Bienvenidos a todas y a todos a una nueva sesión de la asignatura de Historia de Antigua del Grado de Historia del Arte. Mi nombre es Manuel Tamajón Velasco y en la clase de hoy vamos a abordar la Grecia Arcaica que se corresponde con el tema 7 del manual de vuestra asignatura. En la clase de hoy vamos a comenzar a hablar de la Historia Arcaica, recordar que el libro está compuesto de 12 temas, 3 para cada uno de los bloques temáticos, Egipcio, Mesopotamia, ahora comenzamos el de Grecia y los 3 últimos para Roma. Empezaremos hablando de lo que se ha denominado como la Edad Oscura para continuar con la estructura de la formación de la polis y la expansión de Grecia en torno al siglo VIII. Empezamos al Telegripto y tras hablar brevemente de la tiranía en Grecia hablaremos de las dos principales ciudades como son Esparta y Atenas. Bien, aquí podemos ver un mapa de lo que sería la Grecia Arcaica para tener ubicado todas las zonas que estamos explicando a lo largo de este manual o de este primer tema del manual de vuestra asignatura. Según el mito... El mito clásico, un héroe griego que se llamaba Heleno, que era nieto de Prometeo, engendró tres hijos con la ninfa Orseis. Estos nombres son... Juto, Eolo y Doro. El primero de ellos, Juto, tuvo dos hijos a su vez, Ión y Aqueo, y de ellos van a surgir las principales etnias que se establecieron en Grecia, es decir, los Aqueos, los Eolios y los Dorios. Los Dorios se van a extender por la práctica totalidad del Peloponeso, incluyendo la ciudad de Corintio, Creta, las Cicladas del Norte y Jonia, en la costa de Semenor, en la que fundaron Mileto. Por su parte, los Eolios ocuparon Etolia, Beozia y Tesalia, la isla de Lesbos y también la región de Eolia, donde fundaron Esmirna. Y por su parte, los Arcadios ocuparon Arcadia. Otras tribus ocuparon otras zonas circundantes como Épiro, Macedonia o Iliria. También conocida como la Edad Media de Grecia, la Edad Oscura va a transcurrir entre la caída del mundo miscénico y la época arcaica griega con la aparición de la escritura y la consolidación de las polis. Si bien existen diferentes teorías que tratan de dar respuesta a las causas de la desaparición de la civilización miscénica, se conocen en detalle cuáles fueron sus consecuencias. En este sentido... Existe un consenso al aceptar que Grecia quedó sumida en una profunda decadencia, cuyos resultados más inmediatos serán la desaparición de la escritura. Razón por la que las únicas fuentes de las que disponemos para estudiar este briodo son las arqueológicas. que se pueden complementar con los poemas homéricos. Durante el periodo heládico reciente, el III C, III C, que se prolonga entre los años 1200 y 1050 a.C., los elementos de la cultura material, como la cerámica, son diferentes, lo que evidencia que la unidad política anterior había desaparecido. Lo mismo ocurrió con la arquitectura, pues el barro acabó reemplazando los colosales pilares pétreos. La única novedad vino representada por la sustitución del bronce por el hierro. A lo largo de los siglos XII a.C., varios núcleos micénicos continuaron ocupados, perviviendo en ellos las tumbas de cámara con decoración micénica. En determinadas áreas, como Acaya, el Ática Oriental, las Cíclacas o el Dodecadeneso, se registró un aumento demográfico, y en las que, por el contrario, en regiones como Mesenia y Laconia, dos de los asentamientos micénicos más importantes del siglo XIII a.C., experimentaron las consecuencias de la crisis, quedando prácticamente despobladas en torno al 1200 a.C. Desde el inicio del siglo X a.C. se generalizó el uso del hierro, como hemos dicho anteriormente, la incineración en cistas pétreas y la difusión de nuevas formas de cerámica, en las que era muy común el empleo de compás y de la rueda. Este nuevo periodo cultural, conocido comúnmente como geométrico, hunde sus raíces en la cerámica. La geométrica protogeométrica del Ática de finales del siglo IX a.C. cuya forma más representativa es una ánfora de cuello esbelto y asas horizontales. Paralelamente se documentan algunos elementos como fíbulas o espadas que evidencian un aumento de la riqueza. Asimismo, se produjo una transformación en los patrones arquitectónicos y urbanísticos, pues el poblado geométrico se define como un conjunto de viviendas simples, juntas y ordenadas con las que constataba una insólita muralla con zócalos de sillares de piedra y alzado en adobe. Las familias o genes estaban formadas por grupos consanguíneos que dirigían a su favor las relaciones gentilicias. La situación social de sus integrantes estaba determinada por su parentesco y por su pertenencia al oikos, la unidad que incluía a todas las personas libres o esclavas que, por su parentesco o semanal, servicio mantenía el lazo de dependencia con el basileus. El ideal del oikos fue la autosuficiencia, si bien en todo momento faltaron materias primas y esclavos. Es de esta manera como se constituye una sociedad aristocrática integrada por los aristoi, o lo que es lo mismo, los hombres pertenecientes a las más célebres comunidades. Los aristoi se beneficiaban del sistema gentilicio para poseer abundantes tierras y ganado. Además de inventar el poder económico, se hicieron dueños del poder político, legislativo, judicial, militar y religioso. por lo que de ello dependía el correcto funcionamiento de la comunidad. Si bien el Basileus podía contar con una serie de privilegios, en realidad era un primus inter pares con carácter vitalicio y heredario. Sus iguales eran los Aristoi y la Basileia era un consejo aristocrático formado por el Basileus. Posteriormente, cuando la comunidad se defina como polis, el Basileus ejercerá una función religiosa ejercida por cualquier miembro de la aristocracia. La gran mayoría de la población era campesina y formaba parte del Demos, asentamiento donde se explotaba la tierra concedida. Todos ellos podían participar en acciones militares. Los Cetes eran jornaleros que no poseían propiedades y que trabajaba la tierra a cambio de un salario. Sin identidad como grupo, no formaban parte del oikos y su situación llegó incluso a estar por debajo de la de los esclavos. Por su parte, el artesanado presentaba una situación muy ambivalente. Por otro lado, los esclavos, propiedad de la aristocracia, podían trabajar como pastores o como criados y como norma general recibían un trato familiar por parte de sus amos, si bien estos últimos podían decidir sobre sus vidas. Durante este periodo, las comunidades estaban inmersas en profundo aislamiento con un régimen económico propenso a la autarquía y al autoconsumo. Fue a partir del siglo IX a.C. cuando algunos núcleos como Lefkandi en Eubea comenzaron a establecer las relaciones comerciales que, durante el periodo micénico, habían unido Grecia con Chipre, a finales del siglo XIX. De este siglo, Atenas reestableció las relaciones comerciales con Oriente, momento a partir del cual la población del Ática abandona las tierras del interior y se dirige hacia la costa. El nacimiento de la polis no se puede explicar si no se tienen en consideración las características geográficas de Grecia, un contexto geográfico que viene determinado por las montañas y por las llanuras tendentes a aislar a una población desde otra. Asimismo, el nacimiento de la polis no se puede explicar si la aparición del cinecismo, fenómeno por el que varias comunidades se agrupan en torno a una ciudadela originando una estructura en la que el campo y la ciudad estaban englobadas en una sola unidad bajo las mismas leyes. Este fenómeno no implica un vínculo estrictamente comunal o familiar, sino más bien propiamente un vínculo político con objeto de crear nuevos organismos de control. La polis era, por lo tanto, un núcleo autosuficiente de pequeñas dimensiones. El cinecismo provocó que la polis fuese en su origen una ciudad-estado de naturaleza aristocrática, a través de la cual el poder de la aristocracia se renovaba. La aristocracia ejercía el poder mediante la posesión de las tierras y el ejercicio de las magistraturas. La polis no era un simple núcleo de población, sino que además debía unir una serie de condiciones urbanas e institucionales. En este sentido, la polis es la unión. Constituida por la polis, la polis es la unión. Constituida por el hasti, el núcleo urbano y la shora, el campo circundante. Existe una dicotomía campo-ciudad que no diferencia, sino con que complementa. Dentro del asti se distinguen los elementos más importantes de la polis, las murallas defensivas, el ágora que era el centro de la vida ciudadana, la agrópolis y los templos. Sin embargo, la chora comprende campos cultivables y no cultivables. Los agroi son propiedad privada, mientras que las tierras no cultivables pertenecen a la comunidad, para el pastoreo o bien para la explotación comercial. Pero igualmente la polis no era solo un núcleo urbano, sino que era fundamentalmente una comunidad de ciudadanos basada en el pueblo y en las instituciones ciudadanas. Según la definición de R. Dutoy, la polis no consistía sino en una comunidad microdimensional, jurídicamente soberana y autónoma, de carácter agrario, dotada de un lugar central que le sirve de centro político, social, administrativo y religioso, y que también su única aglomeración frecuente, es decir, una entidad soberana, con una economía básica cuyo centro cultural y político se encontraba en una ciudad con un urbanismo propio. El guenos, esto es el conjunto del oikoi, adoptó una función diferente y sus integrantes concentraron su poder y control sobre los bienes materiales y sobre los grupos humanos dirigieron el tránsito de la tribu a la ciudad. Por otro lado, la naturaleza y la función de las patrías, las unidades. Las unidades que agrupaban a las familias nobles se fue transformando a tenor del desarrollo económico y social de la polis. y los cambios en la estructura de parentesco. Por lo que respeta a los órganos políticos, los miembros más ilustres eran los encargados de ejercer como arcontes. Por otro lado, la asamblea o apela era el órgano político en el que recaía la soberanía y se votaba las decisiones que concernían a toda la comunidad. El desarrollo económico y el aumento del poder de la aristocracia asumido desde el siglo VIII a.C. condujeron a una situación de crisis interna, la stasis. Por otro lado, el proceso colonizador, producto de la crisis que dejó sin propiedades a gran parte de la población, permitió un aumento de las actividades comerciales y una red de relaciones entre las metrópolis y las colonias y entre éstas y la población indígena haya sentada. La nueva realidad social imperante, resultado de la ocupación y de la fijación del territorio en la conformación de la polis, exigía a todos los miembros de la comunidad participar en su defensa como miembros de la comunidad y como miembros del ejército. Así pues, la actividad militar sirvió como punto de encuentro de las aristócratas y los campesinos propiedad de tierra. Fueron estos campesinos los que seguirían una igualdad de derechos dando origen a la nueva oligarquía. Esta nueva realidad social hizo posible la configuración de un sector ciudadano, campesino-soldado, que hizo valer sus derechos en un contexto de isonimia, es decir, de igualdad de derechos civiles y políticos. Con esta nueva estructura social, la aristocracia siguió manteniendo el papel dirigente si bien el sector ciudadano no tenía el papel dirigente, sino que el sector ciudadano representó la unidad fundamental de la falange o crítica. Aquí podemos ver en la imagen las dos partes de la ciudad, la ciudad con su agrópoli, la parte alta donde estarían los principales templos y la parte baja con el ágora y a raíz de él el principal edificio de carácter económico, social y político y las casas y los campos extramuros. El fenómeno colonizador comenzó a mediados del siglo VIII a.C. y concluyó a finales del siglo VI a.C. Las fuentes asignan al Báculo de Delfos, centro religioso de carácter panhelénico en la Grecia Arcaica, una gran importancia en el asesoramiento sobre las posibilidades de éxito de los proyectos coloniales. La colonización representa la base del desarrollo de un sentimiento panhelénico. La colonización corresponde a diversas causas, por un lado al incremento de la artesanía, a la expansión del comercio, al exceso de la población, endeudamiento de los campesinos, al exilio político o incluso a las desigualdades sociales. La colonización fomentaría la koiné helénica, es decir, la conciencia de pertenencia a la común cultura griega por encima de las divisiones territoriales o a las diferencias políticas. pero entre las demás culturas no griegas con que se encontraban. El término utilizado para designar a las fundaciones coloniales de época arcaica, apoikía, o lo que es lo mismo, asentamiento separado de carácter preferentemente agrícola, se concibe como una segregación de una comunidad preexistente, es decir, la metrópolis. Si bien cada una de ellas contaba con su propio cuerpo de ciudadanos, sus propias leyes y el independiente de la ciudad madre, ambas se consideraban unidas de por vida por un enlazo de filiación que incluía el deber de auxilio y prescindían del enfrentamiento mutuo y el apoyo a los respectivos enemigos. La violación de este vínculo podía ser causa de desprecio. Tradicionalmente, la fundación colonial respondía a una decisión de la metrópolis mediante un decreto por el que se nombraba a un oikistés o fundador que concretaba el número de colonos y el aparato institucional. El grupo de futuros colonos no suele superar los 200 miembros, solían estar solteros y en edad militar. Algunos de ellos podían ser voluntarios, aunque la mayoría eran elegidos por sorteo o a la fuerza. El oikistés pertenecía a alguna de las familias de la aristocracia metropolitana y asumiría el papel de héroe fundacional al que se rendiría culto. El acto fundacional consistía en un ritual religioso en el que el fundador depositaba en el pritanismo y en el culto. El oikistés era el encargado de realizar el trazado urbanístico, repartir las tierras entre los colonos y otorgar las leyes básicas del nuevo asentamiento. Cuando el fundador concluía su misión, podía retornar a la metrópoli para dirigir nuevas expediciones o para quedarse a vivir en ella, o instalarse en la nueva ciudad investido de autoridad. En cualquier caso, el fundador se convertiría en héroe al que se rendía culto, del mismo modo que se le rendía culto a los héroes legendarios. Como norma general, las colonias se fundaron en áreas donde existía un asentamiento prehelénico y en el que la población mostraba una receptividad y actitud favorable hacia los griegos. En este sentido, los conflictos con la población indígena responden a la necesidad de colonos griegos de penetrar en el interior para explorar nuevas rutas y nuevas tierras a tenor de las necesidades de crecimiento demográfico de las colonias. La cleruchía, creación ateniente. La cleruchía, creación ateniente del siglo IV a.C., se relaciona etimológicamente con cleros, es decir, la parcela de tierras que se asigna a cada inmigrante, pero que sigue perteneciendo a todos los efectos a la metrópoli. Los habitantes de la cleruchía conservaban su ciudadanía originaria y se regían por las leyes metropolitanas. Las cleruchías fueron asentamientos agrícolas, si bien en la mayoría de los casos también presentaron una función estratégica. El término latino colonia se corresponde. un nuevo asentamiento bajo la dependencia de la metrópoli y no con Apoikía, que significa la fundación de un núcleo independiente. Por otro lado, las Katuikaí eran las colonias militares de época helenística cuyo fin consistía en controlar un territorio recientemente incorporado para controlarla mejor. Mucho más similar a la Apoikía era el Empuirión, fundación colonial de carácter mercantil. Estaba dotada de un puerto y un área urbana con un mercado y las instalaciones suficientes para garantizar una plena y fructífera actividad comercial. Si bien el Empuirión contaba con diferentes órganos administrativos, no era una polis en el sentido estricto, pues no contaba con autonomía. Es decir, se trataba de un establecimiento comercial dependiente de una o más metrópolis como Naukratis en Egipto o Empuirión en la península ibérica. Entre las áreas coloniales. Vamos a destacar las siguientes. Las primeras fundaciones coloniales se registran en la Italia Meridional. Hacia el año 770 a.C. los habitantes de la isla de Eubea fundaron la colonia de Pitecusa, en la actual isla de Itxia. Poco después, en el año 750, fundaron Pumas. A finales del siglo VIII a.C. los Aqueos fundaron Sibaris y Crotona, los Espartanos Talento y los Locrios, Locris y Epicefinia. En Sicilia, los Eubeos fundaron Nasos en el año 734 a.C. Y por su parte, los corintios fundaron Siracusa bajo la dinastía de los Baquiadas. Los megarenses se instalaron en el Bósforo, fundando la ciudad a cada lado del Estrecho, Bizancio y Calcedón. La península calcídica y la costa de Tracia fueron áreas de gran expansión colonial desde el siglo VIII a.C., por ser tierras muy propicias en recursos naturales. Mileto tomó la iniciativa y fundó una serie de asentamientos coloniales en todas las costas, desde Propontide hacia el Mar Negro, y entre las colonias milesias del siglo VII a.C. destacan Olbia, Ávido, Císico, Apolonia, Pontica, Sínope o Istria. La isla de Paros fundó Tapsos a comienzos del siglo VII a.C., y por otro lado, los megarenses fundaron la isla de Paros. En el siglo VIII, los megarenses fundaron Heraclea en torno al 560. En el 632, los colonos de Tera ocuparon la isla de Platea, fundaron poco después Jirenen en el norte de África, y por otro lado, la presencia griega en Egipto, por la fundación de Naucratis, propició la existencia de mercenarios griegos a servicio de los faraones. Por último, desde finales del siglo VII a.C., los griegos arribaron al área más occidental del Mediterráneo. Los testimonios sobre el coleo de Samos refieren contactos con Tartessos a través de una ruta relacionada con los viajes griegos a Sirene. Posteriormente, los foquenses llegaron a Tartessos y bien no llegarían a asentarse. El crecimiento comercial empujó a los foquenses a fundar Masalia en el 600 a.C. y la colonia de Emporión es la única colonia griega producto de la presencia griega en la península ibérica. Aquí podemos ver un mapa en el que se muestran las principales áreas de influencia de estas colonizaciones y la ruta que hemos ido describiendo. Ya en la segunda mitad del siglo VII a.C. la realidad sociopolítica era tan crítica que trajo consigo una nueva forma de gobierno, la llamada tiranía. Según Claude Mosé, el tirano no dejaba de ser un demagogo que se atribuía a la defensa y al liderazgo del pueblo contra la opresión del orden social establecido, pero sin proponer ningún otro como alternativa. La tiranía se va a concebir como un régimen político basado en el terrorismo. El poder personal del tirano, que concentra todos los poderes y las funciones de gobierno de forma ilegítima, el tirano se concebía como un usurpador que se encontraba al margen de las instituciones políticas del Estado y se presentaba comúnmente como un demagogo contrario a la aristocracia y su estación podía acabar no solo con el régimen aristocrático, sino también con la estructura social impuesta por dicha aristocracia. Son varios los autores que siguiendo el acerto de Tussauds se han convertido en los líderes de la democracia. Defienden que la tiranía aparece vinculada fundamentalmente a un desequilibrio social. Esta inestabilidad comprende los conflictos que se dieron en la poli en los siglos VII y VI a.C. Por ello, los tiranos pertenecen a familias de la aristocracia, lo que hace posible su acceso a las magistraturas. Entre los principales factores que propiciaron la aparición de la tiranía prevalecen las transformaciones que se produjeron en el sistema productivo. El fundamento económico de la poli se basaba en una agricultura controlada por la oligarquía, propiedad de las tierras. De este modo, a los pequeños propietarios les resultaba muy complicado evitar el endeudamiento y caer en la esclavitud. A la vez que aumentaba la actividad artesanal y comercial en las polis, aumentaba también el grupo de los tetés, conjunto de hombres libres que trabajaban las tierras a cambio de un salario. Se viene aceptando que la tiranía de Fidón en Argos, en torno al 680-650 a.C., fue el primer caso de esta forma de gobierno en toda Grecia. Estandarizó los pesos y las medidas, introdujo la moneda, se convirtió en el emblema de la ciudad-estado soberana y comenzó a usarse en la fiscalidad y en los intercambios privados. Con la moneda comenzó un nuevo tipo de economía, la economía monetaria, y con ella inició su ascensión la clase de comerciante. Y se sostiene que fue el responsable de la falange oplítica, la unidad militar formada por líneas cerradas de soldados protegidos por un gran escudo de bronte. el oplón o aspis y armado con una larga lanza y una espada corta. En Corintio, los baqueadas constituyeron una dinastía de carácter tiránico a la que se enfrentó Sipselo, quien se hizo con el poder en el año 655 a.C. Treinta años más tarde fue sucedido por su hijo Periandro y cuando éste murió fue sucedido por su sobrino Samético, que murió asesinado en una subrogación. Posteriormente se consolidó un sistema oligárquico denominado como Isogratia por Herodoto, que vinculaba el poder político a la capacidad económica. En Sición, la tiranía fue instaurada por Ortágoras, si bien las medidas más relevantes de la tiranía fueron platicadas por su sucesor Clístenes. Y para terminar el tema, pues vamos a hablar sobre las dos grandes ciudades, Esparta y Atenas en la época arcaica. Según el mito, Esparta fue fundada por Lacedemón, hijo de Zeus, y por su esposa, la reina de Esparta. En realidad, Esparta no respondía a los cánones de la polis al ser el resultado de una fusión de cuatro poblaciones doria del valle del río Eurotas. La región de Laconia o de Lacedemedonia se encuentra situada en un valle muy fértil atravesado por el río Eurotas, al sureste del Peloponeso, y rodeada por cadenas de arcoíris. Las cadenas montañosas, las cordilleras del Taigueto al oeste y la del Parón al este. Ambos accidentes geográficos concurren en dos pronunciadas penínsulas entre las que se sitúa el Golfo de Laconia. En este sentido, un contexto geográfico tan abrupto fue decisivo en la evolución histórica de Esparta. Las fuentes de las que disponemos para conocer los orígenes y la evolución de Esparta son escasas y complejas en su interpretación. Desde un principio se transmitió la imagen de una polis contraria a la tiranía. El mito relaciona la construcción del Estado espartano con la leyenda del retorno de los Heráclidas, de los que se habían remontado los reyes espartanos, con los que se crea la imagen de Esparta como un núcleo dorio. Los dorios fueron conformando una nueva estructura territorial y social evidente a partir del siglo VIII a.C. Se asentaron en los cinco distritos o aldeas integradas en el territorio de Laconia. Pitana, Mesoa, Conosura... Limnai y Amiklas. Esta estructura se transformó a partir del año 730 a.C., cuando los dos reyes espartanos, Teopompo y Polidoro, comenzaron a dirigir ataques contra Mesenia para hacerse con sus tierras. Este ataque provocó la Primera Guerra Mesenia, después de que los espartanos tomasen las fortalezas mesenias de Ítome en el año 724 a.C. Extendieron sus dominios por todo el sur del Peloponeso, convirtiendo a los mesenios en hilotas encargados de trabajar la tierra. Aparte de los hilotas, existiría un conjunto de individuos de segunda categoría, periecos, que eran las edemonios, mesenios o arcadios residentes de las aldeas de la periferia. Eran considerados hombres libres, si bien tenían la obligación de servir en el ejército y suministrar alimentos siempre que se les requisiese. Por lo que respecta a la constitución espartana, el término politeia se refiere a la organización política y social y cultural del estado espartano. En este sentido, la tradición asigna a Licurgo la redacción de la constitución espartana. La retra a él atribuida no representa sino la constitución política griega más antigua que se conserva y comprende varios fenómenos organizativos. La distribución de la población en tribus, la institución de la jerusía o consola de los ancianos, la confirmación de los dos reyes y la configuración de los de la apela o asamblea. Los dos reyes espartanos pertenecían a la dinastía de los aguiadas y de los euripóntidas. Lo primordial de esta constitución es que confirma el repliegue de Esparta, que a partir de ese momento seguiría una evolución separada de la del resto de polis griegas. La jerusía consistía en el consejo de ancianos, conformado por un total de 30 miembros, 28 ancianos electos, los gerontes, no menores de 60 años y los dos reyes. Tenía autoridad sobre los asuntos que afectaban a la comunidad, funcionaba como un tribunal supremo y tenía función de consejo militar. La Pela era la asamblea popular conformada por todos los ciudadanos del pleno derecho, es decir, los espartanos mayor de edad, y era convocada y presidida por los cinco éforos elegidos anualmente. Esta institución asumía el poder político del Estado, además de supervisar a los dos reyes. Los éforos eran los encargados de mantener el orden a los hilotas mediante criptiriai días de lo que se declaraba la guerra a los hilotas. La población estaba dividida en los espartiatas, que eran los ciudadanos con pleno derecho considerados los legítimos herederos de los conquistadores de Laconia. Los hilotas dependían del territorio al que estaban adscritos, tenían que pagar tributo a las tierras. Las tierras, si bien contaban con cierta autonomía en su trabajo, el Estado tenía el derecho de la vida y la muerte sobre los hilotas, aunque no podía venderlo. Y también tendremos los periecos, individuos que residían en las aldeas de las periferias que se concentraban en comunidades autónomas, practicaban la agricultura y el artesanado, tenían obligaciones militares, asistían en el mantenimiento de las propiedades y tenían que proporcionar a los reyes una parte de tierras que cultivaban. La educación espartana, la denominada agogué, ocupaba un papel primordial, predominante en la constitución espartana y estaba enfocada a la formación y vida militar de sus ciudadanos. Desde su nacimiento era aspirante a... Espartiata pertenece a la comunidad y no a sus progenitores, hasta el punto que era esparta y no los padres quien tomaba la decisión sobre la vida o la muerte de los neonatos. Entre el nacimiento y los 7 años de edad, la etapa de la aratropé, la comunidad cedía la tutela del niño a la madre, pero entre los 7 y los 20 años de edad, etapa del eirenado, el joven se integraba en grupos de formación colectiva, y a partir de los 20 años de edad dependía de un educador, el paidonomos. Su educación contemplaba nociones básicas de escritura y lectura, música y gimnasia, pero fundamentalmente se centraba en el adictamiento militar. En este sentido, se le inculcaba los valores de obediencia, fidelidad y servicio a la comunidad, y se les imponía todo tipo de privaciones e incremencias. Este sistema traía consigo ritos ancestrales, severos castigos y pruebas competitivas muy duras en los festivales de la ginecología. Finalizada la etapa del eirenado, el joven era considerado un guerrero espartano, y en consecuencia contaba con el derecho a un lote de tierra y a reunirse en las cistitiai, lugar donde se reunían y comían en comunidad los guerreros espartanos, y contaba así mismo con la obligación de pagar una cuota a la cisticia con el usufructo de los de su tierra. No obstante, la plena ciudadanía se asumía a los 30 años, contando entonces con el derecho a participar en la perla. Y a tener vivienda en propiedad. Desde los 20 a los 60 años, el espartiata se encontraba en situación de servicio militar permanente, y esa era la única obligación que se les exigía como ciudadano. Las mujeres eran agrupadas en asociaciones y su único fin era prácticamente el reproductivo, eso sí, también recibían clases de luchas y de gimnasia al considerar que su descendencia no sería ya aprendida. La mujer espartana no se ocupaba de ninguna labor doméstica, sino que se dedicaba al aprendizaje de la música y de la poesía, y a los ejercicios gimnásticos. Como consecuencia de los deberes del marido con la comunidad, la vida familiar era escasa y la mujer contó con cierta libertad. En este sentido, los autores clásicos reprocharon su excesiva libertad y autoritarismo. Si bien la base de la economía espartana era agropecuaria, se desarrollaron muy rápidamente la artesanía y el comercio. El peso de la economía recaía sobre los periecos y los hilotas que carecían de derechos políticos. Tras la victoria sobre Mesina y en base al tratado de Alianza con Tejea, Esparta logró una posición predominante en el Peloponeso. Los espartanos ser... ...repartieron mesenias y desarrollaron una política de relaciones pacíficas con los estados del Peloponeso. Como resultado de estas, en la segunda mitad del siglo VI a.C., se conformó la Liga del Peloponeso, dirigida por Esparta y denominada oficialmente como los... ...Lacedemonios, y sus aliados, ciudades como Argos, Tejea, Micenas, Tirinto, Corinto, Megara y Cición, entre otras formaron parte de la confederación. Y si bien Esparta se encontraba a la cabeza... ...no se inmiscuía en los asuntos internos de los demás integrantes de la alianza, Argos y Acaya no se integraron en esta confederación. Las ciudades conservaban su independencia y no tenían que pagar ningún tipo de tributo a Esparta, que a su vez se comprometía a auxiliar a cualquier miembro de la liga que fuera atacada por una potencia que no perteneciese a dicha confederación. 3. Atenas, situada en el Golfo de Gina, entre un conjunto de colonias, forma parte del Ática, región que a su vez forma una península articulada en varias llanuras. 4. La principal fuente para conocer los orígenes de Atenas es la Constitución de Atenas de Aristóteles, fuente que ha de ser utilizada con cierta cautela, evidentemente, al fundamentarse en documentos de dosa verácida. 5. Asimismo son importantes las obras de Herodoto y de Tucídides. 6. Así como la de... 7. Por otro lado, a estas fuentes literarias hay que añadir la información aportada tanto por la arqueología como por la epigrafía. 8. Según el mito, Teseo fue el responsable del proceso de cinecismo y creación de un único gobierno. Es decir, acabó con el desmembramiento imperante en el Ática, unió toda la población en torno a Atenas e instauró una Britannia, o lo que es lo mismo, un consejo común para todo el territorio. 9. Se instituyó, por tanto, una... 10. ...una ciudad-estado aristocrática en la que la realeza ática primitiva transpirió su preeminencia a familias aristocráticas de carácter militar. 11. Las primeras instituciones sociales del Ática fueron el resultado de la actividad de varios reyes legendarios. El rey Ión dividió la población entre grupos, los eupátridas, con competencias políticas, legales y religiosas, los geomoroi, campesinos sobresalientes por su utilidad, y los demiurgoi, grupo muy numeroso. El poder político supremo de la ciudad recaía en manos del arcontado, un organismo constituido por nueve arcontes elegidos anualmente entre los eupátridas que se repartían el poder ejecutivo, militar, judicial y religioso. Los arcontes tenían jurisdicción independiente y ejercían sus funciones en edificios especiales. El arconte epónimo detentaba el poder ejecutivo y daba su nombre al año. Al término de su mandato pasaba a formar parte del aerópago de forma automática. El aerópago o consejo era el órgano más prestigioso del poder político de la aristocracia integrado por ex-arcontes, cuyo objetivo era asegurar el mantenimiento del régimen aristocrático. Para ello se les asignó las siguientes funciones, examinar a los arcontes antes y después del ejercicio de su cargo, garantizar el cumplimiento de las leyes, administrar los asuntos más importantes de la ciudad y ejercer el poder judicial. Por otro lado se encontraba la eclesia o asamblea. La eclesia o asamblea no desempeñaba un papel relevante en época arcaica, y a la que existían las que tenían tierra y pertenecían a una partida. El primer episodio de la historia teniense del que tenemos noticia, y que no es sino una primera manifestación de la Stasi, Viene representado por el intento fallido de Silón, vencedor de los Juegos Olímpicos, de establecer una tiranía en torno al año 640 a.C. Uno de los episodios más relevantes es el relativo a la codificación legislativa atribuida a Dracón en el año 621-621 d.C. El contenido se refiere a varias cuestiones como la centralización del Estado de los juicios de los delitos de sangre o las condenas por crímenes. Todas ellas medidas muy duras. Los ateniense tuvieron que esperar hasta el 594 a.C. para que se aplicasen las medidas más célebres del legislador ateniense Solón. A comienzos del siglo VI a.C. el campesinado ateniense había caído en una situación de dependencia como consecuencia de su empobrecimiento y endeudamiento progresivo. El agravamiento de tan crítica situación repercutió en la organización militar en un momento en el que Atenas buscaba consolidarse en Salamina, isla que se difundió. En el siglo V a.C. la democracia había nacido en Atenas, pero mientras Herodotos nos transmite en el siglo V a.C. la idea de que había sido Clisthenes quien había creado una década antes en el siglo IV a.C., la tradición atribuye a Solón su creación. La democracia eliminaría institucionalmente el poder individual subordinándolo al poder ejercido por el demos. Sin embargo, la ausencia de instrucción y de información... la dejaba a merced del más hábil orador. Es de esta manera como nace la figura del demagogo, como una figura política clave de la democracia teniense en su fase más avanzada. No existen dudas de que las medidas de Solón fueron motivadas por un intenso clima de enfrentamiento interno. Solón fue elegido arconte en el año 524 a.C. y en primer lugar dirigió sus reformas con el propósito de mejorar la situación del campesinado medio y para ello, mediante la aprobación de la Seisactía, anuló las deudas que vinculaban a los campesinos, a sus creadores y la consiguiente liberación de las tierras. Los nobles, por tanto, no tenían derecho a ninguna indemnización. Por otra parte, también abolió la esclavitud por deudas. En consecuencia, la esclavitud no se desnutría a costa de los miembros de la comunidad teniense, sino fundamentalmente de esclavos procedentes de otras regiones o pueblos. Solón instauró un sistema democrático que supuso la reforma de la Politeia. Consistió en una reorganización general del cuerpo político por el que la población libre, salvo los medecos, quedó distribuida en cuatro clases según sus bienes medidos en medignos, unidad de volumen. Por consiguiente, el principio gentilicio fue reemplazado por el de la posesión de bienes. Por lo que respecta a las mujeres, no tenían derecho porque se las consideraba el mal para el hombre, una idea reflejada en el mito de Pandora, la primera mujer que habría abierto la famosa caja llena de males y de desdichas para la humanidad. Ahora, los miembros de la primera clase proporcionaban toda clase de suministros en tiempo de guerra, si bien no se les conoce atribución específica. Los miembros de la segunda clase prestaban su servicio a la caballería, los de la tercera clase formaban la infantería pesada, los soplitas, y debían ir a la guerra con un armamento completo costeado por ellos mismos, y los CTE servían en la infantería ligera y en la flota. Los miembros de las dos primeras clases gozaban de plenos derechos políticos, pudiendo elegir y ser elegidos para cualquiera de los órganos democráticos. Los ciudadanos de la tercera clase tenían limitados sus derechos, pues no podían ser elegidos a contes ni tampoco formar parte del aerópago. Los CTE podían elegir entre la iglesia, pero no podían ser elegidos para ningún cargo. El aerópago siguió funcionando como tribunal supremo de los asuntos criminales más importante y ejercía un control general sobre los demás órganos de gobierno, pero su composición se ve alterada, pues podían ingresar ciudadanos. En este Consejo se integraban los miembros de la ciudadanía activa y sus funciones consistían en preparar los asuntos que debían tratarse en la Iglesia, restando poder al aerópago. Y, por otro lado, la Eleia era un tribunal popular abierto a la plena participación ciudadana y sus funciones eran de gasto legislativo y judicial. Solón mejoró considerablemente el sistema de pesos de medida para activar el comercio y prohibió el lujo excesivo. Incluso estableció burdeles y reguló la pederastría. Por otro lado, la moneda tal y como la conseguimos en la actualidad no hizo su apreciación en Atenas hasta el año 575 de C.C. y, a pesar de todo, las medidas de Solón no agradaron íntegramente a ninguno de los sectores sociales implicados en la éxtasis. Solón quedó sin dinero. Solón, que murió en una fecha imprecisa entre 561 y 559, presenció en primera persona el proceso de deterioro político. La tiranía se hizo inevitable al comprobar que sus medidas eran incapaces de solucionar la éxtasis. En este contexto, Pisístrato no simbolizaba sino una amenaza para la estabilidad representada en la Histogracia Olímpica y defendida por los espartanos frente a los tiranos. Contaba con el apoyo de los campesinos. Apobrecido y con el dilostratés, el comienzo de su carrera política está relacionado con la lucha de Atenas contra Megara. Actuó de manera sobresaliente como estratego en la toma de Salamina y sus éxtasis le proporcionaron una gran popularidad en Atenas. Su mandato representa una época muy significativa, caracterizada por una creciente prosperidad económica y por la dimensión monumental de la que fue dotada el área urbana de la polis. En realidad, Pisistrato no fue sino un tirano en la medida que ejerció un poder personal sin desempeñar ninguna magistratura, sin mayores limitaciones que las de que él mismo quería imponerse, y asistido en todo momento por una guardia armada. Con la asistencia de la guardia armada, Pisistrato tomó la acrópoli en el año 560 a.C. y estableció un poder personal. No obstante, este poder no era firme, pues su política generaba el rechazo de la aristocracia. Por ello, a los seis años de ocupar el poder, fue expulsado de Atenas por la alianza constituida por Licurgo y Megacles, y este pacto fue breve, y a su seguido, Megacles estableció negociaciones con Pisistrato reforzadas por el enlace matrimonial entre el propio fracaso. Pisistrato retornó a Atenas en una entrada solemne, pero las relaciones con Megacles empeoraron considerablemente, haciéndose inevitable una segunda expulsión que se prolongó durante diez años. Los Alcmeonidas se convertirían entonces en los líderes de la oposición a la tiranía. Pisistrato regresó a Atenas con nuevos apoyos, contaba con el respaldo económico de Tebas y un ejército mercenario. Ligdami de Naxos le prestó su apoyo para ser asistido a su vez en un intento de establecer allí la tiranía. Piscis Trato desembarcó en Maratón y allí recibió también el apoyo de la ciudad y de los distritos rurales. Aplicaría una política moderada en calidad de tirano hasta la fecha de su muerte, en el año 528-527 a.C., que hizo posible el progresimiento económico y cultural de Atenas. La construcción de obras públicas se levantó el Templo Azeu Olímpico y el de Atenea en la Acrópolis. Igualmente, se construyeron un acueducto para llevar agua a la ciudad, así como una amplia red de caminos en el Ática. También medidas religiosas y culturales, como el traslado a la ciudad del culto de Artemis Brouronia, los festivales rurales y el culto de Dionisio. De esta manera, se daba cohesión a toda la población dispersa del Ática, estableciendo en consecuencia unos cultos generales para toda la población. A la muerte de Pisístrato, en el año 527 a.C., el poder quedó en manos de sus tres hijos, que se llamaban Hipías e Hiparco. Dos de sus hijos, perdón, no tres. Hipías e Hiparco. Si bien el poder efectivo lo ejerció solo el primero, en realidad la posición de los tiranos era cada vez más plágica y las relaciones con el resto del pueblo griega empeoraron. En el año 514 a.C. Armodio y Arostogitón, los tiranicidias, acabaron con la vida de Hiparco y Pías, que continuó gobernando cuatro años más, ejerciendo un poder muy autocrático, temiendo en todo momento nuevas conspiraciones. La oposición a la tiranía, dirigida por los tiranicidas, solo logró derrocar al tirano y expulsarle de Atenas con la asistencia de Esparta, bajo la dirección de Cleomenes. Y Pías acabó refugiándose en la corte del rey persa y en el año 490 a.C. regresaría a Lática, en un intento fallido de recuperar la preeminencia de Atenas. Derribada la tiranía, en Atenas volvieron a acentuarse la rivalidad entre los miembros de la aristocracia. En este contexto, en el que se resalió la figura clave de la historia atlántica. Clístenes, un miembro de la aristocracia familia de los axemionidas. La nueva realidad imperante en Atenas permitió a Clístenes poder emprender en el año 507 una serie de reformas que buscaban desarticular el poder de la aristocracia y aconsejar al pueblo un papel permanente en la vida política. Con Clístenes las tribus pasaron a ser diez y en ellas se comprendía toda la población sin tener en consideración las cuatro tribus anteriores, por medio de las que se ejercía la influencia aristocrática. La unidad fundamental del nuevo sistema era el demos, es decir, un distrito territorial donde se agrupaba a la población campesina y se liberaba a la dependencia gentilicia. Cada demos elegía su jefe, el de marco, poseía tierras comunales, tenía sus ingresos locales y sus tesoros, y promulgaba sus propias disposiciones. Los extranjeros y los metecos tenían garantizado el estatuto de meteco como medida proteccionista frente al desarrollo de los esclavos. El Consejo de los 400 miembros fue sustituido por la BOLE, y la LEIA aumentó su importancia como tribunal de jurados, y sus miembros fueron elegidos por sorteo entre todos los ciudadanos. Por su parte, el aerópago conservó su competencia judicial en los asuntos criminales. Clístenes aumentó considerablemente el número de funcionarios. También a él se atribuye la instalación del ostracismo, una sanción política que se adoptaba con carácter extraordinario con objeto de evitar la tiranía. Para contrarrestar a la coalición de ciudades contrarias a Atenas, Cleitonius buscó el apoyo de dos persas, entablando negociaciones con Artafernes, sádrapa de Sardes. A comienzos del año 506, la coalición atacó por tres frentes distintos a Atenas. Los atenienses no llegaron a entablar combate a causa de las disensiones y defecciones que se produjeron en su interior. Los corintios, miembros de la confederación, se consideraban afinar a los atenienses y retiraron su ejército. Por otro lado, entre los dos reyes partanos, Cleomenes y Demarato, existía una enemistad personal y, en consecuencia, Demarato se retiró. Pese al toque de los atenienses recibido por parte de los tebanos y de los eginetas, la ciudad de Latrica logró recuperarse sin problemas. Sin embargo, el problema se cesenía sobre los griegos, de tal forma que en el año 506, los persas de Leo I habían ocupado toda Anatolia, incluidas las colonias griegas de Jonia. Además, los persas estaban preparados para hacer... ...un acto de presencia en Grecia continental e invadir Tracia. El choque de disminuciones se desencadenaría en las guerras médicas a partir del año 499 a.C., cuando los jonios se rebelaron contra los persas solicitando la asistencia de los griegos en la Grecia continental. Bien, hasta aquí la sesión de hoy. En la siguiente clase abordaremos el tema de la Grecia clásica. Un saludo y espero en la siguiente clase.