Bien, bueno pues como estaba anunciado la semana pasada vamos a abordar en esta sesión una introducción general al paleolítico. Este tema en realidad procede de una época en la que era bastante frecuente que el equipo docente diera mucha importancia a una cuestión que a veces han preguntado y que a veces siguen preguntando también, que eran las formas de vida de las sociedades de cazadores-recolectores. Que es lo mismo que preguntar cómo evoluciona el modo de vida a lo largo del paleolítico. Es verdad que las sociedades de cazadores-recolectores pasan también el pleistoceno y afectan también al momento del holoceno, a ese periodo equipaleolítico que es en cierta medida una extensión del paleolítico pero en un contexto climático ya más templado y diferente, con una economía también mucho más abierta. Pero bueno pues decir sociedades de cazadores-recolectores es prácticamente sinónimo de las formas de vida del hombre paleolítico. También porque es una manera no sólo de cubrir esa posible pregunta sino también porque es una manera en cierta medida de ofrecer una aproximación a lo que luego vamos a ir viendo de manera focalizada en las próximas clases. El paleolítico inferior, el paleolítico medio y el paleolítico superior. Es decir achelense, musteriense y bueno el superior fundamentalmente sorutrense y magladiense porque los otros periodos auguinatiense, gravediense son más bien interludios o intermedios entre el musteriense y el paleolítico superior. Junto con este material que está subido ahora he dejado también un esquema que subí a posterior y yo creo que lo subí el domingo, que bueno puede ser útil aunque yo no lo trabajaría ahora porque puede ser ahí una alumión de yacimientos, de industrias y de información. Pero bueno a lo mejor sí dentro de tres o cuatro semanas si volvéis sobre él puede ser un cuadro de la evolución de las formas de vida del hombre paleolítico donde está lo esencial. Las cronologías, los principales yacimientos, las innovaciones tecnológicas a partir de los distintos tipos de industrias y los yacimientos que nos permiten conocer todo este proceso de evolución de las sociedades de cazadores-recolectores. Lógicamente cuando hacemos una aproximación a las formas de vida en la prehistoria siempre dependemos, y esto es voluntariamente tenerlo presente cuando tiene que comentar un objeto en el examen o en las pruebas de evaluación continua, siempre tenemos que tener como tres planos, dos de los cuales son muy fáciles de reconstruir y otro aunque está muy de moda es más difícil de delimitar. El plano de la principal actividad económica es la caza y la recolección, el plano de la vida propiamente dicha del hábitat, los dos primeros se basan fundamentalmente en el registro material, en nuestras excavaciones, en el estudio de los cazaderos, en la delimitación concreta del tipo de yacimiento ante el que estamos, si es un asentamiento, si es un cazadero, si es una estación de despiece de los animales, la variada tipología que decíamos en los temas introductorios que afectaba a los distintos yacimientos arqueológicos. Y el tercer nivel que es el más complicado pero también cuando uno estudia la evolución del hombre en el paleolítico es el más sencillo porque no abarca siquiera todo el paleolítico, solo afecta especialmente al paleolítico superior y con dudas al paleolítico medio, es el asunto del simbolismo. Todo lo que tiene que ver con eso que se denomina ahí capacidad espiritual. Simbolismo es todo ese conjunto de evidencias, de comportamientos que no se explican exclusivamente por la subsistencia. Todo lo que tiene que ver con los enterramientos, con el cuidado de los cadáveres, con las ofrendas de carácter ritual e incluso con el arte, tanto el arte mobiliar y palietal que empiezan todos ellos en la transición, sobre todo el arte mobiliar que es más antiguo en la transición entre el paleolítico medio y el paleolítico superior y también el arte corporal, ese body art del que hablábamos creo el otro día cuando aludíamos a las manifestaciones de arte corporal, el espolvoreamiento de ocre para la decoración de la piel que se atribuía a Neandertal junto con algunas conchas perforadas y que en cierta medida hablan ya de una capacidad simbólica del Neandertal en el paleolítico medio como elemento característico. También es verdad que frente a las formas de vida y de asentamiento, caza y hábitat, donde en general hay un cierto acuerdo interpretativo en la prehistoria, porque al final si esto es un asentamiento pues es un asentamiento, si está organizado y compartimentado el espacio pues hay un tipo de evidencias y no hay otras para el mundo del simbolismo. Hay bastante discusión, incluso hay cuestiones que están expuestas ahí, que ahora se matizan o incluso otros investigadores las discuten. Pensad por ejemplo que incluso la interpretación como ritual del Excalibur de la cima de los huesos pues está en discusión, realmente es la primera manifestación de una ofrenda funeraria hecha por un antecesor en un depósito al que van a parar, digamos, sus ancestros. Bueno, pues parece que hay indicios de que sí, pero bueno, todo ese plano de lo simbólico, de lo espiritual es bastante difícil de fundamentar en una ciencia como la prehistoria que lo que necesita, como decíamos hace algunas semanas, son las evidencias materiales que son la verdadera piedra de tope del conocimiento en la antigüedad y también en la prehistoria. Lógicamente, actividad cinegética y de recolección, hábitat y mundo simbólico guardan necesariamente relación, y así lo iremos viendo cada semana en nuestro recorrido en las próximas tres semanas, guardan relación directa con el tipo humano. Anteceso origen del berguensis desde una óptica europea para el paleolítico inferior, erectus ergaste y habilis para el paleolítico inferior fuera de Europa, vamos, el paleolítico inferior africano, neandertal para el paleolítico medio y sapiens para el paleolítico superior. Y en cierta medida esas condiciones evolutivas también están de alguna manera contagiando nuestro modo de ver la realidad cultural, que todo ese tipo de evidencias ponen de manifiesto. Por ahí tenemos una línea temporal que quizá en alguna cosa habría que ajustar, el inicio del paleolítico inferior está pensada en el ámbito europeo. Podría adelantarse un poquito, un millón trescientos mil años, el musteriense también podría empezar un poquito antes en algunos lugares, doscientos cincuenta mil años, la cronología del paleolítico superior sí que más o menos estaría ajustada a lo que hoy interpreta la investigación. Durante algún tiempo hay una fase en la prehistoria africana asociada a Homo habilis y a Homo erectus y a industrias de modo uno, a la que se le llamó abevillense, plebicultur o oldubayense. Hoy más bien se tiende a denominar como paleolítico inferior arcaico. Las primeras manifestaciones de la tecnología humana creadas por ese hombre hábil, el Homo habilis y que rompen con esa laguna que teníamos a propósito del género de los kitekos, los kitekos con todas sus variantes, aparensis, robustus, etcétera, africanus, que veíamos la pasada semana y que inequívocamente no sólo genera la primera tecnología sino que además prepara en cierta medida las primeras estructuras de habitación. Es verdad que desde ese punto de vista del hábitat y también de las actividades económicas, el primer gran cambio se produce desde el achelense medio y el achelense superior. Cuando hablamos de achelense medio, paleolítico inferior medio, hablamos del achelense clásico, que es el achelense que se percibe sobre todo en Europa en el momento en que las variantes europeas del gaster y de erectus han colonizado el ámbito europeo y en esa colonización han preparado los asentamientos a partir del uso del fuego, a partir de la aparición de las primeras estructuras arquitectónicas y sobre todo se han dado cuenta de lo importante que es disponer de materia prima, de calidad para poder pasar de una tecnología basada sobre todo en la talla, choppers y chopping tools en el paleolítico inferior arcaico del oldubayense a la técnica del retoque, que como digamos es la que tallando y desbastando el nóbulo para convertirlo en un núcleo, yo puedo tener una serie de piezas que según el retoque que les confiera van a tener una u otra función desde el punto de vista tecnológico. Todo eso está en principio glosado en la llamada técnica de Evaluan o que ciertamente es solo una parte lo veremos de las técnicas de talla y de retoque, quizá la más efectiva y la más generalizada que se producen en el achelense superior y que se generalizan sobre todo en el musteriense. Ya sabéis que ahora también se recuerdan de esa uniguosidad que se ha intentado dar a la prehistoria, bueno pues incluso parece que se habla más de Early Stone Age o Middle Stone Age para el paleolítico inferior y para el paleolítico medio, lo veréis como EAS o MSA pero bueno, seguimos hablando de paleolítico medio o incluso en el caso del paleolítico medio porque la unidad cultural, digamos el peso que el yacimiento del embustier tiene para caracterizar la tecnología musteriense pues preferimos hablar de musteriense que de paleolítico medio. Pensad también como estos conceptos inferior, medio, superior siguen arrastrando ese paradigma un poco evolucionista de la propia ciencia prehistórica porque es verdad que tienen una dimensión cronológica, inferior es lo más antiguo, lo que está en el medio y lo más reciente pero bueno también esconden una cierta tipificación evolutiva parece que el paleolítico inferior desde el punto de vista del desarrollo técnico es inferior y el paleolítico superior desde el punto de vista del desarrollo técnico es más avanzado. En cierta medida sí pero ya vimos que también en el paleolítico superior hay grandes industrias sobre núcleo y no necesariamente útiles microlíticos generados sobre núcleo como dice ahí, o sea es lo que comentábamos de que a veces la evolución no necesariamente es un bilineal a mejor sino que a veces hay retrocesos que implican también una percepción tecnológica de que utilizar grandes industrias puede obedecer a determinado tipo de decisiones. Desde los 150.000 años hasta 40.000 años antes del presente se extiende el paleolítico medio que inequívocamente está vinculado al Neandertal, no como dice ahí a un Sapiens Neanderthalensis sino al Homo Neanderthalensis y al Sapiens propiamente dicho, el hombre anatómicamente moderno. El Sapiens sobre todo en la parte final, entre 60.000 y 40.000 años antes del presente diferenciando precisamente en algunos fósiles de la península ibérica la existencia de cruces entre ambas realidades, entre ambos tipos de o variantes del género Homo. La principal novedad del Musteriense desde el punto de vista tecnológico es el predominio de las industrias de modo 3, en el Axelense ya había industrias de modo 2 porque aparecen los bifaces sobre todo en el Axelense medio y superior, en eso que hemos llamado antes el Axelense clásico europeo. En el paleolítico medio se generaliza la técnica del lascado y del laminado y por tanto aparecen raspadores, cuchillos de dos o muriles, que bueno ahora puede ser todo un vocabulario así un poco indigesto, pero bueno que iremos viendo cuando en cada lección vayamos hablando de cada periodo pues podremos en cierta medida caracterizarlas. Otra novedad importante del Musteriense, luego incidiremos sobre ello, es también que esa tendencia del hombre en el Axelense, también por el rigor climático ¿no? a preparar las estructuras de habitación para protegerse del frío se va a ver también complementada con un hábito que es el de especializar los distintos espacios de habitación para funciones diferentes, una zona para el descanso, una zona para la talla de la tecnología lítica, otra zona para la preparación de alimentos, bueno pues que nos habla de esa compartimentación espacial dentro de los asentamientos ¿no? frente al Axelense que es sobre todo subir del frío y hacer que sea suficientemente sostenible el modo de vida desde una óptica climática, en el Musteriense hay un interés por desempeñar distintas actividades y desempeñar esas actividades con arreglo a determinadas especializaciones desde el punto de vista funcional. Y el Musteriense incluye las primeras evidencias del capítulo del simbolismo, la primera constatación de enterramientos, justo la Península Ibérica es bastante parca en eso, no hay enterramientos de Musteriense y los neandertales que conocemos peninsulares proceden de catástrofes o de episodios de antropofagia y no de enterramientos como los que sí que hay en Asia Menor o en la Ferrazí, en Francia y en otros ámbitos del Mediterráneo Oriental y de la Europa Atlántica y de Europa Interior. Y también, y esto habría que añadirlo quizá en el Musteriense se atestiguan las primeras manifestaciones de simbolismo que no son estrictamente funerarias, me refiero al uso del body art de ese arte corporal para decorar el cuerpo y que habla también probablemente de un cierto estatus, de una cierta estratificación social. El último periodo que fijaros es el que menos ocupa en la prehistoria de 40.000 a 10.000 o 10.000 depende ¿no? Luego eso hay que ajustar también en cada territorio ¿no? Años antes del presente, bueno pues asistimos a una gran ocupación del ámbito terrestre, a la sustitución de Neandertal por Sapiens, a lo que se llama la lectorización de la industria lítica. Las piezas se hacen cada vez más sofisticadas, más pequeñas y más microlíticas derivadas de un aprovechamiento al máximo de los núcleos para fabricar las casiláminas que luego se retocan y que ahora los cuchillos de dono son los microtróbulines y junto a esa lectorización que nos habla ya del éxito de los útiles compuestos frente al oldubayense, el axelense y parte del musteriense, que son útiles simples, piezas que se trabajan directamente, que se utilizan quiero decir con la mano aunque se hayan fabricado con percutores externos blandos o con madera para dar unos hilos más cortantes a los bifates, las del oldubayense siempre se fabrican con percutor externo duro. En el paleolítico superior y en el musteriense se generalizan los útiles compuestos, es decir, útiles que necesitan ser embalados o ser ensartados en un hueso, en una madera, en una pieza de marfil. Marfil y hueso no se utilizan en el musteriense pero sí se incorporan como un elemento fundamental de la industria lítica en el paleolítico superior, eso que a veces se llama la industria osteodontocrática repetiremos esa palabra, la industria del hueso de la madera y del marfil. Es posible que la madera se usara antes porque en el musteriense hay útiles que por su tamaño piden ser útiles compuestos y que el vástago sea de madera y porque el hombre está utilizando la madera desde que prepara la cueva de Nazaret en Europa, por ejemplo, las estructuras de habitación con ramas y con elementos para generar pequeñas tiendas que protejan al hombre incluso en el interior de la cueva. Pero bueno, el hueso y el marfil sí que parece que sólo se utiliza a partir del paleolítico superior y en parte se utiliza también desde el graveciense que más o menos corresponde a la cronología un poquito anterior de la uiñaciense, o sea es uno de esos episodios transicionales entre el paleolítico medio y el paleolítico superior. El hueso se utiliza como soporte para el marfil. Todas las primeras venus gravecienses están hechas sobre hueso o algunas sobre marfil. El paleolítico superior también tiene una nota muy característica que resume prácticamente todo lo que tenéis ahí y que afecta a todas las realidades simbólicas y de formas de vida del hombre en ese periodo que es la diversificación regional y también el aumento, estamos más cerca del presente aunque haya pasado mucho tiempo obviamente, el aumento de nuestras evidencias. Disponemos de muchas evidencias de envejamientos con diversidad regional, de asentamientos con diversidad regional porque también los periodos glaciares en el paleolítico superior conocen grandes oscilaciones, episodios de intenso frío donde la población se concentra en zonas de suavidad climática costera como por ejemplo el llamado episodio solutrense, la colonización también del ámbito americano que más o menos se produce en ese lapso y la irrupción de un elemento al que lógicamente tenemos que darle una sesión monográfica que es el arte, el arte no sólo parietal sino también el arte moviliar que sobre todo se desarrolla durante el majarraníense aunque hay algunas manifestaciones muy someras, muy esquemáticas en el solutrense ¿no? Bien, de qué vive el hombre, cuál es la pauta de subsistencia del hombre en el paleolítico. Con esto que uno cuando lo explica en un tema como este, bueno pues parece algo que hay que tratar es algo que siempre debe ir unido al análisis de los yacimientos y de la tecnología lítica si tienen un comentario de un bifarcto, de una raedera hay que hablar de cómo se ha fabricado de cuál es la materia prima, de los retoques, del tecnocomplejo al que pertenece pero hay que trascender de ese útil y explicar para qué se utilizó dentro del ciclo digamos de producción económica de esos grupos de antecesor, de neandertal o de sapiens. Bueno pues la recolección de vegetales parece que además en los últimos años, 15-20 años los fósiles de Atapuerca han puesto de relieve junto con también el análisis de la fuerte competitividad que había entre otros carnívoros por los recursos que el hombre fue esencialmente más vegetariano digamos que carnívoro en los estadios más antiguos de la prehistoria, no por nada sino porque sencillamente el acceso a la carne en competencia pues con hienas y con animales salvajes carnívoros bueno pues se hacía bastante complicado y obligaba al hombre a utilizar el recurso a los vegetales como dieta fundamental para su alimento diario, no por los desgastes también de aparato dentario que eso generaba y con las consecuencias también que sobre la industria lítica eso generaba, por ejemplo la aparición de los endedores para el machacado y el troceado de esos elementos vegetales recogidos en esa actividad inicial de recolección. Lo que sabemos de la caza en cualquier caso depende en gran medida de la información de la industria lítica y ósea, es decir de la tecnología y de la información de los yacimientos especializados. Con la industria lítica por ejemplo podemos saber si el consumo del animal que se cazaba se hacía en el propio cazadero, si solo se consumía la carne o se había dado un aprovechamiento de la piel y de otros elementos, bueno pues ya os imaginaréis la secuencia ¿no? A útiles más grandes probablemente consumo cárnico in situ en el cazadero y exclusivamente cárnico. A útiles más pequeños, galeras, raspadores, cuchillos de dorso por tanto del musteriense superior y musteriense en adelante tendencia a trasladar la carne al asentamiento, procesarla y no solo aprovechar la carne sino también las pieles, el tuétano por su aporte calórico etc. Esto es una realidad que el análisis de los distintos modos tecnológicos nos atestiga. De la misma manera el estudio de los yacimientos especializados de los cazaderos nos permite por un lado saber el tipo de animal que el hombre cazó, los restos de fauna que son los que nos determinan que un yacimiento es un cazadero o es un lugar de transformación de lo que se ha cazado y por tanto probablemente sea un espacio de hábitat, un asentamiento. Bueno pues los cazaderos nos permiten saber qué se cazaba y a partir sobre todo de eso que hace unos días llamábamos la arqueología espacial, saber cómo era la relación del hombre con el espacio, con el movimiento de esos animales, con las rutas que esos animales utilizaban para trasladarse buscando probablemente los mismos puntos de agua y en algunas ocasiones sin alcarnívoros, los mismos recursos que el hombre y cómo el hombre fue acomodando sus estrategias de caza a la talla de esos animales, a la competencia que tenía con otros carnívoros, a lo que de ellos quería obtener y a su propio ciclo evolutivo. El hecho de que por ejemplo en el Sol Utriense aparezcan puntas ligerísimas, retocadas incluso con choque térmico, con alternancia de frío y de calor para que fueran totalmente ligeras y como muy aerodinámicas permite suponer que probablemente Sapiens diseñó una caza a distancia, especializada, selectiva y en cambio en Achelense, por ejemplo en el cazadero de Ambrona en la meseta norte, en la provincia de Soria, el hombre tuvo que cazar lo que encontraba, o sea, lo que conseguía sin mucha capacidad de selección. Fundamentalmente el Elephas Anticus, el mamut, al que parece que sí que pudo hacer frente, quizás también amparándose en la gran corpulencia que parece que tenía el tipo humano antecesor neandertal, como demuestran los huesos de la gandolina y encima de los huesos de Atapuerca y por supuesto neandertal, que tenía una corpulencia notable que le hacía muy apto para el cuerpo a cuerpo. En la propia evolución de la tecnología lítica está escrito ese proceso evolutivo tecnológico. En el patriótico inferior como fundamentalmente lo que hay son bifates y hendedores, consumo de vegetales y actividades de caza oportunista por medio de trampas o incluso aprovechando las debilidades de movilidad del animal y con un despiece final de los restos de ese animal prácticamente in situ. En el patriótico medio, con la aparición de las puntas como las dos que tenéis en la imagen del patriótico inferior, también es una punta musteriense, pues probablemente el hombre ya puede cazar a una cierta distancia, son puntas muy incisivas por su acabado triangular que atraviesan la piel del animal y eso le permite al hombre una caza un poquito más selectiva, quizá no del todo selectiva o del todo especializada ni tampoco muy estratégica, pero que en cierta medida le permite distinguir entre a qué tipos de animales puede hacer frente y adaptar la tecnología para cazar ese tipo de animal. Normalmente cuando pensamos en las puntas musterienses, como la de la izquierda y en el paleolítico en general tendemos a pensar en la caza, pero no olvidemos que la pesca desde Neandertal también es una importante actividad económica en determinados periodos para la subsistencia. Nada que ver con la gran bocación, maizquera, conchera o pesquera que tendrá el epipaleolítico en eso que llamaremos la economía de amplio espectro. En el paleolítico medio también de la caza podríamos decir que empieza a partir de ese momento aprovecharse todo, no solo la carne, también las pieles, también como decíamos el tuétano y hay un proceso de amortización al máximo de los recursos procedentes del ámbito cinegético. Eso cristaliza sobre todo en el paleolítico superior donde la mayor parte de los prehistoriadores coinciden en señalar que es el momento en el que el hombre se especializa en un tipo determinado de animales, caballos, renos, toros, bisontes todo depende también de las circunstancias climáticas. En algunos ámbitos de fauna fría el reno por ejemplo o el rinoceronte, el anulo tiene más presencia que otros de fauna templada donde es el búfalo o bisonte y el caballo. Pero bueno, son esos los animales que normalmente aparecen en el registro arqueológico en la fauna con un gran incremento de la actividad pesquera y de la caza a distancia. Propulsores, la duda es si el arco se inventa en el solutremse, hay toda una discusión. Tenemos que llegar hasta el paleolítico, por tanto si se inventa hace más o menos 15.000 años o más bien hace 10.000, que obviamente para la prehistoria proporciona una diferencia como muy de matiz pero también las atagallas, los arpones con una pila de dientes, con dos. Nos hablan también de cómo el aprovechamiento del animal o del hueso también permite reinvertir parte de lo que se obtiene de la caza en la mejora de las armas y de las herramientas y en definitiva de las técnicas con las que se va a cazar. Pensad que, por ejemplo, del paleolítico superior es el llamado cazadero de Solutre que da nombre al solutremse, que es una gran meseta en la que hostigaban como hemos visto a veces en las películas de indios para escabular a los búfalos. Hostigaban a los caballos para que cayeran por la ladera y abajo una vez despeñados concedían el aprovechamiento. Cuando hablamos de una caza estratégica y selectiva es estratégico porque una estrategia es trazar un plan, un método para conseguir un objetivo pero no difiere eso mucho de llevar a los mamuts a una zona pantanosa y que quedaran ahí fangados sin poderlos consumir o matar y consumir como parece que fue el modus operandi de Hambro. Aquí tenéis algunos de esos cazaderos un poco emblemáticos, sobre los que volveremos con más ejemplos cuando pongamos el foco en cada periodo. Por ejemplo, en el Paleolítico Inferior el cazadero de Hambrona donde se cazaban Elepas Anticus o Elefantes Anticuy, es decir, mamuts. En el Paleolítico Medio el cazadero de Lotus, ese pequeño cañón en el que cabras, panteras, ciervos, bóvidos pero sobre todo cabras, eran despeñados para luego consumirlos. Parece que también en el Paleolítico Medio empieza la preparación de la carne para cocinarla, lo mismo, digamos, carne a la piedra, pero quizá también, y esta es una discusión que bueno, con la antropología comparada pues siempre ha puesto un poco encima de la mesa que es la de que no solo se haría carne, digamos, a la piedra sino que probablemente se usarían recipientes de madera para calentarlos con agua adentro y piedras calientes que van calentando el agua a fuerza de ese contactono y que pues tienen el paralelo aquí por ejemplo en Navarra, en los Calcuso que probablemente antes de la invención de la cerámica en el Neolítico pues debió ser el tipo de recipiente de preparación del alimento por excelencia, parece que a partir del humus queriense. Y precisamente la imagen del cazadero de Solutre, el Paleolítico Superior que es un cazadero de despeñamiento sobre todo de caballos desde esa meseta rojosa que tenéis a la derecha. Quizá lo más característico del Paleolítico Superior es que no difiere mucho, ya veis, la técnica de caza de Lortus, de la técnica de Solutre pero sí que hay una evidente superespecialización. El hombre del Paleolítico Superior elige lo que quiere cazar, si caballos, si cérvidos, si bóvidos y tenemos un aliado también si es verdad que el arte tiene esa dimensión mágico-proficiatoria, tenemos un aliado extraordinario que es la representación parietal. Se representa lo que se desea cazar luego lo que aparece en el techo de polígonos de Altamira o en la cueva del Lascaux en la que nos venga a la cabeza, son animales que forman parte del imaginario y del contexto de fauna con el que convive Sapiens y que lo lleva también a las representaciones parietales. También se ve una nítida evolución en la forma de adecuación del hábitat por parte del hombre. En todos los estadios hemos de señalar que el hombre es nómada, no quizá en el sentido del nomadismo del australopiteco pero sí nómada en el sentido de que con el cambio de estación y con el cambio también de las circunstancias interglaciares o glaciares el hombre cambia de ubicación. Incluso en el Magdaleniense, que sería el periodo más evolucionado del Paleolítico Superior, el hombre en invierno estaba en un sitio y en primavera iba a otro para aprovechar otro tipo de recursos. Aquí en Pamplona, en el Museo de Navarra tenemos un testimonio de eso, que es el mapa de Abauz. Ese rígago de aranisca creo que es con los dibujos de elementos paisajísticos y que se interpretó como un mapa que los pobladores de Abauz guardaban para que cuando volvían al lugar después de las campañas de primavera y verano reconocieran los arroyos los lugares con determinados tipos de frutas silvestres, los montes, un poco el escenario con el que debían convivir y que era al final su despensa de la que tenían que obtener recursos. Pero el hombre fue diseñando también estrategias de preparación de las estructuras de habitación, a veces fabricando cabañas como la que tenéis en la Cueva de Lazaret en la Bordogna francesa con pieles y esqueletos de madera, a veces incluso esqueletos reales de animales en el Paleolítico Medio como la cabaña de Molodova o incluso en el Paleolítico Superior como la cabaña de Mejín y de Puchari, a veces también con la incorporación desde la excelencia superior del hogar la domesticación del fuego, la capacidad del hombre no solo de conservar el fuego sino probablemente de generarlo hizo que el hogar se convirtiera en el centro del modo de vida de estos grupos y que articule, por ejemplo, como una gran novedad del Paleolítico Medio esa especialización funcional dentro del lugar de habitación. Una zona para el despierte, una zona para el descanso, un hogar principal, una serie de hogares subsidiarios, etc. En el Paleolítico Superior la principal novedad es que dentro de esa diversificación regional que exhibe casi todo en la prehistoria, también hay una diversificación regional del modo de resolver las necesidades de hábitat, desde cabañas de madera a la madera de la del lazaret en Don Ivestonice, en Chequia, a ese sistema muy parecido al de Molodova en Mejín, a cabañas-tiendas tipo indio de las películas de Sioux, así como las de, por ejemplo, Pincevent cerca de París en ámbitos probablemente más templados donde a diferencia de en Chequia o en Rusia las condiciones climáticas no obligaban a una superprotección, aunque en el Paleolítico Superior pese a que sean esos sólo 30-40.000 años conocidos episodios de intenso frío como el del Sol Utenes en el que las cuevas fueron el gran centro de la actividad de vida del hombre prehistórico. Hemos visto el hábitat y hemos visto la caza y la recolección, pasamos ahora al difícil mundo del simbolismo. Todo eso que no tiene que ver con la superestructura económica que da sentido a un hábitat y a una cultura, sino, perdón, con la infraestructura económica, sino con la superestructura ideológica, con todo lo que tiene que ver la relación con la trascendencia y con los grandes problemas, digamos, del hombre en tanto que se relaciona. Para el Paleolítico Inferior no tenemos evidencias de enterramientos con lo cual el inicio del simbolismo comienza con el Paleolítico Medio pero también con una gran desigualdad desde el punto de vista regional y con un problema, es un periodo que dura casi 400.000 años y en el que el número de enterramientos que tenemos, no me atrevo a decir una cifra pero lo pasará de 20 en todo el mundo, pero sí que es verdad que permite tener una tipología de preparaciones del cadáver, de preparaciones del enterramiento y de aproximaciones rituales al hecho funerario, ofrendas, por ejemplo, a los difuntos como la raedera de la Perrasillo o el cráneo de ciervo de Cáceres en Nazaret. Se adelantaría todo si el Excalibur de la Sima de los Huesos es realmente una ofrenda funeraria. La preparación de la sepultura, a veces con almohadas de piedra o lajas que marcan la inhumación, lo de la incineración ya sabéis que es un intento bastante reciente en el tiempo, vamos, de la primera edad del día rosa, no anterior al primer milenio antes de Cristo y a veces también la preparación del cadáver o la modificación ritual del cadáver. La preparación, por ejemplo, espolvoreándole con flores durante un tiempo se pensó que el enterramiento de Sanidad en Irak se había espolvoreado de ocre porque el ocre podía frenar la descomposición del cadáver o más bien se piensa que ese ocre iba impreso en el cuerpo del difunto porque se pintaba el cuerpo, como hemos visto antes, que debía hacer ya neandertal o el cráneo del monte Chircheo en las proximidades de Roma, del sur que aparecía entronizado, lo vemos cuando hablemos de paralítico medio dentro de un par de semanas rodeado por un pequeño círculo de piedras y separado del resto del cadáver o como una especie de culto al individuo que también tiene que ver a veces con las preparaciones de cráneos que también se ven en algunos enterramientos o en algunos cráneos del paralítico medio y también del paralítico superior. En el paralítico superior, como el gran paradigma es la diversificación regional vemos una gran diversidad de posturas, de separación por sexos de preparación del cadáver, de ofrendas, de colocación de ajuares que nos hablamos de pequeñas costumbres regionales que diversifican la aproximación del hombre al fenómeno funerario o al hecho de la muerte. Bueno, y más allá de los enterramientos que es un ámbito del simbolismo que es fácil de caracterizar porque se apoya una evidencia material bastante incontestable que es bastante fácil de caracterizar bueno, pues hay otros puntos del mundo simbólico del hombre prehistórico que no son tan sencillos y que de hecho han entrado y salido en la investigación en prehistoria tradicionalmente y se ha modificado incluso su análisis. Por ejemplo el canibalismo, bueno pues durante mucho tiempo se pensó que había un canibalismo ritual que consumir los cadáveres era una manera en cierta medida de apropiarse de lo mejor del difunto o que cuando nacía un niño, porque son nuevas lineas por lo visto nacían algunas tribus hace décadas pero primitivas actuales, cuando nacía un niño en la comunidad propia había que ir a la del vecino y matar y comerse a otro para ajustar la presión demográfica. Bueno, hoy más bien se habla del canibalismo gastronómico del hombre comía los cadáveres porque tenía serios problemas sobre todo en el HLN por tener recursos cárnicos en competencia con otros carnívoros entonces cualquier carne era útil para el consumo humano. También durante un tiempo se pensó que por la tesaurización muy individualizada de cráneos de oso cavernario de oso de las cavernas en lugares concretos a veces a la entrada, a veces en las salas principales de las cuevas pudo haber un culto al oso cavernario. Bueno hoy en día esto también se discute más que un culto, una veneración lo que había era una percepción del carácter digamos defensivo, profiláctico que tenía el oso cavernario como una manera de, bueno hemos matado a este oso que estaba ocupando la cueva en la que vamos a vivir y para que no se acerque otro vamos a poner un cráneo suyo en la puerta para que sepa lo que le espera si se acerca o sea no es una veneración es más un resultado de esa competitividad así que parece que en cualquier caso esa tesaurización del cráneo, de los huesos largos como en Drachenloch del oso cavernario demuestra que debía ser un animal al que los hombres, sobre todo neandertal le tenía bastante el favor porque es bastante recurrente esa alusión al cavernario en el registro de la fauna ajena a los cazaderos sobre todo de hábitat de algunos yacimientos Otro punto que sí que está inequívocamente vinculado al ámbito del simbolismo es todo lo que tiene que ver con el adorno y con la estética personal bueno, pues la presencia de la presencia de cuentas de collar para por ejemplo el cráneo o sea el cráneo con la cabeza la presencia también del body art el uso del ocre para usarlo como pintura corporal que está bastante atestiguado en algunas culturas del museriense sobre todo africano pues nos habla de un gusto por lo individual y por la estética individual que no deja de ser una manifestación en cierta medida de estratificación social y de individualidad Y por último sobre esto hablaremos profusamente cuando estudiemos el arte parietal porque es uno de los elementos que interviene un poco en la interpretación del arte parietal la cuestión de la religiosidad y sobre todo del chamanismo la presencia de este tipo de representaciones híbridas de animales o de hombres con cuerpo de animal como el llamado danzarín de esa cueva de Arrís en Francia permite suponer que detrás de la representación de arte parietal hay toda una magia ritual propiciatoria de la caza que llevaba a que hubiera chamanes incluso estadios de conciencia alterada de consumo de productos y sustancias alucinógenas que podían propiciar esa magia de caza y que por tanto hubiera si no una religión en el sentido litúrgico organizado y jerárquico pues bueno, sí un sentimiento trascendente, religioso propiciatorio de relación con la naturaleza ese volco sobre todo en el arte parietal