Bueno, estamos en la asignatura de Psicología del curso de acceso correspondiente a esta sesión a Madrid Sur, Centro Asociado de Madrid Sur. Y vamos a empezar el capítulo 9 de la psicología humanista. Es el primer tema para esta segunda parte del curso. La semana pasada vimos algunas cuestiones que habían quedado tocadas, maltratadas de manera un poco superficial en las sesiones anteriores. Algunas cuestiones del conductismo. Ese tema tan importante. Es verdad que ese tema ya no entra en el examen correspondiente a la segunda parte del curso. Si se ha aprobado la primera y espero que sí, ojalá que haya sido así, que se haya aprobado el examen que hiciste el otro día. Entonces, el tema del conductismo ya no tendrías que repasar. Aunque había algunas cuestiones bien interesantes en la comprensión de qué es la psicología, del objeto de la psicología y propósitos de la psicología. Y además serán cuestiones que nos iban a servir en temas siguientes. Por eso la semana pasada nos entretuvimos con el final de la exposición del tema del conductismo. Bueno, alguna pregunta, por cierto, de todo lo que hemos visto hasta aquí, de lo que queda o algo que queráis comentar o de vuestras posibles dificultades o facilidades para la asignatura. Apenas charlamos sobre estas cuestiones así de tipo más pedagógico, de ánimos y casi directamente ya voy a la lección. Pero bueno, de vez en cuando igual también hay que pararse a que solo sea un minuto para recordar que merece la pena, por ejemplo, seguir con el curso. Ya estamos a la mitad, incluso algo más que la mitad del curso. Hemos visto muchas cosas, nos quedan bastantes también y me parece a mí algunas que merecen mucho la pena más allá de la obligación académica de estudiar el libro, este manual, las distintas escuelas y asuntos que nos toca para el examen. Más allá de ese propósito académico me parece que también se tocan asuntos que son interesantes para la vida de uno, que nos permiten comprender mucho más este enorme lío de la mente y el comportamiento y en definitiva también de la vida. De Pantal dice a mí me está gustando la asignatura bien y tienes muchas ganas de empezar el grado y aprender más sobre psicología. Pues estupendo, me alegro que estés con ánimo. Muy bien y bueno pues además, Cristina, con oportunidades si haces la carrera de ver cosas que sin dudar están muy bien y que de manera más personal nos pueden ayudar y no ayudar a los demás. Ahora yo por ejemplo estoy haciendo unos cursos de Gestalt para terapeutas y me gustaría, yo no soy terapeuta pero ni puedo serlo, pero me gustaría profundizar, quiero profundizar un poco más en eso. Estoy terminando ahora unos cursos de formación en Gestalt y ahí pues teniendo la oportunidad de estudiar cosas bien interesantes. Estaba preparando ahora por ejemplo un trabajo sobre la teoría del apego de Baldwin, bien interesante, y sirve para comprender más la psicología y para comprenderme más a mí mismo. Desde luego que sí. Bueno, Cristina, estoy alargando un poco en esto y los demás, que sin duda estudiar la psicología merece mucho la pena. Está muy bien tanto para comprender de manera teórica el asunto de la mente y el comportamiento como para de manera práctica entenderse a uno mismo, entender a los demás y hacer intervenciones en la medida en que uno pueda. Bueno, ¿más alguna otra cuestión que queráis comentar o plantear o decir? No. Bien, pues vamos a continuar entonces con el programa. Igual si habéis mirado el manual y lo que teníamos que comprender, estudiar o presentar hoy, habéis podido ver que nos hemos saltado un tema, el capítulo 8. El capítulo 8, el tema 8 se titula El Cognitivismo. Una escuela de psicología muy importante, o mejor, un paradigma de psicología muy importante es además esto del cognitivismo. Voy a ponerlo aquí, Psicología Cognitiva. Psicología Cognitiva, o cognitivismo, es muy importante. Viene a ser el enfoque o paradigma de psicología dominante ahora en la academia, en la universidad. Nos presenta ideas que merecen mucho la pena de comprender pero nosotros no lo vamos a ver, nos lo hemos saltado porque no está en el programa evaluable, podríamos decirlo así, de esta asignatura. No entra para examen. Hace tiempo sí entraba pero el profesor Martorell creyó conveniente quitarlo de la materia evaluable. Quedó tal vez en el libro un poco difícil en la exposición y bueno por distintas razones le pareció a él que podíamos no verlo de esta manera obligatoria puesto que no está en el examen. De todos modos yo recomiendo que lo miréis. Hay ahí también algunas secciones o apartados que nos van a servir en temas siguientes cuando hablemos de la psicología básica y sobre todo de la comprensión del pensamiento y del conocimiento en general pues ahí veréis que tendremos que hablar de la psicología cognitiva, un enfoque de psicología que le da muchísima importancia al conocimiento. Lo cognitivo es lo que tiene que ver con el conocimiento. Incluso nos ofrece utilizar una metáfora para entendernos a nosotros mismos, a los seres humanos, una metáfora llamativa, la famosa metáfora del ordenador según la cual los seres humanos somos muy semejantes a los ordenadores. El cerebro sería el equivalente al hardware, la parte física del ordenador y nuestra mente al software, al conjunto de programas que corren en la máquina con los cuales el ordenador o la tableta o el móvil pues pueden hacer distintas tareas de cómputo y de procesamiento de la información. Bueno, pues ellos entienden que nosotros nos parecemos a los ordenadores porque en nosotros también es muy importante el coger información, procesarla, es muy importante el conocimiento y el conocimiento se trata en nosotros pues de una manera, piensan ellos, semejante a como se trata en el ordenador. Bueno, esto ya lo veremos como más adelante. Pero quería recordar un poquito esa metáfora tan curiosa e importante en la psicología cognitiva, la veremos más adelante, porque quiero señalar que claro, la psicología cognitiva nos ofrece una comprensión del ser humano, incluso descansa en una comprensión filosófica del ser humano. Para ellos el ser humano es un ser eminentemente racional, fundamentalmente racional y la racionalidad dominante en el ser humano pues es un tipo de racionalidad matemática podríamos decir, al estilo de los ordenadores. También vimos cómo el psicoanálisis tiene una comprensión del hombre y descansa en una apreciación o comprensión filosófica del ser humano. En el caso de Freud y del psicoanálisis una comprensión de tipo como más biologista, una comprensión que le da muchísima importancia a lo irracional. No somos seres racionales, somos seres irracionales para Freud, ¿verdad? Irracionales, sometidos a los instintos y a las urgencias a las que nos ha llevado la presión evolutiva y la selección natural, principalmente al sexo. Es decir, hay una conversión filosófica del ser humano allí. Y en el conductismo pues igual, ¿no? Entienden al ser humano semejante a otras especies, incluso a las ratas o a las paromas que utilizan los conductistas en sus investigaciones experimentales. Tienen una conversión filosófica del ser humano como un ser sometido también a la biología. Bueno, sometido a principios de comportamiento puramente mecánicos, deterministas y ajeno a la experiencia de la libertad. Estoy diciendo esto, estoy tratando de señalar un poco la relación entre las escuelas de psicología y los paradigmas psicológicos y la filosofía porque es lo que vamos a ver también aquí en la perspectiva humanista. El humanismo también tiene una base filosófica en la comprensión del ser humano. Nos saltamos el tema de la psicología cognitiva y pasamos a la psicología humanista. Como vais a ver, para los psicólogos humanistas los seres humanos no somos como los ordenadores ni tampoco como las ratas o las palomas, ni tampoco una realidad como, bueno, totalmente inmersa en la naturaleza podríamos decir. En nosotros hay otra cosa, en los seres humanos está la conciencia, está la libertad, está el vínculo, está la disposición al conocimiento y a la perfección interior. Bueno, todo esto suena como muy filosófico y vamos a ver que se encuentra con mucha claridad en este enfoque. Lo veremos por ejemplo en los llamados postulados básicos de la psicología humanista, entre otras cosas. De hecho este enfoque o paradigma o escuela, como queráis llamarlo, la psicología humanista es la escuela de psicología como más claramente dependiente de la filosofía, más relacionada con la filosofía y en cierto modo como más lejana de la perspectiva científica. Me gustaría señalaros una cosa, cuando la psicología ha intentado ser una ciencia al modo por ejemplo del conductismo o de los enfoques muy ligados a lo biológico, una psicología muy pegada a la comprensión del cerebro y del sistema nervioso, cuando he intentado hacer eso y es psicobiología o es conductismo por ejemplo, parece como que ha dejado de lado algo así como lo más propio del ser humano, dimensiones como más propias del ser humano. Y al revés, cuando la psicología ha intentado respetar lo más propio del ser humano, lo que más nos caracteriza, pues parece como que es la subjetividad y la libertad y la autonomía, etcétera, más se ha alejado de la ciencia. Tenemos ahí como ese juego de tensión. ¿Quieres hacer psicología científica? Pues te olvidas de lo propiamente humano, te fijas en lo propiamente humano y tienes dificultades para hacer psicología científica. Esto es lo que vemos también precisamente en este tema. A ver, voy a bajar un poquito el tamaño. A ver, disculpad. No, esto no es el tamaño adecuado de la letra, a ver. Bueno, vamos a dejarlo así. Me parece que he quedado un poco grande. Un enfoque bien interesante. Tal vez, adelantando lo que para algunos será una crítica, el enfoque poco científico y bastante filosófico en la psicología. Esta frase que he dicho se puede discutir, porque algunos dirían que sí, sí, hay claramente ciencia, pero bueno, para bien o para mal, depende un poco de las opiniones e interpretaciones de cada uno, pues es muy cercana a la filosofía y no tanto más distante de la ciencia que otras perspectivas como la psicología cognitiva o la psicología cognitista, ¿de acuerdo? Bueno, me he agarrado demasiado tal vez en este preámbulo. Si voy muy rápido o no me explico con claridad suficientemente bien, por favor, ya sabéis, me lo tenéis que decir, lo ponéis por aquí en los mensajes y lo intentaré contestar, ¿vale? Bueno, venga, vamos a ello entonces. Bien, primero tenemos el concepto de psicología humanista. ¿A qué nos referimos con este título? Pues nos referimos a este título, al grupo de psicólogos muy influidos por la filosofía que van a entender el ser humano, el objeto y el método de una manera especial ligada, como estoy insistiendo todo el rato, a la perspectiva de la filosofía humanista. Claro, a ver, ¿por qué le damos el nombre de humanismo a este conjunto de autores? ¿Por qué les llamamos a este conjunto de autores psicólogos humanistas? Porque, por ejemplo, un freudiano también diría, bueno, es que yo también estudié porque a mí no me llamáis psicólogo humanista, incluso la psicología cognitiva, otro tipo de enfoques. Después de todo, la psicología es una ciencia social y algunos dirían una ciencia humana. Ya sabéis que podemos distinguir las ciencias naturales de las ciencias sociales o ciencias humanas. En las ciencias naturales está la biología, está la física, está la química y en las ciencias sociales o ciencias humanas pues encontramos la sociología, la antropología, la pedagogía y ahí estaría también la psicología porque estudian al ser humano. La respuesta a esta pregunta es porque los llamados psicólogos humanistas no sólo estudian al ser humano, eso también lo hacen los freudianos o la psicología cognitiva, sino que además, insisto en lo que antes había dicho en la presentación, van a centrar su atención, van a focalizar su interés, por decirlo así, en lo que el hombre tiene como de más propio, en lo que nos singulariza. Porque aunque podamos incluso tener una concepción naturalista del ser humano, que entiende que el ser humano es una realidad material y nada de almas o algo así del espíritu, no se puede negar que desde luego no somos como las ratas o las palomas ni siquiera como los gorilas en muchos asuntos. A pesar de que ha habido enfoques en psicología que han querido reducirnos a ese tipo de especies animales. En nosotros parece haber algo curioso y más bien especial, enseguida lo vamos a desarrollar, si queréis lo adelanto, la autoconsciencia, por ejemplo. La autoconsciencia, la reclamación por la verdad y por el bien, eso no pasa desde luego así para nada como nosotros en el mundo puramente animal. La idea de responsabilidad, el vínculo social, es verdad que hay otros animales que también son animales sociales, pero nosotros el vínculo social tiene, las relaciones sociales tienen una importancia extraordinaria. Cuando hablábamos por ejemplo del condutismo y veíamos la teoría del aprendizaje del condutismo, los modelos del condicionamiento clásico y operante, pues ahí ya veíamos también que claro en el caso del ser humano aunque haya una continuidad biológica y nosotros estemos en la línea de la evolución y se nos pueda comprender evolutivamente y demás, sin embargo hay diferencias. Si queremos incluso comprender cómo los seres humanos aprendemos tendríamos que presentar modelos de aprendizaje que se fijen en estilos propios del aprendizaje humano, por ejemplo, que atienda a la comprensión intelectual, a comprender y captar valores, a educar a partir de la empatía, a partir de la identificación con el otro, etcétera. Hay estilos propios del ser humano en la vida, en el aprendizaje, la emocionalidad, en los intercambios con los demás, etcétera. Y justo a esas diferencias que estoy ahora citando de manera así un poco vaga y general, justo ese tipo de diferencia del ser humano con el resto, ya he citado un poquito el de la libertad pero eso hay que tenerlo muy en cuenta, pues es ese tipo de diferencia en lo que se va a fijar la psicología humanista. Este enfoque cuando aparece en la llamada psicología científica porque, bueno no sé si ha quedado claro o yo he confundido con la presentación, esta psicología quiere ser científica, no es una psicología filosófica. En filosofía se puede hacer psicología también, filosofía de la mente por ejemplo y cabe hacer una psicología filosófica pero esta que llamamos psicología humanista no quiso ser un área de la filosofía, quiso ser más bien un área de la ciencia. Quiso hacer ciencia en la comprensión de la mente y del comportamiento pero atendiendo a ciertas características y atributos o rasgos que habían sido poco atendidos, descuidados por el enfoque de las otras escuelas de psicología científica. Y se gesta a partir de los años 50 y 60 del siglo XX justo cuando aún está muy presente el conductismo y cuando empieza a formarse la psicología cognitiva. La psicología cognitiva que nos hemos saltado se empieza a desarrollar a partir de los años 60 del siglo pasado y justo en ese momento y como alternativa se encuentra la psicología o el enfoque de la psicología humanista. Está sometido a influencias de distintos tipos, influencias filosóficas, como nosotros lo vamos a comentar, algunas de ellas. Influencias psicológicas, filosóficas, perdón, sociales y culturales e incluso también psicológicas, enseguida lo vamos a comentar. Esto en cuanto al concepto. En cuanto a qué es lo que permitió la aparición en los años 50 del enfoque humanista en psicología. Pues yo he puesto aquí en cursiva algunos de los factores que debemos tener en cuenta a la hora de comprender la emergencia de este movimiento. Por un lado, desde luego, por parte de la propia psicología. En el interior de la psicología, de los psicólogos, encontramos que había gente descontenta con el conductismo y el psicoanálisis. Vamos a citar estas dos escuelas, conductismo y psicoanálisis, a la hora de entender la aparición de la psicología humanista. Y entonces, bueno, había gente que no les gustaba cómo el conductismo entendía al ser humano en términos tan claramente mecanicistas y reduccionistas. Pero tampoco, y la negativa conductista hablar de la mente, por supuesto, pero tampoco les atraía el psicoanálisis o suficientemente el psicoanálisis, suficientemente. Podían sentir simpatía por la referencia freudiana a la mente, volver a estudiar la mente, querer estudiar la mente. Muchos pensaron que podía estar bien. Pero tampoco estaban de acuerdo con el psicoanálisis porque les parecía también que era reduccionista y, en cierto modo, también mecanicista y determinista. Esto ya lo comentaremos un poco más adelante. Que ofrecía una visión deshumanizada, el creer que los seres humanos nos dejamos llevar por los instintos y puramente por los instintos y que nosotros es fundamental el instinto sexual antes que cualquier otra cosa. Pues a algunos les pareció demasiado exagerado e impropio para la psicología y pensaron que sería bueno, sería necesario que hubiera... Fijaros en esta expresión que está en negrita, ¿no? Tercera fuerza. Me voy a subrayar también un momento. Vamos a poner el subrayador. Tercera fuerza, ¿vale? Este concepto es muy importante. Incluso ha habido alguna pregunta a veces sobre este concepto de tercera fuerza. ¿Qué quiere decir esto de tercera fuerza? Pues que habrá un grupo de psicólogos que creerán necesario desarrollar una psicología alternativa al conductismo y al psicoanálisis, que eran las dos fuerzas dominantes en la psicología. La primera habitad, desde luego, del siglo XX. Entonces esto es un tercer enfoque, tercera fuerza o enfoque que quiere entrar en la psicología científica para comprender la mente y el comportamiento. Por tanto, gente, por decirlo en una frase, descontenta en psicología, psicólogos descontentos con lo que en ese momento se estaba contando sobre la mente y el comportamiento. ¿De acuerdo? Bien, pero luego encontramos también factores sociales y culturales. Y este detalle que voy a decir ahora pues creo que tiene importancia, no hay que descuidarlo. Es que no hay que olvidar lo trágico del siglo XX en el mundo humano. Fue terrible la Primera Guerra Mundial, fue terrible el período de entreguerras en Alemania y fue tal vez más terrible la Segunda Guerra Mundial y el holocausto. Además, tras la Segunda Guerra Mundial sabemos que hubo la guerra fría entre las dos grandes potencias, la URSS y Estados Unidos. Incluso los años 50, eso ahora nos parece un poco tal vez raro, difícil de entender porque ya la amenaza nuclear no tiene mucha fuerza en este momento, presencia en nuestra vida. Pero en los años 50, luego en Estados Unidos y también en Europa pero tal vez más en Estados Unidos, sí había un fuerte temor al conflicto con la URSS y al uso de las armas terribles, las armas atómicas. Un desasosiego tras la Segunda Guerra Mundial. Había desánimo, confusión, una crisis ¿cómo podríamos decirlo? Una crisis humana en la humanidad después de la terrible catástrofe de la Segunda Guerra Mundial y del holocausto. El holocausto, la aparición del mal por el mal, del afán de matar y de destruir simplemente por el exterminio del otro, no con un interés económico de otra índole o territorial o político sino una especie de odio al otro. Crueldad, arbitrariedad, sufrimiento exagerado, falta de moralidad, todo lo contrario y tras la Segunda Guerra Mundial pues desazón, confusión. Hubo confusión inmensa en mucha gente. Ya parecía como que por ejemplo la religión no podía ayudar a la gente. Había también decepción en cuanto a las religiones dominantes, las religiones al estilo del cristianismo o incluso también del islam pero en occidente donde aparece la psicología humanista pues ahí tenemos básicamente el cristianismo y el judaísmo. Entonces mucha gente estaba decepcionada de esas torteras de salvación y de cuidado que son las religiones. No creían que se pudieran utilizar como guía para la gente. Tampoco confiaban, mucha gente sobre todo gente joven no confiaba en la generación adulta, en las normas y valores morales y sociales de la generación adulta. Había una protesta enorme que se concentró, todos lo sabemos, en el movimiento del 68, en mayo del 68. Aparece en mayo del 68 el movimiento hippie, un movimiento contestatario que quiere repensar todo, que quiere repensar los valores, las ideas políticas, las ideas económicas, las ideas sociales y quiere repensar la sexualidad. Todos tenemos ahí imágenes de películas, documentales y algunos igual por la edad pudieron participar un poco de ese movimiento hippie en los años 60 y 70 en donde se quiso empezar casi de nuevo para construir lo que mucha gente entendía que era una sociedad más justa y en contra de la sociedad injusta en la que se vivía. Incluso hay que recordar que ese movimiento sobre todo en Estados Unidos, también en Europa y en Francia por supuesto donde viene el nombre, en mayo del 68 esa revolución cultural y social y moral y sexual de la época la protagonizaban jóvenes que no tenían muchas necesidades materiales podríamos decir. Algunos críticos con ese movimiento decían que eran burgueses y nada más. Y es verdad, si no quiero utilizar esos términos así de burguesía y obreros y demás pues era más bien la burguesía de gente que había satisfecho las necesidades básicas utilizando la pirámide Maslow, las necesidades de la alimentación y bueno necesidades básicas las tenían cubiertas y sin embargo estaban insatisfechos. Este detalle es importante. Estaban insatisfechos. Había una especie de crisis existencial en mucha gente, confusión, no saber qué hacer y un afán por probar cosas nuevas. El LSD y las sustancias psicodélicas, las drogas como forma no sólo de diversión sino también de conocimiento. Los que ahora llamamos psiconautas que es gente que quiere emplear sustancias para conseguir estados distintos de conciencia, algunos dirían alterados de conciencia y de mayor conocimiento. Un afán de probar las relaciones sentimentales, en las relaciones sexuales, en las formas de convivir y de producir. Ahí estaban las comunas. Bueno, podríais decir ¿y esto qué tiene que ver con la psicología? Pues sí tiene que ver, tuvo mucho que ver porque hubo autores como Víctor Frank por ejemplo, Víctor Frank del que tendremos oportunidad de hablar, que se dieron cuenta de que había una crisis de sentido. Víctor Frank este que tenemos aquí. El hombre en busca del sentido, una obra magnífica que podríais leer, el hombre en busca del sentido. Porque él estuvo muy atento a eso, a la falta de sentido que mucha gente estaba viviendo y mucha gente estaba notando que esa falta de sentido no se podía remediar, no les podían ayudar los conductistas, no les podían ayudar los psicoanalistas ¿verdad? Entonces, bueno pues buscaron otros referentes en psicología, otros psicólogos que pudieran comprenderles mejor y unos términos que a ellos les parecían más interesantes. Bueno, entonces por favor no me alarguen más en este factor pero quisiera que lo tuviéramos en cuenta ¿eh? Factores sociales y culturales. Y luego también hubo una influencia de la filosofía, de la llamada filosofía humanista, de la que enseguida vamos a tener que hablar ¿no? Como os decía, es esta escuela la más cercana a la filosofía ¿no? La psicología humanista ¿vale? E influirá directamente además. En este caso hay una influencia directa ¿no? Porque algunos de ellos claramente lo van a... bueno, van a utilizar ¿no? las reflexiones filosóficas. Por ejemplo, este autor del que enseguida vamos a hablar, Vince Banger ¿no? Muy muy cercano a la filosofía, a cierta filosofía que enseguida vamos a comentar ¿vale? Bueno, pues esto es lo que se dice en el apartado 1. Tal vez me he extendido demasiado pero hay cosas que merecen la pena ¿vale? Pues vamos a pasar ahora al apartado 2 ¿no? Después de ver esto de la tercera fuerza, el título y en qué consiste esta idea de la tercera fuerza, vamos a pasar al humanismo, existencialismo y fenomenología. Bien, aquí lo que hace Bartorell es el que ha redactado este capítulo, es presentarnos muy muy rápidamente algunas escuelas e ideas filosóficas que van a influir en la aparición y desarrollo del desarrollo de la psicología humanista. Primero, la noción de humanismo. ¿Qué es esto de humanismo? Es un término evidentemente no exclusivo de la psicología. En filosofía también se habla de humanismo y en general la historia de la cultura podemos hablar de humanismo ¿no? Y con este título ¿a qué enfoque o teoría nos estamos refiriendo? Pues nos referimos a todo enfoque o teoría que centre su atención en el ser humano, ponga en el ser humano la piedra de toque de la validez de la comprensión de la vida ¿no?, por decirlo así. Esto suena ya como bastante filosófico me parece pero es lo que toca un poco en este momento. Se trata de una teoría, si es una teoría humanista, de una teoría que quiere investigar, como he dicho antes, lo propio del ser humano ¿verdad? Que quiere además también cuidar al ser humano respecto de otras realidades que de algún modo las pueden o le pueden dañar, le pueden hacer daño ¿no? Por ejemplo si hablamos del humanismo cristiano ¿no? Pues ahí sería el enfoque cristiano que va a decir el ser humano vale vale vale muchísimo y hay cosas que nos pueden deshumanizar, por ejemplo la tecnología o por ejemplo pues igual la explotación económica, una vida laboral, un trabajo que sea totalmente alienante y nos pueda dañar ¿no? El marxismo también puede ser un enfoque humanista porque también Karl Marx estaba en esta línea de tener una sensibilidad muy intensa acerca del ser humano e intentar luchar contra la alienación del ser humano y la explotación. Bueno, la filosofía de Sartre del que vamos a hablar enseguida pues también es una filosofía humanista. El humanismo en el renacimiento, bueno pues era un movimiento cultural que también insistía en el papel del estudio del hombre, en el caso del humanismo renacentista tratando de recuperar la cultura y la filosofía grecolatina ¿verdad? Bueno, hay distintas peculiaridades en cada uno de los humanismos que uno puede reconocer en la historia de la filosofía y en la historia de la cultura pero en general hay que recordar, esto es fácil creo yo de comprender y de recordar, el humanismo como enfoque que prima la atención al ser humano ¿no? Y que además, fijaros en este punto, destaca la dignidad, diferencia, la diferencia y también dignidad. Esta palabra ya tiene un sentido ya valorativo, no solo es decir que el hombre es distinto a otros seres sino que además tiene un valor especial, un valor especial que tiene, bueno, que pide, diciéndolo de otro modo, que pide que le cuidemos al ser humano de un modo como muy destacado ¿no? Porque tal vez se encuentra en una situación de fragilidad muy superior a la de otras especies animales ¿vale? Ya veremos qué es esto también un poco más adelante. Dignidad del ser humano. El humanismo puede ser entendido como una concepción del ser humano, en el sentido anterior ¿no? Y también como un método ¿verdad? Y entendiendo el humanismo como método pues ahí podríamos poner a William James que en realidad, recordáis este autor ¿no? No sé si preguntaros ¿a qué escuela pertenece William James? De las escuelas que hemos visto, ¿cuál diríais que es la escuela a la que pertenece este autor? Si me dejáis que os interrogué un poquito, así me paro un momento. William James. Hablamos de él. ¿Nadie contesta? Samuel, Marías, Maribel también, Lucía, Antri, Diana... ¡Ah eso es! Ahí está. Ángela, muy bien ¿no? Eso es. Al funcionalismo. Presentamos que era uno de los autores más importantes del acordeón funcionalista ¿no? También presentamos la teoría de la moción de William James ¿verdad? James Lange ya vimos en su momento. Entonces hay que meterlo en esas... bueno, si queremos no meter autores en etiquetas y así en grupos ¿no? En el caso de William James corresponde a la escuela funcionalista. Pero bueno pues también se puede decir que tenía ideas humanistas en varios sentidos y uno de ellos pues por la apertura de mente en la comprensión del ser humano para atender a la riqueza del ser humano, riqueza de lo real ¿no? Pues entonces no tenemos que utilizar sólo el método experimental o métodos como muy estrictos y fijos en la comprensión del ser humano ¿vale? Bueno, digo esto para que no nos confundamos porque igual podríamos pensar que William James es un psicólogo humanista al estilo de Rogers o de Victor Frank. Lo pone también aquí ¿eh? Lo pone también aquí pero no es desde luego de los representativos. Cuando uno piensa en los psicólogos humanistas pues está pensando más bien, voy a subrayar tal vez los más conocidos ¿verdad? Rogers y Victor Frank. Después está Roger May también, Vince Ranger, Alport... y en esta línea pues William James quedaría un poquito como más atrás ¿de acuerdo? En el enfoque humanista cuando estudiamos al ser humano ¿en qué nos tenemos que fijar? Pues como decía antes, en los fenómenos puramente humanos. ¿Cuáles son los fenómenos? Los hechos, fenómenos quiere decir aquí pues hechos, realidades que se dan a la experiencia. ¿Cuáles son las realidades humanas que se dan a la experiencia y las podemos ver y comprobar y sentir? Pero que son puramente humanas. Aquí se ponen tres ¿no? El amor no es exclusivo del ser humano pero en el ser humano tiene también lo contrario ¿no? El odio, pero el ser humano, el amor tiene formas verdaderamente propias e intensas y que tienen que ser entendidas ¿no? Por ejemplo ahora estoy como os decía estudiando y mirando más la teoría de la pegó, de Volwick y justo pues es una teoría que subraya la importancia del amor, muchísimo ¿no? Que no haya sido comprendido bien pensaba Volwick ni por los conductistas ni por los psicoanalistas, aunque él era psicoanalista pero luego se apartó un poquito ofreciendo una comprensión diríamos como más humanista ¿no? Hubo después de él algún otro psicólogo, Harlow por ejemplo, que investigó con monos para ver también si eran ciertas las teorías de Volwick sobre el apego, teniendo como vínculo amoroso intenso y constante de protección entre las personas ¿verdad? Y vio que también los monos estaban ¿no? Y es verdad ¿no? Que también se da el amor entre los mamíferos por supuesto ¿no? Pero en el caso del ser humano pues tiene peculiaridades que tienen que ser estudiadas y no pueden ser desatendidas ¿vale? La creatividad, la angustia, esto de la angustia que va a salir mucho ¿no? Por ejemplo y sobre todo un tipo de angustia que no está presente en el resto de especies que es la angustia ante la muerte. Nosotros tenemos conciencia de la muerte de un modo que para nada se parece a lo que le ocurre a una cebra e incluso a un chimpancé que también tiene miedo a la agresión por supuesto ¿verdad? Por supuesto que sí ¿no? Pero no hay una conciencia de la muerte futura en uno ¿verdad? Y esto es así porque nosotros tenemos conciencia del futuro. Los seres humanos podemos atender al pasado, al presente y al futuro. Podemos representarnos, imaginar, pensar el futuro y este hecho de poder pensar el futuro que no está en el mundo animal tiene consecuencias en la mente y en el comportamiento, por supuesto que sí. Por ejemplo podemos estresarnos pensando en los exámenes que nos quedan o en algo mucho más grave, en la muerte posible o cercana. Ahora mismo las medidas de protección que tenemos con la mascarilla y las vacunas tienen que ver con la conciencia de la posibilidad de la muerte y eso favorece, bueno, estados mentales. Ahora mismo pues ha habido mucha gente que ha enfermado psicológicamente ¿no? Que ha caído en depresión y en estrés como consecuencia de la pandemia y ahí está presente sin duda ninguna la conciencia del futuro, la conciencia de la vulnerabilidad, la conciencia del daño, etcétera. El enfoque humanista utiliza varios títulos, psicología humanista, psicología existencialista, humanístico-existencial, son distintas maneras de decirlo. Algunos creen que se puede hacer esta distinción pero para nosotros que vamos a tratar este tema desde un punto de vista un poco superficial pues podríamos casi decir que se pueden intercambiar estas expresiones ¿no? y la preferida pues viene a ser la de psicología humanista. Psicología humanista. Influencias del existencialismo y la fenomenología. Vamos a ver cómo estas corrientes filosóficas, son dos corrientes filosóficas del siglo XX, algunos aspectos de estas dos corrientes o ideas de estas dos corrientes filosóficas que van a influir en la psicología humanista. Para empezar, el existencialismo. Bien, representantes de la filosofía existencialista pues el más conocido es éste, Sartre, Jean-Paul Sartre y también se suele señalar a Heidegger, hay otros pensadores que también están aquí, hasta incluso nuestro unamuno, nuestro filósofo unamuno pues estaría un poco en esta línea, Kierkegaard, Danés ya más para atrás ¿no? Pero bueno nosotros vamos a fijarnos a comentar estos dos autores que tenemos aquí Sartre y Heidegger como los autores más importantes de la corriente existencialista. Y de estos dos, el que se puede leer pues si queréis acercaros también a esta perspectiva filosófica para comprender mejor esta psicología, el que se puede leer con más facilidad creo yo que es Sartre. Heidegger es muy enrevesado en su manera de escribir, sin embargo Sartre que era un buen escritor ¿no? Recibió, era también novelista y ramatúrguo incluso, escribía bastante bien ¿no? Recibió el premio Nobel de literatura que no recogió por cierto ¿no? Si no recuerdo mal. Pues se nota esa mayor facilidad para la escritura aunque tiene también algunos textos un tanto enrevesados y por ponernos una obra suya os diría que podríais leer la obra titulada El existencialismo Voy a poner aquí El existencialismo es un humanismo ¿de acuerdo? Veis, aquí tenemos hasta las dos palabras, existencialismo y humanismo ¿no? Es un escrito breve, no sé cuántas páginas, 50, 60 dependen al ser ¿no? 40 depende de la edición, que recoge de ese libro una conferencia que él dio en el que defendía la idea de que su filosofía El existencialismo es la manera más adecuada, más sensata y mejor de defender el humanismo, de defender la propuesta de la dignidad y el cuidado del ser humano. En el caso de Jean Paul Sartre se trata de un humanismo ateo que él cree que incluso la condición de posibilidad de la reivindicación extrema del ser humano es negar que exista Dios, es el ateísmo. En este punto los psicólogos humanistas no van a estar muy de acuerdo con Sartre, aunque esto no se dice en el libro pero tal vez si profundizáis en la filosofía de Sartre y conocéis su pensamiento y conocéis el ateísmo de Sartre os puede llamar un poco la atención, porque justo además la psicología humanista no ve con malos ojos la experiencia religiosa. Incluso habrá algunas variantes de la psicología humanista que creerán incluso hasta necesario la referencia a lo espiritual. La psicología transpersonal, por ejemplo, viene a ser en cierto modo una continuación de la psicología humanista y ahí claramente se habla de lo espiritual. Entonces, por favor, que no nos confunda este hecho, aquí tenemos a un filósofo ateo que sin embargo ha influido en la psicología humanista, que suena a una psicología como de carácter hasta ligeramente más espiritual que otros enfoques de psicología. ¿Pero qué ideas nos interesan más del existencialismo? Pues, claro, esto de poner mucho énfasis en la existencia, en el existir, contraponiéndolo a la esencia. ¿Verdad? Tengo un poco de temor de entrar en algunas cuestiones filosóficas de demasiada envergadura tal vez, pero tal vez hay que citarlas. Bueno, los filósofos ya sabéis que hablan de las esencias, de las cosas. Muchos creen que existen las realidades profundas dentro del ser humano, bueno, dentro de las cosas no solo del ser humano, que definen a las cosas, podemos hablar de la esencia del triángulo que sería algo que define al triángulo. La característica o características que definen al triángulo que está en todos los triángulos, que no pueden dejar de estar en todos los triángulos como eso de tener tres ángulos internos. Figura cerrada por tres líneas rectas, sería un rasgo en la esencia de los triángulos y allí donde hay triángulo hay eso, que es figura cerrada en tres líneas, por tres líneas rectas. Tener tres ángulos o sumar los ángulos internos 180 grados, etcétera. Muchos filósofos han creído que existe ese tipo de realidad que llamamos esencia o naturaleza de las cosas. La esencia o naturaleza del triángulo, la esencia o naturaleza del árbol, del león o la esencia o naturaleza del ser humano. Bien, sin embargo este no es el caso de Sartre. Sartre no cree que exista algo así como una esencia o naturaleza humana. Él piensa que si existiera Dios y nos hubiera creado pues tal vez habría hecho eso con nosotros, darnos algo así como un esquema del ser, un esquema del comportamiento que nosotros podemos tener, rasgos propios que sí o sí van a estar en todo momento y en todo lugar y en todas las personas. Él va a decir que esto no es así, va a decir Sartre que los seres humanos nos construimos, que no tenemos una esencia o naturaleza sino que nos vamos haciendo. Por cierto que si queréis comprender también estas ideas podríais leer a Ortega y Gasset que estaría también en esta línea. Ortega y Gasset también va a señalar que lo importante es el hacer, que nos vamos construyendo los seres humanos. Pero bueno, volviendo otra vez a Sartre. Ahí como un parentesco muy interesante entre Sartre y nuestro filósofo Ortega y Gasset. Entonces Sartre dirá no, los seres humanos es que no estamos definidos de antemano por algo así como una esencia o naturaleza, o si queremos hablar en términos biologistas por nuestra genética. Más bien ocurre que hay una categoría y en esto va a insistir muchísimo Sartre, mucho mucho de los filósofos que más han insistido en ello, hay una categoría antropológica que nos corresponde. Algo fundamental que está en todos los seres humanos. Ya en cierto modo casi se está colando la noción de naturaleza otra vez, porque es que resulta casi imposible hablar si no utilizamos esa noción. Bueno, más allá de este matiz, Sartre dirá que algo que encontramos en los seres humanos, muy propio de los seres humanos y que hay que tener en cuenta, es la existencia de la libertad. Incluso lo va a decir de una manera muy gráfica con una frase que igual conocéis. Dirá Sartre estamos condenados a ser libres, no podemos dejar de ser libres. No podemos dejar de ser libres por mucho que nos empeñemos en esconder nuestra responsabilidad. Bueno pues al final se va a ver que las cosas que nos pasan en lo fundamental, pensará él, dependen de nosotros. El existencialismo va a subrayar la importancia de la responsabilidad. Esto es muy importante, del ser responsable de lo que nos ocurre. Tal vez a veces exagerando las cosas. Incluso la frase que yo he dicho antes de lo que nos pasa es responsabilidad nuestra, pues en cierto modo es un tanto exagerada porque no se puede negar también la interferencia del otro. Pero siempre cabe incluso el que uno ante lo que nos llega pueda tomar decisiones y el propio Sartre puso ejemplos muy tremendos, podríamos decir, para mostrar cómo muchas veces la gente esconde su libertad. No quiere hacerse responsable de lo que está ocurriendo en su vida y de lo que está haciendo, de las decisiones que en realidad está tomando. Llega a poner el ejemplo de una persona detenida por un tirano y que le exige hacer daño a otra persona, incluso matar a otra persona. Y entonces claro si alguien te exige hacer daño tú igual lo haces y alegas que no te quedaba otra, que no te quedaba otro remedio, que no podías hacer otra cosa que hacer daño al otro porque te había amenazado incluso de muerte. Bueno, a veces hablamos así porque nos queremos quitar responsabilidad en definitiva. Y ahora vendrías a Sartre y te diría bueno pues no, en realidad tú aún tenías opciones sólo que las opciones que tú tenías son opciones difíciles que te pueden comprometer extraordinariamente, que pueden hacer que mueras. Si el tirano te dice mata este o te mato a ti, tú siempre le puedes decir mátame. Si quieres me matas pero no me vas a poder imponer de manera absoluta y radical que yo haga esto porque yo soy libre para desobedecerte a un arriesgo de mi vida. Suena como muy trágico pero bueno a veces en la vida hay decisiones tal vez no de esa envergadura aunque ha habido mucha gente que ha dado su vida por los demás, que ha querido utilizar su libertad para salvar a los demás o para tomar decisiones que eran consideradas necesarias por él. El existencialismo de Sartre va a insistir en esto, que nosotros somos libres y es como consecuencia de la libertad como nos vamos haciendo. El ser humano se construye. Fijaos qué idea tan bonita. El ser humano se construye, el ser humano puede elegir y tiene que elegir porque estamos en cierto modo aunque sea paradójico condenados a ser libres, a actuar desde la libertad y tenemos que elegir. Claro esto desde el punto de vista de la psicología tiene valor, tiene mucha importancia desde el punto de vista de la psicología porque se va a considerar que, por ejemplo, la salud mental tiene que ver con el asumir la responsabilidad, convivir desde la autonomía, convivir desde el autosoporte y no desde el aporte de lo otro. Os decía antes que estaba, estoy haciendo ahora unos cursos de psicología gestal y justo esa psicología, la psicología gestal va a insistir con mucha fuerza en esta idea sartreana, esta idea existencialista de la libertad, de la necesidad de asumir la responsabilidad de lo que uno le pasa y de lo que uno hace, las dos cosas, de los comportamientos de uno pero también en el fondo de lo que uno está sintiendo. La idea de responsabilidad está muy cercana a la idea de libertad y Sartre insistía en ello, tenemos que hacernos responsables de nuestro propio existir y ser. En el tema de la psicología gestal por ejemplo te va a decir claro es que tú estás enfadado pero no quieres asumir que estás enfadado, escondes tu enfado por las razones que sea, tal vez porque tienes miedo al enfrentamiento o por las razones que sean, escondes tu enfado, escondes esa emocionalidad porque te da miedo vivirla con consciencia y claridad y entonces la camuflas de otra manera o la reprimes o la evitas. Bueno, una psicología cercana al existencialismo va a decir eso no está bien y no me refiero desde el punto de vista moral que tal vez también sino desde el punto de vista psicológico. Desde el punto de vista psicológico uno más bien tenderá a la neurosis, comportamientos y estados mentales tanto dañosos si esconde su responsabilidad. Bueno, pues esta es esta idea de la psicología gestal que es una forma de psicología humanista la gestal se incluye en la psicología humanista en el enfoque humanista bueno pues lo presentaron los psicólogos gestal tomándola en cierto modo o influido si queréis por el existencialismo. ¿Vale? Además que más tenemos por aquí el ser humano, ¿no? El existencialista va a decir que el ser humano no se puede reducir a una entidad distinta a la humana, ¿no? Otra, a otro tipo de entidad, ¿verdad? O incluso más profundamente, ¿no? Esto en realidad quiere decir que no se puede reducir para conectarlo con lo que había dicho antes, ¿no? El ser humano no se puede reducir a una esencia o un rasgo esencial que de alguna manera podamos suponer que nos caracteriza, por ejemplo lo de racional o por ejemplo lo de ser social o ente psíquico biológico, ¿verdad? Más bien lo que va a hacer el existencialismo es repito señalar que nosotros nos podemos ir construyendo a nosotros mismos. Somos lo que nos hemos hecho, por decirlo así, ¿vale? Bueno, pues tenemos ideas importantes muy muy interesantes que van a estar muy cercanas a la psicología humanista como vamos a ver, ¿no? No todos los psicólogos humanistas insistirán de la misma manera en esta idea de responsabilidad, en esta idea de libertad, en esta idea de autoconstrucción, ¿no? Pero de algún modo está presente en todos ellos. Unos se fijarán en una y otros se fijarán en otra. Por ejemplo la idea de la autoconstrucción, del hacerse a sí mismo. Pues cuando uno ve la pirámide de las necesidades y de la motivación de Maslow, ¿verdad? Lo tenéis aquí. Bueno, ha puesto Maslow y Royes como si fuera una sola persona. Vaya, aquí falta la coma, hay que poner la coma. Son dos autores. Bueno, luego ya lo vemos en el detalle de la lección, ¿no? Pero esto se me pasó aquí ponerle una coma. Bueno, pues si uno se fija en la pirámide, la famosa pirámide de las necesidades de Maslow puedes ver que arriba del todo está la autorrealización, la idea de la autorrealización, la necesidad de autorrealizarse. Y eso se puede conectar muy bien con los enfoques existencialistas. Bueno, la urgencia o la necesidad de sacar adelante lo que está dentro de uno. Atrévete a ser tú mismo. Esta idea, también incluso hippie, ¿no? Sé tú mismo, atrévete a ser tú mismo. Es una idea muy propia de la psicología humanista y sería algo a lo que nos incita también el existencialismo. No te dejes llevar por los prejuicios, las etiquetas, busca tu realidad individual porque igual tú eres distinto a los demás. Claro, quien cree en la esencia tiende más bien a tener una visión que puede hacer todo como más homogéneo y más igual. Mientras que el que no cree en la naturaleza humana, el que no cree en la esencia de lo humano tiene también sus riesgos ese punto de vista pero queda un poco más favorecido para admitir la diferencia, la riqueza entre las personas, la diferencia de caracteres, de comportamientos, de valores, de personalidades. Admitir más al distinto y en esa admisión del distinto puedes atreverte a existir. Esto en cuanto al existencialismo. Fenomenología, autores también. ¿Qué autores tenemos la filosofía fenomenológica? Pues aquí podemos citar a Heidegger que ya estaba también citado en el caso del existencialismo porque él es también un fenomenólogo pero el más importante fenomenólogo es el fundador de la fenomenología que es Husserl. La fenomenología fue un movimiento que estuvo muy presente en Alemania, en los países de lengua alemana y ahí repito que destaca como el creador de este movimiento Edmund Husserl. Como antecedente Brentano al que tendremos que citar otra vez ya salió también cuando en el tema 5 hablamos de otras formas de psicología distintas al estructuralismo y al funcionalismo pues hablamos también de Brentano y su teoría de la intencionalidad. Ya lo vimos en su momento. Bien, la fenomenología es varias cosas. Por un lado es un método, un método adecuado para acercarse al hombre, al ser humano y como método lo que va a hacer es intentar acercarse al ser humano sin prejuicios ni teorías por tanto preconcebidas por parte del investigador, por parte del observador. Se trata de que atendamos a la experiencia del humano con la mirada abierta, limpia, no contaminada por prejuicios de distintas índoles religiosos o filosóficos o científicos. Que atendamos a lo que se muestra en la experiencia del humano. ¿Esto qué quiere decir? Pues que miremos cómo nos comportamos y cómo sentimos y no nos dejemos llevar, por ejemplo, para poner un caso bastante claro, no nos dejemos llevar por prejuicios cientifistas como era el caso del conductismo radical. En el conductismo radical encontramos que como consecuencia de algunas ideas filosóficas, las ideas empiristas y las ideas que entendían que la ciencia tenía que descansar pues en la experiencia, en el experimento incluso, ese enfoque positivista que ya vimos en la exposición del conductismo les llevó a los conductistas a ser ciegos ante ciertos hechos, ante ciertos hechos humanos. A tener prejuicios en ese caso de tipo filosófico sobre la realidad humana y no fijarse en un caso incluso del aprendizaje. En cómo el ser humano aprende, y esto parece como bastante obvio si uno no tiene anteojos, el ser humano aprende a partir de la conversación, aprende a partir del debate racional, aprende a partir de la palabra, aprende a partir de la instrucción. Esa referencia a la palabra, a la instrucción, al diálogo, al debate racional que en el mundo humano lo notamos, también otras cosas que no tienen nada que ver con eso, también nos enfrentamos a agarrotazos y podemos intentar enseñar también castigando, incluso físicamente, pero también podemos enseñar, y lo vemos, si no vamos con prejuicios, podemos enseñar también de otras maneras. ¿Por qué? Si no vamos con prejuicios podemos descubrir en nosotros con bastante claridad que existen capacidades y facultades que no debíamos obviar o olvidar. Entonces si nosotros utilizamos el método del estar abiertos por completos a la experiencia, a aquello que se da y mirarlo con atención y cuidado, entonces podríamos hacer una psicología bien determinada, bien determinada, una psicología que fuera muy distinta a lo que hemos visto hasta aquí. Por ejemplo, estoy pensando otra vez en la teoría del apego, si uno intenta contemplar sin prejuicios lo que encuentra cuando un padre, una madre, tal vez más una madre por el hecho biológico de la maternidad, se pone en contacto con su bebé, entonces claro, ¿cómo un psicólogo puede contemplar esa escena? Lo puede contemplar con prejuicio y tal vez al modo conductista, de nuevo me estoy metiendo mucho en la disculpa, pero lo puede contemplar al modo conductista y decir bueno en realidad el vínculo que tiene la madre con el bebé es un vínculo totalmente ligado a la lactancia y nada más que a la lactancia y al hecho de que ella es una proveedora del alimento y nada más que eso, proveedora del alimento. Y cuando el niño, el bebé se convierte en niño o incluso aún no es niño y sigue siendo bebé y tiene pues nada, un mes o dos, nada más. Si muestra preferencia por la madre lo hace justo porque la madre está asociada al hecho de que ella provee alimento. Es lo que dicen los conductistas reforzador secundario. Actúa de reforzador secundario porque la leche, el alimento que ella ofrece sería el reforzador primario que favorece, favorece el vínculo entre el bebé y la madre. Bueno entonces igual un conductista llega a este tipo de consideraciones, a creer que los seres humanos nos movemos por necesidades básicas de ese estilo y nada más. El alimento, beber agua también, el que nos protejan del daño y nada más. Pero igual nos encontramos con otra cosa. Si describimos la escena mejor podemos encontrar que el bebé se acerca a nosotros para buscar el contacto, para buscar la calidez del cuerpo humano, para buscar la sensación también de protección, para sentirse cuidado y protegido y atendido. Y tal vez podemos observar, podemos notar que esa necesidad de sentirse acogido, cuidado, protegido, tocado, mirado, contemplado con amor ¿verdad? Esa necesidad es una necesidad irreductible a la necesidad de la alimentación y es una necesidad que los psicólogos llaman necesidad primaria ¿no? Entonces si vamos sin prejuicios a observar la relación entre el bebé y la madre tal vez desarrollaríamos una teoría distinta a la teoría conductista. Una teoría en donde, bueno pues ese aspecto del amor que he citado antes como un rasgo propiamente humano según la psicología humanista pues está muy presente y es una dimensión fundamental y puede ser más importante incluso que el biberón, que la leche materna que es fundamental también obviamente ¿no? para sobrevivir ¿verdad? Bueno he querido poner como un ejemplo de cómo tú puedes ir con anteojos y si tienes una visión del ser humano muy reduccionista, muy mecanicista del ser humano cuando contemplas las relaciones entre las personas esos anteojos te pueden hacer perder la realidad fenoménica o mejor más que fenoménica fenomenológica se suele decir, fenomenológica. Lo fenomenológico es lo que se muestra a la experiencia un fenómeno es la realidad mostrándose de a ti ¿vale? Cuidado con ese título que ya ha salido en alguna otra ocasión. Llamamos fenómeno aquello que se muestra y la fenomenología sería la filosofía que quiere describir lo que se te muestra, que tiene como propósito no tanto interpretar lo que se te muestra sino describir lo que se te muestra ¿vale? Y sin anteojos eliminando todo tipo de prejuicios en la comprensión de la realidad por parte del observador. Bueno no sé si insistir más me estoy entreteniendo demasiado ¿se entiende o suena todo esto como muy raro? Si podéis darme un poco de feedback por favor ¿se entiende esto? Sí, suena un poco raro ¿no? Atención a lo fenomenológico, a lo que se muestra. No vayas ahí empujando lo que se te muestra para deformarlo con tus prejuicios filosóficos, cientifistas o... ¿no? Atiende ahí e intenta describirlo ¿verdad? Además también la fenomenología junto con esta disposición metodológica de atención totalmente fiel a lo dado, es también una filosofía que intenta caracterizar al ser humano a partir de su mente podríamos decirlo así. Y al caracterizar al ser humano a partir de su mente, por decirlo de manera un poco más sencilla, los fenomenólogos intentaron descubrir cuál es la característica más propia del psiquismo, de la mente. En realidad aquí Husserl en esto no fue original, lo que voy a decir ahora ¿no? porque ya lo que voy a decir ahora lo encontramos en Brentano si recordáis el tema 5 donde aparecía esta noción que voy a citar y que tenemos aquí, que es la noción de intencional ¿verdad? Nos va a decir la fenomenología, vamos a ver, el rasgo más propio de la conciencia y no sólo de la conciencia ¿no? Aquí pone, lo he puesto yo porque he intentado recoger casi de manera un poco literal el libro, lo que se dice en el libro, entonces habla de la conciencia pues yo he puesto conciencia pero habría que ponerlo una palabra más general que la palabra conciencia, porque por ejemplo el deseo, el deseo es otra cosa un poquito distinta de la conciencia ¿verdad? Cuando hablamos de la conciencia nos estamos refiriendo al darse cuenta de que es una de las capacidades de la mente pero en la mente también están los deseos, también están los recuerdos, también están las fantasías, están los pensamientos. Pues bien, si intentamos investigar y comprender qué es lo propio de la mente, de esa realidad capaz de vivir deseos, de experimentar emociones, de tener pensamientos y recuerdos y conciencias, darse cuentas, actos de conciencia. Entonces concluyó Brentano como ya habíamos señalado en el tema 5, concluyó Brentano, el rasgo más propio de ser es así, es la intencionalidad ¿vale? Todo estado mental es intencional. Yo pondría aquí si queréis, lo podríais, aquí tenéis un hueco añadir. Todo estado mental, toda vivencia dirá Ortega y Gasset, por cierto que se educó mucho, se formó en parte gracias a la filosofía de Husserl o con la filosofía de Husserl. Toda vivencia es intencional. ¿Qué es eso de la intencionalidad? Es la capacidad que tiene la mente de referirse a objetos, de atender o apuntar a realidades. Y así cuando nosotros recordamos, recordamos algo, cuando pensamos pensamos algo, cuando deseamos deseamos algo, cuando tenemos conciencia tenemos algo de lo que somos conscientes. Esto es lo propio de los estados mentales para la fenomenología ¿de acuerdo? La intencionalidad. Esto es así para Husserl, será así para Heidegger y es así también de manera originaria porque fue el que presentó esta noción casi diríamos por primera vez ¿no? para Brentano. Dijimos también en su momento que no había que confundir lo intencional con lo intencionado. Igual que aquí hay que tener en cuenta que la intencionalidad, el carácter intencional no sólo es de la conciencia sino de todo estado mental. Hay que darse cuenta también hay que fijarse en la diferencia entre estas dos palabras intencional e intencionado. Algo intencionado es algo que se hace con propósito como consecuencia de la voluntad ¿vale? A mí me puede pasar que me ocurran algunos estados mentales no intencionados. Por ejemplo, si tengo una preocupación por algo pues sin yo querer puedo tener un pensamiento invasivo ¿no? Para las personas que viven con demasiado estrés tal vez el tema de la pandemia ¿no? Pues le puede venir el pensamiento de que va a enfermar. No se lo puede quitar de la cabeza. El pensamiento de que va a enfermar, va a enfermar, va a enfermar. Lo tiene ahí metido. Un pensamiento parásito. Ese pensamiento no es intencionado, no es consecuencia de una intención. No tiene la intención de pensar en el daño, en la enfermedad y la muerte por el COVID pero sin embargo le acude a la mente ¿no? Ese pensamiento no es intencionado pero es intencional es una vivencia intencional. Apunta algo. ¿Qué es lo que está pensando si le preguntas a esa persona obsesionada con la enfermedad? Pues estoy pensando que me voy a enfermar. Ese sería su objeto intencional. La enfermedad es el objeto intencional del pensamiento de esa persona. Entonces no todo lo intencional, no todo lo intencionado, perdón confunde las palabras, no todo lo intencional es intencionado y todo lo intencionado sin embargo es intencional ¿vale? Recordamos esta frase la repito porque me he trabado un poquito. No todo lo intencional es intencionado pero todo lo intencionado es intencional ¿vale? ¿Por qué? Porque lo intencionado es lo voluntario, aquello que es consecuencia de un propósito y porque por tanto todo lo intencionado es intencional porque los propósitos tienen un objeto ¿no? Y no todo lo intencional es intencionado porque además de los actos de voluntad pues tenemos recuerdos, fantasías, etcétera. ¿Vale? Bueno no me alargo más en este punto solo quería señalaros que este concepto tan importante la filosofía fenomenológica de la intencionalidad lo van a recoger también los psicólogos humanistas. Traducido, a ver, lo he dicho de una manera tal vez un tanto complicada ¿no? Vamos a ver cómo lo podría resumir en dos frases señalando algo como más claro y más fundamental. Por ejemplo que la psicología humanista recoge esta idea de la intencionalidad cuando los psicólogos humanistas nos dicen que para entender, para comprender a las personas tenemos que saber cuál es su interpretación del mundo ¿Qué tipo de valores, qué tipo de experiencia del mundo tienen? De comprensión de las cosas del mundo. ¿Cuál es el mundo propio de cada persona? Si tú quieres entender a la gente tienes que saber cuál es su mundo propio y esto es así porque nosotros nos movemos por significados, nos movemos por la comprensión de las cosas. Estamos abiertos a la realidad a partir de la intencionalidad y a la vez también la intencionalidad, por ejemplo el pensamiento y la fantasía y el recuerdo, nos pone delante cosas que nos afecten incluso aunque no sean reales. Si nos ponemos delante, por ejemplo, ponemos el caso de la fantasía, en la fantasía nos pone delante cosas que no son reales y tal vez para nada se ven. En el caso de la persona muy angustiada por la enfermedad, pues su fantasía le pone delante una posibilidad de sufrimiento incluso de muerte que seguramente podríamos decir oye no quítatelo de la cabeza porque para nada vas a enfermar, te has vacunado tres veces, tienes una muy buena salud, ahora la cepa que viene que tenemos pues no es muy dañina, etcétera. Pues bien esta situación de angustia que puede experimentar esa persona tiene a su base la capacidad intencional de la mente, en este caso de la vivencia que llamamos fantasía o en el caso de la depresión el recuerdo. El recuerdo es una vivencia que te pone ante algo ya no existente porque se dio en el pasado pero te la pone ahí, tú te vinculas con ese objeto intencional dicen los fenomenólogos que es el de por ejemplo el pariente o la persona que tú has querido tanto y ya ha fallecido. Tu mente se relaciona, fijaros en este punto, tu mente se relaciona con esa persona fallecida aunque no esté, no la puedes tocar ni puede actuar en tu vida ya porque ha desaparecido fatalmente y sin embargo tú te vinculas con ella en la forma del recuerdo y ese vínculo, la forma de recuerdo con ese objeto intencional que es esa persona tan querida y que ya no está, influye en tu vida por supuesto que sí. Bueno, por poner algún ejemplo de este concepto que está con bastante claridad en la psicología humanista. Bien, pasamos al apartado 3 postulados básicos de la psicología humanista. Yo os los he puesto aquí como muy muy muy concentrado, muy concentrado esta idea bueno estos postulados. ¿Qué es esto de postulados básicos de la psicología humanista? Pues afirmaciones sobre el hombre que casi se utilizan sin haberlas demostrado. En cierto modo son también prejuicios ¿verdad? Y corresponde más bien a lo que antes había llamado visión filosófica del ser humano. ¿Qué visión filosófica tienen los psicólogos humanistas que van a influir en su mirada en lo psicológico, en el desarrollo de la psicología que ellos nos van a proponer? Bueno pues aquí tenéis varias. Se le llama postulado justo por eso, un postulado es una afirmación que se ofrece sin suficiente justificación. Esto no quiere decir que sea falsa, puede ser muy verdadera. Por ejemplo en geometría hay un postulado, el postulado de las paralelas. Igual recordáis ¿no? Tienes una línea recta y aquí un punto, por este punto sólo puede pasar una línea que forma una paralela. Esa frase no se puede demostrar y se acepta como cierta. Es un postulado de la geometría de Euclides ¿verdad? Los postulados son afirmaciones que no se han evaluado aún suficientemente ¿no? Bien, pues los psicólogos humanistas tienen también postulados, defienden ciertas ideas que van a influir en la psicología que nos van a proponer, ideas filosóficas. Por ejemplo la afirmación de que el hombre es más que la suma de las partes, más. Esto quiere decir que hay que evitar el reduccionismo, el reduccionismo. Es verdad que nosotros tenemos cuerpo ¿verdad? pero también tenemos mente y algunos dicen hasta tenemos espíritu ¿no? Y entonces si eso es así, no tenemos que reducir el ser humano a una de sus partes porque hay más ¿verdad? Más partes. Incluso partes que tienen una dinámica como muy especial, una dinámica que hay que tener en cuenta. Si nosotros ignoramos esas distintas partes que hay en nosotros pues como qué mal asunto. Tenemos vida emocional, tenemos vida intelectual, tenemos vida biológica y esas tres partes o dimensiones se tienen que relacionar de modo armónico ¿vale? Y el psicólogo las debe contemplar, las debe investigar, las debe estudiar. Bien. El hombre tiene capacidad de elección. No sé si tenemos ya la hora, sí tenemos casi la hora y casi lo voy a dejar aquí. Veo que está saliendo también ya algunos y vamos a dejar aquí y el próximo día pues continuaré con este punto ¿vale? Os pido por favor que vayáis leyendo de este tema todo lo que podáis. No vamos a terminar la semana que viene este tema pero vamos a avanzar bastante en este tema ¿vale? Entonces todo lo que podáis os pido que vayáis adelantando vuestra lectura porque además así también pues podríais luego preguntarme un poco más ¿no? Sobre algunos asuntos que os hayan parecido difíciles o confusos ¿vale? Muy bien. Bueno pues lo dejamos aquí ¿de acuerdo? Muy buena semana y buenas noches y voy a ir también cerrando, a ver, deteniendo la grabación y cerrando. Buenas noches.