Este tema 2. Hola, buenas tardes. Bueno. Bienvenidos a la tutoría de hoy de historia de órdenes y espacio en la arquitectura moderna. Ya no sé ni en qué tutoría estoy con tantas clases hoy seguidas. Bueno, empezamos con el tema 2. Este tema que ya vamos a tratar, un poco meternos un poco más en algo más concreto, un poco más en el meollo, en esta teoría de los órdenes, en el cual vamos a ver un poco haciendo este pequeño esquema que tenéis aquí. Vamos a ver una serie de puntos. El primero va a ser un poco ver el punto de partida que va a ser Vitruvio, el legado vitruviano. Vitruvio es la única fuente teórica que tenemos sobre la arquitectura antigua, es el único tratado que tenemos de arquitectura de la antigüedad, es el único que nos ha llegado, posiblemente, seguramente hubo en la antigüedad más, pero Vitruvio es el único que vamos a conocer. Y, por lo tanto, toda la recuperación de los órdenes de la arquitectura clásica a partir del Renacimiento, va a partir precisamente de ese tratado, o sea, de ese único resto, esa única fuente sobre la arquitectura antigua, aparte de los propios monumentos, que es el tratado de Vitruvio. Junto a este, este punto de partida que es Vitruvio, luego va a haber toda una serie de elaboraciones teóricas que van a completar, que van a ampliar, que van a intentar, a veces, incluso desentrañar y eliminar las ambigüedades que había en Vitruvio, y que van a dar lugar a toda una serie de tratados en los cuales se van a ir teorizando una serie de cuestiones. Cuestiones sobre cómo deben de plantearse los órdenes, sobre cómo debe de construirse un edificio con el acuerdo de los órdenes, sobre qué tipo de decoración tienen que tener los órdenes, sobre cómo deben de usarse para un tipo de edificio, para una determinada función, un tipo de orden u otro. Estos van a ser los llamados libros de órdenes durante prácticamente todo el siglo XVI. Bueno, desde finales del siglo XV ya autores como Alberti van a empezar a teorizar sobre los órdenes y durante todo el siglo XVI, ya prácticamente hasta finales del siglo XVI, tendremos fundamentalmente en el contexto italiano toda una gama de distintos tratadistas que van a ir a su vez poco a poco definiendo una serie de ampliaciones que van a formar parte de ese corpus teórico que junto a Vitruvio va a servir para que los arquitectos de la Edad Moderna construyan sus edificios de acuerdo con esta gramática que es los órdenes. Y en una tercera parte veremos cómo a su vez, después de nacer en ese núcleo italiano esta serie de tratados, esta estatalística de órdenes, cómo va a ser a su vez eso recepcionado en el resto de Europa. ¿Qué va a pasar cuando, por ejemplo, las obras de los... Los tratadistas italianos o el propio Vitruvio lleguen a contextos muy distintos, como por ejemplo puede ser el de Francia, como puede ser, por ejemplo, el del centro Europa, donde lo que entendemos por los órdenes va a tener un carácter bastante peculiar y bastante poco ortodoso con respecto a lo que actualmente nos parecería que son dórico, jónico o conintio. O lo que va a pasar, por ejemplo, también en Inglaterra o en el muy peculiar caso de España. España que tiene un carácter un poco peculiar. Porque es un país que va a recibir muy pronto la influencia del renacimiento, del humanismo italiano, pero que no la va a recibir tanto en su propia arquitectura. Va a recibir una influencia del humanismo, del renacimiento, fundamentalmente y sobre todo filosófica, filológica y no tanto en sus formas arquitectónicas. De hecho podemos decir que el primer edificio propiamente y puramente renacentista que tenemos en el contexto español es el Palacio de Carlos V. Y es un edificio que ya no es renacentista puro y duro, sino que también es ya un edificio manierista que por lo tanto ya nos apunta a otras cuestiones. Por lo tanto también veremos un poco cómo va a ser recepcionada esta teoría de los órdenes en España con evaluaciones a veces bastante peculiares y bastante... bastante curiosas. No tanto como en Centroeuropa, que cuando digamos Centroeuropa y lo que entienden por órdenes en el contexto de Alemania, Holanda u otros países del ámbito centroeuropeo vamos a encontrar que es algo totalmente desconcertante en cierta forma. Pero bueno, vamos ahora a empezar a hablar un poco de cómo reapareció, cómo fue descubierto Vitruvio. El legado de Vitruvio y sobre todo este tratado de Vitruvio, el de arquitectura de Vitruvio. Al contrario que otros textos de la antigüedad clásica, no podemos decir que el texto de Vitruvio fuera un texto que hubiera desaparecido en el occidente de Europa. No es por ejemplo lo que sucedió con el original de la Ilíada de Odisea, en la cual durante la Edad Media no existían versiones ni siquiera fieles del latín, traducidas en latín. Los primeros ejemplares del texto original de la Ilíada de Odisea que llegan a Europa Occidental son comprados por Petrarca, que los compra un exiliado bizantino y empieza a difundirse esos textos. Pero hasta ese momento no se conocían. No ocurría lo mismo con Vitruvio. Vitruvio formaba parte de esos textos de la antigüedad clásica, de ese legado del mundo romano que habían sido conservados. Pasivamente y copiados siglo tras siglo en los escritorios de los monasterios. Sin que tuvieran mayor consecuencias este tratado de arquitectura en la arquitectura de esas épocas. Durante toda la Edad Media el texto de Vitruvio fue copiado de manuscrito en manuscrito por copistas en monasterios sin que nadie se le ocurriera recurrir al tratado y a lo que decía Vitruvio para construir un edificio. Y eso es precisamente lo que va a cambiar ahora. Con el renacimiento italiano en el cual los renacentistas van a sentir la necesidad de resucitar ese legado de la antigüedad clásica y también en la arquitectura. Y va a ser una fuente muy importante, aparte de la observación de las propias ruinas clásicas que quedaban en Italia, el descubrimiento el redescubrimiento de este manuscrito del texto de la arquitectura de Vitturio, que va a ser descubierto en 1414 por un humanista florentino, proprio Bracciolini, con una sola C, Bracciolini, no, Bracciolini. Bracciolini era básicamente un intelectual, era un humanista, ocupado en cuestiones de filología y que se dedicó de buena parte de su vida a escudriñar, recorrer las bibliotecas de monasterios innotos de Francia o del norte de Europa buscando manuscritos de la antigüedad clásica, manuscritos que habían sido copiados por los neoclásicos. Monjes y que quedaban allí en el olvido, en las estanterías de algún monasterio. Y en el monasterio de San Gal, en Francia, proprio Bracciolini va a encontrar, de hecho, este manuscrito de la arquitectura. No será el único manuscrito de la antigüedad, del saber de la antigüedad clásica, que Bracciolini exhume en estas bibliotecas monacales. Por ejemplo, también va a encontrar el de Renunnatura, de Lucrecio, que es fundamentalmente una de las principales fuentes que tenemos sobre la filosofía hebraica. Y también va a encontrar el de Bracciolini, epicureísta de la antigüedad, que puede ser encontrado también en otra biblioteca por Bracciolini. Bueno, Bracciolini encuentra este manuscrito de Vitruvio, lo hace copiar por un escriba, a Manuel es el propio monasterio, y se lleva esa copia suya a Florencia. Y en Florencia empieza a enseñar, a distribuir ese texto entre su círculo de humanistas. Entonces, los primeros humanistas, Petrarca, Bracciolini... Toda esa serie de primeras figuras del 480 que van a definir un poco ese humanismo florentino. Y ese texto permanece como manuscrito. Permanece como manuscrito, algunos intelectuales florentinos lo copian, mandan copiar el texto en parte, hacen incluso códices. copiados en la propia casa de Poggio intentando reproducir el manuscrito original, bueno, la copia del manuscrito original, y poco a poco se va a ir difundiendo estas ideas, este texto de Vitruvio, entre los intelectuales florentinos. Y de hecho es peculiar porque la primera edición, la primera impresión de este texto no se dará hasta 1494. ¿Ves la diferencia que hay entre 1414 y 1494? Han pasado prácticamente 80 años hasta que este texto de arquitectura de Vitruvio es editado, es impreso y se distribuye de forma masiva y para un público más amplio. Pero hasta esos momentos el texto no permaneció simplemente guardado en la casa de Poggio sin ningún tipo, no, circuló entre los propios intelectuales que formaban el propio círculo florentino de Poggio. Y uno de esos intelectuales era Alberti. Alberti que en 1452, en su derreadificatoria, ya refleja y ya refunde mucho de lo que había en el texto de Vitruvio. Por lo tanto, incluso antes de que se edite el propio texto de Vitruvio, se imprima el propio texto de Vitruvio, ya circulan copias manuscritas y ya hay una influencia en el primer tratado de arquitectura del Renacimiento que es este derreadificatorio de Alberti, del vitruvianismo, por lo tanto, incluso mucho antes de que sea conocido por el común de los mortales y el resto del texto. El derreadificatorio de Alberti, que además es un texto en latín, por lo tanto, con una radiación bastante limitada, es un tratado de arquitectura, un tratado teórico, pero ¿cuántos arquitectos profesionales de la época podían leer un texto en latín a este nivel? No tantos como creyéramos, porque fundamentalmente los artistas que se formaban como artistas de gremio, fundamentalmente la formación de un artista en el Renacimiento en Italia tenía tres elementos. Por un lado la escultura, por otro lado la arquitectura y por otro lado la pintura. Eran estos tres saberes que eran... eran asumidos y eran aprendidos por un aprendiz en un taller de otro artista. Por lo tanto, ahí está la explicación de que tengamos, por ejemplo, esos polivalentes artistas como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel que se manejaban en distintos campos artísticos, como podía ser la arquitectura, como podía ser la pintura, como podía ser también la escultura. Precisamente porque formaban parte de ese aprendizaje profesional, formarse en esas tres artes que formaban su oficio. Pero Alberti no era un artista profesional, Alberti era un intelectual, era un intelectual que además formaba parte de la clase alta florentina, era un miembro de ese patriciado urbano florentino. Y de hecho no tenía que dedicarse profesionalmente para vivir a diseñar y construir edificios. Eso lo hacía de cierta forma como un hobby o como, de cierta forma, como profesor. Por amor al arte, nunca mejor dicho. Porque de hecho, gran parte de su vida, Alberti lo que se dedicó fue a ser funcionario de la Cancillería Papal. Por lo tanto, no tenía que diseñar edificios y ser maestro de obra para ganarse la vida. Y por lo tal, pero al mismo tiempo también, como formación intelectual y humanista, tenía los conocimientos del latín que no estaban a disposición de la mayor parte de los maestros artistas, maestros escultores. O sea, arquitectos y pintores de la Italia de su época. Por lo tanto, Bruno Tato, influencia limitada, aunque luego influenciará cuando se vaya traduciendo progresivamente al italiano y a otras lenguas este tratado de Alberti. Y también influirá a través de las propias realizaciones o propios edificios que proyecte el propio Alberti que influirán en otros arquitectos. Se hace la primera traducción, perdón, la primera edición en 1494. Pero tanto esta primera edición, de 1494, como el tratado de Alberti tienen una limitación que a día de hoy nos resultaría bastante extraña en un tratado o en un manual de arquitectura. Y es el hecho de que Pero tanto la traducción de 1494, perdón, la edición de 1494 como el tratado de Alberti no tienen ilustraciones, son únicamente texto. Alberti y Vitruvio describen cómo son el Jónico, el Dórico y el Corintio, pero no hay ninguna imagen que nos muestre cómo son de facto esas columnas, cómo se construyen en el Parlamento, cómo son los edificios en ese sentido. Por lo tanto, para entender visualmente el contenido teórico que están ahí hay unas pequeñas limitaciones que hoy nos resultarían muy extrañas en un tratado incluso teórico de arquitectura. Una innovación en este sentido es que en 1521 César el Cesareano traduce el texto de Vitruvio, por lo tanto al traducirlo al italiano facilita la comprensión por una cantidad mayor de gente y por lo tanto amplía su ámbito de influencia. Pero al mismo tiempo también Césareano introduce por primera vez la ilustración, como tenéis aquí en esta imagen de arquitectura de la edición de Césareano. Pero esta es la única ilustración que hay en el tratado de arquitectura de Césareano y como veis en estas columnas, pues más que describir cómo son las columnas dóricas, jónicas o corintias, en realidad lo que prima sobre todo es un cierto decorativismo que podéis ver aquí bastante... Bueno, hay imágenes bastante mejores de internet de esta portada. Bueno, el entablamento en el friso, pues bastante elementos que no son demasiado canónicos de estos órdenes, que son más bien, tiene una función esta ilustración más que ilustrar el contenido teórico, decorar. De cierta forma es todavía una figura que peca mucho de decorativismo y poco de practicidad. No obstante, en ese primer teórico... La influencia que va a tener Vitruvio en Alberti va ya a recibirse, en cierta forma, ese legado vitruviano. Ya va a empezar a evolucionar y elaborarse una teoría en base a ese legado vitruviano. Aquí tenemos de nuevo ese texto de Vitruvio que hablaba de ese antropomorfismo y de cómo la proporción estaba regular como en los cuerpos de un hombre bien formado. Y, como había en cierta forma trasplantado, adaptado, reinterpretado esas mismas palabras, Alberti, en su tratado, diciendo que esa integración racional, las proporciones de un edificio, con esa matematicidad, con esa estricta conjugarse de las proporciones y de todos los elementos, de forma que no puedan ser alterados a su disposición, porque eliminaríamos ese orden estético, eliminaríamos ese efecto de armonía, de equilibrio, de belleza. Bueno, aquí tenemos una traducción, los diez libros de arquitectura, al castellano, de la propia obra de Alberti, con lo cual vemos un poco también la recepción posterior. Alberti, a su vez también, en su tratado, va, en base a Vitruvio, a definir lo que son los órdenes, va a definir cuáles son los órdenes. Los órdenes canónicos. ¿Cuál es el canon de lo que debe ser considerado un orden? Y va a definir, obviamente, basándose en Vitruvio, a los tres órdenes griegos, Dórico, Jónico y Corintio. Pero, a su vez, también, y siguiendo a Vitruvio, va a incluir un orden romano que es el llamado Orden Toscano. Orden Toscano, que tiene, como veis, estas columnas lisas. En cierta forma, es un orden que se va a ver bastante asociado muchas veces al Dórico, e incluso sus connotaciones. Son alegóricas o simbólicas, pero que es un Dórico, podemos decir, con basa siempre y con entablamento sin ninguna decoración, liso. Es decir, sin tigrifos ni metopas. Y la columna no estriada, sino lisa. El Toscano recibe su nombre precisamente de que es un estilo que los romanos, a su vez, copiaron del tipo de columna que usaban los etruscos. Pero, además, junto a estos cuatro, estos tres griegos y este romano, que es el Toscano, a su vez, Alberti distingue un quinto orden, un quinto orden que sería también romano, que es el que denomina el Orden Compuesto. ¿Qué es el Orden Compuesto, básicamente? Pues es un orden corintio con voluntas. Es decir, un orden que combinaría, sería un compuesto entre... El orden corintio y el orden jónico. Y que además en la teorización de Alberti, según él observa, este supuesto orden compuesto sería a su vez todavía más esbelto que el orden corintio. Sería un orden corintio todavía más esbelto, más alta la columna y además con esos elementos más decorativos del jónico. Bueno, esto va a ser heredado por los tratadistas posteriores, pero si lo miramos un poco en perspectiva puede ser bastante discutible que este orden compuesto que va a acuñar Alberti fuera realmente un orden autónomo en sí. ¿De dónde saca este orden compuesto básicamente Alberti? Pues fundamentalmente de la arqueología, de la observación. De las ruinas de la antigüedad, en la cual empezó a ver Alberti que no sólo siempre había este capitel con hojas de acanto, sino que a veces también el capitel de hojas de acanto iba acompañado de unas volutas que recordaban a las columnas de capitel jónico. Pero si lo vemos bien, realmente dentro de cada uno de los tres órdenes de la antigüedad clásica, si lo vemos un poco en su evolución histórica, hay una cierta diversidad interna. No es lo mismo el orden dórico de época arcaica con esa enta, si están marcadas esas columnas antiguas. No es lo mismo el orden dórico de época arcaica con esa enta tan robusta, tan achaparrada, como por ejemplo el orden dórico un poco más esbelto, con la éntasis menos marcada, menos redondeada de la época clásica. Y no digamos ya el dórico de época helenística o romana, que ya es prácticamente una columna muy esbelta en la que no se percibe prácticamente ya el efecto de la éntasis en la columna. Y lo mismo podemos decir del jónico arcaico, del jónico de época clásica o del jónico de época helenística o romana. Y lo mismo sucede con el corintio. El corintio, en ese sentido, también tiene una evolución, una evolución a lo largo del tiempo. Y en este sentido podemos entender, y de hecho alguna es una crítica que contemporáneamente se ha hecho a esta idea del orden compuesto de Alberti, que de hecho lo que es el orden compuesto de Alberti no es más que una variante decorativa, una variante... suegéneris del orden corintio que no sería más que, en cierta forma como el corintio a su vez partió como una evolución del jónico pues a su vez el compuesto no es más que una evolución estilística más decorativa en su capitel del corintio de hecho muchos elementos que señala Alberti en otras partes del orden, como por ejemplo la decoración que tenga una decoración u otra el orden compuesto con respecto al corintio pues no, no son determinantes de hecho son tipo de decoraciones que a veces se repiten y son comunes muchas veces al orden corintio o el autodenominado por Alberti compuesto y de hecho incluso si abrimos un poco más la perspectiva Alberti tenía las muertes arqueológicas que tenía pero si nos vamos por ejemplo a capítulos corintios ya más heterodoxos de zonas un poco más periféricas del imperio romano como por ejemplo la ciudad galorromana de Glarnum o las zonas por ejemplo de Siria como Palmira podemos encontrarnos capítulos corintios que meten dentro de las propias hojas de acanto no ya solo volutas sino incluso máscaras, caras o figuras de personajes que incluso llegan a ocupar más protagonismo en el propio capitel que las propias decoraciones vegetales siempre lo digo siempre lo comento todos los años y nunca me acuerdo de meter unas fotos que tengo de, en una columna en concreto de Glarnum en la que se ve eso perfectamente y de forma bastante clara algún año de estos me acordaré de buscar la foto y meterla pero bueno, entonces por lo tanto si Alberti hubiera conocido esas otras variantes decorativas del corintio de época romana pues posiblemente habría creado podrío crear incluso otros órdenes un sexto orden o un séptimo orden tranquilamente otro elemento que recoge Alberti esta teoría vitruviana que va a el cual va a reactualizar la idea de nuevo de armonía entre las partes armonías de las proporciones y la idea de que estas proporciones se basan precisamente en el antropocismo Alberti recoge de vitruvio la idea y recoge todas esas tradiciones que esa interpretación que da Vitruvio a los órdenes diciendo que cada uno de los órdenes tiene un carácter distinto y cada uno de ellos además está en cierta forma asociado a una serie de valores, valores o bien masculinos o bien femeninos. Por ejemplo Vitruvio va a argumentar que el dórico por su carácter más robusto, más sustentante, más compacto pues va a dar un aspecto un poco más viril, se vincula siempre a unos valores de fuerza, de contundencia y por lo tanto esos valores viriles, esa imagen un poco tosca va a favorecer, que a veces también se asocia al toscano secundariamente va a hacer que normalmente el orden dórico se asocie a y se use en templos ¿Qué es lo que se hace con el orden dórico? que divinidades muy concretas, divinidades que o bien son divinidades masculinas, dioses masculinos o bien héroes el héroe es obviamente una figura que está entre el dios y el hombre pero que además es por lo tanto también es también sobre todo fundamentalmente un héroe guerrero y que por lo tanto también representa esos valores combativos, viriles y de fuerza que se atribuyen en la mentalidad clásica, incluso en la mentalidad renacentista a lo masculino que estarían vinculados al teor de un dórico. Mientras que el orden jónico del corintio, más esbeltos, más delicados, más decorativos, tendría un carácter femenino y estarían vinculados a divinidades a su vez femeninas con una diferenciación peculiar, un matiz peculiar en el tipo de divinidad que estaría asociado y el tipo de asociación que tendría cada uno de estos dos órdenes porque Vitruv entiende que el dórico está vinculado a sus proporciones al cuerpo de un hombre adulto, de un varón adulto pero con respecto al jónico del corintio entiende que están vinculados a las proporciones de estos órdenes al cuerpo más esbelto de una mujer pero a su vez hay una diferencia en el tipo de cuerpo que representa cada uno mientras que el jónico menos esbelto representaría en cierta forma El cuerpo de una mujer adulta, el corintio, más alargado, más esbelto, más decorativo, estaría asociado al cuerpo de una mujer joven, de una mujer adolescente. Una mujer después de casada, una mujer adulta, una mujer todavía no casada, todavía joven, todavía adolescente. Por lo tanto, tendría incluso una imagen que llegaría a denotar un tipo de feminidad u otro según los propios estilos decorativos o la propia carácter más esbelto o menos de cada uno de los hombres. Incluso todo esto vinculado a una serie de leyendas. Por ejemplo, Vitruve comenta que el origen del corintio está precisamente en una mujer de Corinto que murió. Y que una esclava depositó sobre su tumba una cesta con una planta de acanto. Una cesta como ofrenda al mal muerto. Y que sobre esa cesta, luego, una planta de acanto que estaba en el suelo crecería y iría cubriendo la cesta, decorándola y creando esa imagen que tenemos, por ejemplo, en el capítulo del corintio. Un escultor pasó por allí y al ver eso le inspiró para crear ese capítulo. Y definir ese orden corintio. Leyendas etiológicas sobre cada uno de los estilos. A veces con salvedades peculiaridades y curiosas, como por ejemplo el hecho de que el dórico sea un estilo varonil, pero que a veces, incluso comente Vitruvio, que el primer templo dórico no fue dedicado a una divinidad masculina ni a un héroe, sino que fue dedicado a la diosa Hera, la diosa Juno. ¿Por qué? Porque la diosa Juno es una diosa vinculada, en cierta forma, al... A la mujer casada, las labores del hogar, en cierta forma. Y a otra diosa para la cual era aceptable el estilo... Perdón, el orden dórico. Pues una diosa como era Atenea, que era mujer, sí, pero era una diosa guerrera y que sobre todo en la épica griega es la principal ayudante y compañera de los héroes griegos. La que ayuda a los héroes griegos en todas sus hazañas. y en sus luchas contra seres monstruosos y otras cuestiones. Por lo tanto, es una diosa que en la mentalidad griega, incluso en la mentalidad romana, incluso en la mentalidad renacentista, posee carácter guerrero y ese carácter vinculador tiene un carácter extrañamente viril a pesar de ser una divinidad femenina y por lo tanto era lógico utilizar para un templo a Atenea el estilo dórico. El Partenón es un templo dedicado a Atenea y tiene estilo dórico. Con todo, estas interpretaciones vitruvianas, lo que se llama teoría modal o teoría del decoro, que es esta teoría que hace una interpretación simbólica y que da un cierto carácter masculino, femenino, ciertos valores de firmeza, ciertos valores modales a uno y otro orden, es lo que consiste la teoría modal de los órdenes o teoría del decoro, término. Voy a apuntar. Fundamentalmente es una teoría que a lo mejor puede que no fuera tan de obligado cumplimiento en la realidad arquitectónica del mundo clásico, porque a fin de cuentas es la teoría que tiene Vitruvio. Posiblemente otros teóricos tuvieran otras visiones distintas y posiblemente otros arquitectos utilizaran de forma un poco más libre cada uno de los estilos para cada una de las divinidades que correspondieran. Pero, de cierta forma, pues... Estas elucubraciones teóricas e incluso alegóricas vitruviales, pues van a hacer escuela precisamente porque Vitruvio tiene ese carácter de principal fuente a través de la cual conocemos la arquitectura clásica, que es una arquitectura conocida fundamentalmente a través de la interpretación particular de Vitruvio y a través de las ruinas antiguas. Dos elementos que no dejarán de, incluso en el propio... Y Alberti empezará a entrar en contradicción, porque muchas veces Alberti ve que lo que dice el Tratado de Vitruvio no se corresponde necesariamente con lo que luego se encuentra en los edificios y que empezará a ver él también que hay necesidad de corregir a Vitruvio en algunas cuestiones, porque Vitruvio no siempre... No siempre funciona milimétricamente. Esto lo verá Alberti y lo verán los autores posteriores, los posteriores tratadistas que verán la necesidad de corregir incluso más profundamente a Vitruvio en base a sus propias observaciones sobre la arquitectura antigua o ya posteriormente sobre la propia elaboración que harán sucesivos tratadistas sobre la teoría de los órdenes. Y llegados a este punto hay que recordar, y de cierta forma hay que hacer un poco recordatorio de lo que comentamos un poco más de pasada los primeros días, que cuando nos referimos a los órdenes nos referimos a una serie de cuestiones. Nos referimos a los órdenes como un conjunto de reglas, unas reglas que tienen una codificación. Cuando ponemos un determinado orden hay una determinada columna, hay una determinada forma de plantear el capitel, hay un determinado entablamento que tiene que corresponder con todo eso. Y hay una forma de construir el edificio que está determinada en otros elementos por el uso de un orden u otro. Y ello va a ser algo bastante importante porque no solo ya esto se ceñirá a lo que diga Vitruvio, sino que posteriormente se plantearán cuestiones que no estaban en Vitruvio, por ejemplo, qué tipo de ventanas tenemos que utilizar con el orden jónico, con el orden dórico, con determinado tipo de edificio. Entonces hay cuestiones que... Hay cuestiones que son cuestiones más que están en la arquitectura renacentista o barroca o neoclásica, pero que de cierta forma van a plantear desarrollos autónomos y propios que van a cambiar un poco y continuar un poco donde lo había dejado Vitruvio o a veces incluso contradecir lo que dice Vitruvio. Por tanto, un conjunto de reglas codificadas y va a ser siempre necesario establecer una codificación. Lo cual no quiere decir que, aún sabiendo que hay una serie de elementos comunes, haya distintas... Hay distintas versiones sobre cuál debe ser la codificación, sobre qué tipo de proporciones deben de usarse, cuál debe ser el módulo... Todas cuestiones van a estar en discusión entre uno u otro autor, uno u otro tratadista. Al mismo tiempo, estas reglas definen una gramática. Un idioma, el español, el gallego, el catalán, está definido por una serie de reglas. Una serie de reglas que nos explican cómo tenemos que hablar, qué tipo de frases podemos pronunciar y cuáles no son correctas o no debemos de pronunciar. Por lo tanto, ahí nos determina unas reglas que son de obligado cumplimiento, que tenemos que cumplir para expresarnos bien en ese código que es esa gramática, que es la lengua, que también en este sentido es la arquitectura y qué soluciones no tenemos que adoptar, qué soluciones tenemos que rechazar, no caben dentro de cierta forma de los moldes de este idioma, ya sea una lengua, ya sea una forma de arquitectura. Como los órdenes arquitectónicos. Por lo tanto, conjunto de reglas definen una gramática que nos dice cómo tenemos que hablar un edificio, cómo tenemos en este sentido que construir un edificio. Cuando ponemos una determinada columna tenemos que poner un determinado entablamento encima y esto va a determinar otra serie de elementos de la arquitectura. Por lo tanto, nos explican cómo tenemos que construir un edificio. No solo nos dice, no solo son unas reglas en cierta forma convencionales, sino que también nos explica. Nos dicen cómo debemos de construir el edificio en su conjunto en base a esas reglas. Y además son reglas que son de respeto obligado. Si rompemos las reglas no estamos ya construyendo un edificio dórico, un edificio jónico o un edificio coíntico. Estamos haciendo algo y además resultaría incluso chocante. Otra cosa es que haya pequeñas perturbaciones de las reglas, haya pequeñas provocaciones como por ejemplo las que hacen los manieristas con respecto de algunos principios definidos por el clasicismo renacentista. Y en este sentido, respondiendo a esta idea de reglas codificadas, gramática, arquitectónica y código de obligado experto, podemos definir a los órdenes en base a tres aspectos. Son sistemas compositivos, nos explican cómo debemos de construir un edificio. Por lo tanto, tienen también una función estructural. Los órdenes tienen una función estructural. Nos dicen que la columna es sustentante. Que el arquitrave tiene la función de hacer de viga del exterior del edificio y nos dicen cómo debemos de construir. el conjunto del edificio en base al uso de ese orden o de otro. Pero al mismo tiempo, los órdenes también son decoración, también tienen un componente estético, también son ornamentos. El hecho de que un orden sea más decorativo que otro o el hecho de que un orden sea más austero que otro produce distintos efectos estéticos, por lo tanto, también son distintas formas de decoración. Por lo tanto, además de ser compositivos, también son decorativos, también son ornamentales y no solo estructurales. A veces, distintos autores van a coger uno de estos elementos u otro. Por ejemplo, para Alberti, cuando incorpora a sus edificios los órdenes, no los va a incorporar como elementos estructurales. Cuando ponga una columna dórica, jónica o corintia, no la va a poner con una función de sostener un entablamento, sino que muchas veces la va a poner simplemente como decoración adosada a una fachada, simplemente como decoración. Va a tener, para Alberti, fundamentalmente, un carácter ornamental. No para otros traductoras posteriores, como por ejemplo, Serlio, que va a plantear inmediatamente que una de las principales funciones de un orden es estructural. Es decir, la columna es sustentante, no simplemente decorativa. Y aquí Trave tiene una determinada función, no simplemente una cornisa que puedes poner en una fachada. Por lo tanto, esos tres elementos están, aunque algunos autores decidan aplicar unos o aplicar otros. Eso, de cierta forma, aporta un poco de parte de cada uno su forma de expresarse. Pero al mismo tiempo, son compositivos, son decorativos, pero al mismo tiempo también tienen un sentido. Un sentido simbólico, alegórico y son formas expresivas que transmiten un determinado mensaje. La teoría modal de los órdenes de cierta forma está reflejando esto. Órdenes que, por ejemplo, como el dórico, que nos sería muy extraño desde nuestra perspectiva actual incluir el orden dórico o el orden toscano como órdenes decorativistas o femeninos o vincular el orden corintio a unos ciertos valores masculinos. Nos resultaría muy extraño. Por lo tanto, esa función expresiva y ese sentido simbólico o alegórico, a veces alegórico con interpretaciones alegóricas muy complicadas, como la que introducirán los alemanes en cada uno de los órdenes, pero al mismo tiempo también, de un plano más general, cumple esa función simbólica en cuanto que representación de lo clásico. Los órdenes, unidos a un edificio, dan un carácter nuevo al edificio. Convierten el edificio que podría ser un edificio totalmente anedudino a un edificio que tiene la cierta prestancia de la antigüedad clásica. No se evoca ese pasado griego, ese pasado romano, según el uso de esos elementos de los órdenes. Por lo tanto, también tiene esa función simbólica. El nacimiento, obviamente, esa función simbólica de los órdenes como representación de lo clásico, es fundamental porque entienden que están... están resucitando la antigüedad clásica en su época. Y, en cierta forma, esto es algo que continúa hasta ahora. Cuando un edificio, de repente, incluso un edificio de alta tecnología, un edificio actual, de repente encontramos columnas en orden dórico o jónico, pues le introduce un cierto carácter, una cierta prestancia de lo clásico, que da un cierto, incluso, sentido de prestigio simbólico a ese edificio. O, a veces, incluso puede dotarlo de un carácter quiche bastante... incluso, a veces, hortera. Pero, bueno, eso ya son cuestiones derivadas. Bueno, problemas con la teoría vitruviana, como ya comentamos un poco antes. Los problemas que van a surgir, ya los va a ver Alberti. La no adecuación de lo que dice Vitruvian de arquitectura con las ruinas romanas. Porque, a fin de cuentas, la interpretación, la teorización arquitectónica de Vitruvio es la teorización particular de Vitruvio. Si hoy planteáramos a todos los arquitectos de vanguardia de este momento, que nos diera su interpretación de cómo es la arquitectura, posiblemente la interpretación de cómo debe plantearse la arquitectura que daría Gueri o la que daría otro... o que la que daría cualquier otro arquitecto divergerían en muchas cuestiones. Igualmente sucedería en la época de Vitruvio, en la época augustia en la cual vivió Vitruvio. Pero sólo tenemos la visión de Vitruvio. Y, por lo tanto, las múltiples sensibilidades artísticas, las múltiples variabilidades de la teorización arquitectónica y de la realización arquitectónica antigua, obviamente, no son cubiertas totalmente por el corse que, de cierta forma, describe la propia interpretación particular de Vitruvio. Y, además, hay problemas a mayores que son el hecho de problemas prácticos. Tenemos una teoría de cómo debe de hacerse un edificio, sí, pero hay que aplicarlas a edificios, hay que aplicarlas a contextos urbanos particulares, hay problemas de espacio, hay cuestiones de planeamiento que inmediatamente van a suponer que a veces haya que dejar de lado esas reglas tan rígidas y tan estrictas e incluso negar ese carácter de todo perfectamente. Casado, que decía Alberti, en el cual nada se podía alterar en su posición y en su forma de estar cuadrado. Por lo tanto, la propia praxis arquitectónica también va a definir soluciones nuevas, soluciones que van a completar a Vitruvio, pero que a veces también se van a plantear la necesidad de hacer salvedades, licencias con respecto a las propias normas de los órdenes. Alguien que va a desarrollar mucho esto va a ser Serrio, que es lo que va a definir la necesidad, por un lado, de una cocinificación, de una sedición... ...y de reglas, pero al mismo tiempo también va a dar al arquitecto la capacidad, si él lo considera, si prácticamente, si por sus propias necesidades o por su propia concepción artística entiende que deben de saltarse esas reglas, la posibilidad de, momentáneamente y dentro de un cierto orden, saltarse las reglas. Por lo tanto, Serrio, como veremos, va a ser el teórico del... no ya del clasicismo como había sido Alberti, sino del... Bueno, aquí. Y definiendo esto, estos problemas que había, tres elementos en juego. Tres elementos en juego que van a estar siempre presentes en estas teorizaciones, en estos tratados que van a partir de Vitruvio. Por un lado, el conocimiento teórico, el conocimiento teórico del grado cero, podemos decir que es el propio Tratado de Vitruvio, del cual todos parten. Por otro lado, el conocimiento teórico del grado cero, podemos decir que es el propio Tratado de Vitruvio, del cual todos parten. pero que progresivamente y acumulativamente va a ser formado por todos los tratados posteriores que van a irse desarrollando a partir de Vitruvio. El Tratado de Alberti, el Tratado de Sergio, el Tratado de Viñola, el Tratado de Escamotzi, todos ellos van a formar un corpus que va a poder ser tomado por los arquitectos para afrontar la arquitectura y los edificios que plantean. Eso por un lado, el corpus teórico, el conocimiento teórico, los tratados de órdenes. Por otro lado, la investigación de las ruinas antiguas, ya iniciada por Alberti, pero que autores posteriores, como por ejemplo Viñola, van a seguir realizando. Ir a los edificios antiguos, medirlos, comprobar qué tipos de proporciones se utilizan y aplicarlo y teorizar e intentar obtener unas reglas en base a eso para definir una serie de cuestiones que no están definidas todavía, como por ejemplo qué proporción tienen que tener los elementos del edificio en un determinado orden o en determinado modo. Por lo tanto, ahí va a haber un doble juego. Por un lado, el corpus teórico y por otro, la investigación de las ruinas antiguas. Estos dos se van a retroalimentar. La investigación sobre las ruinas antiguas va a tener su reflejo en la elaboración teórica. Y a su vez, esto va a entrar en conflicto y va a entrar en contacto con la propia práctica, la propia praxis arquitectónica. Cuando un arquitecto se encuentre con un edificio particular, con unos condicionamientos a veces dependientes del terreno, de la topografía, de los propios, de las propias gustos o determinantes que le impone el que le encarga la obra, y que por lo tanto tiene que adaptar ese conocimiento teórico, ese conocimiento teórico basado en los tratados y al mismo tiempo cotejado con las ruinas antiguas, tiene que aplicarlo a contextos de edificios que tiene que plantear en la vida real. Y además también con los condicionamientos de la arquitectura de esa época, que obviamente la arquitectura del siglo XVI, no es la arquitectura de la época romana y tiene otros elementos añadidos que no estaban allí, pero que pueden ser integrados en cierta forma a los hombres. Y por lo tanto, a su vez, esta experimentación formal en la propia práctica arquitectónica también va a dar lugar a una evolución teórica y también va a ser reflejada en los propios en los propios tratados. Por lo tanto, va a haber una integración constante entre estos tres elementos en juego. Por ejemplo, en el caso de Serlio es muy visible esto. En el caso de Serlio, como veremos, pues es un arquitecto de profesión y la propia experiencia que adquiere en la aplicación de esos conocimientos teóricos sobre los órdenes a los edificios a su vez lo va a reflejar en su tratado, en su propio tratado de arquitectura. Y va a reflejar la combinación de determinados elementos o determinados tipos de aparejos en los muros o determinados tipos de decoración en las ventanas con determinado orden precisamente por experimentos formales que ha realizado al plantearse edificios el mismo como propio arquitecto. Bueno, un ejemplo del uso de la teoría de los órdenes y al mismo tiempo también de... esa experimentación, en cierta forma, arqueológica en base a las ruinas antiguas. Esta fachada del Palacio Ruckelai planteada por Alberti. El Palacio Ruckelai, el Palacio Florentino, que veremos ya cuando hablemos del palacio como tipología. Y en este Palacio Ruckelai podéis observar que hay una superposición de órdenes. No sólo ya la definición de cómo debemos usar los órdenes sino cómo debemos de combinar los órdenes. Lo que se llama... y este es otro término a apuntar... la superposición ortodoxa de órdenes que va a definir aquí Alberti, que plantea que en la parte baja del edificio debe utilizarse un orden con aspecto más sustentante, más tosco, es decir, en este caso dórico, mientras que a medida que subimos en la fachada se deberá aligerar visualmente a través de órdenes más esbeltos y más ligeros. Es decir, en el segundo cuerpo, tendremos un orden más esbelto, un orden jónico, y a su vez en el tercer cuerpo del edificio de esta fachada tendremos un orden todavía más esbelto y que dé más sensación de aligeramiento formal que es este orden córico. Esto es algo que plantea teóricamente Alberti, pero no lo plantea Ex Novo, lo plantea en base precisamente a la observación de las ruinas antiguas y en concreto de una ruina antigua muy visible y muy concreta y además bastante presente para Alberti que trabajaba como funcionario en la corte papal como es el Coliseo. El Coliseo en el cual, como sabéis, la parte de abajo tiene columnas dóricas, el primer cuerpo tiene columnas jónicas y finalmente el tercer cuerpo tiene columnas corintias. Por lo tanto, se consigue en la fachada del Coliseo esa sensación de aligeramiento, es decir, una columna dórica todavía más, aspecto más contundente, más tectónico, más sustentante, a columnas que nos dan... a columnas que nos dan la sensación de que esa fachada se va aligerando. No es que se dirije el peso realmente de la fachada, pero sí que nos da una impresión visual, ficticia, de que ese peso, de cierta forma, esa fachada se va aligerando. El Coliseo es una muestra precisamente de este uso de los órdenes escalonados con esta superposición ortodosa de órdenes, pero no es obviamente el primer caso en el que se combinó los órdenes aplicando esta lógica de tener una mayor contundencia a un mayor aligeramiento. El primer ejemplo de esto, de esta superposición de órdenes, de esta combinación superpuesta de órdenes, es por ejemplo la estola de Atalo en Atenas, en la cual tenemos en la parte baja orden dórico y en el piso de arriba, en el piso de columnas de arriba, tenemos un orden jónico. Por lo tanto, tenemos un orden más contundente, un aspecto más sustentante, más tectónico en la parte baja y un orden más esbelto, más ligero, más aéreo, más decorativo, en la parte superior, produciendo ese efecto de aligeramiento formal en la fachada. Y esto lo va a aplicar Alberti. Lo que conocía obviamente Alberti era el coliseo que tenía a pie de calle y obviamente otros ejemplos del mundo helenístico como esa estola de Atalo en Atenas. Pero no deja de ser eso, no se deja de ser un uso de la observación de los monumentos clásicos, Y ese recurso, en cierta forma, a la arqueología para recuperar formas arquitectónicas. El Palacio Ruckelai en Florencia y el Palacio Piccolomini en Pienza, mandado a construir por Pío II, en el cual, no recuerdo ahora quién es el arquitecto, bueno, veis que hay una gran similitud entre el Palacio Ruckelai y el Palacio Piccolomini en la fachada, en la fachada principal. Pues, básicamente, el arquitecto que actuó de ayudante de Alberti en esta fachada, Roschelino, Roberto Roschelino, fue el que actuó como arquitecto principal en esta fachada, en la fachada del Palacio Piccolomini. Y, de hecho, cuando el Palacio Piccolomini para Pío II se construyó en su ciudad, en Pienza, Alberti ocupaba el cargo de secretario papal. Y, por lo tanto, estaba por allí, en medio de las obras, y posiblemente asesoró también a Roschelino, con el cual ya tenía contacto cuando había sido su ayudante en la construcción del Palacio Ruckelai. Pero vemos, y lo que nos interesa aquí, pues, es precisamente cómo este Palacio Ruckelai se va convirtiendo también en un modelo del uso de los órdenes. Y cómo está al principio de la superposición ortodoxa de los órdenes, extraído de esos ejemplos de la Antigüedad Clásica, se va a convertir en una de esas reglas que se van a utilizar para cuáles... ...cuando tengamos que combinar varios órdenes en un mismo edificio, fundamentalmente en las fachadas. Otro elemento peculiar que tenéis aquí, y que es un poco secundario, pero que vamos a comentar, de nuevo partiendo de esa idea de revivo al arqueológico, es este aparejo que tenéis aquí. Este aparejo en la parte baja. Veis que en la parte baja el aparejo es un poco más... aspecto un poco más compacto, y a medida que subimos se va haciendo más ligero. Y en otros palacios, por ejemplo, como veremos, pues, el efecto todavía de aligeramiento... ...de los señales del aparejo, pues, todavía es más visible, casi se invisibiliza en el tercer piso. Pero lo curioso es que la mayor parte de los palacios de tipo florentino, el aparejo que se utiliza en la parte baja, para dar precisamente esa imagen de contundencia, es un aparejo que veremos que es el aparejo de tipo ruso. que no es el que utiliza aquí Alberti. Alberti utiliza una forma de colocar y disponer estas hiladas de piedras que recuerda a una de las formas de disponer las hiladas de ladrillos y de piedras, incluso en la parte baja que tenéis aquí, estas piedras situadas así, que imitan también las formas de colocar los ladrillos de un determinado opus de la arquitectura romana, y que paradójicamente es un caso de revival arqueológico, porque esta forma de colocar a paño o en vertical o horizontal los ladrillos o las piedras, en este caso, en los edificios antiguos no quedaba a la vista. No quedaba a la vista porque estaba cubierto por el enlucido. Pero claro, lo que observa Alberti en los edificios de la ciudad de Roma es edificios que han perdido esa capa de enlucido, de estuco o de cal, que invisibilizaba estos elementos constructivos. Y este elemento, que curiosamente a un romano le parecería tremendamente extraño esta disposición, que resultaría tremendamente extraño ver reflejada y ver en la fachada un edificio, como si viéramos un edificio directamente con la fachada de ladrillos sin pintar, pues aquí, curiosamente, precisamente por este prestigio de lo clásico, es recuperado por Alberti para esta fachada. Entonces, lo que no se veía en un edificio clásico antiguo, resultado de esas ruinas, que han perdido esa capa que los cubría, ese recebo que los cubría, pues ahora se convierte en un elemento estético. Un elemento estético que inmediatamente no refiere precisamente a esas ruinas antiguas, ese opus, ese tipo de opus que se utilizaban con una funcionalidad constructiva. Aquí no tiene, no es estructural, no es constructiva, es decorativa fundamentalmente. De nuevo, Alberti plantea los órdenes como elementos decorativos, no estructurales, a diferencia de otros tratadistas, y que resultarían tremendamente extraños. Es un poco el caso similar al de las estatuas, las estatuas antiguas. Estatuas antiguas que hoy tenemos metido en la cabeza ese blanco perfecto del mármol, pero que realmente es resultado de que han perdido la policromía que de hecho tenían originalmente. No había estatua antigua que no estuviera policromada. Lo que pasa es que nos han llegado nos han llegado a través de lo que ha quedado de ellas y perdiendo toda esa capa de policromía que la erosión ha terminado. Y por lo tanto, incluso hemos asumido esa imagen de la estatua desnuda a policroma como un valor estético en sí mismo, al igual que sucedía aquí en este caso de este elemento arquitectónico, este elemento estructural que se va a utilizar aquí de forma simplemente decorativa. No recuerdo exactamente qué opus es este de la arquitectura romana. El próximo día lo miro y os lo comento, no tengo la duda. Tiene un nombre concreto, un nombre concreto. Y pasamos ya a Serlio. Serlio, que es el segundo tratadista de cierta importancia que vamos a tratar ahora, con sus siete libros de la arquitectura. Admite 1537-1575. Una obra que se va a ir publicando progresivamente. Gran parte... En la propia península itálica, fundamentalmente en Venecia. Pero parte de los libros de Serlio, de este tratado de la arquitectura, van a ser publicados incluso fuera, aunque estaban inscritos en italianos, fuera de la península itálica. Van a ser publicados los últimos cuando Serlio está trabajando como arquitecto en Francia. En Francia, al servicio de los monarcas franceses. Con lo cual también vemos un poco esos primeros movimientos de difusión de la arquitectura, el legado de esta arquitectura. La arquitectura renacentista italiana en otros contextos europeos. Incluso por la propia movilidad de los propios arquitectos. De hecho, es esto, este movimiento de propios serios, lo que va a explicar de cierta forma que Serlio sea uno de los autores más leídos incluso que otros tratadistas italianos en Francia y en otros países del norte de Europa. Aunque, de hecho, parte se editó fuera de la propia Italia y tuvo un acceso mucho más rápido a otros contextos culturales. Y europeos. Bueno, elementos ya un poco saliendo de estas cuestiones anecdóticas esenciales en este tratado de Serlio. Es por primera vez la primera teorización que plantea que los órdenes son un sistema compositivo, que son una forma de explicarnos cómo tenemos que construir un edificio, que cada uno de los elementos de los órdenes debe tener una función fundamentalmente estructural, por contraposición a Alberti, que entendía que los órdenes eran fundamentalmente decorativos, y por lo tanto va a plantear una serie de cuestiones. El Tratado de Serlio, a diferencia del Tratado de Alberti, que es un tratado fundamentalmente teórico, aunque tenga también una aplicación práctica, pero es un tratado más bien tratado por un intelectual que por un arquitecto que explica a otro arquitecto cómo construir, pues bueno, el Tratado de Serlio va a ser precisamente eso. Un tratado con una finalidad práctica de un arquitecto que explica al resto de sus colegas arquitectos cómo se debe construir utilizando las normas de la arquitectura y en capítulo concreto de los órdenes cómo se deben utilizar los órdenes para construirlos. Esto lleva a que Serlio introduzca otro elemento que a día de hoy nos parecería irrenunciable en cualquier tratado, incluso teórico, de arquitectura, que es el hecho de la importancia de las ilustraciones. Mientras que Alberti no tenía ilustraciones o en Cesareano las ilustraciones eran fundamentalmente decorativas, aquí las ilustraciones en Serlio van a tener un carácter práctico. El texto te explica algo y las ilustraciones te muestran eso que te está explicando. Para que lo comprendas de forma más clara y sin tantas complicaciones y no tengas que hacerte composiciones del lugar a veces que pueden dar lugar a malentendidos bastante peculiares. Aún siendo tan claro estas ilustraciones de Serlio, cuando Serlio sea recibido como veremos en Centro Europa pues dará lugar a unas interpretaciones muy peculiares y a unas confusiones o reinterpretaciones confusiones entre comillas. Bastante, bastante bizarras incluso podríamos decir en el caso centroeuropeo. Lo que entienden los centroeuropeos como veremos en su día por el orden dórico, el jónico y el corintio pues es bastante, bastante peculiar. Bueno, importancia de las situaciones. Y va a ser algo también muy importante el que Sergio va a plantear por fin un canon fijo para la altura de las columnas y en base a la columna del resto de los elementos del edificio, planteando como módulo el semidiámetro de la columna en su parte baja. Esto es importante ¿por qué? Porque hasta esos momentos no había una definición muy clara de lo cual debía ser el canon. Había autores o arquitectos particulares que habían planteado sus propias soluciones. En el caso, por ejemplo, de San Pietro de Montorio, Gramante, había planteado dos módulos. Por un lado, en horizontal, el módulo utilizado era el diámetro de la columna en su parte baja, pero en horizontal, las proporciones en horizontal no estaban determinadas por este módulo. Sino que estaban determinadas por el alto de la columna. Entonces, en vertical, las proporciones estaban definidas por la altura de la columna, pero en horizontal, el resto de las proporciones del edificio estaban definidas por el tamaño, el diámetro, la distancia del diámetro de la columna en su parte baja al tocar con la base. Por lo tanto, esa era una solución, pero no dejaba de plantear ambigüedades, dificultad de adaptar esto. Y era necesario... Era necesario establecer, en cierta forma, un canon fijo que pudiera servir de modelo a todos los arquitectos. Porque, a fin de cuentas, en este momento, cada uno, cada arquitecto, se veía obligado a plantear su propio canon, su propio sistema de proporciones, y esto llevaba a muchas indefiniciones a la hora de cómo utilizar y combinar los elementos de un orden. Y, por tanto, esto va a ser muy importante, que se reintroduzca un canon fijo para todas las columnas y, a partir de estas, de todos los restos, los elementos del edificio. Por lo tanto, va a ser un elemento esencial en la trazaística posterior. Y, además, plantea los órdenes, incide mucho en ello, que son un conjunto de reglas fijas. Reglas fijas en las cuales, si tienes determinado tipo de orden, tienes que seguir esta serie de elementos, esta serie de pasos, y, como decíamos antes, el orden es algo que te enseña, te define cómo se construye un edificio. Es un sistema compositivo de arriba a abajo. Es una gramática de cómo se construye arquitectónicamente un edificio. Si lo construyes con el orden jónico, con el orden corintio o con el orden dórico, tienes que construirlo de determinada manera que no es la misma que si lo construyes en el orden contrario. Por lo tanto, determina una serie de reglas fijas. Pero al mismo tiempo que dice esto, Serlio incide en la posibilidad de que ante la realidad práctica el propio arquitecto pueda parcialmente tomarse ciertas licencias sobre estas propias reglas. Que pueda en cierta forma tomarse salvedades sobre estas reglas y llevar a cabo soluciones que motivadas por cuestiones prácticas o incluso por cuestiones estéticas le lleven a contradecir alguna de estas reglas. Convirtiéndose en algo un poco más flexible. Lo que interesa a Serlio en este sentido es de nuevo la practicidad. Lo que le interesa a Serlio en su manual es que un arquitecto pueda coger su manual y tomar ideas, tomar un catálogo de soluciones en base a lo que dice en este manual para plantear edificios. No es tanto que Serlio te diga cómo tienes que construir un edificio de arriba abajo con milímetro a milímetro como que ofrece toda una gama, todo un recetario de posibles soluciones, de posibles combinaciones, qué tipo de puertas o qué tipo de paramento los muros o qué tipo de ventanas tienes que puedes utilizar con este orden o con este o cuáles son más adecuadas para este edificio o para otro tipo de edificio. Y todo eso lo va a plantear como una especie de cierta forma recetario de posibles soluciones determinadas por una serie de reglas pero que entiende como un arquitecto que es que ante una circunstancia particular, concreta y pragmática se pueden en cierta forma, alterar para llevar ese proyecto arquitectónico a un puerto. Por lo tanto, ¿en qué momento está Serlio inscrito? ¿De quién va a ser el teórico? Va a ser el teórico precisamente del manierismo. Mientras que Alberti con ese todo unificado que no podía separarse, que no podía alterarse de ninguna manera porque si no rompíamos el efecto estético, en cambio Serlio con ese conjunto de reglas así unificadas y todo eso, pero que sí nos podemos plantear salvación. La verdad es que se puede plantear Miguel Ángel, hacer una escalera con esas disonancias. Con respecto a las normas anteriores, en el caso de la Biblioteca Laurenciana, se puede plantear cambiar el orden ortodoxo de los órdenes. En otros, por ejemplo, en la Palaza del Campidoglio, puede haber una serie de cuestiones que alteran un poco las reglas temporalmente, incluso por cuestiones pláticas o incluso por buscar, como hacía el manerismo, un efecto estético. Otro elemento importante en Serlio, la interpretación que va a hacer de esa teoría modal de los órdenes. Cuando Vitruvio o Alberti, recogiendo a Vitruvio, hablaba de que un orden determinado tenía una serie de características, hablaba de que era apto para hacer un templo a determinada divinidad del paganismo, el paganismo griego o romano. Pero obviamente no estamos en un contexto en esta época de paganismo greco-romano, estamos en un contexto cristiano. Y por lo tanto, si vamos a intentar utilizar los órdenes en edificios de nuestro contexto histórico, contexto cristiano, vamos a tener que adaptar esa significación simbólica pagana al contexto cristiano. Vamos a tener que hacer una relectura cristiana de esa teoría modal canónica que había planteado Vitruvio y que había recogido Alberti. ¿Y qué hace básicamente en este sentido Serlio? Pues entiende que se debe, al mismo tiempo que los órdenes antiguos tenían una vinculación a un determinado tipo de divinidad u otro, a su vez los órdenes pueden ser interpretados en base a un tipo... de advocación religiosa, determinado santo, la virgen o determinado culto u otra. Y por lo tanto puede haber un uso que reinterprete esta teoría modal de los órdenes al contexto cristiano. El ejemplo que va a tomar como... Como punto de partida para esta interpretación subgénero y esta reinterpretación de la teoría modal de los órdenes va a ser precisamente este tempieto de San Pedro de Montolio, en el cual Bramante había utilizado el estilo que tenía un carácter viril, heroico, vinculado a sus valores heroicos, guerreros, para la capilla martirial de un santo como era San Pedro. Porque San Pedro de Montolio, como comentamos, estaba localizado en el sitio en el que teóricamente había sido crucificado, martirizado San Pedro. ¿Cómo interpreta Serlio? Cierta forma, posiblemente también el propio Bramante interpretó cuando planteó este estilo en esta capilla, este uso del dórico, pues fundamentalmente interpretando que el dórico, en cierta forma, en cuanto que estilo heroico en la antigüedad pagana, estaba, en este sentido, representando... Un heroísmo cristiano, porque un mártir, como es San Pedro, no es más que un héroe del cristianismo, no es más que una figura heroica, no ya guerrera como en la antigüedad clásica, sino en el sentido religioso de que ha muerto por la fe y es un héroe por la fe, un mártir es un héroe por la fe. Y entonces, dentro de este heroísmo cristiano, el dórico sería un estilo especialmente apto en esta reinterpretación modal para el uso... Para una capilla de tipo martirial como esta. Posteriormente, esta idea de Serlio va a ser ultrautilizada en otros contextos y en otras épocas. Por ejemplo, es peculiar que muchas veces en el siglo XVII las iglesias dedicadas a la Virgen utilizan el estilo corintio. El estilo corintio precisamente por la vinculación femenina que teóricamente tendría este estilo. Y otras cuestiones, por ejemplo, algunas vocaciones que algunos autores plantearon. Que deben dedicarse a un tipo de santos u otros. Por lo tanto, abre ya paso a una posible adecuación de este sentido simbólico pagano a un contexto cristiano. Algo que es muy necesario si tenemos en cuenta que uno de los principales clientes que tienen los arquitectos no son solo civiles, sino también religiosos. Esto es una iglesia financiada por los reyes católicos, pero San Pedro del Vaticano será financiado por los papas. Entonces, por lo tanto... Si queremos introducir esta gramática que venía del mundo lecorromano, que era pagano, deberemos adaptarla a un sentido nuevo acorde con esta ideología cristiana. Y también una interpretación peculiar de estos órdenes, de esta teoría moderna de los órdenes, es la que va a hacer también Sergio cuando plantee que, de hecho, cada uno de los órdenes está relacionado con cada una de las categorías sociales de la sociedad de la edad moderna. Esa ciudad que partía de esas pirámides feudales de los que trabajaban, los que oraban y los que guerreaban. Un rey en la cabeza, evidente. Y el papa. Bueno, pues va a plantear en el contexto italiano, que es un contexto un poco subgénero, en el cual la antigua nobleza guerrera y la alta burguesía se han convertido en una clase un poco unificada, va a plantear una reinterpretación de cada uno de los órdenes de acuerdo. Con las clases sociales que hay en esos momentos en el contexto italiano. Por lo tanto, ¿cuál va a ser su interpretación? El orden más tosco, más rudo, más rústico, más contundente. El toscano, obviamente, y el dórico van a ser aptos para representar a la clase de los campesinos. Los gentilhombres, debemos decir, las clases medias del patriciado urbano, ¿quiénes lo va a representar? Pues un este. Un estilo un poco más cortesano, un poco más decorativista, como va a ser el jónico. Y los príncipes, los que tienen el mayor poder, los que son los gobernantes de la comunidad, ¿qué estilo van a tomar? Pues van a tomar el estilo más esbelto, más grande, más colosal, más decorativo, que es precisamente el corintio representando su poder. Curiosamente, en el siglo XVII, las grandes monarquías absolutas van a coger precisamente, por su carácter esbelto, por su carácter decorativista, el orden corintio precisamente para representar, precisamente, su poder, su poder absoluto. Obviamente, en el XVII, la escala humana se romperá y esas grandes columnas corintias y esos grandes edificios activan unos carácteres monumentales que sobrepasan, obviamente, la escala humana. El delante barroco busca la trascendencia en lo religioso pero también en lo político. Ese estado, esa monarquía es bruta que sobrepasa al individuo que sobrepasa al súbdito. E incluso podemos ver, ya dejando un poco de lado al propio Sergi, haciendo una interpretación transversal de la arquitectura moderna y del uso de los órdenes a lo largo de la historia, que de hecho informalmente hubo un uso modal en cada una de las épocas de la arquitectura moderna de los órdenes. Porque de hecho, la primera época de la arquitectura renacentista, el 480, va a utilizar principalmente el orden corintio. El orden corintio porque fundamentalmente... Fundamentalmente va a ser el que van a encontrar más representado en los monumentos de época romana. El Renacimiento Pleno, ya en el XVI, va a intentar combinar todos los órdenes. En cierta medida es un poco sintomática esa idea de la superposición ortodoxa de órdenes de Alberti. El manierismo va a precisamente, curiosamente, valorar los órdenes mastoscópicos. Más compactos, más viriles, que dan más impresión de fuerza, más impresión de contundencia y en cierta forma tienen un aspecto más violento como son el dórico o el toscano. Y el barroco, como digo, pues va a utilizar esos órdenes más altos como el corintio, que dan esa sentación, permiten esas columnas de gran tamaño, pues permiten mostrar ese poderío tanto de la iglesia como del Estado Unido. Por contra, el Renacimiento Clásico, ¿qué órdenes utilizará? Por los órdenes griegos, por oposición a los romanos. Sobre todo el orden dórico y fundamentalmente el orden jónico, y en menor medida el corintio. Y desde luego rechazará, la mayoría de las veces, cuanto sea posible, el toscano. Y a su vez también, si comparamos un poco el tipo de mentalidad, el tipo de sociedad y un poco lezos que hay en cada uno de estos periodos, pues de cierta forma también hay una cierta correspondencia. Correspondencia. Que consigue el corintio, el absolutismo, esos valores de contundencia que consigue el manerismo. Y luego esa delicadeza de lo clásico y esa vuelta hacia lo hedonístico, hacia el equilibrio, hacia en cierta forma esa estética más pura, clásica que representan los órdenes griegos en el caso del Neuro-Nazismo. Por lo tanto, ahí también podemos hacer una interpretación un poco de segundo orden simbólica, modal, de la propia evolución arquitectónica de los órdenes a lo largo de toda la Edad Modal. Un pequeño desbarre. Lo dejamos aquí y el próximo día hablaremos de uno de los discípulos de Sergio Viñola. Viñola, que es el siguiente traductor que hablaremos y que es un autor que, en cierta forma, es un autor de transición entre el manierismo, podemos decir que es el último manierista y el primer barroco. El primer barroco y, de hecho, es el autor de un edificio tan canónico y tan típico de ese primer barroco como es Inglaterra. Y Jesu, la iglesia matriz de los jesuitas en Roma, que será obra del propio, como digo, de Viñola. Pero bueno, esto ya lo veremos el próximo día en que hablaremos de Viñola y cerraremos estos libros de órdenes en Italia y pasaremos al medio posible, a ver si nos da tiempo ya el próximo día, a entrar en la recepción de toda esta tratadística en el resto de Europa. ¿Qué será en ocasiones, como digo? En el caso... En el caso del Centro Europeo, bastante peculiar y bastante original. Original, por decirlo de alguna manera. Original va a ser en cada uno de los contextos. Francia será bastante original, España también, pero Centro Europa, Alemania, Holanda y todo el ámbito centroeuropeo va a ser bastante peculiar.