Bien, me complace enormemente poderles presentar a nuestro siguiente ponente, el profesor Alzaga Villamil, que es catedrático de Derecho Constitucional de esta casa y director del Departamento de Derecho Político y además académico de número de la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Seguramente muchísimos de ustedes lo conocerán, es autor de numerosas publicaciones y fue diputado de las Cortes Constituyentes desde enero de 1938 hasta 1987, en el que abandonó la política. Durante la legislatura constituyente participó de forma muy activa en los trabajos de la Comisión Constitucional del Congreso, en la redacción de la Constitución, así como en las tareas constituyentes que, como él mismo ha denominado, para, para, para las reglas parlamentarias del equipo de trabajo que coordinó don Fernando Abril Martorell y don Alfonso Guerra. Yo querría subrayar, porque me ha parecido sumamente curioso e interesante, que en el último libro que está recién salido del horno prácticamente, publicado del profesor Alzaga, del Consenso Constituyente al Conflicto Permanente, él subraya precisamente que durante la segunda y la tercera legislaturas, perdón, la primera y la segunda legislaturas, las legislaturas constitucionales, donde se elaboraron prácticamente todas las leyes orgánicas más importantes, casi todas fueron utilizadas como armas electorales de confrontación entre los partidos políticos mayoritarios. Curiosamente, él dice, con la excepción precisamente de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General de 1985, que fue aprobada por un amplio consenso. Esto es bastante curioso porque precisamente él nos va a hablar hoy de la continuidad del sistema electoral y de la legislación electoral en España desde aquel viejo decreto ley de marzo de 1977 que reguló las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977 hasta nuestros días, en que como hemos oído al profesor Santolalla prácticamente los retoques que se ha hecho en esta última reforma de la ley orgánica del régimen electoral general a pesar del informe del Consejo de Estado pues han sido retoques de procedimiento, algunos más o menos importantes pero ninguno ha llegado a entrar realmente en nada de calado como podía haber sido el sistema electoral que no estuviera constitucionalizado. Yo quiero agradecer muy especialmente al profesor Alzaga que esté aquí esta tarde con nosotros para contarnos… …desde la posición que él tuvo en primera línea, cómo se mantienen precisamente esas líneas generales desde el año 77. Muchísimas gracias y tuya es la palabra. Bueno, queridos amigos todos, estoy en mi casa, no voy a andar con cuestiones de protocolo pero sí hay que… …es, dice el Quijote a Sancho, es… …no hay mayor… …pecado, Sancho, que la ingratitud. Eso es una apreciación muy inteligente y el que la profesora Mellado, que es una profesora de prestigio de esta facultad, me haya pedido hoy que venga aquí, para mí es motivo de gratitud porque yo echo de menos en la UNED… Esa relación, diría un civilista, sinalagmática, esa relación interpartes entre docentes y discentes que en la UNED, que ya saben ustedes que de antiguo hay un chiste que es la única universidad marxista porque consiguió la eliminación de las clases, pues yo me voy a jubilar dentro de poco más de un año y lo echo de menos. Y por tanto, esto lo agradezco particularmente. ¿Cómo le agradezco el empujón que me dio al respecto Fernando Reviriego? Yo soy un viejo profesor que si tuviera que describir mi actitud presente y me dijeran, profesor Alzaga, ¿usted qué hace? Yo andar a golpes de empujones de Fernando Reviriego. Esa sería una exposición de dinámica académica perfectamente adecuada a mi realidad. Y tengo que agradecer a los... ...y a los demás profesores presentes, pues a... ...del Moral, a Pablo Santolalla Machetti, que creo que ha ocupado esta butaca minutos antes y que es una autoridad incuestionable en esta materia. De modo y manera que si aquí estuviera oyéndonos un experto en evoluciones bursátiles, diría, Toca la zona de descenso del ciclo y luego volverá a subir quizá la cotización. cuando el profesor Alzaga termine de darles a ustedes la lata. Bien, dicho esto, ustedes saben que los géneros literarios jurídicos van desde el tratado, el comentario magno, el manual, la monografía, la conferencia y por debajo de la cota cero, como un arquitecto diría ya a nivel del semisótano o del sótano se ubica un subgénero literario que es la charla. Bueno, pues ese es el nivel en que yo me voy a desenvolver. El título que a mí me han atribuido, que no he elegido yo porque como yo voy a empujones, me adapto, la condición mía es la de sujeto pasivo ¿no? Se titula la continuidad del sistema electoral desde la transición política. Yo voy a intentar abordarlo y lo voy a abordar, miren, cuando se hace un estudio el sujeto respecto del objeto que se estudia tiene una relación especial que es distinta. Cuando uno dirige una tesis doctoral, uno tiene que plantearse como director de la tesis. Este joven, ¿desde qué ángulo puede aproximarse al análisis de la cuestión? Bueno, yo me acerco al estudio de lo que hoy me han encomendado, consciente de mi modestia, desde un rol que es el de testigo en estrados. Es decir, yo creo que sobre este tema... Puedo declarar en concepto de testigo porque lo he vivido. El testigo no es un ser narcisista, no es un señor que se mira al ombligo, es un señor al que se le pregunta sobre lo que ha visto, sobre lo que ha escuchado, tiene menos interés el análisis que efectúa sobre aquello de lo que ha sido testigo, tiene superior relevancia la fidelidad con que sea capaz de narrar en estrados aquello de que ha sido testigo. Bueno, desde esa perspectiva y empezando por las generales de la ley, que aquellos de ustedes que tengan experiencia procesal, obliga a situarse al testigo sobre el tipo de conocimiento que tiene, si es de ciencia propia, si es conocimiento indirecto. Ciertamente yo no, esas preguntas que hace el juez conforme la ley de enjuiciamiento, de tiene usted interés en este litigio, etc., ese problema no lo tenemos hoy aquí. Yo tengo que contestar a las generales de la ley explicando un poco. ¿Cómo yo me vi aproximado a este tema? Porque si no, ustedes no me van a entender. Vamos a ver, a la altura del año 1971, ya ven que me remonto un poco antes del 77, ¿verdad? A la altura del año 1971, yo militaba como dirigente joven de la democracia cristiana en la oposición al franquismo. desde el año 1962, es decir, yo a nueve años ya comprometido. Joaquín Ruiz Jiménez, que desde final de 1969 se hace cargo del liderazgo de uno de los partidos monetaristas, en el que había presidido Manuel Jiménez Fernández, me pide a fines políticos, no académicos, que me especialice en derecho electoral. Entonces, en 1971 yo pido una beca a la Fundación Marc para el estudio del derecho electoral español. Y yo trazo unos viajes de estudio para conocer el derecho electoral y las prácticas aplicativas del derecho electoral. Me voy un mes a Italia, me voy un mes a Estados Unidos, hago unos viajes más cortos de una semana a Francia, Bélgica y algún otro viaje más. Voy a un curso de la Escuela de Estudios Superiores de Eichholz en Alemania, dado en español, yo no sé alemán, para sudamericanos, etc., dado por profesores de ciencia política y de derecho constitucional, un mes de agosto. Y, bueno, no voy a entrar en detalles, creo que eso no tiene más interés. Con ese modesto bagaje... En diciembre de 1973, el presidente de gobierno Arias, en vida del general Franco, de un general Franco enfermo, pronuncia un discurso en las Cortes que la prensa denomina el espíritu... de febrero, estamos en febrero de 1974. Por entonces yo era un profesor adjunto de la asignatura en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid y se plantea en la oposición democrática un debate entre tres posiciones estratégicas que voy a resumir brevísimamente. La estrategia del Partido Comunista de España, que es la huelga general, es la ruptura mediante la paralización del sistema político, el sistema económico y el sistema social mediante la huelga general. La estrategia de los moderadamente aperturistas del régimen, que son las asociaciones políticas del movimiento, dejando fuera determinadas zonas de la izquierda, de las zonas de la izquierda, que quedarían extramuros de una definición del juego político en que habría un proceso representativo de lo que no queda extramuros, y unos mecanismos vigentes de control interno sobre la dinámica política, y una estrategia de la oposición democrática moderada que elaboramos entre los demócratas cristianos, los liberal-socialdemócratas de Dionisio Ridruejo, que fallecerá aquí el año 74. ...liberales juanistas monárquicos y algunos otros pequeños grupos, que es una salida mediante unas elecciones por sufragio universal... De unas cortes que pudieran ser constituyentes. Esa es nuestra apuesta estratégica a la altura del año 74. De manera que, en el contexto del espíritu de febrero, se toma una decisión, que es que, por su propia iniciativa, sin saber nosotros teóricamente nada, pero sabiéndolo, Juan Antonio Ortega Díaz Ambrona, letrado del Consejo de Estado, convenimos en que ocupe una posición en el Ministerio de la Presidencia para... Para intentar materializar esa estrategia. Inicialmente se piensa que ocupe una dirección general, luego parece más discreto que vaya como director del Instituto de Estudios Administrativos, con sede en Alcalá de Henares, pero con despacho en el Paseo de la Castellana, en Presidencia en Madrid. Y Juan Antonio Ortega lleva alguna otra idea complementaria que nos sacaría ahora del guión de esta conferencia. Pero lleva como idea eje cómo se puede pactar con el gobierno que, en el momento en que fallezca Franco, variable con la que ya se trabaja, porque su situación vital, sus expectativas médicas permiten manejar esa variable, se va a unas elecciones generales. Él pacta con el subsecretario del presidente Arias, que es Antonio Carro. Profesor adjunto de la asignatura. el letrado del Consejo de Estado, amigo suyo porque están entre letrados de Consejo de Estado, y que pactan que se crea un equipo de trabajo configurado por un director del equipo, que es el modesto profesor que les está hablando y cuatro miembros en el equipo, que son José María Gil Robles y Gil Delgado, a la sazón letrado de las Cortes Generales profesor ayudante de la cátedra de Sánchez Agesta y mano derecha de su padre, obviamente, que es el otro partido democristiano en el que no represento yo, Francisco Condomínez y Ángel Carrasco y el cuarto, Fernando Alvero, que es un representante de facto del PSOE. No metemos profesores de derecho político de la época conocedores del tema, porque todos pertenecían al Partido de Tierra, y en eso el PSOE tenía las ideas muy claras no, los del Partido de Tierra no tenían que antes hacer el camino de Damasco y caerse del caballo y Francisco Condomínez y Ángel Carrasco representan el espectro ese liberal, socialdemócrata tal, de la gente Dionisio, de la gente Satrústegui, etc. y en teoría, ninguno representamos nada y en práctica, todos estamos autorizados a hacer el trabajo ¿Por qué lo coordino yo, que soy el más joven? porque llevaba cuatro años especializándome en el tema por decisión de Ruiz Jiménez, que yo asumo Y, en teoría, yo en ese momento sabía mucho derecho electoral. Yo tengo que decirles a ustedes que desde la Loreje de 1985, derecho electoral, yo no he leído nada. Por tanto, estoy absolutamente oxidado. Pero en aquel momento yo leía todo sobre derecho electoral, etc. Bueno, este es el equipo. Nosotros trabajamos a una reunión por la tarde diaria y trabajamos en nuestras casas sábados y domingos y trabajamos por las mañanas para preparar la reunión subsiguiente de la otra tarde y tenemos unos contratos administrativos por escrito con el Instituto de Estudios Administrativos para hacer unos estudios abstractos de derecho electoral. Y nos retribuyen unas cantidades insignificantes porque no queremos cobrar y no entienden que se pueda hacer el trabajo de otra manera y entrar los papeles en el Ministerio de Presidencia sin unos contratos, etc. Y se nos dan unas cantidades puramente simbólicas. Nunca al Estado español le salió más barato estudiar un tema. Pero teníamos particular interés en que quedara claro que esto se hacía así. Bien. ¿En qué situación nos encontramos nosotros? Vamos, aquí ahora tengo que terminar, Pilar. Sí, claro, es que no he empezado. Bueno. Gracias. Tú me das un toque en la cabeza. Bueno, vamos a ver. Cargándome una serie de cosas que tengo apuntadas aquí explicando el por qué no había habido nunca desde el año 1936 elecciones, cuáles eran los mecanismos de delegación que existían, etcétera, etcétera, tal, que no tengo tiempo a exponer. Primero, nosotros nos encontramos con que lo que está vigente es la ley electoral de Maura de 1907, que el régimen anterior la mantiene vigente, un conjunto de órdenes ministeriales de principios del siglo XX que están total o parcialmente vigentes y unas disposiciones del franquismo que son singularísimas. Yo creo que no tengo tiempo para entrar en detalles, lo siento porque las perlas son de calibre y ustedes se las pierden, pero por ejemplo, sólo unos ejemplos, el decreto de 29 de septiembre de 1945 sustituye en las juntas central, provincial y municipal a una serie de personas previstas en la ley Maura del 7 y por ejemplo, pues sustituye a los representantes de las hermandadas o asociaciones de propietarios, labradores, ganadores, ganaderos, perdón, comerciantes, industriales, mareantes o pescadores por los representantes de los sindicatos verticales. Igualmente se hace una sustitución en las juntas del censo electoral de los representantes de las clases pasivas por jefes oficiales de los ejércitos de tierra, mar o aire. Es decir, hay unos pequeños matices en virtud de los cuales, en virtud de estas disposiciones, la agudeza de ustedes no requiere de mi glosa. Y ya si nos acercamos cronológicamente, porque tengo que saltar a la ley de representación familiar de cortes número 26.1967, pues nos encontramos a la altura del artículo octavo con que la solicitud de ser candidato se formulará mediante escrito en el que conste expresamente la adhesión a los principios del movimiento nacional y demás leyes fundamentales del reino. Requisito, por si alguien lo olvida, repetido en decretos ulteriores, etcétera, etcétera, porque las elecciones son intramuros del sistema. Es un mecanismo de cooptación de personas dentro de los que comparten el sistema, ¿verdad? Como pasa en el decreto de 20 de julio del 67, etcétera. No he calculado mal el tiempo, no puedo entrar en los detalles que me hubiera gustado. Si entramos... Si entramos en el decreto 2131 de 1967, por el que se convocan elecciones de consejeros nacionales del movimiento, que optimistamente se decía que era la cámara alta, pues ya toda la ley es una joya. Yo, si a ustedes les gusta leer por las noches y tal, esto es de la lectura. más entretenida y más jugosa que se puede llegar a leer, ¿verdad? Es todo un mecanismo en que los jefes locales del movimiento, que son los alcaldes, nombran a los miembros de las juntas electorales, a los propios miembros de las mesas, avalan a los propios candidatos, cuando se presentan candidatos, es una retroalimentación a base de un juego de vasos comunicantes. Bueno, esto es lo que nosotros nos encontramos, para resumir. Bien, nos encontramos otras muchas cosas sobre el control del voto, el control de la urna, el control del recuento, el control de las actas, la dificultad de cubrir con interventores las mesas. El proceso tiene una regulación detallada para garantizar el fraude electoral, el que en definitiva se lleva al acta lo que se estima pertinente. Uno se preguntará desde la óptica de la economía procesal todo este esfuerzo para qué, pudiendo empezar por redactar el acta, pero a veces la liturgia es entrañable. Bien, partiendo de ahí, nosotros le planteamos a Juan Antonio Ortega de Zambrona, que en el fondo pertenecía a nosotros, aunque íbamos a su despacho y nos saludaba un guardia civil a la entrada, etc. Le planteamos a Juan Antonio que íbamos a hacer un texto articulado, detallado, Y dos memorias previas, una memoria sobre los vicios en derecho electoral caciquil histórico español y una memoria sobre los vicios en el derecho electoral franquista. Como justificación o causa del garantismo y del detallismo del texto articulado que presentábamos. Es decir, no decíamos nosotros nos comprometemos a participar en unas elecciones conforme a esta norma y complejizamos innecesariamente la norma, sino que todos y cada uno de los párrafos y artículos traen causa de evitar trucos, habilidades, vicios, lagunas, etcétera, que a lo largo de la experiencia histórica, incluido el siglo XIX, han permitido la profanación de la pureza. La primera memoria la hago yo personalmente y son unas 50 folios y lo que yo hago es el estudio de toda la impugnación de actas de todas las elecciones del XIX en que se discute en cortes la impugnación en base a determinados métodos caciquiles en el proceso electoral. La segunda la redacto. La tercera redacta, José María Gil Robles, que había sido unos años letrado de la Junta Electoral Central en las Cortes y que tenía un conocimiento suficiente al efecto. Y el texto articulado. Pide Antonio Carro verme a mí y me dice... Antonio Carro tenía excelentes formas. La verdad es que tenías la sensación de estar en familia. Estábamos cada uno al otro lado de la red del campo de tenis, pero tenías la sensación en su despacho de que aquel hombre tenía buena voluntad y no te estaba engañando. También tenías la sensación de que no iba a conseguir lo que pretendía, pero bueno, estábamos trabajando para la hipótesis de que pudiera aquello salir. Y él me dice, y este enorme esfuerzo de estudiar todos los vicios históricos, digo, porque en su momento cuando se quiera tocar el párrafo del artículo setenta y tantos, diremos no, porque esto es la vacuna en virtud de la cual nos establecemos la medida. Y todos estos vicios tienen solución normativa, digo, lo has entendido perfectamente. Todos estos vicios tienen solución concreta normativa. Qué interesante, qué interesante. Digo, sí, aquí sólo falta que tú consigas convocar las elecciones generales, pero la parte nuestra del trabajo aquí está. Bueno, en cuanto... A la naturaleza de la norma y la jerarquía normativa, nosotros cinco estudiamos el tema y decimos, si nosotros pedimos rango de ley, esto tiene que pasar por las cortes orgánicas, las cortes orgánicas, esta norma es impensable. Esta norma es impensable porque nos van a meter el destornillador y nos van a ir quitando piezas y van en definitiva a provocar las espitas por las cuales se puede venir a manipular el proceso. En el franquismo, la ley de jefatura de Estado, la ley de cortes y el decreto ley no tenían zonas de reserva para cada una de las tres tipos de normas. Por tanto, se podía resolver por decreto ley. Nosotros desde el principio apuntamos que la solución es el decreto ley. Y... Es más fácil, pensábamos nosotros, es factible pactar con un gobierno que quiera darle la vuelta a esto. Meter en el edificio de la carrera San Jerónimo un texto para que se tramite por estos señores que están ahí sentados es... Bueno, nosotros somos optimistas, pero todo tiene un límite, no es realista. Bien, ¿cuáles son las... ¿Cuáles son las preocupaciones básicas de nuestra propuesta articulada? Pues muchas, que cuando me empiece a dar golpes, Pilar, aún resumiré más de lo que voy a resumir ahora. Muchas. Vamos a ver, hay preocupaciones y hay alguna concesión que no acepta la pureza al sufragio. La principal concesión que no afecta a la pureza al sufragio es que nosotros estamos dispuestos a no llamar a los partidos políticos. Partidos políticos, sino estamos dispuestos a llamarles asociaciones políticas. pero no asociaciones políticas del movimiento, asociaciones políticas, en que se puedan presentar todas las fuerzas del espectro, sin excepción, excepto los que estén incursos en prácticas delictivas, como es natural, lo mismo que pasa en el derecho de reunión, que se reconoce, pero no a quien acuda con armas. Bien. De manera que no puede extrañar que el decreto ley 7.974 de 21 de diciembre hable de asociaciones políticas, el decreto 2300 de 1976 de 1 de octubre hable de asociaciones políticas, y la orden de 20 de octubre del 76, que confía los recursos contra la no inscripción de asociaciones políticas a las salas, no acuerda al Tribunal Supremo, que es por donde se resuelve lo del Partido Comunista, hable de asociaciones políticas. Vamos a las elecciones del 77, ustedes no lo olviden, sin conjugar la expresión de participación o reconocimiento o presencia de partidos políticos. El término partidos políticos en las primeras elecciones de junio del 77 no está presente. La normativa... No se habla de asociaciones políticas. Pero nos parece que esa concesión semántica, si a cambio conseguimos unas cortes constituyentes por sufragio universal, es posible. Planteamos el que los sujetos colectivos que ejercen el derecho de sufragio pasivo junto a las asociaciones políticas puedan ser las federaciones o coaliciones, porque en la oposición democrática había un conjunto de partidos que tendrían que agruparse, tendrían que coaligarse, etc., aunque no tendrían... No teníamos aún la idea clara. ¿De cómo? Esas candidaturas se presentarían a la junta electoral provincial. El tema de las juntas, como vamos a ver, es un tema al que le dedicamos una atención particularísima y la denegación de proclamación de candidatos sólo puede ser por vicios tasados de forma, como el hacerlo fuera de plazo. No queda ningún margen a las juntas electorales de apreciación, de valoración. Nuestro texto articulado es relativamente breve sobre campaña electoral, propaganda electoral y gastos electorales porque lo que se trata es de que haya elecciones y que sean limpias, sean libres. Y no queremos ser puristas en temas que consideramos de importancia. Pero no... Y en cambio, en el procedimiento electoral, como diría un castizo, somos la pera. Es decir, en materia de juntas electorales central y provinciales y, como vamos a ver ahora, y de zona. Las de zona son un invento nuestro, el año 74 y están en la ley ahora. Son un invento porque no tengo tiempo para entrar. La ley del 7... Las juntas eran de partido judicial. El número de partidos judiciales era muy abundante... ...muy abundante... Porque la planta judicial española era muy antigua, era de estructura de sociedad agraria. La distancia a un partido judicial de un pueblo tenía que ser suficiente para ir a caballo y volver en el día. Era una cosa absolutamente anacrónica. Y el número de juntas electorales suponía que en las juntas municipales el número de jueces era sólo uno, el del distrito. Y nosotros queríamos ir a una judicialización de las juntas. Para ir a una judicialización de las juntas necesitábamos menos juntas y que tocaran a más jueces y magistrados por junta. Entonces intentamos buscar otra semántica y tal, pero ya desde el texto que entregamos a Antonio Carro, vía Juan Antonio Ortega, al 74, nosotros consagramos la expresión junta de zona. Que no tiene ningún precedente en el derecho comparado ni en el derecho histórico, pero algo se podía inventar, ¿verdad? También había un problema... Un problema que era mucho más fácil el control por parte de los partidos y candidaturas el menor número de juntas. Nosotros apostamos por la alta judicialización con jueces de carrera no de paz. Y esto lleva a un diálogo en las reuniones de trabajo a fondo con Fernando Alvero, que representaba al PSOE, porque la izquierda tradicionalmente ha pensado que los jueces son gentes de orden, son gente conservadora. Pero no había alternativa. Es decir, esto se debate hasta las tantas de la noche, un día y otro, y lo más seguro... Yo, por ejemplo, tenía la experiencia de haber llevado centenares de recursos contenciosos administrativos en jurisdicción contencioso administrativa hasta el Supremo. contra cierres y sanciones de la ley de prensa, cierres de medios de comunicación en la ley de prensa y tal, y había ganado en la jurisdicción contencioso administrativa cerca del 80% de los casos. Otra cosa es que para cuando yo los ganaba, la empresa periodística había cerrado, había despedido a los tal, la publicación de la diócesis, se había ido el director, habían vendido las mesas, no sé qué, esta era otra película. Pero yo ganaba el ochenta y tantos por ciento de los casos. Bueno, se apuesta, el equipo técnico opera por unanimidad, nunca votamos, siempre llegamos a un consenso, se acepta la judicialización. La judicialización era la reforma pendiente de Maura, para quienes conocíamos, y hoy me sucede un poco esto. Los jueces municipales durante la restauración después de Maura siguieron siendo, siguieron siendo designados por el gobierno, no sé si todos ustedes esto lo conocen. Es decir, la célebre revolución desde arriba de Maura, una de las asignaturas pendientes que tenía, era conseguir acabar con el juez municipal designado desde el Ministerio de Justicia, normalmente con consulta al Ministerio del Interior. Y eso era una parte de la estructura capilar caciquil central. Hay un célebre discurso de don Antonio Maura, que dice, vamos a terminar con los jueces municipales designados. Pero terminar lo que se dice terminar, la restauración no termina nunca. Cuando da su golpe militar el general Primo Rivera, aquello seguía funcionando. Bueno, la plena judicialización era una idea central, pero no sólo podíamos meter jueces, había que meter otros juristas. Entonces, nosotros lo de las cámaras que había habido en el siglo XIX, en la primera parte del XX, cámaras agrarias, cámaras a la propiedad, no nos ofrecía seguridad, dado como eso había funcionado en el franquismo y la estructura que tenía. Estudiamos todas las posibilidades. Y entonces, vamos a dos cosas. Por una parte, damos entrada en las juntas provinciales a los decanos de los colegios de abogados. ¿Por qué? Por ejemplo, en el partido en que yo militaba, nosotros teníamos en aquel momento el decano del Closobor de Barcelona, el decano del Colegio de Abogados de Palma de Mallorca, dos o tres decanatos de colegios medianos. El partido Gil Robles tenía la persona de Emilio Atar, el decanato del Colegio de Valencia. En el Colegio de Madrid no había manera de ganar las elecciones porque el régimen a todos los licenciados en Derecho de la Administración Central, de la Organización Sindical de los Sindicatos Verticales y tal, los colegiaba, les pagaba las cuotas de colegiación y cuando llegaban las elecciones se vaciaban los organismos centrales del sistema. Y claro, eso era una oleada. Dos mil, tres mil votos teledirigidos, etcétera. Pero en la estructura provincial la presencia de los partidos de la oposición moderada burguesa. Era de peso. Y donde no se había conseguido una presencia directa, conseguir el decanato, se tenía una presencia y una influencia. Es decir, pensábamos que el decano del colegio de abogados no iba a hacer barbaridades. Y luego creamos la figura del catedrático de facultad de derecho o el profesor que tal, alternativamente una redacción que no tengo tiempo de exponer ahora. En la práctica yo pensaba que iba a ir el catedrático de derecho político. Y al final los catedráticos de universidad tenemos un egocentrismo absolutamente injustificable e intolerable. Pero eso en aquel momento significaba la presencia... ...de mucha gente, del partido de tierno, de tal, gente demócrata, gente con una formación en torno al Estado de Derecho, etc. Pero vamos a la judicialización en nuestro texto de la presidencia de la Junta Central Provincial y de Zona en un magistrado y la secretaría de la Junta Provincial y de Zona en un magistrado. De forma que la elaboración... ...de actas y certificaciones se judicializa. Y con una presencia mínima en nuestro texto de cuatro magistrados por junta. Con lo cual se judicializa al 50%. Estoy resumiendo mucho porque aquello era muy detallado y muy... Y nosotros partimos de una prevención alérgica hacia el distrito uninominal. Y ahí sabíamos que tropezábamos con la posición de Fraga, que era una persona significativa dentro de aquel régimen, que era de absoluta apuesta por el sistema mayoritario en distrito uninominal. Nuestra desconfianza al distrito uninominal requeriría un día para explicársela a ustedes, pero el distrito uninominal ya en Gran Bretaña, cuna señera del sistema mayoritario genuino de distritos de donde se elige a tal, había generado durante el siglo XIX un caciquismo enorme. Otra cosa es que el burgo podrido inglés tiene una salida mediante la evolución de la burguesía británica de los partidos etc. Y el burgo podrido español tiene una salida más lenta y más imperfecta, pero aquello se presta a todos unos problemas. Entonces optamos por el distrito plurinominal en la provincia. ¿Por qué la provincia? La provincia, algunos jóvenes que hoy estudian derecho creen que es un invento de Franco. La provincia no es un invento de Franco. Ustedes saben, viene de la mitad del siglo XIX, es un invento liberal. Nosotros intentamos... Entonces ir a una demarcación territorial conocida y evitar todo riesgo de lo que en técnica jurídico-electoral se llama el garrimander. Es decir, el problema de alguien que en un despacho diseña un distrito y si ese señor es de derechas coge un distrito de concentración de obreros etc. y lo divide en cuatro trozos que lo añade a cuatro distritos colindantes diferentes de otra significación, lo diluye y les deja sin representación, etc. Bueno, no tengo tiempo, los que aquí saben de esto ya me han entendido, los demás, si ustedes quieren la salida, hablamos de ello. Un distrito provincial es una demarcación consolidada que no se puede manipular, tendrá una composición más conservadora, una composición sociológica más liberal, pero no es manipulable. Nuestra prevención hacia el sistema mayoritario es tal, pero en aquel texto articulado nosotros no optamos por un sistema de representación proporcional en concreto, que era lo que queríamos, porque no llegamos a un acuerdo entre los partidos que estábamos metidos en la operación. Entonces, como no llegamos a un acuerdo sobre cuál de los sistemas técnicos de cómputo proporcionales por el que estamos, nosotros comunicamos que somos partidarios de un sistema de representación proporcional, pero no podemos redactarlo. Y no concretamos el número de cámaras y el número de escaños por análoga razón, porque no tenemos un acuerdo interno suficiente al efecto. Luego eso queda a negociar, es decir, todo lo demás se cierra, eso queda a negociar. En las mesas electorales... En las mesas electorales nosotros hacemos una apuesta que sigue vigente, muchas secciones, muchas mesas y horario de votación muy dilatado. No queremos barullos, queremos un total control de voto y de su recuento. Y por mesa, un presidente y dos adjuntos. Por certeo, entre dos listas, que es una solución que inventamos y que está vigente. Una lista de personas con formación media. No queremos ser elitistas, no pedimos formación universitaria y formación media. Bachillerato o formación profesional. De donde se saca al presidente y a sus dos suplentes. Y una lista de formación inferior, pero que sepan leer y escribir, porque evidentemente para hacer el recuento, elaborar las actas, la certificación y tal, es imprescindible saber leer y escribir, donde se va, de las que se va a sortear los dos adjuntos y sus suplentes. Y esa propuesta se acepta y está vigente. Papeletas electorales. ¿Qué había pasado en el siglo XIX? Ustedes dirán, coño, ese tío del pelo blanco es viejo, pero hasta el punto de que nos cuente lo del siglo XIX, bien se conserva para ser del siglo XIX. No, esto lo relato brevemente porque se trata de evitarlo. Bien, el siglo XIX no hay sobre nunca. El sobre lo introducimos nosotros en este texto articulado del año 74. Sistema es el siglo XIX. El cacique, en las secciones, que son pocas para poderlas controlar, a la entrada de las secciones hay un mandatario del cacique. que reparte las papeletas a los votantes que se considera comprometidos con el cacique. Lo que debe hacer el elector es llevarla en la mano, no meterse en el bolsillo porque la podría cambiar, llevarla en la mano. Hay unas personas que le controlan hasta el umbral del espacio donde ya está ubicada la mesa electoral. Y a partir de ese momento el presidente de la mesa, que está designado por el alcalde, mira que no cambie la papeleta. De todas formas, como siempre hay gente habilidosa, y no es difícil sacar un pañuelo, sonarse y tal, y se puede y tal, hay un sistema, y es que entre el Partido Liberal y el Partido Conservador en el siglo XIX unas papeletas son de papel más áspero, y otras más satinado. De forma que el presidente, al tacto, lleva el recuento de cuántos votan conservador y cuántos votan liberado. Bien, nosotros decimos, es absolutamente condicio sine qua non de participar el sobre-elector. Nosotros pensamos que se puede negociar la cabina. Habiendo sobre, porque la auténtica, la garantía principal es el sobre. Yo había estado en Estados Unidos, como creo que he explicado, y había estado en unas elecciones. En Estados Unidos en aquella época... Se entraba en la cabina, se corría una cortinilla, la cortinilla hacía tope, conectaba el sistema mecánico, dentro había unas palancas de las diversas candidaturas, se activaba la palanca, eso producía el voto al partido correspondiente, se subía la palanca, se corría la ventanilla y la mesa computaba a ese señor como que había votado. Hasta que la mesa no volvía a activar la máquina no se podía votar dos veces. Pero yo encuentro prácticamente imposible importar de buenas a primeras todos aquellos artilugios con lo que eso comporta. A mí me parece que exigir eso no es realista y van a decir con estos tíos de la oposición. Una cosa es que desconfíen de nosotros, que buenas razones tienen, y otra cosa es que aquí intenten montar la fábrica de la Ford. Y era más fácil la exigencia del sobre y en lo de la cabina, bueno, se pide, se negocia, pero el sobre es materia de dogma. En cuanto a interventores nosotros decimos dos por candidato. ¿Por qué dos si tradicionalmente ha sido uno? Porque hemos ampliado el horario de cuando se empieza a votar a cuando se termina y proponemos exactamente lo mismo que está hoy en vigor. Y sumando a eso el tiempo del recuento. y el tiempo de elaboración de actas, certificaciones y restantes documentos electorales es una jornada de cerca de 14 horas. Luego hacen falta dos interventores para que uno cubra la primera mitad y el otro venga comido y descansado a sustituirle y es preciso establecer en la ley que uno puede sustituir al otro y que durante un tiempo pueden estar si lo desean los dos. Y establecemos que votan en la mesa ni en qué intervienen y un mecanismo para evitar el doble voto de los interventores al objeto de que el interventor no tenga que salir corriendo a no sé dónde para votar y tal porque los partidos de izquierdas con mayoría de voto trabajador tienen que intervenir las mesas de los barrios burgueses y los partidos burgueses tienen que intervenir las mesas de los barrios obreros y consiguientemente un señor, puede estar inscrito en el censo de tal forma que le corresponda votar en una mesa que está a una hora o a media hora de donde está interviniendo y hay que evitar esos espacios, esas lagunas en la intervención tiene que poder votar en la mesa en que interviene para lo cual se le nombra con tiempo, etcétera, etcétera. Bueno. Pero los partidos pequeños pueden no tener dos interventores para todas y cada uno. Esa es una de las mesas nacionales. Entonces, creamos un tipo de apoderado que en la práctica es... Otro interventor que un partido pequeño en una sección donde por ejemplo hay nueve mesas electorales en la misma planta del mismo edificio puede estar, como decía aquel, cuidando de todo el gallinero y en un momento dado si tiene motivos para desconfiar de lo que pasa en una mesa tal se puede sentar ahí y puede tal. Y luego puede pedir las certificaciones de las actas como ahora hablaremos. Diez minutos, dice la nota discretísima que Pilar me pasa. Bueno, la mesa es muy grande con todo este mecanismo pero además tenemos un problema que es que si un apoderado quiere que figuren actas su protesta, etcétera, y no se la hacen figurar o no se la constatan, en los términos precisos en que él lo desean, ¿cómo se resuelve eso? Entonces inventamos que los notarios pueden durante el día de la elección actuar fuera de su circunscripción. Y que si uno necesita un notario puede tirar del notario, todos los notarios están de guardia ese día y uno puede tirar del notario que está a diez kilómetros, a veinte, a treinta, decirle Zutano ven corriendo con el coche que necesito levantar una acta. Luego eso es insuficiente y veremos que en la normativa del 77 aún se complementa más. Voto por correo, pues telegráficamente antes de que me eche Pilar, vamos a ver, el voto por correo nosotros hacemos una opción. Le convencemos al PSOE de que es preferible perder votos de migrantes. En aquella época en España había muchísimo migrante, en Alemania, en tal, aparte de los viejos emigrantes que habían emigrado a México, a Venezuela, etcétera, pero Europa, Alemania, Suiza, Austria, etcétera, estaba lleno de españoles, torneros, fresadores, etcétera, etcétera. Estaba medio despoblada Andalucía y tal. Pero decimos, no creáis que ahí tenéis unos votos. Ahí, si no establecemos un sistema preciso, lo que tenemos es un fraude de un millón o dos millones de votos. Es decir, el control de la estructura consular no vamos a ser capaces de montarla. Entonces nos ponemos a estudiar el control de la estructura consular y no encontramos solución. Y cuando no encontramos solución, decimos, a esto hay que aplicarle una política restrictiva. Vamos a perder votos, pero no nos van a dar el pucherazo. Bueno, se precisan una serie de supuestos de voto nulo. Todo se regula de tal manera que las mesas prácticamente no necesitan interpretaciones porque la norma es aplicable aquello de inclaribus non fit interpretatio, etcétera. Y... En actas y certificaciones hacemos una redacción que es la verza. Es decir, todo el mecanismo, en definitiva, se basa en la imposibilidad del fraude una vez que se termina el recuento. El fraude una vez que se termina el recuento, había un fraude en el recuento y un fraude si no era suficiente después del recuento. En el recuento el mecanismo es muchos ojos sobre el Cristo que es de plata, es decir, sobre la urna y los votos y tal, muchos ojos allí. Es un mecanismo en definitiva muy antiguo, muy viejo y la documentación, hay triple acta y triple documentación. El presidente las lleva a la Junta de Zona, tres sobres para el presidente de la Junta de Zona y el presidente de la Junta de Zona lleva dos a la Junta Provincial y conserva otro. Y se miten. Se mete un número indefinido de certificados de los resultados firmados por presidente y secretario de la mesa para todos los representantes de las candidaturas, para los interventores y para los apoderados. Se pueden llegar a expedir veintitantos certificados. Es decir, todos los partidos que hayan montado una estructura de representantes, de candidatos, de interventores y de apoderados, aquella noche pueden hacer su recuento. Y les tiene que dar un número indefinido. Tiene que salir lo mismo que le sale al señor que sale en televisión. Tiene que salir exactamente lo mismo. Y todos los partidos tienen copia de los datos. Y salvo error de suma, pues aquello es sencillísimo. Y eso nos parece mucho más seguro que los aparatos que yo había visto en Estados Unidos, etc., porque ya había máquinas no electrónicas, pero de aquellas de clan, clan, clan del contable, que sumaban perfectamente y que tal. Con todo esto queremos que se garantiza la pureza del sufragio, de forma que... Bueno, me ahorro lo que tengo aquí apuntado. En 1976, siendo ministro de Gobernación Fraga Iribarne, en el segundo gobierno Carlos Arias, Manuel Fraga Iribarne hace una revisión del texto nuestro del 74, que es el texto de la oposición. ¿De la? De la oposición que no quiere la salida por la huelga general, etc., que nos parece que no va a haberla. Éramos la undécima potencia económica de la OCDE por Producto Interior Bruto Nacional y en la undécima potencia económica no iba a haber huelga general. Entonces Fraga le encarga la relaboración del texto a su secretario general técnico, catedrático de Derecho Administrativo y buen amigo, Juan Alfonso Santa María. Y Juan Alfonso Santa María se vale. ¿Cómo? Peones de Brega, de este profesor que suscribe, del letrado de corte Nicolás Pérez Serrano Jauregue, de Francisco Condomínez, que había estado en el estudio precedente, y el PSOE en eso no quiere participar. Hay un recelo. Bueno, ese es un texto en el cual la transparencia no es tan grande. Yo nunca me reúno con Fraga, no paso de Juan Alfonso Santa María. Se introduce el sistema mayoritario uninominal, etc. Y bueno, pues es lo que hay. Y llegamos en 1976 a lo que llama la prensa al gobierno de los Pennens con Landelino Lavilla, el ministro de justicia, que se convierte en el hombre que va a redactar el decreto ley del 77. Se lleva a Juan Antonio Ortega Díaz Zambrona de subsecretario, la misma persona que había encargado oficiosamente el texto a la oposición del 74. Y hay un fluido diálogo, como es natural, entre Juan Antonio Ortega. Ortega Díaz Zambrona y la gente que estamos en la oposición. Se trabaja sobre el texto de Fraga, nosotros hacemos unas objeciones. El texto de Fraga coincide mayoritariamente con el texto del 74. Hay muchos aspectos en que técnicamente es más preciso por el esfuerzo de Juan Alfonso Santa María, las cosas como son, es más detallado. Pero básicamente es lo mismo. Y... ¿Y dónde estamos? Estamos en que hay que pactar lo que había quedado a negociar. El número de escaños del Congreso, el número de escaños del Senado, el sistema del Congreso y el sistema del Senado. Y esta solución... no aparece en el decreto ley de normas electorales del 77, aparece en una ubicación singular en nuestro ordenamiento jurídico que es la disposición transitoria primera de la ley para la reforma política. Que dice, es brevísima, primera, disposición transitoria primera, primera, el gobierno regulará las primeras elecciones a cortes para constituir un congreso de 350 diputados y elegir 207 senadores a razón de cuatro por provincia y uno más por cada provincia insular, dos por Ceuta y dos por Melilla. Los senadores serán elegidos por sufragio universal directo y secreto de los españoles mayores de edad que residan en el respectivo territorio. Las elecciones al congreso se inspirarán en criterios de representación proporcional conforme a las siguientes bases. Primera, se aplicarán disciplinas. Primera, dispositivos correctores para evitar fragmentaciones inconvenientes de la Cámara a cuyo efecto se fijarán porcentajes mínimos de sufragios para acceder al congreso. Segunda, la circunstancia electoral será la provincia, fijando su número mínimo inicial de diputados para cada una de ellas. Las elecciones del Senado se inspirarán en criterios de escrutinio mayoritario. Esto se mete en una transitoria de la ley 177 para la reforma política y... en complemento del artículo 2 de la ley para la reforma política con las prisas que llevo, doy por sabido, por los presentes sobre la composición del Congreso y del Senado que es lo que hay, que decía aquel. Bueno, se produce el referéndum de la ley para la reforma política y la oposición decimos que no lo votamos porque intentamos negociar el discurso de presentación de la reforma política a Adolfo Suárez y ahí hay un ingrediente que produce un desencuentro importante y es que Adolfo Suárez incluye un párrafo sobre que se trata del paso de un sistema de legítima delegación de poder a un sistema de participación ciudadana y la oposición entiende que eso de considerar legítima la situación previa y la delegación es algo que no vamos a hacer expresamente Recomendamos la abstención pero no movemos un pelo para la abstención porque tenemos ya pactado el decreto ley de normas electorales de marzo del 77 Yo tengo aquí un montón de notas pero se acaban los 10 minutos, ¿verdad Pilar? No, es un encanto Pilar con el pesado que suscribe Bueno, yo tengo demasiadas Vamos a ver El decreto ley de marzo del 77 es el heredero legítimo por entero del texto del 74 con mayor desarrollo normativo y ciertos cambios de sistemática La literalidad de sujetos, verbos y predicados de párrafos enteros es superior al 50%. Y en cuanto al texto del 76 de Fraga, dejando aparte que el sistema electoral no tiene nada que ver, porque se negocia por la oposición, el que en definitiva sale y está hoy constitucionalizado en la composición del Congreso y del Senado, artículos 68, 69, etc., casi se acerca al 90, en la herencia del decreto ley de marzo del 77. ¿Fue un acierto ir por decreto ley? Sí. ¿Pero por qué fue un acierto? Porque estaba Alain de Linoavilla, que era un caballero. Y cumple todo lo que se acuerda. Es decir, que ahí la clave. Es que al otro lado está un letrado del Consejo de Estado, con una formación sobre lo que es el Estado de Derecho, y que está en la mesa de enfrente, pero podía estar como bien fungible al otro lado de la mesa. Es decir, su concepción y disposición es la misma. No hay un proceso de contrariedad en la confrontación, sino de búsqueda redaccional. Y de aceptación de fórmulas semánticas que he comentado, como la... Nosotros vamos, y esto es importante, al detalle preciso. Porque eso sí, el que luego hubiera decretos de desarrollo, órdenes ministeriales y tal, lo queríamos reducir al mínimo. Preferíamos una ley muy precisa. Al final, a Alain de Lino le podía dar un soponcio, como a toda persona humana. En el decreto del Consejo de Ministros estaba el ministro del Interior, del que no teníamos la misma confianza, había otras personas con una tradición y un currículum político... que era otro, y queremos atar lo que podemos. Se pacta un Real Decreto 876-77 de 15 de abril sobre cabinas y también sobre papeletas, sobres y documentos, porque nosotros teníamos la obsesión de que todos los sobres fueran iguales. No fuera a ser que el presidente no podía palpar para saber las papeletas, pero pudiera distinguir entre los sobres. Queríamos que todos los documentos de Actam fueran iguales. Entonces tenemos una preocupación por cerrar todo esto y se pacta una disposición muy simpática, el Real Decreto 1136-77 de 20 de mayo, porque una vez que nos damos cuenta que aunque a los notarios pueden actuar fuera de su suscripción, nos faltan notarios en proporción al número de mesas. Y entonces llegamos a la conclusión de que hay que facultar al ejercicio en la jornada electoral de la dación definitiva, jefe pública, a los cuerpos de élite de la administración, como a los abogados del Estado. No sé si lo tengo a mano. Es muy curioso esto. Registradores de la propiedad nunca se habían visto en otra. Abogados del Estado, agentes de cambio y bolsa nunca desempeñaron una función más desinteresada. Corredores colegiados de comercio. Inspectores técnicos fiscales nunca fue más simpático su modo de acercarse a la realidad. Bueno, esto forma parte de la obsesión de que las prácticas eran viciosas y que hay que cerrar todos los portillos. Y se mantiene la actitud de exigir al gobierno y la buena actitud de justicia al respecto. contempla como ley orgánica la relativa al régimen electoral general que es el rótulo que tiene la ley del 85 y la constitución deroga en su derogatoria la ley para la reforma política pero no se deroga el decreto ley de normas electorales del 77 conforme al cual se van a hacer las elecciones generales del 79 y conforme al cual se van a hacer las municipales siguientes conforme al cual se van a hacer las elecciones generales del 82 y luego se van a hacer las elecciones autonómicas y locales del 83 sin ninguna desconfianza de nadie porque a todo el mundo le encajan sus certificaciones con su máquina sumadora con lo que le encaja al ministerio del interior y para otro día dejo el Laloreje donde yo entonces soy diputado de la denominada coalición popular y aunque yo no tenía tiempo digo que quiero estar ahí y yo soy ponente por la oposición de esa ley y eso tuvo sus intríngulis que requería tiempo explicar pero yo por entonces en el secreto aquí no hay periodistas, aquí está gente seria Yo por entonces en el secreto del sumario tenía tomada la decisión de dejar la política Lo que no sabía es cómo ni cuándo, pero yo tenía tomada la decisión de dejar la política Y yo había rechazado a Felipe González en el 84 La posibilidad de ser comisario europeo en la butaca que luego ocupa Abel Matutes Cuando Felipe me dice que lo tiene pactado con Helmut Kohl Con Andreotti, con el presidente de gobierno de Bélgica, mi amigo Martens Con otras personas Y durante tres horas hablamos en Moncloa Y él no entiende por qué le digo que no Porque yo no le quiero explicar el por qué Pero yo tenía decidido irme a mi casa Lo que yo no sabía es cómo conseguía irme a mi casa Pero mi realización personal ya había llegado a la conclusión De que no podía tener lugar en la política Yo intervengo en el alboreje desde una preocupación que no es de partido Que es la preocupación de que se mantenga el espíritu de desconfianza Hacia todo gobierno que le toque de turno presidir un proceso electoral Y con un detallismo, etc. Y esa ley no pasó con el rodillo en cinco minutos Sino que el portavoz del PSOE Era Yáñez Y yo a Yáñez cuando me plantó el calendario No, pues aquí y tal Yo hablaré arriba arriba, con señores de arriba, y esto no, porque si no, aquí vamos a pegar. Y es interesante lo que pasa ahí, pero no tenemos tiempo. Bueno, la vía de conseguir el cambio a través de un decreto ley electoral funciona. Esto no se cuenta, pero yo hoy no he tenido tiempo. Yo lo cuento en una nota a pie de página de mi comentario sistemático a la constitución del 78, en una letra muy pequeña, en una nota a pie de página de 20 o 30 renglones. Está contado sintéticamente que esto fue así, pero muy sintéticamente. Decía el conde Romanones que nadie deja el poder si puede evitarlo. El problema que había a la altura del principio de los 70, es cómo se conseguía un cambio. Bueno, habéis sido muy pacientes conmigo. Yo me he dejado muchas cosas que tenía apuntadas en el horno. Hay una cosa curiosa, que es que yo di un curso en la Autónoma de Madrid cuando fui profesor agregado, que vine de San Sebastián a Madrid antes de irme de catedrático a Oviedo. Curso entero de Derecho. Derecho de Derecho Electoral, el año 1976, que me dediqué a explicar el sistema que proponía la oposición democrática. Eso lo expliqué durante seis meses a una reunión semanal. que evidentemente es un tiempo del que hoy no disponía, y además, pero acabó matriculándose en el curso y asistiendo sin estar matriculado mucha gente, porque el profesor Alzaga estaba hablando de las tripas del proceso. Bueno, ya ha pasado tiempo, yo creo que se pueden desvelar cosas, no pasa nada absolutamente. Ustedes me disculpan mi falta de disciplina con el reloj y muchas gracias Pilar por esta oportunidad de estar hoy aquí. Muchas gracias. Si no es de confesión. Bien, ¿alguno de ustedes? Sí, Paco. Pero luego olvidaré intervenir más, pero primero felicitarle y mostrarle mi admiración por ser una de las pocas personas que ha dejado la política por voluntad propia y no porque la hayan obligado a dejarla. Mi mujer que es muy sabia, pero luego te lo cuento. Segundo, como tenemos el privilegio de tener una persona... ...que además del valor académico tiene el valor testimonial y además no es el de un testigo normal, sino el de un perito forense, por haberlo vivido con la calidad que lo ha vivido, me gustaría que nos dijera, o por lo menos me gustaría saber si no piensa... que se ha perdido en parte la esencia del espíritu de la transparencia del sistema electoral o digamos esa desconfianza que motivaba a hacer las cosas no para que quedaran bien sino para que no quedara duda de que se hacían bien, para que no quedara la sospecha de que se hacían mal. Y por otra parte, si no considera que ha pasado tiempo suficiente como para pensar en la circunscripción única para que sea justo el sistema electoral en el tema del Congreso de los Diputados y si el tratamiento de los votos en blanco no tendría una utilidad mayor si se proyectara en el Congreso y en los órganos donde se eligen para que los ciudadanos no tengan que limitarse a que se pierdan repartidos entre las candidaturas mayoritarias. Ya sé que esto es un poco una locura de un poco un bruto del campo que no es uno pero me gustaría conocer su opinión. Vamos a ver. Mi opinión quizá no sea muy original. Vamos a ver, en cuanto a lo primero yo no sé si se está perdiendo o no pero hay una cosa que sí sé. La convicción de una sociedad sobre que en el momento de acudir a unas elecciones generales municipales, autonómicas, europeas, habla usted, etc. El sistema de representación es auténtico, es libre y es competitivo es el basamento de la legitimación del sistema. Es decir, en el siglo XX y en el siglo XXI Puede haber quien piense que la legitimación última del poder está en que el poder viene de Dios, quien piense que la legitimación última del poder es que él cree en las doctrinas contractualistas de Rousseau, etc. Me parece muy bien, todas estas convicciones y otras muchas son enteramente respetables, como es natural en una sociedad pluralista. Pero la fuente de legitimación en derecho constitucional del poder es que realmente el mismo proviene del asentimiento popular, del consentimiento popular. El poder no es impuesto, el poder no está estructurado por delegación de alguien que ha ganado una guerra, o de alguien que ha dado un golpe militar, o de alguien que ha hecho alguna de las cosas que en el norte de África, te cuentan los periodistas aquí, este señor ha conseguido el poder así, al lado así, nunca es con el consentimiento popular. No es concebible en la Unión Europea un sistema político que no cumpla con los parámetros del Tratado de Roma, y este es uno de los parámetros. Y eso es tener una cultura cívica democrática. Y la cultura cívica de un país tiene que ser... Tiene que ser una cultura cívica democrática, moderna y ambiciosa sobre el perfeccionamiento del sistema de convivencia. Y también ambiciosa sobre otras cosas, como que el país sea un país trabajador, sea un país competitivo, sea un país con sentido de la ética cívica... Tuviéramos más tiempo, nos saldría una lista excelente de cosas que parecen difíciles de alcanzar. Mire, la circunscripción única está en nuestro sistema electoral, como usted sabe mejor que yo, para el Parlamento Europeo. Cuando eso se cuece, gobierna Felipe González, está como mano derecha Alfonso Guerra. Yo a Felipe González y Alfonso Guerra les tenía dicho, yo estoy en la oposición, me llamáis solo cuando os parezca que es necesario. Si aquí se piensa que el viejo demócrata de la oposición, que está en la oposición, está a pachas yendo a la moncloa, etc., primero no es verdad, y segundo, bueno, esto no os conviene ni a vosotros ni a mí, etc. Cuando el estudio de este tema llega a un punto del borradorismo... El borrador de la normativa electoral para las elecciones europeas a mí me llama Alfonso a su despacho. Alfonso, como es natural, conocía la historia. Y me dice Oscar, me dice Felipe que te consultemos esto. Claro, con los doscientos y pico diputados que tenían, la forma de consultar se parecía mucho a conjugar el verbo notificar, pero con elegancia. Consultar es notificar y comunicar con elegancia. Y permitiendo un diálogo. Estuve en el despacho de Alfonso, no me acuerdo si hora y media, dos horas, mucho tiempo. Yo le digo, déjame llevarme esto para verlo, yo te prometo que esto no tiene filtraciones, como cumplí, como es natural. Digo, pero yo hay una cosa que te digo ya. a mí el distrito único me gusta y hablamos de cómo impactaba eso en las fuerzas nacionalistas hablamos de cómo para eso no necesitaba yo hacer muchos estudios, para eso estaba mínimamente cualificado y lo que ocurre es que el derecho electoral, esto está en los tratados sobre la materia es un derecho que genera inercias esto otro más sabio que yo que venga aquí se lo explica usted mejor que yo, es decir una vez que los partidos tienen una trama partidaria que debe sus butacas a un sistema electoral, modificar el sistema electoral es harto complicado tanto si hablamos de Estados Unidos con su sistema de 1787 como si hablamos del Reino Unido con su sistema que viene de la revolución del 17, como si hablamos de cuando ganan la batalla por la representación proporcional a principios en los años 20 los partidarios del sistema entre otros los demócratas cristianos frente a liberales y conservadores y también los socialdemócratas en Bélgica Holanda, etc. no tenemos tiempo para eso, pero repasar eso voto en blanco, el voto en blanco mire usted es un voto de calidad es decir el señor que hace cola se joroba la mañana o la tarde del domingo para votar en blanco eso como decía Enrique Tierno cuando decían pero usted sólo ha sacado un millón no sé cuántos votos en las elecciones del 77 decía pero este es un voto de calidad decía don Enrique claro haber votado Se gobia a don Enrique Tierno Galván. Eso requería de mucha convicción y de mucho propósito de emitir el voto en esa dirección. Luego tenía razón el viejo profesor. El voto en blanco no es útil. El voto en blanco es un voto de conciencia. Es un voto de un señor que tiene conciencia tíbica. Entre el voto en blanco y el voto nulo, mire usted, si usted mete, usted lo sabe mejor que yo, pero por si alguien aquí no lo tiene fresco. Si usted mete una cuartilla en blanco en el sobre electoral, eso no es un voto en blanco, es un voto nulo. Si usted le da al presidente un sobre vacío, es un voto en blanco. Pero el sobre vacío, el presidente se da cuenta que está vacío. Es decir, el voto deja de ser secreto. Y en un pueblo, el garrulo del pueblo dice, le voy a contar yo al tío Mengano que voto en blanco. Emeto aquí un trozo de folio que parto por la mitad, que lo doblo. Y el tío Mengano cuando abra y se encuentre con una papel tal, si lo quiere computar como un voto en blanco o lo vota como voto nulo. En la práctica electoral española casi la totalidad de votos nulos. Al Congreso. Al Senado hay un problema. Hay un problema de los que votan a cinco, de los que votan a siete, de los que en vez de poner un aspa tachan a... etc. Escriben tal. No le voy a dar usted el nombre de un antiguo presidente de banco, catedrático de universidad, persona muy competente que comiendo con él hace unos meses me decía la única salida de esto es que votemos todos en blanco. Algún día le diré que he conocido ya, ya tiene un partidario, le diré. Bueno, con eso creo haber contestado. Gracias. ¿Qué le parece que el voto sea obligatorio como pasa por ejemplo en Perú? Incluso con multas. Mire, sobre eso hay escritas bibliotecas. El voto en muchos países es obligatorio. El voto siempre es un derecho. Se suele decir que es un derecho. Es un deber. Técnico jurídicamente la palabra deber no pertenece al ámbito de las relaciones jurídicas obligacionales. Está más bien en el terreno del deber moral. Cuando existe la obligación de votar ya estamos en el ámbito jurídico que puede tener unas consecuencias. Hay que preguntarse en cada ordenamiento jurídico por qué se establece la obligación de votar. Es algo... A efectos didácticos o docentes para conseguir implantar una costumbre participativa allí donde no la hay. La finalidad es menos aplaudible. Yo sería un insensato si me metiera en juiciar la realidad de las prácticas aplicativas de la legislación electoral peruana. Yo no conozco bien eso. Sé que hay varios Perús, la población andina, la población de las ciudades. Se cuenta siempre en España que el sociólogo que en los años 60 andaba haciendo por pueblecitos de los Andes una encuesta y preguntaba quién mandaba en Perú. Y encontró, es verídico, encontró a un indito que le dijo sumamente. Majestad, Fernando VII. Bueno, esto pasó en 1960 y tantos. Esas realidades complejas yo no las conozco. Las domino para contestarle a usted su pregunta. Yo soy un modesto profesor de una rama del derecho, derecho constitucional prácticamente español. Es un poquito de derecho comparado pero no hasta el punto de que... Yo pedía que las preguntas fueran más fáciles. Bueno, muchísimas gracias Oscar. Muchas gracias.