Hola, buenas tardes Ángel Valencia, Ángela del Carmen, José Luis, María del Mar, buenas tardes, bienvenido, bienvenida. Vamos a comentar hoy el capítulo 6. Os pongo en pantalla el capítulo 5 porque el otro día se me olvidaron poneros estas diapositivas sobre epigénesis, ¿vale? La epigénesis, cuestiones de fenotipos, genotipos, os las pongo ahora, ¿vale? Para que las tengáis como feedback. El cuestión de la filogenia, un concepto que tratamos, y la ontogenia, otro aspecto que tratamos la semana pasada, lo tenéis aquí, ¿vale? Y ya hoy vamos a ver el capítulo 6, Biología y Sociedad y Cultura. ¿De acuerdo? ¿Va bien la cosa? Biología, Sociedad y Cultura. Estamos en el capítulo 6 del manual, ¿de acuerdo? Vale, comenzamos. Tenemos aquí en pantalla lo que es el programa de este capítulo, ¿verdad? Vamos a hablar de naturaleza y cultura, de lo universal y lo particular, y otros dualismos. Siempre siguiendo la línea ideológica, ¿verdad?, de la doctora, no olvidemos, ¿verdad? Economía política y sociocultural del cuerpo y el bienestar. Hablaremos de naturaleza, cultura y sociedad, sus relaciones autópo y éticas, el caso de la tecnología, y luego cuestiones de cultura y evolución. Como esto ha sido una preocupación moderna con pretensiones de naturalización, es decir, neodarmonizando la cultura con lo que está en contra la doctora. Todos los darwinista es un aspecto digamos el demonio para el sector que la cultura no se hereda esto es una acción muy importante en la cultura no se hereda somos agentes culturales y no va en los genes y la cultura no es un factor de la evolución humana es arte y parte de la misma este es un matiz muy interesante que troca con el concepto de darwinismo y evolución sociocultural este programa que vamos a desarrollar en este tema de acuerdo hasta ahí bien fíjense el primer epígrafe naturaleza y cultura del universal a lo particular y otros dualismo qué es lo que pretende nuestra autora con este epígrafe desmontar de construir superar los dualismos culturales y no valen para ella esa psicotomía individuos sociedad mente cuerpo razón sentidos o emociones ideas normas categorías prácticas experiencias humanidad animalidad sujeto los objetos y sobre todo de construir esa macro dualidad naturaleza para ella el origen de todo esto de toda esta tradición epistemológica de pensamiento estructuralista hay que superarlo porque en contraste y como alternativa está una realidad que se construye de forma y esto es lo válido para ella tomen nota la realidad la construimos no antitética mente sino de una forma procesual el proceso multiagente todo lo que digo este partido multifocal multilocalizada presiditual la compleja frente a las psicotomías estor lo procesual los multiagentes multifocal multilocalizado multiplicuado completo qué pretende la autora qué nos propone ir hacia un cambio de paradigma superar estas opciones antitéticas inútiles, por otra parte de una gran pobreza heurística. Recordemos el valor de lo heurístico, eso que tiene capacidad de generar pensamiento, de generar debate. Pues estas anticotomías no generan debate, son pobres heurísticamente. ¿Por qué el producto de la evolución no es una especie biológica con habilidades culturales terminadas? El producto de la evolución no es un individuo terminado, completo, sino el producto de la evolución es la posibilidad misma de nuestra existencia como especie. En tal sentido, nosotros, como especie, no somos un punto final de llegada, un estadio evolutivo finalizado, terminado, al que ya hemos terminado lo biológico y se suma la cultura. No. Lo sociocultural es la misma posibilidad de nuestra propia existencia, porque la cultura es simbiótica, está interaccionando con la evolución biológica. En ese sentido se diría que la cultura y la biología co-compartidas avanzan. El ser humano se entiende, por lo tanto, como un producto de una evolución filogenética evidente en nuestra historia, incorporada, articulada localmente, en el tiempo y en el espacio, a partir de potencialidades motoras, neurofisiológicas, comunicativas, relacionales, emocionales, cognitivas. Potencialidades en el tiempo y en el espacio que expresamos como seres durante nuestras ontogenias. nosotros somos un punto final de llegada. El ser humano se entiende, por lo tanto, una misma posibilidad de llegada. El ser humano se entiende, por lo tanto, como un producto de una evolución filogenética evidente en nuestro espacio, a partir del momento en que los seres humanos se transforman, y que se transforman en seres humanos. En ese sentido, la cultura y la biología co-compartidas avanzan. El ser humano es un punto final de llegada. personas llegamos a ser sujetos reconocidos que participaba en una comunidad cultural determinada sujeto que incorpora incorporar la antropología colectiva simbólica lo hacemos cuerpo y corpó por incorporar un proceso de vida bio psico socio culturalmente construido aparentemente esta palabra nosotros incorporamos procesos de vida le llamó más tarde por favor gracias bio psico sociedad culturalmente construido esto lo dijo ingol en 1990 el proceso de organización humanización es a la vez biológico y cultural no es por una parte biológico y después se suma lo cultural desde el principio a avanzar de una manera simbiótica en un proceso bio psico cultural por ello estas antinomias estas dicotomías que hemos expresado anteriormente no tienen sentido la unidad genética de la especie homo el sapiens actual está probada en las teorías de la era mitocondrial africana la unidad bio psicosocial se construye localmente en un ámbito local históricamente sociocultural y biológico. Pero somos diversos y veteranares, particulares y universales. Todo es un totum. Veamos ahora cuestiones de economía política y sociocultural del cuerpo y el bienestar. Estoy en el epígrafe 6-2. ¿De acuerdo? ¿Va bien todo hasta ahora? Economía política y sociocultural del cuerpo y del bienestar. Ahora, este epígrafe es la construcción de nuestra biología a partir de las potencialidades de un cuerpo evolucionado cultural y experiencialmente. Porque nosotros construimos individual y colectivamente nuestros cuerpos. Y los construimos a partir de prácticas, prácticas materiales simbólicas, durante nuestra ontogenia. Prácticas con realidad. En relación a uno, a nosotros y a nuestros entornos. El cuerpo, lo que rodea al entorno del cuerpo. De ahí las diferencias en la creación de los genes que explican la enfermedad. Conocemos los efectos antropogénicos de nuestras prácticas, de nuestros comportamientos. La investigación científica incide en la necesaria y en la mutua relación entre formas de vida, la cultura que desarrollamos día a día, y los organismos. La biología. Cuánto va a parar nuestro organismo biológico a partir de cómo nos desarrollamos culturalmente. Porque incorporamos prácticas socioculturales, prácticas económicas, políticas, históricas, simbólicas. Nuestras ideas, nuestros sistemas de clasificación, nuestros valores, tabúes, miedos, prácticas, determinan instituciones sociales. Y estas instituciones tienen que tener un sistema de clasificación. Tienen consecuencias específicas en procesos como pueden ser los hábitos alimenticios, los hábitos de sexualidad, el concepto de enfermedad, la fertilidad, la reproducción, el trabajo, el poder, la jerarquía, las cuestiones del bienestar y malestar social, el placer, deseo, conocimiento, tecnologías, comunicación, sedectud, muerte. Con todos los efectos genéticos y biológicos específicos. Y todos trabajando en una retroalimentación autopolítica. Hablamos aquí de cuestiones de salud, que tienen que ver con el concepto de esperanza de vida, enfermedad, salud, el bienestar psíquico y corporal, como tenemos en la página 199, que dependen en gran parte de las políticas de distribución de la riqueza, políticas de distribución del bienestar de la población. De esos mecanismos de distribución de la riqueza. Y de otros mecanismos ocultos de inclusión y exclusión social. Estamos hablando de economía política, que tiene que ver con jerarquías sociales, rangos o organización social que pueden influir en la calidad de vida de los miembros del grupo, generando estrés y afectando al sistema inmunológico, cuántas enfermedades el sistema inmunológico tiene que ver con etapas de la vida de las personas. ¿Y cómo? Con los estatus socioeconómicos y su relación con determinadas enfermedades. Por ello, sostiene nuestro manual la necesidad de incorporar aspectos de economía política en la antropología médica. Una antropología del sufrimiento, dice él, porque hay aquí una conjunción de factores sociales, ideológicos y políticos, con efectos sobre la salud de la población. Ejemplos de esta economía. Incidencia de ciertas profesiones en la epidemiología, asociadas a clases obreras. Contaminación atmosférica y el desarrollo inmunológico de los niños. Importancia positiva del deporte, de la actividad física. El incremento del cáncer actualmente y su relación con formas determinadas de vida, alimentación. La insolación. La toxicidad de productos. El estrés. La contracción del cuerpo y las consecuencias para la salud. Con sistemas de valores, creencias, deseos, gustos estéticos. El estrés en la sociedad actual hipercompetitiva, que coincidencia en la debilitación del sistema inmunológico y como fuente de otras enfermedades. La depresión. Consecuencia de falta de descanso nocturno. Las prácticas alimentarias. La dieta y estilos de vida en la sociedad del bienestar, con consecuencia en la obesidad infantil. La occidentalización de estilos de vida en países emergentes, que copian lo negativo de nuestras dietas, de nuestro ocio, de nuestros ritmos de vida occidentales. Y le están apareciendo nuestras enfermedades y nuestras epidemias en clave de estrés, porque están copiando nuestros errores. El acceso a tecnologías médicas y al consumo de abusos de fármacos. Con coincidencia en salud y bienestar, y en la prolongación de la vida. La cultura occidental de la higiene. Con su incidencia hiperhigiénica en el sistema inmunológico. Alergias, lupus, síndrome de Crohn, artritis. El incremento de la diabetes tipo 1. Relacionada con el incremento en la práctica del nacimiento por cesárea. Diabetes relacionada con la cesárea. El abuso de la cesárea. Que afecta al sistema inmunológico del bebé. La discapacidad. Que ha dejado de estar en contacto con la flora vaginal de una madre unos meses antes. Se le ha anticipado un mes, dos meses. Y ese no estar durante dos meses de los nueve, que es mucho, con el sistema inmunológico en contacto, afecta a posibles incrementos de diabetes. Las reproducciones in vitro. Con consecuencias para la maduración orgánica y funcional de menores. No están en contacto con la placenta. Bebés prematuros. Estos niños medicalizados. De por vida. Porque han perdido el ecosistema que le brinda la placenta in utero materno. Han estado fuera de este mundo inmunológico tan rico como es la placenta en contacto con el feto, ¿verdad? No obstante, también nuestros propios actos pueden modificarnos nuestros estados corporales. Los hábitos nuestros en la autogenia, ¿verdad? Y reconocerlo. Ejemplo, es la dieta mediterránea y su incidencia positiva en la salud. ¿Verdad? Que cada vez se practica menos, pero bueno. Si somos capaces de mantener nuestra dieta mediterránea, pues tenemos un aporte, digamos, alimenticio rico y diverso. Por lo tanto, una variable positiva, una variable positiva, es nuestra capacidad agencial. Nuestra capacidad cultural de modificar la herencia. Y ser actores de nuestra propia vida, ¿verdad? De nuestra propia ontogenia. Por ahí las emociones y sensaciones positivas. Emociones y sensaciones positivas. Vivir en positivo. Que puede ser enormemente favorable para mejorar desequilibrio y para reconducir el estrés. Y al revés. Las sensaciones negativas como incremento de desequilibrio e incremento del estrés. Ahí hay que tener en cuenta los sistemas morálicos. De distribución y redistribución del poder de la decisión. Especialmente las políticas sociales igualitarias. Cómo pueden transformar nuestra existencia biopsico-sociocultural, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Pasamos al epígrafe 6.3. Naturaleza, cultura y sociedad. Relaciones yotopoieticas. El caso de la tecnología. ¿Va bien todo? Estamos ahora. A ver. Estamos Ángel Valencia, Ángela del Carmen, José Luis Salvador, María del Mar. Bien, seguimos. Estamos ahora en el epígrafe 6.3. Naturaleza, cultura y sociedad. Ahora este epígrafe nos introduce las relaciones entre naturaleza y cultura y sociedad. Y son relaciones autopoieticas. No están polarizadas. Se retroalimentan tanto en la evolución como en las autogenias humanas. La construcción de lo natural como entorno está unida a la creación propia de lo social. No podemos desligar lo natural de la naturaleza de lo social y viceversa. No hay socioculturalidad sin procesos biológicos, orgánicos y hormonales. Porque toda naturaleza es culturizada. Está semantizada. Nuestros paradigmas, desde los que construimos nuestra práctica cognitiva, nos dice el manual, subyacen a nosotros como usuarios. Están por debajo y nos condicionan en lo natural y en lo social. En los dos. Interactuando. Por lo tanto se puede decir que no hay naturaleza aparte, sino quizás un paisaje. Esto es muy interesante. Un micro entorno que hemos construido como escenario de la exterioridad. Porque todo orden cultural remite a un frente exterior que lo delimita. Aquí en Occidente ese frente exterior lo elegimos naturaleza. La autora propone paisaje. En otras culturas, dimensiones ontológicas. Hay varios entornos. Todo organismo configura los suyos de forma autónoma. El programa de investigación en ciencia, tecnología y sociedad explica las relaciones sociales que están mediadas tecnológicamente. Esto lo ha trabajado Bruno Latour en 1999. Estoy en la página 213. Se está enfatizando aquí la importancia cultural y evolutiva de las tecnologías. Con sus contextos de uso y sus resultados. Aquí la tecnología se constituye en una variable dependiente. Con consecuencias en nuestra organización, en las instituciones, en las costumbres. Habla el manual del programa Scott. Social Construction of Technology. Lo tenéis en la página 214. Esto va a la línea de la relación entre tecnología y sociedad. Con cuestiones de bioética. Es decir, los fundamentos éticos, ideológicos de las nuevas tecnologías de investigación. Y sus relaciones, esta bioética con lo social y con lo político. Vuelvo a decir la autora. Esto es economía política. Está todo unido. La ética, la biología, lo social, lo político, las tecnologías, el consumo, el capitalismo médico. Todo ello. Lo que hablábamos en otras asignaturas. Como son antropología social y cultural. Antropología colectiva y simbólica 2. La cuestión de la donación de órganos. ¿Verdad? La bioética. Todo es economía política. Simetrías y paralelismos. Humanos y máquinas. El Cyber. Desarrollado por Haraway en 1991. El concepto político-ideológico. Es un híbrido. Con consecuencias socioculturales y de consumo. Y en el mercado. De ahí que tecnología, economía e industria interseccionan a distintos ritmos heterocrónicos. Aquí hablaba Wittger en 1995 de la flexibilidad artefactual. Las tecnologías surgen en momentos sociopolíticamente adecuados y precisos. Conectadas con el mercado. Las relaciones sociales están incorporadas en los artefactos y las tecnologías. Incorporan formas de vida y significados. La arqueología descubre el significado de los objetos. La arqueología, qué significado tuvieron los objetos y los interpreta. Relacionándolo, este significado, con variables culturales y sociales de un momento dado. Sabemos que el mundo capitalista coloca en el mercado los productos a medida que sabe que el mercado es capaz. De asumirlos. Y de que otros productos quedan obsoletos. Veamos ahora el epígrafe 6-4, cultura y evolución. En primer lugar, cultura y evolución hay que analizarlos bajo el prisma de una preocupación moderna. Conexionar cultura y evolución es algo moderno. Hay antecedentes de nuestra tradición dualista del pensamiento. Por ejemplo, el legado renacentista, el renacimiento y su desarrollo posterior. Los siglos XVII y XVIII. Esas posibilidades humanas de cambiar el destino que ya anticipaba Montesquieu, ¿verdad? El francés. Más adelante, Lamarck y Weizmann, en los capítulos 4 y 5, por ejemplo. O por ejemplo, Manford, en 1906. Hablan ya de la herencia social de hábitos. Herencia social de hábitos. De costumbre. De instituciones. Dewey hablaba de crítica de las teorías raciales. De Herbert Spencer. Las estructuras mentales se relacionan con los hábitos y actividades como la casa. Estamos aquí en un anticipo de la psicología evolucionista. Bien, nuestra antropología social y cultural se construyó, la nuestra, esta disciplina que estamos estudiando, se construyó asumiendo lo biológico como algo nuevo. Esto es ya una crítica. Nosotros construimos la disciplina donde lo biológico no viene nada. Pero el estudio de lo biológico era cuestión de otra disciplina. Esto es una crítica. Nosotros solo nos interesamos por los cambios sociales y culturales de sociedades de humanos modernos. El producto final de la evolución biológica. Eso ha sido nuestro objeto, nuestro interés. Cambios sociales y culturales, humanos modernos, y después llegaría la cultura. Esto es una crítica, eh. No lo olvidemos. ¿Vale? Es una crítica. Los neo-evolucionistas, los neo-evolucionistas como Leslie White y Julia Mitchell, hablaban de que la ecología cultural, ¿verdad? La evolución cultural sería una extensión de la evolución biológica. Los neo-evolucionistas, contra los que también está el desacuerdo natural. Leslie White hablaba del progreso cultural, que era la función de la energía. Una sociedad, cuanto más energía consuma, mayor evolucionada es. Todo esto, evidentemente, estaba alentado por el progreso tecnológico del capitalismo en los años 50, Segunda Guerra Mundial y posguerra. Estamos hablando de esos años del 40 al 50. Julia Mitchell hablaba de evolución multilineal. Lo hemos estudiado en Historia de la Antropología I. Julia Mitchell, la evolución multilineal como oposición, como alternativa a la explicación evolucionista unilineal de los clásicos, ¿verdad? Spencer, Taylor, Morgan y demás. En este sentido y dentro de este epígrafe de una preocupación moderna de la cultura y la evolución, habría que hablar del determinismo tecno-económico, el determinismo tecnológico, de esa escuela del materialismo cultural que hemos estudiado en Marvin Harris, ¿verdad? Marvin Harris, que hemos estudiado en Historia de la Antropología I, hablaba del determinismo tecno-económico. Lo que persiguía Marvin Harris, bajo un materialismo cultural, era extraer consecuencias no botéticas, es decir, leyes de validez general para explicar la evolución de todas las culturas. De todas. No en un clave particular, sino en un clave universalista. Otra extensión del materialismo cultural de Harris las tenemos en Roy Rappaport, Elman Servitz, Eric Wolff, Marcel Salle, Godelier o Tim Higgins. Todo esto va en la línea de explicar que el hombre se construye a sí mismo dentro de relaciones sociales de apropiación y transformación de la naturaleza. Unas posiciones menos deterministas que las de Marvin Harris. Se mantiene, no obstante, la dicotomía entre ciencias de la vida, evolución de la vida y la ciencia de lo social, de lo cultural, contra lo que está en contra nuestra autora. Las ciencias sociales, según la autora Eugenia Remini-Goy Colchea, adoptaron el modelo neodarwinista en contra de lo que ella proponga. Teorizan sobre cultura desde el presupuesto de la evolución biológica. Error. Teorizar sobre la cultura desde el presupuesto de la evolución biológica Pasamos ahora al epígrafe 642, pretensión de naturalización, neodarwinizando la cultura contra lo que está en contra, vuelvo a decir. Estamos ahora ante extensiones de las teorías neodarwinistas, a la evolución cultural y al comportamiento social. Es decir, teoría de la descendencia, selección natural de Darwin, genética de poblaciones, teorías de la doble herencia, sociobiología, genio egoísta, memética, ecología del comportamiento, psicología evolucionista. Todas estas explicaciones neodarwinistas son negativas para nuestra autora, porque sostienen que la evolución cultural sigue a la genética y, por lo tanto, todo lo heredamos. Y se pregunta la autora ¿y qué queda para nuestra capacidad agencial? No se dejen las páginas 220 y 221. Aquí surge la crítica de Marx al Stalin al paradigma neodarwinista aplicado a lo sociocultural, porque a entornos parecidos surge gran variedad cultural de grupos. El paradigma cae. Entornos parecidos, diversidad cultural. Este paradigma neodarwinista no se siente. Para la autora, Rémy Diego de Coetzea, estas teorías juegan a la cultura. Clave irónica. Juegan. Es una antropología funcionalista que no atiende a la agencia, a la praxis, a las estructuras, a los procesos, al intercambio, a la reciprocidad, a las relaciones de pertenencia y de socialidad, al aprendizaje, a la socialización. Todo esto es necesario para entender los cambios sociales. El determinismo genético neodarwinista no entiende que la cultura se construye social y personalmente, subjetiva y objetivamente. Por lo tanto, hay una necesidad de buscar nuevos paradigmas, más únicos principios que vinculen lo biológico y lo cultural. Ni hay determinismo cultural ni hay determinismo genético, porque ciertos procesos catalizan otros. Ciertos procesos catalizan, ralentizan, redireccionan, agilizan otros procesos de manera que son simbióticos. Por lo tanto, se trata de reconocer la especificidad de los fenómenos culturales, su dinámica compleja con lo biológico, con procesos ecoorientados. Todo está ecoorientado, orientado en función de variables ecológicas. Por lo tanto, la unidad de aprendizaje y evolución no es el gen, no es el individuo, la especie o la población. Esos son criterios genéticos. Gen, individuo, especie, por hacer criterios genéticos. No. La unidad de aprendizaje y la evolución es mucho más compleja. Porque como dice el epígrafe 643, la cultura no se hereda. Esto ya es una afirmación que os recomiendo que anotéis. El epígrafe 643, la cultura no se hereda. El modelo evolutivo neodarmonista se basa en la evolución cultural en rasgos de variación, selección y herencia. Si los genes se transmiten y heredan, la cultura también. No. Esto es un error. Hay dificultades en aplicar a la cultura las leyes de la herencia genética y biológica. Porque las leyes de estas herencias son demasiado complejas. Ciertos rasgos culturales que heredamos como el parentesco, la estratificación social, se pueden heredar verticalmente como los genes. Pero los rasgos culturales son fruto de la difusión. La cultura sería más que una propiedad de las prácticas y de las representaciones humanas. Por lo tanto, se ha reivindicado la cultura. Se ha reivindicado. La cultura no es algo que se herede. La cultura hay que entenderla como una forma de construirnos agencialmente intra e intergeneracionalmente. No somos recipientes de ninguna transmisión genética o cultural, como dice Eichhorn. Nuestras formas culturales, nuestras destrezas, capacidades, son logros del organismo-persona localizados cronotómicamente en el tiempo y en el espacio, en su devenir relacional con elementos humanos y no humanos, con los elementos humanos y con nuestro entorno. Ninguna capacidad humana, como pueden ser el lenguaje, el bipedismo, las tecnologías, son atributos fijos dados a la naturaleza humana. Estas capacidades, lenguaje, bipedia, tecnología, son añadidos culturalmente, adquiridos evolutivamente durante nuestras autogenias. Pasamos al epígrafe 644. La cultura no es un factor, de nuevo insisto en que esto ya es una toma de posición, dice el epígrafe 644 en la página 227. La cultura no es un factor de la evolución humana, es arte y parte de la vida. Esto es una afirmación del autor, lo que sí y lo que no. No es un factor de la evolución, sino que forma parte y arte de la vida. Porque hay que entender una evolución bio-psicosocio-cultural compleja, como dijeron Boyd y Richardson en 1985, la teoría de la doble herencia, cultural y social, cultural y biológica, cultura y proceso evolucionario. La unidad de estudio para los neoliberalistas del gen cultura era la población. Pero esto hay que superarlo porque hay que interrelacionar factores socioculturales y biológicos. En distintos contextos de homínidos y de humanos modernos, lo sociocultural y biológico, en los contextos de homínidos y de humanos modernos, por ejemplo, surge el bipedismo, el lenguaje, la selección sexual humana, el lenguaje de los órganos, como está en la página 34, en el punto 34, nota 34 de la página 230. Nuestra psicosocioculturalidad forma parte del proceso evolutivo humano, de nuestras preferencias y valores. Y finalizamos con el EPR 645 Darwinismo y evolución sociocultural. Este es un poco el compendio. Se trata de reconocer, de que reconozcamos la diversidad humana, de que apliquemos los datos de la primatología, los primates, de que se olvide la genética conductista. No. Que se cuestione el concepto de adaptación. Se cuestiona. Que seamos darwinistas pero que no seamos deterministas. Esto lo ha visto Tyngin Gol en el año 2000. Muy citado por esta autora. Les recomiendo que visiten este autor, si pueden, en un examen. Tyngin Gol en el año 2000 hablaba de la atención a procesos evolutivos y biológicos. Sí. Tenemos que estar atentos a los procesos evolutivos y biológicos sin duda alguna, pero sin caer en la tentación del neodermismo. Como veis, el neodermismo para nuestra doctora es el diablo, el peligro, ¿verdad? Barth y Dietz en 1992 hablan de una perspectiva evolutiva compleja de los sistemas socioculturales para entender el darwinismo. ¿En clave compleja? Sí. Ahí entra el darwinismo. Distinguiendo entre el concepto como evolucionario y evolucionista. Página 902. Con preferencia, más que por evolucionista, nuestra doctora se descarta por evolucionario. Es un proceso abierto. Evolucionista parece que es un proceso terminado. ¿Vale? Ella me refiero primero. Porque los efectos no pueden anticiparse. Ser evolucionario implica adoptar una perspectiva compleja de los sistemas socioculturales. Finalízame. No podemos considerar, dice la autora, dice Eugenia, no podemos considerar la descendencia con modificación y la socialización cultural y las metáforas de la herencia y de la tradición como paradigmas válidos para explicar los fenómenos socioculturales. No podemos considerar la descendencia con modificación darwin, el paradigma de la socialización cultural, descendencia con modificación y las metáforas de la herencia mendeliana y de la tradición como paradigmas válidos para explicar los fenómenos socioculturales. Esto es importante. Bien. ¿De acuerdo hasta aquí? Vale. ¿De acuerdo? Un poco tenso, ¿no? Un poco intenso. Bueno, yo creo que a pesar de que sí, de que lo he hecho un poco técnico, ¿verdad? Pero quedaros con lo como se dice en matemática a ver, el factor común. El mínimo común divisor. El mínimo común divisor. ¿Qué hay por debajo de todo este tema 6 que podamos extractar en un folio y nada más que un folio? Hagan una serie de diez frases positivas sobre qué les ha sugerido este tema. Diez frases positivas. Esto sí, esto no. Esto es superable. Esto lo explica otra interpretación. Diez frases y nada más. Si son capaces de sacar en un folio o en una cara diez frases que sinteticen el concepto, el contenido de este capítulo 6 de Biología, Sociedad y Cultura han aprovechado el tema. Diez frases y nada más de una línea cada frase y no más. No da para más. Ahora sintetizadas. Qué es lo que sí y qué es lo que es no para nuestra autora dentro de Biología, Sociedad y Cultura y poco más. Si hacen esto de cada tema pues tendrán diez folios por una cara donde han sintetizado los contenidos de lo que transmite este tema y poco más. Si pueden intercalar algún autor y nombre mejor, mucho mejor. ¿Vale? Con esto me despido. Volvemos a vernos después de el próximo martes. Y comentaremos el capítulo siete. Como veis vamos muy bien en el manual. Comenzaremos el capítulo siete sobre evolución y conocimientos. Teniendo en cuenta que tenemos nueve capítulos, alguno que es más largo lo dividiremos en dos. El capítulo nueve y el epílogo pues vamos muy bien. Vamos, de hecho vamos a dar el temario completo, sin duda. Pues buenas tardes y gracias por vuestra asistencia Ángel Valencia, Ángela del Carmen, Fernando Cicre, José Luis Salvador y María del Mar. Les agradezco vuestra conexión, vuestra asistencia a esta tutoría. Que tengáis buena Semana Santa, vuestra cuaresma y hasta la próxima.