¿Qué es la historia de las políticas? ¿Qué es la historia de las políticas y el imperio? Posicionalmente, podemos decir, basado como célula básica en esa ciudad-estado, más un poder superior que es el de Roma, pero todavía localizado en una ciudad-estado como es Roma, que tiene sus gobernadores y, de cierta forma, sus magistrados delegados en algunas zonas del territorio, divididas en ese concepto de provincias. Y también vimos un poco la ideología universalista que, en cierta forma, da refrendo a este nuevo imperio. Orden político. Este orden político, entendido como un orden que garantiza no sólo la seguridad de las fronteras de este territorio, sino también la estabilidad política interna, en ese concepto de paz romana, que no es simplemente estar libre de ataques bélicos externos, sino sobre todo la estabilidad política interna. Hay que entender, ya lo explicamos el anterior día, que el imperio nace precisamente de las cenizas de una república que había estado durante un periodo de práctica. Hace prácticamente 40 años en constantes guerras civiles y, por lo tanto, la ideología de la paz, esa paz romana del imperio como garante de esa estabilidad, tanto exterior como interior, va a ser muy importante. Y va a funcionar este modelo del imperio romano, va a funcionar sin demasiados problemas, va a ser un modelo político que tenga cierto éxito para administrar esa zona tan amplia que prácticamente cogía, bueno, buena parte de la Europa actual y prácticamente toda buena parte del Mediterráneo en esa época. Y va a funcionar, como digo, sin bastantes problemas hasta la época a la cual le vamos a dedicar ahora nuestra atención, que es el imperio tardío. ¿Qué sucede en el imperio tardío? Pues que se va a seguir también la época de Agustín y, como veremos, pues Agustín responde un poco precisamente, al igual que Cicero respondía a ese periodo de crisis de la república, que Aristóteles y Platón respondían a ese periodo de crisis de la ciudad-estado griega, la polis. Agustín igualmente, en su filosofía política, con el elemento innovador que va a suponer la reinterpretación cristiana que va a ser de la teoría política y filosófica de la antigüedad, pues va a ser también deudor de ese momento, ese momento de crisis, de decadencia de ese sistema imperial que durante siglos había conseguido, de cierta forma, exitosamente ganar. Y garantizar la seguridad y la estabilidad en ese territorio tan amplio del imperio. ¿Y cuáles son, básicamente, los aspectos de esta gran crisis que van a afectar al imperio y dentro de la cual, pues, en cierta forma, Agustín va a ser uno de sus observadores y de los que va a levantar un poco apta de esta situación? Básicamente, si vamos un poco a los elementos que habían dado y cimentado ese orden romano, básicamente lo que empieza ahora es... a entrar en decadencia, empezar a fallar uno tras otro. Por un lado, la ciudad-estado, que había servido de cierta forma de célula, de célula base, una célula base que, en cierta forma, como unidad mínima administrativa, libraba de mucho trabajo al sistema estatal romano, que no tenía que crear un funcionario amplio porque eran parte de las funciones administrativas y de gestión, eran cumplidas ya localmente por esa ciudad-estado o los distintos pueblos asimilados. O sea, esa condición de ciudad-estado, de quíbitas, en el vocabulario romano. Pues ahora la ciudad-estado empieza a entrar en decadencia, empieza a perder el papel que había tenido hasta esos momentos en el imperio, en la vida política y, sobre todo, en las oportunidades de promoción social, de promoción política que tenían las élites de esos momentos. Fundamentalmente, la ciudad seguía siendo, durante gran parte del imperio, una forma de ascender políticamente para las élites locales y, a partir de ello... ...podían ascender incluso a puestos en la administración imperial, incluso llegar al propio senado o a la corte imperial y ocupar puestos de poder. Ahora, de cierta forma, este papel de la ciudad, de paso más en el escalafón en el que van subiendo los notables romanos, deja de cumplir ese papel. Empiezan a perder, en cierta forma, las élites interés por la propia ciudad como institución. Un hecho curioso y precioso. Pero sintomático. Por ejemplo, en esta época, los edificios públicos dejan de repararse. Los edificios públicos que eran reparados por esas élites ciudadanas dejan de ser costeadas en reparaciones por los grandes magnates que, en esos momentos, formaban la élite local. En cambio, incluso empiezan a vivir fuera de la ciudad. Empiezan a retirarse a sus fastuosas villas en el campo, sus explotaciones agrarias, pero también con un sentido un poco de palacio. Palacio en el campo, separado de la vida urbana. Y, al mismo tiempo que se van generando todas esas villas rurales, las ciudades empiezan a entrar en decadencia. Los edificios no se reparan, las obras públicas no se llevan a cabo y, por lo tanto, hay una situación de decadencia. Y hay una cierta tendencia, sobre todo en Occidente del Imperio, a la ruralización. A que la población cada vez vaya más hacia el campo y la ciudad empieza a entrar un poco en un proceso de lenta, bastante decadencia. Digo en Occidente del Imperio porque, de hecho, el Oriente del Imperio, la parte oriental del Imperio, que incluso en estos momentos se va a dividir políticamente, el Imperio se va a subdividir en dos partes, el Imperio Romano de Oriente y el Imperio Romano de Occidente, pues la parte oriental va a sufrir menos ese proceso de desurbanización. Las ciudades en el Imperio Romano de Oriente, lo que luego será el Imperio Bizantino, van a seguir teniendo cierto protagonismo. Van a tener cierta pujanza y van a seguir, en cierta forma, estando, siendo centros importantes de la vida pública, de la vida social y de la vida económica. No va a haber una decadencia propiamente dicha de la ciudad, aunque haya, en cierta forma, ciertos problemas que también se hacen sentir allí. Y esta decadencia de la ciudad tiene, obviamente, si ya dijimos que, en cierta forma, la ciudad hacía de célula básica local, regional de la administración romana, va a tener un efecto muy claro en la administración del Imperio. Obligando a ese Imperio que, en cierta forma, había tenido una organización escasamente burocrática. Prácticamente no había lo que podríamos llamar funcionarios. Puede parecer paradójico que un Imperio tan extenso no llegara a tener una fuerte clase funcional. Como, por ejemplo, tenían imperios que nacen contemporáneamente al Imperio Romano. Por ejemplo, el Imperio Chino, que desde el principio empieza a ser una entidad fuertemente marcada por esa potente burocracia que se va a gestionar en el Imperio. Pero, en cambio, en el caso romano no ocurre esto porque, en cierta forma, las élites locales y la ciudad aliviaban ese aparato administrativo que, si no existiera, la ciudad-estado tendría que crearse. Y al desaparecer, o al menos entrar en decadencia, en estos momentos, la ciudad-estado, el Imperio Romano, la Organización Imperial Estatal, tiene que asumir esas competencias que ahora empieza a no cumplir la ciudad. Y para ello se ve la necesidad de una nueva organización. La necesidad de crear una burocracia, un personal burocrático y, además, tremendamente desarrollado y tremendamente complejo. Y que, además, se va a hacer en un periodo de tiempo bastante rápido. Prácticamente la tremenda estructura, la inmensa estructura burocrática que va a caracterizar el Imperio Romano tardío se crea a partir de la Reforma Diocleciana. Diocleciano crea prácticamente de la nada un sistema burocrático muy desarrollado con distintas categorías de funcionarios, distintos cargos, y tremendamente jerarquizado y complejo. Pero claro, para sostener este potente aparato burocrático hace falta, de cierta forma, una financiación. Y por lo tanto, hace falta subir la recaudación y, en cierta forma, meter más presión fiscal a las provincias del Imperio. Con lo cual, la presión fiscal se va a convertir en unos elementos que van a atenazar mucho la economía y la vida, incluso de la sociedad del Imperio Turco. El Imperio Tardío, que además en estos momentos sufre toda una serie de catástrofes asociadas. Hay una crisis económica, crisis económica más la presión que supone el aumento de los impuestos, pues va a generar un clima que va a dificultar la recuperación. Pero también hay plagas, como por ejemplo la famosa plaga de los Antoninos. Grandes pandemias que van a diezmar prácticamente buena parte de la población del Imperio. No tenemos... En el sector ciudadano no tenemos que hacernos demasiadas... Elucubraciones para entender los efectos que puede tener una pandemia generalizada en todo un sistema político, económico y de todo tipo. Pero al mismo tiempo también hay problemas políticos, hay una crisis política. Si el Imperio había, de cierta forma, sido el garante de las fronteras externas, de la paz exterior, pero también de la estabilidad interna, ahora deja ser el garante de estas dos cosas. El concepto de paz romana entra en crisis porque, de hecho, el Imperio, no es capaz de garantizar esta paz. No es capaz de garantizar esta paz exteriormente, porque ahora el Imperio se ve presionado por los ataques de distintos pueblos bárbaros, como por ejemplo los germanos, pero especialmente los hunos, que van a poner en jaque la capacidad de Roma para defender a la población que está dentro de las fronteras del Imperio. E igualmente, la propia estabilidad interna del Imperio se va a ver cuestionada por la propia vida política de Roma. Porque lo que va a caracterizar al Imperio tardío, básicamente, no es precisamente la estabilidad política, sino el retorno de ese clima constante de guerras civiles. Guerras civiles que van a estar marcadas, básicamente, por lo que se suele llamar las usurpaciones. Básicamente, ¿en qué consiste esto? Pues en que determinados hombres fuertes, sobre todo generales, van a dar golpes de estado intentando usurpar el trono imperial. Y muchas veces la propia sucesión al trono imperial va a estar guiada y motivada únicamente porque general tiene más tropas a su disposición, tiene más poder en su disposición y gana determinadas batallas para poder imponerse a sus rivales. Por lo tanto, el propio sistema de gobierno imperial, el propio trono imperial se convierte en un elemento de disputa y genera constantes guerras por la sucesión o por la posesión del trono imperial que van a prácticamente crear una inestabilidad. Una inestabilidad política absoluta durante todo el imperio tardío. A esto se une, como digo, la penetración de los grupos bárbaros. Grupos bárbaros que entran como enemigos atacando las fronteras del imperio pero que también entran dentro del propio ejército romano. Que deja de ser un ejército formado fundamentalmente por ciudadanos romanos aunque ya fuera un ejército profesional y empieza a ser un ejército cada vez más barbarizado, formado por estas tropas de bárbaros que o bien entran como soldados dentro del propio ejército romano, se alistan ellos mismos individualmente o bien entran en grupo, pueblos enteros, pueblos armados enteros como aliados, como federados dentro del propio ejército romano pero sirviendo bajo las órdenes de sus jefes con sus propias unidades y su propia, en cierta forma, independencia. Y estos pueblos bárbaros van a ser, que se incorporan en cierta forma como suplemento a las tropas del ejército romano propiamente dicho, van a ser un factor de inestabilidad también muy importante porque estos pueblos bárbaros van a ser utilizados por uno u otro candidato al trono imperial, por uno u otro emperador, por uno u otro usurpador pero al mismo tiempo a veces también van a primar sus propios intereses y se van a rebelar contra el poder romano que a veces no cumple las promesas que había hecho cuando les pidió tal emperador. o tal usurpador al trono que le ayudaran contra tal otro emperador o tal otro usurpador. Con lo cual muchas veces tendremos revueltas y fenómenos como por ejemplo el saqueo de Roma por los godos los godos que anteriormente habían ayudado a distintos emperadores romanos contra otros candidatos al trono imperial, otros pueblos bárbaros pues en un determinado momento, por una serie de circunstancias saquean la ciudad de Roma. La ciudad de Roma que en estos momentos ya no era la capital prácticamente no era donde estaba realmente la corte imperial pero seguía siendo en cierta forma formalmente la capital simbólica del imperio y destruir, saquear la ciudad de Roma pues va a ser un gran golpe psicológico en cierta forma para los propios romanos que van a ver en esto prácticamente además ya en un contexto cristiano pues casi ya uno de esos signos del fin de los tiempos en el cual ya ni siquiera la propia antigua capital, Roma pues queda libre y segura ante esto. Por lo tanto tenemos una situación de total inestabilidad prácticamente una tormenta perfecta en el que se dan la mano factores sociales, económicos inestabilidad política, militar, todo tipo de elementos que van a confluir y van a hacer que finalmente en esos dos últimos siglos del imperio siglo IV y siglo V como cierto asomo ya en la llamada crisis del siglo III de cierta forma va a ser el primer asomo de esa decadencia del imperio romano aunque no adquirirá este su carácter terminal precisamente hasta el siglo IV y V y que va a llevar finalmente a la disolución del propio imperio que ya termina siendo prácticamente una cáscara vacía en la cual el poder romano pues termina no ejerciendo ningún tipo de poder real termina siendo al final una marioneta de pueblos bárbaros que van ocupando distintas zonas del imperio y que van fragmentando la unidad imperial en distintos reinos los reinos bárbaros que luego darán lugar en la Edad Media muchas veces a esos nuevos estados que heredará la Edad Media como por ejemplo Francia, como por ejemplo el Imperio Alemán como por ejemplo otras unidades estatales que nacerán en estos momentos nacerán en estos momentos o que nacerán incluso a veces del colapso de las cenizas de estos reinos bárbaros como puede ser el caso del Reino Visigodo que desaparecerá pero aparecerán otros reinos en la Península Ibérica que en cierta forma irán cogiendo luego el relevo comunidades políticas importantes en la Península Ibérica el Reino de Castilla, el Reino de Portugal, el Reino de Navarra la Corona Aragonesa, toda una serie de identidades que luego aparecerán en cierta forma después del ocaso de este Reino Bárbaro de los Visigodos y este clima, este clima de prácticamente tormenta perfecta de situación en el que todo empieza a ir mal pues va a ser precisamente donde se va a localizar Agustín Agustín es un hijo de su tiempo y como tal va su pensamiento político reflejar en cierta forma la decepción, el sentimiento en cierta forma que tenían los romanos de estos momentos de cierta forma orfandad con respecto a lo que había sido en cierta forma su sostén en estos momentos que era el Imperio hay que entender que también en esta época ya hace varias generaciones que todos los habitantes del interior del Imperio son ciudadanos romanos se ha concedido la ciudadanía a todos los habitantes del Imperio por cara a cara eso había generado también pues un cierto plus de identidad romana en los habitantes del Imperio y en cierta forma este periodo de crisis va en cierta forma a romper los esquemas va a ser una ruptura de esa idea de romanidad que de cierta forma había dado una cierta identidad a los que vivían dentro de ese marco político que era el Imperio Romano y en cierta forma la vida de Agustín va a ser un poco un reflejo de esta época tardía Agustín nace en una zona apartada una provincia, una provincia... apartada como es el norte de África, tripolitana y va incluso a nacer en un contexto dentro de esta provincia un poco más periférico como es el de una pequeña aldea forma parte en cierta forma de una pequeña clase media rural y va a intentar ascender socialmente y ascender políticamente a través de una de las vías posibles en estos momentos para cualquier notable o joven ambicioso romano que es el servicio al Estado. Y va a hacer una carrera, en cierta forma, en la burocracia estatal convirtiéndose en maestro de retórica, maestro de retórica imperial. ¿Qué significaba esto? Pues básicamente que Agustín, como maestro de retórica imperial, pues llegaría, con este cargo de maestro de retórica imperial, sería preceptor, maestro en retórica y en filosofía, asociada retórica a una filosofía, del propio emperador, de la familia imperial. Es un cargo al que llegó, en cierta forma, gracias a una serie de contactos de patrocinadores miembros de la élite romana que le fueron facilitando el ascenso en este curso de honor imperial. Y durante un tiempo, Agustín vive en la propia Roma ejerciendo este cargo de maestro de retórica imperial pero después, por una serie de cuestiones personales y políticas ya digo que la situación en Roma era bastante inestable políticamente pero también por una serie de cuestiones personales de su propia forma de entender la religiosidad va a apartarse de esa vida, de esa vida pública, de esa vida... volcada, en cierta forma, en el servicio al imperio y va a adoptar una forma de vida centrada en la religión. Se va a convertir más decididamente al cristianismo si bien su madre ya era cristiana pues él, en cierta forma, tendrá unas relaciones durante su juventud un poco ambivalentes con respecto al cristianismo oficial formará parte, en determinados momentos, de sectas consideradas heréticas como los maniqueos, que luego abandonará y finalmente se convertirá en un cristiano ortodoxo per se y abrazará de hecho la vida religiosa. Y vuelve, en ese periodo de retiro un poco de la vida pública vuelve al norte de África y en su zona, en la zona en la que había nacido va a crear una comunidad molástica una zona rural apartada, de cierta forma, del mundanal ruido de la vida pública, de todo compromiso social y político a mayores viviendo simplemente una vida astética, de retórica, de religiosidad, etcétera, etcétera. va a tener un retiro monástico con una comunidad de monjes que, en cierta forma, pretenden acercarse a Dios y alejarse del mundo terrenal. No obstante, al poco tiempo Agustín va a ser llamado para ser obispo de Hipona. En estos momentos la iglesia todavía no era una organización demasiado estructurada. No era todavía esa organización claramente jerarquizada que veremos siglos después en la Edad Media y que poco a poco se irá estableciendo. Y era muy normal que los obispos fueran elegidos directamente de forma muy informal. Básicamente o bien se ofrecía el cargo de obispo a algún notable local que incluso a veces ni siquiera había sido consagrado previamente como religioso y que se consagra es profeso para ser ordenado obispo como podía haber sido el caso, por ejemplo, de Eusebio y de Cesarea. Y en otras posibilidades, otras opciones frecuentes en este período de la antigüedad tardía para llegar al cargo de obispo, era ser monje. Determinados monjes, determinados ascetas que tenían cierta fama de santidad por su vida piadosa a veces eran llamados para convertirse por ese prestigio, por esa casi aureola de santidad en líderes de comunidades religiosas cristianas, en obispos. Y eso es lo que le va a suceder a Agustín. Apartado allí en una aldea del interior del norte de África, que es el llamado a Ipona, que es una ciudad en cierta forma de mediano tamaño, no es Cartago, pero bueno, es una ciudad, en cierta forma tampoco es una muy pequeña ciudad. Y va por lo tanto a tener que reintegrarse en cierta forma a la vida pública, porque además en estos momentos los obispos, si bien son líderes religiosos, empiezan a cumplir ya informalmente un cierto papel de liderazgo dentro de las comunidades, en las cuales son pastores espirituales. ¿Qué quiere decir esto? Que en una ciudad como Ipona muchas veces era más influyente y tenía más peso político la palabra del obispo que la de los propios magistrados, de los propios funcionarios del poder romano. En cierta forma respondiendo a esa sensación de que el poder romano en cierta forma empezaba a dejar un poco de lado y no era capaz de garantizar la vida y la seguridad de sus súbditos, estos se van a volcar hacia esos líderes naturales que son los obispos dentro de estas comunidades. Entonces ese papel que van a tener los obispos es que poco a poco van a ir cogiendo. Muchas veces los propios obispos de ciudades, como por ejemplo el caso de Roma, cuando los Hunos intentan atacar Roma, el propio obispo de la ciudad, León, va a ser el propio, lo que luego se llama la papa, va a ser el que negocie con Atila precisamente la retirada, la retirada de los Hunos y consiga salvar la ciudad. Y el mismo papel en cierta forma va a adquirir de figura política destacada a Agustín dentro de la ciudad de Dipona y del territorio que se corresponde a esta ciudad-estado. Por lo tanto vuelve en cierta forma reintegrado a la fuerza, a la vida política a través de este cargo de obispo. No obstante mantendrá esta dualidad entre lo público y el apartarse del mundo ya que establecerá, de hecho trasladará a la comunidad monástica que había fundado al propio palacio imperial. Creará una especie de pequeño monasterio en el interior del palacio episcopal y allí seguirá haciendo vida ascéptica de monje como si no ocupara ningún cargo de importancia dentro de la iglesia del norte de África. Por lo tanto mantendrá esa dualidad entre la ciudad terrena y la ciudad espiritual que veremos un poco después. ¿Qué piensas en Agustín? Bueno, pues influencia obviamente y más por su formación como rector, como maestro de retórica, lo cual implicaba también, no solo una formación en lo que entenderíamos actualmente por retórica sino también una formación filosófica, una formación en las distintas escuelas y tendencias del pensamiento filosófico grecorromano que básicamente son las escuelas griegas. ¿Tanto? Tendrá influencias tanto del estoicismo, aunque muchas veces contradecirá elementos importantes del estoicismo, sobre todo el papel que daba la vida pública al estoicismo que en cierta forma será negado por la concepción un poco más ascética de Agustín. Recogerá elementos de Cicerón. Cicerón obviamente es un modelo de retórica pero también en cuanto de filósofo de adquisición estoica va a ser, en cierta forma iba a aportar algunos elementos a la propia concepción política, a las propias ideas políticas y filosóficas de Agustín. Y también el neoplatonismo. Neoplatonismo que es un movimiento filosófico que va a recuperar, en cierta forma, el legado platónico en la antigüedad tardía dándole un nuevo sesgo, enfatizando un poco la separación entre el mundo ideal y el mundo material y creando una... dicotomía más marcada entre ambos y añadiendo, además, un fuerte carácter sotioreológico de salvación del alma dentro de la filosofía platónica. Por lo cual, en cierta forma entronca... Entendréis que entroncaba bastante bien con religiones que tengan características de salvación como es el cristianismo que en estos momentos ya por otro lado es religión oficial. Es religión oficial, lo cual no quiere decir que no siga existiendo y se siga permitiendo, en cierta forma, la existencia de cultos paganos y de gente que mantiene... se mantiene dentro de la religión pagana tradicional. Bueno, hablamos un poco de esto así. Otra influencia, el maniqueísmo. El maniqueísmo, como dije, pues le va a influir en su juventud pero que luego él rechazará. Va a conservar de este maniqueísmo una cierta visión un poco tajante de separación dicotómica entre el bien y el mal entre lo material y lo espiritual pero al mismo tiempo marcando una separación cuando hablemos del tema de la acción humana la libertad humana con respecto a la doctrina a la doctrina propiamente maniquea. Por lo tanto, va a tener una influencia en cierta forma, un cierto pozo maniqueo en San Agustín, pero al mismo tiempo va a haber una serie de líneas en las cuales va a separar claramente su pensamiento de esta concepción maniquea. ¿Qué era el maniqueísmo? Pues básicamente, el maniqueísmo era una secta herética del cristianismo que había hecho un sincretismo entre el cristianismo y la religión persa el mazdeísmo. Y el mazdeísmo como característica a diferencia del cristianismo tenía una concepción profundamente dualista en la realidad. En el cristianismo se entendía que había un dios creador, que además era bueno y que había un antagonista que no actuaba en la creación que era el demonio, Satanás, el mal. En cambio, el mazdeísmo entendía que la creación era resultado de una dualidad entre dos principios el principio del bien, Aura Mazda, Dios pero por otro lado también estaba el principio del mal, Harimán el demonio en versión cristiana y ambos actuaban a la par en la creación. Uno creaba las cosas en cierta forma negativas, diabólicas y otro creaba las cosas positivas y benéficas. Uno creaba lo espiritual la parte espiritual de la realidad y otro creaba la parte material que inmediatamente se asocia como algo negativo de la realidad. Y por lo tanto constantemente había un enfrentamiento entre estos dos principios este principio maligno y este principio del bien en la realidad hasta el fin de los tiempos. Esta es la doctrina del maniqueísmo como veremos después Agustín va a marcar ciertas diferencias y ciertos matices que le van a apartar de esta concepción. Y básicamente como digo pues todo esto, todas estas influencias a la vez también tamizadas por su propia época. Todos los autores que vemos son en cierta forma hijos de su época y plantean su teoría de acuerdo con las circunstancias con el contexto, con la coyuntura con la propia mentalidad en este momento de esa decadencia que se siente como algo muy evidente de su época. Y resultado de esto, de la decadencia interna del imperio, del efecto traumático de esas invasiones bárbaras como por ejemplo el caso de la invasión de Roma en el 414 si no recuerdo mal van a influir mucho en la obra principal de Agustín bueno principal en el aspecto de teoría política que va a ser La ciudad de Dios. La Civitate Dei en la cual va a plantear por primera vez una filosofía de la historia la filosofía de la historia de cuño cristiano. Básicamente cuál es la intención inicial y por qué plantea esta filosofía de la historia Agustín. Porque tiene la necesidad de plantear una visión general de cómo evoluciona la historia de la humanidad desde su principio hasta su final basada en preceptos cristianos y en la forma de ver la vida de los cristianos. Pues básicamente como respuesta precisamente a esa decadencia del imperio tras el aldabonazo que había supuesto psicológicamente de cierta forma el saqueo de Roma por los godos en el 414 gran parte de los paganos que todavía quedan en el imperio gran parte de los intelectuales de formación filosófica grecorromana van a acusar de esta decadencia precisamente a ese papel que tiene el cristianismo dentro del imperio. El cristianismo ha sustituido a la religión tradicional, a la religión que ahora se empieza a denominar como pagana a la religión en cierta forma basada en esos principios de cumplir los cultos que se deben a los dioses para garantizar en cierta forma buenas relaciones con ese mundo divino y por lo tanto el hecho de que se han dejado de lado los cultos tradicionales, que no se sacrifique no se realicen las fiestas y las liturgias tradicionales del mundo griego y romano ha roto esa paz con los dioses, por lo tanto el cristianismo es el culpable de la decadencia del imperio e incluso ese hecho que muestra tan claramente ese malestar de los dioses como es el saqueo de Roma en el 414 incluso ni la propia capital ni la propia ciudad fundacional del imperio Roma ha quedado libre de ese castigo por apartarse de la religión tradicional y abrazar el cristianismo del imperio esto obviamente es un argumento que va a ser utilizado polémicamente por estos intelectuales paganos contra el cristianismo y ante esto Agustín se ve en la necesidad de responder y su respuesta precisamente va a ser la ciudad de Dios en la cual va a plantear esta filosofía de la historia en términos cristianos precisamente como respuesta y para contradecir esa visión los intelectuales paganos del cristianismo como causa y como motivo de la decadencia del imperio y de los males que sufría en esos momentos el imperio y para ello va a necesitar realizar una reformulación de la historia, de la historia de la humanidad desde el principio prácticamente desde la creación hasta el fin de los tiempos que obviamente está marcado por ese retorno de Jesucristo y ese juicio final y lo que ocurre entre esos dos puntos es en alfa y en vega pues va a ofrecer su interpretación Agustín en clave cristiana va a ser por lo tanto una historia teleológica, una historia que entiende la historia humana como orientada hacia un fin, todo lo que sucede en la historia, todos los acontecimientos todas las épocas todo responde a un último plan a un último fin que nos dirige en una dirección que es la de ese punto final de la historia y para ello necesita hacer una reformulación a su vez de la teoría política, necesita reformular la teoría política que ha heredado en cierta forma y que ha aprendido de ese mundo hueco romano adaptándola al cristianismo y planteando una síntesis que al mismo tiempo sea una interpretación universal de la historia y al mismo tiempo sea la nueva teoría política que en cierta forma dé un marchamo cristiano a ese pensamiento que hereda el mundo pagano y para ello va a tomar una teoría que estaba en Cicerón, la teoría de las dos ciudades, la teoría de las dos ciudades que en Cicerón, si recordamos un poco lo que hablamos el último día, se manifestaba de dos maneras por un lado, Cicerón aludía a que en el caso por ejemplo de un provincial, de un habitante de un núcleo provincial que ascendía a la condición de ciudadano romano, éste tenía dos ciudadanías Cicerón era ciudadano de la ciudad en la que había nacido, en el norte de Italia pero al mismo tiempo era también ciudadano de Roma por lo tanto tenía una doble ciudadanía pero también vinculado a esas teorías estoicas y hablando del derecho natural si recordáis uno de los textos que pusimos el otro día sobre el derecho natural en cuanto que sujeto al derecho natural, el ser humano también tiene una ciudadanía universal eso que los griegos llamaban cosmopolites, de ser ciudadanos del mundo, ser ciudadanos universales por encima de la ciudadanía particular esto en el contexto ciceroniano, en el contexto romano hasta esos momentos era aproblemático porque simplemente el imperio en cierta forma asumía con ese carácter universalista esa idea de cosmopolitismo lo que va a hacer Agustín por el contrario es desvincular estas dos esferas precisamente tomando el argumento de Cicerón entre la dicotomía entre lo universal y lo particular entre el derecho natural y el derecho positivo y la ciudadanía universal cosmopolítica y la ciudadanía particular va a plantear una divergencia en dos de estos ámbitos pero además reinterpretada pasada por el contexto cristiano ahora esta ciudadanía universal no va a ser ya la ciudadanía de un gobierno concreto de cierta forma, de una sociedad política abstracta sino que va a ser la ciudadanía espiritual, la ciudadanía que está vinculada únicamente a la comunidad de los creyentes por lo tanto va a haber dos ciudadanías va a haber la ciudad terrenal los estados, los imperios los gobiernos como se dan en la historia humana en una determinada época en un determinado lugar con unas determinadas leyes que van a ser siempre pasajeros, mutables y imperfectos por decirlo y por otro lado va a haber una comunidad espiritual, la ciudad de Dios que va a ser siempre lo universal donde va a haber perfección donde va a haber siempre justicia y este detalle de la justicia es importante porque solo en la comunidad espiritual se puede aspirar realmente a la justicia. En el mundo material en los gobiernos que se dan en el mundo material por lo tanto también en el imperio romano es imposible la justicia todo gobierno humano es siempre por definición injusto porque no puede equipararse al gobierno divino de esa comunidad divina bueno, esto es complejo difícil de explicar pero bueno dicotomía por un lado entre esa comunidad espiritual que es la comunidad espiritual para Agustín que es esa comunidad universal pues básicamente es la iglesia y la comunidad espiritual la iglesia no entendida como luego se entenderá ya con una organización jerarquizada definida por una serie de elementos con sacerdotes, laicos, con una jerarquía de obispos, papas no se define todavía, no definido como eso sino definido en los términos que nos define el evangelio la iglesia es simplemente la comunidad de los creyentes, la comunidad espiritual de los que están unidos espiritualmente por ser cristianos por ser como dice el evangelio hermanos en Cristo esa unión espiritual, esa iglesia que a veces se denomina en términos teológicos iglesia invisible por oposición a la iglesia visible como una estructura institucional que se desarrollará posteriormente esa es la idea de iglesia de comunidad espiritual, de ciudad de Dios que Agustín tiene en mente por contraposición la vida pública, el estado la política, todo lo que se da en el mundo en el mundo material y el propio imperio, por tanto responden a esa comunidad humana que nunca puede ser perfecta ni justa ni equipararse a esa comunidad por lo tanto se rompe esta analogía que existía entre el orden universal y universalizable y el orden particular y humano que establecían los estoicos planteando, por ejemplo en el caso de Cicerón que las leyes tenían que ajustar necesariamente a esos principios de ese derecho natural y universal porque si no, no serían leyes en cambio Agustín de una forma un poco más pesimista entiende que de hecho las leyes son a priori injustas y que por lo tanto no puede reflejar la justicia de esa ley divina a la cual los seres humanos no tienen acceso y es más haciendo un poco y continuando con esta metáfora de la ciudadanía divina Agustín entiende que el creyente ciudadano de la ciudad divina es en el mundo y su condición en este mundo material, en el mundo del imperio en el mundo de lo político en el mundo de lo público es la de un peregrinus si volvemos un poco al carácter que tenía el término peregrino en el derecho romano que significaba básicamente extranjero el que no tenía ni ciudadanía romana ni esa ciudadanía intermedia que era la ciudadanía latina y por lo tanto tenía el estatus de extranjero dentro del territorio romano pues Agustín va a recuperar este término peregrinos extranjeros para aludir a la condición del ser espiritual que en cierta forma se siente, está encerrado en ese mundo material en ese mundo corruptible, en ese mundo maligno e injusto por lo tanto el ser humano es un peregrino que en cierta forma es un extranjero con respecto a esa realidad, de cierta forma está tirando de esa dicotomía interior exterior espiritual material que tenían los estoicos pero estableciendo con ella no una unión y una reintegración en lo público sino más bien una ruptura con ese espacio público, con ese espacio político, en la cual de cierta forma se entiende que todo eso no tiene que ver de cierta forma no es reintegrable a esa condición de extranjero, de extraño que tiene el creyente en tanto que miembro de la comunidad divina por lo tanto como digo es una reformulación en términos estoicos pero negando la propia intención y finalidad que mostraba el estoicismo para reintegrar al sujeto en lo público lo que considera Agustín es que de hecho esta condición de peregrino condición de peregrino y veamos un poco también el carácter simbólico y metafórico que tiene este término en una época en que todos los habitantes del imperio son ciudadanos romanos Agustín recupera ese término casi caído en el olvido que es peregrino que es extranjero, que ahora prácticamente sólo se podría utilizar propiamente para los bárbaros, para los germanos que entran al imperio, que incluso es utilizado más el término bárbaro que incluso el propio término de peregrino extranjero. Además con este giro que le va a dar va a dar Agustín, el término peregrino empieza a coger el sentido que tiene actualmente un peregrino en cierta forma nuestra mentalidad es el que realiza una peregrinación, el que va de un sitio a otro sitio precisamente por una intencionalidad espiritual y básicamente así es como entiende Agustín la condición de ese ciudadano en una ciudad espiritual que está encerrado en este mundo de la ciudad mundana de lo material. El hombre durante su vida en cierta forma se comporta como un peregrino, como un extranjero que transita por este mundo sufre los males de este mundo en cierta forma en la espera de que esta vida acabe y que pueda llegar finalmente a ese punto de llegada que es la presencia de Dios una vez que ha cesado la vida y que entramos en el reino de los cielos. Por lo tanto, en cierta forma ya empieza a entender esta condición de extranjero como un viaje dentro de esa realidad material, temporal y perecedera que luego será, en cierta forma lo que dará lugar a ese sentido de peregrino como gente, persona que peregrina y realiza un viaje con sentido religioso que tendremos en nuestro vocabulario común Por lo tanto hay una profunda dualidad entre alma-mundo cuerpo-espíritu materia materia-espíritu en cierta forma deudora de ese neoplatonismo que enfatiza precisamente esta dicotomía dándole además un caíz soteriológico que pasa claramente con ese carácter soteriológico que tiene la doctrina cristiana y por lo tanto vemos muy claramente esas influencias Por lo tanto, como podemos apreciar hay una reformulación de elementos de la filosofía antigua, sobre todo del estoicismo y sobre todo de Cicerón pero dándoles un nuevo sentido que muchas veces contradice el sentido que sus propios autores antiguos habían dado a estas doctrinas igualando en este caso por ejemplo la ciudadanía universal, esa idea de cosmópolis a la iglesia, a la comunidad espiritual y desvinculándola por lo tanto de toda comunidad terrenal y por lo tanto de toda comunidad política y por lo tanto desvinculándola del imperio Si pensamos la historia en estos términos inmediatamente surge una serie de cuestiones a las cuales Agustín va a tener a sí mismo en esta obra La ciudad de Dios que responder. ¿Cuáles son estas cuestiones? Pues obviamente si separamos lo físico de lo espiritual y decimos que lo que se da en el mundo que lo que se da en la vida política que lo que se da en lo público que lo que se da en la realidad material nunca puede ser justo nunca puede haber un gobierno justo nunca puede haber leyes justas nunca puede haber un gobierno perfecto porque eso está reservado para el ámbito de lo divino de lo espiritual y también cómo garantizamos la legitimidad de ese poder político Ese poder político que a priori es visto como injusto, como imperfecto y como defectuoso Entonces, ¿cómo recupera la legitimidad y cómo define el carácter de este poder Agustín en términos de esta teoría de la historia? Pues básicamente esto lo obliga a reformular el problema del carácter del poder y asociado a esto, como digo de la legalidad y legitimidad del poder Ya que ningún gobierno en cierta forma va a ser perfecto, va a ser adecuado, va a ser justo ¿Cuál es el soporte precisamente del gobierno en sí? ¿Por qué la gente no puede rebelarse contra ese gobierno que en cierta forma a priori es un gobierno malévolo e injusto y creador de todo tipo de males? Pues básicamente y esto va a ser el centro del argumento Agustiniano es que ningún gobierno puede existir de hecho sin la quiescencia divina Ningún gobierno ya que Dios es omnipotente puede existir, de hecho si Dios no permite que exista Ningún gobierno tiene carácter universal El imperio no tiene un carácter universal, cosmopolítico no es un sistema bueno, no es un sistema justo pero no obstante Dios permite nos permite que exista este gobierno y podemos pensar ¿y por qué permite Dios la existencia de un gobierno que a priori es negativo, malvado, injusto y que tiene toda esta serie de problemas? Bueno vamos a ver primero como define Agustín el carácter de lo político, de la política y por lo tanto del gobierno la base en cierta forma y los elementos que considera en cierta forma universal esos elementos un poco que son la infraestructura, el fundamento de la política según Agustín son elementos negativos La vida política no está basada como pensaban Aristóteles, como pensaban Cicerón como pensaban los estoicos en elementos prosociales, en la amistad en la solidaridad en la colaboración, sino en elementos que no tienen nada de positivo la vida política está basada en las ambiciones personales en el deseo de poder en el deseo de poseer en la ambición y por lo tanto está basado en elementos que son defectos y que además en la mentalidad cristiana además son pecaminosos por lo tanto esas son las bases prepolíticas incluso de la vida política todas ellas defectos y pecados como por ejemplo la ambición, el poder, el deseo de dominio de riqueza, todo eso está en esa visión muy negativa de lo político y lo que empieza mal en cierta forma y motivado por estos deseos negativos obviamente tendrá un fin igualmente negativo Por lo tanto, inmediatamente esto da lugar a una serie de conflictos conflictos una realidad como es la realidad política basada en las ambiciones en el deseo de posesión en el deseo de poder inmediatamente va a generar conflictos conflictos que se van a materializar en enfrentamientos internos luchas por el poder entre distintas facciones entre distintos usurpadores del trono imperial vemos un poco la imagen con la época pero también se va a esterilizar en el afán de conquistar nuevos territorios cualquier tipo de gobierno cualquier tipo de ciudad-estado cualquier tipo de realidad estatal una vez que adquiere un cierto tamaño inmediatamente lo que casi de forma innata va a tender a expandirse militarmente y absorber nuevos territorios y por lo tanto a generar guerras y una inestabilidad en sus fronteras Inestabilidad en sus fronteras pero al mismo tiempo también inestabilidad interna guiada por ese carácter de la lucha por el poder por las ambiciones personales que nublan cualquier posibilidad política que dé un resultado bueno y además incluso aunque finalmente estas unidades políticas como había sucedido en el imperio romano se consoliden y controlen bajo este régimen de cierta forma opresor un gran territorio no suprimen en cierta forma toda una serie de motivos de disensión retoma un poco la idea de Aristóteles de que la ciudad era una diversidad aplica al contexto del imperio y por lo tanto el imperio será siempre una diversidad en la que habrá una diversidad de etnias, de lenguas de culturas y esta diversidad que nunca va a ser totalmente unificable ni siquiera con el concepto de romanidad va a generar inmediatamente conflictos conflictos entre provincias entre distintas regiones del imperio y por lo tanto va a dar lugar y va a favorecer precisamente ese clima de guerra civil constante por lo tanto el imperio no garantiza ni la paz exterior porque es un sistema a priori aunque haya dejado de expandirse militarmente Roma que está orientado hacia la guerra y que interiormente por ese carácter convulso que tiene la política tampoco garantiza la estabilidad la paz y una vida buena para sus habitantes y esto, tal y como lo define Martin, no lo puede conseguir el imperio romano ni cualquier tipo de gobierno humano precisamente por ese carácter imperfecto que tiene cualquier gobierno humano y que sólo podemos encontrar esa perfección más allá en ese reino que no es de este mundo que es el mundo de Dios el mundo divino ningún gobierno puede ser justo y además eso está incluso inscrito en la propia condición humana autores antiguos habían planteado la posibilidad de que en cierta forma que el ser humano tuviera naturaleza buena que era corrompida por la sociedad la visión de Agustín es muy distinta el ser humano es visto como esencialmente malo y esencialmente negativo y para ello va a tomar precisamente el argumento del texto bíblico que describe al ser humano como pecador por naturaleza el ser humano ha empezado la historia precisamente pecando con el pecado original contra la voluntad de Dios y por lo tanto el ser humano cuando nace todo ser humano cuando nace es por definición un pecador y va a tender instintivamente hacia el pecado y hacia el mal por lo tanto esos gobiernos desarrollados por el ser humano van a tender precisamente por esa naturaleza pecaminosa y negativa del ser humano a esos pecados que van a dar lugar a esa inestabilidad por lo tanto con esta visión tan negativa del ser humano como es posible en cierta forma la salvación como explicaremos ya dentro de un rato precisamente por la intervención casi in extremis de Dios que concede la salvación graciosamente y nunca mejor dicho al ser humano por lo tanto en el mundo nunca va a haber igualdad la ley siempre va a tratar a todos con desigualdad no va a haber justicia en la cual no tendremos nunca en esta realidad material ningún reflejo pues es exactamente esa realidad deseable y la ley humana nunca va a poder aproximarse a esa ley divina universal nunca va a haber ese reflejo en lo particular de lo universal que planteaban por ejemplo los estoicos y entonces con esta visión tan negativa del ser humano del gobierno de las posibilidades de las sociedades humanas para desarrollarse que justificación hay del gobierno como puede justificarse en cierta forma el gobierno y como incluso no puede basarse en esto una tentativa de subversión del orden político pues básicamente por un lado porque como dice Agustín todo gobierno es querido por Dios y por lo tanto si existe un determinado sistema de gobierno es porque Dios quiere que exista como Dios es omnipotente si Dios no quisiera que existiera no existiría pero si es querido por Dios será querido por algo por lo tanto Agustín plantea que incluso ese gobierno corrupto de la realidad humana negativa tiene una finalidad que es querida por Dios una finalidad dentro de ese plan oculto de Dios habíamos dicho que la historia en cierta forma tiene un carácter teológico hay una dirección en la cual todos los acontecimientos de la historia se dirigen desde el principio de los tiempos hasta el final y en cierta forma ese papel negativo que cumplen las formas de gobierno que van a darse en distintas épocas de la historia humana cumple un papel accidental de instrumentos inconscientes voluntad divina que va conduciendo entre bastidores, casi en forma de titiritero a los seres humanos hacia ese fin de la historia que está dirigida a ese fin que la voluntad divina busca y en este sentido la existencia del mal y la existencia de un mal gobierno va a tener justificación por ejemplo, por un lado en la existencia de un plan oculto de Dios que dirige hacia un fin a través de circunstancias de las cuales no podemos entender en estos momentos el sentido pero que en un futuro y al final de los tiempos se entenderá porque Dios ha permitido que ocurran todas estas cosas, porque ha permitido que se saque Roma, porque ha permitido que los bárbaros entren a sangre y fuego al imperio y porque ha permitido que haya plagas y toda serie de circunstancias y guerras civiles dentro del imperio y por otro lado también vuelve esa imagen del Antiguo Testamento de ese Dios juez de ese Dios que castiga a su pueblo que no es fiel a su religión y por lo tanto entiende que incluso esos males que está sufriendo el imperio pueden ser un castigo precisamente por la historia pasada de inequidad de pecado, de inmoralidad ya desde tiempos paganos del imperio romano y por lo tanto es cierta forma, es un castigo divino que está espiando los males pasados del imperio en el presente por lo tanto, todo gobierno es querido por Dios y todo gobierno es un instrumento necesario de la voluntad divina la vida política es por un lado una necesidad los seres humanos, aunque el ser humano en tanto que espiritualmente ciudadano de esa ciudad divina es peregrino, es extranjero de la realidad, pero no obstante está encerrado dentro de esa ciudadanía terrena también y por lo tanto va a tener necesidades materiales va a tener que comer, va a tener que vestirse va a tener que lidiar contra el resto de la realidad social, política, económica de su época y va a tener que solventar cuestiones prácticas y por lo tanto es necesario que existan entidades políticas que garanticen esas necesidades volvemos un poco a esa teoría utilitarista del Estado que habían criticado en cierta forma también aunque reconociéndole ciertos ciertos elementos, por ejemplo Aristóteles o Platón. Hay una necesidad accidental del Estado precisamente para que el ser humano sobreviva como tal tiene que haber formas de gobierno tiene que haber formas legales tiene que haber formas económicas que permitan al hombre subsistir y no extinguirse a la especie humana porque de hecho no puede haber esa dirección de la historia humana si no subsiste el propio hombre que en cierta forma tiene que sufrir y cumplir ese plan divino por lo tanto es un instrumento y es un fin necesario en cuanto que permite la existencia de la comunidad humana y la supervivencia de los seres humanos. Y por lo tanto no está justificado en ningún sentido la rebelión contra el poder establecido. El poder establecido está establecido por Dios y además es necesario precisamente para la supervivencia del ser humano de la sociedad y está dentro de ese plan divino por lo tanto no hay ninguna legitimidad del derecho a rebelarse contra ese orden. Por lo tanto ese orden es un orden que está cimentado en la propia voluntad, en lo propio que quiere Dios. Por lo tanto es perfectamente legítimo aunque sea un orden corrupto, pasajero imperfecto, injusto y que crea más males que otra cosa. Males que no obstante pues pueden entenderse como castigo como parte de ese plan divino oculto que de cierta forma justifica la necesidad de someterse con resignación cristiana a esos poderes injustos que dominan al al ser peregrino que está en tránsito en este mundo. Cuestiones por ejemplo sociales la existencia todavía en la antigüedad tardía de esclavos esclavos a los cuales el cristianismo recomendará a los amos que traten bien con un trato humanitario como buenos cristianos que son a sus esclavos pero al mismo tiempo recomendará a los esclavos que se sometan a las órdenes de su amo y que aun siendo injusto su amo acepten ese sufrimiento con resignación cristiana y en cierta forma mirando hacia ese mundo futuro en el cual el último como dice el evangelio será el primero y los primeros los primeros en este mundo los ricos los poderosos estarán los últimos en la fila y muchas veces terminarán condenados en las llamas del infierno. Por lo tanto soportar las penurias de este mundo en base a la esperanza una vida mejor en el otro mundo. Por lo tanto es una actúa como cierta forma con una ideología que legitima la situación política, económica y social y le da un sentido de resignación ante esa situación. El peregrino debe resignarse de sufrir el mal y la injusticia de este mundo porque a fin de cuentas debe de entender casi como a la manera de un filósofo estoico que todos los males que me acechan ese látigo del capataz que me azota y debo entenderlo casi como si no existiera y yo dentro de mi castillo interior como ciudadano que soy de la sociedad divina pues debo permanecer al margen y encontrar fuerzas en mi yo interior en mi yo interior y en la fe que tengo hacia Dios y sobrevivir en cierta forma afectar esas penas de esta vida tan dura que me ha tocado. Me ha tocado como parte del plan divino por otro lado porque todo lo que existe en la historia tanto individual como universal forma parte en cierta forma de ese plan divino al cual todos debemos someternos. Esto por lo tanto es una visión de la historia incluso del papel de la historia personal de cada uno de nosotros claramente marcada por la idea de providencia la idea de que Dios está constantemente actuando en la historia e incluso en la vida cotidiana de cada uno de los sujetos y marcando una determinada dirección a todo lo que sucede. Es una idea que podemos ver un poco entroncarla con lo que habíamos comentado de Cicero en el otro día esa idea estoica de un Dios que actúa constantemente en la realidad pero ahora con esa nueva orientación al dar este sentido teleológico a la realidad y a la propia historia y añadiendo ese horizonte soteriológico de salvación al final de cierta forma del camino del camino de la humanidad y del camino personal de cada uno que acaba en el momento. en el que muere y entra en el reino de los cielos o bien se condena. Por lo tanto hay una visión como digo teleológica a la humanidad y muy vinculada a esta idea de providencia idea de providencia que además está vinculada al problema de la libertad humana de la cuestión del libre albedrío o bien el determinismo de las acciones humanas el problema que va a plantear Agustín que de cierta forma va a ser un problema en la filosofía posterior es si el individuo es realmente libre tiene libre albedrío como defiende entre otros el cristianismo porque a fin de cuentas el individuo puede escoger entre el bien y el mal si puede escoger entonces es que tiene una cierta libertad de acción y cómo se ajusta esa libertad de acción del individuo al mismo tiempo con el carácter omnipotente de Dios porque si Dios es omnipotente no hay nada en la realidad ni siquiera la propia libertad del individuo que escape a la voluntad divina si los gobiernos humanos existen porque Dios acepta que existan por la voluntad divina las propias acciones del individuo aun siendo libres tienen que estar mediaticidas en cierta forma también por la propia voluntad del individuo por la propia voluntad de Dios porque el individuo no podría actuar en cierta forma contra la propia voluntad de Dios en cierta forma habría un límite interno en la propia capacidad de libertad y ahí está el problema de cómo armonizamos ese carácter del libre albedrío como libertad para decidir entre el bien y el mal el individuo tiene la posibilidad de escoger una cosa u otra idea que va a contradecir en cierta forma la doctrina de los maniqueos y aquí va a estar la diferencia de Agustín con respecto al maniqueísmo la idea de que el ser humano tiene el libre albedrío y por lo tanto puede escoger obrar bien, obrar mal, salvarse o condenarse pero al mismo tiempo bajo la idea de la predestinación la idea de que cuando el individuo escoge el bien o escoge el mal al final entre bastidores soterradamente está la voluntad de Dios que le dirige en su decisión hacia tomar una decisión o tomar otra por lo tanto el individuo conscientemente actúa conscientemente como libre decide una cosa u otra conscientemente pero inconscientemente está guiado por la providencia divina que determina que escoja una cosa u otra y esto da lugar a la llamada doctrina de la predestinación ¿qué significa la doctrina de la predestinación? pues básicamente que según Agustín hay determinados individuos que están predestinados desde su nacimiento incluso desde antes por un plan divino prácticamente eterno a salvarse o bien a condenarse a escoger el bien o a escoger el mal aunque actúen libre y conscientemente en un sentido u otro hay un plan que ya viene prefijado desde el principio de los tiempos hasta el final que va a decidir que tomen una decisión u otra por lo tanto es una visión que al mismo tiempo da una importancia a la capacidad de decisión humana pero también encubre un cierto determinismo dentro de la acción ¿qué significa la doctrina de la predestinación? esta predestinación y este papel de la providencia se da en la toma de decisiones entre el bien o el mal de un individuo concreto pero también como digo se da en la historia los gobiernos y por lo tanto las acciones individuales los acontecimientos los hechos casuales todo lo que ocurre en la realidad en cierta forma es instrumento de esa voluntad divina y está marcado por un plan prefijado precioso por esa providencia que actúa constantemente en la historia e incluso en la historia individual de todos los individuos bueno esto básicamente esa idea que tenemos definida un poco las bases de esa idea de Agustín y el germen de estas ideas que va a expresar en la ciudad de Dios van a formar en cierta forma el núcleo del que luego se llamará Agustinismo político que responde a en parte a esas ideas principales de Agustín separación entre lo espiritual y lo temporal pero al mismo tiempo también con esa visión dicotómica en que lo temporal siempre es inferior siempre es negativo por lo tanto nunca va a poderar su buen gobierno por ejemplo como comentamos pues en cierta forma va a recibir estas ideas de Agustín pero les va a dar un gran un sentido nuevo ¿sentido nuevo por qué? porque básicamente el contexto cambia Agustín está en el contexto de esa transición en ese imperio que está desapareciendo su visión muy negativa y su visión determinista en cierta forma de la historia responde a este carácter de esta decadencia del imperio pero el pensamiento de Agustín tiene continuidad posterior va a ser en cierta forma una de las bases del pensamiento político medieval y de la filosofía medieval y el contexto en el que se va a encontrar el pensamiento agustiniano en la Edad Media ya muerto Agustín va a ser otro totalmente distinto la iglesia va a pasar de ser una institución muy poco formalizada a ser una institución muy jerarquizada muy determinada con un cierto poder político incluso económico y todo eso va a dar un sesgo nuevo a ideas que estaban en Agustín que muchas veces se van a hacer evolucionar incluso en sentidos muy distintos incluso contradictorios con lo que había planteado Agustín básicamente cuáles van a ser los ejes de este agustinismo político que parte de Agustín y que le da otro sentido a su pensamiento van a justificar la autología temporal la autoridad temporal está justificada porque Dios quiere el orden social político económico que existe porque es la voluntad de Dios pero también va a dar una justificación de la autoridad política como de naturaleza divina la idea de que los gobernantes son gobernantes por la gracia de Dios en cierta forma aunque no presente claramente en Agustín va a ser utilizado Agustín para fundamentar la posteridad también va a ser utilizado curiosamente a pesar de esta separación tan radical que establecía Agustín entre lo temporal y lo espiritual va a servir sobre todo como veremos al hablar de la querella de las investiduras para intentar fundamentar una subvención una subordinación subordinación de lo político del poder temporal al poder espiritual y sobre todo de los estados muy claramente el caso del imperio del imperio medieval del imperio alemán saco el imperio romano germánico a la autoridad espiritual en este caso ya de una institución formalizada que es la iglesia y que será el papa pero eso lo veremos ya un poco más en detalle el próximo día y al mismo tiempo también este nuevo contexto va a ser es un contexto de políticamente muy distinto si Agustín todavía vivía un imperio en decadencia pero que todavía no existía todavía había un imperio occidente que ocupaba y que de cierta forma daba su sentido territorial al occidente europeo la época medieval va a ser una época en que esa gran unidad se va a ver fragmentada en un montón de reinos los renovados que luego van a dar lugar a los distintos estados que luego van a tener se formarán en la edad media y que incluso a veces tendrán continuidad en la edad moderna por lo tanto es un contexto en el que el poder político a diferencia de aquel del de Agustín va a estar fragmentado en la época de Agustín el poder político era el poder imperial en la época medieval la edad media los poderes políticos van a ser el poder del emperador Germano el poder del rey de Francia el poder de la monarquía castellana el poder de la monarquía lagonesa van a haber todas unas identidades políticas fragmentadas que van a tener su parte era de poder político pero no va a haber una unidad política que las unan por el contrario la iglesia sí que va a ser una institución que va a estar extendida por todo ese ámbito y que en cierta forma va a suplir el papel de elemento de unidad que políticamente ya no existe en ese contexto tan fragmentado en cierta forma el gran heredero en la época medieval del imperio del imperio romano va a ser la iglesia la iglesia católica que en cierta forma va a dar esa unidad unidad cultural unidad identitaria a través de ese término cristiandad a todo ese occidente que políticamente se encuentra fragmentado en distintos reinos en distintas entidades políticas y todo eso aderezado con toda una serie de cuestiones que veremos el próximo día al hablar ya de nuevo en otro periodo de conflicto de ese conflicto entre el papado y ese nuevo imperio que va a surgir que es el imperio alemán el sacro imperio romano germánico que si bien recupera el término imperio de época romana no es realmente lo mismo que había sido el imperio romano realmente es un reino cierta forma con ese título honorífico de imperio que cierta forma ya veremos los condicionantes que hay detrás de ese uso del término imperio y esa resurrección del título imperial en occidente pero bueno os hablaremos el próximo día un poco ya más en detalle y veremos un poco una introducción a la época medieval y veremos también cómo se va a generar ese conflicto esa guerra de las investiduras y ese conflicto entre el papado y el imperio que en cierta forma va a por primera vez socavar la primacía de este pensamiento del agustinismo político que durante buena parte de la edad media va a ser va a cimentar un poco el orden social e ideológico de este mundo medieval y que en cierta forma a través de ese conflicto entre el papado y el imperio pues va a empezar a encontrar sus pequeños puntos sus pequeñas fallas a partir de las cuales van a aparecer nuevos conceptos como por ejemplo la de separación entre lo público y entre la iglesia y el estado que luego veremos ya desarrollados en la edad moderna y que en cierta forma están en las bases de nuestro pensamiento occidental contemporáneo