Bueno, buenas tardes y bienvenidas. Buenas tardes, bienvenidos todos los que estáis ahí al otro lado de la pantalla en directo. La persona que ha venido presencial y bueno, va a haber también mucha gente que ha pedido ver los vídeos en diferido. Entonces, bueno, pues todas seáis bienvenidas, bienvenidos a este seminario que hemos titulado Lecturas de Arrida, la literatura del perdón. Y que es un seminario que está ligado a la asignatura del máster Lecturas de Arrida, del máster en filosofía. Y que bueno, es en realidad el segundo seminario que imparto sobre esta temática, la temática del perdón. Y bueno, no se me puede olvidar dar las gracias a la profesora de esta asignatura de Lecturas de Arrida, la profesora titular, yo soy profesora. Soy profesora invitada en la UNED y soy profesora de la Universidad de Deusto. Cristina Rodríguez, que es la titular de la asignatura, me ha invitado a participar en Lecturas de Arrida y me ha dado la oportunidad, ha confiado en mí para conducir estos seminarios. Entonces, como os comentaba, el curso pasado impartí un seminario sobre la temática, la temática del perdón, que bueno, tomaba la noción de perdón como uno de los conceptos ético-políticos claves en Arrida. Pero lo hacíamos, o sea, tomábamos esta noción de un modo bastante general, bastante amplio, panorámico, con una idea más de que fuese... Por un lado explicativo, que sirviese como una vía de entrada también al pensamiento de Arridiano y también de un modo contextualizado, ¿verdad? O sea, refiriéndonos también a los contextos éticos-políticos en los que De Arrida inscribía en la discusión sobre el perdón y también como su actualidad, su problemática actual. Entonces, algunas de las palabras claves que vinculábamos... A cómo De Arrida definía el perdón era la incondicionalidad, la imposibilidad, lo incalculable, lo aneconómico. Porque lo que De Arrida nos proponía pensar no era un perdón sujeto a condiciones, un perdón, digamos, que se medía. Que se medía con lo posible, que se daba dentro de una transacción, que se pensaba en vistas a una utilidad, en vistas también a un razonamiento que De Arrida planteaba como necesario, pero aún restringido respecto a lo que la noción de perdón en su mayor gravedad, en su mayor rigor, profundidad y radicalidad nos podía conducir a pensar. Y era que el perdón, para ser perdón, para poder señalar como a esa gran profundidad de la noción de perdón, tenía que haberselos con lo imperdonable. Perdonar no puede significar simplemente perdonar lo que es perdonable. Si algo es perdonable, entonces no requiere del perdón, sino que el perdón en su verdadera profundidad tenía que ser un perdón de lo imperdonable. Pero perdonar lo imperdonable... Lo imperdonable, como un razonamiento lógico puede deducir, es hacer lo imposible. Entonces, ¿qué es lo que nos plantea De Arrida a partir de este perdón de lo imperdonable? Es empezar a pensar lo imposible, le vuelvo a decir otra vez esta serie de palabras que nos encontramos continuamente, empezar a pensar lo imposible, lo incondicional, no lo condicionado, te perdono para... Con una finalidad, con un objeto, pues con finalidades tan, podemos pensar, tan socialmente necesarias como pueda ser un proceso de reconciliación, una reconstrucción, como se dice a veces, social. No, sino un perdón que no será teniendo en pistas aquello que se consigue, sino un perdón que tendría que ser absoluto, incondicional, sin condiciones, o sin aquellas condiciones que De Arrida definía como tan apegadas al perdón como podía ser la confesión, el arrepentimiento. Un perdón, entonces, que sería incondicional, que sería imposible, que sería de algún modo también incalculable y que sería aneconómico, entendiendo por aneconómico aquello que escapa a la economía, no solamente a la transacción de bienes, también a esa lógica del intercambio por la cual pensamos que las relaciones sociales tienen que medirse en una cierta reciprocidad y simetría. Ese perdón también señalaba a un modo de relación que no tenía por qué ser simétrica, que no tenía por qué ser pensada desde la reciprocidad. Entonces, este pensamiento de De Arrida que tenía como axioma, como frase central, perdonar lo imperdonable, nos conducía a pensar de qué modo lo posible, lo condicionado, el cálculo o la economía, tenían que estar necesariamente también atravesadas por aquello que los sería, que sería de nuevo lo incondicional, lo imposible, lo incalculable, lo aneconómico. Será un poco como el marco, sé que todavía quizá, un poco confuso para quien quizá escuche esto por primera vez y no tenga como lecturas previas o no ubique este razonamiento con argumentos más extensos, más contextualizado, quizá puede sonar, desubicar un poco. Pero bueno, vamos a tratar de... de ubicarlo. Lo cierto es que en este seminario yo os remito a los enlaces del seminario anterior que están disponibles y donde esto que acabo de señalar, luego voy a dar alguna pincelada, alguna contextualización más sobre esta cuestión del perdón. Pero bueno, en este seminario, que es de dos sesiones, o sea que nos vamos a encontrar hoy y el viernes que viene, lo que vamos a trabajar es el tema de la literatura y de cómo el perdón de vida lo relaciona con la literatura. Es decir, la relación entre literatura-perdón, perdón-literatura y así como de una manera un poco programática para ver qué es lo que vamos a trabajar hoy y lo que vamos a trabajar el próximo día. Yo lo que diría, lo que también os propongo ver y como os propongo trabajar, es ver cómo Derrida, digamos, se refiere a la literatura cuando está trabajando el tema del perdón. O sea, he tratado un poco de ubicar qué es lo que Derrida entiende por perdón. Entonces, ahora lo que se trataría de ver es qué hace, o sea, en qué momento la literatura aparece cuando Derrida habla del perdón. Entonces, yo diría que una primera forma que vamos a ver es aquella en la que Derrida acude a la literatura como archivo, como fuente, como un corpus. Un corpus. Entre otros, donde Derrida va a analizar de qué modo se caracteriza el perdón. Cómo aparece, cuáles son sus lógicas, cuáles son sus condicionantes, cuáles son sus leyes y de ese modo nos vamos a encontrar hoy en concreto. Vamos a ver el caso del mercader de Venecia. Nos vamos a encontrar con fuentes literarias. Donde Derrida, por ejemplo, en el caso del mercader de Venecia, va a decir que es un verdadero tratado sobre el perdón. Y lo va a tratar como tal, como un tratado, como un documento donde podemos ver cómo se caracteriza, cuál es la concepción o una de las concepciones del perdón. Y sobre todo donde va a analizar, digamos, como su lógica, su... Es decir, así como su mecanismo, cómo se articula el perdón. En el caso del mercader de Venecia, pues específicamente con la cuestión de la soberanía. Otra manera en la que me parece que Derrida aborda la cuestión de la literatura relacionada con el perdón y que va a ser también algo que vamos a trabajar hoy es ese momento, en el que Derrida va a relacionar de manera esencial la literatura y el perdón. Va a decir que el origen de la literatura se encuentra en el origen de la literatura a una petición de perdón. Como si la literatura procediera del perdón. Su, digamos, como... Su... Su filiación, su origen, remite a una escena de perdón. Eso es lo que hoy vamos a ver. Y lo que vamos a ver en la próxima sesión es otra relación con la literatura. En este caso, quizá no solo con la literatura, que digamos sería como algo más específico, sino con la escritura en general. Lo va a analizar a través de textos que pertenecen a la literatura, cuasi literarios, porque están más bien en el ámbito de la confesión. Entonces, en ese lugar intermedio entre lo literario y lo que no obedecería a la literatura. En un lugar un poco liminal entre las dos. Y ahí... Y lo que vamos a ver el próximo día es cómo el texto, el proceso de escritura y quizá en algunos casos también el proceso de ficcionalización, de algún modo pone en marcha una suerte de mecanismo, de mecanicidad del texto que implica la posibilidad de una petición de perdón. Como si en el texto se pusiese en marcha un mecanismo con cierta automaticidad y autonomía que implicase también una lógica del perdón. Esto lo vamos a ver el próximo día. Entonces, ¿cómo? Como os digo, habría como quizá esos tres modos en los que la literatura aparece cuando Derrida analiza la cuestión del perdón. Entonces, ¿cuáles van a ser nuestros textos de referencia donde Derrida analiza el perdón? Pues los textos de referencia van a ser, a ver si, es que no sé dónde tengo que apuntar para que se vea y no me... No me veo justo en directo porque va con unos segundos de retardo. Entonces, no sé si habéis llegado a ver el libro que he intentado mostrar. Bueno, da igual. Nuestros textos de referencia van a ser sobre todo los dos volúmenes publicados en 2019 y en 2020, es decir, bastante recientes, titulados Le Pagdouc et Le Pardon. O sea, todavía están... No se han publicado, no se ha publicado la traducción. Que corresponden a dos cursos que impartió Derrida, el primero en 1997-98, el segundo en 98-99, en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales en París, y donde, bueno, pues trabajó precisamente la cuestión del perdón y del perjuicio. Estos dos cursos, en realidad, formaban parte de un ciclo mucho más amplio de seminarios que Derrida tituló todos ellos bajo el nombre de Cuestiones de Responsabilidad y que fueron unos seminarios que inició en 1991 y que llegaron hasta 2003. Derrida... Murió en 2004, es decir, que se interrumpieron por la muerte de Derrida. Entonces, lo interesante... Bueno, hay muchas cosas interesantes en estos cursos. Una de las cosas interesantes es que Derrida se propone analizar la cuestión de la responsabilidad desde problemáticas actuales, trasladándolas a cuatro... ámbitos, o mirándolas como desde cuatro perspectivas, la perspectiva filosófica, la perspectiva ética, la perspectiva política y la perspectiva jurídica. Bueno, él enumera esas cuatro dimensiones, quizás son las principales, no faltan nunca en las diferentes temáticas que él va abordando. Incluso, quizás podrían sumarse más perspectivas a estas. Entonces, por orden, para que podáis... haceros un poco una idea de cuáles fueron esos temas que Derrida consideraba de gran actualidad, porque los... Yo creo que más que porque fuesen de actualidad, porque Derrida los actualizaba, fueron en este orden el secreto, después el testimonio, después la hospitalidad, después el que nos ocupa del perjuro y el perdón, a este le siguió la pena de muerte, y el último fue el de la soberanía y la animalidad, que tituló con el título de la bestia y el soberano. Entonces, lo que nos encontramos en estos seminarios es un trabajo enorme, inmenso, sobre estas nociones, donde vemos que Derrida trabaja con textos de muy diversa índole, con referencias filosóficas, normalmente a textos muy canónicos, pero también quizá a textos considerados menores, referencias literarias, textos bíblicos, jurídicos, notas de prensa, lee constituciones, diarios, testimonios, no es que Derrida recoja testimonios, sino que lee libros o notas, donde aparecen testimonios, y todo eso constituye como los elementos de su taller de trabajo que son estos seminarios. Y de alguna manera lo que consigue tomando estas nociones, que en principio no son nociones demasiado originales, secretos, testimonios, vitalidad, perdón, lo que hace es que tomen una perspectiva totalmente renovada, porque de algún modo me parece que hace que esos fundamentos se replanteen. Como por ejemplo hemos podido ver con el caso del perdón desde una proposición ya inicial tan inquietante como el perdón solo puede ser de lo imperdonable. O sea que lo imperdonable, lejos de ser aquello que limita y que impide el perdón, es su única posibilidad. Claro, eso que Derrida dice así en realidad responde a un contexto muy concreto. En la segunda mitad del siglo XX nos encontramos a grandes pensadores que han planteado que tras, por ejemplo, el holocausto el perdón era imposible, que el holocausto era lo imperdonable. Y que la historia del perdón llegaba ahí a su fin. Entonces Derrida planteando esto de algún modo es como que renueva este pensamiento sobre el perdón y replantea también sus fundamentos. Entonces lo que voy a hacer es voy a leer una pequeña presentación que hace Derrida de este curso, del curso de El perjurio y el perdón donde me parece que es interesante como Derrida, porque esto es como una presentación que hace Derrida, yo creo que es previa al desarrollo del seminario. Cuando leemos los dos volúmenes sobre El perjurio y el perdón nos encontramos que la noción clave muy evidentemente es la del perdón. Sin embargo en esta presentación parece que la noción clave es la del perjurio y que es a partir de una reflexión sobre lo que es el perjurio y sobre las implicaciones del perjurio se llegase al perdón. No es que el perjurio parezca estar fuera en este libro sino que cuando lo leemos sí que tiene como un lugar un poco más subyacente. En cambio aquí en esta presentación vemos que toma un lugar más primero casi en un orden parece como si lo primero a elaborar hubiese sido la problemática del perjurio. El perjurio para Derrida lo voy a decir ahora aquí más o menos se va a entender para Derrida el perjurio sería aquello que señala a todo mal. El perdón se ocupa del mal cometido lo que se perdona sería en términos un poco grandilocuentes sería el mal en realidad esta alusión al mal tiene que ver con una noción kantiana que es la del mal radical no estaríamos hablando de un mal menor de cualquier tipo de daño fácilmente borrable sino que estamos hablando como de un mal irreparable por eso también estamos en la dimensión de lo que sería lo imperdonable porque también sería eso que sería irreparable imborrable entonces lo que va a decir Derrida sobre el perjurio es que todo mal en realidad implica un perjurio ¿Por qué? Porque el perjurio en su definición más corriente sería el faltar a una promesa faltar a un juramento tú perjuras cuando mientes o cuando traicionas entonces lo que va a decir Derrida es que cada vez que se comete un mal en realidad lo que se está haciendo es traicionar una promesa incluso aunque ese mal sea un crimen de sangre aunque sea un asesinato digamos que de algún modo se estaría traicionando y el contrato te dice que no matarás entonces por eso esta noción de perjurio es para Derrida tan amplia porque aborda digamos todo lo que toda forma de mal toda forma de perjurio entonces voy a leerla la voy a traducir sobre la marcha para ver cómo Derrida presenta este curso dice hemos continuado el ciclo de investigaciones que comenzamos los años anteriores sobre problemáticas actuales filosóficas, éticas, jurídicas o políticas del concepto de responsabilidad después de haber privilegiado como hilo conductor los temas del secreto del testimonio y de la hospitalidad trataremos de elaborar la problemática del perjurio esta temática concierne a cierta experiencia del mal de la maleficencia, de la mala fe cuando esta negatividad toma la forma del renegamiento, del renegar de algo respecto a la garantía o al compromiso performativo ante la ley que dice Derrida entre paréntesis promesa, fe jurada palabra dada, palabra de honor, juramento pacto, contrato, alianza deuda, etcétera diversas formas de traición perjurio, infidelidad renegamiento, falso testimonio mentira, promesa no mantenida profanación, sacrilegio blasfemia, etcétera son estudiados como campos diferentes ética, antropología, derecho y a partir de corpus diversos exegéticos, filosóficos o literarios, por ejemplo hemos tratado de ligar estas cuestiones del mal a aquella del perdón si el perdón no es la excusa ni el olvido ni la amnistía, ni la prescripción ni la gracia política si su posibilidad no se mide paradójicamente más que a lo imperdonable cómo pensar la posibilidad de esta imposibilidad la trayectoria trazada este año pasará también entonces por las lecturas las obras de Jankelevitz sobre el perdón y lo imprescriptible textos de Kant sobre el derecho de gracia, textos bíblicos o griegos, platónicos en particular, obras en apariencia más literaria Shakespeare, El mercader de Venecia o Hamlet Kierkegaard, Baudelaire, Kafka tanto por todas esas lecturas como también por el análisis de algunas escenas de perdón o de arrepentimiento político que se multiplican hoy en el mundo, en Francia o en África del Sur pero también en todos los continentes vale esto a lo que se refiere para acabar de las escenas de perdón y arrepentimiento, Francia y África del Sur esto lo vimos un poquito el año pascual entonces también de nuevo a ese seminario para tener un contexto mayor entonces, como decíamos la aporía central del seminario de este seminario sobre sobre el perjurio y el perdón porque se trata de una aporía aporía es un término muy derridiano que significaría algo así como una paradoja irresoluble entonces es la siguiente para que haya perdón se debe perdonar lo imperdonable si aquello que pide ser perdonado se puede perdonar si es perdonable entonces eso no es del orden de lo que apela el perdón el perdón es entonces imposible y esa imposibilidad es la que le interesa a Derrida pensar esa imposibilidad no es simplemente que no se pueda realizar sino que es como lo imposible se va a presentar casi como una suerte de exigencia como una dimensión imprescindible en todo lo posible voy a leer otra cita de Derrida que no es del seminario es de un artículo que Derrida dedica a Sarah Kaufman y que como en realidad introduce la cuestión del perdón es una cita muy buena porque de manera muy condensada Derrida explica esta idea de la imposibilidad del perdón y dice así la imposibilidad del perdón se da a pensar como siendo en realidad su única posibilidad porque el perdón es imposible no difícil por mil razones psicológicas sino absolutamente imposible simplemente porque lo que hay que perdonar debe ser y permanecer imperdonable si el perdón es posible si hay perdón debe perdonar lo imperdonable esa es la aporía lógica si no se tuviese que perdonar más que aquello que es perdonable incluso excusable venial como se dice o insignificante no se perdonaría se excusaría, se olvidaría se borraría no se concedería su perdón para perdonar hay que perdonar entonces lo imperdonable pero lo imperdonable permanece imperdonable no falta que haga la prueba de su propia imposibilidad perdonando lo imperdonable bueno el curso pasado veíamos también que esta cuestión del perdón en realidad ponía en marcha una lógica que ya encontrábamos en otras nociones de Derrida como por ejemplo aunque no es un ejemplo entre otros quizá es una noción de las más importantes en Derrida como es la de la justicia Derrida cuando piensa la justicia la separa del derecho la justicia es para Derrida una dimensión que no obedece a lo que se puede circunscribir a un momento de la circunsticia sino que tiene una dimensión infinita lo mismo que también ocurre cuando habla de la hospitalidad otro término que tampoco Derrida quiere tratarlo en su sentido restringido es decir una hospitalidad que solamente es hospitalaria hasta cierto punto la hospitalidad como la justicia exige en su propia noción una hospitalidad sin medida ¿pero esto qué significaría? significaría no poder hacer la diferencia entre amigo o enemigo entre conocido y desconocido significaría acoger antes de poder conocer a quien viene dejando la frontera absolutamente abierta Derrida como todas estas nociones las va a pensar en su lógica condicionada es decir desde nuestras propias posibilidades desde sus condiciones reales y desde esta absoluta incondicionalidad siempre nos va a mostrar la necesidad de que esa justicia pase por el derecho de que esa hospitalidad pase por una cierta restricción necesaria pero también nos va a mostrar la exigencia de que esa restricción esté atravesada y cuente con lo incontable una justicia que nunca se va a agotar en sí misma y en el acto de hacer justicia y una hospitalidad que tienen que tener en cuenta que está siendo restrictiva y por lo tanto contar va a decir Derrida hay que contar con lo incontable hay otra noción que también obedece y que es muy cercana a la del perdón y que es la del don se puede pensar que en realidad son muy cercanas porque el perdón también se da y de algún modo es un don entonces explicar la lógica del don es también acercarnos a comprender la lógica del perdón y que nos dice Derrida sobre la cuestión del don en el curso pasado pero bueno principalmente lo que nos está remitiendo es que al don si lo miramos en lo riguroso de su noción debería ser aquello que rompe con el círculo económico del intercambio para que yo done verdaderamente tengo que dar sin esperar nada a cambio en el momento en que hay intercambio entonces ya no hay don lo que va a mostrar Derrida de un modo muy argumentado es que ese supuesto no retorno es imposible porque no basta solo con que no haya un retorno material que yo dé algo y se me retorne en forma de otro bien de un servicio sino que también ese retorno puede ser simbólico y por ejemplo si doy y hay un agradecimiento eso también es una forma de intercambio si se me reconoce en el momento en que doy y por lo tanto se me reconoce como una persona generosa también ahí habría un modo de retribución va a decir Derrida que incluso desde el momento en que hay intención de donar ya hay ese esa lógica de la retribución que se pone en marcha entonces realmente el don sería impensable fuera de ese círculo ese círculo económico al que sin embargo su noción la noción de don exige pensar entonces lo que Derrida traslada esta lógica del don a la lógica del perdón y nos muestra de qué modo el dar un perdón o el conceder perdón para ser perdón debería también romper ese círculo económico del reconocimiento del agradecimiento y de una cierta digamos como reciprocidad simetría que se da bueno reciprocidad, simetría y también de jerarquía y de reconocimiento de uno y otro que se da en la relación entre quien pide y entre quien concede el perdón esto lo aludo porque en realidad quiero llegar va a analizar una forma casi como de transacción del perdón en una obra literaria que es la del mercader de Venecia en el mercader de Venecia como ya he dicho antes Derrida lo va a utilizar casi como un documento entre otros para ver cómo se caracteriza va a encontrarse con esta lógica de un perdón que afianza la soberanía de quien perdona lo van a caracterizar como un tratado teológico político porque el perdón se va a ubicar en un lugar que queda fuera de lo que sería la ley el marco del derecho y situándose fuera de lo que sería la justicia se va a presentar como más justo que la justicia aquel que es capaz de perdonar sería el más justo incluso más justo que aquel que hace cumplir la ley no sé si tenéis presente la obra de Shakespeare del mercader de Venecia un poco como para que la ubiquéis Shakespeare presenta en esta obra teatral a un mercader que es un judío que es incapaz de perdonar lo que ha ocurrido una persona le ha pedido un dinero filiado y la condición era que si no se entregaba si no se devolvía ese dinero a tiempo lo iba a tener que pagar con su vida una libra de carne es lo que pide pero en realidad lo que implica es su vida surgen una serie de desgracias y finalmente esa deuda no puede ser devuelta a tiempo y el mercader lo que hace es solicitar aquello que se le debía por contrato que es la vida de esta persona esto se lleva a juicio digamos y de ser el mercader solicitando la vida de esta persona y no quería perdonársela porque en realidad lo que quería era que se cumpliese la ley después de ser acusado de ser alguien sin piedad todo se le va a volver en contra porque el abogado de la otra parte que en realidad es una historia bastante compleja porque no es un abogado cualquiera es la bueno es demasiado complicado de explicar brevemente consigue por una reducción legal consigue que el mercader sea aquel que está expuesto a la muerte porque en realidad el humo judío es un extranjero que está solicitando la muerte de un ciudadano y eso legalmente implica que se le puede matar en cambio el dux digamos el juez le va a perdonar la vida y va a ser capaz de esa piedad que en cambio el judío no era capaz de demostrar y entonces lo que va cuando vamos leyendo esta obra nos vamos a encontrar es que en realidad ese ejercicio de piedad es un ejercicio de soberanía y hay una frase muy representativa de esto algo así como el perdón sienta al rey en su trono mejor que la corona el poder de perdonar tener el poder de otorgar perdón es aquello que realmente le asienta como soberano y ahí lo que vemos es que hay esto de Ridalgo va a definir como una economía sublime del perdón claro todo esto en Derrida lo que está pretendiendo es como ubicarnos en una lógica donde el perdón es un perdón totalmente condicionado transaccional y ponernos en la perspectiva de cómo podría llegar a pensarse un perdón fuera de esta lógica económica entonces bueno Derrida dice que hay una economía de este teatro de la gracia absoluta de esa gracia de ser perdón gracioso en principio infinito pero que en realidad obedece a un interés al interés precisamente de afianzarse el poder mismo de perdonar de afianzar ese poder bueno pero aquí digamos que el carácter ficticio de la obra el carácter literario de la obra de Shakespeare Derrida no lo aborda y lo trata como como si fuese cualquier otro texto no se plantea el carácter ficticio de esta obra en cambio lo que vamos a ver a continuación va a ser otro abordaje de la literatura como ya había adelantado y lo vamos a encontrar en una de las sesiones que Derrida dedica al perdón en concreto la sesión 4 de la cuarta sesión del primer volumen en la que vamos a encontrar que la literatura va a ser precisamente el tema la cuestión y vamos a encontrar una relación entre la literatura el secreto y el perdón como si hubiese un lazo que uniera literatura secreto y perdón al mismo tiempo que aquello que las une precisamente por una suerte también de traición las desuniera vamos a verlo esta cuarta sesión como ya he dicho este seminario Derrida lo impartió en el 97-98 esa cuarta sesión después fue publicada en segunda parte de un libro en 1999 en un libro bastante conocido de Derrida que se titula Dar la muerte de modo que este seminario que se daba en ese entorno digamos privado del seminario en realidad ya se había difundido es prácticamente la palabra por palabra la cuarta la cuarta sesión de este seminario está recogido de una manera casi literal lo cual es bastante sorprendente el hecho de que Derrida haya o sea, tuviese tan elaborado el seminario como para que a la hora de leer un libro apenas requiriese una reescritura ya no vamos a ver solamente justo al final introduce unas unas líneas en realidad iba a decir una página no llega a una página son unas cuantas líneas y el resto es exactamente igual de dar la muerte Derrida le va a poner un título que es un título que en la sesión del seminario no aparece y que es la literatura podríamos traducirla en secreto o algo así pero que los traductores han optado por traducir como la literatura segregada segregada en el sentido de separada tiene su sentido cuando veamos lo que ahí se va a plantear y tiene una continuación una filiación imposible así es como va a titular esta parte la literatura en secreto la literatura segregada una filiación imposible entonces qué referencias literarias nos vamos a encontrar en este texto que habla sobre la literatura el secreto y el perdón en primer lugar nos vamos a encontrar una el análisis de una escena bíblica la escena en la que Abraham Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac Derrida va a analizar esta escena pero en concreto va a analizar una lectura de Kierkegaard más bien una interpretación que hace Kierkegaard al principio de Temor y temblor donde hace una cosa un tanto extraña que vamos a leer porque al principio de Temor y temblor Kierkegaard imagina digamos ficciona fabula la escena de Abraham el relato bíblico y vamos a decir como cuatro variaciones de la misma escena pues Derrida va a leer todas pero concretamente va a leer una y es a partir de esta casi literatura va a proponer una lectura de lo que liga la literatura al secreto y al perdón la segunda referencia literaria o casi literaria va a ser de nuevo algo donde la relación entre un padre y un hijo está implicado también por eso el título es importante una filiación imposible y va a ser la carta al padre ese texto de Kafka que dirige a su padre y en concreto a Derrida le va a interesar una parte en la que Kafka imagina la respuesta del padre a su carta y que está contenida dentro de esa misma carta entonces esta sesión va a empezar el relato bíblico de Abraham empieza por una frase pues muy enigmática comienza por decir perdón por no querer decir esta es una frase que Derrida nos propone imaginar que nos la encontramos abandonada entonces nos podemos imaginar que encontramos en la calle un papel que abrimos y que leemos perdón por no querer decir y entonces Derrida pregunta se trata de una frase que está completa perdón por no querer decir y falta algo perdón por no querer decir qué quién dice esto perdón por no querer decir quién está pidiendo perdón entonces lo que Derrida va a decir es que nos encontramos con una frase perfectamente legible que todos podemos leer que es accesible que es legible que es comprensible pero que sin embargo guarda un secreto cuál es el secreto no querer decir qué no quiere decir no lo sabemos entonces ahí hay un secreto y dice Derrida la literatura se está apoderando de estas palabras sin apropiárselas con el fin de convertirlas en cosa suya desde el momento en que nos encontramos con un texto fuera de contexto es decir sin que el qué, la referencia esté determinada cuando el firmante de ese texto cuando el destinatario de ese texto son todos secretos la literatura está empezando a apoderarse de todo eso eso es lo que dice Derrida la literatura tiene una relación esencial con el secreto eh... de algún modo está no desvelando está ofreciendo algo que en realidad no desvela es como si estuviese poniendo una celosía no deja no deja ver aquello que en realidad está mostrando entonces para explicar esto voy a leer algo que dice Derrida y lo voy a leer directamente desde el libro de Dar la Muerte desde la traducción porque creo que es un texto que quizá vayáis a encontrar más fácilmente y voy a decir la paginación por si queréis remitiros a ella es una cita que está en la página 136 del seminario y en Dar la Muerte está en la página 123 entonces voy a leerla directamente tiene que ver con la frase perdón por no querer decir entonces dice el lector se busca buscando descifrar una frase que fragmentaria o no ambas hipótesis son igualmente verosímiles bien podría estarle dirigida también a él puesto que llegado al punto de perplejidad en que se encuentra a su vez el lector habría podido dirigirse esa cuasi frase a sí mismo de todos modos dicha frase también le está dirigida también a él desde el momento en que hasta cierto punto puede leerla o oírla no puede excluir que esa cuasi frase ese espectro de frase que él repite y puede ahora citar indefinidamente perdón por no querer decir sea ya algo fingido una ficción o incluso literatura esa frase visiblemente hace referencia es una referencia el lector comprende las palabras y el orden sintáctico de la misma el movimiento de la referencia está ahí irrefutable o irreductible pero nada permite fijar con vistas a una determinación plena y segura el origen y el final de dicho ruego no se nos dice nada de la identidad del firmante del destinatario ni del referente la ausencia de contexto plenamente determinante expone esa frase al secreto y a la vez conjuntamente de acuerdo con la conjunción que aquí nos importa a su devenir literario y ahora viene como la parte más importante de la cita cualquier texto confiado al espacio público relativamente legible o inteligible pero cuyo contenido cuyo sentido firmante y destinatario no son realidades plenamente determinables realidades a la vez no ficticias o libres de toda ficción realidades entregadas como tales por una intuición algún juicio determinante puede convertirse en una cosa literaria el lector siente entonces que la literatura viene por la vía secreta de ese secreto un secreto a la vez guardado y expuesto celosamente presentado y abierto como una casa con una carta rogada el lector presiente la literatura no puede excluir la eventualidad de su propia parálisis hipnotizada ante esas palabras tal vez no pueda responder jamás a la cuestión ni siquiera responder de ese enjambre de cuestiones quién dice qué a quién exactamente quién parece pedir perdón por no querer decir pero qué qué quiere decir eso y por qué exactamente ese perdón bueno lo que nos va a decir de realidad lo que nos ha dicho en esa cita es que desde el momento en que no se puede determinar plenamente referente firmante destinatario la literatura acecha de algún modo está ya como parasitando ese texto pero la pregunta sería cuándo cuando un contexto cuando un firmante cuando un destinatario podría plenamente determinarse de realidad siempre señala esa posibilidad no sólo de ficción sino de pérdida del que el destinatario de que la carta por ejemplo no llegue a su lugar porque el destinatario no está asegurado en el texto por lo tanto esto implica que la literatura será lo vamos a ver más tarde con Kafka será casi de forma parasitaria es decir la literatura no tiene esencia ningún texto es esencialmente literario sino que la literatura parasita otros textos todo es susceptible todo cualquier texto es susceptible de volverse literario pero ningún texto es por sí mismo en sí mismo literario la literariedad no es una propiedad de un texto ningún criterio interno puede garantizar la existencia de la literariedad eso me parece que es muy interesante en lo que se refiere a nuestro curso hay una entrevista que yo os recomiendo leer es bastante bastante clara a este respecto como a qué entiende Derrida por literatura que se titula esa extraña institución llamada literatura es fácilmente se puede encontrar en internet ha sido publicada una traducción en el boletín número 18 del centro de estudios de teoría y crítica literaria es la traducción con la que yo ahora estoy contando y os voy a leer solo dos pequeñas citas también para que la página 124 de esta traducción dice Derrida no hay ningún texto que sea literario en sí mismo la literariedad no es una esencia natural una propiedad intrínseca del texto y después también hacia el final hay otra frase que señala lo mismo ningún criterio interno puede garantizar la existencia de la literariedad esencial de un texto no hay ninguna esencia o existencia garantizada para la literatura si uno procede al análisis de todos los elementos de una obra literaria jamás propezará con la literatura misma, sino sólo con ciertos rasgos que se comparte o toma prestados que uno puede encontrar también en otra parte en otros textos sean estos cuestión del lenguaje de sentido o de referencias objetivos u objetivos e incluso la convención que permite a una comunidad abordar acerca del estatuto literario de tal o cual fenómeno sigue siendo precaria, inestable y está siempre sujeta a revisión en este mismo texto que se titula precisamente esa extraña institución llamada literatura de arriba Derrida va a definir a la literatura como una ficción instituida es decir, la literatura de Derrida la va a considerar como una cosa reciente y como una cosa que está instituida, es una institución en el sentido de que tiene sus normas de que tiene su legalidad de que tiene sus garantías jurídicas y su reconocimiento digamos social y sus convencionalidades pero a diferencia de otras instituciones la literatura además de ser una ficción instituida va a ser una institución ficticia y eso lo que va a significar para Derrida es que la literatura tiene una característica que es lo único que la caracteriza pero que en realidad lo que hace es quitarle toda caracterización porque lo que puede hacer la literatura es decirlo todo y porque lo puede decir todo porque debe poder decirlo todo la literatura transgrede toda ley transgrede su propia ley y por lo tanto desborda su propia institución o sea en todo texto literario es como que se convoca la institución a la historia a la filiación y a la vez se separa de ella, se desborda y de algún modo es como si la literatura siempre se desheredara siempre cruzara su ley y transgrediera su propia jurisdicción porque y aquí es donde se encuentra aquello que vincula tan esencialmente a la literatura con el con el secreto porque y al mismo tiempo con una democracia que de realidad va a decir que es una democracia por venir porque la literatura tiene que tener el derecho a poder decirlo todo y cuando se dice derecho quiere decir debe tener todas las garantías jurídicas políticas, sociales para poder decirlo todo eso es lo que una democracia debería proveer ¿no? la garantía de poder decirlo todo en literatura y en ese poder decirlo todo también el poder de ocultarlo todo ¿de ocultar qué? de que diciéndolo todo aquello que se dice no no sea limitado por la idea de una referencia digamos es un referente en el que no se le va a exigir una referencia entonces la literatura requiere una falta de determinación, una suspensión y esa puesta en secreto del mismo modo que hay esa garantía de poder decirlo todo digamos el escritor de algún modo también quedaría exonerado de la responsabilidad de aquello que dice el escritor sería por un lado ciertamente irresponsable pero también Derrida va a decir que en la misma medida en que es exonerado de cierta responsabilidad por decirlo todo va a adquirir una hiper responsabilidad para el acontecimiento de la obra y sus efectos bueno esa responsabilidad tan infinita y tan nula es la que Derrida va a encontrar también en Abraham y es lo que va a dar paso a esa incursión de Derrida en el relato bíblico de Abraham e Isaac este relato y esta alusión a Abraham no es cualquier Abraham va a decir Derrida y no en esta sesión y no en relación a esto sino que es uno de los hilos principales y quizá como una de las tesis derridianas que respecto a la iba a decir la literatura del perdón pero me refiero a lo que los estudios sobre el perdón sostienen Derrida va a decir aquí algo bastante novedoso Derrida aludiendo a Abraham está aludiendo al origen de las tres religiones del libro ¿no? De hecho Derrida suele decir la religión abrahámica como para referirse a la religión judía islámica cristiana y lo que se sostiene desde esos estudios sobre el perdón digamos como que es una especie de lugar común pero también de cierto acuerdo académico es que el perdón surge con Abraham o sea el perdón viene de las religiones del libro de las religiones abrahámicas de modo que si buscamos en Grecia si buscamos en el pensamiento clásico no vamos a encontrar lo que hoy entendemos por perdón vamos a encontrar otras formas de limpiar con el daño con encontrar otras que quizá no sean la venganza pero que tienen que ver más bien se suele decir pues con la clemencia o con otras modalidades pero no con el perdón tal y como lo entendemos ahora puesto que el perdón tal y como lo entendemos ahora tendría que ver con un perdón gracioso un perdón infinito que viene precisamente de Abraham ese es el digamos el lugar o sea el consenso académico Derrida lo va a suscribir y al mismo tiempo a través de este análisis va a romper esa filiación va a decir que solamente podemos pensar esa filiación desde una ruptura de serencia vamos a verlo y Derrida también así como va a encontrar que Abraham representa o es el origen de las tres religiones el origen del perdón también va a situar ahí el origen de la literatura iba a decir cito así textualmente creo el origen de ese caudal sin el cual lo que denominamos literatura no habría podido surgir jamás como tal ni con ese nombre o sea sin el relato de Abraham no podría haber surgido lo que hoy nombramos como literatura entonces lo que se nos cuenta en ese episodio bíblico es el secreto más absoluto, más infinito y más terrible es la historia de un secreto Dios pone a prueba a Abraham y la escena comienza más o menos así Dios llama a Abraham y Abraham le dice ven aquí y a partir de ahí lo que Dios le pide que sacrifique a su hijo a su única descendencia y Abraham hace lo que dice Dios puede decir fielmente le lleva a donde Dios le dice que debe llevarlo hace todo lo que tiene que hacer y en el momento que le va a matar pues Dios por medio de un ángel le detiene le ofrece un carnero en sacrificio a Dios y Abraham vuelve con Isaac a casa su hijo Isaac, su descendencia se salva y Abraham guarda silencio guarda toda esta escena el secreto hay un doble secreto y esto es lo que la realidad es muy importante no solamente está el secreto de todo lo que acaba de pasar que Abraham no desvela no se lo cuenta a Sara su mujer no lo hace público sino que el secreto del secreto es que es el respeto a la absoluta singularidad a la separación infinita que supone Dios Dios le pide algo y la obediencia absoluta para ponerse Dios para lo único es que ni siquiera llega a cuestionar lo que dice Dios o sea, el secreto del secreto es lo que permanece absolutamente secreto entonces qué es lo que Derrida lee en Círpega que como hemos dicho es como la fuente casi literaria que Derrida va a tomar para para ver cómo esta relación entre literatura secreto y perdón digamos cómo se produce va a leer bueno, yo también voy a leer esta parte de de Kierkegaard pues al principio de Temor y temblor que es muy curiosa porque empieza así Érase cierta vez un hombre que en su infancia había oído o había oído contar la hermosa historia de cómo Dios quiso probar a Abraham y cómo éste soportó la prueba conservó la fe y contra esperanza recuperó de nuevo a su hijo parece ser por lo menos eso es lo que dice mi edición que ese hombre al que se refiere Kierkegaard de manera aquí más o menos justicia Érase cierta vez un hombre esto ya suena a literatura también por ese secreto de Érase cierta vez ese lugar así de definición según mi notapia de página lo que pasa que el secreto ahí no se sabe si se rompe del todo sería probablemente el padre de Kierkegaard dice entonces bueno, pues parece ser que todo esto sería una lectura a través de una vivencia del padre de Kierkegaard bueno, entonces Érase cierta vez un hombre que en su infancia había oído contar la hermosa historia de cómo Dios quiso probar a Abraham dice siendo ya un hombre maduro volvió a leer aquella historia y la admiró todavía más porque la vida había separado lo que se había presentado unido a la piadosa ingenuidad del niño entonces a partir de ahí se presentan como variaciones de la misma escena prácticamente igual la primera empieza era muy de madrugada cuando Abraham se levantó la segunda era muy de madrugada cuando Abraham se levantó la tercera empieza igual y la cuarta bueno, muy similar era muy de madrugada y luego ya da paso a otra frase a Derrida le va a interesar la tercera el tercer movimiento porque es donde aparece el perdón y vamos a leerlo dice era muy de madrugada cuando Abraham se levantó besó a Sara la madre reciente y y besó y Sara besó a Isaac su regocijo y la más grande de sus alegrías y Abraham meditaba mientras iba haciendo camino a lomos de su asno pensaba en Agar y en su hijo, a quienes abandonó en el desierto subió al Moria y tomó el cuchillo cuando Abraham solo caminaba hacia el monte Moria la tarde era sosegada se arrojó al suelo y su rostro tocó la tierra y pidió a Dios que le perdonase el pecado de haber querido sacrificar a Isaac pues el padre había olvidado su deber para con el hijo repitió con frecuencia su solitario viaje pero no logró encontrar la paz no podía comprender cómo podía ser pecado el haber querido sacrificar a Dios lo más preciado que poseía aquel por quien hubiera dado la propia vida tantas veces como hubiera sido necesario bueno, no voy a continuar porque lo esencial ya lo hemos leído y es que Abraham pide perdón no por haber traicionado a Dios no por haber roto su alianza con Dios sino por haberlo obedecido por haber obedecido y haber estado dispuesto a traicionar, bueno no a traicionar sino a matar a su hijo a su descendencia entonces Abraham pide perdón no por una traición no por un perjurio no por haber faltado a una promesa sino por haber obedecido por haber sido fiel y fundamentalmente lo que se ve ahí es por haber escogido por haber escogido a Dios al uno en vez de a Isaac al otro que además representa la promesa que representa el porvenir y lo que va a decir Derrida es que el perdón viene de ahí de ese renegar de ese renegar de la elección que el perdón empieza siempre por lo imperdonable porque siempre en todo perdón siempre hay algo que se traiciona y dice Derrida hay que hacerse perdonar el perdón mismo es como si la literatura hereda y reniega se instituye y destituye su propia institución como si siempre renegase del secreto de esa alianza entonces voy a leeros en la página 124 125 cómo Rida va a señalar el origen abrámico del perdón y esa relación con la literatura de nuevo nos vamos a situar un momento en el que Derrida vuelve sobre la frase del principio perdón por no poder decir el lector fabuloso, el lector de esa fábula de la que me hago aquí portavoz se pregunta si en efecto lee lo que lee le busca un sentido a ese fragmento que puede ser que no sea siquiera un fragmento o un aforismo, puede que sea una frase entera que ni siquiera quiere ser sentenciosa, esa frase perdón por no querer decir se mantiene sencillamente en el aire aún en el caso de que esté inscrita en la dureza de una piedra fijada blanco sobre negro en la pizarra o abandonada negro sobre blanco en la superficie inmóvil de un papel captada en la pantalla luminosa aunque de apariencia más etérea o líquida de un ordenador que zumba ligeramente, dicha frase permanece en el aire y es porque permanece en el aire por lo que guarda su secreto el secreto de un secreto que puede ser que no lo sea y que debido a ese hecho anuncia la literatura la literatura por lo menos lo que desde hace varios siglos llamamos la literatura lo que se denomina la literatura en Europa pero dentro de una tradición que no puede no ser heredera de la Biblia extrayendo de ella su sentido del perdón pero pidiéndole a la vez perdón por traicionarlo por eso inscriba aquí la cuestión del secreto como secreto de la literatura bajo el signo aparentemente improbable de un origen abrahámico como si la esencia y el como si es importante aquí como si la esencia de la literatura en sentido estricto en el sentido que esa palabra de occidente conserva en occidente no fuera de ascendencia esencialmente griega sino abrahámica como si viviese de la memoria de ese perdón imposible cuya imposibilidad no es la misma a ambos lados de la supuesta frontera entre la cultura abrahámica y la cultura griega en ninguno de los dos lados se conoce el perdón por así decirlo se lo conoce como lo imposible ninguno de los dos lados de esa frontera ni del lado abrahámico ni del lado griego se conoce el perdón o se lo conoce como lo imposible pero la experiencia de esa imposibilidad esta es al menos mi hipótesis se anuncia ahí como diferente intraduciblemente diferente vale la siguiente referencia pero ya voy a hacerlo muy rápido para acabar tiene que ver ya lo hemos dicho antes con Kafka y de nuevo con toda esta lógica de la filiación se fija en dos aspectos primero en todo aquello que digamos Kafka encuentra que su padre le critica que es su incapacidad para vivir una vida normal porque él se ha entregado a la literatura y esa vida normal normalizada está representada por el matrimonio entonces de nuevo nos encontramos aquí en Kafka en la parte del padre una especie de paralelismo en esa lógica del escoger entre uno y el otro como si la relación con la literatura pues esa relación absolutamente secreta exclusiva en la que no cabe un tercero ninguna generalidad que sería esa vida abocada a la literatura y que excluye de cierto modo pasa por el sacrificio del matrimonio encontramos ese paralelismo la otra cuestión que Derrida va a trabajar respecto a la literatura y el perdón cuando lee la carta al padre de Kafka es una suerte de acusación y de exoneración que encuentra en el momento más literario parece que como lo presenta Derrida de la carta al padre que es un momento hacia el final del texto de Kafka donde entre comillas Kafka recogería la supuesta respuesta del padre y el padre le diría algo así como y a mí me estás presentando como el culpable de todas tus tus desdichas y de algún modo me estás culpabilizando y al mismo tiempo me quieres perdonar y me quieres devolver cierta inocencia pero Derrida va a examinar un juego una ambigüedad la lógica kafkiana por la cual Kafka estaría planteando que perdonar sería inocentar cuando si hay perdón ese perdón no devuelve inocencia sino que retiraría la culpa al culpable sin inocentarle bueno eso lo vamos a ver ya como cierre en una cita que es la página 144 en la que ubica estas dos lecturas en realidad de Abraham y de Kafka y la carta del padre volviendo de nuevo a esta frase de perdón por no querer decir entonces voy a leerla ya para concluir aquí ¿qué podría hacer la literatura con el secreto testamentario de ese perdón por no querer decir con la herencia de esa promesa y de esa traición con el perjurio que podría tener que ver la literatura con un perdón para el secreto guardado que podría ser un perdón por no querer decir dicho de otro modo en qué medida desciende la literatura de Abraham a la vez para ser su heredera y para traicionarlo y para pedir perdón por el perjurio perdón por no querer decir es la literatura ese perdón solicitado a causa de la desacralización otros dirán religiosamente la secularización a causa de la traición al origen santo del perjurio perdón me voy a saltar una parte que no está en el seminario que es la parte que antes comentaba que introduce Derrida en este libro de dar la muerte y entonces me salto hasta prácticamente los últimos párrafos que cierran el libro la literatura hereda ciertamente una historia santa el momento abrámico sigue siendo el secreto esencial pero también reniega de esa historia de esa apariencia, de esa herencia reniega de esa filiación la traición en el doble sentido de la palabra les infiel rompe con ella en el mismo momento de manifestar su verdad y de desvelar su secreto a saber su propia filiación posible o imposible dicha verdad se da solo con la condición de una negación cuya posibilidad implicaban ya las ligaduras de Isaac, por esa doble traición la literatura no puede sino pedir perdón no hay literatura que no pida desde su primera palabra perdón, al comienzo hubo el perdón, por nada por no querer decir nada bueno vamos a acabar aquí la sesión yo sé que es un texto un poco complicado, un poco arduo espero que haya sido sugerente acabamos aquí y recojo esto no hay literatura que no pida desde su primera palabra perdón en la próxima sesión en vez de centrarnos en esas primeras palabras que serían siempre una petición de perdón vamos a centrarnos en las últimas palabras el perdón que se quiere como última palabra pero que por un movimiento que es el movimiento que vamos a observar esas últimas palabras se van a convertir siempre en unas penúltimas palabras en una cierta imposibilidad de finalizar y en una especie casi como de testamento para la experiencia bueno pues cierro aquí la sesión de hoy muchísimas gracias por haber seguido este tiempo estas lecturas bueno sabéis que me tenéis disponible para cualquier consulta y nos vemos la semana que viene para seguir bueno muchas gracias