Bueno, decíamos que en esta sesión vamos a... Ah, Paula. Paula pregunta dónde puede ver las grabaciones. Bueno, al final, cuando termine, os lo digo. Bueno, lo podemos comentar aquí por si alguien... Pero bueno, no es un sitio muy adecuado porque, total, si quieres ver las grabaciones, que te lo expliquen en una grabación, no te puede ser... no es muy útil después, ¿no? Pero sí, vamos, las grabaciones están disponibles en vuestro portal. Luego, al final, lo comentamos, Paula, contigo para no perder ahora ese tiempo, ¿vale? No me olvides, y no me lo recuerdes al final de la sesión. Bueno, vamos a ver. Muy breve. Vamos a trabajar en esta sesión dos cosas. Primero, ver unos ejercicios de escritura libre sobre argumentación tramposa, argumentación un poquito pirata, y vamos a modelar un ejercicio... Bueno, pues vamos a hacer entre todos cómo nos enfrentaríamos a un ejercicio de esta asignatura, ¿vale? Poco a poco. Con algunas herramientas y algunas técnicas para la lectura y para la escritura y tal que vamos a ir explorando, ¿vale? Y vamos a ir creando como un poco unas pautas de un método, ¿eh? Para que luego cuando vayamos a dar el examen tengamos método, ¿eh? Que es lo mejor que uno puede tener en esta vida cuando se enfrenta a cualquier trabajo. Método. Más que saber muchas cosas es tener estructura, método. Como tiene un electricista o como tiene un trabajador de cualquier ámbito que es profesional en lo suyo, tiene método. Se enfrentan las cosas, sigue unas pautas, tiene unos protocolos de actuación y no tiene miedo, ¿eh? Vale. Como un torero, vamos a ser como toreros, ¿eh? Cualquiera diría, oye, a mí me sueltan en una plaza de toros con un capote de estos rojos y tal y bueno, ya si te visten con esas pintas ya es que ya te cae la cara de vergüenza ya casi, ¿no? De decir, Dios mío. Pero sobre todo sale ese toro gigante resoplando que te viene a matar y tal y dices, bueno, pues los toreros son valientes pero también tienen método. Son profesionales, ¿eh? Están entrenados, saben lo que tienen que hacer. No están, ¿y qué hago, qué hago? No, ellos ya saben. Tienen que hacer. Son profesionales de lo suyo, ¿eh? Pues nosotros vamos a ser profesionales de la escritura y de la lectura, ¿vale? ¿De acuerdo? Créetelo, ¿eh? Porque va a ser así. Bien, vamos allá. Solo un vistazo rápido por las cartas. En las cartas, ¿qué pasaba con las cartas? Yo os digo, no todos, no todos, eh, eh, eh, eh, tuvieron, recurrieron a falacias argumentales como las que veíamos el otro día, ¿eh? Muchos os confiasteis solo en una escritura como muy creativa y muy, y como con mucha ilusión en lo que decíais, ¿no? Adornando mucho la propuesta, ¿no? ¿De acuerdo? Es que la idea era convencer, ¿no? Convencer a nuestra pareja, a nuestras personas con las que vamos a viajar, convencerles de que vamos a hacer un viaje que no les apetece mucho y a nosotros sí, ¿no? Por eso. Ahí teníamos esa argumentación tramposa, ¿no? Tenemos que convencerles, incluso echando mano de argucias, ¿eh? Y estrategias más argumentativas que a lo mejor no son de todo honestas, pero bueno, oye, ¿no? Era un ejercicio, ¿vale? Entonces, algunos sí habéis utilizado este tipo de falacias argumentativas, pero otros, en cambio, habéis hecho unas cartas súper chulas y súper interesantes y divertidas, además, ¿eh? Por ejemplo, pienso la de Jesús, que no me doy tiempo a contestarla, pero... Mira, la de Jesús está aquí al final, porque como llegó... A lo mejor hoy por la mañana, ¿no? Jesús o qué, o ayer, ayer por la noche. La vi muy tarde y no me dio tiempo de escribirle nada, pero está muy bien porque Jesús se va con su pareja, que le apetece ir a un viaje así de pareja, ¿no? Es como profundizar... Bueno, efectivamente, el personaje, el protagonista de esta carta, ¿no? Profundizar en nuestra relación, conocernos mejor, bueno, todo ese viaje. Y acaba siendo un viaje en el que va toda la tropa, la familia de este personaje, su madre, la cuidadora de su madre, que está mayor y enferma, pero los sobrinos, que son dos... Claro, claro, claro, claro. Está genial, ¿no? Entonces, aquí hay un montón de argumentaciones, o sea, de matices que van complicando mucho, ¿no? Pero al mismo tiempo, bueno, generan... Es decir, bueno, vamos o no, ¿no? No se sabe muy bien si este personaje lo que quiere es no ir, ¿no? Entonces, coloca todas estas cosas ahí... Como diciendo, bueno, entonces, ¿qué? ¿Vamos de viaje con todos estos o no vamos, no? O si lo que quiere realmente es convencer a su pareja de ir con toda la tropa a pasar unos días, en vez de a la playa y a Canarias, a la montaña en una casita con el fuego encendido y los chorizos y tal. Pero fijaros, mira, yo, por ejemplo, la primera... Dolores... No, perdón, esta es una que venía de la... La primera es Begoña. Fijaros, Begoña, que estás aquí, ¿verdad, Begoña? Sí, te vi antes por aquí, ¿no? Sí. Mirad el ejercicio de Begoña, lo voy a compartir la pantalla ahora, ¿eh? Para que veamos el ejercicio de Begoña, porque, por ejemplo, el ejercicio de Begoña está genial, ¿no? Incluso ella identifica el... La falacia argumentativa que utiliza, ¿eh? Este argumento ad vaculum, ¿os acordáis, no? ¡Qué ilusión! Sí, pues mira, es verdad. El argumento ad vaculum es muy típico, lo utilizo yo. Lo utilizáis en varias cartas, ¿eh? Es un poco el chantaje, ¿no? Vale, por decirlo de alguna manera. Es decir, no es un argumento verdadero, ¿eh? Basado en una razón de verdad, sino es un argumento tramposo, porque lo que hace es un chantaje. Es decir, lo hace Vanessa totalmente en su carta y muchos de vosotros queréis decir... No me dirías que no, ¿no? O sea, a ver, esto me hace muchísima ilusión, esto es maravilloso. Esto, o sea, ya... Es como un chantaje emocional, ¿no? Es decir... O sea, no... Ya te pones de tal manera la carta que dices, bueno, sí. El que te contesta, si te contesta que no, es como que te está diciendo, bueno, nos tenemos que divorciar o... Porque te voy a dar una desilusión terrible porque ya me has dicho tantas cosas, ¿no? Pero lo de Begoña ya es mucho más específico. Fijaos. Me encantan vuestras propuestas, chicos. Pero no sé si os habéis fijado. Y ella les empieza a decir cuánto, cómo son de amigos, ¿no? Es decir, lo maravilloso que hemos vivido juntos, donde nuestra amistad se ha forjado, cada día más. Todos nos conocemos mucho, nuestras virtudes, nuestras limitaciones y tal. Y yo, tal. Por eso... Mirad, ¿eh? Ahí viene el bastón levantado, ¿eh? Dice... Como me conocéis perfectamente, sabéis que me alegro un montón de haber sido el Nexo de Unión entre todos vosotros, presentándoos nosotros, ¿eh? Uno, sois amigos gracias a mí. Y sé que valoráis mucho mi amistad y mi criterio. Hasta el punto de que si os propongo ir a París... Sé que aceptaréis. Ya sabéis que yo el término amistad... Lo valoro mucho, ¿eh? Y no se lo ofrezco a cualquiera, ¿vale? O sea, todo esto son sutilmente amenazas, una detrás de otra, todas seguidas, ¿no? Para decir, bueno, y yo si os digo a París, sé que os encantará y aceptaréis, todos encantados, y ya. Perfecto, ¿no? Es un... Es una argumentación trampulleira y chantajista, que está muy bien, ¿no? ¿Qué no? No ves, ¿no? Es una... Es un juego, ¿no? Es un poco corto. Sí, sí, pero bueno, este... Pero habíamos dicho que tenía que ser un... Sí, este es... Sí, a ver, este es un ejercicio que podría ser más o menos corto, da igual, ¿no? Pero sí, es un poco corto, pero bueno, yo creo que el ejercicio de introducir una argumentación tramposa está, ¿no? Está muy clarito. Vanessa, vale... Os he cuidado, os he escuchado, os he ayudado, os he cumplido los deseos con amor, dedicación... Sin quejarme, sin rechistar. Por eso, estoy segura... ¿Veis? Esto ya está aquí. Esto es el ad vaculum, que significa con un báculo, con un bastón, con un garrote, ¿no? Entonces, este es el garrote de Vanessa, ¿no? Lo pone... Lo coloca en la puerta de la carta, ¿no? Por eso, estoy segura de que no pondréis objeción a la propuesta estival y tal. Y entonces, ya sé la detalla, que es... Tengo intolerancia al sol. Me encanta que llueva. Me viene muy bien la piel, tal, tal... Han dicho en la tele, aquí están estos dos argumentos así de... Se dice, ¿eh? Han dicho en la tele... Que todos los demás destinos puede que estén... Otra falacia argumentativa, ¿no? O sea, han dicho que puede que estén. Fíjate tú... Pero bueno, lo dejo caer, ya está ahí. Y claro, ya sabéis lo que pasa. Suben los precios. Otra falacia argumentativa, ¿no? ¿Sí o no? Porque... O sea, a ver. Bueno. Si todos están llenos, efectivamente la oferta y la demanda probablemente está. Pero es que todo esto es una sucesión de atrapalladas que ella se está inventando y las deja caer así y ahí están, ¿no? ¿Os imagináis en cuánto nos pueden salir un par de refrescos? Venga. Echarle imaginación ya. Porque esto ya... O sea, ya vamos a... Dios, no. Pues según dice un estudio, pues 20, 30 euros. Un estudio. ¿Sabes? ¿Qué es eso de un estudio? Según dice un estudio. Claro, pues esto es falacia pura. Pero esto no suena muy real. Esto pasa todos los días, ¿no? Se dice que tal... Dice un estudio. ¿Cómo que un estudio? ¿Qué es eso de un estudio? ¿Qué lo hizo un aficionado a los estudios o qué? ¿Qué es eso? Pero suena bien, ¿no? Y sin tapa. Sin tapa, familia. En Galicia pedimos un vaso de agua para compartir y ya cenamos los tres. Ahí tienes. Otra falacia argumentativa del libro. La exageración ya, ¿no? Se le va a dar el éxito de potencia. Que en Galicia se sirven buenas tapas con la nata es muy típico. No en todos los sitios de Galicia, pero... Que te tomes un vaso de agua y cenen tres ya es un poquito barato y ecológico. Y al hilo de esto, he oído que tienen una gastronomía muy variada. Podemos ir a cenar un tablao flamenco. Fíjate, que es muy típico aquí en Galicia. Y ya de paso mezclarnos con su cultura. El flamenco, ¿eh? El flamenco de Galicia, etcétera. O sea, aquí vamos en un párrafo solo, ¿eh? Hay de todo, ¿no? Y sigue, ¿eh? Además, ¿cuándo habéis propuesto vosotros un viaje, eh? Nunca. Pero bueno, es que la verdad, lo que propongo yo siempre y al final siempre es genial, ¿no? Pues esto igual, ¿no? Eso es muy tal. Quedamos así entonces, ¿eh? Ya ella misma digamos que hace toda la recomendación, la vota, ¿eh? Gana la votación. Decide y etcétera. Ya la carta ya no es una pregunta, es una afirmación concreta y punta, ¿no? Vamos. Y seguimos, ¿eh? Es muy probable, altamente probable, que aprendamos a hablar gallego. Según tengo entendido, si a los gallegos no les sabes ese idioma, no te entienden. Claro, no te hacen caso. Emilia, o volvemos delgados o bilingües, ¿eh? Porque claro, o si no te hacen caso no comes, pues al final la necesidad nos va a hacer bilingües, vamos, en unas vacaciones, ¿eh? Y además llegaremos antes que nadie porque ellos al no saber si suben o bajan pues rara vez llegan a ninguna parte, ¿eh? Tópicos, esas ideas, ¿no? De... Que todo el mundo baraja, ¿no? Y tal. Todos son ventajas. Seremos los primeros, ¿eh? De plan, no tiene fisuras, ¿eh? Bueno. Bueno, bueno. Una conocida. La amiga de la prima de una conocida mía que se llama Laura me lo recomendó, ¿eh? Genial, ¿no? ¿Eh? Es como se dice, ¿qué? En un estudio. La amiga de una prima de... Se llama Laura. Bueno, pues ahora... Y ya. ¿Y eso qué? ¿No? Bueno, pues queda bien, ¿no? Ya nos dice, no, no, me lo recomendó. Un pueblo exclusivo, ¿eh? Se llama tal. Esta chica es aquella... Estudió un año veterinaria en Lugo y según parece comentó que en el caurel hay muy buenas señal wifi. Sí, vamos, especialmente señal wifi en el caurel es muy buena y que está a un paso de todo. Esto sí, ¿eh? El caurel dice... Está a mano de todo ahí por autopista, ¿eh? Para nada que nos levantemos temprano, pues ahora en la playa, ¿eh? Ya puedo sentir la tranquilidad. Casi puedo oler a mar. Esto es buenísimo, ¿no? ¿Eh? Desde el caurel sobre todo ya poniéndose en esa situación, ¿eh? Vale. He puesto tanto amor en esta carta que estoy segura de que podéis notar mi abrazo. Sí, mi abrazo, mi llave de jiu-jitsu más bien, ¿eh? Con él me despido, deseando con impaciencia a que llegue el día. Buenísima, ¿no? Oye, Vanessa, una pregunta para esta última frase. Con él me despido. ¿Crees que esto debería llevar un acento gráfico tilde él o no? Tú crees que no porque no lo has puesto, pero pensándolo bien... Sí, después de la última frase. ¿Por qué? Eh... Porque... Eh... Sustituyo al nombre, ¿no? ¿A qué nombre? Claro. Eh... Claro, esto es morfología. Como queréis hablar de morfología, hablamos un poco, ¿no? Es que lo acabo de ver y digo, oye, bueno, hablamos de morfología. ¿Por qué llevaría tilde este él? Claro. Es un pronombre, ¿no? Pero... Pero bueno, ¿y qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué sea un pronombre? O sea, él no llevaría tilde... Él no lleva tilde en general normalmente porque es una palabra de una sílaba solo que no... Las palabras monosílabas no llevan tilde porque no hace falta, ¿no? ¿Cuál va a ser la sílaba que se acentúa en una palabra de una sílaba? Pues esa. No hay duda, no hay... Porque nunca... Las monosílabas no tienen tilde por naturaleza, ¿no? La tilde nos sirve para ver dónde hacemos más... Si no conoces una palabra, saber pronunciarla, ¿no? Pero en una palabra que solo tiene una sílaba, evidentemente no nos hace falta saber cuál es la sílaba que se pronuncia más fuerte porque... Solo hay una, no hay duda. Pero a veces los monosílabas llevan tilde, ¿por qué? Para distinguirlo de otra palabra que igual, pero que es otra palabra distinta, ¿no? Él es una palabra, una pequeña partícula, una palabrita, que puede ser un pronombre pero también puede ser un artículo. Puede ser una... Cuando él está delante de un nombre y lo acompaña, lo presenta, ¿no? El teléfono... El teléfono es él, no es igual que este él. Este él... Esto... Una... Por sí solo tiene su significado, ¿no? Es un pronombre, no es un artículo. No acompaña... No está delante de un nombre presentándolo diciendo que es masculino, singular, ¿no? Que es lo que dice él. Él... Cuando tú pones él delante de un sustantivo, lo que indicas es que es un sustantivo masculino y singular. Es uno y masculino. Y además, indicas algo más. Indicas que lo conoces de algo. Fijaos, ¿eh? La diferencia entre un teléfono... Y el teléfono... Es un matiz pequeño. Esto es lo bonito de la morfología, ¿eh? Pensad. ¿Qué diferencia hay entre decir un teléfono o decir el teléfono? Sí, claro. Más que que esté cerca, como dices tú, Jolly, es que lo conoces. O sea, cuando tú dices el teléfono, estás hablando de algo que ya sabes de qué hablas, ¿no? En cambio, cuando dices un teléfono, pues estás hablando, bueno, pues de algo general. ¿No? Un teléfono es cualquier teléfono. Pero si yo digo el teléfono, el teléfono no es cualquier teléfono. Es... En el contexto en el que yo esté hablando, yo estoy hablando de algo que conozco. Por eso digo el teléfono. No digo uno, sino él. ¿Entendéis la diferencia entre un...? Esa es la diferencia entre un artículo indeterminado general, un, una, unos, unas, y un determinante. El, la, los, las. Es una diferencia muy pequeña, pero es una diferencia muy interesante. Es como que el determinante determina mucho más, actualiza mucho más al nombre y lo identifica mejor. Como pasa con otros determinantes como mi teléfono posesivo. Ya dice... No solo dice que es un teléfono que conozco, sino que es mío. O... No sé. Un teléfono cuando es un numeral o dos teléfonos o tres. Ya indica un número o un orden o cosas, ¿no? Entonces, aquí lo que pasa es que el no es un determinante, es un pronombre. Es en sí mismo un nombre. No es un nombre. Es una palabra que funciona como un nombre en esta frase. Se refiere siempre a un nombre que está antes. Que nosotros ya hemos leído, ya hemos visto. Los pronombres están, digamos, refiriéndose a... Son referenciales, ¿no? Siempre se refieren a nombres, a sustantivos, a ideas, a tal... Sí. Lo pueden... Puedes decirlo así. Sí. Lo sustituyen o simplemente los utilizas porque no quieres estar repitiendo la misma palabra continuamente. Entonces, son... Los pronombres son como asumen el significado de otras palabras en las frases. Entonces, cuando él es un pronombre le ponemos tilde. Y cuando no lo es, cuando es un determinante que es la mayor parte de las veces, pues no lo lleva. Esas tildes diacríticas siempre... Se suelen poner la tilde en la función de esa palabra más potente. Un pronombre que es un verbo. En cambio, cuando es un determinante, un artículo o una preposición que son mucho más frecuentes y mucho menos importantes en las frases, no lo llaman tilde. Eso que se llama tilde diacrítica no es una tilde que indique acento. Indica... Sirve como de marca de diferencia para diferenciar algunas palabras. Es muy fácil porque hay muy poquitas, ¿eh? Al conjunto del lenguaje hay muy poquitas tildes de estas. Vale. Que surgen muy a menudo y las vamos a entender perfectamente. Vale. Bueno, mirad. Morfología interesante, ¿eh? Me gusta lo de un teléfono, el teléfono. Matices mínimos de actualización, ¿eh? No, claro. No, no. Es un determinante. El o la. La botella. No sabes. Pero es lo mismo, ¿no? Es decir, una botella es... Una referencia que hago a botella, que bueno, puede ser una cualquiera, pero si digo la botella... No sé qué botella me refiero, pero seguro que a una que yo ya conozco. Por eso digo la botella. En cambio, lo que decía Jolly de que está más cerca o más lejos, eso es lo que se llaman los demostrativos, ¿no? Dices... Esta botella. Será la botella que sea, pero está cerca de mí, ¿no? Esta. Si digo esta, es que está por aquí no muy lejos. Si está un poco más lejos, ya digo esa. Y si está muy lejos, ya digo aquella. Y no solo en el espacio, ¿eh? También en el tiempo, ¿no? Aquella botella. Podemos estar hablando de una que hace años nos bebimos juntos, ¿no? No solo que esté lejos en la habitación o en el lugar, sino también puede ser un lejos temporal, ¿no? Son matices pequeños, pero es bonito estudiar esto. Bueno, bueno, bueno, bueno, bueno. Fijaros. ¿Qué le decía yo a nuestra compañera Esther, que tan trabajadora y que hace cosas tan chulas, eh? Yo le decía a Esther, por ejemplo... Ah, bueno. Esther decía... Le decía a Vanessa. No forma parte de su familia. Si no ya, vamos, ya casi me convencía de ir al caurel yo también, ¿no? Pero Esther hizo un trabajo... Vamos a ver. Está muy bien aquí, ¿no? A ver qué os parece este plan. Como dice el dicho, Dios, o en este caso yo, propone y vosotros decidís. Escapada económica y saludable. Vayamos a la Galicia profunda, donde no solo es económico, sino también beneficioso para la salud. ¿Por qué es económico? Pues porque al tratarse de un lugar cercano no requiere mucho gasto. Yendo por la mañana, regresa. Regresando por la tarde, tal. Fijaos. Yo le decía a Esther, eh... Si lo leéis todo, a diferencia de los otros que hemos leído, aquí Esther es demasiado honesta. No hace trampa, ¿eh? Es ella con esa forma de ser que tiene, ¿no? Tan natural y tan honesta en las cosas cuando las dice. Ella no es capaz de hacer trampa. No puede, ¿eh? Entonces lo que hace es dar un montón de argumentos. Y está muy bien. Argumenta todo. Pero son argumentos honestos, de verdad. No son tramposos. Ella no hace nada de trampa, ¿no? Dice, con la ropa, mejor imposible. Llevas un chándal, pantalones... Pero son cosas que son verdad. Quiero decir, son argumentos de verdad. No son tramposos. A lo mejor un poquito exagerados o algo, pero... Entonces yo le decía a Esther... Yo le decía... Tu propuesta está bien, pero... Pero tal, ¿no? Pero no convence, ¿eh? Imaginemos que no convence, por ejemplo, a tu pareja, a tu familia... Bueno, con las personas que quieras ir. Imaginemos que su respuesta sea así. Y yo, bueno, pues me ponía una respuesta de decir... No nos apetece, ¿no? Vale. Hay que contestarle a Esther. Hay que contraatacar. Utiliza tu arsenal de argumentos tramposos. Convénceles. Miente. Engaña. Tergiversa. Chantajea. Pero Esther volvió... Y le volvió a pasar lo mismo otra vez. Volvía a hacer argumentos, de verdad, esta vez negativos, ¿no? Decía, pero ¿cómo a Islandia? No quiero ir a Islandia porque hace mucho frío. Hay volcanes, podemos tener erupciones, tal... Pero espero que el examen no cambie su formato. Porque si no, bien es cierto que este curso no es para mí. Este ejercicio no. Yo no puedo engañar. Está muy bien porque lo intentó por segunda vez, pero no puede, ¿eh? Ella siempre tiene que ser honesta y dice... Yo discuto, argumento, pero tal... Bueno, pues está bien. Esto es un juego, ¿eh? Es decir, no es otra cosa, ¿vale? Bueno, hay muchos ejercicios muy chulos, ¿eh? Ya os contesto a todos por ahí. La verdad es que, bueno, eso era un ejercicio para ir entrando en la materia de lo que es argumentar, ¿vale? Porque a nosotros lo que nos interesa es practicar la argumentación, ¿eh? No solo la opinión por sí misma, sino la opinión que se apoya en razones. En fundamento, es decir, que se apoya en razonamientos, en argumentos, ¿no? En datos, pero también en datos que se utilizan para elaborar argumentos. O sea, para elaborar por qués. Lo que decimos tiene un porqué, ¿vale? Esa es la calidad de nuestro ejercicio tercero. El tercero va a ser la calidad de nuestros argumentos, ¿vale? Entonces, nada más que eso. Un ejercicio para divertirnos un poco y argumentar. Al ejercicio tercero de nuestro examen. Nuestro examen de la asignatura tiene tres ejercicios. Resumen, tema y comentario crítico. Y el comentario crítico es básicamente un texto en el que tenemos que argumentar. Tenemos que explicar qué nos parece el texto, qué opinamos. Y esas opiniones al final son cosas que decimos y tenemos que explicar el porqué las decimos. Eso es a lo que me refiero, ¿vale? Bueno, entonces vamos a... Veis, claro, cuando un sustituto es instantivo, un teléfono es algo lejano. La morfología es este, digamos, arte de estudiar las palabras. Cómo están formadas, ¿no? Qué tipo de palabras son, por qué tienen esa forma, por qué son así, cómo se colocan, ¿no? ¿Vale? Qué función realizan cuando armamos un texto y una frase, ¿no? Es muy interesante la morfología, ¿eh? No nada aburrida, ¿eh? Es como una ciencia muy chula, ¿eh? Vamos a ver algo más de morfología enfrentándonos a un texto juntos, ¿vale? Con esa técnica de modelado que os decía al principio. ¿Vale? Modelamos, ¿eh? Es decir, vamos a hacer un ejercicio como si compartiéramos nuestros cerebros en un tejido neuronal común entre los que estamos aquí y los que estáis en casa. Abrid vuestras mentes, dejad llegar nuestro señal, ¿eh? Nuestras neuronas se conectan con las vuestras en una única neurona gigante. ¿Eh? Si a alguien le duele o nota mareos o algo así, ¿aún tengo tiempo de hacer una carta y ponerla en el hilo de respuestas? Claro, por supuesto que sí. Claro que sí. Adelante, ¿eh? Con calva. Yo cuando la vea, la contesto, ¿eh? Eh... Pero bueno, cuidado, que se me soltaba la neurona del tejido neuronal común. Todos conectados vamos a enfrentarnos al ejercicio que nos proponen desde Madrid, desde la sede central, un texto nuevo para ver. Resumen. Este es el texto. Bueno, este sigue por aquí. Sigue después, ¿eh? Vale. Vamos a leerlo juntos. Vale. Imaginemos que estamos en nuestra prueba de examen y nos vamos a enfrentar a este texto. ¿Veis el texto? Que empieza aquí, sigue... No es un texto muy largo, acaba ahí. ¿Veis? Los textos que nos van a poner van a ser parecidos, un poquito quizá más largos que este. Pero, cuidado. Que un texto sea más o menos breve no es sinónimo de que sea más o menos difícil. ¿Vale? La brevedad no implica sencillez. ¿Eh? Vale, a veces un texto breve puede resultar un poco más lioso que uno largo. ¿Entendéis lo que me refiero? No... Porque sea poco texto no os parezca que va a ser más fácil, ¿eh? Puede ser... En general van a ser fácil todos, ¿eh? O sea, no quiero decir con eso que haya que asustarse de nada, pero bueno. Vamos a leerlo. ¿Qué haríamos para empezar? Nuestro método tiene varios pasos. Y el primer paso es... Lo primero que hay que hacer es una lectura como la haríamos en el periódico tomándonos un café en una cafetería, ¿vale? Que encuentras una columna y te apetece leerla. O en el teléfono o lo que sea. ¿Vale? O sea, una lectura primera así de pasada, tranquila, reposada, intentando disfrutar el texto y entenderlo. Pero sin más. Sin detenerse demasiado. Por lo tanto, haremos esto. Ahora. Juntos. Lo leo en alto por si alguno no lo ve bien en la pantalla o lo que sea. Robert Walser murió solo porque Carl Schillig, quien había prometido dar un paseo con él... Fíjate, este él, ¿no ves? Es el pronombre él, ¿no? Con él. ¿Con quién? Con el que mencionan antes, ¿no? Siempre es una referencia. Los pronombres tienen una función referencial, es lo que se dice en lengua. Referencial. Porque siempre se refieren a algo anterior. Algo que ya hemos dicho antes y no lo queremos repetir. Por eso decimos sustituye a. Entonces, este Carl Schillig... Robert Walser murió solo porque Carl Schillig, que había prometido dar un paseo con él ese día, tenía a su perro enfermo. Y prefirió quedarse en casa cuidándolo. Max Aube... Fijaos. Explicito lo que yo estaría pensando como vosotros seguro en estos momentos. Es decir, ¿quién coño es Robert Walser? ¿Quién coño es Carl Schillig? ¿Quién es este Max Aube? Qué nombres más raros, ¿no? Bien. Fenómeno. Pero como estamos en esta primera lectura sin problemas, pues seguimos. Y sobre todo pensamos... Pues no sé quiénes son. Pero bueno, a ver si a lo mejor al final del texto lo acabamos sabiendo. ¿No? No pasa nada. Seguimos leyendo. Pero nos quedamos con esa idea. Tenemos aquí tres nombres que... Ni idea. Yo no lo sé ni nada. No tengo ni idea. Sabe Dios. Narra... Entonces, Max Aube narra... Bueno. Igual es un narrador. Igual es un escritor. Igual es un... ¿No? Si narra y lo mencionan aquí, pues probablemente sea un narrador. Un escritor, un... ¿No? Max Aube narra el crimen ejemplar. Os llamo la atención de que eso está en cursiva. ¿Lo veis? La letra cursiva se utiliza cuando, por ejemplo, se pone un título. Cuando se escribe el título de una novela, el título de la película. ¿No? Vale. Es una norma, digamos, ortográfica general en castellano. ¿No? Cuando transcribimos el título de un libro o de una novela o lo que sea y tal, pues se pone en cursiva. ¿Eh? Vale. Entonces, Max Aube narra el crimen ejemplar de una mujer que mató a su marido porque éste prefería a su animal de compañía. ¿Vale? Entonces, los perros entran y salen de la literatura desde sus orígenes. También de nuestras vidas. Utilizados a menudo como símbolo y manifestación de la fidelidad sin condicionantes, los perros parecen ser, sin embargo, menos atractivos como tema literario que los gatos. Posiblemente debido a que su complacencia solo los hace verosímiles como objeto de torturas o como figuras dadoras de afecto. Dadoras de afecto. Igual os suena raro eso, ¿no? Pero no pasa nada, ¿no? No suena raro, pero figuras dadoras de afecto, ¿qué será? Pues... ¿Qué será? ¿Qué será una figura que...? Dadora de afecto. Pues que da afecto. Dador es que da. Es raro. Sí. Pero aunque sea raro, se entiende, ¿no? Lo piensas un poco y dices, bueno, pues eso, ¿no? Será... No lo decimos así habitualmente nosotros, ¿no? Eres dador de afecto. Eres dador de... No sé qué, no. Pero nos lo encontramos. No lo conocemos. Lo leemos. Lo pensamos. Y bueno, pues lo entendemos, ¿no? Y dices, mira qué manera rara de decir una cosa, pero bueno, no pasa nada. Ala, más nombres raros. Otro. Anton Chekhov. Igual os suena, ¿no? O a lo mejor no. A lo mejor sí. Porque es un apellido raro, pero que os puede sonar, no sé. Da igual, ¿eh? Vale. Hizo decir a uno. Y entre comillas. O sea, una cita textual, ¿no? Cuando ponemos comillas es que hemos copiado ahí unas palabras que hemos copiado de otro texto. Sea de un libro, sea de una película, un guión o lo que sea, ¿no? Los humanos no comen los huesos que la cocinera hizo hervir para la sopa, ni beben el agua en que los hirvió. ¿Vale? Eso es lo que dijo uno. ¿Un qué? Un perro. Un perro, ¿no? Sí, sí. Muy bien. Y eso ¿por qué lo sabes, Vanessa? Porque hemos hablado de morfología y de los pronombres, ¿no? Y dices, como vienes de una frase que dice que los perros solo sirven para ser objeto de torturas o figuras dadoras de afecto. Anton Chekhov hizo decir a uno. Uno. ¿Qué uno? ¿Un qué? Un perro. Ese uno es un pronombre, ¿no? Sí. Lleva tilde, ¿eh? No. No lleva tilde. ¿Por qué? ¿Por qué no lleva tilde? Es que no todos los pronombres llevan tilde, ¿eh? No sé si habéis entendido eso. No. ¿Vale? Solamente hay algún pronombre que lleva tilde porque tiene esa misma palabra también existe como determinante. Este antes llevaba hasta 15 días. Efectivamente. Mira. Se fijó Vanessa en que... ¿Dónde estaba? Aquí. ¿Mmm? Una mujer que mató a su marido porque éste... Sí, señor. Muy buena apreciación. Prefería a su animal de compañía. Pero se fija Vanessa en que éste lleva tilde. ¿Por qué? Porque es un pronombre. Porque la palabra éste también existe sin ser un pronombre. Es un determinante. Lo decíamos antes, ¿no? Ese juego de determinantes que llamamos demostrativos, ¿no? Que son los que nos... ¿Qué nos indican los determinantes? Yo siempre le... Cuando hablo con los alumnos en el instituto o así y tal, digo... Un determinante es como los pajes de los reyes magos. Yo siempre le digo eso. Los pajes de los reyes magos. Tú estás en la cabalgata, ¿no? Yo por ejemplo, vosotros no sé. Yo soy de Baltasar. ¿Vosotros? ¿Sois de algún rey o no? No. Del emérito. No me digáis que no sois de ningún rey en particular. Siempre habrá alguno de los tres que os haya molado más que nosotros, ¿no? No. Ninguno. Bueno. Yo soy de Baltasar totalmente desde siempre. ¿Eh? Entonces yo... Claro. Primero, sé que va a venir Baltasar porque va de tercero. Eso ya... Pero también porque los pajes empiezan a anunciar el rey negro, ¿no? Cuando viene el rey negro, los pajes se empiezan a hacer ya más exóticos, más africanos, más coloristas, ¿sí o no? Luego a lo mejor aparece... Yo soy de Lugo. En Lugo la cabalgata de reyes es una auténtica bazofia. O sea, los reyes vienen arrastrados por los tractores Husqvarna, ¿no? Es que es clásico allí. Claro, claro. Porque es una industria que hay allí y prestan esos tractores para... Para el ayuntamiento, ¿no? Pero claro, eso es una cutrez de la leche. Pero los niños... Los niños nos da igual, ¿sabes? Vamos a la cabalgata, no vemos eso, ¿sabes? Ni vemos que el rey negro esté pintado ni nada. O sea, nos da igual. Y a mí me sigue dando igual. Yo voy con mis sobrinos y mi... Bueno, mis hijos también vienen porque le hacemos la broma a los sobrinos pequeñitos, ¿no? Mis hijos son muy mayores. ¿Cómo, cómo? Sí. No, no te creas, ¿eh? El apalpador es algo, a lo mejor, más del ámbito, pues quizá, del caurel, del lugo más, digamos, de la montaña y es así en la tradición de las castañas y tal. Pero yo, de Lugo ciudad, allí somos unos... Pues parecido amigo. La ciudad de Lugo o tal. Pero lo que me refiero es que los pajes te van anunciando lo que viene después, ¿no? Te indican algunas cosas. Pues los determinantes les pasa lo mismo. Son unas palabras que tienen... En lenguas les llamamos partículas. O sea, tienen significado gramatical. Realmente no significan nada en particular. Los sustantivos sí significan cosas, ¿no? Por eso se llaman sustantivos. Porque tienen... Claro, sustancia semántica. Tienen conceptos ahí, ¿no? ¿Sí o no? Un sustantivo es una palabra que se refiere a algo... Vale. Luego ya se puede hablar más porque los sustantivos no se refieren a algo. Se refieren... Es como... Hay tres partes ahí, ¿no? El sustantivo se refiere a la idea que tú te haces de algo. Es un poco distinto, ¿no? Esto lo habéis estudiado, ¿no? Sí. La tríada esta, ¿no? De los... Claro, porque tú dices... Oye, yo... Sobre todo, piénsalo de una manera práctica. Si yo digo perro, eso es un sustantivo, ¿no? ¿Sí o no? Y cada uno de vosotros, si yo os digo pensar en un perro... Pensaréis en un perro que es distinto a cada uno. Pensáis en un perro y ningún perro es igual que el de los demás. Yo tengo un huesti ahora. Siempre he tenido perros, ¿no? Grandes y fieros. Pero no sé por qué esta temporada quizá me estoy ablandando. Me estoy abriendo viejo o algo. Ahora tengo un huesti que es un perrito así pequeño, blanco. No sé si lo conocéis. Con cara de chispa así con el rabo tieso y las patas cortas y tal. Muy gracioso y muy simpático. Si yo digo perro ahora me acuerdo de mi perro, ¿no? De Otto y tal. Pero seguro que vosotros no estáis pensando en un huesti blanco pequeñito con cara tal. Otros estaréis pensando en un mastín, en un no sé qué, en un perro salchicha... En vuestro perro, en un perro de un vecino, en un perro que... No sé. Perro de dibujos animados. Yo qué sé. ¿No? La idea de perro cada persona tiene una diferente. Por lo tanto el sustantivo perro no se refiere a ningún perro. Pero hace de puente entre tu idea de perro y los perros de verdad. Es esa triada la que corresponde un poco. Pero la cuestión es que un sustantivo tiene sustancia. Pero un determinante no. Ni un pronombre. Ni una preposición. No tiene sustancia de significado. El, uno, este... Son palabras que no significan nada de, digamos, como significado semántico. Pero sí tienen valor gramatical. Sí nos dicen cosas, ¿no? Nos dicen cosas pero no significados importantes. Nos dicen cosas que no son útiles. Por eso decíamos cuando utilizamos el demostrativo este sabemos que lo que viene a continuación está cerca. Eso es lo que nos hacen los demostrativos. Nos indican distancia. ¿Cuánta? No nos indican cuánta. Nos indican una cosa aproximada. Pero nos sirve para hablar con más detalle. El castellano tiene muchos demostrativos. Es un idioma muy rico. Otros... En inglés tenemos solamente cerca-lejos. En castellano tenemos cerca, lejos y más lejos. Es un idioma más rico. Más matizado. Entonces... Este puede ser un determinante que sólo nos dice que esta clase, esa clase, aquella clase... Son distintas, de distinta distancia. No lleva tilde. Y en cambio cuando se utiliza como un pronombre, como en esta frase, dice... Mató a su marido. Porque este... Ves que además no lleva ningún nombre después. Está solo, ¿no? Este prefería a su animal tal. Entonces eso es un pronombre. Eso tiene fuerza. Eso significa el marido. En este caso. En otros casos significa otras cosas, ¿no? Entonces... Le pondríamos esa tilde. Pero como dice Jesús desde hace poco... Relativamente poco, unos años... Ha habido una decisión en la Real Academia de la Lengua... De que esta tilde de los demostrativos... Este, ese, aquel... Esta, esa, aquella, aquel... Este... No hacía falta. ¿Por qué? Esto generó mucha polémica, ¿eh? Porque hay mucha gente que lo echaba de menos. Dice... Ay, es que luego no sé muy bien y tal. Dice... Pero bueno, la razón, el razonamiento era que realmente los casos en los que podía generar un poco de dificultad para entender eran prácticamente tan poquitos, tan poquitos que no valía la pena complicarse la vida poniéndole tilde esa y aprendiendo a ponérsela. Con lo cual no hace falta esta tilde. Este texto, digamos, ahora mismo correspondería que está un poco error. Porque en esta tilde no es... Ya no se le pone. ¿Vale? Sí. Y lo mismo pasaba con la palabra solo, efectivamente. Que ya no hablamos de... O sea, no hablamos de determinantes y nombres. Solo... Pensad. Puede ser un adjetivo o puede ser un adverbio. Puede referirse a la soledad, ¿no? A estar solo en el sentido de que no hay nadie más conmigo, ¿no? O puede referirse al adverbio de la frecuencia, ¿no? Es decir, solamente. Equivale a la palabra solamente. Solo como solamente, ¿no? Únicamente. Vale. Esas dos palabras, solo. Con esos dos significados. También. Cuando se equivalía a solamente llevaba tilde antes. Pero ahora ya no se pone. ¿Vale? ¿Por qué? Porque casi nunca tiene dificultad para saber cuál de las dos significa. Bueno. Bueno, muy bien. Veis que la morfología es interesantísima, ¿eh? Esto de la semántica, de la sustancia... ¿Qué palabras tienen sustancia? Los verbos, ¿no? Sí o no. Los verbos tienen sustancia. Los sustantivos tienen sustancia. Los adjetivos tienen sustancia. Los adverbios, cierta sustancia, ¿no? El resto, pues no tiene sustancia. Sustancia semántica, para estar en el diccionario diciendo qué significan, no. Tienen lo que se llama significado gramatical. O sea, nos dicen cosas. Nos indican cosas. Pero cosas útiles para montar textos, pero no significado. De hecho, su significado va cambiando permanentemente. Nunca significa lo mismo. ¿Eh? Significa lo que haga falta en cada texto. Este, este significa el marido. Otra vez que aparezca significará otra cosa. ¿Vale? ¡Ay! Muy bien. Bueno. Entonces, ese perro que Anton Chejov le hizo decir una cosa... Entonces, Anton Chejov, ¿qué creéis que es? ¿Qué será? Es un escritor de cuentos... Efectivamente. Porque si hace hablar a los perros, seguramente serán cuentos o serán teatro, ¿no? O una obra de teatro, lo que sea. Muy bien. Y ese perro decía... Los humanos no comen los huesos que la cocinera hizo hervir para la sopa, ni beben el agua en que hirvió esos huesos. ¡Qué idiotas! Lo que se pierden, lo rico que es eso, ¿no? Vale. Claro, si es un perro, tiene ese punto de vista, ¿no? Pero el hecho de que los perros no parezcan juzgarnos, a diferencia de los gatos, que lo hacen todo el tiempo... ¿Eh? Está muy bien, ¿no? Vuelve la frase inverosímil. Claro. Este texto es un poco raro porque... ¿Qué frase? Efectivamente. Vale. Muy bien. Entonces lo entendéis perfectamente, ¿no? Inverosímil sabéis lo que significa, ¿no? Porque esto es otra cosa que nos pasa en este ejercicio de modelación. Es decir, tú te encuentras la palabra inverosímil y muchas personas que podéis estar haciendo este ejercicio pueden decir... No sé muy bien lo que significa inverosímil. Vale. Es una palabra rara que yo no utilizo a menudo. Sí. Bueno. Hay mucha gente que... Inverosímil como mil palabras, ¿eh? Quiero decir, como los nombres que no conocemos, como tal. Pero lo digo porque esto puede pasar. Seguro puede pasar, ¿no? Con esta palabra o con otra cualquiera, ¿eh? Me refiero. Es como un ejemplo. Inverosímil. ¿Qué es inverosímil? No estoy muy seguro. ¿No? Puede pasarnos esto. ¿Sí o no? Porque vosotros qué diríais que significa inverosímil. Dicen que los perros no nos juzgan. Por eso esta frase es inverosímil. Inverosímil. No creíble. ¿Qué os parece? ¿Qué significa no creíble? Que el texto no funciona de manera convincente. Difícil de creer. No es convincente. No convence. No se cree. No es creíble. Es difícil de creer. Vale. Muy bien. Esto es lo que significa, ¿vale? Porque inverosímil... Y volvemos a la morfología, ¿no? Inverosímil es una palabra que tiene, como veis, un prefijo. Es muy conocido, ¿no? In. El prefijo in y el prefijo des o dis son prefijos muy conocidos. Prefijos que significan lo contrario. Digamos que significan que no. Pero cuando le ponemos in a un adjetivo como este, pues hacemos lo contrario. El antónimo. Entonces decimos una cosa es verosímil si se puede creer y una cosa es inverosímil si no se puede creer. La palabra verosímil también es muy bonita porque vero es de verdad, ¿no? Viene de la verdad. Y símil, si os pensáis un poco, es la similitud del parecido, ¿no? Una cosa es asemejante, tiene un símil, se parece a la verdad. Verosímil es que puede ser verdad, ¿no? Se parece a la verdad. Tiene pinta de verdad, ¿no? Claro. Y el otro es no puede o no parece verdad. Y esto, fijaos una cosa. Es interesantísimo cuando hablamos de literatura. Porque la literatura, como el cine, ¿no? Cualquier ficción tiene que trabajar con estas dos cuestiones. Con la verdad y también con la verosimilitud. De hecho, lo que le importa a la literatura es la verosimilitud, no la verdad. Tú cuando te pones a ver una película o cuando empiezas a leer una novela y te plantean qué va a pasar una cosa, a veces te plantean cosas que son totalmente imposibles, ¿no? Pero pueden ser verosímiles. Que ahí está la gracia de la literatura. Porque tú cuando lees literatura lo que haces es, lo que dicen los literatos, suspender tus prevenciones de creer las cosas, ¿no? O sea, tú te dices, bueno, llegas como a un pacto con el escritor, ¿no? Si te dice, bueno, estamos en la Edad Media. Y dices tú, bueno, pues, a ver, una de dos. O dejo de leerlo porque no estamos en la Edad Media, evidentemente. O digo, bueno, vale, ¿no? Es la licencia que le dices, bueno, vale, me lo creo. Venga. Sígueme contando. Pero ahora no me vengas con tonterías, ¿sabes? No me vengas que dices, estamos en la Edad Media, vale, bueno. Llega un coche. Bueno, digo, ¿cómo va a llegar un coche? Joder, en la Edad Media. ¿Entiendes? Entonces eso no es verosímil. Bueno, si luego te lo explican a lo mejor se vuelve verosímil. Pero ya estamos en un lío, ¿eh? Quiero decir, ahí estamos en la verosimilitud o no, que es lo que realmente nos interesa en la literatura y en el cine, en la ficción. Que podamos creer... Tú cuéntame movidas locas. Pero que sean verosímiles. Cuéntamelas bien. Organízame en el rollo y que no haya incoherencias que me lo hagan inverosímil. Vale. Es una palabra superinteresante para pensarla en la vida. Muy bonita, ¿eh? Pero bueno. Bueno, Jules Verne que era en su época verosímil o inverosímil. Pues mira, Jules Verne escribía ciencia ficción. Pero hacía trampa, ¿eh? Bueno, hacía trampa. No es que hiciera trampa. Sino que él sabía más de lo que sabían, digamos, sus contemporáneos muchísimo más. Muchísimo más. Y de hecho también está bastante estudiado que escribía un poco por encargo para dar difusión a ideas de progreso y de tecnologías que todavía estaban en marcha pero no se conocían mucho y tal. En su momento puede ser inverosímil. Totalmente. Y ahora no. Claro, claro. Más que inverosímil, lo que puede ser es increíble. Pero verosímil... Sí era. Porque él lo hacía verosímil con sus relatos, ¿no? Pero era increíble porque no existían ni submarinos ni cosas que aparecen en las novelas de Julio Verne. Nautilus, qué tal... Aparecen zonas de navegación incluso que son totalmente creíbles hoy en día. Pero en aquella época, vamos, era todo como ciencia ficción. Como si te contaran historias de naves espaciales por el espacio que ahora, pues bueno, evidentemente ya son reales. Oye, este modelado nos está llevando mucho tiempo, ¿eh? Sí, sí. Pero bueno, es un modelado denso, bueno, ¿eh? Entonces, fijaos lo que era de sí la morfología. ¿No es bonita la morfología? La morfología es flipante. Podría uno dedicarse a ser morfólogo. Morfólogo. ¿Tú qué eres, morfólogo? Sí. ¿Qué significa eso? ¿Que estudio qué? La forma. La morfología significa la ciencia de la forma, ¿no? Eso no. Cuando estudio la morfología de cualquier otra cosa es cómo está hecha, ¿no? De qué forma es, ¿no? Naturalmente hay decenas de perros con opiniones, esto está muy bien, me gusta mucho, ¿no? Naturalmente hay decenas de perros con opiniones bien fundadas sobre sus amos. Piénsense, por ejemplo, en el coloquio de los perros de Cervantes, Cervantino, o en aquel relato del argentino Coppi, todos conocéis seguro, claro, por supuesto, ¿no? En el que unos perros pastores alemanes exigen ser devueltos a Alemania para crear allí un régimen en el que los humanos sean alimentados. Y no al revés. Son ejemplos, ¿eh? Que no conocemos, por supuesto, yo no. Sin embargo, su bonhomía... ¿Qué es eso? Ahí nos viene otra palabra rara, ¿no? De decir, joder, ¿qué es eso la bonhomía? Pero, ¿qué será? ¿Qué será la bonhomía? ¿A qué os suena? ¿A qué os suena bonhomía? Sencillez. Bonhomía. Morfología, ¿eh? Estamos aquí. ¿Qué significará bonhomía? La bonhomía de alguien. Las formas. ¿Qué significa? Su bondad. Claro. Bonhomía. De buen hombre. Bonhomía. La bonhomía de alguien es que es una buena persona. ¿No? La bonhomía. Es una palabra rara, ¿eh? No es habitual en el... Digamos, en el habla habitual. Pero sí, viene de bueno, de bondad y de hombre, de humano, ¿no? Bonhomía, ¿eh? La bonhomía... Entonces, la bonhomía ¿de qué? De los perros, ¿no? Se refiere. La facilidad con la que aceptan ser entrenados. Su fidelidad. Hace que sus opiniones sean más bien discutibles. Es interesante, ¿no? ¿Se puede extraer alguna enseñanza de la observación de un perro? Lo dudo. Pero si es así, tal vez lo que podamos aprender se resuma en otra frase también de Chellos que dice, el perro hambriento solo cree en los huesos. Una frase muy potente. Buena parte de nuestras personas creen en los huesos. Pero las convicciones tienen su explicación en ellas. Este es un texto breve, pero potente, difícil y lleno de referencias raras, ¿no? A autores, a citas textuales de obras, ¿eh? Los autores que parecen todos son escritores muy conocidos, premios Nobel. Algunos, ¿no? Chellos, por ejemplo. Pero no es un texto fácil, ¿eh? Es un texto que hay que leer con calma, ¿vale? Hoy lo hemos empezado. Nos proponen unos resúmenes, ¿eh? Los veremos con calma. No vamos a tener clase ya hasta la vuelta de la... No, creo. Hasta después de Reyes, ¿no? Ahí está tal. Os envío un par de textos para trabajar si queréis, alguna cosita, ¿eh? Para que en vacaciones... A ver, en vacaciones de Navidad realmente mi experiencia siempre es que parece que son muy largas y que hay mucho tiempo libre o festivos y tal. Pero son unos días que suele estar todo el mundo bastante liado y no se hacen muchas cosas. Pero bueno, yo os pondré... Os mandaré algunas cositas para trabajar si queréis y para que practiquéis y tal. Las vemos, ¿vale? De aquí hasta el próximo día de clase. Y si no practicáis mucho no pasa nada. Volvemos a retomar esto en enero con ganas duplicadas, ¿vale? Bueno, tenemos que parar porque se nos acaba el tiempo. ¿Dónde puedes ver las grabaciones? Explicadle vosotros que lo sabéis mejor que yo. Yo las... Bueno, a ver, las grabaciones en primer lugar mañana o pasado como mucho, mañana seguramente. Os las voy a enviar al correo, al tuyo también, un enlace para que las puedas abrir. Pero además de recibirlas por correo, las vais a ver en la plataforma vuestra, en vuestro Academos web. Las tenéis allí enlazadas, o sea que podéis entrar. Bueno, voy a cortar la grabación.