...de la policía, Francisco Armando Villa, en busca de... Bueno, buenas tardes Bueno, yo vengo sin proyección ninguna y me enfrento así con luz a todos ustedes me siento un poco anonadado por dos cuestiones la primera porque vamos muy atrasados de tiempo y me dijeron en 15 minutos es con aquello que tienes que decir casi nadie me va a saludar y despedirme y por otro lado la brillantez de Santiago me ha dejado sorprendido, realmente lo felicito ha cubierto un campo que se tiene que venir a hablar que es de la etnografía Entonces, lo voy a hacer breve y doy solamente unos pequeños apuntes de lo que yo considero que es importante en este tema. Yo soy de la zona de las médulas y desde pequeño me crié en una zona de esos pueblos de ahí donde había bosques de castaños inmensos que yo recuerdo perfectamente y que han desaparecido del todo. Pero con los castaños desapareció la cultura tradicional que sustentaba a los castaños. Y claro, la pregunta que surge la primera vez para un etnógrafo es ¿qué ha pasado para que lo etnográfico y lo agrícola tradicional desaparezca de esa manera en nuestro ámbito? Es fácil decir, es que es un motivo de que hay una enfermedad, de que los castaños se secaron, pero hay razones de más hondo calado. Yo creo que fundamentalmente dos. Una, esa especie de supuesto teórico de identificar cultura con civilización. Por una parte, que no son lo mismo. Y por otro, esas teorías antropológicas evolucionistas que brindaron entre la gente la idea de que toda cultura es un poco la superación de la anterior. Y entonces, eso ha quedado creado un sustrato en nuestras gentes, en la gente del campo y en las culturas condenadas a desaparecer bajo el peso de otras más pujantes, de que aquella cultura que me pertenece, que es tradicional, es inferior a la cultura que me viene de fuera. Y entonces, yo he sido testigo de cómo ahí en la zona de las médulas la gente se avergonzaba de su lengua, la gente dejaba las actividades tradicionales porque no son productivas, la gente abandonaba todo lo viejo porque había que quemarlo porque era mucho mejor comprar una mesa nueva que tener una de castaño viejo. Y entonces, eso es fruto de una colonización cultural. Es decir, hay una concepción antropológica... ...evolucionista de Morgan y compañía que divulga una manera de entender la cultura y luego ese problema de identificar cultura y civilización que no es así. Si a eso le unimos el hecho de que la economía rural no tiene nada que ver con la economía capitalista que llega de las ciudades y que colonizó los pueblos desde Ponferrada, pues lógicamente el resultado final es lo que tenemos ahora, ¿no? Un abandono absoluto. la economía rural no se basa en el libre mercado, se basa en el mercado pero no exactamente en el libre mercado y por lo tanto no puede competir en sus planteamientos con el supuesto ideológico que le llega de fuera. Y entonces yo lamentablemente hago una etnografía de una zona que se ha perdido, yo he recogido la que he podido y que se ha perdido y que la gente además ha dejado que se pierda. Bueno, dice James Morgan McClintock, un antropólogo americano que está muy de moda últimamente por sus estudios, que en la época de la globalización que estamos viviendo, digamos que la gente necesita redefinir culturas concretas. Él cita como ejemplo cómo en Europa se está reivindicando el celtismo, porque es una manera a lo mejor de identificar una cultura propia frente a lo global. Y es una manera que tenemos la gente de defendernos frente a la globalización. A mí me gustaría, no sé, es una proposición, que aquí en el Bierzo fuéramos capaces de reivindicar nuestra cultura, que es una manera, yo creo que muy coherente, de defender lo nuestro, nuestra cultura frente a esa globalización. ¿Y qué entiendo por cultura? Yo entiendo por cultura la manera que tiene cada comunidad de adaptarse a un medio. Y en ese sentido, esa cultura tradicional que había en el Vierzo, que es la zona que yo controlo, pues era una cultura perfectamente estructurada y muy sabia. Bueno, como el tiempo apremia, y de verdad, se me olvidó bien el reloj al principio, no sé si voy ni así. Yo tenía una serie de apuntes sobre la etnografía del castaño en la zona de las médulas, pero como ya lo ha hecho Santiago también, y no quiero cansarles, suavemente hago los apuntes de lo que a mí me parece esencial. Por ejemplo, En esa zona diferenciaba la gente perfectamente el castaño incierto del castaño bravo. El castaño bravo en algunos bosques, los hay en médulas de San Juan de Paluezas y Correnes, en la vertiente del Sib, hectáreas enormes, muchas hectáreas de castaño bravo que se aprovechaba de acuerdo con unas estipulaciones consuetudinarias. El castaño incierto era el que, lógicamente, se aprovechaba para la castaña de comer. Toda la terminología relacionada con el castaño en la zona de las médulas es gallega. Toda. El abundancial de castaño es solto. Cuando el castaño es incierto, sería soltada. Por ejemplo, cuando un hombre tenía una fila de castaños, se le llamaba una rincona. una ringleira. Entonces, lógicamente, sí, toda la terminología era así. Era el árbol fundamental para la alimentación de la gente, el sustento. Fijaros, había un referán en la zona aquella que decía algo así como castañas o almuerzo, castañas o chantar, castañas a merenda, llanoite, castaño leá. Porque era lo que se comía día y noche durante meses. Y era un alimento pobre. Era un alimento pobre. Bien, era un árbol sumamente longevo, castaño, hasta tal punto que es el referente toponímico en un montón de restos que hay por allí, bueno, la toponimia, yo tengo libros sobre la toponimia de las médulas y allí aparece recogido. Era un elemento de referencia. Era tan visto como tan longevo que las mujeres eran costumbre guardar el dinero en potes dentro de los castaños y se les decía popularmente que los castaños eran o banco de las mujeres. Perdón, cuando había una fila de castaños se llamaba serindeira, no me acuerdo del nombre, estoy un poco acelerado por culpa del tiempo. Bueno, a mí me parece significativo en la etnografía del castaño, en esa zona, cómo estaba determinada la propiedad. ¿Era tan importante la alimentación que los castaños eran de propiedad privada? Pero había castaños de propiedad comunal que estaban regulados por las ordenanzas concejiles y había incluso bastantes fincas donde había una finca que era de un señor y un castaño plantado dentro que era de otro, con derecho a coger el fruto, por supuesto. Lo más interesante, yo creo, desde un punto de vista etnográfico, es rastrear el modelo de explotación que se descubre en las ordenanzas confegiles. Sabéis que desde el siglo XVI, por orden de Felipe II, todos los pueblos de España tuvieron que hacer unas ordenanzas confegiles que determinaban los modelos de explotación de aquello que era comunal. En San Juan de Palmezas en concreto se conservan en una copia del siglo XVII, pero hace remisión a que es copia literal de una copia de 1580, me parece. Todos los pueblos tenían esas ordenanzas y entonces figuraba allí cómo había que soltar la veda de los castaños. No podías ir a peinar las castañas de tu castaño cuando querías, había que ir cuando lo marcaba el concejo. Cómo se determinaban los períodos de explotación. Cómo los castaños comunales eran importantísimos en los pueblos, porque una gran parte de la población de los pueblos solo tenía aquello que recogía de lo comunal. Y entonces había castaños comunales que se apañaban por concejo y luego se distribuía el fruto. Y había la obligación por concejo, figuro en las ordenanzas, de que cada año, cada vecino... cada uno por cada hogar, tenía la obligación de plantar un árbol en el terreno con cejil y se vigilaba. Y al que no lo plantaba, se le multaba. Y al que dañaba un árbol, tenía que plantar dos. Eso lo vinieron a hacer hasta que era pequeño. entonces luego estaba claro eso es lo que está en mi inserto Todo lo que venía con él. El castaño bravo tenía su propio modelo de aprovechamiento. El solto era fundamental para muchas tareas. No era para la cestería, ya nos habló Santiago de ella y yo tenía aquí una serie de cosas para decir pero las eludo. La cestería, pero era fundamental para la madera. El castaño bravo se cortaba, son varias hectáreas el bosque que hay, se cortaba periódicamente cada X años y se dejaba absolutamente limpio. Cuando salieron los brotes, había que ir por concejo, en determinadas fechas de año, aportar los brotes para seleccionar los mejores y que siguieran creciendo. Con esos brotes se hacían las cestas. Y después, con la madera que quedaba peor, mezclada con zarzas, se abonaban las viñas, porque había que cavar las viñas cuando eran tipo paga, para refrescar el terreno y que tuvieran un aprovechamiento, que dieran más fruto. Era tal la importancia del soto bravo, por ejemplo, en pueblos del Vierzo, en los que lo tenían... que, por consejo, dos vecinos cada día del año tenían que ir a vigilarlo. Supone un esfuerzo enorme. No sé si es económicamente rentable. Por eso dije antes, la economía rural no puede competir con el modelo de economía que tenemos. La economía rural no se basa en el mismo tipo de producción. No se rige por el libre mercado. Tener a los hombres vigilando un soto, igual no es rentable. Pero claro, era un elemento de subsistencia. Claro, cuando todo eso desapareció... Cuando desaparece, sobre todo porque consideramos nuestra cultura como inferior frente a otra que viene de fuera, desaparece la precia por nuestra cultura, desaparecen los modos de conservación. Y yo no dudo de que eso. Han muerto muchos castaños por los incendios, pero la mayoría, muchos han muerto por absoluto abandono de sus propietarios. Y porque todo aquello que se hacía para conservarlos desapareció. Entonces, a lo mejor nos interesaba plantearnos el volver a un modelo cultural que no puede ser así, gracias a Dios. Decía un erudito del siglo XVIII que en el Vierzo, en Asturias, en Galicia, había un problema de alimentación que provocaba que la gente muriera muy pronto. Los pobres comían habas de castañas, habas y cuatro cosas más. Y por lo tanto, como trabajaban tanto, se morían de inanición. Y los ricos comían mucho, mucha carne, mucho tal, y como no trabajaban nada, morían de sobrealimentación. Y entonces, hablaba de un problema sanitario, pero claro, al pobre lo que le tocaba es que esa economía era muy pobre para él. A eso no hay que volver. Pero sí a recuperar aquello que tiene, que nos ayude. A recuperar una cultura del vierzo que nos enseña a vivir en el entorno de nuestra naturaleza, aprovechando de ella lo que tiene y lo que nos puede aportar. Es el concepto de cultura que intenté definir al principio. Que es yo creo el concepto de cultura que no tiene nada que ver con civilización. La civilización viene por otra parte y esa la recibimos de fuera. Bueno, no sé cómo voy. Yo creo que ya me pasé. Bueno, lo siento. Yo tenía aquí todo el éxito de las ramas, la flor. Hay algunas palabras muy interesantes, solo es que quiero citar dos o tres que me parecen guapísimas. A mí que la flor del castaño se llame burga, que es una palabra de raíz germánica realmente interesantísima, se llama burga allí. Que esos erizos con las castañas dentro se llaman carrelas, pues me parecen palabras muy bonitas. Las tengo aquí muchas, pero bueno, nada, dentro de unas breves fechas presentaremos un libro sobre el éxito de esa zona y entonces os invito a que lo leáis y ahí las pondréis con fruta. Gracias y siento haberme extendido.