Dúo décimo y última clase, recta final ya de cara al examen. Nada, bueno, ánimo, estos días de estudio siempre son... ¿Dónde puedo ver tus clases grabadas porque no las encontré? Mira, ya verás, entras en un sitio que se llama, lo estoy escribiendo aquí, Inteka. Inteka, correcto, vale, pues mira, ahí en Inteka, a ver, en Inteka te pones en la parte derecha de la pantalla de inicio, de la pantalla del título y hay una especie de lupa y un cajetín donde puedes escribir, ¿vale? Allí pones, me imagino que esto es delante del ordenador, hazlo a la vez, entras en Inteka, y en la parte derecha de la pantalla hay un cajetín y una lupa. En el cajetín pinchas y escribes, si escribes mi nombre, pones Marcos Pereda. Yo siempre pongo mi nombre en las clases para que sean fáciles de buscar. Entonces las buscas y vas buscando las de Historia del Delito y de las Penas. tiene que haber 11 con la de hoy que subiré mañana habrá 12 y están todas puedes están ahí todas mis clases de todas mis asignaturas entonces lo que puedes hacer es buscarlas por por asignatura o buscarlas cronológicamente para que te salgan las de este año, etcétera, etcétera, pero en principio no tiene mayor dificultad ¿vale? ¿vale? ¿sí? vale, gracias gracias a ti, así estamos vale, os quería indicar antes de meternos con este tema 14 con el tema del duelo que es el último cualquier duda, cualquier cosa, cualquier cuestión, cualquier asunto me lo podéis seguir planteando aunque ya acabemos las clases, me lo podéis seguir planteando en un mail, ¿vale? vosotros tenéis mi correo electrónico os pongo el personal que es el que estoy más pendiente y ya os digo hasta el último día me podéis seguir planteando las Las dudas que tengáis sin ningún tipo de problema, si yo intento responder lo más rápido posible para no interferir demasiado en vuestro proceso de aprendizaje. Vale, y eso. Intentad descargar exámenes de otros años, ved las preguntas, ved cómo son y sobre todo no tengáis mucha presión porque esta es una asignatura que yo creo que es asumible, que yo creo que es asequible, yo creo que es fácil y que además es una de esas asignaturas que no es, entre comillas, demasiado aburrida de estudiar, ¿no? Es atractivo el tema. Vale, igual que es atractivo, por ejemplo, veis ahí como hilamos. Vamos a este tema 14. El duelo en 1900 es un delito especial. Yo siempre os digo que una de las cosas más chulas de este manual que estudiamos nosotros y de este seminario que estudiamos nosotros es su enorme variedad, ¿no? Hay un montón de visiones y hay un montón de temas distintos. Y otra de las cosas más chulas es que tratamos asuntos realmente serios, ¿no? Tratamos asuntos realmente importantes. Hemos hablado de la pena de muerte, hemos hablado del homicidio, hemos hablado de las cárceles. tanto de modo general como de los cárceles femeninos específicamente. Bien, este duelo es un tema muy menor. Es una auténtica chorrada a nivel histórico. No tiene importancia, pero como os he indicado al principio, es una cosa muy curiosa de estudiar y es una cosa muy curiosa y muy particular de aprender. Entonces, vamos a ver que, pese a que nos lo pongan aquí en el tema 14, que parece que es casi un pegote, porque comparado con la importancia de lo que hemos visto hasta ahora, los homicidios, la pena de muerte y tal, pues esto es algo muy menor. Pues vamos a ver cómo realmente es un tema que no nos cuesta nada estudiar porque es muy chulo, es muy atractivo y es muy divertido, podríamos decir. ¿Por qué es muy chulo y es muy atractivo y es muy divertido? Lo primero porque estamos hablando... ...de un delito eminentemente ligado al entorno social. El duelo tiene una íntima relación con el entorno social, hasta tal punto que este es un delito que solamente concurre en determinados espacios sociales. ¿De acuerdo? Determinados espacios sociales. Es un delito tan importante... Desde un punto de vista simbólico, que ya os digo, desde un punto de vista práctico es una tontería, que no tiene apenas incidencia, pero desde un punto de vista simbólico que tiene una profunda huella en la literatura, tanto desde el punto teórico como práctico. ¿Por qué? Porque sobre el duelo escribieron gente como Galdós, escribió gente como Barzá, como Zola, como Tolstoy, como Thomas Mann. Desde el punto de vista práctico es que hubo literatos que fueron duelistas. Mopassan fue duelista, Vicente Blasco Ibáñez, Puskin incluso, el ruso que llegó a fallecer en un duelo. Este delito del duelo es un delito típico de las clases altas y es un delito típico de las clases altas en todo el mundo. El delito del duelo es un... Llega a tener casi, o llega a convertirse casi en un símbolo de elegancia. Si te batías en duelo no eres una persona culta, eres una persona elegante, una persona de la alta sociedad. Un tío cool, un tío chic. Y digo tío a sabiendas, porque este es un delito también masculino. Claro, y es un delito vinculado fundamentalmente al concepto de honor. Vinculado al concepto de honor en el antiguo régimen y posterior, porque vamos a ver esta particularidad. El concepto de honor en el antiguo régimen hay poco que decir, todos conocemos los dramas de honor en el siglo de oro, por ejemplo, los de Calderón de la Barca, por poner un ejemplo. Todos conocemos la importancia del honor en el antiguo régimen, ese momento, ese instante en el cual, bueno, pues llamar a alguien ruin, por ejemplo, o bellaco, podía ocasionar un altercado con efectos de muerte. Pero la particularidad es que, esto que veis aquí debajo, la pervivencia. Si el duelo y el concepto de honor se unen, ¿qué pasa? Si el duelo y el concepto de honor están íntimamente ligados a una clase social, a una clase social que es la hidalguía, que es la nobleza durante el antiguo régimen, uno pensaría que al entrar en el Estado liberal, al entrar en el momento liberal, al entrar en el siglo XIX, este duelo, este concepto del honor, esta idea, se iba a diluir, ¿no? Se iba incluso a desaparecer. ¿Por qué? Porque llega el acceso a la burguesía y tal y igual. ¿Qué es lo que ocurre? Pues exactamente lo contrario. La revolución liberal, en contra de eliminar estos conceptos de honor vinculados a la nobleza, lo que hace es extenderlos a las nuevas clases dirigentes. Y exactamente igual que la burguesía, una de las primeras cosas que hace cuando alcanza el poder económico y político es comprarse títulos nobiliarios es decir, cuando la burguesía alcanza el poder se convierte en nobleza vía pasta, vía compra. Exactamente igual que ocurre eso, pasa lo mismo con el concepto del honor noble. Es decir, la burguesía asume ese concepto del antiguo régimen que sobre el honor tienen los nobles y se lo aplica a sí misma. Se lo aplica a sí misma. En una comunidad cerrada. Una comunidad cerrada con normas heredadas de este antiguo régimen. con normas en ocasiones recogidas en tratados hubo tratadistas sobre duelos y con una finalidad de regulación máxima que lo que buscaba es transformar las riñas en disputas entre caballeros regulación máxima que prevé no solamente los pasos de una posible negociación pacífica sino los detalles sobre cómo se debe llevar a cabo en su caso el lance de honor era como os digo un delito que solamente es como dice Cándido Nocedal para aquellos que visten levita para las élites absolutas es además un delito vinculado a dos cosas al concepto urbano y al concepto de tiempo al concepto urbano porque porque es un delito que solamente pueden hacerlo solamente pueden llevar a cabo un duelo quienes tienen un amplio conocimiento de las costumbres y las leyes del honor Y se considera que en el ámbito rural la resolución de los problemas es más directa, es más, entre comillas, brutal. Pero es que además también está vinculado al concepto del tiempo. Vamos a ver la enorme cantidad de pasos que se han de seguir desde el momento de la ofensa hasta el instante del duelo. Estos pasos están dispuestos así, entre otras razones, para atemperar los enfados, las energías del momento, de tal forma que cuando se lleva a cabo un duelo no estemos ante una pelea tumultuaria, ante una pelea al calor del alcohol, por ejemplo, sino ante algo que ha seguido un proceso. Un proceso perfectamente delimitado. ¿Veis la diferencia, no? Y ante algo que se hace, que se lleva a cabo. Para defender algo que es una cualidad innata, que se tiene, y que es una cualidad muy frágil, que es extremadamente fácil de perder, que es el honor. El duelo se hace por honor. El duelo se hace para defender el honor. El duelo se hace para defender el honor ante una ofensa de honor. Una ofensa de honor es, o puede ser, todo aquello que se considere una burla hacia una persona o hacia un colectivo. Por ejemplo, el ejército. Vamos a ver cómo esto del ejército tiene mucha importancia. Ofensas de honor que pueden ser leves, graves o gravísimas. Las ofensas de honor gravísimas son aquellas que incluyen... incluyen contacto físico. Desde un pequeño roce hasta directamente una agresión, un puñetazo. Pero, bueno, entendemos que esto puede escocerte, ¿no? Pero... Una ofensa donal pueden ser también cosas como negarle el saludo a alguien, como dar la espalda a alguien en público, como hacer así, tirarle así el guante a otra persona. En ese momento, un caballero se siente ofendido por la acción de otro caballero y se inicia el proceso, el desarrollo del proceso del duelo. ¿Cómo se lleva a cabo el duelo? Como os digo, es algo muy lento. Y es algo muy lento precisamente para huir de las riñas tumultuarias, para huir de estas ideas de la venganza caliente. Reconocida la ofensa, vamos a ver cómo se desarrolla el proceso del duelo. Reconocida la ofensa, ambos caballeros se deben intercambiar sus tarjetas de visita. Se debe intercambiar su... sus referencias, sus datas. Es la última vez que se van a ver hasta el momento del duelo. ¿Por qué? Porque a partir de entonces, quienes se van a comunicar entre ellos van a ser los padrinos. Se van a designar dos padrinos, que deben de ser personas respetadas y personas que además estén versadas en el desarrollo del duelo, o sea, que sepan de lo que están hablando, y estos padrinos piden explicaciones. Una parte pide explicaciones a la otra y cada parte escoge dos padrinos, me refiero. Entonces, dos padrinos piden explicaciones a los otros dos. Después de estas discusiones, los cuatro padrinos realizan su dictamen. Entonces puede haber una retratación, puede haber un acuerdo o pueden irse las personas a duelo. En el caso de que vayan a duelo, se escogerá el formato del duelo. Se escogerá el arma, se escogerá si esa primera sangre va a muerte, se escogerá el lugar, se escogerá la hora, se nombrará un médico o un doctor. Para que decrete la igualdad física entre ambos duelistas, se discutirá sobre el vestuario a llevar en el momento, que es todo perfectamente establecido. y perfectamente delimitado y perfectamente lento también insisto en el tiempo es algo muy importante en este sentido todo perfectamente establecido perfectamente delimitado para defender el honor para defender el honor propio o el honor ajeno es aquí no la diferencia de honor entre hombres y mujeres en la edad moderna también el estado liberal por evolución y por por derivación lo que hemos dicho antes existe una gran diferencia entre el honor de los hombres y de las mujeres en primer lugar de puertas hacia afuera el honor de los hombres es público mientras que el honor de las mujeres es privado el honor de los hombres se exhibe de cara a la sociedad mientras que el honor de las mujeres se exhibe de puertas adentro de la casa al de las mujeres esperan la rectitud se espera la honestidad se espera un carácter doméstico y por lo tanto su honor es un honor negativo su honor está orientado a evitar las afrentas mientras que el honor público de los hombres ese honor en la sociedad es el honor que se debe exhibir es un honor positivo es un honor que requiere defensa Y es un honor que requiere defensa propia y requiere defensa también sobre persona ajena. Dicho de otra manera, si se falta al honor de la mujer, debe ser el hombre quien la defienda, debe ser el hombre quien acude a duelo. ¿Vale? ¿Por qué? Porque ella no puede hacerlo activamente, porque ella no puede acudir a un duelo, porque su honor es un honor, insisto, pasivo, es un honor negativo, es un honor de puertas hacia adentro. ¿Vale? ¿Qué es lo que pasa? Que esto tiene una consecuencia que es multiplicar, veremos cómo los números de duelo se multiplican por diversas causas. No hay haces esta. ¿Por qué? Porque el honor de las mujeres no se puede defender en los tribunales. Las mujeres deshonradas no pueden acudir o estos conflictos no pueden ser carne de tribunal, porque eso sería deshonroso. No se pueden dirimir públicamente. ¿De acuerdo? Más aún, la afrenta al honor de la mujer recae directamente... Según estas visiones, insisto, del antiguo régimen y del Estado liberal, cosas, vuelvo a decir, no tengo que decirlo, pero bueno, cosas que particularmente me parecen auténticas chorradas, pero bueno. Bueno, según estas visiones, la afrenta al honor de la mujer es una afrenta directa al honor del hombre, ¿vale? Al honor del varón que vela por ella. ¿Por qué? Porque según se llega a escribir en un tratado de duelo, que aparece en la frase, aparece citada en el puesto manual, la infidelidad de la mujer es casi siempre resultado de la incapacidad del varón. ¿Vale? Entonces, comparando las palabras, si tú llamas a una mujer prostituta, con las palabras más cortas de cuatro. Con las cuatro letras, lo que estás diciendo es que tiene que buscar fuera de casa lo que el varón no le da en casa. Y por lo tanto estás metiéndote con la hombría y con la virilidad del varón. Y por lo tanto es el varón quien tiene que defender todas esas cosas en duelo. Es una auténtica chorrada, pero es lo que nos toca explicar hoy. ¿Vale? Todo ello vinculado directamente. Bueno, hay que añadir además que el acudir a duelo y el defender el honor en... En los duelos es además una prueba de hombría. ¿Vale? Lo cual, todo ello unido... lo que acaba haciendo es crear un caldo de cultivo social muy favorable a los duelos, muy favorable hasta el punto de que estaban no solo bien vistos sino incluso, por así decir, potenciados. Potenciados, insisto, por las clases sociales dirigentes, los duelos no son del proletariado, los duelos son de la nobleza y después también de la burguesía, y potenciados por cierto, si queréis, ánimo de frivolidad que alimenta todos estos asuntos. Existen un enorme número de duelos, muy pocos de los cuales, vamos a ver luego algunos números, algunas cifras, muy pocos de los cuales acaban con muerte realmente a primera sangre, de una forma casi, entre todas las comunidades del mundo, casi simbólica. De hecho vamos a ver cuál es el final de los duelos, primero en América y luego en Europa, y viene muy vinculada a horrores mucho más grandes que hacen ver el duelo como una auténtica chorrada y un juego de niñatos en el cual ya no merece la pena competir. ¿Qué es lo que pasa? Que estos duelos, estas ideas que nos retrotraen casi a la Edad de Oro, al Antiguo Régimen, se mantienen hasta el comienzo del siglo XX. Se han mantenido desde el primer siglo XX. En esta época, a principios del siglo XX, el duelo era una práctica muy habitual en muchas partes del mundo. El primer sitio que lo prohíbe es Estados Unidos. ¿El primer sitio que lo prohíbe es Estados Unidos cuándo? A partir de la Guerra de Sucesión. A partir de la Guerra de Sucesión. ¿Por qué? Pues por un sentimiento lógico. Si nosotros hemos visto tantísimas barbaridades y tantísimas masacres y tantísima sangre y tantísima muerte indiscriminada en la Guerra de Sucesión, nosotros lo que vamos a hacer es prohibir el duelo, prohibir esas patochadas y esas niñerías de... ricachones, que juegan a defender su honor de una manera frívola. ¿Vale? No podemos permitir estas frivolidades, no podemos permitir estas chorradas cuando acabamos de salir de un infierno como el que hemos tenido. A eso sumamos, en el caso norteamericano, que el bando perdedor de la guerra civil norteamericana, que es el sur, era el bando que llevaba más a gala estas exhibiciones de nobleza y de honor. Por lo tanto, lo del duelo no solamente quedó como algo completamente extemporáneo, sino también como algo vinculado a una clase social, a una clase dirigente, a una clase, si queréis, incluso histórica, de la que nos queremos desvincular. Curiosamente, que los americanos, los norteamericanos, prohibiesen el duelo, fue considerado en su momento, por parte de las élites europeas, como un síntoma claro de que eran un pueblo bárbaro, de que eran un pueblo sin civilizar. El duelo sigue vigente. En el resto del mundo, en Alemania, en España, en Francia, en Portugal, en el Imperio Austrohúngaro, en otras partes de América, en México, en Argentina, el primer Borges habla bastante del duelo. Cada sitio con sus particularidades, pero siempre con una idea más o menos genérica, más o menos general, más o menos común de lo que es el duelo. En algunos sitios, por ejemplo, en Francia casi siempre era a primera sangre, en otros sitios era más frecuente el duelo a muerte. Especialmente virulento en este sentido fue la figura del duelo en Alemania. ¿Por qué? Porque allí se conservaba el eco aristocrático del duelo, mientras que en otros lugares esta figura parecía ya caracterizada con un cierto camis liberal. En Alemania, en cambio, la idea del honor estaba mucho más vinculada al eje aristocrático. Estos fonds, que tan importantes eran en la época, en la época inmediatamente posterior a la unificación alemana, por parte de Bismarck, fundamentalmente. Y allí era el sitio más virulento y más trágico en cuanto a duelos de todo Europa. En España, el predominio era el duelo con arma blanca, el duelo con... Con espada, prefiriéndose prácticamente siempre por encima del duro pistola. Eran tan populares que los diarios de la época daban noticia cumplida de este tipo de lances. Cifras cerradas no hay. No hay cifras cerradas. Sabemos que existieron muchos duelos en España, sabemos que existieron muchos más en Francia. Sabemos con todo que hay muy pocos muertos en Francia, por lo que os digo. Casi siempre la primera sangre, en España prácticamente también. El más importante de los muertos, o el más conocido, es sin duda el infante Enrique de Borbón, que fallece en un duelo en 1870 por un disparo que le hace el duque de Montpensier. El duque de Montpensier en aquella época estaba postulándose muy seriamente para ser rey de España, que luego acabaría siendo... No me dio primero esa huella. Y se comenta que a causa de esta barbaridad que cometió, sus acciones bajaron mucho y fue causa fundamental para que no le fuese otorgado el trono. ¿Vale? ¿Qué es lo que pasa? Estamos hablando aquí del duelo siempre y dices, oye, pero si al final estamos hablando de dos personas que se maten a muerte y que a veces una mata a la otra. Esto no estaba regulado por las leyes. Bueno, pues sí, pero no. Esta es la gracia, ¿no? Esta es la cosa, que existe una ambigüedad y vemos una ambigüedad, por ejemplo, en el Código Penal de 1870. Hemos hablado del Duque de Montpellier, en 1870 nos vamos al código de ese mismo año, ¿vale? El Código de Honor, que regulaba los duelos, casi siempre evitaba las leyes nacionales. ¿Por qué? Porque las leyes nacionales lo que hacían era prohibir los duelos. ¿Qué es lo que pasa? Que prohibían los duelos muy de aquella manera. En este Código Penal Español de 1870 se regulaba el duelo en el artículo 439, ¿vale? Y allí se prohibía y perseguía a los delincuentes. ¿Qué es lo que ocurre? Este es el 469. Ocurre que el 441, en el artículo 439... El 441 atenuaba las penas para aquella persona que resultase homicida durante el transcurso de un desafío, porque se hacía partícipe... este código penal de ciertos preceptos con respecto al duelo. Dicho de otra forma, que no era lo mismo matar en una riña tumultuaria que en el contexto de un duelo. Por lo tanto, bueno, pues, lo mirábamos con ojillos cariñosos. Es más, pese a la prohibición de los duelos, el código penal reconoce la figura de los padrinos y obliga a la existencia de los mismos. Es decir, prohibimos el duelo pero lo regulamos a la vez. O, dicho de otra forma, castigamos los lances de honor pero en la práctica los toleramos y regulamos. En definitiva, hay una resistencia por parte del Estado a meterse en estos asuntos privados. Resistencia que tiene o que viene de dos caracteres. En primer lugar, la consideración de que el honor está vinculado directamente a la aristocracia. Y por lo tanto, el Estado no tiene allí nada que decir. Y en segundo lugar, una resistencia puramente liberal, podríamos decir, que es ese abstencionismo voluntario del Estado de decir, yo me meto en cuantas menos cosas mejor. Todo esto se aumenta si hablamos del componente, si hablamos del estamento militar. ¿Por qué? Porque si el Código Penal 870 refleja ambigüedad, el Código de Justicia Militar de 1890 directamente lo que refleja es una clara orientación. Es un claro empuje hacia el duelo. ¿Vale? ¿Por qué? Porque el Código de Justicia Militar lo que establece y lo que prescribe es la creación de los tribunales de honor. Hasta el siglo XIX, la oficialidad militar únicamente, podía estar compuesta por nobles. ¿Vale? ¿Qué es lo que pasa? Que a partir de 1811, con el ejército destrozado, porque los franceses estaban atirizando por todos los sitios, Las Cortes de Cádiz abren la puerta a la oficialidad hacia los plebeyos. Igual que a los nobles se les sobreentiende el honor, insisto, dentro de esta mentalidad de la época tan arcaica, igual que a las nobles se les sobreentiende el honor, a los plebeyos no. Y por lo tanto se hizo necesario, entre todas las comillas del mundo no era necesario, nuevamente pensamos con la mentalidad de la época, se hizo necesaria la creación de unos tribunales que pudieran juzgar la correcta honorabilidad o no de esas personas, de esos oficiales. La correcta honorabilidad o no de esos oficiales en materias que no necesariamente infringen la ley. En delitos que no necesariamente son delitos, en lances de honor, en asuntos como la virilidad, el coraje, el valor, la templanza. A mediados del siglo XIX cualquier oficial... Podía defender su honor por sí mismo, sin necesidad de ser noble. Y a mediados del siglo XIX, la existencia de un solo oficial deshonrado en un cuerpo militar, deshonraba al conjunto del cuerpo. Y es por eso la existencia de estos llamados tribunales de honor. Un tribunal de honor que es un tribunal compuesto por la oficialidad de un cuerpo que juzga la pérdida o no de honor de uno de esos oficiales de ese cuerpo. ¿Veis que es algo aparentemente simbólico, no? Aparentemente, pues eso, casi una cosa simbólica, sin aplicación práctica, que es lo que pasa, que sí tiene aplicación práctica. Si cuatro quintas partes de los oficiales de ese cuerpo dictaminan que el oficial juzgado, ha perdido su honor, se dicta un fallo inapelable. Y el fallo inapelable es la expulsión del ejército. Dicho de otra forma, Si cuatro quintas partes de este Tribunal del Honor, que es totalmente alegado, como veis, aunque está recogido en el Código de Justicia Militar, pero veis que está completamente fuera de la plata jurídica, de la plata judicial, por así decirlo. Es algo inconcebible con nuestros ojos hoy en día. Si cuatro quintas partes de esos oficiales de un cuerpo reunidos dictaminan que hay un tío allí que ha perdido el honor, que ha sido deshonrado, a ese tío, en un fallo inapelable, inapelable, que no se puede recurrir, lo expulsan del Ejército, lo echan del curro. ¿Qué es lo que estamos haciendo? Pues ya estamos empujando a que en el Estamento Militar se habitualicen. Se hagan extraordinariamente frecuentes los lances de honor, porque nadie quiere ser acusado de no defender su honor. Porque nadie quiere correr el riesgo de que un tribunal de honor... Le larguen el trabajo, le larguen el ejército. ¿Veis entonces que el Código de Justicia Militar, con el reconocimiento de estos tribunales de honor, insisto, reconocimiento explícito de estos tribunales de honor, lo que está haciendo es empujar a una sobreabundancia de duelos y duelistas dentro del ámbito militar? La visión de la Iglesia, la veis ahí debajo, muy sencilla, condena trajante, taxativa, es oye, sin ninguna duda, es oye, y esto no echa para atrás a los duelistas, paradójicamente no. ¿Por qué? Porque estamos hablando del último tercio del siglo XIX, y el último tercio del siglo XIX, cuando la existencia... de los duelos se ha extendido también al ámbito liberal, ya no solamente propio de los nobles, sino también de las nuevas clases dirigentes en el liberalismo. la sumisión a la iglesia se empieza a ver por parte de estas clases dirigentes del liberalismo como una cualidad netamente femenina, a la iglesia van las mujeres, la religión es cosa de mujeres por lo tanto acatar la condena religiosa a una actividad socialmente aceptada socialmente elitista y que sirve para defender el honor propio es actuar y que se entienda bien la expresión que no es mía, estoy explicando el asunto es actuar como una mujer dicho de otra forma deshonrarse doblemente ven la paradoja ya por último última diapositiva del curso la muerte del duelo bien desde un punto de vista social de la sociedad en general se empieza a rechazar de forma simbólica si queréis la existencia de los duelos a partir de 1904 Entonces, se llega a fundar una liga antiduelista, una asociación antiduelista. ¿Qué es lo que pasa en 1904? Que muere el marqués de Pigman. El marqués de Pigman es un hombre, un noble, que le había pedido dinero prestado a un capitán de la Guardia Civil, que estaba haciendo el remolón con la devolución, y el capitán de la Guardia Civil dijo públicamente que se lo iba a cobrar en la cama de la marquesa, que se iba a cobrar la deuda en el cuerpo de la mujer de Pigman. Entonces, se va a tener duelo y Pigman fallece. Esto tiene bastante eco, esta noticia, esta desgracia, entre comillas, y empieza a haber una reacción. ¿Siguen escuchando? Están existiendo duelos en España hasta los años 30, hasta que la Segunda República consagre en su código penal, o mejor dicho, prohíba en su código penal, elimine de su código penal los lances de honor después de consagrar que todos los españoles son iguales ante la ley. Por lo tanto, esta idea del honor propio, del honor particular de las... de las clases nobles y de las clases dirigentes, deja de tener aplicación. En Europa, en España dura, como digo, hasta finales de los años 20. ¿Por qué en España dura, como digo, hasta finales de los años 20? Porque España se mantiene al margen del hecho que sanciona o que elimina o que manda al cajón de la historia a los duelos en el resto de Europa, que es la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial. Después de ver las atrocidades, exactamente lo mismo que pasó con la guerra de sucesión norteamericana, después de ver las enormes atrocidades que se producen en la Gran Guerra, después de ver a cientos de miles de personas muriendo en cuatro días, en Verdun, en el Marne, en el Som, después de ver a gente muriendo congelada en las trincheras que hay en el norte de Italia, en los Dolomitas, en las trincheras del Estelio y de Algaria, después de ver todos estos horrores y después de ver un continente devastado, las chorradas y las niñerías de honor, y el que alguien te dé la espalda en una fiesta y el que alguien te niegue el saludo, nos parece ya una cosa muy frívola y nos parece ya una cosa totalmente gilipollas. ¿Cómo para defendernos? ¿Vale? Preocúpense ustedes de las cosas importantes que se han muerto aquí 15 millones de personas. Entonces, como España permaneció ajeno a eso, tuvo una duración, o en España como se permanecía ajeno a eso, los duelos duraron un poco más. Pero realmente estaban heridos de muerte, valga la expresión desafortunada, después de la orgía de sangre y de destrucción que supuso la Gran Guerra. Entonces, cuando de la forma más brutal y más trágica posible nos damos cuenta de la auténtica tontería que era esto de los duelos, un recurso de niños fijos para sentirse a sí mismos, sentir que pertenecen a un mundo superior al del resto de la gente. Entonces, terminamos el curso con esto. Hemos visto todos los temas, yo creo que los hemos dado. Los he dado al ritmo que yo considero. Los he dado al ritmo que yo consideraba necesario. Yo creo que están explicados adecuadamente. Mañana subo esta última clase, de tal manera que vais a tener las 12 clases de nuestro temario, con todos los temas, las 12 clases de nuestro curso, con todos los temas explicados. Y lo que os decía, el último día podéis hacerme preguntas por el correo electrónico sobre asuntos de esta asignatura y nada más. No sé si tenéis alguna duda, alguna cuestión. Vale, de momento no. Bueno, nos cortéis y nada, ánimo con estos últimos momentos de estudio y buena suerte con los exámenes. Ya veréis que es una asignatura, es un examen que os va a salir muy bien porque es un examen que es relativamente sencillo de superar. Y relajaos y sin problemas y todo irá bien. Vale, pues venga. Un placer como todos los años haber sido vuestro profesor y a ver si nos vemos en alguna otra asignatura, ¿vale? Venga, un abrazo.