¡Hola! Bienvenidos a este tercer acto de la jornada que tenemos en Úbeda. Hoy, gracias a la UNED y gracias a la Asociación Malión con la que colaboramos, así que el nombre de la directora pues me gusta. Hoy tenemos el placer de contar con Celso San Martín, ¿vale? Y él... y hasta yo, sí. Muchas gracias, José. Pues como bien dice él, vamos a dar comienzo a este ciclo de charlas que organiza el Centro Asociado de la UNED en colaboración con la Asociación Malión y con... Yo quiero dar las gracias en primer lugar a todos vosotros y a todas vosotras por venir esta tarde y así dispuestos a escuchar y a dejaros atrapar una vez más por las palabras. Y también quiero dar las gracias a la UNED, aquí representada por Juan José Magaño, y por ser partícipe un año más de esta... de esta gran experiencia, por ser cómplice y pieza necesaria. Hoy tenemos la enorme fortuna, como decía Juan José, de contar con un conferenciante muy especial. Él mismo se define como narrador oral, etnógrafo, poeta, horticultor, ornitólogo, corredor y paseante. Así que ya me estoy imaginando el caudal de historias que podrán escucharse aquí hoy. Historias sobre agentes y lugares extraordinarios, historias como versos, historias que se plantan y se riegan, que crecen, que extienden su ala y que salen volando. Historias que se ponen en nuestros zapatos, que corren y que pasean a nuestro lado. Ese narrador es Celso Fernández, que además de todas esas cosas, es un enamorado del lenguaje y de la oralidad y que viene a contarnos, precisamente, qué supone para él eso del compás. Celso Fernández nació en La Lí, en la provincia de Pontevedra. Este gallego de espíritu inquieto... Lleva toda su vida recopilando historias de un sitio a otro. Confiesa que su devoción son las personas mayores, en las que la oralidad es parte sustancial y consustancial de sus vidas. Celso Fernández es un apasionado de esas historias que se cuentan en los ambientes rurales de su tierra y de otros lugares de España. Celso Fernández escucha, recoge y cuenta maravillosamente lo que recoge y lo que escucha. Él y narradores como él son ese hilo mágico que va de tu voz... ...que toca mi oído y que no podemos permitir que se rompa. Su conferencia se titula, precisamente, así. Contar. Contar, contar y contar. Contar historias y leyendas, contar cuentos, contar ovejas, contar amores, contar rumores, contar sueños, contar alegrías, contar tristezas, tragantías, años, brujas y meigas. Así que os dejo ya con... ...Celso Fernández, que viene con muchas ganas de contar. Muchas gracias. Buenas tardes. Vaya presentación, ¿eh? Después de esto, ¿por qué dice? Porque la gente se hace expectativas. Entonces dice, oye... ...y a lo mejor no. Bueno, muy agradecido por... es la primera vez que estoy en Úbeda. Ya fue bajar del coche y me regalaron una botella de aceite. Venía con la idea de comprarlo. Así que, por lo menos, una ya me la voy a llevar. Se viaja muy bien ahora. Solo tuve que coger unos trenes para llegar en una hora. Y... ...y es asombroso desde Galicia pensar en que lleva menos de tres horas desde Ourense llegar a Madrid. Yo viví la época en que llevaba toda la noche o después siete horas. Cinco horas y ya parecía que te despeinabas. Menos de tres horas. Que llegas a Madrid y aún no tienes hambre. Bueno, les voy a contar algo. Pero voy a contar por... ¿Cómo se dice? Yo soy de contar con lo que escucho. Entonces, viniendo con Javier en el coche... ...pues... ...me habló de la... ...de la atragantía, de la leyenda. Yo no la conocía. Y me pareció una leyenda... ...una mujer que queda encerrada por intento de salvarla. Y se convierte en serpiente. Bueno, ustedes ya saben que yo... Pero es como bajo las redes. La gente busca y tiene la atragantía. Y inmediatamente que sabes que... ...que en este festival de narración... ...pues se le hace una mención especial... ...y siempre se tiene presenta la atragantía... ...se tiene presente esa leyenda. Pues a mí lo primero que me acuerdan... ...son las historias de serpientes. Que allá en Galicia hay muchas. Yo tuve la suerte de que mi abuela me contaba muchas cosas. Mi abuela no... ...no era contadora de cuentos. Mi abuela era contadora de cuentos. Pero de su vida. Y la contaba muy bien. Y la contaba muchas veces. Si no fuese porque la repitió tanto... ...no me acuerdo. Y les voy a contar una historia. Después ya les explico cosas como más teóricas... ...sobre este oficio. Interesantes también. Y sobre todo porque... ...a mí me gusta cuando voy a un sitio... ...miren, tengo todo esto previsto. Una, dos, tres... ...cuatro... ...cinco, seis... ...y todos son epígrafes. Quiero decir que no está por extenso. Son un titulito que me da a mí para... ¿Saben cómo? Mi novia está preparando las oposiciones... ...y ella se pone por extenso todo... ...y yo modelo para mí a seguir. A mí no me llegarían los foros, claro. La tragantina. Me contaba mi abuela... ...que las serpientes les gusta mucho la leche. Ustedes lo sabían. Tienen una debilidad grande por la leche... ...y de ahí el miedo a... ...pues que una serpiente cuando un niño pequeño... ...por el olor de la leche que desprende la criatura. Pero tiene una... ...qué iba a decir, una virtud... ...para ellas sí. Que es la capacidad hipnótica cuando miran. Yo una vez vi un pájaro, un gorrión... ...en un, ya decimos, un balado, un muro alto. Lo vi en un comportamiento extraño. No... Porque si estuviese en una ollita de agua... ...en una pocita de agua... ...podría estarse lavando las plumas. Pero no. Estaba encima de un balado, una piedra seca. Y se estaba así arremeciendo. Me quedé mirando. Por cierto, no soy ornitólogo. Soy ornitófilo. O sea, amante de los pájaros. Y de las historias de pájaros. Y entonces desplacé... Bueno, desplacé, se me desplazó de modo natural la mirada... ...del gorrión hacia el otro lado. Y lo que vi fue una culebra... ...que lo estaba mirando. Y las culebras tienen ese poder de hipnotizar. Te miran y te paralizan. Y era lo que le preguntaba. Y yo vi como la culebra se acercaba... ...y se lo comía. Y me contó... Bueno, contaba mi abuela... ...de un muchacho, que es una leyenda romana... ...de la época romana. Mi abuela no sabía nada de eso. Ella contaba algo que ya venía de muy atrás. Pero lo contaba como que venía de cuando ella era niña. Y un pastor que... Creo a los pastores en el mundo... ...que el monte tiene mucho tiempo... ...para mirar para las ovejas y mirar todo lo que hay. Por eso saben tanto del monte. Y cantan coplas, por ejemplo, dicen... Cuatro pies tiene el lobo, cuatro la loba... ...cuatro la lagartija, dos la paloma... Que es una simpleza, la letra... Pero tiene una carga poética muy grande... ...porque te quedas pensando... ...en la culebra, en la culebra... ...en la numeración... ...y el último animal que aparece... ...le ponen dos patas, nada más. Que solo tiene dos, claro. Pero algo te queda ahí remordiendo por dentro... ...por algún motivo que no sabes explicar. Pues mi abuela me decía que ese pastor... ...que se sentaba todas las tardes en una misma piedra... ...y por el hueco, un huevo que tenía por debajo de la piedra... ...asomaba una culebra. Y él tuvo el gusto de darme... ...leche de cabra a la culebra. Vino la guerra, se lo llevaron al frente... ...y cuando volvió, mucho tiempo después... ...volvió a aquella piedra... ...pero en vez de salir una culebra pequeña... ...como la que él conocía... ...salió un cobregón, un culebrón... ...un culebrón... ...que después la polisemia es lo que tiene, ¿no? Pues salió un culebrón... ...se le enroscó... ...y lo mataba como advertencia. Y me contaba Javier de Pascasio... ...y me contaba Paco Rubia... ...que las culebras tienen un mamar muy dulce... ...que por eso las vacas no se espantan. La culebra se pone de pie... ...y abre la boca... ...y en la boca mete el teto de la vaca... ...y... ...chupa. Y se sabe que una vaca... ...pues tiene una culebra... ...que la está asediando... ...porque la vaca adelgaza. Es lo que hacen es mirar. A ver el porqué. Y contaba Paco Rubia... ...lo que me contaba Javier de Pascasio... ...era de un hombre que mató a una culebra a pedradas. Y lo que me contó Paco Rubia... ...es que en el pazo donde él vive... ...tenía una vaca... ...y iba mucho a menos. Entonces un día vieron que en la cuadra... ...aselaron. Vimos allá, aselaron, se vigilaron... ...espreitaron... ...espiaron. Se lleva mucho eso. Espiaron a ver qué era lo que pasaba... ...y vieron a la culebra mamando... ...pero cuando la culebra sintió las voces... ...que daban de haberla descubierto... ...se soltó y escapó. Entonces el dueño del pazo... ...fue a coger una escopeta. Salió a por la culebra... ...y no la vio. Vio que se metía entre unos setos de bojo... ...y nada, anduvo alrededor... ...hasta que alguien desde la ventana de casa... ...le dijo... ...está en la cima de los setos. Los setos eran de un pazo... ...que allá llamamos pazo de un palacio. Entonces eran setos recortados por la cima... ...y allí estaba. Y al dueño le dio a tiempo... ...a dar unos pasos atrás... ...y disparó a la zara. Y le dio con cinco postas... ...a la culebra. Y dirán ustedes... ...¿cómo saben que le dio con cinco postas? Bueno, porque después cogieron el cuerpo de la culebra... ...y vieron que tenía cinco agujeros. Pues no. Lo supieron al momento... ...porque de la cima del seto... ...manaba cinco fuentes de leche. Esas historias... ...están acompañándonos siempre... ...pero por primera vez... ...en la historia de la humanidad... ...no tienen lugar de cero. La vida cambió... ...ya no digamos tanto... ...sino lo suficiente... ...como para que haya cosas... ...que dejen de tener su función. Nunca la gente joven... ...pudo prescindir de la gente mayor... ...para saber lo que era la vida... ...hasta los tiempos de ahora. Son los pobres los que saben más de la vida... ...que los mayores... ...de la vida práctica, digamos. Y yo quería... ...contar dos cosas. La primera es hacerles una pregunta a ustedes. Digo a ustedes que están presentes... ...porque a los de casa no se lo puedo hacer. O se lo puedo hacer, claro. Eso estoy haciendo, de hecho. Lo que no puedo es recibir... ...eso que cualquier persona que cuente necesita. Que es este término en inglés. ¿Ustedes sabrían decirme qué es esto? Un teléfono móvil. Pues sí, pero no es cualquier teléfono móvil. Esto es un iPhone 7. Se deben dar marcas... ...pero si le dieran la manzanita de esas, pues... Desde Adán y Eva no había vueltas ahí en las manzanitas. Entonces... ...claro, yo tenía... ...les voy a contar la historia de este teléfono. Por lo que les hablé de los tiempos de ahora. Este teléfono a mí me lo regalaron cinco personas. Porque yo tenía un iPhone 4 y medio. O sea, el primero que vino. No sé por qué empezaron en el 4. El primero que vino... ...a mí me lo compraron. Entonces... ...yo era muy feliz hasta que... ...me di cuenta que para sacar una fotografía... ...tenía que borrar... ...cuatro. Y no... Llegó un momento en que no... ...la utilidad que quieres tener no la tienes. Y cinco personas me regalaron... ...esta maravilla tecnológica. Me la regalaron... ...mi hermano, mi cuñada y los tres hermanos. De verdad. Ustedes no creen. No creen en mi hermano ni en mi cuñada. Pues sí, y cuando me lo dieron... ...me dijeron... ...que en términos ingleses... ...que la tecnología actual... ...casi toda la tecnología en terminología en inglés. Y... ...esto se compone de dos cosas básicamente. Lo que en filosofía se llamaba cuerpo y alma. Pues esto tiene un hardware y un software. El hardware es esto. Tengo la mano. Y el software lo que está adentro... ...y permite que guarde información... ...en formatos, en vídeo... ...en fotografía... ...en audio... ...en letra escrita. Si a mí me dicen de cambiar espinas de maíz... ...de un cesto para otro... ...yo sé cambiarlas. Pero a mí si me dicen cambiar contenido de software... ...de un dispositivo móvil... ...para otro dispositivo móvil... ...no lo sé hacer. O si me lo quieren enseñar... ...tendría el subjetivo... cuando no tenían a alguien a quien atender, me atendían a mí. Entonces coge mi iPhone, el de cuatro y medio, y me dice la dependiente, tú todo lo de tu teléfono lo tienes en la nube. Y yo como buen gallego, dije, entonces miro y me dice, no, no, no tienes nada en la nube. Entonces me dice, para poder pasar todo lo de tu teléfono antiguo, a tu nuevo teléfono, aún sin usar, tenemos que pasarlo primero a tu ordenador y de tu ordenador a tu teléfono. A no tener nada en la nube. A mí fue lo que me dijeron. No va a ser ese el dilema de esta disertación. En aquella época cuando me lo compraron, a mí me dijeron eso. A lo mejor es que me querían tener más tiempo en la tienda. Puede ser. Porque si tienes tiempo, miro, si miro es igual, picas y compras. Yo no. Y entonces en esa hora y media o cerca de dos horas que yo estuve allí esperando, recuerdo que fue entrando mucha gente, me conectaron el teléfono viejo al ordenador y empezó el ordenador a hacerme preguntas en inglés. Y yo como inglés, y eso que eran preguntas duales, just... por no, no, tienes el 50% de probabilidad de acertar. Pero si le das a lo que no es, ¿qué pasa? Que se puede ir todo, puede ser que ya es borrado. Y nada, le preguntaba a la dependienta cuando tenía libre, ella me decía, no, ya es, ya es, ah. Volvió otra pregunta, no, aquí es no, bueno. Entonces llevó mucho tiempo hasta que ya estuvo todo dentro de mi ordenador y se echó a hacer. Y chuparon, chuparon mi teléfono nuevo, este teléfono, y empezaron a cargar lo de ahí. Con la salvedad de que volvía a hacerme preguntas. Y eso, yo vuelta a preguntar. Y cuando estaba para acabar la operación, veo que entran por la puerta una hija y una madre. Una hija, una muchacha de unos 16 años, y es interesante. Es interesante el orden. La que iba adelante llevaba el ímpetu, y la que venía detrás llevaba el freno. Entonces llegó junto a la dependienta y le dice, ¿tienen el iPhone 11 Gold Plus? Y le dice la dependienta, creo que sí. Y hace la joven, y hace la madre. Y van y vuelven con él. Aquí lo tienen. Y ya antes de cogerlo volvió a hacer el mismo gesto. Y la madre está así, de emoción, y le dice a la dependienta, son 1437 euros. Y ella sacó del bolsillo atrás del pantalón un sobre a la antigua. Y encima del mostrador dijo, cuente. Cuente de dinero, vamos. Sígueme y dígame, ¿cuente? Me he conquistado, claro. Y entonces cuando le estaban contando el dinero, la muchacha miró para atrás, porque yo estaba como de aquí hay. Y entonces miró para atrás y se le quedó una cara de asombro. Y ella miraba para mi teléfono nuevo. Y abrió la boca, se dio la vuelta y le tiró a la madre. Y ella le dijo, mira mamá, te acuerdas. Yo no lo había empezado a usar. Quiero decir, la más alta tecnología a la que yo tuve acceso, ya para una nueva generación era completamente obsoleta. Me maravilló aquello. Y funciona. Con este teléfono pude hacer una cosa muy bonita durante la pandemia. Y después, cuando me fui a la universidad, me di cuenta de que no tenía nada que hacer. Como me gusta contar una historia de ahora junto con una historia antigua, les voy a contar una historia de los inicios del teléfono que me contó a mí una señora que fue telefonista en Santiago de Compostela. Pero antes, les voy a decir algo de las mejores cosas que yo hice con este teléfono. Cuando vino la pandemia hablábamos, Javier y yo viniendo del coche, que se volcó mucho el teléfono. Había mucha información y tiempo en las redes sociales y los que teníamos este oficio de la narración nos parecía, o a alguna gente sobre todo le parecía, que no podía dejar de estar en presente con su oficio, que fuimos de los más relegados, que quedamos para el último, ¿no? Para poder seguir contando para la gente. Pero entonces había esta modalidad de que tú te puedes grabar un vídeo, contar, y subirlo a las redes sociales para que la gente, bueno, pues, pueda escuchar, contar. Y a mí nunca me gustó. Yo cuando tuve que hacer algo de eso, siempre o casi siempre lo iba a hacer a la vuelta. Por lo menos se escuchaban pájaros y se veía otro… parece que se respiraba de otra manera. Pero lo mejor que yo hice con este teléfono fue enviarle a mi mamá, a mi mamá, a mi mamá, a mi sobrino que ahora tiene cinco años, un día le grabé un cuento, pero de voz, de audio nada más, sin yo ponerme a representar. Estuve grabándole cosas y enviándoselas diariamente durante unos cien días. Y le enviaba todo tipo de literatura oral y le enviaba historias sobre todo de familia entonces le hacía una pequeña introducción con lo que contaba su bisabuela y después le contaba un cuento, le cantaba lenguas o una adivinanza. Entonces todos los días yo le enviaba eso. Y al poco tiempo me dijeron, me dijo mi hermano y mi cuñada, que funcionaba muy bien porque se lo ponían cuando se iba a dormir. Y se lo ponían sin necesidad de que él tuviese que estar mirando una pantalla, que siempre nos desvela más. Él simplemente atendía a mi voz contándole y después ya lo aprendió, yo le conté y ya os cuento mejor. Les voy a contar ahora la historia de la señora Carmen, que fue telefonista y después ya empezó la parte teórica. ¿Sí? ¿Les parece bien si hablamos así? También les digo una cosa. Me decía, Javier, ustedes es, como decimos allá en la iglesia, que ven que pregunten, o sea, es bien que pregunten. Sin dejar para el final, yo casi si alguien tiene alguna duda en el momento, una ansia, como de Santa Teresa, que no pueda reprimir, o una historia que recuerde al hilo de algo que yo cuente aquí. Por favor. Pregúntenlo, digo, con educación, no hace falta disparar al aire ni yo. Ya me doy cuenta, si alguien quiere decir algo, siéntanse en la confianza de hacerlo. Yo durante un tiempo estuve saliendo en un programa de la televisión de Galicia, de Los Viernes a la noche, que se llama Luar, y yo tardé mucho en querer ir a ese programa, a pesar de que me llamaron. Porque me parecía a mí que no era el lugar para hacer nada. No era el lugar para contar como yo cuento. Porque yo cuento así, ya ven, sin pretensión. Cuento despacio, cuento íntimamente. Y me parecía que un sitio donde te pueden poner antes una orquesta moviendo las caderas y exaltando al público, después te presentan a ti y ¿qué haces? ¿Cómo los pones en una situación adecuada? Pero funcionó. Fui un día para probar y funcionó. Porque la palabra funciona, siempre funciona. Entré en un bar de Santiago que se llama O Paradiso y había tres mujeres mayores sentadas tomando café y hablando ellas en alto porque no había nadie más en el bar. Y es un bar que tiene un pasillo para entrar y después el propio bar es otro pasillo. Y nunca ponen la televisión o casi nunca. Y si la ponen, la ponen sin voz y solo se escucha el ruido musical. Entonces sale Agustín, el dueño, y les dice a las señoras no hablen muy alto, que el que acaba de entrar a lo mejor les va a contar lo que ustedes cuentan ahora a la televisión. Vaya, vaya criterio. Entonces me miraron así y uno me reconoció y le dijo a Agustín Señora Carmen, cuéntenle lo del beso. Y dijo ella, no, que aún viven. Entonces yo le dije, mire, no se preocupe, yo no quiero que me cuente nada, que no quiera contarme. Vamos, esta situación es así un poco rara. Siéntanse en comodidad y disculpen. Pero yo noté también que ella ya tenía ganas de contar. Yo le dije, no se preocupe, yo esto no lo voy a contar. Sin pedirle permiso a usted. Era secreto para nosotros. Entonces la historia del beso, Agustín me contó, me dijo yo fui telefonista en Santiago desde los primeros teléfonos que hubo que eran unos teléfonos de pared que tenían un tubito y ponías el auricular así atado con un cordero al teléfono y tenías que darle así a un dedo para que cogiese fuerza. Y después ya fui telefonista de noche. Y en el retén de noche estábamos dos chicas y teníamos un panel con agujeritos, luces y las clavijas que teníamos que conectar. Y me decía, me contó, que a partir de las doce de la noche en Santiago de Compostela sólo había dos llamadas libres de una desgracia. Una era de los hermanos Albite que enviaban la crónica a Madrid por teléfono y otra de un chico de Valladolid que llamaba todas las noches a su novia a Santiago de Compostela y su novia era tanta muda y tímida. Entonces todas las noches se encendía la luz de Valladolid. ¿Con quién quiere hablar? Vale, pero ustedes saben. Y me dijo la señora Carmen, todas las noches llegaba un momento él le decía por teléfono a su novia Mujer échame un beso. Ella se ponía tan nerviosa que empezaba a atardear. Y no era capaz de echarle un beso. Un día me dijo ella, él se lo pidió cuatro veces y ella nada. Y ahí la señora Carmen dijo, esto se va a acabar. Y le dice él, ves mujer qué fácil. Pasó el tiempo decidieron casarse y vino él a Santiago presentarse a los suegos. Y fueron a llevarle una caja de bombones. Porque ya casi eran familia con las del retén de noche. Y cuando se despedían y se iban, la señora Carmen lo pensó un instante. ¿Se lo digo o no se lo digo? Y al final también le dio una manga de la chaqueta y le dice Mira, que sepas que todos los besos que te dieron por teléfono y me pareció de una justicia poética. Están molidos. Esas eran las historias. Y ahora voy con la teoría. Miren, ahí en los cuentos venía yo en el tren escuchando un audio. Porque siempre que me veían me decían Ay, tienes un día que venir a escuchar a mi abuela porque mi abuela cuenta muy bien. Pero es de estas conversaciones que sabes que ese día nunca se va a dar. Que va a ser difícil que ese día... Entonces le dije Haz de esta manera. Ponle el teléfono con el audio y grábale un cuento. Y si quieres me lo envías. Y dice, no, que si ve el teléfono pues ya me cuenta. Entonces le dije yo, pónselo debajo de un paño de cocina. No solo lo van a hacer... Y entonces esta señora se llama la señora Gloria. Y vive en La Linda Riva. Yo vivo en La Linda Riva y La Linda Riva es uno de los orígenes del pueblo en el que yo vivo, de mi pueblo. A La Linda Riva, Don Ramiro y el barrio de abajo. Y después la carretera nacional 525. Ay, si yo les contase de mi pueblo. Me decían... Bueno, me tienen dicho Tú cuando cuentas eres muy localista. Y digo yo, y si uno no tiene nada bueno que contar o interesante que contar del sitio donde nació y vive, qué puede tener para contar. Qué pasa, que todo lo bueno viene de fuera. Le decía la madre de mi abuela Carmen Guerra González La tía Rosa de Vilarillo, que era su madre. Una mujer muy pobre, labradora y tendera. Le decía en aquellos tiempos, pónganse hace 150 años A sus hijos le decían, mirad hijos míos Vosotros podréis llegar a hacer en la vida mucha cosa. Podréis llegar a ser abogados. Podréis llegar a ser médicos. Pero de ser hijos míos no os libráis. Y siempre me pareció una señal de orgullo muy necesaria. Que los que nos criamos en pueblos donde nos contaban lo que era la pobreza o la necesidad Pues... Es de mérito tenerlo presente. Decían en Galín, en tiempos de mi abuela, siendo mi abuela joven Que cuando un labrador pobre comía una merluza Es que uno de los dos estaba malo. Yo quiero proponerles una cosa, pero si ustedes se acuerdan de aquí al final de este rato que pasé Yo quiero darles una receta de... Iba a decir cocina, pero ni cocina se necesita para hacerla. Una receta de comida Que me la enseñó a mí una señora en la residencia de Campo Lobo en Pontevedra Una receta que ella utilizaba para no sentir el hambre tanto. Si ustedes quieren saber, me lo recuerdan al final. ¿Sí? Ayer estaba leyendo... Yo guardo muchos vídeos periódicos de hace meses Porque como te va llegando la información por otras fuentes Después cuando vas a leer este periódico de hace meses Dices tú... Jolín, mira los que entendían lo que decían que iba a pasar y mira lo que pasó. Me encanta. Y me llamó la atención esta noticia Bueno, es del país Del domingo 29 de mayo Domingo pasado El título es Cada vez oirás más voces sintéticas Y en la... Siempre extraen algún fragmento Lo ponen en letra más grande Por si no quieres leer el resto Y pone La última revolución tecnológica retoma la tradición oral A ver qué dice Y dice Con múltiples usos La clonación de voces puede catapultar las pujantes industrias del podcast y audiolibro Pero hablo de la clonación de voces Y al final Del artículo Dice A ver Y que un nuevo colo de voces reales y sintéticas conquiste internet Han podido ayudar la fibra óptica, el 5G y la inteligencia artificial Pero al final Esto no va tanto de tecnología como de comunicarnos Y la voz Aunque sea sintética Sigue siendo el canal más antiguo Y eficiente de contarnos historias Y dije yo Mierda Porque este es el mundo No es el mundo que hay Que efectivamente es el mundo que hay Pero es el mundo Que siempre nos quieren vender Desde hace mucho tiempo Porque realmente No dice nada el periodista Que no sea cierto Es cierto Y por eso nos halaga tanto Un artículo así Pero de lo que no se dice Es que Lo más antiguo y eficiente de contarnos historias Se da en la convivencia Y todo esto que nos llega ahora Nos llega como espectadores Ya no somos convivientes Somos espectadores Eh Mi opción de narración De narración oral Proviene Eh De lo etnográfico Lo comunitario Y lo biográfico Es lo que más me interesa Y siempre es lo que más me interesa Cuando doy algún curso de narración oral Los materiales de la literatura oral Están todos ahí recogidos Hasta del mismo cuento Hay tantas versiones como se han podido recoger Eh Lo Lo que hacemos después El cómo lo preparamos eso Cómo nos lo interiorizamos Y a qué A quién se lo damos A quién se lo transmitimos Es ahí donde a veces está la diferencia Y yo A la gente que quiere contar O a la gente que cuenta Hay gente a la que admiro muchísimo Pero a los que empiezan le digo Si tenéis ocasión De escuchar De primera mano De una persona mayor Que tiene Estos materiales todos con los que tú vas a trabajar De natural Que los tiene de natural O sea que le vinieron dados En el hilo de la vida En comunidad Desde su tiempo Y desde los tiempos en que estos materiales estaban todos vivos Y si tú quieres seguir con estos materiales Pues eh Escucha Cómo los cuentan los viejos Y escucha Cuando los cuentan Que no es siempre Al final Me gustaría resumirles lo que Yo entiendo por esta labor etnográfica De devoción De recoger Las biografías sobre todo De gente mayor Lo dice Hoy comí con un amigo mío en Madrid Que tiene tres tabernas Y él tiene 60 años Y es de una aldea de allí de cerca De mi pueblo de Lali Se llama Maceira Y me dice Yo conocí la época medieval Yo conocí la llegada de todos Conocí la llegada de los motores Conocí la llegada de las ruedas de goma Conocí la llegada del plástico Conocí la llegada de los baños Conocí la llegada de la luz eléctrica Conocí la llegada del tren Conocí la llegada De la máquina de mallar De separar el centeno de la paja Conoció todo eso Y vivimos Convivimos aún Con la última generación de personas Que se criaron sin televisión Si se nos da por Meter una paliadora a un castro Antiguo Vamos a la cárcel Y en cambio El caso que le hacemos Mínimo caso de atención Del tipo de vida Que llevó esta gente Esta gente que da estas recetas De cómo no sentir el hambre En base a una poquita cosa Me contaba a mí Milagro de Hueveiro Una señora con la que yo trabajé en la residencia Me contaba que A un primo suyo, militar Militar por obligación, claro Porque lo enviaron al servicio militar Y después lo enviaron a la guerra Y durante todo ese tiempo Le mandaron de casa Para comer Porque no había Un chorizo nada más Y él le daban todos los días Un chusco de pan Entonces, ¿él qué hacía? Agujereaba el chusco Metía el chorizo Pero agujereaba de todo Y le sacaba el cordel por detrás Entonces lo iba comiendo así Y aquel chorizo Le dio para todo El servicio militar y toda la guerra Y había un hombre Era generalín Que los días de feria Venía a la feria Y no tenía para qué Y él se iba a un ultramarino Que tenía una marquesina Y colgaban fuera chorizos y jamones Y cuando eran las doce En verano Le daba el sol Entonces Los chorizos hacían sombra En la acera Y él buscaba el chorizo que más le gustaba Y identificaba la sombra Y ponía el pan a la sombra del chorizo Y comía así Y le decían Pero qué hace ese hombre Comiendo el pan Y él contestaba muy filosóficamente Decía Si el chorizo tiene sombra La sombra del chorizo Algo del chorizo tiene Así que es mejor comer el pan Con sombra de chorizo Que comer el pan solo Y ya me voy Por los cerros Voy a apuntar Porque después yo dejo escrito Todo lo que cuento en los sitios Pues esta señora La señora que yo venía escuchando en el tren En el audio este que me mandó esta amiga mía Cuando por fin grabó a su abuela Se dan cuenta que no me había olvidado Cuando grabó a su abuela por fin Fue un momento muy interesante Porque su abuela estaba empezando a traer la memoria Y a su nieta no le acordaba Los cuentos que ella le contaba Le acordaba algo Y entre las dos Completaron el mismo cuento Y es un cuento De quien también conocía El medio natural Entonces cuando una persona mayor De un pueblo como el mío Te habla de la raposa O te habla del mirlo De la merla que decimos allá O del merlo En este caso era la merla Porque era la que estaba en el nido Con los correduevos en ese momento Entonces dice Contaba así, les cuento el principio nada más El zorro estaba vigilando Porque necesitaba buscar para comer Entonces veía ir a la merla A posarse un roble Que tenía ahí el nido con tres huevos Y ahí la señora Gloria hace una apreciación y dice ¿Por qué los mirlos casi siempre ponen tres huevos en el nido? Eso cualquier niño de aquella época lo sabe Sabe de qué color son Sabe por el canto distinguirlo No son sólo saberes estéticos Ahora empiezan a tomar importancia Porque cuando faltan los pájaros de un medio Se sabe que el medio tampoco es saludable para nosotros Son bioindicadores Ahora se saben Entonces esta señora empieza la historia Ayudada por su nieta Y el zorro va al pie del roble Y le dice Merla, cucherla Tres trecillos como a tres pedras Botan uno abajo, botas Merla, cucherla Tienes tres hijos como tres piedras Me tiras uno abajo Me lo tiras Es maravilloso Tres hijos como tres piedras Porque aún no saben volar Y los pájaros cuando no saben volar son piedras Y era lo que el zorro esperaba No comer una piedra Pero comer un pájaro Bueno Les voy a comentar algo sobre los saberes Y el tiempo en que se daban Miren, hay una canción que a mí me gusta mucho Mózar la... Ay, es que no me acuerdo el nombre de ese sitio Mózar la... Bueno, voy a inventarlo Nunca lo hago Bueno, no me lo voy a inventar Lo voy a poner en otro sitio Mózar la portela Cando van cojando Es pisa navarra Y bailan los tango Bailan los tango Y bailan la niñera Mózar la portela No hay que nacer Mózar la portela Cuando van con el ganado Despichan, clavan la vara y bailan el tango Y le decía a Mózar la portela No hay quien las quiera Pero un cambio La imagen es poderosísima Cuando estás solo en el monte O sola en el monte con el ganado No por eso dejas de tener ganas de bailar y de cantar Y al no haber pareja ¿Qué hacían? Clavaban la vara en el suelo Y esa era su pareja de baile Y me parece delicioso Solo pensar Ver a una persona bailando alrededor de una vara Una jota, una muñeca Eso se hacía de modo natural Cantar ¿Por qué traigo yo la pandereta? Pues la traigo porque sobra La aldea donde yo más fui a recoger Donde más cosas me enseñaron a mí Es raro el día que no se canta tan bien El otro día llevé a dos amigos Que no conocían aún la aldea Y cuando llegas Si no está la gente Allí en el banco Al lado del teleclub Pues digo yo Bueno, vamos a ver si está Amparo en casa No, pero esta hora seguramente está con la miel Entonces fuimos a donde la miel Y efectivamente estaba allí Amparo Y yo, un etnógrafo nunca debe hacer esto Nunca debe llegar ahí positivamente A un sitio Pero claro Yo hace 27 años que voy por allí Como dice Amparo, dice Si el niño en oso O sea, yo soy de ellas Soy de esa gente Me tienen en propiedad Y yo me dejo Sí, porque son mis abuelas A mayores, ¿no? Entonces le pedí Le dije cántale algo A estos que vienen conmigo Y me cantó una cosa Una jopla que yo nunca le había escuchado Y es raro Y nunca se la había escuchado Y es una jopla Y dijo Amparo, te digo Amparo Plumacho de mi sombrero Todas te quieren llevar Llévese el aire primero, va Ole morena, ole salada Ole morena Viva quien baila Se dan cuenta que lo que depende de la memoria Se va Y por eso también es tan interesante Porque cuando el hecho Que se quiere contar o se escuchó Es bueno Pero no se acuerda al completo La gente busca cómo No perderlo Entonces las historias se rehacen Tantas veces Como la gente quiere y se olvida Esto ya es la parte clara Por favor, díganme algo Están en desacuerdo Yo qué sé Que les importa nada lo que yo les cuente Mire, les voy a contar Ya que hay guerras cerca Les voy a contar un cuento Que viene en un libro Que me traje yo al viaje El primer libro de cuentos populares gallegos Que yo tuve De una recogida de dos personas Un profesor y una profesora De Marusha Bardi y Enrique Allende Y esta es la historia Que te cuento Es un cuento curiosísimo Porque es contado en primera persona No es alguien que te cuenta algo Que vio, que le contaron No, no, no Es contado en primera persona De un muchacho que reclutan Para, no el servicio militar Sino directamente la guerra Entonces está en el cuarto En la habitación preparando la maleta Lo poco que puede llevar Una muda Entonces dice él Y subió mi padre Y me dijo Ay hijo mío que te nos vas Y a lo mejor no vuelves Y mi padre lloraba Y yo serio Y subió mi hermano Y me dijo Ay mi hermano Que te vas Y a lo mejor no te vuelvo a ver Ni vienes para mi boda Y mi hermana lloraba Y yo serio Y subió mi madre Y me dijo Ay hijo mío Y te me vas Y todo el trabajo que me dio a criarte Y mi madre lloraba Y yo serio Y cerré la maleta Bajé las escaleras Y pasé por el corredor Delante de la puerta de la cocina Y allá las cocinas antiguas en Galicia Tenían una contrapuerta Que daba a las cuadras Y eran puertas De doble hoja Una arriba y otra abajo Tú podías tener cerrada la de abajo Y abierta la de arriba Lo mismo que las puertas de las casas Podía estar acodada Hablando con los que pasaban por el camino Y dice Y cuando pasé Por encima de la puerta Asomaba la cabeza El becerro El ternero De nuestra vaca amarela Y me miró Y me dijo Y yo no entendí Me decía Adiós Farruko Y ahí Ya no pude aguantar Y me eché a llorar Encontrarán Lo que en las sociedades tradicionales La explicación que se da en antropología Se llama ese fenómeno Eficacia simbólica Cuando un objeto te protege Hay los gorros que se le ponían a los niños A los recién nacidos Para evitar el mal de ojo Ves en una vitrina Un montón de gorritos pequeños Todos llenos de cenefas Y voluntas Y todos en colores muy vivos Y era porque Cuando los sacaban a la calle Si alguien te quería Meter en el hijo El mal de ojo La vista Se va antes a los colores Que a los ojos del niño Entonces Ya el niño quedaba protegido Con ese gorro Pero entre los objetos más asombrosos Estaban los pastores Que tenían la piedra de rayo El famoso amuleto Que era para evitar En una tormenta en el monte Que un rayo te cayese encima ¿Y qué era la piedra de rayo? Pues era una flecha de Silex Que se encontraba en yacimientos Y ellos lo identificaban como Que era la punta de un rayo Que había dado en tierra Se había solidificado Y había quedado allí Y eso era un amuleto Para protegerte del rayo En condiciones naturales Y simbólicamente Lo más elaborado Son los detentes Si ustedes miran Hay una vitrina Al lado de una vitrina Que tiene exvotos De cera, de latón, de plata Con partes del cuerpo Que se llevaban a los santuarios Para pedir Por tu sanación En esa parte en concreto Se iba a la especialidad ya No se iba a lo generalista Y los detentes eran Pues en época de guerra Cuando llevaban a los chicos Y no tan chicos Para el frente Bueno Sabías que marchaban Y como decía mi abuela De Dalín marcharon muchos Y también volvieron todos De Dalín marcharon muchos Y no volvieron todos Entonces una persona de la caja O querida Podía ser una novia Podía ser tu madre Tu abuela Te bordaban un detente A veces ponían la leyenda Por el corazón de Cristo Pero siempre Siempre ponían detente, bala Y eso iba bordado Por dentro de la chaqueta Y qué maravilla Pensar que Porque ahora nos creemos Que la ciencia Nos lo va a sobrequemar todo Pero venimos de tiempos En que te tenías que agarrar A veces a un clavo ardiendo Y el clavo ardiendo Al que más agarra moneda Siempre clavos simbólicos Y pensar Que ese pequeño objeto Con el trabajo que te dio elaborarlo Las palabras Que pudiste escribirle bordándolas ahí Con esa orden Que es una orden Que das solo por amor Detente, bala Es pensar que la fuerza Del amor Es suficiente Para proteger de una bala Y A mí esas cosas Me humildan mucho Allá en Santiago Cada peregrino Que llega a la catedral Ustedes saben El camino de Santiago Es un camino de relatos El Códice Calistino El primer libro Que hubo sobre el camino de Santiago Sobre la peregrinación A la Iglesia de Santiago Al campus Stellae Compostela Pues eran relatos De peregrinos Que hicieron el camino Y les pasó esto Les pasó lo otro Con historias Se fue edificando Esa costumbre De caminar Hacia un lugar Y contaban En una leyenda Que los Ahora los peregrinos Muchos de ellos visten De Decathlon Y llevan buen calzado Y chubasqueros Y todo eso Pero en tiempos llevaban A lo mejor la misma ropa Se lavaban en los ríos Vivían Iban viviendo Por el camino De lo que La caridad Quisiera Aportarles Y un peregrino Que llevaba una zamarra De piel de oveja De ovejas Sería más que una Porque le llegaba a los pies En una zamarra Y pasó un domingo Por una aldea Y había misa Entonces él Quiso parar A escuchar la misa Y me decía A mí Un labrador En la parroquia De Sello Donde nació Mi padre me decía Es una suerte De exigencia Es una suerte Que viniera Ese cristianismo Porque así Por lo menos Descansamos un día Me decía Porque si no Va a estar Un domingo Esta mierda Entonces Los domingos La gente Se preparaba Se arreglaba Y cuando entró Este hombre Para ir a misa Sin asearse Con esa Zamarra Tan bruta No le hicieron Un sitio En ningún banco Para que pudiese Sentarse Y como el banco De amante De todo Lo dejaban Siempre libre Pues él Fue yendo Yendo Hasta que llegó Al primer banco Y allí Se Se sentó Y como Tenía calor Se quitó La zamarra Y para no Ponerla En el banco Pero en ese Momento Sintió El cuchillo Y me dijo Que De la gente Hablando De él Y no veía Muy bien Dónde colocarla Entonces Por una vidriera Porque era La misa De la mañana El cabezal De la iglesia Da al naciente Del sol Y por una vidriera Entraba Un rayo De luz Y él Cogió La zamarra Y la colgó En el rayo De luz Y se quedó Y la gente Ya Miró La cosa De otra manera Y Hay que Hacerle El sitio Para seguir Escuchando Estas cosas Aquí En el festival Que tenéis Es Bueno Después Javier me va A enseñar Las plazas Donde se cuenta Pero Es de las artes Esta La narración Oral Que Más Yo Entreno En los bares Yo Voy de Vinos Por los viejos Y es Mi El contar Es siempre Guilado Uno cuenta Una cosa Te cuenta Otra Y lo que Uno cree Que por vivir En el mismo Sitio Acaba Sabiéndolo Todo Y es Mentira Siempre Hay Siempre Hay Por descubrir Yo Voy a contarles Una cosa Quieren Sí Ahora tenemos Me quiero pasar Eh No he Escuchado No he Escuchado todo Sí No sabía yo Que Hoy Mi Madre Bueno Yo Les quiero Decir Una cosa Que con Para mí Contar Es Un proceso Eh Cuán Hace cinco años Vino una noche De Viento Y nos Tiró un Nogal Un nogal Que tenía casi 40 años Y otro Lo Decimos ya Lo Deitó Lo acostó Un poco Entonces el que acostó Un poco Lo escolamos Y lo enderezamos Con un trator Y el otro No Porque ya le rompió La raíz Mi padre Quería Cortarlo Para leña Para fuego Pero Acabaron De Tener Mi cuñada Y mi hermano A mi sobrino Entonces Dije yo No Lo vamos A llevar A una sierra Que nos hagan Tablones Ustedes saben Que Una madera De castaño De nogal De cerezo Suele Eh Por cada centímetro De grosor Tardar Un año En secar Para cuando Un shio Que se llama así Mi sobrino Tenga Seis años Le damos Estes Tablones A un carpintero Para que le haga Para él Una mesa de estudio Eh Yo Necesito Cargar De sentido Las cosas A lo mejor Es una tontería A lo mejor Es Mejor ir A Ikea Siempre Y no tener Apego Por nada Pero yo Me crié Con apego Y no sé Ser De otra manera Y cuando Yo voy a contar Ah Te he contado En grandes teatros No lo digo Con presunción Al contrario Es un espacio Como otro Cualquiera Que acoge En un momento dado La narración oral Y te ves Hasta pequeño Allí Pero yo Nunca tuve miedo Porque Eh Siempre que cuento Cuento de alguien Que me contó Entonces En ese momento Me acompaña Y me acompaña De la mejor manera Que es En convivencia Que es como yo Voy conociendo A la gente Y ahora Como ya Tengo que Escoger ¿Quieren Que les diga La receta? Claro Sí Pero antes Les voy a decir Dado que mi trabajo Es etnográfico Y comunitario Les voy a decir Dos frases De un señor Esto me lo contó Una señora Que se llama María Pérez Es profesora En el instituto de C Me lo contó El 20 De mayo Del año pasado Eh De su Padre Se llama Pepe de Bouzón De Muxia De una aldea Que se llama Senando Y es Una niñita Y habla Por uno De los nietos Que está Siempre Con la maquinita Jugando Y el abuelo Que quiere Tener relación Con su nieto Dice Pero ¿Quién Lo arranca De esas cosas? Pero ¿Quién Lo arranca De esas cosas? Y después Hace una reflexión A mayores Y dice Parece Que no Estamos Aquí Para nada Parece Que no Estamos Aquí Para nada Y es De las Reflexiones Más tristes Que yo Tengo Escuchado Ahora En la nueva Arquitectura Se empiezan A implementar Proyectos Tan novedosos Que Eh Juntan Una residencia De personas Mayores Con una Guardería Eso Una Novedad Fíjense Lo que fue La humanidad Hasta ahora Acaba Siendo Novedad Les voy A contar El Lo del Pan Y una cosita Más ¿Sí? Ay Les dije Lo del Pan No Ese Fue Uno La receta Que me dio Esta mujer De Pontevedra Me dijo Cuando ella era niña A veces le daban Una Javier de Pascasio Por ejemplo Me dijo Que En una casa Del lugar de Horta Que eran muy pobres El día de la fiesta Les daban También A los hijos Una rebanada De pan Y los hijos Se ponían En la ventana Viendo pasar A la gente Para la misa Y les enseñaban Así la rebanada Pues esta señora ¿Qué hacía? El pan Saben ustedes Tiene Corteza Y migas Bueno Yo traigo aquí Un pan Dije Pues si no hay allá Un pan bueno Para coger el aceite Lo llevo yo Como este Aquí no lo hay Mejor puede ser Esta es de una panadería Que se llama La Panadería La Morena Y Tienen 180 años Esta panadería El pan Panes de hoy Por la mañana Pero Seguramente Hecho con la misma receta Después Si quieren Lo compartimos Aquí Un día En un teatro Yo no tenía La pandereta Para tocar Y llevaba Un pan También Para regalar Siempre llevo Pan para regalar Y fue muy impresionante Con una luz En mi cara Empecé cantando Y Esto claro Lleva harina Entonces Me envolvió El ala Como canta Samuel de Sobras Viva Sobran Que yo muera Viva Sobran Que yo muera Quiero Que corra La zona De que Sobre De la Tierra Ay Alala Muy bonito Entonces Voy a hacer El resumen Y les cuento Un áudio Un currículo Bueno La receta Primero Esta señora Que hacía Ella quitaba La navaja Separaba La corteza De la miga Abría La miga Y metía La corteza En medio Y lo comía Así Y me decía A mí Porque así Me parecía Que comía pan Con algo Y les pido Que cuando Lleguen a casa Si tienen pan Que sirva Para hacer eso Hagan La prueba Porque Yo cuando llegué A casa después De que ella me lo contó Hace muchos años Hice la prueba Y efectivamente No te parece Que comas pan Solo Y la Historia Con la que yo Me gustaría Resumir La tienen también A mano Le suena Un Director De cine Que se llama Creo que es Paolo Sorrentino Y le suena Una película Que se titula La gran belleza Bueno Pues Váyanse A la hora Veintiún minutos Eh Pasa Esta situación Está El protagonista Con una chica Joven Se aburre En una fiesta En un jardín Van A una fuente Y está Allí Un señor Con un maletín Y le dice Él Sigues Teniendo Las llaves Por supuesto Y te apetece Si Abres El maletín Está lleno De llaves Tiene unas llaves Y qué pasa Que durante Toda la noche Se van De puerta En puerta Abriendo Los jardines De todos Los palacios De las princesas viejas De Roma Que están Comunicados Interiormente Que aún No son palacios Que estén Abiertos Al turismo Entonces Van abriendo Puertas Entran En los jardines Entran En los palacios Y la Que va Acompañando Que no se esperaba Eso Va Fascinada Y ahí El sorrentino Que hace Pues pone Planos oscuros Yo no entiendo nada Pero se llama así No Planos Todo Escuridad De repente Un fogonazo De luz Y aparece Una estatua De mármol Y otro Fogonazo De luz Y aparece Un cuadro Y una lámpara Hasta que llegan A una habitación Y hay cuatro mujeres Viejas Jugando A las cartas En una mesa camilla Así en medio De la habitación Y pasa El protagonista Dice Buenas noches Princesas Y solo una Le contesta Buenas noches Y siguen jugando Y ahí La protagonista No Aguanta Más Y va Junto Al que tiene Las llaves Y le dice Pero Y tú Tienes Todas Las llaves ¿Por qué Tienes Todas Las llaves? Y él La mira Con Suma Tranquilidad Y le dice Porque soy Digno De confianza ¿Por qué A mí Se me Legan Se me Regalan Estas Historias Supongo Que Por lo Mismo Pero Y Lo del Pan Mario Pereira Un Que fue Profesor mío De Gallego Me dijo Un día Que su abuela Manuela de Montrigo Le decía A los nietos Que si Abrían La puerta Del horno Cuando estaba El pan Cociendo Que el Pan sangraba Para que No la Abriese Y Pensando Esta Historia Me sirve Porque Esa es Exactamente La vida Que a mí Me gusta Llevar Que es La que lleva Tiempo Muchas Gracias Pregúntenme Bueno yo sí Deja Ciertas Cosas Ahí Para pensar En ellas Es lo La pretensión Vamos Yo no Nada más Lejos De lo Sino De Bueno Decir Algunas Cosas Que Yo Por el Proceso De Aprendizaje Y de Convivencia En mi Profesión Pues Veo Muy Claro Pues Le voy A contar Yo una Cosa También Brevísima Hay una Señora Que Se Casó Con Bueno Con su Novio Que era de La INN Y se Conocieron Por aquellas Hojas De las Revistas Que aparecían Contactos Entonces Tres Amigas Decidieron Escribirle A uno De La INN Que se Llamaba Así No voy A dar El nombre También Todo Y era Pastelero Y le Llamó La atención Tanto En la Composición De Nombre O Con Pastelero Le Vamos A Escribir Las Tres Pero Como Si Fuesen Una Entonces Hacían La carta Entre Las Tres Y Llegaba Un Momento A Una A Esta Chavito Navarra Empezó A Interesarle Y Las Otras Le Dijeron No Pues Yo No Porque Yo Ya Tengo Novio No Pues Le Sigo Escribiendo Yo Entonces Siguió Carteándose Y Entonces Empezaron Decidieron Ser Novios Y Él Salía De La Línea Pues Una Vez Al Guadarrama Subiendo Guadarrama Tenía Que Llevar Una Lata De Gasolina Supletoria Entre Las Piernas Porque El Primer Día Que Fue No La Llegó Se Quedó Sin Gasolina Y Tuve Que Hacer La Pedaleza De La Guadarrama Todo Y Eso El Tiempo Que Le Llevaba Para Él Ir A Junto Su Novia Era Cogerla A Beso E Ir A Verla A Madrid Y Estudiaron Así Quiero Que Cuatro Anos De Novios Quieren Contar Algo Más Cuenta El Mago Del Aceite Que Yo Del Aceite No Sé Nada Que Allí Los Reyes Católicos Los Quitaron Todos Si Vinieron Vigo Porque Le Llamaban La Ciudad Olímpica Por Los Olivos Y Los Reyes Católicos En Castillo Museo Papá Fuera Los Quitaron Cuéntenme Algo Del Aceite Lo Que Ocasiona Efectivamente Si Me Llama La Atención Ver Esos Olivos De Regadío Ver La Bonita Negra En Portugal Vi Yo Los Primers Olivares Intensivos Para Trabajar Con Máquinas Y El Príncipe Tuviera Muchísimo Problema Porque Los Pájaros No Entienden De Ultraliberalismo Entonces Vieron Algo Para Hacer Un Nido Y Lo Hacen Y Ahora Hora Tenemos Oh Tienen Hambre Pues Si Cojan Esto Miren Les Voy A Contar Solo Una Cosa Pequeñita Nada Más O Les Canto Algo Cojan No Las Dos Cosas Mira Miren Qué Bonito La Gente Que Venía De Trabajar Todo El Día De Trabajar Y Tiene Un Estribillo Que Es Un Estribillo Difícil Tal Como Lo Cantan Hablas De Las Mujeres De Sobra O Samuel Que También Canta Con Ellas Dice Vienes Del Campo Vienes Airosa Vienes Coloradita Como Una Rosa Como Una Rosa Viva Sobra Viva Para El Mar Bonito Me Parece Vienes Del Campo Y A Despedir