifican proteínas que detectan determinadas moléculas y tengo genes de los castaños que codifican determinadas enzimas que producen determinadas moléculas. Es decir, genes, genes, genes. En resumen, todas las características de interés, todas, es todas. La calidad de la madera del castaño, la tolerancia al chancro, la tolerancia a la tinta, el tamaño de los castaños, lo que a ustedes se les ocurra. Que tenga un valor comercial o de otro tipo, todo está codificado. Hay toda una industria detrás de esto. ¿Por qué la menta me sabe a menta? Porque tiene esa molécula. Cuando la industria química determina la estructura de una de ellas, intenta producirla por síntesis química, que es mucho, mucho, mucho más barato. que ir al campo a recoger plantas, extraerlas, etc. A veces lo consigue, a veces no lo consigue. Cuando la industria química lo consigue, olvídate ya del original, por desgracia. Cada vez hay en el mercado más productos que llevan sabores que se fabrican. Lo bonito del yogur de manzana no es que sepa manzana, sino que además, como viene de la manzana, tiene un montón de vitaminas, sales minerales, etc. Si el consumidor no se preocupa de eso y solo quiere que sepa manzana, le ponen un par de moléculas de esas y sabe a manzana. Pero ¿dónde están las vitaminas? Pues te has quedado sin ellas. Los sabores son moléculas que son detectadas en la lengua, mandan el disparo ese al cerebro y dicen esto me gusta, esto no me gusta. Otro ejemplo que nos duele mucho más, la tolerancia al chanco. En la magnífica presentación de antes de esta, nos han hablado de algunas especies de castaño más tolerantes, menos tolerantes. Ese es el castaño chino. Algún gracioso, en el año 1904, plantó una fila de castaños chinos en la avenida del Bronx, en Nueva York. El castaño chino es bastante resistente a la enfermedad. Pero la lleva puesta, es portador de ella, del hongo. ¿Qué pasó en Estados Unidos? Algo que afortunadamente aquí no va a pasar. A principios del siglo pasado había castaños como este, esta es la foto clásica, la familia Sherton en las Smoky Mountains con castaños de 300 años. Esto no tiene nada que envidiar a una secuella. Pero como un gracioso se trajo una especie exótica y la puso en Nueva York y esa especie traía un hongo para el castaño americano, no estaba preparado. Lo que pasó es esto. No sé bien claro, pero murieron entre 1904 y 1940 4.000 millones de castaños. La especie forestal más importante del continente americano fue erradicada del planeta por la gracia de plantar unos poquitos castaños exóticos en el zoo de Nueva York. Pero el drama no es ese, lo saben ustedes muy bien, ese es una parte del drama. Detrás de eso había una industria impresionante, puestos de trabajo, comida, utensilios, en fin, lo que se les ocurra. Todo eso se volvió a tal velocidad que nada más que trajo hambre y desgracia. No es solo una catástrofe ecológica, es una catástrofe económica y social de primer orden. Pero, ¿cómo ve esto un genetista? ¿Cómo lo vemos? Este señor tiene genes que impiden que la enfermedad progrese y este señor no los tiene. Nuestros castaños son semi-resistentes, por eso dice que lo de abajo aquí no va a pasar. Castanea sativa no es tan sensible a la enfermedad. Pero lo que nos importa desde el punto de vista de la genética molecular es, aquí hay genes que me interesan un montón y no es sorprendente que, aparte de mi grupo de investigación que está empezando a hacer esto, hace unos meses se publicara este trabajo. No quiero que se lea todo eso, yo lo leo rápido. Aquí lo que dice es comparación de los genes del castaño americano, castanea mintata, con el castaño chino, castanea molísima, en respuesta a la infección. Es decir, que si tengo ese material, tengo que estudiarlo, tengo que compararlo uno con el otro, porque en uno están los genes que busco y en el otro no están. Si lo comparo, a lo mejor los encuentro. Tengo que mirar con microchips de DNA miles de genes. Tengo que hacer un trabajo ímprobo y tengo que producir, estamos en esa fase lista de genes candidatos. Tenemos cientos de candidatos, ahora hay que desbrozar eso. Tenemos que pasar por ahí un montón de cribas hasta que encontremos, si tenemos suerte, genes importantes. Genes importantes para resistir a la enfermedad. Para saber que en los viveros hay que seleccionar ese tipo de pies. Eso es lo que hace la genética molecular. Y como comentario al margen, pero quiero hacerlo. Aquí cuando uno mira quién hace esto, pues encuentra lo que en España no suele pasar. Ahí, ¿de dónde salen esos investigadores? Pues de Penn State, de la Universidad de Pensilvania, de la Universidad de North Carolina, de la Universidad de Nueva York. Un problema que tiene en España el sector agroforestal en general es que la gente se está planteando, es que tenemos que hacerlo los de aquí, que no ven a los de fuera. En los países que se toman en serio la ciencia, la gente colabora, yo sé hacer esto, tú sabes hacer aquello, y se avanza a una velocidad que en España no se avanza. Bien, esta es la historia. Estas son las pistas de genes, son la pista, son el hilo del que tendremos que tirar los que hacemos estas cosas hasta que encontremos la explicación de por qué el castaño es sensible o por qué el castaño es resistente. Y he marcado algunas de las proteínas que nuestro grupo de investigación ya tiene identificadas. ¿Cómo voy de tiempo? Ocho minutos. Aguante el del interruptor. Ocho minutos. Bueno, ¿qué hacemos nosotros? Pero quería contarles primero esto, qué se puede hacer y qué se está haciendo y ahora qué hacemos nosotros que somos mucho más humildes que todo ese trabajo de escena de grupos de investigación. Nosotros tenemos un proyecto de investigación con la Fundación CIDEM y con independencia de lo que piense cada uno de los presentes o de que haya podido haber cosas en el pasado o las haya en el futuro, es una fortuna para El Bierzo que exista una fundación de ese tipo que invierta en investigación de este tipo y en otras muchas cosas. Nosotros estamos muy contentos de haber establecido esa colaboración y de haber saltado la primera barrera que es la de ¡son de fuera! Bueno, pues ellos han querido que hagamos este proyecto y estamos muy orgullosos de eso. El proyecto tiene varios objetivos, les cuento en 10 segundos lo que estamos prácticamente terminando. Queremos evaluar y desarrollar marcadores moleculares de castaño para tipificar las variedades locales. Eso se hace con unas herramientas que no se cuentan en un minuto. Pero la historia es esta. No todas las castañas son iguales. Cuando hay dos, es fácil distinguirlas. Cuando hay muchas, ya no es tan fácil, que es una pregunta que han hecho antes y esta ha sido la respuesta. Y encima, el castaño, igual que los seres humanos, es muy promiscuo. El castaño hibrida con todo el mundo y claro, ya sabemos que cuando se cruzan dos cosas, los hijos no son ni como papá ni como mamá, sino una mezcla. Este es el mundo del castaño, así que es importante tipificar lo que tienen ustedes. Aquí ha salido el tema del registro, de la protección legal o simple. Si solo tengo 8 minutos no se lo voy a poder contar, pero voy a pasar rápido. Lo que les quería decir, dicho en un minuto es, si miramos castañas podemos distinguirlas o no. Si ponemos aquí a muchos castañicultores seguro que discuten sobre si esta es tal o cual variedad, porque a fin de cuentas se parecen mucho. Son variables, como todos los seres vivos, pero no tanto. En cambio, si miramos sus genes, la variabilidad es inmensa. Esa es una suerte y esa es nuestra herramienta. No queremos mirar lo alta o lo ancha que es una castaña, porque sabemos muy bien que un único árbol, que produce castañas de muchos altos, de muchos anchos, de muchas formas, no es un buen criterio. Eso estaba bien cuando Aristóteles. Pero hoy las tipificaciones no se hacen midiendo ese tipo de cosas, sino viendo genes, porque los genes varían mucho más. Si en esta sala mirásemos qué gen tenemos, yo qué sé, pues cinco personas de la sala de cuatro sabores, ATG y C, pues yo tengo AT, Felipe Ovalle tiene GC, el moderador está se siente. No se ve a simple vista, pero está ahí, tengo que detectarla. Bueno, y la importancia de esto es tal que es justo lo que utiliza la Guardia Civil, la Policía Científica, para tipificar individuos. Es tan grande la variabilidad que no es solamente para distinguir la negral de la pared. No, no, no, no. Deme usted un saco de castañas y deme un poco de tiempo y yo le digo de qué árbol viene cada una de ellas. Y eso usted a simple vista no lo hace en la vida. Imposible. Por eso la Policía Científica... ...que son los que estamos usando nosotros, en los cromosomas, en los genes del castaño, en determinadas... ...que varían mucho y ahí vamos. para tipificar en libros. Me salto a la tecnología, si luego surjan las preguntas estaré encantado porque me apasiona mi trabajo, así que ustedes pregunten todo lo que quieran, podemos estar aquí hasta las 11 de la noche. Lo de arriba es un castaño, lo segundo es un castaño, lo tercero es un castaño, estamos mirando un determinado marcador y resulta que el castaño de arriba, castaño, da un pico allí, otra lo da aquí, otra da, este es un híbrido de libro, tengo el gen de papá y el gen de mamá, otra da otra cosa, otra da otra cosa, cinco castañas distintas y en el cinco perfiles, eso no lo ve mi ojo pero si lo ve mi tecnología genética actual. En otro lugar distinto veo esto, aquí en cambio dos individuos no me valen para mucho, imagínense que yo quiero tipificarles con el grupo sanguíneo, pues todo lo más dividiremos la sala en cuatro grupos, los del cero, que somos los más abundantes, los del A, los del B y con un solo marcador no llego muy lejos, pero si combino varios... pues solo ya con combinar tres, ya empiezo a tener mucha más. mucho más polimorfismo, ya cada castaño es distinto. Eso es justo lo que hacemos nosotros, la policía y todo el mundo. Todo el mundo que se dedica a esto. Hemos desarrollado ya 13 marcadores para los castaños del Bierzo. Tan alto, 13. ¿Ese número es mucho o ese número es poco? Pues les cuento. El FBI estadounidense utiliza 13 marcadores para tipificar seres humanos. En el Bierzo ya llevamos 13. Podemos tener más, pero no hace falta. Con 13 marcadores, eso sí, muy bien elegidos, el FBI sabe que su tasa de error es 1 en 594 trillones. Como somos 7.000 millones de seres humanos, esto se admite en cualquier juicio. Con 13 marcadores podemos distinguir seres humanos, que somos 7.000 millones. Yo creo que con 13 podemos distinguir toda la variedad. En el Bierzo, que no son, desde luego, ni 7.000 millones de árboles ni 594 trillones. No solo hacemos esto nosotros. Este artículo se ha publicado hace unos meses. Es exactamente el mismo trabajo en Italia. Lo que dice ahí es... caracterización genética de todas las variedades tradicionales de castaño en italia utilizando el mismo tipo de marcador que nosotros y acción y al final para identificar ojo esto es una comarca eso esto esto es toda italia desde calabria hasta el norte han utilizado sólo siete marcadores y sus niveles de polimorfismo son con eso la probabilidad de identidades que dos castaños distintos de lo mismo es cero y además se detectan cosas que vamos a detectar aquí y es que a una misma variedad se le dan dos nombres distintos o que a dos varias distintas se levanten o sea sino niñas como líneas el muestreo es bastante exhaustivo esto no es obra nuestra ahora lo diré al final esos son los puntos de muestreo creo que hemos hecho un buen barrido de la zona esto si me da 30 segundos el moderador imagínense tumbados en la cama de su hijo mirando al techo y hay uno de sus artilugios que cuelgan en las cámaras de las niñas pues cuelga Y estas ramas lo que representan es cómo están de cerca o de lejos diferentes muestras de castaño. Es decir, este tipo de análisis nos permite reconstruir filogenias, saber quién es más cercano a quién, quién es igual que quién, quién es distinto que quién, pero sabe. En resumen, tienen ustedes aquí una industria muy bonita, que genera trabajo, pero que es mucho más que eso. Hay aspectos culturales, hay aspectos históricos, hay aspectos ecológicos, aspectos económicos, sociales, lo que se les ocurra. Y tienen que cuidarla. Para cuidarla, es decir, para protegerla, tienen que conocerla. Nuestro estudio lo que pretende, modestamente, es un grano de arena, es contribuir a que conozcan qué es lo que hay aquí para su eventual protección. No es una idea nuestra. La FAO, que depende de las Naciones Unidas, la Organización Mundial para la Agricultura, tiene en Internet un montón de publicaciones como esta. Esto es gratuito, se lo puede cargar cualquiera. El papel de la biotecnología, que es de lo que les estoy hablando, para proteger y explorar las reglas mundiales. Bien, finalmente, este trabajo lo hemos hecho en el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas. La persona que lo ha hecho, que está por ahí sentada, como estamos a oscura no le digo que levante la mano porque no la van a ver, es Julia Quintana, que ha hecho todo esto en menos de un año, como parte de su tesis doctoral en mi laboratorio. Nosotros también trabajamos destacar ahora sí, me lo he dejado para el final, el papel estelar que ha tenido la Fundación Ciudad, que financia esta investigación, que ha lanzado esta investigación, y además quiero añadir el muestreo que han hecho, que lo han hecho ellos, no nosotros, el diseño del muestreo y el muestreo bajo la dirección de Felipe Ovalle y colaboradores, no pongo los nombres para no dejarme a nadie, yo creo que todos saben quiénes lo han hecho. Pues nada más, muchas gracias.