Y es que, por ejemplo, Y a parte, bueno, pues su trabajo, su gabinete y lo que trabaja aquí. De todas maneras, creo que lo más importante es el tema que esta tarde se va a tratar. Y creo que es interesante. Y por eso, estamos encantadas de que haya tanto público. Porque creo que este tema, aparte de las conferencias o de las charlas que se den, se debería trabajar, pues mirar desde las Sampas, en los colegios, en los colegios desde pequeños, en los institutos. La gestión emocional. La inteligencia emocional. El estrés. Creo que llevamos dos o tres años que ha empeorado mucho el tema. Desgraciadamente, pues pasamos una pandemia que nadie esperábamos. En el momento clave de la pandemia, dijimos que va a salir lo mejor de nosotros, pero al pasar la pandemia, creo que ha salido también lo peor de nosotros. Creo que es un tema que tenemos que empezar a gestionar. Creo que no podemos gestionar. Y debemos tener ayuda o pedir ayuda y ayudar a gestionar también esa situación. Bien. Así que creo que lo importante es que esto os lo cuente Marisol, que es la experta en el tema, y que la escuchemos y que muchísimas gracias por estar aquí con nosotros. Creo que ahí te llamaremos mucho más para trabajar en otros sectores. Y aquí en la UNED, mucha suerte. Así que, adelante Marisol. No. El micro no sé cómo va a ir. Yo intentaré hablar más alto. En algún momento, ¿vale? Me lo decís. Y lo primero de todo, agradecer a la UNED por contar. Hola, hola. Buenas tardes. Vale. Vamos a probar y vamos viendo. Perfecto. ¿Puedo? A ver, a ver. Desde aquí, desde esta posición. Si te acercas un poquito aquí. Vale. Vamos allá. Si no, yo tengo mucha voz y puedo chillar. ¿Vale? O sea, que todo lo malo sea esto. Vale. Agradeceos a vosotros por estar aquí. Agradeceos el querer preocupados por la salud mental, por la gestión emocional, por estar en el suelo aquí de todas las maneras. Estoy súper agradecida de que haya tenido esta acogida, ¿vale? Porque siento que en Eiyin se ha movido muy poquito este tema. Y me apetece, me apetece venir aquí, me apetece hablar con vosotros. A lo largo de la charla, he ido repartiendo por casi todas las sillas, papeles, ¿vale? Porque os iré haciendo preguntas. Porque más allá de dar yo teoría, quiero que lo apliquemos un poco en la vida, en cómo os encontráis en cada momento, ¿vale? Y me gustaría eso, que participárais, que escribiérais. Y que si me tenéis que parar o preguntar algo, que me paréis, ¿vale? Vale. Si ya tenemos estos files. Ok. Vale, lo primero de todo, soy Marisol Sánchez. Soy experta en gestión emocional y experta en trastornos de alimentación. Y a partir de ahí, hoy vengo a hablar sobre todo de emociones. ¿Por qué? Bueno, primero de todo, ¿cómo estáis? Vale. ¿Estáis? Ok. Las respuestas. Conocéis a ninguno prácticamente. Estoy bien, estoy... Ojo al... No me puedo quejar. Vale. ¿Qué veo aquí? Detrás de los estoy bien. Pues, estoy cansada, me duele la espalda, hoy ha sido un día malo, no aguanto a mi jefe, estoy pasando una mala racha. ¿Qué pasa? Que nosotros vamos por la calle, ya sea o con nuestras amigas, o simplemente nos cruzamos a la vecina. ¿Qué tal? ¿Todo bien? ¿Gracias? Vale, ¿por qué? ¿Qué pasa aquí? La rutina, nos hemos acostumbrado, no queremos hablar de nuestras penas. Ok. Ahora... ¿Qué tal estáis de verdad? Vale, a ratos. ¿Con calor? Vale, bueno, van saliendo cositas, poco a poco. ¿Por qué no hablamos del malestar? ¿Qué pasa? Socialmente hemos llegado a un punto en el cual... Si estoy mal me quedo en mi casa y no lo hablo. Si estoy estresada no me quejo porque si me quejo, madre mía. Al final, socialmente se ha estructurado como una dinámica, como una dictadura de la felicidad. De todo lo que veo en redes sociales, de lo que veo de mi vecina, lo que me cuenta mi prima, lo que me cuenta mi amiga, es todo bueno. ¿Cómo voy a llegar yo y voy a contar mis penas? Si tengo penas me las callo o si tengo penas no salgo. ¿Vale? No, eso es para el otro lado. Cambia para el otro lado. Dos veces. Vale, la vida se basa un poco en... El objetivo de nuestra vida ahora mismo es estar feliz. Buscar la plenitud máxima. ¿Qué pasa? ¿Sabemos realmente qué nos ocurre cuando aprendemos a vivir de esta manera? Y aquí es cuando viene el tema. Inteligencia emocional. Si no lo sabemos, ¿por qué vamos a cambiar algo? Obviamente, he puesto asignatura pendiente. No, nos han enseñado. En los colegios, instituciones, en las universidades, en los institutos, se dan 100 asignaturas. Genial, pero ¿alguien nos ha explicado cómo gestionar las emociones o algo similar? No. ¿Qué pasa cuando vemos a alguien, por ejemplo, a algún adulto o niño? Me da igual. Que se enfade y de repente empieza a pegar puñetazos a la pared. No lo justifico, ¿eh? Pero yo digo, ¿alguien le ha enseñado a gestionar esa ira o ese enfado? Porque a lo mejor no. O sea, las emociones al final nos salen y si no las aprendemos a gestionar, nos salen de una forma desadaptativa. Vale. ¿Qué es no tener inteligencia emocional? Sentir que vivimos en una montaña rusa. O sea, un día estoy aquí, un día estoy aquí. Un día estoy en el sofá y digo, no me pasa nada, pero no me encuentro bien. Lo tengo todo en la vida, pero hoy me cuesta vivir. ¿Vale? A veces tenemos respuestas desproporcionadas. ¿Qué pasa? Que vamos acumulando y de repente alguien pasa por nuestra casa, seguramente, y lo pagamos. Nos enfadamos con alguien cercano y sale una respuesta totalmente desproporcionada. Eso no es el objetivo. Sentirnos perdidos. Sentirnos, por ejemplo, el miedo. ¿Condiciona nuestra vida de vez en cuando? Por ejemplo, miedo a volar. No, yo es que prefiero no coger un vuelo. Estás eligiendo tú no coger el vuelo, lo está eligiendo tu miedo. Yo es que tuve una mala experiencia en relaciones y ahora mismo no quiero saber nada de relaciones. ¿Eres tú que no quieres una relación en tu vida o es tu miedo a pasarlo mal quien está eligiendo por ti? Al final, no es algo que tú estés eligiendo libremente. Si hablamos de emociones, inicialmente nos han explicado las seis emociones básicas. Las conocemos todos, pero yo creo que ya se quedaron un poco cortas. Felicidad, tristeza... Genial, pero nos falta más. ¿Qué nos falta? Sentimos amor, sentimos odio, sentimos estrés, ansiedad, frustración, deseo, ilusión... Sentimos más cosas. Creo que los manuales todos se van quedando un poco antiguos. Si hablamos de emociones buenas o emociones malas, ¿qué pensáis? Vale, bien, esta me gusta. Alumna avanzada. Si tuviéramos que categorizarlas, esto sale mucho, obviamente. Emociones buenas, felicidad, tal, tal, tal... Malas, tristeza... Por encima de todo. ¿Pero qué pasa? Que la realidad es que no existen emociones malas. ¿Por qué? Porque las emociones son naturales, son adaptativas. No podemos vivir sin una emoción, no podemos evitarlas. ¿Qué pasa si empezamos a rechazar las emociones? Si yo cuando siento tristeza me enfado por estar triste, que esto pasa mucho. O me frustro. O intento hacer algo para estar feliz. ¿Qué pasa? Que la tristeza le sumas, la frustración, el enfado, la ira... Y vamos entrando en una pelota totalmente innecesaria. ¿Qué es una emoción? Empiezo con cositas teóricas pero luego cambiamos. Al final, una emoción es una respuesta del organismo que somos nosotros ante un estímulo. Parece sencillo. Pero, ¿por qué? Ante un mismo estímulo, por ejemplo, vamos andando por la calle y pasa un coche súper rápido cerca de mí y yo me asusto y el de al lado no se asusta. ¿Qué pasa? ¿Qué historia de vida tengo yo? ¿Qué creencias tengo yo? Hay mucho más allá. Puede ser real que haya pasado el coche muy cerca de mí y yo me genere miedo. Puede ser que yo esa noche me vaya a dormir y siga con el miedo. Y puede ser que yo me acostumbre a ese miedo y yo desarrollo un miedo al coche. Y luego, si ya me pongo al avión y a cualquier medio de transporte, ¿qué cambia entre el que va conmigo y yo? Cambian muchas cosas. Entonces, se va complicando. Las emociones, al final, son naturales y nos ayudan a responder a todo lo que nos pasa en la vida. Por eso no podemos eliminarlas. Nos ayudan a sobrevivir. El miedo a no acercarme a un precipicio hace que yo no me caiga. El estrés, por ejemplo, yo con esta charla, hablando de emociones, estaba muy ilusionada, pero también tenía muchísimo estrés. No sabía cuánta gente iba a venir, no sabía cómo era la sala. ¿Qué hace el estrés? Que yo me active, que yo me pongo a buscar información, que yo practique la charla y que yo venga aquí segura de mí misma. ¿Es bueno el estrés? Sí. ¿Es bueno el estrés a unos niveles que me bloqueé? No. La emoción dura unos 90 segundos aproximadamente. ¿A qué me refiero con 90 segundos? A ti te pasa algo y tú tienes 90 segundos de duración en tu organismo. ¿Qué pasa? Que luego, dependiendo de lo que decía yo con el coche o mi compañero con el coche, dependiendo de lo que yo piense de esa situación, mi historia de vida, todo esto se puede convertir en un estado anímico. Lo que yo haya vivido socialmente, lo que me hayan enseñado mis padres, lo que yo haya visto en la escuela, van construyendo. ¿Diferencias? Se ven claras. La emoción es corta duración, provocada por un estímulo individual y rumpen con mucha intensidad en nuestro cuerpo. Los estados de ánimo permanecen en el tiempo. Interpretaciones de lo que nosotros vemos posible que vuelva a ocurrir son individuales y sociales, ahí es donde vienen las creencias. Y podemos no ser conscientes de ello, podemos vivir con miedo y tú decir, no, si yo no cojo coche es porque no me gusta el coche. Y tú creértelo, pero realmente lo que tienes detrás es un miedo increíble que no estás gestionando. ¿Formas en las que estamos constantemente invalidando una emoción? ¿Qué es invalidar una emoción? Pues o la negamos, o la minimizamos, o la reprimimos. Os cuento ejemplos cotidianos que os habrán pasado a todos. No estés triste, hay que seguir adelante. No seas miédica, esta en la tercera me hace gracia. Te he hecho un favor dejándote, te tendrías que alegrar. Si a lo mejor sí, pero eso dentro de un año me lo planteo. Eres demasiado sensible. Con lo fuerte que tú eres y ahora vas a llorar, no es para tanto, a todo el mundo le pasa. Esto ayuda a cero unidades de personas. Entiendo que son cosas que se han dicho toda la vida. Nosotros, tú te callabas de pequeña y te decían, no llores. Lo hemos aprendido. Pero ahora que estamos dando un giro con la salud mental, vamos a intentar aprender algo diferente y hacer algo diferente. Lo que te están diciendo todas estas frases al final es, no deberías sentir lo que estás sintiendo, deberías sentir otra cosa. No lo podemos ni regular ni elegir. No tenemos aquí un termostato en el que decimos, más feliz o menos triste. Ojo, esto me debería hacer más ilusión. Esto no se ha pasado alguna vez. Cada vez que haces algo, yo pensaba que esto me iba a hacer más ilusión. ¿Por qué esta charla? ¿Qué nos está ocurriendo si seguimos en esta monotonía? Aquí es cuando viene el estrés crónico. ¿Qué dices tú? No sé ni por qué. Esto yo en consulta lo veo mucho. Tengo ansiedad, pero no me pasa nada. Y yo digo, bueno, vamos a ver, cuéntame. Migrañas, dolores de cabeza, problemas en el sistema digestivo, se nos cierra el estómago o todo lo contrario, o nos dan ganas de vomitar, rigidez, dolor, disminución del sistema inmune, cuidado aquí que podemos desarrollar otras enfermedades, insomnio, el famoso insomnio, problemas de atención y memoria, que se ve también muchísimo, problemas de aprendizaje, tristeza, falta de motivación, muchas cosas. Por no gestionar emociones. La palabra somatizar, no sé si sabéis qué es, pero básicamente es nuestro cuerpo hablándonos. Es una o varias emociones que nos estamos gestionando y nuestro cuerpo nos las expresa de otra forma, en forma de dolor, en forma de enfermedad. Se ve mucho. Y aquí os voy a contar yo algo personal para que veáis hasta qué nivel. Yo, hace algún tiempo, preparando mi primera charla, me empezó a dar dolor de cabeza, dolor de cabeza, dolor de cabeza, me mareaba y dije, ¿será cáncer en la cabeza? Y dije, madre mía. Y ya con el drama dije, a lo mejor es ansiedad, Marisol, que tienes una primera ponencia. ¿Qué quiero decir? Que soy psicóloga, que trabajo con emociones, que trabajo con personas y yo misma, siempre que me pasa algo, lo primero a lo que lo achaco es una dolencia física. ¿Por qué? Porque no nos han hablado de qué te puede pasar por ansiedad, por ira, por miedo. Entonces, después de todo esto, ¿qué es lo que podemos llegar a hacer nosotros? Esto es lo que más quiero que saquéis hoy en claro. Documento. ¿Qué tenéis? Os he dejado un documento y un boli. Los de atrás sí. Lo tengo aquí. Y si no, lo tengo aquí para que lo vayan viendo y en vez de escribirlo, lo pueden ir pensando a la vez. Aquí os voy a dejar un ratito para que penséis y analicéis un poquito. El título he puesto, la importancia de parar para entender cómo estamos y qué podemos hacer. Y la primera cosita a analizar es cómo os encontráis en cada área de vuestra vida. Os he puesto cinco áreas bastante importantes y los cuadritos son un 10%, un 20%, 30%, 40%, 50% y hasta el 100%. ¿Qué quiero? Que os paréis físicamente. ¿Cómo me encuentro? ¿Cómo físicamente entran dolores? ¿Cómo nos vemos a nosotros con nuestro físico? Ojo aquí también. ¿Laboralmente o económicamente? ¿Familiarmente? ¿Socialmente y personalmente? Aquí antes, en este documento, yo tenía personalmente lo primero porque dije lo más importante es cómo uno se encuentra. ¿Pero sabéis qué fui viendo a lo largo del tiempo? Que la gente me decía personalmente, un 80%. Y yo decía, anda, qué bien. Y de repente empezaba familiar, un 30%. Física, un 50%. Laboral, un 10%. ¿Y el otro qué es? Socialmente, un 40%. Y yo decía, cómo puede ser, a mí esta suma no me sale. Y volvemos a reprimir emociones. ¿Cómo te encuentras? Bien. Vamos a analizar. Os dejo pensar esto un ratito y ahora os sigo haciendo preguntas. Los que no tenéis papel podéis coger el móvil y anotarlo en una nota. Porque solo mirar al documento no nos soluciona nada. ¿Del 1 al 10 cuánta importancia le dais a la educación? Ponéis el numerito a cada área. Y ya me gustaría que analizarais tranquilamente cuál de todas esas áreas o genera más malestar y cuál más bienestar. Y por qué. ¿Cómo? ¿Cómo? No se continúa con la siguiente hoja. Solo esa cara. ¿Cómo vais? ¿Lo tenemos? Ya hemos analizado un poco las áreas globalmente que más nos pueden afectar en la vida. Siempre puede haber algún área individual que tú digas. A mí me falta el área deportiva porque para mí el deporte es súper importante. Se podría añadir. Esto es un poco lo más global. A partir de ahí, luego seguimos con la siguiente cara. Este documento es oro. Como dicen por aquí. Es base de la psicología. Es base de conocernos, entendernos y aprender a cómo podemos gestionarnos. Os pongo ejemplos. Voy a ir de más sencillo a un poco más grande. Por ejemplo, imaginaos que le decimos a un niño pequeño que mañana nos lo llevamos a un parque de atracciones. ¿Qué le pasa al niño? Se emociona. Pero el niño sigue estando aquí. No lo hemos llevado a ningún lado. ¿Qué quiere decir? Que automáticamente lo que nosotros le decimos a una persona o lo que nosotros pensamos nos puede afectar directamente a nuestras emociones. Otra situación. Tengo un accidente con un coche hace dos años. Ahora mi madre me llama y me dice que mi hermano, después de mucho tiempo viviendo fuera, que viene a España y que tengo que ir a recogerlo al aeropuerto. Que solo puedo ir yo. Esa es la situación. Pensamientos. Yo, ni de broma, con el miedo que le tengo al coche, no me atrevo. ¿Por qué? Porque ya tuve un accidente, no voy a poder ir, me va a dar un ataque de ansiedad, no voy a ir. Empiezas ahí en bucle. ¿Qué pasa? Emociones. ¿Qué te vienen con todo esto? Efectivamente. ¿Qué es lo que hago finalmente? ¿Cuál es la conducta que hago? No vas. Vale. Si yo elijo no ir, yo de repente digo, estoy en mi bola de emoción, de pensamientos en bucle, de repente digo, no voy. ¿Cuál es la consecuencia inmediata a corto plazo? Muy bien. Me relajo, me quedo tranquila y digo, que no, que no voy, que vaya otro. Al final se apaña, no, y va otra persona de la manera que sea. ¿Consecuencias a largo plazo? Vale. No superas el miedo, además te sientes mal por no haber ido, seguramente hayas tenido discusión con tu hermano o con tu madre, y empiezas a hacerse la bola. Misma situación. Tuve un accidente hace dos años con el coche. Me llaman, me cuentan la historia y me dicen que mi hermano viene, que solo puedo ir yo. Pensamientos. Automáticamente, después de la que tuve con el coche, yo no voy a ir. Y empiezo. Jolín me ha llamado a mi madre, no puede ir nadie más. En verdad yo antes del accidente he conducido toda mi vida. O sea, he tenido un accidente en toda mi vida. A lo mejor podría intentarlo, la autovía me la sé de sobra, va muchísima gente todos los días y no les pasa nada. Pero Jolín es... emociones. El miedo sigue. ¿Es el mismo miedo que antes? Más pequeño. Porque tú misma te estás... Sí, exactamente. El miedo sigue estando. No vamos a quitarnos el miedo del coche por decirnos cuatro frases, ni mucho menos. Pero sí es verdad que tú, el no haber entrado en un bucle de no, no, no, no puedo, no puedo, me voy a estampar, madre mía, con la que tuve... Y entonces volvemos al día del accidente porque mira lo que me pasó y el daño que me hice. No es lo mismo que decir, bueno, ya está, o sea, céntrate un poquito. Has conducido toda tu vida, vamos para adelante. Conducta. Al final vas con tu miedo, ¿eh? Con tu miedo. Pero tú ya te has encargado de buscar formas de gestionar ese miedo, esa ansiedad, tal, has ido relajándotelo y llegas al aeropuerto y vuelves a tu casa. Consecuencias. A corto plazo, ya te digo yo que montarte el coche, regular. Pero a largo plazo, cuando ya has vuelto con tu hermano a montar el coche. ¿Estás contenta? El miedo no se ha ido del todo, ¿eh? Vuelvo a decir, no se va tan fácil, pero estás contenta, te sientes orgullosa. Dice, bueno, no lo voy a hacer todos los días, la verdad, siendo sincera, no cogeré un trabajo en Murcia si me paguen. Pero sé que si hay alguna situación en la que quiera ir, puedo llegar a ir. Vale, cambia. ¿Dónde ha cambiado? ¿Qué hemos hecho? Hemos hecho dos cambios. Pensamientos y la conducta. ¿Qué quiero decir con estas flechas? La situación. La vida nos trae cosas. Cosas pasan. A veces son justas, a veces son menos justas, a veces vienen todas de golpe, otras veces decimos, uy, qué gustito llevo esta temporada, no sé la que me va a venir. Pero no lo elegimos, nos viene. ¿Pero qué podemos cambiar? ¿Qué es lo que nosotros pensamos? De todo lo que nos pase, y cuidado que se sigue complicando la cosa, lo que pensamos de lo que nos pase y las creencias que tengamos nosotros en la vida. Por ejemplo, no es lo mismo que a ti te haya pasado, ya has tenido un accidente con el coche, y ya, a que tú te hayas criado con una familia, a la cual, ten cuidado con el coche, a ver si te va a pasar algo, es que el coche es muy peligroso, llámame al llegar, eso también, obviamente, influye en la suma. ¿Vale? Emociones. Nos vienen, automáticamente. Dependiendo de cómo nos gestionemos, mayor intensidad, menor intensidad, pero no tenemos un botón aquí de un poquito más, un poquito menos. Imposible. ¿Lo que sí podemos cambiar? La conducta. La situación es la misma, los pensamientos, automáticamente nos van a venir pensamientos de miedo, de estrés, de ansiedad, pero podemos calmarnos a nosotros mismos. Lo típico que hablas con una amiga y de repente dices, ¿me has calmado? Nosotros mismos también podemos. Y a raíz de ahí, cambiar la conducta, porque sí, yo decido no irme nunca en ese coche, ¿se va a ir alguna vez el miedo, la ansiedad? Nada. Entonces, lo que decía del esquema, esto os lo puedo sacar en todo, y os lo iré volviendo a sacar. ¿Por qué? Porque quiero que veáis que ante cualquier situación, nosotros podemos hacer cambios aquí y aquí. Y que normalmente, el ser humano, que somos muy listos, nos regimos por las consecuencias a corto plazo. ¡Ay! No me apetece hacer deporte hoy. Con lo gusto que se está uno en el sofá aquí, viendo Netflix. ¿Por qué? A corto plazo me queda gustísimo. A largo plazo, me siento mal, no he ido, me cuesta andar y no estoy andando, etcétera, etcétera. Esto con todo. Tendemos a buscar el corto plazo. Cuidado aquí también, ¿vale? Volvemos a las emociones. ¿Qué podemos hacer con ellas? Punto número uno, identificarlas. ¿Qué me está pasando? ¿Qué estoy sintiendo? Después, permítennos sentirlas, porque si yo sé que estoy triste, pero yo digo, yo vamos, salgo por la puerta de mi casa y a mí que nadie me pille. No las estamos sintiendo. Es como una mochila emocional. Son cosas que nos van pasando, porque ya he dicho que nos pasan cosas, y lo vamos echando todo a una mochila emocional. Y a la mochila, y a la mochila. ¿Qué pasa? Que a lo mejor el primer día te vas o con una preocupación, o con un miedo, o con un tal. Y no te pasa nada. Pero todos los días ir sumando cosas, y cosas, y cosas, ¿qué pasa? Que tú te vas cansando de tu día a día. O sea, que tú de repente, a un problema pequeño, de repente te pesas así de grande. ¿Por qué? No por el problema que tenemos enfrente, sino por todo lo que vamos acumulando detrás. Entenderla. ¿De dónde viene? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? ¿Con qué personas? ¿En qué situaciones? Ojo, expresarla. Hay muchas personas que sí que lo entienden, lo procesan, genial, pero se lo callan. ¿Por qué no lo callamos? Aquí veo dos cosas siempre. Uno, si quiero mucho a las personas, no quiero preocupar. Bastante tienen todo el mundo, no le quiero cargar encima con mis responsabilidades. Y si no te quiero mucho, pues siempre voy yo contándole mis penas a cualquiera, para que vaya por ahí. Gestionarla. Una vez que lo entiendo todo y lo expreso, ¿qué necesito hacer? ¿Qué necesito? ¿En qué está fallando esto? ¿En qué momento de mi vida estoy? ¿Sé hacer algo? Si no sé hacer algo, jolines, voy a hablar con alguien. Voy a ir a un profesional, porque a lo mejor no sé qué es lo que tengo que hacer con ello. Y ojo al no engancharse. Por ejemplo, los duelos. Nadie nos ha enseñado a gestionar un duelo. Nadie en la vida. No se habla de la muerte. ¿Por qué? Porque nos genera malestar. Genial, pues nos vamos a morir todos. Sorpresa. ¿Qué es sorpresa? El dicho de si pierdes a alguien muy cercano no lo superas nunca. ¿Qué es superar un duelo? Eso no se sabe. Pero lo que sí te digo es que no vas a tener que vivir con una tristeza porque sí ya toda tu vida. ¿Por qué? Porque es así y ya está. Jolines, no nos enganchemos a esa tristeza. Ya sea un duelo, ya sea un miedo, ya sea lo que sea. Concretemos un poquito más. Identificar la emoción. ¿Cómo identificamos una emoción? Lo primero de todo, parar. Eso en nuestra sociedad no te creas que es tan fácil. ¿Por qué? Porque te levantas por la mañana y tienes tantas cosas que hacer. Desayunas, haces la comida, te vas a trabajar, recoges la casa, recoges a no sé quién, quedas con no sé cuántos, haces deporte... No paramos. Lo primero es parar. Yo siempre digo, te diría que pensaras o hablaras contigo mismo, pero tú te vas a tu casa y te sientas y dices voy a pensar sobre mi vida y de repente dices, ¡ah, la lavadora! Ya se nos ha cortado el pensar en nosotros mismos. O te llama la amiga a un café y dices tú, ¡ah, me apetece más! ¿Qué pasa? Yo recomiendo escribir. ¿Por qué? Porque tú ya buscas tu momento con tu libreta bonita y te pones a escribir. ¿Qué me pasa? Y ahí te pueden llamar, pero es tu momento. Cinco minutos al día. Una vez cada cinco días a la semana, al mes. Cuando lo vayáis sintiendo. Yo he escrito todos los días de la semana y veces que no he escrito en cuatro meses. El cuerpo también lo pide. ¿Qué podemos escribir? ¿Qué te pasa? ¿Qué te hace feliz? ¿Hacia dónde vas? ¿Dónde estás? ¿Qué llevas arrastrando? Expresarlo. Encontrar a esa persona de confianza. Esto, mucha gente viene y me dice, no puedo hablar con nadie. No me siento cómodo con mis amigas, mi familia bastante tengo ya. No. Tenemos que buscar personas, lugar seguro. Es muy importante. Somos seres sociales por naturaleza. Por mucho que queramos tirar para adelante y empoderarnos, somos seres sociales. Si no te sientes cómoda con los amigos de toda la vida, que también pasa mucho, el estándar de amigos de toda la vida. A lo mejor tenemos que hacer nuevas amistades porque cuando te hiciste amigo era hace 20 años o 10 y tenías otros gustos, otros valores, otras prioridades y ahora no encajan contigo. Viene alguien y me dice a esta edad, voy a poner una edad, 40 años por ejemplo, que esta edad, y yo digo vale, tienes 40 años, nos morimos con unos 85 y cada vez más, 90, te queda el doble de tu vida. Todo lo que has hecho, el doble. No nos da tiempo a cambiar de todo, absolutamente de todo. Todo lo que has construido está genial, está perfecto, pero que lo podemos volver a construir. Vale, esto me encanta. Tratarnos como trataríamos a alguien a quien queremos. Viene una amiga y nos cuenta un problema, algo que ha hecho. Y nosotros, no te sientas mal, no te fustigues, no pasa nada, ya habrá otra oportunidad. Hacemos algo mal nosotros. Es que de verdad, eres un patán. No haces una derecha, la cagas siempre, pareces tonto o tonta. ¿Por qué? ¿Por qué somos la mejor persona del mundo con el de al lado y con nosotros mismos nos machacamos así? Os voy a decir otra cosa, la persona con la que más tiempo vais a pasar el resto de vuestra vida es con vosotros mismos. 24 horas al día nada más. ¿Qué quiero decir con esto? Que tenéis que tener una relación sana con vosotros mismos, con vuestra cabeza. ¿Cómo os habláis? Si viniera una persona y tuvieras al lado a una persona que te está machacando todos los días de tu vida, ¿qué haces? Lo largas, ¿no? Yo por lo menos. Pero luego tú tienes ancha libre para decirte lo que quieras, criticarte lo que quieras, exigirte lo que quieras. Pues esta técnica de hablarte como hablarías a alguien, a quien quieres, es muy buena. Y ojo a la frase de lo estoy haciendo lo mejor que puedo. Y sé, creo que es. Lo mejor que puedo y sé. ¿Qué quiere decir? Si la cagaste, que posiblemente, bueno, lo hiciste lo mejor que podías en ese momento. Lo mejor que podías y sabías. ¿Qué hacemos? Ya está. O sea, podéis aprender para la próxima e intentar a lo mejor fastidiarla menos. Pero no había más. Ok. Soltar. Al final tenemos que soltarlo de alguna manera. Puede ser soltar hablando, riendo, llorando. ¿Vale? Que odiamos llorar. ¿Cuántas veces habéis visto a alguien llorar y de repente decir, a mí es que no me gusta llorar? Vale. Hay que soltar de alguna manera. Escribiendo, haciendo deporte, mil cosas. Esto también digo. Yo aquí estoy viniendo y estoy contando cosas muy generales. Cada uno es un mundo. Os tenéis que conocer y os tenéis que probar. ¿Qué os viene bien a vosotros? ¿Qué no os viene bien? Pero para esto hay que empezar a iniciar la acción. Diseñar nuevas estrategias. Nada cambia si nada cambias. Y eso es así. Si algo no nos está yendo bien, hacer otra cosa diferente. Hay mil millones de formas de gestionarlo todo. Pero si no empezamos no sabemos lo que nos viene bien y lo que nos viene mal. Para mí correr es una forma de soltar increíblemente buena. Para otra persona puede ser un castigo. Totalmente entendible. Para mí meditar me cuesta un montón. A otra persona le puede venir increíble, pero si no has meditado en tu vida no sabes si te va bien o mal. Quitarnos el miedo a pedir ayuda. Hablar con una persona y decir, no estoy bien. Necesito que tires de mí. Esto nos cuesta una barbaridad. Necesito que tires de mí. Somos los primeros que vemos a un amigo mal y oye, al infinito, a la luna. Pero luego estamos mal y no pedimos ayuda. Y a un profesional. Esto lo veo muchísimo. Viene gente que no ha ido en su vida al psicólogo. Y me dice, no, he estado pensándolo muchísimas veces, pero nunca he dado el paso. Me cuesta muchísimo. Y de repente viene, gestionamos lo que tengamos que gestionar en ese momento de su vida y se va. Y me doy cuenta que al X tiempo, ya sea 5 meses o un año, vuelve que ha tenido otro problemilla y venimos a gestionarlo. ¿Qué quiere decir? Que somos una herramienta. La terapia es una herramienta más para poder gestionar lo que te esté pasando. Una vez que le quitan el miedo ya es como la cogemos más rápido, pero el primer paso es un mundo. ¿Y tú? ¿Qué puedes empezar a hacer? Papelito. Siguiente cara. Ahora nos ponemos en la acción. Quiero que en la primera parte, o sea, hagamos de momento solo la primera, que es, ahora vuelve a pensar del 1 al 10 cuánto tiempo y energía invierte semanalmente en cada una de esas áreas. Una vez que pongáis el número en cada área de cuánto tiempo invertís, quiero que lo compare con el de antes. ¿Se corrobora el tiempo que invertís en cada una con la importancia que tenéis? ¿O que le dais? A veces sí, a veces no. En algunas sí, en algunas no. Esta es la primera, vamos a llamarle torta de realidad. Porque muchas veces tenemos como importante muchas áreas y luego me doy cuenta que no invierto absolutamente nada de tiempo en ellas. Mi familia, lo más importante del mundo. ¿Cuánto tiempo pasas con tu familia? Bueno, los llamo una vez a la semana. Ok, y ya las siguientes preguntas. ¿Me siento satisfecha con mi vida? Aquí se vienen preguntas importantes, así que las voy a hacer todas y os dejo un rato para que lo escribáis. ¿Me siento satisfecha o satisfecho con mi vida? ¿Por qué? ¿Qué estoy haciendo para estar mejor en cada una de las áreas? ¿Qué podría empezar a hacer? Y aquí en el qué podría empezar a hacer, quiero hacer una puntualización. ¿Por qué? Porque podemos empezar a hacer millones de cosas en todas las áreas. Yo me puedo hacer una lista en cada una, pero obviamente vosotros no vais a salir mañana o esta tarde y os vais a poner a tope con todas. No se puede con todo a la vez. Ni con los problemas ni con cambiar la vida en general. Entonces, podemos hacer una lista de todo lo que podemos llegar a hacer, pero ahí viene la siguiente pregunta. ¿Qué es lo que podría empezar a hacer ahora? Y luego la última es ¿Qué voy a empezar a hacer a partir de hoy? Vale, pues os dejo un ratito. Gracias. ¿Me siento satisfecha con mi vida? Puede ser sí, completamente, no del todo, no todavía, me gustaría, estoy en ello. Efectivamente, podéis explayaros como queráis, esto es súper individual. Gracias. Vale, ¿cómo vais? ¿Bien? Vale. No podía hacer una charla de gestión emocional y no hablar del famoso estrés. ¿Quién no tiene estrés? Bueno, ¿quién tiene estrés por ahí? Vale, efectivamente, nos dicen por aquí. Efectivamente, vale. ¿Por qué en este momento de la vida prácticamente todo el mundo tiene estrés? ¿Qué ha pasado? ¿Qué pensáis? ¿Mala gestión? Creo que escucha por ahí pandemia. ¿Problemas? Y aquí he puesto yo. Voy a decirlo de carrerilla, ¿vale? Cargas laborales, tienen la casa perfecta, responsabilidades familiares, hacer deporte, sociabilizar, comer bien, dormir bien, medita, gestiona emociones, viaja, siéntete autorrealizado. ¿Qué pasa? Que actualmente queremos llevarlo todo, todo. O sea, nos levantamos por la mañana ya con una lista de cosas que tenemos que hacer increíble. ¿Soy la única? Vale. Vuelvo a mi documento. ¿Por qué nos genera estrés? ¿Por qué estamos así? Uno, los pensamientos, las creencias. Tengo que ser la trabajadora perfecta, tengo que ser la madre perfecta, la hermana perfecta, la tía perfecta, la amiga perfecta, la deportista perfecta. Tengo que dormir mis ocho horas porque han dicho que es lo necesario, tengo que meditar porque he leído que es súper... Y escribir, y ir a charlas, y formarme, y leer libros. ¡Buah! Me canso de decirlo. ¿Vale? Pero ¿qué pasa? Esto es todo lo que pensamos. Emociones, estrés, por todo lo alto que se puede llegar a desarrollar en la ansiedad. Conductas, ir corriendo a todos lados. O sea, las conductas están retroalimentando todas esas creencias. Si yo pienso en todo esto, pero es que lo llevo a cabo. Si yo estoy todos los días, me apunto a todas las formaciones que veo, me apunto a todos los planes que me proponen mis amigas, hago todas las tareas de mi casa. ¿Qué pasa? Que al final nos estamos retroalimentando. ¿Qué quiero decir? En cualquier área de vuestra vida o en cualquier problema, podéis sacar este documento y situaros. ¿Dónde estoy fallando? O sea, si el estrés se ha apoderado de mi vida, ¿dónde estoy fallando? En todos los pensamientos y creencias que tengo, en las conductas que estoy realizando, en las dos, ¿dónde puedo hacer cambios? ¿Vale? Ese es mi objetivo. Uno, quitarnos tantas jolines, autoexigencia, presiones, perfeccionismo de todo. Y dos, no llevarlo a cabo. O sea, si tú quieres luchar con los pensamientos, pero luego las conductas las mantienes igual, el ser humano se acostumbra a los hábitos. O sea, automatizamos todo. Igual, no sé vosotros, pero yo me levanto por la mañana y ya tengo mi rutina. Yo ya miro el móvil, desayuno, me ducho y cada uno tendrá su rutina. Lo primero que haces al despertar suele ser lo mismo. Y lo segundo también. Somos seres de hábitos. Tenemos que cortar el piloto automático. ¿Qué es el piloto automático? Pues que no estás decidiendo ni lo que haces en tu día a día. Te estás levantando y estás haciendo lo que tienes que hacer, pero no lo estás decidiendo. Cuidado con llevar una vida de piloto automático, que llegas a un punto que dices, mira, yo no sé en qué punto de mi vida estoy, pero no me gusta un carajo. O sea, no estoy bien, no me encuentro bien, no me gusta lo que hago. Al final el objetivo es que conectéis con la necesidad que tengáis y hagáis algo respecto a esa necesidad. ¿Hay una solución que os valga a todos? No. Por eso os hago que escribáis, por eso os hago que paréis, que analicéis, para que conectéis qué es lo que os hace falta a cada uno de vosotros. Si necesito poner límites y cuidarme, lo hago. Si necesito parar, lo hago. Si necesito enfadarme y manifestarlo porque algo me está enfadando y estoy todo el rato callándomelo, lo hago. Si necesito dejar de hacer lo que la gente espera de mí, esto es muy típico, lo hago. Si necesito cambiar de aires, de trabajo, de amigos, de casa, de pueblo, aunque no sea fácil, también lo digo, lo hago. Pensad en cuánto queda más o menos, nos vamos a morir normalmente y mirad todos los años que os quedan. Vosotros decidís cuándo empecéis el cambio. Aquí tengo un vídeo que os lo voy a leer yo. Voy a poner el micrófono para que no se oiga el micrófono. Vale, es que me parece muy visual este vídeo. Esto son aproximadamente 135 caramelos. Conté 500 de ellos y los usé para pesar el resto. Aquí explica cómo está haciéndolo de los caramelos. En este montón hay un caramelo por cada día que vive un americano de media. Podrías tener más caramelos en tu vida o quizás menos, pero de media este es el tiempo que tenemos en la vida. Aquí hay un solo caramelo, tu primer día de vida. Un día especial, pero en el que todos estamos involucrados. Añadimos 364 más y tienes tu primer año de vida. Ahora, aquí están tus primeros 15 años de vida. 5.475 días. Lo cual nos lleva al inicio de la edad adulta y en ese momento es el tiempo que nos queda. Esto es la media de lo que vamos a hacer con todo este tiempo. Estaremos durmiendo un total de 8477 días. Si tenemos suerte, parte de ese tiempo, pues, dormiremos a gustito. Invertiremos en comer, beber o preparar la comida 1635 días. Estaremos en el trabajo, con suerte, haciendo algo que nos sea satisfactorio, un equivalente a unos 3202 de estos días. 1099 días los invertiremos en ir al trabajo, viajar de un sitio a otro, dependiendo, y quizás más si vives en Los Ángeles o en un Madrid. De media vemos la televisión de una manera o de otra un total de 2676 días. Las actividades de casa, las labores domésticas, cuidar de mascotas, comprar, nos llevan unos 1576 días. Cuidaremos de las necesidades de otros, nuestros amigos, familia, durante unos 564 días. Pasaremos unos 671 días duchándonos, peinándonos, haciendo actividades en el cuarto de baño. Y otros 720 iremos a actividades, pues, al colegio de caridad, deberes religiosos, recibir clases, formaciones. Después de apartar todos estos caramelos, esto es lo que te queda. Este es el tiempo que nos queda. Tiempo para reír, nadar, querer arte, ir de excursión, mandar mensajes, leer, consultar Facebook, a gusto. Pero claro, bueno, aprender a tocar la guitarra, eso. ¿Qué vas a hacer con este tiempo? ¿Y cuánto de este tiempo crees que has usado ya? Si tienes solo la mitad de él, ¿qué harías de una manera diferente? Y si es la mitad de eso, ¿cuánto tiempo has gastado ya preocupándote en vez de haciendo cosas que te gustaría? ¿Y si tuvieras solo un día más? ¿Qué vas a hacer hoy? Es un vídeo simbólico. Obviamente no vamos a pasar todos el mismo tiempo haciendo lo mismo, pero sí que es bastante aproximado de en qué se nos va el tiempo. Y como habéis visto, tiempo para hacer lo que nos gusta no hay mucho, más el que ya llevamos. Por lo cual, vamos a disfrutar del tiempo que tengamos y vamos a gestionar las emociones para que no nos lo impidan. Para no encontrarnos mal o que nos frenen de alguna manera o que elijan lo que tú quieres hacer en la vida, esas emociones, ese miedo, esa ira, esa frustración. ¿Qué pensáis del vídeo, por cierto? Sí, exactamente. Yo lo vi y me asustó lo primero. ¿Y aquí de repente? Autoestima. ¿Por qué meto la autoestima aquí? Primero de todo, ¿la autoestima qué es? Es la idea que tiene una persona sobre sí misma. O sea, cuanto valgo, cuanto me gusto, ya sea personalmente, físicamente, un global. Es lo que tú te valoras, lo que te apruebas, lo que te aprecias, lo que te agradas y está directamente relacionada con la inseguridad. Gestionar cualquier situación que nos ponga la vida desde un punto en el cual no nos sentimos capaces o no nos sentimos válidas o no nos sentimos suficientes o nos autoexigimos se pone cuesta arriba. Puede limitar tu potencial, tu felicidad, tu toma de decisiones y al final tu vida en general. Por eso, ¿qué pasa con la autoestima? ¿Qué no te gusta de ti? ¿Por qué no te gusta? Ojo también al foco negativo que tenemos. Todos sabemos lo que no nos gusta de nosotros. Y tú te levantas por la mañana y ves exactamente lo que no te gusta. Pero ¿y todo lo que sí te gusta? ¿Por qué no cuando piensas en ti piensas en eso también? Tú te miras al espejo y dices, voy a poner mi pelo, no me convence, pero no estoy viendo que me encantan mis ojos, me gusta mi color de piel, no. Yo por las mañanas lo que veo es mi pelo. ¿Os dais cuenta? Esto se llama un sesgo cognitivo al final. ¿Qué quiere decir? Que ponemos el foco solo en lo que no nos gusta, en lo que no somos capaces de hacer, en donde fallamos. En vez de ver todo lo demás. ¿Desde cuándo se debe algo externo por comentarios de X personas, estándares sociales, comparaciones o se debe por algo nuestro? Esto también es muy importante. ¿Se debe a la sociedad? Por ejemplo, el estándar del físico delgado. ¿Por qué hemos caído ahí? ¿Hace muchos años? ¿Un físico... no sé cómo determinarlo. Tenías dinero si comías. Eso era así hace muchos años. Y estaba bien visto estar con más kilos. Y ahora de repente estándar social, la delgadez. ¿Por qué no te gusta? ¿Por ti o por la sociedad? ¿O porque alguien vino y te dijo y? Todo esto replanteándolo, gestionándolo, analizándolo, ver cuánto te incapacita la vida y en el día a día. Ojo también a haber fallado en alguna ocasión y creernos malos. Yo es que fui a probar un deporte. Yo probé el fútbol y soy mala en fútbol. No, soy mala en los deportes. Perdona, ¿fuiste a probar el fútbol una vez? Cuidado con las generalizaciones que hacemos de todo. O a lo mejor eras mala al fútbol con 10 años y con 25 eres una crack. ¿Cómo puedo trabajar la autoestima? La autoestima y el estrés podría sacarlas a aburrir. Pero no quería perder la oportunidad de dar pequeñas pinceladas para que os llevéis algo de aquí hoy. ¿Cómo trabajarla? Uno, lo que os decía, parar. Dos, saber que para que algo cambie tienes que cambiar algo. Tres, entender de dónde viene, por qué y qué puedes hacer. Empezar a hablar como le hablarías a alguien a quien quieres. Modificar aquellos pensamientos negativos o distorsionados. ¿Qué es lo que te estás diciendo? ¿Es verdad lo que te estás diciendo? ¿Tan mala eres? ¿Tan desastre eres? ¿Tan caótica eres? ¿Nunca se te da nada bien? ¿Ese nunca que nos decimos? Y escribe, esto es una dinámica muy buena, escribe aquello que te gusta de ti. Porque de repente vemos que sacamos unas listas eternas, pero que no nos habíamos fijado nunca. Conclusiones que saco de aquí. ¿Qué hay que cuidar de nosotros? ¿Cómo? Físicamente, emocionalmente, socialmente. Somos un todo. Si descuidamos una parte nos estamos descuidando nosotros mismos. Estoy feliz con hablar del tema, estoy feliz con que estéis interesados con el tema. Y que la vida dure casi lo que dura una emoción. Así que espero que hayáis cambiado, pegado algún zip, que hayáis sacado algo, que hayáis conectado con algo y que os haya gustado y os sea productiva. Ahora, que si queréis hacerme alguna pregunta. ¿Está grabado? Para que vaya la gente animándose. Me parece que si nos alejamos no se va a oír de aquí. Bueno, pues el que quiera que se levante un poco, viva voz, ¿vale? Que no se oye bien. Yo creo que actualmente nos están diciendo muchas veces, desde muchos sitios, también, tú puedes, tú puedes, cualquier cosa que quieras. Y hay que ser un poco más conscientes también de lo que indica. Cualquier cosa que esa persona puede, desde mi punto de vista, es un proceso de transformación. Si no tenemos capacidad de los maniobros, pero entiendo que hay, los gráficos de televisión, los teclas virtuales, tú puedes, tú puedes, tú puedes hacer cualquier cosa. No crees que se está generando en la gente un poco de frustración. ¿Vale? Tenemos un problema, vamos a hacer algo. El que, a lo mejor no lo sabemos, pero vamos a buscar la solución. Tema de autoayuda, de, hay cosas que están muy bien, pero en doble filo. Si no te beneficia, por ejemplo, el otro día me vino un paciente con un libro de hábitos atómicos, se llama el libro. ¿Vale? Yo me lo estoy leyendo y a mí me genera presión de todo lo que tengo que hacer para rendir muy bien en la vida. Y digo, y yo me encuentro bien, estable, anímicamente en este momento de mi vida. Esa persona tenía depresión. Yo con una depresión, meterte hábitos, rutinas, horas, de todo lo que tienes que llegar a hacer, a lo mejor es contraproducente. Entonces, es así. Yo siempre digo individualizarlo todo. O sea, ¿qué te pasa a ti? ¿Cómo estás tú? Y a partir de ahí construimos. Efectivamente. A mí me encanta hablar de salud mental en cualquiera de sus áreas. O sea, que me podéis preguntar y si os quedáis con la duda o lo que sea y queréis luego escribirme, también me podéis escribir. O sea, a mí me gusta. Dime. Yo creo que yo, dentro de todo lo que comentas, yo soy una persona muy tendente a esto, a sentirme mal si me echo la siesta. Yo me levanto de una siesta y me levanto... Ya llego tarde. Tarde a dónde, no lo sé. Pero tarde seguro. Entonces, lo entiendo perfectamente y yo te diría, ¿cómo podemos gestionar esto? Vuelvo al documento. Pensamientos y conductas. Tú tienes que diseñar al final tus creencias. ¿Qué es lo que tú piensas? ¿Qué es lo que tú piensas que está bien hecho? Obviamente luchar con la sociedad es complicado, pero al final todos estructuramos nuestros valores. Tú al final vas a estructurar tu tipo de relaciones, personales, sociales, tu trabajo... Por mucho que te digan, eso no tiene salidas. Tú al final vas a por el trabajo que quieres. Si estás ahí. Entonces, uno, modificar esas creencias, entender qué es lo que tú quieres en la vida y luego no seguir con las conductas de, vale, si yo quiero cambiar esto porque esto no me parece bien, porque yo creo que me merecería echarme una siesta, pero no me he echado una siesta en la vida. ¿Me explico? Vale. Pero estoy totalmente de acuerdo porque salirte del ritmo que lleva la sociedad es muy complicado. En cualquier área. De ahí digo el piloto automático. Lo tenemos que aprender a cortar. Porque si no nos vemos envueltos en que estamos haciendo lo que se tiene que hacer o lo que se ha dicho que hay que hacer y no estamos haciendo lo que realmente nosotros sentimos o queremos. En cualquier área, vuelvo a decir. Ya sea la prisión, ya sea tu estilo de vida. A ti. Vale. Aquí viene muy bien el establecimiento de rutinas. ¿Por qué? Porque si tú te estableces que, por ejemplo, los martes te tienes que ir a bachata, pues oye, ya que te arreglas tú y sales de tu caso con ganas de irte a bachata. Si nos vamos dejando, a lo mejor habrá días que dices tú, bueno, me voy animando, parece que el día voy y va bien. Y otros días dirás, pues sigo aquí. Eso... Sí. Sí, sí, sí, sí. Estoy... Sí. Estoy de acuerdo porque la vida sigue siendo la misma en el sofá o fuera de casa. Pero fuera de casa, uno, te da el sol. Dos, te mueves, o sea, activas al organismo, ves cosas, hablas con gente. O sea, eso te va a beneficiar siempre antes que quedarte en casa. Siempre. Alguna opción ahora. Alguna opción. ¿Alguien más por ahí? Pero... ¿Me da igual lo que me diga la sociedad? Vale, tú me dices, se echa la siesta y se siente mal. Pero si tú, al final, cuando te levantas y te sientes mal, no se va ese sentimiento de malestar. Pero tú a ti mismo te dices, bueno, es que no me puedo permitir yo una siesta, o sea, es que tengo que seguir el ritmo de la sociedad porque sí. Y al día siguiente te vuelves a echar la siesta, cuando te acostumes a echarte la siesta, y tú a ti mismo decirte, me da igual lo que me diga la sociedad, al final, poco a poco, te sentirás, yo siempre digo, en sintonía con tus valores. Esto es playado a cualquier área. O sea, salirse es complicado. ¿Por qué? Porque la sociedad tiene sus creencias y tú las sigues, de alguna manera. Aunque quieras lucharlas en el fondo, las tienes ahí. Pero si tú mismo empiezas rompiendo en la conducta y te sales de ahí, y te vas autoconvenciendo, estás cambiando la conducta y los pensamientos, al final, te sentirás bien haciéndolo y dirás, ves, si es que yo me tenía que salir, o es que yo no tenía que seguir la sintonía, como no me has puesto ningún caso en concreto, pero la sintonía de lo que sea. Por ejemplo, las relaciones. Ahora se está viendo que ya no son relaciones monógamas estandarizadas para todo el mundo. ¿Se ha establecido por igual relaciones monógamas o poliamorosas? No. Pero hay gente que lo hace y no se siente mal. ¿Les ha costado salirse? Muchísimo. Pero se han salido y cuando se sienten que viven en sintonía con lo que piensan, con sus creencias, con sus valores, les da igual luchar socialmente. No sé si te respondió o si quieres seguir comentándome yo, encantada. ¿Qué es más importante para ti? Lo que te pueda llegar a decir alguien que te está diciendo que eres una generación de cristal con sus valores que tiene y sus ideas que no van contigo o lo que tú piensas, cómo tú te sientes haciéndolo y con quién te rodeas porque al final si tú tienes unos valores te rodeas de la gente que tiene tus mismos valores Esto en cualquier cosa, opinar van a opinar, hablar van a hablar, pero ¿cuánto de importante es esa persona justo que te está diciendo eso? Al final quien te quiere entiende que tú hagas cambios en tu vida y lo importante es que tú te sientas bien y que sepas que las decisiones que estás tomando es porque las sientes así se separan de la sociedad, de la rutina o de lo que se tenga que separar Sí, totalmente, pero ahí yo ya no iría tanto a ti sino a la gente que se está cohibiendo y le diría qué es lo realmente importante para ti o sea, lo que opina la gente o lo que tú quieres y sientes porque en esto como en cualquier cosa nos van a juzgar infinitamente, la sociedad opinar es gratis por desgracia Importante, rodéate de gente con los mismos valores Sí, pero tú tampoco puedes venir a cambiar realidades Eso hace falta Pero tú Pero aquí es lo que digo, vuelvo al documento, la situación no la podemos cambiar que la generación de antes piense diferente tú no lo vas a cambiar Jamás, tú tienes, con esa situación que tú tienes, qué es lo que haces tú No, ahí ya, eso sí que es fallo tuyo, si tú no quieres avanzar puede costarte más o menos pero al final tú eliges tu camino, con más barreras, con más piedras, con más cuesta arriba, pues seguramente pero que esté eso ahí no lo vas a cambiar, ya es qué quieres pensar tú de eso y qué quieres hacer tú con eso Pero es que el respeto se lo merece todo el mundo Pero que aquí no estamos, el respeto se lo merece cualquier persona en el mundo yo te tengo respeto pero yo decido lo que quiero hacer en mi vida o sea, te respeto tus opiniones, te respeto todo, pero dentro de tu opinión yo me cojo mi camino Lo he dicho, eso no lo vas a cambiar ¿Por qué nos cuesta poner límites más a familiares que a otras personas? Sí, pero es que has dado el clavo ahí porque con familiares cuesta 100 veces más Al final, es lo que decía el compañero, todas las opiniones, o sea, mientras que no falten el respeto son válidas pero que no me faltes el respeto a mí, o sea, al final el límite es necesario y cuidado con las personas que tú les pones límites y los saltan Ahí es cuando digo yo, a lo mejor hay que poner espacio, no límite Ahí lo primero es que estás teniendo la preocupación en el futuro, en algo que no sabes cómo va a pasar, cuándo va a pasar, de qué manera va a pasar y quieres desarrollar estrategias ante algo que no sabemos muy bien ¿Qué trabajaría yo? Primero, porque tienes esa preocupación justo en este momento de tu vida ¿Qué te pasa? O sea, cómo hemos llegado aquí y luego la aceptación del momento presente, o sea, ¿qué es todo lo que puedes hacer ahora mismo? Si nos pasa algo dentro de dos años, o de cinco, o de veinte, ya lo gestionaremos, como me has dicho tú Cuando no pueda salir a la calle, te he dicho, pues algo haremos, de alguna manera se saldrá ¿Por qué? Porque no sabemos qué va a pasar ¿Qué te pasa? Ahí, tú misma te has respondido Exactamente, nos anticipamos Yo trabajo mucho en vivir el momento presente, el momento presente es ahora, exactamente esta charla En este caso, mañana será la comida que tú tengas mañana Porque nos pueden pasar doscientas cosas Le puede pasar a esta señora o me puede pasar a mí el mes que viene No tiene nada que ver, entonces yo trabajo mucho, mucho, mucho en vivir el momento presente ¿Qué es lo mejor que puedes hacer con lo que tienes ahora mismo? Bueno, en nombre de la Universidad de Distancia de Gine, más cerquita, vale, así, así En nombre de la Universidad de Distancia de Gine, quería darle las gracias a Marisol por haber aceptado nuestra propuesta para dar esta charla, por lo bien que lo ha hecho, por su entrega también el papel que ha tenido este año y en años venideros como profesora en la Universidad de Distancia de Gine que sabéis que tenemos la carrera de Psicología y bueno, pues estoy muy contenta con lo que ha hecho, creo que ha tenido mucho éxito que nos ha gustado a todos mucho y estoy muy agradecida con ella y a vosotros por haber venido Yo solo puedo dar las gracias por venir, por la confianza y que espero que sigamos haciendo cosas de salud mental y seguir viéndos por aquí Bueno, y para terminar solo deciros que hay muchas caras nuevas aquí que no conocía Bienvenidos todos al Archivo Municipal de Gine, que está abierto para estas y otras charlas También ya está abierto todas las mañanas y casi todos los miércoles hay una charla La del próximo miércoles va a ser sobre la fuente principal de Gine por si alguien está interesado en el patrimonio y la naturaleza de Gine también, ¿vale? Y tenemos una asociación que se llama MUSIPE, que es la Asociación de Amigos del MUS y del Patrimonio de Gine, que organizamos, ahora ya va a terminar el curso pero para octubre volveremos a empezar con actividades Se hacen charlas sobre música, sobre cualquier propuesta que queráis Si alguien tiene interés, que puede escribirme al archivo chivo arroba e gine punto es y preguntarnos por la asociación Gracias a todos