Bueno, pues vamos a empezar si os parece. Primero, si tenéis alguna pregunta o alguna duda que queréis que pueda resolver. Y si no, pues ya directamente a la lección. Javier, tengo una duda sobre Maquiavelo. Resulta que he estado viendo varias cosas y he visto que en el libro, creo que no lo refleja, por lo menos yo no lo he entendido así, en el que tenemos nosotros, de que Maquiavelo se le puede interpretar de dos maneras. Una, que el príncipe es una crítica al poder que había en el momento porque luego no tiene mucho que ver con los diálogos estos del Tito Olivio, ¿no? Porque como que defiende la república y al mismo tiempo en El Príncipe lo que está defendiendo es como que el fin justifica a los medios. Entonces, luego en el libro yo no veo que haya esa diferencia, o sea, que hablen de que en El Príncipe es una crítica al poder que había en el momento de los reyes católicos y de... Ya, yo creo que no es así. No es una lectura habitual, ¿no? Pero es verdad que tal vez algunos que leen a Maquiavelo de una manera muy benévola quieren más bien decir eso, ¿no? Es que aquí Maquiavelo no es que lo crea. Cuando dice por ejemplo de que el príncipe gobernante tiene que parecer bueno pero no serlo, una frase de este estilo, ¿no? Bastante fuerte, ¿no? Pues dice, no, es que en realidad no pensaba eso, se estaba refiriendo a los usos de los príncipes italianos y tal vez de Fernando el Católico también, ¿no? Bueno, eso es una lectura yo creo que benévola. A mí me parece que hay que hacer más bien la lectura habitual, ¿no? Diciendo pues no, es que realmente lo pensaba él y todas esas maneras de entender... Porque además coincide con su comprensión de la naturaleza humana, una comprensión pesimista. Yo creo que los que tienen una comprensión pesimista de la naturaleza humana tienden a dar justificaciones del poder autoritario, ¿no? Tienden a dar interpretaciones del poder en términos autoritarios. No sé si me estoy expresando bien, ¿verdad? Que justifica acciones por parte del Estado que lleven a controlar los desmanes que el ser humano de manera espontánea tiende a hacer como consecuencia de una supuesta naturaleza egoísta, perversa, etcétera. A Platón en cierto modo le pasa algo así en su propuesta al rey filósofo, que es una propuesta no democrática y también un tanto autoritaria. Entonces, bueno, yo creo que más bien, Marta, la interpretación que se ofrece en el libro, que es un poco la habitual, pues yo creo que es la correcta, ¿no? Vale. Muy bien. Pues vamos a pasar a otro autor bien interesante. En el tema del marxismo también había una referencia a otras formas de marxismo, o Marcuse también. Luego estaba también una referencia a la filosofía más adelante como otro tema, a la filosofía de Wittgenstein y después teníamos también en la explicación del vitalismo. Yo he preferido ir ya directamente a comentar asuntos principales de la filosofía de Nietzsche y lo haré también el próximo día de la filosofía de Ortega y Gasset, dos filósofos muy importantes que para nada hay que dejar de lado. Os pasé también materiales para Wittgenstein por si queréis repasarlos un poquito acompañando a la presentación que se hace en el libro y más bien pues prefiero que vayamos ya directamente a Nietzsche. Bueno, y vamos a seguir este esquema. Digo que prefiero porque Nietzsche nos va a ofrecer una concepción de la realidad muy distinta a todo lo que hemos visto hasta aquí y que merece sin duda ninguna que nos dediquemos a ella, aunque sólo sea, Marta como estás viendo, pues con el poco tiempo que nos queda, que es la clase de hoy y la clase de la semana que viene. Te pido también, os pido al que vaya a escuchar y ver también esta grabación que como en el caso de los otros autores nos fijemos en lo que he querido yo señalar aquí en este primer momento de la exposición, que sería lo que igual podríamos entender como la tesis principal. ¿Cuál es la afirmación más importante o el punto de vista fundamental que encontramos en la filosofía del autor? Esto lo he hecho así con el resto de autores de los que se han presentado estos esquemas y ahora Marta te pido también que te fijes en lo que ocurre con este filósofo de la segunda mitad del siglo XIX, estamos ya ahí. Nietzsche. Bueno pues tal vez su filosofía se puede concentrar en esta idea de lo que se trata es de ofrecer una reivindicación radical, una reivindicación extrema ¿de qué mundo? Pues del único mundo existente según él, como vamos a ver ahora cuando desarrollemos su filosofía, que es el mundo del devenir y el mundo de la finitud. El mundo de lo que por ejemplo en la terminología atomista quedaba caracterizado como el ámbito de lo contingente. Marta ¿te acuerdas qué era aquello de lo contingente? Lo que no era necesario. Eso es. ¿Y puedes poner algún ejemplo de lo contingente? Pues... ¿Qué sería lo contingente? Por cierto, perdona, se ve el esquema ¿verdad? Sí, sí. Entonces ¿qué sería el ejemplo de lo contingente? Nosotros por ejemplo. Eso es, por ejemplo, y de modo muy destacado. Lo contingente es lo que es así puede ser de otro modo, lo que puede cambiar, aquello que no tiene la causa de su existir en sí mismo, aquello que está sometido al tiempo, en el caso de las cosas físicas también al espacio y a la causalidad, aquello que tiene tal indigencia que sólo se puede explicar su ser a partir de otra cosa, aquello que está abierto a la muerte, aquello que está dotado de una fragilidad y vulnerabilidad fundamental. Podríamos llamar, aunque suene la palabra un poco paradójica en este tipo de filosofía que ahora estamos desarrollando, una vulnerabilidad esencial. ¿Y qué encontramos ahí? Las piedras, los ríos, el sol, encontramos la hierba, los tigres, el mar, los árboles, los animales, las cosas artificiales que nosotros creamos por muy potentes que éstas puedan ser y desde luego como ha dicho Marta también los seres humanos. Fíjate que este ámbito, el ámbito de la finitud, el ámbito del devenir, lo que se ofrece, diciéndolo también de otra manera, a los sentidos y que está en el tiempo, ha sido algo de lo que los filósofos han sospechado. Yo voy a hablar ahora un poco la manera de Nietzsche, Marta. Han sospechado porque han creído que estas características que he citado antes, que enseguida volveré a repetir, es decir, la contingencia, la vulnerabilidad radical, el cambio, son una muestra de imperfección y de falta de ser, han dicho. El ejemplo paradigmático de esta mirada crítica a lo que se da a los sentidos era Platón, del que enseguida vamos a tener que hablar porque Nietzsche es uno de los grandes críticos de la filosofía de Platón y de lo que él llamará el platonismo. El mundo del devenir, el mundo del cuerpo, el mundo de la finitud ha sido un mundo despreciado por gran parte de los filósofos y frente a él se ha presentado un mundo brillante, el mundo del ser, el mundo de la finitud y del devenir, al mundo del aparecer, del pseudo-ser. Y frente a él se ha puesto el mundo racional, de las esencias, del eterno, del absoluto, al modo de Platón cuando hablaba del mundo inteligible o al modo de santo Tomás cuando hablaba del cielo o de Dios. ¿Vale? Me estoy explicando, Marta, voy un poco rápido tal vez pero... ¿Se me entiende? Vale, ¿no? Entonces, ¿qué es lo que propone Nietzsche? Que nos atrevamos a vivir en el mundo de lo finito, que es según él el único mundo existente, no hay más, sólo existe ese mundo, el mundo de la contingencia. Fíjate qué distancia tan enorme respecto de santo Tomás y respecto de Platón, por poner dos ejemplos paradigmáticos de una posición muy enfrentada, ¿no?, muy distinta a la de Nietzsche. Para él sólo existe este mundo, el mundo del devenir y de la finitud, que con otro título se puede también denominar vida. La filosofía de Nietzsche es una filosofía que reivindica la vida en un sentido muy radical y extremo. Claro, esto igual aún no es decir mucho porque habría que explicar qué tenemos que entender por vida, naturalmente, ¿verdad?, porque también santo Tomás habla de una vida sólo que no es esta vida sino una vida trascendente en el mundo del cielo, ¿verdad? La vida tal como lo entiende Nietzsche es la vida de lo que está en el tiempo y en la medida en que está en el tiempo. Es la vida de lo corpóreo, de lo biológico, de lo instintivo, de lo que no es racional, aunque algunas veces se manifieste en la forma de la racionalidad, pero que no tiene como rasgo fundamental la racionalidad. A la vida entendida así, ya veremos al final del tema, que Nietzsche le da el nombre también de voluntad de poder, concepto fundamental, ¿eh, Marta? Y está la voluntad de poder que es la vida que empuja a la vida, la vida que quiere mantenerse en la vida y que quiere ser más con más intensidad y plenitud. A esta vida es a la que se refiere Nietzsche en su reivindicación del devenir de la finitud, ¿no? Es la auténtica realidad, que es una realidad sin finalidad ni sentido último. No hay un propósito último y mucho menos trascendente en el existir, y no hay una finalidad trascendente en el existir. ¿Vale? Un momentito, que no sé si hay también alguien... José, que se habían perdido... A ver, viene ahora otra vez. ¡Hola, José! ¡Hola, Javier! Se me ha ido la conexión. Sí, habéis perdido la conexión, ¿no? Sí, estaba desarrollando esta primera parte, ¿no? No sé si está donde os podéis escuchar, ¿no? Que la propuesta de Nietzsche es la reivindicación de lo temporal, de lo que está sometido a la contingencia, porque es contingente. De aquello que cambia este mundo, que es el de la contingencia, es lo único real frente a las propuestas de lo que Nietzsche llamará el platonismo al modo de santo Tomás o de la propia filosofía de Platón. Enseguida vamos a recoger estas ideas y a desarrollarlas. Bueno, Nietzsche pertenece a la corriente filosófica que recibe el nombre de vitalismo. ¿Vale? Vitalismo. Bueno, se puede entender el vitalismo de varias maneras. Por cierto... Cuidado, quitar esto, ¿eh? Y no lo he corregido. Es 1867, claro. 1941. Bueno, podemos hablar del vitalismo en ciencia como aquella doctrina que estuvo en la biología del siglo XIX que se enfrentó al punto de vista mecanicista y que entendía que la vida se podía entender a partir... se podía comprender a partir de un principio vital fundamental, no reductible en términos mecanicistas a la realidad de la materia. Bueno, esta forma de vitalismo en ciencia no nos interesa. Nos interesa el vitalismo en filosofía, que es una forma de filosofía que se ha dado en la segunda mitad del siglo XIX y también en el siglo XX y que para nosotros, por el programa que tenemos en nuestro libro, pues tiene como representantes más importantes a Nietzsche y a nuestro filósofo Ortega Hegesee, que está también en el programa y que viene a ser pues el último filósofo junto con María Zambrano, que pertenece a la Escuela de Madrid y es seguidora de Ortega Hegesee. Estos dos filósofos forman parte de la nómina de filósofos que podríamos llamar vitalistas. Esta filosofía, el vitalismo, se quiere oponer al punto de vista racionalista e idealista que ha dominado tanto a partir de la edad moderna, al punto de vista de Descartes, de Leibniz, que muestra casi, podríamos decir, un culto a la razón matemática, sobre todo esa forma de razón, a la razón matemática que por otra parte tan fecunda será para la aparición de la ciencia, para la aparición y desarrollo de la ciencia al modo de la ciencia de Galileo o de la ciencia de Newton. Hubo con Descartes y con Leibniz, y después ya también con el idealismo de Hegel en el siglo XIX, autor del que hablamos un poquito en la exposición de Marx, una exageración en el culto, por decirlo así, a la razón, que estos autores parece como que enfrentaron a la vida. Aunque este punto de vista exagerado de reivindicación de la razón no es exclusivo de la edad moderna, ya se encontraba en el mundo antiguo sobre todo en Platón. Bueno, pues frente a la reivindicación absoluta radical de la razón hechas por los racionalistas desde Platón hasta Leibniz y también por el idealista alemán Hegel, pues los vitalistas van a proponer que lo principal es la vida y que no hay otra cosa que no sea la vida y que la filosofía tendría que destacar las categorías de la vida. La filosofía tendría que destacar, reivindicar y no negar las propiedades fundamentales del vivir. ¿Cuáles son las categorías de la vida o propiedades fundamentales del vivir? Bueno, pues las que he puesto por aquí entre paréntesis. La temporalidad, el nacer, el durar y el morir, por tanto el estar sometido al tiempo y el cambio, la multiplicidad, la variación que corresponde por lo tanto a la multiplicidad, el cuerpo, lo biológico, los instintos, la subjetividad, que parece como muy ligado también al vivir, por tanto también la historia, la experiencia personal. Todas estas propiedades o categorías son a las que se tendría que dedicar la reflexión filosófica y es lo que vemos en Nietzsche y en Ortega Sedos, aunque con enfoques algo distintos. En el caso de Nietzsche la vida se entenderá en términos muy biologistas y su filosofía es una filosofía de reivindicación de lo no racional, de los instintos, de lo inconsciente y una sospecha, yo creo que un tanto exagerada, de la razón. Es contrario a la razón. Se suele declarar a Nietzsche como el gran irracionalista, no ya a racionalista, sino irracionalista, señalando con este título su actitud hostil ante la reflexión intelectual, ante el pensamiento, ante el ejercicio de la razón. Frente a eso nuestro filósofo Ortega y Gasset, y luego María Zambrano también su discípula, aunque van a proponer también la vida y las vivencias. Por cierto, esta palabra es un invento de Ortega y Gasset, no? Vivencia para traducir un término alemán. Entiende Ortega la vida como vivencias, como acumulación de experiencias, comprende o entiende la vida en un sentido como más biográfico, como veremos en su momento. Le da importancia a la biografía, a las relaciones, a la historia y sobre todo destaca, a modo de contraste, pues cómo Ortega no despreció ni rechazó la razón, sino que intentó hacer compatible la razón con la vida. Reunir esos dos elementos. ¿Cuál es la tarea de la filosofía? Según Nietzsche, una de las tareas principales de la filosofía es la crítica a la concepción metafísica de la cultura occidental. La crítica a todos los conceptos que están ahí, incluidos en la comprensión metafísica de la realidad que vemos en Occidente, la cultura occidental. La cultura occidental empieza con los griegos y está fundamentalmente influida, piensa Nietzsche, por Sócrates y por su gran discípulo Platón. El cristianismo va a matizar, depurar y apresentar de modo más didáctico y fácil para la gente la filosofía de Nietzsche, pero no viene a ser algo contrario a la filosofía de Platón. Perdón, a presentar de modo más fácil, comprensible y popular las ideas de Platón. Es lo que llamará Nietzsche platonismo para el pueblo. Por favor intentad ya incluso recordar un poco estas afirmaciones, estos títulos José, Marta, el cristianismo como platonismo para el pueblo, porque es un título muy ilustrativo de cómo Nietzsche reúne en el mismo grupo a la filosofía de Platón y a la religión cristiana. En el mismo grupo de gente, de autores hostiles a la vida. Entonces tenemos por un lado la crítica a toda la filosofía occidental en las categorías fundamentales, como vamos a ver ahora. Y luego por otra parte tenemos también un asunto muy importante en la filosofía, una dimensión mejor que un asunto, una dimensión muy importante en la filosofía de Nietzsche, que es la dimensión de reivindicación ya en términos positivos de las categorías de la vida. Diciéndolo de otro modo más fácil, en Nietzsche podemos encontrar dos partes, por decirlo de este modo. Una parte crítica, como vamos a ver aquí, del pensamiento tradicional y luego esta es la filosofía más conocida, otra parte, la parte crítica de Nietzsche y luego una parte positiva, de reivindicación en términos positivos de lo que él entiende por lo auténticamente real que es la vida. La exposición que tenéis aquí, en estos materiales que os he entregado, en este esquema resumen, podéis ver que refleja estas dos formas de la filosofía de Nietzsche. La parte crítica, por un lado, que es muy importante y luego la parte positiva de la filosofía de Nietzsche, donde está la figura del superhombre y luego principalmente la voluntad de poder. Ya veremos qué es eso de la voluntad de poder. Continuamos el desarrollo para pasar inmediatamente a la parte crítica, pero antes de la parte crítica me gustaría que viéramos también estos asuntos totalmente fundamentales para poder entender el sentido de la crítica nietzscheana. Nietzsche, por contar algo también de su biografía, estudió lenguas clásicas en el mundo griego de un modo muy profundo y sistemático. Fue profesor también de griego y de cultura clásica en la universidad y parecía que tenía un futuro muy esperanzador. Desde muy joven le reconocían todos sus compañeros como alguien con un futuro extraordinario en el mundo académico. Sin embargo, ocurrió algo. Escribió un libro, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. Escribió un libro de juventud, El nacimiento de la tragedia, se le llama así, en el que Nietzsche presentaba, ya Nietzsche joven, una visión muy distinta del mundo griego antiguo y muy distinta y contraria a la dominante. La interpretación dominante del mundo griego entendía que el momento de esplendor de los griegos era el siglo de Pericles, el siglo V antes de Cristo, en donde está el arte, el partenón, las esculturas, está la literatura, está la filosofía fundamentalmente con Sócrates y inmediatamente después también Platón. Ese siglo se suele considerar el siglo de oro, el siglo V antes de Cristo, el siglo de Pericles por el esplendor que tiene principalmente Atenas en el mundo de la cultura, de la política aparece la democracia también ahí, en el mundo del arte, de la biografía, del teatro y desde luego de la filosofía. Bueno, pues en ese libro de juventud, El nacimiento de la tragedia, Nietzsche presenta una visión de Grecia distinta. Según esta nueva visión el momento de esplendor de los griegos no fue el siglo V antes de Cristo, fueron tiempos anteriores, la Grecia oscura que se suele decir, la Grecia de la época de Homero, de los tiempos antiguos en donde los dioses y los héroes, sobre todo los héroes griegos como Aquiles, como Ulises, como Agamenón tenían una importancia extraordinaria en el imaginario popular y eran referentes a los que se quería imitar y eran expresión del tono vital de los griegos. La literatura de Homero, con la Iriada y la Odisea, sino también pero principalmente Homero, presentaba toda una mitología griega que según Nietzsche expresaba muy bien el valor de la realidad y la comprensión de la realidad. Nietzsche cree que para dar cuenta de la realidad y expresarla se pueden utilizar distintos recursos, se puede utilizar la razón, el pensamiento racional, el lenguaje racional claro objetivo al modo de la filosofía y de la ciencia. La filosofía va a querer hacer eso, ofrecerte un mapa del mundo y una descripción de los elementos que componen la realidad y sus procesos y todo ello con la razón, el concepto, el rigor de la lógica y del razonamiento. Esta es la manera tradicional de expresar cómo es el mundo pero también el mundo se puede expresar, la vivencia del mundo que tiene un grupo, un pueblo, se puede expresar también a partir de la imaginación mediante recursos literarios diríamos ahora, mediante recursos que se basa más bien en la metáfora más que en el concepto limpio y bien preciso. Esto es lo que ocurría en el mundo antiguo con la mitología. Según Nietzsche, la mitología y la religión griega, la mitología, los mitos griegos y la religión griega para decirlo un poco mejor, los mitos griegos y la religión griega expresaban muy bien la sensibilidad de los griegos antiguos, el tono vital de los griegos antiguos. Y le parece a Nietzsche que el griego antiguo había captado mejor la esencia de la vida y de la realidad que lo que después ocurrió con la filosofía. Cuando aparece Sócrates y Platón, se va a estropear la cosa, por decirlo de esta manera vulgar, cuando aparece Sócrates y Platón aparece el ejercicio de la razón que va a deformar la experiencia de lo verdadero. La experiencia de lo verdadero se vive mejor desde la intuición, desde el compromiso vital con la vida que desde la propia filosofía, que acaba por el juego de conceptos y de obsesión por la objetividad, acaba eliminando la riqueza y variación de la vida como vamos ahora a comentar. Bueno pero para Nietzsche entonces el siglo V, para el joven Nietzsche y para Nietzsche ya adulto y maduro, para el joven Nietzsche la filosofía en el siglo V supone más bien una decadencia, un momento de decadencia porque el momento de esplendor del mundo griego era antes de la época de Homero, si queréis unos cuantos siglos antes. ¿Por qué? Porque unos cuantos siglos antes los griegos consiguieron reflejar de una manera simbólica con mitos las dos dimensiones de la realidad que existen según Nietzsche. Por un lado, la dimensión de orden, de medida, de equilibrio, de luz, de belleza entendida como claridad, de proporción, belleza armónica y casi irracional. Esta es una dimensión de la realidad, del mundo en su manifestación como un cosmos, una totalidad legal y ordenada e irracional. Los griegos quisieron expresar esta dimensión del mundo en la figura del dios Apolo, en el culto al dios Apolo que era el dios del conocimiento. En Delfos por ejemplo había un santuario cuidado por mujeres sacerdotisas, un santuario muy famoso porque era un oráculo y ahí el dios Apolo hablaba y transmitía el conocimiento. Cuando se iban a hacer preguntas sobre las cosas, ¿verdad? El dios Apolo como expresión no sólo de la belleza como todos sabemos sino también del conocimiento y de la ciencia. Esta es la dimensión apolínea, esta es la dimensión en la que creyó la filosofía después. La filosofía después pensó que sólo esta dimensión es la real y nada más que ésta es la real. Bueno, sin embargo los griegos antiguos entendieron que hay otra dimensión en la realidad que es incluso más fundamental como más básica, más básica y primitiva y primordial. Primordial más que la palabra primitiva habría que decir primordial o fundamental. Es la dimensión de la vida inconsciente, instintiva, no ordenada en la que el mundo se expresa más bien como un caos antes que como un cosmos, en donde no está la individualidad y el individuo se pierde más bien en el todo, se disuelve en el todo, ¿no?, en donde está la noche y la oscuridad. ¿Con qué dios quisieron representar esta dimensión de la vida instintiva en donde se destruyen los papeles sociales y la realidad que te individualiza? Pues con el culto al dios Dionisio, el dios vaco para los romanos, que era el dios de la bendimia, el dios de la fiesta, de los excesos, de la pérdida de la individualidad, como ocurre aún ahora en Carnaval, que tendría un poco la representación actual, un poco caricaturista, si queréis, pero del culto al dios Dionisios. Bueno, entonces Nietzsche considera que esta dimensión del existir es la más importante, la fundamental, a la que le corresponde como, tal vez, propiedad, como propiedades principales, la inconsciencia y la irracionalidad. ¿Me estoy explicando, José, Marta? Sí. ¿Se entiende esto? Sí. Bien, pues como decía, cuando aparece la filosofía, en el siglo V a.C., comienza la cultura occidental y con ello el olvido y desprecio de la dimensión dionisiaca del existir. ¿Por qué? Porque lo que se pensará es que lo verdaderamente real y lo que tiene auténticamente valor es la dimensión apolínea, el orden, la racionalidad, etcétera. Toda la cultura occidental descansa en el platonismo, en una concepción del mundo al estilo de Platón que, fundamentalmente utilizando esta terminología, lo que hace es anular la dimensión dionisiaca del existir haciendo una defensa extrema de la dimensión apolínea de la existencia. ¿Qué va a decir Nietzsche? Pues que el platonismo es erróneo, el platonismo está mal, supone el olvido de lo auténticamente real, que es el mundo, como hemos empezado antes hablando, Marta, de lo contingente, de lo cambiante, de lo único que hay sometido al tiempo, al nacer, al durar y también esta es la dimensión trágica de la vida que el platonismo ha querido evadir y esconder, sometida también a la muerte, como elemento fundamental del vivir. La filosofía verdadera debe, piensa Nietzsche, desenmascarar ese carácter infundado del platonismo que para Nietzsche es incluso inmoral, como veremos en su momento. El platonismo comienza con Sócrates, tiene como protagonista básico, por eso tiene este nombre a Platón, pero luego continúa con el cristianismo, continúa la Edad Media, empieza a entrar un poquito en crisis con el Renacimiento y a la Edad Moderna la crisis es mucho más radical, mucho más extrema, hasta el punto de asistir ya a partir de la Edad Moderna a lo que llamará Nietzsche la muerte de Dios, concepto tan importante en el pensamiento de este autor. La muerte de Dios, la aparición de una visión atea de la realidad, la negación de la trascendencia y de lo apolíneo supondrá la posibilidad de una renovación de la humanidad que curiosamente acercará el mundo actual al mundo griego antiguo, como vamos a ver aquí. Esta es la breve historia del platonismo, de su crisis y en la aparición de una nueva visión del mundo. Por favor retened un poco este esquema porque os va a dar las claves para entender la propuesta de Nietzsche. En el mundo antiguo, en la Grecia antigua tenemos la comprensión del mundo que no es contra la vida y supone un sí a lo dionisíaco, una aceptación y exaltación de lo dionisíaco. En el siglo V antes de Cristo con Sócrates y Platón aparece el platonismo, se inventa lo absoluto con la cara principal de Dios, con la manifestación del absoluto más reconocible que es la figura de Dios, de Dios cristiano en particular, comienza la decadencia occidental. El mundo inteligible de Platón es la expresión del absoluto en la jerga, en la terminología, en la cohesión de las cosas de Platón. Luego viene el cristianismo, siglo I, viene el cristianismo que no es en el fondo para nada hostil al pensamiento de Platón, es más bien una continuación de Platón expresado en términos sencillos para que la gente normal y corriente, el pueblo, pues pueda acoger esta doctrina. Será platonismo para el pueblo. Pero en la edad moderna a partir del renacimiento ya incluso, sobre todo en la edad moderna, recordad por ejemplo las críticas de Hume que van a llevar a dudar de la posibilidad de que se pueda demostrar la existencia de Dios ya no digamos en el siglo XIX con el positivismo de Comte, con la filosofía de Carlos Marx, la filosofía del propio Nietzsche, la filosofía ya en el siglo XX de los empiristas radicales que vienen a ser los neopositivistas, bueno pues todo eso supone una crisis de lo absoluto que se da en la edad moderna a partir tal vez podríamos decirlo de Hume pero ya mucho más en el siglo XIX que es el siglo en que pertenece Nietzsche y también en el siglo XX que trae consigo el nihilismo. Ya veremos qué es esto, ¿no? Nihilismo. Bueno, pero la muerte de Dios es peligrosa puede dar lugar a un nihilismo negativo que pueda suponer la propia destrucción del ser humano incluso, ¿no? Pero abre también la puerta, si entendemos bien el nihilismo como vamos a ver, abre la puerta, la muerte de Dios, a un nuevo marco vital, a una nueva manera de estar instalados en el mundo y en el vivir. Que si tiene como ejes vertebrales la voluntad de poder, lo que Nietzsche llamará la voluntad de poder y la figura del superhombre, bueno pues supondrá una visión optimista una visión revitalizadora del ser humano que paradójicamente acercará la actualidad del ser humano del futuro porque aún es presente, le acercará al griego antiguo anterior a la aparición de la filosofía. Estoy utilizando mucho la palabra platonismo y es muy importante. El platonismo, como dice el título, pues descansa en la filosofía de Platón, obviamente, ¿no? ¿Y qué supone el platonismo? Aquí tendríais que recordar la filosofía de Platón e incluso un poco el mito de la caverna, ¿no? Pues como Platón defiende el dualismo ontológico. Esto del dualismo ontológico quiere decir que para estos autores, los que crean en el dualismo y defienden el dualismo ontológico, hay dos regiones del ser. Lo ontológico es lo relativo al ser, a lo real, ¿verdad? Entonces si hablamos de dualismo ontológico estaremos hablando de una escisión en lo que hay entre dos regiones muy distintas, ¿verdad? Dos formas de ser muy distintas. En la jerga de Platón el mundo inteligible y el mundo sensible. El mundo inteligible era el mundo verdadero y el mundo sensible es el mundo aparente, el pseudo-mundo, el mundo real, el mundo del interior de la caverna. Esto habría que recordarlo porque es un poco pues la repetición de las ideas de Platón aquí. En el mundo verdadero nos encontramos entidades absolutas, inmutables, que están fuera del tiempo y del espacio, que son eternas y a las que se llega mediante la razón. ¿Me podéis decir qué nombre tiene en la jerga de Platón ese tipo de entidades que componen el mundo verdadero o mundo inteligible? ¿José? ¿Marta? ¿Cómo se llamaban esas entidades? ¿En qué mundo, perdona? En Platón. En el mundo inteligible de Platón que sería el único mundo verdadero. ¿Las ideas? Sí, eso es. Muy bien. Las ideas. Eso es. Que no son otra cosa que las esencias de las cosas. No son las ideas entendidas como conceptos o pensamientos sino las esencias de las cosas. La triangularidad, la justicia, el bien, la humanidad, el ser árbol, etcétera, etcétera. El número 7, el teorema de Pitágoras, todo ese tipo de realidades, de objetividades racionales que son eternas, que están fuera del tiempo y del espacio, son el mundo verdadero. Fijaros, que están fuera de la vida. Y si fuéramos a santo Tomás, pues sobre todo aquí en el mundo verdadero habría que poner la entidad racional y absoluta, inmutable, atemporal y espacial y eterna más importante. ¿Qué se llamaba? ¿Santo Tomás? Dios. Dios. Eso es. Dios y las almas pero principalmente Dios. Bueno, este mundo verdadero para el platonismo, tanto para Platón como para luego San Agustín y Santo Tomás, claro, está vinculado con la razón, vinculado con la parte más excelente del alma. Y es en lo que te tienes que apoyar si quieres alcanzar un conocimiento auténtico y absoluto. Esto ya lo vimos, lo vimos en Platón. Es también en donde se sitúa el bien, ¿no? Por cierto, ¿cómo se llamaba —y los valores morales objetivos y plenos y absolutos—? ¿Y cómo se llamaba la idea más importante para Platón? La que estaba en la cúspide de las ideas y a la que se cita en el mito de la caverna. ¿El sol? Era, ¿no? El sol era la metáfora, el sol era la metáfora. En el mito de la caverna era el sol pero en el... Pero es una metáfora. El sol era una metáfora de la realidad suprema según Platón que era... No, Dios aún no. Platón no. Él utiliza... ¿El factor inmóvil? No. Aristóteles. Entonces Platón... Venga, ¿cuál era? Era una idea y la idea más importante que era el equivalente al sol de ser. La idea del bien. Eso es. La idea del bien. No sé si también lo habías dicho, José. Te he entendido el ser, ¿no? La idea del bien es el ser y se parece mucho a la figura de Dios en el pensamiento cristiano, desde luego, porque también para Platón es lo que ilumina, lo que permite el conocimiento de las cosas, lo que le da inteligibilidad, lo que le da realidad, lo que gobierna todas las cosas. Se expresa en términos tan elevados respecto del ser de la idea del bien que parece que está hablando de Dios. Luego es verdad que en el caso de santo Tomás, pues ya sin ningún tipo de reparo, pues ahí se utiliza la palabra Dios. Y allí en Dios o la idea del bien en el mundo inteligible, en el mundo verdadero se sitúa el bien y los valores objetivos y absolutos. Bueno, pero frente a ese mundo verdadero estos filósofos que caen en el título de platonismo, que repito, no sólo es Platón y sus seguidores conocidos, como podría ser en el caso del cristianismo San Agustín, sino también otros autores que relacionamos más con Aristóteles, como es el caso, si recordáis, de santo Tomás. Pero en el platonismo estaría también Descartes, que también hablaba de Dios y... ¿no? Estaría también incluso Kant. El mundo no-huménico, la realidad no-huménica. En la jerga de Kant tenemos realidad no-huménica y realidad fenoménica. La realidad no-huménica sería el mundo verdadero, al que no se puede llegar, es verdad, mediante la ciencia, pero sí a partir del ímpetu moral, por decirlo de ese modo, y la reflexión sobre la moralidad. Bueno, fijaros, por tanto, que este título de platonismo viene a recoger a todos los filósofos conocidos hasta tal vez el empirismo, porque son filósofos que, de una manera más o menos clara y más o menos radical, defienden la primacía de la razón frente a otras instancias del vivir. Y la razón te muestra el mundo verdadero. Sin embargo, si te dejas llevar por los sentidos, por tanto, por tu cuerpo, por tus instintos, por las facultades corpóreas como son la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto... todo eso te pone en contacto con el mundo aparente, que consta de lo temporal, lo espacial, lo finito, lo mutable, lo contingente, lo relativo, lo irracional. Lo irracional, lo que está sometido a la contingencia, al no estar, durar... bueno, nacer, durar y morir. ¿Qué nombre le daba Platón a este mundo aparente? ¿Qué nombre le daba? Pues estaba el mundo de las ideas y el mundo inteligible, ¿no? El mundo inteligible, cuidado, es el mundo de las ideas. ¡Ah, ostras! Cuidado, cuidado. Y el mundo aparente, ¿qué nombre tenía? Ostras, que no me acuerdo ya... ¿Qué será la sensación? Sensible. ¿Mundo? Sensible. Eso es. Mundo sensible, eso es, ¿no? Menos mal que, aparte, ya no me examino, ¿eh?, porque... Esto lo tendréis que recordar un poco para poder entender a Nietzsche, porque ¿qué es lo que va a hacer Nietzsche? Tachar el mundo verdadero, rechazar lo que el platonismo había considerado como lo real. Fijaros qué revolucionario es su punto de vista. Es totalmente distinto a todo lo que hemos visto hasta aquí, porque todo lo que hemos visto hasta aquí, bueno, menos Marx y algunos aspectos de la filosofía de Hume, pues es que la filosofía occidental es una filosofía de reivindicación de lo absoluto. Y frente a eso, la filosofía de Nietzsche quiere reivindicar lo contingente, lo temporal, lo espacial, lo vinculado con el cuerpo. Aquello que algunos han desacreditado por ser un conocimiento relativo. Aquello que han desacreditado muchos filósofos al considerarlo imperfecto. Claro, el platonismo tiene consecuencias. Este punto de vista tiene consecuencias en todos los órdenes. La consecuencia fundamental de la reivindicación del absoluto, de creer en lo absoluto, es la invención de un mundo verdadero y la creencia en la racionalidad del mundo. Yo lo voy a adelantar ahora, algo que vamos a ver con un poco más de detalle. Cuando vimos la aparición de la filosofía, dijimos que los griegos descubren la racionalidad en el siglo VI a.C. Esa fue su gran aportación, descubrir la racionalidad del mundo. Nietzsche no hablaría así, no explicaría así la aparición de la filosofía. Diría que los filósofos inventan, no descubren, inventan la racionalidad del mundo porque en sí mismo el mundo no es racional, es irracional. Con el platonismo, con Sócrates y con Platón, sin embargo, va a empezar a darse publicidad y a defender de un modo cada vez más extremo la racionalidad del mundo. Y esto, en metafísica, en la comprensión de la realidad, lleva a la invención del mundo absoluto y al desprecio del, según Nietzsche, el único mundo existente. Esto según Nietzsche que es el mundo de la vida. El mundo de la vida queda cuestionado por la filosofía, que reivindica la trasvida algo más allá de la vida, el mundo del cielo en la jerga de Santo Tomás, el mundo inteligible en la terminología de Platón. Pero tiene su expresión también en teoría del conocimiento. En teoría del conocimiento, el platonismo da lugar al culto a la razón, a la lógica, da lugar ya en la edad moderna a la aparición del conocimiento matemático y de la ciencia. Un conocimiento matemático y una ciencia contrario a la vida. Y en antropología dará lugar el dualismo ontológico al dualismo antropológico, y al desprecio de lo instintivo, de lo biológico, del cuerpo. Y en ética dará lugar a la moral de los esclavos, al dogmatismo moral, al creer en la tabla de valores eterna, al modo de la tabla que Jehová entregó a Moisés. Dará lugar al desprecio de los valores vitales. ¿Nietzsche qué va a hacer? Pues criticar la metafísica, la teoría del conocimiento, la antropología y la ética que descansa en el platonismo. Vamos a ver... Un momentito. Hay un texto, por leer un texto también que puede ser oportuno, en la página 282 del libro, que en realidad expresa muy bien todo esto que estoy diciendo y lo que vamos a continuar viendo. Repito, en la página 282, una obra titulada El crepúsculo de los ídolos. La razón en la filosofía. Aquí se trata de ver cómo entiende Nietzsche la razón, bueno el valor que tuvo la razón para el pensamiento occidental. Y dice, vamos a ver... Primera proposición. Las razones por las que este mundo ha sido calificado de aparente fundamentan antes bien su realidad. Otra especie distinta de realidad es absolutamente indemostrable. Vamos otra vez a este esquema que tenemos aquí. Aquí tendríais que recordar, para entender este texto, Marta y José, hay que recordar la filosofía de Platón, mundo inteligible y mundo sensible, o en esta terminología, mundo verdadero y mundo aparente. Repito otra vez la frase. Las razones por las que este mundo... ¿Qué mundo? Este está entre comillas, este mundo. Pues el mundo que se ofrece a los sentidos. El mundo de la vida. ¿Qué mundo? El mundo de la vida. ¿Qué es el mundo de la vida? El mundo de tu cuerpo, de tus instintos, de tu biología y de lo que se ofrece a tu cuerpo con los sentidos. Por tanto, los ríos, la hoja que cae en otoño, el mar que se mueve, el sol, la luna, todas las plantas, animales, cosas inertes, aparatos humanos, artefactos, el cuerpo y la mente del ser humano... Todo eso que está sometido al tiempo y por tanto al rigor de lo que nace, dura y muerte... Ese es el mundo de los sentidos. Es este mundo, lo que él llama este mundo. ¿Y qué ha hecho la filosofía? Claro, las razones por las que ha sido calificado de aparente... ¿Por qué ha sido calificado de aparente? ¿Por qué Platón llamaba aparente como el mundo del interior de la caverna, recordáis, de sombras? ¿Por qué Platón decía que no era el ser, el mundo de la corporidad? Porque era mutable, temporal, espacial, finito, irracional, relativo... Todo ese mundo, estas características son para el platonismo la señal de la irrealidad del mundo de la vida, de lo que se ofrece en la vida. ¿Vale? Fijaros lo que dice, las razones por las que este mundo ha sido calificado de aparente, ahora viene Nietzsche, fundamentan antes bien su realidad. Para Nietzsche es todo lo contrario, justo porque el mundo de lo corporal, el mundo de la vida está en el tiempo, en el espacio, cambia, es relativo y no está gobernado por la razón. ¡Justo! Eso es el test que te permite decir que algo es real. Si está fuera del tiempo será más bien una invención humana, como en cierto modo ocurre con Don Quijote, que no cambia con el tiempo porque es una invención. Tiene algo así como una esencia ideal formulada y construida por Cervantes y ya está. O como ocurre con el teorema de Pitágoras que es también según Nietzsche una invención humana y parece que está fuera del tiempo y el espacio. Porque justo aquello que está en el tiempo y en el espacio, estas características, el cambio, la temporalidad y la espacialidad son señales de la vida. Una idea bonita ¿eh? No sé qué os parece. Señales de la vida. En el cementerio no hay vida, no hay cambio. En el cementerio no hay cambio. Sin embargo en la vida sí hay cambio. El cambio, la temporalidad es un síntoma de realidad según Nietzsche. Por tanto fijaros, algo totalmente distinto a la filosofía anterior ¿no? Otra especie distinta dice Nietzsche en este texto, de realidad. Otra especie distinta a la realidad, al llamado mundo aparente, al mundo de la vida, es absurda, es indemostrable, es absolutamente indemostrable. Según Nietzsche, no sé si me estoy explicando al leer este texto de esta manera un poco leyendo e interpretando las dos cosas a la vez ¿no? El mundo inteligible de Platón, el cielo de santo Tomás, esa es una realidad indemostrable dice Nietzsche. Eso no se puede demostrar. No se puede demostrar que exija, perdón, que exista esa realidad distinta al de vivir ¿no? Segunda proposición, los signos distintivos que se le han dado al ser verdadero de las cosas. El ser verdadero, ¿cuál es el ser verdadero según Platón? Decidme. ¿Cuál es el ser verdadero según Platón? El ser verdadero según Platón era el alma ¿no? Bueno, en el caso de la persona sí, pero más básicamente desde el punto de vista más ontológico y principal, ¿lo has dicho antes? El bien. Era el mundo inteligible, el ser verdadero para Platón era el mundo inteligible y dentro del mundo inteligible lo que habéis dicho antes las esencias o ideas y es verdad que dentro de ellas pues la principal es la idea del bien. Entonces dice Nietzsche, pero claro, lo que los filósofos llaman el ser verdadero ¿veis qué tiene? Si tenéis el texto delante, ¿lo tenéis delante en el libro? Página 282. Veis que en la cuarta línea pone entrecomillado el ser verdadero de las cosas. Tienes el árbol que cambia, que nace, que vive, que pierde las hojas y que acaba muriendo y luego tienes, este es el árbol del mundo aparente, el árbol del mundo sensible ¿verdad? En la terminología de Platón pero luego tienes el árbol con mayúsculas que es la esencia de árbol o la idea de árbol. Esa es la auténtica realidad según Platón, es el ser verdadero y ¿qué signos distintivos tenía para Platón en ser verdadero? La esencia de árbol. Decidme alguna propiedad o característica de las ideas. ¿Alguna característica de las ideas de Platón? Sí, sí, de lo que él llamaba ideas y de las esencias que eran la auténtica realidad. ¿Alguna característica? Que eran no contingentes. Sí, eso es y con más palabras. Esa era una palabra atomista pero más palabras. No sé. Lo que tenéis aquí en el recuadro que tenéis también delante ahora. Son absolutas. Claro, la idea de árbol es una entidad absoluta no relativa, no depende de la percepción. Esa forma no depende de la percepción de las personas. La forma concreta parece que es relativa pero el árbol concreto parece que es un poco relativo, depende de otras entidades pero la esencia de árbol no. Es absoluta, es eterna, es inmutable, no cambia. Cambia el árbol concreto pero la esencia de árbol no cambia. Está fuera del tiempo y del espacio. Recordad estos atributos del mundo verdadero pero del ser verdadero en la terminología que encontramos aquí ahora en este texto. Pero estos signos, fijaros ahora cómo lo interpreta Nietzsche, son los signos distintivos del no ser, de la nada. Fijaros que es todo lo contrario. Para Nietzsche justo esto de que algo pueda ser atemporal y espacial y eterno es un signo de irrealidad, de que no real, que no es un ser, es el signo del no ser de la nada. La verdad que si te paras a pensarlo lo que Nietzsche quiere decir pues de que al final hay gente que está viviendo este mundo para pasar a otro mejor y se está comportando en este pensando en el siguiente, la verdad es que dices es un poco estúpido. En vez de vivir eso. Yo no me atrevería a utilizar esa palabra Marta pero Nietzsche igual sí se atrevería. Nietzsche sí porque por cierto a esta parte que vamos a desarrollar le llama él cómo filosofar a martillazos. Hay un conjunto de textos que tienen ese título. Cómo filosofar a martillazos para romper la concepción tradicional de las cosas. Entonces se podría dirigir a la línea de lo que tú estás diciendo. Hay personas que ponen el sentido de la vida en lo que está fuera de la vida, de lo inmutable, de lo eterno, de lo espacial pero para Nietzsche es ponerlo en una nada, depositar el sentido de la vida en una nada porque estos signos, la atemporalidad y la espacialidad son signos de irrealidad. Recordad lo que he dicho antes, te preguntas si algo es real bueno pues mira si cambia. Si cambia es real. Mira si está en el tiempo. Mira si es finito y es frágil y si tiene todas estas características es que es real. Si a ti te parece más bien que es atemporal y espacial e inmutable. Estás viviendo un amor que te parece que va a ser atemporal e inmutable que es eterno. Estás viviendo un amor eterno. Diría Nietzsche bueno espejismo son proyecciones de tu mente enamoradiza porque no hay nada que esté sometido a la fugacidad, al cambio. Es un espejismo eso de la eternidad. Si alguien te dice te voy a querer eternamente. Bueno pues Nietzsche te diría sospecha de esa afirmación. No sé de qué está hablando porque todo lo temporal está sometido también al devenir y al cambio. ¿Se va entendiendo el texto? Continúa el texto. Se ha construido el mundo verdadero a partir de la contradicción con el mundo real. ¿Veis aquí esta oposición? Es un pluralismo. Dice se ha construido el mundo verdadero frente al mundo real, el mundo aparente. El platonismo dice que el mundo verdadero es este, el que está constituido por lo atemporal o espacial e inmutable y que el mundo de lo temporal y de lo mutable no es real, es aparente. Nietzsche repito que va a hacer todo lo contrario. Si cogierais este esquema y quisierais saber cuál es el punto de vista de Nietzsche, pues Nietzsche tacharía el mundo verdadero y reivindicaría esto como lo fundamental. Esto es lo únicamente real. Dice ¿no? Se ha construido un mundo aparente de hecho pero mundo verdadero a partir de la contradicción con el mundo real. Hay gente que lo ha negado Marta y un poco por la razón que tú estabas ahí tal vez implícitamente suponiendo. Como la gente no puede soportar el cambio, la fugacidad, la contingencia, la gente se inventa un mundo eterno, un mundo no contingente. El mundo de lo religioso por ejemplo. Se ha construido un mundo real, un mundo aparente de hecho en cuanto no es más que una ilusión óptico-moral. Fijaros qué forma tiene Nietzsche, escribía muy bien, escribía muy bien, muy bien, fascina su escritura. Es un poco peligrosa porque como escribe también te puede seducir con la palabra en cosas que igual dichas con más objetividad dirías no, no, no, yo no puedo decir esto. Fijaros qué expresión tan majilla, decirlo de esta manera. Ilusión óptico-moral. ¿Qué es eso de ilusión óptico-moral? Pues es una acción de la mente que te lleva a inventarte una realidad. Una ilusión es una realidad inventada. Óptico-moral tiene que ver con una mirada, igual que tenemos ilusiones perceptuales como cuando vamos por la carretera en verano hacia Andalucía y allí a kilómetros nos parece que hay un charco en el firme, en el suelo. Parece que está ahí como agua, te acercas con el coche y evidentemente no hay agua, es solo una ilusión óptica, ¿verdad? Consecuencia del cuerpo, etcétera. Bueno pues también hay ilusiones, creaciones de nuestra mente pero consecuencia de disposiciones que tiene que ver con lo moral. Por eso le dan nombre óptico-moral o casi en su manera de entender las cosas tendríamos que decir óptico-inmoral. Como en los asuntos de la moralidad, del bien y del mal, de lo bueno y de lo malo, hay gente que no soporta el único mundo que hay, el de lo temporal y contingente, el mundo de lo contingente con este título que ha empezado a emplear ya Marta al principio de la clase. Como hay gente que no soporta vivir en el mundo de lo contingente entonces se inventa con su imaginación y con el apoyo también de su razón, se inventa un mundo distinto opuesto al mundo de lo contingente que lleva a tachar el mundo de lo contingente y a subrayar la realidad del único mundo inventado. Es un poco como don Quijote, don Quijote también tenía una deformación óptico-moral y veía gigantes en donde había molinos y veía a una bellísima Dulcinea en donde aunque luego cuando la percibió, si no recuerdo mal, cuando la vio de verdad se decepcionó. Pero él se inventaba, proyectaba en una mujer campesina el aspecto de belleza de una mujer ideal, proyectaba en los molinos gigantes con los que quería pelear. Él necesitaba para tener acciones heroicas y vivir como un caballero, necesitaba a una doncella de la que enamorarse y se inventa Dulcinea y necesita grandes empresas de combate. Se inventa a gigantes a partir de los simples molinos y esa figura de los gigantes acaba anulando a los molinos, acaba anulando la realidad. La realidad inventada acaba anulando a la única realidad que le tocó vivir a don Quijote. Bueno pues esto es lo que pasa también con la filosofía tradicional y con todo occidente que como consecuencia de una ilusión, fijaros qué título más bien tomado, una ilusión óptico-moral, una deformación de la mente consecuencia de una manera incorrecta de vivir lo bueno y lo real. Entonces como consecuencia de esta ilusión nos inventamos el mundo verdadero. Por favor si os toca comentar este párrafo, este texto tenéis que decir algo de qué es esto de la ilusión óptico-moral. ¿Me he explicado en cuanto a qué será eso de la ilusión óptico-moral? Sí Javier. Ves lo que quieres ver, en definitiva, lo que quieres ver pero no por una deformación de tus ojos o por las leyes de la óptica que te llevan a ver un palo rectorcido, un palo recto que metes en el agua parece que está torcido por una ilusión óptica consecuencia de la perspectiva y de las peculiaridades del agua, etcétera. Es una ilusión pero no de tus sentidos físicos sino de una disposición psicológico existencial como Don Quijote que tenía una disposición psicológico existencial de inventarse un trasmundo en donde él quería vivir con más o menos comodidad pero sí desde luego con heroísmo. Que es el mundo de los gigantes y de Dulcinea. Pues es lo que han hecho los metafísicos, que se han inventado a Dios, que se ha inventado el mundo inteligible porque no han podido soportar el único mundo real que es el mundo de Don Quijote. Tercera proposición. Inventar fábulas acerca de otro mundo distinto de éste como hace el cristiano o como hace Platón. No tiene sentido en modo alguno. Es absurdo, dice Nietzsche. No tiene ningún sentido. Presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia. Fijaros qué está diciendo que les pasó a Platón antes a Sócrates, después a santo Tomás y también a los propagandistas del cristianismo como San Pablo. Presuponiendo que no domina en nosotros un instinto de calumnia, de empequeñecimiento, de sospecha de la vida. Si sospechas de la vida en la línea marca de lo que habías dicho antes. Si tú sospechas de la vida, Nietzsche no sé si diría y eres imbécil, pero a veces se expresa con mucha viredad. Si sospechas de la vida y te quieres engañar respecto del rigor de la vida, entonces claro, acabarás inventando ese otro mundo verdadero, el mundo de los cielos y del mundo inteligible. Si en cambio sospechas de la vida, porque no crees en la vida y no soportas el rigor de vivir, en este último caso nos vengamos de la vida. Nos vengamos de la vida con la fantasmogonía de una vida distinta, de una vida mejor. Se me ha ocurrido el ejemplo de Don Quijote y la verdad que es muy oportuna, ¿eh? Porque es lo que le pasaba a Don Quijote. La vida que llevaba se le quedaba como pequeña. Él la vivía como con desagrado, parecía que no la aceptaba, ¿no? No estaba acomodado en su vivir concreto de hidalgo arruinado, ¿no? Y entonces como la vida que llevaba tal vez era una vida cotidiana, vulgar, aburrida, ¿no?, él se inventa otro mundo en donde pueda vivir lo que él podía interpretar como plenitud. La vida cotidiana no la vivía como una vida de plenitud, y al no vivirla así, entonces te vengas de la única vida que hay. Y bueno, te inventas otra que vaya a negar lo único que hay, ¿no? O es que Don Quijote da mucho, da para mucho, ¿eh? Da para mucho, da para mucho. De sospecha en este último caso nos vengamos de la vida con una fantasmogonía de una vida distinta, de una vida mejor, como esa que se inventa Don Quijote. Aunque al final tiene también desengaño de esa otra vida y las cosas cambian un poco al final del libro de Don Quijote, ¿no? Cuarta proposición. Dividir el mundo en un mundo verdadero y en un mundo aparente, como ha hecho el cristianismo y Platón, ¿verdad?, sea al modo del cristianismo, veis aquí ya directamente está hablando del cristianismo para señalar a la gente que hizo esta división, mundo verdadero y mundo aparente. Y no cita a Platón, pero está pensando también en Platón. Sea al modo de Kant, ¿ves? Aquí también incluiría a Kant porque Kant hablaba del mundo aparente con su terminología, le llamaba mundo fenoménico. Este es el título, mundo fenoménico. En el libro nos explica Kant. Yo me recibí un poquito a Kant. Es una pena que no se explicara, pero Kant va a creer, bueno, investigando el ejercicio de la razón en una obra muy importante, Crítica de la razón pura, va a creer que el único mundo que se puede conocer es el mundo que se ofrece a los sentidos, que se ofrece a la realidad ya sometida a lo que él llama categorías del entendimiento, formas a priori de la sensibilidad, estructuras del psiquismo, ¿no?, que organizan la experiencia. Bueno, es un poquito complicado desde el punto de vista de Kant, pero él distinguirá al mundo fenoménico, que es el mundo tal y como se nos muestra a los sentidos, de un mundo independiente de nuestros sentidos que podemos suponer que existe aunque no se pueda conocer con la ciencia y al que él le da el nombre de realidad no-huménica. Ese sería el mundo verdadero. Entonces Kant también defiende esta distinción y dice que es, en último extremo, dije con esta manera un poco malvada de hablar, ¿no?, un cristiano taimado, un cristiano que se esconde su condición de cristianismo cuando hace filosofía. Al menos santo Tomás era más directo, y santo Tomás sí decía de modo directo y claro que estaba hablando de Dios, ¿no?, en la suma teológica, en la suma principal. Kant en el fondo también habla de Dios y lo trascendente y del alma, ¿no?, pero encubriendo todo ese discurso que en el fondo es también un discurso de reivindicación de Dios en una terminología que, bueno, parece que en realidad no habla acerca de Dios. Es un cristiano taimado. Y ese mundo, mundo real, no es más que una sugestión de la decadencia, un síntoma de la vida descendente, ¿vale? Vida descendente y vida ascendente, ¿no? A partir de la Grecia Antigua, el mundo humano occidental ha caído cada vez, bueno, peor, más bajo, podríamos decir. No sé si es la expresión adecuada, ¿no?, pero está en decadencia. La crisis y decadencia de Occidente no viene a partir del Renacimiento o algo así, ni en la Edad Moderna, como algunos señalan, ¿no? No es la Edad Moderna el comienzo de la decadencia de Occidente. Para Nietzsche la cosa es más antigua. Comienza la decadencia con el inicio casi de la cultura occidental aquí, ¿no?, en el siglo V a.C., decadencia respecto del sentir más auténtico y fundamental que era el del griego antiguo de la época de Homero. Fijaros qué afirmaciones más curiosas y más interesantes. ¿Vale? Bueno, pues vamos a ver ahora entonces con un poquito más de detalle las críticas de Nietzsche. Por tanto, la filosofía negativa, por decirlo así, la crítica de la filosofía de Nietzsche a las grandes construcciones culturales que se resumen en estas afirmaciones que tenéis aquí. Luego tenéis un poco más en detalle, de que yo voy a recorrer con bastante rapidez, pero serían éstas, ¿verdad? Por ejemplo, en la metafísica por la invención del ser. La tradición occidental comienza señalando que el mundo es un cosmos, una totalidad ordenada, porque ella, la totalidad ordenada que llamamos cosmos, está traspasada de racionalidad, es racional. El ser es inmutable, racional y eterno. Y era lo que los pesocáticos llamaban Arcé, por ejemplo, y lo que en la terminología de Platón es el mundo verdadero. Pero esto es falso, porque para Nietzsche es todo lo contrario, como he dicho antes. El mundo es múltiple, cambio, finitud, es más un caos que un cosmos. Y todos esos conceptos de la metafísica tradicional platónicos como el de esencia, también el de alma, el de permanencia o aristotélicos como el concepto de sustancia, también el de esencia, otomistas como el concepto de Dios, el concepto de lo necesario frente a lo contingente, son en realidad ficciones, construcciones de la mente y consecuencia del platonismo. ¿De dónde viene el platonismo? Pues ya ha salido un poco, tiene un origen psicológico por un lado, es una consecuencia de espíritus débiles, de una forma de vivir en el tiempo sin aceptar el rigor del tiempo que fundamentalmente tiene la humanidad. Vaya se ha ido, ahora ha vuelto ya la imagen ¿Ha vuelto? Y también está el texto, ¿verdad?, en esquema. Si es que esto de tener que tocar la pizarra de vez en cuando se me olvida, qué cosa más tonta, que hay que tocar la pizarra electrónica esta para que no se vaya la conexión. Me había quedado aquí, me parece, los orígenes de la metafísica. ¿Cuáles son los orígenes de la metafísica occidental que ponen ser el inmutable? En lo necesario y no en lo contingente. Pues Nietzsche entiende que hay dos orígenes, uno psicológico y otro que tiene que ver con la gramática. El psicológico un poco ya ha salido, si resulta que psicológicamente uno es débil, no tiene la fuerza suficiente para aceptar el rigor del existir, en donde repito de modo terrible está la muerte, entonces como no tienes la fuerza suficiente para aceptar este rigor del existir, con todo lo que trae consigo la muerte, que hay muchísimas cosas, te inventas un trasmundo en donde no esté ese rasgo tan terrible. Te inventas un cielo, te inventas el mundo del espíritu y de la razón, que de alguna manera te puede proteger de lo que entiendes que es el mal, que es la muerte. Pero también hay una influencia, y esto es algo original de Nietzsche, de la gramática. Él cree que las lenguas occidentales, el griego, el latín, el alemán, el francés y el español tienen una estructura que favorece la concepción esencialista sustancialista de las cosas. La estructura básica es la estructura sujeto predicado, tiene también palabras o términos universales como los nombres comunes, la palabra árbol, la palabra hombre, los sustantivos abstractos, inteligencia, etcétera. Estos términos, el término humanidad, el término bien, el término hombre, el término verdad, el término árbol, son términos que favorecen, están en nuestro lenguaje y favorecen la creencia de que existe en el mundo algo a lo que se refiere el hombre, a lo que se refiere el concepto de hombre, quiero decir, a lo que se refiere el concepto de bien. Tiene que existir el bien con mayúsculas porque yo tengo, porque los seres humanos tenemos la palabra bien frente a las palabras que designan entidades individuales como los nombres propios. El nombre Platón o el nombre Nietzsche designa un individuo concreto y ¿a qué designa o a qué se refiere la palabra hombre? Ya no a un hombre concreto, sino, y esto es fácil de concluir que es así, sino que se refiere a la esencia hombre. Si hablamos además con esta escritura del sujeto predicado y decimos la mesa es verde, el hombre es un animal racional, ahí empleamos el verbo ser, que es el verbo principal, que nos lleva vinculando así al sujeto con el predicado a entender que por debajo de los predicados hay una realidad subyacente, que por debajo del ser blanco rectangular está el sujeto mesa, que se entiende como una sustancia. La concepción aristotélica sustancialista que entiende que hay realidades permanentes, esencias, sujeto de predicados, esta concepción que estaba en Aristóteles y está también por cierto en Descartes. Fijaros que Descartes no concluye diciendo hay pensamiento cuando descubre que hay una verdad fundamental, la verdad pienso lo que existo. No concluye hay pensamiento, investigando un poquito más concluye hay un ser que piensa, existe la res cogitans, la sustancia pensante, yo que piensa que soy una sustancia que puede tener el atributo del pensar. Toda esta manera de la metafísica tradicional, de hablar de entidades rígidas como son las sustancias, algo así como piedras ontológicas, son una consecuencia del estilo de nuestro lenguaje, de la estructura de nuestra gramática. Dice Nietzsche o la gramática en el lenguaje qué vieja hembra engañadora no podemos desembarazarnos de la idea de Dios hasta que no nos olvidemos de nuestra gramática. Algo así ¿no? No recuerdo literalmente la frase pero era algo así. En definitiva creemos en Dios aunque suena un poco raro ¿no? Creemos en Dios porque nuestro lenguaje sustancialista se inventa entidades permanentes y absolutas. Si tuviéramos un lenguaje muy distinto, un lenguaje más poético, un lenguaje adverbial o algo de ese estilo, impersonal como cuando decimos llueve o nieva ahí no hay como sustancia del llover o del nevar ¿no? Si dispusiéramos únicamente de términos que designaran realidades individuales tal vez ese lenguaje es imposible ¿no? Pero sería un lenguaje más adecuado para captar la realidad. Fijaros en este detalle ¿no? Que nuestro lenguaje habitual, que tiene sujeto predicado, términos universales etcétera ¿no? De aquí que Nietzsche sospeche del lenguaje bien estructurado, del lenguaje científico y objetivo, del lenguaje al modo tradicional de la filosofía. Y proponga un lenguaje distinto, un lenguaje metafórico, proponga la poesía. Su forma de escribir es más poético que racional ¿no? El libro más importante de Nietzsche, Así habló Zaratustra, es una especie de poema muy largo ¿no? En donde la metáfora, lo visual, la sugerencia es muy muy principal. El aforismo le encantaba a Nietzsche también. El lenguaje al modo de Heráclito ¿no? Que es el autor, el filósofo que casi más respeta Nietzsche. Si nuestra gramática se puede concluir así, si fuera distinta, nuestra concepción de la realidad también sería distinta ¿no? Y si vamos al conocimiento igual ¿no? Nietzsche va a estar en contra de la concepción tradicional de Nietzsche, perdón del conocimiento occidental ¿no? Por ejemplo, a partir de la edad moderna nos hemos inventado de Nietzsche una ciencia que descansa en la supuesta racionalidad del mundo. Descansa en la creencia de que las cosas ocurren por necesidad siguiendo leyes estrictas que son leyes naturales al modo como las propone Galileo o las propone Newton ¿no? Que defiende el valor de la matemática para dar cuenta de la realidad. Esta es la física matemática a partir de Galileo ¿no? En la que cree la modernidad. Viene Nietzsche y se pone muy lejos de todo esto, la posición de Nietzsche es contraria ¿no? Si queréis entender la posición de Nietzsche congeis la concepción tradicional y la negáis. La concepción tradicional defiende la racionalidad Nietzsche el carácter irracional del mundo. La concepción moderna defiende las matemáticas. Ya Platón hablaba de la objetividad de las matemáticas que estaban en el mundo inteligible, los objetos matemáticos no eran para él invenciones humanas pero para Nietzsche sí son invenciones humanas. En la vida, en la realidad concreta no existe el triángulo, los números, el triángulo no existe. Todos los triángulos que puedas ver y tocar y dibujar son triángulos imperfectos, no son líneas rectas, las líneas rectas no existen. Es una línea que tiene todos los puntos en la misma dirección. Si acercas la lupa verás que lo que llamas triángulo no está cerrado, formado por tres líneas rectas en que cierran una figura. Si miras con detalle podrás observar en esa mirada minuciosa que lo geométrico puro no existe porque lo geométrico puro es una invención humana ¿no? Las matemáticas además prescinden de la dimensión cualitativa de lo real, de su riqueza y de su pluralidad. Es uno de los grandes errores ¿no? Pensaba Nietzsche. Aunque hubo un momento también en su filosofía en donde se suele decir que parece que él sí pues apoya el ideal ilustrado de la ciencia, bueno pero en lo fundamental él va a tener una actitud crítica respecto de la ciencia. Igual que respecto de la epistemología, la epistemología tradicional creía en los conceptos, creía en la lógica, en las leyes lógicas, en la objetividad del conocimiento, en la primacia de la razón, en lo que entendemos por logos. Logos es todo esto. Habíamos dicho que los griegos descubren el logos existente en el mundo y en el interior del alma humana ¿no? Y hablan del hombre como el animal racional ¿no? Decía Aristóteles. Bueno pues todo esto es falso según Nietzsche, fijaros qué tesis tan tremenda ¿no? Los conceptos, es verdad que tenemos conceptos, pero el concepto de mesa, el concepto de árbol puede ser bueno algo adecuado para representar más o menos adecuado para representar la realidad. Esto es lo que pensaba la idea tradicional, que era adecuado, pero ahora vemos que Nietzsche lo va a negar. Puede ser más que adecuado un poco útil como una especie de palabra comodín para referirte a los múltiples y millones de árboles distintos que existen ¿no? Pero no es totalmente adecuado porque el concepto de árbol no rescata la individualidad concreta de cada árbol. El concepto de hombre no rescata lo peculiar de Sócrates y que le distingue de Nietzsche o de Santo Tomás o de Aristóteles. La palabra Sócrates un poco sí quiere designar lo que tiene de propio cada individuo, en este caso un hombre concreto. Hay que sospechar de los conceptos. Son etiquetas que pueden tener una cierta utilidad para desenvolverse en la vida ¿no? Pero no hay que creer a pie juntillas en ellas porque acaban siempre deformando la riqueza enorme que hay en las realidades concretas ¿vale? La lógica tampoco es algo objetivo, el conocimiento no es objetivo, es más bien subjetivo ¿no? Nietzsche defiende el perspectivismo como luego lo hará nuestro filósofo Ortega y Gasset. Todo conocimiento es interpretación del mundo y depende de qué, del punto de vista vital, la perspectiva vital del sujeto que le alcanza ¿vale? Del punto de vista vital. El mundo es irracional porque las leyes lógicas son invenciones humanas ¿vale? Fijaros qué punto de vista. En el mundo antiguo había algo un poco parecido en Protágoras, que defendía también el relativismo. Esto es lo que nos vamos a encontrar en Nietzsche. Incluso fijaros respecto de la verdad cartesiana tan importante, pienso luego existo. Ahí Nietzsche también se metería. No tengo tiempo de leeros textos ¿no? Si queréis en mi página web en donde he expuesto también la filosofía de Nietzsche podréis encontrar textos. Por ejemplo al ver el perspectivismo de Nietzsche los podéis encontrar ahí también ¿no? Y hay textos muy interesantes, muy bien escritos como siempre, escribe muy bien en donde Nietzsche se mete con Descartes y el descubrimiento del cogito, señalando que en realidad todo es interpretación. Todo es interpretación. No hay datos puros. Descartes cree que su mente es transparente. Que es transparente a la mirada cuando la mirada mira hacia adentro, se mira la conciencia a sí misma y en esa transparencia, porque es un medio transparente la introspección y la mirada hacia el interior ¿no? Pues puede describir lo que objetivamente ve. ¿Y qué es lo que objetivamente ve? Pues que está pensando, que está recordando, que está deseando. El cogito es transparente a sí mismo ¿no? Según Descartes. Viene Nietzsche y va a decir no, no es transparente a sí mismo porque nos podemos engañar. Por cierto a Freud le gustaba Nietzsche. Hay una afinidad muy interesante entre estos dos autores Nietzsche y Freud ¿no? Y en este punto ahí claramente Freud va a decir para nada el sujeto es transparente a sí mismo. Nos estamos engañando continuamente. Nos miramos hacia adentro y cuando hacemos una descripción de lo que vemos, es una descripción interesada. Es una descripción que traiciona la realidad que de verdad, de verdad, subyace nuestro interior que es básicamente inconsciente. Según Freud y por cierto también según Nietzsche. Entonces dirá Nietzsche que todo es punto de vista y que lo que vale es el perspectivismo. Tampoco, bueno, está Nietzsche a favor de la razón para nada ¿no? La razón no se puede justificar a sí misma. Es una defensa que se hace desde algo que está fuera de la razón y en definitiva desde la fe. Además también en el ser humano hay otras dimensiones más principales que la razón. Por ejemplo, la imaginación y los instintos. Hortela Gasset va a decir algo un poco parecido, menos radical que lo que encontramos aquí ¿no? Y es un aspecto superfluo de la vida ¿no? Aparece de modo tardío en la historia del hombre ¿no? Pues en los últimos milenios podríamos decir pero no antes ¿no? Para nada. Aunque, bueno, la objetividad de la razón se ha tenido éxito esta creencia pues por la utilidad ¿no? Porque la convicción de que la razón tiene un valor objetivo pues permite el control de la realidad como pasa con la ciencia y la tecnología ¿no? Y luego porque es expresión de ese sentimiento decadente ¿no? De negación de la auténtica realidad. En esta misma línea de decadencia se encuentra la religión cristiana. Una religión que Nietzsche criticó. Nietzsche no estaba a favor, pero no estaba en contra de toda forma de religiosidad ¿eh? Esto hay que matizarlo. A él le parece que toda religión es falsa siempre. La religión es una experiencia de algo falso. Pero hay algunas religiones más falsas que otras. La religión politeísta griega es más verdadera que la religión monoteísta. Dirá Nietzsche, monotonoteísta cristiana ¿no? ¿Por qué? Porque la religión politeísta aunque habla de Dios es por tanto de algo irreal ¿no? Ese hablar en plural de varias realidades divinas intenta recoger un poco más y mejor la pluralidad de lo que hay. Es algo más fiel a la vida, a la diferencia entre las categorías de la vida, las dimensiones de la vida y las entidades que componen la vida. Es más verdadera en la religión politeísta que en la religión cristiana ¿vale? El punto de partida de Nietzsche es el ateísmo ¿de acuerdo? Aquí está lo que os decía, no todas formas de religiosidad son iguales. Nietzsche critica al monotonoteísmo, al monoteísmo del cristianismo. La filosofía cristiana es continuación de la filosofía de Platón. Es filosofía contada de manera sencilla y propuesta con afanes de divulgación ¿no? De prosiletismo ¿no? Será platonismo para el pueblo. Acepta la metafísica platónica de un mundo verdadero, perfecto, imutable, de algo que está más allá de la vida pero le da un tono más propio. Allí, en el caso del cristianismo, lo absoluto tiene el aspecto de persona. Lo absoluto tiene carácter personal para el cristianismo. Esto es fundamental. Al tener carácter personal, es Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo pero tiene carácter personal, dispone de conocimiento y de voluntad y de moralidad y provee al ser humano ¿no? Ya recordaréis esto es fundamental en el cristianismo. El carácter providente de Dios ¿no? Dios incluso ese afán de protección de la vida humana se muestra en lo más radical que Dios hizo, que fue encarnarse y vivir como hombre y morir en la cruz, en la figura de Jesús ¿no? Que también es Dios ¿no? Bueno tiene naturalmente diferencias el punto de vista del cristianismo respecto del punto de vista de Platón pero viene a ser en realidad como lo mismo ¿no? La invención de un mundo verdadero e inmutable frente al único mundo que es el mundo de lo contingente ¿no? El cristianismo además termina con la moral aristocrática frente a la moral de los esclavos. La moral aristocrática que destaca la excelencia, la singularidad, el valor del heroísmo y de la fuerza que era típica del mundo griego pues se critica para destacar más bien el valor de la igualdad, de la debilidad, de la compasión, de lo mediocre y de la pobreza. La moral de los esclavos ¿no? A la que se añade también dos ideas nefastas según Nietzsche que son la idea de pecado y la idea de culpa ¿no? Todo esto, esta moral de los esclavos contraria a la moral del heroísmo será criticado por Nietzsche ¿no? Y bueno propondrá una moral alternativa que será la moral del superhombre. La superación del cristianismo y la muerte de Dios es absolutamente necesaria ¿eh? Es necesaria, es indispensable la muerte de Dios que ya está ocurriendo, está ocurriendo la muerte de Dios y es necesaria para que podamos hacer de nuevo una reivindicación de la vida en términos más sanos, en términos desde la fortaleza del vivir y no desde la decadencia del vivir. La inocencia del devenir y lo contingente tiene como punto de partida la muerte de Dios como veremos ya el próximo día ¿no? Bueno y por cierto que hay que fijarse cómo las críticas de Nietzsche se refieren al cristianismo entendido al modo habitual, a la religión oficial ¿no? Que bueno según Nietzsche descansa más que en la figura de Jesús, en la figura de San Pablo ¿no? Que defendió ya lo que él llamaba, Nietzsche llamaba ciencia natural cristiana con toda una teología, una antropología también dualista, una teología y concepción metafísica dualista y una antropología dualista que ya claramente habla del alma como algo opuesto al cuerpo. Sin embargo Nietzsche no es totalmente crítico de la figura de Jesús, no tenemos tiempo para leer textos al respecto ¿no? Pero él no es totalmente contraer a la figura de Jesús y veía en él una especie de pacifista como he puesto aquí pacifista radical ¿no? Que buscaba principalmente mantenerse libre de las injerencias del exterior, en las injerencias de la opinión común y de las injerencias del estado ¿no? Y por ser una mente libre, una mente totalmente libre guiada por la propia conciencia, la conciencia individual que le quería guiar en cuanto a lo que es justo y verdadero pues fue perseguido por sus conciudadanos ¿no? Por la gente de su época quiero decir y también por el estado ¿no? Y fue muerto ¿no? Entonces hay una lectura posible de la figura de Jesús que haría legítima cierta forma de cristianismo, muy distinto al cristianismo habitual ¿no? Que domina en España, en Francia y que ha dominado en Occidente. Bueno pues lo dejamos aquí el próximo día leeremos un texto fundamental que es el texto de la muerte de Dios y yo en la primera parte pues me tocará contar rápidamente el resto de la filosofía de Nietzsche. Fijaros qué barbaridad contar el resto de la filosofía de Nietzsche en media hora ¿no? Para tener una hora también para Ortega y Gasset ¿vale? Entonces lo tenemos que dejar aquí. Seguid leyendo todo lo que podáis, principalmente lo que queda de Nietzsche y Ortega y Gasset y María Zambrano también si queréis ¿de acuerdo? Vale Javier. Bueno y ánimo por los textos también ¿eh? A ver si os animáis a trabajar con ellos ¿vale? Javier, entiendo que la clase será otro día ¿no? El 15. Que fiesta ¿no? Sí, sí el 15 sí tenemos clase. Ah ¿tenemos clase? Sí, es fiesta en Madrid capital. Ah vale, es verdad. Calla, calla. Es verdad, es verdad. Cierto, cierto. Pero sí tenemos clase ¿eh? Javier, yo tengo una pregunta. Es que bueno, yo tenía entendido por la información que había de la asignatura que la nota que sacabas era la media entre el examen que hacías en enero y el examen que hacías en febrero, o sea el examen que haces ahora en mayo independientemente, o sea no, sacando un 5 en este pero creo que me he enterado que es que independientemente de la nota que saques ahora te hace media con la de enero. Sí, bueno para que te haga media has tenido que aprobar el examen de febrero, de enero. Eso sí que es sentido. Sí, pero no es demás. Y si lo has aprobado entonces te hace media. Pero no te aprobó en mayo quiero decir. Si yo ahora por ejemplo imagínate sacara un 2.25 en el de mayo me haría media con el de enero y sacaría un 5. Bueno no sé, en ese caso no, no sé, no sé. Sí, lo que dice. La teoría del arte es así. No sé si lo tendría que asegurar bien, no sé si habría un mínimo. Uy me pillas ahí eh, porque no sé si habría un mínimo. En que como te puedes presentar solo a uno de los exámenes o sea presentarte en junio o sea en mayo a toda la asignatura el hecho de hacerlo partido no implica que tengas que sacar más de un 5 en total. Igual que si te presentas solo una vez a hacer el total. Ya, ya, ya, desde luego te puedes presentar al total y ahí tendrías la nota del total. Pero si ya tienes un parcial aprobado y suspendes este buf, buf, buf no me atrevo a asegurártelo eh. Suena muy razonable lo que dices pero no me atrevo a asegurártelo. Lo confirmo y te lo contesto inmediatamente. Vale, genial. A ver. Te lo contesto inmediatamente. Muy bien, sacaste una nota excelente desde luego en el anterior examen. Y no me fue mal ese examen ¿no? No, no, estuvo muy bien. Vale, bueno pues lo dejamos aquí y contesto, consulto esto también ¿vale? De acuerdo. Muy bien. Buenas semanas. Que tengáis muy buena semana. Igualmente. Adiós.