Hola a todos. Bueno, en la sesión de hoy, la penúltima antes del parón de Semana Santa, tenemos que abordar la última manifestación cultural y artística, como ponía en el título, que arranca con el neolítico, pero que en realidad va a tener una perduración bastante posterior, llegando incluso en la reutilización de algunos de sus monumentos, y el término ahí es bastante intencional, como luego veremos, hasta la Segunda del Hierro o incluso hasta época clásica. Estos días aparecía en prensa el hallazgo en Granada en un monumento megalítico del tercer milenio antes de Cristo de un enterramiento de una mujer romana. Digo que la frecuentación de este tipo de monumentos es casi contundente. Es muy consustancial a la propia idea de ese fenómeno que tenemos que caracterizar, que es el fenómeno cultural del megalitismo. Aquí se da un poco la contradicción que ya advertíamos a comienzo de curso, ¿no?, de hasta qué punto podríamos aquí hablar de un arte megalítico cuando tradicionalmente la prehistoria europea ha tratado de prescindir De ese carácter artístico en el megalitismo, pero dentro de esa caparazón del simbolismo es evidente que el fenómeno cultural megalítico, el fenómeno del megalitismo muy característico, como dice ahí, de la prehistoria reciente, pues realmente es un fenómeno que necesita una explicación, que se hace con una serie de objetivos más o menos concretos que tenemos que caracterizar y que permite conocer mejor el rasgo ideológico de las sociedades comprendidas entre el neolítico y la aparición y generalización de la metalurgia. Es decir, entre hace 5.000 años. Y en torno a 1.400 años antes de Cristo. Bueno, eso es el arco cronológico en el que se va a mover este fenómeno que llamamos el megalitismo y que vamos a caracterizar en la sesión de hoy, al menos en su origen, un poquito en su evolución, en su tipología, en sus peculiaridades y en su interpretación, teniendo en cuenta que como es un fenómeno de larga duración en el tiempo, porque llega hasta, como decía, incluso la época clásica, bueno, pues nunca podremos agotar... todos los elementos en esta sesión. De hecho, cuando hablemos del bronce, del hierro, volveremos a hablar de las tumbas de túmulo, de las tumbas principescas, de los zolo y por ejemplo micénicos, es decir, de manifestaciones tardías del megalitismo que se separan del origen de ese fenómeno y que de hecho incluso para algunos prehistoriadores lo pervierten. El megalitismo surge sobre todo en el neolítico como un procedimiento arquitectónico por el que se construyen con grandes piedras, grandes monumentos que se quiere que sean vistos y que sean percibidos claramente desde el exterior y se hacen y se construyen, como vimos cuando hablábamos del cambio al holoceno y del epipaleolítico, advertir de la vinculación de un grupo a un determinado territorio. La mejor manera de demostrar que esa tierra nos ha pertenecido es construir monumentos muy complejos, que sean visibles desde lejos y que sean utilizados y utilizables por los grupos humanos a través del tiempo con un carácter colectivo que nuestros antepasados Siempre han estado vinculados a este lugar porque desde antiguo se han enterrado ahí. Por tanto, el fenómeno cultural del megalitismo, cuando nace en el neolítico, nace como un fenómeno cultural esencialmente colectivo. Pero, sin embargo, puesto antes el ejemplo de este reciente hallazgo en Granada, sin embargo, acaba siendo un fenómeno de exaltación individual. Es el típico fenómeno que cambia entre las sociedades de productores neolíticas claramente colectivistas y con una gran importancia del grupo y las sociedades llamadas de jefatura individual. Jefatura individualistas o individualizadas y estratificadas, típicas del momento en el que aparece la metalurgia, en concreto a partir del calcolítico de la Edad del Cobre. De hecho, algunos prehistoriadores hablan también de un megalitismo primario, que es el de estos monumentos de celebración colectiva, y un megalitismo secundario que a veces responde a monumentos fabricados en cronología neolítica. Que, sin embargo, son reutilizados para la exaltación de un individuo en época ya más tardía, más vinculada a las sociedades de los metales. Pero bueno, tan megalítico es. El hipogeo del hongar en Viana, por ejemplo, por poner un caso próximo a nosotros aquí en Navarra que se pudo excavar y donde se encontraron los enterramientos de individuos de manera sucesiva, que no es la habitual porque muchas cámaras funerarias de los monumentos megalíticos han sido expoliadas de antiguo y que en ese caso sería un monumento de celebración colectiva o el llamado tesoro de atreo en Micenas, la supuesta tumba de la atrida o de Agamenón en Micenas, que todos probablemente recordáis que también es un monumento megalítico, pero en ese caso pervierte ese sentido colectivista, grupal, global, en pro de un sentimiento de exaltación individual. Dicho eso, que nos permite darnos cuenta de que quizá el foco en esta sesión... Lo vamos a poner más en los rasgos genuinos, originales del megalitismo. Vamos a caracterizarlo en cinco elementos fundamentales. Primero, el fenómeno megalítico define todo aquel arte, vamos a llamarlo así, que se traduce en grandes construcciones de piedra que perduran notablemente su construcción como técnica y su uso como frecuente. notablemente desde el neolítico hasta prácticamente el segundo e incluso el primer milenio antes de Cristo. La etimología de megalitismo así lo indica, megalizos, grandes piedras o megalizoides, grandes piedras. Segundo elemento que define el megalitismo. Como tal, llamamos megalitismo a construcciones siempre neolíticas o posteriores al neolítico. Eso no quiere decir que en determinados enterramientos de cronología previa, sobre todo del magdaleniense superior, también se hicieran grandes construcciones, con ajuares típicos de las sociedades del momento, silex o material óseo y que, bueno, pues podamos decir que forman parte de los antecedentes del megalitismo. Pero bueno, esto es como cuando hablábamos o hablemos de la minería y digamos, bueno, la minería del cobre surge en el calcolítico, pero hombre, el hombre ya había sido minero cuando iba a buscar silex, a muchos kilómetros de distancia, etcétera, ¿no? Tercer elemento, aunque no solo, porque veremos que hay monumentos megalíticos que no tienen... Una finalidad funeraria, de hecho probablemente el más célebre de todos, que lo tenéis arriba a la izquierda, el de Stonehenge, en las llanuras de Salisbury, al sur de Inglaterra, no es un monumento funerario. Ya sabéis que probablemente tiene algo que ver, aunque estas interpretaciones siempre están abiertas, con cuestiones de observación astronómica y un poco más complejas. Que tienen mucho que ver también, como veíamos cuando hablábamos del epipaleolítico, con el modo de las nuevas sociedades. Entonces decía que mayoritariamente el megalitismo se define en construcciones funerarias de carácter colectivo, que se reutilizan y que de hecho en su concepción inicial tienen incluso dispositivos que facilitan esa reutilización. Un ejemplo, aquí tenéis tres muy conocidos, el de Stonehenge, que en realidad como hemos dicho es un observatorio astronómico, la cueva de Menga, que ahora citaré, y quizás este menos conocido, pero bueno, ya que estamos en Navarra hay que citarlo, el dolmen de Artajona. En Artajona hay dos dólmenes vinculados a dos poblados distintos y vecinos, y quizás incluso se podría decir que rivales, y bueno, aunque la foto no es muy buena, veis aquí que en uno de los ortostatos verticales, hay como un rebaje en forma de ventanúcono, que indica que por ahí se agujarían. los cadáveres a medida que el grupo considera que hay que aportar, porque han fallecido en un corto espacio de tiempo, nuevos enterramientos a esa especie de monumento a la colectividad que en origen es el fenómeno megalítico. De hecho, en superduración también el fenómeno megalítico va a ser muy sensible en el carácter de reutilización que presentan estos monumentos a los cambios culturales. Por ejemplo, el vaso campaniforme, los ídolos oculados, que son objetos típicos de la individualización calcolítica y de las libaciones que se hacían en honor a los difuntos en el calcolítico, van a aparecer a veces en monumentos. De tipo megalítico, que demuestran cómo la idea se mantiene en el tiempo y va incorporando tipos de ajuar distintos en función del momento concreto en el que se va reutilizando el monumento. Cuarto elemento, no sólo consideramos megalitismo o monumentos megalíticos a las estructuras exentas, también es megalitismo el acondicionamiento. De una cueva, por ejemplo, con grandes materiales pétreos que la revisten, sostienen, su techo, etc. Por ejemplo, la cueva de Menga es un ejemplo en Antequera clarísimo de un monumento megalítico. Esto también permite introducir una realidad y es que el megalitismo tiene una tipología, ahora lo veremos, bastante amplia y por eso cabe también este tipo de acondicionamientos, digamos, de cuevas de carácter ritual y de carácter funerario. Y luego un último elemento que es importante señalar, quizá explicándolo mejor de lo que dice ahí el último punto de la diapositiva, es que el megalitismo hay también que verlo claramente en su contexto. ¿Por qué? Porque el megalitismo es un elemento que se ha convertido en un elemento de la vida, hemos perdido muchos elementos del contexto que rodeaba al monumento megalítico. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, aquellos monumentos como Stonehenge, que tenían una finalidad de observatorio astronómico o de marcar un lugar sagrado, pues la pérdida del referente paisajístico nos juega a veces malas pasadas y es que el monumento megalítico es un elemento de la vida. Para entender el porqué de esa finalidad un poco admonitoria o de íctica que tenían los monumentos megalíticos. Donde mejor se ve esa pérdida del contexto, y es a lo que va el último punto de la diapositiva, es en que en los monumentos megalíticos funerarios a veces lo que encontramos es sencillamente el dolmen, es decir, dos piedras verticales, dos ortostatos verticales que sostienen una cubierta, una piedra horizontal, y nos parece que esa era la cista funeraria y que no había nada más. Y perdemos de vista, aunque a veces se ha podido excavar, que todo eso estaba cubierto por un túmulo advertido al exterior por una pequeña estela, o por un círculo. De piedras que delimitaba la estructura tumular, es decir, que aún siendo, porque todavía lo es hoy, muy impresionante, un dolmen simple, en realidad tenemos que entender que esa dimensión se multiplicaba porque tenía una traslación, una visibilidad exterior muchísimo mayor. Teniendo eso en cuenta, esos cinco elementos, ¿qué tipos de monumentos megalíticos? ¿Qué tipos de monumentos nos encontramos habitualmente en este fenómeno? Bueno, pues se puede hacer una distinción, ahí utiliza una terminología que es un poco ambigua, por un lado habla de megalitos simples y por otro lado habla de sepulcros, pero bueno, algunos... de los megalitos simples no son precisamente simples. ¿Qué quiero indicar con esto? Que más bien la partición creo que habría que hacerla firmando monumentos megalíticos no funerarios, sepulcros megalíticos. Creo que es más abarcante y más fiel a la realidad. Es verdad que en complejidad arquitectónica los sepulcros megalíticos son mucho más complejos construir un dolmen de corredor o construir un graver es más complejo que construir un menir o un jengue o un cromlech porque hay todo un aparato arquitectónico mayor. Pero bueno, también alinear un montón de menires en círculo o formando una especie de bosque que es básicamente la distinción entre cromlech y jengue en grandes llanuras además donde la piedra está a kilómetros de distancia, pues también exige un esfuerzo organizativo, constructivo, que todavía resulta bastante sorprendente y que además nos está hablando muy probablemente de un interés de los grupos constructores en subrayar precisamente eso, su capacidad de construir, su capacidad de modificar el espacio y de demostrar... que son capaces efectivamente de trasladar grandes bloques de piedra, en cierta medida de intimidar, en ese contexto también de rivalidad y de conflicto que dijimos que era habitual en el proceso de neolitización. En los megalitos no funerarios, el patrón, digamos, la unidad mínima es el menir, que en gaélico significa piedra larga o piedra larga hincada y que suele ser una piedra hincada de cierta altura y normalmente aislada. Digo normalmente aislada porque siempre la percepción del aislamiento es una percepción nuestra, pero nunca están colocados los menires en lugares, digamos, gratuitos. Hay siempre una finalidad, ¿no? Digo, marcar una divisoria de aguas, marcar un nevero permanente, un lugar por el que el sol se pone o sale en un momento determinado, ¿no? Bueno, por eso también en todos estos fenómenos que en cierta medida evidencian una singular relación del hombre con el espacio y con el territorio en los que ha tenido mucho peso la arqueología espacial, la arqueología del paisaje, pero sobre todo la arqueología espacial. Bueno, hay que hacer siempre un esfuerzo para reconstruir. El por qué de esos monumentos, ¿no? Es decir, por qué están donde están y por qué son ese tipo y no otro, ¿no? Cuando yo coloco menires haciendo un círculo, tengo un cromler. Cuando coloco menires uno junto a otro, digamos en batería y haciendo una gran malla, una gran red, tengo un jengue. Es verdad que a veces algunos de los llamados cromles, que por ejemplo aquí en Navarra hay bastantes, bueno casi hay toda una coine de cromles entre el Vidasoa y el río Aragón, el nacimiento del río Aragón. Es decir, el Pirineo Central y hacia todo el Pirineo Occidental, ahí hay un montón de cromles. Algunos hay, por ejemplo, cerca de Argoncesvalles y no me sale otro. Es decir, donde hay una gran acumulación más hacia el este del Pirineo Navarro, pero bueno, me vendrá luego, ¿no? Y algunos de esos cromles no tienen la finalidad astronómica de observatorio y tal que tienen como explicación aquí, sino que sencillamente son esa especie de peristalito de, bueno, pues apoyo y de cinturón que rodea. La cámara funeraria, el túmulo. Mejor que la cámara funeraria, el túmulo de los sepulcros megalíticos más complejos. Y a veces lo que encontramos es solo un círculo de piedras, que es la evidencia de dónde terminaba el túmulo y a lo mejor dentro del círculo está la cista, el dolmen simple caído hacia adentro. Sí que los jengues son más inequívocos, son esos grandes bosques de menires que están muy localizados en la Europa atlántica más septentrional, sobre todo en el sur de Inglaterra y de manera muy especial en la Bretaña francesa, donde hay bastantes evidencias de estos jengues que tienen que ver seguramente. Con la nueva relación del hombre con la naturaleza, con el entorno natural, con esas divinidades también. Aquí algunos ven, y de hecho sabéis, que por ejemplo Stonehenge como Kromlech sigue siendo frecuentado por estos movimientos un poco new age de carácter céltico o reivindicadores del mundo céltico, porque parece que pudo ser un gran santuario druídico. Relacionado con el solsticio de verano, este tipo de cosas que son interpretaciones que son factibles en cualquier caso y que podrían dar razón de ser también. A esos Genghis. Lo más habitual y también lo más global, porque como veis Genghis y Cromlech, pero sobre todo Genghis tienen una localización muy concreta, son los sepulcros megalíticos, que como he dicho tienen una extensión prácticamente desde Galicia hasta el extremo oriental del Mediterráneo. La unidad mínima, de la misma manera que para los megalitos no funerarios era el menir, la unidad mínima de los sepulcros megalíticos es el dolmen. Efectivamente, Carmen, es como preguntas. La unidad mínima, decía, del sepulcro megalítico es el dolmen. Un dolmen en realidad es la cista funeraria. Dos, a veces pueden ser más. Dos, a veces pueden ser más piedras verticales sosteniendo una cubierta horizontal, que son los más frecuentes. Por ejemplo, en Navarra, ya que estamos con ejemplos locales, hay bastantes dólmenes visitables en la Serrara Lar. Si yo prolongo un dolmen o coloco imaginariamente, digamos, y también arquitectónicamente un dolmen. Si yo prolongo un dolmen detrás de otro, haciendo como un túnel, lo que genero es el sepulcro megalítico. De galería o a veces llamado también dolmen de galería. ¿Veis? Un dolmen, otro dolmen, otro, otro, otro, ¿no? Seguidos para hacer como una galería cubierta. El de Artajona que hemos visto antes es un ejemplo de un dolmen de galería. Si esa galería termina en una gran cámara sepulcral, en una gran cámara funeraria, es un dolmen de corredor. ¿Vale? Hay primero un pasillo y al final una cámara funeraria al fondo, ¿no? Y además las dos muy diferenciadas, ¿no? La diferencia entre el dolmen de galería y el de corredor no solo es la cámara funeraria, sino también el modo de uso. En el de galería todo el túnel es cámara funeraria, en el de corredor el túnel es el acceso a la cámara funeraria que es donde se depositan los cadáveres, ¿no? Hay toda una liturgia del enterramiento que atraviesa ese túnel funerario para ser como el tesoro de atreo, por ejemplo, algunos de los monumentos megalíticos que tenemos en Galicia o en las vellas del territorio actualmente portugués en la región. Bueno, pues tiene un corredor muy largo. La cámara funeraria tiene como varias excedras o varios ábsides. Y el túmulo es bastante prominente. A veces se habla con la terminología alemana de las Ungraber, que es tumba en alemán y hundes redondo, con las tumbas circulares. Es un poco el antecedente de lo que se han llamado las tumbas principescas, típicas del bronce, sobre todo del bronce final, y que en este caso ya sí que empiezan a ser tumbas de exaltación de un individuo. Antes de seguir, a propósito de la pregunta de Carmen, bueno, el jengue tanto como en empalizada, en empalizada es una cosa que rodea, ¿no? El jengue en realidad serían varios alineamientos de menires, pues se ve muy bien en la foto, ¿no? Varios alineamientos de menires en batería seguidos con espacios entre ellos, pero no un cuadrilátero, sino que tienen que estar llenos también los intercolumnios, digamos, entre menir y menir. Los espacios entre menir y menir. Bueno, quizás hasta ahora en la asignatura, como no hemos visto grandes avances técnicos... ...tecnológicos, es verdad que los hubo, pues en la técnica Levalois, en el musteriense, por ejemplo, la propia introducción del arte, ¿no? Bueno, pues no habíamos asistido a esta discusión que ya nos va a acompañar, a propósito sí que dijimos algo el otro día, de la fecha del origen de la agricultura, de la fecha del origen de la metalurgia, también lo veremos más adelante, que es este debate de dónde se dan los monumentos megalíticos más antiguos. Y siempre el debate tiene las mismas variables. Teorías antiguas consideran que todo empieza en Oriente y se difunde hacia Occidente, que el centro de las innovaciones es el Próximo Oriente y que todo va al rebufo del Próximo Oriente. Serían las tesis orientalistas. En los últimos años, en cambio, más bien, sobre todo con el análisis con carbono calórico. En el siglo XIV de los enterramientos o de las hogueras fundacionales de los enterramientos, parece que hay un ritual unido al enterramiento megalítico, que es el de quemar la cámara funeraria antes de utilizarla o si se va a reutilizar. Bueno, pues la materia orgánica que se quema en la hoguera permite el atar. Entonces, el hallazgo de monumentos megalíticos con tratación de carbono XIV en Las Veiras, en los Trasos Montes y en el sur de la Península Ibérica. En el sudeste portugués, permite pensar que aunque tipológicamente haya monumentos megalíticos. De oriente, las mastabas, por ejemplo, egipcias, los zóloi minoicos o los megarones cicládicos, en realidad parece que los primeros monumentos megalíticos, con fecha, digamos, fundacional, son monumentos megalíticos del neolítico y de occidente, del ámbito occidental europeo, sobre todo Galicia, Portugal y la Bretaña francesa. Tanto es así que también va a ser en esos ámbitos en los que rápidamente, por ejemplo, los monumentos megalíticos de la llamada cultura almeriense, una de las culturas del neolítico final calcolítico del sureste de la península ibérica, en el entorno de Almería, los millares, que es un yacimiento del que leeréis cosas seguro en el manual, en los temas ya referidos a los metales, pues es uno de los primeros enclaves en los que el megalitismo se transforma y se convierte en un megalitismo, como decía hace un momento, de exaltación de tipo individual. Lógicamente, desde un punto de vista funcional, un hipogeo egipcio o una cámara funeraria cicládica, pues bueno, tiene un parecido con los monumentos... megalíticos que hemos descrito, pero muchos de esos monumentos egipcios, Los hominoicos no son anteriores al 1600-1400 a.C. y, sin embargo, como veis, las fechas de algunos de los monumentos estudiados por algunos de los grandes prehistoriadores franceses, como Emil Cartelac o portugueses, como José Leite de Vasconcelos, tienen cronologías, como veis, que llegan casi al 3100, al cuarto milenio a.C. Obviamente, si queremos buscar paralelos con algunas de las mastabas más antiguas o incluso con la ideología monumental de las pirámides de la quinta dinastía egipcia en el Reino Antiguo, podemos. Pero creo que hay que separar los terrenos. Por eso hoy se tiende a pensar en un origen a tenor del carbono 14 occidental, pero que no implica una difusión, sino que el éxito del fenómeno megalítico es un éxito poligenista. Es decir, se da en varios sitios independientemente a la vez, sin que necesariamente esos sitios tengan por qué estar conectados. Simplemente son formas que el hombre tiene de reaccionar a una necesidad, que es la de enterrar a los muertos. Un deseo que es el de enterrarlos juntos y una pretensión que es la de que ese monumento sea una especie de alegoría del poder del grupo, no solo sobre el territorio que viene ocupando con anterioridad, sino también como una manera de mostrar la capacidad de trasladar piedras, de organizar el paisaje y de organizarse socialmente. Por eso a veces las claves territoriales y las claves de uso, como veremos luego en la interpretación de los monumentos megalíticos, son bastante importantes. ¿Cuál es la evolución? Ya hay que hacer una advertencia que supongo que os figuráis. ¿Cuál es la evolución del fenómeno megalítico en Europa? Bueno, la advertencia es que ahí en el cuadro tenéis del neolítico antiguo al neolítico final, pero hemos dicho que el fenómeno cultural del megalitismo pervive hasta la Segunda Edad del Hierro. Pero bueno, en su origen, en la fase neolítica, en la que el fenómeno megalítico es colectivo, colectivista y vinculado a sociedades de productores, sociedades esencialmente agrícolas y muy... comunales, digamos, la evolución arquitectónica, tecnológica, digamos, tipológica del fenómeno megalítico es muy sencilla. De los más simples... Los monumentos megalíticos más antiguos son los más sencillos, dólmenes simples, en algunas ocasiones dólmenes de corredor o de galería cubierta, pero a medida que avanzamos en el tiempo los monumentos más complejos. Por ejemplo, en el neolítico medio se fecharía Stonehenge y tercer granito en la evolución, en el neolítico final, la perversión, la transformación del fenómeno megalítico en un canto de exaltación individual porque esos monumentos que antes habían servido para cantar el poder de un grupo sobre un determinado territorio, acaban definitivamente poniéndose al servicio de la exaltación de un individuo sin variar el modelo arquitectónico utilizado. Bueno, tenéis ahí los datos cronológicos y algunos ejemplos. En la península ibérica los dólmenes más antiguos son los portugueses, cámaras sepulcrales con túmulos al exterior, como el de Pozo de Agateira y los dólmenes más antiguos son los portugueses, cámaras sepulcrales con túmulos al exterior, O el de Regengos, también son así, con corredor y cámara sepulcral algunos de los atestiguados en Irlanda, en Bretaña o en Francia. Los sepulcros de corredor en la península ibérica tienen casi todos una cronología cuando se generalizan en el neolítico medio, que es el momento en el que empiezan a proliferar en focos geográficos muy locales estos grandes monumentos hipogéneos o cromlets, vinculados sobre todo, como decíamos, al observatorio astronómico. Y, bueno, pues solo en el neolítico final, que ya lo adelanto, es un momento en el que empiezan a aparecer ajuares metálicos vinculados a estos enterramientos. Y, por tanto, la metalurgia, quizá no la pirometalurgia, como la definiremos, es decir, la metalurgia de transformación, sino la pre-metalurgia, la metalurgia de tesaurización, es decir, yo no soy capaz de fabricar metal, pero sí soy capaz o de extraerlo en frío sin modificarlo, pues cuentas de collar de cobre, o de recibirlo por intercambio de quien sí sabe, pero eso se convierte en un elemento de estatus que yo meto en esos elementos. Y son esos enterramientos que, como he dicho, caso de los millares, este es el sepulcro de corredor de los millares. Bueno, pues como en los millares o en el Argar empezamos a encontrar ese tipo de usos ya de individualización del monumento megalítico. ¿Cómo se construye un monumento megalítico? Bueno, sobre todo en los pasos que hay ahí hablan de la construcción de sepulcros megalíticos. Pero bueno, no solo. En alguno de los elementos casi vienen mejor como ejemplo los megalitos simples. Lo primero es elegir el dónde. El emplazamiento no es casual en los monumentos megalíticos. Siempre se busca. Un emplazamiento que territorialmente sea significativo y se busca también un emplazamiento que además no solo sea significativo, sino que sea visible. Normalmente, si es un sepulcro megalítico, no solo será visible, sino que estará próximo al asentamiento. De hecho, el fenómeno megalítico. El fenómeno megalítico coincide, bueno, no lo he dicho porque era bastante obvio, con el momento, el primer momento en que el hombre saca los enterramientos un poco del mundo doméstico, del hábitat ordinario. Y los coloca en un sitio próximo. Al asentamiento, visible desde el asentamiento, pero en cualquier caso diferente. Y esa elección de emplazamiento también sirve bastante para estudiar la topografía de los monumentos megalíticos simples. Bueno, ¿por qué siempre coinciden con vías de transhumancia, neveros, observatorios de carácter astronómico, puntos, hitos en los que en cierta medida se pudiera controlar adecuadamente el paisaje, partidores de agua o particiones de cuencas, de arroyos o de valles de ríos? ¿No? Percientes. Bueno, pues eso tiene que ver con un dominio del territorio y que en cierta medida algunos de estos monumentos tuvieran un carácter de hito terminal de algo o de elementos marcadores de algo, quizá de separación entre áreas de influencia de grupos distintos. Bueno, aquí caben todo tipo de interpretaciones en esa línea. Cuando son monumentos con una arquitectura compleja, segundo paso, lo que hay que hacer es... Aplanar el terreno y delimitar el área funeraria con el arado, ¿no? Estas marcas que, bueno, han inspirado algunas películas también, ¿no? que rodean, por ejemplo, a Stonehenge y otras marcas que se ven por el crecimiento diferencial de la vegetación en grandes espacios llanos de toda Europa, son marcas que obedecen a esa delimitación circular que sacraliza, en cierta medida, el monumento. A veces también se ha pensado si servían para hacer las últimas cuñas en el movimiento de los bloques, para que cayeran, se empujaran con una pendiente y volvieran a caer justo antes de su definitiva colocación. En tercer lugar, si es un monumento destinado a albergar restos funerarios, hay una cremación, bueno, una cremación, una hoguera, cremación sería la palabra, Es complejo, ¿no? Uno simple, pues como el que tenéis ahí, en realidad no son solo dos ortostatos, hay como cinco ortostatos. Ese es de Rosas, en la costa de Girona, pero bueno, en Aralar tenemos también algún ejemplar así, que no son solo dos ortostatos verticales. Digamos, ese es el mínimo, ¿no? Para que exista el monumento megalítico, ¿no? A veces, bueno, pues la construcción también de la cámara funeraria da paso a esa facies del arte pospaleolítico, que explicábamos la pasada semana, que es la facies petroglífica, ¿no? A empezar a incorporar pequeñas esculturas, pequeños relieves que decoran. Que decoran las paredes de la cámara funeraria y que, bueno, pues a veces son contemporáneas, por así decirlo, a este momento no de construcción o al menos de frecuentación de la cámara funeraria. Una vez construida la cámara funeraria, sea de corredor, de galería o simple, lo que hay que hacer es cubrir la cámara con el gran túmulo, que como veis, aquí tenéis uno que yo creo que es un dolmen. De la Rioja, en la Sierra de Cameros hay bastantes que además pudieron ser excavados. Fijaros cómo tenéis aquí, es la sección, ¿no? de un dormiente en el que se conserva el túmulo mimetizado prácticamente en el paisaje, pero veis en la parte inferior el colapso de las piedras de la cista, cista en la científica caja de la cámara funeraria, y luego alternancias de grava, tierra, cantos, tierra, más cantos, para hacer compacta, por así decirlo, la estructura tumular que puede estar delimitada y fortalecida para que no se escurra por ese peristalito que rodea el túmulo y que puede dar luego lugar a eso que llamaríamos un cromlet, o por la presencia de un hito en la parte superior, de un menir en la parte superior, marcando, indicando. La posición del monumento, claro, si se han perdido elementos, pues esa sección es difícil de hacer, pero como digo, bueno, en la Comunidad de Madrid y en la Meseta Norte se han podido excavar algunos dólmenes con túmulo y tal que han permitido conocer muy bien este modelo y este proceso constructivo. Y para que haya un monumento megalítico, lo hemos dicho al principio, No basta con construir, hace falta dar uso. Y ese dar uso... implica siempre necesariamente la reutilización. Un buen monumento megalítico se reutiliza y si no podemos atestiguar que se reutilizó porque las cámaras han sido violadas y no ha quedado ningún tipo de resto, al menos podemos atestiguar la presencia de dispositivos que faciliten esa reutilización. El ventanuco, que por ejemplo decíamos en el caso del don Gartajona, que indica que no hay que meter los muertos por la puerta, sino sencillamente por un lateral. Bien, lógicamente en todos estos procesos complejos de la arquitectura prehistórica es muy importante saber que se construye y cómo es construido. No es tipológicamente esa construcción, pero sobre todo más importante que eso es interpretar por qué se construye de esa manera y no se construye de otra. Bueno, pues ahí tenéis como tres tipos de claves interpretativas del megalitismo. La primera, la territorial, que no abundo en ella porque la hemos explicado. Todos los monumentos tienen un porqué topográfico No es casual. Están construidos en un lugar determinado en el que interesa... subrayar una idea determinada no están nunca camuflados tienen un gran afán como dice ahí de visibilidad segundo es importante también saber la función en los funerarios está claro pero hay también toda una amplísima arquitectura megalítica no funeraria por ejemplo el megalitismo baleárico el megalitismo en malta bueno el megalitismo con arte petroglífico incluso en américa del sur no que indica bueno pues que en algunas ocasiones pudo haber incluso una élite sacerdotal druídica religiosa más o menos organizada para dar uso a ese tipo de monumentos y que ese uso pudiera hablar de una religiosidad bastante más compleja y por último que también son criterios que hemos comentado con anterioridad la cuestión sociológica no quien construye un monumento megalítico quiere transmitir tres ideas cohesión social bueno yo soy capaz de organizar esta obra que es una obra extraordinaria y que implica un traslado de piedras normalmente desde lejos Y una organización compleja para poner eso a funcionar. Quiero demostrar también capacidad de modificar el paisaje y por tanto de delimitar desde un punto de vista como un escaparate aquello que me pertenece. Y en tercer lugar, tengo la intención de subrayar mi vinculación al espacio como una vinculación patrimonial heredada del pasado y que indica que soy el propietario de ese lugar. Esto puede valer para los monumentos megalíticos no funerarios, pero vale especialmente para los funerarios. Al final esos sepulcros colectivos, como decíamos al principio, lo que demuestran básicamente es que hay un grupo que vive cerca de ese lugar, que se viene enterrando en ese lugar desde hace muchos años, muchas generaciones y que sigue de hecho enterrándose. Y además el monumento demuestra el poder, tiene un cierto carácter también defensivo. La capacidad de organización que tiene el grupo para obtener esa capacidad organizativa tan notable. y como forma de subrayar también la patrimonialidad de un territorio. Veremos que esto, bueno lo veremos porque iremos haciendo pequeñas catas en la transformación también de este fenómeno en la Edad del Bronce y en la Edad del Hierro, se va un poco alterando a medida que pasa el tiempo, pero en el origen el monumento megalítico tiene siempre esa función y por eso hay que recurrir al origen neolítico para entender precisamente el objetivo esencial de este tipo de monumentos que luego se fue pervirtiendo en el uso, que dejó de ser colectivo para ser individual, pero que no perdió la esencia que lo caracteriza como megalítico, que es esa gran arquitectura, a veces técnicamente muy simple desde el punto de vista, bueno pues, la estructura alintelada o en los casos más complejos pues de aproximación por hiladas o así, pero que la ejecución tiene también sus retos de aprovisionamiento de material, de traslado y de construcción que debieron suponer pues una exigencia bastante notable para las sociedades neolíticas, estas primeras sociedades colectivas de la prehistoria.